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El juicio contencioso administrativo, antes llamado juicio de nulidad es el que

procede contra las resoluciones administrativas definitivas que establece la Ley


Orgánica del Tribunal Federal de Justicia Administrativa, así como contra los actos
administrativos, decretos y acuerdos generales, diferentes a los Reglamentos.
El Juicio Contencioso Administrativo o Juicio de Nulidad, es aquel que procede
contra las resoluciones administrativas definitivas que establece la Ley Orgánica
del Tribunal Federal de Justicia Administrativa, cuando se desee impugnar un acto
de autoridad que ha afectado al particular o a la autoridad misma. Asimismo,
procede dicho juicio contra los actos administrativos, Decretos y Acuerdos de
carácter general, diversos a los Reglamentos, cuando sean autoaplicativos (las
que por su sola entrada en vigor causan perjuicio al gobernado) o cuando el
interesado los controvierta en unión del primer acto de aplicación. Las autoridades
de la Administración Pública Federal también tendrán acción para controvertir una
resolución administrativa favorable a un particular cuando estime que es contraria
a la ley. La finalidad de este procedimiento es resolver todos y cada uno de los
problemas presentados ante el tribunal, los cuales causen agravio a los
particulares o hasta a la autoridad misma, presentando ante un tercero el asunto
para que resuelva el problema. Las causas de procedencia o improcedencia de
este juicio se verán en el capítulo respectivo.
ARTÍCULO 3o.- Son partes en el juicio contencioso administrativo: I. El
demandante. II. Los demandados. Tendrán ese carácter: a) La autoridad que dictó
la resolución impugnada. b) El particular a quien favorezca la resolución cuya
modificación o nulidad pida la autoridad administrativa. c) El Jefe del Servicio de
Administración Tributaria o el titular de la dependencia u organismo
desconcentrado o descentralizado que sea parte en los juicios en que se
controviertan resoluciones de autoridades federativas coordinadas, emitidas con
fundamento en convenios o acuerdos en materia de coordinación, respecto de las
materias de la competencia del Tribunal. Dentro del mismo plazo que corresponda
a la autoridad demandada, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público podrá
apersonarse como parte en los juicios en que se controvierta el interés fiscal de la
Federación. III. El tercero que tenga un derecho incompatible con la pretensión del
demandante
El demandante: En este juicio el actor es llamado demandante, y pueden tener
este carácter tanto los particulares que hayan visto lesionados sus derechos a
causa de resoluciones definitivas emitidas por la autoridad o la misma autoridad
también puede ser actor en su caso.
Los demandados: Quienes a su vez pueden ser la autoridad que dictó la
resolución que se está impugnando, el particular a quien favorezca la resolución
cuya modificación o nulidad pida la autoridad administrativa, el Jefe del Servicio de
Administración Tributaria o el titular de la dependencia u
organismo desconcentrado o descentralizado que sea parte en los juicios en que
se controviertan resoluciones de autoridades federativas coordinadas, emitidas
con fundamento en convenios o acuerdos en materia de coordinación, respecto de
las materias de la competencia del Tribunal. Dentro del mismo plazo que
corresponda a la autoridad demandada, la Secretaría de Hacienda y Crédito
Público podrá comparecer como parte en los juicios en que se controvierta el
interés fiscal de la Federación, por último , también puede ser parte en el juicio de
nulidad algún tercero en caso de que tenga un derecho incompatible con lo que el
demandante está pidiendo.
A. El juicio de nulidad es un medio de defensa que puede hacer valer
el particular en contra de los actos o resoluciones de las
dependencias y organismos descentralizados de la Administración
Pública Federal que le causen algún perjuicio en su esfera
jurídica, por violación al ordenamiento jurídico aplicado o por falta
de aplicación en la disposición debida. Es presentando ante las
salas competentes del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y
Administrativa (TFJFyA), de conformidad con los artículos 1º y 2º
de la Ley Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo
(LFPCA).

a. Procedencia. - Procede en contra de las resoluciones


administrativas que ponen fin a un procedimiento, a una
instancia o que resuelven un expediente, para ello es
necesario que la misma sea definitiva o deje en estado
de indefensión al actor, es decir, que no admita revisión
de oficio o que la autoridad emisora no pueda modificar
por sí misma su propia determinación.
b. Plazo. - Sujeto a que se presente en un plazo
determinado para que sea admitida su procedencia; de
acuerdo con lo señalado en el artículo 13 de la LFPCA
que establece un lapso de 45 días hábiles siguientes a
que haya surtido efectos la notificación del acto o
resolución definitiva que a juicio del particular vulnera
sus derechos.
Asignación de Expedientes de Juicio de Nulidad

A. Terminada la apertura del expediente en el área de oficialía de


partes, se procederá a la asignación de las demandas de juicio
de nulidad a las Jefaturas de Departamento correspondientes.

B. Una vez realizada la distribución de expedientes, cada uno de los


jefes de departamento asignará los juicios a sus abogados
proyectistas.

Nota: Esta apertura de expediente se realizará en el Sistema Integral de


Información y Procesos denominado en adelante SIIP Jurídico (Ver Manual
del usuario del SIIP Jurídico, Capítulo Juicio de Nulidad)

La relación entre las causales de improcedencia y el sobreseimiento en el juicio de


amparo es de causa y efecto, porque aquéllas son una de las causas por las que
puede suscitarse éste, que constituye la resolución judicial por la cual se declara la
existencia de algún obstáculo jurídico o de hecho que impide la decisión sobre el
fondo de la controversia. Esto es, el sobreseimiento es la consecuencia de que se
suscite alguna de las causas establecidas en el artículo 63 de la Ley de Amparo,
entre las que se encuentran las señaladas en el diverso artículo 61. Por tanto,
cuando se suscita el sobreseimiento en el juicio de amparo, porque el órgano
jurisdiccional advierte alguna causa que lo provoca y ésta no fue alegada por
alguna de las partes o analizada por el a quo, debe otorgarse la vista a la quejosa
por el plazo tres días para que manifieste lo que a su derecho convenga, en
términos del segundo párrafo del artículo 64 citado. Así lo consideró el Pleno de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación al resolver la contradicción de tesis
229/2015. Sin embargo, ello no opera cuando la causal de sobreseimiento
advertida es la establecida en la fracción I del artículo 63 invocado, relativa al
desistimiento de la demanda de amparo, porque ésta surge a partir de la
declaración de voluntad de la quejosa de no querer proseguir con el juicio de
amparo, no obstante, la transcendencia que implica el perder el derecho de
acción, la norma otorga el derecho de audiencia a la quejosa, al notificarle
personalmente el desistimiento solicitado e imponerle la carga procesal de
ratificarlo ante el órgano jurisdiccional de amparo dentro del plazo de tres días,
con el apercibimiento que, de no hacerlo, se le tendrá por no desistida del juicio y
se continuará con éste.
Por ende, el no otorgar la vista por el plazo de tres días con esa causal de
sobreseimiento no transgrede el derecho de audiencia de la quejosa pues, en
principio, es ésta quien da origen al sobreseimiento en el juicio de amparo con la
solicitud de desistimiento pero, principalmente, porque la notificación personal y la
carga procesal de ratificar el desistimiento representan el respeto a su derecho de
audiencia, al darle la oportunidad de manifestar lo que a su derecho convenga
respecto del desistimiento de la acción de amparo aunado a que, de no existir la
ratificación, la norma prevé que se tendrá a la quejosa como no desistida del juicio
de amparo. Resolución judicial que pone término total o parcial al proceso por
causas legales que impiden su continuidad y posterior apertura respecto a los
mismos hechos. El sobreseimiento será total cuando se refiera a todos los delitos
y a todos los imputados, y parcial cuando se refiera a algún delito o a algún
imputado.

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