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FRANCISCO CAPELLA
ΔCRΔCIΔ
Índice
1. La Ciencia 4
2. El Conocimiento Científico 9
6. El Método Científico 28
9. Cuantificación y Medición 41
1. La Ciencia
La ciencia es el producto cultural más sofisticado de la
evolución natural, una actividad cognitiva propia de los seres
vivos inteligentes más desarrollados, los seres humanos con
curiosidad intelectual que se plantean interrogantes acerca de
la realidad. La ciencia es posible gracias a las capacidades de
observación y raciocinio de la inteligencia humana. La
ciencia es conocimiento producto de la investigación
científica, de la búsqueda atenta, del análisis intelectual, de la
observación, de la experimentación, de la reflexión racional,
de la lógica, de la inteligencia, de la creatividad. La ciencia
se expande mediante descubrimientos científicos.
La ciencia es el estudio racional y sistemático de los
hechos de la realidad. La ciencia considera la permanencia y
la mutabilidad, la unicidad y la multiplicidad. La ciencia es
conocimiento objetivo, sistemático e integrado acerca de la
realidad esencial del mundo (representacionalismo, realismo),
no sólo de las apariencias o fenómenos (presentacionalismo,
idealismo). La ciencia no se queda en la apariencia, en el
aspecto exterior, en los signos externos, en los indicios. La
ciencia estudia los fenómenos observables y las entidades
que los producen, describiendo mediante teorías y leyes
uniformes y constantes las regularidades en las relaciones
entre objetos de la realidad. La ciencia busca principios
fundamentales, causas últimas, verdades universales.
El conocimiento científico abstrae y trasciende las
sensaciones, va más allá, a las realidades que producen la
percepción. Las percepciones sensoriales resultan de la
interacción entre los órganos sensoriales y las señales
procedentes de los objetos. Las cosas se presentan en las
sensaciones, y se representan en los patrones mentales. El
reconocimiento asigna una representación abstracta a una
presentación concreta. La ciencia no es una simple
fenomenología que se queda en las apariencias, en las
sensaciones, en los fenómenos de la conciencia.
El conocimiento científico es abstracto, formal, general,
universal y comunicable de forma explícita. La ciencia trata
de tipos, de generalizaciones. La ciencia estudia relaciones
entre clases de sucesos particulares, expresadas con los
conceptos de causa y efecto, y la estructura lógica de relación
si antecedente, entonces consecuente. El conocimiento
científico se representa simbólicamente mediante teorías,
modelos conceptuales o sistemas de proposiciones en
lenguaje natural o en los lenguajes formales de la lógica y las
matemáticas. La teoría científica describe, explica, predice y
es útil porque es aplicable, particularizable, concretable,
interpretable, materializable para su uso en situaciones
concretas. La historia estudia sucesos particulares y necesita
algún tipo de teoría previa para interpretarlos. La teoría
científica sirve para interpretar la realidad histórica concreta;
es una compilación, un resumen concentrado, condensado,
comprimido, de conocimiento en principios fundamentales.
El conocimiento científico también incluye datos concretos
resultado de observaciones empíricas.
Una teoría es un modelo, un esquema conceptual, una
representación abstracta, de alto nivel, simplificada,
idealizada, de la composición y estructura de la cosa
estudiada. Es un sistema formalizado, organizado,
estructurado, articulado, unificado, integrado, de entidades y
relaciones a distintos niveles: objetos, propiedades, atributos,
valores, unidades, referencias, cantidades, cualidades,
conceptos, clases, tipos, procedimientos, fenómenos,
instancias, proposiciones, reglas, leyes, circunstancias,
axiomas, teoremas, hipótesis, premisas, conclusiones, datos,
información, conocimiento, sabiduría. Toda teoría es una
síntesis y una simplificación, y en ocasiones una
aproximación válida dentro de un dominio o rango de
aplicación. Teoría y práctica están inseparablemente unidas.
No es posible que algo sea verdadero en teoría pero falso en
la práctica.
Un dominio de estudio científico presenta una variedad
de entidades concretas u objetos y relaciones que se
caracterizan mediante propiedades o atributos que pueden
tener diferentes valores cuantitativos o cualitativos, con sus
respectivas unidades y referencias. Estos objetos se agrupan
por semejanza en clases o tipos que presentan unas
determinadas regularidades, de modo que cada objeto
individual específico es una instancia de la clase a la que
pertenece. Las relaciones regulares de comportamiento de las
entidades son descritas mediante leyes generales, abstractas,
universales, invariables, referidas a tipos, que deben ser
interpretadas al actuar sobre instancias y circunstancias
(hechos, condiciones iniciales y de contorno) concretas,
específicas, particulares. Las leyes científicas son
proposiciones que expresan las relaciones esenciales,
universales y necesarias existentes entre los elementos
estructurales de las cosas.
El conocimiento científico incluye proposiciones que son
condiciones iniciales específicas, condiciones finales
específicas, condiciones de contorno específicas y
generalizaciones universales. Las generalizaciones
combinadas con condiciones iniciales y de contorno
producen predicciones. Las generalizaciones combinadas con
condiciones finales producen explicaciones. Las condiciones
iniciales, finales y de contorno proporcionan pruebas o
ensayos para la comprobación de las generalizaciones.
La ciencia es el estudio sistemático de la realidad para
generar conocimiento. La ciencia es una curiosidad
disciplinada, una constante búsqueda de respuestas. Su
objetivo fundamental es encontrar el conocimiento exacto y
verdadero de los orígenes, causas, evolución, naturaleza,
propiedades y principios de la realidad. La investigación
científica es una búsqueda atenta, un conjunto de métodos y
actividades cuyo objetivo es hacer descubrimientos y
elaborar nuevas teorías científicas. La tecnología es la
aplicación práctica y sistemática del conocimiento científico
a la actividad humana para incrementar su capacidad. La
tecnología produce instrumentos y métodos que sirven para
resolver problemas. El científico descubre, el ingeniero
inventa.
La ciencia es una actividad humana progresiva,
acumulativa: cada científico puede utilizar lo descubierto por
sus predecesores y ampliarlo o mejorarlo; algunas teorías
científicas clásicas no son completamente erróneas, sino
simplemente menos precisas o completas que otras teorías
más modernas; el avance no está siempre garantizado,
factores sociales y culturales ajenos al ideal científico pueden
implicar la aceptación generalizada de ideas más modernas y
sofisticadas pero peores que otras ideas clásicas.
La ciencia incluye mecanismos críticos de autocorrección:
las ideas científicas se analizan sistemáticamente de forma
competitiva, se revisan exhaustivamente, no se aceptan sin
motivo. Unos científicos proponen y otros intentan replicar
sus resultados o mostrar errores de razonamiento o
incoherencias.
2. El Conocimiento Científico
El conocimiento científico (y en general todo el
conocimiento y el pensamiento adecuado) tiene una serie de
características ideales, unos criterios abstractos objetivos y
universales de perfección independientes del dominio o
asunto. Una teoría científica satisfactoria debe, en la medida
de lo posible, dependiendo de la complejidad de lo estudiado
y de las capacidades cognitivas de los investigadores,
describir, explicar y predecir, de forma correcta, completa,
consistente, eficiente, precisa, clara y aplicable.
El conocimiento científico es correcto, verdadero, cierto,
objetivo, se corresponde con la realidad de forma rigurosa.
La corrección o verdad es el criterio epistemológico principal,
sin el cual los demás criterios son irrelevantes. La
imaginación humana puede construir teorías
pseudocientíficas sobre entidades inexistentes. Las
especulaciones no comprobables con la realidad no son
científicas. El conocimiento científico es comprobable de
algún modo, en los axiomas teóricos generales o en las
consecuencias empíricas observables (o en algún punto
intermedio), mediante verificación o falsación. El
conocimiento tiene un rango de validez, es correcto dentro de
un ámbito, y en ocasiones puede haber excepciones,
especialmente en las circunstancias extremas. La validez del
conocimiento no tiene por qué ser completamente universal,
existen leyes generales válidas, al menos en forma
aproximada, en un rango muy amplio de casos. Mientras que
el conocimiento científico se comprueba, se afianza, se
confirma y se perfecciona, algunos elementos pueden ser
provisionales, como hipótesis, conjeturas y suposiciones,
aunque siempre con intención de universalidad y
permanencia. En ciertos ámbitos una mayor generalización
puede suponer una complicación excesiva. El conocimiento
científico aspira a estar libre de errores y equivocaciones, es
intransigente con la falsedad, la falacia, el fallo, la distorsión.
El científico pretende no sólo aumentar la verdad, sino
también disminuir el error. La mentalidad científica es crítica
y rigurosa, dispuesta al perfeccionamiento y abierta al
estudio de las posibles alternativas.
El conocimiento debe ser completo, es mejor cuantas más
cosas describe, explica y predice, cuanta más información
proporciona, si incluye todo lo relevante, lo importante, lo
significativo, y no incluye lo no pertinente en un contexto
dado. La ciencia aspira a unificar, a avanzar en anchura
integrando y relacionando dominios, y en profundidad
llegando a los principios básicos. Un aspecto fundamental de
la ciencia es conocer sus propias limitaciones.
El conocimiento científico debe ser consistente,
coherente, consecuente, compatible, sin discrepancias, no
contradictorio. No puede afirmarse y negarse
simultáneamente una misma proposición. La lógica es
fundamental para toda ciencia. Si se acepta una proposición,
deben aceptarse todas sus consecuencias lógicas. La
inconsistencia en un sistema teórico formal es catastrófica,
ya que de ella se infiere lógicamente cualquier cosa, lo que
supone la inutilidad y destrucción del sistema. Un solo paso
erróneo puede anular la validez de una demostración, la
degradación del procedimiento es catastrófica. Todos los
dominios científicos deben ser compatibles entre sí y estar
integrados de forma adecuada. Una teoría inconsistente no
puede ser correcta. Una teoría consistente puede ser
incorrecta: la coherencia es necesaria pero no suficiente para
que una teoría sea científica, ya que es posible construir
teorías imaginarias absolutamente consistentes pero sin
relación con la realidad. La mente humana a menudo no es
científica y alberga contradicciones.
El conocimiento científico es eficiente y conciso,
contiene la máxima información acerca de la realidad con la
mínima cantidad y complejidad aceptable de conceptos y
relaciones. La ciencia busca el mínimo número de principios
explicativos más amplios. Todo debe ser tan simple y
compacto como sea posible. Las entidades no deben
multiplicarse innecesariamente. La explicación válida más
simple se prefiere porque es más probable. Rara vez es
conveniente modificar una regla que funciona prácticamente
siempre; es mejor limitarse a complementarla con una
acumulación de excepciones específicas. Los fenómenos
complejos pueden tener explicaciones relativamente simples
y económicas. La sofisticación puede ser espectacular pero
no es científica si no se corresponde con la realidad. El
pensamiento debe proceder de lo simple a lo complejo. La
inteligibilidad científica es reduccionista y unificadora:
múltiples casos y situaciones responden a pocas fórmulas
breves, compactas, comprimidas. La teoría, formal, abstracta,
universal, es particularizable, concretable, materializable.
El conocimiento científico es exacto, preciso, claro,
ajustado y delimitado. Evita vaguedades, arbitrariedades,
confusiones, engaños y ambigüedades. El lenguaje científico
es riguroso, no equívoco, formalizado y lógico. Es
importante definir adecuadamente los conceptos derivados
en función de otros conceptos más primitivos, establecer
relaciones entre entidades y determinar adecuadamente qué
son las cosas y qué no son, cómo se relacionan y cómo no se
relacionan. Una definición es una estipulación convencional
de que un cierto símbolo nuevo tiene el mismo significado
que una determinada combinación de símbolos cuyo
significado ya es conocido. Los conceptos más básicos no
pueden definirse, deben ser evidentes u ostensibles (su
significado se muestra directamente), y deben evitarse las
definiciones circulares. La claridad permite la comprensión y
la transmisión del conocimiento. Los ejemplos o casos
particulares pueden ilustrar y clarificar las explicaciones
científicas, pero no demuestran. El hermetismo, el secretismo
oscurantista, no es científico. Los artificios elaborados,
sofisticados e incomprensibles pueden confundir,
impresionar y persuadir a ignorantes e incautos. El lenguaje
es muy útil para la ciencia cuando representa correctamente
ideas, pero es muy peligroso cuando no lo hace. Si una
proposición no está clara, es imposible determinar su
corrección y relevancia.
El conocimiento científico es de algún modo aplicable.
Toda teoría realista tiene consecuencias prácticas, es
pragmática, útil, concretable, funcional, operativa. El
conocimiento científico guía la acción humana y permite el
desarrollo de tecnologías, sensores y máquinas que
incrementan su poder.
6. El Método Científico
Una proposición es científica si se refiere a algo real y si es
posible de algún modo decidir si es correcta (verificación) o
incorrecta (falsificación). El método científico es un
procedimiento sistemático, ordenado, planificado,
organizado, para obtener conocimiento científico. La ciencia
utiliza teorías y observaciones como herramientas y
productos. La teoría explica las leyes observables concretas,
las cuales son deducibles como casos particulares. Dada la
multiplicidad de ámbitos de la realidad, las distintas ciencias
se especializan en los diversos aspectos de lo existente. Cada
ciencia debe utilizar medios adecuados a su objeto de estudio
y a las capacidades y limitaciones de los seres humanos. La
filosofía de la ciencia relaciona los distintos ámbitos de
estudio y explica lo común y lo diferente a las diversas
ciencias. En las ciencias humanas y sociales, el método
científico es apriorístico deductivo (mantiene la verdad
mediante la verificación demostrativa) y las cuantificaciones
y las mediciones son problemáticas. En las ciencias naturales,
inorgánicas y orgánicas, el método científico es hipotético
deductivo (evita el error mediante la falsación experimental)
y son posibles y útiles la cuantificación y la medición. La
naturaleza (inorgánica y orgánica) es simple comparada con
la complejidad de los seres humanos y la sociedad.
En el ámbito de las ciencias naturales, las teorías son
modelos hipotéticos no comprobables directamente, los
puntos de partida son conjeturas no necesariamente
verdaderas; sólo son comprobables las predicciones
concretas observables implicadas por la teoría, y estas sólo
pueden falsificar o refutar una teoría (si no se cumplen), pero
no verificarla; si la teoría es correcta, las consecuencias se
cumplen; si las consecuencias no se cumplen, la teoría no es
correcta; si las consecuencias se cumplen, no se puede
establecer que la teoría sea correcta, ya que puede haber otras
teorías diferentes con las mismas consecuencias observables.
El método hipotético deductivo acepta la lógica deductiva
como apodícticamente correcta y considera verdaderos los
resultados de las observaciones experimentales.
El científico intenta explicar un fenómeno observado
(alguna regularidad, alguna pauta recurrente) proponiendo
como hipótesis un modelo teórico que prediga dicho
fenómeno y otros fenómenos potencialmente comprobables
que permitan la refutación o la aceptación tentativa de la
teoría. Dados unos hechos o fenómenos observados, el
investigador genera de forma creativa e imaginativa unas
hipótesis o conjeturas para intentar explicarlos, y a
continuación las critica y comprueba sistemáticamente para
su aceptación o rechazo. Las hipótesis son explicaciones
provisionales que no pueden ser verificadas directamente,
pero pueden ser falsificadas, refutadas mediante
experimentos especialmente diseñados, si los resultados
observables (los datos concretos predichos por la teoría, sus
consecuencias contrastables) no concuerdan con los
resultados experimentales. Un experimento no es una
demostración en la que se conocen previamente los
resultados. Un experimento no falla si no se consiguen los
resultados predichos. Un experimento falla si no sirve para
comprobar una teoría, si no prueba nada concluyente en
ningún sentido. El método de las ciencias naturales es de
prueba y error, generar conjeturas y probar si sobreviven los
ensayos de la experimentación.
Las ciencias naturales buscan explicaciones
conceptualmente aumentativas que solucionen problemas
planteados por un conjunto de conocimientos concretos
(hechos, observaciones, resultados experimentales)
cognitivamente independientes del modelo explicativo:
varias hipótesis pueden ser compatibles con las
observaciones, la explicación no es deducible lógicamente de
las observaciones ya conocidas. Si las comprobaciones
experimentales son numerosas y adecuadas, es menos
probable que las hipótesis sean falsas (se reduce el espacio
de búsqueda). Si se consigue demostrar que todas las demás
alternativas son inválidas, la que sobrevive, la única posible,
es la correcta. Falsificar algo es conocer cómo no es la
realidad. La eliminación de una hipótesis no es un fracaso
personal del científico, sino un avance de la ciencia.
La evolución natural tiende a producir mejoras en la
adaptación: el conocimiento va acumulándose y
perfeccionándose. Los avances se deben a la selección
natural que opera sobre las distintas variantes que se
propagan con distinto éxito. Ninguna variación es un éxito o
mejora a priori, su adecuación se muestra por su
supervivencia en un entorno selectivo. La sucesión de teorías
en las ciencias naturales es un proceso similar de eliminación
empírica selectiva y adaptación incremental entre la teoría y
los hechos de la realidad. Las teorías científicas se
seleccionan mediante la confrontación con la observación.
La experimentación no pretende justificar teorías (su
aceptación es tentativa), sino falsificar teorías erróneas y
seleccionar la más idónea, la más competitiva, la más viable,
la que es comprobable de forma más rigurosa.
Las teorías científicas son memes en competencia,
unidades intelectuales con personas como portadores, y
pueden variar, difundirse, retenerse o extinguirse. El avance
de las ciencias naturales es similar al progreso en la
evolución natural. La ciencia natural es oportunista, se
desarrolla más cuando puede aprovechar los descubrimientos
e invenciones que facilitan la comprobación de hipótesis.
Los descubrimientos e invenciones simultáneos son comunes,
ya que los científicos intentan variantes sobre el mismo
conjunto de explicaciones y las comprueban con la misma
realidad objetiva y estable. Las ciencias naturales avanzan a
menudo por serendipidad o descubrimientos casuales o
accidentales.
En el ámbito de las ciencias humanas (praxeología,
economía, ética), el conocimiento se comprueba en los
axiomas apodícticos evidentes, a partir de los cuales se
infieren mediante deducción lógica diversos teoremas. Las
consecuencias concretas de los axiomas no son observables
en detalle y de forma precisa debido a la complejidad de la
realidad histórica humana y social, a la actuación constante
de múltiples influencias con efectos posiblemente contrarios
y que no son separables, ni repetibles, ni cuantificables.
Además de innecesaria, la experimentación en el ámbito de
las ciencias humanas es cara y peligrosa. La afirmación
positivista de que el conocimiento sólo puede validarse
mediante la experiencia empírica concreta es inconsistente y
errónea. El propio postulado positivista pretende ser
conocimiento pero no tiene sentido validarlo empíricamente.
Las ciencias humanas ven dificultado su avance y difusión
por la actividad demagógica interesada de gobernantes,
pseudointelectuales y grupos de presión, a quienes beneficia
la aceptación popular de falacias contrarias a la libertad
humana.
9. Cuantificación y Medición
Algunos conjuntos de entidades son conjuntos ordinales:
admiten una relación ordinal, una relación de orden parcial
(reflexiva y transitiva) o total (no reflexiva, antisimétrica y
transitiva). La relación de orden es global si produce una
estructura lineal en la que todos los elementos del conjunto
están conectados y pueden compararse entre sí. La relación
de orden es local cuando no todos los elementos del conjunto
son comparables entre sí. Algunos conjuntos de entidades
son espacios métricos: admiten relaciones cardinales,
cuantitativas, entre sus elementos. No todos los espacios
aceptan una métrica. No todas las realidades existentes son
cuantificables, algunas sólo pueden compararse de forma
cualitativa o mediante relaciones de orden. La cuantificación
exige la existencia de un patrón objetivo, universal e
inalterable que sirva como unidad de medida. Algunas
características de entidades complejas sólo son cualificables,
no son cuantificables. En las ciencias humanas (praxeología,
economía, ética) existen conceptos esenciales cuya medición
no es posible.
Una magnitud es un aspecto de la realidad que puede ser
medido. Una medición es una observación cuantificable. La
medición es la identificación de una relación cuantitativa
establecida mediante la comparación con un estándar externo
objetivo, una referencia que sirve como unidad de medida.
Toda medición es una cuenta de unidades homogéneas de
una entidad. Una cuenta es más significativa, informativa y
precisa cuanto más semejantes sean las entidades contadas.
La medición es una evaluación cuantitativa que produce
datos numéricos que pueden ser tratados matemáticamente
mediante el cálculo funcional o el análisis estadístico.
La medición requiere dos habilidades cognitivas: el
reconocimiento de un patrón al comparar lo observado con el
estándar objetivo (identificación), y la capacidad de contar
unidades (sumar uno). La cantidad resultado de la cuenta no
depende del orden en que se efectúe la cuenta. La medición
de una magnitud puede ser realizada por el observador con o
sin la ayuda de algún instrumento de medida
convenientemente calibrado. Las magnitudes son las
propiedades cuantificables de una entidad, aquellas que
pueden ser representadas mediante un número y una unidad
de referencia. Algunas magnitudes no se miden directamente,
sino que se derivan de otras mediciones, se calculan
mediante una relación funcional con otras magnitudes
medidas.