Está en la página 1de 229

Circunstancias

modificatorias de
responsabilidad penal
Estructura materia
• I.- CONCEPTO
• II.- CLASIFICACIÓN
• III.- CIRCUNSTANCIAS ATENUANTES.
• 1.- Eximentes incompletas.
• 2.- Atenuantes fundadas en los móviles del agente.
a) Provocación o amenaza proporcionada al delito.
b) Vindicación de ofensas.
c) Arrebato y obcecación.
d) Obrar por celo de la justicia.
• 3.- Atenuante relativa a la personalidad del sujeto:
Irreprochable conducta anterior.
• 4.- Atenuantes fundadas a la conducta posterior al
delito.
a) Reparación celosa del mal causado o evitación de sus
consecuencias ulteriores.
b) Entrega voluntaria a la justicia.
c) Colaboración sustancial al esclarecimiento de los
hechos.
IV.- CIRCUNSTANCIAS AGRAVANTES.
• 1.- Agravantes subjetivas basadas en las características personales del
agente.
• a) Abuso de confianza.
• b) Prevalencia del carácter público.
• c) Reincidencia.
• d) Actuación con menores de edad.
• 2.- Agravantes subjetivas basadas en los ánimos, tendencias o actitudes
especiales del sujeto.
• a) Alevosía.
• b) Precio, recompensa o promesa.
• c) Premeditación.
• d) Abuso de superioridad.
• e) Motivado por ideología, sexo, raza, religión u otra característica o
condición de la víctima.
• 3.- Agravantes objetivas.
a) Empleo de medios catastróficos
b) Ensañamiento.
c) Empleo de astucia, fraude o disfraz.
d) Agregar ignominia a los efectos del hecho.
e) Comisión del delito con ocasión de calamidad o desgracia.
f) Auxilio de otros.
g) Nocturnidad o despoblado.
h) Desprecio de autoridad pública.
i) Comisión en lugar destinado a un culto.
j) Desprecio por la calidad del ofendido o en su morada.
k) Escalamiento.
l) Utilización de armas
m) Ejecutarlo contra un menor de edad, adulto mayor o
persona con discapacidad.
n) Ejecutarlo formando parte de agrupación que no constituya
asociación ilícita.
V. CIRCUNSTANCIA MIXTA DE PARENTESCO.
I. Concepto
“Conjunto de situaciones descritas por la ley, a las
cuales se les atribuye la virtualidad de concurrir a
determinar la magnitud de la pena correspondiente al
delito en el caso concreto, ya sea atenuándola o
agravándola a partir de ciertos límites
preestablecidos en forma abstracta para cada tipo.”
(Enrique Cury).
• No afectan la existencia del delito
I. Concepto
• Se suele señalar que son accidentales y se limitan
a circundar el hecho punible
• Esto solo resulta efectivo en parte, puesto que si bien es
cierto que existen circunstancias modificatorias que son
ajenas a la naturaleza y estructura del delito, existen
algunas que son accidentales en términos que no
determinan la existencia del hecho punible como tal, pero
sí determinan el “cómo” se comete, y en tal sentido no se
puede sostener que solo se limitan a circundar el delito,
pudiendo, incluso, llegar a ser sustanciales, tal
II. Clasificación
como se analizará más adelante
II. Clasificación
1. En relación a sus efectos. Dependiendo si determinan
la imposición de una pena más benigna, más severa, o
bien, si dependiendo el caso, producirá uno u otro
efecto
a. Atenuantes
b. Agravantes
c. Circunstancias mixtas
2. Con arreglo a la extensión de sus efectos.
a. Genéricas → resultan aplicables respecto de cualquier
delito o respecto de la mayoría. Se suelen identificar con los
catálogos de los artículos 11 y 12 del Código Penal
2. Con arreglo a la extensión de sus efectos.
b. Específicas → solo aplican respecto de ciertos delitos
en los que se consagran expresamente, están dispersas a
lo largo de la ley y se estudian en la parte especial del
Derecho Penal. Se suele hablar de calificantes o
privilegiantes.
II. Clasificación
No obstante lo anterior, existen ciertas circunstancias
modificatorias del catálogo de las genéricas (art. 11 y 12
CP) que realmente son bastante específicas, por ejemplo,
art. 12 n° 1 y 5 CP, solo aplican a los delitos en contra de
las personas.
II. Clasificación
3. En atención a su fundamento
a. Basadas en criterios político criminales
b. Basadas en consideraciones personales del autor.
c. Aquellas que se incorporan al tipo penal, determinándolo
y que lo califican o privilegian, denominándose
calificantes o privilegiantes.
No son accidentales, sino sustanciales e integran al tipo
penal en su esencia. Ej. Calificantes en el Homicidio
Calificado.
En este caso, realmente no son circunstancias
modificatorias.
II. Clasificación
4. En atención a su naturaleza (artículo 64 CP)
a. Circunstancias subjetivas. Consisten en la disposición
moral del delincuente, relaciones con la víctima o
basadas en otra causa personal.
Sirven para agravar o atenuar la responsabilidad de los
intervinientes en el hecho respecto de los cuales concurre la
respectiva circunstancia y no se comunica al resto de los
partícipes.
b. Circunstancias objetivas. Consisten en la ejecución
material del hecho o en los medios empleados para
realizarlo. Se comunican al resto de los partícipes que
tienen conocimiento de ellas, aunque no los afecte
directamente.
II. Clasificación

5. De acuerdo a su regulación.
a) Comunes → Sus efectos son regulados en los artículos 65 a
68 del Código Penal.
b) Especiales → Son aquellas que la legislación les da un
efecto más significativo. Se les suele llamar “privilegiadas”,
ya sea atenuante o agravante.
III. Circunstancias atenuantes
• Las genéricas son las enumeradas taxativamente en el artículo 11
del Código Penal. Numerus clausus
1. Eximentes incompletas. Artículo 11 N° 1 CP.
• Son aquellas expresadas en el artículo 10 del Código Penal
cuando no concurren todos los requisitos exigidos por el
legislador para eximir de responsabilidad en los casos
respectivos.
• Cuando se dan solo algunos de los presupuestos de las
hipótesis previstas en el artículo 10 CP., de manera tal que no
son suficientes para excluir un elemento del delito, por lo
que subsiste en parte de estos casos una situación anómala
III. Circunstancias atenuantes
que deteriora la capacidad de autodeterminación del sujeto,
reduciendo la posibilidad de exigir que se comporte
conforme a derecho
1. Eximentes incompletas. Artículo 11 N° 1 CP.
• En estos casos no se encontrará justificada o
exculpada la conducta, pero atendida la presión de
las circunstancias concomitantes, no le es tan
exigible comportarse conforme a derecho como a
aquel sujeto que actúa sin dichas circunstancias.
III. Circunstancias atenuantes
• Lo anterior obedece a situaciones de exigibilidad
disminuida a causa de la anormalidad de las
circunstancias.
1. Eximentes incompletas. Artículo 11 N° 1 CP.
• La opinión dominante señala que para que
concurra esta atenuante es menester que se de, al
menos, el requisito base de la eximente
correspondiente.
III. Circunstancias atenuantes
• Por ejemplo, si se trata de una legítima defensa
incompleta, al menos debe estar presente la
agresión ilegítima.
• En el caso del estado de necesidad incompleto,
debe existir, al menos, un mal que de trataba evitar
1. Eximentes incompletas. Artículo 11 N° 1 CP.
• En el caso de imputabilidad disminuida, debe
existir, al menos, una patología base.
• Esta opinión es correcta, pero requiere de una
precisión, en el sentido de qué requisitos de tipo
III. Circunstancias atenuantes
objetivo, como la agresión ilegítima o el mal que se
pretende evitar, basta con que aparezcan en la
representación del sujeto ex ante, no siendo
exigible su concurrencia efectiva en la realidad.
1. Eximentes incompletas. Artículo 11 N° 1 CP.
• Basta con que el sujeto se haya representado la
agresión ilegítima aunque ésta no sea real, pero NO
puede estar absolutamente ausente, puesto que en
ese caso, al ser un requisito base, tampoco podría
existir la atenuante.
III. Circunstancias atenuantes
• El requisito básico basta con que aparezca en forma
putativa.
1. Eximentes incompletas. Artículo 11 N° 1 CP.
A. Efecto atenuatorio de las eximentes incompletas.
• El efecto general está regulado en los artículos 62 y
siguientes del CP., que se estudiarán más adelante
al analizar la determinación de la pena.
• Sin perjuicio de lo anterior, cuando se trata de una
eximente con requisitos enumerados formalmente
(Art. 10 Ns° 4, 5, 6, 7 y 11), hay que considerar el
III. Circunstancias atenuantes
mayor número de requisitos que concurren,
aplicando el artículo 73 del CP.
III. Circunstancias atenuantes

1. Eximentes incompletas. Artículo 11 N° 1 CP.


A. Efecto atenuatorio de las eximentes incompletas.
• Esta norma (art. 73 CP) da a estas atenuante un efecto mayor
al normal y por lo tanto se les suele dar el nombre de
atenuantes privilegiadas.
• Si concurre el mayor número de requisitos de la eximente, el
tribunal deberá aplicar la pena inferior en uno, dos o tres
grados.
III. Circunstancias atenuantes
• Si el número de requisitos concurrente no es el mayor de
ellos, entonces se vuelve a la regla general y se trata como
una atenuante normal regida por los artículos 62 y siguientes
del CP.
1. Eximentes incompletas. Artículo 11 N° 1 CP.
En el caso del menor de edad no es posible aplicar una
atenuante a título de eximente incompleta, puesto que es
una hipótesis objetiva, la persona es o no menor de edad
para efectos penales. (Relación con la Ley de RPA)

Notas finales:
III. Circunstancias atenuantes
No es posible alegar una atenuante a título de eximente
incompleta basada en una privación parcial de razón
producto de la embriaguez, por los mismo motivos
estudiados al tratar este tema.
2. Atenuantes fundadas en los móviles del agente.

Circunstancias atenuantes fundadas en motivaciones del


sujeto, representan todas ellas una situación de exigibilidad
disminuida a causa de imperfecciones en el proceso de
formación de la voluntad. A estas atenuantes de los conoce
como aquellas de carácter pasional. Son las siguientes:
a. Provocación o amenaza proporcional al delito. Art. 11 N° 3
CP.
III. Circunstancias atenuantes
b. Vindicación de ofensas
c. Arrebato u obcecación
III. Circunstancias atenuantes
2. Atenuantes fundadas en los móviles del agente.
Sin perjuicio de lo anterior, es necesario precisar que en las
atenuantes previstas en los numerales 3 y 4 del art. 11 CP.,
basta con que se produzca una situación que en el común de
los casos provoca alteraciones de esta clase, sin exigir pruebas
de que en el caso concreto se haya provocado.
Representan una especie de presunción de exigibilidad
disminuida en beneficio del reo.
La atenuante del N° 5, en cambio, es de carácter residual y
general, es decir, sí requiere acreditar una conmoción anímica
del sujeto.
2. Atenuantes fundadas en los móviles del agente.
III. Circunstancias atenuantes
Las atenuantes pasionales no pueden concurrir fundadas en
un mismo hecho. Es posible que concurran de manera
conjunta siempre y cuando se funden en hechos distintos.
Ej: Pedro lesiona a Juan porque éste ha ofendido gravemente
a su mujer. Pedro solo podrá beneficiarse de la atenuante del
11 N° 4 si se dan los requisitos, pero no la atenuante del N° 3
aún cuando la ofensa a su cónyuge sea una “provocación”.
En cambio, si a la ofensa Juan agrega actos provocativos
adicionales, como burlas, amenazas y similares, podrán
entonces concurrir ambas, siempre y cuando se den las
exigencias para cada atenuante por separado.
III. Circunstancias atenuantes
2. Atenuantes fundadas en los móviles del agente.
Estas atenuantes son compatibles con los delitos
culposos, no hay inconvenientes en imaginar una
conducta imprudente que se ve mitigada en su
exigibilidad por las motivaciones previstas en las
atenuantes pasionales.
III. Circunstancias atenuantes
Ej: Diego, para vengarse de María que lo ofendió
gravemente, conduce rápido e imprudentemente su
auto para asustarla, pero chocan y se lesiona María.
III. Circunstancias atenuantes
2. Atenuantes fundadas en los móviles del agente.
a) Provocación o amenaza proporcionada al delito.
Art. 11 N° 3 CP.
Haber procedido inmediatamente de parte del ofendido
provocación o amenaza proporcionada al delito.
Requisitos:
• Debe existir provocación o amenaza.
Provocar → Acción o expresión capaz de crear en el sujeto
una excitación conducente a la comisión del delito.
La acción provocadora no debe ser una agresión en
los términos del artículo 10 N° 4 CP, puesto que en
tal caso, estaremos frente a una causal de
justificación y no una atenuante.
Amenaza → Manifestación o advertencia de que se
hará víctima de un daño al autor o a un tercero con
el que éste se haya vinculado.
Es una causal de exigibilidad disminuida, por lo tanto,
la provocación o amenaza no requiere que sea real,
basta con que, de acuerdo a las circunstancias
fácticas el sujeto pueda creer seriamente que será
víctima de ella.
• No se requiere que sea una provocación o amenaza
grave, pero sí debe existir una relación de
proporcionalidad con el delito cometido.
Esta proporcionalidad se mide con un criterio
racional, conforme al criterio del “hombre medio” y,
por lo tanto, quedan fuera de esta atenuante
respuestas exageradas a provocaciones o amenazas
insignificantes.
Si la provocación implica derechamente una ofensa
grave para el autor o para alguna de las personas
establecidas en el 11 N° 4 CP., por principio de
especialidad, la situación podrá ser abarcada por
dicha atenuante y no por el 11 N° 3 CP
Si en el caso concreto se produce una provocación y
una amenaza, solo se produce una atenuante y no
dos.
• Inmediatez: la provocación o amenaza deben haber
precedido inmediatamente a la ejecución del
delito. Debe estar presente este criterio
cronológico entre la amenaza/provocación y la
comisión del delito.
• La víctima debe ser la persona que profirió la
amenaza o ejecutó la provocación. Este requisito es
criticado pro el profesor Cury.
Ej. El autor reacciona no contra el pandillero que lo
amenazó o provocó, sino en contra del líder del
grupo que manifiestamente le ordenó hacerlo.
En este caso podrá eventualmente existir la
atenuante del 11 N° 5, siempre que se den sus
presupuestos.
La amenaza o provocación no necesariamente deben
ser en contra del autor del hecho ilícito, puede
también serlo en contra de terceros con los que esté
afectivamente relacionado.
Nota: Se discute si es que esta atenuante es
compatible con los delitos sexuales, en términos de
alegar una “provocación de tipo sexual” de la
víctima.
Según el profesor Cury, el “hombre medio” debe
estar en condiciones de soportar estímulos
moderados del propio juego amoroso y, por lo tanto,
no se podría, en esos casos, alegar esta atenuante.
Distinto sería el caso en que la persona ofendida ha
buscado deliberada y conscientemente estimular
sexualmente al hechor más allá de lo que
razonablemente sea para hacerlo sufrir, deseos de
autocomplacencia u otro motivo, en cuyo caso no se
puede ignorar los efectos y fuerzas que producen
estas acciones en el ser humano, debiendo, por lo
tanto, concederse esta atenuante.

III. Circunstancias atenuantes


2. Atenuantes fundadas en los móviles del agente.
b) Vindicación de ofensas. Art. 11 N° 4 CP.
Se atenúa la responsabilidad penal de quien ha
ejecutado el hecho en vindicación próxima de una
ofensa grave causado por el autor, si cónyuge o
conviviente, a sus parientes por consanguinidad o
afinidad en toda la línea recta y colateral hasta el
segundo grado inclusive.

III. Circunstancias atenuantes


2. Atenuantes fundadas en los móviles del agente.
b) Vindicación de ofensas. Art. 11 N° 4 CP.
Requisitos:
• Debe haberse obrado con un propósito de vindicación
(venganza)
El sujeto debe haber obrado motivado por venganza,
motivación que es una suerte de elementos subjetivo de
la atenuante. Lo anterior no excluye que puedan
concurrir otras motivaciones, pero esta no puede faltar.
No exige una alteración psicológica, de hecho, puede
darse en una persona que actúa fríamente.

• Debe existir una ofensa, lo que implica no solo una


injuria, sino que cualquier conducta dañosa. Esta
ofensa no requiere ser real, basta con que el autor
en forma verosímil haya podido representarse su
existencia.
• No es actual, lo que la diferencia con la legítima
defensa.
El acto dañoso no es posible de ser evitado por
medio de la acción, puesto que ya está consumado
• Pese a lo anterior, requiere proximidad en el
tiempo, pero no inmediatez.
Los ánimos vengativos pueden perdurar en el
tiempo, pero esta atenuante que implica exigibilidad
disminuida, exige una proximidad cronológica.
• La ofensa debe ser grave. La magnitud queda a
manos del juez.
• No requiere proporcionalidad entre la ofensa y la
reacción vindicativa, es decir, a quien actúa
motivado por venganza a una ofensa grave, no se le
exige proporcionalidad.
Si bien la proporcionalidad no forma parte integrante
de sus presupuestos legales, en la práctica los jueces
sí toman en consideración este criterio en relación al
hecho típico cometido para su vindicación
• La ofensa debe haberse dirigido contra el autor o
en contra de las demás personas relacionadas que
se señalan en la norma.
Lo anterior ya que se presume que las relaciones de
pareja y familiares implican una suerte de presunción
de afecto, lo que no siempre es verdad. En esos caso,
eventualmente, se podrá aplicar la atenuante del art.
11 N°5 CP.
Por otra parte, se omiten otro tipo de relaciones, por
ejemplo, amistad, que pueden ser mucho más
intensas. Felizmente esta norma que originalmente
solo contemplaba al cónyuge, además, incorporó al
conviviente.
• Que la ofensa provenga de la misma persona que
recibe la acción vindicativa.
Cury sostiene que no es un requisito para esta
atenuante, en razón de que la motivación de una
venganza no necesariamente exige una perturbación
psicológica, y puede coexistir con un ánimo mas bien
frío.
Por las mismas razones señala que el deseo de
venganza puede satisfacerse con un ataque a un
tercero distinto del ofensor.
Para otros, siendo una atenuante de tipo emocional,
fundada en una alteración psíquica, es una limitación
justificada para conceder esta atenuante.
Parece ser poco conveniente otorgar a los deseos de
venganza la capacidad de atenúan responsabilidad
frente a lesiones de terceros que nada tienen que ver
con el hecho que motiva la venganza.
Ej: El vecino golpea levemente al hijo de Pedro.
Se podrá aceptar como atenuante que Pedro golpee
al vecino en venganza por la ofensa, pero es muy
discutible que se acepte que Pedro en “vindicación
de esta ofensa”, espere a que salga a jugar el hijo del
vecino y lo golpee.
III. Circunstancias atenuantes
• 2. Atenuantes fundadas en los móviles del agente.
c) Arrebato y obcecación. Art. 11 N° 5.
Se atenúa la responsabilidad penal de quien ha obrado
por estímulos tan poderosos que naturalmente hayan
producido arrebato y obcecación.
Requisitos:
• Existencia real de una perturbación anímica del sujeto.
De las tres atenuantes pasionales, esta es la única que
requiere existencia real de una perturbación anímica del
sujeto, la que toma la forma de arrebato u obcecación.
• Arrebato: perturbación intensa en la capacidad de
autocontrol de una persona.
• Obcecación: alteración en las facultades intelectuales
que impide una adecuada dirección de la conducta
conforme a sentido.
Es un caso de exigibilidad disminuida. La capacidad de
autodeterminación del hechor frente a los mandatos de
la ley, está mermada.
Son perturbaciones que no implican privación total de
razón.
Cury critica la exigencia copulativa que señala al requerir
arrebato y obcecación, ya que son perturbaciones
distintas e incluso, incompatibles, por lo tanto, la mayoría
de la doctrina señala que debe entenderse que la
exigencia es alternativa, bastando la concurrencia de una
u otra.
• Este arrebato u obcecación debe ser el resultado de
un estímulo tan poderoso que lo haya producido
naturalmente.
El estímulo puede ser de cualquier naturaleza. Pero
hay algunos que señalan que este debe ser de
naturaleza lícita e incluso, digna de aprobación ética.
De esta forma se negaría la atenuante en casos
motivados por celos al encontrar a la pareja
manteniendo relaciones sexuales con una tercera
persona y similares.
Cury está en desacuerdo con esta opinión, y señala
que lo único que se exige es que se den
circunstancias que naturalmente causen los efectos
descritos y, para ello, se debe estar al criterio del
“hombre medio”
Sin duda pueden existir motivos reprobables o a lo
menos, no aceptados socialmente como la venganza
(11 N°4), pero es precisamente la debilidad humana
la que funda que, en ciertos casos, incluso estas
motivaciones, puedan implicar una exigibilidad
disminuida y, por lo tanto, una correspondiente
atenuación de la responsabilidad y sanción.
Para Cury, además del criterio del hombre medio,
sería deseables que se considerasen anomalías del
sujeto concreto, las que en todo caso, podrían
considerarse con motivo de una imputabilidad
disminuida.
• No se exige que entre el estímulo y la ejecución del
hecho, exista un límite mínimo o máximo de
tiempo, pero sí que perdure al momento de la
ejecución.
Sin embargo, lo natural es que estas condiciones
perduren por poco tiempo.
Pero si se acreditan las circunstancias excepcionales
que hacen que esta situación perdure en el tiempo,
entonces se debiera conceden la atenuante.
• No requiere que los estímulos sean reales, pero sí
que atendidas las circunstancias, al hombre medio
le hubiese producido los efectos señalados en la
norma.

III. Circunstancias atenuantes


2. Atenuantes fundadas en los móviles del agente.
d) Obrar por celo de la justicia. Art. 11 N° 10 CP.
Atenuante no pasional, pero fundada en las
motivaciones del agente.
Se otorga al que obra por amor a la justicia, y que en
su persecución se excede, lesionando otros bienes
jurídicos.
El fundamento de esta atenuante, al igual que las
pasionales, es el móvil del hechor
En este caso, la motivación del hechor es de carácter
valiosa, es el amor por la justicia, pero lo que ocurre
es que se excede, por lo que se reprocha la conducta.
El hechor ha actuado determinado por un mandato
jurídico, pero ha ido más allá de lo que desea el
derecho, violentando otras normas y bienes
jurídicos.
No es una atenuante emocional, de hecho es
compatible con una actitud serena y tranquila. No
admite otros móviles más que el celo por la justicia.
Esta atenuante está pensada para el funcionario
público que, en afán de cumplir su misión, obra
excediendo sus atribuciones, por ello, algunos
estiman que solo se aplica a personas que detentan
esta calidad.
Lo anterior, según Cury, no encuentra sustento en la
ley, ya que si bien es cierto que en la mayoría de los
casos estaremos en dicha hipótesis, también pueden
darse casos en que particulares se beneficien de esta
atenuante.
Por ejemplo, quien detiene a un sujeto fuera de las
hipótesis de flagrancia por un delito cometido hace
largo tiempo por razones de justicia y con la sola
finalidad de ponerlo a disposición de Tribunales.
La expresión justicia debe ser considerada en
término amplios, referido a todo lo que es justo, no
solo a las actividades propias de la administración de
justicia.
Se refiere a todo aquel que, en su obrar, actúa
motivado por “a cada uno lo suyo”.
Lo anterior abre la puerta para moderar las penas y
tratar con equidad a los “autores por convicción”,
cuyo único fin es hacer justicia, aún cuando esté
equivocado.

III. Circunstancias atenuantes


3. Atenuantes relativas a la personalidad del sujeto.
Irreprochable conducta anterior 11 N° 6 CP. Se
atenúa la pena si la conducta anterior del
delincuente ha sido irreprochable.
Atenuante discutida ya que hace referencia al
“estado personal del autor”, y en rigor vulnera el
principio de culpabilidad.
3. Atenuantes relativas a la personalidad del sujeto.
Irreprochable conducta anterior 11 N° 6 CP.
Cury argumenta a favor de esta atenuante:
• Si es la primera vez que se ve involucrado en un hecho
delictual, teniendo una conducta anterior intachable, es
de suponer, según Cury, que hubo circunstancias
excepcionales que alteraron su capacidad de
autodeterminación.
Maurach agrega que el conocimiento de la
personalidad del delincuente es útil para los efectos
de que el juez pueda imponer adecuadamente las
penas, puesto que “una misma pena puede tener
efectos diferentes sobre delincuentes también
diferentes”.

En suma, el fundamento de esta atenuante es una


presunción de exigibilidad disminuida deducida de la
conducta anterior irreprochable, y en punto de vista
práctico, sobre la sensibilidad del sujeto a los efectos
de sanción que procuran abrir el paso a una
determinación más equitativa de ésta.
Requisitos:
-La ley exige una conducta anterior irreprochable.
Irreprochable: es un requisito negativo, basta con
acreditar que el sujeto se abstuvo de obrar mal, pero
no requiere acreditar una vida virtuosa.
No deben considerarse las infracciones morales, sin
significación jurídica como, por ejemplo, el ser un
consumidor de pornografía, o no querer a familiares.
La ebriedad y el consumo de drogas, por lo general,
tampoco es considerado por los autores como motivo
para no estimar irreprochable conducta.
Se señala que es un criterio relativo a las circunstancias
personales del sujeto, y por lo tanto, por ejemplo, el
taxista que maneja durante 20 años sin infracción, ni
ilegalidad alguna, podría alegar la atenuante, pero no el
que viene recién aprendiendo a manejar.
Por la misma razón se señala que podría reclamar la
atenuante el empleado que luego de años de trabajo
honrado se deja arrastrar por la tentación y comete un
hurto.
Lo anterior porque lo determinante no sería el no
haber sido castigado penalmente, sino que la
perseverancia del delincuente para resistir toda
tendencia criminal.
Como la ley no señala límites, esta conducta
irreprochable debe serlo durante toda la vida del
delincuente.
Sin perjuicio de lo anterior, para la inmensa mayoría
de los Tribunales, solo basta para acreditar esta
atenuante el hecho de no haber sido condenado
antes por delito alguno.
Según Cury, este criterio se debería moderar y no
incluir, para estos efectos, infracciones menores
como las faltas, que no merecen intensa reprobación
social, delitos culposos, etc.
No obstante la discusión teórica, lo cierto es que en
la inmensa mayoría de los casos, lo único que se
necesita acreditar para ganar la atenuante es que el
extracto de filiación y antecedentes del imputado
carezcan de anotaciones penales pretéritas.
Para estos efectos, los tribunales han estimado que la
irreprochable conducta anterior ha debido ser con
anterioridad a la ejecución del hecho que respecto
del que se invoca.
Incluso se han dado casos en los que sí existe
condena en el extracto de filiación pero por un hecho
posterior, e igualmente se ha reconocido la
atenuante.
De lo anterior, por ejemplo, con fecha 5 de mayo de 2011
se condena a Pedro por un hurto simple cometido el 5 de
abril de 2011.
Luego, se condena a Pedro con fecha 10 de agosto de
2011 por otro hurto, pero cometido con fecha 2 de
febrero de 2011.
Los tribunales penales han aceptado igual la atenuante,
aun cuando existe condena en el extracto de filiación,
debido a que el tiempo de ocurrencia de los hechos
objeto de la nueva condena, sí tenía irreprochable
conducta anterior.
A mayor abundamiento, es usual que la defensa y fiscalía
acuerden la eliminación de antecedentes penales
anteriores por medio de procedimientos administrativos
ante Gendarmería y/o Registro Civil para poder alegar la
atenuante después de condena por hechos de
significación.
III. Circunstancias atenuantes
4. Atenuantes fundadas en la conducta posterior al delito.
• Se refiere a conductas desarrolladas por el sujeto después de
la consumación del delito o de haberse interrumpido la
ejecución por causas ajenas a su voluntad.
• Se fundan en razones utilitarias. La ley le da un tratamiento
más benévolo al imputado para estimularlo a paliar las
consecuencias del hecho punible y/o cooperar con la justicia.
• Además de lo anterior, según Cury, quien realiza las
conductas descritas en estas atenuantes, demuestra cierto
grado de arrepentimiento, lo que en todo caso, no es un
requisito exigido por la ley en esta atenuante para que sea
procedente.
4. Atenuantes fundadas en la conducta posterior al
delito.
a) Reparación celosa del mal causado o evitación de
sus consecuencias ulteriores. 11 N° 7 CP.
Se otorga esta atenuante a quien ha procurado
reparar con celo el mal causado o impedir sus
ulteriores perniciosas consecuencias.
Supone una actividad realizada con posterioridad a la
consumación del delito, o bien, si es que se
encuentra en grado de tentado o frustrado, cuando
es evidente que no se consumará, luego de
ejecutado el último acto tendiente a la consumación.
Si por el contrario, lo que existe es un
arrepentimiento voluntario del hechor que actúa
evitando la consumación, la conducta será impune.
Lo anterior con la excepción del caso de los delitos
frustrados cuando los intentos del hechor por evitar
la consumación, fracasan. En este caso, se debe
otorgar la atenuante.
La actividad aludida puede ser desplegada por el
mismo autor o por un tercero a instancias de él,
aunque el hecho de permitir que un tercero por su
cuenta efectúe la actividad requerida, es insuficiente
para estimar concurrente la atenuante.
No exige tampoco que la idea de actuar surja del
autor, puede ser sugerida por un tercero, como por
ejemplo, su abogado, y posteriormente aceptada por
el hechor. Lo que sí exige esta atenuante es que la
actividad sea voluntaria.

Las motivaciones del hechor para actuar conforme a


la atenuante son irrelevantes. Es indiferente que
actúe con sentimiento honesto de arrepentimiento o
lo haga solo para ganarse una atenuante que le
permita obtener una sanción más baja.
También carece de importancia el momento en que
se realice la actividad, siempre que sea oportuna
para obtener propósitos perseguidos por la norma y,
obviamente, antes de que se dicte sentencia
condenatoria.
La conducta desplegada por el agente debe ser
celosa, es decir, debe ser un esfuerzo personal
considerable dirigido a los objetivos establecidos por
la norma.
4. Atenuantes fundadas en la conducta posterior al
delito.
b. Entrega voluntaria al justicia. Art. 11 N° 8 Se
concede esta atenuante a quien pudiendo eludir la
acción de la justicia por medio de la fuga u
ocultándose, se ha denunciado y confesado el delito.
El fundamento de la atenuante es práctico, se premia
al imputado cuya acción favorece la acción de la
justicia.
Lo que se exige es que el sujeto haya tenido la
posibilidad de eludir la acción de la justicia y haber
preferido someterse a ella, lo que evidencia un
respeto por los mandatos jurídicos.
Lo anterior no significa que exista la certeza de que el
imputado se iba a fugar, sino que la probabilidad
razonable de hacerlo.
Según Cury, lo anterior es indiciario de que al
cometer el delito se encontraba en una situación
anómala dentro de la cual actuó a pesar suyo o de
mal grado.
Requisitos: La atenuante se concede a quien:
-Se denuncia, pero no en el sentido técnico, sino solo
se refiere a entregarse a la justicia o comparecer a
ella.
-Debe confesar, es decir, reconocer su participación
en los hechos.
Se discute si es que además de lo anterior, debe
confesar su participación culpable, es decir, ausente
de causales de justificación o exculpación, o bien,
procede aun cuando se leguen tales hipótesis que en
la práctica no se dan y son desestimadas en el fallo.
Según Cury, procede conceder igual la atenuante,
aun cuando se aleguen eximentes de
responsabilidad.
4. Atenuantes fundadas en la conducta posterior al
delito.
c) Colaboración sustancial al esclarecimiento de los
hechos. Art. 11 N° 9 CP.
Se atenúa la pena a quien ha colaborado
sustancialmente al esclarecimiento de los hechos.
Colaboración: es un concepto amplio, en general es
la ayuda a la investigación realizada por el Ministerio
Público y órganos auxiliares de este, o bien, al
momento de llevarse a cabo el juicio o al declarar por
otros motivos frente al tribunal.
También se puede reconocer como parte de la
aplicación de procedimientos especiales para
terminar causas criminales, referido a los
procedimientos abreviados y simplificados, y con
motivo del ofrecimiento de la suspensión condicional
del procedimiento (salida alternativa).
Esta colaboración está dirigida al esclarecimiento de
los hechos punibles.
Debe ser sustancial → no debe limitarse a detalles
sin importancia, sino que representar un aporte real
y serio al éxito de la investigación. Por ejemplo,
aportar nombres y domicilios de partícipes
conocidos; aportar prueba material oculta, etc.

IV. Circunstancias agravantes


• Al igual que las atenuantes, existe un listado taxativo de
ellas en el artículo 12 del CP.
• Es un verdadero catálogo del cual no nos podemos salir
creando agravantes distintas, ya que sería una creación
analógica en perjuicio del imputado prohibida por el
Derecho Penal, y además, inconstitucional.
• Su justificación sería, para algunos, la mayor
perversidad y peligrosidad del imputado, lo que es
criticado por Cury, ya que pensar de esa forma sería
abandonar un derecho penal de actos y adoptar
criterios propios del derecho penal de autor, situación
que además, viola el principio del culpabilidad.
IV. Circunstancias agravantes
• Para Cury, las agravantes se fundan en distintas
razones, tales como el aumento del juicio de
reproche de la acción debido a la circunstancia
agravante concurrente o a razones político
criminales, sin dejar de criticar algunas que
considera poco felices.
Clasificación
1. Agravantes subjetivas basadas en las características
personales del agente.
I. Abuso de confianza.
II. Prevalencia del carácter público
III. Reincidencia
IV. Actuación con menores de edad
2. Agravantes subjetivas basadas en los ánimos, tendencias o
actitudes especiales del sujeto.
1. Alevosía
2. Precio, recompensa o promesa
3. Premeditación 4. Abuso de superioridad
3. Agravantes objetivas.
Por ejemplo, empleo de medios catastróficos; nocturnidad o despoblado;
escalamiento, etc.
1. Agravantes subjetivas basadas en las características
personales del agente.
• I. Abuso de confianza. Art. 12 N° 7 CP.
Se agrava la responsabilidad penal de quien ejecuta
el hecho con abuso de confianza.
La confianza presupone un vínculo en virtud del cual
un tercero ha depositado una fe especial en el
imputado, es decir, que por sus condiciones
personales le guardará lealtad y, es ese deber de
lealtad el que se viola conscientemente, por eso es
que se hace más censurable la conducta.
No es necesario que este vínculo sea de índole
jurídica, puede ser de familia, amistad, etc.
• I. Abuso de confianza. Art. 12 N° 7 CP.
Esta confianza puede provenir de la víctima del
delito, pero también de un tercero, como por
ejemplo un dependiente de la persona jurídica
afectada por el hecho.
Es necesario que se abuse de esta confianza, es
decir, que se sirva de ella para la comisión del hecho
punible.
Así, esta agravante sería incompatible con los delitos
de apropiación indebida y hurto agravado.
• II. Prevalencia del carácter público. Art. 12 N° 8 CP.
“Prevalerse del carácter público que tenga el
culpable” Requisitos:
-Carácter público: lo tiene todo aquel que es
funcionario público según lo dispuesto en el artículo
260 del CP, cuyo significado es más extenso que el
que establece el Estatuto Administrativo.
La ley supone que, quien es funcionario público, goza
de confianza pública y es la violación a esa confianza
lo que motiva un mayor juicio de reproche y la
correspondiente agravación de la pena.
• II. Prevalencia del carácter público. Art. 12 N° 8 CP.
Para los efectos anteriores, el hechor debe efectivamente
contar con la calidad de funcionarios público, y no solo
creer que la tiene.
- Prevalerse de este carácter público: lo que equivale a
abusar, servirse o aprovecharse de él para ejecutar el
delito, o bien, para asegurar su impunidad, según Cury.
Solo puede prevalerse del carácter público si
efectivamente este carácter puede darle alguna ventaja, no
si solo se imagina aquello.
Esto supone también que el hechor ponga la función
pública al servicio de fines particulares.
Si por el contrario, pone su función al servicio de fines de
bien público, puede haber obrado con la atenuante del
11 N° 10 ya estudiada, la que sería incompatible con esta
agravante.
• II. Prevalencia del carácter público. Art. 12 N° 8 CP.
El fundamento de la agravante es el aumento del
juicio de reproche que implica la violación de la
confianza pública que se deposita en el funcionario
público que, para cometer el delito, se sirve de su
cargo y función.
Además, también se fundamenta en que, con motivo
de la ejecución del delito, se lesiona un bien jurídico
adicional, que es la lealdad funcionaria, lo que
implica, según Cury, no solo un aumento de la
culpabilidad por un mayor juicio de reproche, sino
que también la antijuridicidad por esta lesión
adicional a otro bien jurídico.
• II. Prevalencia del carácter público. Art. 12 N° 8 CP.
Notas:
Al ser una agravante subjetiva, no se comunica a los
partícipes que no cuentan con la calidad de
funcionario público. Art. 64 CP.
Esta agravante es incompatible con los delitos en que
la calidad de funcionario público es un elemento
parte del tipo penal. Por ejemplo, artículos 220, 221,
223 y siguientes. Lo anterior por aplicación del
principio non bis in idem.
• III. Reincidencia. Art. 12 N° 14, 15 y 16 en relación
al artículo 92 CP.
Concepto general: Existe reincidencia cuando el
sujeto que ha sido condenado por uno o más delitos,
incurre después de ello, en otra u otras conductas
punibles.
La existencia de una sentencia condenatoria entre el
hecho delictual anterior y posterior, es fundamental
para distinguir la reincidencia de la reiteración y del
concurso de delitos.
• III. Reincidencia. Art. 12 N° 14, 15 y 16 en relación
al artículo 92 CP. Tipos de reincidencia:
a. Específica → Se caracteriza porque los delitos
cometidos antes y después de la sentencia
condenatoria son de la misma especie
b. Genérica → Se caracteriza porque los delitos
cometidos antes y después de la sentencia
condenatoria son de distinta naturaleza.
c. Impropia → Consiste en cometer el delitos
mientras se cumple una condena o después de
haberla quebrantado dentro del plazo en que
puede ser sancionado por el quebrantamiento.
• III. Reincidencia. Art. 12 N° 14, 15 y 16 en relación
al artículo 92 CP.
La doctrina atribuye mayor gravedad a la reincidencia
específica, puesto que ella demuestra habitualidad y
profesionalismo en el mismo tipo de delito, lo que
sería más reprochable.
Fundamento:
El sujeto que ha castigado y vuelve a delinquir,
demuestra que la primera sanción no fue
suficientemente severa para disuadirlo de seguir
delinquiendo, por lo que se debería aumentar.
Cury critica el criterio de la Teoría Clásica por estimar
que atenta contra el principio de culpabilidad y
representar un fin de carácter intimidatorio.
• III. Reincidencia. Art. 12 N° 14, 15 y 16 en relación
al artículo 92 CP.
De lo anterior, si la sanción original no evitó que se
volviera a delinquir, puede también deberse a que la
misma no fue idónea, más que insuficiente para
intimidad al hechor de nuevos atentados, y, por lo
tanto, es deseable explorar la posibilidad de
sustituirla, más que simplemente exasperarla.
Sí se puede explicar mejor la reincidencia con
criterios de prevención general, pero sin sobrepasar
los límites impuestos por la culpabilidad.
• III. Reincidencia. Art. 12 N° 14, 15 y 16 en relación
al artículo 92 CP.
Para otros, el fundamento de la reincidencia es la
defensa social que implica la habitualidad,
profesionalismo y peligrosidad de los imputados que
reiteradamente infringen la norma a pesar de ser
castigados.
Cury señala que lo anterior puede ser efectivo en
algunos casos, pero no en todos, y no
necesariamente es un indicio de peligrosidad, sino
puede estar relacionado con circunstancias
ocasionales, no indiciarias de aquello.
• III. Reincidencia. Art. 12 N° 14, 15 y 16 en relación al
artículo 92 CP.
Además, al tenor de los señalado en las normas que
regulan la reincidencia, no es posible deducir el
fundamento antes señalado, toda vez que no se exige
indagación adicional alguna sobre la efectiva
habitualidad, profesionalismo o peligrosidad del hechor.
Finalmente, Cury señala que la peligrosidad del hechor
no podría justificar la agravación de la pena, ya que eso
es propio de un Derecho Penal de autor y no de actos,
afectando, por ende, el principio de culpabilidad.
Sí podría, a lo sumo, justificar utilizando criterios de
prevención especial, la implementación de medidas de
seguridad.
• III. Reincidencia. Art. 12 N° 14, 15 y 16 en relación
al artículo 92 CP.
Aún cuando se han hecho esfuerzos por justificar la
agravante en una mayor culpabilidad, lo anterior no
se ha podido acreditar adecuadamente, puesto que
un hecho anterior nada nos puede aportar respecto
de uno posterior no relacionado, en cuanto al mayor
reproche del mismo.
En suma, para Cury, la reincidencia es un cuerpo
extraño en el Derecho Penal de culpabilidad, sin
más fundamento real que el prejuicio, o bien, un
propósito de atribuir a la pena fines vindicativos, lo
que hace deseable su derogación.
• A. Reincidencia genérica. Art. 12 N° 15 CP.
Se agrava la pena por haber sido condenado el
culpable anteriormente por delitos a que la ley
señale igual o mayor pena.
Requisitos:
- Antes la normativa exigía que el culpable hubiese
sido “castigado”, y el artículo 92 CP, hacía referencia
a las pena cumplida, y, por tanto, efectivamente se
exigía haber cumplido la sanción.
- Hoy en día solo se exige condena, sin que
necesariamente ésta haya sido cumplida, sea
porque se le otorgó algún beneficio de la Ley N°
18.216, o porque simplemente está rebelde de
cumplimiento.
• A. Reincidencia genérica. Art. 12 N° 15 CP.
- La referencia plural a “delitos”, quiere decir que
deber ser, a lo menos, dos anteriores, ya que si es
solo uno, no se cumple con lo exigido por la norma,
ni tampoco con lo dispuesto expresamente en el
artículo 92 del CP.
Pero no exige necesariamente dos condenas, una
misma sentencia anterior podría haber condenado
por dos delitos distintos, en cuyo caso sí se cumpliría
con este requisito.
• A. Reincidencia genérica. Art. 12 N° 15 CP.
- Los delitos que anteriormente han sido objeto de
condena deben tener asignada en la ley igual o superior
pena.
Para estos efectos se debe estar a la pena en abstracto,
sin considerar la pena que efectivamente le fue
impuesta.
Ej. Si el hechor fue condenado anteriormente por dos
homicidios y ahora comete un delito de hurto simple del
art. 466 inciso final CP., se da la hipótesis de la agravante
aun cuando hayan concurrido tres atenuantes que
implicaron una rebaja sustancial en la pena que en
definitiva fueron inferiores que el hurto recién cometido.
Para fijar el marco de referencia que se debe estimar
para ver si la ley amenaza o no con una pena mayor o
igual al nuevo hecho, se debe estar al límite superior.
• B) Reincidencia específica. Art. 12 N° 16 CP.
Haber sido condenado el culpable anteriormente por
delito de la misma especie.
Requisitos:
- Por las mismas razones analizada solo se requiere
condena, sin que necesariamente esta haya sido
cumplida.
- Solo se requiere una condena anterior por un
delito.
- Debe ser un delito de la misma especie.
Esto no significa que la condena debe ser por el
mismo delito
• B) Reincidencia específica. Art. 12 N° 16 CP.
De lo anterior, algunos han entendido que se refiere
a delitos que están ubicados normativamente en el
mismo título del Código, lo que no es satisfactorio, ya
que existen ilícitos que claramente no son de la
misma especie y que, por otras razones, están
ubicados en el mismo título.
Por ejemplo, el delito de homicidio simple art. 391 N°
2 y el delito de injurias, art. 416 y siguientes.
En cambio, existen otros delitos que parecen ser de
especies comunes como el homicidio y el aborto (art.
343 CP) que están en títulos distintos.
• B) Reincidencia específica. Art. 12 N° 16 CP.
La interpretación correcta es estimar delitos de “la
misma especie” aquellos que tienen por objeto la
protección del mismo bien jurídico.
Por ejemplo, delitos en contra de la propiedad.
En este caso se señala, además, que se debe tener en
cuenta la forma en que este bien jurídico se ve
afectado.
No son de la misma especie la estafa y el robo, aún
cuando ambos atentan en contra de la propiedad o
patrimonio.
Es importante que sea el mismo bien jurídico, y
además, que la forma de ataque sea similar.
• B) Reincidencia específica. Art. 12 N° 16 CP. Por
ejemplo, estafa, apropiación indebida y uso
malicioso de instrumento privado.
Por ejemplo, violación y abuso sexual.
También son de la misma especie los delitos que
tienen bienes jurídicos protegidos distintos, pero
respecto de los que la lesión de un bien jurídico,
presupone la lesión del otro.
Por ejemplo, lesiones y homicidio. Para matar, debo
lesionar. Son delitos de la misma especie.
• C) Reincidencia impropia. Art. 12 N° 14 CP.
Cometer el delito mientras cumple una condena o
después de haberla quebrantado dentro del plazo en
que puede ser castigado por el quebrantamiento.
La segunda parte de la norma señala, “dentro del
plazo en que puede ser castigado por el
quebrantamiento”. Lo anterior carece de aplicación
práctica, puesto que el artículo 90 CP., precisamente
establece un tipo penal específico para la conducta
descrita, razón por la cual ésta debe ser sancionada
en atención a dicha norma.
No puede considerarse dos veces ya que violaría el
principio rector non bis in idem.
• C) Reincidencia impropia. Art. 12 N° 14 CP.
Para la hipótesis de la primera parte de la norma, se
debe estar a lo dispuesto en el artículo 91 CP., que
establece varias hipótesis de penas según sean las
sanciones de los ilícitos involucrados.
El nuevo delito puede ser de la misma especie u otra
distinta, sin importar la gravedad de las infracciones.
La pena original debe estarse cumpliendo y
pendiente su término.
• Efectos de la reincidencia en general:
- El más importante y obvio es que agrava las penas a
imponer.
- Impide el otorgamiento de beneficios de
cumplimiento alternativo de las penas de remisión
condicional y de libertad vigilada de la Ley N°
18.216.
- Interrumpe el plazo de prescripción de la pena.
- Es un argumento que suele esgrimirse por la
Fiscalía y considerarse por los jueces al momento
de decretar medidas cautelares personales, como,
por ejemplo, la prisión preventiva.
• Prescripción de la reincidencia:
Artículo 104 del CP., para las reincidencia específicas
y genéricas, 10 años tratándose de crímenes y 5 años
en los simples delitos.
Este plazo se cuenta desde la fecha que tuvo lugar el
hecho.
Cury critica esta forma de cómputo, puesto que un
sujeto que acaba de salir de la cárcel luego de
cumplir una condena de 12 años por un hecho
ocurrido hace 12 años y medio, no se le aplicaría esta
agravante.
• Notas finales sobre la reincidencia en general:
- De acuerdo al artículo 310 del Código Internacional
Privado, las condenas pronunciadas en el
extranjero sí deben considerarse para los efectos de
la reincidencia.
- Se aplica tanto a los delitos dolosos como culposos.
El artículo 1 del CP contiene el concepto de delito
general, válido para ambos.
- La reincidencia no se comunica a los partícipes en
quienes no concurre.
• IV. Actuación con menores de edad. Art. 72 CP.
Modificado en abril de 2022 mediante la Le 21.444.
“Cuando el delito sea cometido con la intervención de
una o más personas menores de 18 y mayores de 14, se
excluirá el mínimum o el grado mínimo de la pena
señalada, según corresponda, respecto de los imputados
mayores de edad que hayan participado en él.
Asimismo, se aumentará en un grado la pena al mayor de
18 cuando el crimen o simple delito sea cometido o
perpetrado con una o más personas menores de 14 años.
El consentimiento dado por el menor de 18 no eximirá al
mayor de la aplicación de las reglas previas.”
• IV. Actuación con menores de edad. Art. 72 CP.
Texto anterior a la ley 21.444.
“Si aparecen como responsables de un mismo delito
mayores de 18 años y menores de edad, se aplica a
los mayores la pena que les habría correspondido,
aumentada en un grado, si es que se hubieren
prevalido de los menores para la perpetración de
delito, lo que es apreciado en consciencia por el
juez.”
• IV. Actuación con menores de edad. Art. 72 CP.
Aun cuando no está en el catálogo genérico de
agravantes, es una circunstancia genérica, puesto que se
aplica a cualquier delito.
Tradicionalmente ha sido considerada como una
agravante de naturaleza subjetiva, por lo que, del tenor
antiguo de le ley, no se comunica a los partícipes
respecto de los que no concurre la mayoría de edad y el
hecho de prevalerse del menor.
Sin perjuicio de lo anterior, de la actual redacción de la
norma, se soslaya aparentemente el aspecto subjetivo,
pasando a ser de naturaleza objetiva, dado que solo
requiere la “intervención” de menores en la comisión del
delito, comunicándose, en consecuencia, a los partícipes
mayores de edad que tuvieren conocimiento de dicha
circunstancia.
IV. Actuación con menores de edad. Art. 72 CP.
Requisitos:
- Participación de mayores de menores de edad en el
mismo delito.
- Antes la ley contemplaba la expresión
“responsables” lo que se criticaba ya que parecía
indicar que solo se aplica la agravante si es que el
menor puede ser sancionado de acuerdo a las
normas de la ley de RPA, lo que, según Cury, es
absurdo.
- Actualmente solo se requiere la intervención del
menor en la comisión del delito, lo que admite
diversas hipótesis desde el punto de vista fáctico.
IV. Actuación con menores de edad. Art. 72 CP.
- El mayor puede haber intervenido en el delito como
autor, cómplice o encubridor, la ley no distinguir tipos
de participación para aplicar la agravante.
- La ley antes exigía que el mayor debía prevalerse del
menor→ lo que significa utilizar o servirse del menor
para la ejecución del delito.
- Esta utilización del menor debe ser para la perpetración
del delito, no para procurar la impunidad después de
cometido, ya que ampliar los efectos de la agravante en
esos términos, sería una analogía no permitida.
- El mayor debe conocer que el otro partícipe es menor
de edad.
IV. Actuación con menores de edad. Art. 72 CP.
- Finalmente, el consentimiento del menor no tiene
incidencia en la aplicación de las reglas dadas por la
norma analizada, tal como señala expresamente su
inciso final, siendo imperativo para el juez su
aplicación.
Fundamento de esta agravante:
- Mayor reproche que se le hace al adulto quien no se
detiene en sus propósitos delictuales a pesar de
empujar a un menor, en desarrollo, a la ejecución de
conductas ilícitas, exponiéndolo a su corrupción.
- En razón de lo anterior, Cury señala que no debe
aplicarse la agravante si es que el mayor es un autor
mediato y el menor es sólo un instrumento que no sabe
que comete el hecho ilícito, puesto que, en ese caso, el
menor no es incorporado realmente a la ejecución del
hecho típico.
- En el fondo agrega un requisito que sería que “el menor
efectivamente sepa que se trata de una conducta
contraria a derecho”, ya que solo entonces, se lo
incorpora realmente al hecho delictivo, de lo contrario,
ello sería solo una participación objetiva
• Fundamento de esta agravante:
Actualmente, también se puede fundar en el
aumento de número de delitos violentos en que
participan menores de edad, siendo la modificación
una respuesta para la protección más eficaz de los
menores en cumplimiento de normativa
internacional y del interés superior del niño
(Convención sobre derechos del niño).
2. Agravantes subjetivas basadas en los ánimos,
tendencias o actitudes especiales del sujeto
I. Alevosía. Art. 12 N° 1 CP
“Cometer el delito contra las personas con alevosía,
entendiéndose que la hay cuando se obra a traición o
sobre seguro” Requisitos:
- Obrar a traición o sobre seguro:
A traición: se le ha definido como el que “sin ocultar
el cuerpo, oculta el ánimo” (Politoff)
Es un ocultamiento de la intención delictiva, según
Carrara, es un “ocultamiento moral”, en el que se
simula amistad o se disimula enemistad.
I. Alevosía. Art. 12 N° 1 CP
De lo anterior, para Cury, es un aprovechamiento
para la ejecución del delito, de la confianza que la
víctima o un tercero han depositado en el hechor, o
que este se ha granjeado con ese objeto, es una
especie de abuso de confianza y, por lo tanto, es
incompatible con esta agravante.
Obrar sobre seguro: creando o aprovechando
oportunidades materiales en términos tales de que
no exista riesgo para el hechor, crea una situación de
seguridad para la consumación, por ejemplo, casos
de emboscada. (Politoff)
Procura la indefensión de la víctima respecto del
ataque.
I. Alevosía. Art. 12 N° 1 CP
La discusión sobre esta agravante es si es de tipo
objetivo o subjetivo.
Si fuese objetiva, bastaría que la víctima se
encuentre en una situación de indefensión real, aun
cuando esta situación no dependa del autor.
Por lo tanto, si la víctima es un niño, un anciano o un
lisiado, siempre se obraría con alevosía, puesto que
el hechor siempre actuaría con una ventaja evidente.
Con el mismo criterio, si la víctima huye y se tropieza,
también estará en desventaja y, por lo tanto, debería
darse esta agravante, lo que se critica por Cury y por
Politoff.
I. Alevosía. Art. 12 N° 1 CP.
La opinión dominante es que esta agravante es de
carácter subjetiva, y, por lo tanto, es necesario que el
hechor actúe con el propósito de aprovechar, para la
ejecución del hecho punible, la situación de
indefensión de la víctima.
En consecuencia, cuando el estado de indefensión de
la víctima es preexistente, puede apreciarse alevosía
si esta condición fue decisiva para la ejecución del
delito.
En caso contrario, si el hechor hubiese actuado igual
en contra de la víctima, aun cuando no existiera la
condición preexistente, la agravante se debe
descartar.
I. Alevosía. Art. 12 N° 1 CP.
- En atención a lo anterior, solo es posible esta
agravante en hechos ejecutados con dolo directo,
no es imaginable el propósito de aprovechar una
situación de indefensión ventajosa limitándose a
aceptar si ella efectivamente se produce.
- Esta agravante solo surte efectos en delitos en
contra de las personas.
Se dice entonces que se aplica a todos los delitos del
Título VIII del Libro II CP., art. 390 y siguientes. Lo
anterior no resulta del todo efectivo, puesto que
existen delitos en dicho Título a los que no se les
aplica esta agravante, por ejemplo, los atentados en
contra del honor previstos en los art. 412 y sgts.
I. Alevosía. Art. 12 N° 1 CP.
Según Cury, el criterio correcto es estimar que la
agravante debe aplicarse a los delitos que atenten en
contra de la vida e integridad corporal, ya que estos
en rigor son los que atentan en contra de las
personas.
- No es necesario que la alevosía aparezca al inicio de
la ejecución, puede darse en el curso de la
realización del hecho típico.
Por ejemplo, el primer ataque es rechazado, pero el
hechor simula un gesto de reconciliación que la
víctima acepta y, entonces, ataca otra vez.
I. Alevosía. Art. 12 N° 1 CP.
Fundamento de la alevosía:
Mayor juicio de reproche al atacar un bien jurídico
que está más desvalido, mayor perversidad moral del
hechor.
Esta agravante no se comunica a los partícipes
respecto de los que no concurre.
II. Precio, recompensa o promesa. Art. 12 N° 2 CP.
Requisitos:
- Intervención de, a lo menos, dos personas en el
delito, una de las cuales se comporta como
inductor y la otra como autor material.
- Acuerdo previo relativo a precio o recompensa, sea
que se pague antes o diferido, si es una promesa.
Debe a lo menos existir una expectativa de lucro, aun
cuando puede no ser la única motivación.
En razón de lo anterior, la agravante no se produce si
el hechor estaba ya decidido a actuar, antes de que
se le ofreciera un precio para hacerlo.
II. Precio, recompensa o promesa. Art. 12 N° 2 CP.
Requisitos:
- El precio debe ser un valor pecuniario.
La recompensa, según Cury y Politoff también debe
ser apreciable en dinero.
No podríamos entonces estimar como recompensa
otras promesas, como, por ejemplo, aquellas de tipo
sentimental.
Según otros, la recompensa se refiere a otra clase de
premio, distinto al apreciable en dinero.
La promesa es el ofrecimiento de otorgar, a futuro, el
precio o la recompensa de tipo pecuniario.
II. Precio, recompensa o promesa. Art. 12 N° 2 CP.
Extensión de los efectos de la agravante:
Opinión mayoritaria: la agravante alcanza tanto al
autor material, como al inductor. Al que paga y al que
recibe el pago.
Se señala que la palabra “mediante” involucra a
ambos partícipes y que, en ambos casos, además
existe un mayor juicio de reproche.
El que paga por la cobardía que implica pagarle a
otro para ejecutar un hecho punible en su lugar.
El que recibe el pago, por la motivación de codicia
especialmente reprobable que lo mueve a ejecutar el
hecho delictivo.
II. Precio, recompensa o promesa. Art. 12 N° 2 CP.
Lo anterior se apoyaría en que la calificante del
artículo 391 circunstancia segunda que señala que se
encuentra en dicha hipótesis quien actúa “por”
premio o promesa remuneratoria, y sólo podría
actuar “por”, es decir, “motivado por”, el autor
material.
Cury critica esta postura:
- Señala que la única forma de considerar la
agravante concurrente para ambos, inductor y autor
material, es darle a la misma palabra “mediante”, dos
significados distintos: “por medio de”, y “en atención
a” o “en razón de”.
II. Precio, recompensa o promesa. Art. 12 N° 2 CP.
Actuaría “por medio de” premio o recompensa el
inductor, y “en atención a” dicho premio o promesa, el
autor material.
Cury concluye que atribuir a la misma expresión dos
significados distintos al mismo tiempo parece ser
inadmisible.
Agrega que no necesariamente quien paga lo hace por
cobardía, puede incluso estar impedido de actuar, como
es el caso del paralítico que paga a un tercero para
vengarse de quien lo dejó en ese estado.
Además, señala que aun existiendo dicha cobardía, parece
exagerado estimar igualmente reprochable al cobarde y al
que delinque por solo afán de lucro.
II. Precio, recompensa o promesa. Art. 12 N° 2 CP. Por
estas razones, a juicio de Cury la agravante solo debe
aumentar la pena del autor material y no al inductor.
En razón de lo anterior, la agravante no se comunicaría al
resto de los partícipes, ni al inductor.
Opinión del curso:
A lo sumo, el inductor se puede salvar de que se aplique la
calificante del art. 391 circunstancia segunda, ya que él no
habría actuado motivado “por” premio o
recompensa, pero al menos sí obraría valiéndose de esta
herramienta, es decir, “mediante” ella, razón por la que sí
se le aplica la agravante.
Por esta razón, sí se comunicaría la agravante al inductor,
no así a quienes actúan sin la motivación del premio o
recompensa.
III. Premeditación. Art. 12 N° 15, primera parte.
En los delitos contra las personas es agravante “obrar
con premeditación conocida”.
Hace referencia a la determinación de cometer el
delito, que se mantiene en el tiempo con ánimo frío
y tranquilo.
Requisitos:
- Debe existir una deliberación, reflexión previa,
detenida, consciente y permanente respecto de la
realización de la conducta.
- La decisión se mantiene durante el tiempo, existen
un pensar y meditar hasta llegar a la actuación. En
otras palabras, se caracteriza por la existencia de un
plan delictivo.
Requisitos:
- Temporalidad. Para los efectos anteriores, es
necesaria la existencia de un cierto lapso de tiempo
entre el momento en que el hechor adopta la
decisión de cometer el delito y la comisión del
hecho punible.
- Hay una persistencia en la voluntad criminal y una
frialdad de ánimo.
Para Cury, no necesariamente debe existir un ánimo
frío y tranquilo, la premeditación sería compatible
con la intranquilidad, pero sí es necesaria la
persistencia del ánimo delictivo.
- Solo agrava las penas en los delitos en contra de las
personas, para lo cual nos remitimos a lo ya
estudiado a propósito de la alevosía.
Requisitos:
- La expresión “conocida”:
Para algunos, es para establecer que la
premeditación no se presume, es para enfatizar que
debe ser probada.
A juicio de Cury, en una alusión inútil, es obvio que la
agravante debe ser probada.
- Necesariamente requiere que el delito sea
cometido con dolo directo.
- Esta agravante, con características subjetivas
evidentes, no se comunica al resto de los partícipes.
▪ Fundamentos de esta agravante:
Incremento del reproche que implicaría la mayor
reflexión del hechor y la persistencia en la decisión
por parte del imputado, que a su vez implicaría que
la acción goza de un grado mayor de libertad.
▪ Nota final:
- Hay una tendencia en suprimir esta agravante, ya
que dar una noción clara de su alcance produce
problemas.
- Algunos sostienen que es similar a la alevosía o que
normalmente concurren juntas.
• Nota final:
Lo anterior aun cuando se podrían dar teóricamente
separadas.
Por ejemplo, Juan, siguiendo un plan pensado y
meditado desde hace mucho tiempo, gritando y
blandiendo un cuchillo, va y mata a Pedro; puede ser
premeditado, pero no será alevoso.
IV. Abuso de superioridad. Art. 12 N° 6 CP.
Abusar el delincuente de la superioridad de su sexo o
de sus fuerzas, en términos que el ofendido no
pudiera defenderse con probabilidades de repeler la
ofensa.
Requisitos:
- Como en otras agravantes, “abusar” significa
servirse o valerse.
- Es necesario que el hechor vea este abuso de su
sexo o fuerzas como un factor decisivo para la
perpetración del delito.
IV. Abuso de superioridad. Art. 12 N° 6 CP.
No se comunica a los partícipes en los cuales no se
presenta, lo que es consecuencia de aplicación del
artículo 64 CP.
Fundamentos de la agravante:
Al igual que en la alevosía, es el mayor juicio de
reproche al atacar un bien jurídico más desvalido, la
mayor perversidad moral del delincuente.
Esta agravante se suele confundir con la alevosía,
razón por la cual son incompatibles.
V. Obrar motivado por ideología, sexo, raza, religión u
otra característica o condición de la víctima. 12 N° 21
“Cometer el delito o participar en él motivado por la
ideología, opinión política, religión o creencias de la víctima;
la nación, raza, etnia o grupo social a que pertenezca; su
sexo, orientación sexual, identidad de género, edad,
filiación, apariencia personal o la enfermedad o
discapacidad que padezca”.
Agravante incorporada el año 2012 mediante el artículo 17
de la ley N° 20.609 que establece medidas contra la
discriminación, conocida como “Ley Zamudio”, lo anterior,
relacionado con los denominados “delitos de odio”. Norma
similar a aquella recogida en el Código Penal Español,
artículo 22 N° 4.
Del simple análisis de esta agravante, queda patente que es
de carácter genérica, es decir, aplicable a la generalidad de
los delitos.
V. Obrar motivado por ideología, sexo, raza, religión u
otra característica o condición de la víctima. 12 N° 21.
Como fundamento de esta agravante, se señala en el
ámbito internacional por la profesora Machado Ruiz que
existe un mayor injusto en la conducta del autor ya que
habría un disvalor de resultado adicional en relación al
efecto que el delito que se está cometiendo va a tener en
el sujeto pasivo, lo que justifica agravar la pena en esos
casos.
Otro sector de la doctrina española asocia esta agravante
a un mayor reproche de culpabilidad, en orden a que se
fundamenta en la actitud del sujeto activo contraria a los
valores y dignidad humana que se identifican con las
categorías de discriminación señalados por la norma.
V. Obrar motivado por ideología, sexo, raza, religión
u otra característica o condición de la víctima. 12 N°
21 CP.
En la doctrina nacional, el profesor Salinero
Echeverría señala que se fundamenta en una mayor
peligrosidad del hecho y que “(…) añade al injusto
propio del delito realizado la negación del principio
de igualdad.” Finalmente, son la concreción de los
denominados “delitos de odio.”, los que se
caracterizan por el especial móvil del autor o
partícipe por el cual se comete el delito, “la razón de
ser del comportamiento.”
V. Obrar motivado por ideología, sexo, raza, religión
u otra característica o condición de la víctima. 12 N°
21 CP.
Se discute cómo solucionar la pluralidad de hipótesis
que configuran la circunstancia agravante, en el
entendido que el móvil discriminatorio no haya sido
exclusivo, para lo que el profesor Sergio Politoff
señala que se debe hacer una supresión mental
hipotética para efectos de determinar cuál fue la de
carácter preponderante para la comisión del delito,
siendo netamente una cuestión de carácter
probatorio.
V. Obrar motivado por ideología, sexo, raza, religión u
otra característica o condición de la víctima. 12 N° 21 CP.
Para efectos de hacer aplicable esta circunstancia
agravante y en estricta relación con el principio de
legalidad, el motivo discriminatorio debe ser alguno de
los contemplados en la norma, no siendo admisible que
se puedan crear otros por aplicación analógica.
Los criterios de discriminación que establece la norma
son los siguientes:
Ideología, opinión política, religión o creencias en la
víctima; nación, raza, etnia o grupo social al que
pertenezca; sexo, orientación sexual, identidad de
género, edad, filiación, apariencia personal o la
enfermedad o discapacidad que parezca.
V. Obrar motivado por ideología, sexo, raza, religión
u otra característica o condición de la víctima. 12 N°
21 CP.
Se plantea en la doctrina nacional el problema en
relación al error en las cualidades de la víctima,
referido a aquel caso en que el autor supone que la
víctima ostenta determinadas cualidades o “criterios
de discriminación” de los enumerados por la norma,
pero en realidad, ellos no concurren en la víctima,
¿debe ser aplicable igualmente la agravante?
Al actuar el autor motivado por dicho criterio,
estimamos que igualmente debe ser aplicable, toda
vez que fue el móvil determinante que tuvo el agente
al momento de cometer el delito, que, de no
concurrir, no se habría cometido.
V. Obrar motivado por ideología, sexo, raza, religión
u otra característica o condición de la víctima. 12 N°
21 CP.
Finalmente, en cuanto a su naturaleza objetiva o
subjetiva, atendidos sus especiales requisitos,
entendemos que es de naturaleza subjetiva al tenor
del artículo 64 del CP, por lo que no se comunicaría a
los partícipes.
Sin perjuicio de lo anterior, esta circunstancia
agravante va a ser aplicable tanto a autores como a
partícipes que obren motivado por alguno de los
criterios señalados en la norma.
3. Agravantes objetivas.
I. Empleo de medios catastróficos
II. Ensañamiento
III. Empleo de astucia, fraude o disfraz.
IV. Agregar ignominia a los efectos del hecho.
V. Comisión del delito con ocasión de calamidad o
desgracia.
VI. Auxilio de otros.
VII. Nocturnidad o despoblado.
VIII.Desprecio de autoridad pública
IX. Comisión en lugar destinado a un culto.
3. Agravantes objetivas.
I. Desprecio por la calidad del ofendido o en su
morada.
II. Escalamiento.
III. Utilización de armas
IV. Ejecutarlo contra un menor de 18 años, adulto
mayor o persona con discapacidad
V. Ejecutarlo formando parte de agrupación que no
constituya asociación ilícita.
I. Empleo de medios catastróficos. Art. 12 N° 3 CP.
Ejecutar el delito por medio de inundación, incendio,
veneno u otro artificio que pueda ocasionar grandes
estragos o dañar a otras personas.
Lo esencial en esta agravante es el empleo de medios
de comisión que, por su naturaleza, cran un peligro
accesorio a causa de su capacidad para ocasionar
grandes estragos o para dañar a otras personas,
distintas de la víctima del delito.
Si en cambio se aprovecha de una situación
preexistente para delinquir, no aplica esta agravante,
pero sí la establecida en el 12 N° 10 CP (ejecutar el
delito con ocasión de…).
I. Empleo de medios catastróficos. Art. 12 N° 3 CP.
La agravante solo requiere que los medios sean
potencialmente catastróficos, no es necesario que
efectivamente hayan provocado un desastre. Le
enunciación de “medios catastróficos” empleada por
la norma es meramente ejemplar.
Inundación → Es un anegamiento de grandes
proporciones.
Incendio → Requiere la utilización de fuego, un
carácter incontrolable, no es solo el daño mediante
fuego.
I. Empleo de medios catastróficos. Art. 12 N° 3 CP.
Veneno → Es toda sustancia capaz de dañar el
organismo humano o animal y que, de acuerdo a su
naturaleza, puede ser administrado en forma
insidiosa, es decir, sin que sea perceptible por las
víctimas.
En este caso, el veneno solo da lugar a la agravante si
es que crea un peligro para la salud o vida de un
número indeterminado de personas.
A consecuencia de lo anterior es que no coincide con
la calificante del artículo 391 N° 1 circunstancia
tercera, debido a que se atiende a la índole insidiosa
del medio, es decir, del veneno, sin importar si es
que pone en peligro a terceros.
I. Empleo de medios catastróficos. Art. 12 N° 3 CP.
Fundamento de esta agravante:
Aumento del juicio de reproche y de la
antijuridicidad de la conducta, ya que, además de
lesionar un bien jurídico, se ponen en peligro otros.
Nota:
Esta agravante rara vez tiene aplicación, ya que
existen tipos específicos como el delito de incendio y,
por lo tanto, no se podría sancionar dos veces a título
del delito específico y a la vez, como agravante.
Esta agravante es de índole objetiva, por lo que se
comunica al resto de los partícipes en los términos
del artículo 64 ya estudiado.
II. Ensañamiento. Art. 12 N° 4 CP.
Aumentar deliberadamente el mal del delito
causando otros males innecesarios para su
ejecución. Requisitos:
- Agregación de males que son innecesarios para la
ejecución del delito.
Por ejemplo, matar de muchos garrotazos a un
hombre fuerte y robusto, puede no ser
ensañamiento si eran necesarios para provocar la
muerte
- Desde un punto de vista subjetivo, requiere
deliberación, de decir, la agravante debe estar
cubierta por el dolo del autor.
II. Ensañamiento. Art. 12 N° 4 CP.
Requisitos:
- Son actos previos a la consumación, cuyo único fin
es, con dolo directo, causa mayor dolor del
necesario a la víctima.
Fundamento de la agravante:
Aumento del injusto determinado por la agregación
de males superfluos que implican un daño mayor e
innecesario, contrario a los sentimientos de piedad
imperantes en un grupo social.

II. Ensañamiento. Art. 12 N° 4 CP.


Nota:
- Al ser una agravante objetiva, se comunica al
resto de los partícipes en los términos del artículo
64 CP.
- Esta agravante es similar, pero no idéntica a la
calificante del artículo 391 N° 1 circunstancia
cuarta CP.
- En la calificante estipulada solo para el homicidio, de
manera deliberada y cruel, se aumenta el dolor en el
proceso de muerte de la víctima, es decir, se intensifica el
mismo mal.
- En la agravante estudiada se causan otros males, distintos
e innecesarios.
III. Empleo de astucia, fraude o disfraz. Art 12 N° 5
segunda parte.
En los delitos contra las personas emplear astucia,
fraude o disfraz.
Al igual que la alevosía y la premeditación, solo se da
en los delitos en contra de las personas, lo que es
criticado por el profesor Cury.
En efectos, es incomprensible determinar el porqué
el empleo de astucia o disfraz, debe agravar la pena
en el homicidio o las lesiones y no en el robo con
fuerza.
III. Empleo de astucia, fraude o disfraz. Art 12 N° 5
segunda parte.
Requisitos:
- Astucia y fraude → se les otorga un significado
semejante, ambos se refieren a la idea de engaño,
es decir, una maquinación o artificio destinada a
desfigurar la realidad.
- Disfraz → es un artificio usado por el delincuente
para evitar ser reconocido.
- Si se trata de astucia o fraude, deben haber sido
idóneos para engañar a la víctima y además
emplearse antes de la consumación del hecho, para
facilitar su ejecución o para procurar su impunidad.
III. Empleo de astucia, fraude o disfraz. Art 12 N° 5
segunda parte.
Requisitos:
- Si se trata de disfraz, no es necesario que sea
sofisticado en vestimenta o traje, puede serlo con
medios modestos, pero destinados a ocultar o fingir
identidad.
- Su uso debe ser preordenado al delito, y por lo
mismo, no se configura la agravante si es que en
una fiesta de disfraces se aprovecha para delinquir.
- Obviamente la astucia, el fraude y el disfraz, son
hipótesis alternativas. Si se verifica más de una en
el miso hecho, solo se configura una agravante.
III. Empleo de astucia, fraude o disfraz. Art 12 N° 5
segunda parte.
Requisitos:
Para el profesor Cury, esta agravante es una forma
específica de alevosía, por lo que serían
incompatibles.
Naturaleza de la agravante:
Al ser una circunstancia modificatoria de carácter
objetiva, se comuna al resto de los partícipes en los
términos del artículo 64 CP.
Fundamento de la agravante:
Mayor indefensión de la víctima frente al ataque y/o
facilitación de la impunidad.

IV. Agregar ignominia a los efectos del hecho. Art.


12 N° 9 CP.
Emplear medios o hacer que concurran
circunstancias que añadan ignominia a los efectos
propios del hecho.
Requisitos:
- Ignominia → afrenta que lesiona el honor a los
sentimientos de la otra persona.
- Para los efectos de la agravante, es indiferente
quien sufre la ignominia, si es la víctima del delito o
terceros. Por ejemplo, una persona es obligada a
presenciar la violación de su pareja.
IV. Agregar ignominia a los efectos del hecho. Art.
12 N° 9 CP. Requisitos:
Esta ignominia puede provenir del empleo de medios
o bien, de la agregación de circunstancias accesorias.
- El autor debe haberse representado ex ante medios
distintos para el logro de su objetivo y prefiere
recurrir a aquellos que causan ignominia.
- En consecuencia, el dolo debe extenderse a estos
medios, el hechor debe conocer y querer los
medios que causan una afrenta adicional, o a lo
menos, aceptar que estos se produzcan.
IV.Agregar ignominia a los efectos del hecho. Art. 12
N° 9 CP.
Fundamento de la agravante:
Implica un aumento de la antijuridicidad por una
lesión innecesaria a un bien jurídico adicional → el
honor.
Si se comunica al resto de los partícipes conforme lo
dispuesto en el artículo 64 del CP.
Evidentemente esta agravante no podría concurrir en
los delitos que atentan en contra del honor, como lo
son las injurias y las calumnias.
V. Comisión del delito con ocasión de calamidad o
desgracia. Art. 12 N° 10 CP.
Cometer el delito con ocasión de incendio, naufragio,
sedición, tumulto o conmoción popular u otra
calamidad o desgracia.
Requisitos:
- Obrar con ocasión de calamidad o desgracia,
entendido aquello como “oportunidad o
comodidad de tiempo o lugar.”
- No hace referencia a servirse del medio como
instrumento para la ejecución de la conducta
punible, ya que en ese caso, aplica la agravante del
artículo 12 N° 3 ya estudiado.
V. Comisión del delito con ocasión de calamidad o
desgracia. Art. 12 N° 10 CP.
Se entiende que concurre la agravante cuando la
calamidad o desgracia fue desencadenada por la
naturaleza o un tercero, y el sujeto aprovecha la
oportunidad que esta situación le brinda para
delinquir.
También opera la agravante si es que el sujeto, de
manera involuntaria, provoca calamidad o desgracia,
y luego aprovecha la oportunidad que ello le brinda
para delinquir, pero sin haber sido un instrumento.
V. Comisión del delito con ocasión de calamidad o
desgracia. Art. 12 N° 10 CP.
Según Cury, también estamos en esta hipótesis si la
desgracia o calamidad es provocada por el autor,
pero como un acto preparatorio para cometer el
delito, por ejemplo, incendiar un bosque para
distraer y luego entrar a robar una casa.
Todo lo anterior sin perjuicio que existan caso en que
derechamente se configure un delito que
presuponga la acción descrita en la agravante, como
por ejemplo, el delito de incendio, en cuyo caso solo
aplica el delito y no la agravante.
V. Comisión del delito con ocasión de calamidad o
desgracia. Art. 12 N° 10 CP.
La enunciación de distintas hipótesis es a título
ejemplar, lo que se desprende de la norma, dado que
deja abierta la posibilidad a hipótesis similares, “otra
calamidad o desgracia”.
Las calamidades o desgracias descritas pueden ser
públicas o privadas, afectando una o varias personas
determinadas.
No es necesario que la calamidad o desgracia afectan
directamente al sujeto pasivo del delito.
Por ejemplo, calamidades públicas como terremotos,
y con ocasión de ello, se saquea una tienda que no
sufrió daños de la calamidad natural.
V. Comisión del delito con ocasión de calamidad o
desgracia. Art. 12 N° 10 CP.
- Desde un punto de vista subjetivo, es necesario que
el autor conozca la calamidad y desee aprovechar la
ocasión para delinquir, es decir, el dolo debe
extenderse a los componentes objetivos de la
agravante.
V. Comisión del delito con ocasión de calamidad o
desgracia. Art. 12 N° 10 CP.
Fundamentos de la agravante:
El mayor reproche al autor, quien es indiferente
frente a una situación que normalmente debería ser
un estímulo poderoso para no delinquir.
Otros agregan que existe mayor facilidad para
delinquir, lo que no es compartido como fundamento
por Cury, puesto que la sencillez en el delito no
implicaría mayor reproche.
Por ejemplo, el hurto de hallazgo es más sencillo que
el hurto simple, pero merece menos pena.
VI. Auxilio de otros. Art. 12 N° 11 CP.
Ejecutar el delito con auxilio de gente armada o de
personas que aseguren o proporcionen la impunidad.
Existen dos hipótesis:
- Auxilio de gente armada
- Auxilio de personas que asegurar o proporcionen la
impunidad.
Requisitos:
- En ambos casos se requiere auxilio, entendido
como cooperación accesoria, distinta a la hipótesis
del cómplice, puesto que, en ese caso, la
cooperación es fundamento de su forma de
participación, y no podría considerarse, además,
como agravante.
VI. Auxilio de otros. Art. 12 N° 11 CP.
No obstante lo anterior, en la ley chilena se ha
extendido mucho el concepto de autoría, puesto que
existen casos de auxilio que están considerados en
las hipótesis del artículo 15 CP.
En ese sentido, los auxiliadores pueden ser, conforme
a la ley chilena, autores, cómplices, y si se toma la
segunda hipótesis de la agravante, incluso podría ser
encubridor.
En suma, y en opinión de Cury, las dos hipótesis de la
agravante solo se aplican al que recibe el auxilio y no
al que lo presta.
VI. Auxilio de otros. Art. 12 N° 11 CP.
De lo anterior, debido a que en este caso, esta
circunstancia se utilizará para estimarlo partícipe, a título
de autor, cómplice o encubridor según sea el caso, y por
lo mismo, no puede ser considerada por segunda vez
para agravar la responsabilidad.
- Los auxiliadores deben ser más de una persona, puesto
que las palabras “gente” y “personas”, así lo indican.
- Si estamos en la hipótesis del auxilio con gente armada,
implica que estos concurran a los actos ejecutivos del
hecho punible, pero no para participar en ellos, sino
solo para asegurar la realización expedita de la
conducta del autor material, o bien, para procurarle
una retirada más fácil.
VI. Auxilio de otros. Art. 12 N° 11 CP.
- En cuanto al concepto de arma, debe estarse a lo
señalado en el artículo 132 CP. En todo caso, basta
con que el arma sea portada por los auxiliadores,
no es necesario que sean usadas.
- Si son armas falsas, según Cury, no se da esta
agravante, sino que se podría aplicar al término
“astucia” del 12 N° 5 CP, aplicable solo a los delitos
en contra de las personas.
- Desde el punto de vista subjetivo, es necesario que
el beneficiario del auxilio, en cualquier hipótesis,
haya querido aprovecharse de él.
- En la segunda variante, se requiere que los
auxiliadores aseguren o proporcionen impunidad.
VI. Auxilio de otros. Art. 12 N° 11 CP.
- De lo anterior, da lo mismo que usen o porten
armas, basta con el propósito antes indicado.
- Subjetivamente es necesario que el beneficiario
sepa al momento de ejecutar el hecho, que cuentan
con el auxilio posterior y que además quiera
servirse de él, es una extensión del dolo. En
consecuencia, tiene que existir un acuerdo previo.
- En ambas hipótesis, como es una agravante
objetiva, se comunica al resto de los partícipes en
los término del artículo 64 CP.
VI. Auxilio de otros. Art. 12 N° 11 CP.
Fundamento de esta agravante:
- Mayor antijuridicidad que implica la indefensión de
la víctima y, además, la creación de un peligro de
lesión a otros bienes jurídicos en atención a la
capacidad lesiva del auxilio, en la primera hipótesis.
- Cury señala que esta hipótesis es incompatible con
la alevosía.
- Respecto de la segunda hipótesis existe un aliento
al delincuente al contar con una colaboración que
pretende impunidad.
- Esta hipótesis es compatible con la alevosía.
VII. Nocturnidad o despoblado. Art. 12 N° 12.
“Ejecutar el hecho de noche o en despoblado”
Requisitos:
- Debe haber ejecución del delito en alguna de las
hipótesis, no basta con actos preparatorios.
- Noche: período de la jornada durante el cual la luz
solar es tan escasa que predomina la oscuridad.
- Cury señala que debe interpretar a favor del reo y por
tanto, no se debe dar la agravante aun cuando sea
ejecutado el hecho de noche, pero en un lugar con buena
iluminación.
- En cambio, no se puede dar la agravante aun si el hecho se
ejecuta en un lugar oscuro, si es de día, como en un
sótano, ya que en ese caso sería en perjuicio del reo.
VII. Nocturnidad o despoblado. Art. 12 N° 12.
Requisitos:
- Despoblado: lugar solitario en el cual no hay
habitaciones y no se espera tampoco la llegada de
personas que se opongan a la actividad delictiva.
- Se refiere a la posibilidad de la víctima de recibir auxilio de
terceros.
- Subjetivamente la agravante requiere que el sujeto
actúe con el propósito de aprovechar las ventajas
que se producen en la noche o en despoblado, y
por lo tanto, el dolo debe extenderse a conocer y
querer estas ventajas.
VII. Nocturnidad o despoblado. Art. 12 N° 12.
Fundamento de la agravante:
- Mayor indefensión de la víctima.
- Es una forma específica de alevosía, por lo que se
consideran incompatibles.
Nota:
En esta agravante, además, el Tribunal debe verificar
si se trata de delitos en los que, por su naturaleza, se
producen en dichas circunstancias, por lo que no
implican ventajas adicionales, en cuyo caso, no aplica
la agravante.
Al ser una agravante objetiva, se comunica al resto
de los partícipes. Art. 64 CP.
VIII. Desprecio de autoridad pública. Art. 12 N° 13.
“Ejecutar el delito en desprecio o con ofensa de la
autoridad pública o en el lugar en que se halle
ejerciendo sus funciones” Requisitos:
- El desprecio u ofensa no implican que a la
realización del hecho punible se agregue algo
adicional atentatorio en contra del honor o la
dignidad de la autoridad. Es la ejecución misma de la
conducta con prescindencia de su calidad o lugar en
que se encuentra, lo que hace que se configure la
agravante.
VIII. Desprecio de autoridad pública. Art. 12 N° 13.
En consecuencia, es incompatible con los delitos que,
por sí mismos, importan un atentado en contra de la
autoridad.
- Más que un ánimo de ofender, lo que se requiere
es hacerlo es una situación tal que, de suyo, es
ofensivo o implica desprecio a la autoridad.
- Desde un punto de vista subjetivo, el hechor debe
haber actuado con el propósito de despreciar u
ofender a la autoridad, es decir, conociendo que
tiene calidad, o bien, a sabiendas de que se
encuentra ejerciendo sus funciones y queriendo
ejecutar la conducta a pesar de aquellos.
VIII. Desprecio de autoridad pública. Art. 12 N° 13.
- Debemos estar frente a una autoridad,
entendiendo como tal a cualquier persona que
ejerce funciones públicas más o menos generales.
- Debe estar en ejercicio de estas funciones, de lo
contrario, no aplica la agravante y eventualmente,
puede aplicar el 12 N° 18 CP.
- No es necesario que la autoridad sea el sujeto
pasivo del delito.
- Por ejemplo, María, cónyuge de Pedro, militar del edecán
del Presidente de la República, va al discurso del 21 de mayo
y agrede a golpes a su marido en la mitad del discurso del
Presidente, causándole lesiones menos graves.
VIII. Desprecio de autoridad pública. Art. 12 N° 13.
- La hipótesis del lugar en que ejerce sus funciones,
no exige que sea cometido en la oficina de la
autoridad, sino que aquel en que se encuentra
ocasionalmente desempeñando las funciones de su
cargo.
- Por ejemplo, el Congreso para el Presidente en el
discurso del 21 de mayo.
Fundamento de la agravante:
Aumento del reproche y de la antijuridicidad que
implican la lesión adicional al respeto que se le debe
dar a la autoridad.
Al ser una agravante objetiva, se comunica al resto
de los partícipes. Art. 64 CP.
IX. Comisión en lugar destinado al culto. Art. 12 N°
17 CP.
“Cometer el delito en lugar destinado al ejercicio de
un culto permitido en la República” Requisitos:
- Ejecutar la acción en lugar destinado al ejercicio de
un culto, entendiendo por tal al que por su
naturaleza tiene por objeto la celebración de actos
o ceremonias religiosas de cualquier confesión.
- No se refiere solo a los templos o iglesias, sino que
también capillas privadas, oratorios y similares, sin
importar que al momento de la ejecución del hecho
no se estén desarrollando actos de tipo religioso.
IX. Comisión en lugar destinado al culto. Art. 12 N°
17 CP.
Según algunos, da lo mismo el lugar, siempre y
cuando sea destinado al ejercicio de un culto, como
por ejemplo, las calles, plazas o sitios que se utilicen
para ello.
Según Cury, la norma exige que el lugar si tenga un
destino específico.
- El culto debe ser de aquellos permitidos por la
República.
- Lo anterior, con arreglo al artículo 19 N° 6 de la
CPR, es decir, todos aquello que no se opongan a la
moral, las buenas costumbres o el orden público.
IX. Comisión en lugar destinado al culto. Art. 12 N°
17 CP.
De lo anterior, quedarían fuera los cultos satánicos, o
por ejemplo, aquellos basados en la poligamia.
- Desde un punto de vista subjetivo, el dolo del sujeto
debe extenderse al hecho de estar delinquiendo en
un lugar de la clase analizada, es decir, saber que se
trata de un lugar destinado a un culto y querer
realizar la conducta punible en él.
IX.Comisión en lugar destinado al culto. Art. 12 N°
17 CP.
Fundamento de la agravante:
Incremento de la antijuricidad y reproche por la
lesión adicional a otros bienes jurídicos, como los
sentimientos religiosos de quienes participan en el
culto respectivo y el respeto que se debe a esta
garantía constitucional.
Naturaleza de la agravante:
Al ser de índole objetiva, se comunica a los partícipes
en los términos del artículo 64 CP.
X. Desprecio por la calidad del ofendido o en su
morada. Art. 12 N° 18 CP.
Ejecutar el hecho con ofensa o desprecio del respeto
por la dignidad, autoridad, edad o sexo mereciere el
ofendido, o en su morada, cuando el no haya
provocado el suceso.
Requisitos:
- Al igual que con la agravante del 12 N° 13, no es
necesario que el ejecutor se represente la situación
objetiva descrita y a pesar de ello, realice la
conducta.
X. Desprecio por la calidad del ofendido o en su
morada. Art. 12 N° 18 CP.
Dignidad → posición de superioridad moral que se
reconoce a una persona respecto de otras, en
atención a la cualidades relevantes que
públicamente se le atribuyen.
Autoridad → Debe entenderse en el mismo sentido
indicado al tratar el N° 13, es decir, cualquier
personas que ejerce funciones de poder en términos
generales.
Edad → Se refiere a que por ser mayor la víctima,
debiera inspirar respeto al ofensor más joven.
X. Desprecio por la calidad del ofendido o en su
morada. Art. 12 N° 18 CP.
Sexo → En sus inicios fue interpretado a que hacía
referencia al sexo femenino, en el entendimiento que
sólo las mujeres podrían merecer una deferencia
especial, visión a la actualmente se le esta dando una
interpretación más amplia.
Morada → referido al hogar de una persona, en que
la víctima desarrolla su vida doméstica.
La agravante no operaría si el ofensor y la víctima
tienen la misma morada.
Tampoco existe la agravante si es que el ingreso a la
morada es inherente al delito, como por ejemplo, la
violación de morada, robo en lugar habitado, etc.
X. Desprecio por la calidad del ofendido o en su morada.
Art. 12 N° 18 CP.
Finalmente, no debe existir provocación del ofendido,
para cuyos efectos se debe entender el mismo concepto
que se analizó a propósito de la legítima defensa.
Fundamento de la agravante:
Mayor antijuridicidad de la conducta y reproche de la
conducta motivado por la lesión a otros bienes jurídicos,
como los deberes de respeto que originan las calidades
especiales de la víctima o el lugar en que se encuentra su
hogar.
Naturaleza de la agravante:
Al ser de índole objetiva, se comunica al resto de los
partícipes en ellos términos del artículo 64 CP.
XI. Escalamiento. Art. 12 N° 19 CP.
Por medio de fractura o escalamiento en lugar
cerrado.
Algunos estiman que el significado que debe darse a
las palabras “fractura” y “escalamiento”, es el mismo
que se le da en el artículo 440 N° 1 del CP, relativo al
robo con fuerza en las cosas.
El profesor Cury estima que en esta agravante debe
darse a estas palabras el sentido natural y obvio.
Escalamiento: Saltar por cima de pared u otra forma
de cerco, siempre que ofrezca resistencia y
seguridad.
XI. Escalamiento. Art. 12 N° 19 CP.
Fractura: abrir por medios violentos, con
rompimiento y destrozo, una puerta, caja o cualquier
cosa que cierra y guarda algún sitio o cosa.
Lugar cerrado: cualquier sitio u objeto al que, por
estar clausurado físicamente, no se puede acceder
libremente.
- La fractura o escalamiento deben ser empleados
para la ejecución del hecho y no para darse a la fuga
o por otros motivos.
XI. Escalamiento. Art. 12 N° 19 CP.
Fundamento de la agravante:
Mayor antijuridicidad y reproche por la lesión
adicional a los resguardos y creación mayor de
alarma y peligro.
Naturaleza de la agravante:
Al ser de índole objetiva, se transmite en los
términos del artículo 64 CP.
XII. Ejecutarlo portando armas de aquellas referidas en el
artículo 132 CP. 12 N° 20 CP.
Modificada el 2015 mediante la ley N° 20.813, antes
contemplaba la hipótesis que fuere arma de fuego para
efectos que se configure la agravante, ahora solo se
contempla su procedencia con las denominadas “armas
blancas”.
Lo anterior debe ser entendido en armonía con la ley N°
17.768 sobre control de armas, que sanciona el porte de
armas de fuego, tipificando dicha conducta como delito, entre
otras. Artículo 8 y siguientes.
Especial mención al artículo 17-D de la ley 17.768 que
establece una regla especial en cuanto al concurso de delitos,
señalando que las penas por los delitos establecidos en dicha
ley se impondrán sin perjuicio de aquella que corresponda al
delito o cuasidelito que se cometa empleando arma de fuego,
haciendo una remisión al artículo 74 del Código Penal
(acumulación de penas), estableciendo, más adelante, regla
especial en cuanto a la determinación de la pena.
XII. Ejecutarlo portando armas de aquellas referidas en
el artículo 132 CP. 12 N° 20 CP.
De acuerdo al artículo 132 del Código Penal, se entiende
por arma “(…) toda máquina, instrumento, utensilio u
objeto cortante, punzante o contundente que se haya
tomado para matar, herir o golpear, aun cuando no se
haya hecho uso de él.”
La agravante será aplicable en aquellas situaciones en
que se esté ejecutando un hecho constitutivo de delito,
portando un arma al tenor del artículo 132 ya citado.
Para el análisis de esta circunstancia modificatoria,
tenemos que tener presente el artículo 288 bis del
Código Penal, que establece el tipo penal
correspondiente a porte de armas cortantes o
cortopunzantes.
XII. Ejecutarlo portando armas de aquellas referidas
en el artículo 132 CP. 12 N° 20 CP.
Señala el artículo 288 bis que “El que portare armas
cortantes o punzantes en recintos de expendio de
bebidas alcohólicas que deban consumirse en el
mismo local, sufrirá la pena de presidio menor en su
grado mínimo o multa de 1 a 4 UTM.
Igual sanción se aplicará al que en espectáculos
públicos, en establecimientos de enseñanza o en vías
o espacios públicos en áreas urbanas portare dichas
armas, cuando no pueda justificar razonablemente
su porte.”
XII. Ejecutarlo portando armas de aquellas referidas en
el artículo 132 CP. 12 N° 20 CP.
De lo anterior, solo quedan comprendidas dentro del tipo
penal aquellas armas con la característica de ser cortante
o cortopunzante, debiendo cometerse el delito -en
cuanto al lugar de comisión- en recintos de expendio de
bebidas alcohólicas que deban consumirse en el local; en
espectáculos públicos; en establecimientos de
enseñanza; o espacios públicos en área urbana.
Sin perjuicio de ello, se establece en el inciso segundo de
la norma una causal de justificación –a nuestro juicio-
que consiste en la justificación razonable del porte del
arma cortante o cortopunzante.
XII. Ejecutarlo portando armas de aquellas referidas
en el artículo 132 CP. 12 N° 20 CP.
En consecuencia del análisis anterior, y por aplicación del
artículo 63 del Código Penal, en aquellas situaciones en
que el porte del arma blanca pueda ser configurativo
tanto del tipo penal del artículo 288 bis, como de la
agravante en análisis, esta última no tendrá el efecto de
aumentar la pena debido a que constituye un delito
especialmente penado, tampoco será aplicable en
aquellas situaciones en que el porte del arma sea
inherente a la ejecución del hecho (inciso 2 artículo 63).
Se puede sostener, entonces, que la agravante tiene una
aplicación subsidiaria al tipo penal del artículo 288 bis CP
y a los casos en que el porte del arma sea inherente a la
ejecución del hecho.
XIII. Cometer el delito contra un menor de 18 años,
adulto mayor o persona con discapacidad. 12 N° 22
CP.
Agregada en agosto de 2022 mediante la Ley N°
21.483 denominada “Ley Tamara”.
Del tenor de la ley, da la impresión de que basta para
que se configure la agravante, el hecho que la víctima
sea menor de edad, adulto mayor o persona en
situación de discapacidad al tenor de la ley 20.422.
En relación al artículo 63 del Código Penal, no podrá
ser aplicable esta circunstancia en aquellas
situaciones que la condición de la víctima forme
parte de los elementos objetivos del tipo respectivo.
XIII. Cometer el delito contra un menor de 18 años,
adulto mayor o persona con discapacidad. 12 N° 22
CP.
La Ley Tamara también incorporó el artículo 69 bis
del Código Penal, estableciendo una agravante
específica y especial, siendo aplicable solo para los
delitos contra las personas, y en cuento a sus efectos,
se establecen las siguientes reglas:
Pena compuesta → se excluirá el grado mínimo
Pena consta en un solo grado → se excluye el
mínimum.
XIII. Cometer el delito contra un menor de 18 años,
adulto mayor o persona con discapacidad. 12 N° 22
CP.
También tenemos que tomar en consideración que la
Ley Tamara modificó el artículo 69 del Código Penal,
norma relativa a la extensión del mal causado como
criterio de determinación judicial de la pena,
incorporando las especiales condiciones de la víctima
como criterio que tiene que tomar el juez en
consideración para la cuantía de la pena a aplicar en
el caso concreto.
Ahora bien, no es admisible aplicar la circunstancia
agravante, y, además, utilizar la condición de la
víctima como criterio para la extensión del mal
causado.
XIV. Ejecutar el hecho formando parte de una
agrupación u organización destinada a cometer
crímenes o simples delitos. 12 N° 23 CP.
Agregada mediante la Ley 21.577 de junio de 2023.
Para efectos de determinar el alcance de esta
circunstancia agravante, tenemos que tener presente
el delito de asociación ilícita consagrado en el
artículo 292 del CP, norma que establece que “Toda
asociación formada con el objeto de atentar contra el
orden social, contra las buenas costumbres, contra
las personas y las propiedades, importa un delito que
existe por el solo hecho de organizarse.”
estableciendo la sanción en el artículo 293 en
atención a la finalidad de la asociación, si es para la
comisión de crímenes o simples delitos.
XIV. Ejecutar el hecho formando parte de una
agrupación u organización destinada a cometer
crímenes o simples delitos. 12 N° 23 CP.
En consecuencia, la agravante va a tener una
aplicación subsidiaria, siendo procedente en aquellos
casos en que la asociación o agrupación de personas
NO pueda ser considerada como constitutiva del
delito de asociación ilícita.
Cabe tener siempre presente el artículo 63 del
Código Penal, y reforzando esta norma, el propio
precepto del numeral 23 del artículo 12 del CP
dispone que “(…) siempre que ésta o aquella no
constituya una asociación delictiva o criminal de
que trata el párrafo 10 del Título VI del Libro II (…)”
XIV. Ejecutar el hecho formando parte de una
agrupación u organización destinada a cometer
crímenes o simples delitos. 12 N° 23 CP.
Se establece más adelante como requisito que esta
agrupación u organización que no ostenta el carácter
de asociación ilícita, debe haber cumplido alguno de
los siguientes fines en relación a la comisión del
delito:
-Facilitar la perpetración del delito
-Aumentar el peligro para la integridad física
-Haber ejecutado el hecho con violencia,
intimidación o engaño.
V. Circunstancia mixta de
parentesco
Es circunstancia agravante o atenuante según la
naturaleza y accidentes del delito, ser el agraviado
cónyuge, pariente legítimo por consanguinidad o
afinidad en toda la línea recta y el colateral hasta el
segundo grado inclusive, padre o hijo natural o
ilegítimo reconocido por el ofensor.
Requisitos:
- Debe existir entre el ofensor y la víctima una
relación de parentesco o matrimonial de aquellas
que señala la norma.
Requisitos:
- El agraviado es el sujeto pasivo del delito, por lo
tanto, no puede concurrir la agravante frente a
delitos que tienen por objeto proteger bienes
jurídicos comunitarios. Por ejemplo, Delitos contra
la seguridad del Estado.
- Debe existir entre el ofensor y la víctima una
relación de parentesco o matrimonial (aquellas
señaladas en el artículo 13 CP.)
El problema es definir cuando estas relaciones se
consideran para aplicar como agravante y cuándo
aplica como atenuante. “Según la naturaleza y
accidentes del delito”
Requisitos:
La naturaleza del delito se determina según el tipo
de bien jurídico que se protege en el tipo penal
específico.
Según el profesor Cury, por regla general, el
parentesco agrava la responsabilidad penal cuando el
hecho punible ataca bienes jurídicos de índole
personal, como la vida, salud, integridad física,
libertad sexual, libertad ambulatoria; debido a que,
el ataque implica un deterioro de la humanidad de la
víctima con la que existe la relación.
En cambio, en delitos que atentan contra el
patrimonio o propiedad, se atenuaría la
responsabilidad.
Requisitos:
Los accidentes del delito también deben considerarse,
por ejemplo, la forma de ejecución del delito.
En un robo con intimidación o con violencia estamos
frente a un delito pluriofensivo, ya que, aún cuando es un
ataque primariamente a la propiedad como principal
bien jurídico, a lo menos hay una puesta en peligro de
otros bienes jurídicos, como la integridad física y la salud.
De dirigirse contra las personas vinculadas con
parentesco o matrimonio, puede estimarse como
fundamento para agravar la responsabilidad.
Según Cury, también debe considerarse en los accidentes
del delitos, aquellas motivaciones del hechor, por
ejemplo, casos de “homicidio piadoso”.
Requisitos:
De lo anterior, se puede dar el caso que, en atención
a la naturaleza del ilícito o a sus accidentes, o
considerando ambos criterios, las relaciones de
parentesco o matrimonio, no surtan efectos, ni como
agravante, ni como atenuante.
Desde un punto de vista subjetivo, es necesario que
le hechor conozca las relaciones de parentesco o
familiares que lo vinculan con la víctima.
Fundamento de esta modificatoria:
Radica en el mayor o menor reproche de la conducta
en atención a las vinculaciones matrimoniales o de
parentesco.

También podría gustarte