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Teoría General de la Conducta Punible – Apuntes en clases de la profesora Karina Saavedra Lyng – Universidad Andrés

Bello – Viña del Mar.


Danilo Núñez Guzmán.

Teoría General de la Conducta Punible.

El Delito.

El concepto dogmático del delito está compuesto por cuatro elementos:

Conducta Tipicidad Antijuridicidad Culpabilidad

Cada uno de estos elementos tiene como fundamento los distintos principios que actúan como
límites formales y materiales del poder punitivo del Estado.

1. Límites al poder punitivo del Estado:

a) Límites formales:

 Reserva legal (sólo el delito puede ser sancionado por una Ley)
 Taxatividad (la conducta debe estar expresamente descrita en la Ley)
 Exclusión de la analogía
 Principio de irretroactividad

b) Límites materiales:

 Principio de mínima intervención (subprincipios: necesidad de intervención;


subsidiariedad del Derecho Penal; fragmentariedad del Derecho Penal y; principio de non
bis in ídem)
 Principio de lesividad (sólo es Derecho Penal aquello que lesiona o pone en peligro el bien
jurídico protegido por la norma)
 Principio de proporcionalidad (establece que la pena debe ser proporcional al daño que
sufre el bien jurídico)
 Principio de culpabilidad

Estos elementos constituyen una garantía para la sociedad, en el sentido de que no será
condenado el sujeto, salvo la ocurrencia de una serie de hechos o elementos que aseguren la
legitimidad en el ejercicio poder punitivo en el caso concreto.

2. Elementos del delito:

a) Conducta: el elemento sustancia del delito es la conducta humana. Este elemento se va a


expresar a través de las denominadas hipótesis delictivas, que estarán formadas por un verbo
rector. Este verbo puede estar expresado de manera positiva, es decir, referirse a una acción o
también puede ser un comportamiento de inactividad, es decir, una omisión. Por lo tanto la acción
y la omisión son las dos formas que puede adoptar éste elemento sustancial, que es la conducta.

b) Tipicidad: debe ser entendida como aquella circunstancia en que la conducta encuadre
exactamente en alguna de las hipótesis abstractas que contempla la Ley. Cada una de las
conductas abstractas que contempla la Ley, se denomina tipo. La tipicidad es entonces la absoluta
concordancia entre lo que el legislador describió y lo que ocurre en el mundo real. Cada tipo penal
contiene no sólo la descripción de una conducta, sino también se formulan estos tipos penales con
un conjunto de exigencias adjuntas a él, unas de índole subjetivo u objetivo.

 Las subjetivas son aquellas que ocurran en la mente del autor


 Las objetivas son aquellos hechos que circundan al autor.

Por lo tanto, para que se cumpla con lo señalado en el tipo penal, no basta con que el sujeto activo
haya realizado la conducta descrita en la hipótesis, sino que además se requiere que concurran
estos elementos de índole objetivo e índole subjetivo, por ejemplo: en el tipo penal de hurto o

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robo, artículo 432 del Código Penal: “El que sin la voluntad de su dueño y con ánimo de lucrarse se
apropia cosa mueble ajena…”. Cuando el legislador describe la conducta, no solo debe cuadrar con
el verbo rector, sino que también la conducta debe cuadrarse con sus elementos objetivos y
subjetivos.

 Verbo rector: apropiarse


 Elemento subjetivo: ánimo de lucro
 Elemento objetivo: cosa mueble ajena

c) Antijuridicidad: se traduce en una exigencia de que esta conducta típica sea contraria a
derecho, por regla general. Existe una minoría de conductas típicas, en que el propio
ordenamiento jurídico autoriza a los sujetos para que ejecuten lícitamente conductas tipificadas
como delitos, por ejemplo: la legítima defensa.

d) Culpabilidad: se refiere específicamente a las circunstancias subjetivas en las que ha actuado el


autor de la conducta típica y antijurídica. Este elemento lo podemos traducir en un juicio de
reproche (la sociedad como ente reprochador) y este reproche que se hace al sujeto se basará en
tres elementos:

 Aptitud que tendrá el sujeto para conocer la licitud de la conducta (imputabilidad)


 Conciencia de la ilicitud
 Exigibilidad de otra conducta
Cuando se hace el examen de los elementos, se acostumbra a decir que hay un doble juicio de
desvalor. Un primer juicio de desvalor es el que recae sobre el hecho que se ejecuta (tipicidad y
antijuridicidad); y un segundo juicio de desvalor es el que recae sobre el actor (injusto y
culpabilidad)

¿Qué sucede si no concurre uno de los cuatro elementos?

En tal circunstancia no concurre un delito. El Código Penal denomina con la expresión eximentes a
aquellas circunstancias o hechos cuya concurrencia determina la eliminación de uno de los
elementos del delito, y como consecuencia, el delito no se configura, y por tanto nos
encontraremos con eximentes de responsabilidad penal (artículo 10 del Código Penal), que
excluyen la antiridicidad o la culpabilidad.

3. Concepto de delito: la expresión delito tiene distintas acepciones y puede ocuparse en distintos
sentidos.

a) Concepto abstracto general: se utiliza para denominar al conjunto de conductas humanas


descritas de una manera abstracta por el legislador y a la cual se le asigna, como consecuencia
jurídica, una pena.

b) Concepto abstracto particular: se utiliza la palabra delito para denominar a una de aquellas
conductas humanas descritas en forma abstracta por el legislador, asignándole una pena, por
ejemplo: hurto, robo, homicidio, etc.

c) Concepto general de delito: se utiliza para denominar una conducta humana realmente
acontecida en el mundo de los sentidos y que merece la calificación de delito.

d) Concepto extrajurídico: dice que es la infracción a la Ley del Estado promulgada para la
seguridad de los ciudadanos, resultante de un acto externo del hombre, positivo o negativo,
moralmente imputable y socialmente dañoso.

e) Concepto jurídico: artículo 1 del Código Penal: “delito es toda acción u omisión voluntaria
penada por la ley”.

f) Concepto dogmático: es la conducta, típica, antijurídica y culpable.

4. Análisis del concepto legal de delito y su relación con el concepto dogmático: cada uno de los
elementos del concepto doctrinario está representado en la definición legal de delito. Cuando se
dice “toda acción u omisión”, se refiere a aquellas formas que puede adoptar la conducta,
modalidades de las cuales está revestido el comportamiento humano en el ámbito penal; la

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expresión “penada por la ley” implicaría los elementos de tipicidad y antijuridicidad; y la expresión
“voluntaria” recae sobre el elemento culpabilidad.

5. Clasificación de delitos1:
a) Según la gravedad:

 Crímenes
 Simples delitos
 Faltas

¿Cuál es la importancia de esta clasificación?

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Artículos 3: “Los delitos, atendida su gravedad, se dividen en crímenes, simples delitos y faltas y se
clasifican según la pena que les está asignada en la escala general del artículo 21”.
Artículo 21: “Las penas que pueden imponerse con arreglo a este Código y sus diferentes clases, son las que
comprende la siguiente:
ESCALA GENERAL
Penas de crímenes
Presidio perpetuo calificado.
Presidio perpetuo.
Reclusión perpetua.
Presidio mayor.
Reclusión mayor.
Relegación perpetua.
Confinamiento mayor.
Extrañamiento mayor.
Relegación mayor.
Inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios públicos, derechos políticos y profesiones titulares.
Inhabilitación absoluta perpetua para cargos, empleos, oficios o profesiones ejercidos en ámbitos
educacionales o que involucren una relación directa y habitual con personas menores de edad.
Inhabilitación especial perpetua para algún cargo u oficio público o profesión titular.
Inhabilitación absoluta temporal para cargos, empleos, oficios o profesiones ejercidos en ámbitos
educacionales o que involucren una relación directa y habitual con personas menores de edad.
Inhabilitación absoluta temporal para cargos y oficios públicos y profesiones titulares.
Inhabilitación especial temporal para algún cargo u oficio público o profesión titular.

Penas de simples delitos


Presidio menor.
Reclusión menor.
Confinamiento menor.
Extrañamiento menor.
Delegación menor.
Destierro.
Inhabilitación absoluta temporal para cargos, empleos, oficios o profesiones ejercidos en ámbitos
educacionales o que involucren una relación directa y habitual con personas menores de edad.
Inhabilitación especial temporal para emitir licencias médicas.
Suspensión de cargo u oficio público o profesión titular.
Inhabilidad perpetua para conducir vehículos a tracción mecánica o animal.
Suspensión para conducir vehículos a tracción mecánica o animal.

Penas de las faltas


Prisión.
Inhabilidad perpetua para conducir vehículos a tracción mecánica o animal.
Suspensión para conducir vehículos a tracción mecánica o animal.

Penas comunes a las tres clases anteriores


Multa.
Pérdida o comiso de los instrumentos o efectos del delito.

Penas accesorias de los crímenes y simples delitos


Incomunicación con personas extrañas al establecimiento penal, en conformidad al Reglamento carcelario.

Penas sustitutivas por vía de conversión de la multa


Prestación de servicios en beneficio de la comunidad”.

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En relación con el Iter criminis: estas son las etapas de desarrollo del delito, siendo: tentativa,
frustración, consumación y agotamiento.

 Los crímenes y simples delitos se castigan cuando se encuentran en estado de tentados,


frustrados o consumados.
 Las faltas a diferencia, según el artículo 9 del Código Penal2, se castigan solo cuando estas
se encuentran consumadas. La excepción es el denominado hurto falta del artículo 494 bis
del Código Penal3 (consumación y frustración).
 Los cuasidelitos o delitos culposos se sancionan solo en grado de consumado.
 Respecto de los actos preparatorios, como por ejemplo la conspiración o proposición, sólo
tiene cabida en los crimines o simples delitos. No caben en las faltas.

En relación a la participación criminal: el artículo 14 del Código Penal señala: “Son responsables
criminalmente de los delitos:
1°. Los autores.
2°. Los cómplices.
3°. Los encubridores”.

La penalidad del autor es la que señala el tipo penal, según el artículo 50;
a los cómplices se les rebajará la pena en un grado,según el artículo 51;
y a los encubridores se les rebajará la pena en dos grados según lo señalado en el artículo 52.

Tratándose de las faltas, el cómplice lleva la mitad de la pena del autor, según el artículo 498 del
Código Penal.

En relación al comiso: en los crimines o simples delitos, el comiso es una pena accesoria de
carácter obligatoria, conforme lo señala el propio artículo 31 del Código Penal, y que puede recaer
sobre cualquier efecto o instrumento del delito. Tratándose de las faltas, el comiso también es una
pena accesoria pero de carácter facultativa y, sólo puede recaer, sobre las especies expresamente
señaladas en el artículo 499 del Código Penal.

En cuanto a la prescripción: la prescripción es una causal de extinción de la responsabilidad penal


que opera con el transcurso del tiempo. Este tiempo que debe transcurrir para que pueda
prescribir la acción penal o bien la pena, varía si se trata de un crimen, simple delito o de una falta.
 Cuando el delito se trata de pena de muerte y presidio o reclusión perpetuo, el plazo de
prescripción es de 15 años.
 En los demás crímenes el plazo de prescripción es de 10 años,
 En los simples delitos de 5 años
 En las faltas de 6 meses.

Existen dos tipos de prescripción:

 La prescripción de la acción penal (desde que se ejecuta o comete el delito y ahí comienza
a correr el plazo)
 La prescripción de la pena (desde una vez que está notificado el fallo y debe configurarse
la pena, ahí comienza a correr el plazo)

Existe un plazo de prescripción especial en la Ley de responsabilidad de los adolescentes por


infracciones a la ley penal, o Ley N° 20.0844.
b) Desde el punto de vista del carácter de la acción:

Delitos de acción: son aquellos en que la conducta que debe realizar el sujeto activo es una
acción, y al hacerla viola una norma prohibitiva que está implícita en la ley penal, por ejemplo: el

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Artículo 9: “Las faltas sólo se castigan cuando han sido consumadas”.
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Artículo 494 bis: “Los autores de hurto serán castigados con prisión en su grado mínimo a medio y multa de
una a cuatro unidades tributarias mensuales, si el valor de la cosa hurtada no pasa de media unidad
tributaria mensual.
La falta de que trata este artículo se castigará con multa de una a cuatro unidades tributarias mensuales, si
se encuentra en grado de frustrada…”.
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Artículo 5 de la Ley 20.084: “Prescripción. La prescripción de la acción penal y de la pena será de dos
años, con excepción de las conductas constitutivas de crímenes, respecto de las cuales será de cinco años,
y de las faltas, en que será de seis meses”.

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delito de homicidio, del artículo 391 (la conducta – matar – es una acción, vulnerando una norma
prohibitiva – el no matar –).

Delitos de omisión: son aquellos en que la conducta que el sujeto activo debe realizar, consiste en
una conducta negativa, o sea una omisión, y con ello el sujeto infringe o viola una norma de
carácter imperativo que está implícita en la norma penal.

Delitos de acción por omisión u omisión impropia: son aquellos en que el sujeto activo realiza una
conducta negativa u omisión y con ello viola una norma prohibitiva implícita en la ley penal y a la
vez, una norma imperativa que se encuentra en cualquier otra norma jurídica (de cualquier rama),
por ejemplo: la madre que no amamanta al hijo y el hijo muere. Está la norma prohibitiva de la ley
penal la cual es la no matar, pero a la vez viola una norma imperativa que establece el Código Civil,
la cual es el deber de los padres de dar alimento a sus hijos.

c) Desde el punto de vista del tipo penal subjetivo:

Delito doloso: artículo 1: “…Las acciones u omisiones penadas por la ley se reputan siempre
voluntarias, a no ser que conste lo contrario.
El que cometiere delito será responsable de él e incurrirá en la pena que la ley señale, aunque el
mal recaiga sobre persona distinta de aquella a quien se proponía ofender. En tal caso no se
tomarán en consideración las circunstancias, no conocidas por el delincuente, que agravarían su
responsabilidad; pero sí aquellas que la atenúen”.
Al tipificar el legislador la palabra “voluntaria”, se refiere automáticamente al concepto de dolo. La
mayoría de los tipos penales establecidas en el Código Penal son figuras dolosas.

Delito culposo: artículo 2: “Las acciones u omisiones que cometidas con dolo o malicia importarían
un delito, constituyen cuasidelitos si sólo hay culpa en el que las comete”.

Delito preterintencional: es aquel cuando un sujeto realiza una conducta con dolo de producir un
determinado resultado, pero en definitiva se produce un resultado más grave, no previsto por el
sujeto, pero que era previsible, por ejemplo: un aborto con resultado de muerte de la mujer
embarazada.

d) Según el carácter de la acción:

Delitos simple: requiere de una sola actividad y el delito se consuma, por ejemplo: homicidio.

Delito habitual: requiere que el sujeto activo realice la conducta más de una vez para que haya
delito.

Delito continuado: es una creación doctrinaria. Se verifica cuando el sujeto activo realiza varias
conductas, cada una de las cuales podría ser punible a titulo independiente, pero que se sanciona
como una sola, en base a la consideración de que hay una unidad de dolo y una unidad de lesión
jurídica; y también que existe una proximidad en el tiempo entre ambas.

e) Según el carácter de la consumación:

Delitos formales o de mera actividad: es aquel que se consuma cuando el sujeto realiza todo lo
descrito en el tipo penal pero no se requiere la producción de un resultado, como consecuencia de
la realización del injusto.

Delitos materiales o de resultado: son aquellos que se consuman cuando el sujeto realiza todo lo
descrito en el tipo penal y se produce el resultado establecido o exigido en el tipo penal.

Delito de daño: es aquel que para cuya consumación se requiere que la conducta exigida o
realizada dañe, lesione, efectivamente el bien jurídico, por ejemplo: violación, hurto, etc.

Delito de peligro: son aquellos que para cuya consumación basta con la realización de una
conducta que pone en peligro un determinado bien jurídico. Distinguir entre delitos de peligro
concreto y delitos de peligro abstracto, por ejemplo: manejar en estado de ebriedad.

Delito instantáneo: es aquel en que la consumación se produce en un solo momento o de una vez,
por ejemplo: las lesiones

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Delito permanente: es aquel cuya consumación se prolonga en el tiempo, por ejemplo: el


secuestro.

f) Según el carácter de la acción:

Delitos de acción pública propiamente tal: artículo 53 del Código Procesal Penal: “…La acción
penal pública para la persecución de todo delito que no esté sometido a regla especial deberá ser
ejercida de oficio por el ministerio público. Podrá ser ejercida, además, por las personas que
determine la ley, con arreglo a las disposiciones de este Código. Se concede siempre acción penal
pública para la persecución de los delitos cometidos contra menores de edad…”

Delitos de acción pública previa instancia de particular: artículo 54 del Código Procesal Penal:
“Delitos de acción pública previa instancia particular. En los delitos de acción pública previa
instancia particular no podrá procederse de oficio sin que, a lo menos, el ofendido por el delito
hubiere denunciado el hecho a la justicia, al ministerio público o a la policía.
Tales delitos son:
a) Las lesiones previstas en los artículos 399 y 494, número 5º, del Código Penal;
b) La violación de domicilio;
c) La violación de secretos prevista en los artículos 231 y 247, inciso segundo, del Código Penal;
d) Las amenazas previstas en los artículos 296 y 297 del Código Penal;
e) Los previstos en la ley N° 19.039, que establece normas aplicables a los privilegios industriales y
protección de los derechos de propiedad industrial;
f) La comunicación fraudulenta de secretos de la fábrica en que el imputado hubiere estado o
estuviere empleado, y
g) Los que otras leyes señalaren en forma expresa.
A falta del ofendido por el delito, podrán denunciar el hecho las personas indicadas en el inciso
segundo del artículo 108, de conformidad a lo previsto en esa disposición.
Cuando el ofendido se encontrare imposibilitado de realizar libremente la denuncia, o cuando
quienes pudieren formularla por él se encontraren imposibilitados de hacerlo o aparecieren
implicados en el hecho, el ministerio público podrá proceder de oficio.
Iniciado el procedimiento, éste se tramitará de acuerdo con las normas generales relativas a los
delitos de acción pública”.

Delitos de acción privada: Artículo 55 del Código Procesal Penal: “Delitos de acción privada. No
podrán ser ejercidas por otra persona que la víctima, las acciones que nacen de los siguientes
delitos:
a) La calumnia y la injuria;
b) La falta descrita en el número 11 del artículo 496 del Código Penal;
c) La provocación a duelo y el denuesto o descrédito público por no haberlo aceptado, y d) El
matrimonio del menor llevado a efecto sin el consentimiento de las personas designadas por la ley
y celebrado de acuerdo con el funcionario llamado a autorizarlo”.

Teoría de la Conducta.

1. Distinción entre derecho penal de actos y derecho penal de autor:

a) Derecho penal de actos: alude a aquella forma que presenta un sector del ordenamiento
jurídico, el cual concibe a la conducta humana como el eje de la estructura del delito y, por lo
tanto, es un requisito indispensable para que el Estado pueda ejercer cualquier tipo de reacción
punitiva contra un sujeto por la comisión de esta conducta.

b) Derecho penal de autor: es la pretensión de poder fundar la reacción punitiva del Estado no en
la ejecución de un acto voluntario, sino que en las situaciones personales de los individuos, en sus
cualidades, en los procesos internos que no trascienden al exterior.

Esta distinción entre un derecho penal de autor y un derecho penal de actos, no posee sólo
connotaciones jurídicas, sino que también es un asunto que tiene una clara dimensión política e
ideológica. Sólo el derecho penal que se funda en una conducta materializada en actos externos
que son apreciables por los sentidos y sucesibles de ser probados a través de un proceso penal,
puede ser limitado y controlado por el Estado, conforme a los principios que limitan el ejercicio del
poder punitivo por parte del Estado.

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En cambio un derecho penal de autor, en la medida que no da cabida a estos límites, conduce a
una obligación totalitaria de la reacción del poder punitivo.

Una concepción del derecho penal que privilegia el rol protagónico de la conducta, exige que los
tipos penales se estructuren en bases a fórmulas verbales que deben ser concretas, por ejemplo:
matar, robar, lesionar, etc. No basta una simple referencia al sujeto, como el hecho de ser ladrón u
homicida. Desde otra perspectiva también proscribe la posibilidad de castigar lo que ocurre en el
fuero interno de los sujetos, y aún la resolución de delinquir mientras ésta aún no se produzca.
Sólo cuando se materializa la conducta, lo que ocurre en el fuero interno pasa a importar.

Otra consecuencia de que el Derecho Penal se funde en el acto, es que éste impide que le
concedamos efectos penales a aquellos sucesos puramente causales, en que el sujeto interviene
como un mero objeto y no como un ser que está dotado de inteligencia y voluntad, por ejemplo: el
protagonista de un altercado empuja intencionalmente a un tercero, y éste al caer aplasta a un
bebé recién nacido, causándole la muerte. En aquel caso, el sujeto que al caer aplasta al menor es
el causante de la muerte, pero siendo usado como un mero objeto, no constituye autor intelectual
del ilícito.

2. Estructura del concepto de acción: el Derecho Penal debe usar como base la estructura de los
actos humanos tal cual como ocurren en la realidad. Desde ésta perspectiva, todo acto humano
tiene una dimensión interna y otra externa. La actuación del individuo se proyecta en el mundo
exterior a través de movimientos corporales, pero guiado por la voluntad, lo que hace que se le
imprima una dirección final al acto.
Este esquema que se refrenda en todo tipo de actos del hombre, también ocurre en las
situaciones delictivas. Y así, tomando como base, en esta doble dirección del acto humano (interna
- externa) la acción, como un elemento sustancial del delito, puede definirse como cualquier
comportamiento de una persona que se materializa a través de actos corporales, que es
externamente apreciable, dirigido, consiente y voluntariamente concebido a la consecución de un
fin.

3. Aspecto interno de la acción.

Toda acción o toda actuación humana está precedida por una voluntad final, lo que se denomina
la finalidad, y que se forma o se genera en la esfera del fuero interno del sujeto. Esto presupone
un proceso bastante complejo que incluye:

 La representación anticipada, lo que se denomina la “previsión del objetivo”.


 La selección de los medios más adecuados para obtener el fin.
 La selección de los aspectos circunstanciales: el tiempo, el lugar, que resulten más
apropiados.
 La consideración de los efectos que van unidos a la consecución del fin o al empleo de los
medios.
 La ponderación del riesgo, como también en análisis de las ventajas o desventajas de la
actuación.

Una vez que finaliza este proceso, se forma en el individuo la voluntad de obtener un fin, que es lo
que le da vida al aspecto interno (conducta delictiva). La voluntad final no se debe confundir con la
denominada motivación.
La motivación se representa por la satisfacción que el individuo pretende obtener con su actuación
y, es en lo que en definitiva, impulsa a actuar al sujeto, por lo tanto la motivación puede existir de
manera previa a la resolución de delinquir y, por eso, la motivación no forma parte de la
estructura del concepto de acción, aunque puede tener relevancia en otro elemento del delito
como es en la tipicidad.

4. El aspecto externo de la acción.

Está representado por un movimiento corporal apreciable, consistiendo en tanto, en la ejecución


del plan que va implícito en la decisión de delinquir. Por lo tanto, el aspecto externo de la acción
suele consistir en una multiplicidad de actuaciones y, todas ellas, admiten sobre la base de la
finalidad que las preside, en función a un tipo específico, ser reunidas e identificadas como una
manifestación externa de la misma conducta.

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La exigencia de que la acción sea externamente apreciable se cumple con la capacidad de ser
captada con los sentidos, por lo tanto no solo es acción lo que el hombre hace, sino que también
lo que el sujeto dice (lo que muchas veces es penalmente relevante, por ejemplo: la injuria).
Aunque las acciones delictivas pueden producir una alteración al mundo que lo circunda, esta
alteración no forma parte de la estructura de la acción, sino que es sólo una consecuencia (así
como la motivación, que tampoco es resultado de ella).

¿Qué sucede cuándo hay ausencia de acción?

Esto casos se agrupan en tres grupos:

a) Fuerza física irresistible: sucede cuando el individuo es tratado como un objeto, privándole a
éste de actuar conforme a su propia voluntad. Si por el contrario, el sujeto conserva una
posibilidad de opción, la fuerza que se ejerce no es física, sino que es moral. Esto sucede porque el
estímulo de la fuerza, aunque haya fuerza física, no opera sobre el cuerpo del sujeto, sino que
sobre su mente.
En ese caso no se elimina el elemento acción, sino la culpabilidad. En consecuencia, lo que
determina que la fuerza sea física y por lo tanto, excluyente de la acción, no es la naturaleza del
estímulo, sino el efecto que produce en la persona en contra de quien se está ejerciendo. Por lo
tanto la fuerza física puede provenir de una actuación voluntaria de otra persona o de la propia
naturaleza. Sin embargo quedan excluidos los impulsos irresistibles de origen interno, como por
ejemplo: un arrebato o un estado pasional. En estos casos no está ausente la voluntad de manera
total.
Si bien queda excluida la acción respecto de quien sufre la fuerza física, el individuo que la ejerce
es tratado como el autor del delito.

b) Los movimientos reflejos o instintivos de defensa: Estos no constituyen acción porque aquello
no están controlado por la voluntad del sujeto. Se causa un estímulo en el mundo exterior que es
percibido por lo centros sensores que lo transmiten, sin intervención de voluntad, y que se dirigen
directamente a los centros motores. Distinto es los movimientos reflejos de las reacciones
impulsivas o explosivas en que la voluntad participa, aunque sea fugazmente. Y en ese caso no
excluyen la acción.

c) Los estados de inconciencia: por ejemplo: el sueño, el sonambulismo, la embriaguez letárgica.


En estos casos los movimientos que se realizan no dependen de la voluntad del sujeto y, por lo
tanto, no podemos considerarlas como acciones penalmente relevantes. Se ha discutido si la
hipnosis puede dar lugar a estos estados. La opinión mayoritaria se inclina por la negativa. En esta
hipótesis estaríamos en un caso de fuerza física irresistible.

Estas tres causales son motivos de ausencia de acción. No figuran entre las eximentes que
contempla en Código Penal en su artículo 10, sin embargo nadie discute que ellas excluyen un
elemento del delito, que es la conducta. Esta conclusión se funda en que si el propio Código
define al delito como acción. No se puede establecer una norma que expresamente diga que en el
caso de faltar uno de los componentes, como es la acción, resulte excluido el delito.

Teoría de la Tipicidad.

La tipicidad importa un juicio acerca de una conducta concreta. Se basa, por lo tanto, en una
comparación que se hace del mundo real y alguna de las descripciones abstractas, denominadas
tipo, que contempla en ordenamiento jurídico penal. Sólo si hay una concordancia absoluta entre
el tipo y el suceso que ocurre en el mundo real, podemos decir que la conducta es típica,
originándose el elemento tipicidad, como aquel indispensable para que se configure el delito.
Para que exista esta total concordancia, es necesario que en el caso concreto se den todos y cada
uno de los elementos que el tipo penal exige (objetivos y subjetivos).
En suma se puede definir la tipicidad como la total concordancia que debe existir en el caso
concreto entre un comportamiento humano y una hipótesis normativa, por la concurrencia en el
plano de la realidad de todos y cada uno de los elementos tanto objetivos como subjetivos que
dicha hipótesis contempla.

¿Cuáles son las funciones del tipo penal?

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a) Función político criminal: se traduce en que el tipo es el instrumento a través del cual el
legislador lleva a cabo su función de selección de los comportamientos humanos, que por su
gravedad, merecen ser castigados penalmente.

b) Función de control social: se materializa en que el tipo es el instrumento a través del cual el
Estado le señala a los sujetos cuales comportamiento son prohibidos, motivándolos a abstenerse
de su ejecución.

c) Función política: se traduce en que el tipo es un instrumento de garantía para los individuos, en
el sentido en que sólo ellos podrán ser sujetos de la reacción estatal, en la medida que incurran en
la conducta que se encuadre en la hipótesis descrita.

d) Función de certeza jurídica: se materializa a través de la tipificación de las conductas. El


ciudadano puede conocer que le está prohibido de manera penal y ajustar sus actuaciones en
cuanto a su conocimiento, con la certeza y la seguridad de que no sufrirá ninguna consecuencia
jurídica, a menos de que incurra en alguna de las conductas previamente tipificadas.

e) Función sistemática: dice relación con un sistema, dentro de lo que se denomina en la doctrina,
como la Teoría del Delito. Consiste en que el tipo y su existencia, es un indicio acerca de la
antijuridicidad de aquella conducta que ha sido tipificada, de manera que si se ejecuta una
conducta típica, en virtud de un producto indiciario, se puede afirmar que ella es también
antijurídica.
Tipo Penal Objetivo.

¿Cuál es el contenido?

1. La conducta: puesto que el delito es en esencia un comportamiento humano, el tipo que sirve
de base normativa a cada delito, tiene que estar estructurado en base a una conducta. Este
requisito se expresa a través de una formula verbal que recibe el nombre de verbo rector o núcleo
de la conducta.
Se acostumbra a distinguir entre tipos simples (una conducta) o compuestos (dos o más
conductas). Cuando es compuesto, las acciones del tipo pueden ser copulativas o bien pueden
ser alternativas.

Tipo penal

Tipo penal Tipo penal


simple compuesto

Delitos de Delitos de
hipótesos hipótesis
copulativa alternativa

 Delito de hipótesis alternativa: artículo 397 del Código Penal: “El que hiere, golpeare o
maltratare de obra a otro, será castigado como responsable de lesiones graves:…”
(hipótesis alternativa)
 Delito de hipótesis copulativa: artículo 213 del Código Penal: “El que se fingiere autoridad,
funcionario público o titular de una profesión que, por disposición de la ley, requiera título
o el cumplimiento de determinados requisitos, y ejerciere actos propios de dichos cargos o
profesiones, será penado con presidio menor en sus grados mínimo a medio y multa de seis
a veinte unidades tributarias mensuales.
El mero fingimiento de esos cargos o profesiones será sancionado como tentativa del delito
que establece el inciso anterior”.

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Teoría General de la Conducta Punible – Apuntes en clases de la profesora Karina Saavedra Lyng – Universidad Andrés
Bello – Viña del Mar.
Danilo Núñez Guzmán.

Una modalidad de tipo compuesto, es la que se conoce como el tipo complejo. Es una situación en
la cual el legislador opta por agrupar en una sola descripción típica conductas que, consideradas
aislada y separadamente, son constitutivas de un delito.

 Tipo penal complejo: artículo 433 N°1 del Código Penal: “El culpable de robo con violencia
o intimidación en las personas, sea que la violencia o la intimidación tenga lugar antes del
robo para facilitar su ejecución, en el acto de cometerlo o después de cometido para
favorecer su impunidad, será castigado:
1°. Con presidio mayor en su grado medio a presidio perpetuo calificado cuando, con
motivo u ocasión del robo, se cometiere, además, homicidio, violación o alguna de las
lesiones comprendidas en los artículo 395, 396 y 397, N° 1°…”.

Desde otro punto de vista las conductas humanas suelen ser acontecimiento de duración
prácticamente inapreciable. Excepcionalmente algunas conductas suponen un proceso de
ejecución más o menos prolongada en el tiempo, y algunos tipos exigen la repetición de la
conducta.

 El delito instantáneo: no se prolonga en su duración en el tiempo.


 El delito permanente: está constituido por una única conducta cuya ejecución se prolonga
en el tiempo, por ejemplo: el secuestro.

2. El sujeto activo: se denomina sujeto activo a aquella persona que ejecuta la conducta delictiva,
siendo un elemento que debe estar presente en todos los tipos penales. La mayoría de los tipos
penales no contienen exigencias específicas en relación con el sujeto activo y por lo tanto se les
denomina tipo de sujeto diferente. Es ahí cuando el legislador utiliza formulas amplias como “el
que” o “los que”. Excepcionalmente algunos tipos penales formulan exigencias específicas en
relación con el sujeto activo. Estos casos se denominan delitos especiales, dentro de los cuales
están los propios e impropios.

 Delitos propios: la calidad especial exigida por el tipo penal es determinante de la ilicitud
del hecho, de manera que de faltar esa calidad especial, el sujeto queda exento de castigo,
por ejemplo: artículo 223 del Código Penal: “Los miembros de los tribunales de justicia
colegiados o unipersonales y los fiscales judiciales, sufrirán las penas de inhabilitación
absoluta perpetua para cargos y oficios públicos, derechos políticos y profesiones titulares
y la de presidio o reclusión menores en cualesquiera de sus grados…”.

 Delitos impropios: la calidad especial exigida por el tipo penal no es determinante de la


ilicitud, sino que es un factor de agravación o bien de atenuación, de manera que de faltar
esa condición o calidad, el hecho igualmente se sancionará pero bajo un título diverso, por
ejemplo: artículo 233 del Código Penal, que se refiere a la malversación de caudales
públicos, siendo empleado estatal (calidad especial), a pesar de ser un simple delito de
hurto o robo.

3. El sujeto pasivo: se denomina así o víctima, a la persona que resulta directamente afectada por
la conducta activa. Todo delito tiene un sujeto pasivo, sea un individuo, un ente colectivo o la
sociedad en su conjunto.
En virtud del principio de lesividad no es concebible que un delito carezca de un bien jurídico, y
por lo tanto de un titular. Los tipos penales por regla general no suelen tener una referencia
expresa hacia la víctima, y por esa omisión se debe entender que cualquiera puede ser afectado
por la comisión de una conducta delictiva. Sólo excepcionalmente algunos tipos penales contienen
exigencias concretas en relación al sujeto pasivo, en cuyo caso solo habrá tipicidad en la medida
que se de ese requerimiento, por ejemplo: artículo 362 del Código Penal: “El que accediere
carnalmente, por vía vaginal, anal o bucal, a una persona menor de catorce años, será castigado
con presidio mayor en cualquiera de sus grados, aunque no concurran circunstancia alguna de las
enumeradas en el artículo anterior”.

4. El objeto material: es la persona o la cosa sobre la cual recae directamente la ejecución de la


conducta delictiva, por ejemplo: el documento que es objeto de falsificación.
En los delitos que se atente contra las personas en sus condiciones físicas, la victima suele ser al
mismo tiempo sujeto pasivo y objeto material. En estos casos siempre es preciso determinar
ambos roles, sobre todo en lo que concierte al error en que podría incurrir el sujeto activo en
alguno de estos aspectos.

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Teoría General de la Conducta Punible – Apuntes en clases de la profesora Karina Saavedra Lyng – Universidad Andrés
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Danilo Núñez Guzmán.

El objeto material tampoco suele ser mencionado en los tipos penales de manera expresa y por lo
general se identifica en la conducta que se realiza caso a caso. Sin perjuicio de las excepciones en
los cuales sí se contempla en objeto material, donde los requisitos que se exijan dicen relación con
el objeto y pasan a tener una condición insoslayable para que exista la tipicidad, por ejemplo:
artículo 432 del Código Penal: “El que sin la voluntad de su dueño y con ánimo de lucrarse se
apropia cosa mueble ajena usando de violencia o intimidación en las persona o de fuerza en las
cosas, comete robo; si faltan la violencia, la intimidación y la fuerza, el delito se califica de hurto”.

5. El objeto jurídico: también denominado bien jurídico, tampoco figura con frecuencia en los
tipos penales; y cuando se menciona en el tipo penal, como pasa con el secuestro, la referencia
suele ser redundante, porque el atentado contra el bien jurídico de todas maneras va implícito en
la forma utilizada para señalar la conducta.

6. Los aspectos circunstanciales y medios de ejecución: los tipos penales suelen tener una
referencia a los medios de ejecución de la conducta, además de algunos aspectos circunstanciales
de la conducta, como por ejemplo el lugar o el tiempo en que se deben ejecutar.

Medios de ejecución: artículo 121 del Código Penal: “Los que se alzaren a mano armada contra el
gobierno legalmente constituido con el objeto de promover la guerra civil, de cambiar la
Constitución del Estado o su forma de gobierno, de privar de sus funciones o impedir que entren en
el ejercicio de ellas al Presidente de la República o al que haga sus veces, a los miembros del
Congreso Nacional o de los Tribunales Superiores de Justicia, sufrirán la pena de reclusión mayor, o
bien la de confinamiento mayor o la de extrañamiento mayor, en cualesquiera de sus grados”.

Aspectos circunstanciales de la conducta: artículo 346 del Código Penal: “El que abandonare en
un lugar no solitario a un niño menor de siete años, será castigado con presidio menor a su grado
mínimo”.

En todos estos casos, el particular medio de ejecución o la circunstancia concreta exigida, pasan a
ser elementos de concurrencia obligatoria y por lo tanto son indispensables para que se dé la
tipicidad. Es decir, se configuran como elementos del tipo penal.

7. El resultado: la expresión resultado se suele entender en dos sentidos:

 Desde un punto de vista jurídico: alude a la lesión o puesta en peligro del bien jurídico.
 Desde un punto de vista material: alude a una alteración del mundo externo.

Si bien todo delito produce un resultado jurídico, no todos los hechos delictivos producen un
resultado en un sentido material de la expresión. Hay delitos que se consuman cuando el sujeto
realiza todo lo descrito en el tipo penal y no se exige ningún resultado, por ejemplo los delitos
formales o de mera actividad, como la violación; y los otros tipos de delitos se consuman cuando
el sujeto realiza todo lo descrito en el tipo penal y se produce el resultado previsto en el tipo
penal, como por ejemplo: el homicidio.
Esta distinción atiende a los requisitos que el tipo penal formula, no a las consecuencias que la
conducta puede llegar a producir en el plano de la realidad. Si el tipo penal no hace mención a
estas exigencias, de consecuencia seguirá siendo un delito formal o de mera actividad.
Los delitos materiales sí exigen la verificación de la consecuencia que exige el tipo penal. Por lo
tanto éste resultado es un elemento del tipo penal, como el homicidio con la muerte (la muerte
como elemento).
Además de estos elementos, hay otros dos que están vinculados (en los delitos materiales) que
van implícitos en el tipo penal: que exista una consecuencia material y es que haya una relación de
causalidad entre la acción y el resultado; y que éste resultado sea imputado objetivamente al
delincuente.

8. Relación de causalidad: la relación de causalidad es el vínculo de índole objetivo que debe


existir entre la actuación del autor y el resultado exigido por el tipo penal. Se traduce en que el
resultado sea la consecuencia de la conducta, en otras palabras, que la conducta sea la causa del
resultado. La relación de causalidad es estrictamente objetiva, ya que se trata básicamente de
contar con una base mínima, para posteriormente atribuirle el hecho a un individuo, lo que no
quiere decir que el sujeto incurra en responsabilidad penal por el simple antecedente de ser el
causante del resultado, porque para eso se requiere además el juicio de reproche (requisitos del
elemento culpa).

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Para determinar cuando el actuar de un sujeto es causa del resultado, la dogmática penal recurre
a varios criterios:

a) La Teoría de la Equivalencia de las Condiciones: este es un criterio de índole estrictamente


natural, en el sentido que toma como base la forma en que se desarrollan los procesos causales en
un plano físico, sin introducir ningún juicio de valor acerca de estas causas. Acá se utiliza el
concepto de condición y se entiende por ella a aquel factor que si se suprime mentalmente da
lugar a que no se produzca el resultado. Entre estas condiciones existe equivalencia, de manera
que todos los factores que concurren en la producción del resultado delictivo, que ameriten ser
tenidas como condición, son causa de ese resultado.

b) La Teoría de la Causa Adecuada: a diferencia de la anterior, ésta es estrictamente valorativa.


Acá se postula que no toda condición es causa del resultado, sino que solo lo serán aquellas que
aparezcan como adecuadas para producir el resultado. Para establecer si esta condición es
adecuada, se utiliza un criterio valorativo, que es el de la previsibilidad. Una conducta humana
será adecuada para producir el resultado, cuando una persona normal colocada en la misma
situación del sujeto que se juzga y en circunstancias iguales, habría podido prever que resultado
traería consigo un resultado delictivo. Resumiendo, son causas de un resultado, sólo aquellas
condiciones que de acuerdo con la experiencia general media, a partir de la previsibilidad, un
observador hipotético e imparcial, considere que son aptas para producir el resultado.

c) La Teoría de la Imputación Objetiva: esta toma como base la posición que adquiere el sujeto
dentro de la estructura del tipo penal. Por lo tanto, de lo que se trata no es determinar quién es el
causante del resultado, sino quién es el autor del delito. Por lo tanto no basta con un simple
examen de adecuación de la condición, sino que aquella debe ser examinada desde una
perspectiva jurídica, tomando en consideración el papel que la conducta asume al interior del tipo
penal, en cuanto el tipo penal es una manifestación de la realidad normativa. Dicho lo anterior,
desde una perspectiva estrictamente objetiva, la conducta no solo ha de ser causa del resultado,
sino que además tiene que ser contraria al fin de la norma que se ha vulnerado.
El criterio de la imputación objetiva opera sobre la base de tres principios:

 Sólo es imputable, objetivamente, la creación de un riesgo jurídicamente no permitido o el


incremento del peligro inherente a un riesgo autorizado, por ejemplo: será imputable
objetivamente quien saca la pieza de un motor de un automóvil, pero no lo será la
persona que se limita a aconsejar o a alentar al piloto del auto para que éste corra en él y,
por consiguiente, muera.
 No es imputable objetivamente la lesión de un bien jurídico que ya se encontraba
expuesto al peligro si la acción o la conducta se limita a disminuir el riesgo, por ejemplo:
no será imputable objetivamente quien rescate a otro del fuego de un incendio, causando
consecuentemente lesiones a quien se rescató.
 No es objetivamente imputable un resultado aunque haya sido causado por la actuación
de una persona cuando la situación en su contexto es ajena al sentido de la norma penal o
no es de aquellas que esta norma se propuso evitar, de manera que no será objetivamente
imputable el resultado muerte de una persona a quien sólo me propuse lesionar, si es que
la consecuencia, muerte, se produce porque el hospital se incendia mientras el sujeto
pasivo se recupera de las lesiones.

9. Otros elementos: El tipo penal puede tener otros elementos de distinta naturaleza y que en
algunos tipos penales se manifiestan pero que son bastante excepcionales, y son aquellos que la
dogmática penal define como: elementos objetivos o normativos del tipo y elementos de
subjetivos del tipo.

a) Los elementos normativos: son valoraciones de la conducta que el legislador realiza cuando
describe un tipo penal y lo expresa para aclarar la conducta. Existen distintos elementos
normativos:

 Elemento normativo jurídico genérico: estos se refieren a aquellos casos en que el


legislador al describir la conducta del tipo objetivo, hace respecto de ella una valoración
jurídica y exige que la conducta sea realizada de manera ilegal. El legislador lo hace para
evitar confusiones, por ejemplo: artículo 148 del Código Penal5.

5
Artículo 148: “Todo empleado público que ilegal y arbitrariamente desterrare, arrestare o detuviere a una
persona, sufrirá la pena de reclusión menor y suspensión del empleo en sus grados mínimos a medios”.

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Elemento normativo jurídico específico: estos se refieren a conceptos jurídicos referentes


a otras ramas del derecho que incorpora el legislador en el tipo penal objetivo, para
describir de una mejor manera la conducta, por ejemplo: artículo 390 del Código Penal6.
 Elemento normativo jurídico cultural: son ciertos elementos que se incorporan en un tipo
penal objetivo, como por ejemplo: la moral, las buenas costumbres, el pudor, etc. vistas en
el artículo 373 de Código Penal7.
b) Los elementos subjetivos: dicen relación con el tipo penal subjetivo (intención), pero que han
sido incorporados por el legislador en el tipo penal objetivo, por eso se dice que hay tipos penales
objetivos que tienen elementos subjetivos, por ejemplo: artículos 432 y 396 del Código Penal8.
Cuando el legislador integra en el tipo penal objetivo un elemento subjetivo, se ha entendido por
la doctrina que en esos casos se exige dolo directo del autor. Por lo tanto, si el legislador no
integra el elemento subjetivo, se entiende que existe un distinto grado de dolo. Así la conducta se
podrá realizar tanto con dolo directo como con dolo eventual.
En consecuencia, si el legislador ha incorporado en el tipo penal objetivo, elementos subjetivos,
sólo se podrá castigar cuando se cometa la conducta con dolo directo.

Tipo penal objetivo sin elemento subjetivo. La conducta se podrá realizar con dolo
directo o dolo eventual.
Tipo penal objetivo con elemento subjetivo. La conducta se podrá realiza sólo con dolo
directo.

¿Qué sucede cuando hay ausencia de tipicidad objetiva?

Si para la existencia de la tipicidad objetiva se requiere que se den todos los elementos que
integran el tipo, la ausencia de cualquiera de estos determina que sea atípico un comportamiento.

 Atipicidad absoluta: es aquella situación que se da cuando no existe un tipo que logre
captar la conducta concreta.
 Atipicidad relativa: la situación que se da, cuando a pesar de haber un tipo que capta la
conducta, pero falta en el plano de la realidad alguno de los elementos que dicho tipo
exige, por lo tanto habrá atipicidad relativa cuando falta uno de los elementos objetivos
que el tipo penal exige, por ejemplo: en relación con el hurto, cuando la cosa no es ajena.
También se da este supuesto cuando falta uno de los elementos subjetivos específicos que
el tipo suele requerir.
El juicio de atipicidad relativa siempre está referida a un tipo concreto, en este sentido, es
posible que una conducta sea típica respecto de una conducta delictiva, pero atípica
respecto de otra.

Otro ejemplo de cuando existe ausencia de tipicidad objetiva es la eximente de responsabilidad


prevista en el artículo 10 N°13 del Código Penal, que señala: “Están exentos de responsabilidad
criminal:
13. El que cometiere un cuasidelito, salvo en los casos expresamente penados por la ley”.
Si expresamente en la ley no se establece la posibilidad de cometer el delito con culpa, la figura
será atípica. En Chile sólo hay cinco casos en que la ley permite la comisión de delitos culposos,
que son: las lesiones, el homicidio simple, la prevaricación, los tormentos ilegítimos o tortura y la
malversación culposa. Por lo tanto, todas las demás figuras si se cometen con culpa son atípicas.
Tipo Penal Subjetivo.

Se refiere al ánimo con la que actúa el sujeto activo que lo puede hacer intencionalmente o
dolosamente o también culposamente o negligentemente, como lo señala el artículo 2 del Código
Penal9.

6
Artículo 390: “El que, conociendo las relaciones que los ligan, mate a su padre, madre o hijo, a cualquier
otro de sus ascendientes o descendientes o a quien es o ha sido su cónyuge o su conviviente, será castigado,
como parricida, con la pena de presidio mayor en su grado máximo a presidio perpetuo calificado…”.
7
Artículo 373: “Los que de cualquier modo ofendieren el pudor o las buenas costumbres con hechos de grave
escándalo o trascendencia, no comprendidos expresamente en otros artículos de este Código, sufrirán la
pena de reclusión menor en sus grados mínimo a medio”.
8
Artículo 432: “El que sin la voluntad de su dueño y con ánimo de lucrarse se apropia cosa mueble ajena
usando la violencia o intimidación en las persona o de fuerza en las cosas, comete robo…”.
Artículo 396: “Cualquiera otra mutilación de un miembro importante que deje al paciente en la imposibilidad
de valerse por sí mismo o de ejecutar las funciones naturales que antes ejecutaba, hecha también con
malicia, será penada con presidio menor en su grado máximo a presidio mayor en su grado mínimo…”.

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Dolo.

El dolo penal puede definirse como el conocimiento de todos los elementos que integran el tipo
penal objetivo, acompañado de la voluntad o al menos de la aceptación de realizarlos. Por lo tanto
el dolo penal posee dos elementos:

 El conocimiento.
 La voluntad.

Revisando la definición legal de delito, éste elemento se encuentra expresado en la palabra


“voluntaria”. Esta expresión se refiere al elemento volitivo y al elemento cognitivo del dolo,
porque solo se puede querer lo que se conoce y porque el artículo 64 del Código Penal10 exige
conocimiento de los hechos que integran las circunstancias agravantes, de tal manera que si se
exige conocimiento para los hechos que configuran las circunstancias agravantes, con mayor razón
debe requerirse del conocimiento respecto de los hechos que fundamentan la responsabilidad
penal.

1. El elemento cognitivo del dolo: implica el conocimiento, referido en un plano fáctico, de la


actuación de todos los elementos objetivos que integran el tipo penal, por ejemplo: el hurto del
artículo 432 del Código Penal. Desde un punto de vista cognitivo el sujeto debe saber que se
apropia de una cosa, que aquella cosa es mueble, que es ajena y que actúa sin la voluntad de su
dueño. No se trata de que el sujeto activo conozca que el hurto contiene todos los elementos, sino
de que sepa que en su actuación se dan.
El conocimiento que exige el dolo es un conocimiento actual, no potencial, lo que quiere decir que
el conocimiento debe estar presente al momento en que el sujeto ejecuta la conducta, no
bastando que el sujeto hubiere podido conocer lo que el tipo penal exige, sino que es necesario
que efectivamente lo sepa.
Éste requisito implica una total exactitud en orden al conocimiento que el sujeto tiene respecto de
los elementos del tipo penal, por ejemplo: el hurto exige que sea una cosa mueble ajena, por lo
tanto basta que el sujeto sepa que el elemento no le pertenece, para que se configure el requisito
del conocimiento.

Respecto de los elementos normativos, en modo alguno se exige un conocimiento equiparable al


que puede tener un especialista, sino que basta con una valoración paralela en la esfera del lego,
es decir, la captación que respecto del elemento de que se trata puede llegar a tener un sujeto
común y corriente.
El conocimiento de los elementos objetivos del tipo, supone una representación previa del tipo en
la mente del sujeto que ejecuta la conducta. Esto no significa que el sujeto al actuar haya tenido
en su mente cada uno de los elementos que integran el tipo, basta con que los haya tenido
incorporados en su mente, aunque sea de una manera inconsciente.

2. El aspecto volitivo del dolo: consiste en la voluntad de realizar el comportamiento típico,


comprendiendo por lo tanto la decisión de tener el objetivo que uno se propone con la actuación.
Se hace extensivo también a la voluntad de realizar todo el plan predeterminado, incluyendo los
medios de ejecución, los aspectos circunstanciales, los cursos causales, los efectos concomitantes,
etc.
Éste aspecto se suscribe a lo que el sujeto quiere realizar, sin considerar cuáles son sus deseos, en
otras palabras, el querer se expresa en la dirección de la actividad corporal y causal hacia un
determinado objetivo. El deseo en cambio, se relaciona con la impresión que cierta cosa nos
produce, por ejemplo: una muerte puede ser querida, en cuanto se dirige el accionar en pro de
ese resultado, pero al mismo tiempo puede ser no deseada, en cuanto se prefiere que ésta no se
produzca.

9
Artículo 2: “Las acciones u omisiones que cometidas con dolo o malicia importarían un delito, constituyen
cuasidelito si sólo hay culpa en el que las comete”.
10
Artículo 64: “Las circunstancias atenuantes o agravantes que consistan en la disposición moral del
delincuente, en sus relaciones particulares con el ofendido o en otra causa personal, servirán para atenuar o
agravar la responsabilidad de sólo aquellos autores, cómplices o encubridores en quienes concurran.
Las que consistan en la ejecución material del hecho o en los medios empleados para realizarlo, servirán para
atenuar o agravar la responsabilidad únicamente de los que tuvieren conocimiento de ellas antes o en el
momento de la acción o de su cooperación para el delito”.

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El querer tampoco es equiparable a la motivación, ya que esto es lo que impulsa al actuar,


existiendo desde mucho antes de adoptar la resolución de delinquir.
La existencia de voluntad en modo alguno puede examinarse en relación con las posibilidades de
concreción de lo que se pretende obtener. Hay voluntad y por lo tanto dolo aunque desde un
punto de vista material o físico no exista la menor posibilidad de que se produzca aquello que se
quiere, es decir, lo que constituye la finalidad de nuestro actuar.

3. Clases de dolo: atendiendo a la mayor intensidad, el elemento cognitivo o volitivo del dolo, se
suelen distinguir tres clases de dolo:

 Dolo directo: hay dolo directo cuando el resultado o la acción constituya el objetivo que
persigue el individuo. En este caso el sujeto se representa el hecho típico y dirige sus actos
hacia su plena realización.
 Dolo indirecto: se equipara por completo al directo, por lo que en realidad sólo cabe
hablar de dolo directo y dolo eventual.
Hay dolo indirecto cuando el sujeto se representa el hecho típico y lo acepta, no como un
objetivo preciso de su actuación, sino como una consecuencia que necesariamente va a
sobrevenir. El sujeto actúa en pro de otro objetivo, respecto del cual hay dolo directo,
pero se acepta otro resultado como algo que necesariamente ocurrirá, por ejemplo:
querer matar a un sujeto con una bomba, causando indirectamente más muertes de otros
que estén en las proximidades.
 Dolo eventual o dolo se segundo grado: en éste el sujeto se representa el hecho típico y lo
acepta, pero lo hace como algo que probablemente ocurrirá, por ejemplo: se envenena un
pastel con la intención de matar a un solo sujeto, pero puede existir la eventualidad de
que la víctima le convide un trozo a otro causándole la muerte.

En el dolo directo y dolo indirecto el sujeto actúa con la certeza de que en el hecho típico, el
evento necesariamente ocurrirá, a diferencia del último, que sólo sucede en el marco de una
eventualidad.
Todas las formas de dolo tienen en común la representación del resultado y su aceptación, ya sea
como un objeto perseguido, como una consecuencia necesaria, o como una consecuencia
probable. Esto es lo que precisamente distingue al dolo de la culpa, porque lo que caracteriza a
una actuación culposa, en caso de que haya representación del resultado, es el rechazo del mismo.
En el dolo eventual, en la medida que se admite la probabilidad de la producción del resultado,
también hay una especie de voluntad respecto de este resultado, aunque evidentemente en una
actuación con dolo eventual, importa un menor desvalor que con una actuación con dolo directo.

a) Dolo en el Código Penal: el código penal no define dolo, ni formula en términos expresos las
tres distinciones de dolo. Sin embargo, toda la doctrina entiende que el dolo tiene una
consagración en el artículo 1 al usar el término “voluntaria”.
Se puede sostener que el artículo primero aludiría solamente al elemento volitivo del dolo, pero
nadie pone en duda que el aspecto cognitivo también tenga un reconocimiento en el Código.

Respecto de la distinción de dolo directo y dolo eventual, es indudable que el Código acoge una
gradación del dolo. Existen diversos tipos penales que utilizan expresiones de índole subjetiva que
se traducen en una exigencia de una forma más intensa de dolo (dolo directo), tales como las
expresiones: maliciosamente, a sabiendas, etc.
Si en esos casos el Código Penal exige una concurrencia más intensa del dolo, hay que concluir que
si el Código exige lo contrario, se hace alusión al dolo eventual.
Por otra parte, si respecto de determinados delitos se castiga incluso su ejecución culposa, como
en el homicidio, cuyo desvalor en la figura culposa es menos intenso que una actuación con dolo
eventual, mal se podría suponer que el dolo eventual carece de relevancia penal, ya que en tal
caso el hecho quedaría en la totalidad impunidad (se castigaría sólo el homicidio cometido con
culpa y no el eventual). Por lo tanto esta contraposición entre dolo directo y dolo eventual tiene
un pleno respaldo en el ordenamiento jurídico.

b) Presunción de voluntariedad: artículo 1 inciso segundo del Código Penal: “Las acciones u
omisiones penadas por la ley se reputan siempre voluntarias, a no ser que conste lo contrario”.
A partir de este inciso, la doctrina ha elaborado varias interpretaciones respecto de éste elemento.
Para algunos esta expresión “voluntaria” es sinónimo de un vínculo psicológico y un acto
ejecutado y el individuo que lo realiza y, como tal vinculo, puede adoptar la forma de dolo o culpa.
Decir que las acciones se reputan voluntarias, es decir que se ejecutan con dolo o culpa.

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Una segunda posición se basa en la distinción entre acción y resultado, y afirma que la presunción
de voluntariedad se refiere sólo a la acción y no al resultado; se presume por ende que la acción
ha sido voluntaria, pero no así el resultado, por ejemplo: se presumiría que el disparar es
voluntario, pero la muerte no. Esta distinción no es compatible con la estructura del
comportamiento humano, ya que se sabe que toda acción lleva implícito un elemento
denominado finalidad o voluntad final, de modo que presumir que una acción es voluntaria,
significaría presumir que una acción es acción, careciendo de toda racionalidad.

La opinión mayoritaria en la doctrina chilena siempre ha considerado que la presunción de


voluntariedad importa una presunción de dolo. Esta teoría se funda en un examen comparativo
entre el artículo 1 y 2 del Código Penal. Como el artículo 2 se refiere de manera expresa al delito
culposo, y se entiende que el anterior se refiere al delito doloso y, como la expresión que utiliza el
artículo 1 para definir delito es “voluntaria”, la presunción de voluntariedad no podría ser otra
cosa que la presunción de dolo.

Otro sector de la doctrina entiende que respecto de esta también existiría la misma objeción en
relación a la segunda teoría, ya que señalan que si la voluntad final coincide con el dolo, presumir
que las acciones son dolosas importa también la contradicción de presumir que las acciones son
siempre acciones. De ahí que se sostenga que la presunción aludida pueda estar relacionada con
otro elemento subjetivo, que es la conciencia de la ilicitud. Por lo tanto, decir que las acciones
penadas por la ley se reputan voluntarias, equivale a afirmar que estas acciones se presumen
realizadas con conciencia de qué lo que se ejecuta es ilícito.

Cabe hacer mención de la doctrina chilena y la segunda doctrina no toman en consideración a la


presunción de inocencia. Por lo tanto se puede decir que lo que se presuma no sea el dolo o la
conciencia de la ilicitud, porque esto equivaldría a presumir la responsabilidad penal, que es lo
opuesto a la presunción de inocencia.
En estas circunstancias cabe afirmar que el objeto de la presunción de voluntariedad no es
presumir el dolo respecto de cada acción ejecutada, sino proclamar de manera general, y para el
campo normativo, que todas las acciones tipificadas en el ordenamiento penal chileno, se reputan
dolosas, en el sentido de que sólo se sancionarán cuando se ejecuten con dolo. En otras palabras,
las conductas penadas por la ley sólo admiten ejecución dolosa, salvo que la misma ley autorice,
de manera excepcional, el castigo culposo. Por lo tanto si un tipo penal nada dice respecto de la
actuación anímica del sujeto, se debe entender que en el tipo penal existe dolo.

No cabe duda que la intención del Código Penal fue la de establecer una presunción de dolo
aplicable a los casos en concreto, porque para decir que a nivel normativo la regla general es la
conducta dolosa, se contempló la figura del artículo 10 N°13 del Código Penal (sólo vale entender
la presunción de voluntariedad respecto de este precepto).

c) Diferencia entre el dolo penal y el dolo civil:

 El artículo 44 del Código Civil define dolo. El concepto que fluye en esta definición no es
concordante con lo que se entiende de dolo en el ámbito penal. Así el Derecho Penal
protege otros bienes jurídicos.
 La concepción que da el ámbito civil de dolo sólo sirve para explicar el concepto de dolo
directo, porque exige una intención positiva. No logra por lo tanto explicar en ningún caso
el concepto de dolo eventual.
 El concepto civil de dolo exige que se haya producido un daño (injuria); en materia penal
hay dolo aunque el delito no cause daño, como ocurre con los delitos de peligro, e incluso
con lo que ocurre en las etapas anteriores a la consumación, por ejemplo: la tentativa y la
frustración.
 La definición del Código Civil sólo exige una intención genérica de producir un daño; en el
caso penal el dolo supone que el sujeto haya previsto y querido el hecho mismo, no una
consecuencia dañosa cualquiera.
 La definición civil exige que esta injuria o daño recaiga sobre la persona o propiedad de
otro; en circunstancias del ámbito penal hay delitos dolosos que afectan bienes jurídicos
propios, por ejemplo: la vida.

4. Ausencia del elemento cognitivo del dolo: el dolo exige conocimiento respecto de los
elementos objetivos que integran el tipo penal. Cada uno de estos elementos estará ausentes
cuando falte el conocimiento. Si falta el conocimiento sobre alguno de los componentes objetivos

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del tipo se está en presencia del “error de tipo”; como el error de tipo excluye el dolo y como el
dolo es indispensable para la tipicidad subjetiva, resulta, por lo tanto, que esta forma de error es
una eximente de responsabilidad penal, no consagrada en el Código Penal pero si reconocido por
la doctrina y la jurisprudencia.

a) Error de tipo: se entiende por error de tipo, la ignorancia o equivocación en la que incurre el
autor de la conducta respecto de algunos de los elementos objetivos del tipo. No se trata de que el
sujeto ignore que el tipo contiene determinada exigencia, sino de que en un caso concreto el
sujeto ignora o tiene una apreciación equivoca acerca de lo que sucede en el plano de la realidad,
por ejemplo: frente al tipo de violación impropia se exige que la víctima sea menor de 14 años; no
se trata aquí de que el sujeto ignore que el tipo penal formula esa exigencia, sino de que el sujeto
enfrentado a esta situación concreta cree erróneamente que la víctima es mayor de 14 años.
En los casos de error de tipo falta indudablemente el elemento cognitivo del dolo, porque no hay
un conocimiento cabal de todos los elementos objetivos que integran el tipo pena, pero este error
de tipo también se proyecta en el aspecto volitivo del dolo, porque la resolución de delinquir
aparece determinada por esta falsa representación de la realidad que tiene el sujeto.

b) Efecto del error de tipo: la doctrina acostumbra a distinguir según si el error es evitable o
inevitable:

 Error evitable: es evitable cuando la situación real podía ser prevista por el sujeto, de
manera que este sujeto hubiera actuado con mayor diligencia habría podido salvar la
situación en la cual incurrió.
Cuando es evitable elimina el dolo, pero deja subsistente la culpa porque se presentó una
falta de diligencia, de modo que de existir un tipo culposo paralelo, el hecho será
sancionado en base al título culposo.
 Error inevitable: es inevitable cuando el sujeto no previó ni podía prever cual era la
situación real, es decir, ni aun cuando hubiese empleado la mayor diligencia hubiese
podido salvarlo.
El error de tipo cuando es inevitable elimina el dolo, y también la posibilidad de castigar a
título de culpa, porque no hubo falta de diligencia por parte del sujeto; lo que habría es
una falta de tipicidad subjetiva, por lo tanto no se configura el delito.

El error de tipo puede recaer sobre cualquier elemento objetivo del tipo, y en el caso de los delitos
de resultado la consecuencia material que exige el tipo (resultado mismo y relación de causalidad)
pueden dar lugar a un error de esta naturaleza.
Hay algunos casos especiales de error de tipo que no se rigen por la fórmula general relativa a los
efectos de esta clase de error. Estos son:

 Error sobre el nexo causal: esta forma especial de error de tipo se presenta cuando el
autor representa una forma de nexo causal distinta de aquella que en definitiva lleva a la
producción del resultado. En otras palabras, entre la conducta y el resultado se dan
factores con relevancia causal que el sujeto no consideró o que ponderó de una manera
distinta, de aquella que realmente ocurrió.
Para determinar si este tipo de error opera como un excluyente del dolo, la doctrina
distingue según si la divergencia entre lo representado y lo que ocurrió es esencial o no.
Sólo tendrá efecto excluyente del dolo aquella divergencia que es esencial, cuando los
cursos de acción llevan a un resultado distinto de aquel que el sujeto activo se ha
propuesto, por ejemplo: el hechor representa la intención de causar lesiones a otro sujeto
con un palo, pero el sujeto antes de que se le dé el palazo, resbala, se golpea en la cabeza
y muere.
Si esta divergencia no es esencial, en el sentido que varía solamente el curso causal, pero
que de todas maneras se da el resultado perseguido, este tipo de error no elimina el dolo.
 Error sobre el sujeto pasivo: este también es conocido como el error in personam. Este
caso concreto de error de tipo se equivoca en la identidad de la víctima. Esta forma de
error no excluye el dolo, o sea el delito se configura de igual manera, según lo señala el
artículo 1 inciso tercero del Código Penal11.

11
Artículo 1 inciso tercero: “El que cometiere delito será responsable de él e incurrirá en la pena que la ley
señale, aunque el mal recaiga sobre persona distinta de aquella a quien se proponía ofender. En tal caso no
se tomarán en consideración las circunstancias, no conocidas por el delincuente, que agravarían su
responsabilidad; pero sí aquellas que la atenúen”.

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Danilo Núñez Guzmán.

 Error sobre el objeto material: esta forma de error de tipo, comúnmente en la doctrina se
denomina aberratio ictus. Este error se da cuando la acción recae sobre un objeto distinto
de aquel en contra del cual el sujeto se propuso dirigir su actuación. Un sector minoritario
de la doctrina sostiene que el artículo 1 inciso tercero se aplica a tal. En cambio la posición
mayoritaria sostiene que en este caso se está en presencia de dos desvalores, estos son: la
lesión que sufre la víctima y el peligro al cual se ve expuesto el sujeto sobre el cual iba
dirigida la acción. Se postula que debe condenarse la actuación como una tentativa de
homicidio del sujeto sobre el cual iba dirigida la acción y al mismo tiempo autor del delito
culposo consumado respecto de quién sufrió la lesión.

Culpa.

La culpa se asocia a la falta del debido cuidado. Se debe tener presente, al no haber norma
expresa, lo que señala el artículo 2. Este dice: “Las acciones u omisiones que cometidas con dolo o
malicia importarían un delito, constituyen cuasidelito si sólo hay culpa en el que las comete”.
Es necesario precisar que para poder hablar de culpa se debe verificarse la existencia de un
resultado antijurídico producto de la conducta humana.

1. Requisitos de la culpa:

 Previsibilidad del resultado o que el resultado sea previsible.


 Que exista una obligación de prever el resultado: en el ordenamiento jurídico hay cinco
casos en que se sanciona una conducta de manera expresa; en los demás casos se aplica lo
señalado en el artículo 10 N° 13 del Código Penal12.
 Que el sujeto no haya previsto el resultado, (culpa sin representación o culpa
inconsciente) o bien que el sujeto haya previsto el resultado pero haya rechazado su
producción al confiar en sus habilidades para evitarlo, caso en el cual nos encontramos
con la culpa con representación o culpa consiente. Tanto la culpa consiente como la
inconsciente tienen la misma graduación en nuestro ordenamiento jurídico penal y se
sancionan a título culposo (artículo 2 del Código Penal).

2. Formas de culpa:

Todas las formas de culpa se verifican a partir de un resultado antijurídico. Estas son:

 Imprudencia: La imprudencia el resultado antijurídico se produce porque el sujeto


despliega una mayor actividad de la debida.
 Negligencia: el resultado se verifica porque el sujeto despliega una mejor actividad a la
debida.
 Impericia: aquella culpa referida a un área o ciencia técnica específica, por ejemplo: la
medicina; y puede ser a su vez imprudente, o bien, negligente:

Impericia imprudente: el resultado antijurídico se verifica cuando el sujeto despliega una


mayor actividad de la que debía de esa ciencia o arte especifica; o bien el resultado
antijurídico se verifica porque el sujeto actúa sin tener los conocimientos necesarios de
esa ciencia o arte específica.
Impericia negligente: el resultado antijurídico se verifica cuando el sujeto despliega una
menor actividad a esa ciencia o arte específica.

 Infracción de reglamento: en este caso el resultado antijurídico se verifica cuando no se


respetan las normas establecidas en el reglamento establecido para actividades riesgosas,
por ejemplo: la conducción de vehículo motorizado, manipulación de alimentos, etc.

¿Cuáles son las conductas que se sancionan expresamente en la ley a título culposo?

12
Artículo 10: “Están exentos de responsabilidad criminal:
13. El que cometiere un cuasidelito, salvo en los casos expresamente penados por la ley”

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 Homicidio y lesiones (artículos 490 y siguientes del Código Penal).


 Prevaricación culposa (artículo 223 del Código Penal).
 Malversación de caudales públicos culposa (artículo 234 del Código Penal).
 Aplicación de apremios ilegítimos de tormentos y torturas (artículo 150 A del Código
Penal).

3. Caso Fortuito: artículo 10 N° 8 del Código Penal: “El que con ocasión de ejecutar un acto lícito,
con la debida diligencia, causa un mal por mero accidente”. Lo propio de este caso es que se
produce un resultado que es imposible de prever.
El sujeto se encuentra realizando una actividad lícita, permitida por el ordenamiento jurídico,
ejecutándola con la debida diligencia y se produce un resultado antijurídico que es imposible de
prever por mero accidente, por ejemplo: manejar un vehículo a la velocidad permitida,
cumpliendo toda la Ley de Tránsito, pero se atraviesa un peatón, con resultado de muerte.

La gran diferencia es la imposibilidad de prever el resultado, no generando acá de responsabilidad


penal por carecer del elemento tipicidad subjetiva.

Teoría de la Antijuridicidad.

Es aquella contradicción que debe existir entre la conducta típica realmente acontecida en el
mundo del ser, y el ordenamiento jurídico tomado en su conjunto. Si existe contradicción la
conducta será antijurídica; si no hay contradicción la conducta es lícita.

1. Características:

 Es un juicio de valor: es el resultado de una comparación entre lo acontecido en el ser y el


ordenamiento jurídico.
 Es un juicio de valor objetivo: se comparan dos realidad: una conducta realmente
realizada y un ordenamiento jurídico tomado en su conjunto.
 Es un juicio de valor objetivo de carácter universal: el resultado de la comparación es
válido para el ordenamiento jurídico en su todo (tiene validez universal para el derecho).
 Es un juicio de valor objetivo universal de carácter negativo: nace de la constatación de
ausencia de una causal de justificación.

¿Cómo se determina si una conducta es antijurídica?

Si se compara la conducta típica realmente acontecida y el ordenamiento jurídico y existe


contradicción, el resultado es que la conducta será típica y a la vez antijurídica. Si no existe esta
contradicción la conducta será típica pero no antijurídica

2. Concepciones:

Concepciones extrajurídicas: sostienen que la esencia de la antijuridicidad está fuera del campo
jurídico.
Algunos autores señalan que sólo es derecho lo que es justo, o sea es derecho en la medida que
alcance el valor de justicia, de tal manera que la esencia de la antijuridicidad se encuentra en la
idea de justicia.
Max Ernst Mayer plantea que la esencia de la antijuridicidad está en las normas de cultura, que
son aquellas que están vigentes en un determinado momento de la sociedad; por ende dicen que
la conducta será antijurídica en la medida que las conductas pugnen con las norma de cultura.
Edmund Mezger plantea que la esencia de la antijuridicidad radica en el bien jurídico, que tiene
relación con la conducta que se trata de realizar. Lo que hace que una conducta sea antijurídica es
la contrariedad entre la conducta típica y el bien jurídico que se pretende proteger

Concepciones jurídicas:

a) Concepción jurídica subjetiva: es aquella que plantea que la antijuridicidad radica en el


incumplimiento de un deber impuesto por el ordenamiento jurídico. Se trata de un
incumplimiento de un deber individual, donde se va a comparar la conducta concreta con el
ordenamiento jurídico.

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En esta concepción jurídica subjetiva, una conducta será antijurídica en la medida que la conducta
no haya cumplido con el deber que el sujeto tenía determinado en el ordenamiento jurídico.

b) Concepción jurídica objetiva: señala que la esencia de la antijuridicidad radica en la


contradicción que existe entre la conducta típica y el bien jurídico que el derecho ampara, por lo
tanto la conducta será antijurídica mientras dañe real y potencialmente el bien jurídico.
Otra postura señala que el problema no es determinar si la conducta daña o pone en riesgo o
peligro potencial al bien jurídico, sino que hay antijuridicidad cuando la conducta realiza es
calificada por el propio ordenamiento jurídico como dañosa o peligrosa para un bien jurídico. Si el
ordenamiento jurídico justifica dicha conducta, quiere decir que esta no es dañina para el bien
jurídico.
La tipicidad es indiciaria de la antijuridicidad (normalmente cuando una conducta es típica, es
antijurídica).

¿Cuándo una conducta es típica y no antijurídica?

Cuando se está en la faz negativa de este elemento del delito. Esto se da cuando se está en
presencia de una causal de justificación (es un eximente de responsabilidad).

¿Qué es una eximente de responsabilidad?

Son aquellos hechos o circunstancias a los cuales la ley les atribuye la facultad de eliminar uno de
los elementos del delito y así no nacer responsabilidad penal.
Dentro de las eximentes, cuando existen circunstancias o hechos que eliminan el elemento
antijuridicidad, se denominan causales de justificación.

¿Qué son las causales de justificación?

Son los hechos o circunstancias a los cuales la ley les atribuye el efecto de hacer que una conducta
típica no sea antijurídica.

1. Clasificación de las causales de justificación: estas causales de justificación se clasifican según


el principio en que se fundan:

 Causales de justificación que se fundan en el principio de ausencia de interés: es en


donde el titular del bien jurídico no tiene interés de que se proteja el bien jurídico
determinado.
 Causales de justificación que se fundan en el principio de interés preponderante: acá se
está en presencia de un caso en que hay colisión de bienes jurídicos y el ordenamiento
jurídico protege a uno por sobre el otro de menor importancia.
 Causales de justificación específicas: son aquellas que tienen aplicación sobre
determinados tipos penales. No son fáciles de hallar en el ordenamiento jurídico, por
ejemplo: cuando se permitía el aborto con fines terapéuticos. La derogación de esta
norma determinó que la conducta que antes estaba amparada por una causal de
justificación específica, ahora fuera delictiva.
 Causales de justificación genéricas: se encuentran descritas en el artículo 10 del Código
Penal y se fundan en los principios de ausencia de interés y de interés preponderante.

a) Causales de justificación que se fundan en el principio de ausencia de interés: los bienes


jurídicos son intereses que deben ser protegidos por el ordenamiento jurídico. Si un sujeto realiza
una conducta típica y se descubre, que en el caso concreto, no existe ningún interés involucrado,
se está en presencia de una ausencia de interés y no habrá nada que proteger y, aunque esta
conducta sea típica, no será contraria al ordenamiento jurídico. Esto se da en el ordenamiento
jurídico chileno cuando hay consentimiento del interesado. En este caso el titular del bien jurídico
consiente en la realización de la conducta típica.

¿Cuándo es jurídicamente apto el consentimiento del interesado para causar esta causal de
justificación?

Se debe distinguir entre bienes jurídicos disponibles y bienes jurídicos no disponibles. En los
últimos no opera esta causal de justificación.

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¿Cuáles es el criterio para señalar que un bien jurídico es disponible o no?

 Cuando el titular es una persona natural.


 Cuando los bienes jurídicos, cuyo titular es la sociedad, no son nunca disponibles.

Bienes jurídicos disponibles y no disponibles:

 La libertad es un bien jurídico disponible.


 La propiedad es disponible.
 El honor es disponible.
 La vida no es disponible.
 La integridad corporal no es disponible.

La libertad, la propiedad y el honor son los únicos bienes jurídicos disponibles; el resto no lo son,
pero pueden llegar a serlo por el consentimiento del interesado o por razones utilitarias.

¿Cuáles son los requisitos del consentimiento para que opere como una causal de justificación?

 Debe provenir del titular del bien jurídico.


 El titular debe ser capaz jurídicamente para dar su consentimiento.
 El consentimiento debe ser válido, no pedido mediante fuerza (libre y espontáneamente).
 Debe ser prestado con anterioridad o coetáneamente con la realización de la conducta. Si
el titular del bien jurídico presta su voluntad después de la realización de la conducta, este
ya no es válido.

b) Causales de justificación en que se fundan en el principio de interés preponderante: Existen


dos intereses jurídicamente protegidos. Al ordenamiento jurídico le interesan que ambos sean
respetados, pero en la realidad es imposible respetar ambos derechos; necesariamente se tendrá
que dañar a uno para respetar al otro derecho.
Por lo tanto las causales de justificación se definen como aquellos hechos o circunstancias a los
cuales la ley les atribuye el efecto de que una conducta típica no sea antijurídica, porque frente a
la colisión de intereses protegidos, la ley permite dañar a uno para salvar a otro.

1. Cumplimiento de un deber: se encuentra consagrada en el artículo 10 del Código Penal, que


señala: “Están exentos de responsabilidad criminal:
10. El que obra en cumplimiento de un deber o en el ejercicio legítimo de un derecho, autoridad,
oficio o cargo”.
Se debe distinguir entre el cumplimiento de un deber sustancial y cumplimiento de un deber
formal:
 Cumplimiento de un deber sustancial: cuando la ley directamente ordena la realización
de una conducta típica, por ejemplo: Cuando al Síndico de Quiebra se le permite violar la
correspondencia del fallido.
 Cumplimiento de un deber formal: se está en presencia de aquel cuando la ley se limita a
ordenar que un determinado sujeto debe obedecer las órdenes de sus superiores
jerárquicos. Esto sucede, por ejemplo: en las fuerzas armadas, poder judicial, etc.
Las órdenes de los superiores jerárquicos pueden ser lícitas o ilícitas. En la medida que se
trate de órdenes lícitas, en el cumplimiento el inferior jerárquico que realiza una conducta
típica queda amparado por la causal de justificación de cumplimiento de un deber. Por lo
tanto las conductas típicas realizadas en cumplimiento de un deber sustancial y las
conductas típicas realizadas en cumplimiento de un deber formal, tratándose de órdenes
lícitas, quedan amparadas por la causal de justificación de cumplimiento de un deber.

¿Qué sucede con las órdenes ilícitas?

Jamás quedarán amparadas por la causal de justificación cumplimiento de un deber, porque la


orden ilícita siempre será contraria a derecho y por lo tanto antijurídica. Eventualmente y reunidos
determinados requisitos, el sujeto quedará exento de responsabilidad, pero no porque la conducta
que el sujeto realiza sea antijurídica o atípica, sino porque se tratará de una conducta respecto de
la cual el sujeto no será culpable. Se trata por lo tanto de una conducta que no es culpable, que se
funda en el principio de la obediencia debida, que es una causal de inculpabilidad por no
exigibilidad de otra conducta.

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A veces sucede que se producen colisión de deberes, por ejemplo: un abogado es obligado a
comparecer delante de un juez por hechos que éste ha conocido por un cliente amparado en el
silencio profesional, pero tiene la obligación legal de declarar como testigo, pero también existe la
obligación legal de no relevar el secreto profesional ¿qué sucede en este caso, cuando hay dos
derechos en juego?
Alfredo Etcheberry plantea que cuando chocan dos deberes jurídicos hay que preferir el deber
más especial por sobre el general
Eduardo Novoa sostiene que hay que preferir el deber jurídico más relevante que aquel que no lo
es.

2. Ejercicio legítimo de un derecho: se encuentra, al igual que el caso anterior, recogida en el


artículo 10 N° 10 del Derecho Penal.
El que realiza una conducta típica en tal caso, realiza una conducta típica justificada.
Sus requisitos son:

 Que se realice una conducta típica.


 Que la ley le autorice el derecho de realizar esa conducta típica
 Que el sujeto reunido los requisitos anteriores lo ejerza legítimamente, es decir, de la
forma y en las circunstancias que la ley señala (nunca debe haber un ejercicio abusivo del
derecho).

Hay algunos autores que señalan que esta causal de justificación bastaría, en relación a lo que se
funda en el interés preponderante, para cubrir todas las demás causales de justificación.

3. Ejercicio legítimo de profesión u oficio y ejercicio legítimo de autoridad o cargo: ella consiste
en el ejercicio legítimo de un derecho que emana de la naturaleza de una profesión legalmente
reconocida o de su régimen jurídico.
Sus requisitos son:

 Que se ejerza legítimamente la profesión, autoridad o cargo.


 Que se autorice la comisión de actos típicos.

Un problema que se presenta con esto son las lesiones causadas por la práctica de un deporte. Se
debe distinguir los deportes que no suponen el ejercicio de una fuerza física en donde todas las
lesiones que se causen serán antijurídicas.
Las lesiones que se causen en deportes que suponen el ejercicio de una fuerza física, van a ser
justificadas las lesiones que se cometan, cumplidos los siguientes requisitos:

 Que el autor y el lesionado se encuentren practicado el deporte.


 Que se hayan respetado las reglas del juego.
 Que la lesión que se ha producido sea de una entidad o envergadura aceptada por la
práctica del deporte.

El otro problema que se plantea es la práctica de la profesión médica. El ordenamiento jurídico


autoriza a causar las lesiones pero no la muerte, por ejemplo: el médico que amputa un pie para
salvar la vida de un diabético.
Tratándose de las operaciones o exámenes innecesarios, estos constituyen una conducta típica y
antijurídica, causando una lesión que no era necesaria y que por lo tanto no implica el ejercicio
legítimo de una profesión, por ejemplo: una cirugía estética que causan inamovilidad facial.
En cuanto al consentimiento del interesado, tratándose de la integridad física, éste no es un bien
jurídico disponible. En las cirugías reparadoras, las mayores justificaciones se encuentran en la
salud mental del paciente. Para los médicos hay con conflicto de intereses entre la integridad y
felicidad de los pacientes.
Si se está contribuyendo a la recuperación de la salud, existe ejercicio legítimo de la profesión, ya
que los médicos están reestableciendo o reparando la salud del paciente en términos amplios.
El consentimiento, tratándose de operaciones innecesarias, pero respecto de las cuales el paciente
las quiere como algo necesario, en este caso es irrelevante; si el médico conoce el cien por ciento
del resultado, habrá ejercicio legítimo de la profesión, en cambio si el médico no tiene certeza del
resultado de la operación, ahí si es necesario el consentimiento del interesado.

4. Justicia por la propia mano: ¿qué sucede si un sujeto vulnera el derecho de otro, éste último no
recurre a la justicia guiándose por la autotutela como medio para recuperar el derecho

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vulnerado?, por ejemplo: el arrendatario que no le pagan la renta y que requerido de pago se
niega a reparar, así el dueño contrata un camión y saca las cosas a la fuerza de su propiedad.
La ley lo ha establecido expresamente en el artículo 494 N° 20 del Código Penal, que señala:
“Sufrirán la pena de multa de una a cuatro unidades tributarias mensuales:
20°. El que con violencia se apoderare de una cosa perteneciente a su deudor para hacerse pago
con ella”.
Si lo hago sin violencia, la conducta estaría justificada por corresponder al ejercicio legítimo de un
derecho; penalmente la conducta no constituye delito, pero civilmente el pago no fue hecho, ni
voluntaria ni forzadamente. Si se realiza con violencia, no se ejerce legítimamente el derecho, por
lo que no procede la autotutela.
Si se trata de ejercer un derecho que otro impide ejercer, no hay delito; pero si se trata de mejorar
un derecho, habrá delito, porque en este caso habrá un ejercicio arbitrario un derecho.

5. Estado de necesidad justificante: artículo 10 N° 7 del Código Penal, que señala: “Están exentos
de responsabilidad criminal:
7° El que para evitar un mal ejecuta un hecho que produzca daño en la propiedad ajena, siempre
que concurran las circunstancias siguientes:
1. Realidad o peligro inminente del mal que se trata evita.
2. Que sea mayor que el causado para evitarlo.
3. Que no haya otro medio practicable y menos perjudicial para impedirlo”.

Esta causal de justificación se funda en el principio del interés preponderante. El legislador


autoriza que se vulnere un derecho o bien jurídico para salvar otro, por lo que existen dos bienes
jurídicos que están en juego: el del individuo que actúa y el del que termina siendo vulnerado; se
autoriza la realización de una conducta típica que vulnere un interés ajeno para impedir que
resulte en perjuicio un interés propio.

a) Características:

 A través del estado de necesidad justificante se permite salvar cualquier bien jurídico, en
cuanto se trate de un bien jurídico susceptible de ser salvado.
 A través del estado de necesidad justificante sólo puede ser afectado el bien jurídico
propiedad (sólo se puede vulnerar la propiedad ajena para salvar otro bien jurídico,
siempre que concurran los siguientes requisitos:

1. La realidad o peligro inminente del mal que se trata de evitar. Este debe estar
produciéndose o a punto de produciré la situación que es capaz de dañar un bien
jurídico, cualquiera que sea.
2. Para evitar el mal el sujeto realice una conducta típica que atente contra la
propiedad.
3. El mal que se trate de evitar sea mayor que el mal que el causado para evitarlo.

¿Cómo se determina que el mal que se trate de evitar sea mayor que el causado para evitarlo?

Cuando se trata de bienes jurídicos distintos a la propiedad, el problema no resulta complicado,


porque los bienes jurídicos en nuestro ordenamiento legal tienen un determinado valor según la
pena establecida en el delito (la pena será la medida).
Si se trata del bien jurídico propiedad el problema es más difícil, por ejemplo: salvar la propia
propiedad afectando la de mi vecino.

Existen los siguientes criterios:

a) Criterio absoluto objetivo: cuando el mal que se trata de evitar es objetivamente mayor. En
este caso hay que medir el valor objetivo de las propiedades dañadas, calculándolo en base al
valor comercial, por lo tanto si es mayor el valor del bien que se trata de evitar, se está ante una
causal de justificación.

b) Criterio de la valoración de la propiedad salvada y dañada, pero en función del patrimonio del
titular: lo que se debe determinar es que si lo salvado constituye mucho o poco del patrimonio del
que actúa en relación con el patrimonio del afectado. Lo protegido en este caso es la propiedad
individual, no como interés de la sociedad.

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c) Que no haya otro medio practicable, ni menos perjudicial para impedir el mal que se trata el
daño: contemplado en el artículo 10 N° 7 del Código Penal.

6. Legítima defensa:

 Legítima defensa propia: artículo 10 N° 4 del Código Penal: “Están exentos de


responsabilidad criminal:
4°. El que obra en defensa de su persona o derechos, siempre que concurran las
circunstancias siguientes:
Primera. Agresión ilegítima.
Segunda. Necesidad racional del medio empleado para impedirla o repelerla.
Tercera. Falta de provocación suficiente por parte del que se defiende”.
 Legítima defensa de parientes: artículo 10 N° 5 del Código Penal: “Están exentos de
responsabilidad criminal:
5°. El que obra en defensa de la persona o derechos de su cónyuge, de sus parientes
consanguíneos legítimos en toda la línea recta y en la colateral hasta el cuarto grado
inclusive, de sus afines legítimos en toda línea recta y en la colateral hasta el segundo
grado inclusive, de sus padres o hijos naturales o ilegítimos reconocidos, siempre que
concurran la primera y segunda circunstancias prescritas en el número anterior, y la de
que, en caso de haber precedido provocación de parte del acometido, no tuviere
participación en ella el defensor”.
 Legítima defensa de extraños y privilegiada: artículo 10 N° 6 inciso primero (de extraños)
e inciso segundo (privilegiada) del Código Penal: “Están exentos de responsabilidad
criminal:
6°. El que obra en defensa de la persona y derecho de un extraño, siempre que concurran
las circunstancias expresadas en el número anterior y la de que el defensor no sea
impulsado por venganza, resentimiento u otro motivo ilegítimo.
Se presumirá legalmente que concurren las circunstancias previstas en este número y en
los números 4° y 5° precedentes, cualquiera que sea el daño que se ocasione el agresor;
respecto de aquel que rechaza el escalamiento en los términos indicados en el número 1°
del artículo 440 de este Código, en una casa, departamento y oficina habitados, o en sus
dependencias, o, si es de noche, en un local comercial o industria y del que impida o trate
de impedir la consumación de los delitos señalados en los artículos 141, 142, 361, 362, 365
bis, 390, 391, 433 y 436 de este Código”.

Esta causal de justificación es la primera que aparece en la realidad jurídico penal, porque es una
causa que se deduce de la naturaleza humana; lo normal es que un sujeto se defienda frente a una
agresión, es por eso que el derecho la reconoce como una causal de justificación. Esta se define
como la reacción necesaria frente a una agresión ilegítima, real, actual o inminente, y no
provocada.

Esta causal de justificación está compuesta de dos elementos:

 La agresión.
 La defensa.

1. Agresión: este elemento está constituido por cualquier conducta humana que dañe o ponga el
peligro algún bien jurídico. Lo fundamental es que se trate de un acto humano y que debe dañar o
poner el peligro un bien jurídico

¿Cualquier bien jurídico es susceptible de la defensa jurídica?

Sólo los siguientes:

 Integridad física.
 Propiedad.
 Libertad en cualquiera de sus formas.

Si va dirigido a afectar la fe pública, el orden público, la administración pública, etc., en este caso
se está en presencia de un bien jurídico con un titular indeterminado, este es la sociedad. A la
sociedad le interesa que se respete el bien jurídico, y para salvaguardar estos bienes jurídicos

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están las instituciones policiales, por lo tanto no operaría en estos casos. Sólo con un titular
determinado se puede manifestar la legítima defensa.

a) Características:

No cualquier agresión es apta para permitir al individuo defenderse, por lo tanto esta debe
tratarse de una agresión ilegítima, no contraria a derecho.

¿Hay agresiones permitidas por la ley?

Si, por ejemplo: al detener a una persona se le priva de la libertad, o sea se está agrediendo este
bien jurídico.

b) Requisitos:

 La agresión debe ser real, o sea que sea verdadera, no imaginaria.

Cuando se cree que algo es de determinada manera y en realidad es de otra manera se está en
presencia de un error (no lo sé o sé mal).
Cuando se está en error (carecer de conocimiento) Para ciertos sectores de la doctrina se está
actuando con falta de dolo; pero para otro sector de la doctrina se está actuando con falta de
culpabilidad (no hay conciencia de la ilicitud, denominado error de prohibición).
El error de prohibición es el que recae sobre un hecho constitutivo de una causal de justificación.
Este error de prohibición no tiene fundamento de texto, sólo ha sido determinado por la Corte
Suprema
Cuando se está inserto en una agresión imaginaria, y que por ende no es real, se denomina causal
de justificación putativa, que se funda en un error (se está en presencia del error de prohibición.
 Debe ser actual o inminente: la agresión debe estar produciéndose o pronta a producirse
con relación a la defensa (la defensa debe ser coetánea a la agresión). La facultad que el
ordenamiento jurídico da para defenderse es una agresión que se esté produciendo o esté
pronta a producirse, pero nunca autoriza la reacción defensa con posterioridad o luego de
producirse la agresión, porque si fuese así, lo que hay es autotutela.
 La agresión no debe ser provocada por el defensor, o sea no debe ser precedida de una
provocación por parte del que se defiende.

2. Defensa: reacción necesaria frente a una agresión ilegitima, real, actual, inminente y no
provocada. La defensa necesariamente consiste en la realización de una conducta típica.

a) Requisitos:

 La defensa debe estar precedida de una agresión y esa agresión debe cumplir con todos
los requisitos
 La defensa debe verificarse cronológicamente en forma coetánea a la agresión y no con
posterioridad a ella.
 Debe existir la necesidad racional del medio empleado para impedir o repeler la agresión.
El medio que el ofendido emplea para impedir la agresión debe ser racionalmente
necesario.

¿Cómo determina el juez que el medio era racionalmente necesario?

 La naturaleza de la agresión, o sea en que consiste la agresión.


 La naturaleza del agresor.
 El medio que emplea el agresor.

Estos factores el magistrado debe compararlos y también toma en consideración si es que existió
un medio alternativo.
No se le exige al sujeto pasivo que huya del lugar, sino que se defienda frente a una agresión.
La crítica que se le hace a este requisito, es que frente a la agresión se ve impedido el
racionamiento al elegir el medio que se emplea para la defensa, por lo que el magistrado debe
mirar las circunstancias del hecho y no el racionamiento puro (debe tomar en cuenta todos estos
factores).

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3. Análisis particular de los tipos de legítima defensa:

1. Legítima defensa propia: artículo 10 N° 4 del Código Penal: “Están exentos de responsabilidad
criminal:
4°. El que obra en defensa de su persona o derechos, siempre que concurran las circunstancias
siguientes:
Primera. Agresión ilegítima.
Segunda. Necesidad racional del medio empleado para impedirla o repelerla.
Tercera. Falta de provocación suficiente por parte del que se defiende”.

En este caso la agresión de la cual el sujeto se está defendiendo recae sobre su persona o los
derechos del defensor. El bien jurídico puesto en peligro está constituido por la persona u otros
derechos que pertenecen al sujeto que se está defendiendo, no a otros.

a) Sujetos que intervienen:

 Agresor.
 Defensor.

b) Cuáles son los requisitos para que opere la legítima defensa propia:

 Debe ser real, la agresión debe ser ilegítima, actual e inminente.


 Necesidad racional del medio empleado para impedir o repeler la agresión.
 Falta de provocación suficiente por parte del que se defiende. No es que no haya existido
ninguna provocación, lo que pasa es que esta provocación no debe ser de la suficiente
envergadura para provocar la agresión. La existencia de algo de provocación no hace que
este requisito no se cumpla; si existe una relación de causalidad entre lo que el defensor
hizo y la agresión, significa que hubo provocación suficiente por lo que no hay legítima
defensa.

2. Legítima defensa de parientes: artículo 10 N° 5 del Código Penal: “Están exentos de


responsabilidad criminal:
5°. El que obra en defensa de la persona o derechos de su cónyuge, de sus parientes consanguíneos
legítimos en toda la línea recta y en la colateral hasta el cuarto grado inclusive, de sus afines
legítimos en toda línea recta y en la colateral hasta el segundo grado inclusive, de sus padres o
hijos naturales o ilegítimos reconocidos, siempre que concurran la primera y segunda
circunstancias prescritas en el número anterior, y la de que, en caso de haber precedido
provocación de parte del acometido, no tuviere participación en ella el defensor”.

Los bienes jurídicos que se protegen no pertenecen al defensor sino a su cónyuge o parientes; y la
agresión recae sobre la persona o derechos pero de otros. El defensor lo que hace es defender los
bienes jurídicos de un tercero (no se defiende a si mismo).

a) Requisitos:

 Debe ser real, la agresión debe ser ilegítima, actual e inminente.


 Necesidad racional del medio empleado para impedir o repeler la agresión.
 Falta de provocación suficiente por parte del que se defiende.

Acá se señala, en relación con el requisito provocación, si ha precedido provocación por parte del
que lo ha cometido, no tuviere participación en ella el defensor.
El que defiende al cónyuge o pariente no debe haber tenido participación en la provocación.

3. Legítima defensa de extraños: artículo 10 N° 6 inciso primero del Código Penal: “Están exentos
de responsabilidad criminal:
6°. El que obra en defensa de la persona y derecho de un extraño, siempre que concurran las
circunstancias expresadas en el número anterior y la de que el defensor no sea impulsado por
venganza, resentimiento u otro motivo ilegítimo.
Se presumirá legalmente que concurren las circunstancias previstas en este número y en los
números 4° y 5° precedentes, cualquiera que sea el daño que se ocasione el agresor; respecto de
aquel que rechaza el escalamiento en los términos indicados en el número 1° del artículo 440 de
este Código, en una casa, departamento y oficina habitados, o en sus dependencias, o, si es de

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noche, en un local comercial o industria y del que impida o trate de impedir la consumación de los
delitos señalados en los artículos 141, 142, 361, 362, 365 bis, 390, 391, 433 y 436 de este Código”.

El defensor en este caso no defiende a la persona ni derechos propios, ni tampoco de su pariente


o cónyuge, sino que defiende la persona o derechos de cualquier sujeto distinto del mismo o de su
cónyuge o pariente. Por ende la agresión recaerá sobre la persona o derechos de un extraño.

a) Requisitos:

 Debe ser real, la agresión debe ser ilegítima, actual e inminente.


 Necesidad racional del medio empleado para impedir o repeler la agresión.
 Falta de provocación suficiente por parte del que se defiende.
 El defensor no debe haber sido impulsado por venganza, resentimiento u otro motivo
ilegítimo. Este requisito es muy difícil de acreditar, ya que existe una cuota de
subjetividad.

4. Legítima defensa privilegiada: artículo 10 N° 6 inciso segundo del Código Penal: “Están exentos
de responsabilidad criminal:
.... Se presumirá legalmente que concurren las circunstancias previstas en este número y en los
números 4° y 5° precedentes, cualquiera que sea el daño que se ocasione el agresor; respecto de
aquel que rechaza el escalamiento en los términos indicados en el número 1° del artículo 440 de
este Código, en una casa, departamento y oficina habitados, o en sus dependencias, o, si es de
noche, en un local comercial o industria y del que impida o trate de impedir la consumación de los
delitos señalados en los artículos 141, 142, 361, 362, 365 bis, 390, 391, 433 y 436 de este Código”.

No constituye un tipo de legítima defensa de las anteriores, sino que es una presunción legal
acerca de todos los requisitos de la legítima defensa de parientes o extraños, cualquiera que sea el
daño que se le cause al agresor, incluso la muerte.

 El artículo 440 N° 1 que se refiere al escalamiento, este es el robo con fuerza en las cosas
en lugar habitado. Se entiende entonces por escalamiento cuando se ingresa al inmueble
por una vía no usada naturalmente para el ingreso (esa es la fuerza en las cosas).
 Artículo 142: secuestro.
 Artículo 142: sustracción de menores.
 Artículo 361: violación propia.
 Artículo 362: violación impropia.
 Artículo 365 bis: abuso sexual agravado.
 Artículo 390: parricidio.
 Artículo 391: homicidio.
 Artículo 433: robo con violencia o intimidación calificado.
 Artículo 436: robo con violencia o intimidación simple.

¿A partir de que hecho se presume la concurrencia de los requisitos?

Los hechos a partir de los cuales se presume los requisitos de todos los elementos de la legítima
defensa, son: cuando se rechaza un escalamiento, en los términos del artículo 440 N°1, en una
casa, departamento y oficina habitados o en sus dependencias, o si es de noche en un local
comercial o industrial.
Los segundos tipos de hechos por los cuales se va a presumir la concurrencia de los requisitos de la
legítima defensa, es cuando se trata de impedir los artículos enumerados en el artículo 10 N° 6
inciso segundo.

7. Omisión por causa legítima: artículo 10 N° 12: “están exentos de responsabilidad criminal:
12. El que incurre en alguna omisión, hallándose impedido por causa legítima o insuperable”.

a) Requisitos:

 Debe tratarse de un tipo penal de omisión.


 La omisión debe tener su causa en la ley (causa legítima). El ordenamiento jurídico
autoriza u ordena que el sujeto incurra en una omisión.

Teoría de la Culpabilidad.

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a) Distintas concepciones de la culpabilidad:

Concepción psicológica: tiene importancia a nivel histórico. Los autores de esta concepción
consideraban a la culpabilidad como un vínculo de orden subjetivo entre el autor y el acto
ejecutado. Era la posición anímica con la que actuaba el autor del delito a título de dolo o de culpa,
porque se afirmaba que el dolo y la culpa eran especies de culpabilidad.
Concepción del tipo normativa: No considera a la culpabilidad como un vínculo, sino la considera
como un juicio de valor referida las circunstancias personales o subjetivas en que actúo el sujeto.
Para este juicio de valor existen dos doctrinas:

 Teoría Causalista: el juicio de culpabilidad depende de tres elementos: imputabilidad,


culpabilidad en sentido estricto (dolo o culpa) y exigibilidad de otra conducta.
 Teoría Finalista: dice que el juicio de culpabilidad también está formado por tres
elementos: imputabilidad, conciencia de la ilicitud y exigibilidad de otra conducta.

En ambas doctrinas la culpabilidad es un juicio de valor.

b) Elementos de la culpabilidad:

1. Imputabilidad: puede definirse como la aptitud de una persona para captar, en general, la
significación jurídica de sus actos, y para determinar su conocimiento conforme a ese
conocimiento. En un concepto formal consiste en la capacidad penal, es decir, la aptitud de un
sujeto para poder cometer delitos.
Bajo el concepto sustancial la imputabilidad es la salud y el desarrollo mental suficiente para que
una persona se convierta en sujeto activo del delito.

En el derecho comparado existen dos sistemas sobre imputabilidad:

 Sistema abierto: permite al tribunal tomar en consideración los factores que determinan
la imputabilidad en cada caso particular, determinando de esta manera si existe
imputabilidad en el caso concreto, al sujeto concreto.

 Sistema cerrado: la ley establece, de manera taxativa, los casos en que no hay
imputabilidad, siendo la regla general la imputabilidad, estableciendo de manera expresa
y taxativa en que no la hay (inimputabilidad). Éste es el sistema que rige en Chile.

En Chile todos, en principio, son imputables, pero por excepción la ley establece las causales de
inimputabilidad. Estas son, las del artículo 10 N° 1 y N° 213, donde se ven las causales de
inculpabilidad por inimputabilidad.
En juicio se deben acreditar las causales de inimputabilidad. En estricto rigor las causales de
inculpabilidad por inimputabilidad son 3:

 La minoría de edad
 Locura y demencia
 Privación temporal de razón

Causales de inimputabilidad:

a) Locura y demencia: el Código Penal no se refiere en otra parte a la locura o demencia, por ende
los fiscales han estado obligados a investigar todo aquello tanto que beneficie como perjudique al
imputado y los tribunales deben actuar conforme a eso, por lo que en cada caso concreto se debe
estudiar si el sujeto está o no en la condición de locura o demencia al momento en que ejecuta la
conducta delictiva. La expresión que utiliza el código no es coincidente con las que actualmente
utiliza la ciencia médica para referirse a trastornos o problemas mentales, sin embargo la doctrina
ha destacado que la falta de correspondencia no implica una desventaja, sino que se trata de una
forma amplia que permite soluciones acordes con el sentido que persigue la norma.

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Artículo 10 del Código Penal: “Están exentos de responsabilidad criminal:
1°. El loco o demente, a no ser que haya obrado en un intervalo lúcido, y el que, por cualquier causa
independiente de su voluntad, se halla privado totalmente de razón.
2°. El menor de dieciocho años. La responsabilidad de los menores de dieciocho años y mayores de catorce se
regulará por lo dispuesto en la ley de responsabilidad penal juvenil”.

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La inimputabilidad no depende tanto de parecer la patología mental, sino de la intensidad con la


que se produce esta patología, porque todas estas patologías presentan fases en las cuales el
sujeto queda privada de razón y otras en que el sujeto no pierde su capacidad de discernir entre lo
lícito y lo ilícito.
El término demencia incluye todas las situaciones en que el individuo sufre una paralización del
desarrollo intelectual a consecuencia de una deformación patológica y que se engloban bajo la
denominación de oligofrenias. El término locura alude a todas las enfermedades mentales que
provocan en el individuo una privación de las facultades intelectivas o volitivas. Pertenecen tanto:

 Esquizofrenia.
 Paranoias.
 Locuras maniaco depresivas.

Tanto en un caso como en el otro queda determinado a los especialistas señalar si su intensidad es
de tal magnitud que la persona quede incapacitada para poder captar la ilicitud de sus actos. No
basta con la simple certificación de que el sujeto tenga la patología.
En las afecciones recién iniciadas no operan como una causal de exención de responsabilidad
penal, pero si pueden actuar como causales de atenuación de la responsabilidad penal.

Respecto de las psicopatías, que son alteraciones de la personalidad y de las neurosis, que son
situaciones de conflicto del sujeto consigo mismo y con el mundo que lo rodea, se estima que no
afecta en la imputabilidad del sujeto, sin perjuicio que de que pueda dar lugar a una
inimputabilidad disminuida, y así configurar una atenuante de responsabilidad penal. Se considera
sin embargo que en situaciones excepcionales estas afecciones pueden desembocar en trastornos
mentales transitorios y dar lugar a la segunda causal de justificación de inculpabilidad por
inimputabilidad, que es el trastorno mental del artículo 10 N° 2, no a la locura o demencia, ya que
esta última exige permanencia.
Como el loco o demente tiene una perturbación de carácter permanente, no tiene libertad para
elegir sus acciones, sino que sus actuaciones quedan determinadas a la enfermedad que parece.
“Intervalos lúcidos”. La psiquiatría descarta esta posibilidad de que los locos y dementes tengan
intervalos lúcidos, pero la doctrina en general se muestra contraria a la inclusión de esta cláusula,
porque con el avance de la ciencia se ha determinado que las anomalías de este tipo nunca dejan
de estar presentes al sujeto.

b) Trastorno mental transitorio, del artículo 10 N° 2 del Código Penal: el que actúa privado
temporalmente de razón es aquel que al momento de realizar la conducta típica y antijurídica no
se encuentra en la circunstancia de poder discernir entre lo lícito y lo ilícito, a consecuencia de
estímulos exógenos. A diferencia de lo anterior, esta no implica un proceso de alternación
permanente de las facultades mentales, sino que es transitoria. Este trastorno solo operará como
eximente de responsabilidad, cuando la situación no ha sido provocada por el propio sujeto que la
sufre. La doctrina considera que son totalmente punibles los actos libres de su causa; estos son
aquellos en que el sujeto ejecuta un delito procurándose voluntariamente un estado de trastorno
mental.

En estas circunstancias, la doctrina postula que el juicio de imputabilidad debe adelantarse al


momento en que el sujeto pone consiente y voluntariamente en marcha este estimulo que
provoca la privación de razón. Esta privación de razón debe ser total, revistiendo una magnitud tal
que le impide al sujeto discernir entre lo lícito e ilícito. Algunos autores plantean que el trastorno
mental transitorio opera respecto de aquellas personas que poseen una constitución patológica
que las deja en un estado de vulnerabilidad frente a la acción de un estímulo externo. Y para
aseverar lo anterior se fundan de que muchas personas frente al mismo estimulo no reaccionan
con una pérdida de sus facultades mentales, por ejemplo: un vulnerable psicológicamente bebe un
vaso de alcohol no reacciona de la misma manera a un sujeto que está acostumbrado a beber
licor.

Tomando en consideración que al establecer la cláusula de no voluntariedad del estímulo, la


Comisión Redactora del Código Penal tuvo en mente que no se aplicara el eximente al que actúa
bajo estado de ebriedad; la jurisprudencia y parte de la doctrina estiman, sin efectuar distinción,
que el sujeto debe ser tratado como un imputable, porque, por ejemplo, la ingesta de alcohol no
es una causa independiente de su voluntad.
La situación penal de quien ejecuta un acto típico y antijurídico en estado de embriaguez debe
tener algunas consideraciones:

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 Si el sujeto es un verdadero toxicómano tiene que ser tratado como un enfermo mental.
Sobre esta base su situación es equiparable a la situación del loco o demente.
 Si la ingesta de la sustancia que produce la embriaguez es intencional, y con ello lo que el
sujeto lo que persigue es procurarse una situación de impunidad, se está frente a los actos
libres de su causa, y por lo tanto el juicio de inimputabilidad se debe tratar como un delito
doloso.
 Si la embriaguez es fortuita se da el supuesto de ser el estímulo ajeno a la voluntad del
sujeto, y se configura la eximente de privación temporal de la razón. Si la embriaguez es
culposa, el sujeto también fue libre de aportar la resolución de embriagarse, pero respecto
del resultado delictivo sólo habría imprudencia, y deberá castigársele a título culposo.

Requisitos del trastorno mental transitorio:

 No se debe tratar de un caso de locura o demencia.


 El sujeto se encuentre privado de razón
 Que la privación de razón sea total
 La privación de razón total debe ser temporal
 La privación de razón requiere que haya sido provocada por causas independientes de la
voluntad del sujeto

c) Minoría de edad: la ley dice que son inimputables los menores de 18 años, según el artículo 10
N° 2. Igualmente señala que entre los 14 y los 18 los sujetos tienen responsabilidad penal, pero
esta responsabilidad de encuentra regulada de manera especial por la Ley 20.253 de 14 de marzo
de 2008.

2. Conciencia de la ilicitud realizada: la persona que interviene en un delito sólo tiene


responsabilidad penal si al momento en que ejecuta la conducta contaba con la posibilidad real de
conocer la ilicitud o el carácter injusto de su actuación. Esta situación responde a la idea de que a
nadie se le puede reprochar una conducta si esa persona no conoce, al menos potencialmente, la
ilicitud. El requisito que ha establecido la doctrina para la conciencia de la ilicitud es de nivel
medio, o sea para una persona común y corriente. El conocimiento de la ilicitud que se exige es
actual, es decir el conocimiento que el sujeto tienen al momento de cometer el delito o bien un
conocimiento potencial, que es el que el sujeto debería tener o que posiblemente podría tener al
momento de cometer el delito.

¿Cuál es la faz negativa de la conciencia de la ilicitud?

Es el error de prohibición. Es aquel cuando un sujeto interviene en un delito no tiene conocimiento


o conciencia de la ilicitud de su conducta, o bien tiene una conciencia equivocada sobre el acto
que ejecuta.

¿En qué casos opera el error de prohibición?

El sujeto obra en la creencia de que su conducta no es prohibida, sino que está permitida, porque
no conoce que el ordenamiento jurídico establece esa conducta como delictiva.
Cuando el sujeto sabe que su conducta en general está prohibida, pero cree erradamente que en
el caso concreto se encuentra justificada por una causal de justificación que no se haya consagrada
en la ley, por ejemplo: el consentimiento.

Cuando el sujeto sabe que su conducta está prohibida, pero supone que en el caso concreto se
legitimada por una causal de justificación efectivamente vigente, pero cuyos efectos en realidad
no alcanzan para la situación concreta.
Cuando el sujeto sabe que su conducta está prohibida, pero supone erradamente que en el caso
concreto se dan las circunstancias necesarias para que opere la causal de justificación

Efectos del error de prohibición:

 Error vencible o evitable: es aquel del cual el sujeto, siendo diligente o cuidadoso pudo
haber salido o evitado el error en que se encontraba, en este caso el sujeto tendrá una
responsabilidad penal atenuada.
 Error invencible o inevitable: es aquel respecto del cual el sujeto, ni aun siendo diligente y
cuidadoso puede salir del error. Acá si se produce la eximición de la responsabilidad penal.

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3. Exigibilidad de otra conducta: para que una conducta típica, antijurídica, imputable y culpable,
en relación con la conciencia de la ilicitud, pueda ser reprochada a un sujeto, es necesario que ese
individuo, en el caso concreto le haya sido posible exigir comportarse conforme a derecho. Quien
no puede o no se encontraba en la situación de obrar en contra del derecho pierde su libertad en
ciertos casos para poder decidir si actúa o no conforme a él. La exigibilidad de otra conducta busca
en definitiva si el sujeto, en el caso concreto, podía o no actuar conforme al ordenamiento
jurídico.

¿Cuáles son las causales o la faz negativa de la exigibilidad de otra conducta?

1. El que obra violentamente por fuerza moral irresistible. Artículo 10 N° 9 primera parte, que
señala: “Están exentos de responsabilidad criminal
9°. El que obra violentamente por una fuerza irresistible…”.

2. Obrar violentado por un miedo insuperable. Artículo 10 N° 9 segunda parte: “Están exentos de
responsabilidad criminal
9°. El que obra violentamente (…) por un miedo insuperable”.
El miedo es considerador como una de las emociones primarias del hombre. Se distingue
psicológicamente con el temor en que el miedo es emocional e instintivo. El temor en cambio es
racional, incluso compatible con un ánimo frio y tranquilo. En cambio el terror o espanto es un
grado acentuado de miedo que con frecuencia llega al obscurecimiento de la conciencia, que
puede generar a constituir una privación temporal de razón. El miedo puede venir de cualquier
fuente, pero lo importante es que sea insuperable por el sujeto. Es insuperable cuando provenga
de tal naturaleza, cuando solo pueda superarlo realizando la conducta delictiva.
Sus limitaciones son:

 No pueden invocar esta causal las personas que han adoptados profesiones en la cual
deben afrontar miedos, por ejemplo: Carabineros de Chile.
 No pueden invocar esta causal quienes están jurídicamente obligados a soportar el mal
que temen.

3. La violencia debida: existen tres tipos de sistema de violencia debida:

 Obediencia debida absoluta: donde el inferior jerárquico siempre debe cumplir con las
órdenes que emanan de su superior jerárquico, sin distinguir si la orden es lícita o ilícita.
Debe siempre cumplirlas, quedando el inferior jerárquico exento de responsabilidad penal
que recaerá en el superior.
 Obediencia relativa: el inferior jerárquico sólo debe cumplir con las órdenes lícitas de su
superior, y no está obligado a cumplir las órdenes ilícitas. Si las cumple se genera
responsabilidad penal.
 Sistema de obediencia reflexiva (rige en Chile): el inferior jerárquico debe cumplir
siempre con las órdenes lícitas. Tratándose de órdenes ilícitas debe representarle a su
superior la ilicitud de la orden dada y, si el superior jerárquico insiste en la orden, el
inferior debe ejecutar la orden pero queda exento de responsabilidad penal, la que
recaerá en el superior jerárquico que insistió una vez que le fue presentada la ilicitud.

¿Requisitos de la obediencia debida para que opere como causal de inculpabilidad por
inexigibilidad de otra conducta?

 Debe estarse presente en un régimen jerarquizado.


 Que el superior jerárquico ordene la realización de una conducta ilícita.
 Que el inferior jerárquico le represente al superior la ilicitud de la orden recibida.
 Que el superior jerárquico insista en la ejecución de la orden ilícita.

Sólo puede invocar esta causal el inferior que se ve obligado a realizar la conducta ilícita.

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4. Estado de necesidad exculpante: se define en el artículo 10 N° 11 del Código Penal14. Se está en


presencia del estado de necesidad exculpante cuando un sujeto, para proteger un bien jurídico
cualquiera, sacrifica otro bien jurídico de igual o mayor valor del que se salva.

Requisitos:

 Actualidad o inminencia del mal que se trata de evitar.


 Que no exista otro medio practicable y menos perjudicial para evitarlo.
 Que el mal causado no sea sustancialmente superior al que se evita.

5. Encubrimiento de parientes: se define en el artículo 17 inciso final, que señala: “Están exentos
de las penas impuestas a los encubridores lo que lo sean de su cónyuge o de sus parientes legítimos
por consanguinidad o afinidad en toda la línea recta y en la colateral hasta el segundo grado
inclusive, de sus padres o hijos naturales o ilegítimos reconocidos, con sólo la excepción de los que
se hallaren comprendidos en el número 1° de este artículo”. Para algunos autores el encubrimiento
de parientes es una causal de inculpabilidad por inexigibilidad de otra conducta. De ser así se
elimina en elemento culpabilidad, por ende no hay delito porque opera como una eximente de
responsabilidad.

Para otros autores es sólo una excusa legal absolutoria; ellas son aquellas circunstancias a las que
por razones de política criminal, cuando aparecen, impiden que surja la responsabilidad penal, es
decir que el hecho sea punible, a pesar de que se configure delito.

La importancia de estas dos posturas es que tiene efecto respecto de la comunicabilidad, porque si
se establece que es una causal de inculpabilidad por inexigibilidad de otra conducta se está
diciendo que no hay delito porque faltaría un elemento, por lo tanto esto se comunica a los demás
participes. En cambio, la excusa legal absolutoria, no se comunica a los demás participes, los que sí
deberán responder.

Síntesis del artículo 10 del Código Penal:

Artículo 10: Están exentos de responsabilidad Causal de inculpabilidad por imputabilidad.


criminal:
1° El loco o demente, a no ser que haya
obrado en un intervalo lúcido, y el que, por
cualquier causa independiente de su
voluntad, se halla privado totalmente de
razón.
Artículo 10: Están exentos de responsabilidad Causal de inculpabilidad por imputabilidad.
criminal:
2° El menor de dieciocho años. La
responsabilidad de los menores de dieciocho
años y mayores de catorce se regulará por lo
dispuesto en la ley de responsabilidad penal
juvenil.
Artículo 10: Están exentos de responsabilidad Eximente de antijuridicidad por una causal de
criminal: justificación.
4°. El que obra en defensa de su persona o
derechos, siempre que concurran las
circunstancias siguientes:
Primera. Agresión ilegítima.
Segunda. Necesidad racional del medio
empleado para impedirla o repelerla.
Tercera. Falta de provocación suficiente por

14
Artículo 10 N° 11 del Código Penal: “El que obra para evitar un mal grave para su persona o derecho o los
de un tercero, siempre que ocurran las circunstancias siguientes:
1°. Actualidad o inminencia del mal que se trata de evitar.
2°. Que no exista otro medio practicable y menos perjudicial para evitarlo.
3°. Que el mal causado no sea sustancialmente superior al que se evita.
4°. Que el sacrificio del bien amenazado por el mal no pueda ser razonablemente exigido al que lo aparta sí
o, en su caso, a aquel de quien se lo aparta siempre que ello estuviese o pudiese estar en conocimiento del
que actúa”.

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parte del que se defiende.


Artículo 10: Están exentos de responsabilidad Eximente de antijuridicidad por una causal de
criminal: justificación.
5°. El que obra en defensa de la persona o
derechos de su cónyuge, de sus parientes
consanguíneos legítimos en toda la línea
recta y en la colateral hasta el cuarto grado
inclusive, de sus afines legítimos en toda línea
recta y en la colateral hasta el segundo grado
inclusive, de sus padres o hijos naturales o
ilegítimos reconocidos, siempre que
concurran la primera y segunda
circunstancias prescritas en el número
anterior, y la de que, en caso de haber
precedido provocación de parte del
acometido, no tuviere participación en ella el
defensor”.

artículo 10 (6° inciso primero): “Están exentos Eximente de antijuridicidad por una causal de
de responsabilidad criminal: justificación.
6°. El que obra en defensa de la persona y
derecho de un extraño, siempre que
concurran las circunstancias expresadas en el
número anterior y la de que el defensor no
sea impulsado por venganza, resentimiento u
otro motivo ilegítimo.

artículo 10 (6° inciso segundo): “Están Presunción legal, no es eximente de


exentos de responsabilidad criminal: responsabilidad penal.
Se presumirá legalmente que concurren las
circunstancias previstas en este número y en
los números 4° y 5° precedentes, cualquiera
que sea el daño que se ocasione el agresor;
respecto de aquel que rechaza el
escalamiento en los términos indicados en el
número 1° del artículo 440 de este Código, en
una casa, departamento y oficina habitados,
o en sus dependencias, o, si es de noche, en
un local comercial o industria y del que
impida o trate de impedir la consumación de
los delitos señalados en los artículos 141, 142,
361, 362, 365 bis, 390, 391, 433 y 436 de este
Código”.

Artículo 10: Están exentos de responsabilidad Eximente de antijuridicidad por una causal de
criminal: justificación.
7°. El que para evitar un mal ejecuta un hecho
que produzca daño en la propiedad ajena,
siempre que concurran las circunstancias
siguientes:
1°. Realidad o peligro inminente del mal que
se trata de evitar.
2°. Que sea mayor que el causado para
evitarlo.
3°. Que no haya otro medio practicable y
menos perjudicial para impedirlo.
Artículo 10: Están exentos de responsabilidad Eximente de tipicidad o causal de tipicidad
criminal: por tipicidad subjetiva.
8°. El que con ocasión de ejecutar un acto
lícito, con la debida diligencia, causa un mal
por mero accidente.
Artículo 10: Están exentos de responsabilidad La fuerza física es una eximente de

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criminal: responsabilidad por falta de conducta


9°. El que obra violentado por una fuerza La fuerza moral es una causal de
irresistible o impulsado por un miedo inculpabilidad por inexigibilidad de otra
insuperable. conducta.
El miedo insuperable es una causal de
inculpabilidad por inexigibilidad de otra
conducta.
Artículo 10: Están exentos de responsabilidad Eximente de responsabilidad por
criminal: antijuridicidad.
10°. El que obra en cumplimiento de un deber
o en el ejercicio legítimo de un derecho,
autoridad, oficio o cargo.
Artículo 10: Están exentos de responsabilidad Causal de inculpabilidad por inexigibilidad de
criminal: otra conducta.
11°. El que obra para evitar un mal grave
para su persona o derecho o los de un
tercero, siempre que concurran las
circunstancias siguientes:
1. Actualidad o inminencia del mal que
se trata de evitar.
2. Que no exista otro medio practicable
y menos perjudicial que se evita.
3. Que el mal causado no sea
sustancialmente superior al que se
evita.
4. Que el sacrificio del bien amenazado
por el mal no pueda ser
razonablemente exigido al que lo
aparta de sí o, en su caso, a aquel que
quien se lo aparta siempre que ello
estuviese o pudiese estar en
conocimiento del que actúa.
Artículo 10: Están exentos de responsabilidad Eximente de antijuridicidad por causal de
criminal: justificación.
12°. El que incurre en alguna omisión,
hallándose impedido por causa legítima o
insuperable.
Artículo 10: Están exentos de responsabilidad Causal de atipicidad del tipo penal objetivo.
criminal:
13° El que cometiere un cuasidelito, salvo en
los casos expresamente penados por la ley.

Otros conceptos.

1. Eximente de responsabilidad: son aquellas circunstancias a las cuales la ley les atribuye la
facultad de poder eliminar uno de los elementos del delito, impidiendo que surja así la
responsabilidad penal.

2. Excluyentes de responsabilidad penal: son situaciones que también excluyen la responsabilidad


penal, pero no afectan al delito, sino que a la punibilidad. Son aquellas circunstancias que impiden
que surja la responsabilidad penal por faltar la punibilidad, como presupuesto de la misma, y sin
que se vea afectada la configuración del delito.
3. Extinción de responsabilidad penal: cuando se da la configuración del delito y la punibilidad del
hecho, y habiendo por lo tanto surgido la consecuencia jurídica de esto, es que nazca la
responsabilidad penal, esto es que el sujeto resulte beneficiado por una causal de extinción de
responsabilidad penal. Estas causales no afectan a la configuración del delito ni impiden que surja
la responsabilidad penal, sino que habiéndose configurado el delito y habiendo naciendo la
consecuencia jurídica, estas consecuencias extinguen, por un hecho que ocurre con posterioridad,
la responsabilidad penal.

Las causales de extinción de responsabilidad penal se encuentran establecidas en el artículo 93


que señala: “La responsabilidad penal se extingue:

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Bello – Viña del Mar.
Danilo Núñez Guzmán.

1° Por la muerte del responsable, siempre en cuanto a las penas personales, y respecto de las
pecuniarias sólo cuando a su fallecimiento no se hubiere dictado sentencia ejecutoriada.
2°. Por el cumplimiento de la condena.
3°. Por la amnistía, la cual extingue por completo la pena y todos sus efectos.
4°. Por indulto.
La gracia de indulto sólo remite o conmuta la pena; pero no quita al favorecido el carácter de
condenado para los efectos de la reincidencia o nuevo delinquimiento y demás que determinan las
leyes.
5°. Por el perdón del ofendido cuando la pena se haya impuesto por delitos respecto de los cuales
la ley sólo concede acción privada.
6°. Por la prescripción de la acción penal.
7°. Por la prescripción de la pena”.

4. Condiciones objetivas de punibilidad: en algunos casos el legislador penal no sólo se ha


conformado con la sola configuración del delito, sino que exige o requiere la concurrencia de
algunas condiciones que son ajenas al delito, las denominadas condiciones objetivas de
punibilidad.
Se definen como un hecho no dependiente de la voluntad del delincuente, a cuya verificación se
supedita el castigo de una conducta que reúne todos los requisitos exigidos para ser considerada
delito.
Estas condiciones son del tipo penal, de manera que no se presentan las mismas en todos los
delitos, y no dependen ni de la voluntad ni de la actuación del autor, sino que de terceros y que,
por lo tanto, no se encuentran cubiertos por el dolo del autor. La concurrencia de estas
condiciones determina la posibilidad de que se configure el hecho punible, y así la posibilidad de
imponer la pena prevista en la ley.
Estas condiciones son hechos objetivos que dependen de un tercero, pero que condiciones o es
necesario que se cumplan para poder imponer la pena. Para estar en presencia de una condición
objetiva de punibilidad se requiere que el hecho que consiste sea totalmente ajeno la voluntad del
autor (no requiriendo un vínculo causal). Desde un punto de vista dogmático no guarda relación
alguna con lo injusto de la acción delictiva ni con la culpabilidad del individuo, por ello son
objetivos; en la medida que forman parte del tipo no requieren estar cubiertas por el dolo.
A pesar de su independencia respecto de la ilicitud y la inculpabilidad, el legislador supedita el
castigo a la efectiva verificación de estas condiciones, lo cual determina su posición como un
requisito indispensable para la aplicación de la pena, o sea, para que surja la responsabilidad
penal.
Los efectos de estas condiciones nada tienen que ver con la verificación de un hecho delictivo, el
cual va a ocurrir a un margen de que en un caso concreto ocurran o no.
Este concepto no debiera presentar un riesgo de menoscabo para la garantía de la culpabilidad,
porque la configuración del delito, aun en los casos de que la ley exige este tipo de condiciones,
depende de la realización culpable de una conducta ilícita tipificada, siendo esto último lo que
hace que esta conducta sea merecedora de una sanción. Sin embargo, en estos casos, el legislador
lo que hace es condicionar la aplicación de la pena – como consecuencia jurídica de la infracción –
a la efectiva verificación de un hecho ajeno. En consecuencia, la no verificación de estas
condiciones, la pena no se impondrá, por lo que queda en evidencia el carácter restrictivo de la
punición por parte del Estado.
La presencia de tales condiciones opera en beneficio del delincuente, y en tal virtud no se ve
alcanzada por la garantía de la punibilidad que solo dice relación de fundamentar o agravar la
punición, pero no de atenuarla ni menos de excluirla.

a) Casos que la doctrina nacional menciona como ejemplos de condiciones objetivas de


punibilidad:

Protesto del documento, respecto del delito de giro fraudulento de cheque: la actuación en
cuanto depende exclusivamente de la decisión que adopte un órgano ajeno al delincuente,
corresponde a lo que en doctrina se tiene por una condición objetiva de punibilidad.

Situación de la muerte del suicida: mencionada en el artículo 393 del Código Penal, que señala:
“El que con conocimiento de causa prestare auxilio a otro para que se suicide, sufrirá la pena de
presidio menor en sus grados medios a máximo, si se efectúa la muerte”. Si bien es cierto en este
tipo penal se cumplen los requisitos para que se considere la muerte del suicida como una
condición objetiva de punibilidad, las dudas surgen a raíz del empleo de la frase “con conocimiento
de causa” que para algunos autores significaría que la muerte del suicida debe queda
comprendida en el ámbito de quien coopera a la ejecución del suicidio.

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Danilo Núñez Guzmán.

Malversación de caudales públicos por distracción: mencionada en el artículo 235 del Código
Penal, que señala: “El empleado que, con daño o entorpecimiento del servicio público, aplicare a
usos propios o ajenos los caudales o efectos puestos a su encargo, sufrirá las penas de
inhabilitación especial temporal para el cago u oficio en su grado medio y multa del diez a
cincuenta por ciento de la cantidad que hubiere sustraído.
No verificado el reintegro, se le aplicarán las penas señaladas en el artículo 233.
Si el uso indebido de los fondos fuere sin daño ni entorpecimiento del servicios público, las penas
serán suspensión del empleo en su grado medio y multa del cinco al veinticinco por ciento de la
cantidad sustraída sin perjuicio del reintegro”. Exige el daño o entorpecimiento a servicios
públicos.

Perjuicio en el delito de apropiación indebida: artículo 470 N° 1 del Código Penal, que señala: “Las
penas del artículo 467 se aplicarán también:
1°. A los que en perjuicio de otro se apropiaren o distrajeren dinero, efectos o cualquiera otra cosa
mueble que hubieren recibido en depósito, comisión o administración, o por otro título que
produzca obligación de entregarla o devolverla”.

Indeterminación del autor de la muerte o lesiones que sufre la víctima en las figuras de
homicidio y lesiones en riña: artículos 392, 402 y 403 del Código Penal, que señalan:

 Artículo 392 del Código Penal: “Cometiéndose un homicidio en riña o pelea y no constando
el autor de la muerte, pero sí los que causaron lesiones graves al occiso, se impondrá a
todos éstos la pena de presidio menor en su grado máximo”.
 Artículo 402 del Código Penal: “Si resultaren lesiones graves de una riña o pelea y no
constare su autor, pero sí los que causaron lesiones menos graves, se impondrán a todos
éstos las penas inmediatamente inferiores en grado a las que les hubieren correspondido
por aquellas lesiones.
No constando tampoco los que causaron lesiones menos graves, se impondrán las penas
inferiores en dos grados a los que aparezca que hicieron uso en la riña o pelea de armas
que pudieron casar esas lesiones graves”.
 Artículo 403 del Código Penal: “Cuando sólo hubieren resultado lesiones menos graves sin
conocerse a los autores de ellas, pero sí a los que hicieron uso de armas capaces de
producirlas, se impondrá a todos éstos las penas inmediatamente inferiores en grado a las
que les hubieran correspondido por tales efectos.
En los casos de este artículo y del anterior, se estará a lo dispuesto en el 304 para la
aplicación de la pena”.

5. Excusas legales absolutorias: son aquellas circunstancias de orden persona, que fundadas por
razones de política criminal, su concurrencia impide que surja la responsabilidad criminal, a pesar
de haberse configurado un delito.
En cuanto al sentido, en las excusas legales absolutorias el legislador puede tomar en
consideración las condiciones y los hechos más diversos. Los aglutina una pura finalidad político
criminal, la cual es la falta de un sentido práctico de la pena.

a) Efectos: se sostiene de modo uniforme que estas excusas, si bien no afectan la configuración
del delito, si impiden el surgimiento de la responsabilidad criminal, pero no porque falte alguno de
los elementos del delito, sino porque falta la punibilidad.
En el caso que concurra una excusa legal absolutoria, se señala que está excluida la
responsabilidad penal pero queda subsistente el delito, lo que se demuestra en el hecho de que es
posible imponerle la sanción a otros individuos que hubiesen intervenido en el mismo acto en
calidad de coautores o participes.
Como el delito se configura de igual manera, no se ve afectado por la excusa legal absolutoria;
esto trae como consecuencia de que sea perfectamente perseguible la responsabilidad civil que
emane del mismo hecho aun cuando no exista un sujeto penalmente responsable.
Por ser una excusa legal absolutoria, circunstancias de orden personal únicamente operan en
beneficio de aquellas personas que concurren y sirven de fundamento.

b) Ejemplos de excusas legales absolutorias:

 Encubrimiento de parientes, del artículo 17 inciso final del Código Penal.

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Danilo Núñez Guzmán.

 Artículo 489 del Código Civil: “Están exentos de responsabilidad criminal y sujetos
únicamente a las civil por hurtos, defraudaciones o daños que recíprocamente se causaren:
1°. Los parientes consanguíneos en toda la línea recta.
2°. Los parientes consanguíneos hasta el segundo grado inclusive de la línea colateral.
3°. Los parientes afines en toda la línea recta.
4°. Derogado.
5°. Los cónyuges…”.
 Compensación de las injurias, del artículo 430 del Código Penal, que señala: “En el caso de
calumnias o injurias recíprocas, se observarán las reglas siguientes:
1°. Si las más graves de las calumnias o injurias recíprocamente inferidas merecieren igual
penal, el tribunal las dará todas por compensadas.
2°. Cuando la más grave de las calumnias o injurias imputadas por una de las partes,
tuviere señalado mayor castigo que la más grave de las imputadas por la otra, al imponer
la pena correspondiente a aquélla se rebajará la asignada para ésta”.
 El sometimiento del sublevado, del artículo 129 del Código Penal, que señala: “Cuando los
sublevados se disolvieren o sometieren a las autoridad legítima antes de las intimaciones o
a consecuencia de ellas sin haber ejecutado actos de violencia, quedarán exentos de toda
pena.
Los instigadores, promovedores y sostenedores de la sublevación, en el caso del presente
artículo, serán castigados con una pena inferir en uno o dos grados a la que les hubiera
correspondido consumado el delito”.

Estos ejemplos están sometidos a discusión por parte de la doctrina a si son o no excusas legales
absolutorias. Respecto del único caso que no hay discusión que se reconoce como excusa legal
absolutoria es el señalado en el artículo 489 del Código Penal.

Otros autores señalan que se trataría de causales de extinción de la responsabilidad pena la


menos en la forma tradicional que se han entendido, porque en todos estos caso el delincuente, al
operar la causal respectiva, ya estaría en una situación de tener que responder frente al Estado
por el delito que ha cometido.

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