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LICENCIATURA EN PSICOLOGIA
MAESTRO LILIA
PRIMER SEMESTRE
GRUPO G10
Motivación: nuestros deseos y necesidades
Cuando estamos motivados para hacer algo como, por ejemplo, leer un libro interesante,
hablar con un amigo, o eludir estudiar para un examen, nos sentimos impulsados a
movernos hacia o a alejamos de ese acto, tanto psicológica como físicamente. La mayoría
desearíamos sentimos más motivados para realizar tareas que tenemos que llevar a cabo
pero que intentamos posponer como, por ejemplo, pagar facturas o escribir el trabajo. Dos
de los factores motivantes más fuertes que existen en la vida son el alimento y el sexo.
Pero antes de conocer las razones y el funcionamiento de estos hechos vitales", tenemos
que aprender algunos principios básicos sobre la motivación.
•Teoría de la reducción del impulso. Uno de los planteamientos más influyentes sobre
la motivación es la teoría de la reducción del impulso, formulada por Clark, Donald Hebb
(1949) y otros psicólogos. De acuerdo con ella, impulsos, tales como el hambre, la sed y
la frustración sexual, nos motivan a actuar para minimizar los estados aversivos. Observe
que todos esos impulsos son desagradables, pero su satisfacción es placer
•Ciertos impulsos son más poderosos que otros. La sed es más potente que el
hambre, y por una buena razón. La selección natural probablemente ha garantizado que
saciar la sed sea un impulso más poderoso que satisfacer el hambre porque sólo
podemos sobrevivir unos días sin agua, pero podemos sobrevivir más de un mes sin
alimento. La mayoría de las teorías de reducción del impulso proponen que estamos
motivados para mantener un nivel de homeostasis o equilibrio psicológico. De forma
similar, cuando tenemos hambre, nos sentimos motivados para satisfacer ese impulso
comiendo, sin excedernos. Si comemos demasiado, el cerebro indica que nos hemos
excedido y no permite volver a tener hambre durante algún tiempo
•Impulsos y activación: no adelantarse a los acontecimientos. Un factor que afecta a la
fuerza de los impulsos es la activación. De acuerdo con la ley de Yerkes, formulada hace
aproximadamente un siglo, la relación entre la activación, por un lado, y el estado de
ánimo o el rendimiento, por el otro, tiene forma de U invertida. Originalmente, sin
embargo, se hablaba de fuerza del estímulo en lugar de fuerza de la activación. Así, los
niveles de activación óptimos son ligeramente más bajos para tareas complejas que la ley
de Yerkes es muy popular entre los psicólogos del departe. Pensemos en una jugadora de
baloncesto que se encuentra poco activada antes de un gran partido. Seguramente no
rendirá al máximo porque estará poco motivada para hacerlo..
•Teorías de incentivos: motivación positiva A pesar de lo valiosas que han resultado para
la psicología las teorías de reducción de impulso, no explican por qué a menudo
exhibimos comportamientos incluso cuando nuestros impulsos están satisfechos. Por
ejemplo, de acuerdo con las teorías de reducción de impulso, una vez que Maya Angelou,
Pablo Picasso, o Wolfgang Amadeus Mozart hubieran terminado una obra maestra, su
deseo de generar otra debería reducirse porque ya habrían saciado su sed artística. Pero
habitualmente ocurre lo contrario.
Muchas de esas teorías, a su vez, distinguen entre motivación intrínseca, que proviene de
objetivos internos, y motivación extrínseca, que surge de objetivos externos. Si estamos
intrínsecamente motivados para hacer un buen trabajo en clase de psicología, nos mueve
principalmente el deseo de dominar la materia; si estamos extrínsecamente motivados
para hacer un buen trabajo, en cambio, nos mueve básicamente el deseo de obtener una
buena nota o de ganamos la aprobación del profesor.
Los seres humanos tenemos unas necesidades biológicas básicas. Comer, beber y
cobijamos figuran entre las más importantes. Pero como observó Henry Murray (1938),
tenemos otra gran variedad de necesidades. Murray distinguía entre necesidades
primarias y necesidades secundarias. Las primeras reflejan las necesidades biológicas,
tales como el hambre o la sed, y las segundas los deseos psicológicos. Murray identificó
más de 20 necesidades secundarias:
Abraham Maslow (1954, 1971) argumentó que, desde una perspectiva vital, algunas
necesidades tienen, inevitablemente, prioridad sobre otras. De acuerdo con la jerarquía
de necesidades de Maslow, para poder avanzar hacia necesidades más complejas
debemos en primer lugar satisfacer las necesidades fisiológicas y las de seguridad y
protección. Las necesidades complejas incluyen los deseos de amor y pertenencia al
grupo, la autoestima y finalmente, la autorrealización o impulso de desarrollar todo
nuestro potencial psicológico (véase el Capitulo 12). Al ascender en la jerarquía de
Maslow, pasamos de necesidades básicas producidas por impulsos, es decir, por
debilidades biológicas o psicológicas, aunque la jerarquía de Maslow pueda ser un buen
punto de partida, no la afirmación de Maslow sobre la existencia de una jerarquía
establecida de necesidades es de suma importancia
Cuando nos sentamos a ver pasar a la gente" en el parque, no podemos evitar percibir
que la forma y el tamaño de adultos y niños es más variada que las sopas Campbell. Si el
parque o el supermercado se encuentran en Estados Unidos, también observaremos que
unos dos tercios de los transeúntes tienen sobrepeso o son obesos. A continuación,
analizaremos la fisiología y la psicología de la ingesta adecuada y excesiva.
A las personas obesas también les resulta difícil rechazar la comida porque piensan
mucho en ella y porque encuentran muy gratificantes las cualidades gustativas de la
misma. El simple hecho de ver, oler o pensar en una comida copiosa dispara la liberación
de neurotransmisores, incluida la serotonina, que activa los circuitos de placer del cerebro
(cuenta, el cuerpo disminuye el apetito e incrementa el metabolismo. De acuerdo con las
hipótesis del punto fijo, las personas obesas tienen una predisposición biológica a tener
un peso mayor que las personas delgadas. Se desconoce qué establece" el punto fijo,
pero el número de adipocitos con que nacemos, el ritmo metabólico al que nuestro cuerpo
quema las calorías y la sensibilidad a la leptina seguramente tienen un papel importante.
también el Capitulo 13). Aunque la anorexia es menos frecuente que la bulimia, es mucho
más peligrosa. Mientras que las personas que sufren bulimia habitualmente se mantienen
en un rango de peso normal, las que sufren anorexia llegan a la desnutrición en su
búsqueda incesante de la delgadez (Mitchell & Peterson, 2007). Además del miedo a la
gordura", la anorexia, al igual que la bulimia, está asociada a una percepción
distorsionada de la talla corporal. Incluso aquellas personas cuyos huesos pueden verse a
través de la piel se describen como gordas
MOTIVACIÓN SEXUAL
Muchas personas creen que los hombres tienen mayor deseo por el sexo que las
mujeres. Este estereotipo podría albergar parte de verdad. En comparación con las
mujeres, los hombres desean sexo con más frecuencia, experimentan mayor excitación
sexual, tienen más fantasías sexuales y más variadas se masturban con más frecuencia
desean tener más parejas sexuales. Estas diferencias podrían deberse, en parte, a que
los hombres producen más testosterona que las mujeres. Naturalmente, estos resultados
no son aplicables a una persona en concreto, hombre o mujer, ALTERNATIVAS sino que
existe gran variabilidad en cuanto al interés sexual entre hombres y mujeres.
La socialización ofrece otra explicación de las diferencias de deseo sexual entre hombres
y mujeres. Se socializa a las mujeres para ser menos enérgicas y agresivas en muchas
facetas de la vida, incluida la expresión de su deseo sexual. Por tanto, quizá mujeres y
hombres experimentan los mismos impulsos sexuales, pero ellas expresan menos su
deseo. A pesar de que algunos datos llevan a la conclusión de que los hombres poseen
un impulso sexual inherente más fuerte que las mujeres, la evidencia no es definitiva..
Sexualidad y cultura. expresión del deseo sexual viene determinada por convenciones
sociales y culturales. Las fascinantes observaciones de Clellan Ford y Frank Beach
muestran cómo las convenciones culturales pueden influir en lo que se considera
sexualmente apropiado o inapropiado.
David Buss descubrió que los habitantes de sociedades no occidentales, tales como India,
Irán y China, dan mucho más valor a la castidad de la potencial pareja que los habitantes
de países de Europa Occidental, tales como Suecia, Holanda o Francia. En Estados
Unidos existe división entre quienes aprueban (59%) o desaprueban (41%) las relaciones
sexuales prematrimoniales (
Orientación sexual: ciencia y politica. Las relaciones sentimentales entre personas del
mismo sexo están presentes prácticamente en todas las culturas y ha sido así desde los
inicios de la historia. Por otro lado, los biólogos han documentado comportamientos
homosexuales en unas 450 especies Desde que el pionero de la investigación sobre
sexo, Alfred Kinsey, en las décadas de 1940 y 1950 (en el que llegó a conocerse como
"Informe Kinsey"), afirmara que la homosexualidad estaba mucho más extendida de lo
que se creía, los científicos se plantearon averiguar qué porcentaje de personas tiene
relaciones homosexuales. No obstante, quizá incluso las mejores estimaciones no
representen a la población general, porque los investigadores suelen llevar a cabo las
encuestas en prisiones, campus universitarios, cuarteles militares y organizaciones de
gays y lesbianas, lo cual posiblemente produce un sesgo de muestreo.