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UNIVERSIDAD AUTONOMA DEL ESTADO DE MEXICO.

Motivación nuestros deseos y


necesidades.
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA CONDUCTA.

LICENCIATURA EN PSICOLOGIA

PROCESOS BASICOS DEL COMPORTAMIENTO

MAESTRO LILIA

BERENICE MEJIA MARTINEZ


2322693

PRIMER SEMESTRE

GRUPO G10
Motivación: nuestros deseos y necesidades

Cuando estamos motivados para hacer algo como, por ejemplo, leer un libro interesante,
hablar con un amigo, o eludir estudiar para un examen, nos sentimos impulsados a
movernos hacia o a alejamos de ese acto, tanto psicológica como físicamente. La mayoría
desearíamos sentimos más motivados para realizar tareas que tenemos que llevar a cabo
pero que intentamos posponer como, por ejemplo, pagar facturas o escribir el trabajo. Dos
de los factores motivantes más fuertes que existen en la vida son el alimento y el sexo.
Pero antes de conocer las razones y el funcionamiento de estos hechos vitales", tenemos
que aprender algunos principios básicos sobre la motivación.

•Teoría de la reducción del impulso. Uno de los planteamientos más influyentes sobre
la motivación es la teoría de la reducción del impulso, formulada por Clark, Donald Hebb
(1949) y otros psicólogos. De acuerdo con ella, impulsos, tales como el hambre, la sed y
la frustración sexual, nos motivan a actuar para minimizar los estados aversivos. Observe
que todos esos impulsos son desagradables, pero su satisfacción es placer
•Ciertos impulsos son más poderosos que otros. La sed es más potente que el
hambre, y por una buena razón. La selección natural probablemente ha garantizado que
saciar la sed sea un impulso más poderoso que satisfacer el hambre porque sólo
podemos sobrevivir unos días sin agua, pero podemos sobrevivir más de un mes sin
alimento. La mayoría de las teorías de reducción del impulso proponen que estamos
motivados para mantener un nivel de homeostasis o equilibrio psicológico. De forma
similar, cuando tenemos hambre, nos sentimos motivados para satisfacer ese impulso
comiendo, sin excedernos. Si comemos demasiado, el cerebro indica que nos hemos
excedido y no permite volver a tener hambre durante algún tiempo
•Impulsos y activación: no adelantarse a los acontecimientos. Un factor que afecta a la
fuerza de los impulsos es la activación. De acuerdo con la ley de Yerkes, formulada hace
aproximadamente un siglo, la relación entre la activación, por un lado, y el estado de
ánimo o el rendimiento, por el otro, tiene forma de U invertida. Originalmente, sin
embargo, se hablaba de fuerza del estímulo en lugar de fuerza de la activación. Así, los
niveles de activación óptimos son ligeramente más bajos para tareas complejas que la ley
de Yerkes es muy popular entre los psicólogos del departe. Pensemos en una jugadora de
baloncesto que se encuentra poco activada antes de un gran partido. Seguramente no
rendirá al máximo porque estará poco motivada para hacerlo..
•Teorías de incentivos: motivación positiva A pesar de lo valiosas que han resultado para
la psicología las teorías de reducción de impulso, no explican por qué a menudo
exhibimos comportamientos incluso cuando nuestros impulsos están satisfechos. Por
ejemplo, de acuerdo con las teorías de reducción de impulso, una vez que Maya Angelou,
Pablo Picasso, o Wolfgang Amadeus Mozart hubieran terminado una obra maestra, su
deseo de generar otra debería reducirse porque ya habrían saciado su sed artística. Pero
habitualmente ocurre lo contrario.
Muchas de esas teorías, a su vez, distinguen entre motivación intrínseca, que proviene de
objetivos internos, y motivación extrínseca, que surge de objetivos externos. Si estamos
intrínsecamente motivados para hacer un buen trabajo en clase de psicología, nos mueve
principalmente el deseo de dominar la materia; si estamos extrínsecamente motivados
para hacer un buen trabajo, en cambio, nos mueve básicamente el deseo de obtener una
buena nota o de ganamos la aprobación del profesor.

NUESTRAS NECESIDADES: IMPULSOS FÍSICOS Y PSICOLÓGICOS

Los seres humanos tenemos unas necesidades biológicas básicas. Comer, beber y
cobijamos figuran entre las más importantes. Pero como observó Henry Murray (1938),
tenemos otra gran variedad de necesidades. Murray distinguía entre necesidades
primarias y necesidades secundarias. Las primeras reflejan las necesidades biológicas,
tales como el hambre o la sed, y las segundas los deseos psicológicos. Murray identificó
más de 20 necesidades secundarias:

Abraham Maslow (1954, 1971) argumentó que, desde una perspectiva vital, algunas
necesidades tienen, inevitablemente, prioridad sobre otras. De acuerdo con la jerarquía
de necesidades de Maslow, para poder avanzar hacia necesidades más complejas
debemos en primer lugar satisfacer las necesidades fisiológicas y las de seguridad y
protección. Las necesidades complejas incluyen los deseos de amor y pertenencia al
grupo, la autoestima y finalmente, la autorrealización o impulso de desarrollar todo
nuestro potencial psicológico (véase el Capitulo 12). Al ascender en la jerarquía de
Maslow, pasamos de necesidades básicas producidas por impulsos, es decir, por
debilidades biológicas o psicológicas, aunque la jerarquía de Maslow pueda ser un buen
punto de partida, no la afirmación de Maslow sobre la existencia de una jerarquía
establecida de necesidades es de suma importancia

HAMBRE, ALIMENTACIÓN Y TRASTORNOS DE LA CONDUCTA ALIMENTARIA


A pesar de que el hambre es un sentimiento desagradable. nuestra supervivencia
depende de ello. Sentir hambre y sed nos motiva a buscar comida y bebida, que
proporcionan los nutrientes y la energía que necesitamos para estar activos vigilantes
para mantener el funcionamiento correcto del sistema inmunitario.
El hambre y la ingesta: procesos reguladores. Si disponemos de comida, comemos
cuando tenemos hambre. Y cuando estamos saciados dejamos de comer. Simple,
¿verdad? No, si tenemos en cuenta que el cuerpo tienen lugar toda una serie de procesos
complejos que gobiernan el hambre y la ingesta.

Aunque cuando tenemos hambre mencionamos al estómago, el cerebro ejerce una


influencia mucho mayor como centro de control del deseo de comer. Los científicos
empezaron a comprenderlo hace más de 50 años, tras descubrir que hay dos áreas en el
hipotálamo que juegan distintos papeles en la ingesta. Tomemos como ejemplo dos ratas
distintas en una misma jaula. La Rata 1 es muy grande, algunos dirían enorme. La Rata 2
es tan escuálida que incluso necesita alimentación forzada para sobrevivir.
Cuando los niveles de glucosa descienden, habitualmente después de un tiempo sin
comer, el hambre crea el impulso de comer con el fin de restablecer el nivel apropiado de
glucosa. De este modo, logramos la homeostasis o el equilibro entre la energía que
recibimos y la que gastamos. Las personas aumentan de peso cuando hay un
desequilibrio y su cuerpo recibe más energía de la que gasta mediante el ejercicio o
mediante la capacidad para "quemar" el exceso de calorías a través de procesos
metabólicos.

Aumento de peso y obesidad: influencias biológicas y psicológicas

Cuando nos sentamos a ver pasar a la gente" en el parque, no podemos evitar percibir
que la forma y el tamaño de adultos y niños es más variada que las sopas Campbell. Si el
parque o el supermercado se encuentran en Estados Unidos, también observaremos que
unos dos tercios de los transeúntes tienen sobrepeso o son obesos. A continuación,
analizaremos la fisiología y la psicología de la ingesta adecuada y excesiva.

Los mensajeros químicos y la ingesta.


Cuando comemos una chocolatina, es posible que parte de la glucosa de la golosina se
convierta en grasa, que almacena energía a largo plazo. A medida que la energía se
almacena en los adipocitos, éstos secretan una hormona denominada leptina. Laleptina
indica al hipotálamo y al tronco encefálico que es preciso reducir el apetito e incrementar
la cantidad de energía usada. Los investigadores descubrieron un indicio de las causas de
la obesidad cuando hallaron que los ratones que carecían del gen de la leptina eran
obesos a una edad temprana (

A las personas obesas también les resulta difícil rechazar la comida porque piensan
mucho en ella y porque encuentran muy gratificantes las cualidades gustativas de la
misma. El simple hecho de ver, oler o pensar en una comida copiosa dispara la liberación
de neurotransmisores, incluida la serotonina, que activa los circuitos de placer del cerebro
(cuenta, el cuerpo disminuye el apetito e incrementa el metabolismo. De acuerdo con las
hipótesis del punto fijo, las personas obesas tienen una predisposición biológica a tener
un peso mayor que las personas delgadas. Se desconoce qué establece" el punto fijo,
pero el número de adipocitos con que nacemos, el ritmo metabólico al que nuestro cuerpo
quema las calorías y la sensibilidad a la leptina seguramente tienen un papel importante.

El papel de los genes en la obesidad.


Los genes juegan, probablemente, un papel fundamental en el establecimiento del punto
fijo. Los estudios de gemelos apuntan a una predisposición genética a la obesidad. Los
investigadores han encontrado correlaciones entre 0,7y0,9 en materia grasa entre
gemelos y entre 0,35 y 0,45 en mellizos. Como habitualmente los gemelos se crían en
una misma familia y comparten la misma dieta y estilo de vida, para los científicos resulta
especialmente importante el estudio de gemelos criados en familias distintas. Este tipo de
investigaciones han encontrado correlaciones entre 0,4 y 0,7 en masa corporales estudios
de adopción respaldan el rol de los genes. La masa corporal de personas adoptadas
correlaciona con la masa corporal de sus progenitores y no con la de padres y madres
adoptivos.

Trastornos de la conducta alimentaria: bulimia y anorexia. Las personas que tratan de


perder mucho peso en un corto período de tiempo son propensas a comer
compulsivamente Quienes sufren el trastorno de conducta alimentaria denominado
bulimia nerviosa, a bulimia, caen en una ingesta compulsiva recurrente (dos o más veces
por semana durante 3 meses), seguida de esfuerzos por minimizar la ganancia de peso
Durante un atracón, algunas personas llegan a ingerir cantidades de comida equivalentes
a más de 10.000 calorías en un periodo de 2 horas y, de acuerdo con varios estudios, una
media de 3.500 calorías por atracón. Estas cantidades equivalen a unos seis Big Macs sin
queso
La anorexia no se limita a las mujeres, aunque competivamente es poco tulee los
hombres. Se socia a una imagen dinada del cuerpo, que contribuye al miedo de estar
goda a pesar de tener un peso peligrosamente
Comer compulsivamente y purgarse establece un circulo vicioso, La purga resulta
gratificante porque alivia el sentimiento de preocupación tras haber comido en exceso y
esquiva el

La bulimia es el trastorno de conducta alimentaria más frecuente y afecta a un porcentaje


del 1 al 3% de la población. Aproximadamente el 95% de las personas con este
diagnóstico son mujeres. Además, entre el 8 y el 16% de las mujeres jóvenes, incluyendo
muchas universitarias, no llegan a ser diagnosticadas de bulimia, pero muestran signos de
trastorno alimentario como, por ejemplo, atracones repetidos. Muchas mujeres con
bulimia son perfeccionistas y sienten una profunda necesidad de recibir la aprobación de
los demás.

La anorexia nerviosa suele comenzar en la adolescencia, es mucho más frecuente entre


chicas que entre chicos y nace de la presión sociocultural para estar delgada (véase

también el Capitulo 13). Aunque la anorexia es menos frecuente que la bulimia, es mucho
más peligrosa. Mientras que las personas que sufren bulimia habitualmente se mantienen
en un rango de peso normal, las que sufren anorexia llegan a la desnutrición en su
búsqueda incesante de la delgadez (Mitchell & Peterson, 2007). Además del miedo a la
gordura", la anorexia, al igual que la bulimia, está asociada a una percepción
distorsionada de la talla corporal. Incluso aquellas personas cuyos huesos pueden verse a
través de la piel se describen como gordas
MOTIVACIÓN SEXUAL

El deseo sexual, denominado libido, es el impulso o anhelo de actividad y placer sexual


El deseo sexual está profundamente arraigado en nuestros genes y nuestra biología, pero
como veremos, también está influido por factores sociales y culturales.

El deseo sexual y sus factores determinantes.


La hormona sexual testosterona puede despertar el interés sexual pero éste también
está determinado por otras influencias biológicas.

Muchas personas creen que los hombres tienen mayor deseo por el sexo que las
mujeres. Este estereotipo podría albergar parte de verdad. En comparación con las
mujeres, los hombres desean sexo con más frecuencia, experimentan mayor excitación
sexual, tienen más fantasías sexuales y más variadas se masturban con más frecuencia
desean tener más parejas sexuales. Estas diferencias podrían deberse, en parte, a que
los hombres producen más testosterona que las mujeres. Naturalmente, estos resultados
no son aplicables a una persona en concreto, hombre o mujer, ALTERNATIVAS sino que
existe gran variabilidad en cuanto al interés sexual entre hombres y mujeres.

La socialización ofrece otra explicación de las diferencias de deseo sexual entre hombres
y mujeres. Se socializa a las mujeres para ser menos enérgicas y agresivas en muchas
facetas de la vida, incluida la expresión de su deseo sexual. Por tanto, quizá mujeres y
hombres experimentan los mismos impulsos sexuales, pero ellas expresan menos su
deseo. A pesar de que algunos datos llevan a la conclusión de que los hombres poseen
un impulso sexual inherente más fuerte que las mujeres, la evidencia no es definitiva..

Sexualidad y cultura. expresión del deseo sexual viene determinada por convenciones
sociales y culturales. Las fascinantes observaciones de Clellan Ford y Frank Beach
muestran cómo las convenciones culturales pueden influir en lo que se considera
sexualmente apropiado o inapropiado.

David Buss descubrió que los habitantes de sociedades no occidentales, tales como India,
Irán y China, dan mucho más valor a la castidad de la potencial pareja que los habitantes
de países de Europa Occidental, tales como Suecia, Holanda o Francia. En Estados
Unidos existe división entre quienes aprueban (59%) o desaprueban (41%) las relaciones
sexuales prematrimoniales (
Orientación sexual: ciencia y politica. Las relaciones sentimentales entre personas del
mismo sexo están presentes prácticamente en todas las culturas y ha sido así desde los
inicios de la historia. Por otro lado, los biólogos han documentado comportamientos
homosexuales en unas 450 especies Desde que el pionero de la investigación sobre
sexo, Alfred Kinsey, en las décadas de 1940 y 1950 (en el que llegó a conocerse como
"Informe Kinsey"), afirmara que la homosexualidad estaba mucho más extendida de lo
que se creía, los científicos se plantearon averiguar qué porcentaje de personas tiene
relaciones homosexuales. No obstante, quizá incluso las mejores estimaciones no
representen a la población general, porque los investigadores suelen llevar a cabo las
encuestas en prisiones, campus universitarios, cuarteles militares y organizaciones de
gays y lesbianas, lo cual posiblemente produce un sesgo de muestreo.

Las hormonas sexuales y la orientación sexual.


Para localizar las raíces biológicas de la homosexualidad, los investigadores han
buscado en el entorno prenatal. Cuando el feto está en desarrollo, las hormonas sexuales
denominadas andrógenos determinan si el cerebro encamina al futuro bebé hacia
características más masculinas que femeninas o al revés. Hay una teoría que sostiene
que las niñas expuestas a una cantidad excesiva de testosterona mientras están en el
útero desarrollan cerebros más masculinizados, en tanto que los niños expuestos a una
cantidad muy reducida de testosterona desarrollan cerebros feminizados. Estas
influencias hormonales afectan al temperamento y sientan las bases de un alejamiento del
rol tradicional de género y de una orientación homosexual más adelante en la vida .

Orientación sexual: diferencias cerebrales. un gran revuelo entre los científicos y el


público en general al comunicar que un pequeño grupo de neuronas del hipotálamo, de
tamaño inferior a un milímetro, eran más pequeñas en los hombres que son gays que en
los que no los son. El estudio está sujeto a varias criticas porque Levay estudió los
cerebros de los hombres en autopsias, tras su muerte, y los hombres gays habían muerto
por complicaciones derivadas del VIH. No obstante, es poco probable que las diferencias
que descubrió se debieran sólo al VIH, ya que parte de los hombres que no eran gays
también habían muerto de complicaciones derivadas del VIH. Las diferencias observadas
en el hipotalamo podrían haber sido resultado y no causa de la homosexualidad. Fero la
limitación más importante fue que la muestra de hombres gays con VIH de LeVay no
representaba necesariamente a todos los hombres gays, por lo cual es especialmente
importante replicar estos resultados.

Algunas de las inquietudes derivadas de la investigación de LeVay han encontrado


respuesta en un estudio de neuroimagen cerebral, en que los investigadores expusieron a
hombres gays y a hombres y mujeres no homosexuales a sustancias que supuestamente
eran feromonas Cuando los hombres no gays olieron las sustancias químicas liberadas en
la orina de las mujeres, sus hipotalamos se activaron. Cuando las mujeres no lesbianas
olieron una sustancia derivada de la testosterona producida por el sudor de los hombres,
ocurrió lo mismo. Pero el hallazgo más interesante fue que los cerebros de los hombres
gays respondieron de la misma forma que los de las mujeres al oler la sustancia derivada
del sudor masculino. Estos resultados coinciden con el hallazgo de LeVay de que el
hipotalamo está relacionado con la orientación sexual. Pero una vez más, no es posible
asumir que las diferencias en la actividad del cerebro causen la homosexualidad, porque
el patrón de actividad cerebral podría ser una consecuencia de la orientación sexual.

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