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Tema 2.

Renacimiento
I-Introducción.
Dependiendo del país, los cambios sociales y económicos que dan lugar al final de la Edad
Media suceden en siglos diferentes. Así, en Italia comienza el Renacimiento en el siglo XIV,
mientras que en Inglaterra no se consolidará hasta el XVI. Se trata de una etapa de cambios
profundos en varios aspectos de la vida que se desarrolló de forma paralela al Humanismo.
Se debilitó el sistema feudal en favor de las monarquías absolutas, crecieron las ciudades y
se desarrolló la ciencia con los descubrimientos de Servet o Galileo. El pensamiento crítico
hace que surjan divisiones en la unidad religiosa, lo que desembocará en la Reforma
protestante. La expansión de nuevas ideas se vio muy favorecida por la invención de la
imprenta y los nuevos estudios universitarios. Estas transformaciones comenzaron en Italia
de manera tan precoz por dos grandes factores:
Italia se hallaba dividida en repúblicas independientes: Venecia, Milán, Florencia...que
competían a nivel cultural y artístico, dando lugar al mecenazgo, por ejemplo, los Medicis en
Florencia que atrajeron a grandes intelectuales y artistas.
Por otro lado, Italia en el centro del Mediterráneo tuvo una ubicación propicia para la
práctica del comercio, lo que conllevó el crecimiento de las grandes ciudades, ya desde el
siglo XI. Con el desarrollo de estas y la aparecieron de nuevas actividades productivas,
surgió la burguesía y con ella, se extendió el Humanismo.
II-Características filosóficas: una nueva mentalidad
El Renacimiento no solo fue un movimiento cultural, sino que supuso una nueva forma de
ver la vida. La corriente intelectual que hizo posible este cambio de valores fue el
Humanismo que toma al ser humano como referencia y como medida para todas las
dimensiones de la vida. Este movimiento se inicia en Italia durante el siglo XIV con autores
como Dante, Petrarca y Boccaccio. Posteriormente, se extendería por el resto de Europa,
de forma paralela al crecimiento de las ciudades. En su difusión influyó el auge de los
estudios universitarios y especialmente, la invención de la imprenta.
Las características principales de este movimiento son:

- Estudio de los clásicos: estudio de los textos grecolatinos y del mundo clásico en general.
Toman como modelos a los autores de la Antigüedad por su exaltación del individuo y de los
valores humanos.
· Antropocentrismo. En el Renacimiento ya no es Dios el centro de la cultura, como lo era en
la Edad Media, sino que lo es el hombre; éste se siente capaz de inventar, de disfrutar de la
vida en la tierra, sin dejar de ser creyente. Se pasa, pues, del Teocentrismo medieval al
Antropocentrismo.
· Confianza en el poder de la razón. A los viejos criterios de autoridad se opone un agudo
sentido crítico y una insaciable curiosidad (es la época de los grandes descubrimientos
geográficos y el arranque de la ciencia moderna).
III-Características estéticas y literarias: retorno al Clasicismo
Como consecuencia de la admiración por los clásicos grecorromanos, la literatura
renacentista presenta las siguientes características temáticas y formales:
Temáticas:
El Neoplatonismo provoca una nueva concepción del amor basado en la contemplación de
la belleza. En la literatura se refleja en los siguientes aspectos:
· creación de nuevos arquetipos de belleza. La belleza más perfecta es la del cuerpo
humano, del cuerpo humano el rostro y dentro de él, los ojos, porque, además de su
diversidad cromática, tienen claridad, esa luz interior que procede del espíritu y que es la
manifestación externa de la belleza de ánima y entendimiento. El tópico renacentista de los
ojos claros no obedece a una cualidad cromática sino de intensidad de luz, porque no sólo
son verdes, azules o grises ya que también podemos encontrar claros ojos negros.
La luz es un símbolo clave del Renacimiento; no es un efecto estético sino que revela la
armonía interior del individuo y produce una quietud de ánimo que armoniza las pasiones.
Las damas a las que cantan los poetas son, preferentemente, rubias y blancas, porque los
cabellos rubios y la tez blanca despiden más luz.

· importancia fundamental de la dama. En la belleza sensible de la dama se perciben las


huellas de la divinidad. La belleza provoca un acto contemplativo y recreativo en el individuo
que la contempla porque el hombre no alcanza su grado de perfección hasta que ama.
· nueva concepción del amor. Procede de la filosofía neoplatónica y del poeta Francesco
Petrarca. Se trata de un amor espiritual, visto como una fuente de vida y un camino de
perfección, que embellece y dignifica al enamorado al contemplar la belleza física y la
perfección moral de la mujer amada. Pero se trata casi siempre de un amor imposible,
doloroso, lleno de sobresaltos, ya que la presencia o la ausencia, el cariño o el desdén de la
amada, marcan el estado de ánimo del enamorado.
Este amor espiritual es la base de la gran poesía del Renacimiento, como el Canzoniere de
Petrarca, que recoge su amor apasionado por madonna Laura, alegre y feliz mientras ella
vivía, y desconsolado tras su muerte; o los sonetos y églogas de Garcilaso de la Vega.
· el concepto de naturaleza. Se produce una idealización del paisaje. Es un paisaje
presidido por la serenidad del clima y se localiza siempre en una estación determinada, la
primavera, que es la estación del amor, en la que todo reverdece y está más bello. También
puede ser verano, a condición de que el calor no sea excesivo.
El paisaje es luminoso (simbología de la luz) y priman las horas diurnas, desde la salida del
sol hasta el ocaso, que también simbolizan la vida del hombre según mitos de la
Antigüedad. El paisaje es confidente del poeta. Es el tópico renacentista de locus amoenus,
lugar agradable, grato. Lugar con una serie de elementos que responden a códigos
significativos: el prado de hierba verde, que significa lo naciente; la arboleda, la sombra, la
corriente clara y cristalina, la suave brisa, que simbolizan la frescura; las flores, que denotan
la suavidad olorosa del ambiente; toda una fauna específica en la que destacan las
palomas, aves que tiraban del carro de Venus, diosa del amor y la belleza; las abejas,
insectos que susurraban en Las Geórgicas de Virgilio; y las ovejas, que aparecen en Las
Bucólicas de Virgilio.
En este paisaje solemos encontrar al pastor y la pastora que son igualmente una
abstracción de las cualidades humanas. De aquí deriva un arquetipo mental, psíquico y
físico: representan un ideal de vida y un estado perfecto de la personalidad humana, una
perfecta encarnación del amor y la belleza.
Dentro de la valoración positiva de la naturaleza encontramos también el tópico de beatus
ille (dichoso aquél... primeras palabras de una de las odas de Horacio), con él se elogia la
vida natural en el campo frente a los inconvenientes de la relación social en la ciudad.

El vitalismo se muestra en el deseo de aprovechar la vida y disfrutarla. Aparecen dos


tópicos que, en realidad, aluden a una misma idea: aprovechar el momento, antes de que
pase, ya que la vida es tan fugaz:
· carpe diem (aprovecha el día) extraído de Horacio.
· collige, virgo, rosas (coge, doncella, las rosas): apela a las mujeres jóvenes para que
aprovechen su juventud.
También aparecen dos símbolos:
· la primavera es bella y transitoria. De aquí se extrae el símbolo de la rosa con las
acepciones de belleza y fragilidad. Primavera y rosa son los símbolos de la juventud y la
belleza, breves y transitorias.
· el invierno, que es viento y nieve, tiene las connotaciones de frialdad y simboliza la vejez
que desemboca en la muerte.
Abundancia de referencias mitológicas: las historias de los dioses paganos sirven de
inspiración para los autores renacentistas, que extraen los mitos de “ Las Metamorfosis” de
Ovidio. Unas veces recrean simplemente el mito; otras, es reflejo del sentir del poeta.
· Formales:
Se recuperan los géneros clásicos como la oda, la égloga, la elegía... y se considera al
endecasílabo el verso clave para la fusión con la Antigüedad clásica, se piensa que este
metro tiene el mismo arte de los metros latinos. Suele aparecer combinado con el
heptasílabo. Las formas métricas por excelencia son el soneto y la canción.
Imitando al latín, usan una lengua romance elegante y natural.
IV-Los precursores del Renacimiento en Italia:
A lo largo del siglo XIII predomina la poesía trovadoresca, caracterizada por el amor cortés y
estilo artificioso. Partiendo de esta corriente lírica pero a la vez, superándola, surgen dos
escuelas poéticas que anticipan las características temáticas y formales del Renacimiento
italiano:
La Escuela siciliana
Este grupo de poetas siguen cultivando el amor cortés pero introducen innovaciones:

- Rompen con las convenciones del vasallaje amoroso puesto que estos poetas no están
dentro del sistema feudal.
- Para algunos poetas el amor hacia la mujer conduce al amor divino, anticipo de la teoría
neoplatónica.
- Comienzan a emplear el endecasílabo y heptasílabo, versos adoptados posteriormente en
toda Europa y especialmente, el soneto, creado por Giacomo da Lentini.
El dolce stil novo
Surgió en Bolonia en la segunda mitad del siglo XIII, pero fue en Florencia donde se
implantó con más fuerza. Esta poesía supuso la superación definitiva de la lírica provenzal y
la consolidación de la teoría neoplatónica del amor en la lírica italiana.
El amor no persigue el goce sexual, sino que es un sentimiento que ennoblece al poeta
porque al amar a la amada, se eleva hacia Dios. La amada es un ser angelical cuya belleza
exterior es reflejo de su virtud interior. Para estos autores, la nobleza residía en un corazón
gentil, rechazando de este modo lo material y reivindicando como ideal de vida la nobleza
espiritual y cultural. Formalmente, emplean un lenguaje en apariencia espontáneo, pero
cuidado y minucioso y empleaban las formas métricas de la escuela siciliana.
V-Grandes autores: Dante Alighieri.
Dante nace en Florencia y su producción está ligada tanto a esta ciudad como al ideal
amoroso y espiritual que encontró en la figura de Beatriz. La muerte de su probable
correlato en la realidad lo sumió en una profunda crisis. Participó activamente en la vida
política de su ciudad, lo que acabó provocándole el exilio cuando el bando opositor tomó el
poder. Escribió varias obras poetas y doctrinales, pero su obra maestra es sin duda alguna
La divina comedia.
a) La divina comedia.
Dante la llamó simplemente Comedia por su final feliz. Años más tarde, Boccaccio la
rebautizaría como hoy la conocemos. Su redacción llevó más de quince años y muestra el
recorrido que el propio poeta realiza por los mundos de ultratumba. En el Infierno y el
Purgatorio es acompañado por el poeta latino Virgilio, autor al que admiraba. Ya en el
Paraíso su guía es su

amada Beatriz. La obra se organiza en torno al número 3, símbolo de la Santísima Trinidad.


La obra tiene tres partes, se divide en 33 cantos y su estrofa es el terceto encadenado en
endecasílabos.
Dante en el Infierno presencia los terribles tormentos de los pecadores. En el Purgatorio
experimentará la purificación ascética y ya en la cima de este, que tiene forma de montaña,
encuentra el Paraíso en compañía de Beatriz. Esta lo encamina hacia Dios y su luz divina le
desborda el pensamiento.
El uso de la estrofa elegida por Dante nos entrega una composición ágil y solemne a la vez.
El endecasílabo es elegante y armónico, pero el uso de tercetos aligera la marcha de la
narración. Además, su lengua literaria está llena de viveza y expresividad, usando términos
refinados de raigambre clásica.
La Divina Comedia es fundamentalmente una creación teológica, pero también introduce
varios elementos paganos y mitológicos, así como sucesos concretos de la política
contemporánea. Se trata de un complejo mosaico con cabida para la filosofía, la ciencia o la
historia, siempre articulado con armonía.
Francesco Petrarca.
Al igual que Dante, su producción está profundamente marcada por su amada, llamada
Laura, y que inspira toda su producción amorosa. A pesar de que entre ambos nunca hubo
más que una relación cordial, esto no impidió que Petrarca sufriese la muerte de ella con un
profundo dolor. Fue un viajero incansable y entró en contacto con varias personalidades
culturales de la época. Destaca su amistad con Giovanni Boccaccio.
Dedicó su vida a recuperar a los grandes clásicos latinos, y de hecho su producción es tanto
en latín como en la lengua vernácula italiana. En esta escribió el Cancionero y los Triunfos,
escritos a la imagen de la Comedia de Dante pero sin alcanzar la expresividad de esta obra.
a) El Cancionero.
La imagen que este poeta transmite del amor en esta obra dio lugar a toda una escuela
poética conocida como petrarquismo. Consta de 366 composiciones con mayoría clara de
sonetos, y en ellas confluyen la tradición provenzal, la influencia de la escuela siciliana y el
dolce stil novo. Su tema principal es el amor, y se divide en dos partes. Estas son “En vida
de Laura” y “En muerte de Laura”. Su interés radica en la profundidad y complejidad de los
sentimientos que guarda el

autor hacia su amada: deseo de librarse del sufrimiento, anhelo de la contemplación divina
de Laura, el amor no correspondido...
El estilo de la obra es sencillo a la par que exquisito, buscando la depuración léxica y la
elegancia. Emplea abundantemente recursos retóricos para sugerir variados matices del
sentimiento. Aquí destacan las figuras basadas en las oposiciones como el oxímoron o la
antítesis, así como las metáforas, de gran originalidad.
Giovanni Boccaccio:
Junto con Dante y Petrarca se le considera padre de la literatura italiana. Tras intentar
varias carreras, encontró en las letras su vocación, que compaginó con labores
diplomáticas. Sus viajes le llevaron a trabar amistad con Petrarca. Escribió tanto en italiano
como en latín. Entre sus obras destaca el Decamerón. Esta obra es una colección de cien
cuentos narrados por diez jóvenes retirados en el campo que huyen de la peste en
Florencia. La mayoría de los cuentos desarrollan temas conocidos en la tradición oriental o
popular, pero destacan por el ingenio de sus personajes para llegar al éxito. La obra es,
además, un canto a la visión placentera de la existencia, abandonando la mentalidad
medieval basada en la preocupación por el pecado.

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