F I L O S O F Í A

JEAN PAUL SARTRE

JEAN PAUL
SARTRE I N T E G RA N T E S :
 C R U Z D A N I E L A
 F L O R E S M I R A N D A
 M O N T A Ñ O J E I M Y

PR O F E S O R A :
 M A R I A I S A B E L
L O P E Z C H O Q U E

2023
1. Biografía

1.1 Niñez
Era hijo de Jean-Baptiste Sartre, un oficial naval, y Anne-Marie Schweitzer, prima de Albert

Schweitzer. Su padre murió de fiebre cuando él tenía apenas quince meses, y Anne-Marie lo

crio con ayuda de sus abuelos maternos, Louise Guillemin y Charles Schweitzer, quien

enseñaría matemáticas a Jean-Paul y le introduciría desde muy joven en la literatura clásica.

El pequeño Jean-Paul comenzó su formación básica en distintos institutos, pero la finalizó

con maestros privados. Su madre se volvió a casar en 1917, y se mudaron en la Rochelle,

donde el futuro pensador terminó sus estudios de bachillerato y, luego, retornó a París para

estudiar en la École Normale Supérieure.1

2.2 Adolescencia

La filosofía le atrajo desde su adolescencia en los años veinte, cuando leyó Essai sur les

données immédiates de la conscience (Ensayo sobre los datos inmediatos de la consciencia)

de Henri Bergson. Tuvo influencias de Immanuel Kant, Georg Wilhelm Friedrich Hegel, Karl

Marx, Friedrich Engels, Søren Kierkegaard, Edmund Husserl, y Martin Heidegger, entre

otros.2

2.3 Juventud

Estudió en París en la «elitista» École Normale Supérieure (una escuela normal superior o

ENS), donde se graduó en 1929 con un doctorado en Filosofía. Durante sus estudios conoció

a Simone de Beauvoir y a Raymond Aron. Sartre y Beauvoir se hicieron compañeros

inseparables para el resto de sus vidas.

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Realizó su servicio militar en el Ejército Francés entre 1929 y 1931. Declaró posteriormente,

en 1959, que cada francés era responsable colectivamente de los crímenes cometidos durante

la Guerra de Independencia de Argelia (que era una colonia francesa).

En 1939 sirvió como meteorólogo en el Ejército Francés durante la Segunda Guerra Mundial.

[9][10] Fue capturado por tropas alemanas en 1940 en Padoux,[11] cuando pasó nueve meses

como prisionero de guerra en Nancy y luego en Stalag, en la ciudad alemana de Tréveris. No

abandonó la filosofía durante ese período y, según su testimonio, escribía a diario apuntes en

una libreta que conservó durante su vida en prisión.

Fue durante este período de confinamiento cuando leyó Ser y tiempo, obra de Martin

Heidegger, que más tarde se convertiría en una gran influencia para su propio ensayo sobre

fenomenología y ontología. A causa de su mala salud (afirmaba que su mala vista y su

exotropía afectaban a su equilibrio), fue liberado en abril de 1941. Según otras fuentes, se

escapó tras una visita médica al oftalmólogo. 3

2.4 Adultez

Con el estatus de civil, recupera su puesto de profesor en el Liceo Pasteur, cerca de París, y se

instala en el Hotel Mistral. En octubre de 1941 se le concedió un puesto, anteriormente

ocupado por un profesor judío al que se le había prohibido enseñar por la Ley de Vichy, en el

Liceo Condorcet de París.

Tras regresar a París en mayo de 1941, participó en la fundación del grupo clandestino

Socialismo y Libertad (Socialisme et Liberté) con otros escritores como Simone de Beauvoir,

Maurice Merleau-Ponty, Jean-Toussaint Desanti, Dominique Desanti, Jean Kanapa y

estudiantes de la École Normale.

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En los setenta, su salud comenzó a tambalear y una progresiva ceguera lo apartó

definitivamente de la lectura y escritura. Había terminado de escribir una obra más de crítica

literaria, El idiota de la familia (1971-1972), dedicada a la vida y obra de Gustave Flaubert.

Sartre murió el 15 de abril de 1980 en París, a los 74 años, a causa de un edema pulmonar. Su

funeral fue multitudinario y reunió a miles de personas que le rindieron homenaje. Fue

enterrado en el cementerio de Montparnasse, junto a Simone de Beauvoir

2. Filosofía de Jean-Paul Charles Aymard Sartre

Jean-Paul Charles Aymard Sartre era un filósofo, escritor y activista francés, nacido en París

el 21 de junio de 1905 y fallecido en la misma ciudad el 15 de abril de 1980. Fue el principal

exponente del existencialismo y del marxismo humanista, y una de las figuras más

influyentes de la cultura y el pensamiento del siglo XX.

3. Aportes a la filosofía, pensamiento filosófico y principales obras

Durante las décadas los treinta y cuarenta, escribió una serie de obras que instalaron sus ideas

y todo un modo de pensar, con sello único y personal, dejando una gran marca no solo en la

filosofía occidental, sino también en la literatura, el teatro y el ensayo. En 1938 se publicó

una de sus piezas literarias más famosas y con la que ya daba cuenta de su pensamiento

filosófico, La náusea. En esta obra de ficción divulgó algunos de los principios de aquello

que lo consagró en el escenario de los intelectuales modernos de Francia: el existencialismo.

Se trata de una corriente que considera, a grandes rasgos, que no existe una naturaleza

humana predeterminada y que es la libertad de conciencia, de elección, de acciones lo que

produce cierta revelación y creación de sentido. Conciencia y mundo, entonces, forman una

sola unidad y no se trata de cuestiones separadas o desligadas. Como dicen algunos autores,

esa conciencia de la que habla Sartre es “una conciencia libre y es libre de intencionalizar

sobre ese mismo mundo que la une”.4

4
https://es.wikipedia.org/wiki/Jean-Paul_Sartre
El pensador francés, en una conferencia de 1945 que luego publicó con el título El

existencialismo es un humanismo, definió esta doctrina como aquella "que hace posible la

vida humana y que, por otra parte, declara que toda verdad y toda acción implican un medio y

una subjetividad humana". Muchos le reprocharon que esa subjetividad humana estaba

apoyada en el lado oscuro de la vida. Sin embargo, sus postulados transformaron a Sartre en

una celebridad del pensamiento europeo, ya que el existencialismo muy pronto se transformó

en la filosofía de moda de ese momento.

Veintiún años antes de aquella polémica por el galardón sueco, en 1943, se editó, tal vez, la

obra más importante de Sartre, El Ser y la Nada. Con este escrito profundizó las bases de

aquel movimiento existencialista, en el que distingue algunos conceptos fundamentales como

“el-ser-en-sí” (lo que es y no puede dejar de ser eso para ser otra cosa) y “el-ser-para-sí” (el

ser que puede proyectarse y salir de sí; pero que también es y logra ser todo aquello que

eligió). Esto quiere decir que los individuos, cuando eligen, se están eligiendo a sí mismos.

En otras palabras, somos lo que elegimos ser, somos libres para elegir y ser lo que deseamos

ser. Es por eso que, al ser libres y tener una conciencia no condicionada, siempre se puede

cambiar; la historia también se puede cambiar. Pero para eso, como dice Sartre, hay que

recuperar esa libertad: “El hombre vive alienado, pero antes de alienarse fue libre. Es posible

la alienación porque antes existió la libertad. Lo que hay que hacer es volverla a conquistar”.

En esta parte de la región, el boom del existencialismo también llegó a la Argentina. Y lo

hizo gracias a la traducción del filósofo Miguel Ángel Virasoro y a las intervenciones y

discusiones de intelectuales como Oscar Masotta, Juan José Sebreli, David Viñas, Eduardo

Grüner, José Pablo Feinmann, entre otros pensadores argentinos.

Sartre, al haber alcanzado una popularidad pocas veces vista, abandonó definitivamente la

enseñanza y se dedicó solo a escribir. Así, llegaron distintos textos como Los caminos de la

libertad (1945-1949); Las manos sucias (1948); toda una serie de ensayos bajo el título de
Situaciones (1947-1976); Crítica de la razón dialéctica (1960) y otras tantas obras de crítica

literaria como Baudelaire (1947) y San Genet: comediante y mártir (1952). También, en

colaboración con Raymond Aron, Maurice Merleau-Ponty, Simone de Beauvoir, Samuel

Beckett, fundó la prestigiosa revista Les Temps Modernes, una de las publicaciones

intelectuales de izquierda más influyentes de la posguerra. Llegó a tener 700 números, hasta

2018, dirigida por distintas editoriales francesas. Entre ellas, la emblemática Gallimard.

Es importante incidir en su obra más importante: El ser y la nada (1943). En esta obra, Sartre

expone su concepción sobre existencialismo, según la cual el ser humano existe como cosa,

pero también como conciencia que sabe de la existencia de las cosas sin ser ella misma un en

sí como esas cosas, sino su negación. La conciencia sitúa al hombre ante la posibilidad de

elegir lo que será; ésta es la condición de la libertad humana. Eligiendo su acción, el hombre

se elige a sí mismo, pero no elige su existencia, que le viene ya dada y es requisito de su

elección; de aquí la famosa máxima existencialista: «la existencia precede a la esencia».

Algunas de sus obras más conocidas son La náusea (1938), Las moscas (1943), El muro

(1939), Las manos sucias (1948), Los caminos de la libertad (1945-1949), El diablo y Dios

(1951) y Las palabras (1964).

En su última obra filosófica, Crítica de la razón dialéctica (1960), intentó reconciliar el

materialismo dialéctico con el existencialismo, considerando al marxismo como la filosofía

de la historia y al existencialismo como una ideología parásita por así decirlo, del marxismo.

En 1964, Sartre rechaza el Premio Nobel de Literatura, alegando que no quería ser

instrumentalizado por el sistema y que prefería mantener su independencia. En los años

sesenta y setenta, se solidarizó con las luchas de los estudiantes, los trabajadores, los

campesinos y los pueblos oprimidos del mundo. Apoyó la revolución cubana, la revuelta de
mayo del 68, la causa palestina, el Tribunal Russell contra la guerra de Vietnam y la

revolución iraní.5

Jean-Paul Sartre sentó las bases del existencialismo moderno a través de conceptos

filosóficos originales que ejercieron enorme influencia en el pensamiento del siglo XX. Su

principal aporte fue postular que la existencia humana precede a la esencia, rompiendo con

visiones deterministas sobre la naturaleza. Para Sartre, el individuo nace sin un destino

asignado y define su ser a través de la libertad de elección (McBride, 2013).

Esta idea central implicó que el ser humano está "condenado a ser libre" y solo encuentra

sentido decidiendo por sí mismo qué hacer de su vida. De este modo, Sartre situó al individuo

en el centro como artífice de su propia existencia, en lugar de someterlo a factores externos

preestablecidos (Solomon, 2006). Otra contribución clave fue la conceptualización de la

"conciencia" como aquello que distingue a lo humano y a través de la cual experimentamos

nuestra libertad radical, generando a su vez la "angustia" ante la infinitud de opciones (Sartre,

1990).

A raíz de ello, desarrolló conceptos ontológicos como "el absurdo" para designar la falta de

significado intrínseco en la existencia (Sampson, 2001). Asimismo, construyó una ética

vinculada a su ontología, basada en la "autenticidad" de actuar coherentemente con el

pensamiento y rechazando la "mala fe" como mecanismo de evasión ante la angustia

(Dollimore, 2009). Plasmó sus ideas en obras seminales como "El ser y la nada" (Sartre,

2013) y "El existencialismo es un humanismo" (Sartre, 2007).

Su pensamiento revolucionario posicionó al individuo en el centro de su propia existencia, en

vez de someterlo a factores externos. Esto consolidó el giro hacia la subjetividad en la

filosofía moderna, ejerciendo una profunda influencia hasta nuestros días. Sartre se erigió así

como uno de los intelectuales más trascendentales del siglo XX.

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https://es.wikipedia.org/wiki/Jean-Paul_Sartre
Otro gran aporte de Sartre a la filosofía fue su concepto del "compromiso" o "compromisión"

existencial del individuo. Para el filósofo francés, al ser seres condenados a la libertad,

debemos asumir la responsabilidad de nuestras acciones y decisiones. Esto implica

comprometernos con diversas causas y proyectos que doten de significado a nuestra

existencia. De ahí que Sartre practicara un tipo de filosofía "comprometida" que lo llevó a

involucrarse en diversos movimientos sociales y políticos de su época.6

Así, apoyó la resistencia contra la ocupación nazi en Francia y después la Revolución

Cubana. Su compromiso también se reflejó en su activismo anticolonial que lo llevó a brindar

apoyo a causa independentistas en Argelia, Vietnam y otros países (Petrey, 2012). Este rol

del intelectual comprometido con transformar la sociedad a partir de sus ideas se convirtió en

otra influyente contribución del pensamiento sartriano.

Su influencia philosophica trascendió también los límites de la disciplina. Ejemplos de ello

son los planteos existencialistas que impregnaron obras literarias y cinematográficas en las

décadas posteriores. Pensadores como Albert Camus también bebieron de las fuentes

conceptuales abiertas por Sartre, aportando nuevas reinterpretaciones. En definitiva, con su

visión revolucionaria Sartre consolidó el existencialismo como una de las corrientes

filosóficas más importantes del siglo XX.7

Otra importante contribución filosófica de Sartre fue su concepto de la "mala fe". Para el

pensador francés, uno cae en mala fe cuando niega su propia libertad y responsabilidad

existenciales para escapar de la angustia. Esto suele ocurrir mediante disculpas,

justificaciones o racionalizaciones con las que se pretenden atribuir las propias acciones a

factores ajenos a la voluntad (Scarry, 1999).

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https://es.wikipedia.org/wiki/Jean-Paul_Sartre
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El análisis de la mala fe es clave en la ética sartriana, pues reafirma que la auténtica virtud

radica en asumir plenamente la propia condición de ser libre. Al respecto, en su obra "El ser y

la nada" Sartre dedica todo un capítulo a desarrollar este concepto y sus implicancias (Sartre,

1956). Más adelante, en "Critique de la raison dialectique" profundizaría su concepción de la

responsabilidad ética que generan la libertad y la socialización del sujeto (Sartre, 1960).

Esta conceptualización de la mala fe impulsada por Sartre tuvo amplia influencia posterior en

áreas como la psicología, donde se analizan mecanismos defensivos similares en la

personalidad (Cohen, 2001). Su pensamiento ontológicamente fundado también nutrió

corrientes posteriores como el feminismo francés, que rescató los aportes sartreanos en torno

a la autonomía femenina (Simons, 2013). Sartre supo así abrir fecundas líneas de análisis que

su pensamiento trascendió su época.8

Otra de las ideas fundamentales impulsadas por Sartre fue su concepción del "otro". Para el

filósofo, la relación con los demás es constitutiva de la subjetividad, pues es a través del otro

como uno se percibe a sí mismo (Sartre, 1960). En esta línea, desarrolló el análisis

fenomenológico de cómo la mirada del otro puede objetivar al sujeto, al ser éste observado

(Sartre, 1989).

Esta perspectiva tuvo gran influencia en áreas como la sociología interaccionista. Teóricos

como George Herbert Mead retomarían el enfoque sartreano para explicar cómo el otro es

internalizado en la construcción del yo (Mead y Morris, 1934). Asimismo, la noción sartreana

del otro nutrió corrientes posestructuralistas como la decollage derridiano, que desarticuló la

primacía del sujeto frente al otro (Derrida y Bass, 2001).9

El concepto sartreano del otro trascendió así los estudios ontológicos para informar

disciplinas afines. Demostró que la existencia humana está enraizada en la intersubjetividad y

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la alteridad, área poco explorada hasta ese momento. Con ello, Sartre abrió nuevas vías de

análisis que refinaron la comprensión de la subjetividad dentro de su dimensión interpersonal

y social. Ello consolidó su pensamiento como una de las obras más influyentes dentro de la

fenomenología.

Otro gran aporte filosófico de Sartre fue su teoría de la imaginación. A través de obras como

"La imaginación" y "Lo imaginario", explicó que la imaginación es una forma fundamental

de la conciencia, ya que permite al ser humano representarse mundos posibles y futuros

(Sartre, 1940/2004).

Sin embargo, para Sartre es esencial distinguir lo imaginado de lo real. Mientras la

imaginación nos otorga libertad para concebir lo que aún no existe, también conlleva el

riesgo de la fuga o evasión de la propia responsabilidad existencial. Esto podría generar

estados de irrealidad o mala fe. (Sadowski, 2018)10

La teoría de la imaginación de Sartre resultó muy influyente para corrientes posteriores.

Autores como Paul Ricoeur retomaron la distinción entre imaginación y realidad planteada

por Sartre, aportando nuevas interpretaciones (Ricoeur, 1986). Asimismo, think tanks

contemporáneos como Instituto Tecnológico de Massachusetts se han apropiado del análisis

sartreano para explicar cómo la imaginación moldea los procesos creativos e innovadores.

(Bryant, 2019)

De este modo, Sartre no solo sentó las bases del existencialismo, sino que también abrió

fértiles campos de investigación en áreas como la subjetividad, las relaciones interpersonales

y la forma en que concebimos el mundo y el futuro. Su legado filosófico continúa iluminando

debates hasta nuestros días.11

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https://www.media.mit.edu/articles/la-imaginacion-y-el-pensamiento-de-diseno-en-el-mit/
Anexos

Jean-Paul Charles Aymard École Normale Supérieure

Su obra más importante: El ser y la nada

(1943).

Simone de Beauvoir

La náusea (1938

La Rochelle

Las moscas (1943)

 El diablo y Dios (1951)
El muro (1939)

Las palabras (1964).

Las manos sucias (1948)

Los caminos de la libertad (1945-1949)

Su última obra filosófica, Crítica de la
razón dialéctica (1960)

Cementerio de Montparnasse (Jean Paul

Sartre)
Bibliografía

https://es.wikipedia.org/wiki/Jean-Paul_Sartre

https://www.psychoanalysis.com/pdf/mechanismsofdefense.pdf

https://revistadeideas.com/mala-fe-en-sartre/

https://revistas.javeriana.edu.co/index.php/res/article/view/7694

https://www.media.mit.edu/articles/la-imaginacion-y-el-pensamiento-de-diseno-en-el-mit/
 SOPA DE LETRAS - SARTRE

Nombre:

Curso: Fecha:

Existencialismo Ontología Autenticidad Política

Filósofo Conciencia Mala fe Compromiso

Escritor Libertad Marxismo Otredad

Activista Angustia Revolución Imaginación

Fenomenología Absurdo Literatura Responsabilidad

SOPA DE LETRAS - SARTRE

Nombre:

Curso: Fecha:

Existencialismo Ontología Autenticidad Política

Filósofo Conciencia Mala fe Compromiso

Escritor Libertad Marxismo Otredad

Activista Angustia Revolución Imaginación

Fenomenología Absurdo Literatura Responsabilidad