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Actividad N° 1

1) Averigua sintéticamente quiénes son los autores nombrados en dichos


art. periodísticos.

Jean-Paul Charles Aymard Sartre (París, 21 de junio de 1905-ibíd., 15 de


abril de 1980), conocido comúnmente como Jean-Paul Sartre, fue
un filósofo, escritor, novelista, dramaturgo, activista,político, biógrafo y crítico
literario francés, exponente del existencialismo y del marxismo humanista. Fue
el décimo escritor francés seleccionado como Premio Nobel de Literatura,
en 1964, pero lo rechazó.

En una primera etapa desarrolló una filosofía existencialista, se convirtió en uno


de los principales teóricos de la izquierda. En una segunda etapa, se adscribió
al marxismo,

Sartre considera que el ser humano está "condenado a ser libre", es decir,
arrojado a la acción y responsable plenamente de su vida, sin excusas. Aunque
admite algunos condicionamientos (culturales, por ejemplo), no
admite determinismos. Concibe la existencia humana como existencia
consciente. El ser del hombre se distingue del ser de la cosa mientras
es consciente.

Simone de Beauvoir (1908 - 1986) fue


una escritora, profesora y filósofa francesa feminista. Fue una luchadora por la
igualdad de derechos de la mujer y por la despenalización del aborto y de las
relaciones sexuales. De Beauvoir sostiene que "la mujer", tal como la definía la
sociedad occidental de su tiempo, es una construcción cultural. Señala que, a
lo largo de la historia, la mujer ha sido definida en relación al varón como
madre, esposa, hija o hermana; por lo cual, sostiene, la principal tarea de la
mujer es reconquistar su propia identidad específica, desde sus propios
criterios.

Albert Camus (1913 - 1960) fue un novelista, ensayista, dramaturgo, filósofo y


periodista francés nacido en Argelia. Sus concepciones se formaron bajo el
influjo de Schopenhauer, de Nietzsche y del existencialismo alemán. Se le ha
atribuido la conformación del pensamiento filosófico conocido
como absurdismo. Formó parte de la Resistencia francesa durante
la ocupación alemana, y se relacionó con los movimientos libertarios de la
posguerra.

Gustave Flaubert (1821 – 1880) fue un escritor francés. En 1815 comenzó a


escribir Madame Bovary a partir de la cual las autoridades iniciaron acciones
legales contra la editorial y el autor, acusados de atentar contra la moralidad,
pero fueron declarados inocentes.

Jacques Lacan (1901 – 1981) fue un


médico psiquiatra y psicoanalista francés conocido por los aportes teóricos que
hizo al psicoanálisis basándose en la experiencia analítica y en la lectura de
Freud,

Claude Levi-Strauss (1908 – 2009)  tuvo una influencia relevante en las


ciencias sociales desarrollando un método propio : la antropología
estructuralista. Mediante este método, Lévi-Strauss modificó profundamente las
disciplinas de la etnología y de la antropología aplicandoles principios holistas 

Maurice Merleau-Ponty (1908 – 1961) Es frecuentemente clasificado


como existencialista, debido a su cercanía con Jean-Paul Sartre y Simone de
Beauvoir, así como por su concepción heideggeriana del ser, aunque
posteriormente, debido a su litigio con Sartre, Merleau-Ponty negaba
pertenencia o acuerdo con dicha filosofía.

Hanna Arendt (1906 – 1975) fue una filósofa y teórica política alemana,


posteriormente nacionalizada estadounidense, de origen judío y una de las
personalidades más influyentes del siglo XX. Arendt defendía un concepto de
«pluralismo» en el ámbito político: gracias al pluralismo, se generaría el
potencial de una libertad e igualdad políticas entre las personas. Importante es
la perspectiva de la inclusión del otro: en acuerdos políticos, convenios y leyes
deben trabajar a niveles prácticos personas adecuadas y dispuestas.

Faulkener fue un narrador y poeta estadounidense, galardonado con el premio


Nobel de literatura en 1949. Escribió novelas, relatos cortos, guiones
cinematográficos, ensayos y una obra de teatro

Louis Althusser (1918-1990), filósofo marxista, estudió y porteriormente


enseñó en la École Normale Supérieure de París. Fue uno de los principales
referentes académicos del Partido Comunista Francés, y su pensamiento se
articula como una respuesta a múltiples interpretaciones del marxismo, entre
ellas el empirismo y el humanismo.

Gilles Deleuze (1925 – 1995) La obra de Deleuze puede clasificarse en dos.


Por una parte, después de finalizar sus estudios en 1948, se consagró a
realizar monografías sobre filósofos. Por otra parte, escribió tomos filosóficos
alrededor de un concepto (diferencia, por ejemplo, sentido, esquizofrenia, cine,
filosofía).

Franz Kafka (1993 – 1924) fue un escritor bohemio que escribió en alemán.


Su obra, una de las más influyentes de la literatura universal56, es una de las
pioneras en la fusión de elementos realistas con fantásticos, y tiene como
principales temas los conflictos paternofiliales, la ansiedad, el existencialismo,
la brutalidad física y psicológica, la culpa, la filosofía del absurdo,
la burocracia y las transformaciones espirituales.

Edmund Husserl (1859 – 1938) fue un filósofo y matemático alemán fundador


de la fenomenología trascendental y, a través de ella, del movimiento
fenomenológico, uno de los movimientos filosóficos más influyentes del siglo
XX 

Martin Heidegger (1889 – 1976) Tras sus inicios en la teología católica,


desarrolló una filosofía que influyó en campos tan diversos como la teoría
literaria, social y política, el arte y la estética, la arquitectura, la antropología
cultural, el diseño, el ecologismo, el psicoanálisis y la psicoterapia.

Bernad Le bovier de Fontenelle (1657 – 1757) Escritor y filosofo francés

Aristófanes (444 a.c. – 385 a.c.) Fue comediógrafo griego, principal exponente
del género cómico

Francois Rabelais (1494 – 1553)

Sófocles (496 a.c. – 406 a.c)  fue un poeta trágico griego. Autor de obras


como Antígona y Edipo rey, se sitúa, junto con Esquilo y Eurípides, entre las
figuras más destacadas de la tragedia griega. De toda su producción literaria,
solo se conservan siete tragedias completas, que son de importancia capital
para el género.

Esquilo (525 a.c. – 455 a.c.)  fue un dramaturgo griego. Predecesor


de Sófocles y Eurípides, es considerado como el primer gran representante de
la tragedia griega.
2) Ubicar histórica y políticamente al existencialismo
3) ¿Cuáles son sus categorías, ideas y argumentos principales?

No existe un acuerdo absoluto sobre qué es el existencialismo ya que no se


encuentra sistematizada ni se encuentra encapsulada en un período específico
de tiempo, ya que muchos afirman que se extiende desde mediados del siglo
XIX hasta la actualidad. Muy pocos autores se han reconocido durante su vida
como existencialistas.

A pesar de esto, podemos afirmar que el existencialismo es una corriente


filosófica moderna (resultante de la Modernidad) en la cual el sujeto es el
centro de la reflexión filosófica, entendido como ser libre y autoconsciente que
se determina a sí mismo.  destinada esencialmente a desmoralizar la
conciencia social, a combatir a las organizaciones revolucionarias del
proletariado.

Rechaza estrictamente las conceptualizaciones que tiendan a determinar al


individuo o cualquier esencia superior a éste, destacando así la importancia de
la decisión y el proceso constructivo del hombre a través de su propio
accionar. Se destacan temas como la angustia frente el mundo, la soledad, la
responsabilidad, etc. Sin duda, su máximo exponente es Jean Paul Sartre,
aunque también encontramos autores de la talla de Martin Heidegger, Albert
Camus

Orígenes del existencialismo

Algunos autores afirman que el existencialismo ha existido a lo largo de toda


la historia, al menos en forma esporádica y aislada en algunas obras de
grandes autores de la filosofía e incluso de la religión. Sin embargo, es en la
Modernidad cuando el existencialismo toma forma.

La ruptura con las ideas religiosas en Occidente, sumado al ascenso de


la burguesía y el capitalismo, llevó al hombre al centro de la escena: ya no es
Dios el que determina a los individuos, sino que es el hombre quien debe
determinarse a sí mismo. Esto fue un quiebre crucial en la filosofía, empezando
por Descartes hasta nuestro días.

Ahora bien, fue durante el siglo XIX que autores como Friederich Nietzsche
y Søren Kierkegaard tuvieron lugar. Fue éste último el gran existencialista del
siglo XX, dando principal importancia al concepto de autorrelación. Kierkegaard
entendía que el «yo» se encuentra en una continua relación consigo mismo, es
lo único que se mantiene constante, destacando la importancia de conocerse a
sí mismo, incluso antes que lo que nos rodea. De carácter protestante, su obra
está plagada de cuestiones relacionadas con la fe, y se lo conoce por ser uno
de los principales «existencialistas religosos».

También podemos notar influencias existencialistas en las obras de Fiódor


Dostoyevsky o la cuestionada obra del filósofo alemán Arthur Schopenhauer,
pero en menor grado que los dos autores nombrados con anterioridad.

El existencialismo en el siglo XX

Martin Heidegger toma una posición mucho más pesimista sobre el hombre.

Martin Heidegger desarrolla su teoría a comienzos del siglo XX, advirtiendo


sobre los peligros existentes en la sociedad moderna y sobre la necesidad de
una comprensión del ser distinta a la que se tenía hasta el momento. Partiendo
del concepto de «dasein» o ser-en-el-mundo, toma una posición mucho más
pesimista sobre el hombre. Este autor entendía al hombre como «yecto», como
arrojado al mundo, destinado a un horrible dolor en el mundo.

Sin embargo, es la historia la que ejerce un revés inevitable a la filosofía. El


existencialismo toma principal importancia luego de los sucesos ocurridos en
las guerras mundiales. Luego de acabado el ideal iluminista de progreso
indefinido y una sociedad sin guerras, el hombre se encontraba reducido casi a
su mínima expresión.

Desde el uso de éste por parte de los grandes líderes dictatoriales, las grandes
masas movidas a las guerras en pos de un sentimiento nacionalista, todo esto
conllevó en el «mal radical», en términos de Hannah Arendt.
Ante esta situación ¿Cuál era el rol del sujeto?, ¿Cuál era su responsabilidad
frente al mundo, frente a lo sucedido?, ¿Cómo se enfrenta a la «banalidad del
mal», a ese individuo despojado de sentimiento alguno de responsabilidad,
despojado de su capacidad de seguir, que sólo sigue órdenes?

Sartre: el mayor exponente

Ante esto aparece Jean Paul Sartre, considerado el mayor exponente del
existencialismo hasta la fecha. Resumir en pocas palabras el pensamiento de
Sartre no es sencillo, ya que se muestra fuertemente influido por la situación
histórica particular y a la vez es heredero de una larga tradición histórica.

Como toda la filosofía moderna, rechaza la existencia de algún dios o ser


supremo. Además de esto, niega una naturaleza humana propia e incluso da
un paso más osado para la filosofía en general: no sólo no hay esencia sin
existencia, sino que la existencia precede a cualquier esencia.

La doctrina de Sartre se opone al pesimismo, entendiendo el accionar como


una de las soluciones frente a la angustia existencial derivada de la soledad
frente al mundo.

La existencia precede a la esencia

Para el existencialismo, la existencia humana precede a la esencia. En esto,


toma un camino alterno frente a la filosofía occidental, que hasta entonces
explicaba el sentido de la vida postulando categorías trascendentales o
metafísicas (como el concepto de la Idea, los dioses, la razón, el progreso o la
moral), todas ellas externas y anteriores al sujeto y su existencia concreta.

La vida se impone sobre la razón abstracta

El existencialismo se opone al racionalismo y al empirismo, centrados en la


valoración de la razón y del conocimiento como principio trascendente, sea que
este se postule como el punto de partida de la existencia o como su orientación
vital.

El existencialismo se opone a la hegemonía de la razón como fundamento de


la reflexión filosófica. Desde la perspectiva de los existencialistas, la
experiencia humana no puede estar condicionada a la absolutización de uno de
sus aspectos, ya que el pensamiento racional como principio absoluto niega la
subjetividad, las pasiones y los instintos, tan humanos como la consciencia.
Esto le confiere también un carácter antiacademicista por oposición al
positivismo.

Mirada filosófica puesta en el sujeto

El existencialismo propone centrar la mirada filosófica en el propio sujeto y no


en categorías supraindividuales. De esta manera, el existencialismo retorna a
la consideración del sujeto y su modo de existir frente al universo como
experiencia individual e individualizada. Le interesará, por lo tanto, reflexionar
sobre el móvil de la existencia y el modo de asimilarla.

Así, comprende la existencia humana como un fenómeno situado, por lo que


pretende estudiar la propia condición de la existencia en términos de sus
posibilidades. Esto abarca, según Abbagnano, «el análisis de las situaciones
más comunes y fundamentales en que el hombre llegar a encontrarse».

Libertad sobre la determinación exterior

Si la existencia precede a la esencia, el ser humano es libre e independiente de


toda categoría abstracta. La libertad, por lo tanto, debe ser ejercida desde la
responsabilidad individual, que derivaría en una ética sólida aunque
independiente de un imaginario previo.

Así las cosas, para el existencialismo la libertad implica la plena conciencia de


que las decisiones y acciones personales influyen en el entorno social, lo que
nos hace corresponsables del bien y del mal. De allí la formulación de Jean-
Paul Sartre, según la cual la libertad es responsabilidad total en soledad
absoluta, es decir: "El hombre está condenado a ser libre".

Esta pretensión de los existencialistas descansa en la lectura crítica de las


guerras históricas, cuyos crímenes han sido justificados a partir de categorías
abstractas, suprahumanas o supraindividuales, tales como los conceptos de
nación, civilización, religión, evolución, y pare de contar.

Angustia existencial

Si el temor puede definirse como el miedo a un peligro concreto, la angustia es,


en cambio, el temor de sí mismo, la inquietud ante las consecuencias de las
propias acciones y decisiones, el miedo a una existencia sin consuelo, el miedo
a proferir daños irreparables pues no hay excusas, justificaciones ni promesas.
La angustia existencial es, de algún modo, lo más semejante al vértigo.

Tipos de existencialismo

Hemos dicho que, según Abbagnano, los diferentes existencialismos


comparten el objetivo de analizar la existencia humana, pero difieren en los
supuestos y en las conclusiones. Veamos esto con más detalle.

Existencialismo religioso o cristiano

El existencialismo cristiano tiene como precursor al danés Søren Kierkegaard.


Se funda en el análisis de la existencia del sujeto desde una perspectiva
teológica. Para el existencialismo cristiano, el universo es paradójico. Entiende
que los sujetos deben relacionarse con Dios con independencia de las
prescripciones morales, en pleno uso de su libertad individual. En este sentido,
el ser humano debe enfrentarse a la toma de decisiones, proceso del cual
deriva la angustia existencial.

Entre sus representantes más importantes, además de Kierkegaard, se


cuentan: Miguel de Unamuno, Gabriel Marcel, Emmanuel Mounier, Karl
Jaspers, Karl Barth, Pierre Boutang, Lev Shestov, Nikolai Berdyaev.

Existencialismo ateo

El existencialismo ateo rechaza cualquier tipo de justificación metafísica de la


existencia, por lo tanto, riñe con la perspectiva teológica del existencialismo
cristiano y con la fenomenología de Heidegger..

Contexto histórico del existencialismo

La aparición y desarrollo del existencialismo está estrechamente relacionada


con el proceso de la historia occidental. Por ello, para comprenderlo, vale la
pena comprender el contexto. Veamos.

Antecedentes del existencialismo

El siglo XVIII es testigo de tres fenómenos fundamentales: la revolución


francesa, la revolución industrial y el desarrollo del iluminismo o Ilustración, un
movimiento filosófico y cultural que preconizaba la razón como principio
universal y fundamento del horizonte vital.

La Ilustración veía en el conocimiento y la educación los mecanismos para


liberar a la humanidad del fanatismo y el atraso cultural, lo que implicaba un
cierto rearme ético propugnado desde la universalidad de la razón.

Sin embargo, desde el siglo XIX en el mundo occidental ya era notorio que
aquellas banderas (razón, progreso económico de la industrialización, política
republicana, entre otros) no lograban evitar la decadencia moral de Occidente.
Por eso, el siglo XIX ve nacer muchos movimientos críticos de la razón
moderna, tanto artísticos como filosóficos y literarios.

El siglo XX y la formulación del existencialismo

El reacomodo de los sistemas económicos, políticos y del pensamiento de los


siglos anteriores, que auguraban un mundo racional, moral y ético, no dieron
los resultados esperados. En su lugar, se sucedieron las guerras mundiales,
signos inequívocos de la decadencia moral de Occidente y todas sus
justificaciones espirituales y filosóficas.

El existencialismo, desde sus inicios, ya notaba la incapacidad de Occidente


para ordenar aquella transformación violenta. Los existencialistas del siglo XX
que vivieron la Segunda Guerra Mundial tuvieron frente a sí las pruebas de la
decadencia de los sistemas morales y éticos fundados en valores abstractos.

Autores y obras más representativos

El existencialismo inicia muy pronto, en el siglo XIX, pero poco a poco va


modificando sus tendencias. Así, existen diferentes autores de diferentes
generaciones, que parten de un punto de vista diferentes, en parte como
consecuencia de su tiempo histórico. 

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