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Noticia N° 11

Estudiante: Marizol Cruz Apaza


Docente: Lic. Juan Reynaldo Tapia Laura
Semestre: 6 To “A”
Materia: Taller de simulación

Importaciones: la relación que


tienen el dólar, el gasoducto de
Vaca Muerta y el FMI
Las importaciones de
energía podrían caer en más
de US$2.000 millones en
2024, si Energía Argentina
(Enarsa) puede completar
las obras de reversión del
Gasoducto Norte y las
plantas compresoras del
Gasoducto Presidente
Néstor Kirchner (Gpnk) de
Vaca Muerta, que sumarán
capacidad de transporte de
gas natural desde la Cuenca Neuquina hasta el Litoral y el Norte de la Argentina.

Según un informe de la consultora Economía & Energía, que dirige Nicolás Arceo, las
compras de energía en el exterior cerrarían en 2023 en US$7.642 millones, valor desde el
que bajarían a US$5.563 millones el próximo año por un descenso en gas natural desde
Bolivia, Gas Natural Licuado (GNL) y gasoil para las centrales termoeléctricas,
principalmente.

De esta manera, "el 2023 seguramente se constituirá en un año bisagra, en términos de la


balanza comercial del sector", señala E&E, pues se alcanzará un virtual equilibrio. "La
proyección para 2024 arroja un superávit de más de 2000 millones de dólares, valor que no
se alcanzaba desde finales de la primera década de este siglo", observa el reporte.
Las obras energéticas para Vaca Muerta

En cuanto a las obras para la ampliación de la red de gasoductos, Enarsa prevé que la
constructora Sacde finalice la planta compresora de Tratayén (en el inicio del gasoducto de
Vaca Muerta) para fin de año, lo que aportaría capacidad de evaluación de gas por unos 5
millones de m3 diarios (MMm3/d) extra a los 11 MMm3/d que ya tiene el caño.

El Gobierno estimó para toda la obra un gasto de entre US$710 millones y US$800 millones,
que se financian con US$540 millones de un crédito internacional del Banco de Desarrollo
de América Latina (CAF) y fondos que tiene la Compañía Administradora del Mercado
Mayorista Eléctrico (Cammesa) por exportaciones eléctricas en los últimos dos veranos.

La reversión del Norte podría estar lista para antes del invierno 2024 y permitiría un ahorro
por sustitución de importaciones de US$1.200 millones el año que viene -US$1.900 millones
para un año completo, a partir de 2025, a valores actuales-.

Además, en los últimos días se abrió la licitación para la provisión de los caños de la segunda
etapa del Gpnk, en la que los oferentes necesitarán encontrar financiamiento propio para
presentar sus ofertas hasta el 1 de diciembre.

El grupo Techint tiene asegurado el dinero del Banco Nacional de Desarrollo Económico y
Social (Bndes) de Brasil, mientras que el Gobierno también espera ofertas de China, Arabia
Saudita y la participación de vuelta de los hermanos Mas, dueños del Inter Miami, que
fueron descalificados de la reversión del Norte por no poder cumplir con los plazos de
entrega.

Con todo, la vuelta de la Argentina al superávit comercial implicará un alivio en las cuentas
externas que en la cabeza de Sergio Massa aparece como vital para ir liberando pagos de
importaciones y deuda comercial y financiera del Tesoro y las empresas privadas. Si a eso
se le suma el fin de la sequía, en 2024 el próximo presidente -sea Massa o Javier Milei-
dispondría de unos US$25.000 millones extra respecto a este año.

ANÁLISIS

Si bien el Fondo Monetario Internacional también considera importante la finalización de


estas obras para corregir el desbalance externo, bajar el nivel de importaciones de su propia
deuda, las exportaciones crecerían gracias a mayores envíos de petróleo crudo no obstante,
la cantidad sería menor que en 2022 por la decadencia de los precios internacionales.

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