Está en la página 1de 8

La central nuclear continúa

parada 10 años después


LAURA GÓMEZ DÍAZ
11.03.2021
12:51 horas

7 min.

Han pasado diez años desde que un potente provocara un tsunami


en el noreste de , que dejó más de 18.000 muertos y desaparecidos
y causó el segundo peor accidente nuclear de la historia en la
central de Daiichi.

Los trabajos de desmantelamiento de la planta continúan en


fase inicial, mientras que más de 36.000 personas que fueron
evacuadas todavía no han vuelto a sus viviendas. La mayoría de los
afectados sufre ahora problemas relacionados con el estrés y se
ha registrado un aumento en los casos de cáncer de
tiroides, aunque la ONU afirma que “no se ha
documentado “directamente atribuible a la exposición a la
radiación”.

La llevó a que otros países analizaran sus reactores nucleares y


España estaría ahora preparada para hacer frente a un accidente
de este tipo.

Alrededor de 5.000 personas siguen trabajando en


el desmantelamiento y la descontaminación cada día en la planta
nuclear de Fukushima Daiichi, que permanece cerrada desde que
el 11 de marzo de 2011 cuatro de sus reactores se vieran
gravemente dañados por el tsunami generado por el fuerte
:
terremoto.

Los reactores que sufrieron más daños se mantienen refrigerados


con agua continuamente, porque “si dejan de verter esa agua, el
accidente se reiniciaría”, según explica a RTVE.es Raquel Montón,
responsable del área de Energía de Greenpeace.

Fukushima, muerte y vida diez años después JUAN MANUEL CUÉLLAR B.

“Ahora mismo la central nuclear está parada, siendo refrigerada, y


está controlada. La situación actualmente no causa problema,
porque está siendo continuamente monitorizada”, afirma Carmen
Muñoz, técnica del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) de
España.

Después del accidente todos los reactores de Japón fueron


paralizados para reforzar las normativas nacionales sobre seguridad
nuclear. Actualmente, de los 56 reactores nucleares que había en
el país nipón en 2011, sólo funcionan nueve.

La catástrofe nuclear de Fukushima con realidad aumentada


:
“Como consecuencia de Fukushima, Japón paró muchísimas
centrales nucleares y las sometieron a todas a una revisión
exhaustiva. Han ido arrancando a medida que han ido cumpliendo
los criterios de seguridad que el organismo regulador japonés ha
impuesto”, añade Muñoz.

El vertido controlado del agua contaminada al mar, la


opción más viable

Japón debe abordar tres cuestiones importantes:


el desmantelamiento de los reactores de la central nuclear de
Fukushima Daiichi y la reconstrucción de Fukushima; la mejora de la
gestión de eliminación de residuos nucleares y combustible
empleado; y la recuperación de la confianza pública mediante la
transparencia de políticas energéticas.

El desmantelamiento de los reactores de la central es el desafío más


importante al que se enfrenta Japón, ya que hasta que no se
complete, la crisis no terminará. El plan del Gobierno
para desmantelar las instalaciones y limpiar todo el complejo
durará entre 30 y 40 años.

14 horas - Japón plantea verter el agua radiactiva de Fukushima en el mar -


escuchar ahora

Uno de los mayores problemas es el agua empleada para refrigerar


los núcleos fundidos de los reactores nucleares dañados en 2011,
que se recupera y se guarda después en grandes bidones. A pesar
de que se está empleando la ingeniería química más avanzada, se
trata de un problema tan complejo que no es posible eliminar
todos los componentes radiactivos, entre ellos el tritio, según
detalla la responsable del área de Energía de Greenpeace.

Actualmente, la cantidad acumulada desde el accidente es de 1,2


:
millones de metros cúbicos, equivalente a casi 500 piscinas
olímpicas, y uno de los debates en Japón es que el Gobierno
plantea verterlos al océano Pacífico. Tanto el Ejecutivo como la
empresa de la central nuclear, Tokyo Electric Power
(TEPCO), consideran que es la mejor alternativa y subrayan la
importancia de resolver el problema de la acumulación de agua
contaminada en la planta.

“Los volúmenes de agua que necesitan para ir refrigerando todo el


reactor de Fukushima son muy altos (...) pero tienen un océano y
pueden hacer determinadas diluciones de una forma controlada y
adecuada para que la contaminación que se produzca sea la
mínima y no genere un impacto ambiental inaceptable”,
recalca Nieves Sánchez Guitián, presidenta de la Asociación
Profesional de Técnicos en Seguridad Nuclear y Protección
Radiológica.

El accidente nuclear no causó muertes por radiación

La contaminación radiactiva no produce muertes inmediatas,


excepto si una persona recibe un impacto inminente de una
explosión. Por ello, el accidente nuclear no causó bajas directas
por radiación, aunque sí hubo una diseminación en el aire de
isótopos radiactivos, como el yodo 131, que ha afectado a la
población, según indica a RTVE.es Cristina Roig, coordinadora del
Movimiento Ibérico Antinuclear.

En Fukushima se ha observado un aumento de los casos de cáncer


de tiroides a consecuencia de la puesta en marcha de un programa
de cribado de niños potencialmente expuestos. Según datos de
febrero de 2020, se han registrado 237 casos de cáncer de tiroides y
187 de cirugía de tiroides.
:
“El tiroides es especialmente sensible a la radioactividad porque de
ahí se absorbe el yodo 131 que es radiactivo y es especialmente
preocupante en organismos en desarrollo, como es el de los
niños”, señala Roig. “Se acumula el yodo 131 y son emisiones de
radioactividad internas que habitualmente producen cáncer”, añade.

Tokio admite por primera vez que un trabajador ha desarrollado cáncer por la
radiación de Fukushima

El Comité Científico de la ONU sobre los Efectos de la Radiación


Atómica (Unscear) ha emitido un informe en el que afirma que “no
se ha documentado ningún efecto adverso de salud entre los
residentes de Fukushima que sea directamente atribuible a la
exposición a la radiación” por el accidente y atribuye la subida de los
casos de cáncer de tiroides entre jóvenes al uso masivo de
modernos métodos de diagnóstico para detectar problemas en
esa glándula.

Durante los tres primeros meses, la evacuación también provocó


más de 1.000 muertes prematuras, sobre todo entre personas
mayores que tuvieron que abandonar sus viviendas y pacientes
hospitalizados que se encontraban en estado crítico y tuvieron que
ser evacuados. Según el informe de la ONU, entre los evacuados hay
datos de aumentos de obesidad, problemas renales, diabetes
mellitus y presión alta, algo que se asocia al estrés y al cambio de
vida antes que a la radiación.

Ciencia ciudadana para analizar la radiación

De las más de 160.000 personas que se vieron obligadas a


evacuar, al menos 36.000 siguen desplazadas, a pesar de los
esfuerzos del Gobierno por descontaminar y revitalizar las
localidades que rodean a la central nuclear de Fukushima Daiichi.
:
El suelo contaminado todavía no se ha limpiado por completo –
un 2,4% de la superficie de la prefectura de Fukushima sigue
designada como “zona de difícil retorno"-- y las reclamaciones
de compensaciones aún se están procesando. La mayoría de los
ciudadanos ha decidido comenzar su vida en otro lugar en vez de
volver para no correr los riesgos de la radiación.

Reabren dos playas en la prefectura de Fukushima que quedaron devastadas tras


el tsunami de 2011

En la zona más cercana a la central nuclear tan solo han vuelto el


1,8% de los habitantes y muchos de ellos han creado
“laboratorios” para poder averiguar cuánta radiación hay en el
ambiente y recuperar una sensación de control. Muchos ciudadanos
llevan allí también diferentes productos, desde verduras hasta leche
materna, para analizar la radiación.

A finales de este mes y coincidiendo con el décimo aniversario de la


catástrofe, la prefectura de Fukushima ha sido elegida para acoger el
arranque del relevo de la antorcha olímpica en Japón. El relevo
pasará por pueblos dentro del “radio maldito” de 20 kilómetros
:
alrededor de la planta nuclear, como Futaba, Namie o Tomioka y el
embellecimiento de estos lugares por parte de las autoridades,
incomoda a los ciudadanos.

La elección de Fukushima como punto de partida de la llama olímpica reabre el


debate sobre la radioactividad

“Es un poco el intento del Gobierno de decir: ‘Hubo un gran


accidente, fue una tragedia, pero esto ya terminó’, pero la verdad es
que no terminó ni por los niveles de radioactividad ni por la
descontaminación de las zonas”, asegura Cristina Roig.

La industria pesquera local, la más afectada

Antes del terremoto y el tsunami de 2011, el marisco y el pescado de


la prefectura de Fukushima era conocido por su calidad. La industria
pesquera local se reanudó un año después del desastre, pero la
desconfianza de los consumidores mantiene el negocio bajo
mínimos.

En la prefectura de Fukushima se capturaron en 2020 hasta 4.500


toneladas de marisco y pescado, comparado con las 122 de 2012.
Sin embargo, esta cifra supone menos de la quinta parte de lo que
se capturaba antes del accidente nuclear, según datos del sindicato
de pescadores de Iwaki.

Comienzan a limpiar las aguas cerca de Fukushima para retomar la pesca

Los pescadores de la región, así como grupos ecologistas y


gobiernos de países como Corea del Sur o China, critican la
propuesta del Ejecutivo nipón de deshacerse de las aguas
procedentes de la central nuclear lanzándolas al mar.

España estaría preparada para un accidente similar


:
Tras el accidente en Fukushima Daiichi, en toda Europa se
hicieron “pruebas de estrés” para los reactores nucleares en las
que se analizaron los suministros de energía eléctrica, de agua y los
emplazamientos. En España se hizo un plan de refuerzo de
seguridad en las centrales y ahora cada instalación cuenta además
con un almacén centralizado en Madrid, que ofrece servicios a todas
las centrales con material como grupos electrógenos o bombas de
inyección de agua autónomas, según explica Carmen Muñoz, del
Consejo de Seguridad Nuclear.

“En cada emplazamiento se construyó un centro alternativo de


gestión de emergencia, porque una de las cosas que se aprendió de
Fukushima es que no había manera de gestionar la emergencia ya
que la zona de control se perdió”, detalla Muñoz. “Ahora mismo
tenemos los medios disponibles y los procedimientos adecuados
para hacer frente a un accidente de este tipo”, asevera.

Según Sánchez Guitián, en España debería haber una ley de


residuos radiactivos para “regular y establecer un marco jurídico en
la gestión de esos residuos de alta actividad”. “Además debe
contemplar una forma de gestionar estos riesgos distinta de la que
ha habido hasta ahora porque es un problema que va a afectar a
varias generaciones”, añade.
:

También podría gustarte