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~rida<lestrataba11 (le fund~inieritiiro c.riricar. 1,1).

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12 qlie ocurren los .procesos» itparecc. en ese rni.iii,i pcriodo cspe- ideo!ogía o una auto-imagen hicierori caso oiiiiso dc la filosofía eii
cialmente en las obras d e Ilescartes. Al siglo x\:iii. !, ii Kant d e general.
iina forma especial, debemos la idea de la filosofía cii ciianto tribu-
Este es e1 telón d e íorido sobre el yuc hay que proyectar la
nal de la razón pura, yue confirma o rechaza las pretensiones del
obra d e los tres filósofos m i s importantes d e nuestro siglo -1X'it-
resto d e la cultura, pero esta idea kanriana presuponía un asentimien-
tgenstein Heidegger y I)eu,ey. Todos ellos trataron, en un primer
to g-eneral a las ideas d e Locke sohre los proceso, nientales y 3 momento, d e encontrar rin nuevo modo de dar a la filosofía carácter
las de Descartes sobre la sustancia ~ n e n t a l . En el siglo X I X , la
<(básico» -una nueva manera d e formular un contexto definitivo
idea de la filosofía en cuanto disciplina fundnmental que .<sirve d e
del pensamiento. Wittgenstein intentó construir urja nuevd teoríd
base. a las pretensiones d e conociniiento se vio consolidada en los
d e la representación que no tuviera nada que ver con el mentalismo;
autores neo-kantianos. Las protestas formuladas ocasionalmente con-
Heidegger, un nuevo conjurito d e categorías fiIosóficas q u e n o tu-
tra esta concepción de la cultura como si tuviera necesidad de una
viera nada que ver con la ciencia, la epistemología o la búsqueda
<base» y contra las pretensiones de que esta tarea fuera realizada por
cartesiana d e la certeza; y D e u ~ e y ,una versión naturalizada d e la
una teoría del conocimiento ( p o r ejemplo, en Nietzsche y William
visión hegelianii d e la historia. Cada Lino d e ellos terminó conside-
]ames) pasaron prácticamente desapercibidas. Para los intelectuales, rando que sus primeros estuerzos habían estado nial dirigidos, que
la «filosofía* se convirtió en u n sustituto d e la religión. Era el área
eran un intento d e mantener una ciertd concepción d e la filosofía
d e la cultura donde se tocaba fondo, donde se encontraban el voca-
despuGs d e haber rechazado las nociones iiecesarias para dar conte-
bulario y las convicciones que permitían explicar y justificar las
nido a tal concepción (las ideas del siglo X V I I I sobre el conocin-'lento
actividades propias en cuanto intelectual, y descubrir, por tanto, el
v la nlentei. Todos ellos. eii siis obra, posteriores, se emanciparon
significado d e la propia vida.
A comienzos d e nuestro siglo, esta pretensión recibió la confir- de la concepción kantiaria d e la fiiosoiia en ciianto disciplina básica,
v se dedicaron a ponernos en guardia i-'rente a las mismas tentaciones
mación d e los filósofos (especialmente Russell y Husserl) que tenían
en q u e ellos habían caído. P o r eso, sus escritos ú l t i ~ n o s son más
interés en q u e la filosofía siguiera siendo «rigurosa» y <(científica>).
terapéuticos que constructivos. niás edificantes clue sistemáticos,
Pero en su voz se apreciaba cierto sentimiento d e desesperación, pues
orientados a hacer q u e el lector se cuestione sus propios motivos
para esas fechas el triunfo d e lo seciilar sobre las reivindicaciones d e
para filosofar más que a presentarle un nuevo programa filosófico.
la religión era casi total. D e esta manera, el filósofo no podía con-
siderarse por más tiempo en la vang~iardia intelectual, o como pto- Wittgenstein, Heidegger y Denley están d e acuerdo en q u e hay
tector d e los hombres ante las fuerzas d e la superstición. Además, que abandonar la noción del conocimiento en cuanto representación
en el curso del siglo x i x , había surgido una nueva forma de cul- exacta, que resulta posible gracias a procesos mentales especiales e
tura -la cultura del hoinhre d e letras, el intelectual que escribía inteligible gracias a una teoría general d e la representación. Los tres
poemas y novelas y tratados políticos, y críticas a los poemas y consideran que se deben descartar las nociones d e cfiindamentos del
novelas y tratados d e otros autores. Descartes, Locke y Kant habían conocimiento* y de la filosofía en cuanto centrada en el intento car-
escrito e n u n periodo e n el que la secularizaciGn d e la cultura co- tesiano d e dar respuesta al escéptjco epistemológico. Además, pres-
menzaba a ser una posibilidad gracias al triunfo d e la ciencia na- cinden d e la idea d e (<la mente» común a Descartes. Locke y Kant
tural. Pero, para comienzos del siglo xs, tos científicos habían lle- -en cuanto rema especial d e estudio, situada en el espacio inte-
gado a separarse d e la mayoría d e los intelecruales tanto como rior y dotada d e elementos o procesos que posibilitan el conocimieri-
los teólogos. Poetas y novelistas habían ocupado el lugar d e los to. E s t o n o quiere decir que tengan otra3 «teorías del conocimiento»
0 «filosofías d e la m e n t e s . Rechazan la epistemología y la metafísica
predicadores y filósofos en cuantu maestros morales d e la juventud.
en cuanto disciplinas posibles. Hablo de .<dejar d e lado» y «rechazar»
E l resultado fue que cuanto más «científica» 1. «rigurosan se hacía
la filosofía, menos tenía que ver con el resto d e la cultura más en vez d e ((presentar drgumentos en contra» porque su actitud
hacia la problemática tradicional es como 1~ d e los filósofos del
rbsurdas parecían sus pretensiones tradicionales Loa intentos d e 10s siglo xvrI hacia la problemáticd escolástica. So s~ielen entretenerse
filósofos analíticos d e los fenornenólogos por <<fundamentar)> unas
en descubrir proposicio~ieserrlínias o íal.ci3 .irgumentos en las obras
cosas y &criticar» otras no encontraron eco en aquellos cuyas acti-

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