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El Estado como actor clave en la profesionaliza-

ción de los educadores sociales: de las políticas


sociales a las necesidades
Juan Sáez Carreras
Universidad de Murcia
José García Molina
Universidad de Castilla la Mancha

Resumen profesionales (Sáez, 2003, 2004, 2005;


La profesionalización de las pro- Sáez y García Molina, 2003). Por otro,
fesiones es un tema querido tanto por se profundiza en el papel de uno de esos
los especialistas en el campo de la so- actores, el Estado, como uno de los más
ciología o historia de las ocupaciones relevantes en la profesionalización de
que aspiran a ser profesiones, como los educadores sociales. Con esta trama,
por aquellos investigadores que desde en la que se propone un modelo desde
sus respectivos campos de conocimien- el que auspiciar las necesarias investi-
to quieren dar razón de ser de alguna gaciones que precisa la comprensión de
de ellas. Tal es el caso de la Pedago- los procesos de profesionalización en
gía Social y la Educación Social, como los que se hallan inmersos los educa-
profesión que vive, en estos momentos, dores sociales en España, tratamos de
un verdadero proceso de profesionaliza- explorar las actividades y los recursos
ción. Si bien la concepción de las pro- (políticas sociales y servicios socia-
fesiones como construcciones históricas les) que aporta el Estado al proceso de
ha puesto de manifiesto la importancia profesionalización de unos educadores
de la idea de proceso, y ha permitido ex- sociales que siguen tratando de obte-
plorar la profesionalización desde este ner reconocimiento público, al tiempo
punto de vista, los últimos estudios han que orientan sus acciones a satisfacer
propiciado la entrada en el escenario de la necesidad y demandas de educación
nuevas variables que ayudan a explicar como un derecho de la ciudadanía (Gar-
la complejidad de los procesos de pro- cía Molina, 2003a).
fesionalización. Palabras clave: Profesión, profe-
Este texto aspira a lograr una doble sionalización, Educación Social, Peda-
tarea. Por un lado, propone una trama gogía Social, actores sociales, políticas
teórica basada en los actores que in- sociales, propuesta teórica, historia de las
tervienen en la profesionalización de profesiones, Estado de Bienestar, la edu-
las ocupaciones en una sociedad que cación como una necesidad básica.
se resignifica a través de las acciones

Pedagogía Social. Revista interuniversitaria. nº11 Segunda época. Diciembre 2004, pp. 135-163 135
El Estado como actor clave en la profesionalización... Pedagogía Social 11 Segunda época

Abstract 1. Una trama para el estudio


The professionalization of the pro- de la profesionalización de la
fessions is a question not only treated by Educación Social
the specialists in the sociology or history
1.1. Criterio organizador: la identi-
of the occupations fields that want to be-
ficación de actores clave
come professions, but it is also aimed
by those researchers, who from their Una manera de aportar orden y claridad
a la amplísima información que se va obte-
respective fields of knowledge work
niendo sobre una profesión y los procesos de
on giving sense to these occupations.
profesionalización, con el fin de permitirnos
This is the case of Social Pedagogy and sistematizar los conocimientos y lograr una
Social Education, as profession that is comprensión global y específica de los mis-
living, at the present, a deeply process mos, es convocar criterios capaces de orga-
of professionalization. If the concept of nizar los datos obtenidos. Así, entendemos
profession, as historical building, has como fundamental la utilización de un cri-
showed the importance of the “idea of terio organizador, convergente y creíble, ca-
process” and it has allowed to explore paz de aportar información relevante acerca
the professionalization from this point de los procesos de profesionalización de la
of view. The last studies have promoted Educación Social, en donde juegan diversos
supuestos teóricos, imágenes y percepcio-
the entrance of new variables in order
nes, estrategias de muy diversa naturaleza,
to explain in a detailed way the com- realizaciones de diferente calado según con-
plexity of the processes of professiona- textos y geografías. El criterio que, a nuestro
lization. In this article it is suggested a juicio, mejor ayuda a dibujar los diferentes
theoretical issue, based on the players, parámetros que se diseñan y se mueven en
that take part in the professionalization y alrededor de la Educación Social pasa por
of the occupations in a society that find tratar de identificar los actores claves
again its meaning through the professio- comprometidos en la lucha que despliegan
nal actions. With this matter we propose las ocupaciones que aspiran a convertirse en
a model as a way of promoting the di- profesiones; en nuestro caso la Educación
Social.
fferent investigations that are necessary
to the comprehension of the process of Nuestra opción, reflejo en gran medida
professionalization that are included the de la revisión realizada desde la literatura
específica, considera que tales actores son:
social educators in Spain.
1. Los propios profesionales. 2. El Estado
Key words: Profession, professiona- y sus administraciones. 3. Las Universida-
lization, Social Pedagogy, social players, des. 4. El/los Mercado/s. 5. Los usuarios/
theoretical proposal, history of profession, clientes. 6. Las otras profesiones.
Social Education into welfare state. Todos estos actores, implicados en di-
ferente nivel y grado, tienen mucho que
ver con la profesionalización de la Edu-
cación Social y los procesos que se de-
sarrollan en torno a ella. Frecuentemente,

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la investigación sólo ha trabajado con los de nuestra propuesta ya que, a nuestro


cuatro primeros actores. Algunos autores, juicio, no están directa e intencional-
como Burrage, Jarausch y Siegrist (1990) mente implicados en la profesionali-
incluyen a los usuarios como el quinto ac- zación de la Educación Social. Es de
tor. Abbott (1988) piensa que, en el desa- suponer que futuras investigaciones
rrollo de una profesión, también influyen dedicadas a estudiar a fondo la profe-
“otras profesiones” con las que la profe- sionalización de los educadores socia-
sión rivaliza en busca de la monopoliza- les contemplen mayor atención a los
ción de un territorio laboral.19 Es verdad usuarios particulares.
que, a medida que la teoría de las profesio- Tercera. Es evidente, entonces, que la
nes va haciéndose más fértil y los estudios profesionalización de cualquier pro-
sobre profesionalización más complejos y fesión no puede llevarse a cabo con
exigentes, “las otras profesiones” podrían intervención de un solo actor, sino
erigirse en el sexto actor que ayuda a ex- que se precisa del concurso de todos
plicar la profesionalización de los educa- los que se involucran en ella. De ahí
dores sociales. Dicho esto, cabe explicitar que explorar la profesionalización de
tres consideraciones: los educadores sociales suponga tener
Primera. Esta tarea organizadora no una visión comprensiva del nivel de
supone una investigación a fondo sobre participación de los diversos actores
la profesionalización de los educadores (Sáez, 2004) que intervienen en ella.
sociales. Más bien es tomada como una
herramienta para conducir nuestros 1.2. Las virtualidades del modelo
propósitos, tales como dar sostén a fu- para explorar la profesionalización
turas investigaciones en este campo. de la Educación Social
Segunda. Con todo, hay actores rela- Los actores fundamentales que han in-
cionados con la profesión (usuarios, tervenido e intervienen en la profesionali-
otras profesiones) que quedan fuera zación de la Educación Social son los cin-
co que aparecen en el siguiente esquema.

Actores más relevantes de la profesionalización de la educación social


PROFESIONALES UNIVERSIDAD

PROFESIONALIZACIÓN

ESTADO MERCADO

USUARIOS
Cuadro elaborado por Sáez, 2005

19 En el caso de la Educación Social, podrían ser los trabajadores sociales, los psicólogos,
los maestros de adultos y, en este momento histórico, los pedagogos.

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Tratando de identificar lo que hace asumir la centralidad de los conceptos


cada uno de estos actores, sus funcio- de profesión y profesionalización para
nes y tareas, podremos entender cómo explicar las estructuras interactivas e
opera la Educación Social como pro- interactuantes que conforman las diná-
fesión, la percepción que los propios micas sociales, y también las relaciones
profesionales tienen de ella, las repre- de conflicto y negociación que, interna
sentaciones colectivas que determinadas y externamente, las profesiones man-
instituciones y organizaciones sociales tienen con otros actores, instituciones,
tienen de sus actividades y metas, al grupos y/o personas.
mismo tiempo que se hace plausible Cabe entender, entonces, que en la
explicar la trayectoria que recorren profesionalización de la Educación So-
mientras se afirman, se estabilizan y se cial se dan cita múltiples genealogías
profesionalizan continuamente o, por (como procesos de luchas motivadas
el contrario, no llegan a alcanzar ese por imponer construcciones de sentidos,
objetivo20. dispositivos, discursos, legitimidades,
En ese sentido, la profesionaliza- etc.) actuando en un campo múltiple y
ción de la Educación Social es históri- complejo, en el que las organizaciones
ca, respondiendo a la idea de proceso y que desean la promoción y el desarrollo
recorrido condicionado por las contin- de la profesión se percatan de que ésta
gencias y el azar y, también, dinámica, se afirma y avanza, pero también sufre
porque se da una continua dispersión retrocesos; es decir, se profesionaliza al
de movimientos en forma de luchas y mismo tiempo que estos ascensos pro-
pactos discontinuos con los otros acto- fesionalizadores se ven interrumpidos
res. Adjetivar la profesionalización de por acontecimientos que promueven el
histórica no significa tanto considerarla detenimiento o provocan regresiones
como lineal y progresiva como conside- y, por tanto, desprofesionalización, en
rar que en ella cabe la discontinuidad, una especie de movimiento dialéctico
las esquirlas y asperezas que apuntan general del proceso en el que todos se
hacia el estancamiento y la regresión a ven involucrados. Ello significa que la
posiciones antes alcanzadas21, en fun- profesionalización puede estudiarse por
ción de la posición que la profesión va el impacto que produce la configura-
logrando, cuantitativa y cualitativamen- ción de las profesiones como patrones
te, en las diversas instituciones donde se de distribución de poder y autoridad en
ve convocada y con las que está relacio- las sociedades; pero hay que tener en
nada. Adjetivarla de dinámica supone cuenta que, en ese intento de afirmarse

20 Quizás, la preparación inicial que debamos realizar con los estudiantes de Educación Social
comience con formarles acerca de los procesos recorridos por la profesión a la que tratan
de pertenecer y de los diversos actores y variables que han incidido, con mayor o menor
fuerza, en ellos.
21 Lo que no significa, en ningún caso, que los acontecimientos que provoquen esta situación
se repitan, ya que una de las características de esta fenoménica es su irreversibilidad.

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en el escenario social, las profesiones 2. Observar y registrar la diversidad de


viven conflictos y tensiones, ascensos sus interrelaciones, ya que en estos
y descensos, reconocimientos y nega- procesos de interactuación se pueden
ciones, a nivel general y particular, que indicar áreas de emergente acuerdo
orientan la profesionalización, o su re- tanto como puntos de debate continuo
verso, en una dirección u otra. Obvia- y disidencias. Tales son, a título de
mente, las profesiones van sufriendo ejemplo, las discrepancias existentes
transformaciones en el tiempo debidas entre académicos y prácticos acerca
a diferentes circunstancias: eso significa de la formación a impartir a los fu-
que la profesión de Educación Social no turos profesionales de la Educación
se explica por sí misma, ni tampoco los Social.
procesos de profesionalización, ya que 3. Comparar los logros que hasta ahora
todos los actores identificados en el ca- cada actor va aportando (el mercado
mino son influidos por acontecimientos empleo, el Estado, las políticas socia-
externos al dominio profesional. les y los servicios sociales, la Univer-
Particularizando estas argumenta- sidad, la investigación, la formación,
ciones, la tarea de identificación de los la acreditación...) a la profesionaliza-
actores clave debe ir acompañada de ción de la Educación Social sobre la
las siguientes actividades: base de que, en cada geografía y se-
1. Valorar y analizar los recursos que gún momentos, las acciones de cada
cada actor aporta a la profesionali- uno de ellos tienen una importancia
zación. La identificación de los inte- relativa. De ahí que esta propuesta
reses de cada uno de los actores que teórica quepa hacerla a nivel nacional
intervienen en la profesionalización (siguiendo la óptica de las diferentes
de la Educación Social, y las estrate- comunidades, con la plausible venta-
gias que utilizan para lograrlo, permi- ja de comparar lo realizado en cada
te explicar por qué o cómo los cuatro una de ellas) e internacional (donde el
actores citados interaccionan confor- contraste entre países posibilita la es-
mando la profesión e, incluso, cómo pecificación de las peculiaridades que
estas interacciones van cambiando a tiene la Educación Social en cada uno
lo largo del tiempo. En este sentido, la de ellos). En el primer caso, de todos
Educación Social va construyendo su son conocidas las diferencias exis-
propia emergente perspectiva que ex- tentes en las diferentes Comunidades
plica que la historia sea una variable Autonómicas, tanto en lo académico
relevante a la hora de comprender los como en lo profesional. A nivel Inter-
procesos de profesionalización de la nacional, por seguir con los ejemplos,
profesión, opción que no contempla- las diferencias entre Italia, Francia y
ban los modelos de Burrage, Jaraus- España son evidentes (Brunori, 2002;
ch y Siegrist (1990), ni el de Abbott Lorenz, 2002).
(1988, 1991a, 1991b), ni tampoco el 4. Cabe hablar de otro actor, los usuarios
de Freidson (2001) y sí, en cambio, el de la profesión, a pesar de no poder
de Larson (1979). abordarlo todavía con rotundidad, ya

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que carecemos de suficiente infor- vicios sociales, empleo) han sido y si-
mación y conocimiento sobre cuáles guen siendo especialmente relevantes
han sido los efectos de los programas para explicarlo.
de intervención educativa en las per-
sonas que los recibieron. La falta de 2. El Estado como actor fun-
evaluaciones sobre los impactos de
los múltiples programas dedicados a damental en la profesionali-
la ciudadanía supone una clara limi- zación de la Educación Social
tación al intento de teorizar sobre este y sus recursos
actor al mismo nivel que se puede ha-
cer con la Universidad, el Mercado, La posición del Estado respecto a las
el Estado... Ahora bien, esta situación profesiones no ha sido siempre la mis-
no debe hacernos olvidar que, en la ma. Por lo mismo, es necesario acudir
escena profesional, los usuarios o a una perspectiva histórica que clarifi-
clientes de los servicios profesionales que las posiciones del Estado, en cada
son fundamentales. Sin ellos los pro- tiempo y lugar, así como su visión de
fesionales no tendrían razón de ser. En las profesiones, ya que llevaría al error
tanto utilizan sus servicios y estable- pensar situaciones homogéneas válidas
cen distintas relaciones con ellos, a la para todas las geografías y momentos y,
vez que, los diferentes medios con los siguiendo con la analogía, para todas las
que cuentan para organizarse, pueden profesiones. La evolución de esta rela-
llegar a condicionar ampliamente las ción muestra su particularidad y mani-
estrategias adoptadas y utilizadas por fiesta aún más su peculiaridad cuando se
los profesionales para mantenerse o analizan las interacciones del Estado con
crecer en el escenario laboral. Así y las diferentes profesiones, o con otros ac-
todo, aun teniendo escasa informa- tores. La investigación en estos territo-
ción sobre este actor en el campo de rios de conocimiento se ha incrementado
la Educación Social, se hace necesario significativamente en los últimos veinte
seguir avanzando con buenos estudios años, poniendo de manifiesto lo mucho
histórico-comparativos de las profesio- que queda por explorar, así como las in-
nes, para ir comprendiendo las trans- genuas opiniones y manifestaciones que
formaciones que estos clientes han ido todavía se observan cuando se habla del
sufriendo en el tiempo y los cambios Estado y las profesiones.
en los recursos utilizados en cada uno
de los períodos que se historicen. 2.1. El tema del Estado en las nue-
Sin embargo, como ya hemos avan- vas investigaciones sobre profesio-
zado, el objetivo prioritario de este ar- nalismo
tículo es tratar de analizar el papel del Los Estados son tanto reguladores
Estado como actor clave en la profesio- de la vida profesional como instrumen-
nalización de los educadores sociales, tos que propician, en general, el avance
en la medida en que sus aportaciones de las profesiones. Por lo tanto, el Esta-
a este proceso (políticas sociales, ser- do se convierte en una de las más rele-

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Pedagogía Social 11 Segunda época Juan Sáez Carreras y José García Molina

vantes variables en la explicación de los Aunque si hemos de creer a investi-


procesos de profesionalización y de ahí gaciones más recientes, como las de M.
que, aunque todavía son insuficientes, en Mann, el interés creciente por el Estado
las últimas décadas hayan proliferado los no fue sólo exclusivo de Europa, sino
estudios que relacionan el Estado y las que conoció un importante auge en los
profesiones. estudios sobre América Latina, África y
Si bien en la etapa clásica no llegó a Asia, además, por supuesto, de Nortea-
profundizarse sobre el papel del Estado mérica, en relación con toda una gama
en los procesos de profesionalización, amplia de cuestiones económicas, polí-
en la etapa crítica o revisionista se le con- ticas, sociales, culturales y educativas,
sidera una entidad con más protagonismo con las que el Estado, “implementador
del que se piensa.22 En la etapa revisio- de estrategias y políticas”, está relacio-
nista, el Estado fue uno de los núcleos nado. Mann mantiene la tesis de que no
de interés de los investigadores de las es posible entender el surgimiento y la
profesiones (Collins, 1990a). Desde los consolidación de las profesiones mo-
funcionalistas hasta los neomarxistas23, el dernas sin relacionarlo con el Estado,
hecho es que el reavivamiento del interés y formuló, contra quienes minimizaron
por el papel del Estado condujo a un buen su influencia, que el Estado, protector y
número de estudios durante esta etapa y controlador al mismo tiempo, desarro-
la siguiente, abriendo nuevas vías de es- lla un tipo de poder infraestructural en
tudios, nuevos temas y diferentes preocu- contra de las dictaduras con poderes ab-
paciones en la sociología de las profesio- solutos. Así, Mann “analiza cómo este
nes. En este nuevo fluir de estudios, tuvo tipo de poder ha logrado penetrar de
influencia la propia evolución histórica y manera efectiva en la vida social, gra-
social de algunos países, sobre todo los cias a un conjunto de tecnologías, como
de la Europa Continental, preocupados la alfabetización, la división de tareas
por identificar el verdadero impacto que entre sectores que el Estado coordina
el Estado, como realidad institucional, centralmente, el establecimiento de los
ejerce sobre la sociedad. transportes y las personas... De manera

22 Una visión comprensiva de esta cuestión puede obtenerse si se revisa con detenimiento
el modelo teórico propuesto (Sáez, 2005) para estudiar las profesiones y los campos de
conocimiento respectivos que tratan de dar razón de ellas. En nuestro caso, la Pedagogía
Social intenta investigar la práctica de la educación social como su objeto de estudio, para
intentar conocer mejor el tipo de funciones y competencias que van asociadas a la práctica
profesional de los profesionales de la Educación Social (como profesión) y, en fin, tratar
de que los conocimientos obtenidos remitan felizmente al refuerzo de las disciplinas rela-
cionadas con la Pedagogía Social.
23 Para los primeros, el Estado era un escenario en el que distintos contendientes económicos,
políticos y sociales se enfrentaban por afirmar sus intereses. Los segundos, en cambio, lo
ven como un actor mas implicado, a través de sus agencias gubernamentales, en el impulso
de decisiones políticas que pudieran afectar a diversos sectores particulares.

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El Estado como actor clave en la profesionalización... Pedagogía Social 11 Segunda época

obvia las modernas profesiones se ha- Burrage, Jarausch y Siegrist (1990)


llan inmersas en esa dialéctica propia demuestran en su estudio que, en las
del desarrollo del poder infraestructural estrategias de profesionalización segui-
del Estado” (González Leandri, 1999: das por Europa y EE.UU. por las ca-
85 y 86). rreras con más éxito y las que mayor
Estado y sociedad muestran sus in- autonomía han logrado, por ejemplo en
teracciones en un juego de oscilaciones Alemania y Francia, el paraguas pro-
que configuran una dialéctica del desa- tector y controlador del Estado ha ju-
rrollo social, entre paradojas y contra- gado un papel central. Aquel dictum o
dicciones, que no por ello cuestionan slogan de que “a menor Estado, mayor
esta interrelación entre el poder infra- sociedad” se muestra, según estos es-
estructural y la propia evolución que va tudiosos, equívoco. En cualquier caso,
siguiendo la sociedad. En este sentido, de la misma manera que las sociedades
la tesis de Mann refuerza y complemen- no son iguales, tampoco lo son los Es-
ta la de Freidson (1994, 2001). Si, para tados, aunque haya que reconocer un
éste, la autonomía de las profesiones es importante “isomorfismo organizacio-
el resultado de un proceso político por nal e ideológico” de unas y otras en las
el que la intervención gubernamental geografías avanzadas como la europea.
no sólo reduce la citada autonomía sino Variables contextuales, circunstancias
que es un producto de la gobernabili- históricas, políticas, económicas, socia-
dad que justifica y da vida al Estado, les y culturales particulares diferencian
para Mann las modernas profesiones se a unos países de otros, en los que a estas
hallan inmersas en esa dialéctica propia cuestiones respecta.
del desarrollo del poder infraestructu- El progreso y avance de los estudios
ral del Estado. Las profesiones ocupan sobre las profesiones se confirma, así,
un lugar clave, y por ello pueden ser el con algunos eventos importantes en este
eje central de proyectos y modelos de campo (González Leandri, 1999; Collins,
investigación que traten de “escrutar” 1990b; Dingwall y Lewis, 1983; Freid-
la realidad. son, 2001): se potenciaron las investiga-
La aportación de Mann y Freidson, ciones de carácter comparativo, se abun-
en aquello que tienen de común, se po- dó en estudios específicos de impronta
dría formular de la siguiente manera en empírica, fueron frecuentes los estudios
relación al Estado, como conjunto or- de caso para profundizar en la relación
ganizativo que implementa políticas, Estado-profesión y se plantearon temá-
y a las profesiones que se consolidan ticas que centralizaban el interés de los
en él. Por una parte, la independencia o investigadores por estudiar las comple-
autonomía de las profesiones depende del jidades internas que caracterizan a los
apoyo y la intervención del Estado; por Estados y los lazos que establecen con
otra, el Estado depende de la indepen- las profesiones. Por ejemplo, fue objeto
dencia de las profesiones para asegurar de preocupación constante:
su propia capacidad de gobierno y para • estudiar los procesos por los que el
legitimar su propia actividad. Estado, a través de sus actividades,

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Pedagogía Social 11 Segunda época Juan Sáez Carreras y José García Molina

crea demandas de conocimiento acer- profesiones (Evans y otros, 1985; Starr e


ca de las estructuras sociales en las Inmergut, 1987; Johnson, Larkin y Sacks,
que él trata de intervenir; 1995; Joseph y Nugent, 1994).
• explorar el proceso de conformación Entonces, la importancia decisiva
de los saberes acerca de la acción del de los Estados está demostrada por el
Estado, así como el proceso mediante hecho de que una frecuente tipología es-
el cual éste influye en el desarrollo y tatal basada en las profesiones, en cual-
aplicación de unos conocimientos es-
quier discusión o estudio comparativo
pecíficos sobre la sociedad;
de las mismas, se apoya en un criterio
• ahondar en la evolución de determi-
tan significativo como es el de formas
nadas profesiones vinculadas a las
de dominación política. Como ya se
ciencias sociales;
afirmó en otro lugar (Sáez, 2004), en
• investigar cómo los Estados, y los
relación con la evolución o historia de la
grupos profesionales asociados a la
elaboración de sus políticas, crean, se teoría de las profesiones, el surgimien-
apropian y reelaboran prácticas insti- to, la estabilización y constitución de
tucionales; estas profesiones ha ido paralela a la
• abordar la búsqueda de conocimien- formación de los Estados nación. Así,
to sobre las capacidades del Estado el estudio de las profesiones en el mun-
para intervenir socioeconómicamente do de habla inglesa descansa, implícita-
y su relación histórica con las llama- mente, en los límites del imperialismo
das “ocupaciones orientadas por el británico. De modo similar, el imperio
conocimiento”; napoleónico fue la forma mediante la
• profundizar desde distintos ángulos y cual las instituciones profesionales fran-
para realidades nacionales diferentes cesas se difunden por toda Europa. Esta
“la interrelación entre el Estado y los difusión cultural no se hubiera dado sin
conocimientos sociales”. Tal es el in- la acción de los Estados por mucho que
tento, por ejemplo, de Rueschmeyer los profesionales, a título particular, de-
y Skocpol (1995), al analizar cómo cidieran lanzarse a la adopción volunta-
los sistemas de industrialización, que ria y espontánea de modelos extranjeros
transforman las formas de producir y de las diversas profesiones, su razón de
transmitir saberes que estaban detrás, ser y su modo de actuar. Ejemplos de
llegaron a influir tanto en el contenido esta difusión de las profesiones reali-
como en la dirección de las políticas zadas por el Estado son la influencia
gubernamentales. francesa e inglesa en la conformación
Más de un grupo de investigación de los abogados rusos (Burrage termi-
tuvo como eje focal de sus programas nó en los comienzos de los noventa una
de investigación, a nivel macro y micro monografía sobre la “advocatura” sovié-
sociológico, la necesidad de responder al tica bajo la “perestroika”), o la filosofía
cómo las estructuras gubernamentales y e impronta profesional alemana en el
sus diferentes actividades han auspiciado desarrollo de los profesionales.
el desarrollo intelectual y social de las

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El Estado como actor clave en la profesionalización... Pedagogía Social 11 Segunda época

Si se acepta lo expuesto en este apar- de los Estados por las profesiones –en
tado, la pregunta es inevitable: ¿por qué esta relación, los intereses de las profe-
no aparece el Estado como variable fun- siones son más explícitos y evidentes–
damental en el estudio de las profesiones hace aún más difícil la construcción de
hasta casi finales de los sesenta y princi- una tipología sobre políticas estatales
pio de los setenta? Al parecer, por varias que sea apropiada en el análisis de las
razones, todas ellas entrecruzadas. profesiones. En este sentido, hay que
En primer lugar, porque en las pri- reconocer ese hito o acontecimiento tan
meras discusiones sobre las profesiones significativo para la teoría e historia de
se pensó que éstas surgieron como con- las profesiones: justamente a partir del
secuencia del desarrollo del capitalismo, estudio de las profesiones continentales
y ello no era bien visto en un momento es cuando comienza a tomar impulso y
en que se afianzaban democracias defen- a explorarse a fondo el papel del Estado
diendo Estados Sociales. en la constitución y en el desarrollo de
En segundo lugar, porque las con- las mismas. Profundizar estas interaccio-
diciones peculiares bajo las cuales sur- nes, descubrir este tipo de realidades, se
gieron muchas profesiones, en el pasado convierte en un buen antídoto contra esa
siglo XIX británico, condicionó la idea inveterada costumbre de investigar desde
de que el Estado hizo poco más que faci- posiciones abstractas cuestiones que se
litar el establecimiento de la autonomía resuelven en el mismo juego conceptual,
profesional y sólo hasta que, en tiempos en la articulación de teorías metafísicas
recientes, toma impulso el estudio de las o ahistóricas que se distancian de cual-
profesiones continentales, no se analiza quier planteamiento histórico y político
a fondo el papel del Estado y su relación o, en última instancia, se dilucidan en
con las profesiones (Burrage, Jarausch y resultados estadísticos donde los tantos
Siegrist, 1990: 210). por ciento no consiguen ocultar las ca-
En tercer lugar, porque no se encon- rencias para adentrarse en campos donde
traba una tipología adecuada para llevar es preciso abandonar la rigidez teórica y
a cabo esta tarea. Las etiquetas al uso, academicista para dar rienda suelta a la
utilizadas para otros propósitos (como imaginación creadora.
describir las instituciones políticas del A falta de una tipología de las polí-
Estado, como “absolutista”, “autoritario”, ticas estatales, identificamos algunos de
“fascista” o “comunista”, o explicar sus los diferentes modos de interés de los
relaciones con la industria dando lugar a Estados con respecto a las profesiones.
expresiones como Estado “liberal”, “in- Primero, un propósito compartido por
tervencionista”, “desregulador”, “corpo- todos los Estados es el de establecer
ratista”...) no consiguen captar satisfac- su autoridad. Ello explica su especial
toriamente las relaciones entre el Estado interés en las instituciones legales y en
y las profesiones. la profesión legal, así como en la sa-
Queda mucho por investigar en este lud pública en general y en la profesión
sentido y la dificultad para identificar médica, en particular. Segundo, los Es-
documentalmente los niveles de interés tados albergan intereses estratégicos en

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Pedagogía Social 11 Segunda época Juan Sáez Carreras y José García Molina

las profesiones, por ejemplo en todo lo to, han sido los trabajos realizados por
relacionado con la educación o, pen- Wortman (1976), Green (1992) y Geison
sando en la guerra, con las profesiones (1984), ya que han investigado el puente
militares. Tercero, los Estados muestran a recorrer entre el Estado y las profesio-
un interés político por las formas de go- nes: el estudio de las políticas públicas
bierno de las profesiones a través de la que el Estado ha impulsado para satis-
acción colectiva que despliegan los pro- facer a las propias profesiones, directa-
fesionales. Ello explica el interés de las mente –políticas que se concentraban
asambleas revolucionarias francesas por en aquellos momentos donde afectaban
las formas de autogobierno de las profe- directamente a las profesiones o en aque-
siones y cómo las organizaciones profe- llos otros donde una u otra de las agen-
sionales, inconsecuentes con los ideales cias, Estado y profesionales, proponían
de igualdad y soberanía popular, fueron un cambio significativo en la relación–,
abolidas. Cuarto, y finalmente, también o indirectamente –al dirigirse estas polí-
se puede encontrar un interés fiscal, y ticas a la ciudadanía.
por tanto electoral, en las profesiones. Estas exploraciones ponen de ma-
Este es un aspecto relativamente mo- nifiesto el importante papel del Estado
derno que procede del compromiso del en los procesos de profesionalización.
Estado con los servicios que prestan los Puede que no aporte mucho, o lleve a
profesionales a los ciudadanos, como la confusión, utilizar la oposición inter-
pagador subsidiario; tal es el caso de la vención-“laissez-faire” para explicar
profesión médica, la legal, la educadora, cómo un Estado intervencionista regula
el trabajo social... (Burrage, Jarausch y o nacionaliza la industria privada, pero
Siegrist, 1990: 211-212). en realidad aclara bastante sobre la rela-
ción Estado-profesiones. Sin embargo, es
2.2. Las actividades del Estado y las
imposible negar el interés de haber estu-
profesiones diado cómo, a mediados del siglo XIX,
A pesar de todo, como reconocen durante el apogeo del “laissez-faire”, el
los arquitectos de esta propuesta teórica, Estado británico y el americano adopta-
quedan muchas lagunas por explicar. Los ron distintas políticas hacia las profesio-
niveles de interés de los Estados hacia las nes; o confirmar cómo, bajo la férula de
profesiones (como hacia otras organiza- un gobierno laborista intervencionista,
ciones) tienen que ser necesariamente de las profesiones médicas y jurídicas au-
una evidente generalidad y normalmen- mentaron su influencia cuando, intentan-
te episódicos, dado que el Estado como do nacionalizar servicios, creó un Segu-
agencia trabaja para todos los grupos y ro Nacional de Enfermedad para cubrir
colectivos, y no sólo para los profesiona- la atención sanitaria y, aún más, con la
les, que combaten por intereses mas con- creación del Servicio Público de Salud.
cretos. Cabría estudiar cómo se recrean Otro tanto ocurre con el Derecho cuando
y se articulan estos intereses estatales este mismo gobierno laborista pone en
con los de los grupos profesionales. Tan marcha la Fundación Pública de Ayuda
modélicos como escasos, a este respec- Legal. Los ejemplos se multiplican.

145
El Estado como actor clave en la profesionalización... Pedagogía Social 11 Segunda época

Semejante situación se presenta en políticas sociales, con todas las con-


el caso alemán, donde Mc Clelland es- secuencias que se están produciendo
tudia los procesos de profesionalización y empezamos a conocer.
de algunas profesiones, y las organiza- En definitiva, podemos vislumbrar
ciones que están detrás, en The Ger- la importancia que, en el proceso de
man Experience of Profesionalization profesionalización de los educadores
(1991): desde principios del siglo XIX sociales, ha tenido y sigue teniendo, el
a la era Weimar aparecen analizadas Estado. Él ha promovido el reconoci-
las funciones que cumplieron las pro- miento de la titulación de Educación
fesiones libres y las estatales, bajo los Social y él pone en marcha uno de los
diversos gobiernos, hasta la llegada de recursos fundamentales con los que
Hitler al poder. opera el proceso de profesionalización:
Por lo tanto, cabe destacar esta arti- las políticas sociales. A través de este
culación políticas públicas-profesiones, recurso, el Estado actúa como actor
como una de las estrategias a seguir en pero también como cliente, con lo que
los estudios sobre las profesiones. Y en sus conexiones e interacciones con la
esta búsqueda relacional habrá que inves- Universidad y el Mercado, otros actores
tigar (Cleaves, 1987) como mínimo: relevantes, son evidentes.
• las relaciones intermitentes/continuas A la luz de estas reflexiones, los
entre los Estados y las profesiones; temas a investigar en el territorio de la
• los nexos entre unos y otras, a través Educación Social como profesión se
de las agencias ejecutivas y adminis- multiplican y las posibilidades de hacer
trativas (legislaciones y resoluciones) crecer las geografías de la Pedagogía
de los Estados y su relación con las Social, como campo de conocimiento
profesiones; que trata de dar razón de ser de ella,
• las relaciones profesionales de una aumentan, posibilitando el cruce de
misma profesión cuando trabajan en fronteras con frecuencia cerradas por la
el sector público o en el privado; excesiva ingenuidad o simplismo inte-
• las interacciones entre el Estado y lectual.
otros actores fundamentales en el pro-
ceso de profesionalización de las pro-
fesiones (la Universidad, los propios
3. ¿Qué son las políticas so-
colectivos profesionales, el Mercado, ciales?
los usuarios/destinatarios de las activi- 3.1. Concepto de Política Social
dades profesionales cuyos efectos des- La conceptualización de lo que se
conocemos...), sobre todo en tiempos entiende por Política Social se convierte,
en que los Estados y las administra- en una primera mirada, en un problema
ciones públicas han puesto en manos terminológico. Son muchos los vocablos
privadas (fundaciones, cooperativas, que conforman el campo semántico y
asociaciones, corporaciones...) la mucha la literatura que, desde diferen-
materialización y la resolución de las tes geografías de conocimiento, utiliza

146
Pedagogía Social 11 Segunda época Juan Sáez Carreras y José García Molina

los mismos significantes con significa- Tercera. Si bien la Política Social es


dos muy diferentes. Al desbrozar dicho una, en cuanto a su naturaleza social y
campo nos encontramos con cuestiones económica, aparece diversificada en una
ideológicas que dificultan aún más la ta- amplia gama de Políticas Sociales par-
rea (Theborn, 1994). ticulares, o políticas sectoriales, según
Las Políticas Sociales son el instru- se dirijan a los aspectos o sectores de la
mento o brazo ejecutivo que los Estados Salud, la Educación, la Vivienda, la Se-
tienen para conseguir el bienestar social. guridad Social, la Asistencia Social...,
cada una de ellas con medidas técnicas y
Dicho de otra manera, si el Bienestar
administrativas específicas propias.
Social es el horizonte al que se apunta,
la Política Social indica la dirección a Es decir, la Política Social de un Es-
seguir. La noción de Política Social, por tado es el conjunto de Políticas Sociales
tanto, va ligada al desarrollo del Estado particulares que dicho Estado desarrolla
en su circunscripción y que se destinan
de Bienestar o al de Estado Social de De-
a cubrir las necesidades sociales. A este
recho, como herramienta que utiliza una
respecto cabe enfatizar dos cuestiones
serie de servicios sociales para la conse-
importantes. Primero, que la interrela-
cución de sus objetivos. El objetivo de la
ción entre políticas estatales y, más con-
política de bienestar es satisfacer necesi- cretamente, entre política económica y
dades humanas. social, aunque son dos aspectos distintos
La Política Social puede definirse como
un conjunto de acciones que, como parte de de la actividad estatal, forman parte de un
las Políticas Públicas, tiene el propósito de mismo y único proceso social. Segundo,
mejorar la calidad de vida mediante la pres- que, si bien el Estado juega un papel des-
tación de una serie de servicios sociales que tacado en el proceso social, los agentes
procuran atender a las necesidades básicas
del mismo son todos aquellos sectores y
de todos los ciudadanos, asegurando unos
niveles mínimos de renta, alimentación, sa- entidades sociales, aquellos profesiona-
lud, educación y vivienda. Asimismo, tien- les que, con su propio dinamismo, sus
de a disminuir las desigualdades sociales y presiones, etc., contribuyen a impulsar y
a atender a los colectivos que, por razones a materializar dichas políticas. Sin tales
de edad o impedimentos físicos o psíquicos,
no pueden generar recursos por medio de su
profesionales, en los Estados donde se
trabajo (Ander-Egg, 1988: 35). han profesionalizado los Servicios Socia-
les, no se podría llevar a cabo esta tarea
Tal definición permite hacer algunas
(Bertilsson, 1990).
consideraciones:
Primera. El modo en que los Esta- 3.2. ¿Qué conducen las políticas so-
dos se organizan para atender a todos los ciales?: La articulación de las nece-
aspectos de la vida social es lo que se sidades con los derechos
denomina políticas estatales.
Este es un tema complejo cuya sis-
Segunda. Dependiendo del área a la tematización exigiría una investigación
que se dirijan, podemos distinguir entre extensa y detenida a la luz de los cambios
Política Económica, Política de Seguri- producidos social y políticamente en las
dad, Política Educativa... últimas décadas. De todos modos, es po-

147
El Estado como actor clave en la profesionalización... Pedagogía Social 11 Segunda época

sible abordar la cuestión de los contenidos de ellos sería, por supuesto, el de los
desde diversos ángulos. Uno de ellos sería Servicios Sociales.
ver cuáles son sus fines, los procesos e Desde el ángulo de la articulación de-
instrumentos que emplea. Desde otro án- rechos-necesidades, aparece como eviden-
gulo, es frecuente observar el desarrollo te que la intervención política en el terreno
de las políticas sociales y su concreción a de lo social es el lugar donde “se objetiva
través de la asociación que se realiza en- el campo de la acción social”, donde se
tre recursos y necesidades. Este modo de juega la difícil relación entre necesidades,
entender las políticas sociales demuestra derechos y recursos sociales para satisfa-
que no es coherente abordar esta cuestión cerlos. Se entiende, así, que cada una de
en abstracto, como a veces suele ocurrir. las Políticas Sociales se caracteriza por la
Así, de modo sistemático: atención particular que presta a determina-
a) En cuanto a fines, las políticas sociales das necesidades sociales de las personas,
tienden al Bienestar Social como hori- mediante la puesta en marcha de una serie
zonte; ello pasa por la eliminación de de estrategias y recursos para alcanzar tal
la pobreza, la consecución de la igual- objetivo. En términos reales, es muy di-
dad y la mejora de la calidad de vida. fícil saber si serán alcanzados porque, de
En el futuro, en términos reales, es de la mayoría de los proyectos que se ponen
esperar que tiendan a la igualdad y a en marcha y se implementan en esta di-
la consecución de mas altos niveles de rección, no suelen hacerse evaluaciones
justicia social (Cortina, 1994). para valorar en términos cuantitativos
b) En cuanto al proceso, fundamental de o cualitativos el impacto que producen
toda Política Social es el de la redistri- (Gómez Serra, 2004). Por lo demás, po-
bución, es decir, hacer un reparto más dríamos plantear aquí, a modo de apunte
equitativo de bienes en beneficio de a favor de una reflexión comprensiva, una
grupos o personas cuyos niveles de visión de conjunto de la articulación entre
satisfacción de necesidades no llegan necesidades y derechos que son los que
a alcanzar los que la sociedad conside- constituyen los contenidos de la Política
ra normales o básicos en un momento Social. Ya algunos autores reconocidos en
dado. Con todo, esta tarea es difícil ya Pedagogía Social hicieron, en su momen-
que el camino de “arriba” a “abajo”, to, una propuesta general en la que, según
que es el seguido para concretar tales contextos y geografías, cabrían múltiples
políticas, está lleno de limitaciones matizaciones (Fernández y Rozas, 1987:
administrativas, de burocratismo tec- 27-33; López Hidalgo, 1992: 91 y ss). Tal
nocrático y de clientelismo preocupan- propuesta permitía elaborar un cuadro de
te, que alimenta el espíritu neoliberal doble entrada en el que, junto a las ne-
imperante en los últimos tiempos, ade- cesidades sociales/derechos formulados,
más de explicar, en buena medida, la cabría apuntar aquellos contenidos que
privatización de las mismas. la política social debe desplegar o mate-
c) En cuanto a los instrumentos, los re- rializar en función de las necesidades a
cursos empleados por la Política So- satisfacer para responder a las demandas
cial de un país son muy variados; uno ciudadanas.

148
Pedagogía Social 11 Segunda época Juan Sáez Carreras y José García Molina

A modo de ejemplo y muy sucintamente, he aquí el esquema siguiente.


NECESIDADES
CONTENIDOS DE LA POLÍTICA SOCIAL (en función de las
SOCIALES
necesidades)
/DERECHOS
- ingresos mínimos
- indemnización por desempleo
- salario mínimo
- seguro de enfermedad
Trabajo/ingresos - pensión de jubilación
- jornada laboral
- sindicación
- condiciones de trabajo
- ...
Sistema educativo (todos niveles)
Sistema de becas
Educación/cultura
Financiación de actividades culturales
...
Sistema sanitario, higiene pública,
Higiene/salud
...
Necesidades “residuales” de: desemplados eventuales y perma-
Asistencia/promoción
nentes: ancianos, niños, disminuidos, mujeres, etc...

Otras propuestas acerca de las ne- acompaña el diseño y la implementación


cesidades humanas enriquecen el pano- de políticas sociales.
rama, pero también la situación es más La investigación sobre el tema de
compleja, como se ha podido ver en los los modelos comienza a ser más varia-
análisis dedicados al Estado de Bienestar da y fecunda. A este punto llegados, es
(Sáez, 2004). En otros textos que dedi- importante recordar lo relevante que las
camos a conceptos fundamentales en el políticas sociales son en el campo del
campo de la Pedagogía Social, como el profesionalismo: del hecho de tener una
de exclusión (Sáez y G. Molina, 2005) orientación “jerárquica” o “coordinada”,
o el de necesidad, se puede encontrar la implementadas bajo espíritu privatizador
continuidad y profundidad en el análi- o redistribuidor, las políticas sociales pue-
sis dedicado al Estado como actor (Sáez den actuar como variables desprofesiona-
y G. Molina, 2003). No obstante, cabe lizadoras o profesionalizadoras (Guillén,
aclarar que el tema de las necesidades, el 1990). Por lo tanto, son relevantes en el
modo de satisfacerlas y su relación con la desarrollo de la Educación Social.
manera de hacer operativas las políticas Avanzando, podemos decir que exis-
sociales tienen mucho que ver con los ten diversas clasificaciones (Titmus,
modelos o concepciones que se defienden 1981; García Roca, 1992; Estivill, 1985;
de éstas. Es en la cuestión de los mode- Mínguez, 2000) de los modelos de Po-
los donde mas fehacientemente se ve el lítica Social. A modo de ejemplo y para
componente fuertemente ideológico que cerrar este apartado, escogemos la clasi-

149
El Estado como actor clave en la profesionalización... Pedagogía Social 11 Segunda época

ficación de Titmus, no sólo porque fue de sociedad consumista. Pretenden así que,
los primeros en formular los diferentes debido a esta dinámica economicista, los
modelos de política social y los rasgos perjuicios y daños tengan que asumirlos
que mejor los definen, sino sobre todo el Estado y las administraciones locales,
porque su concepción de la política so- apoyando servicios generales y discrimi-
cial en cada enfoque va asociado a la ma- natorios que deben orientarse a disminuir
nera en que cada uno de ellos propone la la desigualdad social y contribuir a la justi-
satisfacción de las necesidades. Titmus, cia social. Para cumplir esta tarea, es nece-
quizás el autor más citado en nuestra sario introducir sistemas que redistribuyan
geografía, distingue, así, tres modelos de con criterio más equitativo los bienes de
Política Social (1981: 38-40)24: un Estado, Nación o Comunidad.
Modelo residual. Para los defenso-
res de este modelo, los caminos para 4. La educación y las necesi-
satisfacer las necesidades de los sujetos
son el mercado y la familia. Las demás
dades
instituciones sólo deben actuar cuando Sin duda, otro de los conceptos cla-
estas agencias “desaparecen”. Como ve en el campo de conocimiento de las
este es un hecho que sólo puede acae- Ciencias Sociales es el de necesidad.
cer eventualmente, son estas agencias, Nuestros alumnos, futuros profesionales
familia y mercado, las que resuelven de la educación y la formación, deben
las necesidades que se le presentan a saber de él. Como educadores, sea que
las personas. trabajen a partir de materias o disciplinas,
al modo y manera en que se desarrollan
Modelo basado en el logro perso- en la escuela o en la universidad, o lo
nal-resultado laboral. Este enfoque sos- hagan en contextos y espacios donde se
tiene que las necesidades sociales deben demanda la ayuda de profesionales de la
satisfacerse en base a tres criterios que educación social, satisfacer la necesidad
ayudan a dilucidar su oportunidad y re- de educación es y será una de sus obliga-
levancia: los resultados alcanzados en ciones fundamentales. ¿Qué traduce esta
el trabajo, el mérito personal y la pro- afirmación? El punto de partida de nues-
ductividad. tra reflexión sobre el tema se desenvuelve
Modelo redistributivo. Para los repre- en torno a dos supuestos:
sentantes de esta concepción, las necesida- - la asunción de la educación como
des son efectos del propio cambio social una necesidad básica –y no sólo para
y, por lo tanto, generadas por el sistema grupos categorizados como excluidos
económico, el gran sustentador de esta o vulnerables– que debe reconocerse

24 En el campo de la Pedagogía Social, ha sido Constancio Mínguez quién ha hecho una lec-
tura particular de la obra de Titmus, reinterpretado y actualizado por las visiones de autores
especialistas en el tema. Muchas de las cuestiones que no hubieran podido comprenderse
en estas líneas pueden clarificarse en los textos que otros autores de nuestra geografía
(como García Roca o Estivill) han realizado de su obra.

150
Pedagogía Social 11 Segunda época Juan Sáez Carreras y José García Molina

como un derecho de todos los suje- objetivos universales de participación


tos por su condición de ciudadanos social que permiten el desarrollo de
en un Estado Social de Derecho; la libertad.
- la obligación de las políticas sociales La salud, la alimentación, la autono-
y educativas a proveer y dar cuenta mía, un empleo digno... son consideradas
de ese derecho, porque elevar la ne- necesidades básicas para la mayoría de
cesidad de educación a la categoría de los teóricos. Y en este sentido, son pocos
derecho de ciudadanía impulsa a los los que cuestionan que la educación sea
Estados y a las sociedades a garanti- una necesidad fundamental y relevante
zarlo debidamente. para el avance de las personas y el pro-
De cualquier modo, y como matiza- greso de las sociedades (Escudero, 2002).
ción introductoria, cabe señalar que no Pero, por otra parte, y en un esquematis-
existe acuerdo, si se revisa la literatura mo que creemos debe ser problematizado,
especializada, sobre qué son y cómo se se ha convertido en lugar común hacer
satisfacen dichas necesidades. A este referencia a las necesidades educativas
respecto retomamos las argumentaciones que presentan determinados colectivos,
y la gramática de Montagut (1997: 180) grupos e individuos particularizados
para explicar que: que sirven como excusa y como justifi-
1º. Las necesidades humanas responden, cación para el despliegue de toda una
en cada sociedad y en cada época, a suerte de proyectos y prácticas para sa-
un determinado nivel de desarrollo de tisfacer tales necesidades. Si a nuestro
las fuerzas productivas, pero también juicio este planteamiento es susceptible
a una concepción y unas formas par- de ser problematizado es debido a que:
ticulares de relación entre los indivi- 1º. Las referencias a la identificación de
duos y la comunidad. necesidades educativas y la posterior
2º. Aunque se considere que las necesida- propuesta de satisfacción de las mis-
des humanas son históricas, y por lo mas suele tener o presentar cierto ca-
tanto construidas socialmente, también rácter determinista.
las hay de naturaleza universal. 2º. El plural necesidades educativas que,
3º. Las necesidades son un producto o teóricamente, suele satisfacerse tras su
resultado de la acción humana y, en inicial identificación con la educación
consecuencia, evolucionan y se trans- que ha de proveer el profesional pre-
forman formando parte del proceso parado para ello, trabaja sobre el su-
histórico de las sociedades. puesto de que el proceso de identifica-
4º. En las sociedades avanzadas, las ne- ción dará como resultado la aparición
cesidades sociales básicas, como ve- de un número amplio de necesidades
remos posteriormente, se convierten educativas. Lo que se obvía es que es
en derechos morales y, a su vez, en el propio investigador el que realiza a
derechos sociales y civiles que deben priori esta tarea y el educador el que,
satisfacer las políticas sociales. teniéndolas presentes, llevará a cabo,
5º. Estas necesidades básicas no son un posteriormente, el diseño para la in-
fin en sí mismo, sino instrumentos de tervención oportuna.

151
El Estado como actor clave en la profesionalización... Pedagogía Social 11 Segunda época

3º. Esta lógica determinista no funciona profesión, la de educar, que sólo se puede
así en el contexto de trabajo, además profesionalizar si supera tal fragmenta-
de que, por la propia mecánica que ción. Pero también porque, si se sigue el
encierra este enfoque, se ahoga la re- esquema de Castel (1984 y 1992), en el
flexión que, a nuestro entender, debe- que creemos, los profesionales no traba-
ría centrarse en dos cuestiones. La pri- jan con categorías sino con personas en
mera pasa por analizar las necesidades situaciones de mayor o menor vulnerabi-
básicas y tratar de ver si la educación lidad, más próximos o menos a la zona de
lo es. Por lo tanto, habría que hablar exclusión o, por el contrario, más cerca a
de la educación como necesidad (bá- la zona de integración. Pero a cada una
sica o no) y no tanto de necesidades de estas personas, de la misma manera
educativas (especiales).25 La segunda, que a todos, les es necesaria la educa-
tratar de ver qué es lo que comporta ción. El que ellas vivan sus carencias o
tal concepción de la educación como sus deseos (connotativos a la naturaleza
necesidad y derecho universal, porque humana) como necesidad de educación
de esta forma podría dirimirse la di- no remite a la cuestión “qué tipo de edu-
cotomía que parece asociar las nece- cación dar”, sino a las tareas y prácticas
sidades a los excluidos y marginados necesarias para satisfacer esas carencias
(campo del que se ocuparía tradicio- y deseos a través de una educación ac-
nalmente la educación especializada), tualizada a la época que vivimos (Núñez,
dejando fuera de esta geografía a los 1999). Ello no supone que estas mismas
que no están categorizados como tal personas, dada su edad o debido a ella,
y que, supuestamente, reclamarían se despierten por las mañanas exclaman-
otro tipo de profesional más acorde do “necesito un profesor” o “necesito un
con esa población convencionalmente educador social” (García Molina, 2003b).
“normalizada”. Esta concepción bebe Sin embargo, sí parece vital aclarar que
de esa fuente que, en epistemología, todas ellas tienen derecho a la educación
diferencia “lo normal y lo patológico” y los Estados democráticos de Derecho
(Canguilhem, 1971; Foucault, 1985 y tienen la obligación de proveerla, se haga
1987) y que alimenta, entre otras posi- en la escuela, en la universidad o en el
bles, supuestas prácticas educativas en resto de la comunidad, mediante aque-
función de un modelo u otro. A todas llos profesionales que están capacitados,
luces, estos discursos y sus prácticas y legitimados, para cubrir tal objetivo.
acaban promoviendo la fragmentación, Lo importante, por tanto, es que en este
tanto de la profesión como del campo planteamiento entra en juego la ética,
de conocimiento que da razón de ella. la política, la justicia y el concepto de
La cuestión es para nosotros muy im- necesidad, como derecho y obligación,
portante en tanto que apostamos por una relacionados con ella.

25 En este punto, reconocemos cierto cambio de posicionamiento respecto posiciones defen-


didas en otras ocasiones (Sáez, 2002, 2003).

152
Pedagogía Social 11 Segunda época Juan Sáez Carreras y José García Molina

4.1. El concepto de necesidades bá- Segunda. Cabe por tanto deducir


sicas: ¿lo es la educación? –contra esa visión de la educación que
En un excelente artículo sobre la se centra en los excluidos– que plantearse
Educación Compensatoria y el modo en la educación como una necesidad básica
que ella se concreta en los centros, Juan –desde una perspectiva ética– es más sa-
M. Escudero (2003: 9-10) escribe: tisfacer un derecho y cumplir una obli-
En diferentes concepciones de una socie- gación o una responsabilidad que apelar
dad justa es común destacar que es aquélla a un recurso que actúa como “parcheo”
que, con carácter universal, reconoce que sus para lavar la cara ante las deficiencias de
miembros deben disfrutar de oportunidades
efectivas para satisfacer ciertas necesidades,
un sistema que provoca “sus propias dis-
funciones, o desempeños que son imprescin- funciones”. Entender la educación como
dibles para conducirse en la vida con digni- necesidad esencial, básica y común para
dad, participar en los diversos ámbitos de la todos, y asignarla al ámbito de los dere-
sociedad, la cultura, la política y el mundo chos y deberes de todos y cada uno de
del trabajo, así como estar en condiciones de
crearse una imagen positiva de sí mismos. los miembros de la sociedad justa, tiene
Entre las necesidades básicas que se iden- implicaciones teóricas, prácticas y éticas
tifican, la educación prácticamente genera- diversas. Entre ellas queremos resaltar
lizada, tiene su propio lugar, atribuyéndole, las que invitan a no diseñar una educa-
por lo tanto, ese carácter de básica, esencial,
imprescindible. Y tanto, desde un punto de
ción centrada en los déficits personales y
vista intrínseco, es decir por el valor que ha sociales, sino recreada, tal y como Castel
de atribuírsele en sí misma para el desarro- (2004) plantea, a partir de la estructura
llo de la libertad y autonomía de cada suje- social en la que ella tiene lugar y viven
to, como desde un criterio extrínseco, pues las personas.
contribuye a la realización de otros objetivos
sociales, comunitarios y democráticos: el de- Para finalizar el apartado, queremos
sarrollo social y económico, el hacer posible resaltar estas ideas desde otro lenguaje:
y buena la vida en común, la reducción de si la educación, toda educación, es con-
ciertas desigualdades que, de no corregirse,
pueden derivar perjuicios que no sólo sufran
siderada como una necesidad esencial
los más directamente afectados sino también –toda vez que se han definido el tipo y el
los demás y la sociedad en su conjunto. número de necesidades que han de garan-
Vemos cómo, parar Escudero, pensar tizarse a los miembros de una sociedad
y defender la educación como una nece- justa– es porque las funciones y desem-
sidad básica, y en particular la Educación peños que cumple merecen –en términos
Compensatoria, supone considerarla en éticos y políticos– la condición de bási-
claves de justicia social, lo que conduce cas y necesarias. Y entender la educación
a dos interpretaciones relevantes: como esencial y básica es, una vez más,
Primera. No puede considerarse bue- asignarla al ámbito de los derechos y de-
na y justa una sociedad que llegua a pri- beres. Martha Nusbaum, Onora O´Neill,
var a las personas de satisfacer y realizar Amartya Sen, Agnes Heller, Len Doyal,
aquellas necesidades que se consideren Michael Walzer y Paulette Dieterlen son
básicas y necesarias: una de ellas es, por algunos de los estudiosos de las necesi-
supuesto, la educación recreada en éste dades desde la perspectiva ética, política
o aquel lugar. y económica.

153
El Estado como actor clave en la profesionalización... Pedagogía Social 11 Segunda época

4.2. Las necesidades en el campo de a) Posición universalista. Aquélla que


la justicia distributiva considera que las necesidades son
El concepto de “necesidades bási- universales: se aplican a cualquier
cas” es un elemento fundamental que ser humano independientemente de
debe ser atendido por cualquier polí- su historia y cultura. Esta posición es
tica social. Éste es un tema clave que la defendida por J. Ralws, de la que es
ha ido profundizándose alrededor de la su principal fundamentador, pero tam-
discusión sobre justicia distributiva que bién es la línea seguida por autores
tanto vigor está teniendo al amparo de como Nussbaum y Doyal. El punto
la llamada crisis del Estado de Bien- de vista o el criterio en que se basan
estar: cuestiones como cuáles son los es el de asociar las necesidades al
principios y las pautas de distribución, concepto de justicia. Para Ralws, una
con qué criterios se utilizan los meca- institución es justa cuando no practica
nismos particulares de asignación (¿to- ninguna distribución arbitraria entre
mando en cuenta las características de las personas en la atribución de los
los beneficiarios y/o en función de los derechos y deberes. Los dos grandes
recursos disponibles?), la eficiencia en principios de su arquitectura concep-
la aplicación de tales mecanismos, el tual son, según Montagut (1997: 186),
logro o no de determinados niveles de que toda persona tiene los mismos de-
justicia... Dieterlen (s/f: 167), tratando rechos que otra al conjunto más am-
de relacionar la situación en la que se plio posible de libertades fundamen-
carece de bienes o se puede sufrir daño tales, y que sólo es posible justificar
con necesidades básicas, comparte una la desigualdad de ventajas socioeco-
definición de necesidad básica que la nómicas si se contribuye a mejorar la
entiende como aquello que “en todos suerte de aquellos miembros menos
los mundos posibles en donde existan favorecidos.
las mismas leyes de la naturaleza, las La teoría de la justicia de Ralws intro-
mismas condiciones ambientales y una duce explícitamente consideraciones
determinada constitución humana, los distributivas. Para él, es justo que la
seres humanos sufrirían un daño si no sociedad compense a los individuos
tiene acceso a los bienes que la satis- por aquello de lo que no se les puede
fagan.” hacer responsables. Por ello mismo,
no debería compensarse o no sería
Esta definición de necesidad básica justo transferir recursos sociales para
remite a dos hechos fundamentales: estos satisfacer los intereses, preferencias
significantes conducen a la idea de una si- o gustos personales. En el campo de
tuación, por una parte y, por otra, al hecho las necesidades, Nussbaum y Doyal
de que siempre es un bien no negociable. mantienen esta posición igualitarista
Dieterlen se hace eco de la discusión sobre que, a través de la teoría de la justicia,
las necesidades haciendo notar la presen- sostiene Ralws.
cia de varias posiciones que nosotros tra- b) Posición relativista. Aquélla que
taremos de sintetizar brevemente: considera que las necesidades son

154
Pedagogía Social 11 Segunda época Juan Sáez Carreras y José García Molina

relativas a las circunstancias histó- 4.2.1. La posición de Nussbaum: de las


ricas y culturales de cada nación y necesidades a las capacidades
geografía. Michael Walzer se sitúa Martha Nussbaum, en su texto sobre
en este enfoque cuando nos recuerda “capacidades humanas y justicia social”
que un Estado debe proporcionar a las se distancia de las posiciones relativis-
comunidades étnicas, cuando se en- tas y teoriza bajo el espíritu esencialista.
cuentran en una cultura distinta, ayu- Nussbaum habla de las funciones más
da financiera para realizar programas importantes del ser humano que, toda
de educación bilingües y servicios de vez que son identificadas, deben servir
bienestar que tengan una orientación para diseñar y aplicar a las políticas so-
de grupo a través de una adecuada po-
ciales sus dos supuestos para fundamen-
lítica distributiva (Walzer, 1983: 146;
tar su teoría de las funciones humanas:
Dieterlen, s/f:14).
primero, siempre reconocemos a otros
A su vez, dentro de esta segunda po-
como humanos, a pesar de las diferen-
sición, caben dos líneas diferentes.
cias de tiempo y lugar; segundo, existe
Por un lado, aquélla que rechaza la
consenso general, ampliamente compar-
noción de necesidades asociada a
tido, sobre ciertas características cuya
pretensiones universalistas, ya que
ausencia significa el fin de una forma
ello supondría no tener presente las
de vida humana.
particularidades de cada cultura.
Así, las funciones básicas son nume-
Para los teóricos de esta posición,
rosas, pero sobre todo son fundamentales
no es lo mismo distribuir los bienes
porque constituyen una guía crucial para
que las personas desean que aquello
construir una teoría de la justicia más
que los funcionarios creen que ne-
distributiva desde la que implementar
cesitan los ciudadanos aplicando de-
las políticas públicas. Hemos recogido
terminado tipo de políticas. Por otro,
su propuesta (Nussbaum, 1998: 71) mo-
aquélla que afirma que los conceptos dificando algunos aspectos para hacerla
que usamos en los discursos sobre propia:
las políticas sociales (necesidades,
desigualdades, pobreza...) dependen
del sujeto que hace la evaluación.
Esta interpretación niega la “objeti-
vidad” de la necesidad, su condición
de bienestar material, susceptible de
ser medida; por ejemplo, la situa-
ción de pobreza extrema se detecta
por varios indicadores como las ca-
racterísticas del hogar y la familia y,
sobre todo, el grado de desnutrición
que sus miembros presentan.

155
El Estado como actor clave en la profesionalización... Pedagogía Social 11 Segunda época

CUADRO DE NUSSBAUM SOBRE NECESIDADES

NECESIDADES CAPACIDADES

Tener buena salud Poder vivir hasta el final de una vida


humana completa
Estar suficientemente alimentado Evitar el dolor innecesario y perjudicial
Tener alojamiento y libertad de movimiento Usar los cinco sentidos, imaginar, pensar
y razonar
Tener experiencias placenteras Formarse una concepción del bien y com-
prometerse a una reflexión crítica acerca
de la planificación de la propia vida.
Imaginar, pensar y razonar
Relacionarse con personas y cosas fuera
de nosotros mismos
Amar a quienes nos aman y se preocupan de nosotros. Sentir penas
por su ausencia.
Vivir con y para otros seres humanos
Comprometerse en varias formas de interacción familiar y social
Vivir preocupado por animales, plantas
y el mundo de la naturaleza
Reír, jugar, disfrutar de actividades
recreativas
Vivir la propia vida y la de nadie más en el
propio entorno y contexto.

Tabla de elaboración propia sobre el texto de Nussbaum


En definitiva, las conclusiones de la 4.2.2. La posición de Len Doyal: rele-
propuesta teórica de Nussbaum apuntan vancia de la autonomía
hacia el grupo de necesidades básicas Junto a Nussbaum, otro teórico de las
mencionadas en esta tabla, tan amplia necesidades es Len Doyal, considerado
como para incorporar diferencias cultu- “menos radical” (Dieterlen, s/f: 16) en su
rales y sociales, pero no en menor medi- posiciones esencialistas ante las necesi-
da hacia la reivindicación de una política dades humanas, aunque siga defendiendo
social que no debe guiar la conducta de su universalidad. La palabra “necesidad”
los ciudadanos sino procurar que estos se usa, explícita o implícitamente, para
adquieran los recursos, las condiciones referirse a una categoría de metas o nece-
necesarias y las competencias básicas sidades pensadas como universalizables.
(Nussbaum, 1998: 72).

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Pedagogía Social 11 Segunda época Juan Sáez Carreras y José García Molina

Para Doyal (1998: 157-152) los senti- • se refiere a las oportunidades objetivas
mientos subjetivos no constituyen una que permiten que una persona actúe o
fuente fiable para atender las demandas deje de actuar:
sobre las necesidades (podemos desear Los agentes tienen la capacidad intelectual
para fijar metas de acuerdo con su forma de
fuertemente cosas que nos hacen daño y
vida; poseen la suficiente confianza en sí mis-
desconocer aquello que se requiere para mos para desear actuar y participar en la vida
evitar dicho daño). Entonces, las necesi- social; pueden formular fines consistentes y
dades básicas tienen una base objetiva y son capaces de comunicarlos a los otros; los
universal, aquélla que empírica y teóri- agentes perciben sus acciones como propias;
tienen la posibilidad de comprender las res-
camente es independiente de los deseos tricciones empíricas que dificultan o impiden
y las preferencias subjetivas. ¿Qué sig- el logro de sus metas; pueden sentirse respon-
nifica “base universal”? Significa que el sables de las decisiones que toman y de sus
daño provocado por la ausencia de un consecuencias (Doyal, 1998: 160).
bien determinado es igual para todo el 4.2.3. La posición de O´Neill: de la
mundo. La necesidad como categoría de vulnerabilidad a las competencias
metas particulares pensadas como univer-
Si se acepta la existencia objetiva de
salizables se traduce de esta otra manera:
las necesidades básicas, es necesario pre-
que los seres humanos tienen metas uni-
guntarse: ¿cuál es la conexión que guar-
versales que corresponden a las necesi-
dan con los derechos que todo ciudadano
dades básicas y es necesaria alcanzarlas
debe gozar?; ¿puede afirmarse que las
para que no sufran un daño específico y
personas tienen derecho a exigir que les
objetivo. Entre estas necesidades básicas
sean satisfechas?... Dieterlen, siguiendo a
encontramos la salud (ya que sin ella no
O´Neill (1998), distingue tres posiciones
hay expectativa de vida) y la autonomía
sobre la relación que guardan las necesi-
personal (que reclama competencia y ca-
dades con los derechos.
pacidad de elección).
Primera posición. Se defiende la con-
El tema de la autonomía es funda- veniencia de incorporar las necesidades
mental en Doyal. Para comprender lo que en un esquema de derechos llamados de
significa, cabe hacer tres consideraciones bienestar.
que nos interesa destacar especialmen- Una teoría de la justicia comprende el
te porque, para este autor, la autonomía establecimiento de derechos a las libertades,
está profundamente relacionada con la como el derecho a la vida, a la libertad de
expresión, de asociación, etc. Pero también la
educación. Así, la autonomía:
teoría necesita incorporar ciertos derechos que
• hace referencia a la comprensión que en términos generales suelen denominarse de
las personas tienen de sí mismas, de bienestar, como el derecho a la salud, la edu-
su cultura y de lo que se espera de cación, la vivienda, la alimentación... (Dieter-
éstas en ella; len, s/f:18. Las cursivas son nuestras).
• se relaciona con la capacidad psicoló- Segunda posición. Se opone a la ante-
gica que tiene los hombres y las muje- rior. Para sus teóricos, como O´Neill, sólo
res para crear sus propias opciones; los derechos a las libertades son univer-
sales. Sus argumentos contra la primera
posición apuntan a que, para cumplir las

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El Estado como actor clave en la profesionalización... Pedagogía Social 11 Segunda época

exigencias de los derechos de bienestar, • el lenguaje de los derechos es insufi-


es necesario intervenir en los derechos a ciente para incorporar las necesidades
las libertades de los otros (por ejemplo, y, por lo tanto, se debe recurrir a un
cuando se violenta el derecho de utilizar lenguaje que incorpore obligaciones;
íntegra y libremente el fruto del trabajo • ¿cuál es la obligación universal y
por la obligación de pagar impuestos). aplicable a todos a los ciudadanos?
Por otra parte, el respeto a los derechos Respuesta: la de “no ejercer coerción
que amparan las libertades debe generar contra nadie”.
obligaciones en el Estado y en los demás - La coerción está indiscutiblemente
ciudadanos. La relación entre derechos y ligada a la idea de amenaza y ésta
obligaciones correspondientes no se da con depende del poder que se tiene para
los derechos de bienestar. De esta manera, infligir un daño y de la vulnerabili-
aunque ciertas constituciones reconocen el dad que existe para sufrirlo.
derecho a la salud y a la educación, resulta - Una forma de vulnerabilidad con-
que el Estado no tiene recursos suficientes siste en tener necesidades básicas.
para garantizar el servicio a todo aquél que Las necesidades básicas reflejan una
lo demande, ni tampoco mecanismo para falta de poder y, por tanto, una situa-
vigilar no sólo la cantidad de servicios que ción de vulnerabilidad. Si se carece
se requieren para cubrir la demanda sino de lo básico, es imposible rechazar
también la calidad. lo que ofrecen los que detentan el
Concluyendo: las teorías de la justi- poder.
cia no tienen manera de incorporar las - Una vez que descubrimos el aspecto
demandas de los derechos de bienestar vulnerable de la naturaleza humana,
(O´Neill, 1998: 105). Éstas son más una debemos tomar en cuenta lo que se
cuestión de beneficencia que de justicia. requiere para que aquellos que tie-
La segunda posición mantiene una im- nen necesidades no se encuentren
pronta fuertemente económica. en una situación de coerción.
Tercera posición. Además de desta- - Una manera de evitar que las per-
car la falta de adecuación entre los de- sonas que se encuentran en una si-
rechos y las obligaciones, sobresale un tuación extrema no sean vulnerables
problema práctico y empírico: se puede consiste en ofrecerles beneficios que
constatar una relación asimétrica entre puedan aceptar o rechazar: entre
la existencia de necesidades básicas y la ellos la educación.
posibilidad de exigir el respeto a los de- ¿Se ha entendido el análisis de
rechos. Es prácticamente imposible que O´Neill, Nussbaum, Walzer,... y las po-
los pobres tengan acceso a las instancias sibilidades que ofrecen a la reflexión pe-
legales pertinentes. El análisis de O´Neill dagógica? La pirámide de Maslow sobre
puede sistematizarse con las siguientes las necesidades humanas queda cuestio-
argumentaciones: nada y, sobre todo, ¿se percibe el juego
• cabe pensar que las teorías de la jus- que puede dar la satisfacción de esta
ticia no deben dejar de lado los dere- misma necesidad, la educación, y, más
chos de bienestar; que probablemente, de otras que podrían

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Pedagogía Social 11 Segunda época Juan Sáez Carreras y José García Molina

derivarse de una tan básica y fundamen- A través de las políticas sociales se


tal en el avanzar del ser humano a partir interviene en la realidad aunando y coor-
de la formación? ; ¿de qué manera se ve dinando recursos con el fin de aumentar
interpelada la Educación Social?; ¿y los el bienestar del conjunto de la población.
educadores sociales?; ¿son la satisfacción A las políticas sociales les han asignado
de necesidades educativas una de sus me- diferentes objetivos, con frecuencia los
tas más explícitas?; ¿factor de profesio- mismos planteados en los distintos paí-
nalización?; ¿se confirma así la tesis de ses, tales como hacer realidad la igualdad
Bertilsson (1990) de que los educadores de oportunidades, eliminar la pobreza y
en el Estado de Bienestar actúan como lograr cotas de calidad de vida más al-
mediadores, agentes capaces de articular tas y justas. Los profesionales saben que
la respuesta a la situación estructural por para alcanzar estos objetivos son necesa-
la que las necesidades de la ciudadanía rias estrategias que redistribuyan recursos
van unidas a las respuestas que los edu- y bienes de modo más equitativo. Así, ya
cadores deben dar como profesionales sea poniendo en marcha políticas socia-
para satisfacerlas en un Estado Social y les clásicas (las propias de la sociedad de
de Derecho? bienestar: asistencia sanitaria, vivienda,
pensiones, educación...), ya impulsando
5. Conclusiones: Estado, po- políticas de integración social (orienta-
das a incorporar a grupos y personas que
líticas sociales y Educación se categorizan o autoperciben excluidas
Social y/o muestran altos niveles de vulnerabi-
El Estado, pues, aporta a la profesio- lidad), ya pensando en sectores o colecti-
nalización políticas sociales, fundamenta- vos que presentan problemas específicos
les para organizar la vida social de los ciu- o atendiendo a objetivos globales que ex-
dadanos y responder a sus necesidades. presan las intenciones de un Estado que
Existe un acuerdo tácito en admitir que las busca servir a la ciudadanía..., el hecho es
Políticas Sociales son el instrumento que los que las políticas sociales son diseñadas,
Estados tienen a su alcance para lograr el planificadas e implementadas desde un
bienestar europeo deseable. En este sentido,
la Política Social sería el medio o instrumento determinado modelo de Estado que sirve
que el Estado sume para organizar sus ins- a intereses formulados tales como:
tituciones y la vida social de sus ciudada- • mejorar la calidad de vida de la po-
nos. Ahora bien, aunque hagamos un uso del blación;
concepto genérico de Política Social, es más
• responder a las demandas y necesida-
correcto referirse a Políticas Sociales Parti-
culares o sectorializadas aplicadas a ámbitos des de colectivos y grupos que exigen
concretos de la sociedad (salud, asistencia a un Estado, social y de derecho, sa-
social, vivienda, trabajo...). Dicho de otra tisfacerlas por la vía profesionaliza-
manera: la Política es el conjunto de Políticas dora, trascendiendo interpretaciones
Sociales que pueden darse en un Estado de-
terminado. (Petrus, 1989: 115. Las cursivas paternalistas;
son nuestras). • compensar a los sectores menos pri-
vilegiados de la sociedad (discapaci-

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El Estado como actor clave en la profesionalización... Pedagogía Social 11 Segunda época

tados, drogodependientes, mayores, sus profesionales pueden estar actuando


emigrantes, menores maltratados...); como recurso compensador de sectores
• tender a la configuración de un deter- menos privilegiados o de promoción de
minado tipo de sociedad, de ahí que quienes no están en esta situación, pero
se haya reconocido que las políticas el riesgo de regresar a posiciones pater-
modernizadoras sirvan “siempre a un nalistas o de abocar a la tecnocratiza-
modelo de Estado y de Sociedad, por ción no son menores en estos tiempos
lo que nunca son neutrales” (Villoria, de incertidumbres, viviendo, aun como
1998: 82). vivimos, en un sistema democrático.
Si las políticas sociales llaman la Ahondar en este planteamiento su-
atención de investigadores, expertos y pone recordar algunas de las líneas más
profesionales del conocimiento es porque relevantes que caracterizan el Estado
reflejan la política educativa de un Esta- de Bienestar en España expresándose
do, la agenda que las dirige. Pero no en a través de las citadas políticas, para,
menor medida porque explican como el posteriormente, apuntar las alternativas
proceso de profesionalización de aquellas que se van proponiendo, así como las
profesiones involucradas o relacionadas que van delineándose en el horizonte.
con su aplicación y realización está suje- Los actuales fenómenos de mundiali-
to a las finalidades y estrategias asociadas zación y globalización están relacio-
a las mismas. Las profesiones sociales no nados profundamente con los países a
están a salvo de la desprofesionalización través de la economía, la política y los
que les merodea así como los diversos medios de comunicación, por los que
agentes encargados de concretar las po- los encuentros entre culturas son cada
líticas sociales. vez más frecuentes al tiempo que se
La Educación Social, como una de van tipificando los países de acuerdo a
las fundamentales profesiones sociales, niveles económicos, desarrollo social,
tiene la oportunidad de profesionali- concepciones ideológicas..., todas ellas
zarse debido a la dimensión democrá- variables que condicionan los contextos
tica constitucionalista que auspicia el laborales y comunitarios en donde van a
Estado de Bienestar convirtiéndola en actuar los profesionales de la Educación
un excelente instrumento de servicio y Social. En este sentido, el escenario po-
mejora, pero también corre el riesgo de lítico social en el que trabajan los edu-
desprofesionalizarse cuando a los edu- cadores sociales las políticas sociales
cadores se les exige funciones y activi- que los gobiernos ponen en marcha no
dades que operan en contra de la ética son neutrales, tal y como hemos visto,
profesional asociada al servicio a la sino que responden a una manera de
comunidad (Lorenz, 2002). En el papel entender tanto las relaciones sociales
protagonista que progresivamente se le como la distribución de los recursos a
va otorgando a la Educación Social en la ciudadanía.
la llamada por Orefice (1986: 54) cultu-
ra de la reconstrucción, la profesión y

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Pedagogía Social 11 Segunda época Juan Sáez Carreras y José García Molina

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Dirección de los autores:


Juan Sáez Carreras
Facultad de Educación. Departamento de Teoría e Historia de la Educación
Campus Universitario de Espinardo
30071-MURCIA
E-mail: juansaez@um.es
José García Molina
Centro de Estudios Universitarios.Facultad de Educación
Universidad de Castilla-la Mancha
Avda Real Fábrica de Sedas, s/n
45600- Talavera de la Reina (Toledo)
E-mail: jose.gmolina@uclm.es
Fecha de entrada: 20- 07-04
Fecha de recepción de la versión definitiva de este artículo: 15- 10-04

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