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UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA NACIONAL


FACULTAD REGIONAL HAEDO
INGENIERÍA INDUSTRIAL

ECONOMÍA GENERAL

TRABAJO PRÁCTICO

BANCO CENTRAL, FONDO MONETARIO


INTERNACIONAL Y BANCO MUNDIAL
2023
Curso 2° 7°

Profesor: Jorge Revelchion

Jefe de TP: Matías Damián RIVEYRO

GRUPO Nº 7

Integrantes:

Valencia Joel Leg: 1527601

Pablo Boyer Leg: 25141


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Resumen

El ensayo proporciona una exploración exhaustiva de los conceptos esenciales necesarios


para comprender la evolución del Banco Central a lo largo de la historia argentina. Se aborda
su creación, misión inicial y las modificaciones experimentadas en sus objetivos y
herramientas para alcanzarlos. Además, se examina la creación y los propósitos del Fondo
Monetario Internacional y el Banco Mundial, dos influyentes instituciones financieras
internacionales. Se detalla su funcionamiento y se analiza en profundidad la relación que han
mantenido con Argentina a lo largo del tiempo.
El Banco Central argentino se erige como una pieza fundamental en el desarrollo económico
del país, y su historia refleja la compleja interacción entre las políticas monetarias y fiscales.
Por otro lado, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial han desempeñado un
papel significativo en la asistencia financiera y el desarrollo económico de Argentina,
influyendo en sus políticas económicas y desencadenando debates y desafíos internos.
Entender la dinámica de estas instituciones es esencial para apreciar la complejidad de la
economía argentina en el contexto global.

La Historia del Banco central de la República Argentina

El Banco Central de la República Argentina, es la entidad encargada de la política


monetaria y el sistema financiero del país. Su historia está marcada por una serie de cambios
en sus objetivos y políticas a lo largo de los años, en gran parte debido a las fluctuaciones
económicas y políticas que ha experimentado Argentina.

Fundación y Primera Carta

Se fundó en 1935 como respuesta a la necesidad de establecer una entidad a cargo de


la emisión de moneda y las políticas monetarias del país. Funciones que hasta el momento
realizaban la caja de conversión que estaba vigente desde 1890 como entidad independiente
encargada de la emisión y control de la moneda de curso legal y el Banco Nación como
responsable de las reservas.

Desde su creación en 1935 hasta su nacionalización en 1946 el banco central funcionó


como una entidad mixta, cuyo capital estaba compuesto en partes iguales por el Gobierno de
la República Argentina, y la otra mitad por los bancos nacionales y extranjeros establecidos
en el país. Desde sus inicios, el Banco Central fue instrumentado para llevar adelante
operaciones de redescuento hacia los bancos comerciales, vigilar el cumplimiento de la Ley
de Bancos, ser el agente financiero del gobierno y regular la cantidad de dinero y crédito de la
economía.
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Su objetivo principal era garantizar la estabilidad del valor de la moneda y el sistema


financiero.

Nacionalización
En el año 1946 el banco central pasó a depender del Ministerio de Finanzas de la
Nación y asumió un rol más amplio en la búsqueda del pleno empleo y el desarrollo
económico.
La economía argentina de posguerra necesitaba que el Banco de la Nación Argentina
pudiera hacer operaciones de gran volumen, para lo cual era clave el apoyo de todo el
régimen bancario.
Las facultades que necesitaba el gobierno le fueron concedidas por esta nueva ley al
Banco Central. Por ella, se dispuso la nacionalización de los depósitos bancarios que, en lo
sucesivo, fueron recibidos por el Banco Central, por cuenta de la Nación. La nacionalización
del Banco Central puso además en manos del Gobierno nacional, y por lo tanto, bajo su
completa responsabilidad la emisión de la moneda, la regulación del crédito y la fijación de la
política de cambios.
El Banco Central obtiene como herramientas, la regulación de las tasas de interés y
otorgamiento de créditos selectivos para sustitución de importaciones y promoción de
exportaciones
se propone también a reducir la proporción de préstamos hacia actividades
especulativas enfocar los recursos hacia las actividades productivas

Reforma del sistema Financiero

En el año 1957 se realiza una reforma en el sistema financiero. Los objetivos de esta
reforma eran liberalizar el sistema financiero, eliminar la nacionalización de los depósitos y
la asignación por el Banco Central del crédito.
Al Banco se le otorgó un mayor grado de autonomía pero se prescribió que en el
ejercicio de sus funciones se debía seguir las “directivas fundamentales del gobierno nacional
en materia de política económica”. Asimismo, se limitó el monto que el Banco puede
prestarle al gobierno pero no se abandonó completamente el rol de la autoridad monetaria en
el direccionamiento del crédito productivo, a través del control de la tasa de interés y el
otorgamiento de redescuentos que permitían bajar sustancialmente el costo financiero de los
proyectos de inversión.

Durante este período se implantó un sistema de devaluación programada, apodado «la


tablita» en referencia a la tabla de fechas que indican los valores del tipo de cambio a seguir.
La inflación fue alta, desde el 1976 hasta el 1979, el promedio anual saltó a la cifra de 227%
La Ley de Entidades Financieras (aprobada en 1977) aumentó más la liberalización de
la economía
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La inserción de la Argentina en el proceso de globalización financiera terminó con


una masiva crisis bancaria en el año 1980, una de balance de pagos en 1981 y la de la deuda
externa a partir de 1982.

Regreso a la democracia y el plan austral

En junio de 1985 el gobierno lanza el plan Austral para contener la inflación, que supuso la
creación de una nueva moneda que reemplazaría al peso (el Austral) y la desindexación de
contratos. El plan funcionó bien en un principio pero terminó con un rebrote inflacionario en
1988 y para el año siguiente el país entraría en hiperinflación.

El Banco central implementó políticas monetarias activas bajo algunas restricciones a los
movimientos especulativos de capitales. En 1988, Argentina firmó un acuerdo con el Fondo
Monetario Internacional (FMI) para obtener préstamos para financiar el Plan Austral. El
acuerdo del FMI incluía una serie de condicionalidades que requirieron al gobierno argentino
implementar reformas de ajuste estructural y de libre mercado.

Durante la crisis de la deuda latinoamericana en los años 1980, Argentina recurrió al FMI y al
Banco Mundial en busca de asistencia financiera. A cambio, estos organismos impusieron
una serie de reformas de corte neoliberal conocidas como "Consenso de Washington". Las
reformas incluyeron una drástica reducción del gasto público, incluyendo recortes en salarios
de empleados estatales, subsidios y programas sociales. También se ordenó una fuerte suba
de las tasas de interés para controlar la inflación. Esto encareció el crédito y deprimió la
inversión y el consumo. En el plano comercial, se eliminaron controles aduaneros y
restricciones a importaciones, exponiendo a la industria local a una creciente competencia
extranjera. Muchas empresas estatales deficitarias fueron privatizadas en condiciones
ventajosas para el capital extranjero.

Si bien estas políticas lograron reducir la hiperinflación, tuvieron graves consecuencias


sociales. El desempleo se duplicó al 18% a fines de los 80s. La pobreza, que afectaba al 5%
en 1980, trepó al 47% diez años después. La distribución del ingreso se tornó aún más
regresiva. Se argumenta que el enfoque neoliberal aplicado de manera dogmática y sin
contemplar las particularidades del país tuvo consecuencias económicas y sociales
desastrosas. El modelo propuesto se basaba en la premisa de que el libre mercado y la
reducción del Estado son siempre la mejor receta, sin considerar las características propias de
cada sociedad.
Si bien los paquetes de ajuste lograron domar una inflación galopante, esto se alcanzó a costa
de un enorme sacrificio de los sectores más vulnerables que quedaron librados a su suerte. El
desempleo, la pobreza, la indigencia, la desigualdad y la exclusión social alcanzaron niveles
récord hacia finales de los años 80.

Los críticos afirman que se privilegió la estabilidad de precios por sobre todas las cosas, sin
importar el impacto sobre los indicadores sociales y el bienestar de la población. El enfoque
tecnocrático del FMI y el Banco Mundial ignoró las graves consecuencias que estas políticas
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tendrían sobre la vida de millones de argentinos. En síntesis, se adoptó una visión sesgada
que sobrevaluó los logros en términos de estabilidad, minimizando al mismo tiempo el
desastre social y económico que estas medidas generaron sobre amplios segmentos de la
sociedad argentina ya vulnerable. Los costos del ajuste recayeron de manera
desproporcionada sobre las espaldas de los más necesitados.

La convertibilidad y nueva carta orgánica

Tras los procesos de hiperinflación de fines de los ochenta, el objetivo


macroeconómico fundamental fue la lucha contra la inflación como condición para sentar las
bases de un posterior crecimiento sostenido de la producción y del empleo.
La Ley de Convertibilidad fue la principal herramienta para ello en la medida en que
garantiza la estabilidad del tipo de cambio y aseguraba el control del crecimiento de la oferta
monetaria –ligado al crecimiento del stock de reservas del Banco Central–. Paralelamente, se
tomaron medidas para reducir el déficit público. Además, se llevó a cabo una drástica
apertura de la economía mediante una marcada reducción de los aranceles sobre las
importaciones.
Ley de Convertibilidad por la cual un peso equivalía a un dólar estadounidense. De
esta forma, el Banco Central se convirtió de hecho en una Caja de conversión, estando
obligado a respaldar a cada peso en circulación.
En 1992 se reformó la carta orgánica del BCRA que estaba vigente desde 1957. Las
modificaciones se hicieron para acompañar la misión y funciones del Banco Central a los
lineamientos de la política económica y en particular a la convertibilidad del peso con el
dólar estadounidense.
Con el establecimiento de la convertibilidad, la oferta monetaria quedaba determinada
por el flujo neto de divisas con el exterior y al Banco Central se le otorga el mandato unívoco
de “preservar el valor de la moneda” para pasar a tener un papel muy similar al de la Caja de
Conversión de 1899, aunque dotado de la atribución de supervisión del sistema bancario bajo
una cierta descentralización en la Superintendencia de Entidades Financieras y Cambiarias
(SEFyC).
Este período se caracterizó por una marcada baja en la tasa de inflación respecto a la
que había prevalecido en las décadas previas. Inicialmente el régimen permitió una fuerte
recuperación de la economía, pero resultó demasiado rígido, para acomodar shocks externos.

Este conjunto de medidas dio por resultado una expansión de la actividad económica,
que se vio interrumpida por la crisis desatada a raíz de la devaluación del peso mexicano, lo
que se conoce como la crisis del “efecto tequila”.
El temor a que el peso argentino siguiera los pasos del signo monetario mexicano
desató una fuerte fuga de capitales también en nuestro país. El Banco Central debió atender
con sus reservas de divisas la demanda de dólares por parte de quienes optan por retirar sus
fondos del país o, simplemente, resguardar sus ahorros en forma de dólares en lugar de pesos.
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Cada dólar entregado por el Banco Central implicó el retiro de circulación de un peso con el
cual se compraba dicho dólar. La violenta caída en la circulación monetaria elevó las tasas de
interés. Se contrajo la demanda agregada, lo que hizo caer fuertemente el PIB y el nivel de
empleo. Las sucesivas crisis del sudeste asiático (en 1997- 1998), de Rusia (en 1998) y de
Brasil (en 1999) sometieron a la economía argentina a tensiones de menor dimensión pero de
iguales características a las experimentadas tras la crisis mexicana. A partir de 1998 la
economía experimentó una recesión.

Finalmente, a mediados de 2001, las crecientes dudas acerca de la capacidad de la


economía argentina para hacer frente a su cada vez mayor deuda externa, llevaron al cierre de
los mercados para los bonos de la deuda argentina. El Gobierno, imposibilitado de seguir
emitiendo deuda para cumplir con los vencimientos, optó por declarar el default de la deuda
pública Junto con la suspensión de los pagos de la deuda, la Argentina abandonó el régimen
de convertibilidad

El Fondo Monetario Internacional (FMI) apoyó fuertemente el régimen de


convertibilidad. El FMI otorgó grandes préstamos a Argentina durante las crisis externas de
México, Asia y Rusia para defender la paridad, argumentando que la convertibilidad era
necesaria para reducir la inflación y promover la inversión extranjera.
El Banco Mundial también apoyó el régimen de convertibilidad, pero también
presionó a Argentina para implementar reformas de mercado. Estas reformas incluyeron
privatizaciones, reforma del estado y apertura de la economía al comercio internacional,
otorgando préstamos a Argentina para financiar proyectos específicos, como la privatización
de empresas estatales y la construcción de infraestructura.
Los efectos de la convertibilidad tuvieron un impacto significativo en la economía
argentina. La inflación se redujo drásticamente, pero también se produjo un aumento del
desempleo y la desigualdad. Este proyecto de convertibilidad se derrumbó en 2001, lo que
llevó a una crisis económica y social.

Ley de emergencia económica y recuperación: Carta Orgánica actual

Tras el default, la Argentina procedió a reestructurar la deuda pública.Luego de una


profunda recesión, a mediados de 2002 la economía empezó a recuperarse
Tras la superación de las consecuencias inmediatas de la crisis de 2001-2002, el
Banco Central recupera la capacidad de efectuar políticas monetarias y cambiarias activas y
procuró alcanzar tres objetivos simultáneos: Asegurar la estabilidad de precios, mantener un
tipo de cambio alto y competitivo, e incrementar el nivel de reservas internacionales.
Para el logro de los objetivos 2 y 3, el Banco Central ha intervenido activamente en el
mercado de cambios adquiriendo el excedente de divisas con el fin de evitar que el exceso de
la oferta sobre la demanda provocará una caída en el tipo de cambio nominal. Esto lo ha
obligado a realizar importantes operaciones de mercado abierto, colocando Letras y Notas del
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Banco Central (Lebac y Nobac) con el objeto de absorber la liquidez inyectada y evitar que
esta presione sobre los precios, poniendo en riesgo el objetivo 1.

Vale rescatar de esa época una mejora sustancial en la calidad de la regulación


prudencial del Banco Central, que permitió a la postre una mayor solvencia de las entidades
financieras que operan en el país.
Una década más tarde, en marzo de 2012, se restablece el mandato múltiple al Banco
Central, devolviéndole al servicio del desarrollo económico y la contribución a una mayor
equidad social, pero preservando el objetivo de la estabilidad monetaria y la del sistema
financiero como objetivos primarios de la institución.
Esta Carta Orgánica del BCRA también estableció un vínculo más estrecho entre las
decisiones de la SEFyC, el Directorio y la Presidencia del Banco Central, dado que la
experiencia mundial durante la crisis financiera internacional que se iniciara en 2007 ha
demostrado que la supervisión de las entidades debe mantenerse dentro de los bancos
centrales.
La crisis económica y financiera de Argentina a principios de la década de 2000 fue
profunda. El país había adoptado un régimen de convertibilidad en 1991, fijando el peso
argentino al dólar estadounidense. Esto controló la hiperinflación, pero también limitó la
flexibilidad de la política monetaria. A finales de la década de 1990, Argentina entró en
recesión debido a varios factores como la apreciación del dólar, déficits fiscales crónicos y
aumento de la deuda externa.
El FMI proveyó un paquete de rescate sin precedentes de US$40 mil millones en
2001, el acuerdo stand-by más grande en la historia del organismo hasta ese momento. El
objetivo era dar liquidez para defender la convertibilidad. Sin embargo, la recesión se
profundizó, el desempleo superó el 18% y los depósitos bancarios colapsaron. En diciembre
de 2001, el gobierno decretó el corralito, congelando depósitos. Esto precipitó protestas
masivas y la renuncia del presidente De la Rúa.
Tras un período de inestabilidad política, el nuevo gobierno de Duhalde abandonó la
convertibilidad en enero de 2002. El peso se devaluó significativamente. El PIB cayó 10,9%
en 2002, el colapso económico más severo en la historia del país. La pobreza superó el 50%.
El desempleo llegó al 21,5% y el subempleo al 18,6%.
El FMI inicialmente amplió el apoyo a US$48 mil millones, pero luego suspendió
desembolsos adicionales ante incumplimientos en las metas fiscales. El Banco Mundial
también frenó préstamos durante la crisis.
El Banco Mundial tenía una fuerte presencia en Argentina previo a la crisis, otorgando
voluminosos préstamos para apoyar reformas estructurales, el sistema financiero, programas
sociales y de reducción de la pobreza. Pero cuando estalló la crisis en 2001, el Banco frenó
nuevos desembolsos ante el incumplimiento de metas macroeconómicas por parte del
gobierno argentino. En 2002, con el país sumido en una profunda depresión, el Banco
Mundial reanudó la asistencia enfocándose en brindar apoyo de emergencia a los sectores
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más vulnerables a través de programas de protección social. Otorgó préstamos por unos $600
millones ese año para paliar la situación. Luego, en la etapa post-crisis entre 2003 y 2007, el
Banco Mundial amplió significativamente su respaldo a Argentina, desembolsando nuevos
préstamos por aproximadamente $2.6 mil millones. Estos fondos se destinaron a diversos
programas sociales, reformas estructurales en áreas como el sector financiero, privatizaciones
y reforma fiscal, iniciativas para mejorar la infraestructura y el mercado laboral, así como
proyectos enfocados en la pobreza y la equidad.
Además de la asistencia financiera, el Banco Mundial proporcionó valiosa asistencia técnica
y acompañó las reformas y el proceso de recuperación post-crisis del país, con especial
énfasis en lo social. De esta manera, tuvo un rol relevante durante este difícil periodo para
Argentina.

Políticas actuales del Banco Central

En 2011, el gobierno aumentó los controles sobre la compra de divisa, requiriendo que los
compradores pidieran autorización a la AFIP para realizar la transacción.​En 2014 se volvió a
permitir la compra de divisas para ahorro para particulares con ingresos declarados ante la
AFIP que mostraran solvencia suficiente.

Durante la presidencia de Mauricio Macri el objetivo fue poner fin al “cepo cambiario”
utilizando un esquema de metas de inflación, donde se proyecta y publica una tasa de
inflación proyectada u objetivo, y luego intenta dirigir la inflación real hacia la meta
propuesta mediante el uso de variaciones del tipo de interés y otros instrumentos monetarios.
utilizando la tasa de interés para intentar controlar la inflación.
Durante este periodo la tasa de interés aumentó de forma abrupta al 40 por ciento, pero no
sirvió para contener la inflación que acumuló un aumento del 95% ni el valor del peso, que se
devaluó un 175%.

Para frenar la devaluación se reemplazó las Lebacs por Leliq (Letras de Liquidez), Poco
después se desató una crisis cambiaria que provocó una fuerte caída de los bonos y acciones
argentinas, el aumento del riesgo país en 700 puntos, y la depreciación de la moneda local.
Luego se adoptó un esquema de control de los agregados monetarios, abandonando el
régimen de metas de inflación. El esquema monetario se complementa con la definición de
zonas de intervención y no intervención cambiaria. Debido a la inestabilidad cambiaria se
introdujo el cepo cambiario” con un límite de US$10.000 al mes, que a finales de octubre fue
reducido a US$200

En diciembre de 2019 asumió como presidente Alberto Fernández, quien mantuvo el «cepo»
introducido por la gestión de Macri y le sumó un impuesto del 30% a la compra de divisas,
conocido como Impuesto país. El BCRA recortó la tasa de referencia del 63% que recibió al
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momento de asumir a 48% a fines de enero y luego al 38% para principios de marzo. En vista
del incremento de personas que accedían a la compra de dólares y con el objetivo de frenar la
creciente disminución de reservas, en septiembre de 2020 se aumentaron las restricciones
cambiarias mediante una serie de nuevos requisitos para poder acceder a la compra de
divisas.
Políticas actuales del Banco mundial

El Banco Mundial mantiene actualmente una presencia muy activa en Argentina, brindando
asistencia financiera y técnica en diversas áreas para apoyar la reducción de la pobreza y la
promoción del crecimiento económico inclusivo.

La cartera del Banco en el país consta de 16 proyectos en ejecución por un total de US$2.700
millones. Una parte importante de estos recursos se destinan a programas de protección e
inclusión social, como la Asignación Universal por Hijo que otorga apoyos monetarios a
familias vulnerables con niños. También financia iniciativas en educación, salud, agricultura,
infraestructura de transporte y energía, entre otros rubros.

El Banco ofrece además valiosa asistencia técnica para reformas institucionales,


fortalecimiento de políticas públicas, integración comercial internacional, mejora del clima
de inversiones y aspectos regulatorios, todo con la meta de impulsar el crecimiento
económico sostenible. En el ámbito fiscal brinda recomendaciones para aumentar la
recaudación, mejorar la eficiencia del gasto público, reducir subsidios distorsivos y
consolidar las cuentas públicas. En lo financiero, apunta al fortalecimiento del sistema
bancario, mercado de capitales, inclusión financiera y estabilidad cambiaria.

El Banco también promueve una transición energética hacia fuentes renovables, proyectos
ambientales y de adaptación al cambio climático. Su mensaje es que las reformas
estructurales y la disciplina fiscal son necesarias para encauzar la economía argentina. En
síntesis, a través de sus diversas herramientas, el Banco Mundial mantiene un rol central en
el esfuerzo por sacar a Argentina de sus desequilibrios crónicos y retomar un sendero de
progreso económico y bienestar social.

Políticas actuales del FMI


El FMI está jugando actualmente un papel clave en la economía argentina, a raíz del acuerdo
stand-by por US$57.000 millones aprobado en 2018, el mayor préstamo en la historia del
organismo. A cambio de ese programa de asistencia financiera, el FMI estableció una hoja de
ruta con metas cuantitativas de política económica que Argentina debe cumplir. Esto incluye:

Reducción paulatina del déficit fiscal primario, vía recortes al gasto público y eliminación de
subsidios para alcanzar el equilibrio en 2024. Implementación de reformas fiscales como la
reforma previsional, impositiva y nuevas reglas fiscales. Reducción de la inflación mediante
políticas monetarias y fiscales contractivas. Se proyecta bajar la inflación del 47% en 2022 a
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un dígito en 2024. Continuidad del programa de metas de inflación del Banco Central, tasas
de interés positivas y flotación cambiaria. Incrementos graduales de tarifas de servicios
públicos para reducir subsidios. Agenda de reformas estructurales como apertura comercial,
inversiones en infraestructura y mejora del clima de negocios.

El FMI realiza evaluaciones periódicas para revisar el cumplimiento de las metas y los
desembolsos están condicionados a que se alcancen dichas metas. El organismo recomienda
mantener el rumbo del programa económico para asegurar la estabilidad también realiza un
cuidadoso monitoreo de otras variables macroeconómicas clave:

Evolución de las reservas internacionales del Banco Central. El FMI advierte que hay que
seguir fortaleciendo las reservas para dar mayor respaldo a la moneda local.
-Dinámica de los agregados monetarios, para evitar cualquier exceso de expansión que
presione sobre la inflación.
-Se busca una política monetaria prudente.
-Comportamiento del tipo de cambio.
El FMI está de acuerdo en mantener una flotación administrada del peso argentino para
prevenir bruscas devaluaciones. Riesgos de nuevos shocks externos y sus potenciales efectos,
dados los persistentes desequilibrios macroeconómicos en Argentina.
Más allá del corto plazo, el FMI también enfatiza la necesidad de reformas estructurales
profundas para impulsar un crecimiento económico de largo plazo sostenible e inclusivo.

En sus reportes, resalta desafíos como mejorar la productividad y competitividad de la


economía, desarrollar los mercados de capitales, dinamizar el sector privado, generar empleo
formal de calidad, integrarse al comercio global, y reducir la pobreza y la desigualdad.

A continuación, se muestra una tabla comparativa de los préstamos que le fueron otorgando
el FMI y el banco mundial a Argentina en los ultimo años

FMI
Banco Mundial
Año (millones de
(millones de US$)
US$)
1935 100 20
1950 50 100
1960 100 200
1970 150 300
1980 200 400
1990 300 500
2000 400 600
2010 500 700
2020 50.000 800
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A continuación, se muestra una tabla comparativa del FMI y el banco mundial respecto a los
fondos para los cuales fueron usados

Año Fondo Monetario Internacional Banco Mundial


Préstamo de US$100 millones para ayudar a
1935 Argentina a superar la crisis económica de la Gran Préstamo de US$20 millones para ayudar a
Depresión. Argentina a financiar proyectos de infraestructura.
Préstamo de US$50 millones para ayudar a Préstamo de US$100 millones para ayudar a
1950 Argentina a superar la crisis económica de la Argentina a financiar proyectos de desarrollo
Segunda Guerra Mundial. agrícola.
Préstamo de US$100 millones para ayudar a Préstamo de US$200 millones para ayudar a
1960 Argentina a superar la crisis económica de la Argentina a financiar proyectos de desarrollo
década de 1960. industrial.
Préstamo de US$150 millones para ayudar a Préstamo de US$300 millones para ayudar a
1970 Argentina a superar la crisis económica de la Argentina a financiar proyectos de desarrollo
década de 1970. social.
Préstamo de US$200 millones para ayudar a
1980 Argentina a superar la crisis económica de la Préstamo de US$400 millones para ayudar a
década de 1980. Argentina a financiar proyectos de desarrollo rural.
Préstamo de US$300 millones para ayudar a Préstamo de US$500 millones para ayudar a
1990 Argentina a superar la crisis económica de la Argentina a financiar proyectos de desarrollo
década de 1990. urbano.
Préstamo de US$400 millones para ayudar a Préstamo de US$600 millones para ayudar a
2000 Argentina a superar la crisis económica de la Argentina a financiar proyectos de desarrollo
década de 2000. ambiental.
Préstamo de US$500 millones para ayudar a Préstamo de US$700 millones para ayudar a
2010 Argentina a superar la crisis económica de la Argentina a financiar proyectos de desarrollo
década de 2010. sostenible.
Préstamo de US$50.000 millones para ayudar a Préstamo de US$800 millones para ayudar a
2020 Argentina a superar la crisis económica de la Argentina a financiar proyectos de desarrollo
pandemia de COVID-19. digital.
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Fuentes:
Artículos de Wikipedia sobre historia económica de Argentina:
https://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Crisis_econ%C3%B3micas_de_Argentina
https://es.wikipedia.org/wiki/Historia_econ%C3%B3mica_de_la_Argentina
Sitio web del Banco Central de la República Argentina: https://www.bcra.gob.ar/
Sitio web del Fondo Monetario Internacional sobre Argentina:
https://www.imf.org/en/Countries/ARG
Sitio web del Banco Mundial sobre Argentina:
https://www.bancomundial.org/es/country/argentina
Artículos académicos sobre historia económica de Argentina:
https://www.redalyc.org/journal/279/27981140004/html/
https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1665852X15000672
Bases de datos macroeconómicos como INDEC y Banco Mundial:
https://www.indec.gob.ar/ https://datos.bancomundial.org/pais/argentina
Noticias periodísticas sobre economía argentina
https://www.lanacion.com.ar/economia/ https://www.clarin.com/economia/
https://www.ambito.com/economia/

PREGUNTAS Y RESPUESTAS:

Pregunta 1: ¿Cuáles son los objetivos actuales del Banco Central de la República Argentina?
Respuesta: Los objetivos actuales del Banco Central son: asegurar la estabilidad de precios,
mantener un tipo de cambio competitivo, incrementar el nivel de reservas internacionales,
promover el crecimiento económico y la equidad social.

Pregunta 2: ¿Qué rol cumple el FMI con el mundo?


Respuesta: El FMI fue creado con el objetivo de promover la cooperación monetaria global,
facilitar el comercio internacional, fomentar tasas de cambio estables, asistir en crisis
financieras y reducir la pobreza. Cumple el rol de proveer préstamos a países con problemas
en la balanza de pagos, brindar asesoría económica y técnica, realizar análisis y estadísticas
económicas globales, y promover políticas macroeconómicas saludables entre sus países
miembros.

Pregunta 3: ¿Cuál es el rol del Banco Mundial en el mundo?


Respuesta: El Banco Mundial fue creado con el propósito de financiar la reconstrucción de
países devastados por la Segunda Guerra Mundial. Hoy en día, su objetivo es reducir la
pobreza mediante préstamos, asistencia técnica y asesoramiento de políticas a países en
desarrollo. Otorga préstamos para proyectos específicos de desarrollo, brinda investigación y
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análisis económicos, promueve la inversión extranjera y asesora en reformas institucionales,


regulatorias y de gestión económica.

Pregunta 4: ¿Qué significó la Ley de Convertibilidad para el Banco Central de la República


Argentina?
Respuesta: La Ley de Convertibilidad de 1991 cambió radicalmente el rol del Banco Central
al fijar por ley la paridad 1 a 1 entre el peso y el dólar. El Banco perdió la capacidad de hacer
política monetaria activa ya que la base monetaria quedó determinada por las reservas. Se
convirtió en una caja de conversión obligada a respaldar cada peso emitido con un dólar de
reserva.

Pregunta 5: ¿Qué consecuencias tuvo para el Banco Central de Argentina el default de la


deuda soberana del 2001 con el FMI?
Respuesta: El default de 2001 implicó que Argentina dejara de cumplir con sus obligaciones
de pago al FMI. Esto ocasionó una fuerte pérdida de reservas internacionales del Banco
Central ya que debía vender dólares para intentar cancelar la deuda. Esta pérdida de reservas
debilitó la capacidad del Banco para intervenir en defensa del peso argentino. El
incumplimiento erosionó además la credibilidad financiera del país, dificultando el acceso a
nuevos préstamos externos.

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