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Las revoluciones burguesas del siglo XVIII y XIX

Introducción

Las revoluciones burguesas del siglo XVIII y XIX fueron un conjunto de movimientos
políticos y sociales que se dieron en Europa y América, y que tuvieron como objetivo
principal la transformación del sistema político y económico imperante, que era el
absolutismo monárquico y el sistema feudal. Estos movimientos fueron liderados por
la burguesía, una clase social emergente que había adquirido un gran poder
económico gracias al desarrollo del capitalismo. La burguesía buscaba un sistema
político que le permitiera ejercer su poder económico y social, y que garantizara la
propiedad privada y la libertad de mercado.

Antecedentes

Los antecedentes de las revoluciones burguesas se encuentran en los cambios


económicos y sociales que se dieron en Europa durante el siglo XVIII. El desarrollo
del capitalismo y la expansión del comercio internacional generaron un crecimiento
económico que benefició a la burguesía. Asimismo, el crecimiento de las ciudades y
la difusión de las ideas del humanismo y la Ilustración contribuyeron a despertar un
espíritu de libertad y autonomía entre la burguesía.

¿Por qué se considera un triunfo para la burguesía?

Las revoluciones burguesas fueron un triunfo para la burguesía porque lograron sus
principales objetivos: La transformación del sistema político: las revoluciones
burguesas terminaron con el absolutismo monárquico y establecieron sistemas
políticos basados en la democracia representativa y la división de poderes.

La consolidación del capitalismo: las revoluciones burguesas consolidaron el


sistema capitalista, estableciendo la propiedad privada y la libertad de mercado
como principios fundamentales. El ascenso de la burguesía al poder: las
revoluciones burguesas llevaron al poder a la burguesía, que se convirtió en la clase
social dominante en Europa y América.
Las revoluciones más importantes fueron:

La Revolución Inglesa (1642-1649): esta revolución terminó con la monarquía


absoluta y estableció una república.

La Revolución Americana (1775-1783): esta revolución proclamó la independencia


de los Estados Unidos de América del Reino Unido.

La Revolución Francesa (1789-1799): esta revolución fue la más radical de todas, y


terminó con el absolutismo monárquico en Francia.

Las revoluciones de 1848: estas revoluciones se dieron en varios países de Europa,


y tuvieron como objetivo la extensión de los derechos políticos y sociales.

Las revoluciones burguesas tuvieron un gran impacto en la historia del mundo. Sus
principales aportes a la actualidad son:

El desarrollo del capitalismo: las revoluciones burguesas consolidaron el sistema


capitalista, que es el sistema económico dominante en el mundo actual.

La democracia representativa: las revoluciones burguesas establecieron sistemas


políticos basados en la democracia representativa, que es el sistema político más
extendido en el mundo actual.

Los derechos humanos: las revoluciones burguesas inspiraron el desarrollo de los


derechos humanos, que son los derechos fundamentales de todas las personas.

Conclusión:

Las revoluciones burguesas del siglo XVIII y XIX fueron un evento fundamental en la
historia del mundo. Estas revoluciones transformaron el sistema político y
económico imperante, y dieron paso al desarrollo del capitalismo y la democracia
representativa.

Los aportes de las revoluciones burguesas a la actualidad son innegables. El


sistema capitalista, la democracia representativa y los derechos humanos son
pilares fundamentales de la sociedad moderna, y tienen su origen en estos
movimientos revolucionarios.
Referencias

● Hobsbawm, E. (2007). La era de la revolución. Barcelona, España: Crítica.

http://resistir.info/livros/hobsbawm_la_era_de_las_revoluciones_1789_1848.p
df

● Paine, T. (1791). Derechos del hombre. Madrid, España: Turner.

https://www.corteidh.or.cr/tablas/16631a.pdf

● Rousseau, J.-J. (1762). El contrato social. Madrid, España: Alianza.

https://prd.org.mx/libros/documentos/El_contrato_social.pdf

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