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El trabajador incurre en una falta cuando incumple de forma culpable sus obligaciones
laborales.
Las empresas podrán sancionar los incumplimientos laborales de los trabajadores de
conformidad a la graduación de las faltas y sanciones que se establezca para cada caso
en el convenio colectivo aplicable al sector.
Estas faltas podrán ser calificadas como leves, graves y muy graves.
Las faltas leves prescribirán a los 10 días, las graves a los 20 días ylas muy graves, a
los 60 días contados a partir del momento en que la empresa tenga conocimiento de que
se han cometido y en todo caso a los 6 meses.
La sanción depende del tipo de falta cometida y así:
Las faltas leves: Las sanciones suelen consistir en amonestaciones y
en suspensiones de empleo y sueldo de hasta 2 días.
Por faltas graves: Pueden conllevar suspensiones de empleo y sueldo de
hasta 20 días.
Por faltas muy graves: Pueden consistir en inhabilitaciones para el
ascensoyen suspensiones de empleo y sueldo que pueden alcanzar hasta los 6
meses de duración, traslados a otro centro de trabajo y despido.
En ningún caso podrán imponerse sanciones que supongan la condena a pagar
una multa económica, o que reduzcan las jornadas de descanso o las vacaciones a
que tiene derecho el trabajador.
El trabajador no podrá ser sancionado dos veces por la misma falta, pero sí tantas veces
como faltas cometidas.
Las sanciones graves y muy graves requerirán comunicación escrita al trabajador en la
que se harán constar la fecha y los hechos que han dado lugar a la misma.
En el caso de que los sancionados sean trabajadores que ostentan el cargo
de representante o delegado sindical, debe tramitarse un procedimiento contradictorio
para que el sancionado y las correspondientes organizaciones puedan
formular alegaciones y manifestar si está o no conformes con la sanción impuesta.
En el caso de que el trabajador se encuentre afiliado a un sindicato, el empresario
deberá comunicar la sanción al mismo.
El trabajador que no esté conforme con la sanción impuesta, podrá impugnarla ante la
jurisdicción laboral en el plazo de 20 días desde la recepción de la comunicación
escrita.
Este plazo se interrumpirá por la presentación obligatoria de la papeleta de
conciliación ante el Servicio de Mediación Arbitraje y Conciliación.
Siempre resulta conveniente obtener el consejo de un abogado sobre la conveniencia o
no de iniciar las correspondientes acciones legales y la forma de hacerlo en cada caso.
La sentencia que ponga fin al procedimiento laboral podrá:
Declarar la sanción impuesta al trabajador nula si no ha sido notificada por
escrito al trabajador, no se han hecho constar los hechos que la motivan, se ha
realizado fuera de plazo o ha consistido en una reducción de las vacaciones o de
los periodos de descanso.
Revocar la sanción totalmente cuando no se logre acreditar la comisión de los
hechos o que de éstos es responsable el trabajador, o cuando los alegados por la
empresa no sean constitutivos de falta.
Revocar la sanción parcialmente cuando la falta no haya sido adecuadamente
calificada. El juez en estos casos podrá imponer la sanción que se considere más
adecuada.
La sentencia que dicte el juez laboral no podrá agravar en ningún caso la sanción
impuesta por la empresa.
Contra la sentencia que dicte el Juzgado de lo Social en esta materia puede recurrirse
mediante la interposición del llamado «recurso de apelación» salvo en los
procedimientos de impugnación de sanciones por faltas leves, contra las que no cabe
recurso alguno.
FOGASA
Es un organismo que depende del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales que
garantiza a los trabajadores la percepción
de salarios, indemnizaciones por despido o extinción de la relación laboral,
pendientes de pago por insolvencia o concurso de acreedores del empresario.
Un abogado de nuestro equipo puede ofrecerle asesoramiento sobre todas las cuestiones
que se detallan a continuación a la vista de las particularidades que presente cada
supuesto concreto.
Lo son todos aquellos trabajadores que han celebrado con una empresa un contrato
laboral.
No tienen la condición de beneficiarios los socios de cooperativas de trabajo asociado y
los trabajadores al servicio del hogar familiar.
El Fondo de Salarial abona a los trabajadores los salarios con sus pagas
extraordinarias, incluidos los salarios de tramitación que se encuentren pendientes de
pago por declaración de insolvencia o concurso de acreedores.
La cantidad máxima que abona el Fondo de Garantía Salarial por este concepto es el
resultado de multiplicar el doble del salario mínimo interprofesional diario, con el
prorrateo de pagas extras, por el número de días pendientes de pago, con un máximo
de 120 días. Por ejemplo, en el año 2020, un trabajador sólo podrá recibir por los
salarios pendientes de pago el importe máximo de 8.383,20 €.
Estos salarios deben estar reconocidos en Acta de Conciliación o Resolución Judicial.
El Fondo de Garantía Salarial abona a los trabajadores las indemnizaciones reconocidas
en Sentencia o Resolución de la Autoridad Laboral,
por despido declarado nulo o improcedente, extinción de los contratos de trabajo por
voluntad del trabajador cuando se solicite por causa justa, despido colectivo u objetivo
por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción y por fuerza mayor, y
siempre en los supuestos de insolvencia, o concurso de acreedores de la empresa.
La cuantía de la indemnización a cargo del Fondo de Garantía Salarial, en los casos de
despido nulo, improcedente o extinción del contrato por voluntad del trabajador con
causa justa, asciende al importe de 20 días por cada año trabajado, teniendo en cuenta
los siguientes límites:
Sólo se abonará el importe de una anualidad, esto es, el FOGASA sólo abonará
el importe de 365 días de indemnización (corresponderían a 14 años de trabajo)
En el año 2020 este importe máximo ascendería a la suma de 25.498,90 €.
El salario diario que servirá para calcular el importe de la indemnización no
podrá superar el importe del doble del salario mínimo interprofesional,
incluyendo en el cálculo el importe de las pagas extraordinarias.
En el caso de despidos declarados improcedentes, la cuantía de la indemnización se
calculará considerando 30 días de salario por cada año trabajado. En el caso de
los despidos declarados procedentes, la cuantía se reducirá a 20 días de salario por
cada año trabajado. Finalmente, en los supuestos de extinción de contratos
temporales o de duración determinada, la indemnización será de 12 días de salario por
cada año trabajado. En todos los casos el importe máximo será el de una anualidad de
salario, sin que el salario diario que se tome para el cálculo pueda, como en el caso
anterior, superar el importe del doble del salario mínimo interprofesional.
Debe tenerse en cuenta que el FOGASA no abona las siguientes indemnizaciones:
Las indemnizaciones que son reconocidas en acto de conciliación porque ésta
sólo vincula a las partes. Se exceptúan en este caso las conciliaciones derivadas
del expediente de regulación de empleo.
El Fondo de Garantía Salarial no abona los pluses de distancia, transporte,
vestuario, quebranto de moneda, desgaste de útiles y herramientas,
dietas, complementos de Incapacidad Temporal y cualquier otro de naturaleza
indemnizatoria.
El procedimiento puede iniciarse:
De oficio, por acuerdo de la Secretaría General o de la Unidad Administrativa
periférica correspondiente.
A instancia de los interesados o de sus representantes.
La solicitud debe realizarse en el modelo oficial y a ella debe acompañarse la
siguiente documentación:
Fotocopia del Documento Nacional de Identidad.
Certificado de Vida Laboral emitido por la Tesorería General de la Seguridad
Social.
En el caso de que se solicite el abono de salarios, el acta de acta de
conciliación o sentencia del Juzgado de lo Social.
En el caso de que se solicite el abono de una indemnización, la sentencia o
resolución administrativa que autorice la extinción del contrato de trabajo. A
esta última se debe acompañar el de acta de conciliación o resolución judicial
donde se cuantifiquen las indemnizaciones.
Si la indemnización que se solicita deriva de la extinción del contrato de trabajo
por causas objetivas, es necesario aportar la carta de despido y resolución
judicial que cuantifique la indemnización.
Debe aportarse el documento que acredite la situación de insolvencia del
empresario. En el caso de ejecución en vía laboral, el auto de insolvencia; en el
caso de procedimiento concursal, la Providencia de admisión a trámite del
procedimiento de concurso de acreedores y la certificación de que el crédito que
ostenta el trabajador contra la empresa está reconocido.
Para reclamar las prestaciones al FOGASA, los trabajadores disponen de un
año contado a partir de la fecha en que se haya celebrado el acto de conciliación, se
haya dictado sentencia, resolución de la autoridad laboral o resolución judicial
complementaria.
Este plazo se interrumpe por el ejercicio de las acciones ejecutivas o de
reconocimiento de los créditos en los casos en los que el empresario se encuentre
en concurso de acreedores.
El FOGASA puede denegar el abono de las prestaciones si la solicitud, por ejemplo, se
presentó fuera de plazo, o las prestaciones que se solicitan no están cubiertas por este
Organismo.
El FOGASA también puede reconocer parcialmente el derecho del trabajador o en
cantidades distintas a las solicitadas. En este caso debería pagar en un máximo de 90
días.
En estos casos, el trabajador podrá interponer demanda contra esta resolución del
Fondo de Garantía Salarial, en el plazo de un año desde su notificación.
El FOGASA abonará las prestaciones siempre mediante ingreso en la Cuenta bancaria
designada por el trabajador tras la tramitación del expediente.
El Fondo de Garantía Salarial se financia por:
Las cotizaciones de las empresas tanto públicas como privadas, que ocupan a
trabajadores por cuenta ajena. La base de cotización es la misma que la
establecida para los accidentes de trabajo, enfermedad profesional y desempleo
en el sistema de la Seguridad Social. El tipo a aplicar a la base se regula
anualmente y debe ser abonada exclusivamente por la empresa. Este tipo de
cotización podrá revisarse por el Gobierno en función de las necesidades del
Fondo.
Las cantidades obtenidas por subrogación: Al abonar los salarios e
indemnizaciones, el Fondo de Garantía Salarial se subroga en las acciones que
corresponden al trabajador contra la empresa y que tienden al cobro de las
cantidades adeudadas.
Por las rentas o frutos del patrimonio del Fondo de Garantía Salarial o del
Patrimonio del Estado adscrito al Fondo.
Por otras aportaciones que estén previstas en las leyes.
EETT, es la única modalidad que permite la sesión de trabajadores, puesto que de
otra forma estaríamos ante un hecho ilícito en el ordenamiento laboral.
Es aquella empresa cuya actividad consiste en poner trabajadores a disposición de otras
empresas (llamadas usuarias), con el fin de satisfacer las necesidades temporales
de personal de éstas.
Así, los trabajadores son contratados por las ETT para prestar sus servicios en las
empresas usuarias, quienes a su vez contratan los servicios de las ETT.
Para que una persona física o jurídica pueda desarrollar la actividad de una empresa de
trabajo temporal debe cumplir los siguientes requisitos:
Disponer de una estructura organizativa adecuada.
Dedicarse de forma exclusiva al desarrollo de las actividades propias de la
empresa de trabajo temporal.
Carecer de obligaciones pendientes de carácter fiscal o de Seguridad Social
y garantizar las obligaciones salariales y contributivas a la Seguridad Social.
Incluir en su denominación los términos «empresa de trabajo temporal».
Tener a un número mínimo de 12 trabajadores contratados, con contratos
estables, a tiempo completo o parcial, por cada 1.000 trabajadores o fracción
contratados en el año inmediatamente anterior. Este requisito debe acreditarse
para la concesión de la primera prórroga anual, y adaptarse anualmente a la
evolución del número de contratos gestionados.
Que le sea concedida una autorización administrativa con una validez de 1
año prorrogada por otros 2 años si se han cumplido correctamente las
obligaciones. Pasados los tres años, la autorización de prórroga se concederá sin
límite de duración.
Las empresas de trabajo temporal deberán constituir una garantía para responder de las
posibles indemnizaciones, salarios y deudas de Seguridad Social que pueda contraer la
empresa de trabajo temporal.
Es el contrato celebrado por escrito entre la empresa de trabajo temporal y la empresa
que contrata sus servicios o usuaria, que tiene por objeto la cesión del trabajador.
En virtud de este contrato, el trabajador pasa a prestar sus servicios para la empresa
usuaria y se somete a las directrices de ésta.
La duración máxima del contrato de puesta a disposición depende del tipo de
contrato que se celebre.
Si a la finalización del contrato de puesta a disposición el trabajador continuase
prestando sus servicios para la empresa usuaria, se le considerará contratado por la
misma de forma indefinida.
No es válida la cláusula del contrato de puesta a disposición que prohíba a la empresa
usuaria contratar directamente al trabajador a la finalización del mismo, salvo que la
empresa usuaria y la empresa de trabajo temporal hayan firmado algún pacto al
respecto.
En estas ocasiones, la empresa usuaria deberá indemnizar a la empresa de trabajo
temporal con la cantidad que para este caso se pacte.
Las empresas no podrán celebrar contratos de puesta a disposición con empresas de
trabajo temporal en los siguientes casos:
Para sustituir a trabajadores en huelga en la empresa usuaria.
Para realizar las actividades y trabajos que, por su especial peligrosidad para la
seguridad o la salud, se determinen reglamentariamente.
Cuando en los 12 meses inmediatamente anteriores a la contratación, la empresa
haya amortizado los puestos de trabajo que se pretendan cubrir por despido
declarado improcedente o por dimisión del trabajador por causa
justificada, despido colectivo o extinción del contrato por causas
objetivas excepto en los supuestos de fuerza mayor, o cuando en los 18 meses
anteriores a dicha contratación los citados puestos de trabajo hubieran estado
cubiertos durante un período de tiempo superior a 13.5 meses, de forma continua
o discontinua, por trabajadores puestos a disposición por empresas de trabajo
temporal.
Para ceder trabajadores a otras empresas de trabajo temporal.
El contrato de trabajo celebrado entre la empresa de trabajo temporal y el trabajador,
para prestar servicios en empresas usuarias, puede concertarse:
Por tiempo indefinido.
Por duración determinada (coincidente con la del contrato de puesta a
disposición)
Las empresas de trabajo temporal no podrán celebrar contratos formativos con los
trabajadores contratados para ser puestos a disposición de las empresas usuarias.
En las empresas de trabajo temporal, los trabajadores tienen derecho:
A percibir como mínimo la retribución que señale el convenio colectivo
aplicable al sector para el puesto de trabajo que desempeñe el trabajador. Esta
remuneración debe incluir, además, la parte proporcional correspondiente al
descanso semanal, las pagas extraordinarias, los festivos y las vacaciones.
Cuando el contrato se haya concertado por un tiempo determinado, el trabajador
tendrá derecho a recibir una indemnización económica a la finalización del
contrato de puesta a disposición equivalente a la parte proporcional de la
cantidad que resultaría de abonar 12 días de salario por cada año de servicio.
La empresa usuaria tiene que cumplir, entre otras, las siguientes obligaciones respecto
al trabajador cedido por la empresa de trabajo temporal:
Informarle sobre los riesgos derivados de su puesto de trabajo así como las
medidas de protección y prevención que debe adoptar contra los mismos.
Es responsable de la protección en materia de seguridad e higiene, así como
del recargo de prestaciones de Seguridad Social en caso de accidente de trabajo
o enfermedad profesional que tenga lugar en su centro de trabajo.
También responde de forma subsidiaria de las obligaciones salariales y de
Seguridad Social contraídas por la empresa de trabajo temporal con el trabajador
durante la vigencia del contrato de puesta a disposición.
Por otro lado, y pese a que las empresas de trabajo temporal son las que contratan al
trabajador, éstos adquieren una serie de derechos derivados de la prestación de sus
servicios para la empresa usuaria:
Pueden presentar, a través de los representantes de los trabajadores de la
empresa usuaria, reclamaciones en relación con las condiciones de ejecución de
su actividad laboral.
Pueden utilizar los medios de transporte e instalaciones colectivos de la
empresa usuaria durante el tiempo que dure su contrato.
Es conveniente obtener el consejo de un abogado sobre las particularidades que puede
presentar cada caso concreto.
Son entidades sin ánimo de lucro que colaboran con el Instituto Nacional de Empleo
para ayudar a los trabajadores a encontrar empleo y a los empresarios a encontrar
trabajadores.
Podrán serlo tanto personas físicas como jurídicas siempre que actúen sin fines
lucrativos.
Las Agencias Privadas de Colocación necesitan para desarrollar sus actividades la
autorización del Instituto Nacional de Empleo.
Contrato de relevo
Esta modalidad contractual se puede formalizar únicamente para sustituir la jornada de
trabajo dejada vacante por un trabajador que ha accedido a la jubilación parcial y aún
mantiene un contrato a tiempo parcial con la empresa. La particularidad más importante
de este contrato es que sólo se puede celebrar con un trabajador en situación de
desempleo o que tenga concertado con la empresa un contrato de duración determinada.
El contrato de relevo debe formalizarse por escrito, haciendo constar la edad y
circunstancias del trabajador sustituido junto con las características del puesto de
trabajo.
En cuanto a la duración, necesariamente debe celebrarse por tiempo indefinido o, como
mínimo, por tiempo igual al que le reste al trabajador sustituido para alcanzar la edad de
jubilación.