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Uso del Smartphone en el aula

Libardo Roa Muños

Aprender en la universidad implica poner en marcha una serie de conocimientos que


cada vez se vuelven más exigentes, y que para su adquisición es necesario estar en contacto
con el mundo académico y tecnológico. Así que, tanto profesores como estudiantes
demandan diferentes estrategias y con ellas, instrumentos que permitan asimilar cada día
más mecanismos necesarios para su formación. Ahora bien, quiero centrar la atención en
la forma como hace décadas, muchos profesores se dedicaban a la transmisión de
conocimientos sin brindar espacios para que los estudiantes tomaran parte de ese
aprendizaje y se dedicaran únicamente a ser receptores. Debo señalar ahora que las cosas
han cambiado y que la educación no es la excepción.
Es por esto que, la propuesta que aquí se presenta, requiere el uso de nuevas
metodologías que establezcan cambios en las formas de enseñanza y aprendizaje de la
lectura y la escritura. Afirmaré ahora que, entre tantas herramientas que el mundo actual
ofrece, el Smartphone es el instrumento didáctico que ayuda a mejorar los procesos de
lectura y escritura. Ahora bien, no podemos desconocer que estamos en una sociedad cada
vez más exigente e inmersa en la tecnología, con lo cual, los teléfonos inteligentes como
también se conocen, se han convertido en un medio fundamental que brinda facilidades en
los procesos de aprendizaje.
Debo señalar ahora, que a través de mi experiencia como docente he observado
que existen ciertos distanciamientos entre lo que esperan los profesores y aquello que
logran los estudiantes en el nivel universitario con relación a procesos de lectura y
escritura, esto me lleva a pensar en la siguiente pregunta ¿Acaso el estudiante del siglo XXI
no lee ni escribe? Al contrario de lo que se cree, el estudiante sí lo hace y de múltiples
formas; lo que sucede es que algunos profesores quieren que los estudiantes lo hagan como
ellos aprendieron a hacerlo; es decir, usando el papel. De hecho, esto permite apreciar la
separación entre el uso de herramientas tecnológicas y deliberar por qué algunos profesores
no desean que se utilicen en sus aulas y que los estudiantes reclaman otra forma de
aprendizaje.
Ilustremos lo que venimos diciendo, vivimos en una sociedad de la información, en
un mundo globalizado, donde la economía se mueve a través de la información. Es así que
con el transcurrir del tiempo, los avances tecnológicos ofrecen a los usuarios otras
alternativas que hagan más fácil su vida. Por ello, se crea el Smartphone o teléfono móvil
que almacena suficiente información, ofreciendo más funciones que el teléfono común y
permite realizar actividades similares a las de un computador con mayor conectividad. La
mayoría de los teléfonos inteligentes permiten la inclusión o instalación de varias
aplicaciones que debido a la necesidad del usuario hace que sea indispensable para el
desarrollo de sus actividades.
Antes de continuar insistiré que el mundo académico no debe ser ajeno al uso de
estos teléfonos inteligentes o más bien, ser inteligentes con los teléfonos. Sin embargo, en
algunas instituciones es visto como una mala herramienta que aleja al estudiante de los
fines escolares. Por el contrario, en la actualidad el estudiante universitario está provisto
de herramientas necesarias para el aprendizaje de la lectura y la escritura; es así que, “quien
lee lo hace guiado por su propósito de lectura y, a fin de recabar sentido de lo impreso, ha
de aportar su propio conocimiento sobre el tema y sobre cómo se organiza el lenguaje
escrito” (Carlino, 2013) y lo hace de las formas en las que él considera necesario, por
consiguiente la lectura y la escritura en la Educación Superior transforma mundos posibles
de pensamiento innovador.
Como ya lo hice notar, los estudiantes usan aplicaciones para leer y escribir; sin
embargo, varían de acuerdo con las intenciones que cada uno tenga, por ejemplo, si su
propósito es la lectura, entonces muy seguramente buscará extraer la información necesaria
que supla sus expectativas para un determinado fin, de allí que la lectura también sea vista
como un “proceso que se da desde el texto hacia el lector, es algo externo a éste, algo que el
sujeto recibe y en consecuencia puede ser enseñado” (Dubois, 2005, p. 24), entonces podrá
acercarse a utilizar Adobe Reader y para Diccionarios y Referencias utiliza RAE
Diccionario, Wordreference, APA Style.
Hay un aspecto que mencionar en la aplicación Adobe Reader, la cual es
fundamental para la lectura que va más allá de un rastreo visual, exige de una
decodificación que permita recuperar el implícito, también activa la voz automatizada
denominada lectura en voz alta para hacer el recorrido por el documento en PDF, accede al
subrayado de aquellos elementos que se consideran fuerza y conviene el uso de glosas
necesarias para una lectura eficaz
Pongamos otro ejemplo, si por el contrario, su deseo es la escritura como eje
fundamental en los procesos de formación donde el autor plasma sus pensamientos e ideas
que se producen a diario para convertirlos en textos, entonces optará por utilizar una
aplicación muy útil como es el blog de notas; así que: “la necesidad de escribir para vivir
en comunidad constituyen un fenómeno importante para el individuo, en las interacciones
sociales en las que se ve envuelto a lo largo de toda su vida” (Álvarez, 2010, p. 27), otro
rasgo de la escritura es cuando se hace la toma de apuntes dentro del aula y otros
buscadores que conectados a una red, enriquecen sus conocimientos y amplía la
participación dentro de la clase.
Es así como, el Smartphone al igual que el sistema solar, están conformados por un
conjunto de elementos que individualmente tienen una función específica, al unirse
representan y funcionan como un todo; lo mismo ocurre con el sistema solar, está rodeado
por la estrella principal que es el sol y una variedad de objetos en órbita que giran en torno
a el, como los planetas, satélites y asteroides. Sirva esta ilustración para identificar, como
las aplicaciones del Smartphone representan herramientas que son necesarias para un
alcanzar un objetivo común.
Añádase a esto, el uso de la aplicación Evernote, permite digitalizar documentos en
varios formatos, tales como: videos, imágenes páginas web, libros digitales, todo esto
organizado al arbitrio del docente; otro rasgo de la aplicación es que accede a la escritura
que puede ser compartida; y que además admite agendar todos los aspectos relacionados en
el ámbito académico tales como tareas, parciales, fechas especiales y todo cuanto sea de
interés.
Para finalizar, se considera necesario que la labor docente debe estar sujeta a las
transformaciones que exige una sociedad en constante evolución y que nuestras prácticas
deben ir ligadas a las necesidades que exige la educación del siglo XXI. Por ello, es
importante que se analice cada uno de los interrogantes que a diario circulan entorno a los
procesos de enseñanza/aprendizaje para que se conviertan en herramientas que contribuyan
no solo a cualificar las prácticas pedagógicas, sino que también favorezcan la formación de
profesionales cada vez más competitivos.
Referencias
Álvarez, T. (2010). Competencias básicas en escritura. Barcelona: Octaedro.
Carlino, P. (2013). Escribir, leer y aprender en la universidad. Buenos Aires: Fondo de
Cultura Econòmica.
Dubois, M. E. (2005). El proceso de lectura: de la teoría a la práctica. Buenos Aires:
Aique Grupo Editor.

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