Está en la página 1de 1

Acerca de Contacto Donar

nodualidad.info ADVAITA - DZOGCHEN - CH'AN - ZEN - SUFISMO - TAOÍSMO...

INICIO INTRO MAESTROS LIBROS ARTÍCULOS COLABORACIÓN + RECURSOS CURSO ADVAITA

Ruta de Sección: Inicio > Artículos > Charlas > Artículo Buscar

ARTÍCULOS EXTRACTOS CHARLAS ENSAYOS ENTREVISTAS

Artículos - Robert Adams

Robert y Ramana
Por Robert Adams

Robert: Cuando tenía dieciocho años, llegué a Tiruvannamalai. En


aquellos días no tenían aviones a reacción. Era un avión de hélices.
Compré flores y una bolsa de fruta para llevar a Ramana. Me subí a un
rickshaw (carrito de dos ruedas tirado por una persona) hacia el Ashram.
Fue alrededor de las 8:30 de la mañana cuando entré en la sala donde
estaba Ramana en el diván leyendo el correo. Fue después del desayuno.
Traje la fruta y las flores y las deposité a sus pies. Había una barrera de
protección frente a él para evitar que los fanáticos le atacaran con amor.
Y luego me senté frente a él. Él me miró y me sonrió y yo le devolví la
sonrisa.

He estado con muchos maestros, muchos santos, muchos sabios. He estado con Nisargadatta,
Ananda Mai Ma, Papa Ram Dass, Neem Karali Baba y muchos otros, pero nunca conocí a
nadie que emanara tal compasión, amor y felicidad, como Ramana Maharshi. Había
alrededor de treinta personas en la habitación. Él me miró y me preguntó si había
desayunado. Yo dije: "No". Él habló algo en Tamil al asistente, y el asistente regresó con dos
hojas gigantes, una con frutas y otra con un poco de gachas de avena con pimienta. Después
de consumir el alimento, me recosté en el suelo. Estaba muy cansado.

Era la hora de su paseo habitual. Tenía artritis en las piernas y apenas podía caminar en ese
momento. Sus asistentes le ayudaban a levantarse y él caminaba hacia la puerta. Cuando
estaba fuera, dijo algo a sus asistentes, y éstos me hicieron señas para que fuera con él. Él me
guió a una pequeña choza que yo iba a utilizar durante mi estancia allí. Él pasó dentro
conmigo, y apuesto a que piensas que hablamos de temas profundos. Por el contrario, era un
hombre natural. Él era el Sí mismo del universo. Me preguntó cómo fue mi viaje, y de dónde
era, y lo que me hizo venir aquí. Entonces me dijo que debía descansar, así que me acosté en
la cama y se fue.

Me despertaron alrededor de las cinco. Era Ramana de nuevo, vino por su cuenta y me trajo
comida. ¿Te lo puedes imaginar? Hablamos brevemente, comí y dormí. A la mañana
siguiente fui a la sala. Después de los cánticos de la mañana estaba el desayuno. Entonces
todos se sentaban en el suelo sólo para ver a Ramana, que proseguía con su rutina. Examinar
el correo y leerlo en voz alta, hablar con algunos de sus devotos, y simplemente
observándolo todo. Su compostura nunca cambiaba. Nunca vi tanta compasión, tanto amor.

Entonces la gente empezó a venir hacia él haciéndole preguntas. Sus respuestas eran muy
sucintas. No eran como se leen en un libro. Aparentemente, lo que se lee en un libro es su
respuesta a tres o cuatro personas. Se condensa todo en una pregunta y una respuesta. Pero
la gente por lo general hacía una pregunta o una declaración. Si él estaba de acuerdo asentía
o decía: "Sí. Eso es". Si no lo estaba, ofrecía una explicación de quizás una o dos frases. Había
extranjeros en el ashram cuando yo estaba allí, musulmanes, sacerdotes católicos, gente de
todas las razas y nacionalidades. Los devotos se sentaban alrededor y no decían nada, pero
los buscadores y discípulos hacían preguntas.

Cuando estuve allí una semana más o menos, dos de sus discípulos bromeaban discutiendo
sobre algo con él en Tamil. Le pregunté al intérprete de lo que estaban hablando. Dijo que el
diván de Ramana estaba cubierto de piojos, y se negaba a dejar que nosotros los matemos.
Suben por encima de su cuerpo y sus piernas y no le importa. Incluso les da de comer.
Queremos exterminarlos, pero no nos deja. Así que al día siguiente le engañaron. Cuando
salió a dar su paseo matutino, rociaron su diván con DDT. Cuando regresó olió el diván, y
sonrió y dijo en broma: "Alguien me ha engañado". Nunca se enfadaba, nunca se enojaba. No
creo que él supiera lo que significaban esas palabras.

Un par de semanas más tarde había una señora alemana que había llegado al ashram, y al
parecer había hecho una donación de algún tipo, pero no estaba feliz por alguna razón. Ella
se quejaba a Ramana, y él se mantuvo en silencio. Otra vez le pregunté al intérprete: "¿Qué
es lo que quiere?" El intérprete dijo: "Ella quiere que le devuelvan su donación. (Risas)
Quiere volver de nuevo a Alemania". Así que ella empezó a discutir, todo estaba ocurriendo
delante de Ramana. Ella comenzó a discutir con uno de los gerentes del ashram y Ramana
simplemente miraba. Entonces Ramana dijo en Inglés: "Devuélvanle su donación y añadan
cincuenta rupias más", lo que hicieron, y ella se marchó. Esta era su naturaleza. Él nunca
veía nada malo. Nunca apartaba a nadie de su amor. No importa lo que hicieran, quiénes
eran, dónde estaba su ego, él comprendía y amaba a todos de la misma manera.

También estamos celebrando el nacimiento de Jesús este mes. Nunca nació en este mes, pero
lo estamos celebrando de todos modos. Ramana solía citar las Escrituras. Jesús y Ramana
decían básicamente lo mismo. Jesús dijo: "El reino de los cielos está dentro de vosotros".
Ramana decía: "El Sí mismo está dentro de vosotros. Buscadlo y encontradlo y despertad".
Jesús dijo: "Hijos míos, yo estoy con todos vosotros y todo lo que tengo es vuestro". Ramana
decía: "Nunca podré dejaros. Siempre estoy con vosotros". Su compasión nunca lo abandonó.

Seis meses antes de abandonar su cuerpo, fui a Bangalore para ver a Papa Ram Dass. Me
informaron que había abandonado su cuerpo. Volví a Tiruvannamalai. Pero las multitudes
ya habían empezado a llegar, miles de personas. Así que me subí a la colina y entré en una
de las cuevas. Me quedé allí durante cinco días. Cuando bajé la multitud se había dispersado.
Ya había sido internado. Le pregunté a uno de sus devotos que le vio por última vez, "¿Cuáles
fueron las últimas palabras que dijo?" El devoto dijo: "Mientras abandonaba su cuerpo un
pavo real voló hacia la parte superior de la sala y empezó a chillar, y Ramana comentó a su
devoto, '¿Nadie ha alimentado al pavo real todavía?', y esas fueron las últimas palabras que
pronunció."

Ahora, vamos a hablar de ti. Piensa en los problemas que crees que tienes. Piensa en las
tonterías que haces todos los días. Piensa en lo furioso que te pones, en que siempre quieres
defender tus derechos, como si tuvieras alguno. El problema es, que piensas. Si tan sólo
dejaras de pensar. Dices: "¿Cómo puedo funcionar si dejo de pensar?" ¡Muy bien, gracias! A
decir verdad, funcionarías mucho mejor de lo que lo haces ahora, porque siempre estarás
atendido. El universo te ama. Siempre te proporcionará lo que necesites. Olvídate de los
demás, de lo que hacen y lo que no hacen. No hagas caso a los chismorreos maliciosos. Sé Tú
mismo. Comprende lo que realmente eres. Tú eres la realidad absoluta, la conciencia
incondicionada. Funciona desde este punto de vista. No funciones desde tus problemas. No te
pierdas en los chismorreos sin sentido. Comprende tu verdadera realidad. Sé Tú mismo.

Lo que Ramana enseñaba no era nuevo. Ramana simplemente enseñaba los Upanishads.
"Quién soy yo" ha existido desde tiempos inmemoriales. Siempre que un maestro te diga que
tiene algo nuevo que enseñar, ten cuidado, porque no hay nada nuevo bajo el sol. Ramana
simplemente repasaba la filosofía quién-soy-yo y la hacía sencilla para las personas del siglo
XX. Pero, ¿qué enseñaba? Simplemente enseñaba que tú no eres el principio cuerpo-mente.
Simplemente enseñaba que si tienes un problema, no sientas lástima de ti mismo, no vayas a
los psiquiatras, no te condenes a ti mismo, simplemente pregúntate: "¿A quién viene este
problema?" Y, por supuesto, la respuesta será: "El problema viene a mí". Aférrate al mí. Sigue
al mí hasta su fuente, el sustrato de toda existencia.

¿Cómo hacer eso? ¿Cómo te aferras al mí? ¿Cómo te aferras al yo? Simplemente pregúntate,
"¿Quién soy yo? ¿Qué soy yo?" Lo mismo, "¿Qué soy yo?" Pregúntatelo una y otra vez,
"¿Quién soy yo?" Olvídate del tiempo. Olvídate del espacio. Olvídate de todo. Evita el pensar.
Cuando vienen los pensamientos, pregúntate: "¿A quién vienen los pensamientos?" Una vez
más, "Vienen a mí". Aférrate al mí. "Yo pienso estos pensamientos. Bueno, entonces, ¿quién
soy yo? ¿Quién piensa estos pensamientos? ¿Quién soy yo?"

Una forma que he encontrado más fácil de hacer esto es simplemente decirte a ti mismo: "Yo-
Yo, Yo-Yo", y te darás cuenta cuando lo haces que el Yo-Yo va profundizando cada vez más
dentro de ti en tu centro del corazón, directo a la fuente. He descubierto que para los
occidentales el decir "Yo-Yo" parece ser más útil que "¿Quién soy yo?" Una vez más, no mires
el tiempo. No te preguntes: "¿Cuando va a pasar algo?"

Un devoto vino a Ramana y dijo: He estado con usted desde hace veinticinco años haciendo
"¿Quién soy yo?" Y no ha pasado nada todavía, así que Ramana dijo: "Pruébalo otros
veinticinco años y a ver qué pasa". Olvídate del tiempo, olvídate de que algo va a suceder.
Incluso si no sucede nada en esta vida llevas la delantera. Porque si has sido sincero, y si
realmente has estado trabajando en ti mismo, volverás a un entorno que sea propicio para tu
realización y en ese momento puede que te venga la realización cuando tengas doce o trece
años, porque te la has ganado. Pero si eres como la mayoría de la gente que va por ahí
metiéndose en los asuntos de todo el mundo y diciendo: "No tengo tiempo para hacer esto. Lo
he probado durante dos horas y no funciona", entonces seguirás volviendo una y otra vez,
pasando por todo tipo de experiencias, hasta que un día, quizás dentro de diez mil años a
partir de ahora, puedas realmente conseguirlo y empezar a trabajar en ti mismo con
diligencia, lo que deberías estar haciendo ahora.

¿Qué haces contigo mismo todo el día? Piensa. Desde el momento en que te levantas de la
cama, ¿cómo es tu jornada? ¿Piensas algo en Dios? ¿Practicas o piensas acerca de tus asuntos
y tu cuerpo? Sé honesto contigo mismo. Si no estás haciendo ningún progreso en la vida
espiritual, es porque no estás poniendo nada en ella. Tienes que darte cuenta de que todo lo
que ves en el mundo es sólo un reflejo de ti mismo. Si la gente significa algo para ti, si te
tratan mal, es porque te estás viendo a ti mismo como esa gente. En otras palabras, tienes
esas cualidades.

Recuerdo, volviendo a la historia de Ramana y la señora alemana, cuando él le devolvió su


donación además de unas pocas rupias más. La tarde siguiente, un devoto le preguntó:
"Ramana, ¿por qué hiciste eso?" y Ramana explicó: "Cuando ella nos dio una donación, ¿a
quién crees que se la dio? Se la dio a sí misma, pues sólo hay un Sí mismo. Cuando ella se la
llevó, ella se la quitó a sí misma. Cuando vuelva a Alemania estoy seguro de que va a tener
problemas financieros hasta que aprenda que todo lo que das sólo te lo estás dando a ti
mismo, porque no hay dos, o tres, o cuatro sí mismos, sólo hay un Sí mismo", y esto incluye
todo lo que haces en tu vida, la forma en que miras a otra persona. Simplemente estás
viéndote a ti mismo.

Y es por eso que la única cosa que puedo hacer por ti es amarte, porque yo amo a mí mismo y
tú eres mí mismo. Cuando digo que amo a Mí mismo, no me refiero a Robert. Cuando uso las
palabras Mí mismo o Sí mismo, me refiero al infinito, a la omnipresencia. Incluye todo en
este universo. Así que cuando amo a mí mismo, estoy obviamente amando a todos y a todo lo
que existe. También me doy cuenta de que todo lo que existe es una proyección de mi propia
mente, así que no me identifico con las imágenes. Me identifico con la fuente, con la
consciencia, con la realidad absoluta, con la unidad final, con el nirvana, con el vacío.
Mientras estoy hablando contigo me doy cuenta de que le estoy hablando a Mí mismo,
porque repito sólo hay un Sí mismo. Si sólo pudieras recordar esto en tu trato con los demás,
cualquiera que sea la manera de tratar con otra persona, lo estás haciendo a Ti mismo.
¿Puedes ver ahora por qué una persona como Ramana nunca podría odiar a nadie ni
enfadarse, no estaba en su naturaleza.

¿Cómo reaccionas ante la vida? Cuando una persona te ofende, ¿qué haces? ¿La insultas, te
enfadas, te pones violento? ¿Cómo la tratas? ¿Cómo reaccionas? Sé honesto contigo mismo.
Es la única manera. Comienza desde donde estás. Ningún ser humano es perfecto. Todos
cometemos errores. No sientas lástima de ti mismo, pero comienza desde donde estás.
¿Dónde estás? Eres consciencia.

Esta es tu verdadera naturaleza. Aprende a amar todo. Aprende a ver sólo lo bueno. Date
cuenta de que hay una razón para todo.

Si una persona te ofende o desagrada, simplemente mira hacia otro lado y olvídalo. Aprende
a que tu mente pare de pensar. Y lo haces cuando al reaccionar ante una condición te
contienes de inmediato, e indagas dentro de ti mismo: "¿Quién se está enfadando? ¿Quién se
siente de mal humor? ¿Yo? Yo". Date cuenta de que estás tratando con el yo personal, y toda
la rabia, toda la frustración, todo el karma, todos los samskaras están apegados a ese yo
personal. En consecuencia, cuando te deshaces del yo personal, todo lo demás se va con él.
Así que no trates de resolver tus problemas. No trates de ser una persona mejor. No trates de
huir de tu vida. Basta con ver quién es el que está funcionando, ¿quién es el que tiene que ser
una persona mejor? ¿Quién tiene todos estos problemas? Yo, yo, siempre yo. Aférrate a ese
yo con todas tus fuerzas, pero no te concentres en el yo. Concéntrate en la fuente que es la
consciencia, Dios.

Y todo el mundo me pregunta una y otra vez, y os lo sigo diciendo. Me preguntan: "¿Cómo me
aferro al yo?" Pues preguntando, "¿Quién soy yo?" o diciendo simplemente: "yo-yo, yo-yo, yo-
yo". Automáticamente te darás cuenta de que el yo va penetrando cada vez más profundo, y
más profundo, y más profundo dentro de tu corazón y un día serás libre. Pero tú ya eres
libre. ¿Por qué no despiertas ahora mismo? ¿Por qué tienes que pasar por algo? Cada uno es
diferente.

Si esto te parece demasiado difícil, si vichara (auto-indagación del ser) te parece difícil,
entonces tu siguiente mejor opción es rendirte o entregarte por completo a Dios. Entrega
todo, tus problemas, tu ego, tu cuerpo, tu mente, tu trabajo, tu mundo. Di: "He aquí, Dios,
tómalo, no quiero nada más de esto. Soy tuyo, haz conmigo lo que quieras. Hágase tu
voluntad". Esto significa que ya no tienes nada de qué preocuparte. Si en verdad te rindes
totalmente, estarás inmediatamente radiante de felicidad, porque has dado tu ego a Dios y lo
que queda es Dios. Tú no tienes cuerpo. No tienes mente. No tienes trabajo. No tienes
problemas. Ha sido tu ego todo el tiempo el que te ha tenido engañado, haciéndote creer que
algo está mal, y has estado jugando al escondite, tratando de encontrar a Dios aquí, allá y en
todas partes, (eso fue una bonita canción) cuando todo el tiempo Dios estaba dentro de ti
mismo como el Sí mismo.

Empieza a ver la verdad. Empieza a erguirte con la cabeza alta. Pierde el miedo. Hazte fuerte.
Deja al mundo solo. Se cuidará a sí mismo. Hay un poder misterioso que guía al mundo a su
destino correcto. No necesita ninguna ayuda de ti. Si estás destinado a hacer cierto trabajo en
el mundo, se llevará a cabo, pero tú no tienes nada que ver con eso. Eso no significa que
tienes que dejar tu trabajo o ir a sentarte a una cueva o renunciar a tu vida. Donde quiera
que estés en este momento es donde se supone que debes estar. Sólo siente, "yo no soy el
hacedor", y tu trabajo continuará. No te apegues a tu trabajo. No reacciones a cualquier
situación o condición. Sé Tú mismo. Enfoca tu atención en la consciencia y tu cuerpo seguirá
haciendo lo que ha venido a hacer aquí.

Todo está predestinado. Incluso cuando levanto el dedo así está predestinado. No seas egoísta
al pensar que tienes algún poder sobre los demás o que tú eres el hacedor. Es un privilegio
haber nacido en esta tierra y la razón por la que has nacido es para encontrar tu Yo real.
Adelante, hazlo, y sé libre.

Robert Adams, 30 diciembre 1990 (Transcripción 33)

Fuente: Robert Adams Satsangs - The Collected Works (eBook version)

Compartir Twittear Compartir Compartir

Normas para publicar comentarios


Publicar un comentario

Nombre Contraseña Correo electrónico

Escribe un comentario aquí...

Notificarme si hay respuestas Formateo Iniciar sesión Publicar comentario

Sin comentarios aún.

Comentarios de HashOver ‒ Código fuente · JavaScript

Aviso legal | Política de privacidad | Política de cookies | Configurar Cookies

© NODUALIDAD.info

También podría gustarte