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BRUNILDA ROBLES DE DE LA CRUZ

Dedicado respetuosamente a la Academia Institucional de Historia


Del Instituto Politécnico Nacional, gracias a cuya relevante labor
De investigación fue elaborado el Programa de Estudio al que
Se apega este texto

La autora

HISTORIA DE MEXICO I

Con base en el programa para los C.E.C.y T.

PRIMERA UNIDAD
El estudio de la historia
.

SEGUNDA UNIDAD
Antecedentes de la ídentíclac1 nacional
.

T3RCERA UNIDAD
Epoca colonía1
.

CUARTA UNIDAD
Formación del estado mexicano
.

QUINTA UNIDAD
El Porfiriato

EDITORIAL CÁTEDRA
MEXICO

HISTORIA DE MEXICO 1

BRUNTLDA RQBLES DE DE LA CRUZ


© Derechºs reserva¿os conforme a la ley

Cátedra Editores.

1' edición, abril, 1982

2“ edición, junio, 1984


3“ e¿íeíón, septiembre, 1987
4¡ edición, mayo, 1991
5"e¿ición, febrero, 1995
6“ edición, diciembre, 1997
7“ edición, diciembre, 2000
8“ eclici6n, enero, 2003

9“ eclicíón, enero, 2004:

10“ edición, engro 2006


11º'Í e&icíón, engro, 2007
12“ e¿ición, enerº, 2008
131 e¿icíón, enero, 2009
]? e¿ición. aéosto. 2009
153 edicion, octubre, 2010
16* ediciºn, diciembre, 2011

Distribución y venta directa:

Av. de' la Morena 762, Despacho 202, Col. Narvarte


Poniente (metro Etiopía). DéL Benito, "
CP 03020, México DF"

teléfono 5639 1091


Índice

PRIMERA UNIDAD
El estudio de la historia-

1.1 El carácler científico de la historia

1.2 Relación ¿e la historia con las ciencias sociales y naturales


1.3 Corrientes de la interpretación histórica

1.4 Importancia del esmdio de la historia

SEGUNDA UN!DAD

Antecedentes de la Identidad Nacional

2.1 Características de 135 áreas y zonas culturales LAridoamérica )!


Mesoamérica]
2.2 Horizontes preclásico'. clásico. posclásico e histórico. Caractedstica: cullura.les
2.3 Cultura mexica 151ntesis de Mesoamérica)

2.4 Desar rollo científico y técnico alcanzado por los pueblos prehispánicos

TERCERA UNIDAD

Epoca Cotonial

3.1 Europa en ei sig10 XVI [transición del feudalismo al capilalismo|

3.2 Encuentro de dos mundos y sus transformaciones culturales a1a 11egada de


los españoles
3.3 Organización ecºnómica. política… territorial y social de la Colonia

3.4 Contradicciones internas agudizades por las reformas borbónicas

3.5 Supervivencias y aportaciones de las épocas prehispánica y colonial


36 Corrientes ideológicas y etapas de la Revo]ucíón de Independencia

CUARTA UNIDAD

Formación del estado mexicano

4.1 Proyectºs de nación: Liberal y Conservador. expresast en sus bases legales

4.2 Intervenciones extranjeras

4.3 consolidación del liberaiismo (expresado en 135 Leyes de Reforma y el triunfo


de Ia República]
4.4 Aplicación del proyecto liberal en los gobiernos dcjuárez y Lerdo de Tejada

QL_JNTA UNIDAD
EI porfiriato
5.1 México y el imperialismo mundial. camcterístieas generales
52 E! porfiriato
5.2.1 Aspectos políticas ascgnso y permanencia en el poder (reformas
constitucionales.
cacicazgós y alianzas)
Aspectos económicos: inversión de capital extranjero y naciona] y sus efectos
sociales
(haciendas. latifundios ;; tiendas de rayal
5.2.2 El positivismo como ideoIogía del sistema
5.2.3 Movimiento de oposición y crisis del proyecto1ibeml

LIBRO DE APOYO DIDÁCTICO


Cuestionarios y Actividades
Cronograma. La línea del tiempo
Lecturas

Cultura mexica
Piedra del Sol
Periodo histórico
1325-1521 d.n.e
Ciudad de México

Sitio arqueolºgico de Teotihuacán 5'º' … de Teotihuacán


Pirámide del 50] Paco de Qtñzalpapalotl
Periodo clásico Peñodo dásico
500-550 d.n.e 5N-550 d.n.e

… Esz'aáo de México
Teotihuacán, Estado de México

Primera Unidad
El estudio ¿e la historia

1.1 El carácter científico ¿e la historia

1.2 Relación cle 13 historia con las ciencias sociales y naturales

1.3 Corrientes de interpretación histórica

1.4 Importancia ¿e1 estudio de la histox:ia

Primera Unidad

El estudio de la historia

Resultado cie aprendizaje propuesto. Que el alumno reconozca la historia como


ciencia social a partir del conocimiento de diferentes en£oques metodo1ógiaos
para relacionar el pasado con el presente.

1.1. El carácter cíentí£ico ¿e la historia.

A partir :la] siglo XV se empezó a desarrollar 1ª concepción de ciencia natural,


1335333 en una meto21o oéía consistente en 03 siguientes fases: investigacion,
lnpóiesw, ¡: servacmu, expenmentación, comprobación, teoría y1ey. A este
método sele llamó método cientrfíca expem'menfaf. La. Mayoría c1e las ciencias
que estuc_1ían ¿: la naturaleza, como
la 13iolog-ía, química, física y astronomía, pronl.o ac1quirieron carácter de
cíentí£ícas; pero había otras áreas c1e1 conocimiento, cuyo interés era el hombre
en sociedad, que no adquirieron tal carácter. Estas disciplinas, conociclas
acLua1rnente con el nombre
de ciencias sociales, como la economía, sociología, antropo1ogía e 1nistcría,
Lenían el ºroblema ¿el mé» ºpara adquirir el grado de ciencias.

* La historia —que es la ciencia que nºs ocupa uti]iza1os Pasos del métoc10
cieniífico, ¿¡ excepción de uno. Para trabajar en 21 campo de la historia se
necesita invesiigar; 1anzar una hipótesis de trabajo; observar105 £enómenos ()
110c1105 pasados c1e manera inchrecta; comprobar recurriendo a. varias
fuentes; rea[ízar una teoría ¿el 15 1u'stozia y (1e50ubrir las leyes r:1e1 ¿evenir
histórica. Lo único que no pueden hacer los 11istoria&ores es experimentar,
Porque el objeto ¿a. su interés no es palpable y no es presente; es algo
irrepetib1e y único, 10 que- no elimina la posibilic1.ac1 de que haya constantes en
los procesos 13ístóricoy Por la. ímpesí1)ili¿ad ¿e experimentar, se ha preten
clic10 negar a la 11istori.a su carácter cíenti£ico, o al menos se ha inferic10 que la
historia y las demás ciencias sociales son ¿e una jemrqnía menor que en las
ciencias naturales. Pero las personas que piensan así no comprenden que, si el
objeto :la estuclio es dís'c'm—
to, el méto¿o puecle variar ser HiErente al que utilizan 5 ciencias natura es. La
historia es una ciencia distinta a ésLas, es especial en cuanto que su objeto (le
estudio es 91 1101an en el pasado; por ello su método presenta Variantes con
respecto al métoclo genera] ¿& las ciencias natural es.

El primer paso en e1 Estudio ¿e la historia es la fozmú1acíón del hecho histórico.

El seg'undo paso es el análisis. Como e1 hecho histórico no es captac10 por 105


sentidos, sino que se encuentra narrado en uno o varios documentos, ¿onde no
siempre se narra íáéntícamente, sino que incluso tiende en muchos casos a ser
contraájcto rio, el historiador Áe1ae inc1agar, analizar, valorar 135 Fuentes y
cumpmlneu: La veracidad (1e1 hecho 11
tórico. Además, el historía¿or c1e13e explicar el hecho histórico por sus causas,
relacionado con otros hechos pasarlos y re1acíonarlo taní]3íén cnn 11201ms
contemporáneos y aun Posferiores; es c1ecir, rlelae expon511as condiciones que
10 produjeron. mencionar & 105 hombres que le realizaron y ¿cstacar su Primera
'va1or como antecedente capaz |:1& exp1icat todo un proceso, ya sea ¡31 proceso
¿e un gue
131 11'mc1ú 0 E1 egipc'm— c1e una cultura —15 griega, 1ª rumana o 13 mexíca
— o ¿e una ciencia como las matemáticas, 1a química o 13 socio1ogía.

En EEG ra¿ica e1 va1m, no 5610 (121 1aistoriac10r, historia en sí misma.

Conviene hacer notar que es pm£e1i1ale que la 1315. taria sea escrita por
individuos que no séan contem Pnráné05 (1131 hecho. pues un contempºránea
está 11— ga¿o a ese 11ec1m por e1ementoa afectivos )» prejui— cios que
pueden afectar su análisis. El…) pertenecer 2113 misma época (191 11ec110
histórica que se es'fuc1ia permite a1 11istodador realizar un análisis más o1zie-
1iva e imparcial. 10 cual redunda en un esluc1¡ó ¿e me$or ca1íd3¿. Además.
e111istoúadoz no contempo— ráneo c'1e1 suceso tiene una Visión más -amp1ia
c1e1 mismo y una mayor riqueza documenta1.

En Cuanto a1os instrumentos de 1—3 1úsforía, éstos son 1Jásícamente 1as


£unntes, 5Ln ellas no se Poc1ría 1130e'1: historia, si acaso se haría literatura, y
eso si quien escri1)e1o 111ace de una manera 13e11a.

To¿o councimienko histórico es indirecto, por 10 que 11ega a1 Luvesfigac10r a


través de las fuentes 1135tó- ricas, que son to¿os ¡”aque1los vestídios, 11ue1135,
inc11— cios, seña1es u objetos c1ejac1m por 1a activic1ac1 c1e1 110rn11re,
cuyo correcto esluc1¡o proporciona 105 c1a- tos acerca (191 desa'ma110 de la.
socíe&ac1 13umglna.

Las 1uentes 5011 de ¡huesos l-ípos: puec1e Lratatse de e1cmentos e1a1mrados


en contacto directo con e1 acnntecírniento que se describe. En muchas oca—
siones estas fuentes primarias ya no existen, por 10 que se tiene que recurrir a
conocimientos ya ana1í—
zados y sintetizados; se está 11a1)1am:10 entonces de fuentes secundarias, y
aún se puec1e 11a111ar c1e fuentes tercianas, 0 sea 61 aná1ísis [218 135
fuentes que a
su vez estudian 1as £uentes c1e primera manº.

También se habla de fuentes directas, que son Lestimoujos c1h:¡gic1m a dejar


una información ¿eter m.í.uat1& de 105 1nec1aos; entre éstas Po¿emus mencio—
nar las crónicas, memorias, inscripciones conmemo- ra1ívas, d06umentos o
testimonios escritos. Las 1uen= tes i.m15:ectas san aque11as que no Henei11a
intención C1€ proporcionar a1guna información; es todo aque110 que
113 :esist'u10 el paso c1e1 tiempo y que proyorcicma c1&tos so1:re1a época ¿&
1a cun1 Proviene; entre c11a,s Ca13e 10 más variac10: ufensi1105, armas,
vestimenlas, sapu1cros, cíur1m1&s () sus restos, 01)ras de arte, cami- nos y
earr'eteras, acueductos, instalaciones perlas"— rias entre otros! Estas fuentes
prés'iiaí1 ui13 in£0nná— ción que 5610 E1 investigador puet1e obtener.

Ahora 1sicn, e1 pasado humano no es un pa'sa&0 cua1quiera, es 10 que1e 113


ocurríclo al 110m1)re y pO-r 10 tanto c1e1>e ser cansidemc10 corno suyo; pero
no suyo como un u1njeto cua1quíemt1e su propíec1m1, sino suyo en cual)…
invo1ucra ¿¡ toc10 su ser. 51 pasac10 humano no es una rea1íc1.ad ajena a
nºsotros, sino que es uná rea1idac1 nuestra y si concedemos que 91 pasadº 11an
existe, tenemos que conceder que exi:_sie en 91 presente, en nuestra propia
vír1a.

La historia comu ciencia 1msca una visión autén< tica ¿e hechos pasados que se
1151115… en relación con el presente )? pcm1o tanto co¡n nuestra vi¿a. La nana
— cíón histórica es uná expresión ¿el pasado humano que se ac1&cua ¿ 1a.5
exigencias Víta1es <1e1 presenta.

La sociedad necesita enfrentarse con su pasa¿10 como con su rea1ida¿ vital,


pues cada generación c11ce su verdad, que es1a verdad histórica (19 105 1'10m
— 131:e5 que compusieron esa generación, misma que constituye la raíz (la
nuestro presente. Ca1ne mencionar que la persona1ic1.ac1 (191 historiador
in£1uyc para que este concec1a mayor importancia a alguno c1e 105 [actores ¡le1
1180110 histórico, es decir, 91 medio, la taza., La guerra, La ecoharnía, 1a
re1ígíón, 105 granc1es 1wm1ares o el e5píritu c1e un pueblo; por 10 que és
cónveníente 1eer ¿ variós autorés sa1are un mismo tema a En de £ormarnos un
criterio 10 más o1>je£ívo posi1)1e 501)re e1 hecho histórico.
La 1aistoria no es una símp1e acumulación; ¿¿ conocimiéntos, sino que todo
aque115 que 15.5%¡a c1e1>e responc1_er a la realic13c1y resuliarlñwymns
pru1]a111e. Ac1emás, nc) hasta 151 compu&:ñ, úio que se requiere tam1uién 121
int '_ ' ' punto más ¿(51:11 (161 cc;an vez 91 más £uerte. Es (1151351 en =—-
vísión parcial de 105 11.eehos, sis de un 13istoriadorm% nómica, po1ítica y ¡. Así
10 que un so19re 1.3 R Partit10 R ' 10 que --- 135 con 1El ust1.u1ív <.1c 1a
11ístc)ria Es ámp1ísima, pues a13arca 1:0c10 aque11o que se re1a- cione con e-
1 1:.om13re en 01 pasac10: ciencia, tecnºlo— gía, sociec1ac1, arte, economía,
po1ítíca, cultura, educación o a1jmentación.

Conviene hacer notar que tanto e1 objeto cumo 105 métodos de conocimiento de
161 historia c1an & ésta un carácter especía1, suí-gencrís, que 13 (1istín» gue
4:10 135 c1.emás ciencias; pero no quita firmeza y sn1í(1€z ¡¿ 105 conocimientos
emanac105 1:19 la ciencia 11¡stórica. La 1:u'storía es necesaria y enriquecet10ra
116 1a 11uman1(1a1, ta1 como 10 son 13 química, 1ª biología, 1a Psíco1ogía, 15
economía, 13 socio1ogía y, en J¡Ein, toc1as 1as ciencias.

Se acusa 315 ciencia 1nistórica de su parcial y aparente 1111ta (13 o1ajetívir1¿¿,


para ¡5110 no e1imina su carácter cientí£ico. Es parcia1 porque su o1njeto ¿e
estuc110 y su mét0(10 así 10 requieren, pórque para 00mprem1.er 105
procesos11ístóúcos e interpretar1o.= es ine—vita131e que inte¡:Eiera tm1o
aque1.10 que somos como seres 11umanos y como co1ectívíc1ad. Sin em1aargo,
no 1e resta va1ia1ez a1 conºcimiento histórico. Lo ímporl.anl;e es_1ograr que 10
que se escriba se 113119 10 menos posí131e im pregnag1o (1e parcia1ic1ac1 —
¿Cómo?— Primero, sienc10 consciente e11aistoriador ¿e su posi—ción;
segunc10, respetanc10 a1 máximo e1métoc10 cien— H£ico a utí1ízarse durante
21 estuc1í0 ¿e 105 procesos histórimos. Aún así 13. 11.istoría va a. seguir
poseyemlo un cazácter parcía1, pero 61 estuc1ío de varias 11íslorías parcia1es
so13re una época—nos dará £ina1mente una visión g1o1aa1 y comp1€ta.

E1 historiador, paza. rea1izar su tra13ajo, eva1úa concienzudamente cac13 uno


¿e 105 11ec1105; ¡9110 es parte r1e 1a1a170t cientí£ica. La exposición c1ara (16
105 11ec1nos es 1a 13359 so11re 151 que se sustentará 1ª interpretación. Cada
vez que 91 1Jis1:uriac10r rea1iza su tra1uaio, cºnsciente c1e1 método y ¿e su
pape1 so- cia1, va sienc10 o17jetivo a1 igua1 que su trabajo.

Un ú1'ri1no punto so1vre 1a cíentí£icídac1 c1e 1a 1115-ton'n es 13 existencia de


1e_ves. La 1tu'storia. nos o£t'ece mnocímientos sa1are 1'IBC1'105 irrepetí1a1es y
únicos, jamás se L1ará otra Revolución Mexicana de 1910, se (13.3:ían nuevas
revo1uciones con características sí- m.ilares, pero igua1es nunca. Hacer1eyes
históricas acerca c1e 10 único & irrepeti1a1e es ímpc¡si1z1e. Empe-m, todos 105
procesos o£recen elementos que son constantes. Así tenemos que 1as granc1es
revo1ucío- nes sociales c1e1 síg1o XX —mexicana, rusa, cubana, nícaragfiense—
se producen como resu1tam10 110 13 ex-
p1oiación (1e1 pue131o por un pequeño grupo priv' e— gia¿10 (o1igarguía), 61
cual -—en 511 ¿1115111 de enriquecer— se— va epaupezau () máximo 105
nive1es c1c Ví£1ª ele1as mayorías. Pue= 1:)ien, esta condición es una1€y
histórica genera1 que nos muestra que, cuanc10 1ª exp1otación L1e1 pue1310
Mega & grac105 i.nto1em131es. sobreviene 13 irrupción ví01enta, cuyo éxito
c1€penf c1erá (le 13 debilidad :1e1 grupo en 61 poder.

Las 1eyes históricas son c1istíntas a 135 1cycs na— tura1es y no pue(1en prever
cºn exactitud 10 que su— cederá en e11£uturo, pues 13 com1ucta (11€ 105 110m
— bres es en ocasiones inexp1íca111e y son precisamente 1us 110m11res el
objeto de estudio (16 1a historia.

He aquí un ejemp1o r1e conc1ucta aparentemente inexp1íca131e: tras 13


revo1ución ma<1erísta, Mau1eto 5u1)e a1 poder en noviembre ¿& 191 1. Había
derroca&0 a. un régimen que un año antes 1ucfa firme c1&spués ¡13 34 años ¿e
c11cta¡1ura. De pronto e1 por1i.rismo se 1'xa13ía derrum1vac10 ante un
movimiento 31 prí.114 cípío (1é1:í1, que 31 1ograr 8.1 apoyo (18105 campesinos
ac1quit-ió Jca]. £orl:a1eza que aca1aó con 51 aparentemen'te inamoxri131e
go1aíemo por1:í.rista. Después de apoyar a Mac1€ro y verlo triunfar, toc105
espeta13an granc1es cam1rios. Los campesinos pec1ían tierras y creían que
Madero se 1as i1aa & c1ar. Mac1€ro ni rea.1izó granc1uas caru1aios, mi (110
tíerms. ¿Por qué c1€jó c1c actuar en este sentido, si 135 condiciones (1131
momento exigían cambiºs estructurales? Por otra parte Mac1em 1ícenció, es
c1ecir, L1íso1víó el ejército revolucionario que 10 11313ía 113vado a1triun£o.
¿Cómo es pnsi131e que pensara que 91 ejército enemigo, 31 que 111a19ían
vencido sus parki(1ari05, 10 i1)a ¿¡ sostef ner en 91 poder? ¿Por qué entonces
1.iceució & su ejército y ¿ejó vivo ¿11 ejército por1iñsta? ¿Es que acaso Maáero
carecía ¿e sentíc10 común y no perci— 1)ía 10 que necesita1aa para sostener su
régimen? Viónc101o tantos años después es más [—á|:1_1 captar Cuá1 1131)r23
51110 31 mejor camino para reso1ver 105 pto131emas socía1es y sostenerse en
1a presif1encia f1e 1a Repú1>1ica, pero en 31 momento histórico que 19 tocó
vivir, Madera tuvo que enfrentar mi1 vícisihr (1555 115513 su propia caída y
muerte. Quizá no es justo 3Cu531110 de miopía ); ¿e no c1arse cuenta ca13a1
¿& 10 que acontecía & su a1rec1et10r. E1 pape1 (191 1115- ton'at10r, entonces,
es compren&er y no juzgar.

Primera Unic13c1

1.2. Re1aci6n ¿e 13 1zistoria con 135 ciencias sociales y naturales

1 .2.1. Relación ¿e la Í.u'staáa con las ciencias sociales

La 11isforia estudia e1 pasado humano. Su £u.ucíón teórica es eXp11car y su


función socía1 es organizar ese pasac10 can re1acíón 5105 requerimientos de1
pre» sente. E1 pape1 ¿e 151 11ístqzia no es juzgar, sino com— prem1er ;* 11acer
comprender e1 pasac10. Para 6110, 13 historia se re1acíona con otras ciencias
sociales y 3 1ª vez se auxi11'a c1e e11¿s.
.

La etnología estuc1'u—1 135 diferentes etnias o grupos cu1tura1es y se re1aciona


con1a historia en cuanto explica e1 desarro110 c1e esas etnias a través ¿131
tiempo y Las características ¿e cada una. c1.e e11as, consic1erac1as en su
entorno geográ£icu (tzctzí1es ¿& C11ia<pas 0 rarámuris c1e C11í11ua1nua).

La antropo]o;ía estudia a1130m13re desc1e su aparición so1are 1a Tierra, sus


rasgos1ísicos, sus formas (15 Vida y su c1esarto110 cu.1tura1, por1o que su :e1a

ción con 1a 11¡sLoría es ¿e mutuo auxi.1'w.
.

La arqueología estut1ía cuanlo se re£iexe ¿¡Las artes y ¿105 monumentos (1e1a


antigúe¿ac1, ¿e mon10 que1a historia se enriquece con 81 apoyo c1e esta
ciencia.

La sociología estudia. a 13.5 sociedades, exp1icando su c1esarrol10 y su


estructura., por 10 que am1ms ciencias se comp1emenlan. Así, por ejemp1o,
rasu1ta igua1- mente importante Para 1a historia y 1a socio1ogía conocer e1
desmo1.10 (12 1a sociec1&d francesa y su estructura en e1sig1o XVIII: ¿1 rey, e1
c1ero, 15 .10131eza, 1a burguesía y B1 tercer estac10, e1 pue1>1o.

La economía estuc11a e1 desarm11o socia1 con 13356 en 1a producción,


circulación y consumo ¿E 105 1aienes, así como 1as situaciones de
GS1:B11111C1&11 ¿: 105 es- tac105 c1e crisis en razón ¿8 fenómenos
natura1es y de po1ítícas gu1x—rrnamenta1es. A La historia 143 interesa conocer
tanto 105 retrocesºs como 105 progresos que se mgistran en 1a economía (19
una nación en épocas detenminac1as. Así, PDI ejemp1o, es interesante sa1aer
que 13 economía novo1úspana ¡le1 síg1o … atravesó por una crisis ocasionac13
Por e1&esa13asto a1imen- ticio (113 gramos como maíz, frijo1 y trigo, (1e1)i<10 &
1ª £alta (1.6 11uvias y e1 acaparamíento ¿e estos proc1uclos por parte (13 105
españo1es ricos, 10 que Produjo ham1nnu1a. y epic1emias, y ta1 situación se vio
re£1ejada en otros campos c1e 1aproduccíóm 1a Lnt1ustría c1ecayó
ostensib1emeute y La minería. se vio a1ecta<1a Por 13 1Jaja extracción de oro y
p1ata; e1 comercio, ya ¿e por sí frenado por 15 po1ítica monopn1ista ¿& España,
entró en un periodo c1e franca (1ecac16ncia. En cam 1310 en c1 sig1o XV111
1111130 en genera1 una buena producción de granos, que se comercializaban
Principalmente en 105 rea1es de minas Para alimentar a 105 operarios;
consecuentemente 1a ptor1ucción ¿e oro y plata 1-ue e1eva(1a. España se
benefició con e1 aumento 11e1a. pro¿ucción minera, pues cau1a vez era mayor
¿91 número de 1íngoteé (16 oro y p1ata que se embarca133n hacía La Península
Ibérica. La 1g1&sía lam1aién se enriqueció, pues, aunque no intervenía
directamente en 1% negocios & minas, recibía en cambio e1 (1ecic1ic10 apc o (19
105 gremios mineros (1e españo1es, & través de o11)naciones en dinero y en
especíe. E1mj.nero Iosé c1e1a Borda, por ejemp1o, man(145 construir 1a iglesia
119 Santa Pri5ca en Taxco. La 11istoría y 11 economía, por tanto, son 1105
ciencias que caminan de 1a mano.
.

La p01íh'aa estuc1ía 105 sistemas c1e gobierno en una re1ación espacio—


tíempo: sistema monárquico, que puec1& convertirse en tiranía; aristocracia. Que
511 viciarse se vue1ve o1igarquía; y ¿1emacracia, cuando se degenera se toma
en ::1emagogía. A 13 vez, 1a po1ítica se ocupa de ana1.izar1os sistemas :La
gobierno en 105 diversos países t1e1mum10 (espacio) y en 155 diferentes épocas
de 13 historia (tiempo). La Lista ria, por su parte, exp1ica el c1esam:r1.10 (12 105
sistemas (19 go1aíerno y 13 transición de un régimen político a. otro, por ejemp10
exp1ica e1 desarro110 ¡la 1ª (1íctadum porfi_tista en México, 13 Revo1ueión ¿e
1910 que provocó su caída y 1a transición 1:zacia un régimen democrático
encabeza¿o por Francisco 1.

Mac1ero. La po1ítíca y 13 1u'storía se auxí_1ían mutuamente.

La £ílasofía es una ciencia genera] que reúne en un sistema indiscuti1a1e1os


principios £un¿amenta 135 ¿€ las ciencias Particu1a.res (W Wunc11). La £i-
1oso£ía es generalizadora y totalizan10xa, c1irigiem10 su investigación a todos
105 a1ajetos, en tanto que 15.5 ciencias particulares se circunscri13en a un 5010
o11jeto c1e investigación. La historia es una ciencia 151 esturlio c1e1a 1uistnria
particular, cuyo o1)jeto c1c estur1¡n es 91 110m13re en socíec13c1 en épocas
pasac1as. La H1osc)1ía exp1ica &] carácter científico de 1a 11151:oria y 1a
111510r13 pm- p0rcioua & 1a E11050£Ía e1emenlos para u1)iear en 121 espacio
y en ¡21 tiempo a, 13.5 1:10ch111as o escue1as Ei10561ícas. Así, por ejemp1n,
1a 1115toria C1€1ZEL antigua Grecia permite a1a 111050.[ía u1'sicar en 61
tiempo y en 61 espacio ¿11 119110nísmo, a.1 eu¿emonismo y 31 eñoicísmo,
re1aciouándo1c>s con otras Lenc1encias £i1c>súficas anteriores y posteriores
c1enLro de1 propio marco de 151 cu1tura griega.

La psicología es 121 ciencia que estuc11a 105 13116 menos psíquicos, en cuanto
se 11a11cn presentes en La. conciencia [21.61 indivic1uo, en cuanto se manifies-
ten en su comportamiento y en cuanto se desarro— 11en en e1 inconsciente;
1na131am10 (1c pue1)105 0 naciones, es 13. síntesis c1.e sus caracteres
mora1es o espíri%uales. A 15. 1uisl.oría 1c interesa, en un momento c15c10,
auxilim:se (15- 1a psico1ogía para conu—
cer1as motivaciones que mueven a un rcvo1ucionarío, a un 110m1;re c1e
estac10, a. una comunlc1ad, (: a un imperio. Por ejemplo, resu113 interesante
sa1aer que Hit1er era paranoico _v esquizofrénico, y que poseía una
persona1h1zu1 avása113c10m que 11evó a1 puc1u1o 1emán & ic1enfí£ic¿xse
con 131 nazismo, a justificar e1 ex1erminín 513 105 jut1íos, & 5ustener1a í(1ea
¡“18 su—perioridat1 ¿e 13 raza aria )! a tomar 1as armas para
destruir e1 po¿er económico (13 105 países competi— c1ores en 1a carrera
imperia1íska.

Estos son 5610 a1gun05 ejemp1os ¿& cómo 1a 111 tnria. y 135 (1emás ciencias
soc1a1ea se apºyan mutuamente, aunque cat13 una. tenga su propio o11jeto (19
estu(1io.

1.2.2. Relación de Ia 11istazía con 155 ciencias naturales.-

Toc1as 1as ciencias tienen 11istoria; muchas historias su 112… escrito 5013re
1515 Ciencias yariicu13ms: 1115t0- ría (13 135 matemáticas, historia de La física,
11istnria (19 1a astronomía; y, ¿n forma genérica, eminentes 110n113res (19
ciencia 115… escrito sobre 13 13jstoria de 1ª ciencia. —Borís Hessen, T1:10mas
S. Ku1a n, George Basa113, 1013.11 D… Bema1, entre oLros—. Tam1>ién es
usua1 í.1ustrar1051i1nros ¿e cienciag naturales con 13io— gra£íaa c1e
cientí1icos destacados: Copérnico o Ga1i.1w Ga111ei en astronomía, Newton 0
María Curie en £ísí- ca, Lavoisier o Mende1é'iev en química, siempre
re1acionac105 con su entorno socja1y cu1tuta1, y cam r¡—.Llación al momento
histórico que 185 tocó Vivir.

Hay 1105 Lipos c1& 11ístoría ¿& 151 ciencia; 1d interna, que se ocupa [16 1a
sustancia de 151 ciencia, es 11ecix, (19 13 ciencia como conocimiento, y 1a
externa, que se av0ca & 1a activic1;1c1 (218 105 científicos como grupo 50—cia1
en 1'e1ación con La ecºnomía y 1a pv1ítíca. La 1:|i5> Loría ¿e 13 ciencia es un
rico c1epósitu (.1€1L1BBE y méto— c1os o1víc1ados, a1gunos 1:11? 105 cua1€s
quizá puc1rían L1i» s]par1()s (11.1emas cien h'11cos contemporáneos. Los 1115
— Lorinc1c)res [recueutemeute se nutren C1b' z1&tus Ie1acíu— nados con 1as
ciencias naturales. Pongamos a1g'unvs ejen1p1os:

' Resu1ta interesante para ¡31 historiador conocer1os métodos matemáticos


esta111eciáas por1as cu.11uras prehispánicas para medir 81 tiempo y e1l1aomr
en consecuencia ca1€n(1arios sumamente exactos.

' En 61 campo (1E1aasfmnomía, 151 historia regis- tra 13 reacción de 105


pue1n1os anke ciertos fenó— menos ce1este5, desde 13 antígiíc¿m1 1uasta
entra— c1o e1 síg1o XX. Un cometa () un e'c11pse eran signos (1.6 catástrofe 0
c1& ma1 augurio, 105 re1aciof na.1mn con1a muerte (10 un rey, epidemias, ¡nun-
c13ciones () tormentas. En cambio para. un cien-
tífico no son sino 1enóxnenos naluxa1es ¿ignos de ser observados, esluc11&c105
y exp1jca¿os. Ante 1a aparición c1e1 cometa c1e 1680, en Nueva. España, 1a
po131aeíón temerosa se refugió en 1515 i…g1e— sia.s y rezó £ervorosamente
para contrarrestar1a amenaza ce1este. Ca¡:105 c1e Sigúenzay Góngora, en
cambio, analizó e1 £enómeno )! 10 c1€sCrí1:sió Con e1 mayor rigor Científico de
su época en su LJ'¿fa astronómica.
' En cuanto a la Esfera, 1a 111510):1a registra 1,113— 61105 que han teni(10
repercusión a nive1 mun< (113.1, como 431 perfeccionamíento ¿& 13 máquina de
vapor en 1753, por James Watt, que permi— 116 un gran avance en La minería,
1.1 navega— ción , e1 transpºrte terrestre y1a proc1ucción tex—h'.1, £enómeno
conoci¿o con 131 nam1')re (1e Revo1ucíón 1nq1ustria1 y que originó cam1mios
profunc1us en 13. economía, 1a po1ítica )! 151 1(1105'111—crasía de 105
pue131os.

' En 10 que se re1:iezc ¿ 1a química, 1a 1115Loria senutre con e1 re1ato c1e 105
c1escu13rimientm que han permitic10 prevenir o com1aah'r1as cn1€rmec1& (185
y evitar 1a muerte. Así, Por ejemp10, es enriquecedor sn1]er que 61 químico Luis
Pasteur

Primera Unic1ac1

[182218951 1u'ine16 con 151 va.cunnclón e1 mé-Lno1u para preve1úx1as


cn1ermec1ar1es infecciosas y que, r1¡15pués (.1e muc1—ms años 1:11: estuc1ío,
Ler—
minó vicLoriosamz:1ch sus investigacirmes l'e1a—ciunada5 CDU 15 prevención
(1('. 1¡1 11h:1w£011i:1.

La geograf1'a es 1:¡ ciencia que t:stuc1ia Las (1151tas partes c1e 13 tierra, 1a
vit1n .1t1jma1 y vegeta1 (¡un en 011.15 se r1csarro11ay1as conn1icicmes pn1íti-
¿aa y económicas que- actúan en cm1a una. Así- …15nw, c1escri17e sus
características 1151ca51' cur(1i11erñs, ríus, desiertos, p1nnicies, selvas, c1imas,
mares, océanos. La 1aistnria requiere c1u esta ciuna cia para cxp1lcar c1
desarm110 (14: 1.15— civi1izaclu-nes en su respchivn entorno geográfica Ln
Cu1tum egipcia, por ejemp10, se c1csarro116 en ¡31 L1E3- siurto; su
110reuimieíltn se (1C1316 en1mena met1i— 115 a 13 existencia (115 un gran río,
c1 Ni1u, que permitió 0111cne1' (18 1a agricu11uta excc1anes re— su11ados, 10
que (110 1ug'ar .] una acfívir1m1 cumcr- cia1 próspem: esla ín1taush'uc1ura
económica c1é1:3r—minó una superesh11ctum cu1fura1 mu)r avanza- c1a que
a.1iarcó 1.'U(105 105 campos (10121 activic1ac1 11umana: atLe, ciencia y
1ecno1o;ía.

Con eslns eicmp1os pon1emos ¿amos una 151% (19 que, …11 contar1a 1xisl.nria
con aportaciones c1e1as piencias natura1es, se 1orta1ece ;! sc proyecia 11¡u;ía
campos t11versns (1:31 cunucimienlo univers'a1; & su vez, 1515 Ciencias
natura1es teci1aen 116 1a 11¡stntía un apoyo enriquecedor.

1.2.3. DÍ[ÚIEHCÍBS entre las ciencias Ínistóácmsocía]és y las ciencias nah1rale£'

Las ciencias 1115[óric0-50c1¿x1<35 tienen comu u1ajetn c1e estudio ¡31


1mm11re en sociec1ac1; 10 que 1es intere—.=a son 105 fenómenos 1uu-nanos,
105 £enómenos so—
cia1es. Las Ui€:nc1a5 uah¡ra1c:s, en cam1áio, estudian n1n nafura1cm,
a1os1enórhenos naturales _v a11mm-1we comu parLe (10 1a natura1eza. La
primew (111€- 1'cncia entre ciencia; 11istóricn-socia1esy ciencias na-tum1es es.
pues:, su o1:ieto c1c es|:u¡1iu. De a11¡ nace-rá e1 resto c1e 1as dí1eu-encias
existentes.

OLra c1e estas diferencias es el Llempu que 11evan t&nicnc1cn e1 carácter C1€
ciencias. 1.3.5 ciencias 1115&ó—ico-sncia1és s(:n ióveues, apenas & 1ina105
c1e1 sig1o X1X empezaron ¿ L¡Eí1ízar 01 métºdo cienLí1íco. En cam11io 1as
ciencias natura1es ya tenían 81 carácter 511: ciencias desde 21 515510 XV11 y
1a física y 1a astm—nomía. aún antes, en e1sig1oXV1. Por e1.101ng CÍEI16 cias
natura1es —1aio1ogía, química, Ífsícn, astrona-
mía— pusieran e1 moc1e1o ¡19 10 que es una cíe-nula.

Así, cuan(10 105 estuc1íosns empezaron a tratar 105 [enémcnos 50cia1es )( 51


(Lu carácter científico a. su campo (10 estuc1in, se encontraron con que 61 méto-
(10 11€ 135 ciencias naturu1es era (15: c1£1íuí1 ap1igacic'm a 1á:= ciéncias
50c1'a1es, especla1mcnte 1n cchrimcn-1aa;ión, ¿Címm experimentar en 11istoria
1a guerra L1¡: 105 ¡13513165 [19 1833? En cam1uio en física sí se puede
expurímenlar 1.3 (1esínLe9fauión atómica.

¿Cómo repetir un pu…mcso 11istórlco que es C1e por sí ¡rrepe111W1uí'


¿Podríamos acaso repetir1a Revu1ución (1u Independencia c1e 18111?_

En cmn1aiu sí se pmh1c repetir un proceso quí- 1n1co, comu 1a unión l1e


c1mnentos para Jformar un compuesto. En .11gunas ciencias socia1es este
u1u.=- Lñcu1n ¡… se presenta, por uicmp1o eu1á economía, pm:: 135 coyunturas
económicas se repiten. Pero en 1a 11i.—-10ría y 1a antmpo1np_ía sí existe e1
pm1a1ema ¿10 1a ímpnsi1;i1íc1m1 c1€ repetición 110 105 Eenóme-nu.—.

Así, 1n_—= cientí1icos socia1es expusieron que sí su cam? po (19 eshl(1io era
L11-¿1inlo 5.1 ("16 13.5 ciencias natle—195, G1 métoc10 pam csLudim-10
¿1c13ía ser c1£stinLo a1
métoc10 uicn1í1'ico experimenta1. POr tanto, ¡31 fue toc1o es utro [actor que
r1í£ercncia a 1% ciencias 1115— tóríc0—sncía1es [1E 1as ciem—:ias natuta1us.

Otra (1i1erencia estri11a en e1 recunncimiento genera1 que tienen 1as ciencias


na1um1es como impar—cia1es, vá1i<1as y o1aíetí'vas, [renta a 1515 rier1cias
1115— tórico-socía1e—s que son ¿unsic1ereu1a.c parcia1cs _v su17r ¡etivasy
por1<) tanto menos vá11r1as. Pero (1'1c1m concepción se está 1:mrmnc10 )! 1as
ciencias 1lislóricn—su— cin1es con sus métm:105, sus n1njetos c1& esluc11u,
sus a1canccs y sus 1ímites son aceptadas cm1a vez más.

Una (111etencia más es 21 1enguaíe que se uli11'za Pm:n 1.1111m- c1e Las
ciencias natura1es y 131 que se emp1ea para 11a131ar (14: 1515 ciencias
1ústór1cn—sncia1es.

Los cientí1icos (19 1a. nafumJeza usan un 1enguaie me» ¡ws 111:Cta[10 pam
más c1aro, en can'11uic1us cienlíÍicos sncia1es usan un 1enguaje más 1iterariu y
en OCH- siun05 menus c1am. E11u sc c1e1tw ¿ que1us 1enóme—nos que
describen s¿m c1e distinta c1a.=c. ¿ u es ig'ua1Exp1icar e1 origen z1c 1.15
especies que C1CSEI'11J1J'C1 esa?
110110 de 1a sucicc1ae1 azteca.

Las c11[erencias príncipa1es entre a…m1m'ns grupns c1e ciencias son, pues, sus
respectivos 0135e105 ¿: us—Lut1i0, ¿31 tiempo que 119 mm tenienc10 e1
carácter de
ciencias, e1 métm10, e1 reconocimiento c1e su im<

E1 eslut1¡o (19 1a 11istoria parcia1it13d, va1111ez y 013jetividac1, y 31 1enguaje


uti-
1izac10 en su tratamiento.

1.3. Corrientes ¿e interpretación 1:istórica ' Positiviama ' Historicismo '

' Materia115ma histórico f Historiogra£ía ' ¡K Positiviamo

Doctrina creaf1a por Augusto Comte y continuada pur John Stuart M111, Spencer,
Ta'me y otros. Se inicia. y desarro113. en 111 primera. mitad (191 siglo XIX y
11351:a 1:ina1&s (191 mismo su ingujo es muy gra n(1e. Para 631, 10 único rea1
son 105 11ec1105. No at1míte más conocimiento que e113a5a110 en 1a
experiencia. Comte, e1 1unc1ax10r c1e1 positivismo, expone su famosa ley de las
tres estados, según 13 cual 61 L1€sarro11o 11ís'córíco (15: 1a 1… manic1.at1
113 19111110 tras 155% o estados sucesivos: e1 teo1ógico, e1 meta£ísíco y +11
positivo.

En (¿1 estado teo1ógico, 105 fenómenos sun atri1mít1os por 105 seres 1umanos
& causas so1arenatu—ra1es, 21 1a vo1untac1 persona1 [19105 c1íoses; es e1 es
— tadío o esta(10 11€ 13 teucracia y 31 poc1er po1ítico se 1)asa en 61 derecho
(11Vi.nc.

En ese esta£10 metafísico, 105 1enómenos sun infer— pret¿u1.os (:… fuerzas o
causas a1astmc— 1as, in¿epenc11en1&s c1e1os o13ietos m1smos ; es 121
estac110 o estac10 11€ 10. crítica raciona1 y 133551 (¿1 poz1er po1ítico en
principios mciona1es o qn 1a 11amam1a vo1unta.c1 (1e1 pue1310, y
natura1mente, Lienc1& & 1a anarquía.

En 81 estac10 positi 4" , se prescínc1€ (12 toc1a. ex- p1icax:íón fr'ascen ente 116
105 fenómenos y se trata só1o r:19 ínVestigar1as re1aciones y conexiones de
éstos por mC(1io (15: 1a observación y (16 1a experimenta- ción; En vez de
13u5car causas o esenCias, se esta131e— cen 1eyes 11e105 1enómenos, es
c1eci.r, 1as Condicio— nes en que se producen.
Es£e méto(10, según Augusto Comte, es e1 que 113 creac10 1a ciencia
mm19ma, e…1 conocimiento positivo, y c1e1ue ser ap1ícm10 1:am1aién & 105
fenómenos socía1es y po1íLicns que van con1ormanc10 1a. 131510ria.

Para Comte, e1 descubrimiento c1e 1as 1eyes es» tátíca's (on1en) y c11námicas
(progreso) c1e 1a socie-dad, 11ace posi1j1e 13 reforma c1e ésta y1a iniciación
L1€1€513(10 positivo, en e1cua1, e1 poc1&r po1ítico pasa a manos ¿16 105
científicos o sa1aíos [poc1€r espíri- 1ua1) y c1€ 105 inc1ustría1es (poc13r
materia1).

Esta organización, que supera 1:0c105 105 em'cmss y antagonismos (16: 105
estac105 anteriores, t1estíerra e1 egoísmo y permite ¡31 [13533510110 natura.1
c1e 1a socíe(1m1
sobre1a1sa_sez1&1 a11mísmv, su1ema es: “c1 amor como principio, e1 orden
como 1:>a5e, e1 progreso c0mo 1'm".

En 105 1111th05 31305 de su ví(1a, Comte coronó su o11ra organizando 1a


re1igión de 13 1—…mani¿ac1, es (1ec'uz, una re1lgión positiva, c1eificam1o &
a1go con— creto y visi1o1e: 1a 11umanic1a.t1 ¡1e1 pasado, c1c1 prer sente y
(1.61 futuro, 1a 11umaní(1a(1 r1e ayer, de 110_v, c1e mañana y (19 siempre,
sin1a Cua1 no sería posi131e 11acer13 1115ton'3; asimismo, snnLífíuanc10 a 105
gran? ¿es hom13res y mujeres que 11:m conLrí1mic10 con sus descubrimientos y
sus 01Jras a1 progreso c19 1ª civi1lzación, y que Por 10 tanta 0cupan un lugar
especia1 en La historia de 1a. 11umaníc1m1.

Ca1ae agregar que en México 81 p:incípa1 propa— gm10r L1e1 positivismo es


Ga1aino Barren1a, cuya1a- 1)or educativa fue muy importante en 1a segunc1a
mitac1 (“161 sig1o XIX: a 13. caíc1a r1e Maximí1íanu, e1 presidente Benito
Juárez 1e' encomenc16 1a reorga— nización (16 13. enseñanza superior; en su
ca1í(1m1 de médico, (1estacó c0m0 profesor ¿& Historia Núm 131 en1a Escue1a
(1e Mec11cína, y fue asimismo fun— t1at10z c1c: 1a Escue1a Nacional
Preparatoria.

Historicismo

Es1a tenc19ncia & consic19mr 105 o13jetvs c1e cunocímiento en su génesis y


desarro110 1115fórico, & ínter- pretat y juzdar 1as doctrinas y 105 11ec1105, no
según.¿ su va1o_ sino situánc101os en su mec1£o 1xistóríco. E1 hísioricismo se
originó a principios (131 sig1o XIX, en íntima conexión Cºn 531 rºmanticismo,
como una reacción contra e]. raciona1ísmo
C16 105 síg1us XV11 )! XV111, 13 1.1ustración y 1:15 c10c— trinas de 1a
Revo1ución Francesa…

Las manifestaciones origina1es c1e1 1115Lof1cismo £uer<3n:

1.. LE escue1a11istórica c1e1 DereC1-m


2. E1 hege1ianismo
3. E1tmdiciunahsmo

La. primera 505qu0 que c1 Derec1m, como e11en— guaje, es una expresión (191
genio macinna1, Una crea? ción co1ec*tiva, espontánea y casi inconscien[e, (1e1
"espíril.u pupu1ar", que no puec1e ser cnmprem11c1a & interpretac1a más que
históricamente.

E1 segunc1o cousic1eró 1a rea1ic13c1 como un proceso c11&1éctico c1e1


espíritu: c1 Áesarm11o 11istóríco

Primera Unil13c1

E1 tercero a£irmó que 135 cons.Lituciones po1ítí— cas 115 105 Estados y 105
propios Estm1c>s son algo tra¿íciona1, proe1ucto de un 1ento c135arr0110
11151:ó— rico, de una 1arga gestación histórica y por 10 tanto no se inventan ni
se establecen por un grupo (16 pensadores o doctrinarins.

La Historia veupó e1 primer p1ano, se ap1icó e1 méto(10 1n'stóricn ()


1misloricísúw a La investigación ¿e 135 diversas ramas (1.3 13 cultura y se cultivó
1ª Historia c1e1 Dercc110, ¡1.9 13. Fi10501ía, ale 1a Re1í— mgión, ¿& la.
Teología, de 13 Economía o (1e1Arte.

Dilthey agregó que 1ahjstoúcic1m1 es 15… nota esen— cial, enn'stitutiva, de 1a


Víc1a humana, de 1515 ciencias. ¡19 105 crec105 re1igíosus, c1e 1a.s normas
morales, c1e 135 instituciones y 11€ 121 cu1tum en genera1.
10110 es tempora1, toc1o cam1)ia, nac13 es eterno ni c1e£injtívo, toc10 11ega a
ser y tiene sentic10 5610 en1a Historia y por1a Historia.

Ortega. y Gasset resumió concisa y 13ri11&ntemen— te esta concepción en e1


siguienfe 1110591ema: "e1 110m1)re no tiene natura1eza, tiene 1aísturia", es (19:
cir, c1 110m13re es 1uistoria.

E1 méto&a ¡1e1 mateúalismo 1n'a'córico E1 maletia1ísmc) histórico es 1a teoría o


concepción materiahsta c1e 1a Historia, 1unt1ac1a por Car105 Marx. Según esta
teoría, e1 c1e5arro1lo (112 1a prm1uccíón (12 105 1Jienes materia1ea necesarios
para 61 su51enln ¡16 13 vida humana constituye 1313515!) (161 proceso 111516)
rico y com1'miona 1a transic1ón c1e un régimen sacia] & otro; Con 31
c1esarxo110 (19 105 instrumentºs de tra—
1>ajo, c1.e1a técnica, cambia e1 mo¿0 ¡1e prnáucir, 1515 ¡“(31301011195
económicas entre 105 110m131'e5; 1a estructura económica ¿1e1a sociedac1
constituye1a 1Jase rea.1
5013re 13 que se e1eva e1 edificio (13 superestructura) (19 135 instituciones
jurídicas y po1ítícas, y a 15. cua1 corresponden formas C1&1erminat1as (16
conciencia socia1; e1 moc10 ¿e producción condiciona, pues, y exp11€a Bn
ú1tíma 'un—tancia toc105 105 procesos (13 13 vida socia1, po1ítica y espiritual —
re1ígión. £i1050£a enim 011—515? de cada época histórica. Pero 1as
instituciones socía1es y po1íticas, así como 135 ir1reas y las teorías, constituyen
fuerzas qL_¡e actúan so1are 1215 con— <11ciones que 135 engendraron y
juegan un pape1 1mpor1:antante 01astan:u1izam10 “ impulsando e1 L1e—
sarro110 progresivº de 1a sociE(1af1.

Para comprender e1 materia115mo 1-;íslóríco es necesario tener una visión clara


(1e1 marxismo doctrina y movimiento po1ítico-socia1 1unc13¿os Pur Car105

Marx, con 1.1 cu1a1mración c1e Fec1ericn Engé1a—. E] marxismo es tecla. una
concepción t1e1 munc10, que asigna a 105 obreros, como c1ase socia1,-1a
misión 1115—
tórica ine1uc111n1e c1¿ crear 1a sociedac1-sin c1asa sucia— 165, 1a sociec1an1
socía1ísta, y que jush';1:ica esla 'u1ea científicamenke, por1o cua1 rec 1139. e].
nom1are 11e socialismo cíantí£ca :) socialismo proletario. Constituye. pues, no
5610 una teoría revo1ucionaría 11€ 13. víc13 socía1 y 1111- mana, sino tam1)íén
una estrategia (1e1 movimiento 01Jreto tendiente & derrocar e1 Estaz10 Burgués
y to— mar ¡91 poder. Su 1unn1muento 111056£ic0 es e1 materia— 1ismo
dia1éctico, y 13 317111361611 de éste & 1a Historia:

e1 matezia1£smo histórica, según e1 cua1 1a 1nistoria 11€ 13 1mmaniv1m1 es 13


historia ¡12 1a 1uc113 (1e c1ases: esc1&vistas y eec1avos (svcíet1ac1
esc1avista), señoras 1eu—
<1.a165 y siervos (socíe(1m1 1euc131), 13urgueses y pm1eta- rios (socíec13f1
capita1jsta), hasta que se e 1ezca una sociec13c1 sin c1ases socia]es.

Siguiem10 el método ¡161 materia1ismo 1-¡islórico, e1 (165attb110 histórico ¿& 1a


saciedadpuec19 c11'vi- (1írsc en Las siguientes grandes etapas:

Primera etapa. Socicc1m1 rímitiva, que comienza con 1.1 aparición (1e1
110m13re:£(11$furgíiénc105e (1G 105 auj- ma1es por su capacidad para
[a13r1car y emp1ear in 5Lru< mentos (19 1ra13ajo. En 61 proceso ¿191 tra1aaio
se con- 1orma e1 110m13re y aparece 1a comunic13c1 primitiva como primera
organización c1e1. 110m13rc en sociedac1.

En este periodo e1 110m11r'e pasa c1e1 emp1eo (115 ºbjetos natum1es (piedras
y pa105 ) 3 La creación r1e 105 mx1í—mentarios instrumentos (16 'p_toc1uccíón
(113c1uas, cu- c113'1105, anzue1os, etc.) Asimismo, pasa 11013 eLap-a (19 1a
reco1eccíón c1e £mtos y 1a caza, a 13 agricu11'um y 1ª ganadería, esto es, 1.1
siem1zra <1e semí1135 y 151 (1011165- ficación c1e aníma1es, apareciem10 155
prim'eras re1a- ciones c19 pxoc1uccíón. Las características 11€ 13 socie- (1a.(1
prímiLíva son: 121 propiet1a£1 cbmun&1 c1e 105 me— dias (19 proc1ucción y
1as ze1acíon.es c1e co1a1wración amistosa eutre1os 110m11rºs.

Segunda etapa. Socíe(1a1 esc1avist3, en 13 que apare— ce1a propiec1ac1


privac1a y las 111exzas prm1uctivas 13e- redat1as <.1e13 societ1ac1prímitíxfa
siguen ¿esenvo1vién—
¿ese. Los utenei11m= c1& madera y piec1ra n1ejan1ugar a 105 (15 meta1: surge
e1 arac1o con reja metá1ica y 1uego e1 arat1o (19 hierro, 1a 1102 y otros aperos
que permiten e1evar 01 renc1£mientu (1e1 tra17aio en 1a agrieu1tu- ra. Se
construyen eana1es, presas y mo1'mos para gra—no… Se ¿esarro11a 13
minería, emp1ean<10 e1 Lra1aai0

E1. estudio ¿e 151 1Jisturia manual y 5enci11as 1nenram1entas. Co1rra auge 1a


ar- tesanía, ac1emás (19 otras acliv1f1m1&s 13ás'1camente manuales. La 1)ase
(116 1615 re1aciones de producción en 135 sociec1&c1&s esc1av-lstas es 13
propiedad (1e1 amo so1)re 1os mec1105 (:1e producción, so1'sre e1 esc1avo y
toc16 cuanto éste pmf1uzca, pu(1¡enr10 comprar y ven“ ("12r esclavos y aun
matar1os. _

Tercera etapa. Socie(13(1 1euc131, época en que e1110m— 11re empieza &
emp1ear1a energía 1:jc1ráu1ica y 21 aire, en ayuc13 (19 su 1uerza. muscu1ar,
uti111mt10 mo1ínos
c1e agua y 4:18 viento, 1Jarcos ¿& ve1a, etc. La artesanía sigue (1e5atm11á…
105e, se crean nuevos instrumen— Los, nuevos mecanismos y se petfeccíonan
105 anti— guos. Es particu1armenle nota171e e1 progreso en 1ª prot1ucción
Lexii1, apareciendo (31 tomo (113 11.i1ar, e1 telar c1e cintas, 1a máquina
tmcet1ma y otras innºva— ciones técnicas. La 13356 (18 115 re1aciones
económicas es 13 propíec1m1 1euc1a1 so13re 105 men1¡os c1.e pro(1ucción
(5013113 13 tierra principa1mente) y1a casí pro— piec1m1 5013re e1
tra1aajac10r (campesino siervo). 151 se— ñor feuc13.1 exigía tra13ajo intenso
a1os siervos, uti1£v zan(1c> eu muc11as ocasiones 13 £uerza para u131ígar—
105; podía ínC1uso cumprax1os y vender1os, mas ya no 1e pertenecían sus
víc1as.

Cuarta etapa. Sm:iec1at1 caFita1ista, que viene & reemp1azar1os viejos mo1c1&s
e a socíe(1ac1 1eut131, y que se caracteriza esencia1menke por 13 gran in—
(1ushja mecánica. A1 La11er c1e1 artesano y a 121 ma—n u1ac1—ura sucec10n
gran(1es 1á13rícas, 16 exp1ofaCión (15 Las minas se rea1íza ¿( gran csca1a y
nace (21 (:o— mercio 1ntercon&nenta1 sobre 135 1Jases (1e1 1113eraf 1ismo.
Las 1uerzas proc1uchas c1e1 capíta1ismo se caracterizan por 31 sometimiento
(16 155 fuerzas c1e 1a natura1eza, e1 emp1eu de La máquina, 1a ap1ícación c1e
13 química a 13 1nc1uslria y a 13 agricu1tura,
1a navegación de vapor, a] 1errocarti1, c1 tc1égm1o e1éckríco, 1a at1aplacíón
para e1cu11ivo (1e contíneutes enteres, 1a apertura (1e rías & 1a navegación (se
c1¡;e (¿ue po1u1acíonea enLeras surgieron por sus nos como si sa1íeran (1e1a
Lierra). E1capita1ismn, en1m= a11aores c1e su existencia, 1nizo en 5610 ¿os
sig1os (en cuanto a1 desarro110 (1G 135 £uerzas prºductivas) muc110 más que
tm1as 1a5 épocas precedentes de 1ª 11umanic1m1. La 13358 1161 capita1ismu
es 13 propie— (1ac1 privac1a (1e1a 1aurguesía sobre 105 mec1105 de pro-
(11.1cción1 que (:1esp1azó gradua1mente pero de mo(10an1ec1ina1a1e a 13
propiet1&c1 1cuc151.

E1 marxismo consi(1era que 91 régimen capita'1ís— ta, creac10 por1a burguesía,


entraña la1es contras11¡:—ciones, que es ínevita1j1e su ruina; como ya se (1ij0,
e1 capila1ismo es un sistema 19a5a:10 en 13 prupíec1ac1 prívar1a c1e 105
me(1105 (13 prm1ucclóu y en 1a proc1uc— ción (10 mercancía; comº” e1va1nr
C1€ cambio (1e 103 13162105 económicos se determina por 151 cantidac1 (:
Hempo c19 Lra1jafo que se necesita pºr término mediº para prm1ucír105, 105
patronos exp1otan a1os o13reros que¿ándose cun1a p1usva1ía, 0 sea
cantix1&<1c1€ tra11a— jo concretado en una mercancía [) excedente de tra—
bajo de 10% o1n'eros que e1 patrón no 165 paga y que se convierte, por tanta, en
ganancia para. e1patrón, por eiemp1o, (19 ocho horas c1e tra1aa¡a paga en
103115131 e1 producto c1e 1as primeraé cuatro y se quec1& con 61 proc1ucto de
135 otras cuatro, que se convierten en ganancias para él y que dan 1ug'ar ¡¡ 1a
acumu1ación (1e capital… A5í pues, 91 ¿esarm110 (191 capita1ismu pro- (1uce
necesariamente, o1e acuerr10 con 135 1eyes (1£ná-mi(:a5 de este sistema, una
progresiva cºncentración y acumu1ación f1e1 capital, 10 que trae consigº 13
extensión (1e1 pr01etariar10 () c135'e 01311313, (21 paro1orzo—
so, e13umcnto c1e1apo1jreza extrema y 1515 cúsis cco- nómic—as (1e
superproc1ucción, eske es , que hay (1ema-5ía(:105 proc1uans en ¿1 merca(10 y
no hay pon1er (10 compra c1e 1as grandes mayorías para a(1quixíxº105,
(:1¿u1(35 105 1aaios sa1an'os que esas grandes mayorías perci11en; sien(10
(21161135 crisis económicas (1e super- producción cac13 vez más £recuentes y
graves. Asia mismo, 31 capita1ísmo acentúa e1 carác£er 50e1a1 ¿e131
pm¿ucción 211 (1e5arro11&r e1 maquinismu y1as grandes empresas; rec1uee 31
número (16 105 pmpieñarios ¿( un grupo cac15 vez más pequeñº (1(-: gxanc1cs
capíLa1ís-tas; acrecienta 81 número y La miseria 618 105 pto1eLa— rios, 10,5
educa en 31 tra1)ajo co1ectivo y 105 1uerza & 1uc11ar para so11rev1vj.r; e1
resu1ta(10 1nevila131e c1e toc10 esto Es 151 revo1ución pro1etaria, 1a
expropiación de 105 expropía(10re5, es c19cír, de 105 (:3p11&115&35; 105 tra-
1uajac1mes toman entonces en sus manos e1poc1er po—1ílico, 105 me(1105
(19. producción pasan a ser propie— r1ac1 socia1, co1eciiva, cesa 1a
exp1otación (131 1mm13re Por 91 1nom13re, 1a anarquía y 1515 crisis
económicas:

13 proc1uclívidad aumenta de moc10 extraordinario, 13 persona1íc1ac1 1¡umana


y 1a (:u1hu'a pue(1en (1esarro- 11ars—e 1í1>remenle, y 511 Estat10 aca1oa. pm-
desaparecer,
ya que 5610 es un instrumento para mantener1a (10- mina.ción de una c1ase
socía1 sobre otra.

Historiog'xa£fa

Bs 61 arte (1e escribir 13 Historia, pero a1a vez es 13 1aístoria (1e 1.1 Historia,
(153 1'a Historia escrita, 415 1ª ue se inició en Grecia con Herodoto. E1 013jetiva
(1.9 13 hístoríogra£ia es (1351…— 10 111'stónico, esto es, e1concepto que ea(13
grupo humano 11'a teni(10 (161'a Histeria y que varía (1e época en época y, em
ocasiones, (1e generación en generación. De a111que revista. interés seguir ta1
procésn vivo, dístin€uiem10…eu cac1a peáoc1.o 13; relaciones que e11wm1n'e
t'u'vo cºn su Pasado. 5610 así es posí1)1e captar e1 seni:i£10 pro1unc10 (19 13
Historia y su vigencia pretérita y actua1, 110y quizá más Pres'eane que nunca.
La historíogra£ía prehispánica, pór ejemp1o, se (mire ¿a fuentes 11i5f:ótica.s
escritas en su mayoría en (raste11ano, pero hay otras, Bastante numerosaé, en
1enguas inc1ígenas, principa1mente en ná1mat1. Varias c1& 1as o1aras
1nistó,tícas basadas en 1a trzu1icíón
'm<1ígena ¿erivarón sus ¿atve (1e có¿ices pictóricos, como1a Hisforia (1e105
mexicanas persas pinturas y 1a Leyenda (le las sales, que data de mediados c191
sig1o XVI. No Es 90511319, pot1c) tanke, tratar mu<01135 de estas 1uentes
escritas sin 11acez referencia a 1as pictóricas, que son en 51105 cóc110es.

Una re1ad16u exhaustiva c1e 105 autores, sus 013135 y e1 contenido (16 é's'tas
en forma sintetizada, constituiría un interesante ensayo historiográfico para ilustrar
y enriquecer e1 conocimiento (La 155 diversas etápás por1as que ha qlraveaac10
1a comunidad naciona en su (1evenir 1ústórico. Por eso decimos que1a
11isLeúogra1ía es 13 1uistoría (1G 13 Hisºcmja.

1.45. Imgortancia del estudio ¿e la historia

Como 'mc11ca este inciso, an1es C18 a1'mr(1&r e1 cursº de Historia (¡a México I,
hemos (16 va10mr1a importancia ¿(3 1a 1aist()ria para L1e'spué5 conocer e1
(1esarro110 ¿& 1a socie(13(1 mexicana y -comprem1er 1nsprocesos económico-
socía1, po1ítieo y cu1tura1 por 105 que (110115 SUCiGC1EIC1 1Ja pasado
11a515. 11egar ¿¡ 1ª época que nos toca vivir.

Para amar a 121 patria 11em05 c1e conocer ¡mestras micas, nuestro pasado
común, nuestro origen.

La vic1a í_m1ívic1ua1 (13 cada Persona 10rma parte (13 la vida ¿e 13


comum'(1m1, ya sea ésta 1a ¿(3 un municí;>io, 13 (1e una entíc1ac1 £ec1ce;atíva
() 13 gran comuní(1m1 nacióna1. A1 a1'wrc13r e1estuc1¡o (19, esta ú1time nos
preguntamos quiénes 171an si(10 103 1uéroes de nuestra patria, qué tipos c1e
go11iemo 11emos Le= de 18 11Í.$t071 " interpreta: un pasalll _ rren(1&tíí 193€
1.143? ! ' ' 'ógicas o que poll… , …» * ',

La 1n'stuúa smallmi:&ni…*mplaáe 10 que se (1e139 113cer, pues ¿¡lº lu$lH …


l12'1ª ví¿ahumamsehanáádb…ámighga actua1es, qué nos pue¿en ayuda; ¡'
g£uiérb5:etos y 105 problemas (13 nuestró p…. Aé,pwgiemplº, 11 histºria (1e
Roma y 11910305195" “'" " '

nos muestra 91 11ec1.(0 evic1enua ¿e' q-'ae 'el ¿m110 ¿& 1515 más g10tiosas
naciones Haga ¡¡un mgment_o (1_ecu1—minación, tras (11 c'ua1 su só<fíedár1
empiíuaa (1.&50m»
ponerse y a presentar un re1ajamiento moral qug 115v3 ¿( ¿icha socícc1&(1 a su
autoc1estruceión. Este que 1e aconteció (¡ Roma1o pec1ríamos re1acfionar gen
10 que está pasando en Estac105 Un1(105, que en su ¿esarr0110 11egaron ¿( 1a
cúspi(1c (151 pu(1erí0 eco_nóníiéc y que.
(13:10 su sistema capita115ta, están inmersos en una serie de contradicciones
dentro (13 sus propias fronteras y en sus re1acíoues con otros pue1)1cs, p01:10
que empiezan ¿ pmsenbarse signos de re13jámíento m'ora1y (19 deterioro socía1
que se (11eron en la. misma Roma.

La 1uístnria no (13 501uc10nes, pero hace ver (213tas 1as situaciones por 1as'
que 112… atrayesado 105pue131us. Así, cuanc10 nos preguntamºs cómo 1-ue
posi131e que (31 régirhen ínstaura(1& por Por1-irio Díaz se résque1najara
sienc1c» a1 parecer tan só1i(10, triun- 1au(10 (¿1 movimiento mar1erista que en
un princifpio parecía insigní£icante, hemos (1e recurrir .1 La historia para que esta
ciencia ¡ws exp11que 135 con— trac1¡cciones socia]es (1e1 por£irismn y las
causa; (15 su estrepitosa caída…

A1 preguntamos quiénes somos y de (16n'c1e veni< mºs, nos ¿amos cuenta ¿ce
que 1a ciencia 1aistótic_a es una. memoria cuyo G1Jjetivo es responu1er ¡( estas
interrogantes. Pm eíemp1o, ¿por qué tenemos concjencía (13 ser mexicanos? La
respuesta es que mw
c1u)s 110m1)tes, en gu an1ne1o (12 formar una nación, sacri11camn sus vit1as
tmtan(10 (15 lograr que 1a re

E1 e51u(110 (19 13 1115t0ria cíén 1i1':era(13 co1onia españo1a ac1quiriera un


carác—
ter pecu1íar, único, pero no desconectado (.1e1 113510 (131 munc10¡ José María
More1ns, Va1enfín Gómez Farías y Benito Juárez Fueron a1gunos (13 105 que
mayor éxito tuvieron en esa 1uc11za.. A (¡1105 y a otros grandes 110m13re5 (1e
nuestra 1n'storía (1513e11105 que México sea una nación y que mas sintamos
orgu11o- 505 de formar parte (:La esta patria 11ena (1e tradicio- nes que nos hace
únicas en el contexto mundial.

Nabura1mente esto no (:1e13e tomarse C105(1e un punto (19 vista (19


exc1usivismo, porque si puseem05 esos rasgos peculiares, también Poseemos
e1ementus que nos ligan ¡( 1a 11un1anic1m1 sin distinción c1e razas, cre(105 y
costumbres. La 11istor1a estu(11a esos caracteres únicos y especía1es que nos
hacen ser mexicanos, pero también e51m11a aque11os otros caracteres que nos
1igan & toc105 nuestros semejantes y que nos hacen formar parte ¿(3 1.1
11umanj(1ac1.

La historia tiene injerencia en tuc1a5 135 ramas (:1e1 sa1zer humano. Así, 1a.
economía no sería comprensible 51 no supiéramos cómo 'Que su (1e5atro110
1njstórico; 131 1110501151, (31 c1erec1m, 1a5 matemáticas, 13 851651 y
cua1quiera otra ciencia (: (:115c1p11r13 tienen una 11istoria que nos permite
entender1as. La 11istoría 1es (1a £orma a 135 (11511n1a5 ramas (1e1c0n0—
cimiento, en tanto que exp1íca su (1csarro11o tempora1 y espacia1, aunque no se
íntroc1uce para exp1ícar cómo 1uncíona ca(1a ciencia porque esto no en tra
(1entro (19 sus o1)jetívos… '
1..a. 111510ria investiga e1 paga(10 y (111unc1e su conocimiento pata que así
p0(1am05 comprender (31presenta y via1um1yrar e1 1ulum.

La historia es inapottante en virtuc1 C1€1 pape1 que juega para que 91 110111th
a1cance su 1í1ueración:

1105 muestra cómo e1 propio 1101n13re, en su ca1i(1a(1 (1e ser co1ecl.ivn, 113
1uc11at1o en contra (131 113r'n131'e, e1 mie(10, 1a miseria, 15 exp1otación, 1a
tiranía, 1ª ignorancia y 91 fanatismo; nos enseña (1115165 115111 síc10 5u5
(131!i1i(13(135 y virtu(1€s; nos apoz-1a un uú4 mu1o de experiencias y nos
seña1a e1 camino para que ap.rovec11cam(>5 ta1es experiencias en nuestrb
13eneficin, para que procuremog repeh'.r 105 aciertos (19 15.5 sucíe(1a(155
pasac1as y no vºlvamos a cometer 105 mismos errores. La 11i5£0ria es 13. suma
(:1e 105 511115105 índiví(1ua1es y co1ectiv05 por ser, por cum-
p1ir, por 1ograr 10r10 10 que ca¡1a 110m1n'e Lienc (1e humano; en fin, por
a1€anzar 1a p1ena 1i1aeración.

La historia 113 su1ri(1ca una pr01u n(1a trans£orma— (ión c1es(1e aque1105
primeras te1atos considerados mi105, como La narración 1wí1w1im so1n:c el
origen ¿(31 mundo y 1a creación (191 1nom1are. Después se Pasó a 105
113151105 que, sin carecer (19 (313111631105 fanlásticos, poseían sin embargo
1Jases ciertas en 5uce-sos que rea1—
n1ente 11a1jían acontecido, como 1515 narraciones contenic1¿s en La Ilíada y La
Odisea, ¿(2 Homero.

Tras estas primeras etapas, aparece 1-1eroc1010, consi(1era(10 como 61 primer


re1atm10r vezíc11co y por 5110 conocido como (31 par1re (19 1a 11istoria. Pero,
¿qué 111€ 10 novedoso que introc1ujo (11c110 persona— je?, ¿qué 11120 que
su re1ato 1—uera consi(15rac10 1115» Eótico? Heroc10to expresa en sus re1aios
una visión munt1¡a1 (13 13 1uístoría, examina 105 11ec1ws históricos
11uscanc10 1a 1ey que rige a1 110m13re y reconoce a1 propio 110m1jre 1a
1i1aerfa¿ y p05i1)i1i(1a(1 (19 ac— ción. E111om1nre ya no (:1epen(1e (1e 105
C110565 para exp1ícar sus 1uc11as y la historia. ya no 95 1a símp1e
enumeración (19 105 1ICC1'105, sino que se 13usca una 113 1erpretacíñn.

Después c1e este gran avance 1ograc10 cn1a antígñec1ac1 c1ásiea gracias
¿( Heroc1010, viene una época de estancamiento y retroceso. Durante 13
EC1E1(1 M6(1ia 151 historia es crónica, re1acíón de 105 11ec1ms históricos por
orr:1en crono1ógica, (121.110 de 105 éxitos tanto de in(11yí(1uos como c1e
paisas; existe una unión entre 10 (11Vino y 10 Lerrena1, se proporcionan 135
fec1ms anotando "antes de Cristo" () “(1espués 4:19 Cristo“, 13 épºca está 11e11a
(13 re1igiosí(1ac1 y Por e110 1a 01JI'B cum13re (1e15 E(1a(1 Media es La
Ciuc1ac1 (11: Dias, (1(: San Agustín.

Con 81 Renacimiento 1a 1zu'staría se Lrans1orma y vue1ve a1 i(1ea1 c1ásicn ()


(18 13 antigñe(1a(1 griega, en que 91 1mm13re es (31 centro (121 mun(10 y se ve
su actuación, no ya. como un mºnje ('1c 1a actitu(1 (11'Vi- na, sino como una
actuación propia. En este perío—(1o nacen e1 .:má1ísís y Ia crítica, csencia1es en
10(13 investigación. 1n(1m1n131emente se registra un avance pro[unc10 en (11
cómo 1jacer11istoria; si.u en11:a.rg*u hay un e1emenLo que se sigue
conservanc1cv a pesar (15: 10(10 y es (31 lnc1¡vir1uo por encima (10 1a
comuni(13t1. Así, en (31 Renacimiento tenemos aún historía (1e reyes y no de
co1eckiví(1&¿es.

En 61 51910 XIX e1 estm1'w (15 13 historia (13 un gran paso a1 11acerse e1


1Jísturia(10r consciente (15 que é1mismn está sujeto a1 movimiento (1313
1315to» ria y (13 que La interpretación (16 105 materiales (16133 estar sujeta y
conc11cionac1& ¿( 511 síhlación (1enh'o (19 su 50ciec1¿u1. Aparece La
concepción marxista (1e1 estudio (1(2 1a 111510ría (materia115rm) 1uístórico),
que

Primera Unidad

confemp1a e1 movimiento c1ialéctico, 13 interrelación (La 105 fenómenos y 13.


observación detallada ¿e los hechos concretos, (13uc10 un 1u ga: importante y
tras—
cem15nte & las masas en el estuche (le la historia.

Para 31 siglo XX 13 1115t01ía registm otro gran avance a1 constituirse en ciencia,


esto a, a1 7 ' ' perfectamente su campo (19 estudio, su méio¿a (le trabajo, su
rélación con 135 (1311155 ciencias y su ca.1í(13:1 ale conocimiento cientí£ico.

En cuanto a las características ¿el conocímiento histórico, cabe señalar las


siguienfes:

' El conocimiento Íu'sión'co es objetivo en tanto se tapete el métodº, a]


135storiác10r sea consciente ¿e su posición socioeconómica y se base en una
ínferpretacíón vá1ic1a ¿& 105 hechos.

' Es parcial, pues es 1a interpretación ¿e las hec1105 colectivos rea1iza¿a por un


hombre y por 10tanto con una posición ante los procesos históricos por su religión,
su situación económica y socia1, su cultura y su ec1ucación. Empero, dicha
concepción es vá1í&a ¡¡ verc1ac1era, pues represen'ta un análisis série
c1e1hom1'3re eu socie— (13(1 y está sustentm1a en 31 método científico hasta
don¿e e1 campó ¿& eshu1io lo permite.

' Es int1'1recto, eu virtuc1 "(16 que105 fenómenos 11is— tón'cos no son ca. 5 a
simple Vista, sino que se conocen y estudian ¿ través (12 135 fuentes, es de— cir,
nn hay una relación directa con la historia.

' Es sui generis, es decir, se trata. ¿e un conocimiento singu1ar, especia1, porque


su o13jeto (le estudio no está presente, sólo sus vestigios, pues todo se ¿esmolla
en e1 pasado.
' Establece leyes, ¡»exo muy genera1es, pues los procesos históricos son únicos e
irrepet' es.

' Conjuga la veracíf1ad científica con el recurso literario, pues la recreación ¿e


105" Procesos lo requiere.

' Tiene estrecha relación con todos 105 conºcimientos científicºs y con todas las
disciplimu,
(13(10 que no hay ningún conocimiento ni ninguna ¿íscip1ina que carezca de
historia.

Conviene hacer notar que el objeto de estuche de la historia & (31 hombre en
sociedac1 en épocaspasarlas. Es importante señalar que 13 exclusión 0181
período humano en el que no existían ¿ocumentos es un error, puesto que
elhom1are c1eja vestigios que pueden servir para reconstruir su proceso histórico.

Ejemplos ¿; es_osvestigins son: ubansi1íos, pinturas rupestres "y aun … ….

Enfomap!eúks¿abér&ka&rlai&ea¿e que ]::a'y p'ue'17105 sin Íabtor.ia, pues es


indudable que toda. cam , j posee su c1inámíc3 propia, sin em- La:goena|
gunáseom ' noscnmuy 'en—
I:Es, ¿e ta] (anna que1us' cambias se dan aunque no se puedan pa'ci13ir es£a
sigaí£iaa que todas las comum¿a&1es que Eonnan 11 humani¿ad son históricas.

Ahora 13ien, ¿umnte 513105 31 ºbjeto (:la estu(1'm ¿e la historia 11313ía 5i(10 el
análisis ¿e1130m13re'en socie4 (1.3(1 en el pásalo, pero entent14'ém105e
hombre como in¿iví11uo, c1e1 cual emanaban —como por gracia c1ívina— las'
transfnnnaciones, 105 gran(1es cambios, 91mejoramiento (1e 1a sociec13c1, Por
ej'emplo, se habla— 13a (1e1ulío César, C1eopatra, Nerón, Ca1ígula, Gengis
Khan, Carlo Magno () Napoleón, por nombrar 5610 algunos, dealigados-tot1cxs
e1105 c191a comunidad. Asi, (1ecían en aque11¿s historias que'Alejax-(c1ro
Magno conquistó 13 India, que Felipe ¿& España lloró cuan< (10 se hun(1ió su 1-
10ta o que Fec1eúco II triunfó en la Guerra de 105 Siete Años. Vale la pena
preguntar— nos si ellos 50105 realizaron todo es'co. Reºexíonan— (10, nos
(1amos cuenta (le que e110s mostraron capa— cic13c1c1e accióny (1íeron cauce
a un suceso, pero que sin la colectivida¿ que 103 secundó no habrían hecho
nada, ni para bien ni para mal. De ahí resu1ta que el objeto (15 estudio de la
historia &s el pasado ("12 155
comuni<1a(1es, ¿e 105 grupos socials y ¿e aque11ns hombres que lograron
destacar, pero to&3 …— (1i(10 en una interrelación, es decir, en una "relación
mutua entre e1 110m13re (:an u:ul¡vi&¡dy el Lom%:ecomo C019C&Vi¿3¿.

Quizás a110ra pot1&mos inbmtt m&aid6ñ c1e Historia:

' La historia en su origen "'mc13gación". Hn¿agacñnk __ ' … Fº¿º ¿ellwm1are


enauáaH,y .' .. ( ,_' ¿e 135 diversas fugnbes: _? ' . quese¿afe¿eunlmgb,ú
monumentos, pig!_:¿__ , “'
otros objetos que toalas (li…… , "dolahuma…j_ _

El estur1¡o (1e la historia nuestra era) y Tucí(1ides (4sÓO—395 antes (19 nues-
tra era) son 105 primeros 11istoria¿ores, )( desde entonces 91 objeto principal (19
13 historia es 91
110m13re en 91 pasado y ¿esde 91 punto (19 vista (:19 su vi(1a social. Entonces
u.an primera (191íni- ción (19 historia. sería: ciencia social que estudia 31 hombre,
como ente colectivo, durante 91 pasado. Sin embargo, ¿10 estúc1ia sólo como
colectivida¿ o tam1wien como in(1iú¿uo? En am1335 situaciones, pues en 13
historia hay por una parte hombres que (1951acan inc1ivíc1ua1mente y por otra
parte está 1a co1ectiví¿ac1 que juega un pape1 esencia] en 91 desarrol10 (19
105 sucesos.

In(1iví(1ucs y colectivida¿ se 11311an interre1aciona(105 y 59 exp1ican


mutuamente. Sin 1-10m-1)res como Hidalgo, Juárez y N1ac19ro no po(1ría
explicarse 121 historia (191 México Lndepeuc1ien- te; no olaatante, esa misma
historia no poc1ría ser exp1icac1a sin aque11os que formaban 105 ejér- (:¡105
insurgente, reformista y maderista. ES erróneo pensar que Juárez acabó con 105
conservadores y expu1só & 105 franceses 91 5010; junto
con (51 estuvieron Lerc10, Díaz, Riva Pa1acío, Prieto, Zarco y oLros que
representaron 1a 19—ga1ic1m1 y que 1ogramn 91 £riun10 gracias a miles &
hom13res que pasaron a 121 historia en 1urma anónima o genérica, por ejemp1o
91 9jércí£o :e— pub1ícano.

' La 111'sí0ria abarca todas las manifestaciones que se (15… en una sociec1ac1:
cu1turales, políticas, económicas, sociales, científicas, educativas, gastronómicas
y muchas más.

A1wza Bien, ¿Para qué estudia 91 110m13re su pasa(10? Para comprender su


Presente, para exp]icar 91 porqué (19 13.5 condiciones en que se 11a11a
actualmente, para criticar, eva1uar, recrear momentos y fommr una conciencia de
patria y 11umanjc1m1. Hay una historia dirigida & cac1a tipo (19 personas: para
91 niño, 13 for— mativa; para 911-xi5toriac10r, 1a cn'tica, y para 91 amante (19
105 conocimientos 11istóricos por su carácter (15 reproc1uctores (19 momentos,
la recreativa.

Conc1uyenc10, 16. historia 95 La ciencia social que 95tu(1¡a al hºmbre como


in(1ívic1uo y como co1ectivic1ar1 en 1as mú1ti p1es manifestaciones que tiene en
1a socim13(1 pasada, ya sea en 10 política, 91110 económico, en 10 cu1tura1,
etc. Estuc1ia ese pasalo para compren(19r 1a sociec1ad presente y, en un
momento (1a(10. para esta131ecer posib1es desarr011os futuros. E1 objetivo (19
13 historia es investigar 135 causas y 1215 consecuencias (19 1a evo1ución (19
1.35 sociec13c195 humanas y1as transformaciones que han operado en sus
economías, costumbres, insfituciones, creencias, conocimientos, artes y normas
mota1es.
Pero ¿para qué esfuc1iamos historia?

El estuc1¡o (19 la historia en la escue1a primaria sirvió para captar nuestro valioso
pasac10; 105 maestros se encargaron (19 presentar ante las mentes infanti195 las
gestas heroicas, las luchas constantes por lograr una nación libre, y se
preocuparon por incu193r en 105 niños 91 amor a la patria.. LOs 11_é- roes 59
195 presentaron inmaculados y como mártí4
res ¿ispuestos 91 sacrificio para ¿ar & 105 mexicanos una Patria digna. '

En 121 etapa. (19 9¿ucación me¿ia (secunc1mria y 1ra (:11¡11eraLo) 19. historia
empieza a. mostrar que 1.1 patria no 13 hicieron Hidalgo, Mou91os o]uárez 50105,
sino que 11u110 mucha gente que también tra11aió en pro (19 91151; ya no se
trata solamente (19 ver 105 atributos y aciertos (19 105 11éroes, sino también sus
defectos y sus errores, pam comprenc1er 91 desarrollo histórico (19 México;
asimismo, se seña1a que la historia (19139
ser exp1ícac1a 1Jajo un sistema 16gíeo: antecedentes, ¿esan'o110 y
consecuencias (19 los procesos sociales (191pasado En este níve1 59
reafirman1os conocimientos 11ísfórí905 y, a través (191 conocimiento (191
pasac10, se toma conciencia (191 presente y (19 las responsabilida (195 propias
como agentes (191 cambio social.

En 51 bachillerato, propiamente, 91 objetivo general (191 curso de historia (19


México 95 capacitar al ¿(111111110 para interpretar con pensamiento críticº y
científico 91 ¿es:1rrol1o (19 México, con Base en 91 estudio (19 los procesos que
lo componen, proporcionán(101e 105 e1ementos necesarios para explicar y
cuestionar su rea1i(1a(1, concientízánc1010 acerca de su ¡¿entic1ac1 naciona1
en relación con la universalidac1 (19 su existencia y posil1i1itánclolo —eon mayor
conoci4 miento (19 su prºceso 1-:istóric0— para intervenir en
1a transformación (:19 su sociedac1.

Desde 91 inicio de las sociedades el hombre creyó necesario C(mocer su pasado,


que sirviera (19 ejemp1o y unión; es inc1m1&ble que 105 110m13r95 (19 una
misma nación se sienten unidos ante la evi(19ncia (19 (… pasado común. Las
historias ora1es que 1105 cuentan nuestros padres sobre nuestras familias nos
hacen sentir miembrºs (19 un grupo y siempre causa orgu110 saber que 91
31311910 1ue revolucionario, no impor— tanc10 sí fue general () so1clado. De
modo simi13r, en
Prima; Unklaé_ ?

Las primeras civilizaciones se trató (19 paten&izar el origen único y 91 carácter


común que tenían camd cu1£ura, ya £uera 1a cu1*(ura china, La mesopotámíca.

13 egipcia o la mexica. Con la invención (19 la escritura se pudo recurrir a un


depósito más seguxo que la. memoria; La palabra escrita… Esta forma pmút=
mostró ser pcm1ura131e. A paztiz_z191 surgimiento ¿& la palabra escrita se
puer19 13313134“ (19 1nistozia.-
A1 re£erirse & la historia minas], que él “amaba 1ústoda patria, Gui11an_no Prieta
decía en 91 ago XIX que conocer La 11iskm:ia (191 país sima pánueár en 105
in¿íví¿uos patriotismo, 95 ¿eár, amar a la tierra en la que 59 nació, amor
asuge'nte, amggasus costumbres y trac1¡cionee. No se Iralac|9 119g'u al pa:
trioterí5mo (¡ c1novínísmo, que mná;;—he en utilizárla exaltación (191 sentimiento
pgt(io pará atentar 9054 km nue_str05 semejant&s, cºmo ocurrió en 13 Alemania
(19 Hifler, o pam sostener gohiemos ¿ictatozia—
195, como ha omxrn' 911 vaúos- países (19 Amé'riba Latina, sino que se trata (19
conocer ¡más…) pasa(10 para eompz&n&er nuestro presente y trabajar por 91
mejoramiento (19 nuestra comuni¿a nacíana1.

Cuanc10 59 Haga a.1 bachillerato, 91 sentimiento (19 patriotist ya forma parte (19
nuestra personali- c1¿(1. A '1:0(105 aqu91105 alumnos en quienes 91 estu- Áio
(19 la historia ha genera¿u patziotismo ¿95:19 la escue1a primaria, ahora que se
encuentran en 91 m'veI
mec1io superior (1i911c; 95tu<1i0 105 hará conscientes y actuanies, pudiendo en
un futuro pxóxífn_o —como ciuda(13.nbs— 11egar a (1959mpeñar un pape1"-
i_mporlante dentro (19 la s'ocíe(1ac1 con plena concíéncia (191 actuar cotidiano.

En 91 bachillerato ¿esaparece gran Parte (19 10 mítica que tenían los héroes y
105 procesos (19 nuestra historia, pudiendo vérsele & ésta como un ¿evean:
complejo pero coherente y comprensible.

A1aora 131651, 13 11ístoria guarda te1aclóu con 135 demás materias, pero
_principa1mente con 135 de carácter socia1, que se imparten a m've1
1mc11í119rat0.

La historia cocipera & que mú1iip1es materias" que se cursan en este níve1
o£rezcan un marco razonable en su presentación, en cuanto 511 eSpacio y al tiem
— po. Por ejemplo, en dónde y en qué época. Nacieron como ciencias la bio1ogía,
la química, 1a £isica, la.
astronomía, o bien la economía, 19 socio1ogía, la psicología, etc. La 1uístoría (19
1a5 Ciencias y la historia. de 105 personajes importantes que han Egura- (10 en
ellas es un recurso necesari,ó en la engañanza.

Los 1113105 (19 texto usanc11c1ms recursos, (¿¡Las como 7 j y … (145 Sócrates
enñifn& Cadeeu goci_plngíaoc1e ( ( saña… A…. las ¿encías p'ai3 sleisiiun' Wear
exíalim¿ás c'omo
ua …… ili¡Íl¡á*—'ºfl£1 añá1ísis temático ou… (la nula una ¿9 ellas.

La) …) las ¿miis _cias socialgs guar¿an asimdiá … pues su-o1aiéto 1:19 studio és
91 mis». ¿Bambú ej:'t áócíeclad. Í.'z relación que se 5&Hmamáqm¿am—Aá.
hhi.=tonia nos£puede
mmpguler sinó ' piica' (m atu(1ío (19109 procesºs económicos, pues gran 99:12
(1910 que realiza el hom-lme está gn r_915(:_ión (111_gcfa con 105 factores
económicos; al mi9moitíempo, 13' 9conómía no se pu9(19 compre mia: si no
implica un estuc1io histórico (19 9505 mismas Procesos.—E1análisis (151
liberalismo económico y (191 pró£ebcíonismo económico en México, en La
primera mitad. (191 siglo XIX, son importantes
tanto para 91 95tuc1ioso (19 la 111510tia cama para 91 estudioso (19 La
economía…

El derecho, por su parte, tiene una historia que expone cómo se 1ueron
conformando 1as 1eyes en1as diversas cu1turas y quiénes impulsaan este
¿esarro— 110; 31 mismo tiempo, para comprender 1a actuación (19 los
110m1)195 en 195 socieda¿es pasa¿as, es necesa— ria conocer la organiza4ión
íurí(1ica 1Jai0 13 cual se regían. Las 1u(:1135 obreras de Cananea )( Río B1anco
son importantes tanto paga el stu¿¡oso (1913 11istn—
ria como para e1estu¿íoso (121 ¿m&o laboral La1115tmiaposeeuna … " ÍÍ '7__
qu9kdacarác— ter (719 ciencia; 1¿( 11105053 ac¡4¡:a el 5náei9t científico (19 13
historia; 91 problema ¿9 ¡a oljelíú1a1 9 imparcía.1i(1a(1 (191 conºcimiento … sua
temg£ilosó1-icos. A1 misma Hempa. 13f&sníhliu&una pr011m(15 :e1aczión con 13
1155a:'=m hdn, pm 5(¿ wtu¿io,se remiL9 & 1asmg…%úlás que se
desarrollaron ]as ¿…esduºaañfims Así, e1 95tm1io (191 poátjji—la' …, ('1'1'1ianie
91 Por£ítiata, % … 7 ' ' algo 50mlí[anb£. Fú.h £" "—
c1ian 31 110r¡¡1:n=7 , 'Í' ' '

El estu(1i0 (le la hist0ria

En la enseñanza de otra asignaLura Mamada metodología (:le la ciencia, en la


cua] se estudian 105 requisitos que debe Henar una disciplina para ser ciencia, es
'meorkante el análisis ¿e la historia por ser ésta una ciencia muy especial y es
importante también tratar Ele establecer el enlace ¿e la historia con las clemás
ciencias.

En cuanto a la asignatura denominada taller de lectura y reclacción, los temas


históricos —llc- nos ¿e lenguaje rico— ofrecen un material agrada- ble y
fortalecedor.

En conclusión, la historia guarda relación con todas las ciencias, especía1mente


con las ciencias sociales; la enseñanza ¿e la historia se halla conecta.¿a con la
enseñanza (le otras materias de tipo social que se imparten en el bachillerato, (Ie
tal forma que el estudiante saldrá £ortalecído en sus conocimientos y, más aún, en
su ¿esartollo como ser Lumano, pues antes que lograr genios en las escuelas es
importante £ormar seres humanos conscientes de su papel y ¿e su
responsabiliclacl.

Sitio arqueológico de Teotihuacán Máscara con incrustaciones de turquesa


Período ciásico
500-550 ||.n.e
Teotihuacán, Estado dejMéxico

Preclásico del Altiplano


Vasija del acróbata
Periodo preclásico
¡000-600 a.d.n.e
Tlatilco, Estado de México

Sitio arqueológico de Tula


Sitio arqueológico de Monte Albán Cabeza con incrustaciones de concha
Urna de Jaguar Periodo “clásico
400-600 d.n.e 900-1250 d.n.e

Monte Albán, Oaxaca Tula, Hidalgo

Sitio arqueológico de Monte Albán


Máscara del dios murciélago

200 a.d.n.e.-100 d.u.e

Monte Albán. Oaxaca

Segunda Uní¿acl

Antece¿entes de la íclentídad nacional

2.1 Características ¿e las áreas y zonas cu1tura1es (Ari¿oamérica y


Mesoamérica)

2.2 Horizontes: preclásico, clásico, posc1ásico e histórico.


Características cu tura es

2.3 Cultura mexica (síntesis (:la Mesoamérica)

2.4! Desarro]lo científico y técnico alcanzado por los pueblos prehispánicos

Cultura mixteca
Pectoral de oro con fechas
Periodo posclásico

Monte Albán, Oaxaca


Segun¿a Unidad

Antecedentes ¿e la identi&ad nacignal

Resultado ale aprendizaje propuesto. Que e] alumno reconozca Las aportaciones


c1e las culturas mesoamerícanasj iclentí£ícando añueuas que han contribuido a la
construcción ¿e la identicla

2.1. Características ¿& 1asá.reas y zonas culturales (A:i&oamérica y


Mesoamérica)

2.1.1. An'Joaméu'ca Su extensión geográfica abarca las Sierras Casca¿a y


Nevacla, las Rocallosas, la Sierra Madre Oriental y la Sierra Maclre Occidental, es
CleCÍI, las zonas
internas de las montañas ¿& Utah y Nevada, hasta la Cuenca (le México. En la
región que ]:10y corresPon¿e ¿( los estarlos ¿e Chihuah ua, Durang'o y
Zacafecas hubo ín£uencía mesoamericana. Tenían conocimiento ¿el Cobrº, que
utilizarºn básicamente
Para £aljn'car ornamentos¡ trabajaban mosaicos de turquesa y pirita; su cerámica
era generalmente :icroma: negro sobre Manco; construyeron grandes pobla¿os
con cases ¿e Varias pisos, como en Casas Grandes, Chí11uahua¡ edí£icaron
juegos de pelcvba; levantaron muros de£ensivos, como en La Quemada,
Zacatecas; l13y evidencias de sacr.i£icios humanos; cultivaron &] maíz, el frijol, la
calabaza y el chile; por ser zona árida constmyeron canales (la irrigación;
emplearon el arco y 1a Hecha para Ia caza.

2.1.2. Caractezíetfcas (¡e Mesoaméáca

Mesoamérica es un término acuñado por el alemán Paul Kirchlm& en 1943, para


¿asignar la que temía en común un grupo (le culturas del Continente nacional.

Americano. Mesoamérica abarca, en el sur: descle la desembocadura del tío


Motagua hasta el Gol£o de Nicoya, pesanclo por N ícamgua; en el norte Va clesclc
el río Pánuco, en 31G01£0 (le México, hasta el río 51113103 en el Pacífico. Eskos
límites variaron en la época prehispánica, 105 menciona¿05 corresponclen
únicamente a 10 que se cnrmcía de estas lugares en el siglo XVI.]

Aciualmente para su estudio se encuentra (livi(Í_i(13 en: &) A1tiplano Contra]: los
valles de México,Toluca, Mote]os, Puebla, Tlaxcala 9 Hidalgo; 13) La Mixteca, (:)
El valle ¿9 Oaxaca y Tehuantepec; (11) La costa ¿el Gol£o: la. Huasteca y
Veracruz; a) El área Maya: Yucatán, Quintana Roo, Honduras, etc., y €) El
occíclente de México: Guerrero. Michoacán, Colima, Nayarit y Jalisco.
Las características generales de Mesoamérica son: economía basada en la
agricultura, sus principales Productos alimenticios fueron: maíz, frion y Chile,
sistema agrícola (le roza. o mílpa,2 usaron utensilios comº la coa o bastón
plantador, cultivaron &] cacao y la C11ÍB; construcción ("Ie Basamentos esca
onados para templos (pirámides), canchas ¿e juego ¿e pelota; escritura
jeroglí£ica, sistema numa¿e barras y puntºs y su sistema calendárico ¿e cómputo
¿el tiempo, solar de 18 meses ¿e 20 (lías catla uno, más 5 ¿ias Hama¿os
nemontemi (inútiles), y ritual de 13 meses ¿e 20 ¿ías.

Así como se ha ¿ividi¿o para su estudio en zonas, a su vez se encuentra


or¿enada en períost Ilamaclos horizontes que van desde el Preclásíco (año 2000
antes (le nuestra era hasta 81 año 300 de nuestra era), Clásico (300 a 900 ¿e
nuestra era), Posclásico (siglos X al XII 0 ¿e 900 a 1200) e Histórico (1200 a
1521).

2.2. Horizontes: Prec]ásico, Clásico, Posdáú:oe ¡Histórico. Características


cultumlei. _

2.2.1. Pzecláaioo

En el perío¿o u horizonte Preclásico ]:alfa tamientos humanos en la cuenca


¿¿Valk& co: Tlatílco, Cuicuilco, Ticomán, El * .. . ' ¿tenco y Copilco. Eran
agricultores, *-l ' »- ]aastón planta&or y cultivaban lmwm …calabaza, frijol y chile.
Su dieta v '.n - complementaba gracias a que emu buenos »res, pescadores y
recolectora: cazaban … _...tos y jabalíes ; pesca]aan con teclas en el gran
recolectalaan el aguacate, e] maguey, el aquí y' r amaranto.

Su cerámica se caracterizaba por la . - .… 7- de vasijas monocromas (ele un solo


color): eran ¡5—1 gras, cafés, rojas o blancas; ¿ecomclas a veces un trazos
geométricos. También hacían figuras mulelaclas a mano y, con la técnica clel
pastillaje, ¿alan “forma a los rasgos JEaciales, el toca.clo y el a&lomo'- Eran
clásicas las representaciones J¿erneninas rela—'
cionadas con el culto a la £ertilidad.

La religión era Jfun(lamenta1memº.e de tipo mágico, relacionada con Ia adoración


a las £uemas ¿e la naturaleza, ¿e las cuales depen¿ía la agricultura y las buenas
cosechas. A este periodo corresponden £iguras representativas de chamanes
(que eran los ma€os—sacer&otes), máscaras“ ¿e Barro, acróbatas, músicos,
danzantes y 13u£ones que participaban en 1as£estivi&a¿es agrícolas. Rendían
culto a los muertos: la gente entenaba & sus muertos Bajo el piso (la las chozas,
acompañándolos ¿e oftemlas consistentes en vasijas, herramientas, ornamentos y
provi-

Antececlentes de 1a íclentidafl nacional

zas, £rijol, Chile y jitomate. Los instrumentos que usaban eran fa]3ricaáos con
rocas ígneas como la dioríta o piedra de lava volcánica, el Basalto y la 013
sidiana, y rocas metamór£ícas como el mármol, la pizarra y 1a serpentína. En su
cerámica utilizaron (los técnicas: e] modelado a mano y el molclea¿o (utilizando
moldes). Hay cerámica ritual como braseros y
figuritas; cerámica de uso culinario como ollas, cazuelas, carnales y platos, y es
policromada (varios co1ores): rojo, amarillo, Manco, ca£é y negro. Su religión era
politeísta (varios choses), pero el principal era Tláloc, deida(l ¿el agua, a quien se
reÍacionaba con la agricultura. Su organización social J¡"ue cle una teocracia
monopolísta, es decir, el sacerdote supremo centrahzaba todos los conocimientos
y tenía. En sus manos el control político, económico y social; después estaban los
artesanos, escultores, comerciantes y agricultores. Teotihuacan es la ciu¿a¿ más
grande c1e Mesoamérica y su Pirámide del Sol es también la mayor de
Mesoamérica. Su aportación en la arquitectura £ue el talud y el tala1€ro.

Los zapotecas. Su principal cíudacl es Monte Albán, en el Valle de Oaxaca, No


copiaron el tablero teotihuacano, sino la íclea ¿e un área inclinada y ¿& otra
vertical. También construyeron el juego ¿e pelota característico de Mesoamérica,
pero —a ¿í£erencia
de otras culturas— nunca tiene el aro de piedra por donde habría de pasar la
pelota; el aro correspon¿e & épocas posteriores. Todo el e¿i£icio estaba cubierto
de estuco, que £ue pintado de rojo como en casi to¿as sus construcciones. Monte
Albán fue un centro religioso, político y ceremonial; una ciudad con diferentes
clases sociales: sacerdotes, artesanos y agricultºres. La zona. es árida, por 10 que
la producción agrícola debe haber si¿o pobre; posiblemente zapotecas
estab1ecieron relaciones comerciales con otras áreas que Ies enviaban maíz,
frijol, calabaza y chile. Se practicaba el culto a los muertos, tan característico en el
Valle (le Oaxaca, más que en ningún otro lugar ¿e Mesoamérica. Se construyeron
numerosas edificaciones suluterra'neas, cacla vez más suntuosas y complica¿as.
Las esculturas ¿e sus dioses (27 masculinos y 11 femeninos) presentan las
características estéticas (le la época: tienen las caras pesaáas, abultaáos los
párpados superiores, las bocas abiertas mostrando los dientes, y sobre todo un
aspecto ¿e £alta de vitali¿a¿ y con una gran variedad cle aclornos.

Los mayas. Ocuparon una vasta región que abarcó parte ¿e Chiapas y los
actuales estados ¿e Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo, en México; el
¿epartamenfzo de Petén y las tierras aclyacentes, en Guatemala, así como la
región occidental de Belice y parte ¿e Honduras. La economía estuvo l) a sada en
la agricultura ¿el maíz. En la arquitectura son características las estelas mayas,
acompañaáas por el techado en JEmma de Bóveda de piedras saledizas… En sus
pinturas murales y en su cerámica usaron un pigmento azul Brillante con tono ¿e
turquesa (azul maya). En la guerra utilizaron níclos ¿e avispas que eran lanzaclos
al enemigo como auténticas Bombas. Construyeron una red ¿e caminos, entre los
que ¿estaca el ¿e Col)á & Chichén Itzá que mide 100 12m cle largo. En las
estructuras ceremoniales el techamíento más usario Jfue el ¿e la bóveda de arco
£also, en que las dos ramas ascendentes se acercan progresivamente hasta que
el espacio medial puede salvarse por las pie¿ras. Al final del período Clásico ha
evolucionado el uso de] concreto só1íclo. que es una mixtura de cal, sascal7
( sustituto de Ia arena) y peclacería ¿e piedra caliza. La escritura jeroglífiea
aparece bellamente graba¿a en las estelas de piedra,
en 105 altares y en los anillos (le los juegos ¿le pelota. Los glifos son compuestos:
se agregan varios afijos, el pre1£ijo va ¿el 1ac10 izquierdo y ¡31 su£ijo & la
Áerecha; el e1emento más importante es la cabeza del Pez Xoc, que está
relacionado con el agua y que es un signo principal. Los textos jeroglíficos se
re£ieren en su mayoría al transcurso ¿el tiempo y a temas relacionaclos con
asuntos astronómicos. Esta escritura se utilizó también en los libros o códices, en
los que se empleaban ambas caras de la hoja y que, una vez terminaflos, se
doblaban como ]3iom Los. Los cóclíces abordan diversos temas: el Dresde, por
ejemp1o, la astronomía y la adivinación; el Tro- Cartesíano, la a¿ivinación y las
ceremonias relacionadas con los oficios y ritua1es ¿& importancia general; el
París se ocupa de las ceremonias y pro£ecias conectadas con los finales de una
secuencia cle: tunes y katunes (registro del tiempo). Para terminar, ¿iremos que
las principales cíucla¿es mayas son Chichén Itzá, Tikal, Palenque, Uxmal y
Copán.

2.2.3. Posclásico

Los toltecas. Se estab1ecieron en el vaHe contiguo a la Sierra N evacla y su


principa1 ciuclac] era Tula,

Segunda Unitla¿
.
en el actual esta¿o ¿e H'ulalgo; hab1&han el nahua. pinos, yse 4… -…_» ,
Quetzalcóatl era el título ¿e sus reyes sacerdotes. * Su quinto soberano, llamado
Quetzalcóatl, Jfue e e-
gído en 977; con él se inició el esplen¿or Ele Tula. Después ¿le la partida del
sacerdote se acabó la vida pacífica y comenzó el tiempo cle las guerras y 105
sacri£lcios humanos. La inclinación guerrera y el culto a la serpiente emp1uma¿a
están presentes en teclas las manifestaciones artísticas de los toltecas. Emigraron
a la Península de Yucatány Quetzalcóatl fue entonces conociclo con el nombre de
Kukulcán; ahí construyeron ciuda¿es amuralla¿as como Mayapán e introdujeron a
la región maya el arco y la Hecha. La cerámica. cºnoci como de omanientación ¿e
mazapán, sólo se extendió hasta el Valle de México, en cambio la cerámica ¿&
plumbate se exten¿i6 a tocla Mesoamérica: la. pared ¿e [as vasijas es delga¿a y
¿um, con brillo metálico parecido a un viclriatlº, & color gris-azul o ¿e color
naranja, que se por la graduación c1e] calor ¿urante el hameaflº- Los mixtecos.
Esta cultura se localizaenla… .en la costa de Oaxaca, y en una porción & 7 — 7
__ ¿e Guerrero. La socieclad mixteca esh¡tl' ' por señores y principales 0 nobles, ..
= v - cultores, macelzuales 0 labradores y n'; ? esclavos; estos últimos
emn :e¿ucitlo$ad ' por haber cometiclo delitos o por ¿aulas. a J,_ . prisioneros ¿&
guerra; parte de ellos enn … al sacri£ícío. El cultivo del maíz y las labora Bedi—
165 fueron los rasgos principales de la eco… mixteca. Su producción textil era
abun¿antg: mantas, huipíles, maxilat/ o taparralaos y (1th preulás' ¿e vestir;
utilizaban la grana o cochinilla p'aía el teji¿o ¿e las telas y eran expertos en
cestería. Tam.]:cién (tenían un comercio bien organizado: en Pu& y Coixtlahuaca,
por ejempio, se celebrabangmmis ferias. En la guerra empleaban Veneno en la.
Punta cle la Hecha, así como el hacha con hoja ¿e colma. En Mesoamérica este
instrumento es una innovación ¿& mixtecos y tarascos, ¿a<lo que las demás
civilíñ— ciones empleaban una piedra filosa. En la Mixteca Alta las principales
regiones eran Coíxtlahuaca,
Tilantongo, Tlaxiaco y Tult'epec; en la Mixteca Baia eran Chila, Piazt'la y
Petla1c'mgo.

Los fatascos. Esta cultura se desarrolla a1xe¿e¿or del Lago de Pátzcuaro y su


principal ciu¿ac1 es Tz'm— tzuntzan. La región es boscosa, con a]3unc1ancia ¿e
Antecedentes de la identidad nacional ní£ica “el del ombligo [1e maguey" (met/,
maguey, xict/í, ombligo). Según 1a1eyenc13 105 aztecas o mexicas vinieron ¿e
Azt1án, con las siete tri1)us nahua—
t1acas; fueron guía¿os por e1 dios Huitzilopocht1i transfonnado en c01í17rí,
después c1e peregrinar se establecieron en un 1ugar que más tarde 11amaron
Tenochtitlan, en honor (le su jefe Tenoc11 a.11í encontraron un águila sobre un
nopal devorando una serpiente (1325 (1e nuestra era). A11í sentaron 105
cimientos ¿e 10 que más tar¡1e sería una gran ciudad.

Los mexicas aparecen en sus comienzos, según 1as tra<1iciones, como un


pue131o ¿e poca importancia, aunque con una cultura de tipo mesoamericano.

La Cíuz1ac1 f1e Tenoc11tit1an £ue e1 punto principa1 un síg1o antes de La


conquista (1521); antes existían otras ciudac1es, como Culhuacan yAzcapotzalco,
que no alcanzaron La misma importancia que la primera., pero si tenían la misma
organización.

Tenochtitlan, que comenzó con casi na¿13, poco a poco fue convirtiéndose en una
¿e las_principa1es ciut1ac1es, junto con Texcoco y T1acopan; las tres
ínte<graban 1a a1ianza para guerrear y cobrar tributo a los pueblos conquistaclos,
10 cual no desecha la posibilidad
de que cada una por su parte 1)uscase sus propias conquistas y sus propios
tri13utarios.

La autoríclac1 suprema c1e1 Imperio era el consejo Jformac10 por1os soberanos


¿€
105 tres reinos, la elección de los gobernantes ¿e cat1a uno se hacía con 151
participación ¿e 105 otros (105 so13e- ranos. Pero en vísperas de 1a conquista el
poder cle 105 mexicas tent1.íó a crecer al grac10 de alcanzar mucha mayor
extensión que las otras rlos unízlades, gracias ¿11 sometimiento de señoríos en
111931135 estratégicos, estableciendo colonias en lugares lejanos con gente
Hevac1a ¿esde Tenochtitlan. En el momento c191a conquista, e1 poderío mexica
halaía 1ograt10 abarcar en grac1czs variables ele dominio la mayor parte
(1e1ferri£orío que 110y es 1a mitad sur de 13. República N1exícana. Así, 1a
conquista se efectuó 10g13nc10 la captura c1e1os centros c1ave ¿el imperio
azteca, y la Colonia comenzó mediante la íntegración al imperio español ¿e estos
pue131os ya organi—
zaz105 bajo el dominio azteca.

ora pasaremos a examinar los aspectos económico, po1ítico y socia1 c1e 1a


sociec1m1 mexica.

_ 2.3.2. Actividades económicas y recursos técnicos

Se dedicaban a tres activic13c195 para su subsistencia: agricu1tura, caza y


pesca, síen<10 1a primera La más importante. Aunque ya mencionamos que tres
fueron 105 productos principa1es de su dieta: maíz, £rijol y chile, existía sin
embargo una gran variec1ac1 cle plantas (¿epenc1iendo de las conc1iciones
ambienta 1es (181 lugar): plantas a1imenticias, plantas mec1íci- nales y p1antas
que servían para las artesanías. Practicaloan el cu1tivo ¿el cacao, algodón y
árboles frutales. La calabaza, en c1istintas variedades, aportaba como
a1í-mento 1a pulpa, semillas y flor; e1 resto se utiliza11a para hacer vasijas. E1
c11ayote proporcionaba fruto y raíz. Tenían verduras como: el jitomate, el
miltoma'ce, e1lzuaul¡zontlí y varías hierbas como el epazote. Entre1as semillas
eran importantes: e1lmaulzt/í, amaranto () a1egría, en tierras £rías utí1íza<10 para
hacer masa, e1tzoa/Íí, que se prepará1wa como e] maíz en forma c1e tamales y
ato1e. La chía, además ¡le prepararse como harina (cl1ianpína/Jí), (1.a1)a un
aceite usarlo para1os pigmentos. Los tubércu105 y raíces se utí1izaban e1
camote, e1 guacamote (mandioca dulce) y la jícama. Existían árboles frutales
como: aguacate, c1nirímoya, mamey, distintos tipos (1e zapotes, capu1ín,
tejocote, jocote (tam1xién Hama(10 ciruela () jo1'>o), guaya13a, nanc11e, y las
vainas c1e varios árboles: guamúchí1, guaje (Íeucaena) y cuajiníquil. Una planta e
uso típicamente mesoamerícano era e1 cacao, c1e cultivo restringido a zonas
ca1íentes y húmedas. La vainilla, que usaban para perfumar el cacao, es e1 Jfruto
(1e una orquíclea cu1tivac1a en 13 se1va tropica1.

Otras p1antas conocidas aunque cle poca importancia eran: el caca11uate


(tlalcacauath y la. piña (matzat/í) Entre las plantas ¿& uso industria.], además de
1a. fí13ra z1el maguey, era importante el cultivo c1e1 algodón con 1>ase (1e riego
en las tierras temp1at1as. Entre
105 colorantes sobresalían e1 x7'ul1quí/1't] () añi1 y el achiote, éste último usado
como conc1imento. Para hacer vasijas, además (161 calabaza (cucurbíta), usaban
los frutos del guaje (1agenaria) y e1 jícaro (crescentía).

Cultiva1aan distintas c1ases (le maguey para obtener aguamie1, que fermentado
se convierte en pulque y cocido adquiere una consistencia espesa de miel. El
corazón, el tallo (quíote) y 1515 pencas, asados Bajo tierra, dan un a1imentu
¿ulce, el mezcal. La fibra cle1
maguey, el íczt/i , tenía un importante valor pan 1ª corr1e1ería. y textiles, en
regiones £rías ¿ende no se pot1ía cultivar a1goc16n. Los quiotes y pencas
servían para la construcción (1e chozas y las espinas como agujas. De1 nopal se
usaban como ver(1uras las pencas tiernas y las tunas como £ruta. Ac1emás, en
e1 nopa1 crece 1a cochíní11a que daba un colorante c19
Seguncla Unidad

importancia. Se uti1íza1aan ár1>01es como e1 ¿matet1e ciega corteza para hacer


papel, 105 ahuejotes para consolidar 105 bordes c1e las chinampas y 1a "madre
(181 cacao" para clar sombra necesaria al cu1tivo del cacao. Dentro ¿e las
p1antas estimulantes <1e uso
medicinal y religioso, tenían el tabaco para. fumar () mezclat10 con 031 para
curaciones. Para provocar visiones se usaba el oloíul1quí, así como e] peyote y
los hongos alucinógenos. En las regiones más secas se hacía reco1ección de
tunas, pitayas y mezquite, además se recogía míe1 silvestre; se extraía. la resma
¿el pino de los montes fríos; e1 copa1, goma aromática :1e ciertos á…rlao1es, en
135 tierras secas y templadas; e1 hule y el chicle (tzíct/í) en la selva tropical.

Las técnicas (1e cu1tivo eran diversas y ac13pta- (13.5 a 105 (1istintos ambientes:
La roza, en 135 regiones boscosas, selva tropica1 y montes fríos [le las sierras; e1
cultivo permanente, en 105 llanas o en las terrazas (1e las laderas, y 135
c11inampas, en las ciénagas y orillas de 105 1ag05. En la Cuenca de México es
don¿e se 1oca1izó 1a mayor extensión ¿e cuk:i— vo en c11ínampas, la más
intensiva ¿e todas las &&:— nicas mesoamerícanas. Estas consisten en al“- de
cultivo obteni<105 de terrenos pantanosº&.
que se a1)ren acequias extrayendo 10 que 9 : » la, quedando suficiente altura
sobre el niwl &! :… : :* T para estar en seco y permitir el cultivo. la … c1ac1 (1e1
subsue1o o el riego a manº hacen ptsák4: _ cu1tivo constante aun en temporada
(la seas. S_i,, ' ' £erti1i<1ac1 se conso1ic13 plantando árboles en sus lux…—
c1es, los ahuejotes, cuyas raíces a£irman el 511210— j ¿_ Otra actividad
importante era la caza, ya fm:a c1e aves, como patos y co<10rnices, :) de
conejos , venados. Las plumas (16: aves se usaban en toatlm ,: para adornar telas
y cestos; muy valiosas enn las & - quetzal traídas (1e Guatemala y Chiapas. El
pelo & conejo (tochomíte) se usaba en tejidos. La piel ¡le venado era la más
abundante y usual, 13 ¿e Hgm se utí1íza1>a en atavíos ¿& 1ujo. Ac1emás tenían
an'm1 ' domésticos como el guajolote y el perro, usailos como a1imento. También
era. importante el cui¿aclo delas abejas en las zonas cálic1as, así como 1a
explotación ¿e la cochini113. Por ú1timo, practicaban 13 pesca en los ríos y en las
lagunas (16: 151 Cuenca c1e México. A tot10 este ¿esarrollo corresponc1ía cierto
avance tecnológico, y si comparamos éste con 105 logros alcanzac105 en el Viejo
Mundo, observaremos que los mexicas no conocieron1adomesticaciónde grandes
cua¿rúpedos como el caballo y 13. vaca, tampoco la

Antecedentes de la ic1enti(1at1 nacional

por ejemp1o en ciertos lugares ¿ende la gente común era x1e origen otomí y 1a
no1>1eza cle origen náhuatl o nahuatiza¿a (esto ímp1ica1yala supremacía de
ciertos grupos étnicos, y no por el hecho ¡le ser de tal o cual grupo, sino porque
eran 105 que habían alcanza¿o
más poderío económico y po1ítico).
Todo in<1ivic1uo en esta sociedac1 pertenecía a un estamento y tenía las
ob1igaciones propias cle1 mismo, al igual que los :1erechos y 1a posi17i1íc1ae1
de moví1i¿a<1 socia1 r1entro del mismo o ca.m1:iándose de él.

La masa c1e campesinos y artesanos formaba e1 estamento p1e11eyo y


esta1nan agrupados en unidades corporativas Hamadas ca/pu/Íís, organizaclas
co1ectivamente para el desempeño de sus £unciones sociales.

El rango más e1evac10 10 (1esempeñaba e1 rey o tlatoa ni (en plural t/atoque ()


t/atuam'me), 1itera1mente significa1)a hablador, mandón o gobernante. En una
región po¿1ían existir varios t/atoam', pero uno desempeñaba la autoric1a¿1
máxima, a éste se le Hama1xalzuey- flatoam'. El t/atoaní era la autoridad máxima
dentro f1e su señorío, y combinaba funciones civi1es, militares, re1ígiosas,
juc1icía1es y legislativas. Era e1 centro
rector ¿e 13 organización económica: recí13íantri1autos y servicios de la gente
común, así como los productos ¿e ciertas tierras, tÍatocamíÍ/i o “mi1pas ¿el rey" ;
para su sustento se cultivaban por la gente común.

Podía asignar tierras a otros miembros, por ejemplo a 105 guerreros c1istinguidos.
Era generalmente no1)1e 41e nacimiento, miembro ¿e una clase o fecea/Íí,
ac1emás c1isponía de tierras patrimoniales aparte de 135 que poseía como rey.
Go1>emalaa de por vida y a
su muerte le sucedía un pariente: hijo, hermano, primo 0 sobrino.

El segundo rango era 91 (1e teuct/i (tecuht/í, en plural teteuctín oteteculztín). Este
cargo se otorgaba por decisión t1e1 rey; por ejemplo en Tenochtitlan, después de
la derrota ¿e Azcapotzalco, e1 rey Itzcoat1 creó varios títu105 ¿e teuct/í que
distribuyó entre 105 miembros <1e su linaje. Dentro c1e este rango se encontraba
e1cíhuacoat/. "Los rangos iban desde la. posición de ci11uacaat1, muy cerca de
Moctezuma en la cima cle la jerarquía, hasta numerosas posiciones subordinadas
en 105 pueblos".3 El teuct/í era jefe de una casa señorial (tecca/Íí), c10tat1a con
tierras y gente de1 común Hama 3 / Gi1nson, Charles, Los aztmas baja e]daminío
españa]. 1519—1810, " Méxicn, Siglo XXI, 1980. 5a. al., 532 pp. (América
Nuestra, 15), p. 157.

cla tecca/¡eque (gente (le 13. casa señorial), que renc1ía sus tri1mtos y servicios
al teuct/i en vez de dar1os ¿irectamente 3.1 t/atoam'. Un teuctÍí estaba a cargo
c1e la administración de esta gente y además ocupaba puestos dentro (1813
organización po1ítica bajo el poder ¿el supremo rey. Estos cargos se transmitían
por herencia, siguiendo reglas semejantes a la sucesión en la rea1eza, pero era
necesaria la sanción (191 rey.

El tercer grac10 en el estrato superior era el de noble o pí”i (en plural pipí]tín),
1iteta1mente quiere c1ecír “hijo", y se entien11e este uso como 61 ¿e infante (:
hijodalgo en caste11ano, porque era el rango de todos 105 hijos de un teuct/i o
t/atoani . De este modo ¡aípí/tín era un término general para todo el estrato
superior, puesto que reyes y señores eran también
no1a es de nacimiento; también se usaba para 105 que aún no a1canzaban el
rango c1e rey o señor.

La tierra ¿e un noble se 11ama1aa pí/Ía/Íí, ”tierra de un noble", y 13 trabajaban


105 renteros; éstos en ná11uat1 recí13ían el nombre (le mayeques (maya, en
singu1ar, 1iteralmente significa "1)racero"), que paga1yan 31 noble parte ¿e su
cosecha () bien cu1tivaloan parte de sus tierras, además c1e prestar1e servicios
personales (&omésticos) y sólo cle19ían servicio militar a un soberano.

Los no171es por su parte tenían la obligación de prestar sus servicios a sus
señores o al rey. Se les empleaba. en los puestos in£eríores de 13 organización
civil o militar, y 105 más distinguiáos y más cercanos Parientes c1e un señor
lograban subir hasta 31- canzar e1 título (1e teuct/i . Entre 105 pípí/tín había
di£erentes, rangos según sus pac1res: e1 hijo de un rey recibía el nombre c1e
t/atocapíllí, “hijo del rey"; e] de un señor, tecpi//í, "1'1ijo de señor”; se distinguía
tam1Jíén el11íjo legítimo (113 una mujer ¿a rango, 11ama(10 t/azapi/Íi, “hijo
precioso", y el c1e una concubina, 1la-mado ca/pampíÍ/í, ”hijo c1e casa".

Los n0171es poclían ascender mediante méritos mí1itares, e1n0131e náhuatl era
cuaulapí/Íi , "hijo de águila" o no1>le águila.

Una casa señoria1 era un linaje encabezac10 por e1£euctli, sucesor 119 je£es
anteriores ; incluía a todos los descendientes de un señor (16 esa casa. Así, ser
n0131e suponía ser Áescendíente de una casa u otra, ¿e la cua1 se obtenía
rango, bienes y estatus político.

E1 rango social era. según la. ¿istancia a1 teuct/í antecesor.

E1110m17re común recibía e1 nombre (19 mace11ua/ (en p1ura1 macelzua/Íí),


¿el que proviene en 1a época

Segunda Uniclarl

colonial el término macegual. Los maceguales eran los (10minaclos y tenían 13


o1>1igación de pagar trí1;utos y servicios personales. Estaban organizados en
1u1ic1acles territoriales Hamac1&s calpu/Íis, barrios que poseían la tierra en
común y que eran también unít1ades para la recolección c1e tributos y servicios.

Aunque los miembros del calpu”í tenían derecho a obtener parcelas para el uso
familiar, no todos logra13an igual canti¿ac1 c1e tierra, y 105 que no tenían en
suficiente extensión o ca1ic1ac1, & veces la rentalmn, de otros miembros ¿el
calpu/Íí o c1e gentes (1é otros ca]pulíís mayor (10tac105 de tierra. Estos
entregaban su tributo al rey o tÍatoaní ; grupos de ellos, barrios () JEra.cciones,
esta1aan asignaclos a los señores o teteuctin y reci13ían el nombre ¿e tecca”equa
(gente 11e1 tecca/Íí).
Además había una diferenciación basac1a en las distintas ocupaciones; 105
mercac1eres y los artesanos pagaban tributo en 105 productos de su o£icio ()
daban servicios especializados, y estaban organizados por grupos (1e tri1)utarios
aparte (1e la generalic1m1 ¿e os labradores.

E1 t]acotírz (t/acotii en plural), en español se su¿e asignar a los esclavos, y en


genera1alos indivi:ltmqne se venc1ían a sí mismos o a sus hijos a cambio &efué=
—tos bienes, 10 cual signi£ica.ba la obligación ¿em …,Este conservaba su
libertad inc1ividual podía tenerlz'eÍ
nes propios y aun esclavos, se podía casárlibmmen!£y ' sus hijos no 11credal)an
1a com1ición (le esclavo

Los esc1avos en general eran e] Íquelzuetlacollí saovic1um1)re antigua". Estos


prestaban servicios demísticos, las mujeres en moler y tejer y 105 hombres en el
transporte, traer 1eña y el cultivo, fomnanclo parte del 110gar de 105 amos.

Si el esclavo no se portaba bien, su amo le castiga1)a públicamente y si reincidía


le ponía una collera ' y lo podía vender en el mercado. H a17ía también esc1avos
conr1enac105 por ciertos crímenes () por robo.

Las 11azañas militares en cua1quiem ¿€ 105 estamentos eran importantes para


ascender c1e rangº Halíía (105 tipos cle residencias o escuelas para varºnes, una
1la.mada te/pochcallr'," casa c1e su1teros" , .y otra Hamac1a calmecac,
1ítera1mente 11í1era de casas, “casa de sacerdotes". Las primeras eran pam 105
muchachos ¿el común; se encontraban repartidas por barrios, ingresa13an 105
jóvenes antes de 1a pu1aertac1 y ahí ac1quírían su ec1ucacíón para las obras
públicas y la guerra… Dentro de esta residencia 105 jóvenes ¿esempeña1aan
diversas labores, para salir fína1mente & 105 20 años, casarse y ser jefes ¿& fa

Antecedentes c1e la identic1&cl naciona1

prenc1ía ec1i£icios públicos, zona habitacional, clonde residían los gobernantes y


sus servi<10res, artesanos y comerciantes, que se sostenían ¿& 105 proc1uctos
agrícolas traíc105 ¿e £uera.

Una ciudad—estaz10 comprendía varios ca/pu/Íís como unidades territoriales y


administrativas. E1 calpu/Íi era una subc1ívísión social que coincíc1ía con una
zona resíx1encía1 o barrio, que contro1a1aa ciertas tierras para el uso común o
ín<1ivíc1ua1 de sus miembros. Además de tener la tierra, los poseedores eran
responsables ¿el pago c1e tributos y servicios personales. Un calpu/Íí o barrio
pot1ía <1ec1icarse ¿¡ 13. misma actividad. E1 jefe ¿el caÍpu/Íí representaba a sus
gentes ante los tribunales, ac1minístra1oa las tierras, organizaba distintas
actividac1es, tenía su tierra familiar y se la cu1tivaban miembros (191 calpu/Íi
como servicios personales.

Cac1a barrio o ca/puÍ/i tenía sus dioses propios y templos, así funcionaba como
unit1al1 para el culto y organización cle cu1tos genera1es.

Los campesinos miembros de1ca/pu/Íí goza1>an en usufructo ¿e parce1as


Jfamiliares que podían transmitir por herencia a sus sucesores; c1i011a posesión
estaba condicionada por e1 pago de tributos, el cultivo de la tierra y trabajos
personales. Los ca/pu/Íis con más tierras pot1ían alquilar parte de e11as a
míem13ros necesitac105 c1e ca/pu/Íís más pobres y usar
sus rentas para pago de gastos (le 13 comunidac1.

Había tierras del rey, "tierras reales" (t/atocamí/Íí) ; c1e105 señores, "las casas
señoriales" (tecca/Íi) o tierras ¿el palacio (tecpant/a/Ji); ¿€: 105 11013165 (pí/Ía/Íí);
de 105 macehuales, eran las “tierras c1e1 pue131o" (a/tepet/a/Íí), y cada 1Darrio
en particular tenía sus tierras “tierras del Barrio" (ca/pu/Ía/Íí). También había tierras
para 13 guerra (mi]chímaÍ/i), literalmente "rode1a c1e sementeras", y “tierras ¿€
105 temp1os" (teapant/a/Íí). A su vez 11a1)ía1as tierras (16 los pí/ÍaÍ/í, que como
no1)1es tenían clerec1uo por e1 puesto que desempeñaban.

A la cabeza de todo 10 anterior estaba el cuerpo político, quien controlaba la


tierra, el tra1uajo y el comercio. Y así como los distintos estamentos sociales
tenían c1erec1qo a cierto tipo ¿& tierras, a su producto o bien a recibir
prestaciones 619 cierta gente, to¿os tenían la o1z1igación c1e dar bienes y
servicios &] organismo político; según su rango, algunos desempeñaban funciones
administrativas y otros pagaban tri13uto. Por ejemplo: el campesino tenía como
posesión una tierra en el caÍpu/¡í, a cambio de ésta tenía que pagar tributo y c1ar
servicios personales, ya fuera en trabajos ¿e su comunidad o para 135
autorídax1es superiores.

Hemos observac10 la <11vísíón social de1 trabajo existen£e en La sociedad, pero


no era la. única, Pues en e1 interior de la familia se trabajaba 1>asán<105e en la
¿ivisíón sexua1 del trabajo, por ejemplo, a Ia mujer se le asignaba el tejiclo y otros
trabajos (10- mésticos que muchas veces eran entregados como tributo. Los
señores y n0131e5 contaban con labradores y artesanos que 105 proveían en sus
necesida— <1es 1'xásicas. Y a nivel mayor la producción y distribución se basaba
en La organización po1ítica ¿írigi¿¿ a la extracción c1e tributos y materias pn'mas.

Había especia1ízaciones que ya mencionamos (caza, pesca y reco1eccíón), pero


también había otras como: especialistas de la construcción, carpinteros (iban al
monte a cortar la max1era y 1a1)ra1¡an las vigas para los e¿ificios), canteros
(sacaban piedra c1e la cantera y e1105 mismos 13 tra13aja1aan) y grupos más
especializados que 1313raljan para la construcción. Las manu£cturas más
importantes eran1as ¿e alíareros, petateros, canasteros, surtidores y huaracheros,
que producían o17jetos de uso bastante general. De distribución más limitada y en
los lugares donde abundaba1a materia prima, los artesanos trabajaban 1a
obsidiana, hacían la sal, el papel y construían canoas. Las artesanías de lujo se
proc1ucían en el palacio: el arte plumarío <1e los amantecas,4 e1 trabajo en metal
de orfe]ares y (1013113105, 13 1apic1aría ¿e 105 que hacían cuentas y otros
objetos (1e piedras finas, La talla cle la maleta y el arte de los pintores o
escribanos que hacían li1aros históricos, re1igiosos y administrativos. Otros
grupos importantes eran 105 Horístas, que producían rami119tes y adornos de
Horas, y 105 tabaqueros que preparaban carrizos para fumar.

Además (16 que 11a17ía artesanos que trabajaban en sus hogares y 105 que
trabajaban en palacio, 113- 13ía cuadrillas <1e artesanos bajo un man¿ón, quien
recluta1)a a canteros y carpinteros para trabajar en las obras públicas; algunos (19
estos tenían c1ioses y patronos propios; estas cuac1rí1las se organizaban 4
Ammteca. Oficial artífice de p1umu. Etimología: wnantecatí, oficial de artes. Se
1[amal)an así porque el lugar más renom1:raclo
en esta inc1ustn'a era Amanda, lugar (le manantiales. Ca.1?rera, Luis, Diccionmía
Je Áziequismos, Mexico, Ec1ícionee Oasis , 1974.

Segum13 Unic1a<1

“por su ruec13 y “canela", tumán¿ose así en el trabajo, Los mace11uales tenían la


obligación de pagar tributos y servicios personales. Tanto unos como otro¡ se
113ma1aan en nahuat1, tequítl, que en castellano corresponcle a trabajo o
empleo. También se ap1icalaa al trabajo desempeñaclo por 105 £uncionaríos ¿el
gobierno, los guerreros en la 1aatal1a o los sacerdotes en sus ceremonias.

“[...]Desclee1reya1maoehuat1todosáabansuteqúd, es decir, su contribución a la


sociecla¿ [...]”. 5 Estos pagos podían ser en especie o en trabajo, el primero
corresponc1ía & merca&eres y artesanºs, el pago en trabajo agríco1a se
encuentra en toc105 los estamentos.

Dentro c1e estas activic1¿des un papel importante 10 ¿esempeñaron 105


mercac105, el más gram1e era el (1e1a Cíucla.z1 (le México, que se ce1e1rra1:a
cac1a cinco clías, no así el ¿e Tlate101co que era ¿iario. Los artesanos, junto con
sus mamlones acuc1ían a11í pam ven<1.er sus mercancías.

Ha1nía gentes que compraban proc1ud:cs para ¿spués vender1os. Siempre


existía ,un grupo ¿e jueces (pochteca t/atoque) que jugaban los asuntos ,, a1
merca<10; to¿as 1as transacciona mezfm$'k5 ¿> 13ían realizarse ¿entro (161
mercac10, pues edala¡n£:
13'1r10 hacerlo JEuer:a. Los intercambios se hasian.c_;_ señalamos
anteriormente, por me¿io & … . ' bien se utilizaban ciertas mercancías comº ¿:L *
pago. Tecla actividad mercanh'1 staba miáap$ impuestos, así todo el que llevase
pm¿ud;s al mm— ¿0 se veía 01311gm10 a pagar impu&sto.

Ya mencionamºs que los pachtecas, al igualque otrºs grupos, tenían 1a


posi13i1i(1at1 ¡1e ascenso, pero no por hazañas militares sino por su inversión en
105 negocios y en las ceremonias religiosas. Aparte (le esta importante J¿unción
económica ¿esempeñ - 1'Jan una. labor po1ítica. Recorc1emos que éstos, al igual
que e1estamento dominante, tenían su estrati£icación socia1; 105 jóvenes
comenzaban a. salir con 105 comerciantes más experimentales y poco a poco
i13an adquiriem10 la posi13i1í¿ac1 ¿e organizar sus propios viajes, obtener
ganancias y ascen et, ¿entro c1e su estamento. A110ra Bien, la 1a1)or política
consistía en que: “Los mercatleres que iban en expen1iciones ¿¡ las £ronteras ¿e1
imperio recibían bienes ¿el rey para comerciar con e1105 en país extran
5 Cosío Villegas, Daniel, el al , Historia generalzle México, &. l, 23
e¿,, México, 131 Co1egio ¿e México, 1977, p. 227.

Ántececlentes de 13 identic1ac1 nacíona1

Los pue13105 ín¿ígenas vivían en sociedades estratificaf1&s que tenían


diferencias muy marcadas entre gobernantes y goberna¿os; Las masas
campesinas esta13an acostumbrar1as a 01)e(1ecer y pagar tributo, y 13.5
unidat1es políticas prehispánicas 11a13ían desarro11ax10 organismos
administrativos <1e ¿ominacíón. Mesoamérica no esta13a políticamente unificada;
11a1')ía un gran número <1e unic1ac1es y formas graz1uales c1e reconocer el
ominio c1e grupos extranjeros. Las guerras de saqueo y conquista eran corrientes
entre 105 señoríos prehispánicºs que repetidas veces caían 1Jajo e1 z10mínio
extranjero, viém105e obligados a pagar trí13uto, aceptar co1ouos y nuevas
dinastías reinantes, así como ac10ptarc1ístintos cu1tos religiosos. Los
conquistadores españo1es aprovecharon esta situación. La c1ivisión po1ítica 1es
permífió encontrar aliac105 indígenas para desbaratar e1 poc1erío tenoc11ca y
una vez dominac1r>s 105 centros po1íticos, 105 señoresloca1es y las masas
campesinas aceptaron con facilidad a 105 nuevos r10minaclores […] Lograron
usar e1estamento índígena dominante para un sistema de gobierno a través de
105 propios caciques indios.S

2.3.6. El impacto de la conquista en Mesoamén'ca

Hasta antes (2191 primer contacto con 105 españo1es, 1ª cu1tura


mesoamerícana más imporkante cra1a mexica, cuya influencia Hegaka ¿¡ casi
todos los 1ugares mesoamericanos, írrac1ia1ja sus costumbres, ejercía contro1
político y económico en toda e1 área, sometía a 105 pue131os por mec1¡o (19 la
guerra y una vez conquista—C105 1135 asignaba su tri1>ulo correspont1iente.

Esta situación hizo que ¿11 momento de 1a conquista se c1ividiera Mesoamérica


en (105 [acciones: una representat1a por Tenochtit1an, Texcoco y 1151- copan,
1as tres zonas de ocupación más importan[cs £1e1a cu1tura mexica, grupo
c10rninantc que constituyó 1a resistencia frente ¿11 embate de 105 invasores
españo1es; la otra £acción integrada por 105 pue11105 que hasta ese momento
se 11a11a13an sometidos a1 dominio mexica y a 105 que en ú1tíma instancia 1es
(121133. 10 mismo estar 1aajo e1 porlerío mexica o 1mjn e1 poderío ¿E 105
conquistaclores españoles.
De todos 105 grupos 0 culturas mesoamericanas al momento de la cºnquista, 105
mexicas eran 105 que tenían el contro1 hegemónico sobre 105 ¿emás ¿e una
manera avasa11adora, sojuzgándolos por completo. El impacto que tiene1a
conquista es que rompe con este esquema y divide a la sociec1¿u1
mesoamerioana en os grupos antagónicos: el (16105 fuertes tratanc10 (16
c1efem1er su hegemonía y 01 ¿e 105 pue131os sojuzg'az105 que se a1ían a 105
españoles para 1i13rarse c1e1 yugo mexica. Ejemplo de e110 son 105
t1axca1tecas, que tarc1íamente se c1íeron cuenta ¿€ que su alianza con 105
conquistac10res se les revirtió de una manera aún más negativa.

Por otra parte, ¡31 impacto c1e1a conquís£a en Mesoamérica tiene tam1aién su
exp1ícaéión c1esc1e e1 punto de vista mitológico o re1ígioso. Para
comprencler1o es imporkante retroce¿1er 11asta e1 origen de 1a leyen(1a, en
Tula, cuanc10 e1 sacerdote 1íc1er Ce Acatí Topi1tzin Quetzalcoat1 huyó
expu1sac10 por sus enemigos po1íticos y se perdió en el mar por 91 oriente,
1131)íen€10 anunciac1o 13. pro£ecía de que por ese mismo rum1m habrían 419
11egar 110m1:>res Blancas y bar1'>ac105. Tales características corresponl1ían
a1 moc191o físico ¿6 105 españoles, por 10 que en un principio 105
inz1í9enas1os consic1eraron como ¿ioses enviados por Quetzalcoat1 y en
ta1virtut1 no presentaron resistencia. Es 11asta e1 momento en que se dieron
cuenta de su coc1icia cuanc10 e1 impacto que prot1ujn e1 encuentro (16 esas
C105 cu1turas se manifestó <1e una manera violenta y sangrienta.

2.3.7. Papel de las comunidades indígenas en la conquista

Como se mencionó en e] párrafo anterior, e] ímpacto de la conquista en


Mesoamérica Jfue violento cuanc10 se descubrió la cot1icía españo1a y que no
eran 105 ¿ioses anuncia(1os por Quetza1coat1. La resistencia Jfue por parte de
105 mexicas, que eran 105 grupos más fuertes y que 11a1)ían a1canza(10 un
c1€sarro1lo económico importante. En cam17io 105
grupos sojuzgados por1os mexicas y exp1otados por el tributo, vieron en 105
españoles su posi1')1e salvación para1i1urarse de ese yugo opresor; ta1 es 91
caso de 105 t1axca1tecas, que fueron (18 gran ayucla para Cortés, pues 10
guiaron, le enseñaron 1as costum» 1)res y sobre toc10 1e proporcionaron
elementos 1…— manos para su ejército, a fin de re£orzar1o y 11evar & ca110 una
1uc11a más níve1a(1a en cuanto a hombres

Segunda Uníc13t1

se refiere, pues en cuanto a recursos 105 españoles cont31)3n con 105 atle1antos
1!é1icos más importantes de ese tiempo, tales como el cañón, 13 pólvora y en
general 139 armas de fuego, que £ueron 13 cli£erencía cletermínante para.
inclinar 3 su £3vor los triunfos en las batallas.

E1 pape1 c1e1as comunidades inc1ígenax consistió en someterse 3 105


españo1es sin o£recer resistencia, acce(1iendo a pagar tri.12ufo en metales
preciosos, principa1mente oro. En un principio 135 comunic13c1es se sometí3n
31 invasor sin presentar 1uc113 alguna, pero con el tiempo se c13133n cuenta (1e
que su codicia y am1aición no tenían 1ímites y se cansa1)3n de 105 malos tratos
y vejaciones de que eran objeto, pues había…
caído en 135 garras de otros opresores todavía más desa1ma¿os que 105
mexicas, sobre todo los solc13dos; entonces cambiaba 13 actitum1 ¿e las
comunit13t1es , se volvían en contra de 105 invasores, se re13e13133n.

Ante los [raíles que vinieron a estas tierras a evange1izar, 135 comuním13¿es
indígenas manifestaron cierta sumisión, naciendo para e1105 un nuevo sentido
re1igioso, mezc1a ¿e 10 03161100 y 10 prehispánico. Esta actitu<1 tranquila 13
manifestaron ante fray Barto10mé c1e 13.8 Casas, en 135 prom'ncias ¿el sur de
Chiapas y en Guatemala; ante Vasco de Quiroga en Michoacán; ante fray
Bernar¿ino (13 Sahagún, y ante otros lErai1es que c13133n un trato más humano
a. los indígenas y que se mostraban respetuosos c1e sus costumbres y su £orma
c1e vida.

En conc1usión, el [331361 ¿e las comunít13(1es indígenas en 13 conquista fue de


(105 formas: 13 primera fue de franca oposición 31 español conquista c10r, y 13
segunda £ue c1e sumisión, sobre t0(10 a la conquista espiritual] de 105 £rai1es.

2.4. Desarrollo Científico y técnico alcanzada por 105 pueblos prehispánicos

2.4.1. Biología

En las cu1turas prehispánicas e1 conocimiento 1>ío—1ógíco fue un elemento


primordial para 13 su1asistencia de 105 pueblos; conocieron detalladamente el
ciclo de vida de las plantas, 133 propiedades ¿& cada una y las caraeterísticas ¿&
las raíces, t31105, 110j35,
Heres y frutos, 10 cu311es permitió cultivar infinidatl ¿& plantas y saber con
exactitue1 qué frutos, raíces 0 Home poc1ían ser consumidos para aprovechar
sus elementos nutritivos o sus virtuc1es curativas.

En el tiempo ¿e ' v cimiento c1e los maya, mixteca, ¡. centraba en plena capaces
de <1ife ;.… 1ógicamente tan * -—< - . ¿ tinguieron hasta …

E1 conocimiento era también ¿wa ; z - <1e1 Casti110 £uerog palacios reales ¡lg
tensas ¿e aves y— n .-I (105; 31 re£erirse ¡ _ llamado "el p... México". En - : zuma
contaba .… cas y enormes '» aves del bosque; _ do por 300 —

En1os ciones ¿e = : ca1)ulatiº pal; _ otros, c::)1-;——í.= "" aaron diversos -menos
cm… ; .
Perfeccian lizar una _ sectas en- ¡a“ colorantes. ', guaiº
Antecedentes de 13 identir13c1 nacion31

europea se benefició en gran mec1ic13 con 135 plantas curativas c1e América.

Los aztecas sa1)ían &ístinguir enfermec1ac1es como 13 bronquitis, e1 35m3 y 13


tu13ercu105is; conocían e1 c1e1írio, 13 1ocum y 13 epí13p5i3; identi1ica1jan 133
(1i— versas enfermedades :1e1 aparato digestivo como 13 indigestión 3guz13, 13
¿íspepsía, las diarreas y 135 disenterías; diferencia1>3n e1 reumatismo y 13 gota;
trataban de diversa manera m31es como 31 pa1uc1ismo y 31 tifo; conocían 135
distintas enfermedades (16 13 piel como sarna, 13 tiña y 31 m31 c1e1 pinto; 3is13
— 173n 3 105 enfermos durante 135 epic19mias; atribuían 105 catarros 3 ciertos
agentes exteriores como 13 111.1— me(13(1 o e1viento £río, y daban a 135
enfermedades infecciosas e1 nombre genérico de “ca1enturas”.

Entre sus técnicas curativas puec1en mencionarse 13 sangría, 105 masajes, e1


1;>3ño term31 () temazcal/í, 135 (1rog35, 135 dietas princíp31mente con 1aase
en atole, 135 fricciones y 105 purgantes; tam1>ién pracLic313311 13 cirugía,
utilizaban sus 13i5turíes (1e 01Jsi— c1iana; abrían 105 abscesos para ¿131-
531i<13 31 pus, 135 suturas c1e 1¡eri<135135 hacían con 31 03133110 en 1ug'ar
c1€ 11í10, y 53n3133n ú1ceras, fístu1as y quemac1uras; sa1ví3n
reducír1uxaciones, coapt3r fracturas, inmofvilízar miembros 3just3nc101érulas y
venc13jes, y aplica133n curaciones calientes en 105 sitios in113m3clos.

Las técnicas para. 3nestesíar ¿¡ 105 enfermos consistieron en 13 embriaguez que


produce e1 to1oac1w, 91 peyote y algunas 013535 (19 11ongos. La vígi13nci3
médica r1ur3nte e1 em113razo permitía hacer 31 acomoc10 c131 proc1ucto en
105 casos en que éste se 113—
113133 11131 co1ocac10, y practicaron 13 embriotomía cu3nc10 e1 parto natur31
era imposi131e. H313í3 especi31istas que conocían Las propiedades curativas de
135 11íer1335 (tepantíani) y otrºs que emp1e31aan 13 p31p3ción y 31 masaje
(t/amalquí). Entre 105 aztecas 1131)í3 un hospital para 105 servic10res del
imperio (13 Moctezuma Xocoyotzin; en Texcoco 11313í3 otro para 105 inválidos
c1e guerra; en México y C1101u13 1-un— cionaron 35i105 para ancianos, y
Moctezuma 11 sostenía una 0353 para. enfermos incur3131es. Aunque coexí5tí3n
105 médicos (t]amatímíní) y 105 hec11íceros (nahua”í), 105 antiguos mexicanos
sa1)í3n c1istinguir 10 científico ¿9 10 que no 10 era.. Fray Bar—
Jcc>1orné (16 135 Casas que¿ó m3r3ví113¿10 cle1 trabajo de 105 curanderos
indígenas, pues nunca vio que muriese persona a1gun3 por 31105 3tem1ic13.
Cuando Hernán Cortés resultó herido en el episodio ¿“13 13 Noche Triste, solicitó
que 10 3tent1íeran méc1ícos y
cirujanos indígenas. Lºs conocimientos méc1icos c1€ 105 antiguos mexicanos 3ún
£orman parte de nuestra herencia cu1bura1.

2.4.3. Química

Los conocimientos químicos antes de 13 conquista estuvieron básicamente


r313cí0n3¡105 con 13 o13tención (16 medicamentos a partir 51€ 135 hierbas y 13
fermentación 119 105 zumos (131 maguey. Otro campo de gran importancia para
91 México preco1om1>i— nio fue 13 o1)tención (13 co1ores, que fueron
utí1iz3(105 en cerámica, mur31es y pieles, y que 105 antíg'u05 mexicanos
o1atenían (143 105 insectos 0 por 13 mezc1a de sustancias miner31es. Así, por
ejemplo, de 13 coc11íní113 (noc/re'zf/í) se o13tení3 e1 co1or rojo y se utilizaban
105 óxi(105 de hierro y 135 3rci11as míner31izadas para 13 313110r3ción c1e
otros co1or3n- tes. En sus construcciones 105 mayas uti.1izaron, para 135
e¿ifícacíones comunes, el 133rro y 01 3c101)e; para sus 017135 piramit131cs, e1
cemento y 61 concreto,
emp1eando en su 01ñención óxíc10 (13 calcio. Los aztecas 1313ricaron pape1
utí1ízam10 yeso; también 1ogr3ron varías 31eaciones de bronce, oro-co13re, p13
— t3—co1are y co13re-P10mo, o13tenient10 con 3110 materia1es ¡13 gran
resistencia, asimismo, emp1e31)3n (1i- versas resinas como pegamento y también
135 uti1i- za1>an en sus pinturas y en 13 fabricación de medicamentºs. En cuanto
31 aspecto estético, tr31saja» ron piec1ras preciosas verdes constituic135 con
base en 11uorit3 (fluoruro de calcio) y uti1ízaron en sus 013ras (16 arte piedras
como 13 turquesa, 31 jac1€ y e1 3231330113; 13 Belleza artística es un e1emento
importante en e1 munc10 prehispánico para 31 desarrollo práctico de 13 química.
Así pues, en nuestro pa53f:10 inc1ígen3 estuvo presente 13 transformación de 13
materia, aunque se carecier3 (1e una exp1ícacíón científica respecto 3 105
procesos químicos.

2.4.4. Astronomía

En13 época prehispánica e1 interés en 13 astronomía se 133531>3 en (105


objetivos: uno científico, 13 e1a1xoración de un c31em13rio preciso; y 01m
humanístico, 13 correlación entre fuerzas y fenómenos celestes orientados 3 13
adoración y 13 adivinación.

Las cu1turas que 11311 aport3c10 mayor información sobre 13 astronomía


prehispánica son 13 olmeca y 13 maya. Uti1iz3nc10 el método estadístico, se 113

Segum13 Unic13c1
H ::poc11do conc1uír que estas civilizaciones 11egaron a Los calen estrucconocer
13 duración (131 año síc1era1 con igual o turaáosaparti; 360, mayor precisión que
105 europeos y orient31e5, me— 364 y 365 c1ías-. 20, 61 ¡1i3nte 13 observación
y 13 anotación cuic13d053 ¿e número 260 y ' - sinó13 posición c1i3ri3 (1:21 501,
13 Luna, Venus y 31gu- dico c1e Venus nas estrel135 como 135 Siete
Ca13rí1135, conocidas
también como 135 P1éy3cles.

Antes de 13 113g3c13 de 105 españo1es, se contaba con tres ca1enc13tios:

Uno ¿e 18 meses, de 20 (1í35 cada mes, más 5 c1í35 aciagos o nemantemi, 3105
que C3(13 cuatro años añac1í3n uno más—. Otro (13 11'est3s móviles ¿e 20
caracteres, uno por c3¡13 (1ios: “¿ecí3n —5eg'ún cuenta 1-ray Bernan1ino <1e
Sahagún— que cada uno ¡113 esos caracteres rein3113 13 días, 105 cuales
juntos son 260 c1ías".

Y ¡51 último c31ent13rio, que era mucho más 13rgo, est3133 1ormado por cuatro
grupos ¿e 13 años, 105 que juntos 1130í3n 52 años, 3 cuyo término se
ce1e1>ra1;313 ¡fiesta del Fuego Nuevo o 1131 Nuevo 501.

2.4.5. Matemáticas

En Mesoamérica 11u1)o grupos l1e nivel cu1tur31 alto: 105 mayas en el este,
o1mec35 y toton3cas en 13 costa c131 Golfo, mixtecas y zapotecas en 13
vertiente r1e1 Pací£íco, t3r35c305 en e1interior13custre y n311u35 en 31
A1típ1ano.

Los cóc11ces y monumentos que sobrevivieron 3 13 conquista española, nos


permiten tener una 11133 c191 31to gr3¿o que estas cu1turas 31c3nzaron en
cuanto 3 producción Científica y técnica. Sus conocimientos astronómicos y
matemáticos, así como su sistema ¡1e cómputo cronológico y c31endáríco, fueron
135 gr3n¿es contribuciones prehispánicas 31 desarro110 ¿e 135 ciencias exactas.

1.3 precisión1ogr3da por 105 mayas en sus cá1cu105 astronómicos —t31 como
nos 113 11eg3c10 3 través (131 Códice DresJe— es not3131e. Asignaron 31 año
50131: una duración de 365.2420 <1í35. Asimismo, desarro11aron un sistema de
numeración vigesim31 con notación posicion31 y e1 en1p1eo del cero; el cero en
13 numero1ogí3 maya signi£íc3 principio y fm; también fue uti1iz3c10 por los
mexicas y por 05 cu111u35 ¡13 Texcoco; en 105 có¿ices se representa de co1or
rojo, en Palenque e1 g1í£o signi1ica 303133miento, terminación, y guarda un
v31or posicion31. Ca1>e 113cer notar que hay Clos formas c1e1 sistema
vigesím31 ¿e numeración: 13 uti1ízac13 en 105 cálcu1os (1e 13
vida diaria y 13 ca1endáric3.

Antecedentes de 13 ic1enti(13(1 nacional en 10 que hoy es Casas Granc1es,


C1ú11u311u3: 11311it3ciones (13 varios pisos, hechas (13 10(10, así como
forti£icacione5, c3n3135 para desviar 31 agua (13 105 ríos & ínc1uso pequeños
puentes por donde se podía. cruzar 3 pie. Aquí, 3 (1i13renci3 (13105 pue13105
mesoamericanos, sí conocieron 13 co1um.n3 como elemento constructivo, como
10 muestran 105 113113ng5 (13 Zape, Durango. En La Quemada, Zacatecas, 105
inc1ígen35 trazarón camínos, utilizaron 13 co1um.n3 de mampostería seca —
5'm3rgam353 (1e ca.1— y construyeron muros (13 carga o (13sostenimiento en
sus ec1i£icaciones.

En Teotihuacan y Monte A1bán emp1earon 13 cantera, 13 c31, 13 arena y 13


arci113, y en Mit13 aparece e1 manejo (13 5i113res y (1inte1eK5 cíc1ópeos hasta
(18 24t0n3131135 de peso. En 233c11í13anx3<:a, 131Jrí03ron 13(1n'1105 y 105
uti1izaron en sus construcciones.

Para recoger el agua (15 11uvía, 105 mayas fueron expertos en represas y
cisternas; t3m13ién destacan sus o13r35 de irrigación y (13 drenaje, y
establecieron mú1tip1es re(135 (13 comunicación 3 partir (13 13 ciu(13(1 (1e
Co1aá, en e1 noreste (1e Yucatán: 5610 e] camino que 1133 & C11íc1xen Itzá
media 100 12m de 1argo y 5 m (13 ancho, y tenía una base (13 piec1r3 cubierta
por una capa (13 guijarros c31cáreos sumamente gruesa. A1 construirse en 1963
13 carretera (1e Carti11o Puerto 3 V3113c1011(1, quec16 31 ¿escubierto este
ímpresionante camino maya. '

Entre 105 agricu1tores aztecas es notab1e 13 construcción (13 c11in3mpas para.


13 5iem1ar3 (1e hortalizas, así como (13 c3n31es para 31 transporte 1acustre y
de acueductos para com1ucir e1 agua pot31;1e, como 31 que 11m (13
C113pu1tepec hasta el centro (13 Tenochtitlan, hecho (1e ixt1e y carrizo, y
sostenido por piedras y estacas. También construyeron 03123(135 y puentes para
comunicar unas con otras y permitír1aajo (1iC1105 puentes 13 1i1>re circu13cíón
(13 135 canoas.

En 13 30tu31í(13(1105 ingenieros mexicanos tienen 3 nive1 mundial c31ific3cíón


c13 exce1encia, 10 cual no es nove(1050, pues 1es viene c1e herencia. En
e1ecto, 105 antiguos mexicanos tuvieron una noción muy 01313 (13 135
cimentaciones, conocieron 105 3n(13mi05 y 13 p1omad3, usaron e1 nivel y fueron
excelentes topógra£os; también practicaron excavaciones con fines mineros. Son
muestras sobrevivientes (1e todo 8110 sus casas, p31acios y pírámi(1&s; 13
Texca/co o casa (13 135 o13ras pú1)1i€as que aparece en 31 Códice Mendom'no,
135 mur31135 de sus fortificaciones y 135 terrazas que aún se construyen en 135
13(1er35 (1e/105 montes para el cu1tivo; 105 1131132g05 (1e ga1erí35
su17terráneas o socavones y t3j05 313iertos en 105 cerros (13 135 zonas mineras
(191 noreste de Pachuca, Hí(131go, y (19 13 Tierra Ca1iente en Guerrero.

Ahora bien, como el V311e (1e Anahuac est3133 situado en 13 parte más baja (1e
13 cuenca y rodeado(13 montañas que ímpe(1í3n 13 531i(13 c1e las aguas, en
tiempo (19 11uvi35 501í3 (1e51>or(13rse e] 13g0 y también 53 (1e51>or(131)3n
105 ríos. Entonces 105 po1313(10re5 construyeron (1ique5 en 105 1ug3res
(10n(13 más inun— (13cíones se registraban: T1acop3n (Tacuba), No- noa1co,
Chapultepec,_Tepeyac y Coyoacán. Pero aun así, 13 cíuc13c1 (1e Tenochtit1an
padeció una tremem13 inunáacíón en 14:49, (1ut3nte e1 rein3(10 (1e
Moctezum31111uicamjna, quinto emper3(10r azteca… Las pn'ncip3135 avenidas
que contribuyeron 31 desastre vinieron (1e1 norte, por 51 río Cu3u11titlan.
Entonces N 3-za11u31coyot1, señor (1e Texcoco, contribuyó con el proyecto y 13
dirección (13 un gran (11que (1e 16 12m (13 13rgo, que se construyó con piedra,
133rr0 y estacas (15 madera, que iba desde Atzacoalco 1135t3 Izt3p31apa y que
(1ívic1í3 3113go en (105 partes: 13 más grande, 31e5te, tomó e1nom13re ¿e
Lago (13 Texcoco; 3 13 menor, que r0(1e3133 3 Teuochtit13n, se 1e 113mó Lago
(13 México. Veinte m.i.1 110m.13res participaron en esta gran obra, que además
tuvo 13 virtuc1 (1e separar 135 aguas 5313(135 de 135 (1u1ces, convirtiénclose
e1 poniente (1e1 valle en un paraíso de agua c1u1ce donc1e 1131)í3 especias
mú1tip1es (1e peces y 3ni(1313311 135 aves acuáticas. Ya sin pe1igro (13
ínun¿3cíones, se construyeron chinamp35 3 to<10 10 largo de 105 c3n31e5,
constituyendo verdaderos jardines £10t3ntes (1e Home y hortalizas que
313gr3133n 105 1'J3n'i05 y contribuían 31 £10recimiento económico (13 13
región. Entre 105 (105 13505 11311í3 compuertas que formaban parte (1e1 (1i—
que, se abrían o se cerraban para controlar e1 paso (1e1 agu3 y evitar que
crecier3n 105 nive1e5 31re(13(1ot (le 13 ciw13c1 1:13 Tenochtit13n. En 31 sur
también se constru— yeron 105 (11ques (1e T1311u30 y Mexicaltzingo, que—
(13n(10 (1ivi(11(10 e1 13go de 353 región en (105: 51 de
C113100 y el (1e Xochimilco. De manera que, antes (13 ¿estruir13, 105
españo1es tuvieron oportuni(13(1 (13 conocer un3 gr3m1iosa metrópoli en 13 que
podían 013— servarse 105 más insó1ítos 3v3nce5 ¿e 13 ingeniería.

2.4.7. A1g1útechzr3

Cuando nace 13 3grícu1tur3, e1 110m13re deja (19 sernóm3(13 y se convierte en


se(1ent3rio¡ gracias 3 13 proc1ucción (13 comestí131es, 105 asentamientos 1111-
Segum13 Uniclac1

manos gozan (13 estabi11&ad; 113y exce¿ent35 31imentí1:ios que permiten 13


organización jerárquica, 3 división (13 clases socí3135 y 13 (1ivisión (131 trabajo.
Es entonces cú3nc10 105 110m13res empiezan 3 construir.

Entre 1200 antes (13 nuestra era y 200 (13 nuestra era 103 antiguos mexicanos
se organizan 133jo regímenes teocráticos, es (13Cír, tienen un gobierno ejerci(10
por la casta sacerc10t31, que se consi(13r3 representante (1313 divini(13(1.
En1as 31(1333 se construyen 103 primeros centrºs ceremonia1es en T13pacoy3,
Cuicuilc_o, 31 área 01111333. y La Venta. La motivación ze1igiosa origina 105
basamentos, 1as construcciones pir3míc131es, 135 superposiciones (13
estructuras y 135 p13t31ormas, comunes 3135 (1iversas regiones; 10 que varía
(13 una región 3 otra son 135 hadas y recubrimientos, 13 co1ocación (13 135
piedras y 31 moda (13 13131231135.

En virtud (13 13 organización teocrática, 33 11311313311 sep3r3(133 13


resi¿3ncía (13 103 (1i0335, 135 (1er— (13ncias sacen10£31es y 133 áreas (13
concentración popu13r. 133313 el recinto ceremonial 1131>í3 gianvisi1oi1ic13c1
113313 105 alrededores, gracias 3103 emplaza.

133 pírámi ' 7 3 motivos re1igiosos, pero 30 in3(103 con taciones (13 carácter
astronómico y geoméuim. La ¿3comción 3r3 (1íferente en 03:13 e¿i£icio, wgímla
¿ei— (13(1 313 cu31 £uer3 (13<1i03(10. La £orma pirami¿ál se origina en 13
necesic1'ad (13 elevar y aislar el templo, tanto por motivos re1ígiosos como para
preservado (13133 ínuru133'mnes y evitar que entmr3n 105 anima— 135. La
ascensión sue 3 ser (1111c'11 en virtud (1313 Vert'1031í(13(1 (31 per31t3 (13 105
escalones 33 muy alto y 13 11u3113 angosta). De me(1i3(105 y 111133 (13 este
períoclo proce¿en 31 primer horizonte (13 Teotihuacan y los
(105 primeros (13 Monte Albán.

Entre 200 y 900 135 construcciones importantes ya no fueron exc1usiv3mente


para 31 cu1to religioso, sino que se (1iseñaron recintos para (1iversos usos,
mientos. La construcción (13 pues, aunque 103 regímenes siguieron s'13m10
teocráticos, surgieron 135 ciudades y 103 centros urbanos.

Destacan en esta época 135 escu1tur35, 13 pintura mural 31 1resco, 31


(1353tt0110 (13 13 astronomí3 y e135 matemáticas, 103 ca13m13rios y 31 cu1to
3 Quetzalcoatl. A este perí0(10 correspom13n, por ejemp1o, 105 1xorizóntes 11,
111 y IV (13 Teotihuacan, y 105
horizontes 111Ay 11113 (13 Monte Albán y Xoe1úca1czo.

Una muestra signí1icativ3 (13 Teotihuacan 111 es 31 templo (13 Quetza1coat1,


en 31 conjunto 313 Ciuda(1313, (10n(13 se asocian 31 ta1uc1 y 31 ta1)1ero (13
tal

Antecedentes ¿e la irlentíclacl nacional construyeron alre¿edor ¿e plazas y


espacios pareci(105 & calzaclas; el juego cle pelota estaba terminado con
bajorreheves y elementºs escultóricos como volutas y ganchos entrelazados. Los
principales instrumentos para. la construcción £ueron mazos, cañas, cinceles,
pulic[oras y ploma¿as.

De 900 a 1250 las sociedades teocráticas presencían el surgimiento ¿e estados


militaristas que se expanden territorialmente y someten a otros pueblos al régimen
¿e trilautos; a&optan el militarismo los toltecas, los matlaltzincas, los míxtecm y los
totonacos; en Tula participan en las obras arquitectónicas grupos sojuzga¿os ¿e
teoti.huacan05 y otomíes, son rasgos característicos los colºsos, chacmoles,
caríáti¿es en £orma de guerreros y templos ¿e planta circular o rectangu]ar.

Entre 1250 y 1521 los grandes estac105 militaristas se consolí¿aron, exten¿ieron


su imperio me¿iante las armas y el comercio, e impusieron a los pueblos
sometíclos su religión, su idioma y sus costumbres.

Los tamscos tuvieron su centro cle poder en Tzíntzuntzan, los aco]luuas en


Texcoco, 105 mexicas en Tenochtitlan, los zapotecos en Zaacl1i_la, los
matlaltzincas en Teotenango y 105 mayas en Mayapán. Las metrópolis fueron
entonces embellecídas con jardines Botánicos y paxques zoológicºs, re¿es ¿e
agua potable y fuentes públicas, como £ue el caso ¿e Texcoco ¿urante el
goBiemo ¿e N ezahua1coyotl; monumentos, gran¿es eclifícios e insta1aciones
para almacenar víveres y materias primas, como ocurrió en las ciu¿ades de la
Triple Alianza: Tenochtitlan, Texcoco y Tlacopan (Tacuba).

La arquitectura se aclaptaba así a la nueva situación ¿& poder.

En Michoacán los tarascos levantaron las yácatas cle Tzintzuntzan, que eran
monumentos ¿& basamentos rectangular y circular combinadas, construidos por
capas alternadas ¿e lajas y revestimiento, y que estaban ¿ispuestos en cuerpos
píramitlales, con pasillos estrechos entre unos y otros ; sobre la parte superior de
las yácatas había a&oratorios con techo ¿epalma.
Tenochtitlan era la capital del imperio mexica, fue £un¿aáa en 1325 y, en sólo dos
siglos, alcanzó un increíble esplendor; estaba ubicada en el Lago de México y
comunicada con Texcoco, Iztapalapa, Popotla, Chapultepec y Xochimilco, por
medio de canales y calzadas; la grandeza de Tenochtitlan se veía reHeja¿a en su
urbanización y su arquitectura.

El Templo Mayor estaba constituido por cuafro laasamentos terminaclos en talud,


con ¿oble escalera y doble al£ar¿a, en cuya parte superior estaban los tem? plos
¿e Tlaloc y Huitzilopochtlí; una muraHa ¿e serpientes rodeaba el recinto;
plataformas, ]aasamentos y edi£icíos piramidales, con estructura de piedra,
£ormalaan el centro religioso y político; 1'13131a otros eclifícíos cubierkos con
vigas de madera inclinac1as, revestidas ¿e gruesos aplana¿os decorados y
pintaclos; 105 espacios exteriores estaban ¿estinaclos & las concentraciones
religiosas y civiles. En Tenochtitlan había gran número ¿e templos, escuelas para
nobles y plebeyos, instalaciones para almacenar los tribut05, palacios con
hermosas huertas; la ciuclacl contaba con jar¿ines botánicas, parques zoológicos,
barrios, merca¿os, acueductºs, canales y calzadas. En" el ámbito cultural
florecieron la literatura, la pintura, la escultura y e1 arte plumario. Hernán Cortés
relata que la ciudad era tan grande como Sevilla 0 Córdoba y que la plaza
principal era dos veces mayor que la de Salamanca; le impresionaron lºs portales
que la rodeaban, la amplituá ¿e 105 espacios públicos, la distribución ¿e las calles
y los edificios, la calidacl ¿e los palacios, la belleza de los templos y la armonía
cle1 conjunto urbanístico. En 1521 Tenochtitlan fue ¿estruícla por el conquistaclor.

2.4.8. "Cu1fura cle libro"

En la época prehispánica no poclemos hablar de una imprenta Jformal, pero si ¿e


pintores (t/acuílas) en— carga¿os de realizar las pinturas, siendo éstas de gran
interés histórico; pintaban sobre papel amate, utilizando colores vegetales,
minerales y ¿e la tierra, auxilíándose de brochas de pelo, 0 Bien de sellos o
píntaderas.

Los libros prehispánicos, llamados cóclices, son de gram importancia para el


estudio y cºnocimiento ¿e las culturas mesoamerícanas. En ellos fijaron nuestras
antepasados sus conocimientos científicos y religiosos, sus tradiciones y su
historia, por 10 cual se les considera portadores de una verdadera "cultura ¿e
libro". Pocos se conocen, pero se sabe por las crónicas ¿e los conquistadores que
se llegaron a formar verdaderas Bibliotecas como la destruí¿a de Texcoco.

Todos los códices tienen la forma de tiras dobladas en páginas, excepto


laMatrfcu/a de tributos y el Se/Jen; el primero presenta la forma ¿8 un libro al
modo europeo y el segundo la ¿e una tira enrollable. El resto tiene la apariencia
(le pequeños Bíombos. Sus

Segunda Unidaul
¿imensiones son variables: de 105 que están completos, algunos son cortos y
otros muy largos, pues van de 3 a 14: metros de longituc1, aunque 105 hay
también £ragmenta¿oe de sólo un metro; e1 ancho tampoco fue uniforme.

Lºs códices aztecas y mayas están pinta&os sobre tiras de papel fa]:rica¿o con1a
corteza ¿e &iversos árboles, principalmente áe1amat/ o amate; los mixtecos y los
poblanos—tlaxcaltecas lo hicieron sobre tiras de piel de ciervo, curti¿as y
cubiertas con estuco blanco
y puliclo, sobre cuya superficie se plasmaron 105 glifos pictográ£icos,
ideográ£ícog y J£onétícos.

Los có¿íces originales, repartidos actualmente en bibliotecas rle Europa y Estados


Unidos, llevan nombres que nada tienen que ver con su carácter prehispánico; así,
por ejemplo, se les ha Bautizado con los nombres ¿e sus descubridores o de las
cíudacles en las que ahora se encuentran.

Son conociclos hoy en ¿ía tres códices prehispánicos mayas de carácter


astronómico y calendáríco: el Códice Dresde, el más bello ¿e los tres, pinta¿o
hacía el año 1000; el Códice Pérez, que correspon¿e al siglo XI (finales de la
época clásica de la cultura maya), y el Códice Madrid, un poco anterior a la
conquista. En 1971 se anunció el ¿escubrímiento ¿e
un cuarto códice maya, que £ue exhibico por primera vez en una. exposición sobre
la antigua escritura maya., en Nueva York. 59 trata de un Jfragmento de
1Lpáginas de un libro escrito en papel amate en el período Posclá5íco, referido
especí£icamente a los ciclos ¿el planeta Venus. El códice se encontró en una caja
de madera herméticamente cerrada, la que contribuyó a evitar que la humedad
¿añara el papel de corteza; £ue ¿escubierto en una cueva del estado de Chiapas
y formaba parte ¿e un conjunto funerario de objetos cle gran importancia, entre los
cuales se encontraba una hermosa máscara de mºsaicos que J¡Cue ac1quirida
por una institución norteamericana, la Robert Wooa's Bus Co”ectíon.

De los có¿ices mixtecas se conservan nueve manuscritos pictográ£ícos pínta¿os


en piel ¿e vena— ¿o entre los años 824 y 1542, que refieren la 1115- toria
dinástica (le los soberanos míxtecas, las ceremonias y las guerras, en JEo1-ma
detallada y con ¡[.e— chas precisas. Destaca entre eHos e1 Cóa'íce Nutfa” que es
una ver¿aclera obra ¿e arte por su rico coloríclo, sus £iguras en movimiento y la
precisión y Íinura de sus trazos, lo cual revela una gran sensibilidad de los artistas
prehispánicos ¿e Oaxaca.

Antecedentes ele la identidacl nacional

caso de 105 adobes, y los ladrillos eran cocirlos en hornos.

Utilizaban piedras blandas como la esteatíta, semíduras como las calcáreas y


duras como el sílex para producir punzones, perfora¿oras, raspadoras, martillos,
mazos, cuchillos y hachas, mediante técA nicas ¿& percusión, presión y puliáo.
Con huesos, clientes ym1ernos cle animales hacían punzones, agujas, objetos
caseros, a&orn05 y obras ¿e arte.

También trabajaban la mac1era. Con troncos y ramas pro¿ucían canoas, vigas,


soportes, muelnles, biombos, tambores, arcos, Hechas, lanza dardos y pa105
arrojadizos.

Utilizaban los metales para hacer coas, hachas, azaclas para cavar La tierra,
alfileres, puntas cle lanza y de Hecha, azue135 (herramientas de carpintería),
cince1es, punzones, anzuelos, soportes, pinzas, redes ¿e alambre, agujas,
Bastones, mangos de abanico, estatuiHas, máscaras, cascos, monedas, espejos,
vasijas, pipas, boquillas y punterías ¿e cerbatanas, arcos, broches, penachos,
escuáos, dia&emas, cinturones, suelas ¿¿ santialias y una gram variedad (le joyas
y ornamentos.

Con las manos trabajaban el barro para mo¿e- lar objetos de uso ¿oméstico,
religioso y ceremonial: Jfiguras con forma humana, animal o vegetal; cazuelas,
ollas, platos, jarros, molcajetes, ¿iferentes tipos de vasijas y una gran varieda¿ ¿e
malacates (útiles para hilar).

Una ¿9 las más importantes conquistas técnicas ¿e 105 pueblos prehispánicos fue
la manufactura cle hilos y teji¿os. Utilizaban la fibra del algoclón, del henequén y
clel maguey.

Para el teñido se usaba la cochinilla ¿e grana, que daba el color rojo ; La semiHa
¿el achiote, para el color anaranjaclo; las hojas de xoc]1ipal]i y ¿e zacatlaxca1]i,
para el amari—
110 y e] ocre; la planta Hamacla xiuclzquílif] para el azul añil; el negro se obtenía
con polvo mineral conocido como t1a]ilzixac; el ver¿e, mezclanclo el amarillo con
el azul; el púrpura, con un carac01illo de la región huave, y el blanco, calcinando el
sulfato ¿e cal. Solían mezclar los pigmentos con aceite de chía 0 con jugo (le
tzacut1í para darles consistencia..

Con las telas confeccionaban prendas ¿e abrigo () de vestir como mantas, faldas
que daban vue1ta al cuerpo, quechquémeles, mazt]atlo taparrabos, túnicas ¿e
manga corta, enaguas, huipi1es y Jfajas.

También hacían vesti¿os ¿e pieles, adornados con oro, plata y piedras preciosas.

D91 árbol ¿el amate utilizaban las fibras de la corteza para hacer el papel.
También se podía producir papel con £íbras ¿e maguey. Era muy resistente y se
empleaba en las pictografías y en objetos ceremonia? les como penachos cónicos,
trajes para las £estividades religiosas, estandartes, insignias y brazaletes.

Mediante la técnica de castración (le las plantas, obtenían azúcar de 1a caña ¿e


maíz y de] maguey; de este último tamlaién aprovechaban 61 aguamiel, que
fermenta]aan para producir el pulque. La miel de abeja era, asimismo, consumida
en gran escala.

Las p1umas de quetzal, garza, colibrí, loro y otras aves propias ¿e las diversas
regiones mesoamericanas, servían para confeccionar lujosas capas, coronas,
escudos utilizados en las ceremonias, trajes y abanicos para Ias £estivídacles.

Las técnicas de or£ebrería y joyería alcanzaron gran relieve, sobre todo entre 105
míxtecas (le Oaxaca y los tecpanecas (le Azcapotzalco Los £unc1íclores utilizaban
hornos pequeños de forma cilíndrica, crisoles y moldes c1e arcilla para trabajar el
oro con la técnica ¿e la “cera perc1ida", llamada así porque la parte interior de los
m01cles se cubría con una delga
aa capa de cera antes de vaciar el oro £undiclo y. una vez endurecido el metal, se
sacaba la J£ígura del ¡no]— (1e; la. cera había serví¿0 para evitar que el oro líqui-
do se ¡negara a] molcle de arcilla; ¿espués de ser utilizada, esa cera ¿esaparecía
o se perdía por efecto del calor. Actualmente, en las antiguas zonas mineras, los
campesinos suelen encontrar pequeños trozos ¿e oro aclhericlos a minúsculas
porciones de cera, o sea que ésta no se percha en su totalidad. Había ac1emás
otras técnicas para trabajar el oro: después de fundirlo y antes ¿e que se en£riara
totalmente, las martilla¿ores lo a&e1gazaban, luego labralnan Ia chapa ¿e oro de
moc10 que resultaran Jfiguras en hueco o en relieve (técnica del repujaclo o
grabado). Lºs mesoamerícanos aprovecharon 13 ¿uctiji¿ad del oro para hacer
hermosas joyas ¿e filigrana, conocieron la soldadura y también el doraclo en
ma¿era.

Tercera Unidad época colonial

3.01Eur aenel sigloXV1. Transición ¿el eudalísmo al capitalismo

3.2 Encuentro ¿e dos mundos y sus transformaciones cu1turales & la. llegada de
los españoles

3.3 Organización económico-Ipolítica, territorial y social ¿e la Co onía

3.4 Contradicciones internas agudizadas por las re£ormas borlvónicas

3. 5 Superviwzncías y aportaciones de las épocas prehispánica y colonial

3. Ó Corrientes ideológicas y etapas ¿e la Revolución de Independencia

Tercera Unidad época colonial

Resultado de aprendizaje propuesto. Que el alumno explique e1 proceso c1e


Jformación de la N ación Mexicana & través ¿el estu¿ío cle la época colonial y la
Revolución ¿e Independencia.
3.1 Europa en el siglo XVI (transición ¿el feu¿alismo al capitalismo)

Podemos preguntarnos qué acontecimientos surgídos en 105 siglos XIV y


XVhicieron posible el desarrollo posterior y la superación del Me¿ioevo. A ese
respecto tenemos que se integran tres corrientes principales: por un lado la que
conduce a la a£irmación ¿e la monarquía autoritaria. y ¿el estado moclerno, por
otro, la que consolida el empuje cultural
¿el Renacimiento y de] movimiento humanista; y, asimismo, el trascendental
Jtuenómeno ¿e crecimiento y evolución económicos que ¿e la revolución
comercial y urbana (entre los siglos XI yXH), conclucíría —en la segunda mita¿ del
siglo XV— a la plena definición ¿el capitalismo inicial.

De esta forma, una vez más, el tránsito ¿e los tiemp05 medievales a las etapas de
la Modemiclacl aparece como el resultado (la un constante y dinámico proceso clc
crecimiento. Así, si e1 Renacimiento no fue la negación (le] Meclíoevo, sino su
más lógica
y legítima superación, el capitalismo no aparece como una espontaneidad
negativa respecto'al pasa¿o, sino como el resultado —maduro y poderoso— de un
proceso de crecimiento me¿ieval".' Ahora pasaremos a examinar cómo
£gncíonaba la Edad Media.

1 Pijnan, José, Historia universal, &. VIH, Barcelona, Salvat

Erlítares, 1980, 194 pp., pp. 25-26

Durante la E¿ac1 Me¿ía La mayor parte ¿e las Lie»tras de Europa central y


occidental estaban divic[ic1as en zonas conocidas como feudos. Un feuclo estaba
formaclo por una alclea y varios centenares de acres ¿& tierra laborable en tomo,
en donde los alcleanos trabajaban; al borde de la tierra laborable había
habitualmente una faja ele terrenos consistente en praderas, terrenos yermos,
bosques y pastos. Los feuclos variaban en cuanto a tamaño, en cuanto a
organiza? ción y relaciones entre sus pueblos, pero sus características eran
semejantes. Dentro de éstas últimas tierras de pastos y bosques, trabajaba el
común ¿e la gente, la otra estaba dividida entre el señor, su hereclad y los
arrendatarios. La gente que vivía en las primeras debía trabajar dos o tres ¿ias por
semana la ¿el señor, lo mismo el arrendatario. En realidad la mayoría ¿e 105
arrendatarios eran Hamados siervos (sierfVo, en latín servus, que significa
esclavo). Pero no eran esclavos en el verzlaclero sentí¿o ¿e la palabra.

El esc1avo ¿el antiguo Imperio Romano, por ejemplo, era propiedad que po¿ía ser
vendic]a o compra a, onde quiera y en cualquier tiempo, pero el siervo cle la Edad
Me¿ia no po¿ía ser vendiclo y tenía la posesión de tierra en una parte del feudo,
por mal que se le tratase; el siervo, en fín, poseía £amilia, un hogar y el uso de
algunas tierras.
No había leyes como las existentes actualmente para gobernar, en cacla feudo
poclían regir ¿iversas costumbresl La costumbre ¿el feudo signi£icalaa 10 que ]as
leyes aproka¿as para el gobierno ¿e un país o ciu»

Tercera Unida£l

¿ml en nuestros tiempos, pues en la Edacl Me<1ía no había un gobierno £uerte,


to¿a organización se basaba en un sistema (19 Obligaciones mutuas y de
servicios, cles¿e 10 más alto a 10 más bajo. La. posesión de la tierra imp1ícaha
¿etennínadas oh]igaciones que ¿abian ser cumplidas, de lo contrario se le podía
quitar la tierra a su poseedor… Los servicios que el siervo ¿chia al señor y que el
señor debía el siervo (por ejemplo la. protección en caso cle guerra), eran todos
convenios cumplidos según la costumbre. Ocurría que a veces esta era violada,
entonces se resolyía en la corte ¿el señor según la propia costumbre.

En muc as ocasiones el señor era simple anemiatario de otro señor (le más
jerarquía, que en ocasiones era un con¿e, quien a su turno la había recibido de un
duque, éste ¿el rey y a veces este rey ¿e otro rey.

E1dinero que los señores £eutlales tenían no poclía seguir trabajando, en primer
lugar porque el interés era castigado por la Iglesia como usura2 y a¿emás porque
no se necesitaba mucho dinero para compm, pues el alimento y 135 ropas
proveríían ¿el propio feudo.

Además el señor agregó a su serví¿umbre los siervos que eran buenºs artesanos,
para que hicieran cuanto él necesitase. Por eso la altlea feu<lal prácti— camente
se abastecía sola, esto es, producía toxic en relación a los requerimientos ¿e la
misma.

Más tarde las cmza¿as le dieron un gran impulso al comercio. Decenas cle miles
(le europeos cruzaron el continente por tierra y por mar para arrebatar1e a los
musulmanes la Tierra Santa. Como necesitaban abastecimiento & to¿o lo largo de
la ruta, 1es acompañaban comerciantes, quienes les proveían de lo necesario
durante el viaje; a su vez obtenían provecho ¿& 105 lugares visitarlos, pues
conseguían nuevas mercancías. Así, los cruza.&os regresaron ¿& Oriente con un
apetito voraz por las ropas, las comit1as lujosas y extrañas. A¿emás, sumémosle
a esto el gran aumento ¿e población en el siglo X, muchas (le estas nuevas
generaciones eran gente sin tierras y vieron en las cruzaclas una oportunic1a&
paré mejorar su posición.

La Iglesia también intervino en las cruzadas, haciénclolas aparecer como


¿estimadas a. propagar el Evangelio y exterminar alos enemigos (le 1a fe.

2 La Iglaia kamlvién era propietaria de grancles extensiones ¿e Hem,


desempeñaba el mismo papel que un señor Faurlal, sólo que su po¿erío
económica era el más grancle ¿e tmla Europa.
Epoca colonial

zaron a ubicarse £uera ¿e1as muraHas clel burgo; poco a poco se fueron
reuniendo más comerciantes en los alredeclores y el faulmrg o "fuera ¿el ]3urgo"
se hizo más importante que el propio burgo.

Los campesinos empezaron a abandonar las alcleas feudales, para trasla¿arse &
las poblaciones más activas; entonces las ciudades se presentaron como una
alternativa ofrecida ante la situación feudal.

Los comerciantes se unieron en asociaciones llamadas guí/c]s (gremios) o hansas


(uniones mercantiles), para clefenclerse ¿e los bandoleros o por mar ¿e los
piratas. Los gremios se apo¿eraron poco a poco de] control de ciertas mercancías,
ellos supervisakan el precio del prorlucto y su venta en el mercado; cualquier
artículo, a1 entrar o al salir, debía pasar por sus manos, pues había un estricto
cuidaclo en cuanto a calidaá; eliminaban la competencia y para po¿er ejercer
clícho control ¿ebían estar “bien" con las autoridades, en muchos casos ellos
ocupaban los cargos en el gobierno. La Liga Hanseática tenía casas (le comercio,
que eran a un tiempo fortaleza y almacén, extencliénclose descle Holanda 3
Rusia; llegó a tener barcos cle guerra y control sobre varias poblaciones, este es
fan sólo un ejemplo del alcance que tenía clicho organismo

Con esta forma (la organización gremial también cambió la industn'a, pues antes
ésta se desarrollaba en la casa clel campesino y todos los familiares participaban
con el propósito ¿e satisfacer sólo las necesidades ¿el hogar. A su vez el señor
tenía siervos que realiza—
ban esta labor, pero la ín&ustria no abastecía un merca.c10, sino las exigencias
del señor.

En cambio, con el auge del ¿inem y el crecimiento ¿e Ias ciuclades, los artesanos
tuvieron la oportuní¿ad de abandonar la agricultura y ganarse la vida con su oficio;
así se crearon los primeros talleres, ¿on¿e existían apren¿ices y jornaleros. Los
primeros eran jóvenes que aprendían el oficio, mediante un convenio entre el
muchacho y sus padres con el artesano. A cambio ¿e un pequeño ¿erecho y la
promesa de ser trabajador obediente, el
artesano se comprometía a clar albergue y alojamiento al joven mientras durase el
aprendizaje. Después el joven podía poner su propio taller y, si no contaba con
dinero para ponedo, se convertía en jomalero; trabajaba para el mismo patrón por
un salario, o laíen 13usa empleo con otro.

Formación de 105 Estados Nacionales

En el siglo X no había países tal y como los conocemos hoy. "Los escolares de1
siglo X no encontraban en sus libros dibujos o grabados de los navíos ¿e su país
hundien¿o & los cle un país enemigo".3 Hasta el siglo XV surgen las naciones,
leyes nacionales, 1en— guas nacion31es e iglesias nacionales. Las gentes
empezaron & considerarse a sí mismas c1e España, de Inglaterra o (le Francia, y
empezaron a sentir que debían lealtad, no a su señor £eudal, sino a su rey.

“Los pasos por 105 que la autoríáa<l central llegó a ejercer el poder nacional
fueron lentos e irregulares.

No fue como una escalera, con un esca1ón encima de otro y siempre en una
dirección definí¿a; fue como un camino malo con muchos vericuetos y retrocesos.
No se tarcló un año, mi (105, ni cincuenta, ni cien. Se tardó siglos, pero al fin la
autoridad central se impuso".4 Los señores se £ueron ¿ebilitanáo Poco a poco,
perdieron sus posesiones en tierras y en siervos, en muc 05 casos se
exterminaron entre sí.

E] rey fue un inerte aliado ¿e las ciudades contra los señores. A cambio ¿e la
protección que brindaba a los comerciantes, estos Ie proporcionaban préstamos,
lo que le traía ventajas como disponer ¿e un ejército a su servicio, cosa de La que
no disfrutaban los señores £eu¿ales; esto, a la vez, Lenefícíaha & 105
comerciantes, pues 105 so]datlos de] rey los protegían ¿e saltea¿ores y otros
peligros. Tenemos por ejemplo una 1ey_aproka¿a en Francia en 1439, en la que
el rey prohibía & toclos los capitanes y hombres de guerra ¿etener a
comerciantes, tra]3aja¿ores, ganado, calva1105 0 bestias de carga en el campo;
no ¿e]3ían causarle trastornos a los carruajes, artículos y mercancías que llevaran
y no les mantenclrían ]3ajo rescaíe; los debían dejar trabajar, ir y venir en paz, sin
peclirles nada, ni molestarlos o perturbarlos. Así, el Esta clo Nacional quedó por
encima (le la antigua organización feudal, consolidándose un pacto entre la
rea1eza y la naciente burguesía. El campesino, e1 artesano y el comerciante
acog'ieron con entusiasmo ]a formación ¿e un gobierno central bastante poderoso.

Los factores que contribuyeron a la revolución comercial y urbana fueron, entre


otros, el aumento de la población en la Europa de] siglo XIII, el auge

3 Hubennan, Leo, Los ¿¡enes terrenales a'c/¿onrfvre, México, Nuestro Tiempo,


1976, 380 pp., (Teoría e Historia), 9. 91. 4- ”¡ídem p. 93.

Tercera Unidad

¿e las granc1es ciud.ades mercantiles ¿el Mediterráneo, el desarrollo ¿e la Hansa


y el florecimiento de las ciudades ¿e los Países Bajos y Norte de Francia, a pesar
(16: los terribles estragos de la peste negra y la » guerra de Cien Años. Sumado a
esto, la acumulación ¿& capitales provenientes de las actixúda&es mercantiles
hizo posible inversiones agrícolas consistentes en la difusión ¿e la; áreas de
cultivo, junto con la mejora de la producción de ¿eterminaáos cultivos (cereales
especialmente); al mismo tiempo comenzaba & c1ífun&irse y organizarse una
creciente especialización agrícola (viña, olivo, fruticultura, etc.). En esta
perspectiva la inversión de capitales £acilitó la intensificación ¿e la gana¿ería
(favorecir1a en las diversas regiones por el uso ¿e pra&os cerraclos y por la
protección ¿el soberano). En el terreno minero, las inversiones dinerarias
incrementaron la explotación de ¿iversos yacimientos, especia1mente en Sajonia,
Bohemia, Tirol, Estiria, litoral cantábrico castellano, Inglaterra, Pirineos, regiones
alpinas, Lombardía, Turingía, etc. A su vez el &esarrollo minero incrementó la
industria metalúrgica, apareciendo por ejemplo los primeros 31tos hornos.
Paralelamente las guerras y toclo este desarrollo ¿esplazaron la industria lanera
hacia nuevos emplazamientos. Brabante y Hainaut sustituyeron a los monopolios
Hamencos; Inglaterra comenzó a £omentar y racionalizar su industrializacíón textil,
especialmente en Brístol,_Londres y Winchester; tam]sién aumentó la producción
textil de ¿iversos tipos en Francia, Italia, Cataluña y Castilla.

Al mismo tiempo ese ¿esmollo textil fue acompañaclo de1 acrecentamíento de


otras activic1a¿es más o menos artesanales y, en conjunto, todo este incremento
de la pro¿ucción incitlió c].e manera substancial en el ¿esarrouo gÍobal ¿e la vícla
mercantil.

Unida a este crecimiento mercantil se ¿io una transformación en los medios ¿e


transporte, especialmente en los marítimos; por ejemplo, las antiguas
embarcaciones mediterráneas, que no cargaban más ¿e cien toneladas, £ueron
desplazadas por la coca vasca, las carracas y las galeras ¿e merca¿o, que (le];ido
¿¡ su gran capacida¿ podían transportar hasta mil toneladas;' esto hizo más
rentable la navegación y el comercio atlántico. Auna¿o a ello tenemos la
canaliczación cle nuevas mercancías, el auge de puertos atlánticos como Sevilla y
Cádiz y 105 gran¿es descubrimientos geográficos (le los siglos XV y XVI, que
rieron nuevos caminos marítimos y nuevas tierras al comercio.

poder comerciar con ellas en Europa, por ejemplo el Oro y la plata, tan
importantes en ese momento, que les sirvieron para comprar manufacturas a los
países industrializados.
En efecto, España se dedicó a extraer el oro y la plata de América, mientras otros
países como Ingla- terra y Francia se industrializaban. Entonces Espa- ña tenía
que comprar los artículos manufacturados que necesitaba y que ella misma no
producía. Los metales preciosos que le llegaban de sus dominios de ultramar iban
a parar a manos de los países industria- lizados como precio de las mercancías
adquiridas, o bien como botín arrebatado por los corsarios en alta mar. El
resultado fue que España se descapitalizó y empezó a decaer económicamente, al
mismo tiempo que las naciones industriales se enriquecían. El caso de España
nos demuestra que la base de la riqueza de los hombres y de los pueblos no es la
cantidad de metales preciosos que posean, sino el trabajo y la industriosidad.
España continúo viviendo en el pasado medie- val, lo que provocó que junto con
sus colonias que- dara al margen de muchos adelantos que transfor- maron a
otros países en potencias industriales y comer- ciales, propiciando así el
imperialismo moderno, consistente por principio en la penetración de las potencias
industriales en los países de menor desa- rrollo, en los que encuentran mercado
seguro para sus productos manufacturados.
3.2 Encuentro de dos mundos y sus transformaciones culturales
a la llegada de los españoles 3.2.1. El sistema colonial español en América
La conquista española en América fue una verdade- ra cruzada con un doble
propósito: el de los misio- neros, ganar almas para su iglesia; el de los soldados,
ganar un inmenso botín. De acuerdo con las bulas dadas por el Papa Alejandro VI
en 1493, la Corona española tenía el deber de convertir a los naturales de
América a la fe cristiana y protegerlos con leyes justas. Pero esto sólo lo
atendieron algunos misio- neros; otros consideraban que si los indios se opo- nían
a la predicación del Evangelio, podían ser lesí- ltimamente reducidos por la fuerza
de las armas, y los conquistadores, que habían venido a estas tierras arriesgando
en la empresa sus vidas y fortunas, con-
sideraban que tenían derecho a despojar a los indios de sus tierras ya convertirlos
en siervos.
Según la política oficial del Imperio, la Indias eran reinos de la Corona de Castilla,
distintos de los reinos de España y administrados por un Consejo Real pro- pio.
Los indios eran súbditos directos de la Corona, no de españoles individualmente
considerados, Eran hombres libres, su tierra y bienes les pertenecían, y sus jefes
debían ser confirmados en el cargo y empleados como funcionarios menores.
Dependían de los tribu- nales de justicia españoles, pero sus leyes debían ser
respetadas, excepto cuando eran evidentemente con- trarias a las leyes españolas
de Indias. El trabajo era permitido porque se le consideraba indispensable, pero
conforme al sistema de encomienda o repartimiento, con cuotas de salario
oficiales.
Sin embargo, las disposiciones que prescribían esta política eran obstruidas de
plano por los intere- ses aviesos de los descendientes de los conquistado- res.
Éstos habían formado una sociedad desordena- da que cada vez exigía más
encomiendas y que, al serle concedidas, las convertía en instrumento de ex-
plotación de los indios.
Las leyes dictadas por la Corona fueron letra muer- ta. El rey estaba demasiado
lejos de sus dominios ame- ricanos, tan sólo concedidos por una ineficaz bula
papal, para tener auténtica injerencia en los asuntos de estos territorios. Los
colonos presionaron constantemente para lograr más concesiones y sobre todo
para conver- tir en perpetuas sus encomiendas.
Los primeros Órganos de gobierno fueron los cabildos, oligarquías locales que
tenían grandes po- deres y privilegios.
Los regidores, que mal podrían llamarse insti- tuciones representativas, puesto
que sólo represen- taban los intereses de los colonos, eran tan irres- ponsables
como poderosos. En el siglo XVI fue- ron provocando la decadencia de los
cabildos.
Las 10 audiencias —que hoy llamaríamos tribu- nales de apelación— que fueron
establecidas en las Indias durante el siglo XVI, constituyeron la única rama del
servicio colonial en que podía confiar real. mente la Corona. Los jueces de las
audiencias escu- chaban las quejas de los indios y, por otro lado, ase- soraban a
los virreyes O gobernadores en los asuntos de carácter administrativo e
informaban a la Corona sobre su conducta.
Como todas las decisiones debían tomarse en España, surgieron múltiples
problemas de carácter
51

52
Tercera Unidad

burocrático. La legislación era muy avanzada, pero ineficaz en vista de la lejanía
de los dominios pe- ninsulares de ultramar.
Los repartos de tierra, que en la época colonial se realizaron a favor de los
conquistadores y sus des- cendientes, llevaban consigo la institución de la en-
comienda, esto es, la adscripción de los grupos indí- genas que trabajaban la
tierra, con la obligación del encomendero de adoctrinarlos ya cambio de ello ser-
virse de su esfuerzo personal; sólo que el adoctrina- miento se redujo, no a la
enseñanza de la ética cris- tiana, sino a la enseñanza de los deberes del esclavo
para con el amo.
Las Leyes de Indias significaron un noble inten- to de la Corona por proteger a los
indios en cuanto a jornada de labor, pago y aun medidas de previsión social; pero
tales leyes nunca fueron acatadas por los encomenderos, ni por las autoridades
representati- vas del rey, quienes tomaban los ordenamientos con un sentido de
“obedézcanse, pero no se cumplan”.
La minería constituyó la más importante fuente de riqueza para el rey de España y
el principal objeti- vo de los conquistadores. El oro y la plata que ocul- taban las
entrañas de América habían de arrancarse a fuerza, con las uñas de indios y
negros, que en vez de jornal percibían azotes y un miserable alimento.
Los privilegios eran para los gremios mineros de españoles, la Iglesia no
intervenía en los negocios de minas y aquéllos sólo debían pagar el “quinto real” a
la Corona. De 1690 a 1803 la producción minera ascendió a la increíble suma de
mil trescientos cin- cuenta y tres y medio millones de pesos sólo en la Nueva
España. Las principales ciudades surgieron al pie de los centros mineros y por lo
tanto en forma dispersa. En México fueron emporios mineros Oa- xaca, Taxco,
Pachuca, Guanajuato y Zacatecas. En América del Sur fueron famosos el centro
minero de Potosí (en la actual Bolivia), los de la Nueva Gra- nada y los del
virreinato del Perú.
El oro y la plata que salieron de la Nueva Espa- ña, de la Nueva Granada y del
Perú durante los siglos XVI, XVII y XVIII, influyeron poderosa- mente en la vida
económica de Europa. Como la doctrina mercantilista imperante en el Viejo Con-
tinente consideraba que el poder de las naciones, como el de los individuos, debía
medirse por el di- nero, varios países procuraron por diversos medios allegarse los
metales preciosos enviados a España desde sus dominios de ultramar.
3.2.2 Influencia cultural de Europa en la Nueva España
Difusión de las nuevas ideas en América
En Europa, durante la Edad Media, la tendencia filosófica generalmente aceptada
fue la escolástica, que afirmaba que la verdad sólo es cognoscible por revelación
divina. El máximo exponente de dicha teoría fue Tomás de Aquino. Pero en contra
de la escolástica surgió en el Renacimiento una nueva concepción del mundo y de
la vida, de carácter cien- tífico, basada en la observación directa de los fenó-
menos naturales. Renato Descartes, el padre de la filo- sofia moderna, es quien
vino a sentar las bases del racio- nalismo al considerar que no es científico tener
ideas preconcebidas sobre la realidad, sino que es menes- ter dudar de ellas
como punto de partida para llegar a la Verdad.
El hombre del Renacimiento hizo una filosofia práctica, fundada en la razón y en la
experiencia sen- sible, con lo cual no sólo adquirió una visión cientí- fica del
mundo, sino que conquistó para sí la con- fianza en su propia razón.
A principios del siglo XVIII la filosofía escolásti- ca entra en un periodo de franca
decadencia en Eu- ropa, dejando el camino abierto a la filosofia carte- siana, que
se posesiona felizmente de los principales centros académicos. Incluso llega a
España, en don- de circula primero combinada con el aristotelismo y después con
el movimiento de la Ilustración, que in- fluyó vigorosamente en selectas mentes
españolas desde la segunda mitad del siglo XVIII.
Los filósofos de la época de las luces son resuel- tos optimistas, tienen la
convicción y el orgullo de ha- ber salido de las tinieblas de una larga noche, de
eman- ciparse de todos los prejuicios tradicionales y de toda tutela dogmatica, de
inaugurar una nueva época de la humanidad, que podría fijarse conscientemente
su porvenir. Contraría a la especulación metafísica, la Ilustración o lluminismo
preconizó el método em- pírico y el estudio científico de la naturaleza para
conocerla, dominarla y ponerla al servicio de la hu- manidad.
La nueva filosofía fue asimilada en América en dos formas: a través de una
rebeldía abierta contra la escolástica, o mediante una suave conciliación entre
“la escuela y las ideas modernas. Así, el venezolano
A. de Valverde, el peruano Eusebio Llano Zapata y el mexicano José Mociño,
entre otros, combatieron
Época colonial
duramente a la fliosofia escolástica, que para el se- gundo, por ejemplo, no era
sino “una sarta de abs- tracciones y disputas bien inútiles”. Otros pensado- res
prefirieron la transacción y el tono conciliatorio; el mexicano Benito Díaz de
Gamarra recogió y co- ordinó en su obra Elementa recentioris philosophiae ideas
de la doctrina tradicional y de la nueva. Este tipo de eclecticismo tuvo en América
muchos discí- pulos: José Elias del Carmen, catedrático en Cóxdo- ba; Valentín
Gómez, profesor en el colegio de Bue- nos Aires; el cubano José Agustín
Caballero y mu- chos otros prestigiados pedagogos.
Sin embargo, con el tiempo fue predominando la nueva filosofía. A finales del siglo
XVIII, en la Universidad de Caracas, se enseñaba criteriología, biología y
psicología cartesianas. En México, Agustín de Castro difundió las teorías de
Bacon, Descartes, Leibnitz y Newton. El cartesianismo había abierto
definitivamente la puerta a todas las nuevas e in- quietantes doctrinas científicas, y
naturalmente tam- bién al enciclopedismo francés, que preconizaba el liberalismo
y que muy pronto ganó terreno en el cam- po social, económico y político.
El liberalismo económico fue semilla fecunda en América, pero el árbol que más
arraigó, porque de sus frutos estaba más necesitado el Nuevo Mun- do, fue el del
liberalismo político. En efecto, nues- tros países estaban cansados de la
dependencia en que por tres largos siglos habían permanecido con respecto a
Europa.
Al éxito del liberalismo político habría de contri- buir el manifiesto adelanto de
nuestra sociedad, sO- bre todo de la clase media, “No sois ya los mismos de antes
—decía el poeta Manuel José Quintana— encorvados bajo el yugo, mirados con
indiferencia, vejados por la codicia, destruidos por la ignorancia”. En efecto, los
pensadores americanos hablaban y escribían acerca de los fines del Estado, de
los dere- chos del hombre, de la libertad de creencias y sobre todo de la
necesidad de independencia política, co- mún a todos los pueblos de América.
3.2.3. Educación y cultura en la Nueva España
Educación La necesidad de evangelizar trajo como consecuen- cia natural la
necesidad de enseñar. Por eso, junto a los templos católicos o en el mismo
edificio, na- cieron las primeras escuelas. Toda la educación de
Nueva España estuvo en manos del clero y su fin principal fue producir buenos
católicos.
La preocupación por la instrucción y castella- nización del indígena corrió paralela
a la acción evangelizadora de los doce primeros franciscanos.
Así, una de las primeras preocupaciones de los misioneros fue la de buscar el
método más apropiado para desarrollar su labor educativa. La adopción de
prácticas pedagógicas en uso durante la gentilidad, un agudo conocimiento del
espíritu indio y la valiosa co- Operación de las comunidades de nativos, facilitaron
la creación de los primeros núcleos de instrucción.
El desconocimiento por parte de los frailes de la lengua de los naturales del país,
fue la causa de que en los primeros años se emplearan métodos educativos
pictográficos; es decir, la doctrina, oraciones y prime- ras letras se introdujeron en
el alma indígena por medio de figuras. El método mostró ser efectivo y útil para la
enseñanza de la lengua española a los nativos.
La facilidad mostrada por los indios —hijos de caci- ques y principales en el
aprendizaje, animó a la aper- tura de nuevos centros docentes, siendo ésta la
primera etapa de la historia de la enseñanza en México.
Así fue como fray Pedro de Gante y fray Juan de Tectos fundaron en 1523 la
primera escuela, que agru- pó en un principio a los hijos de las familias conside-
radas principales en la región. Una vez que el indíge- na demostró tener
suficientes aptitudes para aprender cualquier profesión, se dio paso a la creación
de cole- gios de enseñanza superior indígena; entre los más sobresalientes
tenemos el de Santiago Tlatelolco.
Se puede decir que existían dos tipos de escuelas o colegios: colegios para indios
y mestizos, y cole- gios para criollos y peninsulares. Los colegios que inicialmente
se establecieron en la Nueva España para la educación de los indios, tuvieron su
sede en los conventos o monasterios. Entre ellos cabe desta- car la escuela de
San José de los Naturales, fundada por Gante; las escuelas anexas a los
hospitales, fun- dadas por Vasco de Quiroga, y el colegio de Santa Cruz de
Tlatelolco. Para los mestizos se abrieron en México sólo dos colegios: el de San
Juan de Letrán, para varones, y el de la Caridad, para niñas. La ins- trucción
elemental para los criollos se impartió en escuelas tanto de las órdenes religiosas
como de maes- tros laicos. La superior estuvo en manos de los agus- tinos, que
fundaron en la capital el célebre colegio de San Pablo, y de los jesuitas, que
crearon el de
San Pedro y San Pablo.
53 Tercera Unidad
e—
El avance intelectual logrado en la Nueva Espa- ña condujo a la creación de la
Real y Pontificia Universidad de México, digno coronamiento de la labor educativa
llevada a cabo por los primitivos cen- tros de instrucción misional y por los colegios
de enseñanza superior; la Universidad fue fundada por cédula real de Carlos 1 el
25 de enero de 1553, con cinco facultades: la de Artes, la de Teología, la de
Cánones, la de Leyes y la de Medicina, y tuvo los mismos privilegios que la
Universidad de Salamanca.
Cultura La literatura de la Nueva España siguió en general los lineamientos
trazados por la Madre Patria, sien- do Terrazas, Balbuena y Juan Ruiz de Alarcón,
en poe- sía, y Cervantes de Salazar, en prosa, nuestros ba- luartes de los siglos
XVI y XVII. El teatro misional, de gran trascendencia social, habría de dar la pince-
lada de originalidad en el cuadro literario de la épo- ca. En el campo de la historia
destacan por su im- portancia Bernal Diaz del Castillo, Cervantes de Sa- lazar,
Sahagún, Motolinia, Torquemada, Muñoz Ca- margo, Ixtlixóchitl, Tezozómoc y
Clavijero. Sigúenza y Sor Juana Inés de la Cruz habrían de ser las mayo- res
luminarias de nuestra literatura en el siglo XVII.
La imprenta llegó a México en 1539 gracias a los buenos oficios de Zumárraga,
siendo determi- nante su introducción para la difusión de la cultura
y la relativa popularización del conocimiento. El periodismo no pudo dar sus frutos
sino hasta el siglo XVIII, pues bien sabían la iglesia y el gobierno colo- nial que un
periódico sería una magnífica arma, en manos de hombres limpios, para ir
preparando poco a poco las conciencias de los mexicanos en un anhe- lo común
de independencia y libertad.
En las artes plásticas, durante la época colonial, pueden observarse varias
influencias: la de los estilos imperantes en la metrópoli, la adaptación al medio
geográfico y el gusto indígena, que deja impresa su huella principalmente en la
ornamentación. El tono severo del estilo herreriano produce dos magníficos
ejemplares: la catedral de México y sobre todo la de Puebla. El plateresco,
caracterizado por sus compli- cados adornos y su semejanza con las labores de
los artífices de la plata —metal que tanto abundaba en América—, deja su huella
en la iglesia del convento de San Agustín (hoy Biblioteca Nacional), en el palacio
del marqués de Moncada (hoy conocido como
Palacio de Iturbide); en la casa del conde del Valle 54
—S
de Orizaba (llamada Casa de los Azulejos), y en otras obras de intenso sabor
hispano e indudables influen- cias ornamentales indígenas. Durante los siglos XVII
y XVIII se desarrollan sucesivamente dos formas artís- ticas: la barroca y la
churrigueresca. El estilo barro- co se caracteriza por la profusión de adornos en
que predomina la línea curva y el dinamismo en las for- mas, dando todo ello la
sensación de movimiento. Son ejemplos de arte barroco: el santuario de Ocotlán,
en las cercanías de Tlaxcala, y la fachada de la iglesia del antiguo convento de
Tepotzotlán. El estilo chu- rrigueresco es una variante del arte barroco y se ca-
racteriza por una rica ornamentación, en que se in- filtra indudablemente el espíritu
indígena; el ejem- plo más ilustrativo es la capilla del Rosario de la igle- sia de
Tonantzintla, esculpida por los naturales.
3.2.4. Corrientes imperantes del pensamiento europeo: Humanismo, Reforma y
Contrarreforma
La estructura económica de la Edad Media se refle- jaba en la forma místico
religiosa de pensar, en que los personajes capitales de la escena del mundo eran
Dios y el alma; pero ya a mediados del siglo XIV el protagonista es el hombre, el
conjunto humano. Ahora el estudio del hombre consistía no sólo en el estudio de
su alma, sino en su naturaleza corpórea, músculos, inteligencia, belleza física y
virtudes so- ciales. No se negaba la existencia del alma, sino que ésta era la
reguladora del cuerpo, el cual desempeña- ba la función de actuar.
Los eruditos resucitaron a los grandes autores de la antigiiedad clásica: Cicerón,
Tito Livio, Séneca, etc. Todos estos destellos de tomar en cuenta al hom- bre
como tal y resucitar a la literatura antigua, se comprenden bajo el nombre de
humanismo, consi- derado éste como el preludio del Renacimiento. Su programa
inicial era, ante todo, estudio de los anti- guos, interés por su cultura y respetuosa
admiración por ella. Los hombres llamados en Italia umanisti simbolizan la
ausencia de toda preocupación por la vida de ultratumba y la placentera
inclinación por todo lo humano. Dante, Petrarca y Boccaccio, los tres grandes
poetas de los últimos siglos de la Edad Media, son considerados al mismo tiempo
como los más importantes autores del humanismo; esa vehe- mente aspiración de
los humanistas hacia una res- tauración del poderío y la belleza de la antigúedad,

Época colonial
G——
no era extraña a Dante, que recordaba a sus compa- triotas su pequeña ciudad
como modelo de aquella grandeza. Citemos como ejemplo de este gusto por la
antigitedad un diálogo de Petrarca (autor italiano que vivió durante 1304-1374) con
Homero; he aquí la carta que escribió a Homero al recibir una traduc- ción de la
llfada en latín:
No tuve la fortuna de aprender el griego y la traducción latina que de vuestros
poemas hi- cieron los romanos se ha perdido, por negli- gencia de sus sucesores
[...] Para comunicarme con vos he tenido que esperar más tiempo del que
Penélope esperó a Ulises. Casi había perdi- do ya toda la esperanza.*
Dentro de todos estos cambios tenemos la Re- forma y la Contrarreforma; el
Renacimiento fue la transformación intelectual de la Edad Moderna, la Reforma
fue la revolución de los espíritus y concien- cias en el orden religioso, producida en
el siglo XVI Las causas de esta revolución religiosa fueron, entre otras, la situación
de muchas iglesias católicas en las que sus prelados se conducían como señores
feuda- les, vacíos del espíritu evangélico y dominados por lo mundano; la codicia
de no pocos eclesiásticos, que traficaban con las cosas sagradas ¡el espíritu de
críti- ca de todo principio y doctrina, propio de muchos humanistas, y la
interpretación personal y privada de los textos bíblicos, todo esto propagado por la
imprenta. La primera fase de la Reforma está repre- sentada por Erasmo de
Rotterdam y Lutero; la se- gunda fase es la radicalización y fijación de la teolo- gía
protestante con Calvino, Zwinglio y Knox. Eras- mo se consagró a la labor
fiscalizadora, sus escritos tomaron el tono de burla, pero sin dejar de proponer una
corrección; fue acusado de hereje por denunciar los desórdenes de la Iglesia y
después de su muerte sus obras fueron incluidas en los libros prohibidos. Lutero,
fraile agustino, enseñaba teología en la Uni- versidad de Wittenberg, lo cual no
tiene nada de es- pectacular, pero sí sus famosas 95 tesis en las que se
proclamaba contra la venta de indulgencias acostum- brada por los papas. En
1517 Lutero fijó en la igle- sia de Wittenberg un escrito con 95 tesis donde ex-
AA
5 Pijoan, op. cit., pp. 20-21.
4
ponía su pensamiento sobre las indulgencias. Una de ellas expresaba:
La jerarquía, en cuanto responde a un intento de “gobernar” la Iglesia, no tiene por
qué exis- tir, todos los cristianos son llamados a refor- mar la Iglesia.
De esta manera criticaba severamente la autori- dad del Papa; más tarde se
discutieron las tesis en que Lutero rechazaba abiertamente la autoridad del Papa y
Roma contestó con la bula Exsurge Domine, donde se condenaba a todos los que
tuvieran escritos del fraile, En 1521 se le citó a Worms para que se retractara de
sus escritos, pero no lo hizo, Varios días duró la discusión con Lutero y, cuando
iba a expirar su salvoconducto, abandonó la ciudad de Worms; de regreso a
Wittenberg, el elector de Sajonia lo ocultó en el castillo de Wartburgo donde
después de despojarse de sus hábitos se dedicó a la traducción de la Biblia al
idioma popular. Con la libertad que daba la doctrina de Lutero, muchos religiosos
abandonaron los conventos. Rápidamente cundieron las doctrinas luteranas por
las naciones europeas. En Suiza apa- reció Zwinglio, quien coincidía en lo
fundamental con Lutero, pero era aún más radical. Apareció tam- bién en Suiza
Calvino, cuyo centro de acción fue Ginebra, donde instituyó una severa vigilancia
mo-
ral sobre los habitantes de la población. En Escocia
el representante del protestantismo fue Juan Knox.
El movimiento de Reforma fue no solamente una réplica contra los vicios del clero,
sino una teoría política tendiente a lograr la separación de la Iglesia y el Estado.
Para oponerse a la Reforma, la Iglesia católica em- prendió a su vez un
movimiento renovador, la Con- trarreforma, cuyo objetivo era evitar que la gente
se sumara a la nueva Iglesia encabezada por Lutero. La Contrarreforma estuvo
dirigida por los jesuitas, quienes lucharon por sostener la autoridad del Papa e
instituyeron la Inquisición para castigar duramen- te a quienes se Opusieran a las
ideas católicas.
Así, mientras los creyentes de la nueva Iglesia fundada por Lutero extendieron su
fe a la América del Norte (colonizada por Inglaterra), España en- vió a sus
predicadores o misioneros al resto de Amé- rica, y también mandó al Tribunal de
la Inquisi- ción, a fin de reprimir cualquier idea anticatólica que pudiera surgir en
las tierras conquistadas.
55

yA A
Tercera Unidad
56
2Q—
La Inquisición :
Tribunal constituido para perseguir y corregir los actos contra la fe católica
mediante una bula del Papa, se daba facultad al rey español para enviar hombres
de probada ortodoxia a Nueva España con e fin de vigilar y castigar la herejía,
llegándose a establecer un duro régimen que desencadenó una cruenta per-
secución.
La Inquisición llegó a Nueva España en 1526, con la Orden de Santo Domingo, a
cuyos miembros por tradición correspondía el ejercicio de tal función inquisitorial.
La Inquisición disfrazaba sus intenciones po- niendo al frente la defensa de la
religión católica, pero en el fondo tenía un carácter de orden econó- mico pues a
aquel que “se encontraba culpable” se le desposeía de parte O de todos sus
bienes depen- diendo de la gravedad del caso, los cuales pasaban a formar parte
de la riqueza del Santo Oficio.
3.3 Organización social, económica, política y territorial de la Colonia
3.3.1. Organización social
Grupos étnicos Después de la conquista, se estableció en nuestro país un régimen
de castas sociales perfectamente diferenciadas.
Tres fueron los elementos originarios en la demografía colonial: a) Blancos; b)
Indígenas, y c) Negros. Asimismo, tres fueron los grupos deriva- dos o productos
de la mezcla:
a) Euromestizos: criollos y mestizos prepon- derantemente blancos.
b) Afromestizos: población mulata prepon-
derantemente negra.
Indomestizos: mestizos preponderan-
a—
temente indígenas.
Clases sociales a) Blancos. La organización dela sociedad novohispana obedeció
a criterios de vieja tradición de la Península Ibérica, su régimen era de libertad de
movimiento y de contratación. Los españoles europeos O gachupines constituían
un grupo privilegiado desde todos los pun- tos de vista, en sus manos estaba la
dirección del go- bierno y de la iglesia, el gran comercio y las más im-
—e
portantes negociaciones agrícolas y mineras. El espa- ñol, sólo por serlo, se
consideraba como un ser supe- rior y como las autoridades civiles y eclesiásticas y
los ricos eran españoles, el recién llegado e España en- contraba grandes
facilidades para prosperar.
Entre el grupo blanco había una gran iferencia, los nacidos en Europa, esto es, los
peninsulares, des- preciaban a los blancos nacidos en América, a quie- nes
llamaban “criollos”.
Los criollos, dentro del núcleo de la raza blanca, formaban un grupo muy
delineado y generalmente eran de ingenio más vivo y elicado que sus padres, más
instruidos, amantes delos placeres, e la ostentación y del lujo, derrochaban
fácilmente su patrimonio.
Los criollos se quejaban de la preferencia que se daba en los empleos a los
peninsulares; por lo gene- ral eran dueños de haciendas o ranchos de mediana
importancia, comerciantes en pequeño, abogados, clérigos y militares. Todos le
huían al trabajo mate- rial, porque ese tipo de actividades no estaba de acuer- do
con el lustre y el linaje de su nacimiento; por tanto solamente les quedaba como
medio de vida los empleos.
De aquí se formó un sentimiento de aversión ha- cía los peninsulares, una
rivalidad constante, que motivó las rebeliones de algunos criollos, como la de
Martín Cortés, la de don Guillén de Lampart y la Conjuración de los Machetes, en
1779, que con- tribuyó a preparar la Revolución de Independencia iniciada por el
Ayuntamiento de México en 1808 y continuada por la conspiración de Querétaro
en 1810 con Miguel Hidalgo, Ignacio Allende y otros
criollos a la cabeza.
b) Indigenas. Si nos atenemos a la legislación, tal como aparece en las
recopilaciones de leyes, los in- dios se equiparaban a los españoles en su
régimen personal. Eran vasallos libres y podían contraer ma- trimonio con la
gente de origen español; sin embar- go la sujeción a un régimen especial de
protección les quitaba libertad de movimiento, pues les obligaba a vivir en
pueblos. La verdad es que esta condición de vasallos libres, pero sujetos a un
régimen de pro- tección, les hizo padecer todas las cargas de trabajo y tributo
de las que escapaban los mestizos y castas con mayor facilidad. La actividad
económica a la que se dedicaban era por lo general la agricultura, y mu- chas
veces eran mano de obra utilizada en la mine- ría; algunos aprendían un oficio
y de ello vivían, otros

Época colonial
se dedicaban al comercio en pequeño y a la ganade- ría de ganado menor.
c) Negros. Los negros vinieron a América en calidad de esclavos, ya fuera
legalmente o de contrabando; se les ponían dos marcas con hierro candente,
una en el pecho y otra en el brazo. Sus amos tenían so- bre ellos el derecho
de vida y muerte, carecían de personalidad jurídica y no podían desempeñar
nin- gún cargo o empleo público; carecían de toda clase de garantías y, para
evitar sublevaciones, se les so- metía a leyes muy crueles; no se les permitía
tener Casa propia, ni podían usar armas, so pena de perder una mano; no
podían tener un oficio y ejercerlo para su beneficio.
d) Las castas. Los grupos raciales antes menciona- dos (blancos, indios y
negros) no se conservaron pu- ros, la mezcla de ellos provocó la formación de
una nueva población dividida en castas.
Entre otras castas las más importantes eran: la de los mestizos, provenientes de la
mezcla de sangre española e india; la de los mulatos, mezcla española y africana,
y la de los zambos, nacidos de sangre ne- gra e india. Con el tiempo se
multiplicaron estas combi- naciones de las tres sangres, a las que se aplicaron
nombres tan curiosos y extravagantes como los de pardos, chinos, lobos,
cambujos, tercerones, moris- Cos, salta pa trás, iíbaros, etcétera.
A pesar del menosprecio con que se tuvo a las Castas, fueron ellas, sobre todo los
mestizos, la parte más útil de la población, ya que se dedicaban a toda clase de
trabajos, lo mismo les daba ser artesanos que simples criados de confianza en las
haciendas.
La evangelización
La evangelización de Nueva España se inició casi en forma simultánea con la
conquista militar; los pri- meros clérigos que intentaron la evangelización fue- ron
Juan Díaz y Bartolomé de Olmedo. Al iniciar los frailes su tarea de evangelización
y reprimir por la fuerza las antiguas religiones de los naturales, op- taron éstos por
esconder a sus dioses y salvarlos de la sistemática destrucción a que eran
sometidos, ocul- tándolos en montes y lugares apartados de caminos y
poblaciones, donde practicaban sus antiguas cere- monias como lo hacían antes
de la conquista.
Todos aquellos que en secreto continuaban en su antigua fe, aparentaban en las
ciudades haber acep-
tado el cristianismo, engañando o intentando enga- ñar a los misioneros. Sin
embargo, pronto hubo de- nuncias de estas secretas ceremonias. En los frailes se
produjo la indignación y se tuvo el convencimien- to de que sería imposible atraer
a aquellos pueblos hacia la fe que ellos predicaban, si los viejos ídolos
continuaban sin ser destruidos; debe pensarse que, para los frailes, el ídolo no era
otra cosa que la perso- nificación del demonio y que en él no era posible ver ni lo
estético como obra de arte ni su importancia como testimonio histórico; para ellos
se trataba del demonio y como tal había que destruirlo.
Esta obra de destrucción se inició con la llegada de Hernán Cortés, quien en su
furor hubo de ser contenido en ocasiones por el propio padre Olmedo. La
evangelización se inició en forma con la llegada de los primeros doce franciscanos
en 1524, quienes no sólo destruyeron las esculturas, sino también los templos
donde se veneraban.
Pronto comprendieron los frailes que sería difícil convencer a los naturales de que
su palabra era la de la verdadera religión; por ello fue que, sin abandonar a los
adultos, se preocuparon con singular interés por los niños, los cuales no tenían
aún plena con- ciencia de la religión de sus padres.
Los cronistas refieren que los indios adquirieron la costumbre de enterrar ídolos al
pie de las cruces e imágenes cristianas que se levantaron por toda la Nueva
España; de esta manera los indígenas simula- ban adorar la cruz cuando, en
realidad, las ofrendas y los sacrificios que frente a ella se hacían iban dirigidos a
sus dioses. En la solución del problema participaron activamente los niños, que se
enteraban en sus hoga- res O entre sus amigos de los escondrijos y después lo
relataban a los frailes. Un ejemplo del papel que des- empeñaron los niños en el
proceso de evangelización sería lo sucedido en Tlaxcala, donde un sacerdote in-
dio del dios Ometochtli deidad del pulque se vistió como el dios y salió a la calle,
mostrándose al uso de los tiempos anteriores a la conquista; descubierto por un
numeroso grupo de niños que se educaban en el convento de San Erancisco, le
preguntaron “qué era aquello”, a lo que les respondió: “Nuestro dios Ome- tochtli”;
los niños, educados ya por los frailes, le dije- ron: “No es dios, sino diablo que os
miente y enga- ña”, produciéndose acto seguido, en inevitable enfren- tamiento,
amenazas del sacerdote de Ometochtli y burlas de los niños, quienes terminaron
arrojándole piedras hasta darle muerte; para ellos, como para los
57
58
Tercera Unidad
O
franciscanos, aquello fue la muerte del demonio y el triunfo de la fe católica.
Otro problema con el que se enfrentaron los reli- g1OsOs, fue cuando pidieron a
los señores principales indígenas que les dieran a sus hijos para educarlos en el
convento; en respuesta los señores indígenas, en un afán de rechazo a la fe
católica, escondían a sus hijos y enviaban en su lugar a otros que no lo eran.
3.3.2. Organización económica
Política económica y comercio
La política económica seguida por España en la Colonia se caracterizó por
obstaculizar el progreso lógico en todos sus aspectos: estableció el régimen de
propiedad privada de la tierra e impulsó el latifundismo en sus formas laica y
eclesiástica; im- plantó un sistema de prohibiciones con respecto a ciertos cultivos;
favoreció el monopolio, la alcabala y el estanco como medios de impedir el libre
comer- cio; protegió a la industria metropolitana evitando la creación de una
industria colonial, y monopolizó el tráfico del comercio con el extranjero.
Relaciones sociales de producción En la primera etapa del régimen colonial, las
rela- ciones sociales de producción estaban representa- das por el trabajo
indígena esclavo y los servicios personales de indios encomendados, siendo esta
la base de trabajo de la economía novohispana.
1) Encomienda. Institución establecida por la Coro- na, por la cual los españoles
encomenderos se com- prometían a cristianizar y proteger a los indígenas
que a ellos se encomendaran, a cambio de tributos y servicios de estos
últimos en las tierras y minas pro- piedad de aquéllos. Teóricamente, pues, la
encomien- da estaba inspirada en fines de protección, defensa y
cristianización del indígena; pero en la realidad era sólo un medio de
explotación inhumana del trabajo de los indios por parte de los
encomenderos.
El establecimiento de la encomienda obedeció a varios factores:
a) La abundancia de mano de obra entre la so- ciedad indígena vencida.
b) La falta de capitales y créditos para grandes empresas de tipo productivo
pagando jornales.
e
2) Repartimiento o cuatequil. Consistía en la facultad que tenían los alcaldes
mayores de sacar de los pue- blos de indios la gente necesaria para el trabajo
de las minas y cultivo de los campos, durante determinado tiempo, por lo cual
recibían un reducido salario.
3) Peonaje o trabajo a jornal. Indios de encomienda y repartimiento fueron
convirtiéndose en jornale- ros asalariados, adscritos al trabajo por anticipos,
deudas hereditarias y pago de tributos.
4) Esclavitud. Sistema de explotación en que el indi- viduo carecía de
personalidad jurídica, no siendo dueño de su propia fuerza de trabajo y en el
que era considerado como “cosa” o animal. Al iniciarse la co- lonización en
México, el indígena era sometido a semejante sistema, encubierto por la
encomienda, aunque existieron de hecho esclavos indios conside- rados
como tales, provenientes en su mayoría de las tribus del norte, conocidos
como chichimecas y que eran sobre todo prisioneros de guerra; es decir, todo
aquel indígena que se sublevara en contra de las dis- posiciones de la
Corona, corría el peligro de ser con- vertido en esclavo. Y lo malo en realidad
era que las disposiciones de la Corona eran siempre mal inter- pretadas por
los descendientes de los conquistado- res, quienes en vez de proteger al
indígena aducían cualquier pretexto para someterlo a la esclavitud. A pesar
de todos los esfuerzos realizados y disposicio- nes dictadas por los reyes de
España para tratar de evitar que se esclavizara al indio, no pidieron im-
pedirlo. Una de las disposiciones, por ejemplo, fue la de permitir más
libremente el tráfico de esclavos negros traídos de África, que en cierta
medida constituye- ron la fuerza de trabajo más importante de los cen- tros
mineros y azucareros de la Nueva España.
Medios y formas de producción. Agricultura, ganadería, industria y minería
Tenencia de la tierra. ? - Principal medio de producción La propiedad agraria en la
Nueva España se puede
clasificar en tres grupos:
1) Propiedad privada de los españoles
a) Caballerías. Medidas de tierra que se les asignaban en merced a los soldados
de caballería; equivalían a
42 hectáreas y fracción.

Época colonial
0
b) Peonías. Porciones de tierra que se les entrega- ban en merced a todos los
soldados de infantería; tenían una dimensión de ocho hectáreas y fracción.
c) Suerte de tierras. Solares dedicados a la labranza, que se entregaban a los
colonos. Sus medidas eran de 10 hectáreas y fracción.
d) Confirmaciones de tierra. Para regularizar las tie- rras que carecían de título, o
las que eran otorgadas ilegalmente, existía un procedimiento llamado con-
firmación mediante el cual se lesitimaba a sus po- seedores. Generalmente
este proceso se dio con las tierras del norte, donde los colonos llegaban a
esta- blecerse sobre determinado terreno haciéndolo suyo sin tener ningún
título.
e) Capitulaciones. Para fomentar la colonización de la Nueva España, los
monarcas ordenaron que se fueran fundando pueblos, ciudades y villas. Es
decir, fueron las capitulaciones tierras que se repartían a aquellos que se
comprometían a colonizar un determinado pueblo.
2) Propiedad de los pueblos indios o indígenas
a) Fundo legal. Carlos 1 ordenó que los indios no vivieran disgregados por las
sierras sin recibir los be- neficios de la civilización europea y de la religión
católica, por lo que se les otorgaron unos terrenos que se denominaron fundo
legal, en donde se cons- tituyó la población. Eran terrenos de propiedad co-
munal indígena que medían 600 varas a la redonda a partir de la iglesia.
b) Los propios. Eran tierras que pertenecían a pue- blos y el producto que de
ellas se obtenía se desti- naba a cubrir los gastos públicos. Normalmente se
arrendaban a aquellos que lo solicitaran.
c) Tierras de repartimiento. Eran tierras comunales de disfrute individual que se
entregaban a los habi- tantes del pueblo para que las cultivaran. Estas tie-
rras se daban en usufructo a los pobladores con la obligación de trabajarlas
siempre.
3) Propiedad eclesiástica
Las capellanías.. Propiedad eclesiástica que consis- tía en una finca en favor de
una capilla, que una persona otorgaba para que se celebran un determi- nado
número de misas a favor de su alma.
Formas de producción
Agricultura (europea-indígena)
Durante el siglo XVI, la Corona propició con orde- nanzas y licencias la
introducción de los cultivos europeos en Nueva España. El trigo fue la especie que
primero se propagó en las fértiles tierras del cen- tro, en el Valle de Atlixco y
Puebla. Con la expan- sión hacia el norte se aprovecharon las tierras del Bajío,
donde los agricultores construyeron gran can- tidad de represas para aprovechar
el agua almacena- da en la estación de lluvias. El surgimiento de estas zonas de
cultivo fue lento en apariencia, pero a fina- les del siglo XVI encontramos
importantes centros de producción triguera que abastecían a los reales mineros
del norte.
Otro cultivo comercial fue la caña de azúcar, pro- pagado desde el siglo XVI y
favorecido por muchas medidas de la Corona concernientes a la protección de los
dueños de campos cañeros, molinos, ingenios y trapiches en que se elaboraban el
azúcar y las melazas, que, empleadas luego en la destilación de aguardientes, se
vendían en las ciudades y en los rea- les mineros. La protección de esta industria
por par- te de las autoridades se explica por lo costoso que resultaba la empresa.
Requería grandes inversiones, tierras irrisadas y mano de obra abundante y
perma- nente, tanto en los campos como en los ingenios, molinos, etc., bienes que
se protegieron a fin de que no pudieran embargarse por deudas de sus dueños.
El trabajo en los campos de caña y en los inge- nios fue uno de los más duros, por
lo que finalmente se prohibió que los indios lo hicieran, pues al princi- pio se
obligaba a los de tierras altas a bajar a las más cálidas donde se encontraban los
cultivos de la caña y muchos morían de calor y de fatiga. Entonces se dieron
facilidades a los dueños de ingenios para com- prar y.conservar esclavos negros,
que resistían mejor el ¿lima y la intensidad de los trabajos.
“La vid y el olivo se introdujeron en Nueva Espa- ña en el siglo XVI, pero hacia
mediados del XVII se prohibió su cultivo para así proteger las industrias y
exportaciones de la Península Ibérica.
"A causa de la política proteccionista española otros cultivos sufrieron la misma
suerte que los anterio- res: la morera para la cría del gusano de seda fue
favorecida en un principio, teniendo gran auge du- rante el siglo XVI; sin embargo,
pronto se vio alec- tada por la competencia de las sedas chinas que lle-
59

IE E
60
Tercera Unidad

G—
gaban por Filipinas y cuyo comercio importaba pro- teger especialmente, por lo
cual las autoridades deci- dieron prohibir su cultivo, así como la industria de la
seda.
La agricultura indígena subsistió al lado de todos estos nuevos productos. El maíz
se conservó como alimento básico en todas las regiones y se incorporó ala dieta
de la población blanca y mestiza, que apren- dió a utilizar la caña y las hojas como
pastura para e ganado. El frijol y el chile se introdujeron también en la
alimentación diaria de toda la sociedad.
El maguey se siguió cultivando para la obten- ción del pulque, al igual que en los
tiempos prehis- pánicos. Su utilidad era máxima: sus hojas se apro- vechaban
para obtener fibras y hacer cuerdas, y, una vez secas, como combustibles o para
techar jacales y chozas de indios.
Ganadería
Tuvo una rápida y asombrosa expansión en la Nue- va España, pues los animales
traídos por los españo- les aprovecharon inmensas extensiones de pastos vír-
genes y pronto abundaron en las regiones densamente pobladas, a tal grado que
constituyeron un problema para la agricultura indígena, pues invadían y des- truían
las sementeras de los pueblos.
El primer animal que trajeron los conquistadores fue el caballo. Al principio hubo
que pagarlo a precio de oro a quienes lo traían de las Antillas, pero con el tiempo
las manadas abundaron en Nueva España y su precio bajó considerablemente.
La utilidad del caballo fue máxima en aquel tiem- po en que había pocos caminos
carreteros, era prác- ticamente el único medio de transporte y de carga.
Las comunicaciones abiertas por los españoles y la minería favorecieron la cría
del ganado mular, a tal grado que en los siglos XVI y XVII se trataría de moderar
con órdenes y disposiciones, pues los criado- res de ganado descuidaron la
reproducción de caballos y yeguas para dedicarse a la de mulas. En los reales
mineros se usaba la tracción animal a falta de corrien- tes de agua para mover los
batanes de los molinos de metal, y con el sistema de beneficio de patio, se utili-
zaron las mulas para apisonar los trozos de mineral, lo que obligaba a un
constante cambio de los anima- les que se destrozaban los cascos. Todo esto
contribu- yó a que el precio de la mula fuera elevadísimo.
El cerdo fue introducido también por los con- quistadores; su abundancia hizo que
se menospre-
ciara la cría, pues bajó mucho el precio de la carne, no resultando buen negocio.
El ganado vacuno fue el que más rápidamente se extendería, pues aproxi-
madamente en quince meses los ganados se duplica- ban; esto se reflejó de
inmediato en los bajisimos precios que la carne alcanzó. Esta increíble repro-
ducción reportó graves consecuencias para la agri- cultura indígena, ya que antes
de mediados del siglo XVI los ganados habían desbordado las zonas de pastos
vírgenes e invadido las tierras de comunida- des indígenas. El virrey Mendoza
dictó innumera- -* bles mandamientos para proteger a los indígenas fren- te a los
ganaderos.
La política de los virreyes fue conceder merce- des de estancias para ganado
mayor en las zonas áridas del norte, donde no había problemas con los pueblos
indios dada la baja densidad de población en ellos.
Del ganado mayor se exportaba la piel y el sebo, que fueron, después de los
metales preciosos, los principales artículos de exportación que Nueva Es- paña
enviaría a la Península Ibérica. La crianza del ganado mayor fue, pues, una de las
principales ac- tividades en todo el territorio del virreinato y que caracterizó la vida
de aquella época.
El ganado menor, principalmente el lanar, fue introducido en grandes cantidades
entre 1530 y 1540. El virrey Mendoza favoreció con diversas medidas la
introducción de merinos y, a diferencia de lo que ocurrió con el ganado mayor, se
procuró que los indígenas tuvieran grandes rebaños de bo- rregos y carneros.
Industria » De hecho se puede decir que casi no existió una in- dustria como tal en
la Nueva España, y la única que existió se dio en dos formas o modos de
producción: el obraje y los talleres artesanales o gremios.
El obraje no pudo desarrollarse, entre otras cau- sas por el carácter de la
economía, que impedía la producción de manufacturas destinadas a consumirse
en lugares alejados de los centros de producción. Asimismo debido a la política
proteccionista del go- bierno español en favor de los gremios, quienes cons-
tituyeron los más tenaces enemigos del progreso de la técnica industrial.
Los gremios eran agrupaciones de maestros ar- tesanos en talleres, donde ellos
eran los dueños de los medios de producción.

Época colonial
—e
0O-—
El gremio fue el más implacable enemigo del pro- greso industrial y técnico de la
Colonia. Importada de España, la organización gremial constituyó un monopolio de
la producción en beneficio de los maes- tros, propietarios de los talleres
artesanales. Disfru- taban de numerosos privilegios y, protegidos por la autoridad
civil, destruyeron toda iniciativa personal por el mejoramiento de los instrumentos
de trabajo y, en consecuencia, frenaron el desenvolvimiento de la técnica
industrial. Entre los privilegios con que contaban podemos enumerar los
siguientes: fijaban jornadas de trabajo, salarios de los obreros y precios de las
mercancías, color, tamaño y calidad de los productos, y el más importante de
todos ellos era el de establecer los instrumentos que debian emplear- se;
asimismo prohibían severamente el anuncio co- mercial, así como la inversión de
las utilidades en el acrecentamiento de la producción del taller. En re- sumen, la
producción artesanal fue reglamentada dentro de un sistema anticapitalista que
impedía tanto el libre comercio de las manufacturas como la intro- ducción de
métodos más eficaces y menos costosos.
El acceso a la maestría constituyó también un verdadero y odioso privilegio,
reservado tan sólo a los que demostraban su limpieza de sangre y ser cris- tianos
viejos, en síntesis ser hidalgos. Sólo los indí- genas podían practicar libremente
cualquier oficio, pero sin poder llegar a ser maestros.
Dentro del gremio había veedores, maestros, ofj- ciales y aprendices; los primeros
eran generalmente maestros que asumían funciones de dirección y exa- minaban
a los aspirantes a maestros.
Cada gremio tenía un santo patrón y estaba su- bordinado, en lo religioso, a la
autoridad eclesiástica.
Minería
La minería tuvo diversa y gran influencia en la época colonial, tanto en la
distribución de la población como en la agricultura y ganadería, el comercio y los
trans- portes, en las ventas de la Corona, en el desarrollo de la economía y aun en
la propaganda religiosa. Se sabe que en 1532 se descubrieron las primeras minas,
sur- siendo así el primer gran distrito minero colonial cons- tituido por las minas de
Taxco, Zacualpan, Sultepec, Zumpango del Río, Espíritu Santo y Tlalpujahua.
Posteriormente, a mediados del siglo XVI, surgieron el segundo y el tercer distrito
minero, constituido el segundo por los reales del Monte, de Pachuca y de
Atotonilco, y el tercero por Zacatecas y Guanajuato.
La minería colonial proporcionó enormes y cons- tantes recursos para los gastos
diversos y multipli- cados de la Corona española.
Fue ésta la actividad económica más importan- te de la Colonia, debido a que el
concepto de rique- za de la época se basaba en la cantidad de metales preciosos
que poseyeran tanto los pueblos como los individuos.
La minería fue la principal riqueza de la tierra ante los ojos de las autoridades, ya
que por aquellos años el real erario necesitaba cantidades cada vez mayores de
metal precioso para hacer frente a los gastos de las guerras europeas y pagar las
crecidas sumas por los intereses de los préstamos a los ban- queros. En el siglo
XVI Nueva España fue el princi- pal productor de plata de los dominios españoles,
pero desde finales de siglo fue superada por Perú, cuyas ricas minas iban en
ascenso tanto por la rique- za de sus vetas como por los minerales de aquel rei-
no, que no tuvieron escasez de azogue, principal obs- táculo para la minería
novohispana. Las provisiones de azogue, tan indispensable para el beneficio de
los metales, eran insuficientes para las necesidades de la minería de Nueva
España. Monopolio de la Corona desde 1552, provenía de las minas españolas de
Almadén y de las austríacas de Indra.
Sus envíos eran irregulares y dificiles, por la pi- ratería y conflictos o guerras de
España con las na- ciones europeas, y sobre las irregularidades estaba siempre la
escasez.
La distribución del azogue se hacía a través de las autoridades; el virrey nombraba
funcionarios para que se hiciera equitativamente, pero las prefe- rencias, sobornos
y componendas con los acauda- lados mineros ocasionaban la ruina de otros
menos favorecidos.
La escasez de mano de obra representaba otra limitación para la minería. Los
dueños de minas te- nían derecho al servicio personal de los indios, aun- que
también contrataban trabajadores libres, a quie- nes estimulaban comprándoles el
mineral que saca- ban al terminar la jornada de trabajo. Las epidemias que
diezmaban a la población indígena afectaron di- rectamente a las minas, por falta
de gente que las trabajara; las autoridades procuraron favorecer a los mineros
dándoles facilidades para la compra de es- clavos Negros, pero éstos no se
adaptaron bien al cli- ma frío de las montañas en que se encontraba el metal y
resultaban excesivamente caros.
61 62
Tercera Unidad
e
Q—
Un problema bastante grave fue el error que co- metieron la mayoría de los
dueños de las minas, pues los capitales producidos no se dedicaban al incre-
mento y mejoramiento de la mina, sino a la adquisi- ción de haciendas y palacios o
a la construcción de iglesias, siendo éste el principal problema por el cual no se
desarrollaba la minería debidamente.
El gremio de la minería fue altamente favorecido por las disposiciones legislativas
del gobierno espa- ñol, pues los mineros disfrutaban siempre de nume- rOSOS
privilegios. Así, por ejemplo, se dictó para la minería una legislación especial ¡en
1777 se estable- ció el importante Cuerpo de la Minería de Nueva España, tribunal
especial para los mineros; se fundó también una especie de Banco de Avío; se
dictaron ordenanzas especiales para la minería; se fundó el Real Seminario
Metálico o Colegio de Minas por men- cionar algunos.
3.3.3. Organización política
Instituciones políticas y administrativas El primer gobierno novohispano fue de
hecho el de Hernán Cortés, quien ejerció un poder absoluto, os- tentando los
cargos de gobernador y Capitán general de los territorios conquistados, siendo a
la vez un jefe militar, gubernativo y judicial.
Posteriormente, en 1528, la Corona española de- cidió nombrar o establecer un
sistema de gobierno en todos los territorios conquistados; estableció pues la
primera Audiencia Gobernadora, conformada por un presidente y cuatro oidores;
dicho sistema no resultó funcional en las dos ocasiones que lo intentaron.
Una vez obtenidos sendos fracasos, se estableció el sistema del virreinato,
constituido fundamentalmen- te por un virrey, quien era el astro mayor en el go-
bierno central de Nueva España. Sus atribuciones eran amplias, todas las que el
rey había delegado en él como su representante personal: gobernador, máxi- ma
autoridad militar como capitán general, presi- dente de los acuerdos de la Real
Audiencia de Méxi- co y vicepatrono de la iglesia. Los virreyes tenían frente a ellos
a la Real Audiencia de México, máxi- mo tribunal del reino.
A partir de 1535, en que se instauró el virreinato, el sobierno estuvo integrado por
los siguientes órga-
nos constitutivos:
a) Central-peninsular.Representado por el rey, sus secretarios y el Consejo de
Indias.
b) Central-novohispano. Constituido por el vi-
rrey y la Audiencia Real.
e) Provincial y distrital, Integrado por los go- bernadores de reinos y provincias, y
los corregidores y alcaldes mayores.
f) Local. Representado por los cabildos y sus
oficiales.
Los reinos y provincias en que se dividía el virreinato estaban regidos por
funcionarios llamados goberna- dores, que tenían dentro de su jurisdicción las mis-
mas facultades que el virrey.
Consejo de Indias
El Consejo de Indias nació en 1519 como parte del Consejo de Castilla; pero en
1525, ante la abundan- cia de problemas que planteaba el gobierno de los do-
minios del Nuevo Mundo, se constituyó como una especie de consejo autónomo,
encabezado por un pre- sidente, bajo el cual estaban los consejales o conseje-
ros, los fiscales, los abogados y. otros funcionarios, como un cosmógralo y un
cronista, encargados de reunir y organizar la información geográfica e históri- ca
que se consideraba indispensable para la buena ad- ministración de los reinos y
provincias de ultramar.
Reunía las más amplias facultades el Consejo de Indias, lesislaba de diversas
maneras, ordenando lo que se debía hacer en casos concretos, o dictando
ordenanzas y disposiciones generales para aplicarse en todos los dominios
indianos.
Recopilaba en códigos legales disposiciones de diversos tiempos para darles una
estructura lógica e integrar cuerpos de leyes.
En la administración propiamente dicha, el Con- sejo disponía sobre la Real
Hacienda. Otorgaba l;- cencias para diversas actividades económicas y rati- ficaba
los nombramientos de autoridades distritales y militares que hacía el virrey en
Nueva España.
Era el máximo tribunal, ante él se podía acudir por vía de apelación cuando había
inconformidad con las decisiones de la Real Audiencia de México u otras
audiencias de las Indias; conocía las quejas con- tra las autoridades centrales en
todos los dominios
Época colonial
o
de ultramar, y su labor era en su mayor parte juris- diccional.
Teóricamente el Consejo era un cuerpo consulti- vo que auxiliaba al rey, pues a
éste correspondía de- cidir y autorizar; pero la realidad era otra, ya que los
funcionarios fueron ordenando las cosas hasta el punto de elaborar una legislación
y ciertas maneras de decidir y sentenciar que se impusieron al monar- ca como
límites insalvables.
República de indios y de españoles
El cuarto virrey de la Nueva España, Martín Enríquez de Almanza, pudo conformar
en el cuadro escueto de las instrucciones que dejó en 1580 a su sucesor, una
descripción de lo que era y de lo que debía ser la sociedad en la que había
gobernado des- de 1567. Hablaba de dos Repúblicas que había que gobernar: la
de indios y la de españoles; la primera, de gente miserable y desvalida frente a los
abusos y exigencias de los españoles; la segunda, dada a la murmuración, a las
pretensiones de riqueza O poder y complicada por las demandas que hacían los
des- cendientes de conquistadores y por la rivalidad entre los nacidos en esta
tierra y los peninsulares.
Así fue como a finales del siglo XVI y principios del XVII se obligó a los indios a
que abandonaran los parajes en que vivían y se agruparan en pueblos. En 1582
se invitó al virrey Lorenzo Suárez de Mendoza a que viera cómo. los indios se
congrega- ban voluntariamente para tributar y recibir la doc- trina cristiana, pero
los naturales se resistieron.
En 1591 don Luis de Velasco (hijo) trató de ha- cerlo por la fuerza, pues así se le
había ordenado, pero abandonó luego la empresa debido a las resistencias que
presentaban los afectados y las injusticias a que daba lugar, ya que españoles y
criollos trataron de adue- ñarse de las tierras que dejaron los indios.
No obstante, con el tiempo los indios tuvieron que ceder ante el reiterado empleo
de la fuerza por parte de los españoles.
La república de españoles, en cambio, contó con magníficas condiciones de vida,
distribuyéndose con libertad sobre el territorio, formando “ciudades, vi- llas y
lugares de españoles” que se desarrollaron du- rante el siglo XVII tanto en el
centro como en el norte de Nueva España.
0
División política de la Nueva España Hasta antes de 1777 la Nueva España
estuvo divi- dida en los siguientes reinos y provincias:
1) Reino de México, que comprendía las pro- vincias de México, Tlaxcala,
Puebla, Ante- quera (Oaxaca) y Valladolid (Michoacán).
2) Reino de Nueva Galicia, que incluía las provincias de Jalisco, Zacatecas y
Colima
3) Nuevo Reino de León.
4) Gobernación de Nueva Vizcaya, que com- prendía Durango y Chihuahua.
5) Gobernación de Yucatán, compuesta de las provincias de Mérida, Tabasco y
Campeche.
6) Provincia de Texas o Nueva Filipinas.
7) Provincia de Coahuila o Nueva Extremadura.
8) Provincia de Sonora y Sinaloa o Nueva Navarra.
9) Provincia de Nuevo México de Santa Fe.
10) Provincia de las dos Califomias.
11) Provincia de Nayarit o Nuevo Reino de Toledo.
12) Colonia del Nuevo Santander (T. amaulipas).
Los reinos y provincias estaban administrados por un funcionario español llamado
gobernador, quien se encargaba exclusivamente de los asuntos econó- micos y
militares, ya que el poder político se hallaba centralizado en el virrey y la Audiencia
Real.
Dentro de cada reino o provincia había numero- sas poblaciones. Las abundantes
en indios y mesti- zos formaron alcaldías mayores al mando de un al- calde mayor;
los centros que tuvieron población es- pañola integraron los corregimientos,
administrado cada uno por un corregidor. Auxiliaban a los alcal- des mayores y a
los corregidores otros funcionarios, como los tenientes de alcalde y los
subdelegados.
Con Carlos III, llegado al trono español a media- dos del siglo XVIII, se
introdujeron las reformas más importantes en la Organización política y económica
de la Nueva España. El acto más relevante de esta política reformista, en el orden
político y territorial, está representado por el establecimiento de las in- tendencias.
Con éstas, el gobierno español se propu- so formar el aparato estatal, mejorar la
administra- ción de las rentas reales y la Organización y funcio- namiento de la
hacienda pública e impulsar la eco- nomía, la cultura, etcétera.
En 1786 el visitador Gálvez y el entonces vi- rrey de Nueva España, Croix,
enviaron al monarca
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64
Tercera Unidad
—e
un plan de reforma proponiendo el establecimiento de las intendencias, a efecto
de instaurar la justicia y el orden en el territorio novohispano. Así, el 4 de
diciembre de 1786 era promulgada la Ordenanza de Intendentes, dirigida
principalmente a unificar y ordenar para mejorar y sanear la administración.
Quedó así dividida la Nueva España en doce in- tendencias a cuyas
circunscripciones se les llamó pro- vincias y se les dio el nombre de la ciudad que
fuere su capital: Arizpe, Durango, Antequera, Guadalajara, Mérida, México,
Puebla, San Luis Potosí, Guana- juato, Valladolid, Veracruz y Zacatecas. Además
ha- bía cuatro sobiernos que dependían directamente del virrey: Nueva California,
Nuevo México, Tlaxcala y Vieja California.
3.4. Contradicciones internas agudizadas por las reformass borbónicas
La guerra de los Siete Años entre Francia y Gran Bretaña (1756-1763), produjo
fuerte conmoción también en la monarquía española, aliada de Fran- cia. Para
firmar la paz, el rey francés, que había ini- ciado la guerra, tuvo que ceder Canadá
y la mitad de la Luisiana a Gran Bretaña, y el español, como su aliado, la provincia
de la Florida, con el fuerte de San Agustín, y Panzacola. Otras posesiones
españo- las estuvieron amenazadas de correr la misma suerte.
Por todo ello, después de la paz de Versalles, Car- los III y sus ministros se
propusieron dedicarse de lleno a regenerar la monarquía y combatir el debilita-
miento que desde años atrás iba consumiendo al im- perio. El remedio sería
introducir cambios y refor- mas administrativas, había urgencia de obtener re-
sultados inmediatos; por tanto, era necesario poner en movimiento las fuerzas
productivas del imperio.
Para elaborar la nueva política, los españoles to- maron de aquí y de alla. Algunas
reformas consistie- ron en rescatar del deterioro en que habían caído muchas
disposiciones del pujante siglo XVI y adecuarlas a las circunstancias del momento;
otras, las más novedosas, se copiaron de la administración francesa, donde
habían sido probadas con éxito.
En los proyectos de renovación y reforma de la monarquía, figuraron
prominentemente las apor- taciones que debían hacer al bien general los leja- nos
reinos americanos; puesto que pertenecían a la Corona, debían contribuir a su
lucimiento y respe- to ante los rivales europeos.
En la política de Carlos 1] se distinguen varios objetivos fundamentales que
podrían resumirse así: en lo económico, ampliación del comercio, liberándolo de la
antigua reglamentación que lo mantenía sujeto a un O giro, e incremento de la
producción, del consumo y de la navegación; y en lo fiscal, centralización de las
rentas, régimen de pro- tección a las industrias nacionales y reparto más equi-
tativo de las cargas fiscales. Toda esta política en general, tendía a un solo fin: el
mejor aprovecha- miento de los dominios americanos mediante el de- sarrollo de
su riqueza y de su población.
El gobierno colonial siempre fue difícil, la dis- tancia que había entre los
novohispanos y el rey daba ocasión a que se enfriara el entusiasmo por cumplir
con diligencia las órdenes de la Corona y facilitaba acomodos y adaptaciones que
en la metrópoli eran considerados abusos y desviaciones de los fines per-
seguidos. Por mucho que se esforzaran virreyes y funcionarios, la realidad era
difícil de describir, ha- bía que enviar muchos informes para que en la me- trópoli
supieran cabalmente lo que pasaba en el virreinato.
Fue característica de los sobiernos oO monarcas borbones que en las
disposiciones elaboradas en la metrópoli para las colonias se procediera con
orden y método, razonando cuidadosamente cada precep- to, cada mandamiento.
Pero hay que advertir que, entusiasmados elaborando planes y proyectos razo-
nados en todos sus detalles, se olvidaron de la reali- dad, pues no pensaron en
que Nueva España estaba muy lejos, que allá había una sociedad criolla, rica,
pero subordinada a los peninsulares, lo cual iba re- sultando cada día más
enojoso; muchos indios, que ya no eran vistos como personas, sino como mano
de obra barata; castas que nadie sabía cómo definir o gobernar, en fin, una
naturaleza desconocida, que invitaba a la “salvaje libertad”. ¿Cómo iban a hacer
entender los funcionarios peninsulares a los de la Colonia que todo lo que
mandaban era por la gran- deza de España? Ante la resistencia que los súbditos
peninsulares ponían para cumplir las “benéficas dis- posiciones” que les dictaba
“su vigilante celo” y “su paternal amor”, Carlos HI decía que sus súbditos eran
como niños, que lloran cuando los bañan ¿se dejarían convencer los españoles-
americanos de que debían dejarse bañar?
Así, por un lado la enorme distancia que separa- ba a España de sus dominios de
ultramar y por otro

Época colonial
-—e
e
lado las contradicciones de la sociedad colonial, esto es, los antagonismos
profundos de orden económi- co, político y social, habrían de sumarse para consti-
tuir el generador de la lucha de Independencia.
Características económicas
de las reformas borbónicas De los años en que se aplicaron las reformas
borbónicas (1750-1808), los de más intensa activi- dad fueron entre:1765 y 1786,
que produjeron efec- tos impresionantes, siendo la Nueva España —gra- cias a
tales reformas— la colonia más opulenta del imperio español y la que mayor
ingreso aportaba ala metrópoli. El crecimiento de la economía novohis- pana fue
espectacular. Por sectores, tenemos las si- guientes características:
La producción de moneda acuñada, que a prin- cipios del siglo XVIII raras veces
pasó de 4 millo- nes de pesos por año, para 1804 y 1805 llegó a ser de 27
millones anuales.
Por lo que se refiere al comercio exterior, si entre 1728 y 1729 sólo entraron a
Veracruz 222 barcos, entre 1784 y 1785 atracaron en el puerto 1142 de diversos
países del mundo. A partir de 1792, en su mayoría eran norteamericanos.
En relación al monopolio del tabaco, que una vez que se impuso en 1760 casi no
aportaba nada, en 1772 produjo 7 825 000 pesos y en 1798 la producción fue de 8
251 574, de los cuales cerca de 4 millones se iban libres a España.
El impuesto por concepto de alcabala que era de un total de 1 488 690 pesos en
1775 se incrementó a 2.360 282 y a casi tres millones a finales de siglo. El
impuesto para el producto del pulque pasó en los mismos años de 468 888 pesos
a 814 755. El tribu- to de parte de los indios, que en la década de 1760- 1769 era
de un promedio anual de 546 000 pesos, aumentó a 995 813 en 17709.
El crecimiento económico se notó también en la agricultura, pues el valor de lo
producido pasó de un promedio anual de 13 394 147 pesos en la década de 1770-
1779, a 18 354071 pesos en 1780-1789.
Con esto se puede decir que las reformas idea- das por los Borbones alcanzaron
su cometido:
Por un lado aumentaron la aportación económi- ca de la colonia a la metrópoli y,
por otro, hicieron a la colonia aún más dependiente de la metrópoli.
Circunstancias sociales e ideológicas
que propiciaron las reformas borbónicas Las reformas que a partir de mediados
del siglo XVII empezaron a implantar los Borbones en todo el im- perio español,
intentaban remodelar tanto la situa- ción de la península como sus relaciones con
las co- lonias. Estos dos propósitos respondían a una nueva concepción del
Estado, el cual consideraba como principal tarea reabsorber todos los atributos del
po- der que había delegado en grupos y corporaciones, para asumir la dirección
política, administrativa y económica del reino. Los principios básicos de esta nueva
política se identificaban en el despotismo fran- cés: centralismo, unificación y
poder personal de los reyes. La política que decidieron aplicar los Borbones en las
Indias buscaba propósitos incluso más am- plios: reforma del aparato
administrativo de sobier- no, recuperación de los poderes delegados a las cor-
poraciones y reformas económicas, pero sobre todo mayor participación de la
Colonia en el finan- ciamiento de la metrópoli.
Para cómprender mejor tanto la importancia de estas reformas como la oposición
que suscitaron al intento de su aplicación, se deben recordar las carac- terísticas
más importantes del sobierno creado por los Habsburgo y continuado por los
Borbones en forma mucho más intensa. Los principios rectores del orden político
español en los siglos XVI y XVII, se inspiraron en la doctrina de Santo Tomás, sólo
que hombres como Francisco Suárez (1548-1617) la pudieron interpretar en
función de la realidad es- pañola de su liempo.
Dos principios condensan esa doctrina:
Uno que se refiere a que la sociedad y el orden político que la envuelve están
regidos por preceptos o leyes naturales externas e independientes de la / voluntad
humana.
Otro que se refiere a que las desigualdades inhe- rentes a esta sociedad
jerarquizada suponen que cada persona acepta la situación que le corresponde en
ella y el cumplimiento de las obligaciones correlati- vas a esa situación. El
sobernante y juez supremo de la sociedad es el monarca, en quien lescansa la
sobe- ranía de la colectividad.
Tales principios de la política española gober- naron la conducta y los conflictos
políticos de la sociedad colonial.
El principio de que toda sociedad -independien- temente de su organización y
religión— está soberna-
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66
<=
Tercera U nidad
Q0—
da por leyes naturales, permitió la incorporación de los indios y de su forma de
gobierno dentro del impe- rio español. La aceptación de que la ley natural es justa,
superior y externa a la acción del hombre, su- puso la participación subordinada
de los individuos en la vida pública y política, así como una restricción de sus
responsabilidades ciudadanas y sociales.
Para concluir, entregar al monarca todo el poder y todas las decisiones sobre
cualquier asunto, sin ins- tituciones ni organismos con poder autónomo que lo
equilibraran, amparó el desarrollo del absolutis- mo, centralismo y paternalismo
que tanto afectaron a la sociedad novohispana en su conjunto.
Principales reformas
y sus repercusiones Las reformas borbónicas tuvieron un sentido polí- tico final:
suprimir una forma de gobierno e impo- ner otra.
El encargado de promover tales reformas en
América fue el malagueño José de Gálvez, visitador
de Nueva España de 1765 a 1771 y poco más tarde ministro de las Indias (1776-
1787).
Xx De acuerdo con la idea de que no podían existir poderes corporativos O
privados que rivalizaran con los del soberano, ni privilegios que atentaran contra el
interés supremo del Estado, una de las primeras tareas de los Borbones fue
recuperar las atribuciones que los Habsburgos habían delegado en Cuerpos y
grupos.
En Nueva España la corporación más poderosa era la Iglesia, tanto por su fuerza
moral como por su riqueza y las funciones políticas que desempeñaba.
Los Borbones intentaron reducir la fuerza del clero regular, también poderoso,
prohibiendo la fundación de nuevos conventos en América (1717); después no se
permitió a novicios, por espacio de
iez años, su ingreso en conventos (1734).
La Compañía de Jesús fue expulsada de los do- minios americanos, en 1,
mantener la independencia de la Iglesia frente al Estado. Se expulsaron cerca de
400 jesuitas.
, por su intención de
Después de esta manifestación política de los Borbones en Nueva España, le
siguió una serie de ataques contra la jurisdicción y la inmunidad perso- nal que
tenía el clero, como corporación favorecida con fueros y privilegios.
Otro golpe serio a la Iglesia fue la Real Cédula
sobre Enajenación de Bienes Raíces y cobro de Ca-
-e
pitales de Capellanías y Obras Pías para la consoli- dación de Vales Reales,
decretada en diciembre de 1804, la cual tenía como meta minar la base econó-
mica de la Iglesia, ya que mandaba recoger como préstamo el capital que se
sacara de la venta de los bienes raíces de la Iglesia, así como el capital circu-
lante que ésta poseía O administraba en las colonias (capital líquido que era
aproximadamente de 45 mi- llones de pesos).
Así, junto con la Iglesia, de hecho toda la clase propietaria y empresarial de Nueva
España, más los trabajadores vinculados a sus actividades, resul- taron
directamente afectados por la cédula de 1504.
La Real Cédula suscitó un descontento general y muchos de los grupos afectados
se atrevieron —me- diante numerosas representaciones dirigidas al mo- narca— a
exponer lo desacertado de este decreto, ha- ciendo una crítica de la política de la
metrópoli; aún así, la Real Cédula se aplicó desde el 6 de septiembre de 1805
hasta el 14 de febrero de 1809.
El ataque borbón al poder y los privilegios de los retenedores patrimoniales
constituidos en corpora- ciones, no se limitó tan sólo a la Iglesia, sino que incluyó
a la corporación más importante después de la Iglesia: el Consulado de
Comensiantes dela Ci dad de México, e cual perdió su inmenso poder monopólico
como consecuencia de las llamadas Le- yes sobre Libertad de Comercio y la
creación de otros consulados en Veracruz (1795), Guadalajara (1795) y Puebla
(1821); también su participación política fue decayendo, ya que desde 1754 se le
retiró la con- cesión de administrar las alcabalas (impuestos para las mercancías
circulantes en Nueva España) de la Ciudad de México, y poco más tarde la Real
Orde- nanza de Intendentes (1786) suprimió a los alcaldes mayores, que eran sus
principales colaboradores.
A Los Borbones fortalecieron la minería, lo cual es comprensible, ya que el objeto
central de sus reformas era hacer más dependiente a la Colonia y extraer de ella
más beneficios, asegurando una corriente conti- nua de plata de Nueva España
hacia la metrópoli En consecuencia, dieron a los mineros privilegios que a otros
les quitaban. En la misma situación de privilegio estaba el ejército, institución
cercada por los Borbones, con sus propios fueros, tribunales y jurisdicción. Otra
institución ercada por los Habsburgo, a la cual se le atacó, fue el virrey; lo
consideraban un peligro latente porque mantenía en provincias aleja-
das bastante poder. Los ataques se encaminaron tan-

Época colonial
bién a la audiencia (máxima instancia de poder, con el virrey al frente),
considerándola poco capaz políti- ca y administrativamente, debido a tantos
asuntos que concentraba. Así pues, la Real Audiencia empe- nó a perder fuerza y
poder.
Los Borbones impusieron el llamado sistema de
PR intendencias (dividieron a la Nueva España en regio-
nes), retomado de Francia e imperante ya en España.
Otra de las reformas administrativas que más relevancia tuvieron fue la de los
alcaldes mayores, máxima autóridad de una población abundante en indios y
mestizos. Gálvez pidió su abolición, adu- ciendo que como eran los funcionarios
que estaban más en contacto con los indios, eran los que más los explotaban.
Acompañado a esto, se empezó una política de marginación que afectaba sobre
todo a los criollosY
A pesar de las inconsistencias para la ejecución de las Reformas Borbónicas,
éstas lograron modifi- car el antiguo sistema y desestructuraron la compo- sición
de los grupos de poder tradicionales. El pro- fundo desequilibrio que estas
medidas crearon en el sistema se puede apreciar en el reacomodo que estos
grupos tuvieron que hacer a partir de entonces, el Cual condujo a la división de la
antes unida élite tra- dicional. Pero por otra parte, el atacar al sector su- perior
(virrey y Real Audiencia) e inferior (alcaldes mayores), sin ni siquiera intentar
elaborar los cua- dros medios que más falta hacían, hizo que los Borbones
perdieran gran fuerza.
3.5. Supervivencias y aportaciones de las épocas prehispánica y colonial
3.5.1. Supervivencias mesoamericanas en la época actual
Nosotros somos, como raza, un pueblo mestizo, mezcla de lo español y lo
indígena; pero esta mezcla no solamente se da en el aspecto biológico, también
se puede observar en nuestro modo de vida, siendo ambos factores el reflejo de
esa mezcla que como resultado dio una nueva raza o, en otras palabras, el
sincretismo de ambas. Somos un pueblo con histo- ria y debemos sentimos
orgullosos de nuestro pasa- do. Nuestra sangre y nuestras costumbres son mitad
españolas y mitad indígenas.
El lenguaje es una de las costumbres más impor- tantes, puesto que es el vehículo
de comunicación y
esta es la base de la comprensión humana. Nuestro idioma es el que fue impuesto
por la conquista, el español, pero en ciertos lugares del país aún se con- servan
las lenguas que nuestros antiguos mexicanos emplearon para comunicarse; en el
Altiplano Cen- tral tenemos la lengua náhuatl, empleada entre los indígenas
actuales como algo cotidiano; en Oaxaca encontramos la lengua zapoteca; en el
occidente, la taras- ca; en el sureste, la lengua maya, con sus variantes
lingitísticas. Es admirable que estas comunidades indí- genas conserven sus
lenguas propias y, además de hablar su lengua Originaria, hablan también el
caste- llano; es decir, son bilingites.
Tal vez lo único en común entre los indígenas y españoles en su encuentro, es
que ambos tenían arrai- gada muy hondamente la religión; para ambos ésta era el
eje de toda su acción. Muchas costumbres re- lisiosas de nuestra época son
reflejo de lo católico v lo pagano, pues tienen su origen en nuestra mitad española
y en nuestra mitad indígena. En Veracruz, por ejemplo, encontramos casamientos
pagano-ca- tólicos; la boda se realiza en la iglesia católica de acuer- do con sus
normas, pero la festividad y las danzas que dicha boda incluye son típicamente
prehispánicas. La ofrenda a los muertos es otro ejemplo de práctica cató- lica y
pagana, pues aunque la ceremonia religiosa es católica, la ofrenda es pagana; los
antiguos mexica- nos creían que los muertos salían de la vida terrenal y pasaban a
otra muy similar, por lo que se les acom- pañaba en su viaje al otro mundo de
alimentos, flo- res de cempazúchitl y objetos personales que consti- tuían la
ofrenda.
Otra costumbre muy arraigada en nuestro pue- blo, de origen prehispánico, es la
cultura alimenti- cia. Es verdad que comemos pan de trigo, a la ma- nera europea;
es verdad que tomamos leche y co- memos carne de bovinos, que trajeron los
españo- les a América; pero más arraigada está la costum- bre del maíz
(convertido en tortillas, atole o pozole), la costumbre del frijol y la de los vegetales
como la calabaza, el chayote, el jitomate, el miltomate, el huauhzontli y hierbas
como el epazote; semillas como el huauhtli o alegría y la chía; raíces como el
camote, el guacamote O mandioca dulce y la jícama; frutos como el aguacate, la
chirimoya, el mamey, distintos tipos de zapotes, el capulín, el jocote o jobo, el
tejocote, la guayaba y el nanche, el cacao y la vainilla están íntimamente
relacionados; para ha- cer vasijas para los alimentos aún se utiliza el ba-
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68
Tercera U nidad
• e
G—
rro, como en la época prehispánica, y los frutos del guaje y del jícaro.
La chinampa fue creada por los habitantes del Valle de México para el cultivo del
maíz, frijol, ca- labaza y hortalizas; puede decirse que ésta era su principal técnica
agrícola. Las chinampas eran is- lotes flotantes de tierra y lodo sobre un tejido de
varas de carrizos. Se construyeron en lo que fue la gran laguna donde se
establecieron los mexicas, culhuas, texcocanos y otros pueblos de la región.
Actualmente sobreviven algunas chinampas en Xochimilco, donde sus habitantes
cultivan hortali- zas, legumbres y flores para su supervivencia.
La artesanía fue una actividad común a todos los pueblos de Mesoamérica,
aunque tenía sus caracte- rísticas propias en cada cultura en cuanto a formas,
colores y acabados. Los mesoamericanos modelaban las piezas con sus propias
manos o utilizaban el molde, yen ambos casos el horno para la producción de
cerámica. Hoy en día no solamente encontramos variados ejemplos en el Museo
Nacional de Antro- pología e Historia, sino que en México se siguen pro- duciendo
objetos que nos pueden ilustrar sobre la forma como los artesanos prehispánicos
elaboraban su producción. Así, por ejemplo, podemos visitar las Pirámides de
Teotihuacan, en cuyos alrededores los artesanos trabajan el barro manualmente y
después introducen los objetos a un horno construido de ado- be (mezcla de lodo
y paja), utilizando la técnica del vidriado en la producción de jarros, ollas y
cazuelas.
En los telares prehispánicos la producción era manual; para hacer las telas se
utilizaba tanto el al. sodón como la fibra del maguey. Actualmente, en Milpa Alta,
se usa esta fibra y se trabaja en telares antiguos para producir camisas y otras
prendas. En Oaxaca también se conserva la tradición textil mesoamericana en la
elaboración de diferentes tipos de vestimenta, entre los que destaca el huipil que
usan las mujeres y que es una camisa de algodón sin man- gas, descostada y
ancha, general mente bordada y que llega hasta las caderas; asimismo, se
conserva la tra- dición del teñido de la tela utilizando grana O cochi- nilla de nopal.
Y en los mercados de artesanías de la Ciudad de México podemos apreciar el
trabajo de las mujeres indígenas que producen prendas de tejido multicolor en
telares de tipo prehispánico.
Los mesoamericanos descollaron con particular lucimiento en la clasificación de
las plantas y en la determinación de sus propiedades curativas; logra-
ron diferenciar familias de gran semejanza mor- fológica y cultivaron ricos jardines
botánicos; en medicina alcanzaron importantes avances, ya que a pesar del
contenido místico-religioso que impregna- ba a esta rama del saber científico,
habían reunido un buen número de datos producto de la observa- ción y la
experimentación. La básqueda de concep- tos generales con base en este cúmulo
factual puede considerarse ya como una actitud típicamente cien- tífica. Su
vocabulario médico es reflejo de sus avan- ces, ya que es rico en términos
concernientes no sólo a la morfología externa del hombre sino también a la
interna, lo que pone de manifiesto sus conocimien- tos anatómicos. También
habían alcanzado impor- tantes adelantos en cirugía y en odontología. Su far-
macoterapia era rica en multitud de sustancias de com- posición simple O
compleja y de estimulantes para aliviar el dolor, todo de origen vegetal. En el
Herba- rio de la Cruz-Badiano fue determinante la colabora- ción de los indígenas;
se trata del primer texto de far- macología en México, escrito en náhuatl; el libro
estudia los remedios vegetales para diversas enfer- medades, clasifica los
síntomas de éstas y las agrupa en cuadros clínicos específicos que facilitan la
iden- tificación del padecimiento. Actualmente los medi- camentos prehispánicos
son utilizados en diversas comunidades y suelen ser eficientes en el tratamien- to
de varias afecciones; incluso es común que en los poblados indígenas actúen
conjuntamente el médi- co universitario y el chamán o médico-brujo, ya que la
terapia utilizada por uno y por otro suelen com- plementarse con buenos
resultados. En la Ciudad de México podemos visitar el Mercado de Sonora, por el
rumbo de La Merced, y conseguir folletos donde aparecen remedios para
diferentes enfermedades; también se vende en ese lugar una gran variedad de
hierbas curativas. Y en nuestra propia casa es común que la abuela use los
cabellos de elote hervidos en agua para aliviar y aun curar su padecimiento del ri-
ñón, o que utilice la hoja de hierbabuena como té para el dolor de estómago.
En la fabricación de papel los antiguos mexicanos utilizaban las fibras de la
corteza del ámatl o árbol de amate. Si mañana visitamos alguno de nuestros mer-
cados de artesanías, podremos adquirir a muy bajo precio un hermoso .uadro
ricamente pintado en pa- pel de amate.
Y así podríamos seswir mencionando costum-
bres arraigadas en el México actual que tienen su
Época colonial
Origen en los pueblos prehispánicos. Las aportacio- nes de Mesoamérica fueron
múltiples y, para re- cordarlas, podemos leer el inciso en que se habla
someramente del desarrollo científico y técnico al- canzado por los pueblos
prehispánicos.
3 5.2. Aportaciones de la época colonial (desarrollo científico y tecnológico)
Biología
El desarrollo de la ciencia había alcanzado altos ni- veles en Mesoamérica cuando
la Conquista interrum- pió de manera brusca y violenta esos avances, des-
truyendo mucho de lo producido por los indígenas. Durante la época colonial hubo
que luchar con los obstáculos derivados del régimen establecido y con las
limitaciones científicas de España. No obstante, hubo notables esfuerzos que se
reflejaron en algunos hechos importantes:
1) La llegada del impresor Juan Pablos, en 1539, y el establecimiento del primer
ta- ller de imprenta en México, gracias a lo cual se pudo publicar el primer
libro de biología, cuyo título es muy sugestivo: Los problemas y secretos
maravillosos de las In- dias, de Juan Cárdenas, que aborda temas botánicos y
zoológicos.
2) Lafundación de la Real y Pontificia Uni- versidad de México en 1553.
3) La expedición de Francisco Hernández en 1570, quien se dedicó al estudio de
la flora y la fauna de Nueva España.
4) Lautilización del microscopio por primera vez en Nueva España en 1692, año
en que Carlos de Sigiienza y Góngora hizo sus observaciones sobre el
chiahuiztli, terrible plaga que atacó el trigo en nuestro país.
5) La fundación en 1772 de El Mercurio, Volante, periódico científico editado por
el biólogo mexicano José Ignacio Barto- lache, quien se distinguió también en
medi- cina y matemáticas.
6) El arribo de la Real Expedición Botáni- ca en 1787 y la fundación del Jardín
Bo- tánico.
7) La iniciación de la enseñanza de la botá- nica en 1788 por el ilustre maestro
Vi- cente de Cervantes.
8) Elestablecimiento del Real Seminario de Minería en 1792.
9) Las aportaciones sobre botánica y zoolo- gía de José Antonio Alzate (1733-
1799), a quien se considera el padre de la ciencia
mexicana.
Medicina Fray Bernardino de Sahagún recogió una parte de los conocimientos de
los antiguos mexicanos, pero otra parte se perdió al interrumpirse las prácticas
médicas de los indígenas y la transmisión oral de dichos conocimientos.
El cristianismo español, contrario a las ideas cien- tíficas, aportó a la medicina la fe
y una concepción medieval religiosa del mundo y de la enfermedad. Así se decía
que el “mal de ojo” era provocado por un maleficio, que las epidemias se debían a
un casti- go divino, que San Basilio curaba las afecciones del pulmón y la
garganta, que Santa Apolonia quitaba el dolor de muelas, que San Erasmo era el
encarga- do de atender las enfermedades estomacales; a San- ta Triduana se
encomendaban los enfermos de los ojos y a San Vito le solicitaban ayuda los que
pade- cían temblor crónico (conocido actualmente como síndrome del mal de
Parkinson). Las reliquias ben- ditas eran famosas por sus “propiedades curativas”.
Los vómitos del embarazo se atendían con una asti- lla de hueso de San Ignacio
de Loyola aplicada sobre el abdomen de la paciente. Á los enfermos mentales se
les exorcizaba, pues se suponía que estaban poseí- dos por el “espíritu maligno”.
En fin, el oscurantismo medieval invadió la Nueva España, acabando con gran
parte de los avances médicos de la época prehispánica.
Sin embargo, es digno de reconocimiento el es- fuerzo realizado en la
construcción de hospitales. Hernán Cortés fundó el Hospital de Jesús, destinado al
cuidado de los españoles, atendido por religiosos que buscaban más la salvación
del alma que la cura- ción del cuerpo. Después se estableció el Hospital de San
Lázaro, para los españoles leprosos. Alo largo del siglo XVI se abrió buen nimero
de establecimien- tos de beneficencia, entre los que pueden mencio- narse la casa
de cuna de Santa Fe de Tacubaya, pro- movida por Vasco de Quiroga; el Hospital
Real de los Naturales, destinado a los indios, que funcionó como centro de
enseñanza médica y quirúrgica, esta-
blecido en la Ciudad de México por fray Pedro de
69 70
Tercera Unidad
—e
Q—
Gante; el Hospital de San Hipólito, que fue el pri- mer manicomio de América,
creado por fray Ber- nardino Álvarez, quien fundó también hospitales en Oaxtepec,
Puebla, Jalapa, Perote, San Juan de Ulúa y Acapulco. En todos los lugares a
donde se extendió la Orden de los Franciscanos, se abrió un convento, dentro de
él una escuela y asu lado un hospital. En la primera mitad del siglo XVII continó el
entusias- mo por construir hospitales; después se fue apagando hasta casi
desaparecer.
Y a pesar de que los conquistadores se empeñaron en destruir la medicina
indígena, hubo hombres de ciencia que rescataron conocimientos de gran impot-
tancia y los transmitieron a través de sus obras. Tal es el caso de los españoles
Nicolás Monardes, que escri- bió la Historia medicinal de las Indias Occidentales;
Agustín Farfán, que publicó el Tratado breve de medi- cina indígena, y Juan
Cárdenas, que es famoso por su libro intitulado Los problemas y secretos
maravillosos de las Indias. Estos trabajos tuvieron mucha trascen- dencia y
revelan el gran impacto de la medicina indí-
.gena en la española. A ellos hay que agregar el Códice
o Manuscrito de la Cruz-Badiano, cuyo original se en- cuentra en la Biblioteca del
Vaticano; su autor fue el indio xochimilca Martín de la Cruz, médico egresado del
Colegio de Tlatelolco; lo escribió en náhuatl y la obra fue traducida al latín por
Juan Badiano, otro indígena de Xochimilco y maestro de latín en el pro- pio
Colegio de Tlatelolco. La obra se llama Libelo de medicina herbaria indígena, se
terminó en 1552 y es el escrito más antiguo sobre medicina en todo el Conti- nente
Americano. Es una muestra de la sorprendente farmacología azteca; en ella se
describen 251 plantas medicinales; las figuras de los árboles, plantas y flores son
miniaturas de estilo indígena y vivo colorido. Muchas de esas especies vegetales
son aprovechadas actualmente por la industria químico-farmacéutica, como por
ejemplo el rizoma del barbasco que se utili- za para la fabricación de
anticonceptivos. Este códice es un ejemplo vivo de la racionalidad indígena, en
com- paración con la medicina española, ya que esta última aportó una
concepción más religiosa que científica de la salud y la enfermedad. Hoy día hay
una traducción del códice comentada y publicada por investigadores ingleses, lo
que constituye una prueba del interés que ha despertado esta obra del siglo XVI
entre los cientí- ficos modernos. En nuestro país la mejor edición es la del Instituto
Mexicano del Seguro Social, versión en español, con estudios y comentarios.
En cuanto a la enseñanza de la medicina en la época colonial, el Colegio de
Tlatelolco fue el pri- mer lugar en donde se impartió esa disciplina cien- tífica a los
indígenas. En este colegio fray Bernar- dino de Sahagún, ayudado por ocho
médicos in- dios, compiló la información sobre medicina abori- gen. De este
colegio salieron los primeros médicos mexicanos, La Real y Pontificia Universidad
de México, establecida en 1553, no incluyó en un prin- cipio los estudios de
medicina; fue 22 años después cuando se creó la cátedra de Prima de medicina,
en la que se estudiaba anatomía y fisiología; 20 años más tarde se estableció la
cátedra de Vísperas de medicina, equivalente al estudio de la medicina clí- nica;
en 1620 se agregó la cátedra de Cirugía. La enseñanza de la medicina en México,
que fue eficaz hasta finales del siglo XVII, decayó en el siglo XVIII. En 1768 se
creó la Escuela Real de Cirugía, con un plan de estudios de cuatro años que
comprendía las clases de anatomía, cirugía y clínica quirúrgica; e Hospital Real de
los Naturales funcionó como cen- tro de enseñanza adscrito a la Escuela Real de
Ciru- gía; pero los resultados fueron un verdadero fraca- so, pues en esta escuela
no se exigían los estudios de bachillerato y los requisitos de ingreso eran frecuen-
temente burlados, pues se inscribían peluqueros y gente que apenas sabía leer y
escribir.
A principios del siglo XIX hubo un aconteci- miento muy importante desde el punto
de vista de la medicina social: la campaña de vacunación con- tra la viruela,
emprendida por el doctor Francisco Xavier Balmis.
Química
La llegada de los españoles a nuestro país trajo consi- go un sinnúmero de
cambios e innovaciones; entre ellos estuvo el desarrollo de la química, sobre todo
en lo relacionado con la obtención de metales preciosos.
Por testimonios históricos se reacción química que se obtuvo en México fue en
1522, cuando Francisco Montalvo logró fabricar pólvora a partir del azufre extraído
del cráter del Popocatépetl.
Posteriormente se introdujeron industrias, siendo una de las más importantes la
explotación de la sosa, la cual tuvo gran auge debido a la abundancia de dicho
material en varias regiones de la meseta de México.
Así también fueron instaladas otras industrias como la de los ácidos clorhídrico y
sulfúrico, el clo- ro y el cloruro de calcio.
que la primera

Época colonial
—O
Pero se puede decir que la más importante con- tribución fue en la rama de la
metalurgia. El interés que despertaban en los conquistadores metales como el oro
y la plata, los llevaron a estudiar la forma de separar dichos metales de otros
minerales. Es así que la primera industria metalúrgica que se creó en el país fue la
que instauró Bartolomé de Medina en Pachuca en el año de 1555, la cual
contribuyó con un importante descubrimiento al lograr por medio de
amalgamación, utilizando el azogue o mercurio, recuperar la plata que al extraerse
de las minas venía mezclada con otros metales; este sistema resultaba más
sencillo y barato que la técnica por medio de fundición. Muchas veces había que
separar el oro de la plata ya beneficiada, para lo cual se empleaba el ácido nítrico
obtenido por destilación de una mezcla de caparrosa y salitre. Para la destilación
se utiliza- ban aparatos de vidrio, pues la técnica para la fabri- cación del vidrio era
bien conocida por los españoles y llegó a ser una de las principales industrias
estable- cidas en Nueva España desde el siglo XVI.
Otra aportación de importancia durante la Co- lonia fue debida al científico Fausto
de Elhuyar, del Real Cuerpo de Minería, que descubrió un elemento químico
llamado hoy tungsteno, conocido entonces como wolframio, por lo que su símbolo
sigue siendo W. Cabe señalar que Elhuyar fue el primer profesor de química en
México.
El Real Seminario de Minería fue la primera es- cuela científica y técnica de
mineralogía establecida en el Nuevo Mundo. Se fundó en 1792, siendo vi- rrey de
la Nueva España el conde de Revillagigedo. Fausto de Elhuyar fue nombrado
director de tan importante establecimiento. A él se debe la instala- ción de los
primeros laboratorios científicos moder- nos de México, que se ubicaron en este
plantel edu- cativo para la realización de trabajos de investiga- ción científica
experimental en las ramas de la quí- mica, Íísica y mineralogía.
Andrés Manuel del Río, químico y mineralogista, realizó sus trabajos de
investigación en los laboratorios del Real Seminario de Minería. En 1801 observó
en una muestra de plomo pardo procedente de Zimapán, en el actual estado de
Hidalgo, una nueva sustancia metálica a la que llamó eritronio; esta sustancia es
el elemento 23, actualmente conocido como vanadio. Andrés del Río fue miembro
correspondiente de la Aca- demia de Ciencias de París, de la Sociedad
Werneriana de Edimburgo y de la Real Academia de Madrid.
Astronomía
En el siglo XVII fue muy importante en el Nuevo Mundo la figura de Carlos de
Sigitenza y Góngora, quien destacó en diversas disciplinas científicas, es-
pecialmente en matemáticas, fisica y astronomía. Su Libra astronómica es la
primera obra escrita en México con base en la observación y experimentación, ca-
racterísticas de la ciencia moderna. Sostuvo la teo- ría heliocéntrica de Copérnico;
estudió los eclipses y los cometas, y estableció la correspondencia entre los
calendarios indígenas y el calendario europeo. Sus cálculos sobre la posición del
cometa de 1680 con- tribuyeron a cimentar la naciente mecánica celeste. En ese
tiempo fue famosa la polémica que sostuvo con el misionero español Eusebio
Francisco Kino, pues este último consideraba los cometas como por- tadores de
maleficios, en tanto que Sigiienza y Gón- gora mantuvo una posición objetiva y
científica. Sus observaciones fueron ampliamente difundidas en Europa y
elogiadas por los directores del Observato- rio de Greenwich y del Observatorio de
París; el rey de Francia, Luis XIV, lo invitó a continuar sus in- vestigaciones en
aquel país, pero Sigitenza prefirió permanecer en México; el rey de España,
Carlos Il, lo nombró cosmólogo real la Universidad de México y profesor de
matemáticas y, como los científicos son a la vez valiosos y modestos, él prefirió
hacerse cargo de la cátedra en lugar de aceptar los altos pues- tos que se le
ofrecían en Europa. Fue profesor de matemáticas hasta su muerte.
En el siglo XVIII [isuraron en el campo de la astronomía científicos como Joaquín
Velázquez de León, quien hizo observaciones sobre el paso de Ve- nus frente al
disco solar en 1769; a propósito de este acontecimiento celeste, llegaron
expediciones de Erancia y España y se instalaron cerca de La Paz, Baja
California, para observar el mismo fenómeno, no obstante lo cual, los gobiernos de
ambos países solicitaron a Velázquez de León sus conclusiones, por considerarlo
un astrónomo notable. Humboldt lo calificó como el geómetra más señalado de
Nueva España. Como dato curioso, Velázquez de León fa- bricaba sus propios
instrumentos astronómicos.
También corresponde al siglo XVIII Antonio de León y Gama, quien estudió
mecánica celeste, astro- nomía y física en las obras de Newton, Lalande y
Bernoulli; calculó con precisión la latitud de la Ciu- dad de México e hizo
interesantes observaciones so- bre los eclipses, los satélites de Júpiter y las
causas de
71
12
Tercera Unidad
las mareas. A propósito del eclipse total de sol de 1771, Lalande le escribió para
expresarle su admiración por haber calculado el eclipse con toda exactitud.
En el propio siglo XVIII destaca José Antonio
Alzate en diversas ramas de la ciencia: astronomía,
zoología, botánica, filosofía, historia y literatura cien-
tífica. Sus observaciones sobre los eclipses le valie- ron el nombramiento de socio
correspondiente de la Academia de Ciencias de París. Entre sus múltiples
actividades científicas pueden señalarse las siguien- tes: fijó la longitud de la
Ciudad de México, hizo im- portantes estudios físicos en el Iztaccíhuatl, realizó
notables experimentos sobre electricidad, coleccionó instrumentos de física y
astronomía, estableció en su propia casa un observatorio astronómico y divul- só
los avances científicos de Europa a través de di- versas publicaciones periódicas.
Ingeniería
Convertir las veredas indígenas en caminos de he- rradura fue una de las primeras
preocupaciones de los conquistadores. Así, Hernán Cortés mandó cons- truir el
que iba de México a Veracruz, el de Tampico y el de occidente. Cuando se
descubrieron las minas de Guanajuato y Zacatecas, se abrieron las rutas hacia el
norte. La de Acapulco data de mediados del siglo XVI y fue muy importante porque
de este puerto dependía el comercio con Filipinas. Los caminos se fueron
ampliando en virtud del interés que pusieron en ello los comerciantes y mineros.
La fabricación de carretas se convirtió en una industria próspera. Los ingenieros
militares colaboraron en la construc- ción de caminos y de fortalezas como la de
San Juan de Ulúa, el fuerte de San Diego en Acapulco, las defensas de Veracruz
y la muralla de Campeche.
A mediados del siglo XVI el virrey Luis de Velasco mandó construir el dique de
San Lázaro para evitar inundaciones en la Ciudad de México. Más tarde se
emprendieron otras obras para desviar los caudales de los ríos que
desembocaban en el lago y aumenta- ban el nivel de éste causando desbordes.
La obra más importante fue realizada a principios del siglo XVI por Enrico
Martínez, consistente en llevar las aguas del río de Cuauhtitlán y de la laguna de
Zumpango al río de Tula por medio de un tajo y un túnel; el túnel no resistió la
fuerza de las aguas y tuvo que convenirse en un corte a cielo abierto.
En cuanto a la enseñanza de la ingeniería, Ma-
nuel Tolsá hizo a finales del siglo XVII el proyec-
to del palacio que albergaría al mismo tiempo a la escuela de ingenieros y al Real
Tribunal de la Mi- nería. Varios ingenieros egresados de esta escuela colaboraron
en la causa de la Independencia. A raíz de la toma de Guanajuato por el cura
Hidalgo, en 1810, Vicente Valencia fue nombrado jefe de in- genieros de las
fuerzas insurgentes, pero más tarde
murió en campaña.
Arquitectura En México, a lo largo del siglo XVI, los españoles construyeron
fortalezas en los puertos para defen- derlos del ataque de los piratas; las torres de
vigi- lancia solían ser de estilo mudéjar, dada la influen- cia árabe en la Península
Ibérica.
La arquitectura religiosa comprendía no sólo tem- plos, sino también conventos,
hospitales y escuelas. Los conventos constaban de tres elementos: atrio, iglesia y
monasterio. El atrio es una aportación mexi- cana; la iglesia solía ser de una o
varias naves, a veces con bóveda gótica, y la nave era decorada con pintu- ras
murales; el monasterio era casi siempre de dos plantas, construido alrededor de
un patio y en medio del patio una fuente bordeada de árboles ; había tam- bién
una huerta donde se cultivaban hortalizas y fru- tales, y se criaban animales
domésticos. Los agusti- nos levantaron los edificios más suntuosos. Acolman es
una muestra notable por su hermosa portada plateresca y su claustro de estilo
renacentista. A menudo las portadas de las iglesias eran una inter- pretación
indígena del plateresco, como ocurrió con la de Cuitzeo, en Michoacán. Ucareo,
en esa misma zona, es el primer edificio prefabricado que se cons- truyó en
México; sucedió que el virrey, al enterarse de las enormes dimensiones de la obra,
ordenó que se suspendiera, pero el prior y arquitecto Juan de Utreta siguió
trabajando en el monte, luego pidió permiso de hacer el convento en breve plazo
y, obte- nida la autorización, armó las piezas de cantera y madera que ya tenía
preparadas e hizo el monasterio tan grande como lo había planeado
originalmente.
Durante el siglo XVI la arquitectura monástica siguió lineamientos góticos,
platerescos, mudéjares y renacentistas, aunque la mano de obra indígena solía
interpretar con audacia y espontaneidad los pla- nos y diseños de los arquitectos
europeos, agregando además el esplendor de la orfebrería prehispánica.
Las ciudades fundadas por españoles se caracte- rizaron por tener una plaza
central con su fuente,

Época colonial
e-
sus bancas y su mercado, y alrededor de la plaza los espacios para la iglesia, las
casas reales y las resi- dencias de los fundadores. Las calles se extendie- ron
hacia los cuatro puntos cardinales.
Las casas de los principales fueron grandes y sun- tuosas, con un patio central y
apariencia de fortale- zas, en las que abundaba la piedra tallada; destacan las
casas de Cortés en Coyoacán, Cuernavaca y Oaxaca.
En los edificios de sobierno se añadieron porta- les, locales comerciales, reloj
público y hasta un faro en los lugares costeros. Hubo edificios destinados
especialmente a la beneficencia ya la enseñanza. La Real y Pontificia Universidad
de México ocupó pri- mero un edificio ubicado en la esquina de las calles de
Seminario y Moneda de la Ciudad de México; después se mudó a un edificio
propio en la plaza del Volador, donde hoy está la Suprema Corte de Justi- cia de la
Nación; era de estilo plateresco, con porta- da encuadrada por columnas y
rematada por un es- cudo real.
En materia de arquitectura hidráulica se perfec- cionó el acueducto de
Chapultepec, que terminaba en la fuente del Salto del Agua y que sirvió a la
Ciudad de México durante todo el virreinato. Tam- bién se perfeccionó el de
Churubusco, pero más tar- de cayó en desuso. Fuera de la capital el más impor-
tante es el de Cempoala a Otumba, construido en- tre 1553 y 1570.
En el siglo XVI empezaron a edificarse las cate- drales de Puebla, México,
Oaxaca, Michoacán, Chia- pas, Guadalajara y Yucatán. La de México se empe- zó
a construir en 1573, conforme a los planos de Claudio de Arciniega, y trabajaron
en ella los más connotados arquitectos del virreinato; fue termina- da por José
Damián Ortiz de Castro a finales del siglo XVIII y Manuel Tolsá a principios del
XIX. Concebida en estilo renacentista, tiene elementos herrerianos, góticos,
barrocos y neoclásicos.
En el siglo XVII se abandonaron las formas renacentistas y se adoptó de lleno el
barroco. Los españoles se habían enriquecido y gustaban ahora del lujo, la
complicación en las formas, el retorci- miento y la exuberancia; el barroco
representa una nueva vitalidad artística, en la que intervienen con libertad la luz, el
color y la combinación de la ar- quitectura con la escultura y la pintura. De estilo
barroco son, por ejemplo, el Sagrario Metropolita- no de la catedral de México, el
convento de Santia-
—.
go Tlatelolco, el de Churubusco y el Templo de La Profesa, en la Ciudad de
México.
Más tarde vendría el estilo churrigueresco, que alteró toda proporción y a menudo
parecía atentar contra las leyes de la estabilidad. La piedra se trabajó como si
fuera madera, imitando esculturas, repisas, cortinajes, cordones y borlas; las
portadas siguieron la misma técnica que los altares de madera dorada. Las
muestras más relevantes de este estilo son los templos de Santa Prisca y San
Sebastián, en Taxco; el santuario de Ocotlán, en Tlaxcala, y la iglesia del
Seminario de San Martín, en Tepotzotlán. El altar de los Reyes de la catedral de
México es también un vivo ejemplo de este estilo.
El siglo XVIII se caracteriza por numerosas cons- trucciones de carácter civil,
como el Palacio de los Virreyes, con sus patios, sus corredores y su aire de
solemnidad; el Ayuntamiento de México, la Real Aduana de México y el edificio
que ocupó la Inquisi- ción, entre otros.
Las casas de las personas importantes buscaron significar riqueza y nobleza, con
sus escudos de ar- mas, sus almenas, sus torrecillas, su gran patio, su fuente, sus
espaciosos salones y su capilla. En la Ciu- dad de México sobresalen la casa del
conde de San- tiago de Calimaya, la casa del marqués de Moncada (Palacio de
Iturbide) y la Casa de los Mascarones. Los marcos de puertas y ventanas se
trabajaban en piedra; las fachadas se revestían de tezontle en México y de
azulejos y ladrillos en Puebla.
Después vendría el renacimiento del clasicismo. La Real Academia de las Bellas
Artes fue construida al estilo de la antigitedad clásica. José Damián Ortiz de
Castro fue el autor del proyecto neoclásico de las torres de la catedral de México.
El arquitecto y escul- tor Manuel Tolsá hizo para el propio edificio el cubo del reloj,
las estatuas, la cúpula y las balaustradas. El propio Tolsá diseñó y construyó el
Palacio de Mine- ría, que es el edificio civil más significativo de la épo- ca. Otros
edificios neoclásicos son el Hospicio Caba- ñas, en Guadalajara, y la Alhóndiga de
Granaditas, en Guanajuato. El neoclásico desplazó al barroco, destruyó los
retablos dorados, evitó los adornos super- fluos y significó una transición hacia la
modernidad.
Matemáticas Juan Díez escribió un Sumario compendioso de las cuentas de plata
y oro que son necesarias a los merca- deres y todo género de tratantes, con
algunas reglas
13
Q—
tocantes a la aritmética, impreso por Juan Pablos en 1556, en el que el autor usó
métodos alsebraicos y abordé la solución de ecuaciones cuadráticas.
Otra destacada figura fue Juan de Porres Osorio, quien dentro de las matemáticas
teóricas redactó las Nuevas proposiciones geométricas, ideando nue- vos
métodos para dividir la circunferencia, así como para la construcción aproximada
del polígono de 36 lados, con error de 0.001.
Desde el tercer decenio del siglo XVII se hace sentir una corriente renovadora de
los estudios ma- temáticos. Así, ponen de manifiesto el desarrollo mate- mático en
la Nueva España los textos escritos para fines prácticos como el Arte menor de
aritmética (1623), de Pedro de Paz, primer libro destinado ex- clusivamente a la
aritmética que se publicó en el Nuevo Mundo, y el Arte menor de aritmética y
modo deformar campos (1649), de Atanasio Reatón.
En 1637 se abrió la cátedra de matemáticas en la Real y Pontificia Universidad de
México y su pri- mer profesor fue Diego Rodríguez, quien enseñó logaritmos,
trigonometría esférica y cronometría, al igual que su sucesor Carlos de Sigienza y
Góngora. La materia demostró ser de gran utilidad para que los médicos
cronometraran el tiempo de aplicación de los medicamentos a los enfermos y
midieran la duración de las crisis de los pacientes en estado deli- cado; también
fue muy útil a los agrimensores para levantar planos cartográficos, ya los
astrónomos para calcular matemáticamente el movimiento de los cuer- pos
celestes.
José Ignacio Bartolache, profesor sustituto de la cátedra de matemáticas, escribió
en 1769 las Lecciones matemáticas, donde disertó sobre el mé- todo matemático
cartesiano.
En la misma época Diego de Guadalajara redac- tó sus Lecciones de
matemáticas, cuyo texto se per- dió. Esta obra fue destinada por el autor a sus
alum- nos de matemáticas de la Real Academia de San Carlos, con el objeto de
que los agrimensores levan- taran con exactitud sus planos topográficos y que los
arquitectos, pintores y escultores realizaran sus obras con buenas proporciones
perspectivas.
En 1793, en el Real Colegio de Minería, empe- zó a enseñarse el cálculo
diferencial e integral a fin de que los egresados pudieran realizar con preci- sión
sus cálculos en la minería para perforar túne- les, abrir lumbreras, implementar
sistemas de ven- tilación de las minas, establecer métodos para el
Tercera Unidad
2
desagiie de los socavones y perfeccionar las técnicas de amalgamación de los
metales.
. La imprenta En 1539 llegó a la Ciudad de México el impresor Juan Pablos y, a
instancias del obispo fray Juan de Zumárraga y del virrey Antonio de Mendoza, el
pro- pietario del taller tipográfico de Sevilla, Juan Cromberger, mandó instalar un
taller de imprenta para que Pablos emprendiese la tarea de elaborar los primeros
trabajos tipográficos en la Nueva España.
En ese mismo año se publicó la obra del propio Zumárraga sobre la enseñanza de
la doctrina cristia- na a los naturales, siendo éste el primer impreso mexi- cano y
Juan Pablos el primer impresor de América.
El taller fue ubicado en la Casa de las Campanas, en la esquina que actualmente
forman las calles de Moneda y Licenciado Verdad, frente al exarzobispado.
Casi todos los trabajos impresos en la casa de Juan Pablos fueron de tipo
religioso, salvo algunas excepciones como la Relación del espantable terre- moto
que agora nuevamente ha acontecido en la ciu- dad de Guatemala, publicado en
1541.
En el taller de Juan Pablos trabajaban un tira- dor, un componedor y un fundidor
de letras. En sus impresiones usó tipos góticos y, en menor grado, romanos.
Practicó sus tareas tipográficas hasta 1560, año en que falleció. Pero un año antes
de la muerte de Pablos, Antonio de Espinosa, antiguo dependiente suyo, abrió su
propio taller en el número 2 de la calle de San Agustín, actualmente República de
Uruguay, frente al convento de San Agustín.
Espinosa importó de España prensas, caracteres y demás implementos
tipográficos. Solía usar un escu- do especial en sus ediciones. Hermoso por su
gran escudo en la portada es el Túmulo imperial de la gran ciudad de México, de
Francisco Cervantes de Salazar, impreso en 1560. Espinosa usó una gran
variedad de tipos góticos y también romanos, que él mismo cortó y fundió.
Pedro Ocharte, quien casó con la hija de Juan Pablos, imprimía en el taller que
fuera de su sue- gro. Uno de los más importantes libros que publicó fue el Tratado
breve de anatomía y cirugía, escrito por el médico Agustín Farfán.
Pedro Balli, librero, se convirtió en impresor en 1574 e inició sus trabajos con
tipos, viñetas y gra- bados que adquirió de Espinosa y de Ocharte. Sus
ediciones comprendieron varios libros de lenguas

Época colonial
O ——
indígenas. Dos de las obras más importantes que publicó fueron un diccionario de
la lengua tarasca, escrito por fray Juan Bautista Lagunas, y la Rela- ción de las
exequias del rey Felipe 17 (1600).
En 1577 Antonio Ricardo ingresó como impre- sor al taller de los jesuitas del
Colegio de San Pedro y San Pablo, publicando obras de carácter religioso. Por un
corto tiempo se asoció con Ocharte y juntos imprimieron el Vocabulario en lengua
zapoteca, del dominico Juan de Córdoba, en 1578. Después se se- pararon y en
1580 Antonio Ricardo partió para el Perú, donde inició el arte tipográfico con una
obra
religiosa en lengua quechua, que salió a la luz en 1583.
El hijo de Pedro Ocharte, llamado Melchor, tuvo su imprenta en el Colegio de la
Santa Cruz, en Tlate- lolco, y las obras que editó fueron de carácter religioso.
Enrico Martínez, ingeniero que planeó y dirigió las obras del desagiñe del Valle de
México, fue tam- bién tipógrafo. Publicó varios libros, pero quizá el más importante
fue uno que él mismo escribió: Repertorio de los tiempos e historia natural de esta
Nueva España (1606).
l papel que se utilizó en el siglo XVI era grueso y de buena calidad; se imprimía
con tipo gótico o romano; muchos libros se adornaban con grabados y viñetas de
madera; la encuadernación se hacía ge- neralmente en pergamino, pero algunos
libros se encuadernaban en piel, con broches de hierro y una fajilla de latón para
unir ambas pastas.
En el siglo XVII se editaron obras piadosas, l;- bros de gramática en lenguas
indígenas, textos cien- tíficos y piezas literarias.
Fueron impresores de gran calidad Melchor Ocharte, el bachiller Blanco de
Alcázar y el hijo de Enrico Martínez, llamado Juan; pero aun más distin- suida fue
la familia Calderón Benavides, en cuyas pu- blicaciones predominan los tipos de
letra romana. Fundador de esta estirpe de tipógrafos fue Bernardo Calderón, quien
trabajó su imprenta de 1631a 1641, año en que murió; su viuda Paula de
Benavides, su hijo Antonio de Benavides y su hija María, viuda del impresor Juan
Rivera, no sólo conservaron el taller, sino que lo acreditaron, obteniendo múltiples
concesio- nes del sobierno virreinal. A esta familia se debe la impresión, por
primera vez en Nueva España, de las Gacetas, hojas volantes que contenían
noticias de in- torés general y que empezaron a publicarse en 1671. Una de las
gacetas más importantes fue El Mercurio Volante, de Carlos de Sigitenza y
Góngora.
-D
En el siglo XVII fue muy abundante la produc- ción tipográfica. Siguió
sobresaliendo la de carácter religioso, pero también se publicaron libros de medi-
cina y derecho, y algo inusitado, libros de oratoria, que constituyeron una válvula
de escape para los crio- llos liberales, inconformes con el régimen opresor
establecido por los peninsulares, y que por lo tanto vieron en la edición de libros
una forma idónea de externar sus ideas, de Opinar, de decir y de juzgar.
Hubo excelentes tipógrafos, sobresaliendo José Bernardo de Hogal y su familia.
De sus prensas salieron los dos tomos de la Descripción general de los reinos y
provincias de Nueva España (1746), obra muy importante, pues es el primer censo
catastral y demográfico levantado en México. José Antonio de Hogal, hijo de José
Bernardo, obtuvo en 1781 el privilegio de imprimir los billetes de la Lotería.
Los jesuitas tenían su propia imprenta en el Cole- gio de San Ildefonso, de donde
salieron grandes obras pedagógicas. Fue también muy importante la imprenta del
doctor Juan José Eguiara y Eguren. La obra más notable que imprimió fue la
Biblioteca mexicana (1760), de la cual fue autor y director tipográfico.
Otra familia de impresores fue la de apellidos Zúñiga y Ontiveros. En 1785
editaron los Estatu- tos de la Real Academia de San Carlos. También pu- blicaron
obras religiosas, libros políticos y la mayo- ría de las tesis de los graduados en la
Real y Pontificia Universidad de México. Los Zúñiga y Ontiveros fue- ron los más
conocidos y mejores tipógralos del álti- mo cuarto del siglo XVII y principios del
XIX.
En el siglo XVIII las gacetas dejaron de ser senci- llas hojas volantes y se
convirtieron en verdaderos pe- riódicos, aunque conservaron el nombre de
gacetas. Las más importantes fueron las del científico José Antonio Alzate: Gaceta
de literatu ra, Diario literario de México, Asuntos varios sobre ciencias y artes y
Obser- vaciones sobre Fisica, historia natural y artes útiles.
Tecnología industrial
La política económica del Estado español consistió en apropiarse de las materias
primas del Nuevo Mun- do, particularmente los metales preciosos; convertir las
colonias en mercados consumidores de produc- tos elaborados en la metrópoli, e
impedir que se crea- ran algunas industrias que pudieran hacer compe- tencia a
las peninsulares.
Sin embargo, hay que reconocer que en Nueva
España se establecieron nuevas industrias no com-
Formación del Estaclo Mexicano

dignos compañeros. De Prieto pue¿e ¿ecirse que toda su vida fue un nacionalista
pasionado.

Francisco Zarco, digno periodista que siempre ¿e£endió con la pluma sus ideales,
fue al mismo tiempo práctico y preciso en sus conclusiones, virtud que le valió
para que Juárez 10 eligiera su consejero político. Logró que el Congreso
inc01porara la libertati de prensa en la Constitución ¿e 1857.

Santos Degollado fue el héroe de 1as clerrotas, el hombre para¿ójico que se


re£ugíaba en el Evangeho y en Ia Constitución, porque consideraba que uno y
otra eran bases para guiar el comportamiento moral cle1 indíví¿uo. Degollado fue
el último en incorporarse al grupo ¿e los re£ormístas, y fue sacrifica¿o cuan¿o se
encontraba persiguiendo a los verdugos ¿& Ocampo. La Reforma tenía ya su
Blósofo, Melchor Ocampo; su iconoclasta, Ignacio Ramírez; su pensaclor socía1,
Ponciano Arriaga; le faltaba un má1tir, Santos Degollado.

4.1.4. La Constitución de 1857

Después ¿el triunfo de 16. Revolución de Ayutla, encabezada por Juan Álvarez
contra 13 dictaáura santanista _v en cuya secuela se forjó la brillante generación
¿& la Reforma, fue instalado en la capital ¿e la República el Congreso
Constituyente, en cuyo seno ¿estaca la brillante Labor (le los áiputaclos likerales,
que se ve coronada con la promulgación ¿e la Constitución c¡e 5 cle febrero de
1857, que tiene la vírtu¿ (le volver ¿11 país al cauce de 1a 1egaliclaá.

La Constitución de 1857 estableció las garantías (le 1í1'3ertarl, igualzjad y


seguric1a¿; señaló en clóncle termina la acción clel Estado sobre el indiviáuo,
establecien¿o & nivel nacional el juicio de amparo; suprimió en ¿e£inítíva los
£ueros y privilegios del clero y el ejército, que ya habían si¿o suprímíáos en 1833
por &] patricio Valentín Gómez Farías, pero que posteriormente habían síth
restaurados por el clíctaclor Santa Anna; organizó en cle£ínitiva al Estado
Mexicano como República representativa, democrática y £ederal; al Supremo
Poder de la Federación la dividió para su ejercicio, en Legis1ativo, Ejecutivo y
Juclicíal, signi£ican¿o to¿o ello un avance para e país.

4.2. Las intervenciones extranjeras

4.2. 1 . Expansiombmo notteamen'cano,separación de Texas y la guerra con


Estados Unidos

Cuan¿o en 1833 sube a la Presidencia de la. República Antonio López de Santa


Anna y a la Vicepresiáencía Valentín Gómez Farías, la primera misión que por las
Bases de Tacubaya c1e13ía cumplir Santa Anna era convocar un Congreso
Constituyente para que elaborara una nueva Constitución de carácter centralista.
Tal vez por influencia del ilustre 1íbera1 Gómez Farías, o bien para evitar romper
1ánzas contra el partido liberal, el Congreso dictó en primer término las Leyes de
Libertad ¿6 Cultos y ¿e Imprenta. En respuesta por la expedición ¿e astas leyes
avanzadas, Santa Anna se re]:>e16 con sus guarniciones en Huejotzingo,
contraríando la activi¿ad del Congreso.

Se creó entonces la Junta Nacional Legislativa, que clio al país las Bases
Orgánicas que tuvieron carácter ¿e constitucionales. Pero la situación continuó
síenclo caótica. Santa Anna, envanecido por el po¿er, nunca respetó el or¿en
legal y su actituc1 propició £recuentes rebeliones que terminaron por acerlo
renunciar & su alto cargo y akanáo“nar la República.

Sube entonces a la presí¿encia José Joaquín Herrera, que tiene que enfrentarse
al problema de la pretensión ¿e independencia de Texas y a los con Híctos
internos ocasionados por pugnas políticas entre los generales del ejército.

Herrera sale ¿& la presidencia y llega a ella Mariano Paredes Arri]laga, en cuyo
período se inicia la guerra contra Esta¿os Unidos por el asunto cle Texas. El
gobierno quiso reorganizarse, pero cometió el error de simpatízar con un
movimiento de tendencias monárquicas, lo que levantó una oleada (le clamores
que peclían el restablecimiento del federalismo y —c05a curiosa— también el
regreso (le Santa Anna.

En 1846 Santa Anna regresa al país, es ¿esígnado presidente (le la República ¿6


nueva cuenta y como V ícepresí&ente se nombra a Gómez Farías. Mientras éste
queda al ]frente (le] gobierno, Santa Anna se encarga personalmente de hacer la
defensa ¿el territorio nacional, en vírtu¿ ¿e que el ejército de Norteamérica había
tomado 1a clírección militar y
empezaba a atacar a las guarniciones mexicanas.

El problema (le Texas había comenzado en 1836, con el levantamiento armado de


los colonos radica

Cuarta Unidad

(los en Texas, que tomaron como pretexto el cambio (le £orma ¿& gobierno que
instauró el centralismo.

La. población ¿& Texas estaba integra¿a en su mayor parte por colonos cle origen
norteamericano & quienes se había otorga¿o la concesión de establecerse en ese
territorio; lógicamente aquellos pobladores —por ser extranjeros? no tenían
¿erecko & insurreccionarse, así £uese por la violación (le] pacto federal, pero Es—
Latlos Uni¿os había puesto en marcha una conjura internacional para
an'ebatarnos Texas y avívaron la
pretensión independentista de sus habitantes, colaboran&o con armas y
municiones y hasta con mercanarios que engrosaron las Jfilas de la rebelión.

En aquel año ¿e 1836 había sido el propio Santa Anna quien encabezara al
eiércíto mexicano en su marcha hacia Texas para combatir la insurrección.

A pesar ¿e la larga y penosa travesía, que ¿uró casi tot10 el mes cle Jfebrero,
fueron cayendo en manos ('la Santa Anna los principales baluartes y pueblos de
105 rebe1des; San Antonio, E1AJamo, El Re£ugio y otros, 10 cual obligó a las
tropas texanas & irse replegan¿o hasta1a frontera con Estados Unidos, ¿onde
recibieron tecla clase de refuerzos. A principios de abril Santa Anna, que seguía
avanzando hacia el norte y se encontraba a la sazón en las márgenes del río San
Jacinto, supo que el general Samuel Houston se hallaba a poca distancia ¿e allí,
preparán¿ose para roclear el río. Santa Anna se dispuso & impe(lirlo y las fuerzas
enemigas, &ándose cuenta de ello, se re£ugiaron en el bosque. El general
mexicano con£íalaa en que el enemigo no tomaría la iniciativa y resolvió dejar el
ataque para el día síguienta Esta circunstancia £ue aprovechada por Houston,
quien atacó sorpresivamente. Todos nuestros solda¿os se dispersaron y en la
huída Santa Anna fue hecho prisionero. Esta fue para 105 mexicanos la peor
consecuencia (le la denota cle San Jacinto, pero no pºr el descalabro en sí ni por
la captura misma, sino
debido al comportamiento que obse1vó en consecuencia el general Santa Anna,
quien prefirió traicionar a La patria para salvar su vicla. Como jefe del Ejército,
or¿enó ¿11 general Filíso1a que abandonara el territorio texano, y como
presiclente de La República, firmó con el gobierno de Texas el Tratado de
Velasco, por el cual reconocía la. indepenc1encia cle ese territorio y se
comprometía a hacer que cesasen las hostili¿ades y que las tropas mexicanas
evacuasen el estado texano. No imporka que más tarc1e hubiese alegado la
nulic1ac1 ¿e aque1 reconocimiento y que la guerra continuase ; el hecho es que
en los momentos en que hubiera si¿o factible someter a 105 que alegaban
clerech05 que sólo correspondían a los mexicanos, les permitió consoliclar sus
posiciones tanto mí1itares como jurídicas, a] punto ¿e que ya nunCa se consiguió
reíncorporar aque1 territorio a la soberanía ¿e México.

Estaclos Unidos otorgó su reconocimiento a la independencia ¿e Texas y el 12 de


abril ¿9 1844: £i_rmaron un Tratado en Virtud del cual la nueva "república”
que¿aba anexacla ¿¡ la Unión Americana. El gobierno de México se negó a
reconocer la independencia ¿'e Texas, consí¿erando nulo el reconocimiento
otorgado por Santa Anna en los Tratados (le Velasco, dadas Ias circunstancias en
que estos £ueron £irmados. Menos aún reconocería México la anexión ¿e Texas a
Norteamérica. Pero La agresión contra México no se detuvo ahí: al fijar Ía
extensión de Texas, se áetermínó unilateralmente que sus límites eran las
márgenes de] río Bravo, 10 que constituía un cínico ¿espoio, pues nunca había
tenido ese territorio tales
linderos. De este moclo, a] introducir sus ejércitos hasta €] mencionado río,
Estados Unidos perpetraba una flagrante invasión ¿el territorio mexicano.
México declaró la guerra y el ejército norteamericano inició su avance sobre
territorio nacional el 4 de marzo de 1846, siendo presí¿entc de nuestro país
Mariano Paredes Arrillaga. Pero éste fue ¿9— puesto por una sublevación y el
Congreso clesignó presiclente a Santa Anna, quien había vuelto al país
terminando con el destierro que sufría des¿e mecliarlos de 1844.

Santa Anna se enfrentó & Zacarías Taylor, que comantlal1a en el norte cle la
República a las tropas estaclounidenses. El 22 de febrero de 1847, después de
una penosa marcha, el ejército mexicano tornó posiciones frente al invasor en un
punto Hamado La. Angostura, cerca de Saltillo. Para entonces las tropas
norteamericanas ya tenían en su poder San Francisco en California, parte ¿e
Nuevo México, Paso del Norte y Chihuahua, Matamoros,
Monterrey y Tampico.

La batalla de La. Angostura £ue cruenta y la imperícia ¿& Santa Anna increíble,
mas el valor y la decisión ¿e las tropas mexicanas estuvieron a punto de forzar la
victoria. Pero otra vez Santa Anna cu]3rió de vergúenza nuestra historia y tomó en
dolorosa derrota 10 que pu¿o ser una victoria ¿e enorme importancia, sobre toclo
en el aspecto moral: sin justificacipón.

Formación del Estaflo Mexicano

tifícacíón alguna or¿enó la retirada, rep]egándose ¿e teclas las posiciones


conquistadas hasta veínie kilómetros atrás, dejan¿o al enemigo dueño absoluto
(le] campo y dejando en él ahanclonaclos a sus heríclos.

Tanta impericia de un militar de carrera no cabe en la mente; sólo cabe pensar


que Santa Anna se Vendió al enemigo.

Mientras tanto, el Vicepresidente Gómez Farías habla expe¿ído en México un


decreto por e] que elisponía ¿e 105 bienes (¡8 la Iglesia para obtener fondos con
qué combatir la invasión extranjera. El cÍero protestó airaclamente contra esta
medida gubernamental, originanc10 la sublevación ¿e unos cuerpos de la Guardia
Nacional que estaban ¿estimados a la defensa (le la capital, integrados dichos
cuerpos por jóvenes ricos y de tendencia conservadora. A este movimiento
antípatriótico lo registra la historia con el nombre de rebelión ¿e los pollzos,
nombre que el pueblo les clio a estos jóvenes militares que traicionaron su deber.
A su regreso a la capital, Santa Anna domina la rebelión, pero (lestítuye
injustamente a Gómez Farías y deroga el decreto.

Entre tanto, el ejército norteamericano avanza por el Golfo ¿e Mexico hacia


nuestras Cos'tas. Llei ganclo a Veracruz, se libran cruentas Batallas en las que e1
ejército mexicano hace una heroica clefensa, pero finalmente es derrotado,
logrando el general norteamericano YX'7ím(ield Scott apoderarse prima to ¿el
puerto, luego de Jalapa, después de Puebla y finalmente ¿e la Cíudac1 de
México.
Después ¿e lo acontecíáo, se piensa en firmar un armisticio mientras se discuten
las Condiciones (la paz. A nombre de Estados Uni(los, el representante
norteamericano propone que México ceda Texas hasta el río Bravo, Nuevo
¿México y California, a&emás de permitir el libre tránsito a través del Istmo de
Tehuantepec.

México está dispuesto & percler Texas, pero señala como límite el río Nueces.
Puede permitir a Norteamérica un puerto en San Francisco, pero no el tránsito por
Tehuantepec. A¿emás no acepta la pérdida de Nuevo México ni de Cali£ornia.

Al no llegarse a un acuerclo, se desatan nuevamente las hostili¿acles. A pesar ¿e


la heroica defensa del Castillo de Chapultepec, ¿e Churubusco y otras plazas, los
norteamericanos ganan la Batalla final el 144 de septiembre ¿e 1847. E] pueblo se
empeña en que la guerra continúe, pues en ese momento está ínHamado de
espíritu patrio y no se detiene a pensar que la situación social y económica [lo]
país es sumamente grave.

El 16 ¿6 septiembre ¿€ 1847 Santa Anna renuncia a la presidencia (le [a


República, abandonan¿o en el peor momento una situación que él mísmv había
creado. Lo sustituye el presidente de la Suprema Corte de Justicia, Manuel 619 la
Peña y Peña, quien establece en Guerrero la sede del gobierno, por estar la
capital tomada por los ejércitos norte americanos. El general Santa Anna continúa
como je£e del ejército mexicano, pero por muy poco tiempo, ya que ]1alaienáo
fracasado en senclos ataques a Puebla y Huamantla —que estaban en poder de
los invasores— prefiere aban¿onar esa jefatura y expatriarse voluntariamente.

Manuel (10 la Peña y Peña, por su parte, nom17ra a los representantes de México
para concertar los tratados cle paz con Estados Unidos

Así, en conLra. de lo que el pueblo quiere, por medio de] Trataclo de Guadalupe
Hí¿algo, Texas —con límite hasta el río Bravo—, 1 nuevo México y Alta California
pasan a poder de Estados Unidos, y Nléxíco recibe 15 millones de pesos como
pago por el despojo territorial más vergonzoso de la historia de Norteamérica.
SanLa Anna había renunciado Esta vez al mando presidencial, pero más tarde,
con la caída clel presiclente Mariano Arista, se entroníza (le nuevo la dictadura,
hasta que la Rcvo1ucíón ¿e Ayutla cle1ro» Ca en 1854 a "Su Alteza Serenísima" y
¿a principio una nueva época para México: la Reforma Liberal, encabezada por el
Benemérito de la Patria don Benito Juárez.

Podemos considerar que hay (los determinantes en la pér¿ida de nuestro extenso


territorio ¿el norte (19 la República: una que data de la época colonial, el
abandono en que siempre se encontraron las zonas de Alta California, Texas y
Nuevo México; otra, la política expansionísta ele Estaclos [Juicios de
Norteamérica. Así, [a falta ¿e población mexicana y
el afán imperialista del gobierno noúeamerícano, provocaron la tenclencía de
Texas & in¿ependizarse cle México ¿esde la cuarta década clel siglo XIX. En la
quinta década el gobierno ¿9 Estados Unidos no sólo alentó la independencia de
esa región, sino que intervino abiertamente en Áícl1o terrikorio mexicano para
provocar un en£rentamíento con las fuerzas nacionales. Ya antes hemos ha]alaclo
en forma 50— mera rle la guerra entre México y Estado Uniclos, ¿e la. heroica
¿efensa que nuestros soldaclos hicieron ¿el

Cuarta Unidan1

territorio naciona1 y ¿e 13 rapiña más vergonzosa r1e to<13 la historia del vecino
país ¿el norte. Para 5015!— par ese robo, Estados Uní¿os pagó, en abonos
anuales y con un enganche de tres millones c1e pesos, más ¿e dos millones de
kilómetr05 cua<1rados ¿& nuestro territorio. E1 tota1 (1e1 pago sería apenas (19
quince mj110nes (1e pesos. Las regiones "cec1íc1as" en contra de nuestra
vo1untaz1 comprenz1ían California, Nuevo México y Texas, "pero ni estos
nombres, ni 105 (105 mi1lones y mez1io de 1ے16metros, clan una ic1ea exacta
de La magnitud del robo cometido. Este se ve más claro comparando 13. actual
c1ívísión política (1e Estaáos Unidos con el territorio usurpac10: todo Texas, con
más de seiscientos ochenta y 00110 mi1 1—2i16metros, parte de 0121a110ma,
pazºce (1e Kansas, más de la mitad ¿& Coloraclo, buena parte (1e XVyoming y en
su totalix1ac1 los estados ¿se Utah, Nevada, California, Arizona y Nuevo México
Todo e110 por quince millones de pesos en abonos fáci1es”. (Manuel López
Ga110, Economía y política en ¡a Historia de México).

4.2.2. Las agresiones (le] imperialismo francés a México: la guena de los pasteles

En 1838, cuanc10 Anastasio Bustamante ocupaba 1a presidencia <1e nuestro


país, el gobierno francés reclamó al ¿e México indemnización por concepto de
pérdidas y ¿espejos sufric105 por cíu¡1adanos franceses que vivían en nuestro
territorio, a consecuencia c1e ciertos confhctos de relativa poca importancia que
surgieron entre comerciantes £ranceses y gente cle México. E1 pago ascendía a
600 mi1 pesos, y como nuestro gobierno se negó & pagarles por considerar dicha
indemnización excesiva, Francia envió a sus 1'Jarcos de guerra hasta nuestras
cºstas de Veracruz para presionar por meclio de 13 Violencia. México se ha11a1)a
£alto (1e recursos para sostener una guerra y tuvo que entregar 10 que se [e
co13ra1ya, pero exigió que se hiciera un estuche concienzut10 c1e las pérc1í (1as
sufridas por 105 comerciantes franceses, a [in t1e recuperar el exceáente de 1a
cantic1acl entrega¿a. Del clinero recibido, Francia tuvo que devo1ver más tar¿9
200 11111 pesos. Irónicamente se ha denominarlo & aque] con£1icto Jfranco-
mexicano 13 "guerra de 105 paske1es”.

4.2.3. El llamado Segundo Imperio

Tziple Alianza Juárez, en su primer año de gobierno como presidente


constitucional (1861), a<10pta una medida c1e caute1a económica a fín de
resarcir al país (1e 105 enormes gastos realizados c1urante 1a guerra <1e Jcres
años.
Dicha medida consistió en suspenc1er por dos años 61 pago de 1a deu¿a
extranjera, que México venía pac1e- cíenc10 desde mucho tiempo atrás.

Ing1aterra, España y Francia, indigna<1as por 13 suspensión temporal de


nuestros pagos, planearon en octubre de 1861 intervenir en México para hacer
efectivos sus crén1itos. A ta1 efecto movi1ízaron sus flotas y emprendieron la
marcha hacia nuestro país.

Ya en Veracruz, 105 representantes de los tres países enviaron al Gobierno de


Juárez un ultimátum conteniendo sus rec1amaciones. E1 presí¿ente, <1e— seoso
c1e llegar a un arreglo, nombró & clon Manuel Dob1ac10 representante ¿e México
para solucionar el conflicto.

En La So1ec1ac1, lugar cercano a Veracruí, se iniciaron las pláticas con el general


español Juan Pn'm, a quien los representantes c1e Francia e Inglaterra nombraron
para el objeto (1e negociar con México.

Don Manuel Doblado expresó que el Gobierno (16 México no ¿esconocía de


ninguna manera todos 105 Créditos 1egítímos y que 5610 pedía un margen de
espera, en vista ¡19 la crítica situación económica por la que atravesaba e1 país.
Con su actitut1 diplomática, pero firme a la vez, D0111az10 logró que se apro13a
ran 105 siguientes puntos: e1 reconocimiento cle1 gobierno de Benito Juárez y el
compromiso ¿e respetar la soberanía naciona1. Por su parte, e1 gobierno ¿e
México accedió a que 135 p1áticas continuaran en
Orizaba, permitiendo mientras tanto a las tropas extranjeras ubicarse por razones
(1e sa1uc1 en Orizaba, Córc1013a y Tehuacán, pero con e] compromiso de
regresar ¿1 1a costa al término de las conversaciones.

Inglaterra Jforrr1u1aba reclamaciones por c1eudas y busca1aa ventajas


comerciales. Las pretensiones c1e España eran una mezc1a c1e reparaciones por
13 :1euc13 y respaldo alos conservadores c1e México. Sus consir1eraciones se
1unc1a1>an en ideas £a1sas; se Creía que México recibiría & los invasores con
simpatía para acabar con los trastornos de la guerra civil y que la famosa riqueza
(161 país pagaría sobraáamente 1as c1euc1as y los gastos.

De 1215 tres potencias, la más pe1ígrosa era Francia, cuyo emperador Napo1eón
111 quería apoderarse Formación (191 Esta(10 Mexicano (19 nuestro 5ue1o
patrio. Su am17icíón, ya (19 por sí (195m9(11(13, (19 expansión territoria1, 1ue
a1entac1a por 105 conservadores mexicanos, que indígná¿os por 91 triun£o (19
105 1i1)era195, se 1anzaron & Europa a. 1')uscar un príncipe que quisiera venir a
sentar un in1perio en México. Dicho príncipe resu1taría ser Maximi1iano (19
Habsburgo, 110m13re (19 poco carácter que se dejó seducir por 105
conservac10res y por Napo1eón 111, quien 19 prometió protección económica y
mi11tar, & cam1)io (19 que 91 se o1:>1igara a pagar hasta 91 ú1timo centavo (19
1a (191.1(1a mexicana.
Disolución de la Triple Alianza

E1 genera1 Prim, representante (19 España, se (110 cuen£a muy pronto (19 10
equivocado (19 sus consideraciones y tam1aíén (19 1.315 verr1¿¿eras
intenciones (19 Francia, ¡(1 551391“ que 11ega1aan a Veracruz nuevos recursos
franceses, pese a 1515 protestas (19 México en vista (19151 vío1acíón por parte
(19 Francia (19 105 cornpromisos contraídos. La representación íng1esa también
se (110 cuenta (19 135 am1vicíones (19 Napo1cón 111. Entonces, (19 común
acu9rc10, España 91ng1atcrra se ¿es1ígaron (19 1a Trip1e A11anza,
so1ucionaron sus pro1n1emas 1nec11ant9 arreg1os con Manue1 Do1)1a(10 y se
retiraron (191 país.

Francia quec16 so1a, resu91ta ¿( rea1ízar sus propósitos, para 10 cua1 conta13a
con un numeroso y discíp1inado ejército y con 13 ayuc1a (19 105 monarquístas y
conservac1mes mexicanos: Fé1ix Zu1oaga, Leonan10 Márquez, 91 sacerdote
Francisco Javier Miranda, 91 genera1 A1monte, Arrangoíz y otros.

La lucha contza &] ejército £ancés A19ganc10 a1gunos supuestos agravios (191
go1>ierno
mexicano, 91 ¡919 (19 1515 fuerzas francesas, con(19 (19 Lorencez, inició en
a13n'1 (19 1862 La marcha (195(19 Córc101aa 11acia 91 centro (191 país,
vio1an<10 105 Tratac105 (19151 So1ec1ac1, en que se 11a13ía firmac10 91
compromiso (19 a1>anc10nar 1as p1azas tempora1mente ocupac1as en 91
interior, En las cumbres (19 Acu1tzíngo tuvo Lorencez su primer com13ate con
1as tropas mexicanas coman(1ac1as por 91 genera1 Añeaga, quien 10 o1:1igó &
frenar 91 avance; pero en un segundo intento 1ogró romper 91 cerco y avanzó
11acía 1a ciudac1 (19 Pue1a1a.

E1 (1ía 4 (19 mayo se 11a11a13a frente 3. 1a capita1 po1a1ana y 91 5 1anzó sus


fuerzas a1 asa1to (19 1a ciu(1a(1, en (10m19 —tras an1uos com1mtes— 105
mexicanos vencieron a 105 franceses.

En 151 g1oriosa 135113113 (191 5 (19 mayo se (1istinguieron, ac19más (191


genera1 Zaragoza, artífice (19 13 victoria, 105 genera1es Berriozá1aa1,
Lama(1ri(1, Antonio A1varez, Porfirio Díaz y Manue1 Negrete.

La Victoria (19 Pu9131a destruyó a 121 Vez un prejuicio y una i1usión: 91


prejuicio (19 1a ín1eriorú1m1 (191 ejército mexicano y 1a i1usión c191p0c19r050
apoyo popu1ar con que se suponía que conta1sa 91 parti(10 conserva(10r.

Ante 91 fracaso (19 1a expedición emprendida, Lorencez se vio o1;1igeu10 &


pec1ir re£uerzos. Es aquí (10nc19 va a aparecer 91 genera1 Forey, que asumió
91 mando.

Forey, c195pués (19 ocupar a1gunas po1o1aciones próximas a Veracruz, marchó


so13re Pue1>1a y 19 puso sitio 91 17 (19 mayo. E1 fracaso (191 genera1
Comonfort, que trató (19 introt1ucir víveres y municiones en 15. ciu(1a(1,
c19tennínó 1a ren(1íción (19 135 1ueaas sítiac1as.

Los franceses entraron en 1a Cíuc1£u1 (19 México 91 17 (19 juniº, cuam10 ya


105 conserva110res se 113.1)ían pronunciac10 unánimemente en favor (19 1a
intervención.

La Asamblea de Notables Forey, una vez 951:a131901(10 en 1a capita1, c1ío 105


pasos
tenc1ientes a1a íntroc1ucción (191a monarquía: nom1)ró una junta (19 gobierno
compuesta por 35 inc1ivi(1uºs, cuya £uncíón consistiría en c195ignar a 105 215
miem13ros (19 una asam131ea que se 11an1aría Junta (19 Nota13195 y que
tendría como principa1
cometido determinar qué forma (19 go1aierno 11a13ría (19 tener 91 país.

Las so1ucíones que 13 Junta (19 Nota1u1es tomó so1)re 1a forma (19 gobierno
fueron:

1) Que se adoptara como ta1 1.9. monarquía moderada, 119rec1itaria y con


príncipe cató1íco, que tenc1ría 91 títu1o (19 emperador.

2) Que 59 ofreciera La corona a1 arc1aíc1uque (19 Austria, Fernanc10


Maximí1iano.
3) Que sí N1aximi1iano no 11egase & tomar posesión (191 trono, se pí(1iese
¿( Napo1eón
111 que propusiera otro príncipe cató1ico.

Pero Maximi11ano s1' aceptó, pues só1o esla13a esperan(10 91 ofrecimiento


forma1 (19 1a corona por parte (19 105 conserveu10res mexicanos, a quienes —
para su propia desgracia— é1 creyó toc1&s sus mentiras.

Con Napo1eón 111 firmó e1 Trata(10 (19 Miramar, en 91 cua1 comprometía 91


futuro (19 México, pues o131íga1oa ¿ éste a pagar 105 gastos (19 1a interven-

Cuarta Uni(13cción, 11ja(105 9n1a exorbitante suma (19 270 mí11o-


1195 (19 £rancos.

Esta1>1ecinúento (191 imperio (19 Maximí1íano Maximihano (19 Ha1)s1aurg'o


11936 a México acompa— ñ3(10 (19 105 trait10res que 10 se(1uj9t0n con sus
191acías y respa1(1&<10 p0r1os ejércitos 1ranceses.

Una vez esta1>1ecít10, nom1nró como regente (191 imperio a su esposa Car1ota
y como 1ugarteniente suyo a1 genera1Á1monte, 1ormó un gobierno compuesto
9xc1usivamente por conservadores y entregó 91 man(10 (191 ejército imperia1 &
105 genera1es Miramón y Mejía.

Juárez y Maxímí1íano
Ante 1a intervención extranjera, Juárez se impuso 1ª (1919nsa (19 1a soberanía
nacíona1 y (191 sistema repu131icano. En ningún momento 99(1'16 ante 1as
invitaciones (19 Maximi1iano, sino que se man1uvo firme a pesar (19 La
superioridad (19 105 ejércitos £ranceses.

Pronto se (1i0 cuenta 91 19150 emperador (19 que 105 conservau10res 10


11a13ían engañado, (19 que 91 pue1a1o mexicano esta13a con su presíc19nte
Benito ]uárez y (19 que 91 grupo que apoya1;a al imperio era 91 (19 105 traidores
y antipatriotas.

Las tropas r9pu1:>1icanas no cec1'19r0n un momento ante 105 ejércitos


enemigos. E1 genera1 Mariano Esco1sec10 venció ¿( Mejía 911 91 norte y tomó
Zacatecas, en (101119 59 insta1ó tempora1m9nte 91 go1niemo (19 Juárez. Eska
ciu<1&c1 fue 199up9rac13 por Miramón, quien estuvo a punto (19 1151991:
prisionero a1 presic19n— te, pero gozó poco (1911:r1(1n10, pues (1ías (195pue's,
cuan(1o regresa1aa ¿( México, fue a1canza(10 y comp1etam9nte (1951199110
en San Jacinto. Por1'iríº Díaz, a su vez, (19— n:otó a1os imperia1es en
Miahuat1an y La Carbonera, y se apo(19ró (19 Oaxaca. Actitu¡195 119roícas y
triunfos repu1)1icanos se registraron también en 105 1191105 (19 San P9(110 y
en Santa 1531391.

Cuando Maxi_mi11ano compr9m1ió su error, (1991— (1ió corregir1o en parte


respetam10 195 1eyes civi1es que Juárez 11313ía exp9(11(10, pero con 9110 no
1ogró gran— jearse 1a simpatía (191 pu91310, y en cambio 91 919m 19 retiró su
apoyo en r9presa1ia por 1191)er a<10ptac10 ta1 m9c1í(19..

Ante tan£as circunstancias adversas para Maximi1íano. Napo1eón 111 19 retiró


su protección económica y mi111car. Entonces Maximi1iano empren— (116 1a
marcha hacia Veracruz para embarcarse (19 regreso a. su país, arrepentit10 (19
su r9pro1na1a1e intromisión en 105 asuntos po1íticos (19 un país1í1)re; pero su
madre 19 959ri1)íó or(19nán(101e que se mantuviera en 91 trono mexicano,
porque renunciar era cosa indigna (19 un príncipe (19 estirpe rea1. Maximi119no
actuó con1orm9 a1as disposiciones (19 su progenitora y regresó a Querétaro,
(10n(19 fue sitía(10 y 1199110 prisionero por 1915 £u9rzas naciona195
repu131icanas.

1V1ás tar(19 1ue juzgac10 por 91 go1aícmo (19 ]uárez, conJE()(me a 1a 1931
que 10 consic19ra1xa enemigo (19 19 nación, y 1119 1usí1ac10 91 19 (19 junio
(19 186? en 91 Cerro (19195 Campanas junto con 105 trai(10res Míramón y Mejía.

Integración nacional

encabezada por 91 grup'o 11179131 (19 Juárez En 17úsqueda (Je una


nacionalidad

La 1Júsqu9¿a (19 nuestra nacíona1ídat1 1u9 una empresa c111íci1 para Juárez y
105 i1ustres 1í1nera1es que ag1utínó & su a1r9(19(10r. Su método para crear 1ª
conciencia nacíona1 en México, consistió en no ce(19r nunca ante 105 r9it9rac105
ataques (19 105 conservac10res, que intentaron destruir 1a chú131ica y entregar
nuestra soberanía ¿( un p0(19r extraño para satis1acer sus mezquinos intereses;
asimismo, consistió en no 99(191' jamás ante1as exigencias injustas (19 13.5
potencias extranjeras, especía1mente (19 Francia, que 91 intervenir en México
por1a. 1u9rza (19 195 armas cometió uno (19 105 más grandes errores (19 su
historia.

Con 13 (1919nsa (191 principio (19 so1)eranía naciona1, 1a figura (19 Juárez se
acrecentó ¿entro y 1ueza (191 país. Los po1íticos 1i139ra1es más ca1í£íca(105
(191 Viejo y (191 Nuevo 1V1un(10, como Víctor Hugo, Caste1ar, Sarmiento y
muchos más, 19 escribieron con ac1miración; a1 119131ar (19 91 10 11ama1aan
”151 110111- 13r9 (19 nuestro sig1o"; países como Argentina y Perú 10
proc1amaron representativo (19 19. naciona1i<19c1 1atinoam9ricana, y
Co1om1jia 1anzó 91 J£amoso decreto que 10 (19c13ra1>a “Benemérito (19 1215
Américas".

E1 despertar ante La intervención

Ante 91 u1traje (191 ¿ese1n1aarco (19 1215 tropas francesas en nuestro su91o
patrio, 91 pu9171o (19 México reaccionó con indignación y vio1encia
respa1c13náo en toc10 momento 1a actitud (199íc1ic13 y 1írm9 (191
presí(19nte ]uár9z. E1 go1aierno (19 1a Repú1a1ica por ningún motivo esta13a
(1ispuesto a. permitir que, ante 19 superioric1ac1 (19 195 Jfuerzas invasoras, 105
mexica

Formación (191 Estado Mexicano

nos se constituyesen po1íticam9nte 139j0 19 ínf1uencia extranjera. E1


(195p91i91' ante La intervención sígnificó 91 a1ianzamíento (19 105 19205 (19
unión entre 91 pue1)1o (19 México y su 1egítimo gobierno.

Napoleón 111

Durante 91 tercer cuarto (191 sig1o XIX, Francia, Víctoriosa y próspera,


ejercienr10 una especie (19 119g'9— monía contínenta1 en Europa, parecía o1:;r9
(19 Napo1eón 111, quien pasó por un po1ítíco (19 primer grado. Muchos
1r9nceses 119g9ron & tener 19 ciega en su genio, aunque muc11os más
¿escon1iaron, Vi51um1Jr9n(10 91 (19rrum1)e 9. que con<1ucía 91 país. N
¿(13019611 111 acariciaba 91 vago ensueño, granc11050 pero sin contorno, (19
11egar a 95t91719€9r una especie (19 501i— (19r1(19t1 entre 105 1atinos (19
Europa y América, y (19 ser 91 precisamente 91 ár1>itro (19 esa 19(19racíón
amor£a. México era con5i(19rac10 por 91 como 91 punto (19 apoyo Para esta
p91anca en América; aquí era (10n(19 pr9'tent1ía organizar 91 (1ique po1ítico que
(19— Jtuviera 19 t9n¿19ncía 919 dominación uníversa1 (19 105 pu913105
ang'1osajones.
Así, 105 111105 (19 19 intervención1rancesa en México1ueron 1nan9jac105 por
Napo1eón 111 con una miopía evic19nte (19 19 r991i(19c1 mexicana, 19nzanc10
& 1'1aximi1í9no (19 Habs1uurgo como actor príncíp91 y respa1dán(101o con 19
1u9rza(19 sus ejércitos, sin percatarse (19 que nuestro país era una R9pú131ica
ín(19- pen¿iente, con un gobierno so1jerano 91cgíc10 por 91 pue171o y con una
Constitución acon19 con 19 ten(19ncía 1í139ra1 y progresista. 191 miopía
po1ítica 19 tuvo Napo1eón 111 inc1uso para 105 asuntos (19 su país, y sí, (1ío 91
traste con su propio imperio, (19nc10 oportuníc19c1 para 19 invasión prusíano—
g9rmana en- ca1aezau19 por 91 1191311 po1ítico y ¿ip1omático Bísmarc1e.

Francia tuvo que sufrir 195 consecuencias (19 1191)9r 91egír10 a Napo1eón "91
pequeño" para go139rnar1a, pac19€íenc10 19 (101>19 11umi11ación (19 su
fracaso en México y (19 19 intervención prusíano—gjerman9.

Los grandes lzam17res ante 19 intervención Durante 19 invasión £rancesa, Juárez


contó en todo momento con 19 patriótica y áesinteresada 9()191)0r9- ción (19 sus
ministros, como Sebastián Lerc10 (19 T9j9919, 1059 Ma. 15195195 y otros (19 no
menos va1ía; 9 sus genera195, como Manue1Do1a1ac10, y (19 granc195
escritores como Francisco Zarco, Riva P91acio y Gui119rmo Prieto, que 59
c19¿icaron a11acer propag'an— (19 para sostener 19 resistencia.

Mú1típ195 jefes mi1itar95 1uc119ron contra 19 intervención 9xtranj9r9,


genera1mente en guerra (19 guerri11&s. Entre nuestras más (195t999c195
1íguras por su va1or y patriotismo, se encontraban: Porfirio Díaz y Figueroa, en
Oaxaca; Á1v9rez, Leyva y A1tamirano, en 91 sur; Corona y 12059195, en
Sina1oa; Patoni, en Durango; Gonzá195 Ortega, García (19 19 C9(19na y Auza,
en Zacatecas. Por toda 19 Repú1)1ica 59 119119-
1)9n estratégicamente c1i5tri11uic105. Don(1e quiera que Juárez y sus ministros
17u5ca139n refugio para su gobierno, en 5915110, en C1'111'1u91'1u9 () Paso
(191N0rt9,
encontraban 91 apoyo (19 105 guerrí119ros y (191 pue1310, que veían en 91 a su
auténtico representante y ac1ama139n 91 Gobierno Repu1)1ícano.

Los 1zéroes naciona195 y 19 (1911019 (19 Maximiliano

Cinco años transcurrieron (195(19 91 rompimiento (19 195 11051111c19c195


entre 195 1u9rzas invasoras 1:rancesas y 195 tropas (191 ejército naciona1
repub1icano:
(19 913ri1 (19 18Ó2 & ju1ío (19 18Ó7, J¿99119 en que 59 1115t91a nuevamente
91 go1uíerno (19 19 Repú1)1ica en 1a Ciu(19(1 (19 México… Durante 9505 cinco
años, resa1tan1as 1íguras (19 105 1xéroes nacion91es que (19tuvieron a 195
1u9r295 ínva5oras.

E1 genera1 Ignacio Zaragoza, comandante en jefe (191 Ejército (19 Oriente,


rompe en Pu9131a, en 19 139— 19119 (191 5 (19 mayo (19 1862, 91 mito c19 19
invenci1)i11(1m1 (19 105 franceses. Con 91 co1aboraron 1as 1)1'i— ga(195
Lamadri(1 y Á1varez; 195 13rigac195 primera y segunda (19 Oaxaca, 91 mant10
(191 ¿59119191 P011írio Díaz; 19 (19 San Luis Potosí, cuyo comanc19nte era 91
genera1 Mariano Esco139(10; 19 (19 Michoacán, en— ca1)ezac19 por 91
gen9r91 José Mariano Rojo; 19 c191 Estado (19 México, 91 mam10 (191 genera1
F91íp9 Berriozá1m1, y 91 119t911ón 1ijo (19 Veracruz.

E1 corone1 Francisco (19 P. N1i11án, g0139m9(10r y comandante


mi11tar(19195t9c10 (19 Veracmz, 91 man(10 (19 un cuerpo (19 ca1)9119ría (191
ejército repu1)1ican0, 11999 sucum1n'r estrepitosamente, 91 30 (19 a1ari1 (19
1863, a1atercera compañía (191 primer 1nata116n 1rancés, 91 man(10 (191
capitán Danjou y (19 105 5u13t91119n195 Vi11aín y Mauc19(, míem13ros (19 1a
Legión (19 Honor y (191 regimiento extranjero La 1uc119 se 111319 en 19 119»
ci9n(19 (19 La Trinida(1, & unos seis 12í1óm91r05 (19 Pa1o Verc19,
corresponc1ien(10 91 triun1o ¿¡ 105 mexicanos.

Ya vimos que por 10 escaso (191 ejército mexicano, so1ía ac10pt9rse 91 sistema
(19 guerri11as para c19t9n9r 91 avance 1-rancés. En dicí9m1ar9 (19 18643 91
coron91

Cuarta Uni(19(1

Antonio R059195, go1)9rna(10r (1.91 95t9<19 (19 Sin9109, se pone 91 frente (19
5610 264 501(19C105 y envía una avanza(19 dirigic19 por 91 sargento Juan A.
Hemánc192 p9r9 1oca1iz9r 91 enemigo. La av9nzac19 (19 12059195 sorpren(19
9 105 1r9nceses, y (195pués (19 un ataque repentino que causó mu91195 1>9j95
91 extranjero, 119- ga 91 [11191310 (19 San Pe(1ro seguido por 195 tropas
enemigas (191 comandante 1'rancés Gazie119. Hay un enfrentamiento muy
fuerte, pero 105 franceses son sorprendic105 por 91 resto (19 105 501(19(105 (19
R059195, que atacan por 105 j¿19n905 y 19 retaguardia.

Esta es 19 19mosa 1)919119 (19 San Pe(1ro, g9n9(19 91 22 (19 (11- cíem1)r9
(19 1864 por unos cuantos so1(19(105 mexicanos 91 1)ien equipac10 ejército
1rancés.

Después (19 trem9m195 1u91195 que México p9(19- ció por más (19 cinco años,
105 triunfos (19 nuestros héroes 111919ron rea1i(19(1 91 1egítímo (19590 (191
presí(19nte Juárez (19 mantener incó1ume 19 50139r9ní9 (191 país. El 22 (19
enero (19 1867, Napo1eón 111 retiró sus tropas y 91J9n(10nó 9 Maximi1iano,
ante 19 in¿í- 19199919. y 19 1311119 (191 pue1>1o (19 México. 131 19 (19 junio
(19 1867, Maximi1iano 1119 fusí19(10 en 91 Cerro (19195 Campanas,
9ump1iénc1059 así 19 pena a que fuera 90nc19n9c10 cinco años atrás y que 99
ap1ícarí9 9 cuantos atentaran contra 19 im19p9m19nci9 y 19 59-
guríc19c1 nacion91cs.

La nación me:dcan9 ante 91 mundo

A1 1ogr9rse 19 victoria (1911nitiya (19 105 repu1)1icanos contra 105


imperí91istas, 91 prestigio (1911.19t92 y (1919 nación mexicana era inmenso.
Tanto c19ntro como 111919 (19 19 Repú131ica, 59 910g191)9n 91 v91or y 19
perseverancia que presír19nte y pu91310 11913í9n manifesta (10 en 19 1119119
contra 19 invasión francesa. En 9919— 19nte era víta1 que 91 país se conc1uier9
por 105 9911995 (19 19 (1íscip1ina, 91 on19n y 91 progreso, ya que 19 nación
mexicana 11913ía CO1JI3C10 ante 91 munc10 un prestigio nunca antes
imaginado.

4.3. Conso1íclación (1911513919115m0 (expresa(10 en 195 Leyes (19 Reforma y


91 triunfo (19 19 Repú1>1íca)

4.3.1. La guezza (19 tres años y las Leyes (19 1291017119

Benito Juárez pertenecía 9 esa generación (19 1i1)9r9- 195 que 95t9139n
r991izan(10 19 transformación 1)ásíca nacional. Cuando Zu109g9r19rrocó
mec119nte un 901139 (19 9519(19 91 presidente Comon1ort 9 111195 ¿9 1857 y
pren(1ió 19 m99119 (19 19 guerra civi1, 9n9913929m10 9 105 conservac10res
que aún no 59 resigna1)9n ¿( per(191' sus prívi19gios, Juárez, ya 110m1are
max1uro y con firmes principios po1ítícos 1í1>9r9195, reunió en torno suyo 9 105
110m1)r95 que 11913ían (1919n(1h10 siempre 9505 principios y en p19n9
1u9119 cíví1 promu1gó 195 Leyes (19 Reforma (1859) en su 991i(19(1 c19
presic19n— te (19 19 Repú1)1ica (puesto que 19 corresponc1ió ocupar (19
acuerdo con 19 Constitución, por 119139r 5i(10 presie19nte (19 19 Suprema Corte
(191u5ticia durante 91 m9n(1919 (191 presi(19nte Comon1ort). Dichas 19y95
fueron 9xp9c1ic195 por Juárez en Veracruz, a (10n(19 1191)í9 tr9519c19910 5u
ga1>inete para preservar1o ¡191919— que (19 105 reaccionarios, que sostenían
91 impostor Zu1oaga.

En 195 Leyes (19 R91orm9 se (1991(19 19 separación (19 19 1g1esia y 91


Estado, 19 nacionalización 919 105 1319n95 991esiásticos, 19 supresión (19 195
órc19nes monásticas, 91 esta131ecimíento (191 matrimonio CiVi1 y (191 Registro
Cíví1, 19 599u19rízación (19 105 99ment9ríos, así como 19 Lo1erancía (19
9u1tos. Qu9(19 pues 90mp9n(1i9(10 en estas 19y95 91 programa 19190
r91ormista proseguk10 por 91 1i1>9r91ismo mexicano.

Juárez, junto ¿( Ocampo, ¿( Prieto, 9 Santos Dego119c10, 11913rí9 (19 pasar 9


19 111510r19 como 91 91965101 19190 (19 19 Re£orm9.

En seguida 59 11999 una (91991611 (19 195 Leyes (19 Reforma en orden
crono1ógíco, 95p9ranc10 599 útí1 para propiciar 5u aná1i5i5 y comentariºs en 91
591611 (19 91959, a fin (19 c19j9r en 91 91umno un concepto 91919 (19 19
919vac19 significación que estas 19y95 tuvieron para México:

E1 12 (19 ju1í0 919 1859, 91 ciuc19c19no Benito Juárez, presidente interino


constituciona1 (19105 Est9c105 Uni(105 Mexicanos, promu1gó 19 LEY SOBRE
NACIONALTZACIÓN DE Los BIENES DEL CLERO SECULAR Y REGULAR,
cuyos Puntos principa1es 1ueron:
Art. 1º "Entran 91 (1011111110 (19 151 Nación 10(105 105 1>ien95 que 91 c1ero
599u19r y regu19r 119 95t9(10 administrando con (11Ver505 títu105, 599 91.191
J¡Í'uere 19 91959 (19 prer1ios, c19r991105 y acciones en que 90n5i519n, 91
nom1jre y ap1icación que 119y9n tení(10".

Art. 30 "1191119 perfecta independencia entre 105 negocios (191 Estado y 105
negocios puramente ec1esiásticos. E1 Go1u'emo 59 1imi

Formación del Estado Mexicano

tará 9 proteger con su 9utoríc19(1 e1 cu1to pú111íco (16 19 re1igión cató1ica, así
como 01
¿e cua1quier9 otra”.

Don Manue1 Ruíz, ministro 116 Justicia, Negocios Eclesiásticos e 1nstruccíón


Pú1)1i09, envió 9105 go1)err19(10res (19 105 estac105 19 Ley, acompañat19 de
una Circu1ar, que era auténticamente un documento histórico, y contenía una
c19r9 exp1icacíón ¿e 105 motivos que 11913í9n i11spír9f10 19 c19termínación
c1e1 Go1:>íerno Mexicano && n9cion91ízar 105 111e11es 4:19 19 1g1esi9 y
5ep9rar1a c1efinitivamente c1e1 Estac10:

Trein19y 00110 9ñ05 119, exce1cntísímo señor, que e1 es£uerzo 115róico de


nuestros 1í1>er19110r95 rompió para siempre 19 cadena de opro1:)io que nos
1iga1aa 91 trono (15 C9r105 V; y sí atentamente registramos 195 páginas tristes
(15 nuestra 111510—
ri9 en este 1argo perioc10, no poc1rem05 seña1ar un 1150110, en 19 continua y
c1010r059 1uc119 que 19 razón y 19 justicia 11911 5051enic10 contra 19
vio1enc19 y 19 fuerza, que 110 esté marcado con caracteres (19 sangre escritos
por 19 mano (191 c1er0 mexicano […] Ú1tímamente, en 1857, (1e5pués (18
mantener en constante inquietuc1 9 19 Repú131ic9, va1íén<1050 aún (151
vanc191ismo y 9u(19d19 C1€ espurios mexicanos y (19 aventureros españo195,
se e1evó 11ipócrítamente 119519 195 regiones c1e1po¿er; 911í exp1oió 19
(1e1)i1ií19c1 y 19 poca fe 1161 encargado (181 poc1€r pú1)1íco (don Ignacio
Comonfort) y 10 01)1igó & ser perjur0 y 10 comprometió 9 arrojarse 91 fango c1e1
1)91C10n y ¿16 19 ignominia, m9nc11anc10 con este 59110 opr0111050 19
J¿rente (191 mismo 110m13re que 119519 entonces e519139 cubierto C1e g1oria
“Con 19 determinación 4:15 119cer ingresar 91 tesoro pú1)1ico c1e19 Repú1o1ica
105 1aienes que 010 sirven para mantener a quienes 19 c1estrozan, se 91canza
91 importante 1Jíen de quitar a 19 reacción e1 10nc10 (16 que se provee para
oprimir, y esta n1et1k19 c1e evic1ente justícia 11919 que pronto 1uzc9 para
México 91 (119 (15 19 paz".

E123 019 ju110 (1e 1859,1uárez promu1g'ó 19 LEY SOBRE EL MATRIMONIO


CIVIL, cuyos más importantes aspectos fueron 105 siguientes:
Ark. lº “E1 matrimonio es un contrato civi1 que se contrae 1íc119 y vá1ic19mente
ante 19 autoric19c1 cívi1. Para su va1ic197. 199519rá que 105 contrayentes,
previas 195 10rn191ic19(1e5 que esta1a1cce esta 1ey, se presenten ante
9qué119 y expresen 1í1aremente 19 vo1untac1 que Jcie11en c1e unirse en
matrimonio“.

Art. 20 "Los que contr91g'9n e1 matrimonio ¿e 19 manera que expresa e1 9rtícu10


anterior,
gozan (19 104105 105 derec1105 y prerrogativas que 195 1c_ves civí1es 195
conceden 9 105

CELSEIC OS .

Art. 15 E1 matrimonio es 51 único medio 11101'91 c1e 11mc19r 19 19mi119, (19


conservar 19 espercie y (19 5up1ir 195 imperfecciones (1e1 inc1i» Vic1uo, que
110 puec1e 1mstarse a sí mismo para 11eg9r 9 19 perfección (191 género 1…—
mano. Que éste no existe en 19 per50n9 5019, sino en 19 c1ua1íc19¿1 conyuga1.
Que 105 09591105 c19139n ser y serán 59g*ra(105 e1 uno para 91 otro, aún más
de 10 que 95 09(19 uno para sí [.] Que 91 uno y 51 otro 59 de1)en y tem1rán
respeto, deferencia, 1it1e— 1ít19(1, Con1ianza y ternura, y 9m1>os procurarán
que 10 que e1 uno espera1)9 (191 otro 91 unirse con é1, no vaya 9 desmentirse
con 19 unión. Que 91111305" c1€11en prudencia y atenuar sus 191195 […1 Que
91n1)05 (1e17e11 prepararse con 131 estuche y amistosa mutua corrección (15
sus (19106105 9 19 suprema magistratur9 c1e pac1r95 (10 191111119, para que
cu9n(10 11eguen 9 5er10, sus 11íj05 encuentren en 91105 1auen cjcmp10 y una
0011» c1uct9 digna (16 servír1es c1e moc151o […],

E1119 circu19r con que (1011 Manue1 Ruíz, en su ca1ic19c1 de Ministro de


Justicia, acompañó 19 1…ey5013re 01 Matrimonio Civi1, 11120 5911er 9 105
go11ernac10rcs (15 105 estac10s que:

1n¿epenc11entes ya 105 95un105 civi1cs c191 E519010 (19 105 negocios


ec1esíásticos, en 9c1019nte 19 50- cie(19c1 50 139519rá 9 sí misma,
determinando 19 501emní£1911 y con¿11ciones con que e1 matrimonio cívi_1 5e
ce1e11r9rá en 10 sucesivo, quec19nt10 con esta 1e_v 5013re e1 matrimonio cíví1
591151ec119 una (15 195 necesic19c1e5 más apremiantes (19 19 época, ya que
1a1g1e519 119110c110 10110 10 que está en sus manos para 0171ig'9r a 105
Ciuc1af1an05 & c1&5017e(150er195 1eyes, presionánc101os con 19 nergativa
(19 impartír1e5 19 1>en(1¡cíón nupcia1 51 5011
Cuarta Unidad

fieles a la Constitución. De esta manera, 1a1glesia obliga a 105 cíucladanos &


cometer el delito de in£¿elida¿ & la Constitución, que han jurado respetar,
negán¿oleg, si no se retractan ¿e su juramento, la gracia sacramental ¿el
matrimonio […] Con todo esto, la Iglesia ha mínaá0 a la sociedad en su parte más
esencial, que es la organización ¿e las JEamilia.s [.. ..]
En efecto, algunas ciuáadanos, para poder unirse en matrimonio, aparentaban
al)jurar de sus ideas liberales y JEíngían hacerse al la¿o (le la reacción, pero una
vez casados, revelaban públicamente que no era su intención, y rati£ícaban ¿e
nuevo y con mayor solemnidacl sus íutamentos ¿e obeáiencia & la autoricla¿ y &
1a1ey…

Como consecuencia (le esta fizleliclacl ciucladana & la Constitución, muchos


párrocos se atrevieron a ¿eclarar nulas esos matrimonios, a sabiendas de que
eran válíclos, puesto que habían llenarlo 105 requisitos auténticos para su
realización

Estos hechos escandalosos y ¿e pésimos resu1ta- clos, hicieron necesaria la.


aparición ¿e una ley enérgica que a£íanzara ¿e un moclo solemne el contrato de
matrimonio, preservando tan importante institución cle cualquier ataque que
pudiera poner en pelígro la segurida¿ de las £amílias, base ¿6 la sa1u¿ social y el
¿esarrollo ¿e 105 pue]3105.

Para perfeccionar la independencia en que tiebían permanecer la Iglesia y el


Estado, era necesario que éste Hevara su propio registro del nacimiento,
matrimonio y £aHecimiento ¿& las personas. En tal virtuc1 Juárez promulgó, el 28
deju1í0 ¿e 1859, la ley relativa a105]UECES DEL ESTADO CIVIL, cuyo punto
principal es el siguiente:

Art. lº ”Se eskablecen en £o¿a la República funcionarios que se llamarán jueces


¿el esta¿o cív' y que ten¿tán a su cargo la averiguación y moclo ¿e hacer constar
el esta&o civil ¿e todos los mexicanos y extranjeros residentes en el tenítorío
nacional, por cuanto concierne a su nacimiento, a&opcíón, arrogación,
reconocímíento, matrimonio y £allecinúento".

Y e131 de julio de 1859, Juárez Promulga la1ey por virtud de la cual CESA LA

INTERVENCIÓN DEL CUERO EN LA ECONOMÍA DE CEMENTERIOS Y


PANTEONES, cuyo artículo 1 establece que: "Cesa en toda la República la
intervención que en la. economía ¿e los cementerios, camposantos, panteones y
bóvedas o críptas morkuorías, ka teniclo hasta hoy el clero, así secular comº
regular.

Todos 105 lugares que sirven actualmente para dar sepultura, aun las ]:>óvezlas
¿e las iglesias catedrales y ¿e los monasterios ¿e señoras, quedan bajo 1a
inmediata inspección ¿a la autori¿aá civil, sin el conocimiento ¿e cuyos
funcionarios respectivos no se po&rá hacer ninguna inhumación. Se renueva la
prohibición de enterrar cac1áveres ¿entro de los templos". Juárez continúa
incesantemente clictan¿o leyes para la cimentación 1e- gítima clel naciente
Estado Mexicano.

El 4 ¿e diciembre ¿9 1860, promu1g'a la LEY SOBRE LIBERTAD DE CULT"…S,


prohibíéndose las solemn.í¿acles religiosas fuera de lds templos, y ordenan¿o que
las limosnas para £ínes religiosos se hagan con aprobación de los goberna&ores
¿e 105 estaÁ05.

Establece la misma ley, en su artículo lº, que el hombre es libre de creer y


practicar 1a re1ígión que mejor le convenga, sin más límites que el respeto a los
derechºs de 105 clemás y el respeto a las leyes.

Cuando la guerra cle tres años terminó con e1 triun£o rotundo ¿e los liberales en
la batalla de Calpu1a1pan, gracias a la atinacla acción del general Jesús González
Ortega, Juárez entró tríun£ante a Ia capíta1dela República el 31 ¿e enero ¿&
1861, y en marzo siguiente fue proclamado Presidente Constitucíonal.

El 2 (19 febrero ¡la 1861, dieta la LEY DE IMPRENTA, en la que se establece que
es inviolab]e la 1ílaertaá cle escribir y publicar escritos sobre cualquier materia, y
que ninguna autori¿acl pueáe coartar la libertarl ¿e imprenta, que no tiene más
límites que el respeto a la vi¿a privada, a la moral ya la paz pública.

En la misma £echa, 2 ¿e JEe]:>rero de 1861, ¿icta la LEY DE SECULARIZACIÓN


DE HOSPITALES Y ESTABLECIMIENTOS DE BENEFICENCIA, cuyo artículo 2º
¿ice que: "El Gobierno ¿e la Unión se encargará clel cuidado, dirección y
mantenimiento ¿e dichos estab1ecimientos en el Distrito Fecleral, arreglando su
administración como le parezca conveniente".

En ese mismo año Juárez promulga la LEY DE INGTRUCCIÓN PÚBLICA, en La


cual se establece que 81 Gobierno Federal pon¿rá en práctica un plan (18
estu¿ios integral para la Jf<:urmación de los ciudaclanos ¿entro clel marco de1
progreso ].il'zeral, con base en la Consti ción y en las leyes. Este or¿enamíento es
cle suma importancia porque constituye 105 cimientos ¿e una re£orma educativa
de carácter abso1utamenle cientí£í

Formación ¿el Estado Mexicano

co y práctico. En ade1ante no se enseñaría más en 105 plante]es escolares 13.


vieja filoso£ia esco1ástíca, ni el ¿erecho (livino, ni el derecho natural, sino que se
a1n1'—rían los ojos a los educandos para entender nuestra propia filosofía
nacionalista y La £iloso£ía universalmente válida, con £unclamento cn la razón;
asimismo, se enseñaría. 81 Derecho como conjunto (:la normas creaclas por el
Estaclo y se educaría a los jóvenes en el Conocimiento de sus ¿erechos y ¿e sus
obligaciones como cíu¿adan05, para que, canociendo la ConsJcif:ución y las leyes
mexicanas, aprenclíeran & amar y servir a la patria, & hermanarse con todos 105
miembros ¿e la comunida¿ nacional y a rechazar todo intento ¿e intervención
extranjera en lo político, en lo social, en lo económico y en 10 intelectual.

Y en 1863 Juárez, Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos,


dicta la ley por mecha ¿e la cual se extinguen en tocÍa la Republica las
comunidades religiosas.

Este acto no puede considerarse arbitrario, como tratan cle Presentado los
reaccionarios, ya que se theta en p1ena Intervención Francesa y es muy grave la
situación económica por la que atraviesa la República.

El Gobierno tuvo que emplear todos los medios posibles para repeler al ejército
extranjero, invasor ¿el territorio nacional, así como para atender a las exigencias
¿e la aclministración, y proporcionar, asimismº, alojamiento a las víctimas ¿e las
luchas, & 105 ]isiatlos y a las JEamiliew incligentes cle los que morían por la
Patria.

Para concluir ¿iremos, como dijo una vez el patriota Ezequiel Montes:

¡Triste sería la condición del Supremo Gobierno si carecíera ¿& faculta¿es


amplias y expeditas pasa tefrenar los excesos ¿& los particulares y corporaciones
que abusan ¿e su po¿er o c1e sus bienes para trastornar impunemente la
tranquílíflacl ¿e la Naciónf Tocla la sociedad se desquicíaría si en cada nación
hubiera una clase, aunque por otra parte muy respetable, que no pu¿íese ser
reprimida pronta y eficazmente cuando cometíera a1gunos excesos; mal poc1rían
los je£es de los Esta¿os cumplir con las estrechas obligaciones que les impone el
alto puesto que ocupan; sería ilusoria la potestad. de 105 gobernantes y ¿e las
naciones.

4.3.2. Restauración de la República

Tras la ardua 1ucl1a sostenida ¿urante cinco años por la Nación Mexicana contra
la intervención [rancesa, contra el imperio ¿e Maximiliano y contra los
conservadores que en torio momento £avorecieron la invasión extranjera, por fin la
Repúlalica fue restaurada gracias al patrocinio y la. firmeza ¿e Benito Juárez y sus
insignes colaboradores, en el orden político, y en el orden militar por obra ¿el valor
patriótico y la perseverancia de los generales Zaragoza, González Ortega, Portirío
Díaz, Mariano Escobedo y muchos más; juntos, en los ramos de su respectiva
competencia, salvaron la ¿igniáaá ng1ciona1 y lograron la unificación política clel
pueHo mexicano.

Al volver Juárez a la capita1, en julio ¿0 1867, expidió a1puelalo mexicano un


mani£iesto en el que aparecían estas palabras: "Mexicanos: El gobierno cle la
República vuelve hoy a establecer su resiclencia en 13 Ciudad de México, ¿e la
que salió hace cuatro años […] con1afirme resolución ¿e no abanfclonar (como no
lo abanclonó nunca antes, ni siquiera en los momentos ¿e mayor peligro) el cun14
plimiento cle sus deberes. En nombre de la Patria agrac1ecicla, tributo el más alto
reconocimiento a los buenºs mexicanos que la han ¿e£encli¿ […] Que ¡31 pueblo
y el gobierno respeten los derechos (Je to; dos. Emite los indivic1uos, como entre
las naciones, e1 respeto al ¿etecho ajeno es la paz".
4,4._ Aplicación del proyecto Liberal en los gobiernos de Juárez y Lerclo ¿e
Tejada

4.4.1. Adm1histraciones de Juárez y Lerdo de Tejada (1867—1876)

Ruptura del grupo liberal: Plan de la Noria ' Plan de Tuxtepec ' Reelección
Je ]uárez

El perío¿o de gobierno del presidente Juárez 11a]3ía termina¿o en 1865, clurante


la lucha contra el imperio. Por tal motivo, al triunfo (le la República (1867) hahía
que normalizar la situación ]eg'al ¿el gobierno y a tal efecto se realizaron las
elecciones para el próximo período.

Las elecciones dieron nuevamente la presi¿encía a Benito Juárez. El pueblo le


estaba agra¿eciclo y 10 ree1ig'íó por unanimida¿ de votos. Como presidente ¿e la
Suprema Corte de Justicia se nombró a

Cuarta Uni(13<1

Sebastián Ler<10 (1e Tejac1a y £ormando parte (191 gabinete quec1aron José
Ma. 1g1esías, Ignacio Mejía, Blas Ba1cárce1 y Antonio Martínez (19 Castro,
Durante su gestión, Juárez 11120 Varias re£ormas: expic1ió e1 Cóc1ígo Civil y e1
(16 Procedimientos Civiles, expic1ió una importantísima Ley Sºbre Instrucción
Pú131ica y mejoró e1]uício [18 Amparo.

Plan de la Noria
E1 1i13era1ismo se 1131>ía conso1ít1ac10; en ac1e1ante 1ª 1uc11a por ¿31
po<1er se ¿alía entre los propios 1i1jera1es.

A1 terminar 13 segunc1a presidencia c1e Juárez (18Í1), concurrieron para 135


e1eccíones tres canc11- <1at05: Porfirio Díaz, Sebastián Len10 c1e Tejada y
nuevamente Benito Juárez, a quien sus parkit1arios c1esea1oan ree1egír. Como
ninguno tuvo mayoría a1>—
so1uta, 91 Congreso designó ptesíc1ente a Juárez.

Como consecuencia ¿€ 10 anterior, Porfirio Díaz, resentíc10 por el fallo c1e1


Congreso, 1anzó en noviembre c1e 1871 01 P1an (19 La Noria contra 15.
ree1ección de Juárez, 1.1C1811C101 "Que ningún ciuc1m1ano se imponga y
perpetúe en 431 pOC161', y ésta será la última revo ución".

Aunque e1 p1an fue secundado en varios 1ugares (1e1 país, provocando


sub1evacíones hasta en la Ciu(1ac1e1a de 151 Ciudad de México, 1615 tropas
(161 gobierno, organizadas por Ignacio Mejía y comandadas por Sóstenes Rocha,
1ograron so£ocar e1 movimiento.

El 18 de julio (19 1872 fa11ece Juárez y con su muerte cesan automáticamente


105 brotes de re1>e1c1ía, pues ya no había razón para La 1uc11a
antirree1eccionísta emprendida por Por£irio Díaz con e1 P1an de 13 N oría.

Sebastián Lerdo (19 Tejada ocupó interinamente 1a Presic1encia (18 1a


Repúb1ica, según lo estableci¿o por 1a Constitución, manteniendo en sus puestos
a 105 ministros que 11a13ía tenido Juárez: José M& Lafragua, Ignacio Mejía y
131215 Balcárce1, mientras el pueb1o elegía nuevo presi<1ente.

En su calic1ac1 r1e presic1ente interino, Lcr<10 ¿íctó c1esc1e luego, 531 27 (19
julio de 1872, una Ley de Amnistía, es ¿ecir, c1e perdón, para que hubiese paz en
631 país. Acto segui<10, 91 Congreso convocó a e1eccíones.

Las elecciones ¡1ier0n e1tríun£o al propio Sebastián Lada ¡10 Teja(1a, quien
desde el momento en que tomó posesión como Presidente Constituciona1 de 16.
Repú1)1 ica, se1ijó1a tarea ¿& continuar 1a o1ara c1e Juárez.

Durante su gobierno, 1515 Leyes de Reforma pasaron & £ormar parte de 151
Constitución y se 11evó ac1elante e1 programa educativo trazado por Benito
Juárez. La <1e£ensa que Lerc10 hizo (La las Leyes de Re1orma 10 granjearon
continuos ataques por parte ¿e 105 conscrvac10res y lo mismo ocurrió a1 tratar
c1e 11evar ade1ante e1 programa ec1ucatívo 1aico emanado 11€ 151 Reforma
Lí1oera1 emprendida por ]uárez.

Asimismo, reformó 1a Constitución (18 1857 en 10 concerniente al Poder


Legis1ativo, reímp1antanc10 el Senado de 121 República en 1874, pues en 1a
Constitución del 57 el P0(16r Legis1atívo se habla constituic10 con una sola
Cámara, 13. de Diputac105. Lerdo consít1eró que no era suficiente la
representación popu1ar (¿íputados) en e1 Congreso (16 15: Unión, sino que la
o1:rra 1egis1atíva ¡1e13ía contar también con 13 representación t1e 1as
entic1&c1&s Jfederativas (senadores).

Su gobierno 1-ue de tipo civi1ísta, a1 igua1 que el c1e Juárez; siempre trató de
evitar que la (1ixección ¿e la política c1el país estuviera en manos de mi1itares,
10 cua1 originó resentimientos por parte c1e este sector.

En su po1ítíca económica, Lerz10 impulsó la construcción de vías Jférreas, 1a


amp1iación c16 1as redes te1egrá£ícas y e1 servicio posta1, y fomentó 1ª
transformación inc1ustrial. Sin em13argo y a pesar (19 sus grandes aciertos, hay
que decir también que Lerdo pre1irió siempre e1 capita1 extranjero, ing1és y
£rancés especialmente, 10 cua1resta méritos a su
política económica, pues sienta Las bases ¿ca 13 (1e- pendencia (1e México, en
su c1esarr0110 int1ustría1, con respecto a otras naciones.

Plan de Tuxtepec

Porfirio Díaz, con su prestigio militar, era e1 centro c1e 105 an116105 y
resentimientos (191 e1emento militar exc1uido por Lerc10 de la dirección política
(1e1 país. Su ascendiente y entereza 10 11a11ían transformat10 en cauc1i11o
po1ítíco y sus partidarios no esta1aan dispuestos a permitir nuevamente que se
18 exc1uyera en 135 próximas elecciones.

En 1876 Lerdo trata de ree1egírse. A la incon£ormit1ac1 ¿e 105 conservac10res


por la aplicación de las Leyes de Reforma, se sumaba ahora 131 inconformíc1ac1
de 105 mi11tares, que no aceptaban 1a ree1ección y que an11e1alaan ver a su
jefe y amigo Porfirio Díaz en 1a si11a presidencía1.

Lert10 es o1ajeto ahora de reíterac105 ataques por Clos frentes: el conservador y


e1 mi1itar, y La situación se hace más difícil cuando 105 1er&ístas recurren a
medios violentos para hacer triunfar a su candidato.

E1 resu1tac10 c1e este descontento por parte c1e 105 porfiristas sería el P1an
E1e Tuxtepec, en 631 que se Formación del Estado Mexicano

¿escenoce a Lerdo y se c1ec1ara a1 genera1 Porfirio Díaz ¡efe ¿& la revolución.

En mano de 1876 Díaz, enar1>o1ando e1 Plan de Tuxtepee, declara que acepta y


defienc19 [a Constitución c1e 1857 y1as Leyes de Reforma, pero que luc11ará por
c1€£enc1er el principio de la no reelección.

Cuánta sinceri¿ac1 parecía haber en sus pa1a13ras.

Cuánto se pensó que esa sería La última revolución.

Pero 91 género humano suele ser inconsistente en sus &eterminaciones y Díaz


sería inconsistente en 1ª de1ensa (161 principio (19 no ree1ección. Seria hasta
151 Revolución de 1910 cuando se pusiera JEin a una 1arga cadena ¿&
reelecciones c1e1 propio Porfirio Díaz.

4.4.2. Política económica durante las aclmíní¡traciones de juárez y Lerdo de


Tejada (1867—1876)

Antecedentes

Una vez 1og'rac1a la Independencia c1e México, 105 grupºs dominantes vivieron
1)ajo e1 miec10 ¿€ Ver una revue1ta popu1ar como 13 enca13ezat1a por Migue1
Hi¿a1go y José María 1V orelos. Las ¿iferentes fac> ciones en 1uc11a por
o1atener 105 principales mandos
4191 gobierno, establecieron como regla :1e1 juego cerrar toc10 acceso o
participación a las masas popu1ares en los asuntos del gobierno. Muy pronto se
c1istinguieron (105 proyectos po1íticos: uno de corte 1i11era1, que ¿ec1uce ¿&
1a teoría (1e1 1íbera1ismo económico las premisas 11mc1amenta1es para definir
la política económica (19 México, y otro ¿e corte conservador, que persiste en 1a
<1e1ensa c1e1a. raícla herencia co1onía1 aristocrática, centra1ista y
mantenec10ra de 105 privilegios corporativos y jerárquicos.
Conviene tener presente e1 surgimiento c1e un sector económico que con el
tiempo se va & desarro11ar a partir de las reformas 1i1aera1es. A1 respecto,
conviene recordar las medidas ac10ptadas por 105 (1i-versos go1aiernos
encabezac1os por Va1€ntín Gómez Farías, considerado como e1 precursor [le la
Reforma Liberal; Juan Á1varez, quien £avorece la Ley Juárez, que suprime 105
fueros c1e 1a 1g1esía y el ejército; Ignacio Comonfort, quien en 1856 instrumenta
la Ley Lerc10, que consig'na 1a (1esamortización de 105 1Jienes ec1esíásticos, y
Juárez, quien expíc1e en Veracruz, en plena 1uc11a de Reforma, las 1eyes
¿irigic1¿s contra e1 c1ero que pretenden ¿estruir su poc1er económico
nacionalizan(10 sus bienes y 11acíénc10105 pasar 31 ¿ominio ¿& la Nación.
Todas estas medidas coac1yuvan a1 10rtalecimiento ¿e una burguesía minera,
agraria, comercial y 1-ínancíera que, vo1cada 31 mercac10 ínternacíona1, se
conso1idará bajo 61 régimen porfirista, sienc10 antecec1ente t1e c1ic11a
consolidación la po1ítíca económica seguida ¿urante las ¿(1—ministraciones de
Juárez y Lerc10 de Tejada (1867— 1876), quienes se preocuparon por vigi1ar el
efectivo cumplimiento (1e 1as re10rmas liberales en materia económica, social,
po1ítíca y cu1tura1.

Redistzíbuícíón de la fianza

Tanto 1as reformas 1í1aera1es ¿e Lerclo c1e Tejac1a sobre 1a desamortización


de los bienes de las corporaciones civiles y ec1esiástícas, como La 1ey decretada
por juárez en p1ena lucha de Reforma, 5013re la nacionalización de 105 1)íenes
(le la Iglesia, pretendían
crear una generación de pequeños propietarios ur1) anos y rurales. Sin embargo,
a partir e 1a c1esamortízación c1e fincas y bienes ec1esíásticos y 135
faci1ír1acles que esta131ecieron 105 sucesivos go13iernos, 1a rec1istrí13ución
(16 1a tierra continuó siendo inequítativa, pues se redujo a un pequeño grupo ¿&
negociantea que en su mayoría eran 1i1yera es.

Con base en la Ley Lerdo, fueron desamortizaclos los bienes de Las


corporaciones, pero como ¿esgraciar1amente 1a c1efinición c1e corporación
incluía a las comuníáac1es indígenas, éstas se vieron perjuc1icar1&s. En cambio
1as granc1es 11acíenr1as se vieron
Beneficiar1as, pues se facilitó el ¿espejo (19 las tierras y 1a pro1etarízación (19
1615 comuníc1ades ínc1ígenas (los indios se convirtieron en peones al servicio
del hacendado).

Así, la concentración de La tierra en Jfavor ¿el latifundio se realizó al correr (1631


tiempo a costa de la propiedad comuna1. Este hecho conc1ujo a1a creación de
numerosos núc1eos (1e resistencia campesina contrarios a las Leyes ¿e Reforma
y por enc1e a los liberales. El c1espojo sistemático de las tierras comuna1es y 1a
resistencia campesina en contra de 1a <1estrucción de sus formas c1e vi<13, se
conkínuará en e1 porfirismo hasta ser un factor determinante de La Revolución
Mexicana.
Supresión del sistema de alca£alas E1 sistema arance1arío experimentó en la
época1i
1xera1 moc1í1icací0nes £um1a1 lenta1es, que se trac1u¡eran en una
c115rninucíón ¿€ 1515 prohibiciones y una simp1ificación (1e1 sistema
recaudatorio que favoreció la circulación y mejoró e1 precio (216 135 mer

Cuarta Uníz1m1

cancías. Fue suprimido el sistema ¡:la a1ca1sa1as, o sea e1 impuesto que se


cobra1:>a en las gatitas espeAcia1mente 1xabi11tac1as por la Secretaria de
Hacien—
C18 y Crédito Público.

Durante 105 primeros años de 1a vi<1a in¿epenz1iente (19 México, e1 número


¡16 administraclores c1e rentas generales £ue elevado y varíala1e. En su mayor
parte t1ic11as ac1minístracíones se encontraban apostac1as en las zonas ¿e
mayor circu1ación, como por ejemplo la Ciut1ac1 (1e México, Michoacán, ]a—
1isco y Puelw1a.

En 105 períodos de go1>iemo c1e Juárez y Lerc10 c1e Teiat1a, el número c1e
garitas disminuyó notablemente. Muchísimas mercancías estuvieron exentas (1e1
pago (19 a1ca1ja1as, como 1515 canastas, cucharas c1e madera, escobas,
a1gor16n, carbón de pief1ra, ta1>aco, naipes, etc., y fina1rnente el sistema de
a1ca1)a1as fue suprimido en su tota1ic1ac1 durante la administración de Porfirio
Díaz.

Nuevos cultivos y técnicas agzíco]aa

La agricu1tura vivió algunos cambios sustancía1es bajo las administraciones (19


Juárez y Lerc10 de Tejada.

Las principales novet1¿u1es en materia de cultivo se (11eron en Veracruz, con la


prosperidad 6161 café y la caña c1e azúcar; en Matamoros y La Laguna, con 1515
nuevas plantaciones algodoneras; en 1a Penínsu1ac1e Yucatán, con el henequén,
y el Bajío reco13ró su papel c1e "granero de México".

En cuanto a Las técnicas agríco1as, empiezan a superarse 1as herec1ac1&s c19


1a Co10nía, lográndose 121 introc1ucción y c1i£usíón r1e a1gunas técnicas
modernas.

Industzialización

Bajo las ac1mínís'craciones de Juárez y Lerdo de Tejada, 1a i'm1ustría a13arcó


principalmente fá13ricas (1e textí1es, deta1aaco, (19 pape1, de cerámica y
vic1riería, r1e a1íment05 y 1)e1)ic1as, e industria química dedica¿a a la
e1a1yoracíón ¿& ja1mnes, ceri11os, ve1as, a1mic10nes, etc. Al 1a<10 de ésta, se
encontraban 105 tal1eres (19 artesanos, que a la par que el país se
ínc1ustria1iza1ya í1)an ¡1esaparecienc10 y sus miembros se iban proletarizando. .

En cuanto a 151 minería, además de bontinuarse extrayenc10 metales preciosos,


se inició 1a trans£ormación c1e meta1es para e1 uso (18 1a inc1ustría, sobre
toz10 e1 11ierro.

En cuanto a las comunicaciones, Juárez y Lerdo de Tejac1a —como 105 demás


1í13era1€s— tenían fe en 1a capacic13t1 redentora y 1ucrativa (le 135 modernas
vías <1e comunicación y (1e los transportes. Durante el gobierno de Juárez fue
construida la vía férrea que unió ¿1 1a Ciudad (1e México con 01 puerto de
Veracruz. La construcción (1e la vía £érrea vino aparejac1a a 1a restauración (1e
viejos caminos, a 13 creación c1e otros y al tendido ¿e una amp1ia red ¿&
ca1y1es te1egráfícos, 1)ai01as administraciones de Juárez y Lerdo de Teja<1a.
Estas mec1ic1as favorecieron e1 ritmo de1a producción y 1a circu1ación ¿e 1as
materias primas y Las mercancías para ¿31 consumo interno y externo.

Atracción del capital extranjero


La mayoría. de 105 1í13era1es proclamaban que para industria1izar e1 país y
mejorar La agricultura era indispensab1e dinero, pero e1 capital naciona1 era
insuJficiente para rea1izar 105 gram1es proyectos que en materia (16 agricultura,
ferrocarriles e ínt1ustría ¿e
tenían. En consecuencia, se 13uscaron en el exkerior préstamos e inversiones de
las potencias más ricas y (le negociantes particu1ares, para £omentar las
principales activit1acles productivas c1e1 país.

L'as ac1mínistraíones <1e Juárez y Lerr10 de Tejada estímularon 1a inversión


extranjera y favorecieron al sector interno 1ígar10 a1a exportación. Así, se
rec1ujeron impuestos en materia (19 importaciones y exportaciones, 13 po1ítica
£iscal £ue 13enigna para 105 empresarios particu1ares y 135 1eyes en materia.
de proteccionismo £ueron eliminadas, favoreciénclose e1 1i1)re comercio entre
México y otras naciones como 10 establecía la tesis c1e1 1i13era1ísmo
económico.

4.4.3. Política educativa: el pasitz'w'sma en México ¿…te las adminisfracianes (le


Juárez y Lerdo de Tejada ( 1 867 -1 876)

Durante 105 gobiernos (19 Juárez y Lerdo de Tejada se inició 1a parte


constructiva de 1a Reforma. En materia educativa se procuró mejorar 1a
enseñanza.

A ese efecto se c1ictaron normas sobre re£orma educativa, algunas inspiradas en


las ¡(13215 (16 Martínez de Castro y tot1as tendientes a declarar gratuíta,
01J1igatoria, laica, patriótica y cientí£ica 13 educación primaria oficial. Con José
Díaz Covarrubias, Director de Instrucción Pú1'r1ica, se consiguió <1up1icar el
número C1€ a1umnos en 135 escuelas oficía1es, mientras

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