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LA IMPORTANCIA DEL VÍNCULO Y LAS RELACIONES VINCULARES

Enrique Pichón-Rivière definió al vínculo como una estructura


compleja que incluye un sujeto, un objeto y su mutua
interrelación con procesos de comunicación y aprendizaje. Todo
encuentro es un reencuentro. Cabe recordar que, cuando nuestro
maestro de la Psicología Social comenzó a trabajar como psiquiatra
en el viejo Hospicio de las Mercedes -hace ya setenta (70) años- se
enfrentó con la problemática del enfermo abandonado. Los
internados sufrían de abandonismo. Rápidamente logró visualizar
la red vincular; aquello que había de tejido social en esa institución
y, de tal modo, pudo diagnosticar las fisuras, las tramas vinculares fracturadas.
Desde la perspectiva de la psicología social podemos sostener que no hay individuos como unos;
es decir, aislados y recortados. Siempre estamos en presencia de seres entramados, de estructuras
vinculares. a Psicología Social entiende al hombre como configurándose en una praxis, en una
actividad transformadora y en una relación dialéctica mutuamente modificante con el mundo.
Cualquier sociedad está conformada como una red vincular cuyas lógicas contradictorias de
intercambio son específicas de esa comunidad y no de otra. Y el operador psicosocial debe poseer
una conciencia crítica para reconocer nuevas necesidades, tanto propias como de la comunidad a
la que se pertenece; conocimiento que irá acompañado de la estructuración de vínculos que
permitan resolver concretamente dichas necesidades. La necesidad es el motor de toda relación.
En el proceso de socialización humana hay un instrumento privilegiado, que es el lenguaje. Y todo
lenguaje, desde ya, está sostenido por un vínculo, pues la palabra forma parte de una acción
comunitaria. Para que haya vínculo tiene que existir una comunicación de ida y vuelta en la que
cada sujeto pone en juego no sólo aspectos de su personalidad que él conoce, sino también
aspectos internos que a veces desconoce, que son inconscientes, pero que están ocasionando que
el sujeto diga lo que dice, o tenga las actitudes que tiene.
Los afectos tienen una función básica en el desarrollo de las capacidades y de las habilidades de
las personas a la hora de vincularse. Más tarde se ven reflejados en el funcionamiento social, en
el sentirse parte de un grupo, en la posibilidad de cooperar, en el vivir en comunidad. Las personas
somos el resultado de nuestra historia de relaciones con los demás.
Lo relacional, siempre se encuentra presente e influye significativamente en las relaciones
humanas. Los vínculos que se van desarrollando en el entorno cotidiano repercuten en la gestión
del cambio y en el bienestar de los actores.
El vínculo y el afecto posibilitan una unión interpersonal y social significativa. El establecimiento
de un vínculo conecta de forma permanente a las personas. Éste está caracterizado por una gran
significación. Esta significación adquiere diversas percepciones de acuerdo a la particularidad de
cada persona. En el vínculo hay siempre afectos, significados, historia, experiencias propias.
Mediante los vínculos las personas creamos y modificamos nuestro contexto sociocultural. Estas
interacciones permanecen en continua construcción. Esta forma que presentarán las personas de
proceder y de relacionarse, la utilizarán en todos los contextos en los que se encuentra inserto. La
trama vincular tiene que ver con los vínculos en torno al sujeto y sus grupos de pertenencia y
referencia.
La subjetividad de cada persona da el significado a las experiencias vividas. Cada persona es la
protagonista en construir su propio mundo de experiencia, vivencias y emociones.
Todas las personas desde que nacemos pertenecemos a un mundo de relaciones. Este mundo
significado, a partir de los vínculos que se van desarrollando, determina en gran parte nuestra
personalidad y nuestras posibilidades de desarrollo emocional. Nuestra historia de vida va siempre
unida y vinculada a los contextos en los que nos movemos (sociedad, cultura, familia). Las
relaciones vinculares nos significan a nosotros mismos y a nuestra historia de vida.

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