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MÓDULO 10.

INTERVENCIÓN
NEUROPSICOLÓGICA

10.1. INTRODUCCIÓN A LA INTERVENCIÓN


NEUROPSICOLÓGICA
La intervención neuropsicológica es una disciplina que se encarga de evaluar, diagnosticar y
tratar problemas cognitivos, emocionales y comportamentales relacionados con el sistema
nervioso central. Se enfoca en la mejora de la calidad de vida de los individuos afectados por
aquellos, así como a restaurar de sus funciones cognitivas y de comportamiento.

A este respecto, la intervención neuropsicológica se basa en los principios de la neurociencia, que


es un campo que analiza los procesos biológicos, químicos y fisiológicos del sistema nervioso, así
como su relación con el comportamiento y el pensamiento humano.

Esta disciplina se centra en la comprensión de cómo el cerebro humano funciona, así como en la
identificación y tratamiento de los problemas cognitivos, emocionales y comportamentales
relacionados con el sistema nervioso central.

A la luz de lo anterior, se puede afirmar que la intervención neuropsicológica incluye una variedad
de técnicas de diagnóstico para identificar problemas cognitivos, emocionales y
comportamentales, como son las pruebas de imagen, las de laboratorio y las de función
neurológica. Una vez que se identifica un problema cognitivo, emocional o comportamental, la
intervención neuropsicológica puede ofrecer tratamientos farmacológicos y no farmacológicos. Los
tratamientos farmacológicos pueden incluir medicamentos para el tratamiento de trastornos de
ansiedad, depresión, trastornos del sueño y otros trastornos relacionados con el sistema nervioso
central. Estos fármacos alivian los síntomas y mejoran el funcionamiento cognitivo, emocional y
comportamental. En paralelo, los tratamientos no farmacológicos incluyen terapia
cognitivo-conductual, terapia de juego, terapia ocupacional, etc. Estas se centran en ayudar al
paciente a desarrollar habilidades para manejar sus problemas emocionales y comportamentales.

10.2. TÉCNICAS DE DIAGNÓSTICO


La palabra diagnosis tiene su origen en el vocablo griego διάγνωσις, que significa
“discernimiento”. Por ende, es el proceso mediante el que un profesional adquiere conocimientos
acerca de un problema de salud a través de la observación de los signos propios de una
enfermedad. En consecuencia, en neuropsicología, las técnicas de diagnóstico son
herramientas de evaluación utilizadas para evaluar la función cerebral y la cognición, que sirven
para determinar si una persona sufre o no un trastorno mental. Básicamente, estas técnicas de
diagnóstico son:

● pruebas de imagen;
● pruebas de laboratorio;
● pruebas de función neurológica.

10.2.1. Pruebas de imagen

Las pruebas de imagen en neuropsicología son un conjunto de test diseñados para ayudar, por

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medio de imágenes y fotografías, a los profesionales de este campo a evaluar la función cognitiva,
la memoria y el lenguaje. Entre esta clase de pruebas, destacan:

● resonancia magnética;
● tomografía computarizada;
● tomografía por emisión de positrones.

10.2.1.1. Resonancia magnética

La resonancia magnética es una técnica de imagen no invasiva que se utiliza para obtener
imágenes detalladas del cuerpo humano. Se basa en el principio de la absorción y emisión de
energía magnética por los núcleos de los átomos, específicamente el protón. La RM se utiliza
ampliamente en neuropsicología para evaluar la estructura y función del cerebro y la médula
espinal.

Esta técnica de imagen supone la exposición del paciente a un campo magnético intenso y la
medición de las señales de resonancia emitidas por los núcleos de los átomos. Estas señales se
utilizan para generar imágenes detalladas del cuerpo, incluyendo el cerebro y la médula espinal.
La RM también se puede utilizar para medir la función cerebral, como el flujo sanguíneo y la
actividad metabólica.

Con todo, para realizar una resonancia magnética, se deben seguir los siguientes pasos:

1. Preparación. El paciente debe llegar al centro de RM con ropa cómoda y sin objetos
metálicos, como joyas, relojes, monedas, etc.
2. Colocación en la cama de la RM. El paciente se coloca en una cama especial que se
desliza dentro del tubo de la máquina.
3. Aplicación del campo magnético. Se activa el campo magnético y se aplica
radiofrecuencia para excitar los núcleos de los átomos.
4. Adquisición de imágenes. Se recolectan las señales de resonancia emitidas por los núcleos
de los átomos y se utilizan para generar imágenes detalladas del cuerpo.
5. Procesamiento de imágenes. Las imágenes recolectadas se procesan y se analizan para
evaluar la estructura y función del cerebro y la médula espinal.
6. Informe. El radiólogo informa al médico tratante los hallazgos de la resonancia magnética y
ayuda a determinar el diagnóstico y el plan de tratamiento.

En cuanto a su duración, a pesar de que el tiempo de la resonancia magnética varía dependiendo


del área del cuerpo que se está examinando y las técnicas específicas utilizadas, en general, una
resonancia magnética del cerebro puede tardar de 30 minutos a 1 hora.

En neuropsicología, la resonancia magnética se utiliza para evaluar diversas patologías cerebrales,


como tumores, enfermedades degenerativas, lesiones traumáticas, entre otras. Además, se
emplea para estudiar la estructura y función cerebral en pacientes con trastornos
neuropsiquiátricos, como la esquizofrenia o el trastorno bipolar.

10.2.1.2. Tomografía computarizada

La tomografía computarizada (TC) es una prueba de imagen médica diagnóstica que utiliza una
combinación de rayos X y un ordenador para producir imágenes detalladas de los órganos
internos, tejidos y huesos del cuerpo.

Esta prueba es ampliamente utilizada en la neuropsicología para evaluar el cerebro, el cráneo y la

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médula espinal. De hecho, la TC es una de las pruebas de imagen más comunes en la práctica de
la medicina, y puede ayudar a los médicos a diagnosticar enfermedades, lesiones y otros
problemas de salud.

Los fundamentos técnicos de la tomografía computarizada se basan en el principio básico de los


rayos X. Estos atraviesan los tejidos del cuerpo de forma diferente, dependiendo de la densidad de
estos. Como se ha señalado, la TC utiliza un ordenador para reconstruir estas diferentes
densidades en imágenes tridimensionales.

En cualquier caso, el procedimiento para realizar una TC incluye los siguientes pasos:

1. El paciente se acuesta en la mesa de la máquina de TC.


2. El radiólogo coloca una sonda en el área que se va a examinar.
3. La máquina comienza a emitir rayos X a través del cuerpo del paciente.
4. El ordenador recoge los datos de los rayos X y los procesa para crear una imagen
tridimensional.
5. El radiólogo revisa la imagen para verificar que todos los detalles estén en su lugar.

Una vez que la imagen esté completa, el radiólogo la envía al médico para su análisis.

En definitiva, la tomografía computarizada es una prueba de imagen muy útil en la evaluación de


trastornos neurológicos y enfermedades del cerebro y la médula espinal. Esta se utiliza para
diagnosticar y tratar una amplia variedad de problemas médicos, desde enfermedades
degenerativas hasta lesiones traumáticas.

10.2.1.3. Tomografía por emisión de positrones

La tomografía por emisión de positrones (PET) es una prueba de imagen que se utiliza para
evaluar el funcionamiento de los órganos y tejidos del cuerpo. Este test se emplea comúnmente
en la práctica de la neuropsicología y puede ayudar a diagnosticar y tratar enfermedades
relacionadas con el cerebro, como el alzhéimer, el párkinson y otros trastornos neurológicos.
También se usa para evaluar el desarrollo del cerebro en los niños y monitorizar la progresión de
algunas patologías.

Técnicamente, la tomografía por emisión de positrones consiste en utilizar una pequeña cantidad
de una sustancia radiactiva para producir una imagen tridimensional de los órganos y tejidos del
cuerpo. Esta sustancia radiactiva se une a una molécula que, a su vez, se une a los órganos y
tejidos que se desean estudiar.

Cuando los átomos de la sustancia radioactiva se desintegran, emiten pequeñas partículas


subatómicas llamadas positrones. Estos son recogidos por un ordenador y se utilizan para crear
una imagen tridimensional del área del cuerpo que se está estudiando.

Así, el procedimiento para realizar una PET es el siguiente:

1. El paciente se coloca en una camilla y se ubica dentro de una cámara de PET.


2. Se administra en una inyección intravenosa una pequeña cantidad de una sustancia
radiactiva para que se una a las moléculas de destino.
3. La sustancia radioactiva se une a los órganos y tejidos que se desean estudiar.
4. Los átomos de dicha sustancia se desintegran y emiten pequeñas partículas subatómicas
llamadas positrones.

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5. Los positrones son recogidos por un ordenador y se utilizan para crear una imagen
tridimensional de la zona del cuerpo examinada.
6. La imagen se revisa y se diagnostica cualquier enfermedad que pueda estar presente.

10.2.2. Pruebas de laboratorio

Las pruebas de laboratorio consiste en aquellos análisis de sangre y de orina a los que se
someten las personas a la hora de contribuir a la determinación de si sufren o no problemas
neurológicos o neurodegenerativos. Como se acaba de indicar, estas pruebas de laboratorio
consiste en:

● análisis de sangre;
● análisis de orina.

10.2.2.1. Análisis de sangre

Entre los análisis de sangre que se realizan para conformar un diagnóstico de problemas
neurológicos y neurodegenerativos en una persona, destacan los siguientes:

● Nivel de glucosa. Un nivel anormalmente alto de glucosa en la sangre puede ser un signo
de enfermedades neurológicas, como el alzhéimer.
● Nivel de homocisteína. Los niveles altos de homocisteína en la sangre pueden ser un
indicador de que la persona sufre, igualmente, alzhéimer u otras patologías neurológicas.
● Nivel de colesterol. Los niveles elevados de colesterol en la sangre pueden ser un indicador
o un factor de riesgo para desarrollar, entre otras enfermedades neurodegenerativas,
párkinson.
● Nivel de ácido fólico. Cuando un paciente presenta niveles bajos de ácido fólico en la
sangre, puede ser indicativo de esclerosis múltiple.

10.2.2.2. Análisis de orina

En cuanto a los análisis de orina más relevante para la detección y confirmación de un


diagnóstico de enfermedad neurológica o neurodegenerativa, se deben mencionar los siguientes:

● Nivel de glucosa. Si la concentración de glucosa en la orina es excesivamente alta, puede


indicar una disminución en la producción de insulina, que a su vez puede ser un signo de
enfermedades neurológicas, como el alzhéimer.
● Nivel de creatinina. La creatinina es un compuesto nitrogenado que se produce como
resultado del metabolismo normal. Si hay un aumento en los niveles de creatinina en la orina,
puede ser un indicador de daños en el sistema nervioso, lo que puede ser un signo de
enfermedades neurológicas y neurodegenerativas.
● Nivel de urea. La urea también es un compuesto nitrogenado que se produce como
resultado del metabolismo normal del cuerpo. Un aumento en sus niveles en la orina puede
ser un signo de enfermedades neurológicas, como alzhéimer o esclerosis múltiple.
● Nivel de ácido úrico. El ácido úrico se produce como resultado del metabolismo normal del
cuerpo. Si hay un aumento en sus niveles en la orina, puede indicar daño en el sistema
nervioso, lo que puede ser un signo de enfermedades neurológicas y neurodegenerativas.
● Nivel de potasio. El potasio es un mineral esencial para la función normal del sistema
nervioso. Cuando sus niveles en la orina son anormalmente bajos, puede ser un indicador de
una disminución en la función del sistema nervioso, lo que a su vez puede enmascarar la
existencia de enfermedades neurológicas y neurodegenerativas.

10.2.3. Pruebas de función neurológica

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Las pruebas de función neurológica son un conjunto de test diseñados para evaluar el
funcionamiento de los sistemas nerviosos y musculoesqueléticos. Estos se utilizan para detectar
enfermedades y problemas de salud, así como a fin de evaluar lesiones y establecer tratamientos.

Estas pruebas suelen incluir la medición de la fuerza muscular, la sensación, la coordinación, el


equilibrio, la marcha, la visión, el habla y el comportamiento. Se realizan a menudo junto con un
examen físico para ayudar a los médicos a diagnosticar y tratar enfermedades del sistema
nervioso.

Con todo, además de las estudiadas en el capítulo 8 en relación con la evaluación


neuropsicológica, destacan en este grupo:

● prueba de movilidad ocular;


● prueba de sensibilidad;
● prueba de marcha;
● prueba de reflejos;
● prueba de habla.

10.2.3.1. Prueba de movilidad ocular

La prueba de movilidad ocular , también conocida como prueba de ojo motriz, es una
herramienta importante para la evaluación de la función neurológica. Esta se utiliza para detectar
ciertas condiciones neurológicas o enfermedades, como la esclerosis múltiple, el accidente
cerebrovascular, el traumatismo craneoencefálico y el párkinson.

Este test mide la capacidad de los ojos para realizar movimientos coordinados simultáneamente,
como seguir un objeto con los ojos mientras se mueven en un patrón de dirección y velocidad
específicos.

Durante la prueba de movilidad ocular, el paciente se sienta frente a una pantalla con líneas y
puntos de referencia. El examinador, luego, le pide que mire hacia un lado y luego hacia el otro, y
que, después, mueva los ojos para seguir un objeto en movimiento.

El examinador mide el tiempo que tarda el paciente en mover los ojos y los movimientos de los
ojos para determinar si hay alguna disfunción. Un resultado normal es aquel en el que los ojos se
mueven libremente en todas direcciones sin ningún signo de limitación o parálisis.

Esto incluye la capacidad de mover los ojos hacia arriba, hacia abajo, hacia la izquierda y hacia la
derecha, así como para mirar hacia arriba y hacia abajo sin problemas.

Por ello, la prueba de movilidad ocular también puede utilizarse para diagnosticar una variedad de
trastornos oculares, como la estrabismo, la parálisis ocular, la enfermedad de Graves y la neuritis
óptica.

Pero, por lo que interesa a este manual, la prueba de movilidad ocular es una herramienta útil
para la evaluación de la función neurológica, puesto que ayuda a los médicos a diagnosticar y
tratar ciertas enfermedades o trastornos neurológicos.

10.2.3.2. Prueba de sensibilidad

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La prueba de sensibilidad es una prueba clínica que se utiliza para evaluar la función
neurológica. Esta se realiza para determinar si hay alguna disfunción en el sistema nervioso, así
como para evaluar la respuesta a estímulos en diferentes partes del cuerpo.

De esta manera, los profesionales de la salud utilizan pruebas de sensibilidad para ayudar a
diagnosticar enfermedades neurológicas, como la esclerosis múltiple, el síndrome de
Guillain-Barré, la neuropatía diabética y la neuropatía periférica. Estas también se emplean para
evaluar la respuesta a tratamientos farmacológicos o quirúrgicos.

De otra parte, la prueba de sensibilidad se puede realizar en varios lugares del cuerpo, como las
manos, los pies, las piernas y los brazos. Se pueden utilizar diferentes estímulos, como el calor, el
frío, la presión y la vibración. En función de la respuesta del paciente a estos estímulos, se
determina si hay algún daño en el sistema nervioso.

Así, una prueba de sensibilidad típica comienza con una evaluación del historial clínico del
paciente. El profesional de la salud entonces realiza un examen físico para determinar si hay algún
signo de daño neurológico.

A continuación, se realizan pruebas de sensibilidad para evaluar la respuesta del paciente a


estímulos en diferentes partes del cuerpo. Por ejemplo, puede golpear la rodilla del paciente con
un pequeño martillo.

Durante la prueba, se evalúa la respuesta del paciente a los estímulos. Esto incluye la evaluación
de la sensibilidad, el dolor y la resistencia al movimiento. Los resultados se comparan con los de
una prueba de sensibilidad normal para determinar si hay alguna desviación en la función
neurológica.

10.2.3.3. Prueba de marcha

La prueba de marcha es una evaluación clínica utilizada para evaluar la función neurológica y el
equilibrio del paciente. Se utiliza para ayudar a detectar y tratar diversas afecciones, como el
párkinson, el síndrome de la pierna inquieta, la esclerosis múltiple, el accidente cerebrovascular,
el daño cerebral traumático y el alzhéimer.

Durante la prueba de marcha, se observa al paciente mientras camina. Este puede caminar en un
espacio limitado, como un pasillo, o en un espacio abierto, como un patio. El profesional pone su
atención en la postura, la marcha, el equilibrio y la coordinación del paciente para evaluar su
función neurológica.

A tal fin, puede pedirle que camine en línea recta, gire, camine hacia atrás, camine en círculos,
camine sobre una línea, suba y baje escaleras, o camine sobre una superficie irregular. También
cabe la posibilidad de que le inste a caminar con los ojos cerrados, para evaluar el equilibrio, de
que le pida que se detenga y vuelva a comenzar la marcha mientras camina.

La información recopilada se compara con los resultados de una prueba de marcha previa para
evaluar los cambios en la función neurológica del paciente. Igualmente, se cotejan con los
resultados de otras pruebas clínicas para evaluar el estado general del paciente.

10.2.3.4. Prueba de reflejos

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La prueba de reflejos es una evaluación neurológica que se lleva a cabo para medir los reflejos
neuromusculares y la actividad de los nervios. Esta se realiza para detectar problemas
neurológicos y ayudar a los médicos a diagnosticar enfermedades como la esclerosis múltiple, la
esclerosis lateral amiotrófica, los trastornos del sistema nervioso central, etc.

El procedimiento de la prueba de reflejos es relativamente sencillo. El médico comienza con un


examen físico para detectar posibles signos de enfermedad o lesión en los nervios. Una vez que lo
ha completado, comienza la prueba de reflejos.

Esta se acomete haciendo uso de un estilete para estimular los reflejos profundos y superficiales.
El médico emplea el estilete para tocar un punto particular en el cuerpo del paciente y
desencadenar un reflejo específico.

Dependiendo del tipo de reflejo, el médico puede tocar la planta del pie, el tobillo, la parte
posterior de la rodilla, el muslo, el codo, el hombro o la cabeza. Una vez que el médico ha
estimulado un reflejo, observa la respuesta del paciente.

Los reflejos normales se caracterizan por ser rápidos, fuertes y precisos. Si el reflejo es anormal, el
médico puede hacer preguntas adicionales para determinar si hay algún problema. Esto puede
incluir preguntas sobre el historial médico del paciente o preguntas sobre otros síntomas.

En caso de que afloren problemas de reflejos, el médico puede recomendar una serie de pruebas
adicionales. Estas resonancias magnéticas o tomografías computarizadas para ayudar a identificar
el origen de los problemas. Además, puede optar pruebas de diagnóstico de laboratorio para
descartar otras enfermedades.

10.2.3.5. Prueba de habla

La prueba de habla es un método de evaluación de la función neurológica que se usa para


detectar problemas del habla y del lenguaje. Esta se realiza con el propósito de determinar si una
persona tiene alguna discapacidad del habla y del lenguaje, o si está experimentando algún tipo
de trastorno. También puede ser utilizada para evaluar el progreso de una persona con un
trastorno del habla y del lenguaje.

El procedimiento implica evaluar la capacidad de la persona para hablar, leer y comprender el


lenguaje. Esto se realiza mediante la administración de una serie de preguntas y pruebas de
lenguaje que permiten evaluar su comprensión y su uso. Estas pueden incluir el uso de frases,
palabras y oraciones.

Por ejemplo, una prueba de habla podría consistir en leer en voz alta un pasaje de un libro o un
discurso para valorar la calidad y la precisión de la pronunciación, la entonación, el volumen y el
ritmo.

Además de la prueba de habla, se realizan otras para evaluar la capacidad de la persona para
comprender y usar el lenguaje, como las de vocabulario, comprensión auditiva, gramática y
lectura.

Otra parte importante de la prueba de habla es el test de fluidez, que se emplea para evaluar la
velocidad con la que una persona puede hablar. Este se realiza al pedirle a una persona que recite
una lista de palabras o frases. Se mide el tiempo que tarda en completar la tarea.

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Un ejemplo de prueba de fluidez en el habla es pedirle a una persona que lea un cuento corto de
manera fluida sin titubear, parar ni repetir palabras, en 2 minutos.

Finalmente, la prueba de habla también incluye un ejercicio de articulación, que sirve a fin de
evaluar la manera en que una persona pronuncia las palabras. Esta prueba se realiza pidiendo a
una persona que repita una lista de palabras y, luego, observar cómo pronuncia cada palabra.
Esta prueba se usa para detectar, por ejemplo, la tartamudez.

10.3. TRATAMIENTOS FARMACOLÓGICOS


Los tratamientos farmacológicos son una opción habitual para el abordaje de enfermedades
neurológicas y neurodegenerativas. Estos utilizan fármacos para ayudar a controlar los síntomas
de estas patologías y mejorar la calidad de vida de las personas que las padecen.

A la hora de decantarse por un tratamiento farmacológico, los médicos tienen en cuenta varios
factores, como:

● gravedad de los síntomas;


● edad del paciente;
● estado de salud general del paciente;
● eficacia del fármaco;
● efectos secundarios potenciales del fármaco.

En general, estos tratamientos farmacológicos son más efectivos para controlar los síntomas
avanzados de las enfermedades neurológicas y neurodegenerativas. En cambio, los tratamientos
no farmacológicos, como la terapia ocupacional y la fisioterapia, son más útiles para el manejo
temprano de los síntomas.

Pese a ello, en muchos casos, los tratamientos farmacológicos y no farmacológicos pueden ser
utilizados al mismo tiempo para proporcionar un alivio más completo de los síntomas.

Por ejemplo, un paciente con párkinson puede tomar medicinas para controlar los temblores,
mientras sigue una terapia ocupacional para mejorar su capacidad de realizar tareas cotidianas.

Con todo, en función de la enfermedad, los médicos recetarán unas medicinas u otras. Por
ejemplo, se usa:

● levodopa y carbidopa para el tratamiento del párkinson;


● riluzol para el tratamiento de la esclerosis lateral amiotrófica;
● interferon beta para el tratamiento del esclerosis múltiple;
● inhibidores de la acetilcolinesterasa para el tratamiento del alzhéimer.

Por ejemplo, José es un hombre de 77 años, 175 cm de altura y 80 kg de peso. Está diagnosticado
de alzhéimer avanzado y su médico le ha recetado donepezilo, que es un inhibidor de la
acetilcolinesterasa.

La dosis recomendada de donepezilo para adultos con alzhéimer de moderado a grave es de 10


mg una vez al día, normalmente antes de dormir. Sin embargo, es importante que el médico la

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ajuste según sea necesario.

Además, es importante que José vaya a consulta regularmente para evaluar su respuesta al
tratamiento y para asegurarse de que no experimenta efectos secundarios graves.

Con todo, se debe tener asimismo en cuenta que el tratamiento farmacológico es solo una parte
del enfoque integral para el manejo del alzhéimer en José, por lo que sería interesante que
explorara la opción de someterse a su vez a terapias no farmacológicas.

10.4. TRATAMIENTOS NO FARMACOLÓGICOS


Los tratamientos no farmacológicos son aquellos que no implican el uso de medicamentos
para tratar una enfermedad. Estos pueden incluir terapias físicas, psicológicas, etc. En
enfermedades neurológicas y neurodegenerativas, pueden ser especialmente importantes, ya que
pueden contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas afectadas.

Al igual que sucede con el proceso de elección de un tratamiento farmacológico para el abordaje
de estas patologías, existen varios criterios para inclinan a optar por terapias no farmacológicas
ante enfermedades neurológicas y neurodegenerativas.

Uno de los criterios más importantes es la capacidad del tratamiento para mejorar la función física
y cognitiva de la persona afectada. Otro es su potencial a la hora de ayudar a las personas a
adaptarse a las limitaciones físicas y cognitivas que pueden derivarse de la enfermedad.

Con todo, existen varios tipos de tratamientos no farmacológicos para enfermedades neurológicas
y neurodegenerativas. Se recurrirá a unos o a otros dependiendo de la patología de la persona y
de su estado de salud general. Los más significativos son:

● terapia física;
● terapia cognitivo-conductual;
● terapia de grupo;
● terapia familiar;
● terapia de juego;
● terapia ocupacional;
● terapia de habilidades sociales;
● terapia del lenguaje;
● terapia de apoyo;
● terapia con animales;
● musicoterapia.

10.4.1. Terapia física

La terapia física es una rama de la medicina que se enfoca en el uso de ejercicios y técnicas
físicas para tratar y prevenir lesiones y enfermedades. En el contexto de las neurológicas y
neurodegenerativas, tiene como objetivo mejorar la función física y ayudar a las personas a
adaptarse a las limitaciones físicas que pueden resultar de la enfermedad.

De este modo, enfermedades neurológicas y neurodegenerativas como el párkinson, la esclerosis

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múltiple, la esclerosis lateral amiotrófica y el alzhéimer pueden causar debilidad muscular,
dificultad para caminar, problemas de equilibrio y trastornos del movimiento.

La terapia física puede ayudar a las personas afectadas a mejorar su capacidad física y a
adaptarse a estas limitaciones. En síntesis, las metas de esta clase de terapia ante estos pacientes
son:

● mejorar la fuerza muscular y la resistencia;


● mejorar la capacidad para caminar y el equilibrio;
● reducir el riesgo de caídas;
● mejorar la flexibilidad y la movilidad articular;
● aumentar la actividad y la participación en actividades diarias.

A la terapia física, se puede recurrir en situaciones de diagnóstico precoz de enfermedades


neurológicas y neurodegenerativas, pero también durante el tratamiento de la enfermedad, y, si
es el caso, en la etapa de rehabilitación y recuperación.

Sea como fuere, el procedimiento de aplicación de la terapia física en enfermedades neurológicas


y neurodegenerativas incluye los siguientes pasos:

1. Evaluación. El terapeuta realizará una evaluación detallada de la función física de la persona


afectada, incluyendo la fuerza muscular, el equilibrio, la movilidad articular y la capacidad
para caminar y realizar actividades diarias.
2. Planificación. Luego, planificará un programa de ejercicios y técnicas específicas para tratar
las limitaciones físicas identificadas en la evaluación.
3. Implementación. El terapeuta guiará al paciente en la realización de los ejercicios y técnicas
en el programa planificado.
4. Evaluación continua. Por último, continuará evaluando la función física del paciente y
ajustando el programa de ejercicios y técnicas según las necesidades cambiantes del
paciente.

Un ejemplo de aplicación de la terapia física es el de María, una mujer de 82 años que acaba de
ser diagnosticada de párkinson. La evaluación de la terapeuta física mostró que María tiene
debilidad muscular en las piernas, problemas de equilibrio y dificultad para caminar.

El plan de tratamiento incluyó ejercicios de fortalecimiento para las piernas, ejercicios de equilibrio
y entrenamiento para caminar con un andador. Además, se incluyó en el programa ejercicios de
mejora de la flexibilidad y la movilidad articular.

María asistió a sesiones de terapia física semanalmente y también se le dio un programa de


ejercicios para realizar en casa. Después de varias semanas de terapia, mostró mejoría en su
capacidad para caminar y en su equilibrio, lo que le permitió volver a realizar actividades diarias.

10.4.2. Terapia cognitivo-conductual

La terapia cognitivo-conductual (TCC) es un enfoque psicológico que se centra en el cambio de


pensamientos, emociones y comportamientos para tratar problemas mentales y físicos. En el
contexto de enfermedades neurológicas y neurodegenerativas, puede ayudar a las personas a
adaptarse emocionalmente a las limitaciones cognitivas y físicas que pueden resultar de su
dolencia.

Así, la demencia senil, el párkinson, la esclerosis múltiple o el alzhéimer pueden causar problemas

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cognitivos como pérdida de memoria, dificultad para concentrarse y problemas de entendimiento.
La TCC contribuye a mejorar o a mantener la capacidad cognitiva de estos pacientes y a
adaptarse a sus limitaciones.

En consecuencia, los objetivos de la TCC en enfermedades neurológicas y neurodegenerativas


comprenden:

● mejorar la memoria y la concentración;


● reducir la ansiedad y la depresión relacionadas con la enfermedad;
● mejorar el enfoque y la capacidad de planificar;
● aumentar la adaptabilidad y la capacidad de afrontar la enfermedad;
● mejorar la comunicación y la relación con seres queridos y cuidadores.

De este modo, a la TCC, se puede recurrir ante un diagnóstico precoz de problemas neurológicos y
neurodegenerativos, pero asimismo durante el tratamiento de la enfermedad, y, si es el caso, en
la fase de rehabilitación y recuperación.

Sea como fuere, el procedimiento de aplicación de esta técnica en enfermedades neurológicas y


neurodegenerativas incluye los siguientes pasos:

1. Evaluación. El terapeuta realizará una evaluación detallada de los pensamientos, emociones


y comportamientos de la persona afectada.
2. Identificación de patrones disfuncionales. Asimismo, el terapeuta identificará patrones
disfuncionales en los pensamientos, emociones y comportamientos del paciente.
3. Planificación. El profesional planificará un programa específico para cambiar los patrones
disfuncionales identificados.
4. Implementación. Luego, guiará al paciente en la aplicación de las técnicas de TCC en el
programa planificado.
5. Evaluación continua. El terapeuta continuará evaluando el progreso del paciente y
ajustando el programa según sea necesario.

Un ejemplo de aplicación de la TCC en una persona con demencia senil puede ser el de Josep, un
hombre de 68 años que acaba de ser diagnosticado con esta enfermedad.

La evaluación del terapeuta cognitivo-conductual mostró que Josep tiene problemas de memoria y
dificultad para planificar y organizar su día a día. El plan de tratamiento incluyó técnicas de
entrenamiento de memoria, como repasar diariamente una lista de tareas y utilizar recordatorios
visuales.

También se trabajó en la planificación y organización de su día a día, proporcionando estrategias


para ayudarlo a completar sus tareas y recordar eventos importantes.

Además, se trabajó en la reducción de la ansiedad y la depresión relacionadas con la enfermedad


mediante la enseñanza de técnicas de relajación y afrontamiento.

Josep asistió a sesiones de TCC cada semana e hizo en casa un programa de ejercicios
complementario. Después de varios meses, mostró mejoría en su capacidad para planificar y
organizar su día a día y en su memoria, a pesar de su dolencia.

10.4.3. Terapia de grupo

La terapia de grupo es un enfoque psicológico en el que varias personas con problemas

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similares se reúnen para discutir sus experiencias y problemas. En el ámbito de las dolencias
neurológicas y neurodegenerativas, contribuye a que las personas se adapten emocionalmente a
las limitaciones físicas y cognitivas que pueden resultar de la enfermedad, ofreciendo apoyo
mutuo.

A este respecto, la terapia de grupo proporciona un espacio seguro y comprensivo para que los
pacientes con problemas neurológicos o neurodegenerativos afectadas compartan sus
experiencias y se apoyen los unos a los otros. Por ende, los objetivos de dicho enfoque terapéutico
son:

● ofrecer apoyo emocional a las personas afectadas y a sus familias;


● proporcionar un espacio seguro para compartir experiencias y problemas relacionados con la
enfermedad;
● ayudar a las personas a adaptarse a las limitaciones físicas y cognitivas de la enfermedad;
● mejorar la comunicación y la relación con seres queridos y cuidadores;
● fomentar la autoestima y la autoeficacia.

De esta manera, el procedimiento de aplicación de la terapia de grupo en enfermedades


neurológicas y neurodegenerativas comprende los siguientes pasos:

1. Evaluación. El terapeuta realizará una evaluación para determinar si la terapia de grupo es


adecuada para el paciente y para identificar los problemas y necesidades específicas del
paciente.
2. Formación del grupo. Después de determinar que este enfoque terapéutico es el idóneo, el
profesional formará un grupo de personas con problemas similares o integrará al paciente en
uno ya existente.
3. Planificación. El terapeuta planificará los temas a discutir en cada sesión y los objetivos
específicos del grupo.
4. Implementación. El terapeuta dirigirá las sesiones y guiará las discusiones en el grupo.
5. Evaluación continua. El terapeuta continuará evaluando el progreso del grupo y ajustando
el programa según sea necesario.

Un ejemplo de aplicación de la terapia de grupo en un paciente es el caso de Manuel, un hombre


de 55 años que ha sido diagnosticado recientemente de esclerosis múltiple. La evaluación del
terapeuta mostró que tiene dificultades para adaptarse emocionalmente a las limitaciones físicas
de la enfermedad y necesita apoyo emocional.

El terapeuta formó un grupo de personas con esclerosis múltiple y planificó sesiones que
abordaran temas como la adaptación emocional a las limitaciones físicas, el manejo del estrés y la
ansiedad, y el apoyo mutuo.

Manuel asistió a sesiones de terapia de grupo semanalmente y se benefició de escuchar y


compartir experiencias con otras personas que también vivían con la misma enfermedad.

A través de la terapia de grupo, Manuel aprendió maneras de manejar mejor su estrés y ansiedad,
y se sintió menos solo en su lucha contra la esclerosis múltiple. Además, el apoyo mutuo del grupo
le ayudó a aumentar su autoestima y confianza en su capacidad para adaptarse a las limitaciones
de la patología.

10.4.4. Terapia familiar

La terapia familiar es un tipo de abordaje psicológico que se centra en mejorar las relaciones y
la dinámica en el seno de una familia. En el contexto de las enfermedades neurológicas y

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neurodegenerativas, contribuye a que las familias se adapten y manejen mejor los desafíos
emocionales y prácticos que surgen a medida que uno de sus miembros se enfrenta a una
dolencia de esta clase.

A este respecto, los cambios cognitivos y físicos pueden causar estrés emocional y cambios en las
relaciones familiares, así como en las responsabilidades y roles que cada uno de los miembros del
grupo familiar ostenta. Ante ello, los objetivos de este tipo de terapia son:

● mejorar la comunicación y la relación entre los miembros de la familia;


● ayudar a las familias a adaptarse y manejar los desafíos emocionales y prácticos de la
enfermedad;
● ayudar a las familias a tomar decisiones difíciles relacionadas con la enfermedad, como el
cuidado a largo plazo;
● mejorar la adaptación y el bienestar emocional de todos los miembros de la familia.

A la terapia familiar, se puede recurrir en situaciones de diagnóstico temprano, durante el


tratamiento de la enfermedad, y en la etapa de rehabilitación y recuperación. También puede ser
útil en casos de conflictos familiares relacionados con la enfermedad.

De todos modos, el procedimiento de aplicación de la terapia familiar en enfermedades


neurológicas y neurodegenerativas es el siguiente:

1. Evaluación. El terapeuta realiza una evaluación para determinar si la terapia familiar es


adecuada para la familia y para identificar los problemas y necesidades específicas de la
familia.
2. Planificación. Tras ello, planificará los temas a discutir en cada sesión y los objetivos
específicos de la terapia.
3. Implementación. El terapeuta dirigirá las sesiones y guiará las discusiones en la familia.
4. Evaluación continua. Finalmente, el profesional seguirá evaluando el progreso de la familia
y ajustando el programa según sea necesario.

Un ejemplo práctico de aplicación de la terapia familiar en este contexto es el de Jacques, un


hombre de 78 años que ha sido diagnosticado con alzhéimer y que se niega a ingresar en una
residencia.

El terapeuta realizó una evaluación y descubrió que había conflictos entre Jacques y sus hijos
sobre el cuidado a largo plazo, ya que él se negaba a acabar sus días en un geriátrico.

A través de la terapia familiar, Jacques y sus hijos aprendieron a comunicarse de manera más
efectiva y a trabajar juntos para encontrar una solución que colmaba las necesidades de Jacques,
a la vez que aseguraba su seguridad y bienestar. Además, el terapeuta ayudó a ambas partes a
procesar las emociones relacionadas con el diagnóstico y a prepararse para los cambios futuros.

10.4.5. Terapia de juego

La terapia de juego es un enfoque terapéutico que utiliza el juego como medio para alcanzar
objetivos específicos. En el ámbito de las enfermedades neurológicas y neurodegenerativas, se
emplea para mejorar habilidades cognitivas, emocionales y físicas. De esta manera, los objetivos
de esta terapia aquí son:

● mejorar las habilidades cognitivas, como la atención, la memoria y el razonamiento;


● mejorar las habilidades emocionales, como la regulación emocional y la autoestima;
● mejorar las habilidades físicas, como la coordinación, la fuerza y la movilidad;

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● ayudar al paciente a desarrollar estrategias para adaptarse a las limitaciones de la
enfermedad;
● fomentar la interacción social y el desarrollo de relaciones.

Por otro lado, el procedimiento de aplicación de la terapia de juego en enfermedades neurológicas


y neurodegenerativas incluye los siguientes pasos:

1. Evaluación. El terapeuta realizará una evaluación para determinar si la terapia de juego es


adecuada para el paciente y para identificar los problemas y necesidades específicas del
paciente.
2. Planificación. Luego, planificará los juegos y actividades a utilizar en cada sesión y los
objetivos específicos de la terapia.
3. Implementación. El terapeuta dirigirá las sesiones y guiará al paciente a través de los
juegos y actividades.
4. Evaluación continua. Finalmente, no dejará de evaluar el progreso del paciente y ajustando
el programa según sea necesario.

Por ejemplo, Vicente es un hombre de 45 años que ha tenido un accidente de tráfico a


consecuencia del que padece daño cerebral.

En el caso de Vicente, el terapeuta utilizó juegos y actividades para ayudarle a mejorar sus
habilidades cognitivas, como la memoria y la atención, así como sus habilidades físicas, como la
coordinación y la movilidad.

En este sentido, uno de los juegos a los que se puede recurrir es el de roles, en el que el
profesional pide a Vicente que se imagine, por ejemplo, en una comida familiar. Le indica que él es
el cocinero. Vicente debería responder cómo se sentiría y cómo se comportaría ante esa situación.

Además, el terapeuta trabajó con Vicente para desarrollar estrategias para adaptarse a las
limitaciones causadas por su daño cerebral, como aprender a organizar su tiempo y espacio para
ayudarle a manejar mejor sus tareas diarias.

En fin, la terapia de juego ayudó a Vicente a desarrollar habilidades sociales y a mejorar su


autoestima, adoptando una actitud positiva en el largo camino de recuperación que tiene por
delante.

10.4.6. Terapia ocupacional

La terapia ocupacional es un enfoque terapéutico que se centra en ayudar a las personas a


realizar las actividades diarias importantes para ellas, conocidas como ocupaciones, a fin de
mejorar su calidad de vida.

En el contexto de las patologías neurológicas y neurodegenerativas, se utiliza para mejorar la


capacidad del paciente a la hora de realizar tareas y actividades cotidianas y con vistas a
ayudarles a adaptarse a las limitaciones causadas por su enfermedad.

La razón de ser de la terapia ocupacional en este contexto reside en que las enfermedades
neurológicas y neurodegenerativas, como el párkinson, la esclerosis múltiple, el alzhéimer, etc.,
pueden causar discapacidad cognitiva, así como problemas emocionales y/o físicos. En síntesis,
los objetivos de esta terapia son:

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● mejorar la capacidad del paciente para realizar tareas y actividades importantes para ellos,
como la comida, la vestimenta y el cuidado personal;
● ayudar al paciente a adaptarse a las limitaciones causadas por su enfermedad, como el uso
de adaptaciones y dispositivos de ayuda;
● fomentar la independencia del paciente y la participación en actividades sociales y
comunitarias;
● trabajar con el paciente y sus seres queridos para desarrollar estrategias para mejorar la
calidad de vida a medida que la enfermedad avanza.

Por otro lado, el procedimiento de aplicación de la terapia ocupacional en el contexto de pacientes


con enfermedades neurológicas y neurodegenerativas comprende estas fases:

1. Evaluación. El terapeuta realizará una evaluación para determinar las tareas y actividades
importantes para el paciente y para identificar las limitaciones causadas por su enfermedad.
2. Planificación. Después, planificará las tareas y actividades a trabajar en cada sesión y los
objetivos específicos de la terapia.
3. Implementación. Seguidamente, guiará al paciente en las tareas y actividades planificadas
y proporcionará asistencia y adaptaciones para ayudar al paciente a realizar las actividades.
4. Evaluación continua. Por último, el terapeuta continuará evaluando el progreso del
paciente y ajustando el programa en función de las necesidades.

Por ejemplo, Perpetua es una mujer de 72 años con párkinson. En su caso, el terapeuta
ocupacional trabajó la mejora de su capacidad para realizar bailar, que es una de sus grandes
aficiones. Para ello, recurrió a ejercicios de mejora de la coordinación, de resistencia y de
movimiento.

También ayudó a Perpetua a adaptarse a las limitaciones causadas por su párkinson, enseñándole
a usar dispositivos de ayuda para la movilidad e instruyéndola en técnicas de conservación de
energía. Además, le animó a participar en actividades sociales y comunitarias.

10.4.7. Terapia de habilidades sociales

La terapia de habilidades sociales es un enfoque terapéutico centrado en ayudar a las


personas a desarrollar y mejorar sus habilidades sociales para mejorar su calidad de vida.

En relación con las enfermedades neurológicas y neurodegenerativas, se utiliza para mejorar la


capacidad del paciente para interactuar con los demás y para ayudarle a adaptarse a las
limitaciones causadas por su enfermedad.

Esto es consecuencia de que dichas patologías pueden dificultar las relaciones sociales y la
capacidad del paciente para interactuar con las personas de su entorno. Ante ello, los objetivos de
la terapia son:

● mejorar la capacidad del paciente para interactuar con otros y mantener relaciones sociales;
● ayudar al paciente a comprender y manejar las emociones relacionadas con su enfermedad;
● ayudar al paciente a desarrollar estrategias para manejar situaciones sociales difíciles;
● trabajar con el paciente y sus seres queridos para desarrollar estrategias para mejorar la
calidad de vida a medida que la enfermedad avanza.

El procedimiento para aplicar esta terapia de habilidades sociales en este contexto es el siguiente:

1. Evaluación. El terapeuta realizará una evaluación para determinar las habilidades sociales
actuales del paciente e identificar las áreas en las que necesita mejorar.

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2. Planificación. Después, planificará las habilidades sociales a trabajar en cada sesión y los
objetivos específicos de la terapia.
3. Implementación. Más tarde, guiará al paciente en las habilidades sociales planificadas y
proporcionará técnicas y estrategias para ayudar al paciente a mejorar sus habilidades.
4. Evaluación continua. Por último, hará seguimiento del progreso del paciente y ajustará el
programa según sea necesario.

Por ejemplo, Quim es un hombre viudo y sin hijos de 63 años que padece párkinson. Ante su
aislamiento social, el terapeuta trabajó con él para mejorar su capacidad para interactuar con
otros y mantener relaciones.

Así, le propuso apuntarse a un centro de día para conocer gente y le animó a participar en
campeonatos de dominó. También ayudó a Quim a comprender y manejar las emociones
relacionadas con su párkinson, como la ansiedad y la depresión.

10.4.8. Terapia del lenguaje

La terapia del lenguaje es un enfoque terapéutico que se centra en mejorar las habilidades de
comunicación y comprensión del lenguaje de una persona. En el contexto de enfermedades
neurológicas y neurodegenerativas, se usa al abordar los trastornos del lenguaje y la
comunicación causados por estas afecciones.

A este respecto, puede ser que los pacientes experimenten dificultades para hablar, para
comprender el lenguaje, para encontrar las palabras adecuadas y para seguir las conversaciones.
Por ende la terapia del lenguaje se encamina a tratar estos trastornos y a mejorar la capacidad del
paciente para comunicarse. Sus objetivos son:

● mejorar la capacidad del paciente para hablar y comunicarse con otros;


● ayudar al paciente a comprender el lenguaje y las conversaciones;
● ayudar al paciente a encontrar las palabras adecuadas y a formar oraciones coherentes;
● trabajar con el paciente y su familia para desarrollar estrategias de comunicación alternativas
en caso de discapacidad severa.

A la terapia del lenguaje se puede recurrir en situaciones como el diagnóstico temprano de


enfermedades neurológicas y neurodegenerativas, durante el tratamiento de la enfermedad, y en
la etapa de rehabilitación y recuperación. También puede ser útil en casos de discapacidad
neurológica causada por enfermedad.

El procedimiento de aplicación de la terapia del lenguaje en enfermedades neurológicas y


neurodegenerativas incluye los siguientes pasos:

1. Evaluación. El terapeuta llevará a cabo una evaluación para determinar las habilidades del
lenguaje actuales del paciente y para identificar las áreas en las que el paciente necesita
mejorar
2. Planificación. Luego, planificará los objetivos de la terapia y marcará los ejercicios a realizar
en cada sesión.
3. Implementación. Después, guiará al paciente en su ejecución y le ofrecerá técnicas y
estrategias para que mejore sus habilidades del lenguaje.
4. Evaluación continua. Finalmente, hará seguimiento del progreso del paciente y ajustará el
programa en función de las necesidades observadas.

Por ejemplo, Joaquina, una mujer de 89 años que sufre un grado avanzado de alzhéimer y que

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presenta dificultades para expresarse a través del habla y del lenguaje. Ante esta situación, el
terapeuta decide trabajar con ella la expresión oral y trata de interactuar con ella para que hable,
con frases simples y pausadas.

A pesar de que su paciente esté perdiendo la memoria, la anima a que no deje de hablar y a que
lo intente. De esta manera, proporcionando a Joaquina un ambiente acogedor y confortable, esta
puede sentirse más cómoda y mejorar sus capacidades orales pese al alzhéimer que sufre.

10.4.9. Terapia de apoyo

La terapia de apoyo comprende un conjunto de técnicas y estrategias utilizadas para mejorar la


calidad de vida de las personas con enfermedades neurológicas y neurodegenerativas, tales como
la esclerosis lateral amiotrófica, el alzhéimer o el párkinson.

El objetivo de la terapia de apoyo es proporcionar un sistema de cuidado integral y personalizado


que aborde las necesidades físicas, emocionales y sociales de las personas afectadas por estas
enfermedades.

Por tanto, en las enfermedades neurológicas y neurodegenerativas, la terapia de apoyo puede ser
utilizada en diferentes etapas del tratamiento, desde el diagnóstico hasta la fase terminal.

Puede ser recomendada para tratar problemas relacionados con el movimiento, la comunicación,
la alimentación, la salud mental y la calidad de vida en general. Sea como fuere, el procedimiento
de aplicación es el siguiente:

1. Evaluación. El primer paso es realizar una evaluación exhaustiva de la persona afectada, con
el objetivo de identificar sus necesidades y problemas específicos.
2. Planificación. A partir de la evaluación, se elabora un plan de tratamiento personalizado que
incluye objetivos específicos y metas a alcanzar.
3. Implementación. Se ejecuta el plan de tratamiento mediante la aplicación de diferentes
técnicas y estrategias, tales como la fisioterapia.
4. Evaluación continua. Se realiza un seguimiento periódico de la evolución de la persona
afectada y se ajustan las técnicas y estrategias según sea necesario.

Un ejemplo de aplicación de la terapia de apoyo es el caso de Cecilio, un hombre de 47 años que


padece ELA. Esta es una enfermedad neurodegenerativa progresiva que afecta los nervios
motores y provoca debilidad muscular y dificultad para hablar, tragar y respirar.

En el caso de Cecilio, la evaluación reveló que presentaba dificultad para caminar y realizar tareas
diarias, así como problemas de comunicación debido a la debilidad de la musculatura facial.

El plan de tratamiento incluyó sesiones de fisioterapia para fortalecer la musculatura y mejorar la


movilidad, terapia ocupacional para ayudarle a adaptarse a las actividades cotidianas y terapia de
lenguaje para mejorar su capacidad de comunicación. Además, se le brindó apoyo psicológico
para ayudarlo a manejar el estrés y la ansiedad relacionados con su enfermedad.

A lo largo del tratamiento, se llevaron a término evaluaciones continuas para medir la progresión
de la enfermedad y ajustar el plan de tratamiento según fuese necesario.

Gracias a la terapia de apoyo, Cecilio fue capaz de mejorar su capacidad para caminar y realizar

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tareas diarias, así como su capacidad de comunicación. Además, recibió el apoyo emocional que
necesitaba para enfrentar los desafíos de la enfermedad.

10.4.10. Terapia con animales

La terapia con animales se refiere a la práctica de utilizar animales para tratar trastornos
mentales, físicos y emocionales en humanos. Los animales utilizados en esta terapia son
seleccionados y entrenados específicamente para este propósito, y pueden incluir perros, caballos,
delfines, entre otros.

Por ende, los objetivos de la terapia con animales son mejorar el estado emocional, físico y
cognitivo de las personas que padecen enfermedades neurológicas y neurodegenerativas. Esto se
logra mediante la interacción con los animales, ya sea a través de actividades como el cuidado, la
terapia asistida por animales, o el ejercicio físico.

A la terapia con animales, se puede recurrir en diferentes situaciones y estadios de la afección.


Pero, este enfoque es especialmente útil en el tratamiento de personas mayores o con
discapacidades, ya que pueden ayudar a mejorar su calidad de vida y les permite mantener una
comunicación con el mundo exterior.

Con todo, el procedimiento de aplicación de la terapia con animales se divide en varios pasos:

1. Selección del animal. El animal utilizado en la terapia debe ser adecuado para el paciente y
tener las habilidades necesarias para interactuar con él.
2. Evaluación del paciente. Se realiza una evaluación para determinar las necesidades y
limitaciones del paciente, así como su capacidad para interactuar con el animal.
3. Entrenamiento del animal. El animal es entrenado para interactuar con el paciente de
manera segura y efectiva.
4. Sesión de terapia. El paciente y el animal interactúan bajo la supervisión de un profesional.
5. Evaluación del progreso. Se realiza una evaluación para medir los cambios en el paciente y
ajustar la terapia si es necesario.

Un ejemplo de aplicación de la terapia con animales es en el caso de Merenciana, una mujer de 76


años que acaba de ser diagnosticada con alzhéimer. En este caso, se podría recurrir a la terapia
con perros, ya que estos animales son conocidos por ser especialmente útiles ante supuestos con
este.

En primer lugar, se seleccionaría un perro especialmente entrenado para interactuar con personas
mayores y con discapacidades cognitivas. Luego, se realizaría una evaluación de Merenciana para
determinar sus necesidades y limitaciones, así como su capacidad para interactuar con el perro.

Una vez seleccionado el animal y evaluada Merenciana, se llevarían a cabo sesiones de terapia
con el perro, bajo la supervisión de un profesional. Durante estas, Merenciana podría participar en
actividades como el cuidado del animal, dándole de comer, paseándole, etc.

Finalmente, se realizaría una evaluación del progreso de Merenciana para medir los cambios en su
estado cognitivo y emocional, y ajustar la terapia si es necesario.

10.4.11. Musicoterapia

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La musicoterapia es una disciplina que utiliza la música y sus elementos (ritmo, melodía,
armonía, dinámica, timbre, etc.) como medio para el desarrollo, la prevención, el tratamiento y la
rehabilitación de problemas psicológicos, físicos, sociales y emocionales.

En el contexto de las enfermedades neurológicas y neurodegenerativas, se utiliza para mejorar la


calidad de vida de las personas afectadas y ayudar en el tratamiento de síntomas como la
ansiedad, la depresión, el dolor, la fatiga, la agitación, la apatía, el aislamiento social, la dificultad
para comunicarse y la dificultad para realizar actividades cotidianas.

Así, los objetivos de la musicoterapia en el tratamiento de enfermedades neurológicas y


neurodegenerativas son:

● mejorar la comunicación y la expresión emocional;


● estimular la memoria y el aprendizaje;
● aumentar la motivación y la participación en actividades;
● reducir el estrés y la ansiedad;
● aliviar el dolor y la fatiga;
● mejorar el equilibrio y la coordinación;
● fomentar la interacción social y la relación con los demás.

A la musicoterapia, se puede recurrir en diferentes situaciones y etapas de las enfermedades


neurológicas y neurodegenerativa. El procedimiento para aplicarla es el siguiente:

1. Evaluación del paciente. Se realiza una evaluación de las necesidades, los objetivos, los
recursos y las capacidades del paciente.
2. Planificación. Se establecen los objetivos terapéuticos, se seleccionan las estrategias y las
técnicas más adecuadas, se planifica el programa y se establecen los criterios de evaluación.
3. Implementación. Se lleva a cabo la intervención terapéutica, se utilizan las técnicas y las
estrategias previamente planificadas, se adaptan a las necesidades y a las respuestas del
paciente.
4. Evaluación. Se realiza un seguimiento y una evaluación de los resultados, se miden los
cambios y se ajusta el programa si es necesario.

Un ejemplo de aplicación de la musicoterapia en el tratamiento de una enfermedad


neurodegenerativa es el caso de Felipe, un hombre de 83 años que sufre de demencia senil desde
hace tiempo. A continuación, se describen algunas de las intervenciones musicoterapéuticas que
se podrían realizar con él:

● Estimulación de la memoria. Se utilizaría música conocida por Felipe en su juventud, por


ejemplo una copla o un pasodoble, para ayudar a estimular su memoria y a recordar
momentos o experiencias significativas.
● Mejora de la comunicación. Se recurriría al canto para mejorar la expresión verbal y no
verbal de Felipe, y para ayudarlo a expresar sus sentimientos y sus necesidades.
● Reducción del estrés y la ansiedad. Se emplearía música relajante para ayudar a reducir
el estrés y la ansiedad de Felipe, y mejorar su calidad de sueño.
● Alivio del dolor. Se reproduciría música melódica para ayudar a aliviar el dolor de Felipe y a
mejorar su movilidad.
● Fomento de la interacción social. Se utilizaría la audición de música en grupo para
fomentar la interacción social y la relación con los demás, y promover el sentimiento de
pertenencia y de comunidad.

RESUMEN

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● La intervención neuropsicológica es una disciplina que se encarga de evaluar, diagnosticar y
tratar problemas cognitivos, emocionales y comportamentales relacionados con el sistema
nervioso central. Se enfoca en la mejora de la calidad de vida de los individuos afectados por
aquellos, así como a restaurar de sus funciones cognitivas y de comportamiento.
● Las técnicas de diagnóstico son herramientas de evaluación utilizadas para evaluar la función
cerebral y la cognición, que sirven para determinar si una persona sufre o no un trastorno
mental. Básicamente, estas técnicas de diagnóstico son:
● pruebas de imagen;
● pruebas de laboratorio;
● pruebas de función neurológica.
● Los tratamientos farmacológicos son una opción habitual para el abordaje de enfermedades
neurológicas y neurodegenerativas. Estos utilizan fármacos para ayudar a controlar los
síntomas de estas patologías y mejorar la calidad de vida de las personas que las padecen.
● Los tratamientos no farmacológicos son aquellos que no implican el uso de medicamentos
para tratar una enfermedad. Estos pueden incluir terapias físicas, psicológicas, etc. En
enfermedades neurológicas y neurodegenerativas, pueden ser especialmente importantes, ya
que pueden contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas afectadas.
● En muchos casos, los tratamientos farmacológicos y no farmacológicos pueden ser utilizados
al mismo tiempo para proporcionar un alivio más completo de los síntomas.

AUTOEVALUACIÓN
1. La técnica de imagen que supone la exposición del paciente a un campo magnético
intenso y la medición de las señales de resonancia emitidas por los núcleos de los
átomos se denomina:

a) Tomografía computarizada.

b) Resonancia magnética.

c) Tomografía por emisión de positrones.

d) Todas las opciones anteriores son incorrectas.

2. ¿Qué prueba de función neurológica se utiliza también para diagnosticar la


enfermedad de Graves?

a) Prueba de sensibilidad.

b) Prueba de movilidad ocular.

c) Prueba de reflejos.

d) Prueba de marcha.

3. El riluzol se utiliza para el tratamiento del párkinson. ¿Verdadero o falso?


4. ¿Cuál es la dosis recomendada de donepezilo para adultos con alzhéimer de
moderado a grave?

a) 10 mg una vez al día.

b) 5 mg una vez al día.

c) 8 mg una vez al día.

d) 7 mg una vez al día.

5. La terapia cognitivo-conductual (TCC) es un enfoque psicológico que se centra en:

a) Cambiar pensamientos.

b) Cambiar comportamientos.

c) Cambiar emociones.

d) Todas las opciones anteriores son correctas.

6. La terapia de apoyo puede comprender:

a) Fisioterapia.

b) Terapia ocupacional.

c) Tratamiento farmacológico.

d) Las opciones a) y b) son correctas.

SOLUCIONARIO
1. La técnica de imagen que supone la exposición del paciente a un campo magnético
intenso y la medición de las señales de resonancia emitidas por los núcleos de los
átomos se denomina:

b) Resonancia magnética.

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2. ¿Qué prueba de función neurológica se utiliza también para diagnosticar la
enfermedad de Graves?

b) Prueba de movilidad ocular.

3. El riluzol se utiliza para el tratamiento del párkinson. ¿Verdadero o falso?

Falso.

4. ¿Cuál es la dosis recomendada de donepezilo para adultos con alzhéimer de


moderado a grave?

a) 10 mg una vez al día.

5. La terapia cognitivo-conductual (TCC) es un enfoque psicológico que se centra en:

d) Todas las opciones anteriores son correctas.

6. La terapia de apoyo puede comprender:

d) Las opciones a) y b) son correctas.

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