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PRINCIPIOS MORALES

Te explicamos qué son los principios, su relación con los valores y diversos
ejemplos.

¿Qué son los principios?


En el campo de la ética, los
principios son el conjunto
de normas generales y universales
con las que los seres
humanos orientamos nuestras
acciones y nuestra conducta, dentro
de un marco ético, moral y cultural
determinado.

La mayoría de las doctrinas, religiones y códigos de algún tipo se basan en


unos principios bien establecidos, que fundamentan y estructuran toda una
cadena de valores, es decir, que le dan forma a un modo de estar en el mundo.

Los principios se llaman así porque se hallan en el comienzo, en la base, de


todo edificio moral o social. Es decir, se trata de preceptos fundamentales
generalmente tenidos como beneficiosos no sólo para el individuo, sino
para toda la humanidad.

Según el filósofo alemán Immanuel Kant (1724-1804), los principios pueden


comprenderse como proposiciones en las que se orienta la voluntad humana
hacia ciertas reglas prácticas, y que pueden ser de dos tipos:

• Máximas, cuando se trata de principios subjetivos, es decir, que


dependen del fuero interno de cada individuo.
• Leyes, cuando se trata de principios objetivos, o sea, impuestos por
el afuera, por la sociedad.

Los principios pueden variar dependiendo del individuo o de la colectividad, y


pueden referirse a un área del saber específico, aunque siempre desde una
perspectiva ética. Por ejemplo, los “principios económicos” son los preceptos
del ejercicio de la economía que garantizan la mayor cuota de bienestar
colectivo, y cuya existencia todos damos de alguna manera por sentada, si bien
cuáles son exactamente dichos principios puede ser materia de debate.
Principios y valores
Si los principios son proposiciones de
ámbito general y universal, que sirven
para regular la conducta humana y que
suelen emanar de la experiencia de la
colectividad, los valores en cambio
suelen ser conceptos abstractos de
corte moral y subjetivo, o sea, que cada
individuo interpreta a su manera, incluso
en los casos en que dos o más personas
puedan compartirlos.

Por ejemplo, dos personas pueden estar de acuerdo en la importancia de


la honestidad como un valor para la vida, pero pueden tener distintas
concepciones de cuál es el límite de lo permisible y en qué momento se
empieza a actuar con deshonestidad.

Los valores, por lo tanto, provienen de una educación moral, cultural y


social en específico, y dependen del contexto en el que se vive. Por lo
tanto, el ejercicio de unos u otros depende enteramente de la voluntad de cada
quien, y es posible actuar conforme a ellos en unas situaciones y en otras no.

Lo mismo puede decirse de los principios, sin duda, pero la violación de estas
normas generales rara vez es pasada por alto por el común de la sociedad, y
normalmente trae un costo moral y personal muy elevado para el individuo.

Por ejemplo, un principio fundamental de la totalidad de las sociedades


modernas es que matar a otro ser humano es un crimen abominable, sólo
permisible en circunstancias muy específicas, como la guerra o la preservación
de la propia vida (defensa propia) o la vida de un tercero. Incumplir con este
principio suele acarrear no sólo consecuencias psicológicas para quien lo hace,
sino el ostracismo y la condenación del resto de la sociedad.

Ejemplos de principios
Algunos ejemplos de principios son los siguientes:

• Los Diez Mandamientos que, según el mito, Dios le entregó en el


monte Sinaí a su profeta Moisés: no matarás, no desearás lo que
pertenece a tu prójimo, etcétera.
• Los Derechos Humanos Fundamentales consagrados en la
mayoría de las Constituciones Nacionales de los países
democráticos: el derecho a la vida, el derecho a la libertad, el
derecho a la identidad, etcétera.
• Los principios generales del Derecho, que proponen una idea
concreta de justicia y sirven de patrón para la creación de leyes y
marcos jurídicos: quien no hace lo que debe, entonces hace lo que
no debe; quien acusa tiene la obligación de probar, etc.
CASUÍSTICA
Lo primero que vamos a hacer,
antes de determinar el significado
del término casuística, es descubrir
el origen etimológico del mismo. En
este caso, podemos determinar que
deriva del latín y que es fruto de la
suma de varios componentes
claramente delimitados:

-El sustantivo “causa”, que es


sinónimo de “razón”.

-El sufijo “-ista”, que se usa para


indicar “oficio” o como sinónimo de
“partidario de”.

-El sufijo “-ico”, que se emplea para indicar “relativo a”.

Concepto de casuística

La idea de casuística se utiliza en el terreno de la ética aplicada para aludir a


un análisis de distintos casos específicos que son esperables en un cierto
contexto. De este modo la casuística se diferencia de aquellos razonamientos
que se basan en reglas o principios.

Dicho de otra manera, lo que hace la casuística es considerar casos


particulares para la resolución de dilemas morales, encargándose de la
aplicación de las reglas en circunstancias concretas. Los preceptos morales,
por lo tanto, son aplicados a situaciones específicas provocadas por la acción
del ser humano y no algo
abstracto.

Estas cuestiones nos permiten


descubrir que la casuística no es
solamente una rama de la
denominada ética aplicada:
también es un método de
razonamiento e incluso una base
para el desarrollo de jurisprudencia
en el marco del derecho común.
Un ejemplo

Supongamos que un hombre que no tiene dinero ni trabajo decide robar


alimentos de un mercado para darle de comer a su hijo. Un razonamiento
basado en principios morales puede sostener que robar siempre es malo. De
acuerdo a estas reglas, el robo es intrinsecamente incorrecto desde el punto de
vista moral.

Un enfoque que apele a la casuística, en cambio, prestaría atención a las


particularidades del caso específico y podría llegar a la conclusión de que la
conducta del hombre no constituye una falta moral. De hecho, haber
conseguido alimentos para su hijo es una opción que, moralmente, trasciende
al robo ya que con dicha acción logró la subsistencia de su descendiente. Esto
demuestra que un mismo accionar puede considerarse de formas opuestas a
partir de distintos métodos de razonamiento.

Datos de interés sobre la casuística

Otros datos de interés sobre la casuística son los siguientes:

-Existe ya conocimiento de la casuística en la Antigua Grecia. En concreto,


era utilizada durante la época del filósofo Aristóteles.

-Se considera, no obstante, que el momento de mayor esplendor de la citada


casuística tuvo lugar entre mediados del siglo XVI y mediados del siglo XVII.

-Numerosas son las obras que se han publicado sobre la casuística. No


obstante, no podemos pasar por alto que uno de los trabajos más importantes
al respecto es “El abuso de la casuística: historia del razonamiento moral”.
Es un trabajo publicado en la década de los años 80, concretamente en 1988, y
está escrito por Albert Jonsen y Stephen Toulmin.

-En el ámbito de la ciencia, también se utiliza con mucha frecuencia la


casuística. Buena muestra de eso es que es empleada, por ejemplo, para
poder observar y analizar ciertos fenómenos de la Madre Naturaleza. Lo que se
consigue a partir de ese trabajo es usar aquella para luego establecer distintas
teorías sobre, por ejemplo, patologías de diversa clase.

TAREA….Q10

¿Qué ES LA MORAL EN EL TRABAJO?

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