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Título: Dispraxia

Alumnas: Martina Oviedo y Pilar San Roque


Institución: Escuela de la Plaza
Curso: 2° año
Nombre de Docentes: Soledad Rossa y Cecilia Lopez
Fecha: 24/09/2023
Asignaturas: Formación Ética y Ciudadana y Seminario de Ciencias Sociales

1
INDICE
Portada………………………………………………………………………………………1
Introducción…………………………………………………………………………………3
¿Qué es la Dispraxia?..............................................................................................................4
Tipos de Dispraxia…………………………………………………………………………..5
Tratamientos y estrategias terapéuticas……………………………………………………..6
Casos Reales………………………………………………………………………………...7
Epidemiología……………………………………………………………………………….8
Conclusiones………………………………………………………………………………...9
Anexos………………………………………………………………………………………10

2
INTRODUCCION
Con este presente trabajo nuestra meta principal es compartir la información adquirida
durante la investigación, sobre este trastorno psicomotriz denominado Dispraxia por A. Jean
Ayres (de quien se hablara próximamente para ampliar información y
contextualizar ciertas cuestiones) que con esta expresión se refirió a la torpeza
vista en la incapacidad de aprendizaje de tareas motoras en niños que no
deberían ser dificultosas, puesto que son tareas simples y básicas que todo
infante puede realizar. Esperamos que este trabajo acerca de la Dispraxia
cumpla su cometido y sea disfrutable para ustedes. Esta lectura acerca de este
poco conocido trastorno, es necesario para evitar confusiones y malos
diagnósticos.
Anna Jean Ayres utilizo el término Dispraxia por primera vez para referirse a
la torpeza vista en la incapacidad de aprendizaje de tareas motoras en niños. Esta especialista
fue la creadora de la teoría de la integración sensorial (que explicaremos más adelante, junto
con la Praxia). Esta interacción también es conocida como Praxia, término considerado como
lo contrario de la dispraxia.
La Dispraxia es un Trastorno psicomotriz que se da en la infancia y hace que los
movimientos que requieren la movilización y coordinación de varios grupos musculares, el
niño los lleve a cabo con lentitud, torpeza y dificultad, incluso si son sencillos.
La dispraxia no se conoce tanto como otras dificultades de aprendizaje y de atención, como la
dislexia, el autismo y el TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad), aunque
es casi tan común y generalmente ocurre conjuntamente con esas dificultades. Entre el 6 y 10
por ciento de todos los niños muestran síntomas de dispraxia. Es más frecuente en los niños
que en las niñas, no se trata de un problema muscular o anatómico, sino de la incapacidad de
planificar y secuenciar los movimientos simples necesarios para realizar otro de mayor
complejidad. Pero ello no supone tampoco que se asocie a una incapacidad intelectual.
Ahora bien, este trabajo se dividirá en apartados titulados con preguntas que nos ayudarán a
trabajar de manera más ordenada y a ustedes a comprender más fácilmente.
Nuestra hipótesis es que el porcentaje de la población mundial que sufre de dispraxia es
mayor de lo que pensamos o de lo que los diagnósticos dicen, y este planteo se basa en las
varias similitudes que tiene la dispraxia con otros trastornos (por ejemplo, la disgrafia),
además la dispraxia no es muy conocida y la información respecto a ella no es muy
abundante.

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¿Qué es la Dispraxia?
Ya hemos hablado de que es la Dispraxia en términos generales, ahora profundizaremos y
expandiremos cualquier tipo de información que mencionamos con anterioridad.
Comenzando con la información relacionada con Anna Jean Ayres, ella nació el 18 de enero
de 1920 y los hados tuvieron preparado un funesto desenlace que traería a sus ojos el manto
del sueño eterno y pondría para ella el punto final de esta aventura terrenal que nos gusta
llamar vida para dar paso así al goce eterno en la gracia de Dios nuestro señor en el cielo o
acaso a las torturas infernales de los avernos. Dicha jugada del destino tomaría lugar el 16 de
diciembre de 1988. Fue una terapeuta ocupacional americana, psicopedagoga y defensora de
las personas con discapacidad. Se hizo conocida por su trabajo en la teoría de integración
sensorial (1972). Anna fallecería a causa de cáncer de mama.
La dispraxia es un rastorno psicomotriz que se da en la infancia y hace que los movimientos
que requieren la movilización y coordinación de varios grupos muscula res, el niño los lleve a
cabo con lentitud, torpeza y dificultad, incluso si dichos movimientos o secuencias de estos
son considerados sencillos a los ojos de los demás.
La dispraxia no se conoce tan bien como otras dificultades de
aprendizaje y de atención, como la dislexia y el TDAH, aunque es
casi tan común y generalmente ocurre conjuntamente con esas
dificultades. Entre el 6 y 10 por ciento de todos los niños muestran
síntomas de dispraxia. Es más frecuente en los niños que en las
niñas, no se trata de un problema muscular o anatómico, sino de la
incapacidad de planificar y secuenciar los movimientos simples
necesarios para realizar otro de mayor complejidad. Pero ello no
supone tampoco que se asocie a una capacidad intelectual disminuida. De hecho estos niños
suelen tener una inteligencia normal. En ocasiones puede coexistir con otro tipo de trastornos
asociados al comportamiento, como es el caso del TDAH.

Dificultad en cuatro habilidades clave:


 Habilidades motoras finas
 Habilidades motoras gruesas
 Planificación motora
 Coordinación

Desafíos que se pueden presentar por este trastorno:


• Dificultades de transcripción y con la escritura a mano, como la disgrafía
• Dificultades del procesamiento sensorial afectados
• Problemas de salud mental, como la ansiedad
• Velocidad de procesamiento lenta.
• Ideomotora

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Tipos de Dispraxia
Existen distintas variedades de este trastorno. Estos son sus diversos tipos identificados hasta
la fecha:
Dispraxia ideacional
Este tipo de dispraxia se caracteriza por el hecho de que el problema no es únicamente a nivel
motor, sino que el sujeto presenta dificultades para planificar a nivel de idea la secuencia de
movimientos necesarios para realizar una acción concreta.
Dispraxia ideomotora
En la dispraxia ideomotora la principal dificultad se encuentra en el seguimiento de la cadena
de movimientos necesarios para llevar a cabo una acción sencilla. La dificultad se da
únicamente a nivel motor, pudiendo el sujeto realizar la acción correctamente en la
imaginación. A menudo la dificultad se vincula a la utilización de un instrumento u objeto.
Dispraxia constructiva
Se trata de un tipo de dispraxia en la que quien la padece tiene dificultades para entender las
relaciones espaciales y actuar conforme a ellas. Por ejemplo, un niño con este problema
tendrá problemas para realizar una copia de una imagen o a la hora de organizarse.
Dispraxia oromotora o apraxia verbal
En este tipo de dispraxia el sujeto presenta dificultades en la coordinación de los
movimientos necesarios para comunicarse oralmente, a pesar de saber qué quiere decir. Se
dificulta producir sonidos inteligibles y mover la boca para que dichos sonidos tengan un
significado entendible para aquellos que rodean al sujeto.
Causas de la dispraxia
Se sospecha de que se deben a alteraciones existentes a lo largo del neurodesarrollo que
generan que las áreas cerebrales vinculadas a
la integración de la información motora y su
secuenciación no maduren correctamente o
bien el niño/a de corta edad cayó de mala
forma y/o a una altura lo suficientemente alta
como para causar una lesión o retraso. Estas
áreas cerebrales están ubicadas en la parte
posterior de los lóbulos frontales y alrededor
de la cisura de Rolando (esta informacion se
puede corroborar con la imagen ubicada a la
derecha del texto).

Por lo general se debe a causas innatas, pero puede verse provocada por lesiones,
enfermedades y traumatismos durante la infancia.

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Tratamiento y estrategias terapéuticas
La dispraxia es un trastorno que no tiene un tratamiento curativo, si bien es posible emplear
diferentes estrategias de cara a mejorar la adaptación de los afectados al medio y enseñarles a
realizar las diferentes acciones. El tratamiento de la dispraxia es multidisciplinar, teniendo en
cuenta tanto lo clínico como especialmente lo psicoeducativo. Se emplean a menudo
estrategias como la terapia ocupacional de cara a estimular al sujeto y contribuir
a desarrollar su capacidad para el movimiento. Otro elemento a destacar es la
fisioterapia. La logopedia también suele ser imprescindible de cara a educar al
menor y permitirle que desarrolle la coordinación necesaria para poder emitir
palabras correctamente. A nivel educativo puede ser necesario establecer planes
individualizados que tengan en cuenta las dificultades del menor. Puede ser de
gran utilidad el uso de terapia expresiva o de técnicas que permitan fomentar la
autoestima del niño, que puede estar disminuido ante la percepción de sus dificultades. El
entrenamiento en habilidades sociales también facilita una correcta vinculación con el medio.
La psicoeducación tanto para ellos como para el entorno puede ser de gran ayuda de cara a
facilitar el desarrollo normativo del sujeto y la comprensión de las dificultades en él
existentes, y si agregamos a ello apoyo emocional por parte de familiares junto con amigos y
ayuda profesional por parte de algún terapeuta especializado en la materia, significaría un
gran aporta para a ayudar a la persona a superarse día a día y cada vez saber cómo enfrentarse
a las distintas adversidades de una mejor manera.
-Dispraxia en Niños/as.
La dispraxia se manifiesta en esta etapa de la vida y por esta razón algunas señales de la
dispraxia pasan desapercibidas por los padres, pues dificultades en tareas simples pueden
pasar como simples problemas para controlar el cuerpo que tenemos al ser pequeños. En
cuanto a la salud mental del infante, esta no se vería muy afectada, pues los niños pequeños
no son tan susceptibles como los adolescentes (incluso algunos adultos) a burlas o
comentarios negativos.
-Dispraxia en Adultos
En la adolescencia y adultez la dispraxia ya es más notoria y llamativa, puesto que no es muy
normal o común ver a un adulto con los mismos problemas que un niño para tareas con un
alto grado de simpleza y, lo peor de todo del asunto, es que puede conllevar humillaciones o
burlas por parte de pares en ambientes de trabajo o escolar que son situaciones que no pueden
evitar o ignorar, ya que es algo necesario, tanto para el adolecente ir a la escuela o estudiar
como para el adulto trabajar para sustentarse, no solo eso, los familiares o amigos podrían no
entender por qué tiene tantas dificultades para hablar, escribir o realizar acciones en las
cuales necesita la coordinación y el movimiento, ocasionando un sentimiento de rechazo en la
persona con el trastorno, que nada puede hacer para evitar tener estas dificultades a menos
que le presten la ayuda que necesita. Además de que esta notable falta de ayuda o atención
puede afectar negativamente a la salud mental de la persona con este trastorno.

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Casos reales
Existen famosos que sufren de este trastorno, y ellos lograron aprender todo lo que fuera
necesario para lograr superarse y llevar una vida completamente normal, además de contar
con el apoyo necesario para seguir adelante. Estos son algunos de ellos:
-Cara Delevigne (modelo y novelista) nació el 21 de agosto de 1992 y creció en Londres. En
varias entrevistas conto que tuvo dificultades en la escuela y que su dispraxia le dificultaba
escribir y presentar exámenes, los cuales fueron incluso más estresantes de realizar. Sin
embargo, esta dificultad no le impidió comenzar a escribir libros. Algunos
de sus títulos son: “Mirror, Mirror: a novel” (Espejo, Espejo: una novela de
2017), (Espejo, Espejo: su secreto causará su mundo la destrucción de
2017) y “The Most Important Comic Book on Earth: Stories to Save the
World” (El comic más importante de la tierra: historias para salvar al
mundo de 2021), entre otros títulos. Algo para agregar es que, al padecer
también TDAH comenzó a tocar la batería, para liberar energía de manera
productiva. Esto lo remarcamos porque anteriormente se ha mencionado
que la dispraxia también puede coexistir con otros trastornos, como en este caso, con el
TDAH.

-Daniel Radcliff padece una forma leve de dispraxia, conoce los desafíos que puede
conllevar. Cuando era niño, tenía problemas para escribir y atarse los
cordones de los zapatos. Sus primeros años escolares fueron muy difíciles
porque era pésimo en “todo, sin ningún talento discernible” según sus
propias palabras. Actualmente trata constantemente de alentar a todos
aquellos niños que padecen de este trastorno y tiene una célebre frase que
usa para conseguir este fin. Estas palabras son: “No permitas que te
detenga”, le dijo a una niña de 10 años de edad. “A mí nunca me detuvo; y
algunas de las personas más inteligentes que conozco tienen discapacidades
de aprendizaje. El hecho de que algunas cosas nos resulten más difíciles
solo hará que seas más determinado, que te esfuerces más y que seas más imaginativo para
encontrar soluciones a los problemas”. Esto solo demuestra lo significativo y productivo que
puede ser no rendirse nunca e intentar mejorar constantemente en lo que superar dificultades
respecta.
-Anónimo tiene 16 años y al sufrir del trastorno de la dispraxia, algunas tareas de la vida
cotidiana le resultan difíciles de realizar. Por ejemplo, no sabe atarse los cordones de los
zapatos (les hace un nudo y esconde el resto dentro del zapato) y eso sumado a que su letra
era ilegible, sin embargo según una fuente, ha mejorado considerablemente en ese ámbito.
Desde corta edad, los adultos responsables (sus padres) notaron que algo no andaba bien en el
pequeño, puesto que no aprendió a hablar en lo que sería la edad estándar para hacerlo (de
seis meses a dos años), y tampoco sabía expresarse correctamente.
Pregunta a los padres: ¿Cuándo notaron que algo estaba fuera de lo normal?
“Al año/y medio no sabía gatear y fue a los cuatro años cuando empezó a hablar”, esto último
les llamo la atención porque la mayoría de los bebés ya dicen 1 o 2 palabras cuando llegan a
los 15 meses, y 3 o más palabras cuando llegan a los 18 meses. Por esta razón se lo llevó a
varias pedagogas a lo largo de su vida

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Epidemiología

La aplicación del método epidemiológico al estudio del trastorno de la coordinación motora


es muy difícil debido al problema de la ubicación nosológica y a las distintas denominaciones
que ha recibido este trastorno. Más aún, la frecuente asociación de trastorno de la
coordinación motora con déficit de atención e hiperactividad (ADHD),* dislexia-disgrafia y
trastornos del desarrollo del lenguaje hace que en muchos estudios se incluyan estas
patologías como un conjunto y entonces la prevalencia puede alcanzar al 15% de la población
infantil (Fejerman, 2007). Por ejemplo, se ha señalado que la mitad de los niños con ADHD
tienen también trastorno de la coordinación motora y que la mitad de los niños con trastorno
de la coordinación motora tienen ADHD (Gillberg, 2009; Bax y Gillberg, 2009). Otro
ejemplo de este criterio fue publicado recientemente en Canadá, donde practicaron un diseño
por etapas en el examen para identificar niños con trastorno de la coordinación motora y
establecer cuántos de ellos tenía ADHD. Se evaluaron 2.943 escolares y encontraron 284
niños con probable trastorno de la coordinación motora. Luego se hizo una evaluación
completa de 113 niños, y 68 de ellos reunieron criterios definidos para el trastorno de la
coordinación motora, que estuvo asociado a ADHD en 26 casos (Missiuna y cols., 2011).
* Usamos la sigla ADHD en inglés porque es ampliamente conocida. Sin embargo, la
mencionada estimación de Gillberg no es compartida por otros centros.
Una estimación práctica señaló que se encuentra por lo menos un niño con trastorno de la
coordinación motora en cada aula de escuela primaria
(Gordon y McKinlay, 1980). Un estudio prospectivo a considerar es el ya mencionado de
Nichols y Chen (1981), quienes encontraron signos neurológicos menores en 6,1% de 38.624
niños seguidos hasta los 7 años.
En una investigación de prevalencia del trastorno de la coordinación motora basada en
población, usando el DSM-IV en niños de 7 años, se evaluaron 6.990 niños y 119 (1,7%)
reunieron los criterios diagnósticos. Se consideró que otros 222 escolares tenían "probable
trastorno de la coordinación motora". Los autores observaron un riesgo aumentado de tener
trastorno de la coordinación motora en familias de bajo nivel socioeconómico, en niños con
peso bajo al nacer (menor a 2.500 g) y en los nacidos antes de la semana 37 de gestación
(Lingam y cols., 2009).
La relación varón-mujer en la incidencia de trastorno de la coordinación motora es, como
para los otros trastornos del desarrollo, de 3 o 4 a 1 (Fejerman, 2007; Gibbs y cols., 2007).
Los trastornos del aprendizaje son según la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) son
frecuentes de un 8 a un 12% 5.4 niños tienen desarrollo típico, 27.8 niños con necesidades
especiales 3 niños por clase. Según el INDEC de 2017

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Conclusiones

Luego del exhaustivo estudio que fue necesario para lograr elaborar esta monografía que
usted estuvo leyendo, se logró llegar a una conclusión. La cual es la siguiente:
debido a que este trastorno no sea tan reconocido y las similitudes que tiene con
otras alteraciones (sean físicas o psicologicas), muchas personas, tanto niños como
adultos habrán sido, o bien mal diagnosticados o señaladas como torpes cuando el
problema provenía del padecimiento de la dispraxia que, recordemos, solamente
dificultaba algunas acciones que necesitaban de la coordinación tanto muscular
como mental, y estas contrariedades no tienen nada relacionado a la inteligencia o
el poder de comprensión de la persona.
Esperamos que con esta monografía, podamos mostrar y quizás ayudar a
comprender este trastorno ignorado y olvidado, para poder prevenir discordias o malos
entendidos en el futuro, además de lograr hacer entender a la gente que la falta de
información acerca de cualquier tipo de trastorno puede ocasionar desentendimientos con la
persona que lo padece y la sociedad que la rodea.
El rechazo hacia alguien que sufre de dispraxia (o cualquier otra alteración) solamente
consigue comprobar que esta sociedad está cada vez más alejada de lo que debería ser y no
parece haber ninguna voluntad para dejar espacio al cambio y evolución. Es muy importante
acabar con la desinformación y promover toda clase de conocimiento en relación con
cualquier tema de suma importancia que, por algún motivo u otro, no recibe la atención
necesaria.
Por lo tanto, como resultado de tantas semanas de investigación, tantas semanas de lectura y
tantas semanas de escucha inclinada a este tema, hemos entendido que la mejor forma de
aportar algo realmente útil e importante a la sociedad es
investigando aquello que nadie considera lo suficientemente
elemental como para invertir su tiempo aprendiendo algo que
podría ayudarlo en un futuro si es que conoce a alguien o tiene
un hijo/a dispráxico al cual no entiende o sabe cómo ayudar,
pues primero debe saber lo que le pasa exactamente y
encontrar los tratamientos o estrategias correctas para asistir a
esa persona de la mejor manera posible. Además de brindar
contención emocional, claro está. Pues no es fácil padecer de
ningún trastorno y menos de uno que la gente desconoce tanto.
En síntesis, la hipótesis que este grupo planteo al principio de esta monografía resulto ser
cierta, lo cual es algo que no brinda mucha alegría que digamos. Hay más personas que
padecen dispraxia de lo que nosotros pensamos o los gráficos dicen, puesto que, no debe ser
muy raro que un profesional haya confundido a la dispraxia con otro trastorno, ya sea un
trastorno dis (dislexia, disgrafía, disortografía, etc.) o cualquier otro tipo de alteración (por
ejemplo TDAH).
Sonara redundante, pero realmente se espera que luego de haber hecho esta exhaustiva
investigación, usted haya logrado aprender y comprender a todo aquel que a simple vista
parece torpe, pero resulta que no lo es.

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Anexos

https://www.diseasemaps.org/es/dcd-dyspraxia/top-questions/historia/

https://www.centredaia.com/no-soc-maldestre-tenc-dispraxia/

http://ceril.net/index.php/articulos?id=413#:~:text=%C2%BFCu%C3%A1l%20es%20la
%20dispraxia%3F,el%20pensamiento%20y%20la%20percepci%C3%B3n

https://www.understood.org/es-mx/articles/harry-potter-star-gives-dyspraxia-advice

https://en.wikipedia.org/wiki/Anna_Jean_Ayres

www.sap.com.ar

Trastornos motores crónicos en niños y adolescentes (Fejerman. Arroyo) editorial médica


Panamericana

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