Previo a la administración de los productos veterinarios realizar una evaluación clínica o diagnóstica a los animales. El médico veterinario debe extender la receta y dejar copia de la misma para los archivos de la finca o unidad de producción. La receta debe incluir por lo menos: propietario, especie, dosificación y vía de administración. Se debe tener especial cuidado con las advertencias, dosis, interacciones farmacológicas, contraindicaciones y tiempo de retiro, de acuerdo con la especie que se trate. La administración de los medicamentos será realizada únicamente por personal autorizado y supervisado por el médico veterinario. Los medicamentos veterinarios se administrarán con estricto apego a la receta emitida por un médico veterinario. El uso de los medicamentos veterinarios fuera de lo indicado en la etiqueta para las dosis normales puede dar lugar a intoxicaciones, presentación de efectos indeseables y a la generación de residuos en los tejidos y productos de origen animal. Los medicamentos veterinarios deben almacenarse de manera correcta de acuerdo a las instrucciones en la etiqueta. Debe tenerse en cuenta que las temperaturas de almacenamiento son de importancia crítica para algunos medicamentos, mientras que la exposición a la luz o a la humedad puede dañar a otros. LICENCIA DE VENTAS Y DISTRIBUCION DE MEDICAMENTOS Debe cumplir con los requisitos establecidos en la Regulación Nacional de cada país y con las normativas internacionales vigentes relacionadas. MANEJO, CONSERVACION DE LOS MEDICAMENTOS Los medicamentos veterinarios deben almacenarse de manera correcta de acuerdo a las instrucciones en la etiqueta. Debe tenerse en cuenta que las temperaturas de almacenamiento son de importancia crítica para algunos medicamentos, mientras que la exposición a la luz o a la humedad puede dañar a otros. Las condiciones de almacenamiento, transporte y conservación deben ajustarse a las especificaciones que figuren en la etiqueta, en particular las relativas a la temperatura, luz y humedad. Todos los productos veterinarios deberán almacenarse en instalaciones seguras y mantenerse bajo control de una persona responsable capacitada para tal fin. Los medicamentos se almacenarán de forma separada evitando el contacto con los plaguicidas, fertilizantes y alimentos, en sitios o bodegas individuales acondicionadas para este propósito. Para el caso de productos biológicos es necesario conservar la cadena fría que garantice la calidad del mismo. CONTROL DE USO DE MEDICAMENTOS Es indispensable que el médico veterinario y el productor mantengan un registro a través de una ficha técnica actualizada de los medicamentos veterinarios utilizados, que incluya al menos la siguiente - Diagnóstico clínico/definitivo. Fecha de administración. - Medicamentos veterinarios utilizados. Número de lote y fecha de vencimiento. Número de registro sanitario. - Especie de destino. Dosis. - Duración del tratamiento (en días). Vía de administración. - Número de identificación de los animales en los que se utilizó el medicamento. Nombre de la (s) persona (s) que administró (aron) el producto. - Nombre y firma del médico veterinario responsable. - Se recomienda mantener estas fichas de control por animal durante toda su vida y al menos por dos años posteriores. Las cuales se presentarán a la Autoridad Competente en caso de que esta lo solicite. - Previo a la utilización de alimentos medicados en las unidades de producción, se deberá presentar a la Autoridad Competente el protocolo de uso respectivo del medicamento veterinario utilizado en la Unidad de Producción, el cual debe de indicar al menos el principio activo o nombre comercial del producto utilizado, concentraciones, indicaciones de uso, dosificación, especie destino. Indicando el diagnóstico de la enfermedad y prescripción médica efectuada por el médico veterinario responsable. RECOMENDACIÓN PARA EL BUEN USO DE LOS MEDICAMENTOS A) Los propietarios y trabajadores de las fincas o unidades de producción animal, deberán: Conocer y respetar las restricciones relativas a los medicamentos veterinarios o productos biológicos, que se utilizan en sus explotaciones. Utilizar medicamentos veterinarios y productos biológicos siguiendo las instrucciones del fabricante y la receta del médico veterinario. Asegurarse de que todos los tratamientos o procedimientos, se lleven a cabo con instrumentos apropiados y debidamente calibrados, para la administración de medicamentos veterinarios y productos biológicos. Eliminar los instrumentos utilizados (agujas incluidas) en condiciones de bioseguridad adecuadas. Asegurarse de que todas las instalaciones destinadas a la manipulación o el tratamiento de los animales son seguras y apropiadas para la especie a tratar, permitiendo la manipulación y sujeción de los animales en condiciones adecuadas minimizando el riesgo de golpes y lesiones a los trabajadores y animales en tratamiento. Asegurarse de que ninguno de los animales destinados al matadero haya sido sometido a un tratamiento cuyo período de retiro no haya concluido. ESPECIFICACIONES PARA LOS MEDICAMENTOS Es importante que se prescriban y apliquen medicamentos veterinarios registrados. Los productos solamente se comercializarán en expendios o farmacias veterinarias autorizados por la Autoridad Competente. Los regentes médicos veterinarios/médicos veterinarios autorizados de tales expendios serán responsables de llevar registros del movimiento de los productos y mantener copia de las prescripciones médicas para los productos que así lo requieran, y evitar el empleo de productos cuyos principios activos no estén autorizados por la Autoridad Competente. Los empleados del expendio o farmacia veterinaria, no están autorizados a dar indicaciones verbales o escritas diferentes a las consignadas en las etiquetas del producto o a las indicadas en la receta emitida por el médico veterinario. La revisión de la información contenida en la etiqueta de los productos a aplicar es imprescindible para que tanto el profesional veterinario como el encargado de realizar la aplicación, evalúen las indicaciones, contraindicaciones, precauciones y restricciones de uso, así como la marca comercial, principio activo o componentes de la formulación. Es necesario revisar que el producto y el material de empaque estén en buenas condiciones. F) Si el responsable de la aplicación del producto no es un profesional veterinario deberá ser instruido, de modo de que proceda a leer atentamente las instrucciones de administración G) dadas por los fabricantes y tener en cuenta tanto la prescripción, como la orientación del médico veterinario. Se debe tomar en cuenta que la eficacia de un producto veterinario está directamente vinculada a la administración de la dosis recomendada, el número de veces que será administrado cada día y la duración del tratamiento. La aplicación de los productos veterinarios debe limitarse, dentro de lo posible, únicamente a aquellas especies animales para los que estén indicados; debido a que la farmacocinética puede variar entre las diferentes especies animales, por ello no debe recomendarse el uso de medicamentos humanos y no extender la posología recomendada para una especie a otra especie. En el caso de utilizarse combinaciones de medicamentos veterinarios, es necesario prestar especial atención a los insertos o instructivos que acompañan a los productos, en función que algunos productos no pueden ser asociados con otros por incompatibilidad, por antagonismo o sinergismo de acción pudiendo aumentar los riesgos de reacciones adversas. Es imprescindible advertir al usuario sobre la necesidad de respetar el período de retiro recomendado por el fabricante, el cual deberá estar indicado en la etiqueta. El período de retiro tiene como objetivo evitar la presencia de residuos del medicamento veterinario en los productos y subproductos de origen animal por encima del nivel considerado perjudicial para la salud humana. El usuario es responsable por el buen uso de los productos, pudiendo ser penalizado por la ley en caso de la mala utilización de los mismos. Son causas habituales de problemas en la eficacia de productos veterinarios: Productos vencidos. - - Inadecuada conservación y/o almacenaje (luminosidad excesiva, temperatura incompatible). - El período de tratamiento fue demasiado corto y ocurrió una recaída; Diagnóstico equivocado. - Dosificación y/o posología incorrecta. - La administración del producto fue muy tardía. Resistencia a la sustancia activa. - En todo tratamiento es imprescindible tener presente las causas más comunes de efectos negativos sobre la salud humana: + Incorrecta manipulación del producto veterinario, inadecuada protección de los operadores. + Incumplimiento de los períodos de retiro. ESPECIFICACIONES DE LAS VACUNAS 1. Las siguientes precauciones son importantes, en relación a la adquisición y correcta conservación de las vacunas, considerándose que la conservación inadecuada repercute directamente en la eficacia de las mismas: - Realizar la compra de vacunas únicamente a través de distribuidores autorizados. Es importante verificar y controlar que el distribuidor cuente con equipo adecuado para el control de la temperatura máxima y mínima en la heladera o cámara frigorífica, así como la temperatura en que se encuentre la vacuna al momento de la compra. No adquiera producto conservado en freezer o congelador, excepto las vacunas que se conservan en nitrógeno líquido. - Transportar las vacunas hasta el lugar de destino, utilizando conservadoras con hielo o refrigerantes, teniendo cuidado en mantener la caja contenedora bien cerrada con cinta adhesiva, para conservar la temperatura. - Conservar las vacunas a la temperatura recomendada por el fabricante, que usualmente es de 2ºC a 8ºC. Se recomienda colocar un termómetro de máxima y mínima en el frigorífico. Las vacunas conservadas en nitrógeno líquido, tendrán un tratamiento especial. - Mantener los frascos durante el transporte y la aplicación en caja isotérmica (conservadora) con hielo o refrigerante, manteniendo la caja siempre cerrada, o en termos con nitrógeno líquido. - No exponer la jeringa a temperatura ambiente durante los intervalos de aplicación especialmente al sol, manteniéndola en la caja isotérmica. - Los envases conteniendo dosis múltiples deberán ser utilizados en su totalidad, desechando el sobrante de los mismos. La introducción de la aguja para extraer la vacuna normalmente introduce contaminantes. Al guardar un frasco usado, aún en la heladera, la vacuna puede perder su eficacia, además del riesgo de provocar abscesos en los animales vacunados. 2. Calibrar y verificar las pistolas dosificadoras utilizadas para la aplicación de dosis múltiples con frecuencia, de acuerdo con la especie animal. 3. En el caso de aquellos productos que así lo requieran, los envases deberán ser agitados en 4. la forma y frecuencia recomendados por el fabricante. 5. Verificar que el personal responsable de la aplicación cumpla con las medidas tendientes al mantenimiento de la asepsia antes y durante la aplicación. Para aplicar vacunas, las jeringas y agujas deberán ser esterilizadas, o utilizarse material descartable nuevo. El vacunador deberá lavarse las manos con agua y jabón. Después del uso, las jeringas y agujas deberán ser lavadas y esterilizadas o descartadas. 6. Evaluar el estado clínico de los animales en forma previa a la aplicación. Los animales que muestren signos de enfermedad o stress no deben vacunarse, salvo expresa indicación del médico veterinario responsable. Para que un animal produzca anticuerpos y quede protegido, es necesario que esté en buenas condiciones de sanidad y nutrición durante y después de la vacunación. Si el animal estuviera estresado, enfermo, parasitado o que presente deficiencias nutricionales, provocaría una respuesta inmunitaria deficiente. 7. Una vez finalizada la aplicación, verificar que la vacuna haya sido aplicada a la totalidad de los animales del lote seleccionado a recibir la inmunización. Esto puede lograrse verificando si el número de dosis aplicadas coincide con el número de animales del lote tratado. 8. Siempre realizar la aplicación de vacunas de manera planificada y con el objetivo de la prevención. La vacuna es preventiva, no curativa. Siendo así, aplique la vacuna siempre antes que se presente la enfermedad respectiva y no durante su curso, salvo que el médico veterinario responsable de la unidad de producción indique lo contrario. 9. Las causas más habituales de fallas en la eficacia de las vacunas son: Conservación a temperatura inadecuada. 10. Vacuna vencida. 11. Diagnóstico erróneo o falta de diagnóstico. Vacunación incompleta del lote seleccionado. Enfermedades en período de incubación. 12. Subdosificación por defectos en la técnica o falta de calibración de pistolas dosificadoras. 13. No observar la periodicidad – frecuencia – de vacunación recomendada por los programas oficiales de salud animal, cuando existan en el país, o por el fabricante de la vacuna. 14. Deficiente agitación del frasco para homogeneizar el producto. 15. No respetar la vía y el lugar de aplicación recomendados por el fabricante del producto. 16. Uso de algunos antisépticos.