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Resumen del artículo:

Telmisartán y losartán: las marcadas diferencias entre sus propiedades químicas y farmacológicas pueden explicar la
diferencia de eficacia terapéutica en pacientes hospitalizados con COVID-19 (publicado el 23 de abril de 2023).

Referencia:

Rothlin, R. P., Pelorosso, F. G., Duarte, M., Nicolosi, L., Ignacio, F. C., Salgado, M. V., & Vetulli, H. (2023). Telmisartan and
losartan: The marked differences between their chemical and pharmacological properties may explain the difference in
therapeutic efficacy in hospitalized patients with COVID-19. Pharmacology research & perspectives, 11(2), e01083.
https://doi.org/10.1002/prp2.1083

Liu et al. 3 publicaron los resultados obtenidos tras analizar 54 ensayos controlados aleatorios (ECA) que compararon 13
fármacos para el tratamiento de pacientes con COVID-19 frente a placebo o atención estándar. Entre los fármacos
seleccionados para el análisis, se incluyeron dos ARB, telmisartán y losartán. Para evaluar la eficacia de los fármacos
incluidos, cubrió todas las causas de mortalidad a los 5-8, 14/15, 21, 25, 28/30, 35, 45, 60, 70 y 90 días.

En comparación con el grupo de control, solo cuatro fármacos mostraron una eficacia estadísticamente significativa en la
reducción de la mortalidad.

Entre estos cuatro fármacos destaca el bloqueador del receptor AT1 de la angiotensina II telmisartán, que mostró una
reducción del 81% en el riesgo de mortalidad a los 30 días de su administración oral en dosis de 80 mg dos veces al día
durante 14 días y en pacientes hospitalizados con COVID‐ 19 no ingresados en una unidad de cuidados intensivos y desde
no más de 4 días después del inicio de los síntomas. 4 Por el contrario, losartán no mostró eficacia oral a una dosis de 50
mg dos veces al día durante 10 días en pacientes hospitalizados con COVID-19

Por el contrario, un reciente artículo 6 informaron los resultados de un ECA del tratamiento con telmisartán en pacientes
con COVID‐19. Este estudio se realizó principalmente en India (99 % de todos los sujetos). Telmisartán (40 mg diarios) no
logró reducir la mortalidad. Solo el 24% de todos los sujetos tenían > 60 años (mediana de edad 49 años) y solo el 3%
tenía una enfermedad cardiovascular subyacente. El juicio se detuvo después de 14 días debido a la inutilidad.

los resultados obtenidos por Bähr et al. 7 donde solo el tratamiento con dosis altas (160 mg/día) de telmisartán induce
los genes diana del receptor gamma activado por el proliferador de peroxisoma monocítico en pacientes con síndrome
metabólico.

Estos resultados han planteado un gran interrogante en la comunidad científica internacional de por qué dos fármacos
del mismo grupo farmacológico (BRA) utilizados en dosis antihipertensivas equivalentes, uno de ellos (telmisartán) es
efectivo y el otro (losartán) no lo es, en pacientes hospitalizados con COVID-19.

El objetivo de este manuscrito fue comparar las propiedades químicas y farmacológicas de telmisartán y losartán que,
por sus marcadas diferencias, avalan los resultados obtenidos con la administración de ambos agentes en pacientes
hospitalizados con COVID-19

La principal acción farmacológica de telmisartán y losartán es el bloqueo de los receptores AT1 de la angiotensina II.

Para ejercer el efecto antihipertensivo, telmisartán y losartán alcanzan concentraciones en biofase (espacio extracelular
en contacto con las células del músculo liso arterial) farmacológicamente eficaces para contrarrestar la
sobreestimulación de los receptores AT1 provocada por la angiotensina II endógena.

El virus SARS-CoV-2 ingresa a las vías respiratorias y se une, por medio de la proteína S en su superficie, a la proteína de
membrana ACE2 en las células alveolares tipo 2, la consecuencia es una pérdida parcial o total de la función ACE2 en las
células alveolares del pulmón en relación directa con la carga viral del inóculo aéreo. La función de ACE2 es catalizar la
transformación de la angiotensina II en su antagonista fisiológico angiotensina 1–7 (al actuar sobre los receptores
provoca vasodilatación y efectos antiinflamatorios). La infección por el virus SARS-CoV-2 produce una desviación del
equilibrio homeostático del sistema renina-angiotensina a favor del eje del receptor de angiotensina II-AT1, promoviendo
efectos proinflamatorios.

Por el contrario, se ha demostrado en cultivo de células neuro-2A (una línea celular de neuroblastoma murino) que la
estimulación del receptor AT1 puede facilitar la internalización de ACE2 y la degradación lisosomal, probablemente
debido a la co-endocitosis de ambas proteínas durante el proceso de internalización del receptor AT1 mediada por
Angiotensina II este efecto fue inhibido por el bloqueador del receptor AT1 losartán. 20 Por lo tanto, la administración de
un bloqueador del receptor AT1 en pacientes con COVID-19 puede dificultar la internalización relacionada con ACE2 del
SARS-CoV-2 en las células infectadas, un efecto que antagoniza los efectos proinflamatorios de la angiotensina II.

Existe información fisiopatológica sólida que involucra a los macrófagos alveolares pulmonares en el desarrollo del
proceso inflamatorio de la COVID-19 después de que cantidades significativas de SARS-CoV-2 alcanzan los alvéolos y su
captación por estas células induce fenotipos proinflamatorios.

Por tanto, el sitio de acción farmacológica de ambos ARA II, para obtener un efecto antiinflamatorio pulmonar en
pacientes con COVID‐19, es el espacio extracelular que rodea a los macrófagos pulmonares en íntimo contacto con los
receptores AT1.

Si el proceso inflamatorio a nivel pulmonar que sufren los pacientes con COVID‐19 depende significativamente de la
sobreestimulación de los receptores AT1 de los macrófagos pulmonares, la efectividad clínica que se puede obtener con
la administración de un ARAII como telmisartán o losartán requiere que alcancen concentraciones efectivas en biofase
(en el espacio extracelular en contacto íntimo con los receptores AT1). El análisis comparativo de las principales
propiedades químicas y farmacológicas de estos dos fármacos permite predecir que administrado en dosis
antihipertensivas equivalentes, telmisartán, penetrando el intersticio pulmonar, alcanzará concentraciones efectivas en
tejido pulmonar que avalan la efectividad obtenida con telmisartán 4 y puede explicar la falta de efectividad con
losartán 5 en pacientes hospitalizados con COVID‐19 .

Muchos estudios han demostrado que el uso de inhibidores de la ECA/ARB se asoció con una mortalidad reducida entre
los pacientes con COVID-19. 26 , 27 , 28 , 29 , 30 , 31 , 32 , 33 Teniendo en cuenta que el telmisartán es un ARA II muy
seguro (aun en dosis altas presenta efectos adversos tipo placebo), barato y disponible prácticamente en todo el planeta,
puede representar una adecuada herramienta terapéutica off-label en pacientes con COVID‐19, especialmente en países
de bajos recursos.

En este artículo se presenta una tabla comparativa sobre las propiedades farmacológicas entre el telmisartán y el
losartán.

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