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XI Congreso Internacional de
Investigación y Práctica Profesional
en Psicología
XXVI Jornadas de Investigación
XV Encuentro de Investigadores
en Psicología del MERCOSUR
I Encuentro de Investigación
de Terapia Ocupacional
I Encuentro de Musicoterapia
27/11 al 29/11
2019
El Síntoma y la Época.
Avances de la Investigación en Psicología
FILOSOFÍA Y EPISTEMOLOGÍA
TOMO 2
AUTORIDADES DE LA FACULTAD DE PSICOLOGÍA
Decano
Prof. Lic. Jorge Biglieri
Vicedecana
Prof. Dra. Lucía Arminda Rossi
Secretaria Académica
Prof. Lic. Silvia Vázquez
Secretario de Investigaciones
Prof. Dr. Martín Juan Etchevers
Secretaria de Posgrado
Prof. Dra. Isabel María Mikulic
CONSEJO DIRECTIVO
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AUTORIDADES
XI Congreso Internacional de Investigación y Práctica Profesional en Psicología
XXVI Jornadas de Investigación de la Facultad de Psicología
XV Encuentro de Investigadores en Psicología del MERCOSUR
I Encuentro de Investigación de Terapia Ocupacional
I Encuentro de Musicoterapia
El contenido, opiniones y el estilo de los trabajos publicados, previamente aprobados por el Comité Científico son exclusiva responsabilidad de los autores, y no debe considerarse
que refleja la opinión de la Facultad de Psicología de UBA.
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ÍNDICE
FILOSOFÍA Y EPISTEMOLOGÍA
TRABAJOS LIBRES
EL FEMINISMO COMO REVOLUCIÓN IMPLOSIVA. GIRO AFECTIVO Y REFLEXIVIDAD EN LOS MOVIMIENTOS DE MUJERES
De Filpo, Stella Maris . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32
ACERCA DE LA PREGUNTA DE CONOCIMIENTO CIENTÍFICO: REFLEXIONES SOBRE LA TRAMA Y LA CONSTRUCCIÓN DE LOS PROBLEMAS
DE INVESTIGACIÓN
Helman, Ana Clara; Lluch, Maité; Rodriguez Osztreicher, Pablo; Romero, Miguel Adrian. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46
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ÍNDICE
EL ESTUDIO DE CASOS EN INVESTIGACIONES PSICOANALÍTICAS. APORTES PARA UNA REVISIÓN EPISTEMOLÓGICA Y METODOLÓGICA
CRÍTICA DE SU UTILIZACIÓN EN LA ACTUALIDAD
Zurita, Julia. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 83
RESÚMENES
LIBERTAD, VOLUNTAD Y CONSCIENCIA, SUS LÍMITES Y DETERMINACIONES. UN ENFOQUE SOLIDARIO DESDE LOS APORTES DEL
MARXISMO Y EL PSICOANÁLISIS
Agostinelli, Javier; Dapiaggi, Fabian . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 88
LO SENSIBLE COMO MOVIMIENTO DIS-CONTINUO: PERSPECTIVAS CRÍTICAS ENTRE MERLEAU-PONTY, RANCIERE Y FISHER
Bork Vega, Adela. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 90
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TRABAJOS LIBRES
TRABAJO LIBRE
RESUMEN Introducción:
El presente trabajo se propone abordar los modos de entender la Las figuras de la trascendencia y el odio al cuerpo
crítica del presente histórico en Michel Foucault y Giorgio Agam- “La filosofía nos enseña a despojar a las cosas y los seres de su
ben, a partir del lugar conferido al cuerpo. En ambos autores el sentido peyorativo.
cuerpo cumple un rol fundamental en relación a lo que podemos Se trata de dar cuenta, eso es todo. Se trata de describir,
comprender como una crítica de las formas trascendentes y te- y las cosas no deben nada a nuestras reprobaciones y tampoco
leológicas de entender el devenir histórico, configurando modos a nuestras apologías.
particulares de crítica y también de resistencia. Se trabajará así Que esto sirva de introducción a un mundo desagradable”
en primer lugar una crítica al lugar de cuerpo en las llamadas DELEUZE, “Decires y perfiles”
filosofías especulativas de la historia, para luego abordar el pro-
blema de la presencia del pasado en el presente desde estos Dar cuenta de lo que hay y no de lo que debería haber es quizás
autores, y los modos de subjetivación inherentes a una crítica la exigencia inmanente por excelencia, y la única salida para no
del presente posible. consumirnos en la impotencia radical de la pregunta por una
conciencia histórica. Pensamos que esta impotencia radica en el
Palabras clave carácter transitorio que arroja la trascendencia sobre las prácti-
Foucault - Agamben - Filosofía de la Historia - Cuerpo cas, los procesos e incluso las vidas, cuando el pensamiento se
aboga la posibilidad de enjuiciar lo que existe en función de lo
ABSTRACT que debería existir. La transitoriedad entristece los momentos y
BODY AND SUBJECT IN THE PHILOSOPHY OF HISTORY: FROM los actos denigrándolos a una suerte de estatus ontológico ne-
FOUCAULT TO AGAMBEN gativo, a un existir precario que solamente vale por ser la puerta
The present work intends to approach the ways of understan- hacia otra cosa, hacia otro momento, e incluso suprimiendo todo
ding the criticism of the historical present in Michel Foucault régimen de racionalidad para la comprensión-acción que no sea
and Giorgio Agamben, from the place conferred to the body. In en vista a esta segunda situación (Benasayag, 2012). Las más
both authors, the body plays a fundamental role in relation to de las veces, este juicio no es solamente sobre los procesos
what we can understand as a critique of the transcendental and históricos, sino sobre sus actores: no tienen ningún valor los
teleological ways of understanding historical evolution, configu- saberes que las vidas que habitan transiciones tienen sobre sí
ring particular modes of criticism and also of resistance. First of mismas y sus prácticas. Dicta el juez: poca conciencia, poca
all, a critique of the place of the body in the so-called specula- perspectiva, falta de sentido histórico y, si seguimos, quizás de-
tive philosophies of history will be worked on, in order to later beríamos decir también demasiado cuerpo.
address the problem of the presence of the past in the present Demasiado cuerpo, como chiste platónico, es también el nom-
from these authors, and the modes of subjectivation inherent in bre del afán ilustrado por extraer a través de las vías puras de
a critique of the possible present. la razón el sentido histórico de los acontecimientos, de la gran
Historia en la cual no podríamos sino ser los actores privile-
Key words giados y que si mantenemos la lucidez, la adecuada visión y
Foucault - Agamben - Philosophy of History - Body nos alejamos de la inmediatez de las pasiones y afectos que
evocan las situaciones demasiado particulares, repondrá el eje
trascendente, universal, que servirá de brújula para situar nues-
tras prácticas. Los cuerpos son y siempre fueron obstáculos
para la Razón, fue Foucault (2010) el que dictaminó que toda
utopía se basa en el odio al cuerpo, demasiado opaco, dema-
siado sucio. Demasiado cuerpo no es solamente un contenido
del pensamiento de la modernidad que necesita apelar a instan-
cias trascendentes de visión para habitar la garantía del sentido
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TRABAJO LIBRE
único y claro del progreso histórico, sino una figura, una forma plemente en lo que sucede, que haya un más allá de la historia,
estereotipada del pensamiento de la trascendencia. Abandonar es el interés de un pensamiento encantado con la idea de la
las palabras teleológicas sobre la historia, la idea del progre- salvación, esperanzado en que debajo de los velos de lo que
so, cambiar de contenido, no nos asegura haber despertado del sucede haya algo mejor. Instancia superadora que, seguimos a
“sueño secular del progreso” (Löwith, 2007:14). Benasayag (2012), condena la singularidad de las situaciones.
Reintroducir los cuerpos en la historia, quizás es el nombre de Como decíamos al comienzo, pensamos que no es lo mismo una
una denuncia al hilo central de la trascendencia, que no sola- crítica de los contenidos que una crítica de las formas: podemos
mente olvida los cuerpos signando muertes como situaciones de abandonar las ideas de la esperanza en un reino salvífico y en
transición sino que secretamente se dirige a ellos como centro de el progreso de la historia guiada por la razón (no tenemos otra
un ejercicio biopolítico (Foucault, 1998). Pensamos que la denun- opción), pero gira en falso allí y de un modo muy violento una
cia de esta matriz trascendente del pensamiento no puede ser transitoriedad hacia ninguna parte de las vidas y las situaciones.
solamente una cuestión de contenido. La lucidez deleuziana del Y no al modo de una política de los medios puros, agenciada,
que esto sirva de introducción a un mundo desagradable lo sabe: sino en una confusión donde cuesta mucho vislumbrar por dón-
¿qué sentido tiene nombrar como desagradable a ese mundo de pasa el compromiso (Benasayag y Del Rey, 2014). “Hemos
en el cual se abandonó la unidad de medida trascendente que aprendido a esperar sin esperanzas” se lee en Löwith (2007:15).
permitía sancionarlo como desagradable?, pero también ¿qué Y del “sin esperanzas” estamos seguros, pero el hecho de que
sentido tiene decir “que esto sirva de introducción al mundo”? Si siga siendo una espera, ¿no nos invita a imaginar la insistencia
la primer afirmación nos conmueve y la segunda no, es porque en una pregunta por el fin último de la historia a la que se le
las figuras que nos habitan para pensar nuestros días, a pesar arrebató el lugar de llegada confinándolo a lo peor, a imaginar
de haber visto colisionar el tren del progreso con el horror de las un estar en desamparo que no sabe inventar otro modo para el
diversas experiencias concentracionarias a lo largo del mundo, pensar y para la acción?
están lejos de haber abandonado las figuras que evocan la tras- Señala Mink (2015:195) que si fue necesario enamorarse de
cendencia. Deleuze lo sabía bien: la verdadera crítica es la que una Historia Universal hacia fines del siglo XVIII tuvo que ver
se dirige a las formas, la crítica del contenido no daña a nadie. en parte con la posibilidad de situar en un fluir coherente y con
sentido aquello que al nivel individual parece “complejo y caóti-
1. La situación sin esperanza co”. Esas formas del pensar hacen tanta carne que imaginamos
“¿Qué es la filosofía hoy sino el trabajo crítico del pensamiento sin más un cronista ideal (Mink, 2015:201), porque lo sentimos:
sobre sí mismo? (…) lo veamos o no, lo que sucede es una y una misma cosa. Y el
Se trata de un ejercicio filosófico: en él se encara el problema problema, pensamos, es que esta ansia de sentido llama a la
de saber en qué medida el trabajo de pensar su propia historia esperanza, pero no a la acción (Löwith, 2007:16). Esta compul-
puede liberar al pensamiento de lo que piensa en silencio y per- sión de orden que nos confunde haciéndonos decir al pensar: yo
mitirle pensar de otro modo” abandono el sentido común de mi época, cuando yo era parte
FOUCAULT, El uso de los placeres de ese sentido común. Agrietar esta costumbre yoica es central
para pensar en contra del sentido común de una época. Habien-
Hay en las llamadas filosofías especulativas de la historia un do renunciado a los puntos de llegada macro-históricos, ¿no
interés por dirigirse al verdadero significado de los saconteci- se lee incluso en Hegel el contra-sí como mecanismo mediante
mientos, que no yace en la superficie visible (Hegel, 1980). El el cual se pone en movimiento lo que se mueve en la historia?
interés casi paranoico por la pesquisa de un principio rector que Allí donde el orden de lo particular en unas instituciones dadas
estaría por detrás de todas las cosas, que haría signo en cada rige como costumbre, opera una anulación de la política (Hegel,
gesto, en cada experiencia personal y colectiva (Löwith, 2007). 1980:64). Nada se espera que pase a la existencia sino siendo
Sin detenernos excesivamente en este punto, nos interesa pre- realizado por la humanidad, nada se espera que realice sino a
sentar la idea de que este sentido “verdadero” de los aconte- través de una fisura del particular en vistas a la historia, pero
cimientos se encuentra en íntimo vínculo con una vivencia de también, nada se espera que haga la humanidad sino a través
transitoriedad respecto a la vida: éstos poseen un significado si de una pasión proveniente de la historia, vector de constitución
se los inserta en un flujo ordenado, en una trama temporal en como individuos históricos (Hegel, 1980:81).
la cual se insertan como una parte, un elemento o un escalón: Decir que el problema de la trascendencia es un problema de
las cosas, así, tienen sentido, pues se ordenan por un fin último. las formas del pensamiento implica no solamente acusar al fas-
Transitoriedad que se instala a través de una subordinación de cismo de su uso, sino pesquisarla como matriz de pensamiento
la historia respecto de la filosofía (Danto, 2014:47), allí donde, de una época que si bien permitió agenciamientos revoluciona-
con las buenas intenciones que se tenga, se apela a universales rios, fue siempre en nombre de abandonar la singularidad de
abstractos para abrazar lo vivo. La sospecha, siguiendo a Löwith la situación donde las prácticas y la resistencia se sitúa, sino
(2007), es que este interés en que la historia no se agote sim- que “cada situación era desde entonces únicamente pensada en
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relación con el gran día, aquel de la revolución que debía final- mos por realidad instala prácticas, deseos y angustias que las
mente establecer un verdadero paraíso en la tierra” (Benasayag, vidas que viven cada época enfrentan, por las cuales viven y
2012:28). No se trata de alentar al desconocimiento de los datos mueren, actuando en los límites (como borde de lo existente, y
macro-políticos que enlazan un accionar, sino de reponer la pre- no como limitación) de lo que puede pensarse en la época que
gunta por la singularidad de una situación, que intentamos nom- habitan y por la que son habitadas. Tal como decíamos en el
brar como la reintroducción de los cuerpos en la historia. En su punto anterior, ¿qué hacer cuando esa coherencia que permitió
presencia radical, resulta imposible desdeñar intereses actuales un accionar en otra época nos vuelve como impotencia, como
en pos de intereses futuros (Marx, 2014:326): los cuerpos son el insistencia en una pregunta vacía? Quizás el primer lugar desde
límite a la topadora de la Razón y por desgracia, a su precio, lo el cual se pueda desactivar las formas transitorias de leer las
sabemos a ciencia cierta. situaciones que habitamos radique en las maneras en las que
nos apropiamos de lo pasado. Mientras que en el pasado la crí-
2. El pasado, mi pasado, los pasados tica se vive como agente más o menos consciente situado sobre
“Se gritará que se asesina la historia cada vez que en un análi- la inmutable ruta de la historia, puede pensarse la crítica como
sis histórico se vea utilizar de manera demasiado manifiesta las el intento de dedicarse el pasado a la actualidad del presente:
categorías de la discontinuidad (…). Pero no hay que engañar- no solo como recordatorio comunicativo de lo ya sucedido, sino
se: lo que tanto se llora no es la desaparición de la historia, sino como construcción narrativa que da sentido al presente en su
la de esa forma de historia que estaba referida en secreto, pero actualidad. Dirigirse a lo pasado como ejercicio de distancia-
por entero, a la actividad sintética del sujeto” miento contra-sí respecto de las coordenadas alienantes de un
FOUCAULT, La arqueología del saber presente que determinan a pesar nuestras formas para el pen-
sar y que, sabemos, tienen una historia. Uno de estos nombres
La pregunta de Mink (2015) acerca de la necesidad de pensar puede ser, entonces, mi pasado.
en términos de una Historia Universal es quizás una vía de acce- Decimos mi pasado para nombrar aquellos trabajos que buscan,
so a lo que nos interesa. Y es que para este autor, haber abando- a través de la reflexión y la crítica, desenmascarar las intencio-
nado la práctica historiográfica universal no nos hizo abandonar nes, los intereses subyacentes al funcionamiento instituido vi-
estas figuras que la sostenían. En particular, en nuestro modo de gente y a los modos en que construimos conocimiento. Decimos
concebir el pasado. La narración es, para Mink (2015:191), una mi pasado porque la crítica ideológica se dirige a un nivel que,
forma primaria, irreductible, de la comprensión humana, y teje pensamos, parte de los sujetos para realizar su crítica: piensa
vínculos íntimos con la conformación del sentido común. la alienación como la alienación de los sujetos, como un puro
Destacamos el pasado como modo de nombrar esta coherencia sueño que se monta sobre ellos (Althusser, 1988). Sueño que
del sentido histórico volcada sobre lo ya sucedido que produce supone, en Althusser por ejemplo, una representación imagi-
este espectro de uniformidad, de sensación de realidad dada por naria de lo que son las condiciones reales, materiales, de la
una vez y para siempre que puede ser mejor o peor comprendi- existencia. Este volverse sobre los talones ante la interpelación
da casi como el alquimista: en función de la pureza de su alma, ineludible que sujeta, a los fines de lo que nos interesa, mantie-
para no contaminar los elementos con los que trabaja. Realidad ne aún la suposición de este individuo que se pasea que luego
inmutable en tanto ya pasada, en tanto ya nada podría afectarla será sujetado. Interrogar mi pasado se parece entonces a un
hoy sobre la cual tan solo queda contarla. Narramos el pasado, develar la trampa en la que caímos, que me atrapó, a todos pero
entonces, y al sancionar un texto como histórico o ficcional, en también a cada uno: tu conciencia, mi conciencia. La crítica en
función de la posibilidad de adecuarse a un real, se supone en- este sentido, que utiliza la imagen del desenmascaramiento,
tonces de modo a-crítico que “la historia-tal-como-fue-vivida parecería por momentos presentarse como actuando desde un
es un relato histórico no contado” (Mink, 2015:193): es decir, lugar trans-situacional que podría ver los intersticios que se jue-
el pasado ya siempre relato a ser “descubierto”, por lo cual “el gan por detrás de las instituciones que habita. Decimos esto
relato del pasado necesita ser sólo comunicado, no construido” pensando que la perspectiva ideológica, en algún sentido, mira
(2015:194). Y sabemos, empero, que no siempre fue así, que el presente como quien mira algo inacabado, distorsionado, bajo
podemos instalar esta interrogación contra nosotros mismos al cierto encanto de la idea (incluso psicoanalítica) de la “repre-
ver que la narrativa que apunta al flujo continuo de los aconte- sión” (Ricoeur, 2008:169). No vamos contra Althusser (a quien
cimientos tiene un surgimiento histórico preciso (White, 1992). admiramos), intentamos marcar un problema que se distingue,
Nombrar lo pasado como el pasado es propio de la raciona- y donde nos preguntamos por el abandono de todo pensamiento
lidad de una época: ni técnica historiográfica más o menos que en algún momento podría llegar a decir “ah, esta visión del
desarrollada ni costumbre casual. Los modos de narrar se co- mundo está mal, es imaginaria, ha sido distorsionada”.
rresponden a modos concretos de representarnos la realidad En tercer lugar, podríamos hablar de los pasados, solidariamente
en la que vivimos (White, 1992), lo cual no es simplemente una con lo que nos interesa pensar como una reflexión no sobre los
manera de ver las cosas como en un museo: lo que entende- modos en que somos sujetados en tanto seres hablantes para
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TRABAJO LIBRE
ver y pensar nuestro presente, sino más bien sobre las condi- que permitan encontrar las líneas de más potencia, de más ale-
ciones bajo las cuales un enunciado es posible en una época. gría, que puedan decir lo que aún no puede decirse? Queremos
Si seguimos a Gadamer (1999) pensamos que todo el trabajo decirlo con alegría: nuestra sensibilidad no es la guarida de un
de las ciencias supone un distanciamiento alienante que tiene alma inmortal que el análisis de un origen, que mi pasado re-
que ver con la interrogación de los lazos de pertenencia, como velará, sino una sensibilidad de pasaje de las muchas almas
condición de la relación con lo histórico en tanto tal, en tanto mortales (Foucault, 1992:28). La maquinaria nietzscheana que
nuestra mirada sobre el pasado habita siempre cierta autoridad funciona en Foucault lanza el germen de una mirada disociante
anónima, sentido de la comunidad, que sitúa mis coordenadas que “borra la unidad de este ser humano que se supone que la
como ser histórico (1999:348). Interpretar aquello pasado su- conduce soberanamente hacia su pasado” (Foucault, 1992:20).
pone de algún modo la interrogación por las condiciones en las No quiere decir que perdamos aquello que entendemos como
que se comprende (1999:365)[1]. El problema, pensamos, es sentido histórico, sino que reconoce que este no posee un pun-
que reintroducir los cuerpos no es lo mismo que reintroducir mi to de apoyo originario, fijo, como punto de fuga sobre el cual
cuerpo: mi pasado, el yo viví, y el entonces yo veo. Considera- pintar el cuadro de los sucesos de la historia y nuestro propio
mos necesaria la dimensión de la comprensión en tanto parte presente. El cuerpo como el grado cero en el que una intensidad
de la indisolubilidad de nuestra pertenencia histórica, siendo histórica puede tener lugar evocando sus pasados, maraña más
imposible despertar de ningún sueño ideológico. La crítica que viscosa y confusa de lo que se requiere para narrar un pasado
se dirige a las condiciones implica a su vez la consideración de coherente y lineal, demasiada carne y demasiada pasión como
que yo en tanto agente narrante es, en su totalidad, producto para aceptar su lugar de transitoriedad en la pureza de un plan
de estas condiciones. Contra-sí no es ya contra cierto estado razonable. El cuerpo, condena de inmanencia para el pensa-
de ideas, es contra lo que se piensa, lo que se dice, y cuando el miento de lo intolerable.
impersonal es lo que está puesto en tensión, los yo-hablantes no
son nunca el punto de partida de nada. NOTA
Decir los pasados, implica decir que en los cuerpos que habitan [1] Si el carácter no peyorativo del prejuicio en Gadamer (1999) intere-
un presente palpitan procedencias de lugares inciertos, y que sa quizás sea más porque permite salir de esta lógica de la distorsión,
poco interesa construir el verdadero relato sobre el pasado, ni y no tanto por el carácter de “aceptabilidad” que presenta, así como
tampoco las coordenadas exactas y claras de mi pasado, para li- también nos hace titubear la suposición de una continuidad lógica sub-
berarme. No es lo mismo pensar en un lector (ya determinado por yacente a los fenómenos y la apuesta por una autoridad implícita más
su tiempo histórico) del cual partirá un punto de vista que pensar o menos unificada en un presente.
en un punto de vista histórico como posibilidad de la emergencia
del lector. Esta fragmentación, entre otros modos, pensamos que BIBLIOGRAFÍA
se encuentra vinculada a la posibilidad de situar la contingencia Agamben, G. Lo que queda de Auschwitz, Pre-textos, 2005.
que nos hizo ser lo que somos, para saber si podemos ser y pen- Agamben, G. Medios sin fin, Pre-Textos, 2001.
sarnos de otro modo: ni afuera ni adentro de quién habla, sino en Althusser, L. Ideología y aparatos ideológicos del Estado. Freud y Lacan,
la frontera (Foucault, 1996). La búsqueda de la crítica práctica de Nueva Visión, Buenos Aires, 1988.
condiciones las de posibilidad y no de la verdad sobre el pasado Barthes, R. El placer del texto y Lección inaugural, Siglo XXI, 2014.
implica esta crítica de las formas en las que pensamos, las cua- Benasayag, M. “Contrapunto al atardecer” en Benasayag, M. y Mattini,
les si seguimos a Mink, a White, se encuentran plagadas de este L. La vida es una herida absurda, Quadrata, 2013.
interés de una continuidad radical que nos hace hasta reírnos Benasayag, M. El mito del individuo, Topía, 2013b.
cuando vemos los anales medievales: sentimos que lo real no se Benasayag, M. Che Guevara. La gratuidad del riesgo, Quadrata, 2012.
ordena así para nosotros. La crítica que sale a la búsqueda de los Benasayag, M. y Del Rey, A. El compromiso en una época oscura, Tierra
pasados se sirve de la agudeza foucaulteana que, incluso antes de Nadie, 2014.
de su época “genealógica”, sostuvo que la evocación de pasados Danto, A. “Filosofía sustantiva y analítica de la historia”, en Narración y
se ordena siempre a la actualidad del saber (Foucault, 2013). Conocimiento, Prometeo, 2014.
Quien pregunta, el cuerpo que soporta la pregunta presente, se Hegel, W. Lecciones sobre la filosofía de la historia universal, trad. De
sabe frágil heredero de una procedencia que se enreda en sus José Gaos, introd. de José Ortega y Gasset, Alianza, 1980.
vísceras (Foucault, 1992:14). Foucault, M. La arqueología del saber, Siglo XXI, 2013.
En última instancia, la existencia de los cuerpos, su presencia, Foucault, M. El cuerpo utópico: las heterotopías, Nueva Visión, 2010.
es quizás lo único que no puede nunca faltar a la situación, mis- Foucault, M. Historia de la sexualidad I: La voluntad de saber, Siglo XXI,
mo a pesar de las fantasías metafísicas que intentan apartarlo 1998.
en cada uno de los sucesos a los que asisten. Y la pregunta es Foucault, M. ¿Qué es la Ilustración? La Piqueta, 1996.
entonces, ¿qué pasados habitan hoy, aquí, nuestro presente?, Foucault, M. “Nietzsche, la genealogía, la historia”, en Microfísica de
¿cómo ubicar en las cicatrices de los cuerpos los antepasados poder, La Piqueta, 1992.
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TRABAJO LIBRE
Friedlander, S. “Introducción” en Friedlander, S. (comp.). En torno a los lí- Percia, M. “(auschwitz)”, en Estancias en común, La Cebra, 2017.
mites de la representación. El nazismo y la solución final, UNQ, 2007. Ricoeur, P. Hermenéutica y acción, Prometeo, 2008.
Gadamer, H.G., Verdad y Método, Ediciones Sígueme, 1999. Rousseaux, F. “Memoria y Verdad. Los juicios como rito restitutivo” en
Longoni, A. Traiciones, Grupo Editorial Norma, 2007. Acompañamiento a testigos en los juicios contra el terrorismo de
Löwith, K. Historia del mundo y salvación, Katz, 2007. Estado. Primeras experiencias, Secretaría de Derechos Humanos,
Marx, K. y Engels, F. “Manifiesto del Partido Comunista”, trad. Jacobo 2009.
Muñoz, Gredos, 2014. White, H. “El valor de la narrativa en la representación de la realidad”
Mink, “Forma narrativa como instrumento cognitivo”, en Mink, Com- en El contenido de la forma, Barcelona, Paidós, 1992.
prensión histórica, Prometeo, 2015.
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TRABAJO LIBRE
versal a su obra y podemos ubicarla en dos sitios más que se- La ubicuidad de lo propio
rán fundamentales a nuestros intereses: Profanaciones (2005) y Como decíamos, es sabido que hay experiencias que no nos
¿Qué es la filosofía? (2016). pertenecen: esto, como problema ineludible de toda teoría de
En primer lugar, debemos situar el vínculo con el lenguaje que la experiencia, posee derivas sumamente importantes en los
mantiene este modo de comprender la experiencia. Siguiendo primeros siglos de nuestra era, dentro de aquellos que hoy lla-
a Benjamin, Agamben dirá que la imposibilidad de hacer ex- mamos neoplatonismo.
periencia, en su relación con el lenguaje, es la imposibilidad Si preguntásemos a Plotino quiénes somos tendríamos en prin-
de tener una experiencia musaica del mismo (2015). Sin ex- cipio dos respuestas posibles: “el nosotros tiene, pues, dos sen-
tenderse demasiado en sus características, en ¿Qué es la filo- tidos: el que incluye la bestia y el que trasciende ya la bestia”
sofía? Agamben conecta su tesis inicial de la imposibilidad de (I, 1, 10, 5-6)[1]. Se encuentra así en Plotino un doble modo de
hacer experiencias con la Musa, es decir, con una experiencia abordar el problema del “nosotrxs mismos”: por un lado nuestra
del lenguaje que es, al menos, impropia, en tanto hablamos pa- existencia viviente concreta, que resulta de la unión del cuerpo
labras que no son dominadas por la conciencia o la técnica y con una luz emitida por el alma que produce esta entidad dis-
que, al mismo tiempo. La inspiración de la Musa, la musicalidad tinta que es el animal. Por otro lado, “nosotrxs mismos” se pre-
del lenguaje, es un modo de hablar que podríamos denominar dica también, y de modo más verdadero, en aquello que preside
impropio, al menos en dos sentidos: uno más bien moderno, desde arriba el alma, aquella parte superior que coincide con
que podríamos llamar freudianamente “descriptivo” que refiere el Intelecto, presencia divina en el cuerpo terrestre. Estos dos
a la experimentación por parte del yo de algo que proviene de niveles corresponden a dos niveles de realidad muy distintos,
sectores no conscientes; otro, más bien místico, muy propio del propios de una distinción platónica: por un lado encontramos
pensamiento neoplatónico que nos interesa, que tiene que ver aquellas instancias eternas, incorruptibles, que ordenan el cos-
con la posesión, por el ser capturado por aquello que se dice, mos, de la cual participa el alma superior y por otro lado aquella
endiosado, iluminado. parte del universo sujeta al cambio, al tiempo, no Una sino múl-
Vemos que hay entonces que el problema de la experiencia, tiple, donde se encuentra este animal que vivimos.
desde esta perspectiva, tiene en su centro el problema del in- Sin entrar demasiado en estos asuntos, lo que nos interesa ubi-
consciente. Según Agamben mismo dirá, la idea de inconsciente car para el propósito de este escrito es que la vida interior en el
da por tierra con un modo muy particular de pensar la experien- neoplatonismo se encuentra desgarrada por esta estructuración
cia ligada al sujeto de la ciencia: para él lo inconsciente es ante de lo real: estos dos ámbitos son al mismo tiempo niveles de
todo algo que subvierte la “teoría de la experiencia” (Agamben, la vida interior, “niveles del yo” (Hadot, 1963, p.35). Yo puede
1978, p.53). Estos dos diagnósticos, de 1978 y 2016, poseen perderse en la dispersión de este mundo, sin comprender qué
un encuentro en el pensamiento de Agamben hacia el 2005 en es lo verdaderamente propio, o bien yo puede esforzarse por
su libro Profanaciones. Allí, no solamente se encuentra desa- coincidir con este alma superior, llevando hacia un movimiento
rrollado el problema de la posesión de la Musa en relación a un de conversión hacia aquello más originario, hacia su propia par-
problema muy particular que es, en cierto sentido, el problema ticipación en lo eterno.
de los elementos inconscientes: ¿cómo lidia una vida individua- Como vemos, siguiendo a Plotino, no es algo simple delimitar
da, personal, yoica, con aquellos elementos pre-individuales, lo propio. La antropología neoplatónica nos vuelve imposible la
impersonales, impropios que la habitan? Esto, refiriéndonos a tarea de decir “hasta aquí soy yo” (VI, 5, 12, 18), y no por razo-
la posibilidad de poseerse poéticamente por la Musa, pero tam- nes psicológicas (que las tiene) sino bajo supuestos ontológi-
bién al contenido de nuestros sueños, a la circulación de nuestra cos. Todo proviene de lo Uno y, mirando a él, es que cada cosa
sangre y nuestros procesos digestivos, ¿a quién pertenece eso logra su buena contemplación, su actividad propia. Lo Uno así,
de lo cual no se puede negar que nos pertenezca, pero al mismo está presente en todas las cosas, en su simplicidad absoluta:
tiempo se presenta como lo más impropio? inefable, lo Uno de los neoplatónicos no puede expresarse con
De este modo llegamos al problema que nos interesa presentar, palabras, es una experiencia que es a veces referida al tacto, o
y bajo el cual abordar a Plotino: pensar una dialéctica de lo im- que ha sido recuperada por Bergson (1903) a través de la idea
propio, un vínculo con esos elementos inconscientes, es un pro- de la “intuición”. Esa simplicidad, “escapa a las trampas de la
blema que encuentra serios aprietos dentro de las concepciones reflexión” (Hadot, 1963, p.62). ¿Qué es entonces esta contem-
modernas de la subjetividad y que, por ello, dirá Agamben, se plación? Es ante todo transformación de uno mismo que implica
ve tan afectada nuestra capacidad de hacer experiencia. Avan- esta transición de un yo inferior al verdadero yo. Una experiencia
zaremos entonces con esta guía, hacia lo propio y lo impropio donde ya no hay consciencia de yo individual, sino únicamente
en Plotino. presencia total de lo Uno.
Esta clave plotiniana hecha luz sobre aquel problema entre lo
propio y lo impropio que Agamben piensa como centro del pro-
blema de la experiencia, cuando dice: “el Yo, en una suerte de
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especial, alegre esoterismo, asiste sonriendo a su propia ruina” quedaran exiliados de la conciencia en la vida yoica cotidiana.
(2005:11). Plagado de estos elementos neoplatónicos, Agam- Experiencias propias, pero que no nos pertenecen del todo, del
ben refiere a estas experiencias como “esotéricas” y como una mismo modo quizás, que con los sueños. No accedemos a ellos
suerte de ruina alegre del yo. Aquella ruina alegre no puede más que a través de una escritura que es en algún sentido siem-
comprenderse más que a través de esta ubicuidad de lo propio pre re-escritura: modos yoicos y conscientes de narrar, pensar
que integra esta mística neoplatónica: ruina del yo de aquí aba- y construir sentido de aquello que ha caído ya bajo la represión.
jo, entrega esotérica al yo superior, alegría de la contemplación La inefable experiencia unitiva plotiniana es sin dudas el centro
y, luego, retorno. Esta dialéctica con lo impropio esconde, en- de su pensamiento, pero también lo es una preocupación por
tonces, cierta raíz ontológica profunda en la que quizás pensaba la escritura en torno, debajo o recordando esas experiencias:
Freud al referirse al sentimiento oceánico: no la mera interven- el discurso filosófico, la escritura, el comentario de textos, son
ción de elementos inconscientes en la continuidad de la vida también parte del trabajo espiritual necesario para sí y para los
consciente, sino la coexistencia radical de una vida que no es otros, como elemento de una ascesis pero también en su rol
nunca ni consciente ni inconsciente, sino que oscila y muta, que como profesor y tutor.
duerme o que hace experiencia. Lo que no es consciente en Plotino, no es tanto algo a domeñar
con la razón deseando volverlo consciente, ni tampoco algo a
Los elementos inconscientes lo que arrojarse sin medida, fundiendo por completo la vida de
Nos interesará entonces nombrar como elementos inconscien- aquí abajo. Se trata siempre de una co-existencia, de una dia-
tes a aquello que se ubica en medio de la “experiencia inefable léctica entre lo individuado y lo no individuado. ¿Quién pensaría
que invade al individuo y trastorna toda la conciencia del yo, por que sería mejor que el poeta haga “consciente” su trabajo? o
un sentimiento de presencia inexpresable” (Hadot, 1995, p.180). mejor, ¿quién querría que el bombeo de sangre en su cuerpo
Inefable puesto que lo Uno no estará para Plotino solamente dependiera de un acto consciente? Se trata de experiencias que,
más allá de la comprensión racional, sino más allá de toda pa- al decir de Hadot (1963, p.47) “revela niveles discontinuos en
labra: de lo Uno nada puede decirse más que por vía negativa nuestra vida espiritual”, los cuales no se anulan mutuamente,
o por metáforas. Es decir, algo de lo cual solamente puede ha- sino que, en su interacción, constituyen nuestra vida espiritual.
blarse con un “lenguaje incorrecto” (Santa Cruz y Crespo, 2007,
p.32). Experiencia de unitiva donde ya no hay discurso posible, Plotino hoy
puesto que se trata de un inefable, del cual se participa en una Nos dice Hadot (1963, p.190) que quienes habitamos la mo-
suerte de tacto trascendente. dernidad desconfiamos de este llamado místico plotiniano. Lo
El conocimiento de sí, el conocimiento más íntimo de lo que nos espiritual en sentido puro es rechazado como motor de potencia
constituye, de lo que somos, se adquiere desde algo que para por casi todas las perspectivas críticas del siglo pasado, ya sean
el yo individual que habitamos todos los días se percibe como marxistas, positivistas o de cualquier índole. Sin embargo, Hadot
un afuera. Cuando nos conocemos verdaderamente ya no so- incluye en un cierto gradiente de mistificación de lo real por par-
mos nosotrxs mismxs, pero ¿en qué sentido? Si un diálogo con te del marxismo y el psicoanálisis: la noticia de que, a pesar de
Plotino es posible para pensar aquello que nombramos como los empeños que se pongan en desvincularse de las condiciones
elementos inconscientes quizás se encuentre en el mismo giro humanas, quienes ignoran estos conflictos interiores y sociales
freudiano sobre esa pertenencia impropia, esa propiedad íntima de las que no tenemos consciencia inmediata, se convierten en
y extranjera a la vez que es el inconsciente, por ejemplo, vista juguetes de estas fuerzas ignotas (Freud, 1923).
en la responsabilidad por el contenido de los sueños. La cual, Esto, porque como señala Hadot (1995, p.181), Plotino no pre-
señala Hadot (1995, p.218), existe en esa época en los estoi- tende montar un sistema para mostrar que el alma sea de tal
cos, que miden sus progresos morales por el contenido de su o cual manera, como entenderíamos desde cierta concepción
sueños tal como había señalado ya Platón. No es sin un cambio, moderna de la filosofía, sino simplemente producir un discurso
una mutación en el yo que esos elementos extraños pueden ser filosófico que esté a la altura de los desafíos existenciales. No es
incorporados como constitutivos: ver al espíritu como nuestro necesario, en este sentido, “demostrar” que cierta alma noética
propio yo (Enéadas, V, 8, 10, 40). está presente, sino aprender a vivir acorde a ella, a través de la
No hay que ir demasiado lejos para reencontrar las imágenes palabra. Los comentarios, la escritura, la dialéctica o incluso la
del sentimiento oceánico freudiano, la individuación como la in- meditación aparecen como trabajos sobre sí en esta dirección.
troducción de una negación (yo/no-yo) y el retorno al Intelecto La ascesis no parte de la consciencia para echar luz, es una
plotiniano (y luego a lo Uno) como una ola que, al crecer, cancela transformación espiritual que si tiene la forma de la consciencia
esta negación y nos da una nueva visión (Enéadas, VI, 7, 36, lo es porque es un volverse hacia lo que ya se era, pero sin
19). Las cuales, más allá de la fortuita coincidencia metafóri- saberlo (Hadot, 1995).
ca, sí están destinadas a recordar una continuidad fundamental Según intuye Hadot, la huida del mundo (Enéadas, I, 2, 1, 1) en
de la que se parte, solidaria a elementos no conscientes, que Plotino no se trata tanto (o únicamente) de la fuga y el odio al
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o acontecer; “(…) consideramos que ningún hecho puede ser de los faros de sus concepciones. Sin embargo, a pesar de esta
verdadero o existente y ninguna enunciación verdadera sin que identidad ideológica, las respuestas que darán fundamentación
haya una razón suficiente para que sea así y no de otro modo”. a sus esquemas políticos se escindirán en sus postulados ex-
[2] La Razón como fundamento del acaecer entraña conse- plicativos acerca de la génesis del gobierno. Locke buscara ra-
cuencias limitantes para los efectos que de dicha causalidad zones que de iure justifiquen la obediencia al poder del Estado.
surjan, como ser, su necesaria racionalidad definida como or- Hume, por el contrario, se inclinara por la fuerza de la facticidad
den, armonía y beneficencia general; “Nada acontece sin razón. historia como sustento de su fundamentación, siendo la explica-
Consecuencias de este principio son: que debemos evitar en la ción de ello lo que dará sentido a su respuesta. En definitiva, dos
medida de lo posible cambios inestables; que entre contrarios sentidos de la racionalidad enfrentan a dichos filósofos; volitiva
debe elegirse el término medio; que podemos agregar lo que e histórica respectivamente. Por la primera se consagra a la de-
nos plazca a otro término con tal que esto no cause perjuicio a cisión de los hombres como justificación legitimante, la segunda
ningún otro término”.[3] al orden de los hechos como soporte legitimo a ser explicado.
La remembranza de dicho principio leíbniciano, como también
los prolegómenos semánticos aludidos con anterioridad a dicho Locke y la libertad decisoria como arjé de la arquía
tratamiento, me servirán para desarrollar el tema de esta po- La concepción antropológica lockeana rompe con el pesimis-
nencia; por un lado, ensayar una respuesta racionalista a una mo hobbesiano, el cual caracteriza a la vida de los hombres
pregunta existencialista a los fines de distinguir dos posturas en un hipotético “estado natural” como de continua violencia
de base empirista. Por otro lado, dar a sendas posiciones an- mutua. Justifica dicha apreciación el hecho de encontrarse los
tagónicas un tratamiento pormenorizado a los fines de poder hombres en aquel estadio pre-social en condiciones de absoluta
demarcar los conceptos que las polarizan en el debate filosófico “igualdad natural”, por lo que sus iguales esperanzas de obte-
político moderno. ner un beneficio individual los conduce a un trágico “choque de
deseos”. Situación que, a modo de guerra preventiva, hace que
Respuesta a la pregunta por la ajé de la arquía[4] los hombres se inclinen por anticiparse a tan certera violencia
Inspirado por el desafió heideggeriano al que el primer teórico potencial que circunda sus vidas, haciendo de sus vidas una
de la materia nos condujo, me propongo dar una respuesta a la necesaria lucha universal por el dominio o anulación del otro;
pregunta metafísica devenida politológica. La misma, recorde- “Fuera del estado civil hay siempre guerra de cada uno contra
mos, retoma la inquisición fundamental de aquel filosofo alemán todos. Con todo ello es manifiesto que durante el tiempo en que
formulada en los siguientes términos; “Por que es en general los hombres viven sin un poder común que los atemorice a to-
el ente y no mas bien la nada”.[5] Mi paráfrasis inquisidora se dos, se hallan en la condición o estado que se denomina guerra;
expresará de este modo; “Por que es en general el Estado y no una guerra tal que es la de todos contra todos”.[7] Un poder
mas bien la anarquía”. Pregunta que encuentra su respuesta absoluto, coercitivo, monopólico y autoritario será la única vía
introductoria en el aludido principio ontológico leíbniciano que política por la que se podrá superar la penuria de aquel inicial
como tal depositará en la razón su fundamentación. Sin embar- momento, donde “(…) la vida del hombre es solitaria, pobre,
go, la ratio que dará asidero a mi respuesta será de caracterís- tosca, embrutecida y breve”.[8]
ticas bicéfalas dado que encontrará en dos tipos de racionali- La concepción de Locke sobre el estado de naturaleza se porali-
dades que, a pesar de su horizonte filosófico común, concluirán za con la de Hobbes en distintos aspectos, los cuales pueden ser
en propuestas polares y enfrentadas; John Locke y David Hume. resumidos en los siguientes términos: Desde el punto de vista
Ahora bien. ¿Por que excluir al mas primigenio de los británicos antropológico el hombre es considerado un ser pacifico y social;
que ensayo una fundamentación sobre el tema en cuestión?; el estado de naturaleza no supone la ausencia de toda legalidad,
Thomas Hobbes. Por lo absoluto de su formula filosófico política, mas aun, se puede ejercer la fuerza legalmente, amparándose
reñida con horizontes de legitimación no autoritarios y sustenta- en leyes inscriptas en la naturaleza humana; situación que no
da desde un esquema que pondera como telos de su trabajo es- solo permite negar un estado de beligerancia anómico sino que
peculativo la resolución de la antitesis anarquía-unidad.[6] Muy lo conduce a redireccionar las causas de la violencia entre los
a la inversa de los dos empiristas comentados, los cuales entre- hombres a razones socio-económicas (dada la pobreza y dificul-
veran sus discursos desde una cercana coyuntura histórica (pos tades que acarrean las condiciones de vida en dicho estado), en
guerra civil en el reino y con los ecos de la Revolución gloriosa detrimento de cualquier antropología negativa, per se violenta.
en proceso de consolidación –a pesar de que gran parte de la A su vez, en dicho estadio se da una situación de igualdad abso-
obra de Locke es escrita antes de 1688, su pensamiento posee luta merced a las condiciones naturales que imperan sobre los
gran afinidad con el parlamentarismo que como eco institucio- hombres; “(…) criaturas de la misma especie y rango, nacidas
nal se traslucirá a partir de aquella épica histórico-política-). todas ellas para disfrutar en conjunto las mismas ventajas na-
Y en consonancia con dicho credo institucional, tanto el ingles turales y para hacer uso de las mismas facultades, hayan de
como el escocés harán de la antinomia opresión-libertad uno ser también iguales entre si, sin subordinación o sujeción de
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unas a otras (…)”.[9] Igualitarismo natural del cual se deriva bir una legalidad particularista y auto referencial, obliga a que
la libertad natural, la que, lejos de caer en un licencioso liberti- se instituya una autoridad imparcial para permitir un mínimo de
naje, supondrá ciertos limites que encuadran el sentido de una normatividad efectiva. A lo cual se agrega la institucionalización
vida en perfecta libertad, ya que no poseerá “(…) la libertad de las leyes naturales, todo lo cual se convierte en la autentica
de destruirse a si mismo, ni tampoco a ninguna criatura de su finalidad de la organización política. Como primera conclusión
posesión (…)”, todo gracias a que también en aquel momento podríamos afirmar que lo político es resultado de un proceso,
originario el hombre es transversalizado por “(…) una ley de es un constructo que hace de lo volitivo su causa inicial. Voli-
naturaleza que lo gobierna y que obliga a todos; y la razón, que ción demiúrgica que solo puede ser alcanzada mediante lo que
es esa ley, enseña a toda la humanidad que quiera consultarla, se erigirá en sustancia de la politicidad, el consenso[12]; “Pues
que siendo todos los hombres iguales e independientes, ningu- cuando un numero cualquiera de hombres, con el consentimien-
no debe dañar a otro en lo que atañe a su vida, salud, libertad to de cada individuo, ha formado una comunidad, ha hecho de
o posesiones”.[10] Auto limitación que confiere al hombre una esa comunidad un cuerpo con poder de actuar corporativamente;
libertad de “heterónoma autonomía”. Heterónoma por depositar lo cual solo se consigue mediante la voluntad y determinación
en la naturaleza el fundamento de su volición, sin embargo, la de la mayoría”.[13] Hacer una comunidad supone hacerla con
razón es naturalizada al identificarla con los dictados de aquella poder para proceder comunitariamente, dado que lo instituido
legalidad natural. De allí que los mandatos de la naturaleza son encuentra en la anuencia atomista, de basamento iusnaturalista,
mandatos de la razón, por lo que las inclinaciones naturales se la sustancia que lo legitima y otorga su potestad decisoria. Sin
erigen en principios prácticos de la razón. embargo se podría establecer una distinción temporal y cuanti-
Este Parnaso ético-comunal presenta la siguiente dificultad: tativa en cuanto a ese “actuar corporativamente”. En un primer
¿que lo corrompe? Lo idílico de aquel natural estadio humano no momento, la constitución de la Sociedad civil (Estado) como rea-
está exento de dificultades o contradicciones entre aquellos que lidad comunitaria requeriría del consentimiento unánime, ya que
lo habitan. En algún sentido podríamos decir que las inclinacio- los que en ella vive lo hacen por querer salir de aquel estadio.
nes pacíficas inscriptas en la naturaleza de los hombres merced Ahora bien, establecido el ente hace falta proveerlo de un ser que
al imperio informal de aquel ius natural no bastan para mante- lo vivifique en pos de lograr alcanzar aquel primigenio objetivo,
ner una armónica convivencia. Esto es así por un problema de, la administración jurídico-política del mundo establecido. Para
podríamos decir, epistemología jurídico-moral; los hombres no ese momento ulterior (Gobierno) bastará con el simple consenso
pueden ser objetivos en sus juicios cuando las naturales con- mayoritario (parlamentario por ejemplo). La justificación de ello
tradicciones se presentan entre ellos. Un residuo individualista apela nuevamente a la ley natural, dado que “(…) de no poder
vinculado a su instintividad conservacional desdibuja su juicio las asociaciones tomar decisiones colectivas por ese procedi-
crítico ante situaciones conflictivas, haciéndolo victima de sus miento, los fines de la asociación quedarían frustrados desde el
pasiones autoreferenciales; “(…) en el estado de naturaleza fal- comienzo”.[14] Fines unánimes justifican medios mayoritarios,
ta un juez publico e imparcial, con autoridad para resolver los la necesidad individual de la Sociedad civil conlleva la contingen-
pleitos que surjan entre los hombres, según la ley establecida. te generalidad del Gobierno civil, dado que de no imperar sendas
Pues en un estado así, cada uno es juez y ejecutor de la ley lógicas el prurito moral de los hombres o sus contradictorios y
de naturaleza; y como los hombres son parciales para consi- disímiles intereses harían inviable cualquier solución ejecutiva
go mismo, la pasión y la venganza pueden llevarlos a cometer que ponga coto a los problemas mencionados en el estado na-
excesos cuando juzgan apasionadamente su propia causa, y a tural, asemejándose dicha escena a la relación contradictoria de
tratar con negligencia y despreocupación la causa ajena”.[11] Catón Marco Porcio con el mundo teatral.
La analogía mítica se hace evidente ante tal cuadro situacional. Este novedoso (para la época) epicentro político, el consenso, le
La discrepancia es tematizada en consustancialidad con la vida servirá a Locke para legitimar el levantamiento del pueblo ante
pre-política, por lo que aquellos primitivos hombres no que- un soberano, dado que si este pierde su norte gubernamental y
dan fuera del negativo influjo de Eris y su dilemática manzana decide violentar el nuevo orden establecido, fundado en el viejo
de la discordia. Bastará enunciar cualquier kallisti para que la orden iusnaturalista, transformándose en parricida dictatorial
desavenencia reine entre los mortales hombres. Situación que de su progenitor consensual, sienta las bases legitimas de su
obligará a encontrar la imparcialidad de un Paris que, por su remoción o desobediencia civil; “Porque cuando a un pueblo se
pretendida objetividad en el juicio moral, pueda resolver la pro- le hace sufrir y se encuentra expuesto a los abusos del poder
to-violenta disputa, dado que en aquel Olimpo natural todos se arbitrario, la rebelión tendra lugar, por mucho que se les diga
encuentran en igualdad de condiciones para ejercer la función que sus gobernantes son hijos de Júpiter, sagrados o divinos,
de magistrado y por ello nada se puede resolver judicialmente. descendidos de los cielos o autorizados por ellos, o cualquier
La difícil situación humana en aquel páramo original, consistente otra cosa”.[15]
en que cada uno de los hombres es potencialmente juez y ver-
dugo en todas las causas que lo implican, lo que lleva a conce-
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Hume y la necesaria cohesión como arjé de la arquía darían las condiciones para que pueda perdurar el mundo social
La postura del filósofo escocés ante la posición contractualista y con el mi individualidad.
de Locke reflejará su total oposición a la misma desde distintos Y más aun, si desde una historización ad hoc se pretende soste-
flancos de ataque, los cuales podrían ser resumidos en tres; ner que el origen de los estados tiene en el contractual principio
epistemológico, empirista y justificatoria. A los fines de limitar del libre asentimiento de los súbditos su explicación, el pensa-
mi propuesta explicativa, dado lo acotado de los límites sugeri- dor escoses sostendrá, post facto, que “casi todos los gobiernos
dos para el desarrollo del trabajo monográfico, he decidido optar que hoy existen, o de los que queda recuerdo en la historia,
por la tercera perspectiva. fueron originalmente fundados sobre la usurpación o la con-
¿Por qué obedecer? Ante tal inquir primigenio se prosternan quista, cuando no sobre ambas, sin ninguna pretensión de libre
las distintas tradiciones propias de la filosofía política que han consentimiento o sujeción por parte del pueblo”[19]. Evidencia
cimentado la modernidad, dando origen con sus disímiles res- que, con realismo político, niega aquel inicial credo contractual
puestas a todo un pléthos de concepciones teóricas sobre la que sitúa en una temporalidad utópica aquel demiurgo acto
fundamentación del Estado. constituyente. Más aun, ninguna anamnesis platónica puede
Para nuestro tema lo pletórico se concentra en la dicotomía traer a la conciencia ciudadana aquella promesa de obediencia
entre el modelo contractual lockeano y el anti-contractualismo y delegación de derechos a un tercero, todo lo cual diluye el
humeano, por lo que, desarrollado el primero solo resta trabajar alcance y sentido de la misma ya que a que podría obligarnos
la reacción de Hume ante sus asertos filosóficos. algo desconocido por sus implicados.
Y en este ultimo sentido, el título que prologa este apartado per- Finalmente, ante la pregunta que originó este capitulo, la cual se
mite delinear lo general de su propuesta: no es la libertad indivi- centraba en la justificación de la obediencia ciudadana al poder
dual lo que motoriza la salida de ciertas condiciones originarias político, esbozaré una respuesta desde su concepción gnoseoló-
sino una necesidad colectiva, mas aun, no es una decisión voli- gica y su crítica a la idea de sustancia. Para Hume, la sustancia
tiva y consensuada lo que partea el mundo jurídico-político sino es dubitable dado que no tengo impresiones de ella, de hecho,
una muy elsteriana cohesión social como cemento y cimiento del sólo son cognoscibles sus accidentes[20], siendo la realidad de
también necesario orden socio político. Desglosemos lo referido. las mismas (las sustancias) un producto del hábito[21].
“La obligación general que nos liga al gobierno se basa en el Para nuestro tema, no es el libre asentimiento o consenso de
interés y las necesidades de la sociedad (…)”.[16] Un obliga- los ciudadanos lo que da respuesta a la pregunta sobre el por-
ción particular, per se, es imposible cognositivamente ya que la que de la obediencia sino un mecanismo de naturaleza psíquica
realidad de la misma es contra fáctica, dado que nadie ha tenido que, por su injerencia en la conciencia de las personas, logra
nunca una impresión de la sensación o reflexiva de una obe- naturalizar la sujeción a un poder; el hábito. Hábito que en su
diencia acotada a una singularidad, de una obligación que solo operar desde la temprana infancia logra sedimentar en la psique
sea para una persona en el mundo. Toda obediencia supone algo humana patrones cívicos de comportamiento. Al punto de cons-
que es obedecido, ese algo, para gozar de la legitimidad que tituir una segunda naturaleza que como tal no solo naturaliza
lo reconozca como tal debe ser socialmente reconocido, por lo la práctica del obedecer sino que también condena al absurdo
que si su reconocimiento es general la obediencia que le quepa ocupacional la temática sobre el basamento de la obligación
deberá gozar de la misma amplitud. A su vez, dicha legitimidad política; “El hábito no tarda en consolidar lo que otros principios
no se sustancia en un interés y necesidad de índole individual de la naturaleza humana habían imperfectamente creado; y los
ya que sendas apetencias solo pueden ser subsanadas cuando hombres, hechos a la obediencia, no piensan ya en apartarse
las mismas están protegidas colectivamente, de lo contrario, los del camino seguido por ellos y sus antepasados, y en el que los
mismos intereses y necesidades individuales no podrían tener mantienen tantos motivos apremiantes y palmarios”.[22]
un espacio social donde ser abrevados. Todo lo cual permite
concluir que: “Si se me pregunta por la razón de la obediencia Epílogo al debate sobre la arjé de la arquía
que hemos de prestar al gobierno, me apresuraré a contestar: Solo para dar un cierre a la exposición realizada, me gusta-
Porque de otro modo no podría subsistir la sociedad (…)”[17] ría destacar un elemento teórico que juega un papel disímil en
Subsistencia sin cohesión social es tan absurdo como preten- sendas propuestas, al punto de ser inexistente en las conside-
der fundar un comercio en un mundo sin consumidores. Creer raciones de Locke y secundariamente implícito en la postura de
entonces que un consentimiento voluntario e individual puede Hume. Me refiero a la ética como arjé de la arquía.
erigir lo político por la obligatoriedad tacita a la que nos com- La afirmación consumada en el anterior párrafo trata de polemi-
pele nuestra palabra dada omite una elemental consideración; zar sobre lo que considero es una importante omisión en la obra
“¿Por qué hemos de mantener nuestra palabra?; y no podréis de sendos pensadores. Esto es así por la simple razón de que
dar otra respuesta que la que habría bastado para explicar de ambos autores ponderan en sus distintos fundamentos sobre la
modo inmediato, sin circunloquios, nuestra obligación de obe- realidad Estado y la debida obediencia a su autoridad aspectos
decer”[18], esto es, nuevamente, sin dicha obediencia no se subjetivos (decisión, volición, consenso, elección) como objeti-
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vos (necesidad, facticidad, cohesión, acaecer) en la base funda- [14] Benn S., Peters, R; Los principios sociales y el estado democrático.
cional de la sumisión a la estatalidad sin considerar a la misma Ed. Eudeba, Bs. As. 1984. Pag. 19
realidad Estado como soporte de la fundamentación. Con ello [15] Locke, J; op. cit. Parágrafo 224
quiero significar que la justificación de la obediencia que erige [16] Hume, D; Ensayos políticos. Ed. Tecnos, Madrid 1987 (Virtual). Pag. 9.
la institucionalidad de aquella realidad publica pasa, en ambos [17] Ibid. Pag. 8
británicos, por cuestiones foráneas a la realidad que cimientan, [18] Idem.
sea en la forma de libres y consensuadas decisiones de los indi- [19] Ibid. Pag. 4
viduos (Locke) como por un necesaria cohesión y fáctico acae- [20] Como filósofo empirista, Hume sostiene que todo conocimiento
cer de la colectividad (Hume), haciendo caso omiso al sentido en última instancia procede de la experiencia; sea de la experiencia
ético que transversa tanto las decisiones individuales como las externa, vale decir, la que proviene de los sentidos, como la vista, el
necesidades colectivas. En otras palabras, lo ético no se hace o oído, etc., sea de la experiencia íntima, la auto experiencia. “(…) Todos
deviene sino que es. Por tal expresión quiero destacar el aspecto nuestros conocimientos derivan directa o indirectamente de impresio-
ontológico de la obediencia y su realidad política, el Estado, por nes. Incluso las ideas o nociones más complejas, aquellas que -por lo
sobre las perspectivas empiristas que tratan de explicarla (la menos ante un primer examen- parecen más alejadas de la sensibili-
obediencia) y explicarlo (el Estado) como fruto maduro de una dad, en definitiva, si observamos y nos fijamos bien, provienen también
voluntad individual o necesaria cohesión. De esta forma, creo ellas de impresiones”.
yo, se cubre de opacidad hermenéutica el sentido de la libertad Carpio, A; Principios de Filosofía. Ed. Glauco, Buenos Aires 1994, Ca-
y necesidad, esto es, la identidad de las mismas con el mundo pitulo IX 2.
ético que las sustancia como a priori histórico constituyente, “(…) todos los materiales del pensar se derivan de nuestras sensacio-
otorgándoles un marco de realidad donde no solo está en juego nes externas o internas. Sólo la mezcla y composición de éstas per-
el consenso demiúrgico lockeano o la cohesión social humeana tenece al espíritu y a la voluntad. O, para expresarme en un lenguaje
sino, mas aun, la condición humana como condición ética. filosófico: todas nuestras ideas, o percepciones más débiles, son copia
de nuestras impresiones o percepciones más vivaces (…)”
NOTAS Hume, D; Investigación sobre el entendimiento humano. Ed. Losada,
[1] Ferrater Mora, J.; Diccionario de Filosofía. Ed. Sudamericana, Bs. As. Buenos Aires, 1945. p. 52
1964. (Artículo: Fundamento) [21] El hábito me lleva a creer que esas impresiones contiguas, no se
[2] Leibniz, G; Monadología (1713). Parágrafo 32. acompañan meramente unas a otras, sino que están necesariamente
[3] Leibniz, G; Teoría del movimiento abstracto (1671). Sección 23-24 enlazadas entre sí por algo que las une, y que es lo que llamamos cosa
[4] El sentido del titulo se núcleo en el juego semántico entre dos trans- o sustancia. Y este algo en que creemos se lo proyecta en la realidad,
literaciones del termino ????. Dado que en sentido metafísico se suele suponiendo que hay en ella algo, una sustancia, que existe constante-
castellanizar como arjé y en su uso político se opta por arquía (ej. mo- mente a lo largo del tiempo como soporte de los accidentes.
narquía, anarquía etc.) he decidido jugar con dicho uso para referirme Carpio, A; op. cit. Cap IX 7.
al fundamento (arjé) del poder (arquía). [22] Hume, D; Ensayos políticos. Ed. Tecnos. Madrid 1987. Pag. 28.
[5] Heidegger, M; Introducción a la metafísica. Ed. Nova, Buenos Aires
1980. Pag. 39 BIBLIOGRAFÍA
[6] Bobbio, N; Thomas Hobbes. Ed. FCE, México 1995. Pag. 36-37 Bareiro, J.M., Clínica del uso objeto: la posición del analista en la obra
[7] Hobbes, T; Leviatán. Ed. FCE, México 1995. Pag. 102 de D.W. Winnicott, Letra Viva, Bs. As. 2012.
[8] Ibid. Pag. 103 Benn S., Peters, R., Los principios sociales y el estado democrático. Ed.
[9] Locke, J; Segundo tratado sobre el Gobierno civil. Ed. Alianza. Bs. Eudeba, Bs. As. 1984.
As. 1990 Parágrafo 4 Bobbio, N. Thomas Hobbes. Ed. FCE, México 1995.
[10] Ibid. Parágrafo 6 Carpio, A. Principios de Filosofía. Ed. Glauco, Buenos Aires 1994.
[11] Ibid. Parágrafo 125 Ferrater Mora, J. Diccionario de Filosofía. Ed. Sudamericana, Bs. As. 1964.
[12] Concepto central en su planteo político pero de lábil definición, Heidegger, M. Introducción a la metafísica. Ed. Nova, Buenos Aires 1980.
dado que ante la dificultad que se puede presentar por la negación que Hobbes, T. Leviatán. Ed. FCE, México 1995.
un grupo de habitantes pueda hacer a dicha pretensión, negando su Hume, D. Ensayos políticos. Ed. Tecnos. Madrid 1987.
consentimiento a la institución de una nueva forma política por resultar Hume, D. Investigación sobre el entendimiento humano. Ed. Losada,
minoritaria su voluntad en la elección dispuesta a tal fin, Locke entien- Buenos Aires, 1945.
de que a pesar de ello, el hecho de que sigan en la condición de ciuda- Leibniz, G. Monadología (1713).
danos del Estado a reformar y continúen disfrutando de su patrimonio Leibniz, G. Teoría del movimiento abstracto (1671).
guarecido por las leyes de aquella institución, todo ello permite postular Locke, J. Segundo tratado sobre el Gobierno civil. Ed. Alianza. Bs. As.
la existencia de un consenso tácito ante la naciente forma de gobierno. 1990.
[13] Locke, J; op. cit. Parágrafo 96 Winnicott, D.W. La naturaleza humana, Paidos, Bs. As. 1996.
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interior, con respecto a la noción de verdad, para virar de lo que el ojo- ubi amor, ibi oculus” (In III Sent., d. 35, q. 1, a. 2 q 1). De
no es el objeto propio del conocimiento, el no ser, hacia lo que este modo, el amor natural o apetito natural es previo a toda
es su objeto propio, el ser. Esta conversión o “metastrophé”, facultad y a toda actividad en tanto impulso originario de los
según el término griego, se realiza principalmente a través de la seres finitos hacia el fin de su naturaleza, y San Agustín, cuando
“askesis” como actividad interior del pensamiento y de la volun- define a la virtud como orden del amor, implica un conocimiento
tad partiendo de la “prosophé” o atención para consigo mismo del bien deseado.
en la vigilancia de cada instante. De ahí la relación que podría El El tono afectivo modula así las actividades mentales del suje-
establecerse entre los términos “askesis, katarsis y epistrophé”. to y se manifiesta en su actitud y forma de expresión. Todas las
La conciencia de sí se muestra como conciencia moral cuyo potencias cognoscitivas y volitivas actúan juntas: la inteligencia
objetivo es una purificación y una rectificación de la actitud. acompaña a la voluntad en sus actos, no sólo en la captación
En relación con la unidad de la autoconciencia, es en Aristóteles del bien, sino en el orden del obrar; de ahí la necesidad de una
en donde encontramos dos afirmaciones principales al respecto: instancia superior unificadora, el hombre como compuesto, en
la unidad sustancial de cuerpo y alma, con lo que ésta con- última instancia, la persona.
lleva, y la importancia del sentido común como unificación de Por eso la razón nunca se ve como un control desde afuera que
las sensaciones. Al sustituir el concepto de separación estáti- aplaste al mundo afectivo sin comprensión empática con él: la
ca de “partes” por el de una distinción de “facultades” en una razón extrínseca no llega al logos de las cosas en cuanto que es
continuidad e interpenetración recíprocas, en tanto grados del un orden impulsado desde afuera, sino como lo que pone orden
desarrollo constitutivo del mismo sujeto, va reconquistando un interior en la vida afectiva porque “el intelecto entiende para
concepto unitario del alma, necesario para la comprensión de su todas las potencias”. Desde el momento que la emoción regis-
actividad sintética cognoscitiva. Tenderá por ende, claramente a tra el valor del objeto, hay una objetividad de la afectividad que
afirmar la continuidad existente entre sensibilidad e inteligencia reposa en que ésta registra el valor del objeto. De aquí surge la
lo que expresa, por ejemplo, en el “ De anima” cuando dice: “la noción de “acierto”, que se encuentra en la Etica a Nicómaco, y
sensibilidad no se puede colocar fácilmente ni en la clase de que implica la valoración de las cosa en su justa medida, en su
lo irracional ni en la de aquello dotado de razón” (De anima, III, término medio, de tal manera que la palabra “hamartía” en grie-
9.432 a 30). go se traduce también como desacierto. En la ética aristotélica
La armonía de la afectividad con la vida racional está clara- buscar el acierto en la vida afectiva implica una educación de
mente expresada en la teoría aristotélica de las pasiones a las las pasiones frente a los excesos y defectos.
cuales siempre las relacionó con el sentido del orden, con el ex- La concepción tomista nos aparta de una visión negativa del
ceso y el defecto, lo que conlleva su relación con la virtud. En su impulso que viene de abajo y requiere un control, abriéndonos
Etica a Nicómaco dice: “los apetitos del hombre deben estar en a la visión del mundo afectivo como creación divina y, por ende,
armonía con la razón, pues el fin de ambos es bueno y el hombre como algo bueno. Las propias emociones del sujeto son expre-
templado desea lo que debe y cuando debe”(E.N. III, 12) Y en sión de algo profundo, valioso en sí mismo: la “voluntas ut natu-
esta obra Aristóteles relaciona dos fenómenos: la sensación y ra” en tanto búsqueda natural, no consciente ni deliberativa del
la emoción, por estar relacionados con el conocimiento pero de bien y del orden natural.
forma distinta: la sensación es conocimiento, la emoción sólo En Sto. Tomás la síntesis cognoscitiva se ve de manera escla-
lo es indirectamente en tanto que nos informa de la orexis o recedora en la función de la cogitativa, facultad suprema del
deseo. Así el conocimiento está en el origen del deseo y las orden sensorial que cumple la actividad reguladora del apetito
pasiones fundamentales están ligadas al deseo: placer y dolor. en cuanto es capaz de descubrir en los objetos un valor prácti-
De ahí el carácter complejo del conocimiento humano, capaz de co o apetibilidad. La cogitativa está penetrada de lo intelectual
conocimiento sensible e inteligible, constituyéndose, por tanto, en cuanto que capta en un concreto y determinado contexto
en la orexis humana una inclinación favorable a la razón y otra histórico-espacial relativo al sujeto, lo que la inteligencia co-
que le es contraria. noce en abstracto y absoluto e intemporalmente; en tanto que
Una gran parte del pensamiento religioso medieval ha sido ín- dispone de la información de la afectividad y de la motricidad,
timamente relacionado con la separación dualista de herencia es una verdadera facultad piloto que nos remite a la concepción
platónica entre sentidos y razón, con la consiguiente desvalori- psicogenética de la inteligencia sensorio-motriz, siendo además
zación de toda la vida sensitiva que dicho dualismo implica, pero una facultad prospectiva que dirige todos los procesos de adap-
tanto en Sto. Tomas como en San Agustín se ve la unidad de la tación a situaciones nuevas.
afectividad con el conocimiento en tanto que la relacionan con Estrechamente relacionado con esto podemos ubicar a la noción
la tendencia hacia el bien conocido. Así dice Sto. Tomás: “. . .(la de conocimiento por connaturalidad que Sto. Tomás utiliza en
vida contemplativa) consiste en un acto de la potencia cognitiva referencia principalmente a las potencias apetitivas humanas,
movida por la afectividad (…); el deseo de la contemplación como la concordancia o sintonía con que nuestro apetito se ha-
procede del amor al objeto, pues allí donde está el amor allí está lla respecto a sus objetos. El conocimiento por connaturalidad
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es una forma de aprehensión de la realidad impregnada de da- riencia originaria”, Rovaletti afirma que “el a priori emocional
tos afectivos, que precede y acompaña a los actos de la razón le otorga ahora a la vida afectiva una intencionalidad con al-
y de la voluntad. cance gnoseológico, mostrando que aún las emociones incluyen
Surge de este modo el conocimiento afectivo como la afirma- estructuras esenciales que las conectan de modo plenamente
ción de la realidad de un único dinamismo simple aunque con significativo entre sí y con los valores como sus referentes in-
múltiples manifestaciones, superando así el enfoque reduccio- tencionales . . .” (p. 58).
nista del modo humano de conocer, para llegar a una concep- El hecho de que los sentimientos se configuran según el estilo
ción más completa de este conocimiento transido de datos que latente de mi propia configuración del mundo, no implica que lo
están penetrados de afectividad. Esto se puede observar en las que se me ofrece como objeto sea una mera proyección del su-
potencias apetitivas humanas, en las que el bien produce cierta jeto, sino que se me revela de la manera en que yo experimento
aptitud, inclinación o connaturalidad para con él. el mundo, de la manera como me abro al mundo. De este modo,
La connaturalidad subraya los datos que un sujeto concreto per- el objeto no se nos presenta en su desnuda objetividad, sino
cibe al entrar en contacto con otros seres, y en esto incide la amasado con nuestra disposición afectiva, enraizado en lo que
repercusión de una potencia sobre otra, lo que no significa anar- Husserl llama el “subsuelo emotivo” (Gemütsuntergrund) que
quía o desorden de las potencias sino, justamente, la expresión rodea auráticamente al mundo objetivo iluminando el entorno.
del carácter unitario del hombre. El autor Garrido-Maturano, en un interesante artículo llamado
Lo que se entiende, por lo tanto, no queda en la mera raciona- “Sobre la esencia del sentimiento. Un diálogo hermenéutico crí-
lidad sino que se injerta en los contextos vivenciales, se nutre tico con M.Scheler y M. Henry”, se vale de esta concepción de
de los afectos y tendencias apetitivas, es un pensar en el que la afectividad como una superación del problema que podría
participa el hombre total, en donde mora la plena fuerza del plantearse en la concepción realista con respecto al estatuto
espíritu y que se expresa de manera claramente perceptible en ontológico de los valores, al oponerle los sentimientos diversos
su exterioridad e influye sobre sus órganos vitales. que distintos individuos o un mismo individuo pueden tener res-
El acto del intelecto está unido a una movilización muy grande pecto a un mismo valor, diciendo al respecto: “En realidad, ese
de la sensibilidad: tanto lo sensitivo como lo intelectivo se impli- problema se disuelve cuando consideramos como correlato del
can recíprocamente porque lo que moviliza a la sensibilidad es sentimiento no un valor objetivo, que debería valer siempre lo
la atención intelectual, en tanto que la pura sensualidad es una mismo para todos, sino el con-formarse o no de un estado de
reducción de la capacidad sensitiva y va siempre a lo perisféri- cosas con el modo en que se abre al o se interesa por el mundo
co. La sensualidad es la sensibilidad no ordenada. el existente que es en ese tiempo y en ese estado de cosas” o
El saber de las cosas como son en sí, la aceptación de una “cuando se con-forman o articulan el sentido latente en la con-
realidad, no sólo se queda en una aprehensión puramente in- figuración del mundo y el sentido deseado en mi propio salir al
telectual, sino que conlleva una adhesión a su verdad de tipo encuentro del mundo” (p. 107,108).
afectivo, al modo como por la empatía apercibimos al otro, lo Esta concepción de los sentimientos como la experiencia origi-
presentificamos en un horizonte de simultaneidad. naria del cómo me va a mí mismo en mi relación con el mundo
o estado de cosas que me sale al encuentro, puede relacionarse
Una visión desde la fenomenología. con la noción de autoconciencia aludida anteriormente en la an-
Desde la concepción heideggeriana, la afectividad es la con- tigüedad, unida a la vez a la importancia del sentirse a sí misma.
dición de la apertura al mundo, lo que implica que aún en su En el mismo artículo, el autor hace una cita de M. Henry de su
unidad, la tonalidad afectiva es anterior a todo conocimiento, obra “L’essence de la manifestation”, en la que dice que “la
en tanto “sentimiento originario” que condiciona la posibilidad esencia de la afectividad, como tal, es sentirse a sí mismo de tal
de todos los demás. Hay una forma original de ser en el mundo, manera que el sentimiento no es alguna cosa que se siente . . .,
una “situación afectiva” por la que el mundo nos afecta de de- sino precisamente el hecho de sentirse a sí mismo considerado
terminada forma. en sí mismo, en la efectividad de su efectuación fenomenológica
Los sentimientos expresan una estricta correlación entre el . . .” (p. 112)
cuerpo viviente y el mundo, correlación que afecta tanto al suje- Sin embargo, ante la tendencia de M. Henry de considerar que
to que siente como el objeto: el mundo se aparece ante al sujeto el sentimiento se cumple en la inmanencia del si mismo que pa-
como sufrible o gozable. dece su propia vida, con lo que parecería que los sentimientos
Esto no implicaría considerar la prioridad del sentir por sobre sólo estarían referidos a la propia interioridad, el autor opone,
toda la actividad de la voluntad y el entendimiento, en tanto que en páginas más adelante, la necesidad de que haya un mundo
los sentimientos tienen como correlato los valores que se dan referente de la afección. Así dice “la autoafección no se da des-
en el objeto y constituyen el origen de la afirmación o negación de sí misma sino que me encuentro-afectado ya siempre por
de nuestra relación con el mundo algo del mundo” (p. 116) , y más adelante: “ . . .la esencia del si
En su artículo “La afectividad como pathos: la vuelta a la expe- mismo sólo se experimenta a sí mismo experimentando lo otro
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que sí: un elemento trascendente que se da en el horizonte de Boeri, M. (2007). Apariencia y realidad en el pensamiento griego, Bs.
un mundo o estado de cosas” (p. 117). As., Colihue.
Esto nos podría acercar al sentido amplio de la “visio” o intui- Aubenque, P. (2010). La prudencia en Aristóteles, Las Cuarenta, Bs. As.
ción que prima en la concepción tomista: el conocer a modo de Hadot, P. Ejercicios espirituales y filosofía antigua, Ed. Siruela, Bs. As.
“ver” no se reduce sólo a la comparación estricta con la visión Simon, B. (1984). Razon y locura en la antigua Grecia – Las raíces
corporal humana, al restrictivo “esse extra animam” del objeto, clásicas de la psiquiatría moderna, Madrid, Akal Ed.
con una existencia física distinta del cognoscente, sino que es el Mondolfo, R. (1968). La comprensión del sujeto humano en la cultura
mismo objeto que se da de una manera especial al cognoscente antigua, Eudeba, Bs.
que logra abarcarlo con una simple mirada que nos acerca a la Mondolfo (2003). El pensamiento antiguo, 2 vol. Losada, Bs. As.
verdad de la cosa. Florival, G. (1988) “Vie affective et temporalité “ en Figuras de la finitud,
Es importante subrayar que para Sto. Tomás, como para toda la Vrin, París, pp.66 a 92.
tradición cristiana la voluntad y la afectividad espiritual no son Garrido Maturano, A. (2015). “Sobre la esencia del sentimiento. Un diá-
dos cosas distintas. De ahí la importancia del “corazón” en la logo hermenéutico con M. Scheler y M. Henry”, en Logos, Anales
tradición cristiana, en tanto verdadero centro vital que unifica del Seminario de Metafísica, Vol. 48, pp. 99-122.
lo cognitivo y lo afectivo: el corazón es la unión del intellectus Rovaletti, L. (2018). “La afectividad como pathos: la vuelta a la expe-
con la voluntad afectiva y es el que encarna simbólicamente la riencia originaria”, en Rev. Nufen: Phemom.Interd. Belém, 10(3),
unidad del ser humano, porque en él se juntan la cogitativa y la pp. 55-63.
razón, la ratio particular y la abstractiva, la afectividad sensible Zirión Quijano, A. (2009). “El resplandor de la afectividad”, en Acta Fe-
y la espiritual. Con el corazón designamos no sólo el órgano nomenológica Latinoamericana, Vol III (Actas del Cuarto Coloquio
vital de cuya actividad depende la vida corpórea, sino también Latinoamericano de Fenomenología, Lima, Pontificia Universidad
el interior del alma, porque el vínculo estrecho entre el cuerpo Católica del Perú; Morelia (México). Universidad Michoacana de
y el alma no se puede percibir en ningún otro lugar con mayor San Nicolás de Hidalgo, pp. 139-153.
claridad. Wadenfels, B. (2008). “L’assise corporelle des sentiments” en Escou-
Una interesante referencia a esto hemos encontrado en el artí- bas, E.-Tengelyi, L. (Dir), Affect et affectivite dans la philosophie
culo “Corazón” del autor Carlos Hoevel en Komar, Vida llena de moderne et la phenomenologie , L’ Hartmattan, Paris, pp. 201-220.
sentido, Homenaje de sus discípulos, pp. 221 a 233, en donde Von Hildebrand, D. (1996). Las formas espirituales de la afectividad,
afirma: “toda valoración afectiva, todo acto de “amor” en senti- Facultad de filosofía, Universidad Complutense, Madrid.
do amplio incluye una visualización intelectual. En este sentido Komar, E. (1999). Vida llena de sentido – Homenaje de sus discípuos,
puede afirmarse que sólo en la medida en que la inteligencia Fundación Bank Boston, Bs. As.
es capaz de “ver” una cosa y de presentarla como valiosa a la Bordelois, I. (2006). Etimología de las pasiones, del Zorzal, Bs. As.
voluntad, ésta última se siente “afectada” por ese valor y se Casado C. y Colombo, R. (2006). “Un breve recorrido por la concepción
mueve ( se “inclina”) para alcanzarlo o rechazarlo . . .” p. 230 de las pasiones en la Filosofía Occidental”, en Aparte Rei, Rev. De
De aquí surge la acepción de la aprehensión real en tanto Filosofía, Madrid, p. 1-10.
asentimiento total a la realidad, a diferencia de la aprehensión Trueba Atienza, C. (2009). “ La teoría aristotélica de las emociones”, en
racional, que transforma los objetos en ideas por medio de la Signos Filosóficos, vol. 11, Nº. 22, México.
abstracción. La aprehensión real es más fuerte, vívida y pene- Souza Barcelar, L. (2011). “Estudio de las emociones: una perspectiva
trante, y supone un acto de toda la persona, inteligencia y razón, transversal” en Contribución a las Ciencias Sociales, www.eumed.
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drid: BAC, 5, 725-731.
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lo trágico de Racine o lo patético de Beethoven o la serenidad la vida intencional que los constituye no es una representación,
de Bach, es porque tenemos alguna idea, anterior a todo sen- la ‘comprensión’ que da acceso a ellos no es todavía una in-
timiento, acerca de lo trágico, de lo patético o de lo sereno, telección”[13]. El objeto que percibe el sujeto se revela a su
es decir, de lo que es necesario llamar de ahora en adelante cuerpo, porque él es cuerpo pleno de alma capaz de sentir el
categorías afectivas, que son a las cualidades afectivas lo que mundo, como insiste siempre Dufrenne: “somos perpetuamente
lo general es a lo singular, y también lo que el conocimiento de un cuerpo que deviene espíritu y un espíritu que deviene cuer-
lo a priori es a lo a priori”[6]. En base a ese sequitur, Dufrenne po”[14]; lo mismo en Merleau-Ponty: “hay un cuerpo del espíritu
considera que la determinación del a priori es triple: “el a priori y un espíritu del cuerpo y un quiasmo entre ambos”[15], expre-
es, en primer lugar, en el objeto, aquello que lo constituye como sión en la que el término “quiasmo” expresa que lo que hay es
objeto, es pues, constituyente. Además es en el sujeto un cierto identidad en la diferencia.
poder de abrirse al objeto y de predeterminar su aprehensión, ¿Cómo siente el mundo el cuerpo propio del sujeto? Merleau-
poder que constituye al sujeto como tal; entonces es existencial. Ponty se ha ocupado de la “intencionalidad operante”, que en-
Y por último puede ser el objeto de un conocimiento que es carna la unidad natural y ante-predicativa del mundo con el su-
él mismo a priori”[7]. El ámbito propio del objeto estético está jeto. Hay un paralelismo entre dicha intencionalidad y la unidad
dado por las cualidades afectivas; dichas cualidades se desig- de los objetos experimentados. Ello se da por la aprehensión
nan antropomórficamente: “lo horrible de Bosch, la alegría de pre-cognitiva de la unidad corporal. Dicha intencionalidad es
Mozart, lo trágico de Macbeth, lo irrisorio de Faulkner designan irreductible al pensamiento; en ella está depositado el saber
tanto una cierta actitud del sujeto como una cierta estructura del que el cuerpo va acumulando. El cuerpo efectúa su tendencia al
objeto”[8], por lo cual estructura y actitud son complementarias. mundo, desde lo pre-reflexivo de la existencia carnal; de allí el
Dufrenne considera, además, la historia y las culturas, pues la concepto de “intencionalidad corporal”. “La experiencia motriz
conciencia depende de la antropología. La conciencia “se des- de nuestro cuerpo no es un caso particular de conocimiento;
pierta en un mundo ya arreglado donde se encuentra como he- nos proporciona una manera de acceder al mundo y al obje-
redera de una tradición, beneficiaria de una historia, y donde to, una ‘practognosia’ que debe reconocerse como original y,
entraña por sí misma una nueva historia”[9]. La antropología quizás, como originaria. Mi cuerpo tiene su mundo o compren-
orienta la actitud fenomenológica hacia la obra de arte en la de su mundo sin tener que pasar por unas ‘representaciones’,
búsqueda del correlato de la intención estética. “La experiencia sin subordinarse a una ‘función simbólica’ u ‘objetivante’”[16];
estética se cumple en un mundo cultural donde se ofertan obras es una inteligencia corporal centrada en las habitualidades. En
de arte y en donde se nos enseña a reconocerlas y a gustarlas. Merleau-Ponty el esquema corporal articula el sentido gracias a
(…) No es posible ignorar las condiciones empíricas de la expe- su condición de simbolismo natural y raíz de todo simbolismo.
riencia estética”[10]. El cuerpo es simbolismo primordial por ser el patrón de toda
El a priori expresa la manera en que el sujeto vive las cosas, estructura. En el cuerpo como simbolismo hay un pensamien-
como ya el a priori corporal se relaciona a su entorno (…). Se to pre-lingüístico que no se limita a racionalizar lo latente. “El
observa que se considera aquí el sujeto como constituyente cuerpo es la primera producción cultural de un sujeto y las de-
al nivel de la presencia, por lo que Merleau-Ponty llama los a más son prolongaciones suyas”[17]. De allí que se justifique la
priori corporales, o sea, las estructuras del mundo vivido por el comparación de Merleau-Ponty del cuerpo con la obra de arte:
cuerpo propio; lo es también a nivel de la representación por “No es con el objeto físico que puede compararse el cuerpo,
los a priori que determinan la posibilidad de un conocimiento sino, más bien, con la obra de arte”, pues nuestro cuerpo “es un
objetivo del mundo y lo es a nivel del sentimiento por los a priori nudo de significaciones vivientes”[18].
afectivos que abren un mundo vivido y sentido por un yo pro- Además, hay que señalar que sentimiento y conocimiento no
fundo[11]. En la concepción de Richir, el cuerpo propio debe ser están separados; el conocimiento es sentimiento porque “su-
entendido como un fenómeno individuado en la contingencia de pone disponibilidad para acoger el afecto”. El sentimiento es
su fenomenalización; se trata de un “fenómeno de mundo” en intencional, aunque se trata de una intencionalidad que “apunta
cuyo interior sólo pueden fenomenalizarse “sensaciones”, las a cualidades sentidas sobre las cosas o sobre las personas; pero
cuales hay que concebir también como “fenómenos de mundo” al mismo tiempo ella revela la manera en que el yo es íntima-
inscriptas en el cuerpo propio. Por el cruzamiento de estos dos mente afectado.”[19]. La representación instituye la polaridad
fenómenos, no hay sensación sin puesta en juego del “esquema entre sujeto y objeto, en cambio el sentimiento es la manifes-
corporal”, o sin los horizontes del cuerpo propio como fenóme- tación más profunda de una relación al mundo. Son ligazones
no[12]. El rol del cuerpo propio, cuerpo vivido o cuerpo sujeto, ante-predicativas, pre-reflexivas, pre-objetivas. El a priori funda
es aquí fundamental, pues el cuerpo comprende el mundo sin la posibilidad de una experiencia existencial y “los objetos de
necesidad de representárselo. “La ‘cosa’ natural, el organismo, dicha experiencia componen un mundo accesible al sentimien-
el comportamiento ajeno y el propio sólo existen por su sentido, to”. “El a priori afectivo es singular y procede de una intuición
pero el sentido que brota en ellos no es aún un objeto kantiano, directa del sujeto”[20]. La inaprehensible dimensión de lo real
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sólo se manifiesta a la afectividad, y sólo el arte puede fijar y universalidad primera de la sensación que ya se encuentra en
comunicar[21]. Husserl. “De esa nueva comprensión de la universalidad como
Ahora bien, el espectador, en su experiencia estética, sabe que generalidad existencial proviene la universalidad sin concepto
debe igualarse, por el fervor y la habilidad de su percepción, del arte, que se enraíza en la aconceptualidad universal del lo-
a veces “al precio de un largo aprendizaje”, al objeto que lo gos del mundo sensible”[27].
requiere. Pero si la cualidad afectiva que informa al objeto Por su parte Henri Maldiney, quien es citado por Richir en oca-
como su alma no es de alguna manera conocida por el sujeto, sión de referirse al aporte de dicho autor al campo fenomenoló-
el espectador será incapaz de reconocerla y permanece indife- gico, invoca el ejemplo de Cézanne y de Van Gogh, en quienes
rente o ciego al objeto. De hecho, “ciertas obras no son jamás “un color, una forma, una forma-color, un color-forma tienen un
comprendidas por un cierto público”[22]. Dado el enfoque feno- sentido, en la apertura del cual somos introducidos al mundo
menológico de nuestro contexto, se encuentra implícita aquí la antes de la identificación de ningún objeto” y que es “el sen-
concepción, indudable, de Heidegger, en “El Origen de la obra tido climático o timico inmanente a la sensación misma”; se
de arte”, de que “tenemos que tomar las obras como las en- refiere a que “este momento patico o timico no se liga a ningu-
cuentran quienes las viven y gozan”; si deseamos comprender na objetividad constituida”, que “es él mismo la comunicación
la relación entre el sujeto y el objeto estético, entonces es ne- inmediatamente presente, sensible-intuitiva, que tenemos con
cesaria una referencia al público, que sólo mencionamos con la los fenómenos” (…) y que, por ahí, “no puede ser objetivado en
siguiente cita: “El objeto estético permite al público constituirse tema”. En otros términos, “una tal relación al mundo tiene, hoy y
como grupo porque se presenta como una objetividad superior para siempre su expresión constitutiva en el momento inobjetivo
que reúne a los individuos y les obliga a olvidad sus diferencias de las formas, de los colores y de los planos cézannianos uni-
individuales”[23]. dos en un ritmo”[28]. Richir reconoce allí lo que designa como
La concepción del sentido en Merleau-Ponty manifiesta el esencias concretas, salvajes y sin concepto de fenómenos-de-
movimiento por el que la conciencia se dirige al mundo y se mundo. Son, en términos de Merleau-Ponty, “existenciales de lo
proyecta; además revela que hay un logos del mundo sensible visible”, que llevan un sentido, pero un sentido exclusivamente
que luego se explicita. La unidad de dicho logos es la de la fenomenológico, y que se constituyen, en la escritura esquemá-
coexistencia. Hay una referencia de Husserl al logos del mundo tica de fenómenos, antes de la identificación de ningún objeto,
estético, que considera pregnante, que se impone al espíritu, no pudiendo ser ahí, ‘objetivados’ en temas[29]. “La esencia
a la percepción; se trata de una generalidad englobante. Una bruta, la esencia en el estado salvaje, es pues esta Wesen activa
estética trascendental, en un nuevo sentido, “trata el problema u operante en la cual un ‘hay’ se concretiza y se sedimenta, en
eidético de un mundo posible en general como mundo de la ‘ex- la cual un algo se da como pivote, como bisagra de una ‘gene-
periencia pura’, que precede a toda ciencia en un sentido ‘su- ratividad natural’”[30]. En el ejemplo de Freud, en El hombre de
perior’ (…). Un estrato de este a priori es el a priori estético del los lobos, el recuerdo de una mariposa de rayas amarillas revela
espacio-tiempo”[24]. Merleau-Ponty aplica dicho concepto al un lazo con las peras de rayas amarillas, que en idioma ruso, la
cuerpo y a sus lejanías, que participan de una misma visibilidad. nacionalidad del paciente, recuerdan Gruscha, el nombre de una
Pregnancia empírica, “consiste en definir cada ser percibido por criada joven; hay allí en campos coloreados rayados de amarillo,
una estructura o sistema de equivalencias a cuyo alrededor está una suerte de Wesen, de intentar una acción de deleite y pues
dispuesto (…). Se trata de ese logos que se pronuncia silencio- de placer. Allí muestra en qué la tonalidad afectiva y global de la
samente en cada cosa sensible, en tanto que ésta varía alrede- relación al mundo de un sujeto, irradia en esas tonalidades do-
dor de cierto tipo de mensaje, del que sólo podemos tener idea minantes de la sensibilidad donde vienen a intentar una acción
por participación carnal en su sentido”[25]. El autor se refiere tal o cual cualidad (quale), tal o cual ser, como esencias carnales
aquí a lo que evoca de manera perentoria el trazo del pintor, la del mismo fenómeno (…). Cualidades, es decir, formas o cuali-
línea sinuosa, o el barrido del pincel; por ello afirma que nos dades sensibles y también sentimientos o cualidades afectivas,
ceñimos con nuestro cuerpo a su manera de ‘significar’. Sentir que Richir reúne en una sola palabra con el término qualia. Las
y expresar responden en general, al poder de la aisthesis, que posibilidades de esencia se derivan de otra más fundamental,
en el campo de la sensibilidad, hay que entender como rela- la que trabaja nuestra experiencia y la abre al mundo y al ser.
ción estético-sensible y sensual con el mundo; ésta se halla La filosofía, al descubrir y explicitar, acota un campo de signifi-
tan relacionada con la poiesis como el sentir y la expresión del caciones o esencias; ellas se relacionan con nuestros actos de
mismo. El vínculo entre ambas procede de la intencionalidad ideación, los que se obtienen de un ser bruto y en el que hay que
corporal; la expresión de ésta en el ámbito de los significados encontrar en estado salvaje los correlatos de nuestras esencias
proyecta la trascendencia del espíritu, encarnado, más allá de la y significaciones[31].
subjetividad[26]. La reflexión remite al silencio de la percepción. Husserl ya se había referido a los contenidos de sentimiento
Lo inteligible se entiende como generalidad, que fundamenta sensible que el sujeto vive y localiza en su cuerpo. Por ejemplo,
la universalidad existencial del sentir; así retoma el autor la la alegría por un suceso feliz es un acto, vivencia concreta y
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compleja, que comprende la representación del suceso alegre, nes fenomenológicas, Nº 6, 2008, p. 225.
la cual se enlaza con una sensación de placer, y “el suceso apa- [18] Merleau-Ponty, Phénoménologie… cit., pp. 176, 177.
rece como recubierto por un velo rosado”[32]; éste se extiende [19] Ricoeur, “Le sentiment”, Edmund Husserl 1859-1959, La Haye,
más allá del objeto al que se dirige el sentimiento y configura Nijhoff, 1959, p. 261.
un fondo emotivo de experiencia. La sensación afectiva es aper- [20] Dufrenne, Phénoménologie… cit., pp. 552, 551.
cibida como suscitación afectiva del sujeto y como propiedad [21] Cf. Id., p. 394.
objetiva, en este caso, como resplandor en el objeto[33]. Tona- [22] Dufrenne, Esthétique et Philosophie, Paris, Klincksieck, 1967, pp.
lidades coloreadas, pero en varios dominios, ya que en Husserl, 56, 60.
“una rítmica de señales luminosas puede ‘evocar’ una rítmica [23] Dufrenne, Phénoménologie… cit., p. 104.
de señales sonoras. Es precisamente por esto que la asociación [24] Husser, Formale un transzendentale Logik, Haag, Nijhoff, 1974, p.
ordinaria puede así usurpar (übergreifen) de dominio sensible 297.
a dominio sensible”[34]. Creemos pertinente traer a colación [25] Merleau-Ponty, Le visible… cit. p. 258; cf. López, cit., pp. 229-30.
en este contexto, el concepto de Arnold Schönberg de “sonido- [26] Cf. López, cit., pp. 230-31.
color-melodía” (Klangfarben melodie), que el músico aplicó a [27] Id., p. 243.
ciertas obras en su búsqueda del color sonoro. Como también [28] Richir, Phénoménologie… cit. p. 38.
realizó algunos trabajos pictóricos, se puede suponer que di- [29] Cf. Id.
cha concepción musical la haya pensado a priori como imagen [30] Merleau-Ponty, Le visible… cit. p. 226.
visual. Dicho concepto es así mismo, un fenómeno de mundo [31] Richir, Phénoménes, temps et êtres, Grenoble, Million, 1987, pp.
inobjetivo, pre-cognitivo inmediatamente intuitivo. 101; 69-70.
Resulta de lo expuesto que los conceptos de a priori afectivos y [32] Husserl, Logische Untersuchungen, I, The Hague, Nijhoff, 1984,
esencias salvajes, presentan las características de lo pre-cog- p. 408.
nitivo, pre-reflexivo, pre-expresivo, inobjetivo, aconceptual, por [33] Zirión, “El resplandor de la afectividad”, Acta fenomenológica lati-
ser dados de manera inmediatamente intuitiva; son posibles por noamericana, Vol. III, Lima-Morelia, 2009, p. 143.
la intencionalidad operante que une de manera ante-predicativa [34] Husserl, Analysen zur Passiven Synthesis, Haag, Nijhoff, 1966,
el mundo con el sujeto. Luego, si se reflexiona, se obtienen los p. 415.
actos de ideación y la expresión correspondiente.
BIBLIOGRAFÍA
NOTAS Dufrenne, M. (1967). Phénoménologie de l’expérience esthétique. Paris.
1
Universidad de Buenos Aires - Facultad de Psicología. Proyecto UBA- PUF. (2 vol.).
CYT Nº 20020170100701BA Dufrenne, M. (1967). Esthétique et Philosophie. Paris. Éditions Klincksieck.
[1] Cf. Saison, “Le tournant esthétique de la phénoménologie”, Revue Husserl, E. (1966). Analysen zur Passiven Synthesis. Haag. Nijhoff.
d’Esthétique, Nº 36, Paris, J-M Place, 1999 (125-140). Husserl, E. (1974). Formale und transzendentale Logik. Haag. Nijhoff.
[2] Dufrenne, Phénoménologie de l’expérience esthétique, Paris, PUF, Husserl, E. (1984). Logische Untersuchungen. The Hague. Nijhoff.
1967, p. 543. López Sáenz, M.C. (2008). “De la sensibilidad a la inteligibilidad”, Re-
[3] Id., p. 544. habilitación del sentir en Maurice Merleau-Ponty. Investigaciones
[4] Id., p. 560. Fenomenológicas, Nº 6 (217-245).
[5] Saisson, “Leer a Mikel Dufrenne Hoy”, Agora, 14/1, p. 227. Merleau-Ponty, M. (1942). La Structure du comportement. Paris. PUF.
[6] Id., pp. 571-72. Merleau-Ponty, M. (1945). Phénoménologie de la perception. Paris.
[7] Id., p. 546. Gallimard.
[8] Id., p. 544. Merleau-Ponty, M. (1964). Le visible et l’invisible. Paris. Gallimard.
[9] Id., p. 6. Richir, M. (1987). Phénoménes, temps et êtres. Grenoble. Jérome Million.
[10] Id., pp. 10-11. Cf. Saisson, “Leer…“ cit. p. 220. Richir, M. (1988). Phénoménologie et Institution Symbolique. Grenoble.
[11] Id. pp. 551, 548. Jérome Million.
[12] Cf. Richir, Phénoménologie et Institution Symbolique, Grenoble, Ricoeur, P. (1959). “Le sentiment”, Husserl 1859-1959. Recueil com-
Million, 1988, p. 19. mémoratif. La Haye, Nijhoff (260-74).
[13] Merleau-Ponty, La Structure du comportement, Paris, PUF, 1942, Saison, M. (1999). “Le tournant esthétique de la phénoménologie”. Re-
p. 241. vue d’esthétique, no 36. Paris. J.-M. Place (125-140).
[14] Dufrenne, Phénoménologie… cit. p. 440. Saison, M. (2005). “Leer a Mikel Dufrenne Hoy”. Ágora. Papeles de Fi-
[15] Merleau-Ponty, Le visible et l’invisible, Paris, Gallimard, p. 249. losofía, 24/1 (215-233).
[16] Merleau-Ponty, Phénoménologie de la perception, Paris, Gallimard, Zirión, A. (2009). “El resplandor de la afectividad”, Acta fenomenológica
1945, p. 164. latinoamericana . Volumen III – Acta del IV Coloquio Latinoamerica-
[17] López Sáenz, “De la sensibilidad a la inteligibilidad”, Investigacio- no de Fenomenología. Lima, Morelia (139-153).
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El disciplinamiento a los guaraníes Los talleres que poseían en su gran mayoría consistía en la
Para Foucault los dispositivos disciplinarios no comenzaron en construcción de instrumentos musicales como también reliquias
los siglos XVII y XVIII si no que se formaron mucho antes, po- de maderas, en estos talleres los guaraníes aprendían carpinte-
demos encontrarlos en las comunidades religiosas, estas co- ría (Rodriguez & Lacolla, 2012). Al principio la actividad se orga-
munidades organizadas ya no respondían por los dispositivos nizaba con un jesuita carpintero que hacía a la vez de maestro,
de la soberanía si no que más bien respondía a los dispositivos luego los guaraníes más experimentados eran los profesores
disciplinarios; una misma regla regia a toda la comunidad por que les enseñaban a los más jóvenes, dichos talleres de carpin-
igual (Foucault, 2005). tería eran los medios de subsistencia por parte de los Guaraníes
Al comienzo de las misiones el primer trabajo que debían hacer todas sus producciones estaban cometidas en la labor que los
(los jesuitas) era el de crear un hospicio, este se basaba en un hombres realizaban, al tratarse de una labores complicadas –
complejo de viviendas y de talleres donde luego irían a vivir los creación de instrumentos musicales por ejemplo- la transmi-
aborígenes, en esa construcción cabe recalcar el lugar donde sión, como la creación de las herramientas adecuadas llevaban
estaba la iglesia (Rodriguez & Lacolla, 2012). La iglesia se en- a que cada individuo realizase labores diferenciadas, todo con
contraba en el medio de todo el hospicio y alrededor de este un tiempo determinado, en esta disposición del espacio en el
estaban los talleres y las viviendas, podría decirse que funciona- taller se puede hacer una analogía con lo que luego ocurriría en
ba a modo de un panóptico, una de las funciones del panóptico las fábricas citando a Foucault
según Foucault es la siguiente; “...el panóptico puede ser utili- La disciplina del taller… tienden a que aumenten las aptitudes, las ve-
zado como máquina de experiencias, de modificar el compor- locidades, los rendimientos, y por ende las ganancias; moraliza siem-
tamiento, de encauzar o reducar la conducta de los individuos” pre las conductas pero cada vez más finaliza los comportamientos, y
(Foucault, 2008: 207). Teniendo ya la estructura en la cual se va hace que entren los cuerpos en una maquinaria y las fuerzas en una
a llevar a cargo el disciplinamiento podemos proceder a como economía. (Foucault, 2008: 213).
se ponía en marcha.
Una característica del poder disciplinario es la de capturar todo Y luego él también afirma
el cuerpo, tener a su merced los comportamiento del individuo … desde el siglo XVIII… En los reglamentos fabriles que se distribuyen
como también capturar el tiempo en su totalidad y volverlo pro- en ese momento comprobamos que se vigila el comportamiento de los
vechoso para su uso (Foucault, M. 2005). Esta última afirmación obreros entre si y se registran con minucia sus retrasos y sus ausen-
podemos encontrarla explícitamente en las acciones que hacían cias; vemos que también se castiga todo lo que puede ser distracción.
los aborígenes guaraníes, estos tenían el tiempo organizado (Foucault, 2005: 72)
desde que se levantaban hasta que se dormían, había un ho-
rario para la comida, otro horario para los talleres, otro horario Con esta última afirmación podemos dar paso al siguiente pun-
para ir a la iglesia hasta poseían un horario determinado para to, que consiste en explicitar la aplicación de este dispositivo
tener relaciones sexuales, como dice Brailovsky “se reglamenta disciplinario a las sociedades europeas del siglo XVII-XVIII.
cada instante de sus vidas, e incluso, por la noches, una cam-
pana despierta a los casados para recordarles su obligación de El traspase del poder disciplinario; De las pequeñas comu-
procrear” (Brailovsky, 1991: 75). nidades aborígenes, a las sociedades europeas
Con respecto a la antigua organización de los guaraníes apare- Para que pudiera constituirse el poder disciplinario debería
ció por primera en ellos la categoría de familia, anteriormente abandonarse el poder soberano (Foucault, M. 2005), en el caso
poseían una forma de organización en las que los miembros del de los aborígenes con los jesuitas logramos observar los si-
clan seguían a un chamán/rey que de alguna manera los domi- guiente, se pasó de convivir en toldos de manera grupal para
naba (Rodriguez & Lacolla, 2012), con la llegada de los jesuitas vivir en hogares con sus respectivas familias, el rey de la tribu
aparece la separación, cada familia se encuentra conformada dejo de tener paulatinamente el poder para dirigir a los otros
por un padre, una madre y los hijos, también poseen un hogar, de su tribu, se pasó de tener una relación asimétrica de la po-
una vivienda propia que estaba aparejada a los ojos de la vigi- blación a una simétrica, los jesuitas habían constituido en ellos
lancia continua. Asimismo la estructura de cada vivienda estaba grupos comunitarios, a todos les antecedía una regla a cumplir,
hecha de tal modo que podía estar constantemente vigilada, ci- esa podía ser levantarse a una determinada hora, trabajar en
tando a Foucault “... había una especie de acera que permitía una determinada hora, ir a la iglesia a determina hora, mante-
mirar a través de las ventanas, y estas, desde luego, no tenían ner relaciones sexuales en determinada hora (Brailovsky, A. y
postigos, para que durante las horas de la noche se pudiera vigi- Foguelman D. 1991).
lar lo que hacía cada cual”. (Foucault, 2005: 91). Hubo asimismo Ahora vamos con el tema de nuestro apartado, ¿Cómo se pro-
un cambio en las vestimentas de estos últimos, la vestimenta dujo esta extensión de los mecanismos disciplinarios?, ¿cómo
predilecta pasó a ser para todos los miembros la utilización de se pasó desde pequeñas comunidades aborígenes a la sociedad
una túnica blanca, que simbolizaba la pureza de estos últimos. europea del siglo XVII-XVIII?. Esta ampliación se produjo lenta-
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mente fue de a poco adquiriendo puntos de apoyo, el primero de los pueblos aborígenes hasta las sociedades disciplinarias
de todo fue el disciplinamiento escolar (Foucault, 2005). Luego europeas del siglo XVII-XVIII. Esta línea obedece a dos acon-
devino el disciplinamiento al ejército Foucault al respecto dice tecimientos; (Foucault, 2005). La primera está a cargo del alto
lo siguiente aumento de la población y la otra a la alta producción capital,
A partir de mediados del siglo XVII vemos surgir el sistema dis- ambos daba por consiguiente sacar el máximo beneficio de la
ciplinario en el ejército… La disciplina miliar comienza a ser la población, estos dispositivos disciplinarios comenzaron con el
confiscación general del cuerpo, del tiempo, de la vida (Foucault, disciplinamiento escolar, luego con el disciplinamiento militar y
2005:67) por ultimo con el disciplinamiento obrero. Y con esto llegamos a
Desde el disciplinamiento del ejército aparece la última esfera las sociedades disciplinarias.
de la población que se sometería a los dispositivos disciplina-
rios, dicha población seria la clase obrera, esta aplicación se BIBLIOGRAFÍA
observa en las fábricas, con sus respectivos reglamentos para Brailovsky, A. y Foguelman D. (1991). Memoria Verde. Buenos Aires:
mejorar la producción, con el tiempo totalmente medible para Editorial Sudamericana.
efectuar las diversas acciones, con la ubicación respectiva para Foucault, M. (2005). El poder psiquiátrico. Curso 1973-1974. Buenos
cada obrero, en definitiva con la relación entre capital y produc- Aires: FCE.
ción. (Foucault, M. 2008). Foucault, M. (2008). Vigilar y castigar. Buenos Aires: Siglo XXI.
Esta ampliación de los dispositivos a la esfera social europea Puttnam. D. (productor). y Joffe´. R. (director). (1986). The mission (cinta
se vio también influenciada por una serie de factores, el gran cinematográfica). Reino Unido.: Warner Bros. Pictures.
aumento de la población que apareció en el siglo XVIII, otro fac- Rodriguez, E. (productora) y Lacolla, F. (director). (2012). Jesuitas en
tor fue el crecimiento del aparato de producción (Foucault, M. Córdoba. (Documental). Argentina: Malevo Films
2008), la aplicación de los dispositivos disciplinarios obedece a
3 beneficios estos son según Foucault
… Primeramente, en maximizar la utilización posible de los individuos:
hacerlos utilizables … hace utilizable a todo el mundo … en segundo
lugar, hacer utilizables a los individuos en su multiplicidad misma …
Por último, permitir la acumulación no solo de las fuerzas, sino también
del tiempo: del tiempo de trabajo, del tiempo de aprendizaje, de per-
feccionamiento, de adquisición de los saberes y las aptitudes … esta
triple función de las técnicas de acumulación de hombres y fuerzas de
trabajo es, me parece, la razón por la cual se introdujeron, probaron,
elaboraron los diferentes dispositivos disciplinarios (Foucault, 2005:94)
Conclusiones
Pudimos observar que las sociedades disciplinarias como afir-
ma Foucault al inicio de la clase del 28 de noviembre de 1973,
no comenzaron en los siglos XVII-XVIII estos dispositivos se
implantaron mucho antes en las comunidades aborígenes de
América del Sur, la disposición del espacio, el cambio de ves-
timenta, la organización regida por un tiempo determinado, as-
pectos que se observan en las sociedades europeas del siglo
XVIII ya aparecían en estas pequeñas comunidades religiosas,
se puede trazar cierta analogía entre una fábrica del siglo XVIII
con el taller de carpintería que poseían los aborígenes (Rodri-
guez & Lacolla, 2012), también se observa el disciplinamiento
de los cuerpos primeramente en las comunidades aborígenes
(Foucault, M. 2005). Luego unos siglos después se disciplinaria
a los militares.
Se puede trazar una línea que va desde el disciplinamiento
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que interactúan y se potencian. Más allá de la coyuntura legal por las corrientes que lo implosionan, surgidas en oposición al
específica de su surgimiento, su fecundidad teórica y política occidentalismo blanco y burgués del feminismo, y a los cuales la
contribuye a minar la tendencia de un feminismo hegemónico perspectiva interseccional ha tratado de dar respuesta.
que construye su ideal universalista a costa de desestimar di-
ferencias internas entre “las mujeres”, o de pensar una solida- Feminismo negro y herstory propia
ridad feminista “más allá de” fronteras culturales, raciales o de Con el rechazo a una hermandad que desconoce el lugar de
clase con demandas de verdad universal. privilegio de las mujeres blancas cobra voz el Feminismo Ne-
La estrategia hegemónica del feminismo logró mostrar la oculta gro, el Feminismo de Color, el Mujerismo (Womanism) en el úl-
estructura sexuada y heterosexual de la ciudadanía a partir de timo decenio del XX. Este movimiento aúna tanto a las mujeres
los modos de exclusión de la mujer en el acceso a derechos y afroamericanas cuanto a las de la diáspora africana en Europa
recursos. Esta ideología del Sexismo se crea sobre la analogía y otras mujeres “de color” en países con herencia colonial. Se
con el racismo de la lucha por los Derechos Civiles, según la denuncia la incapacidad de las feministas blancas de aceptarse
cual una diferencia biológica secundaria genera una valoración como opresoras colonialistas a la vez que como oprimidas por
diferencial entre seres humanos (Bouchier, 1979). Distintas lí- género. No ven los privilegios que obtuvieron como blancas del
neas feministas occidentales responden al Sexismo, aunque con sometimiento de las negras, ni la superioridad de su género ra-
alcances, estrategias y demandas diferentes: cial femenino sobre el masculino de otra raza. De este modo, su
·· El Marxismo Feminista plantea que la opresión de la mujer intento imperialista de escribir la herstory de todas las mujeres
es un resultado secundario de las relaciones de clase, con- las pone en una posición historical (Carby, 2012).
tradicción secundaria frente a la contradicción fundamental Contra la ideología del Sexismo, afirman la triple opresión de
con el capital, que somete a ambos y los hermana en la lucha raza, clase y género que determina sus vidas y abre una bre-
de clases. cha tanto en los modos de concebir el patriarcado cuanto en la
·· El Feminismo Liberal, o de Derechos de la Mujer, considera construcción de género y en su agenda emancipatoria. De allí la
opresor al sistema generador de roles sexuales estereotipa- necesidad de escribir la herstory negra por sí misma, fuera de
dos, que oprimen tanto a varones como a mujeres. Centrado la imagen pobre, insignificante y victimizada del retrato blanco.
en los derechos individuales, deriva dimensiones sexuadas de Esto implica subvertir los fundamentos epistemológicos sobre
ciudadanía que reconoce “igualdad en el estatus sexual” para los que se asienta el feminismo hegemónico y que invisibilizan
el acceso a derechos políticos, sociales, civiles, culturales, y a la mujer negra en su opresión múltiple. Al plantear las expe-
establece una “ciudadanía sexual” con acceso a derechos de riencias contradictorias entre las mujeres blancas y las negras,
grupos por orientación sexual en matrimonio igualitario, leyes el Feminismo Negro:
de pensión o herencia de parejas homosexuales, derecho de 1. Rechaza el paralelismo entre opresión de género y de raza
personas intersexuales, despatologización y legalización de porque supone destacar el predominio del patriarcado para
las decisiones sobre identidad de género (Richardson, 1998). quien no sufre a la vez opresión racial. Implica también con-
·· El Feminismo Radical postula la opresión de la mujer por el siderar la opresión de género patriarcal sólo en su conforma-
varón como manifestación primaria y universal del poder. El ción histórica occidental, sin atender las modificaciones que
Patriarcado como opresión transhistórica, y el varón como la relación colonial o de esclavitud impusieron, ni la solidari-
enemigo político, se reflejan en la división sexual del trabajo y dad racial que generan.
la retribución, las instituciones sociales, la educación, la cien- 2. Considera la familia como lugar de resistencia a la opresión
cia, la religión, y las leyes que reproducen la dominación. Los social y cultural de los negros frente a la domesticidad bur-
mitos del matrimonio, la familia nuclear, el amor romántico y guesa como fuente de opresión, dependencia, confinamien-
la heterosexualidad atan a la mujer a su lugar de dependencia to y fragilidad de la mujer. Las mujeres negras no han sido
como ama de casa y madre (Bouchier, 1979). dependientes, sino sostén de familia debido al desempleo, la
ausencia o la criminalización de los hombres negros, también
Dentro de las demandas generales de las corrientes occiden- oprimidos en la jerarquía masculina blanca. Su trabajo aseguró
tales, el Feminismo Radical ha aportado fuertes consignas de a la vez la reproducción de la propia familia y de la familia
lo personal como político, la Mujer como sujeto revoluciona- blanca, lo cual afecta también la construcción de su feminei-
rio, la transformación de la propia vida para el cambio social. dad y sexualidad. Estas características, alejadas del modelo de
Su rechazo a la presencia de varones en la organización y las mujer y familia nuclear, han llevado tanto al Estado cuanto al
acciones feministas persisten hoy en las discusiones del mo- feminismo blanco a considerar a la familia negra y sus redes
vimiento, al igual que muchas de sus tácticas políticas: zaps, parentales como “inherentemente patológicas” y opresivas.
herstory, lenguaje inclusivo, uso de nombres matrilineales, gru- 3. Reconoce una historia de luchas, tanto en sus lugares de
pos de autoconsciencia. Pero en especial su ideal de sororidad origen como de migración, ignoradas o desdeñadas por el
(sisterhood) universal frente patriarcado es puesta en cuestión feminismo. Occidente supone una escala de libertades para
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evaluar el grado de progreso, emancipación, barbarie o some- dominio masculino dentro y fuera del marco religioso. Por eso se
timiento de las mujeres, víctimas de sus sociedades bárbaras. enfatiza la necesidad de capacitar a las mujeres con herramien-
Sin embargo, los procesos coloniales suprimieron diversos tas para reformar el Islam, como el conocimiento del árabe, de
modos de práctica política, social, económica, religiosa, cul- la jurisprudencia, del Corán, de la ética islámica y también del
tural, familiar, sexual de las mujeres que no coincidían con la feminismo. De ahí la importancia del Feminismo Islámico como
domesticidad blanca. Viejas y nuevas luchas de las mujeres resistencia y subversión de las creyentes islámicas tanto en los
por la distribución de la tierra, contra los controles migrato- parlamentos como dentro de sus instituciones religiosas, para
rios, fuera de las condiciones salariales pueden ser descali- reconciliar su fe con la modernidad y con la igualdad de género
ficadas por la herstory occidental, así como las estrategias en una sharia no-patriarcal (Tohidi, 2008). También las prácti-
de resistencia fundadas en redes femeninas de apoyo y en cas micropolíticas suponen agencia social en el trabajo sobre sí
definiciones extensas de parentesco. mismo para devenir sujeto voluntario, deshacerse, reapropiarse
y resignificarse de acuerdo a una línea discursiva particular. En
Estas contraposiciones muestran que la solidaridad entre todas este caso, el acercamiento a material teórico y teológico no ha-
las mujeres, si bien es deseable y posible, no es espontánea bitual entre las mujeres cumple objetivos múltiples: enfrentar
(Ang-Lygate, 2012), sino fruto de una articulación respetuosa. la secularización de la vida cotidiana y el poder masculino para
reeducar en la ética religiosa; recodificar la práctica de segrega-
Feminismos postcoloniales y nuevos modos de sororidad ción en mezquitas femeninas para lograr cambios sociopolíticos
El análisis de los complejos procesos culturales y sociales pro- en tradiciones, vestimenta, lenguaje, economía y agenda de de-
ducidos en las sociedades periféricas/postcoloniales ha tenido bate público (Mahmood, 2008).
como efecto echar luz sobre la noción de “lo moderno” más allá Así, actitudes incómodas para el feminismo occidental como
de su estrecho contenido eurocéntrico y plantear el concepto de modestia, humildad, religiosidad, o el uso político del velo, per-
modernidades múltiples, diversas, heterogéneas. También las siguen sin embargo el empoderamiento de las mujeres con fines
cuestiones de género son analizadas en su interacción con el de emancipación social y reivindican nuevos modos de demo-
poder colonial, la religión, las unidades sub y supranacionales cracia, pluralismo, derechos cívicos y de género antiimperiales.
y el contexto político-social de su emergencia. Dentro de esta
línea, el Feminismo Postcolonial critica el ejercicio de poder del Feminismo de Abya Yala y “giro descolonial”
discurso occidental con su análisis monolítico y transcultural El término descolonial es introducido por Nelson Maldonado-
del Patriarcado, que coloniza la complejidad de la vida de las Torres en su texto sobre Aimé Césaire (2006) y alude a la actitud
mujeres coloniales. En su trabajo inaugural de 1984, Chandra de horror ante “el mundo de la muerte” creado por la coloni-
Mohanty afirma que “no podemos basar la hermandad de las zación. El “giro descolonial” agrupa múltiples movimientos de
mujeres en el género; la hermandad debe forjarse en el análisis subversión en el Tercer y el Cuarto Mundo, que reactualizan las
y la práctica política dentro de circunstancias históricas concre- luchas anticoloniales en el mundo globalizado. La “razón des-
tas” (p.131). Recuperar la diversidad de luchas por la autonomía colonial” teórica y ético-política brinda nuevos fundamentos
requiere un proceso desconstructivo del feminismo hegemónico, epistemológicos para la comprensión del mundo de fronteras
que estigmatiza la cultura de la periferia y prioriza ciertos temas de privilegio, poblaciones racializadas, fobias racistas, nuevos
de lucha centrados en el Humanismo Occidental etnocéntrico. imperialismos, jerarquías de ser y de valor entre centrales-
La contraposición paternalista entre occidental liberada, educa- preriféricos, y reproducción de “diferencias coloniales” entre
da, pública, dueña de su cuerpo y su sexualidad vs. oriental po- colonizados. Hay horror y espanto frente al descarte de sujetos
bre, oprimida, ignorante, tradicional, víctima sumisa, desdeña la y se desarrolla una filosofía de la no-indiferencia, la restaura-
agencia política que ellas ejercen sobre la familia, la producción, ción de lo humano, la construcción del mundo del Tú sobre la
el Estado, la cultura y la religión en su especificidad histórica. figura del “condenado” en un cosmopolitismo colonial crítico.
Las feministas postcoloniales destacan que el tema de la di- (Maldonado-Torres, 2008).
ferencia religiosa es un punto dificultoso e inexplorado para Varias formas del Feminismo Indígena del giro descolonial re-
el feminismo hegemónico porque la religiosidad se relaciona conocen otras Modernidades y otras formas emancipatorias, a
con el Islam y su enfrentamiento con el Occidente liberal, del la vez que revisan la propia noción de “ancestralidad” hija de la
que forma parte. Las feministas religiosas judías, cristianas o colonialidad tras la destrucción de formas comunales originarias.
musulmanas plantean que una interpretación correcta de sus Como las Feministas Negras, las mujeres indígenas reconocen la
religiones no respalda la subordinación femenina, y retoman po- triple dominación racial, patriarcal y clasista desde la enajena-
siciones relevantes de las mujeres anteriores a la asociación de ción de sus territorios. Como las Feministas Postcoloniales, han
la religión con el poder del Estado. En la cultura musulmana, el sido descalificadas como “atrapadas en códigos anti-modernos”
paso de una “jurisprudencia tradicionalista” a una “jurispruden- por su identidad colectiva y cultural. Ellas responden con la rea-
cia dinámica” con equidad de género implicaría acabar con el propiación y reinterpretación de la cosmogonía ancestral en tér-
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minos igualitarios y complementarios en el “buen vivir”, una “re- rritorio y la autodeterminación, la lucha histórica de las mujeres
invención” de la identidad indígena a partir de las agencia de las de Amerindia desde la colonia hasta las Guerras del Agua y el
mujeres dirigentes y una afirmación identitaria compleja: nunca Gas, así como los aportes que realizan en sus comunidades y
sólo comunitaria, nunca sólo como mujeres (Gargallo Celentani, construye un nosotros que inclusivo de masculinidades subal-
2014) en la intersección entre derechos de las mujeres-derechos ternas y sexualidades diversas (Gargallo Celentani, 2014). En su
de los pueblos originarios (Bidaseca, 2016). migración a las ciudades, han organizado barrios, denunciado
El carácter mixto de las asociaciones indígenas exigió de las abusos, creado comedores, cooperativas y microempresas sin
mujeres claridad respecto de la autodefinición de sus derechos ser nunca pasivas ante su situación de indígena, mujer y pobre.
sexuales, y de las formas ancestrales de comunidad y familia Pero falta superar la discriminación dentro del movimiento de
que han interactuado con la familia nuclear occidental, dando mujeres, al que sólo se incorporan a fines del XX con su partici-
distintas formas de familia ampliada y reconstruida. Respecto pación en encuentros internacionales la Declaración de Mujeres
de la cuestión patriarcal, son varias las posiciones adoptadas. Indígenas en Beijin de 1995 (Rivera, 2008).
Desde la creencia en el carácter externo occidental de un pa-
triarcado impuesto por la colonia, hasta reflexiones sobre un Movimientos feministas y reflexividad emocional
entronque patriarcal entre un “patriarcado de baja intensidad” Al intentar el camino constructivo de un colectivo feminista des-
indígena con una forma más violenta resultante de la sujeción pués de su crítica postcolonial, Chandra Mohanty (2008) plantea
colonial, tal como lo plantea Julieta Paredes del grupo aymara que el “privilegio epistémico” del análisis de la injusticia resi-
Mujeres Creando. Asimismo, las Feministas Comunitarias Xinka de en la situación de la comunidad de mujeres marginales del
de Guatemala hablan de una refuncionalización patriarcal por Tercer Mundo/Dos Tercios, que llevan la carga más pesada de
la cual un patriarcado ancestral en Abya Yala, construido sobre la globalización. Este análisis ilumina también el tipo de luchas
valores cosmogónicos, es la condición previa para la instala- y las formas de solidaridad claves para una política emancipa-
ción, solapamiento y renovación del patriarcado occidental. Lo- toria. La solidaridad feminista implica corresponsabilidad, mu-
rena Cabnal, xinka-maya de la Red de Sanadoras Ancestrales, tualidad, interconexiones de historias, y nuevas femineidades
insiste en la importancia de desvelar esa relación ancestral de de la globalización: la obrera global, la doméstica inmigrante,
subordinación en el propio código, en los cuerpos y las rela- la trabajadora sexual, la refugiada, la víctima de crímenes de
ciones, frecuentemente expresada en la división sexual de la guerra, la presa de color.
disputa territorial. La corporalidad y la espiritualidad dañadas ¿Qué tipo de reflexión deben llevar adelante los activistas de
de la mujer indígena son puestas en foco por las sanadoras movimientos sociales, comprometidos en el desmontaje de
recuperando saberes de médicas indígenas, yerberas, las que opresiones que son constitutivas de la propia subjetividad?
curan con agua-flores-plantas, hueseras, comadronas, sobado- ¿Cómo lograr pensar por fuera de las estructuras socio-cultura-
ras, guías espirituales, para llevarlos a una dimensión política les que limitan/constituyen, para poder actuar creativamente?
(Korol, 2019). Los feminismos asentados en Abya Yala coinciden El trabajo de los movimientos sociales feministas involucra pro-
en restituir genealogías perdidas, otros significados de la vida fundamente la emotividad, por lo cual la reflexión desborda los
en comunidad, otros horizontes de utopía para comprender la aspectos teóricos hacia una autorreflexión emocional que per-
“matriz de poder de imbricación de opresiones”, y explicar el mita conectar el cambio personal y social, problematizando la
fracaso del feminismo hegemónico en la construcción de una relación entre emociones e internalización de la opresión. Debra
comunidad imaginada de mujeres libres. King (2006) releva las prácticas reflexivas de mujeres activistas
Este giro epistémico abre una perspectiva de tratamientos más que utilizan la técnica de la escucha mutua entre pares para la
complejos, geopolíticos y co-determinantes de género, sexuali- descarga de internalizaciones de sujeción, dependencia y des-
dad, raza, colonialidad, capitalismo y clase que implican efectos empoderamiento. Su objetivo no es sólo el alivio personal de
en las políticas y las prácticas feministas. Así, las luchas fe- angustias o dolor, sino mantener la energía activista, encontrar
meninas indígenas en tierras comunales permiten erosionar la puntos de disyunción entre sus emociones y sus posturas polí-
jerarquía en la herencia y la participación a la vez que defender ticas, y lograr el cambio social. En esta cultura organizativa fe-
la tierra comunal frente al Estado (Tzul, 2015), mientras se de- menina, hablar y escuchar acerca de las emociones forma parte
nuncia la agenda estatal e internacional de “ayuda al desarrollo” del proceso militante para deshacer los efectos de la opresión
que operativiza tecnologías de género coloniales para el “pro- en nuestras propias vidas, confrontar los límites de las normas
blema-mujer del tercer mundo” rezagada, atrasada, anclada a y roles internalizados, desmontar el sentido común y la evitar
tradiciones, necesitada de apoyo (Rodríguez Moreno, 2014). La la reproducción de estructuras sociales que impiden afirmarse
luchas comunitarias dan lugar a un par hombre-mujer que no como Sujetos. Esta suerte de situación emocional dialógica, si-
es de género por dicotomía con roles sexuales y sociales, ni métrica y recíproca, actúa sobre el supuesto de que la interac-
erótico-afectivo hererosexual y binario, sino un par político con ción colectiva produce mayor inteligencia y creatividad, y permi-
exigencia de respeto y dignidad por la vida, demandas por el te- te desasirse de la posición tanto de oprimido como de opresor.
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Rodríguez Moreno, C. (2014). Mujer y desarrollo: un discurso colonial. Tzul, G. (2015, 1 de noviembre). “Que el deseo alumbre las luchas de
El Cotidiano, 184, 31-37. Disponible en http://www.redalyc.org/ las mujeres indígenas”. Desinformémonos. Disponible en https://
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Tohidi, N. (2008). “Feminismo Islámico”: Negociando el Patriarcado y la chas-de-las-mujeres-indigenas-2/
Modernidad en Irán. En L. Suárez Navaz & R.S. Hernández Castillo
(Eds.). Descolonizando el Feminismo: Teorías y Prácticas desde los
Márgenes (pp. 236-277).
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MITO E ILUSTRACIÓN:
FREUD Y LA ESCUELA DE FRANKFURT
Garavani, Exequiel
Universidad de Buenos Aires. Facultad de Filosofía y Letras. Argentina
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bres, dice “obra sólo según una máxima tal que puedas querer exterior es la genuina fuente del miedo” (Adorno y Horkheimer,
al mismo tiempo que se vuelva ley universal” (Kant, 2012: 74). 1994: 70). En éste sentido, Freud, a través del mito de la horda
Según Foucault en ¿Qué es la ilustración?, se trata de invertir primitiva, permite pensar el concepto de Identificación en el acto
la cuestión y ver “en lo que nos es dado como universal, nece- de devorar al padre. La identificación, además, está relacionada
sario, obligatorio, cuál es la parte de lo que es singular, contin- con la procedencia de la culpa y, por consecuencia, con la obe-
gente y debido a coacciones arbitrarias” (Foucault, 1996: 104). diencia de efecto retardado fundamentada en la ambivalencia
Ésta labor sería lo que el autor francés llama una “ontología frente al padre gozador. Dicho concepto es un concepto límite:
de nosotros mismos”. Frente a ésta, opone una “analítica de la entre el fundamento último de todo lo real y diferencia absoluta.
verdad”. Ésta última se aboca a “la cuestión de las condiciones En cambio, la ilustración opera según el principio de identidad:
en las cuales un conocimiento verdadero es posible” (Foucault, no soporta lo diferente y desconocido; ello marca el curso de la
1996: 82). Esto permite elucidar la posición que adopta Freud, desmitologización. Veremos, a través de una lectura de Tótem y
es decir, entre un verdadero logos y un mito. Para poder llevar Tabú, si Freud no podría contribuir al objetivo que tienen Adorno
a cabo esto es imprescindible la influencia que tiene Nietzsche y Horkheimer respecto a salvar la ilustración, ilustrarla respec-
en el pensamiento del fundador del psicoanálisis. Éste, propone to a sí misma (principalmente, en relación al cuarto ensayo de
una trasvaloración de todos los valores. Etimológicamente, la Freud que establece la regresión del totemismo en la infancia).
palabra “tradición” viene del latín traditio, traditionis. Es este La regresión implica pasar, para Adorno y Horkheimer, del reino
un nombre derivado del verbo tradere (transmitir, entregar). de libertad postulado por la modernidad a Auschwitz. Así, estos
Parece ser que ésta palabra reúne lo que se conoce como las autores van a postular que la Dialéctica de la Ilustración refiere
costumbres, así como también la moralidad. a entender el proceso donde ya el mito es Ilustración y como
En “Malestar en la cultura” Freud define a ésta como: “toda la ésta, en su afán de separarse, recayó en mitología (Adorno &
suma de operaciones y normas que distancias nuestra vida de la Horkheimer, 1994: 56).
de nuestros antepasados animales, y que sirven a dos fines: la Respecto a Tótem y Tabú Strachey en la Introducción afirma
protección del ser humano frente a la naturaleza y la regulación que allí las contribuciones de Freud a la antropología social
de los vínculos recíprocos entre los hombres” (Freud, 1979: 88). aparecieron por primera vez en esta obra, especialmente en el
Aspecto muy relevante es el hecho de que la cultura se edifique cuarto ensayo, “el retorno del totemismo en la infancia”. Allí,
sobre la naturaleza y luego el hombre invierta dicha relación ha- justamente Freud desarrolla la hipótesis sobre la horda pri-
cia el dominio técnico frente a ella, o la razón instrumentalizada mordial y el asesinato del padre. De allí, según nos dice Stra-
según Adorno y Horkheimer. Allí, Freud, en el párrafo siguiente, chey respecto al pensamiento freudiano, proceden todas las
nos sigue diciendo que “reconocemos como culturales todas las posteriores instituciones sociales y culturales. En los renglones
actividades y valores que son útiles para el ser humano en tanto finales de Malestar en la cultura, Freud sospecha del desarro-
ponen la tierra a su servicio, lo protegen contra la violencia de llo cultural, del progreso para “dominar la perturbación de la
las fuerzas naturales” (Freud, 1979: 89). Como veremos luego convivencia que proviene de la humana pulsión de agresión
en el final del Malestar en la cultura, Freud ya no se posiciona y de autoaniquilamiento” (Freud, 1979: 140). En éste sentido
de ésta manera y más bien desconfía en el avance de la técnica. está en contra de lo que vislumbraba (y hacia lo cual tendería)
No obstante, aquí aún sigue insistiendo: “(...) es directamente el el proyecto ilustrado y la fe en la razón de Kant: “Hoy los seres
cumplimiento de todos los deseos de los cuentos (…) lo que el humanos han llevado tan adelante su dominio sobre las fuerzas
hombre ha conseguido mediante su ciencia y su técnica sobre de la naturaleza que con su auxilio les resultará fácil exter-
esta tierra (...)” (Freud, 1979: 90). minarse unos a otros, hasta el último hombre” (Freud, 1979:
En éste punto se hace necesario llevar a cabo a través de la 140) En una nota al pie de dicho texto se agrega que la última
Dialéctica de la Ilustración una extensión del planteo freudiano. oración fue añadida en 1931 cuando “comenzaba a ser notoria
Los pensadores de la escuela de Frankfurt en dicho texto, afir- la amenaza que representaba Hitler” (Freud, 1979: 140). Nota
man respecto al concepto de Ilustración: “La Ilustración, en el agregada a la pregunta de Freud: ¿Quién puede prever el des-
más amplio sentido de pensamiento en continuo progreso, ha enlace? El autor advierte con que facilidad los seres humanos
perseguido desde siempre el objetivo de liberar a los hombres se podrán “exterminar unos a otros” debido al alcance de su
del miedo y constituirlos en señores” (Adorno & Horkheimer, dominio técnico frente a la naturaleza.
1994: 59). Esto, siguiendo una idea de Weber (respecto a sus Adorno y Horkheimer llevan a cabo una crítica radical, influi-
estudios sobre la Modernidad en su proceso de racionalización dos por Nietzsche, respecto a la razón occidental. La Ilustración
en todas las esferas de la vida social) lo hicieron a través del confunde razón y dominio, o bien, razón substantiva y razón
“desencantamiento del mundo” y así “La ilustración disuelve los procedimental. El fundamento de articular el pensamiento de
mitos e entroniza el saber de la ciencia” (Adorno y Horkheimer, éstos dos representantes de la Escuela de Frankfurt reside en el
1994: 60). La ilustración opera según el principio de identidad: hecho de que desarrollan la dialéctica entre mito e ilustración.
“Nada absolutamente debe existir fuera, pues la sola idea del Freud, de ésta manera, recurre a una explicación mitológica
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para presentar la procedencia del sentimiento de culpa. Para de algunas pocas prohibiciones tabúes” (Freud, 1979: 62). En el
éste se puede realizar una analogía entre lo que sucede respec- prólogo hace una distinción entre el Tótem y el Tabú: respecto a
to a los pueblos que llama “salvajes” y la vida infantil. De allí su éste último afirma que “sigue existiendo entre nosotros; aunque
famoso titulo del apartado cuarto de Tótem y Tabú, “el regreso en versión negativa y dirigido a contenidos diferentes, no es otra
del totemismo en la infancia”. Para leer la obra de los pensado- cosa, por su naturaleza psicológica, que el <imperativo categó-
res de la escuela de Frankfurt vamos a tomar una hipótesis de rico> de Kant, que pretende regir de una manera compulsiva y
lectura de Martin Jay (1989) que afirma que allí se sustituye el desautoriza cualquier motivación conciente” (Freud, 1980: 8).
conflicto de clases marxista como motor de la historia por uno Freud hace notar una coincidencia entre los dos tabúes del tote-
más amplio: el conflicto entre ser humano y naturaleza. De éste mismo –no matar al animal totémico y no usar a ninguna mujer
modo, el dominio del hombre sobre la naturaleza lleva consigo, dentro del mismo clan- y los dos contenidos del complejo de
paradójicamente, el dominio de la naturaleza sobre los hombres. Edipo –no matar al padre y no tomar por mujer a la madre–.
Adorno y Horkheimer, inmersos en el contexto de la segunda Un punto nodal para llegar al mito de la horda primitiva son
guerra mundial van a pensar lo que fue Auschwitz, el campo de los aportes de Robertson Smith a través del banquete totémico:
exterminio nazi. En el comienzo de la obra sitúan lo que es para “una peculiar ceremonia (...) había formado parte integrante del
ellos pensar un concepto dialécticamente. Esto supone que el sistema totemista” (Freud, 1980: 135). En el banquete totémico
objeto no se agota en el concepto. La insistencia de Adorno en se daba muerte al animal totémico, se lo devoraba y luego era
la no identidad entre sujeto y objeto puede considerarse efec- llorado. Según afirma el vienés “era la celebración recordatoria
tivamente como un resultado de su lectura de Freud. Es decir, de aquel asesinato enorme, del que nació la conciencia de cul-
que de entrada estamos en una relación palabra-cosa, sujeto- pa de la humanidad (pecado original) y con el cual se iniciaron
objeto donde ambos están en una no-identidad. Esto se da por la la organización social, la religión y la limitación ética” (Freud,
recepción de los pensadores de la Escuela de Frankfurt respecto 1979: 63-64). De ésta manera tenemos un entramado concep-
al conflicto entre el yo y la libido situado por Freud. Se verá lue- tual establecido por Freud de modo complejo: Edipo, culpa, pe-
go como pensar esto a través de Tótem y tabú. cado original. Compara el banquete totémico con la comunión
Uno de los grandes aportes del texto es respecto a lo que Freud del cristianismo.
sitúa como hipótesis al final de Malestar en la cultura en con- En el mito de la horda primitiva hay un padre gozador de to-
cordancia al dominio del ser humano frente a la naturaleza y a das las mujeres que expulsaba a sus hijos, de modo que un
lo que esto podría llevar. Para Adorno y Horkheimer, el proceso día éstos conformaron la bandada de hermanos y lo mataron.
de dominación es la técnica y su racionalidad es metodológica, Luego comieron su cadáver para identificarse con él. En ésta
es decir que toma a los medios por fines (imperativo hipotético identificación ya se puede ver la distancia que señalan Adorno Y
kantiano). La racionalidad se reduce a su operatividad. La ar- Horkheimer respecto a la mediación que supone el mito: división
gumentación del texto de éstos pensadores tiene como fin la de sujeto y objeto. Ser a imagen y semejanza: “Sólo en cuanto
comprensión de la historia de la cultura occidental a través de tal imagen y semejanza alcanza el hombre la identidad del sí
la dialéctica entre mito e Ilustración. La dialéctica de la Ilustra- mismo, que no puede perderse en la identificación con el otro,
ción se articula respecto a dos tesis contundentes de ambos sino que se posee de una vez para siempre como máscara im-
autores que consisten en afirmar en principio que el mito es penetrable” (Adorno & Horkheimer, 1994: 65). La identificación
ya ilustración, y que la ilustración recae en mitología. La ilus- supone una relación de no identidad en tanto que ser y tener
tración, cuyo comienzo situamos en Kant a partir del “sapere se excluyen recíprocamente. Pero no sólo este proto-padre era
aude! ¡Ten valor para servirte de tu propio entendimiento! Tal es odiado, sino que también era amado. Esto da lugar a lo que
el lema de la Ilustración” (Kant, 2004: 87), busca distanciarse Freud llama la obediencia con efecto retardado, y consolida el
respecto del mito. sentimiento de culpa sobre el cual reposa la cultura. Considero
Respecto a la primer tesis, se puede decir que el mito es ya que el sentimiento inconciente de culpa es el resultado de la
ilustración debido a que “el mito quería narrar, nombrar, con- diferencia que establece la cultura respecto a la barbarie. De
tar el origen: y con ello, por tanto, representar, fijar, explicar” éste modo, en la Dialéctica de la Ilustración Adorno y Horkhei-
(Adorno & Horkheimer, 1994: 63). Si el mito es ya ilustración, mer afirman que “la historia de la civilización es la historia de
es porque a través de él vemos desplegarse la configuración la introyección del sacrificio. En otras palabras: la historia de
del sí mismo en su afirmación a través de la cual, el sujeto, se la renuncia” (Adorno & Horkheimer, 1994: 107). Es a través de
distancia de la naturaleza, de la cosa. Se trata de pensar desde ésta renuncia, en términos freudianos, renuncia pulsional, que
la horda primitiva de Freud hasta Auschwitz que no hubo ningún se puede afirmar el sí mismo y distanciar de lo otro. El sacrificio,
progreso hacia una mayor libertad como suponía la Ilustración. a diferencia de la magia, supone una sustitución. Es decir que
Para Freud, el totemismo es “ese primer sistema de organiza- hay una transacción que opera: se renuncia para obtener algo a
ción de los linajes primitivos en que se aúnan los comienzos del cambio: “La fiesta sacrificial era una oportunidad para elevarse
orden social con una religión rudimentaria y el inflexible imperio los individuos, jubilosos, sobre sus propios intereses, y destacar
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CONCLUSIÓN
A partir del análisis de los textos propuestos se vio que Freud
se encentra atravesado por dos tradiciones según como lo afir-
ma Mann. Adorno y Horkheimer a través de las dos tesis que
desarrollan en la dialéctica de la ilustración dieron cuenta de
que el mito y la ilustración tienen muchas más semejanzas que
diferencias. Ambos tienen como objetivo dar cuenta de proceso
de subjetivación dondo el ser humano se separa del ámbito la
naturaleza. Freud entonces por momentos hace una crítica al
contexto de su época en la cual vivía cuya creencia en la cien-
cia estaba regida por la idea de un progreso y el avance de la
técnica. Se trata de pensar desde la horda primitiva de Freud
hasta Auschwitz que no hubo ningún progreso hacia una mayor
libertad como suponía la Ilustración y que Mito e Ilustración en
sus puntos nodales narran lo mismo.
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Para Nietzsche, la culpa es objeto de un análisis genealógico. toda vida”. A partir de Nietzsche, ya no se esboza una ontología
Freud, por su parte, sitúa el fenómeno clínicamente. La hipó- de las cosas respecto a su ser sino más bien se establece la
tesis que se propone es que el camino trazado por Nietzsche pregunta de por quién habla, qué quiere el que lo dice.
prepara el terreno a los hallazgos freudianos. Si el sujeto es una Es indudable que la culpa como juicio moral tiene una historia
ficción, una ilusión que Nietzsche martilla y hace implosionar que el autor alemán rastrea en la comunidad originaria respecto
con su crítica como arma, Freud sigue el mismo camino en lo a las deudas con los dioses. Evidentemente, éste valor fue reac-
que llamó su tercera herida narcisista a la humanidad. Tanto el tivado y fortalecido por el cristianismo cuyos efectos no cesan
pensamiento nietzscheano como el freudiano son inmanentes. de hacerse escuchar en la construcción de nuestra subjetividad.
Ambos son pensadores que no suponen principios metafísicos En síntesis, todo juicio tiene una doble historia: individual y co-
trascendentes a priori, sino que tratan de invertir la relación munitaria, ontofilogenética dicho en palabras de Freud (tomando
causa-efecto pensando desde el efecto hacia la causa. Son mu- la hipótesis neodarwiniana). En relación al Malestar en la cultu-
chas las temáticas que se pueden vincular entre ambos auto- ra, publicado en 1930, en la Introducción, Strachey nos dice que
res. Entre éstas, podemos mencionar la crítica a la substancia el tema principal del libro es “el irremediable antagonismo entre
como aquello que es subjectum de pensar, hacer, conocer. Freud las exigencias pulsionales y las restricciones impuestas por la
desde lo inconciente con su propias leyes y Nietzsche pensado cultura”. Siendo en éste antagonismo el sentimiento de culpa
desde la voluntad de poder. Éste último principio desde el cual “el problema más importante del desarrollo cultural” (Freud,
Nietzsche se posiciona se puede resumir con la idea de que no 1979: 130). Sumado a esto, Freud se aboca al tema de la “pul-
hay interpretación del ser mas que el vivir. A su vez, Assoun afir- sión de destrucción”. Es importante señalar que aquí ya Freud
ma: ¿Cómo no percibir al menos intuitivamente, hasta que punto había introducido la idea de la pulsión de muerte en Más allá del
tal o cual enunciado nietzscheano “suena freudiano”? (Assoun, principio de placer (1920), siendo ésta independiente de éste
1984: 9). Según Leandro Drivet, Doctor en Ciencias Sociales: “La último como del funcionamiento del aparato psíquico. En ésta
conexión con el genealogista de la moral no es terminológica, obra, Freud define la cultura como: “toda la suma de operacio-
ocasional ni accidental, como parece racionalizar Freud, sino nes y normas que distancias nuestra vida de la de nuestros an-
conceptual, permanente y estructural, como puede advertirse tepasados animales, y que sirven a dos fines: la protección del
de la lectura paralela de La genealogía de la moral y El malestar ser humano frente a la naturaleza y la regulación de los vínculos
en la cultura” (Drivet, 2015: 203). recíprocos entre los hombres” (Freud, 1979: 88).
Nietzsche formula una genealogía crítica de lo que denomina En su libro autobiográfico, Ecce Homo, Nietzsche escribe una
el monotonoteísmo: un abandono respecto a los fundamentos presentación de lo que constituyen los tres tratados que confor-
últimos de nuestro conocer, obrar y pensar. El “monotonoteís- man la Genealogía de la Moral. Del primero enuncia: “la verdad
mo” significa establecer un principio o un fundamento que oficie del primer tratado es la psicología del cristianismo: el nacimiento
de garante para el campo moral, ya sea Dios o bien la Razón del cristianismo del espíritu de resentimiento (…) la gran rebe-
(a partir de Kant). Nietzsche plantea ir más allá de los valores lión contra el dominio de los valores aristocráticos” (Nietzsche,
absolutos en su supuesto carácter incondicionado e idéntico a 1998: 121). Respecto al segundo tratado el autor afirma que se
sí mismo. Propone una crítica genealógica respecto a los valo- trata de “la psicología de la conciencia: ésta no es (...) <>, -es
res humanos, demasiado humanos. Uno de estos valores es la el instinto de la crueldad que revierte hacia atrás cuando ya
culpa. Desplaza la cuestión respecto a las condiciones de posi- no puede seguir desahogándose hacia fuera” (Nietzsche, 1998:
bilidad de la verdad. Su interrogación será más bien en relación 122). En relación al tercero dice que “da respuesta a la pregunta
al valor de las modalidades de vida que ésta sostiene. Se tratará de dónde procede el enorme poder del ideal ascético (…). Res-
de la historia de un error que comienza con Platón en la tradi- puesta: (…) a falta de algo mejor – porque ha sido hasta ahora
ción filosófica occidental y de la separación que éste hace entre el único ideal, porque no ha tenido ningún competidor” (Ibid).
un mundo verdadero y un mundo aparente, entre el ser y el de- Fundamentalmente, el desarrollo se hará sobre el tratado se-
venir, episteme y doxa, una serie de dicotomías jerarquizantes. gundo. Allí Nietzsche desarrolla la génesis de la mala concien-
La verdad y la mentira están dadas desde un criterio moral, es cia. Dicho concepto, por añadidura se conecta con el concep-
por eso que siendo aún muy joven Nietzsche escribe Verdad y to de culpa. Según Assoun, “(...) la conciencia moral dolorosa
mentira en sentido extramoral. Hay una identificación que pro- constituye la prolongación y la superación del resentimiento en
viene desde la antigüedad (desde Platón) de la verdad con lo be- la patología nietzscheana” (Assoun, 1984:193). Nietzsche em-
llo, lo bueno: “Nadie tendrá (...) por verdadera una doctrina (...) pieza el segundo tratado a través de pensar la génesis de la
porque haga felices o virtuosos a los hombres: exceptuados, (...) conciencia. Para esto, comienza con la afirmación de criar un
los idealistas, que se entusiasman con lo bueno, lo verdadero, animal al que le sea lícito hacer promesas (Nietzsche, 1997: 75).
lo bello...” (Nietzsche, 1997: 67); “hablar del espíritu y del bien La memoria como función psicológica constituye para Nietzsche
como lo hizo Platón significaría poner la verdad cabeza abajo y una fuerza reactiva. Es decir que lo propio del ser humano es el
negar el perspectivismo, el cual es condición fundamental de olvido. Aquella es creada, y de ésta manera se crea al hombre
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como calculable, ajustado a regla, en una palabra, como res- Al comienzo, la conciencia de culpa es angustia social. Esto se
ponsable. Dice Nietzsche que su resultado final es el individuo da como consecuencia de la amenaza proveniente de la autori-
soberano. De manera sintética podemos decir que la cultura le dad exterior a que el sujeto renuncie a la satisfacción pulsional.
imprimió al ser humano una memoria. Esto lo hizo a través de Pero para hablar propiamente de conciencia moral y sentimiento
sacrificios y de sangre, siendo el dolor el auxiliar más eficaz de culpa hace falta la instauración del super-yo que interioriza
para la mnemotécnica: “para que algo permanezca en la memo- la autoridad: “Sólo sobreviene un cambio importante cuando la
ria, se lo graba a fuego; sólo lo que no cesa de doler permanece autoridad es interiorizada por la instauración de un super-yo (...)
en la memoria” (Nietzsche, 1997: 79). Ahora bien, hay que expli- únicamente entonces corresponder hablar de conciencia moral
car el salto a través del cuál Nietzsche va de la mala conciencia y sentimiento de culpa” (Freud, 1979: 121). Por tanto, el origen
al sentimiento de culpabilidad: es decir que el dolor fabricado se del sentimiento de culpa es doble: la angustia frente a la auto-
interioriza. El autor alemán va a vincular dicho concepto con el ridad que más tarde se desarrolla como angustia frente al su-
de “tener deudas” (Schuld – Schulden). Según Assoun, la culpa- per-yo. La particularidad que tiene éste último tipo de angustia
bilidad “se remite a una relación jurídica arcaica en que reinan reside en el hecho de que una vez interiorizada y erigida la ins-
la medición y la evaluación” (Assoun, 1984: 199). Por otro lado, tancia psíquica superyoica, frente a ella, no se puede esconder
en la antigüedad según la tesis nietzscheana es importante des- los deseos. Tanto Nietzsche como Freud le otorgan importancia
tacar la pena respecto a esta configuración que se establece en a la reactividad en la constitución de instancias psíquicas. Por
la relación de acreedor-deudor. Durante largo tiempo se impu- eso Freud puede afirmar que hay una mayor severidad del cas-
sieron sobre el reo penas para descargar la cólera generada por tigo del super-yo cuanto mas virtuoso es el individuo. Una vez
la falta, es decir para vengarse: “durante el más largo tiempo de internalizada la autoridad externa, a través de la cual se consti-
la historia humana se impusieron penas no porque al malhechor tuye la conciencia moral del sujeto, ahora el temor es respecto
se le hiciese responsable de su acción (...) sino por cólera de un a la instancia psíquica superyoica. Lo que se debate ahora el
perjuicio sufrido” (Nietzsche, 1997: 82). De éste modo se ve que sujeto es el temor frente a ésta. Tampoco pareciera ser casual
se le da al acreedor la posibilidad de recibir una compensación que Freud hable aquí del santo, siendo que Nietzsche en el apar-
a través del derecho a la crueldad. En la relación contractual el tado III de la Genealogía de la moral va a hablar del triunfo de
deudor podía empeñar lo que poseía con certeza: su cuerpo, su los ideales ascéticos frente al nihilismo, que además constituye
libertad, su vida. Para Nietzsche, el hacer-sufrir a otro produce el motor de la historia. Es el sacerdote nuevamente aquí quien
un goce, puede ser una “auténtica fiesta”. Ésta relación entre redirecciona el sufrimiento. El cristianismo, como representante
acreedor-deudor se mantiene también en un nivel comunitario: de la cultura, es el que interioriza el resentimiento: “tu mismo
vivir protegido, bien tratado, en paz y confianza, tiene y exige eres, culpable”. Es decir que el cristianismo triunfó a lo largo
su contraparte. En la comunidad actual reconoce siempre una de la historia porque fue el único que propuso un sentido al sin
obligación jurídica con los antepasados. El autor afirma que en sentido del existente humano.
las viejas estirpes, en las comunidades originarias se ofrecían No obstante lo dicho anteriormente, es importante resaltar una
sacrificios a los Dioses y que a éstos remite éste sentimiento de diferencia entre ambos planteos. A diferencia de Nietzsche,
deuda, de culpa. Freud parte desde la observación de un fenómeno clínico. En
Por su parte en el Malestar en la Cultura, Freud sitúa “al senti- relación a esto Assoun afirma que “la terapéutica se topa con
miento de culpa como el problema más importante del desarro- el sentimiento de culpabilidad en forma de “necesidad de casti-
llo cultural” (Freud, 1979: 130). Allí afirma que llamamos con- go” que suscita las reacciones negativas” (Assoun, 1984: 201).
ciencia de culpa a la tensión entre el superyo que se ha vuelto Freud también recurre a esto conectado a un plano ontofiloge-
severo y el yo que le está sometido. Se hace notable las correla- nético tomado de una hipótesis neodarwiniana. En éste punto,
ciones que encontramos en lo que Nietzsche trabaja respecto a afirma el sentimiento de culpa de la humanidad desciende del
la génesis de la mala conciencia y Freud en relación al super-yo. complejo de Edipo y lo liga al parricidio perpetuado por la unión
En dicho texto, Freud también sitúa que hay una agresión en el entre los hermanos. De ésta manera, el sentimiento de culpa
individuo que pugna por salir hacia el exterior, y que luego es es resultado de la ambivalencia frente al padre que significa la
introyectada. Para el pensador vienés se genera una relación dialéctica entre Eros y Tanatos. Para Freud, es el sentimiento de
de equivalencia entre el propósito y la ejecución de obrar mal culpa edificado sobre la institución cultural lo que hace triunfar
debido a que no hay una capacidad originaria que permita dis- –no siempre- la unión que liga a los miembros de la comunidad
tinguir el bien y el mal. Dicha equivalencia entre el propósito y el pero que siempre es amenazada por un deudor frente a ella,
actuar, según Freud, solo puede darse en la medida en que hay por alguien que rompe el contrato. Como se dijo, el super-yo
una autoridad externa. Esto tiene su razón en el desvalimiento instaura una equivalencia entre el propósito y la mala acción: en
humano. Es decir que se relaciona con el otro como agente de el parricidio originario la acción se llevó a cabo.
la cultura. Lo malo en un principio para Freud es aquello frente El sentimiento de culpa tiene un anclaje que si bien excede el
a lo cual uno es amenazado por la pérdida de amor y el castigo. ámbito de la religión, se ve reforzado por ella. Dicho sentimiento
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no es desconocido para las religiones, y busca liberar a la hu- sino de pensar en lo concreto.
manidad de ese pecado, crimen de sangre. Al “tú mismo eres Tanto para el pensador vienés como para el de Sils-María, la
culpable” se agrega el “tú mismo debes ganarte la salvación”. culpa se liga a la idea de filogénesis ligada a la ontogénesis. A
El cristianismo transforma éste problema inmanente de la dia- la cultura se le debe, se le paga con sacrificios. Idea totalmente
léctica entre sujeto y cultura en un más allá trascendente. Freud opuesta a una concepción teleológica: la cultura no apunta a un
concibe al individuo como un microcosmos de lo que sucede en fin. Esto está presente en ambos: no hay progreso ni desarrollo
un orden universal, en el kosmos. La lucha entre pulsión de vida cultural.
y de muerte que sucede en el ordenamiento cultural también
se forja dentro del individuo, ésta es la tesis ontofilogenética. BIBLIOGRAFÍA
Pero es allí donde se establece el conflicto: el fin de la cultura, Assoun, P.L. (1984). Freud y Nietzsche. México D.F: Fondo de cultura
que es ligar libidinalmente a los individuos, lucha con el fin del económica.
individuo regido por el principio de placer que tiende a la sa- Drivet, L. (2015). Freud como lector de Nietzsche. La influencia de
tisfacción pulsional. De éste modo el sentimiento inconciente Nietzsche en la obra de Freud. Revista Civilizar Ciencias Sociales y
de culpa para Freud tiene un estatuto ontológico debido a que Humanas, 15, 197- 214.
es consecuencia de la inscripción en la cultura del sujeto cuyo Drivet, L. (2016). Nietzsche, ¿el primer psicoanalista? Anacronismo e
fundamento es la renuncia de lo pulsional. La analogía realiza- Irrupción, 6, 251-287.
da por Freud entre lo que sucede en la cultura reproducido en Freud, S. (1979). El malestar en la cultura. T XXI. En Obras Completas.
el individuo lo lleva a postular que también existe un super-yo Buenos aires: Amorrortu.
cultural. No parece casual que aquí hable de grandes personali- Freud, S. (1980). Tótem y tabú. T XIII. En Obras Completas. Buenos ai-
dades de la historia en la influencia del desarrollo de éste super- res: Amorrortu.
yo cultural y tome, precisamente, a Jesucristo como referencia. Kant, I. (2004). ¿Qué es ilustración? Y otros conceptos de ética, política
Freud va del plano individual al plano cultural: la tradición ju- y filosofía de la historia. Madrid: Alianza.
deocristiana en la génesis de la conciencia moral y el super-yo Kant, I. (2012). Fundamentación de la metafísica de las costumbres.
que se reproduce en el individuo no es algo que para Freud Buenos aires: Las cuarenta.
pase inadvertido. Así, en el super-yo priman los mandamientos Nietzsche, F. (1997). Mas allá del bien y del mal. Madrid: Alianza.
y las prohibiciones. Lo constituyen, dicho nietzscheanamente, Nietzsche, F. (1997). Así habló Zaratustra. Madrid: Alianza.
fuerzas activas y reactivas. Aquello que el sujeto querría afirmar Nietzsche, F. (1997). La genealogía de la moral. Madrid: Alianza.
–su satisfacción pulsional- y la renuncia. Ser como el padre y Nietzsche, F. (1998). Ecce Homo. Madrid: Alianza.
no poder ser él. El mandamiento de la cultura que más efectos
ha tenido proviene del cristianismo: “ama a tu prójimo como a ti
mismo”. Éste mandamiento se ha impuesto frente a la agresión
propia del sujeto que querría obtener la dicha a través de la
satisfacción libidinosa.
La deuda, implica una contradicción: entre más se renuncia, más
se exige. Según la interpretación nietzscheana “la deuda supre-
ma se localiza en Dios, supremo acreedor, que asume la deuda
globalmente” (Assoun, 1984: 199). Es a través de la figura de
Jesucristo, verdadero Hombre y verdadero Dios, que conecta el
plano trascendente e inmanente: Dios se ofrece a sí mismo, se
sacrifica para salvar al hombre del pecado originario: “el acree-
dor ofreciéndose a su deudor por amor” (Assoun, 1984: 200).
CONCLUSIÓN
A través del análisis de los conceptos y el camino emprendido
tanto por Nietzsche como por Freud, se pudo ver que llegaron
a resultados que son similares. Se intentó trazar un recorrido
conceptual e histórico en el entrecruzamiento para dar cuenta
de los ecos entre los autores. Para Nietzsche, un aspecto princi-
pal es cuál es el valor que tiene este juicio moral, es decir, qué
modalidades de vida sostiene, cómo se puede pensar la culpa
genealógicamente, cuál ha sido la influencia del cristianismo en
éste concepto. No se trata sólo de especulaciones metafísicas
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que preceden y acompañan el momento preliminar de la cons- experiencia, como condición de posibilidad para el estableci-
trucción de la pregunta de investigación. Esta tarea investigativa miento de vínculos entre objetos y hechos. El segundo de estos
nace de la necesidad de caracterizar, para el enriquecimiento de planos, las condiciones epistemológicas, alude al modo en que
la práctica docente, un “saber-hacer” posible en el pasaje por la pueden conocerse dichos objetos, lo cual puede ser traducido
fase sincrética (Ynoub, 2015). en operaciones que permitan intervenir, transformar y predecir
la experiencia.
Los problemas en el campo de la investigación En segunda instancia, en relación al nivel meso, una teoría
Samaja (1999), a partir de reflexionar sobre las formas de valida- puede definirse como un subsistema de elementos del modelo
ción científica, esboza una concepción metodológica ternaria en en el cual se inscribe. Elaborar una teoría supondrá entonces,
la que las teorías y los datos científicos, son siempre precedidos seleccionar algunos atributos derivados del modelo asumido y
por modelos. Sin embargo, aclara que las relaciones entre los postular algún tipo de vínculo entre ellos. En este orden, cada
modelos y las teorías, por un lado, y los modelos y los datos, por elemento asume el carácter de concepto al ser definido y pues-
otro, no son equivalentes. En el primer caso, se trata de relacio- to en relación con los demás elementos que forman parte del
nes directas, es decir, la teoría deriva del modelo que la precede. subsistema. Así, cada noción alcanzaría su plena significación
En el segundo caso, se trata de relaciones indirectas, ya que im- en el marco de la puesta en relación con las otras partes cons-
plica la traducción empírica de los componentes conceptuales, y tituyentes de la teoría, siendo evidente que cada teoría asumirá
la operacionalización de las características que interesa indagar los supuestos implícitos (ontológicos, epistemológicos y de re-
en un objeto de estudio particular. De este modo, se asume que gularidad) del modelo en el cual se inscribe.
los elementos de la realidad adquieren su condición de datos en En este trabajo, definimos al problema como una experiencia
tanto existe una comunidad científica que se pregunta por ellos de limitación para la consecución de un fin. De este modo, es
y los considera relevantes. En esta misma línea, resulta posible posible ubicarlo en el nivel micro de la escala, en tanto se pre-
aceptar que los problemas sólo pueden formularse en el marco senta generalmente acompañado por una planificación de una
de supuestos teóricos generales, a partir de los cuales será po- acotada proyección temporal. A partir de la clasificación que
sible derivar nuevos enunciados particulares. realiza Ynoub (2015), y considerando los aportes al tema des-
Para comprender en profundidad el modo en que se vinculan plegados por Samaja (1999), pueden reconocerse tres grandes
estos elementos (modelos, teorías y problemas), debemos co- tipos: problemas de hecho o reales, problemas de conocimiento
menzar por definir cada uno de ellos. Del mismo modo, debe- y problemas de conocimiento científico.
mos diferenciar no sólo sus funciones, sino también el lugar que Los problemas de hecho se definen como aquellas experiencias
cada uno ocupa en las diferentes escalas de desarrollo de la cuyo límite surge de un contexto práctico, e implican un obs-
investigación científica (macro, meso y micro). táculo para el logro de un fin de cualquier tipo (Ynoub, 2015).
En primera instancia, se aborda el papel de los modelos en el De acuerdo con Samaja (1999), este tipo de problemas aparece
nivel macro del desarrollo de las investigaciones científicas. Así, frente a los desequilibrios en el proceso de integración de la
nos situamos en el orden disciplinar, lugar donde se identifica vida social, y permiten identificar dificultades tangibles o mate-
todo el conocimiento humano respecto de una materia especí- riales en el plano de la acción. De modo más específico, puede
fica (Ynoub, 2015). Los modelos se presentan en este estrato afirmarse que los problemas de hecho se definen únicamente a
como aquello que la tradición dialéctica denominó “macro es- partir de su dimensión pragmática. En otras palabras, se definen
quemas de modelización” (Ynoub, 2015, p. 45), es decir estruc- por la existencia de un plano que permite vincular la realidad
turas-estructurantes que actúan como marcos de referencia en material en desequilibrio con la acción concreta, que permitiría
la codificación de la experiencia. Asimismo, un modelo consiste alcanzar su re-equilibración.
en una representación analógica de la realidad dentro de un Los problemas de conocimiento pueden ser definidos como
sistema representacional de elementos que refiere o remite a aquellas experiencias cuyo límite manifiesto se resuelve con
hechos. La función modelizante en el nivel macro proyecta la la búsqueda de información de alcance restringido o particular.
historia del desarrollo de un proceso de investigación científica Son obstáculos que surgen en un contexto de aplicación, pero
a gran escala. De este modo, el horizonte disciplinar compren- encuentran vías de resolución a través del hallazgo o releva-
de las transformaciones epocales de un objeto de estudio, la miento de información pertinente, en relación a sus espacios
memoria discursiva del quehacer científico y las prácticas de temáticos de circulación. En esta línea, puede afirmarse que los
investigación situadas (Ynoub, 2015). problemas de conocimiento se definen a partir de su dimensión
De acuerdo con Ynoub (2015), es posible reconocer en los mo- cognitiva, es decir por la existencia de un plano representacio-
delos dos tipos de supuestos: ontológicos y epistemológicos. El nal que permite volver inteligible la situación problemática para
primero de estos planos hace referencia a lo que hay en el mun- anticipar y revisar posibles soluciones (Ynoub, 2015).
do, y a la forma de concebir aquellos objetos que lo constituyen. No obstante, los problemas de conocimiento implican también
Así, tales compromisos se expresarán como regularidades de una dimensión pragmática, existiendo una relación bidireccional
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entre ésta y la dimensión cognitiva: la dimensión pragmática, en miento científico. Esta dimensión se refiere a la expresión de las
tanto enraizada en el problema de hecho, vincula el problema de teorías y los modelos en los problemas de conocimiento cientí-
conocimiento al contexto práctico. De este modo, la dimensión fico. En otras palabras, implica considerar que existen “ciertas
pragmática se articula a la dimensión cognitiva del problema de creencias acerca del tipo de seres que hay en el mundo y me-
conocimiento, y establece las características de la información diante la cual se interpreta (...) la ontología no es para saber lo
que se obtendrá. que hay, sino para saber lo que una determinada observación o
Dado lo anterior, la dimensión cognitiva del problema de cono- doctrina, nuestra o de otro, dice que hay” (Quine, 1985).
cimiento vuelve sobre su dimensión pragmática, en tanto que Así, esta primera dimensión posibilita la determinación de los
los datos que se derivan pretenden orientar las acciones que supuestos ontológicos y epistemológicos que pueden observarse
deberían ser llevadas a cabo para resolver la situación de des- en las preguntas que se hace el investigador. Se vincula a los de-
equilibrio inicial. Concomitantemente, la dimensión cognitiva safíos que conlleva la adscripción a un modelo para la construc-
reestructura la dimensión pragmática del problema de hecho ción de un problema. La lectura crítica de las macroestructuras
del cual emerge. Así, la dimensión cognitiva proporciona una modelizantes que determinan la práctica del investigador, abre
nueva comprensión del problema de hecho inicial, posibilitando un abanico de posibilidades analíticas. En este sentido, la dimen-
la producción de nueva información que permita la intervención sión ontológica sería una perspectiva transversal, que no se cir-
de la realidad material. cunscribe a ningún fenómeno concreto, más bien permanece en
Finalmente, los problemas de conocimiento científico se carac- un plano de inmanencia que refuerza toda producción científica.
terizan por presentar coherencia teórica y consistencia empírica.
Pueden ser definidos como experiencias cuyo límite surge en el Entre las dimensiones ontológica y cognitiva
contexto de trabajo o reflexión estrictamente científicos (Ynoub, La dimensión cognitiva en los problemas de conocimiento cien-
2015). Esta frontera que encuentra la experiencia consiste en la tífico remite a una vacancia de conocimiento en el marco de una
imposibilidad de comprender un fenómeno de la realidad, cuya disciplina. Más allá de su estructura invariante, al considerarla
resolución implica la construcción de un conocimiento de al- por su contenido específico, la dimensión ontológica determina
cance general. En otras palabras, se trata de experiencias de en tres puntos a la dimensión cognitiva.
limitación que, de modo invariable, remiten a una vacancia de En primer lugar, la dimensión ontológica remite a la matriz de
conocimiento, ya no de un sujeto particular, sino de una comu- conocimiento disponible en la cual puede conceptualizarse una
nidad disciplinar en general. vacancia de conocimiento; en esta carencia se sostendrá la di-
mensión cognitiva del problema de conocimiento científico. En
Ontología del problema: una propuesta transversal otras palabras, la dimensión ontológica evoca aquel fragmento
De acuerdo con lo dicho anteriormente, los problemas de cono- de la realidad material representado por el modelo, y que es
cimiento científico surgen en los espacios de praxis o reflexión pasible de ser problematizado. Una representación de este tipo
científica. Se asume, siguiendo la línea teórica propuesta por puede ser entendida como un modo de concretar los supuestos
Samaja (1999), que los modelos anteceden y posibilitan la for- ontológicos y epistemológicos asumidos.
mulación de preguntas de investigación en los tres niveles de la En segundo lugar, la dimensión ontológica permite anticipar
escala antes nombrada. el tipo de conocimiento pasible de ser obtenido a partir de la
Sin embargo, los problemas de investigación científica, en tanto asunción de un determinado modelo. Es decir, permite ubicar
emergentes pragmático-cognitivos que aparecen en un campo un conjunto de fenómenos no contemplados por el propio mo-
de debate disciplinar concreto, surgirán con mayor nitidez en el delo, pero cuya existencia es asumida (supuestos ontológicos).
orden meso (de los programas de investigación científica). Tal Se trata de “(…) aquellos significados más básicos que están
estadio intermedio se construye como ámbito de concretización implícitos en las palabras y que, por estar tan en la base de su
de los modelos como metáforas o representaciones analógicas sentido, los damos siempre por supuestos y ni se nos ocurre que
de la realidad. Así, el nivel macro (teorías como estructuras-es- puedan ser susceptibles de ser cuestionados” (Samaja, 2001,
tructurantes), se nutre de las transformaciones en los órdenes p. 1). En este sentido, por los vínculos que podrían establecer
que lo integran, por las relaciones dialécticas que los determinan. con otros fenómenos de la realidad (regularidad de experiencia),
En la interfaz entre el orden macro y el meso, ubicamos a las admiten una representación, es decir, permiten su conocimiento
“teorías” como constructos de conocimientos instituidos por (supuesto epistemológico).
una memoria discursiva y pragmática del quehacer científico En tercer lugar, la dimensión ontológica delimita el contenido es-
que las antecede, y una práctica programática situada que las pecífico de una vacancia de conocimiento. En tanto que los mo-
revitaliza. En esta línea, los macromodelos, así como las teorías delos presentan una similaridad estructural con un conjunto de
facilitadoras de la aparición de los problemas de investigación fenómenos representados, los primeros pueden ser manipulados
a nivel meso, pueden ser considerados instancias superadoras para obtener información implícita contenida en ellos (Peirce,
que inauguran la dimensión ontológica del problema de conoci- 1868). En otras palabras, la experimentación con los modelos
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permite visualizar situaciones hipotéticas que permitirían antici- institucional en el que forja su práctica. De este modo, será ne-
par o prever conocimientos no disponibles (Legris, 2015) cesario considerar una dimensión ética en estos problemas, tal
En términos generales, la dimensión ontológica determina las como se analizará en el próximo apartado.
condiciones de posibilidad de la dimensión cognitiva en los pro-
blemas de conocimiento científico. Los modelos constituyen el Ética del problema
punto de partida y de llegada de estos problemas, de modo que En tanto que las investigaciones son producciones humanas,
necesariamente determinarán las características intrínsecas del será indispensable acordar la existencia de la ética como dimen-
conocimiento que se vaya construyendo, así como sus relacio- sión necesaria. De este modo, las decisiones sobre las acciones
nes con los conocimientos preexistentes. que se tomarán al momento de asumir ciertas definiciones con-
ceptuales y realizar el diseño del trabajo de campo, serán tema
Entre las dimensiones ontológica y pragmática de interés para la regulación de la práctica científica.
La dimensión pragmática presente en el problema de conoci- Las investigaciones de carácter científico parecen respetar
miento científico permite anticipar posibles estrategias de pro- esencialmente tres aspectos éticos: la no maleficencia, la auto-
ducción de conocimientos de alcance general. En este sentido, nomía y la justicia. Estos son considerados los pilares que deben
puede afirmarse que esta dimensión constituye el punto de in- guiar la elección del tema, y la ideación del problema a inves-
tersección de una tangente práctica con el plano representacio- tigar. Así, el proceso abocado al desarrollo de las tareas, tendrá
nal de los problemas. en cuenta aspectos como: el examen de perjuicios, la protección
Evidentemente, existe un estrecho vínculo entre las dimensio- de los sujetos que se incluirán en el estudio, el respeto que
nes cognitiva y pragmática en los problemas de conocimien- acompaña las decisiones que cada participante tomará a lo lar-
to científico. Como se expuso con anterioridad, la primera de go de lo que dure la investigación y, finalmente, el respeto por la
estas dimensiones determinará las características intrínsecas diversidad local (Rovaletti, 2006).
del conocimiento que deba ser producido, y la segunda especi- La delimitación conceptual de la dimensión ética, abre dos ca-
ficará las características extrínsecas, es decir, sus condiciones minos reflexivos posibles en el campo de la investigación. Por
de producción. un lado, la ética como parte del contexto del proceso de in-
De acuerdo con Ynoub (2015), la estrategia empírica para la vestigación, producto de una construcción socio-histórica que
producción de conocimientos estará determinada por “el modo delimita las condiciones de la investigación. Por el otro, la ética
en que sean planteados los problemas y el enfoque desde el como dimensión en el problema de investigación, asociada a
cual se elaboran las hipótesis o conjeturas” (p. 102). En otras la dimensión ontológica por los compromisos epistemológicos
palabras, las posibles estrategias de producción de conocimien- implícitos en el modelo.
tos se encuentran determinadas por los modelos asumidos, ubi- En esta línea, Richaud (2007), señala que “el saber realizar
cándose en el entrecruzamiento entre la dimensión cognitiva y investigación en una forma ética conduce a la habilidad para
ontológica del problema de conocimiento científico. obtener resultados válidos, la cooperación necesaria de los par-
En el nivel de los modelos, se delimita el campo de la canoni- ticipantes y el apoyo social necesario para sustentar la ciencia”
cidad científica, y se establecen los criterios que guiarán una (p. 6). Desde esta perspectiva, la dimensión ética determinaría
praxis estrictamente científica. Asimismo, en el nivel de las teo- las condiciones de posibilidad de la práctica científica en las
rías y las tradiciones de investigación, en tanto abocadas a la sociedades civiles que se rigen por un conocimiento operatorio
construcción y sistematización de conocimientos científicos es- (Samaja, 2003).
pecíficos, se restringen aún más las prácticas de construcción
de conocimiento. De este modo, en dicha restricción aparecerán Entre las dimensiones ética, pragmática y cognitiva
vehiculizados los supuestos epistemológicos asumidos en el A partir de los desarrollos del apartado anterior, se insiste en
modelo y materializados en las tradiciones en las que se inscri- la idea de que todo obstáculo presente en la realización de una
be el problema de conocimiento científico. tarea requiere de una acción para su solución (problema de
Es importante señalar que las estrategias de producción de co- hecho). Sin embargo, esto impedimentos no sólo son de orden
nocimiento (definiciones conceptuales, planificación y diseño pragmático, sino que también responden a una dimensión cog-
empírico) y el objeto de estudio se afectan de manera recíproca nitiva, en tanto requieran la re-configuración de ciertos datos
en el proceso de investigación científica. Existen relaciones de para comprender las características de un objeto o fenómeno
mutua determinación entre ellos, a tal punto que podemos afir- (problema de conocimiento).
mar que sería imposible concebir una praxis sin un objeto sobre Vale destacar que la dimensión ética, desde la misma formula-
el que se realice, ni un objeto sin una praxis que lo defina como ción del problema, anticipa las acciones que realizará el inves-
tal. Esa acción comprende la toma de decisiones por parte del tigador. Esto no supone sólo una suerte de planificación meto-
sujeto investigador, en tanto se ve determinado por las condi- dológica o de diseño empírico de las muestras. Por el contrario,
ciones de posibilidad de la época, y el contexto sociohistórico- instaura las primeras formalizaciones que adoptará la unidad
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problemáticas sociales desde marcos teóricos propios según los aquí abajo una figura que sintetiza algunas características y
contextos en los que se construyen conocimientos de manera diferencias fundamentales entre los dos Ejes mencionados an-
colectiva. A modo de intento de apertura epistémica, elaboro teriormente (Eje Tecnocrático; Eje Crítico).
FIGURA
EJE TRADICIONAL / TECNOCRÁTICO EJE CRÍTICO (“Nuevo paradigma”)
Racionalidad tecnocrático-pragmática: confianza plena en el desarrollo Construcción de pensamiento crítico frente a la modernidad y el liberalismo.
tecnológico y el progreso social (modernidad). Consideración predominante Reconoce y asume la relación entre realidad (contextos), sujetos y conoci-
de la dimensión técnica del saber. miento. Inclusión de diversas dimensiones del saber (dimensiones política,
ética, teórica, y técnica del saber, entre otras a reconocer).
Certidumbre en el conocimiento de la realidad. El conocimiento en tanto El conocimiento en tanto construcción social. Los saberes no son fijos,
representación de la “cosa” – tienen un alcance parcial, y dependen de los contextos de producción de
Modelos (de explicación) determinístico- causales. Pensamiento simplificador. conocimiento y de los posicionamientos ético-político-teóricos de quienes
El conocimiento científico sería el único válido. Cientificismo. co- construyen (conocimientos). Se trabaja con conocimientos científicos y
Tendencia a una visión universalista y a un abordaje unidimensional de la no científicos. Pensamiento Complejo (Morin)
realidad. Funcionalismo. *Determinantes múltiples en el proceso
de salud/enfermedad/cuidado/atención.
Pensamiento lineal – formalización lógica y matemática sin lugar para las Pensamiento No lineal (discontinuidad). Enfoques inter/transdisciplinarios.
contradicciones, la incertidumbre y las ambigüedades. Percepción ahistórica Teoría de los conjuntos borrosos /
dela realidad. Lógica de los límites borrosos (Bart Kosko). Teoría del Actor-Red (Latour).
Positivismo en salud. formas y puntos álgidos según épocas en que la sociedad civil
Y contrapropuestas epistémico-críticas (no sólo en América Latina y el Caribe) vendría incorporando en
El positivismo de Comte (1984) considera que sólo puede ser los procesos del vivir algunas lógicas y valores de los discursos
conocido aquello que se aborde con el método de las ciencias de la psiquiatría biologicista.
naturales: de este modo, se aplica el método de las ciencias En cambio, desde el Eje Crítico en salud mental se torna funda-
naturales para poder explicar y procurar predecir los fenómenos mental no sólo reconocer la aún vigente fuerza dominante del
sociales. Para Comte (1984), son necesarios los hechos y la ob- positivismo en la medicina mental (y en la medicina en general)
servación de los mismos para un conocimiento “verdadero”, a sino también realizar aportes posibles en tanto propuesta para
la vez que no sólo refiere a un modo particular de comprender el recuperar y/o fortalecer un enfoque integrador del ser humano
conocimiento sino que prescribe los principios y el método para desde una necesidad de comprensión. Para esto será funda-
asentar las bases de legitimidad del conocimiento científico y mental el trabajo inter/transdisciplinario, ya que la fragmenta-
así considerar lo único que sería “válido”. ción en disciplinas aisladas responde a una visión y organiza-
A su vez, el positivismo supo enraizar en el Eje Tecnocrático ción positivista del conocimiento.
(ver Figura en pág. 3), a la vez que aportar su propia visión de Desde un Eje Crítico, la salud mental no se rige por una sola dis-
mundo, imponiendo interpretaciones determinístico-causales, ciplina en particular ni por las disciplinas comprendidas como
inherentes a un pensamiento lineal. Las prácticas y discursos fronteras rígidas y cerradas, sino que se trata más bien de un
en la psiquiatría clásica de corte biologicista se sustentan en abordaje desde prácticas y saberes transdisciplinarios (Galende,
el positivismo de A. Comte, no refiriéndome sólo a las prácti- 2015). Cabe destacar que la salud mental implica un quiebre
cas dentro de las instituciones psiquiátricas, sino también a una epistémico respecto de raíces positivistas, de las explicaciones
psiquiatrización de la vida y a una clasificación de los compor- lineales/causalistas, y de las lógicas manicomiales, para abrir
tamientos considerados desviados, siendo una forma de control paso hacia las ciencias sociopolíticas, hacia otros saberes/prác-
social. De este modo, la medicina mental se envuelve de positi- ticas y a la investigación social (Galende, 2008).
vismo y desde sus prácticas y discursos contribuye a un proceso Por otro lado, respecto a la psiquiatría biologicista -influida por
general de normalización de cuerpos. En un trabajo posterior a el positivismo-, la misma desconoce que lo objetivo y la objeti-
éste podré dedicarme a desarrollar perspectivas críticas frente vidad son una construcción social (Galende, 2008) y que por ello
a algunos procesos de normalización de cuerpos que opera en el conocimiento depende de los contextos de construcción de
la mayoría de las sociedades. conocimientos y de los posicionamientos de los actores intervi-
Además, así como los procesos de salud/enfermedad/cuidado nientes en esos procesos, tal como se menciona en el Eje Crítico
no son un asunto exclusivo del Sector Salud, considero que sería en la Figura elaborada para este trabajo. También, expresar que
importante poder indagar a partir de una perspectiva crítica las existen debates en psiquiatría entre posicionamientos objeti-
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vistas y subjetivistas, aunque ambos están encerrados en una de cómo el binarismo ha operado en las formas de construir y
teoría positivista de causalidad (Galende, 2012). Lo que resalto, responder al conocimiento, aunque “nadie ha podido ofrecer la
y en sintonía con lo abordado anteriormente en este trabajo, es verdad pura con respecto al universo” (Kosko, 2010).
que los objetivistas se apoyaban en el “sujeto objetivo” de Des- Asimismo, desde hace largo tiempo el binarismo también viene
cartes (Galende, 2012) y, a su vez, posteriormente adhirieron al siendo cuestionado por quienes reconocen que dicho binarismo
positivismo médico a través del pensamiento de Augusto Comte hace parte en una percepción heteronormativista acerca de las
(Galende, 2012). De este modo, y según lo trabajado en la Figu- relaciones interpersonales, percepción propia de una sociedad
ra que propongo en este trabajo, desde el Eje clásico/Tecnocrá- machista, presente en la actualidad.
tico el mundo es representación, a la vez que el conocimiento
es analítico: es decir que se descomponen los fenómenos de la Palabras finales
realidad para conocer el mundo a partir de sus pequeñas partes. En este trabajo propuse indagar en cómo ciertas formas de pen-
En otro orden de ideas, me interrogo acerca de saberes que samiento que marcaron modos de construcción de conocimien-
puedan aportar a una epistemología crítica en la investigación to durante épocas duraderas continúan vigentes en la actuali-
cualitativa y la construcción social del conocimiento. Existen dad, aunque ya no gocen de certeza y legitimidad impenetrable.
algunas perspectivas en el marco de las pedagogías críticas A su vez, propuse comprender ésas formas de pensamiento
que pueden ser consideradas como aportes posibles. Referir en el marco de un Eje Tecnocrático, a la vez que reconocer la
a pedagogías críticas precisa de la aclaración de que éstas existencia de una epistemología crítica (“Nuevo paradigma”)
abarcan una pluralidad de saberes y heterogeneidad de posi- en la estructuración de conocimientos situados, con marcos
cionamientos, focalizando, según los autores, en diversas re- epistemológico-políticos desde los cuales reconocer los diver-
ferencias geopolíticas, problemáticas, y asuntos. En general, sos posicionamientos de los actores intervinientes en los proce-
las pedagogías críticas pretenden incorporar marcos éticos y sos colectivos de construcción y enunciación de conocimientos,
epistemológico-teórico críticos para reflexionar sobre las rela- que identifican el alcance parcial de los saberes e incorporan la
ciones de poder y las relaciones opresivas que nos atraviesan, a dimensión subjetiva de quienes investigan como parte intervi-
la vez que fomentar prácticas que puedan ser aportes posibles niente en los procesos de investigación.
a la construcción de pensamiento crítico frente a procesos de Además, a partir de los Ejes abordados en este trabajo, se
dominación. trata de asumir o fortalecer un posicionamiento y continuar en
Henry Giroux (2003) –uno de los intelectuales más importantes la formación en tanto trabajador de la salud, e indagar en los
de la pedagogía crítica– expone que el supuesto fundamental procesos de salud/enfermedad/cuidado en relación a la es-
del que se sirve la cultura del positivismo es la noción de obje- tructura social.
tividad, para racionalizar su posición sobre la teoría y el cono- También, explicitar que el Eje Tecnocrático y el Eje Crítico no
cimiento y, a su vez, que dicha objetividad, para la racionalidad deberían ser pensados en tanto “no legítimo” o “legítimo”
positivista, consiste en el apartamiento de los valores tanto del (“malo” o “bueno”) respectivamente, no sólo porque no suscri-
conocimiento como de la indagación metodológica (2003). Sin bo al binarismo, sino porque el Eje Crítico, aún en construcción,
enunciar palabra respecto a su propia ideología la racionali- pudo erigirse a partir de la existencia de un Eje Tecnocrático.
dad positivista no ofrece ideas conceptuales que nos expliquen Sin embargo, esto no debería omitir el reconocimiento de que
cómo la opresión puede disfrazarse en el lenguaje y las expe- desde ciertos grandes marcos referenciales existieron y existen
riencias de la vida cotidiana (Giroux, 2003). personas concretas e instituciones que se autoproclaman como
A su vez, la mencionada racionalidad positivista debilita y des- las únicas válidas y, que desde allí, se niegan y expulsan a seres
truye “el valor de la historia y la importancia de la conciencia humanos y a otros saberes que no se adapten al pensamiento
histórica”, favorece una visión antidialéctica y unidimensional dominante de esos tiempos.
del mundo, a la vez que separa el ?hecho? de su contexto so-
ciohistórico (Giroux, 2003). (Henry Giroux, con el término ´hecho´ BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA
alude a las cuestiones que atañen a la comprobabilidad empíri- AAVV (2015). Pedagogías críticas en América Latina. Buenos Aires: No-
ca desde el positivismo). vedades Educativas.
Por otra parte, en el Eje Crítico que se halla en la ya mencionada Almeida-Filho, N. (2006). “Complejidad y Transdisciplinariedad en el
Figura también he incluido los aportes de la teoría de los conjun- Campo de la Salud Colectiva: Evaluación de Conceptos y Aplicacio-
tos borrosos para una epistemología crítica, ya que la lógica de nes”. En Salud colectiva, vol. 2, núm. 2, 123-146. Disponible en línea:
los límites borrosos acaba con el binarismo y las exigencias de http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1851-
certidumbre (Kosko, 2010) que impone el Eje Tecnocrático. Para 82652006000200003
Bart Kosko, el lenguaje formal de la ciencia moderna remite a CIENCIA HOY. Revista de divulgación científica y tecnológica de la Aso-
pensar en términos de blanco y negro desde una lógica bina- ciación Civil Ciencia Hoy. “Neurociencias”. Volumen 26, número
ria (que se traduce en blanco o negro), y problematiza acerca 151. Septiembre- octubre 2016. Ciudad de Buenos Aires.
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RESUMEN this series of lessons with the aim of being able to express, in
Las siguientes líneas tienen por objetivo convertirse en una pe- the clearest way, this particular way of looking at the German
queña vía de acceso al problema del conocimiento planteado thinker to achieve access, finally, to the things themselves ( zu
por E. Husserl en Die Idee des Phänomenologie (La idea de fe- den Sachen selbst).
nomenología. A su vez, vale aclarar que sí bien nuestra inten-
ción es abordar y relevar el fenómeno del conocimiento en la Key words
fenomenología, no por ello podremos dejar de lado una revisión Inmanence - Trascendence - Giftness - Phenomenology
del estatus de inmanencia, trascendencia y don(ación). Claro es,
que estas cuestiones en la propuesta de Husserl no son aspec- I
tos menores si hablamos de la empresa del conocimiento en Husserl inicia su serie de lecciones sobre fenomenología con un
el ámbito de la fenomenología. Ya que creemos, son el telón diagnóstico y balancetanto de lasciencias como del espíritude
de fondo donde se juega el éxito o fracaso de la propuesta del su tiempo. Tempranamente, el pensador alemánrefina su mirada
pensador alemán. Entonces, por lo dicho hasta aquí es que in- hacia lo que identifica como actitud espiritual natural.Nuestro
tentaremos acercarnos a esta serie de lecciones con el objetivo pensador sugiere que tal actitud, por un lado, considera que el
de poder expresar, de la forma más clara, esta particular forma mundo que existe y que la conciencia experimenta se encuentra
de mirar propuesta por el pensador alemán para lograr acceder, fuera e independiente de ella. Por otro lado, el filosofo agrega
finalmente, a las cosas mismas (zu den Sachen selbst). que tal condición no parece interesarse por problematizar o bien
inquirir sobre la genesis del conocimiento. Si observamos bien,
Palabras clave estas características parecen descansar, de forma apresurada,
Inmanencia - Trascendencia - Oferencia - Fenomenología en la alta estima de las percepciones sensibles a las que se
considera como hechos dados.
ABSTRACT Claro es, que podríamos encontrarnos tentados de asociar la
THE IDEA OF THE PHENOMENOLOGY: E. HUSSERL AND THE PRO- actitud natural solo con el llamado sentido común, pero no es el
BLEM OF KNOWLEDGE. CONSIDERATIONS ABOUT THE TRASCEN- caso. La descripción que realiza Husserl sobre el espíritu natu-
DENCE, INMANENCE AND GIFTNESS ral, si bien abarca al sentido común, tambiénintegra tanto a las
The following lines aim to become a small access road to the ciencias positivas como a su eco, elpsicologismo.
knowledge problem raised by E. Husserl in Die Idee des Phäno- Hablar del positivismo, es hablar de una corriente de conoci-
menologie (The idea of the phenomenology). Being more spe- miento que intenta presentarse como alternativa a la propuesta
cific, the problem we will try to address will be the conflicting metafísica. Rotulado de ese modo por A. Comte, y deudor del
relationship between the object, knowledge and the condition aporte empirista, el positivismo ha propugnado por la insta-
of possibility of the latter. At the same time, it is worth clari- lación de un único punto de partida metodológico universal y
fying that although our intention is to address and survey the válido para la producción de conocimiento fidedigno y objeti-
phenomenon of knowledge in phenomenology, we can not leave vo. Quizá, la característica más importante a resaltar de esta
aside a revision of the status of immanence, transcendence and perspectiva epistemológica, sea su obstinación por el punto de
gift. Of course, these issues in Husserl’s proposal are not minor partida signado por hechos sensibles cribados por una lógica
aspects if we talk about the knowledge company in the field de carácter inductiva. Es interesante resaltar que tal disposición
of phenomenology. As we believe, are the backdrop where the del espíritu bien puede ser expresadapor la conocida frase: los
success or failure of the proposal of the German thinker is pla- hechos hablan por sí solos.Pero nos preguntamos ¿demarcar la
yed. So, what has been said so far is that we will try to approach experiencia al campo delo sensible como geografía valida no
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implica una amplia reducción de la experienciamisma? Volve- ente desde el lugar del mismo, sino que se lo traslada o se im-
remos sobre esto. prime un supuesto teorético.
Nuestro filósofo resalta que tal modalidad del conocimiento, como Con lo dicho hasta aquí, el atento lector, habrá destacado tem-
dijimos, parece sustentarse y contentarse en la percepción. Sobre pranamente que el problema que se encuentra en escena: es el
esto último y ampliando la descripción, Husserl afirma que “En dicotomía: inmanencia y trascendencia. En la actitud natural, se
la percepción, la cosa percibida pasa por estar dada inmediata- consideraque la inmanencia atañe al ámbito de la conciencia,
mente. Ahí, ante los mismos ojos que la perciben, se alza la cosa; al interior. Mientras que, por su parte, la trascendencia tendría
la veo, la palpo. Pero la percepción es meramente vivencia de mi que ver con lo exterior a la misma. Así entonces, de momento,
sujeto, del sujeto que percibe”. (Husserl, 1982, p20). podríamos considerar queel problema que asediará a la razón
A su vez,las palabras de Husserl parecen indicarel aspecto re- será el de la relación entre las esferas. Es decir ¿Cómo la con-
lativo del darse del hecho a la conciencia, claro que, enten- ciencia puede traducir los objetos que están fuera de ella? ¿Será
dida desde un psicologismo deudor del influjo positivista. El la traducción solo un fenómeno psíquico? Quizá, y después de
psicologismo considera que el conocimiento se da por medio todo, podríamos señalar que los hechosno parecen ser tan evi-
de hechos psíquicos. Siendo así, estaríamos tentados de decir dentes y menos aún de fácil acceso. Por tal motivo, podríamos
que tanto las valoraciones, los juicios, las leyes lógicas depen- decir que Husserl considerará impotente la empresa de la acti-
den de un determinado sujeto psicológico, cuestión que indica- tud natural al no poder distinguir entre un acto psíquico y lo que
ría una posición poco objetiva y alejada de lo que pretende el él denomina como fenómeno puro.
empirismo y el positivismo. Ahora bien, conviene aclarar que, Husserl considerará a la Fenomenología-filosofía primera- como
si bien la crítica al psicologismo realizada por Husserl es efec- la textura pertinente para re-plantear el problema del conoci-
tiva, tal critica solo atañe un cierto psicologismo. Puesto que, miento de las cosas mismas. Husserl (1982) sugería que:
la fenomenología también se las ve con una suerte de hecho La filosofía, […] se encuentra, frente a todo conocimiento natu-
psíquico.La cuestión en este punto apunta a la diferencia que ral, en una dimensión nueva, y esta nueva dimensión, por más
parece jugarse en la dimensión y estatuto de la conciencia. que tenga […] conexiones esenciales con las dimensiones anti-
Husserl (1982) asegura que: guas, le corresponde un método nuevo (nuevo desde su funda-
A todo fenómeno psíquico corresponde, pues, por la vía de la mento mismo), que se contrapone al método <> (p36).
reducción fenomenológica, un fenómeno puro, que exhibe su
esencia inmanente (singularmente tomada) como dato absoluto. II
Toda posición de una <>, no contenida en el fenómeno aunque Ahora bien, si la filosofía debe trazar el nuevo camino para el de-
mentada en él y, al tiempo, no dada en el segundo sentido, esta sarrollo de las ciencias deberá asumir la actitud Fenomenológica,
desconectada, o sea, suspendida. Si hay posibilidad de convertir en tanto que ciencia definitiva dirigida al ser en sentido absoluto.
en objetos de investigación tales fenómenos puros, es evidente Dimensionada de esta forma, la perspectiva fenomenológica co-
que no estamos entonces ya en la psicología (esta ciencia natu- menzarápor plantear su método alternativo al naturalismo.
ral que objetiva trascendentalmente(p55). El método propuesto por Husserl llevará el nombre de?p???
(epojé). Ahora ¿Qué entiende Husserl por epojé? En principio
Entonces,a partir de crítica al positivismo y al psicologismo, diremos que la epojé se presenta como aquella bisagra entre
nuestro autor parece desbaratar las pretensiones del paradigma la actividad propia del espíritu natural y esta ciencia de los fe-
epistemológico que ha intentado auto-determinarse como único nómenos puros. La epojé es una reducción gnoseológica que
punto de partida valido para toda aquella actividad que se quiera poneentre paréntesisdel fenómeno natural.Es decir, se produce
arrogar el nombre de ciencia. una suspensión radical del juicio de manera que se desplazan-
En este punto, sería interesante preguntarnos ¿Qué pasaría si tanto las certezas teoréticas como las de sentido común. Hus-
en la investigación del campo social se utilizara el marco epis- serl (1982)asegura que:
temológico de las Ciencias Naturales? Al extrapolar tal método La ?p??? que ha de practicar la crítica del conocimiento no pue-
se correría el riesgo de trocar el lugar y el estatuto del objeto de de tener el sentido de que la crítica no solo comience por, sino
estudio social en pos del objeto de estudio natural, produciendo que se quede en poner en cuestión todos los conocimientos […]
así, una pérdida del objeto social y una investigación en el mejor y no dejar en vigencia dato alguno(pp37-38).
de los casos ingenua.
Aún más, como ya hemos insinuado, el espíritu natural lejos de En esas líneas Husserl deja claro que no sugiere un rechazodel
ganar la codiciada objetividad se diluye en una reducción de la hecho o el mundo, ni promueve la afirmación o negación de los
experiencia, en un relativismo y, sobre todo, en una desconexión pre-juicios sobre el mundo natural. Más bien, el filósofo alemán
entre los hechos y las vivencias. Pero sobre todo, es menester propone retomar el gesto de la duda cartesiana, en un movi-
señalar que el costo de tal postura se encuentra en la violencia miento de la filosofía que logra poner en suspenso todo aquello
que se manifiesta sobre el ente, dado que, nunca se piensa al que se cree tener por cierto. Es interesante resaltar que la re-
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ducción eidética o gnoseológica ha reconducido al fenómeno <>; y, a un tiempo, está dado en el sentido del absoluto darse
natural a su esencia, a lo invariable. ello mismo de algo visto puramente”.(Husserl, 1982, p54). El
Ahora, si gran parte de la mirada natural ha quedado suspendi- resto del que nos habla Husserl, queda por demás claro,no está
da ¿Qué pasa con el hecho psíquico? ¿No se correría el riesgo en el exterior, y por tal, no pertenece a la esfera trascendente
de caer en un nuevo psicologismo? Nuestro pensadoravanzará (en sentido tradicional). Sino más bien, que este residuo, se da
un paso más al plantear una nueva reducción capaz de un ver en un más acá al que bien podríamos identificar con el nom-
trascendental. Husserl (1982) afirma que: bre de Yo trascendental[i]. El darse de este residuo acontece
Solo por medio de una reducción –a la que vamos también a en el campo de la intencionalidad que tiene por sentido ser el
llamar ya reducción fenomenológica- obtengo un dato absoluto, horizonte por el cual los fenómenos puros se dan y pueden ser
que ya no ofrece nada de trascendencia. Si pongo en cuestión el descriptos tal como se dan.
yo, el mundo y la vivencia del yo como tal, entonces la reflexión Aún más, resaltando la cuestión de la temporalidad, diremos
simplemente intuitiva vuelta sobre lo dado en la apercepción de que el don al que hacemos referenciase encuentra colmadopor
la vivencia de que se trate, sobre mi yo, da el fenómeno de esta las retenciones de vivencias pasadas, al tiempo que, es habitado
apercepción (p55). por un porvenir (protensión).
Dicho lo anterior, bien podríamos intentar decir que la intuición
Como vemos, tanto la epojé como la reducción fenomenológi- del fenómeno puro, de la cosa misma, podría seguir siendo en
ca–en tanto superación de la actitud natural-serán los pasos realidad una representación psíquica y subjetiva del objeto exte-
ineludiblespara intentar posicionarse frente a las cosas mismas, rior a la conciencia misma. Pero, como sostuvimos líneas atrás,
las esencias. tal propuesta no sería justa, puesto que,luego de la reducción
Claro que en este punto, bien vale la pregunta ¿Qué implica fenomenológica:
exactamente encontrarse frente a las cosas mismas? Si recor- Para nosotros, naturalmente, no se trata de, por una parte, jui-
damos lo dicho por Husserl (1982) sobre la epojé y sobre todo: cios solo subjetivamente validos que están limitados en su vali-
[…] si no nos es licito aceptar, como ya dado ningún ser, porque dez al sujeto empírico, y por otra juicios objetivamente válidos,
la oscuridad gnoseológica trae consigo que no comprendamos a saber, válidos para todo sujeto en general; pues hemos desco-
que sentido puede tener un ser que sea en sí y que, sin embar- nectado al sujeto empírico (Husserl, 1982, p59-60).
go, sea conocido en el conocimiento, entonces tiene que poder
mostrarse un ser que tengamos que reconocer como dado ab- De modo explícito, debemos afirmar que la reducción fenome-
solutamente y como indudable (p38). nológica suspende el sentido tradicional del binarismo inmanen-
cia/trascendencia. Por otra parte debería considerarse la idea de
Es decir, que la reducción fenomenológica no atañe, como diji- que la inmanencia tiene como característica ser una vivencia
mos, a una desaparición del objeto, del mundo, de los otros, de intencional. La vivencia intencional expresa la idea de que “Las
las ciencias etc. sino más bien, tendremos que decir que nos vivencias cognoscitivas […] tienen una intentio; mientan algo:
encontramos en un nuevo posicionamiento en (con) el mundo se refieren, de uno u otro modo, a un objeto”. (Husserl, 1982,
no objetual sino fenoménico. p67). Lo dicho tendría por propósito señalar que el supuesto
Pues entonces, si hablamos de una fenomenología que se in- objeto “exterior” a la conciencia remite al fenómeno eidético,a
tenta dirigir a las cosas mismas, son los fenómenos puros, es la vivencia como tal; que, a diferencia del mundo, no puede ser
decir, sentidos, significaciones que sostienen todo hecho.Por puesta en duda.
añadidura,queremos resaltar que todos los fenómenos puroslo Entonces, luego de analizar la epojé y la reducción fenomeno-
son solo para una conciencia liberada de la actitud natural. lógica podemos considerar que los objetos se encuentran en el
Liberados del espíritu natural, podemos patentizar ese puro fluir caudal, o mejor dicho, en la corriente de las cogitaciones siem-
del ego en donde las vivencias colman y actúan como horizonte pre significativas.Así descripta, esta intencionalidad, siempre
de los fenómenos puros. Así pues, diremos –teniendo en cuenta será intencionalidadde algo algo. Es menester sugerir que lo
la intencionalidad de la conciencia- que el preciado ser abso- dicho no debe ser comprendido como una característica de la
luto, la cosa misma no se da de modo indubitable en lo exterior conciencia sino que la intencionalidad es la conciencia trascen-
de la conciencia, sino en el torrente heraclíteo de la misma. Ir dental misma. Entonces, sí la intencionalidad no trata con una
a las cosas mismas, entonces, podría interpretarse como aquel relación externa a ella, sino más bien, con una apertura factico
permanecer atentos al darse de la oferencia (del sentido) del vivencial. Husserl (1982) al dimensionar de este modo a la con-
fenómeno a la conciencia y así despedirse de aquella interpre- ciencia puede asegurar que:
tación, que sostenía como única vía segura de conocimiento el La reducción fenomenológica no significa la limitación de la in-
operar positivista. vestigación a la esfera de la inmanencia ingrediente, a la esfera
Husserl aclara que, luego de la epojé: “En el acto de ver el fenó- de lo incluido como ingrediente en el <> absoluto de la cogita-
meno puro, el objeto no está fuera del conocimiento, fuera de la tio; no significa en modo alguno la limitación a la esfera de la
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cogitatio, sino la restricción a la esfera de lo que se da puramen- quizás podamos acercarnos un poco más a la propuesta de la
te en sí mismo; a la esfera de aquello de que no solo se habla y oferencia mentada por Husserl. El aparecer del fenómeno, el
que no solo se mienta –tampoco a la de lo que se percibe-; sino aparecer puro, es la cosa misma vista en la donación de sí.
a la esfera de lo que está dado exactamente en el sentido en que Exponerse a la reducción, en cierto modo, es brindarse a la ley
esta mentado, y dado ello mismo en el más estricto sentido, de de la cosa puesto que la misma no es constreñida por los mar-
tal modo que nada de lo mentado deja de estar dado (p74-75). cos teoréticos, culturales etc. Así pues, tal exposición puede ser
Por lo dicho hasta aquí, deberíamos afirmar que el fenómeno pensada como un hacer espacio al acontecer en tantodarse del
puro para la conciencia que describe no es dado de manera sentido de aquello intuido.
parcial, sino que, se encuentra presente en esta intencionalidad Aun así, quizás deberíamos resaltar cómo el pensamiento del(a)
como puro ver del presente. Este ver puro no mienta aquí ver don(ación) consigue de algún modo mostrarse como alternativa
algún otro ente, sino más bien vivenciar de otro modo la mirada al planteo que acuciaba las páginas de “La idea de la fenome-
sobre el ente devenido fenómeno. Cambio, o bien transforma- nología”. Husserl (1982) afirmaba que:
ción, de algún modo, de nuestra instalación en el mundo. La […] el problema radical tiene más bien que ser el de la relación
vivencia experimentada de este modo no solo sirve de marco entre conocimiento y objeto, pero en un sentido reducido, según
referencia para la oferencia de los objetos de la experiencia pro- el cual no se habla de conocimiento humano, sino de conoci-
puesta por la fenomenología, sino que debemos decir, que el ob- miento en general, el cual solo es lo que es en su correlación
jeto intencional no es inmanente, en el sentido del psicologismo, con el conocimiento posible. Luego se necesita la evidencia de
y opuesto a la conciencia trascendental. que este problema solo puede resolverse en la esfera de la evi-
Así pues, pensar el don de la cosa sobrepasa el binarismo tradi- dencia pura, en la esfera del darse absoluto, que es, como tal,
cional (inmanencia/trascendencia) al ubicarse en un más acá de norma suprema (p90).
la oposición. El don (de sentido) del objeto (intencional) patenti-
za que lo dado se constituye en la conciencia intencionada. Así Así entonces, Husserl nos indica que la propuesta de la feno-
entonces, el don del fenómeno, que se presenta solo y gracias menología se juega en esa norma suprema que pareciera ser el
a una conciencia que se refiere a él, es el resultado de una donarse de las cosas en su aparición en la conciencia y llegando
labor fenomenológica que de algún modo ha logrado cumplir de este modo a ser. Por tal, podríamos finalizar este trabajo,
con éxito su intención de llegar a las cosas mismas, es decir, afirmando que la fenomenología no solo es una ciencia estricta
a una unidad del referente que se mantiene invariante a pesar sino que es una ontología universal ya que, finalmente, trata con
de sus accidentes o variables sensibles. De este modo, el darse la cosa misma, con el ser.
del fenómeno se revela como el sentido dado a la conciencia
trascendental. NOTA
[i]Con la propuesta de un Yo trascendental, encargado del don de sen-
III tido, Husserl elude el psicologismo, puesto que el sentido no se juega
Pues bien, deberíamos resaltar que si de algo se ha tratado este en la decisión de un sujeto empírico. Este Yo trascendental al que alude
breve texto es de esa tan extraña y enigmática palabra que ha nuestro autor, es el encargado junto a los otros, de constituir el mundo,
merodeado, ha paso de lobo, por estas líneas; claro que nos re- al que accede y valora por medio del movimiento de la intencionalidad.
ferimos al(a) don(ación). En las tempranas líneas de este trabajo
intentamos desarrollar del modo más justo posible una apro- BIBLIOGRAFÍA
ximación a la problemática de la trascendencia y la inmanen- Husserl, E. (1982). La idea de la fenomenología. Madrid, Fondo de Cul-
cia. Mientras que en el desarrollo de nuestra propuesta, la idea tura Económica.
del(a) don(ación) comenzó a hacerse cada vez más explícita.
Ahora pues, sería cuestión, a modo de síntesis provisoria, poder
abordar la idea de don(ación) en “La idea de la fenomenología”.
Cuando en la perspectiva fenomenológica se habla de don(ación)
no debe pensarse en una acción donde un donador brinda a
un donatario un algo. Como hemos mencionado líneas atrás,
lo que se da, o bien, se dona es el propio darse del fenómeno,
cuestión que nos lleva a decir que se da un darse del sentido
del fenómeno. De esta forma, queda por demás expreso que no
hay ninguna suerte de demiurgo oficiando de nexo entre una
esfera trascendente y la esfera inmanente. Podríamos decir que,
presentado de este modo, el(a) don(ación) pareciera una enig-
mática palabra. Pero, si recordamos la puesta entre paréntesis
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RESUMEN they have been productive or not, and how they change their
Este trabajo busca realizar un aporte historiográfico a la historia roles historically. The distinction between center and periphery
crítica de la psicología a partir de la indagación de las conexio- cannot be preconceived as fixed and asymmetric, so it is ne-
nes entre el conocimiento psicológico y otras disciplinas tales cessary to investigate this relationship to account for its cons-
como la psiquiatría, el psicoanálisis, la filosofía, entre otras, y la titution and its changes. On the historiographic foundations of
coyuntura en la que estas se originan e inciden en la delimita- transnational history, postcolonial studies and reception theory
ción del campo científico. El objetivo central es abordar las re- for the development of the history of psychology, the emphasis
laciones entre diferentes tipos de “periferias”, consideradas en is on deepening these areas of inquiry with the work on the
términos de ciudades y regiones, trasvasando los límites nacio- thematization of relations between centers and peripheries and
nales, y poder reconstruir qué significan estos posicionamien- the regional studies concerning Latin America, other countries
tos, cómo se conformaron los circuitos de difusión de saberes, and specific cities.
objetos y personas, en qué medida han sido productivos o no,
y cómo cambian históricamente sus roles. La distinción centro/ Key words
periferia no puede concebirse como una relación asimétrica fija, History of psychology - Center and periphery - Latin America -
por lo que es necesario indagar sus relaciones para dar cuenta Circulation of knowledge
de su constitución y sus cambios. Sobre las bases historiográfi-
cas de la historia transnacional, los estudios poscoloniales y de Introducción
recepción para el desarrollo de la historia de la psicología, se El campo de los estudios históricos de la psicología, la psiquia-
pone el énfasis en profundizar estas áreas de indagación con tría y del psicoanálisis ha logrado un desarrollo significativo
el trabajo sobre la tematización de las relaciones entre centros nacional e internacionalmente, tanto en el volumen de produc-
y periferias y los estudios regionales de América Latina y otros ción como en la sofisticación de los abordajes a los procesos
países y ciudades específicas. históricos. En la Argentina eso fue logrado en gran medida por
los proyectos de investigación realizados en las cátedras de His-
Palabras clave toria de la Psicología de universidades públicas. La producción
Historia de la psicología - Centros y Periferias - América Latina local se ha caracterizado por considerar permanentes cruces
- Circulación del conocimiento entre psicología, psiquiatría, y psicoanálisis, y la relevancia de
la trama social, cultural e institucional presente en el desarrollo
ABSTRACT de las disciplinas. Entendemos a la psicología como un conjunto
CENTER AND PERIPHERY: EPISTEMIC-METHODOLOGICAL CON- de conocimientos y técnicas, cuya legitimación depende de cri-
TRIBUTIONS FOR A CRITICAL HISTORY OF PSYCHOLOGY terios académicos plurales y su inserción en la sociedad parte
This work seeks to make a historiographical contribution to de intervenciones profesionales en diferentes ámbitos y prác-
the critical history of psychology through the investigation of ticas. Éstas a su vez, intervienen en representaciones sociales
the connections between psychological knowledge and other sobre diversos tópicos donde se hace presente cierto vocabu-
disciplines such as psychiatry, psychoanalysis, philosophy, lario psicológico. Dicho léxico conceptualiza cualidades psico-
among others, and the circumstances in which these originate lógicas humanas de diversos modos (por ejemplo en términos
and influence the delimitation of the scientific field. The main individuales, sociales, étnicos, de género, evolutivos, normales
objective is to address the relationships between different ty- y patológicas, innatos y adquiridos). La producción del saber
pes of “peripheries”, considered in terms of cities and regions, psicológico se entrama con diversos dominios que involucran
transcending national boundaries, and to be able to reconstruct otras disciplinas como la psiquiatría, el psicoanálisis, la biología,
what these positions mean, how the knowledge, objects and la medicina, las neurociencias, la criminología, la educación, la
the circulation of relevant people were shaped, to what extent filosofía, la antropología, la lingüística y la literatura, entre otras,
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así como con instancias no científicas. Todas inciden tanto en 2014 abordaron la cuestión de la circulación desde los estudios
la delimitación de su campo disciplinar como en los modelos de recepción, enfocados regularmente en el plano específico
de investigación y en los criterios epistémicos que elaboran y de las lecturas y el modo que los contenidos de los textos son
legitiman el conocimiento científico. Este trabajo adopta dicha recreados en cada contexto a partir de saberes disponibles y
perspectiva para indagar las conexiones entre los saberes dis- de problemas locales (Jauss, 1986; Warning, 1989). Estos estu-
ciplinares y la coyuntura en la que estos se originan e inciden. dios han sido enriquecidos por la historia intelectual local en su
Dicho enfoque ha permitido innovar dentro de la historia de la análisis del fenómeno mismo de traslado, intercambios y muta-
psicología al articularse con diversos tipos de indagaciones his- ciones de las ideas y por otro, la constitución del intelectual y
tóricas, enfatizando el carácter colectivo de la producción de el experto como agentes productores de saber, encargados de
saberes y sus condiciones de uso. Sin embargo, en el presente realizar esas lecturas en situaciones específicas y definir como
trabajo nos proponemos indagar un aspecto que no se ha abor- relevantes ciertos tópicos autores o corrientes de pensamiento
dado suficientemente: las relaciones entre diferentes tipos de (Dotti et al., 2008; Sazbón, 2009; Altamirano, 2008, 2010). El
“periferias”, consideradas ya no en términos nacionales, sino proyecto 2014-2017 se dedicó a la elucidación de otras nocio-
de ciudades y regiones, y reconstruir críticamente qué signifi- nes historiográficas y términos y/o categorías disponibles en la
can estos posicionamientos, cómo se conformaron los circuitos literatura actual sobre la circulación e implantación de sabe-
de difusión de saberes, objetos y personas, en qué medida han res y prácticas, tales como internacionalización, indigenización,
sido productivos o no, y cómo cambian históricamente sus ro- transnacionalización, globalización, centro y periferia, disemina-
les. El objetivo, considerando trabajos realizados previamente ción, poscolonialismo, entre otros. Con ello se amplió el marco
(Macchioli et. al, 2017), es aportar directamente a la literatura analítico de trabajo y se consideraron nuevos problemas, pro-
existente a partir de un marco historiográfico adecuado y pro- cesos históricos y fuentes documentales. En particular, se pro-
ducción sólida, y establecerse como un interlocutor importante fundizó sobre los problemas conceptuales ligados a la lectura y
de otros grupos de investigación que trabajen en la especialidad elucidación filosófica de textos (Derrida, 1972/1981; Thompson,
en América Latina. 1993; Fetveit, 2001); se analizó críticamente el modo en que
la historia crítica de la psicología ha tratado el problema de la
Nuevos enfoques en Historia Crítica de la Psicología recepción de saberes a partir de las ideas de “internacionaliza-
De conjunto, la historia crítica de la psicología ha permitido ción” e “indigenización” (ej. Danziger, 1997; Blowers, Cheung &
enriquecer la comprensión histórica sobre los saberes psico- Ru, 2009; Pickren & Rutherford, 2010; Painter, 2013); la historia
lógicos de un modo multidisciplinario, cruzado por todo tipo de transnacional permitió descentrar el concepto de nación de las
procesos sociales, culturales, económicos y políticos. Con todo, narrativas históricas y poner el foco en objetos que exceden
uno los problemas de esta perspectiva fue la minimización de las fronteras para constituirse como tales, muy especialmen-
aspectos epistemológicos en la historia de la disciplina (Arau- te las comunidades disciplinares y científicas (ej. Iriye, 2004,
jo, 2017). Proyectos de investigación realizados durante el año 2013; Heilbron, Guilhot, Jeanpierre, 2008); se revisaron las no-
2003 (P609), de 2004 a 2007 (P088), de 2008 a 2010 (P028), y ciones de centro/periferia, como un par temático que permite
de 2011 a 2014 (20020100100627) han buscado reintegrar esa dar cuenta de las relaciones específicas entre coyunturas, sus
dimensión al análisis histórico, a partir de ciertas líneas de la roles cambiantes y diferencias estructurales, así como vectores
historia epistemológica propuesta por Lorraine Daston (2000) y de circulación específicos (ej. Palti, 2007; Kreimer, 2010); y fi-
con aportes desde la epistemología feminista (Anderson, 2004; nalmente, se consideraron los aportes de los estudios poscolo-
Harding, 2006; Wylie y Hankinson Nelson, 2007; Dorlin, 2009). niales que destacan las asimetrías de poder entre los contextos
Esa indagación sistemática permitió elaborar un abordaje crítico y los modos de construcción de hegemonías culturales, políticas
de historia la psicología más adecuado para integrar los proble- y económicas, donde la circulación de saberes resulta central
mas epistemológicos y metodológicos a coyunturas y procesos (ej. Chakrabarty, 2008; Harding, 2008). Sumado a ese marco,
más amplios, en consonancia con otros esfuerzos realizados in- también se han retomado herramientas conceptuales y metodo-
ternacionalmente para combinar productivamente la historia y lógicas de otros tipos de estudios asociados a la historia intelec-
la filosofía de las ciencias (ej. Sturm, 2011; Schmidgen, Schött- tual. De los estudios sobre la literatura mundial, se retomaron,
ler & Braunstein, 2012). por un lado, el tópico de la conformación de cánones de autores
El proyecto realizado entre 2014 y 2017 (20020130200134BA) que se reconocen o imponen internacionalmente y que actúan
buscó conducir ese marco de trabajo al tópico de la circulación como una medida reguladora de producciones locales (ej. Pren-
de saberes, un plano de análisis que permite combinar los as- dergast, 2004; Siskind, 2011); y por otro de la traducción como
pectos relativos a la producción y legitimación de saberes “psi” una mediación que introduce cambios conceptuales y estéticos,
(fórmula con la que se alude de sucinto modo a las diferentes así como vías de circulación de obras (ej. Budick & Iser, 1996;
formas de estudio de lo psíquico), con los procesos de cambio Carbonell I Cortes, 1999). Del denominado “giro material” de
histórico en diferentes coyunturas. Los proyectos del 2003 al la historia intelectual, se consideraron las contribuciones de la
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historia de las lecturas, los libros y las editoriales, que iluminan de reconstruir la relación entre los intelectuales y las condi-
prácticas de lecturas, fabricación de textos, el rol de figuras no ciones locales e internacionales de un modo más detallado y
intelectuales en el proceso de circulación de saberes, los cir- advertido.
cuitos concretos de los textos y la conformación de un público Como ya se mencionó, uno de los aspectos a considerar es que
(ej. Chartier, 2005; Moretti, 2006; de Diego, 2006; Gociol, 2012). la circulación de saberes también implica jerarquías, mecanis-
De conjunto, estas referencias permitieron avanzar más allá de mos económicos y de poder. En estos términos, la distinción
los estudios de recepción, puesto que el contexto local no es centro-periferia se vuelve relevante, y ha adquirido nuevamente
ubicado como un punto de llegada sino un eje de re-transmisión preeminencia en la literatura internacional (Wallerstein, 2005;
en la circulación de los saberes “psi”. Esto se realizó en líneas Beigel, 2013; Carvalho Castro, 2014). La distinción es muy perti-
de investigación específicas, poco desarrolladas en la literatura nente para dar cuenta de las rutas específicas de circulación de
disponible local e internacional, donde temáticas y autores se saberes, los modelos con los cuales se produce conocimiento,
analizaron en función de los puntos de articulación entre los se reproducen instituciones y se emulan las prácticas. Las asi-
canales de distribución de saberes, su apropiación y elaboración metrías culturales y materiales entre los países centrales (Euro-
local, su utilización en prácticas profesionales y su re-transmi- pa y EE.UU.) y la periferia (América Latina, África, Asia) no supo-
sión a nuevos contextos. Los resultados de este último proyecto nen una degradación de los saberes e ideas que son recibidas
de investigación se encuentran reunidos en el libro Itinerarios de desde los primeros hacia las segundas, sino una transformación
la psicología. Circulación de saberes y prácticas en la Argentina mediante su adaptación a las condiciones locales. Ello pone de
del siglo XX (Macchioli et. al, 2017). Una primera parte del libro relieve la productividad de las diferencias socio-económicas y
se dedica a analizar críticamente diversos criterios historiográ- políticas en la circulación de ideas, saberes y productos cultu-
ficos ajustados a los procesos transnacionales de circulación, rales. La distinción centro/periferia no puede concebirse como
recepción y transformación de los saberes. El resto de los capí- una relación fijada y permanente para todo saber, y por tanto la
tulos examinan los modos en que saberes de diversos contextos “periferia” misma se vuelve relevante como objeto de estudio y
fueron leídos y puestos en práctica en la Argentina a lo largo del posicionamiento para el análisis. No cabe entonces asumir asi-
siglo XX, y en ciertos casos como los saberes locales alcanzaron metrías o hegemonías de los “centros” fijas y permanentes, sino
otras coyunturas. que es necesario indagar esas relaciones para dar cuenta de su
constitución y sus cambios. Algunos estudios han mostrado que
Regionalización de la historia de la psicología, un análisis los saberes científicos tienen interacciones complejas y distri-
de las relaciones centro-periferia buidas entre diversos centros y periferias (Crawford, 1992), y
De lo antes mencionado, dos líneas de análisis son retomadas que la psicología, la psiquiatría y el psicoanálisis han sido sabe-
y profundizadas en este trabajo, el marco de la historia trans- res cuyos escenarios de producción han pasado de ser centros a
nacional y el problema de los centros y periferias. La historia periferias y viceversa (Damousi & Plotkin, 2009; Danziger, 2010;
transnacional, como se mencionó, busca reconstruir meca- Marková, 2012). La distinción centro-periferia entonces será
nismos interdependientes relacionados a la circulación de sa- considerada como una relación históricamente fluida, donde
beres, objetos y personas: la conformación de instituciones y las asimetrías están ligadas a coyunturas específicas y deberán
programas académicos integrados en redes internacionales; ser reconstruidas en cada investigación. Desde las premisas de
la migración transnacional de intelectuales y científicos; y las la historia transnacional y considerando el poder heurístico de
políticas de intercambios académicos y científicos (Heilbron, la distinción centro/periferia, además de profundizar la inves-
Guilhot, Jeanpierre, 2008; Walker, 2012; Saunier, 2013). Esta tigación sobre las disciplinas “psi” en la Argentina, se buscará
perspectiva permite poner de relieve la constitución de matrices también establecer la circulación e intercambio de saberes en
de intercambio y circuitos de difusión que tienen lógicas propias América Latina como región. El campo de la historia de la psi-
de funcionamiento, no subordinables a los Estados-nación y las cología ha crecido considerablemente en la última década (ej.
políticas de gobierno. En lugar de asumir que la producción de Fachinetti, Talak, Jacó-Vilela y Klappenbach, 2014; Klappenbach
conocimiento depende necesariamente de una coyuntura par- y Jacó-Vilela, 2016; Castro-Tejerina, 2016) y comienza aparecer
ticular o de estructuras estatales, el enfoque transnacional da una literatura específicamente orientada a ubicar el espacio de
cuenta de la autonomía relativa de ideas, científicos e intelec- América del Sur y América Latina como unidades de análisis (ej.
tuales respecto de las culturas nacionales y las instituciones Sánchez-Sosa y Valderrama-Iturbe, 2001; Alarcón, 2004; Gon-
estatales. Este enfoque, aunque relativiza el papel del Estado- zález Rey, 2009; Torre, 2010; J. E. García, 2014; Salas, 2014,
Nación en la producción de saberes, no por ello lo minimiza Gallegos, 2016). El marco de estudio propuesto permite además
o lo abandona a priori (Doel, Hoffmann & Krementsov, 2005; considerar dos dinámicas específicas pero interrelacionadas: en
Turchetti, Herran & Boudia, 2012). Esto habilita también retomar primer lugar, la relación compleja del contexto local con América
de modo advertido ciertos aspectos de la historia comparada (ej. Latina y los denominados países periféricos de Europa (Sorlin,
Coelho Prado, 2005; Haupt & Kocka, 2009). Se trata, entonces, 2000; Gavroglu et al., 2008; Panelopoulou, Nieto-Galan & Perdi-
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guero, 2009), muy especialmente España, y también con otras nas. Sobre las bases historiográficas exploradas en proyectos
zonas consideradas regularmente como periféricas, en particu- de investigación anteriores, se ha mostrado la productividad de
lar China (Wei-Ming, 2005), frente a las cuales pueden verse emprender estudios de historia transnacional, estudios poscolo-
pautas de relación y procesos diferentes a los habituales con niales y de recepción para el desarrollo de la historia de la psi-
centros como Francia y EE.UU. En segundo, la relación entre cología. En este sentido, se pone el énfasis en profundizar estas
metrópoli y provincia, que reproduce la de centro y periferia, es áreas de indagación con el trabajo sobre la tematización de las
decir cómo las ciudades principales de dentro de un territorio o relaciones entre centros y periferias y los estudios regionales de
región se vinculan entre ellas (Agüero y García, 2016). América Latina y otros países y ciudades específicas.
A través del trabajo con objetos de estudio concretos y aten-
Consideraciones finales diendo a distintos modos de organización de grupos intelec-
A partir de la reformulación de los enfoques precedentes res- tuales y profesionales a lo largo del siglo XX, se busca ofrecer
pecto de la circulación, recepción y transformación de saberes herramientas historiográficas sólidas y novedosas que puedan
en la psicología, la psiquiatría y el psicoanálisis en la Argentina, contribuir al análisis histórico de la psicología, la psiquiatría y el
se pretende indagar sobre las siguientes líneas de investigación: psicoanálisis y otras disciplinas conexas como la educación, la
1. La conceptualización de la familia como objeto de indagación medicina o la criminología. Si bien resta aún avanzar en los re-
“psi” en las relaciones entre Buenos Aires, Nueva York, Milán, corridos delineados en este trabajo, se muestra la potencialidad
Roma, Bogotá y ciudades del interior de la Argentina como de este tipo de estudios históricos.
Rosario, Córdoba y Tucumán (1948-1988).
2. El rol de los partidos comunistas en la red de instituciones REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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El estudio de los sesgos cognitivos los sesgos de razonamiento y la incidencia de algunas variables
Existen dos maneras alternativas, y diametralmente opuestas, en el mismo.
de abordar el estudio sobre los sesgos cognitivos. Por un lado,
la concepción más tradicional surge a partir de los estudios de 1. El sesgo del punto de vista
Kahneman (2012). Desde esta concepción, los sesgos cogni- En los últimos años, se han identificado dos sesgos cognitivos
tivos se consideran respuestas intuitivas, vinculadas a meca- estrechamente vinculados al razonamiento y la argumentación:
nismos automáticos de procesamiento de la información, que el sesgo de la creencia (belief bias) y el sesgo del punto de vista
ofrecen los seres humanos ante una situación que involucra (myside bias) (Macpherson & Stanovich, 2007; Toplak & Stano-
una toma de decisión. Por otro lado, una concepción alternati- vich, 2014; Evans, 2017; Mercier, 2017).
va, denominada racionalidad ecológica (Gigerenzer, Czerlinsky Como ya lo indicamos, sesgo del punto de vista (myside bias),
& Martignon, 2008), sostiene que la caracterización tradicional consiste en la tendencia a evaluar un argumento como bueno
de los sesgos cognitivos es limitada. Esta concepción propone porque su conclusión expresa un punto con la cual la persona
analizar estas respuestas intuitivas y espontáneas desde una acuerda y, similarmente, la tendencia a considerar que un argu-
perspectiva que involucre la interacción del ser humano con su mento es malo porque su conclusión expresa un punto de vista
medio ambiente, ya que entiende que los sesgos cognitivos son que rechaza. Esta tendencia cognitiva se considera un sesgo
mecanismos de gran utilidad tanto ecológica como evolutiva. característico del razonamiento no deductivo. Este sesgo pone
Enfocando este debate en los procesos cognitivos y de toma de manifiesto que la ideología y las creencias previas juegan un
de decisiones vinculados específicamente al razonamiento, la rol central a la hora de ponderar un argumento. Desde la lógica
discusión en torno a los sesgos de razonamiento se centra en informal, si bien se entiende que no existen métodos formales
dos formas diferentes de entender la relación entre el razona- para determinar si se trata de un buen argumento, como en la
miento humano, la racionalidad y los estándares normativos lógica formal para determinar si un argumento es válido o invá-
de la lógica (Stanovich, West & Toplak, 2016). Por un lado, los lido, existen herramientas teóricas que permiten analizar en un
melioristas, postura afín a los trabajos de Kahneman (2012), contexto específico de discusión si un argumento de tipo de no
señalan que hay una brecha entre cómo razonan los seres hu- deductivo es o no es un argumento plausible (Walton, Macagno
manos y cómo deberían razonar. Desde esta perspectiva, se & Reed, 2008).
sostiene que las capacidades cognitivas humanas vinculadas al Si bien estimamos que se trata de fenómenos de una naturaleza
razonamiento pueden mejorar, especialmente mediante la edu- similar, este trabajo se centra en el estudio del sesgo del punto
cación. Por otro lado, los panglosianos, postura afín a los traba- de vista (myside bias). Por esto, un aspecto a discutir es si se
jos de Gigerenzer (Gigerenzer, Czerlinsky & Martignon, 2008), podría ofrecer una interpretación unificada de estos dos sesgos
defienden la idea de que el razonamiento humano es óptimo, de razonamiento.
en términos de una adaptación de los procesamientos automá- Los estudios empíricos sobre el sesgo del punto de vista han
ticos de información a los requerimientos del medio ambiente. consistido en la ejecución de tareas de razonamiento destinadas
Melioristas y panglosianos representan las dos posiciones ac- a evaluar una serie de argumentos sobre temas controvertidos,
tuales más extremas en el debate en torno al razonamiento y la tales como la financiación universitaria, la venta de órganos o la
racionalidad humana. Por su parte, Stanovich (Stanovich, West autorización a consumir bebidas alcohólicas a menores de edad.
& Toplak, 2016), ha señalado que este debate cambia conside- En un estudio reciente (Stanovich, West & Toplak, 2013), se usa-
rablemente cuando se establece una diferencia entre un entor- ron dos tipos de preguntas diferentes para analizar la incidencia
no benévolo y un entorno hostil. Un entorno benévolo contiene del sesgo del punto de vista: por un lado, preguntas que expli-
pistas útiles que pueden ser aprovechadas por los procesos citan a los participantes que deben escindirse de sus creencias
automáticos característicos de los mecanismos de adaptación previas para evaluar el argumento y, por otro lado, preguntas
al medioambiente. Un entorno hostil, en cambio, no contiene que no explicitan nada acerca de las creencias previas que po-
indicios o ayudas útiles para los procesos automáticos, e in- seen los participantes. Los resultados mostraron que existe una
cluso puede contener algunas pistas engañosas. Además, en correlación entre las preguntas que explicitan escindirse de las
un entorno hostil existen otros agentes que perciben señales o creencias previas y una disminución en la incidencia del sesgo
indicios simples que están usando los individuos y las adaptan del punto de vista. Asimismo, se analizó la correlación entre la
en pos de su propio beneficio. En la actualidad, gran parte de inteligencia y las capacidades cognitivas de los participantes
los procesos de razonamiento humano tienen lugar en entornos y la incidencia de este sesgo de razonamiento. Los resultados
hostiles- entornos mediados por tecnología, interacción con el arribados hasta el presente indican que no existe una correla-
sistema financiero, omnipresencia de la publicidad, modalida- ción significativa entre ambas variables (Macpherson & Stano-
des de participación en la vida democrática. vich, 2007). De esta manera, se ha concluido que la aparición
Atendiendo a estas consideraciones, y adoptando una propuesta de estos sesgos de razonamiento no está vinculada a una falla
más cercana al meliorismo, buscamos estudiar empíricamente cognitiva o a un problema de inteligencia.
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Una tarea alternativa para evaluar la incidencia del sesgo del individuales, una vez que se han invertido las puntuaciones de
punto de vista consistió en pedirle a un grupo de sujetos ex- los enunciados de sentido negativo.
perimentales que produjeran argumentos sobre determinados A partir de la literatura consultada hemos identificado algunos
temas de actualidad (Toplak & Stanovich, 2003). Estos estudios aspectos sobre la forma más recomendable para la elaboración
arrojaron como resultado que la mayoría de los participantes de este tipo de escalas, tales como la utilización de escalas de
produjeron argumentos cuya conclusión coincidía con su punto cinco alternativas -donde la tercera opción sea neutra o de in-
de vista previo sobre cada tema en cuestión, mostrándose de diferencia respecto al enunciado; y la adaptación del lenguaje a
esta manera el efecto del sesgo del punto de vista. Asimismo, las características culturales de la población, tanto en los térmi-
este mismo estudio mostró que el sesgo de la creencia decre- nos usados como en la estructura gramatical.
ce sistemáticamente a medida que se avanza en una carrera Respecto de la construcción, el primer paso fue delimitar los
universitaria. La población de estos estudios estuvo compuesta aspectos más relevantes de nuestro objeto de opinión - aborto
casi exclusivamente por estudiantes universitarios. y baja en la edad de imputabilidad- y también los límites de
representación de esos objetos. En el caso del aborto, en una
Una propuesta para el análisis del sesgo del punto de vista primera instancia se definió al aborto como una interrupción del
A partir del análisis de los trabajos sobre sesgos de razonamien- embarazo, para luego extender esta definición a los aspectos
to, proponemos adaptar un instrumento para estudiar la inciden- sociales, políticos, ideológicos y económicos del aborto provo-
cia del sesgo del punto de vista. En primer lugar, se analizaron cado artificialmente, que es el que interesa a la investigación.
los posibles temas controversiales en la población universitaria En lo que respecta a la construcción de las escalas, García Sán-
local, y se seleccionaron dos temas de actualidad acerca de los chez, Aguilera Terrats & Castillo Rosas (2011) sintetizan los pa-
cuales se ha generado un gran debate en nuestro país: la legali- sos para construir una escala likert: 1) Descripción de la actitud
zación del aborto y la baja en la edad de imputabilidad. o variable que se va a medir. 2) Construcción de una serie de
El instrumento que proponemos está basado en estos dos temas ítems relevantes a la actitud que se quiere medir, también cono-
y se trata de una escala Likert dividida en dos partes: una pri- cido como“operacionalización de la variable”. 3) Administración
mera estará destinada a la determinación del punto de vista de de los ítems a una muestra de sujetos que van a actuar como
cada participante sobre los temas seleccionados, y una segunda jueces, para que les asignen puntajes, según su sentido positivo
a la evaluación por cada participante de una serie de argumen- o negativo. 4) Asignación de puntajes totales a los sujetos de
tos a favor y en contra de estos dos temas. Esto nos permitirá acuerdo al tipo de respuesta en cada ítem (suma algebraica). 5)
establecer una correlación entre el punto de vista previo -creen- Aplicación de la escala provisoria a la muestra. Cálculo de los
cias- de los participantes y la evaluación de los argumentos. puntajes escalares individuales. 6) Análisis de los ítems utiliza-
Las escalas Likert utilizan enunciados (afirmaciones) sobre las dos para eliminar los que resulten inadecuados. 7) Construcción
cuales el individuo debe manifestarse. Se trata de una medición de la escala final, con base en los ítems seleccionados. 8) Cate-
indirecta que, partiendo de una serie de afirmaciones, propo- gorización jerárquica de la escala. 9) Cálculo de la confiabilidad
siciones o juicios sobre los que los individuos manifiestan su y validez de la escala. Para la construcción de los enunciados
opinión, se deducen o infieren las actitudes (Matas, 2018). se han tenido en cuenta las cuestiones descriptas por Edwards
La propiedad fundamental de las escalas Likert es la relación (1953, en Ramírez de la Roche, 2007).
monótona, que indica que la probabilidad de que una persona Respecto a las opciones de respuesta a los enunciados, la elec-
acepte o rechace los enunciados de una escala, mantiene una ción de la cantidad de opciones de respuesta ha sido un tema
relación monótona con la posición que la persona ocupa en el de debate entre los investigadores. Si bien se pueden encontrar
continuum hipotético de la actitud. Por forma monótona se en- escalas de evaluación de 6 o 7 intervalos, el estándar asumido
tiende que crece o decrece en función del acuerdo/desacuer- es 5, y el acuerdo generalizado es no pasar de 7 (Elejabarrieta &
do, lo que implica que es necesario que una cierta cantidad de Iñiguez, 2000). En nuestro caso, y siguiendo los lineamientos de
enunciados hayan sido aprobados para que la medida sea posi- los trabajos realizados por Stanovich (Stanovich, West & Toplak,
ble (Elejabarrieta & Iñiguez, 2000). 2013) en la prueba piloto proponemos 6 opciones de respuesta,
La escala Likert es un modelo monótono aditivo, en el que los de manera de forzar la elección hacia una u otra tendencia en la
mismos sujetos se gradúan o se escalan ellos mismos respecto actitud, de manera de intentar evitar el sesgo que representa un
al objeto de actitud. Con el método likert se escalan los sujetos, alto nivel de elección de la opción intermedia o respuesta de in-
no los objetos; son los individuos los que se sitúan en las dimen- diferencia (Hernández, Espejo, Gómez-Benito y González-Romá,
siones de actitud y no los reactivos o ítems. Desde el punto de 2001, en Matas, 2018).
vista de la medición, la técnica likert asume un nivel de medida Por lo explicitado anteriormente, y en función de la etapa del
ordinal en la que los sujetos son ordenados según su posición diseño en que nos encontramos, hemos formulado los enun-
favorable o no hacia la actitud en cuestión. La puntuación total ciados tratando que sean claros, no ambiguos, y adecuados a
de un sujeto se obtiene sumando las puntuaciones de los ítems la población en estudio, de allí nuestro interés en la revisión
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por pares de la escala provisoria, previo a la realización de la García Sánchez, J., Aguilera Terrats, J.R., & Castillo Rosas, A. (2011).
prueba piloto. Guía técnica para la construcción de escalas de actitud. Odiseo,
En segundo lugar hemos adaptado y producido una serie de ar- revista electrónica de pedagogía, 8(16).
gumentos, tanto a favor como en contra, sobre la despenaliza- Gigerenzer G., Czerlinsky, J. & Martignon, L. (2008). How Good are Fast
ción del aborto y sobre la baja en la edad de imputabilidad. Esos and Frugal Heuristics? En Gilovich, T. et al. (Eds.) Heuristics and
argumentos se someterán al análisis y evaluación por jueces Biases. The Psychology of Intuitive Judgment. Cambridge: Cam-
expertos en lógica y en teoría de la argumentación. Estos ar- bridge University Press.
gumentos fueron divididos en dos grupos: el grupo de buenos Kahneman, D. & Tversky, A. (1973). Attention and Effort. Englewood
argumentos y el grupo de malos argumentos. En la compilación Cliffs, NJ: Prentice-Hall.
de estos argumentos se trató de contar con al menos un buen Kahneman, D. (2012). Pensar rápido, pensar despacio. Buenos Aires:
argumento y un mal argumento a favor de cada una de estas Editorial Debate.
dos posiciones y, a su vez, al menos uno bueno y un malo en Macpherson & Stanovich, K. (2007). Cognitive Ability, Thinking Disposi-
contra de cada una de estas dos posiciones. Aún debemos de- tions and Instructional Sets as Predictors of Critical Thinking. Lear-
terminar qué argumentos van a formar parte de la versión final ning and Individual Differences, 17, pp.115-127.
del instrumento. Un aspecto a tener en cuenta además, es el Matas, A. (2018). Diseño del formato de escalas tipo Likert: un esta-
tiempo estimado de resolución de la tarea. do de la cuestión. Revista electrónica de investigación educativa,
Finalmente la prueba piloto, se realizará en estudiantes univer- 20(1), pp.38-47.
sitarios; allí obtendremos la información necesaria para decidir Mercier, H. (2017). Confirmation Bias - Myside Bias. En Pohl, R. (Ed.)
qué ítems pueden permanecer en la escala y cuales no. Para Cognitive Illusions. Intriguing Phenomena in Thinking, Judgment
esta verificación se puede recurriremos al método de la corre- and Memory. New York: Routledge.
lación ítem-test. Munshi, J. (2014). A method for constructing Likert scales. Disponible
en http://dx.doi.org/10.2139/ssrn.2419366
Discusión: Perkins, D. (2002). Standard Logic as a Model of Reasoning: the Empi-
Nuestro trabajo se propone como una propuesta de ampliación rical Critique. En Gabbay, D., Ohlbach, H.J., Johnson, R. & Woods,
del campo de los estudios empíricos efectuados sobre el sesgo J. (Eds.), Handbook of the Logic of Argument and Inference (pp.
del punto de vista, sobre todo de aquellos que proponen la eje- 187-224). North Holland, Netherlands: Elsevier.
cución de alguna tarea de razonamiento destinadas a evaluar Ramírez de la Roche, O.F. (2007). Obstáculos para la elaboración de
una serie de argumentos sobre temas controvertidos. A tal fin, escalas tipo likert: una reflexión personal. Archivos en Medicina
la construcción de una herramienta de estudio empírico adap- Familiar, 9(2), pp.71-74.
tada a nuestro medio, que permita analizar el sesgo del punto Stanovich, K., West, K. & Toplak, M. (2013). Myside Bias, Rational Thin-
de vista, así como la incidencia de variables demográficas y de king, and Intelligence. Current Directions in Psychological Science
instrucción específica en lógica en la aparición de este sesgo 22, pp.259-264.
constituirá un aporte específico a este campo. Stanovich, K., West, K. & Toplak, M. (2016). The Rationality Quotient.
El instrumento, en etapa de construcción, consta de dos tipos de Towards a Test of Rational Thinking. Cambridge (MA): The MIT Press.
preguntas diferentes, en primer lugar un conjunto de reactivos Toplak, M. & Stanovich, K. (2003). Associations Between Myside Bias on
destinados a evaluar creencias previas de los participantes, y en an Informal Reasoning Task and Amount of Post-Secondary Educa-
segundo lugar una evaluación de los argumentos presentados. tion. Applied Cognitive Psychology 17, pp.851-860.
La evaluación de los argumentos por jueces expertos en lógica Toplak, M., West, R. & Stanovich, K. (2014). Assessing miserly infor-
y la realización del estudio piloto en estudiantes universitarios, mation processing: An expansion of the cognitive reflection test.
nos brindarán el soporte necesario para la definición de la ver- Thinking and Reasoning 20(2), pp.147-168.
sión final del instrumento y la realización del estudio empírico Walton, D., Macagno, F. & Reed, C. (2008). Argumentation Schemes.
propiamente dicho. Cambridge: Cambridge University Press.
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a unidades de análisis, variables o dimensiones de análisis, es- Si aplicáramos a Foucault su propio esquema de lectura, po-
cales de valores e indicadores. Se trata de lo que podríamos dríamos decir que su análisis arqueológico tiene una relación
llamar la matriz de datos o el esquema de lectura que aquí se de parentesco –más o menos lejana– con lo que Tohmas Khun
propone. No decimos aún interpretación, que supone el gesto llamó paradigmas, lo que Serge Moscovici llamó representacio-
más complejo de ir más allá de lo que se está identificando nes sociales, y lo que Cornelius Castoriadis llamó imaginarios
como elemento que se recorta a la lectura. Dicho de otra ma- sociales. Aunque claro está, se trata en cada caso de diferentes
nera: la matriz a partir de la cual es posible construir los datos conceptualizaciones. En lo que sigue intentaremos seguir lo que
de un estudio, antes de cualquier análisis o interpretación que Foucault llamó un particular nivel de análisis que son los discur-
se pueda hacer de ellos luego. Finalmente, dejaremos por fuera sos y enunciados.
también lo que podrían considerarse cuestiones de “marco teó- Pero antes de continuar realicemos una primera lectura de este
rico” de este análisis, o de construcción del corpus a analizar. procedimiento a partir del lenguaje de matrices de datos. La
En este sentido es que nos centraremos específicamente en la descripción foucaultiana de su objeto y procedimiento se arti-
matriz de datos o esquema de lectura que puede extraerse de cula con un particular tipo de análisis de datos que es el análi-
La arqueología del saber. sis centrado no en las unidades de análisis o las variables sino
en el valor (Samaja, 1993: parte III). A la inversa, los estudios
Procedimiento y objeto de la arqueología centrados en el valor podrían considerarse en algún sentido, y
La arqueología[1] es el estudio de las prácticas discursivas. en muchos casos, como estudios de tipo arqueológico. Toda vez
En el sentido que “hablar es hacer algo” (1969, p. 270). Pero que se trata de investigaciones en las que se trabaja con los
también de las formaciones y regularidades discursivas que en componentes de una matriz de datos pero en un estado de de-
estas prácticas se producen, y una singular configuración a la sarrollo: o bien marcado por intuiciones, lineamientos, formas
que llama saber. No se trata a priori de los saberes científicos, abstractas o fragmentarias, y en términos generales en estado
aunque los incluya. Delimita en este punto ciertos umbrales. de exploración, identificación y sistematización. En el caso de
En primer lugar un umbral de positividad, franqueado el cual las variables es frecuente que no tengan escalas de valores
una práctica constituye como tal una formación discursiva. definidas de antemano, o que en sí mismas se definan como
Pero además umbrales de epistemologización, de cientificidad variables abiertas, a ser interpretadas en la aplicación de cada
y de formalización. El conjunto de relaciones que en una épo- objeto particular. El camino de la investigación parte de estas
ca determinada configuran ciertas prácticas y ciertos saberes formas preliminares y orientativas de la matriz para identificar
que atravesaron estos umbrales, es lo que llama una episteme. valores, articularlos entre sí, construir con ellos dimensiones
El estudio arqueológico de los saberes científicos o de deter- de análisis, indicadores y variables, y a partir de estas las uni-
minadas prácticas que se asocian a ellos toma entonces la dades de análisis y los diferentes niveles de complejidad del
dirección de la episteme. Pero Foucault señala otras tres: el objeto de estudio.
estudio de la sexualidad, en la dirección de la ética; el estudio La exposición que Foucault hace en La arqueología del saber,
de la pintura, en la dirección de la técnica; y el estudio de la como veremos puede leerse a partir de este esquema. En primer
política, en la dirección de comportamientos, luchas y conflic- lugar expone los dos grandes niveles de análisis de su obje-
tos (1969, p. 250-253). to –las formaciones discursivas y los enunciados–, para luego
Estos saberes –de la episteme, la ética, la técnica, la lucha po- precisar las variables y dimensiones de análisis que lo definen.
lítica– no son el atributo de un sujeto, autor, obra o disciplina.
Dicho de otra manera: no hay práctica discursiva de ningún su- Formaciones discursivas y enunciados
jeto individual, ni por fuera del conjunto de esferas y foros en Una formación discursiva se define a partir de un conjunto de
el que su vida está tendida. El saber es el conjunto de “reglas enunciados y reglas, el
anónimas” (1969, p. 271) que ya está presente cuando alguien “conjunto de reglas anónimas, históricas, siempre determina-
habla, y antes de que tome la palabra. Como positividad discur- das en el tiempo y el espacio, que han definido en una época
siva es “el juego de representaciones que corren anónimamen- dada, y para un área social, económica, geográfica o lingüística
te entre los hombres” (1969, p. 179). Foucault utiliza muchos dada, las condiciones de ejercicio de la función enunciativa.”
términos para nombrar este carácter anónimo y de estar entre: (1969, p. 154)
discontinuidades, interferencias, relaciones, interdependencias,
entrecruzamientos, son lo que definen propiamente hablando De modo que ambos conceptos deben entenderse en su rela-
los “territorios arqueológicos” (1969, p. 238). No una ciencia, ción, y específicamente en su relación de dos niveles de análisis
sino el corte o los umbrales de lo no-científico con lo científico de un mismo objeto. En este sentido los enunciados configuran
de ella. No la política, sino el cruce por el que ella se articula la unidad de análisis, de la cual el discurso es la unidad de
con la filosofía o la ciencia. Con obras artísticas, instituciones, síntesis. Foucault comienza por señalar que las formaciones
hábitos o comportamientos sociales. discursivas no son cosmovisiones, el espíritu o mente de una
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época. Como tampoco se identifican con disciplinas, en el sen- tipo multi-dimensional; con escalas de valores abiertas, a deter-
tido que se podría decir el discurso de la ciencia, la filosofía, la minarse de manera particular en cada análisis concreto.
religión, etc. Estos cortes históricos o disciplinares son tratados
ya como efectos y hechos de discurso. No se trata sin embargo 1. Formación de objetos. En un discurso se forman los objetos de
de rechazarlos. Por el contrario Foucault los toma como punto los que se habla. No se trata de objetos previos o referentes del
de partida, a condición de tomarlos como los efectos de una discurso sino de formaciones específicas o propias de una prác-
construcción cuyas reglas son lo que se trata de analizar. La tica discursiva. De las condiciones históricas y las relaciones dis-
arqueología estudia el dominio “constituido por el conjunto de cursivas –institucionales, económicas, sociales, técnicas, etc.–
todos los enunciados efectivos (hayan sido hablados o escritos), que permiten a un objeto aparecer como tal. Estas relaciones no
en su dispersión de acontecimientos y en la instancia que le son internas al discurso –entre conceptos o palabras, frases o
es propia a cada uno.” (1919, p. 40) La singular existencia del proposiciones–, tampoco le son exteriores –tales como límites,
enunciado en tanto enunciado, a la vez que sus condiciones, re- imposiciones u obligaciones de decir. Son relaciones en el límite
glas y maneras de existencia, y las que por esta forma entonces del discurso, de lo discursivo con lo no-discursivo. De manera
excluye. Su carácter singular de acontecimiento, pero también específica, un conjunto de relaciones entre tres dimensiones.
sus repeticiones, transformaciones y reactivaciones. Y de ma- 1.a. Superficies de emergencia[4]. Donde los objetos pueden
nera general, la relación con otros enunciados que lo preceden surgir.
y lo siguen: 1.b. Instancias de delimitación. Por las que se aísla, designa,
“Relaciones de unos enunciados con otros (incluso si escapan a nombra e instaura.
la conciencia del autor; incluso si se trata de enunciados que no 1.c. Rejillas de especificación. Según las cuales se separa, opo-
tienen el mismo autor; incluso si los autores no se conocen en- ne, entronca, agrupa, clasifica, deriva.
tre sí); relaciones entre grupos de enunciados así establecidos
(incluso si esos grupos no conciernen a los mismo dominios, ni 2. Formación de modalidades enunciativas. En un discurso Fou-
a dominios vecinos; incluso si no tienen el mismo nivel formal; cault no aísla la enunciación de un sujeto –como instancia de
incluso si no son el lugar de cambios asignables); relaciones síntesis o función unificadora– sino la dispersión que este toma
entre enunciados o grupos de enunciados y acontecimientos de en diversas modalidades enunciativas, las posiciones que ocupa
un orden completamente distinto (técnico, económico, social, o recibe cuando habla.
político).” (1969, p. 43) 2.a. Quién habla. “¿Quién habla? ¿Quién, en el conjunto de to-
dos los individuos parlantes, tiene el derecho a emplear esta
A nivel de los enunciados, un trabajo de identificación y des- clase de lenguaje? ¿Quién es su titular? ¿Quién recibe de él su
cripción, a la par que al nivel de la formación discursiva, la singularidad, sus prestigios, y de quién, en retorno, recibe ya
identificación y descripción de las relaciones entre estos enun- que no su garantía al menos su presunción de verdad?“.
ciados: relaciones de discontinuidad, corte, umbral o límite; de 2.b. Ámbitos institucionales. De los que aquel que habla saca
desviación, distancia o incompatibilidad; reglas de formación y su discurso, encuentra su origen legítimo y sus puntos de
de emergencia simultánea o sucesiva; el juego de sus aparicio- aplicación.
nes y de su dispersión; condiciones de existencia, coexistencia, 2.c. Posiciones del sujeto. Definidas por “la situación que a éste
conservación, modificación y desaparición. Lo que el análisis de le es posible ocupar en cuanto a los diversos dominios o grupos
esta serie de relaciones constituye no es un objeto homogéneo o de objetos”. (1969, p. 69 y 72)
compacto, sino más bien heterogéneo y múltiple. La arqueología
se orienta menos por su unidad que por las leyes de repartición 3. Formación de conceptos. No se trata de reponer los concep-
y dispersión de los elementos que lo conforman. tos en un edificio deductivo, sistema u organización, sino de
“describir la organización del campo de enunciados en el que
Dimensiones de análisis de los enunciados aparecen y circulan”. (1969, p. 76) Las relaciones discursivas
Situados los enunciados como la unidad de análisis considera- –en el límite de lo conceptual y lo preconceptual– por las que
remos ahora las variables y dimensiones de análisis en que su se constituyen y la manera que en ella se relacionan entre sí.
estudio se despliega. De acuerdo a la lectura que propondremos 3.a. Sucesión, series, dependencias, esquemas. Formas de su-
Foucault se encarga de precisar a lo largo de La arqueología cesión de los enunciados; series enunciativas –de descripcio-
del saber cinco grandes variables que no es posible obviar: 1. nes, inferencias, razonamientos, esquemas de generalización,
Formaciones de objetos, 2. Formación de modalidades enuncia- etc.–; tipos de dependencias –hipótesis-verificación, aserción-
tivas, 3. Formación de conceptos, 4. Formación de estrategias, crítica, ley general-aplicación particular–; esquemas retóricos.
5. Función enunciativa.[2] 3.b. Formas de coexistencia. Donde delimita tres campos. Un
Se trata de variables de nivel de medición nominal, de tipo re- campo de presencia: todos los enunciados formulados, ya sea
lacional y global o estructural, en ningún caso absolutas[3]; de como verdades admitidas, objetos de crítica, discusión, rechazo
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o exclusión; a partir del cual se instauran relaciones explícitas o plementariedad con otros discursos, relaciones de delimitación
implícitas de verificación, experimentación, validación, comen- recíproca a partir de señales distintivas singulares.
tario, análisis, etc. Un campo de concomitancia: los enunciados 4.c. Función que ejerce en un campo de prácticas no discur-
que conciernen a otros dominios de objetos, que pertenecen sivas. Comporta “el régimen y los procesos de apropiación del
a otro tipo de discurso, pero actúan entre los primeros como discurso”, reservado a “un grupo determinados de individuos”.
confirmación analógica, principios o premisas, o modelos. Un Se caracteriza por las “posiciones posibles del deseo en rela-
dominio de memoria: a diferencia de los enunciados del primer ción con el discurso”. Ni las practicas discursivas, ni los proce-
campo, no se trata de la admisión, discusión o validez, sino de sos de su apropiación, ni el deseo son extrínsecas al discurso,
relaciones de filiación, génesis, transformación, continuidad y sino más bien elementos de sus formaciones. (1969, p. 91-92)
discontinuidad histórica de los enunciados.
3.c. Procedimientos de intervención. Que pueden ser “legítima- 5. Función enunciativa. Aquel ejercicio o práctica discursiva
mente aplicados a los enunciados”. Técnicas de reescritura: por que se pone en juego a partir de ciertos enunciados y reglas en
las que se puede reescribir la descripción de una época en otra, una formación particular, y que se ejerce en los cuatro domi-
y por lo tanto con otras leyes y configuraciones. Métodos de nios ya señalados (objetos, modalidades enunciativas, concep-
transcripción: “de los enunciados (articulados en la lengua na- tos y estrategias).
tural) según una lengua más o menos formalizada y artificial”. 5.a. Reglas de existencia: un enunciado no tiene correlato, re-
Modos de traducción: de enunciados cuantitativos en formula- ferente o significado, sino reglas de existencia. A partir de las
ciones cualitativas y recíprocamente. Aproximación: “los medios cuales se distribuyen ciertos elementos –objetos, modalidades
utilizados para acrecentar la aproximación de los enunciados y enunciativas, conceptos, estrategias– y ciertas relaciones son
refinar su exactitud”. Delimitación: “la manera como se delimita asignadas.
de nuevo –por extensión o restricción– el dominio de validez de 5.b. Relación con un sujeto. No en sentido gramatical o lingüís-
los enunciados.” Transferencia: “la manera como se transfiere tico, tampoco el autor, sino la función vacía por la cual un mis-
un tipo de enunciado de un campo de aplicación a otro”. Sis- mo individuo puede devenir sujeto de diferentes enunciados, a
tematización: de proposiciones que ya existen, separadamente, la vez que diversos individuos pueden hacerlo respecto de un
pero también de redistribución de enunciados ligados pero que mismo enunciado, sin que ninguno de ellos sea necesariamente
se recomponen en un nuevo conjunto. (1969, p. 79-80) su autor. El sujeto como función vacía es una posición que se
fija al interior de las relaciones discursivas. Foucault continuará
4. Formación de estrategias. Las elecciones teóricas o es- estudiando esta dimensión en obras posteriores a partir de lo
tratégicas de despliegue discursivo o el juego de relaciones que llama prácticas de subjetivación, las maneras como alguien
que el discurso tiene en un campo no discursivo, de prácticas, se vuelve sujeto.
apropiaciones, intereses y deseos. De manera particular es una 5.c. Campo de enunciados. No un contexto, sino un dominio
variable que Foucault continúo estudiando para analizar –en asociado, campo adyacente o de coexistencias, del cual el
muchos aspectos genealógicamente– las relaciones de fuerza, enunciado forma parte de una serie, un conjunto, desempeña
poder y lucha. un papel, entra en un juego de relaciones.
4.a. Puntos de difracción. Se caracterizan en primer lugar como 5.d. Existencia material. Una voz, una superficie de inscripción
puntos de incompatibilidad: dos objetos, dos modalidades de de signos, cuerpos, formas sensibles, rastros, tiempos, espa-
enunciación, o dos conceptos de una misma formación discur- cios. “Constituye el enunciado mismo: es preciso que un enun-
siva no pueden entrar en una misma serie de enunciados, so ciado tenga una sustancia, un soporte, un lugar y una fecha.
pena de contradicción o inconsecuencia. Pero también como Y cuando estos requisitos se modifican, él mismo cambia de
puntos de equivalencia: porque los dos elementos incompati- identidad.” No es en sí mismo un fragmento de materia pero su
bles son equivalentes –en cuanto a las reglas de su formación, identidad es siempre relativa a un “régimen complejo de ins-
sus condiciones de aparición, etc.–, formando por ello una al- tituciones materiales”. De esta manera “el enunciado circula,
ternativa, bajo la forma “o bien… o bien”. Finalmente se ca- sirve, se sustrae, permite o impide realizar el deseo, es dócil o
racterizan como puntos de enganche de una sistematización: rebelde a unos intereses, entra en el orden de las contiendas y
porque a partir de cada uno de estos elementos –equivalentes e de las luchas, se convierte en tema de apropiación o de rivali-
incompatibles– se derivan nuevas series de objetos, modalida- dad.” (1969, p. 133-138)
des enunciativas y conceptos.
4.b. Economía de la constelación discursiva. El papel que des- Conclusiones y síntesis de la matriz desarrollada
empeña un discurso en relación con otros que le son contem- Tal como hemos propuesto, de esta manera puede extraerse o
poráneos o confinan con él: el de un sistema formal del cual los leerse a partir de La arqueología del saber una matriz de datos o
otros son aplicaciones, un modelo concreto que sirve de soporte esquema de lectura de análisis discursivo foucaultiano. Delimita
a formaciones más abstractas, una analogía, oposición o com- un objeto de estudio que tiene en su forma más reducida dos
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cular. Esta última pregunta, central para nuestro problema, será político, etc.[5], ya que las decisiones públicas tomadas para
la oportunidad para probar por fin la coherencia de la solución su construcción dejaban fuera de los mismos a quienes tenían
propuesta. necesidades atípicas. El enfoque de las capacidades considera
Las capacidades, dice la autora, no son simples habilidades re- que el diseño de un entorno público inclusivo requiere tener en
sidentes en el interior de una persona, sino que incluyen también cuenta las necesidades de los ciudadanos en toda su diversidad.
las libertades o las oportunidades creadas por la combinación
entre esas facultades personales y el entorno político, social y NOTAS
económico. La idea intuitiva básica de su enfoque de las capa- [1] Ferrarese, E. (2018). La fragilité du souci des autres. Lyon, ENS
cidades es que se debe partir de una concepción de la dignidad Éditions.
del ser humano y de una vida acorde con esa dignidad. Las ca- [2] Ferrarese, E. (2018). La fragilité du souci des autres. Lyon, ENS
pacidades se entienden como requisitos mínimos básicos para Éditions.
una existencia digna y formarían parte de una teoría mínima de [3] Nussbaum M.C. (2012). Crear capacidades. Propuestas para el de-
la justicia social: una sociedad que no las garantice a toda su sarrollo humano. Barcelona, Paidós.
ciudadanía, en un nivel mínimo adecuado, no llega a ser una [4] Nussbaum M.C. (2012). Crear capacidades. Propuestas para el de-
sociedad plenamente justa, sea cual sea su grado de opulencia. sarrollo humano. Barcelona, Paidós.
Por otro lado, el reverso de las capacidades es su funcionamien- [5] Nussbaum, M.C. (2006). El ocultamiento de lo humano: repugnan-
to, entendido como la realización activa de una o más capaci- cia, vergüenza y ley. Buenos Aires: Katz. Edit., pp. 352-353.
dades. Estos productos o materializaciones de las capacidades
brindan la conexión entre capacidad y libertad: Capacidad es BIBLIOGRAFÍA
oportunidad de seleccionar o libertad de elección. Dhes. Red Derechos Humanos y Educación Superior (2014). DD HH de
«El enfoque propugna un principio según el cual cada persona los grupos vulnerables. Manual [PDF file]. Recuperado de https://
es un fin en sí misma. Estipula que el objetivo es producir ca- www.upf.edu/dhes-alfa/materiales/docs/DHGV_Manual.pdf
pacidades para todas y cada una de las personas, sin usar a Habermas, J. (2010). El concepto de dignidad humana y la utopía rea-
ninguna de ellas como medio para las capacidades de otras ni lista de los DD.HH. Diánoia, LV (64), 3-25.
para las del conjunto» (M. Nussbaum, pp. 55)[3]. Esto es, nin- Kottow, M. (2012). Vulnerabilidad entre derechos humanos y bioética.
gún individuo se sacrifica por la colectividad, todos son igual- Relaciones tormentosas, conflictos insolutos. En Revista de la fa-
mente valiosos, en tanto todos están dotados de igual dignidad. cultad de derecho PUCP,69, 25-44.
Asimismo, otro aspecto muy importante cara a las sociedades Ferrarese, E. (2018). La fragilité du souci des autres. Lyon, ENS Éditions.
pluralistas, multi y transnacionales contemporáneas es que Nussbaum, M.C. (2006). El ocultamiento de lo humano: repugnancia,
Nussbaum señala que los países tienen cierto margen para de- vergüenza y ley. Buenos Aires: Katz. Edit.
sarrollar esas capacidades de forma diferente en función de sus Nussbaum, M.C. (2012). Crear capacidades. Propuestas para el desa-
distintas tradiciones e historias (M. Nussbaum, pp. 60)[4], es rrollo humano. Barcelona, Paidós.
decir, se atiende en todo momento al pluralismo, a la diversidad.
Y advierte de que, a la hora de fijar un umbral mínimo de de-
sarrollo de las capacidades cara a una vida decente, con cierta
calidad, siempre será irrenunciable el proceso político de una
democracia funcional y operativa.
Así, el empoderamiento de las personas con diversidad funcio-
nal, su trato igualitario como ciudadanos, requiere de la confi-
guración de un entorno facilitador que les permita llevar una
vida digna, en la que puedan ejercer su derecho a convivir en el
espacio social sin que tengan que avergonzarse a causa de su
estigmatización. Puede entenderse que la introducción de este
concepto por parte de M. Nussbaum permite adoptar una visión
más amplia de la accesibilidad universal (y, correlativamente,
del diseño para todas las personas, pues esta no puede quedar
reducida a un sentido puramente técnico-instrumental, ya que
también conlleva una dimensión moral-política, en la medida
en que constituye un entorno protector de la dignidad de sus
miembros. La construcción del mismo exige, en primer lugar,
la toma de conciencia de que la ficción de la normalidad está
detrás de un diseño excluyente del espacio social, educativo,
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las propuestas marxistas, de las propuestas feministas, de los concepto de ciudadanía en términos de una ética intercultural,
movimientos latinoamericanos de educación popular e investi- esa ética imprescindible para un mundo globalizado y a la vez
gación-acción participativa (Freire, 1975 y Fals-Borda, 2001), diverso. Los debates sobre la ciudadanía insisten en la necesi-
todas ellas comprometidas con la transformación social y la rei- dad del reconocimiento activo a sectores de la población que
vindicación del saber popular (Peñaranda, 2014). tradicionalmente han sido y son excluidos de la sociedad políti-
Ahora bien, no se puede entonces imputar de las posibles des- ca y, en muchos casos, hasta de la sociedad civil, como son las
viaciones de las ciencias sólo al deseo de conocer, sino también minorías étnicas y/o de origen migrante, entre otras. A esto debe
al “sistema social” que a través de las instituciones obliga a añadirse que, a menudo las políticas y las prácticas sociales
los investigadores a librar entre ellos una competición perma- dirigidas a estas minorías, provienen de modelos de dominación
nente a través de proyectos y publicaciones, y los conmina a e intentos de homogeneización cultural.
plegarse a las leyes de la concurrencia económica o a entrar en Como contracara, también se asiste a la pérdida de la homo-
el juego de la competición internacional por el prestigio. Serán geneidad cultural y de creencias, pasando a un sistema basado
las Comisiones de Ética de Investigación, las que ejerzan un rol en la hegemonía a otro de pluralidad de valores. Se trata de un
tranquilizador que funcione como barrera de contención ante fenómeno que se da también a nivel religioso, moral, político,
esta ¨angustia cultural¨ (Langlois, 1992). pasando así del código único al código múltiple, del monoteísmo
En este sentido, la investigación científica como proceso social axiológico al politeísmo axiológico (Weber, 1994). Sin embargo,
no sólo ha de producir conocimientos generalizables y renovar esta situación a menudo es experimentada como pérdida y otras
las distintas disciplinas sino que también ha de exigir para su veces con nostalgia.
reconocimiento una aceptabilidad social y ética.
Diversidad, ética y política
Del etnocentrismo a la autoafirmación intercultural La diversidad que caracteriza la época actual - a nivel étnico,
Desde la segunda mitad del siglo XX se viene denunciando al lingüístico, religioso, de complejidad política y socioeconómi-
“proyecto etnocéntrico occidental” que busca homogeneizar la ca...- obliga a las sociedades e instituciones a reflexionar sobre
cultura, apoyándose en las fuerzas dominantes surgidas del de- nuevas formas de gestionar las diferencias y de desarrollar las
sarrollo de las ciencias y de las técnicas. relaciones entre los distintos grupos y subgrupos. Se trata no
A su vez, el expansionismo neoliberal político y económico, sólo de “integrar un conjunto de estrategias y reflexiones que
siguiendo las exigencias del mercado se arroga el poder de permiten dar lugar a una fructífera interacción entre grupos
configurar los contornos culturales. Todavía más, la globaliza- culturales visiblemente diferentes” (Vieira da Silva & Laranjo
ción económica y cultural borra cada vez más las fronteras e Marques, 2016), sino también a reconocer y legitimar las di-
identidades nacionales. Y mientras tiende a desdibujar fronteras ferencias culturales entre esos diversos grupos admitiendo su
diversas entre pueblos ya sea estimulando o provocando migra- convivencia e interacción dentro de un mismo espacio.
ciones masivas y mezclas de tradiciones y culturas, moviliza a En este sentido, el pluralismo se presenta como una concepción
la vez una preocupación por las diferencias. ética y política que favorece la apertura de sociedades com-
Por eso, la necesidad de pensar esta relaciones interculturales puestas por individuos y grupos libres que no participan de las
en tanto componentes de la convivencia y de la gestión social mismas convicciones culturales, morales, políticas, religiosas y
y política dentro de los estados democráticos contemporáneos. filosóficas, pero que intentan sin embargo vivir juntos acordando
Frente a un etnocentrismo que pretende suprimir todo tipo de con ello en un conjunto de reglas que aseguren la convivencia.
conflicto, ha surgido una lucha por la autoafirmación cultural, El pluralismo nos invita a reconocer la legitimidad de las rei-
por el reconocimiento de la diversidad y la competitividad entre vindicaciones, la validez de los “extraños morales” (Engelhardt,
los intereses de cada grupo. 1995) y nos apela a una confrontación pacífica. Se requiere asu-
Se plantean de este modo y no sin dificultades, la búsqueda de mir “la convivencia en la diversidad, de manera que se haga
reivindicaciones por los derechos de la minoría a la vez que el posible este requisito tan esencial a la democracia pluralista”
compromiso de reconocimiento de estos nuevos actores socia- (Bilbeny, 2002). Mas aún, el ejercicio de la ciudadanía consiste
les: derechos de la diferencia y visibilidad política del campo de en cooperar en la construcción democrática de una sociedad
la afirmación cultural. Por eso, se postula una nueva compren- más justa.
sión de la universalidad “como praxis de solidaridad entre las Se trata de plantear modos plurales, equitativos de articular la
culturas” (Fornet, 2004), que revalorice las identidades étnico- post- modernidad para las minorías y las poblaciones vulnera-
nacionales en nombre del pluralismo, de la complejidad y de la das, para que puedan empoderarse críticamente como actores
diferenciación cultural. En un mismo espacio público, coexiste capaces de ser sujetos de diálogo, superando situaciones de
actualmente una diversidad cultural con sus interrelaciones marginalidad y discriminación, y evitando sentimientos y viven-
conflictivas pero también inclusivas. cias de autonegación como “otro cultural” respecto a los siste-
Los múltiples cambios a nivel mundial, obligan a repensar el mas predominantes. Sin embargo, estas apropiaciones, no de-
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ben ser una mera adscripción externa resultado de estrategias Se requiere por tanto, des-esencializar las formas de ser varón y
de sobrevivencia marcadas por la inmediatez de la necesidad. ser mujer, mostrando que son modelos aprendidos socialmente
Al contrario, se busca promover el debate y la reflexión sobre el y que generan desigualdades. En este sentido, la perspectiva
problema de la (re) construcción de una ciudadanía plena ba- de género busca contribuir a que se reconstruya el entorno so-
sada en la ética de las relaciones humanas como garantía del cial, cuestionando lo obvio, explicitando los estereotipos y las
respeto a su dignidad. normatividades unilaterales. Para revertir estas pautas y pers-
Por eso, una ética que hoy aspire a ser práctica y serlo para to- pectivas de larga data, para reparar desigualdades y apoyar de
dos, debe apoyarse en elementos compartidos y máximamente manera específica a ciertas poblaciones frágiles o marginadas,
universales. Aunque la ética se ha empeñado en ser “universal”, se recurre a intervenciones denominadas “acciones afirmati-
no puede negar los rasgos locales sino que tiene que reivin- vas” que pueden ser desde subsidios hasta políticas de apoyo
dicarlos. Desde esta perspectiva, una ética intercultural ha de específico a grupos reconocidos como vulnerables.
compartir los objetos tanto de la ética teórica como los de la éti- “Incorporar la perspectiva de género supone reconocer dife-
ca aplicada. Por eso, mas que una ética comparativa y teórica, rencias, negociar libertades, asumir responsabilidades y, sobre
la ética intercultural es una ética propositiva y práctica: no es todo, resolver conflictos de manera colectiva” (Figueroa Perea,
un mero debate académico sino de una necesidad práctica de 2003).
articular mejor la convivencia en las sociedades de composición A pesar de la heterogeneidad de experiencias de estas subjeti-
pluricultural (Bilbeny, 2012). vidades y de sus cuerpos, estas comunidades han generado –ya
Sin embargo, esto no excluye que puedan surgir tensiones sea desde sus trayectorias de tránsito o desde sus prácticas
culturales e ideológicas, tendencias homogeneizadoras o mo- políticas-, rupturas y desplazamientos respecto al orden nor-
nopólicas asociadas a un “proyecto etnocéntrico occidental”. mativo y social en una búsqueda inclusiva, no exenta de gestos
Por eso, queda preguntarse si este pluralismo de hecho refleja desafiantes. Esto obliga por una parte, a la puesta al día de los
también un pluralismo de principios que pueda ser considerado sistemas de salud así como a nuevas conceptualizaciones de
como un avance moral. estas diversidades. Por otra parte, requiere también la necesi-
dad de redefinir los roles materno y paterno, la relación entre
Diversidad de género, rupturas y desplazamientos cuerpos y géneros, las nuevas formas de filiación en virtud de
En las representaciones sociales de nuestra vida cotidiana, las tecnologías de reproducción asistida, mas aún si se tiene en
se piensa que la diferencia simbólica entre lo femenino y lo cuenta la aprobación de las leyes de Matrimonio Igualitario y de
masculino se sigue de una pertenencia biológica. Y esta mo- Identidad de Género.
dalidad también se extiende a los comportamientos esperados, De la penalización a la medicalización, de la patologización a la
a la aceptación de especializaciones de género excluyentes y despatologización y al reconocimiento de la diversidad, se bus-
jerárquicas, a las modalidades de toma de decisiones, a las ca abordar por ello algunas temáticas y planteos que permitan
prácticas distintas en término de libertades y al ejercicio de los profundizar la relación entre identidad y ampliación de derechos
derechos.... acorde a las normativas nacionales e internacionales.
Precisamente, este entrenamiento social sesgado -construído
ancestralmente- se inicia con la educación informal y se amplía Nuevos campos de investigación
con la educación formal, aunque ya se aprecia en algunos ám- La problemática de la diversidad de géneros plantea hoy impor-
bitos cambios profundos. tantes desafíos en la ética de la investigación especialmente en
Ahora bien, las personas que han elegido una identidad de géne- las ciencias sociales y humanas.
ro distinta a la que le fue asignada al nacer o que expresan una En efecto, una mirada arqueológica muestra como las ciencias
elección sexual distinta a la heterosexual, sufren diversas formas sociales y las ciencias de la salud han contribuido a reproducir
de violencia, y es por eso que se han ido adoptado una serie de un sistema dominante sexo-género, en la cual estas identidades
medidas que las protegen contra esas formas de vulneración. transexuales y transgénero son presentadas desde la perspecti-
Estas conductas y acciones lesivas a los derechos humanos han va de la desviación y del trastorno.
sido visibilizadas por la comunidad internacional y los Estados, y Ahora bien, la aparición de nuevos campos de investigación
han sido objeto de diferentes instrumentos normativos[i]. Todos -como la diversidad cultural, las distintas identidades de gé-
ellos condenan toda forma de discriminación contra personas nero, las éticas feministas - han dado lugar a nuevos cues-
por motivos de orientación sexual e identidad o expresión de tionamientos y problemas, para lo cual se requiere ampliar la
genero. Además instan a las instituciones jurídicas, por un lado responsabilidad de la actividad científica. La aplicación la pers-
que eliminen las barreras que enfrentan las lesbianas, 1os gays pectiva de género ha permitido identificar los distintos puntos
y las personas bisexuales, trans e intersex (LGTBI) en el acceso de vista de los diversos actores, así como destacar la relevan-
equitativo a la participación política y otros ámbitos de la vida cia de sus planteos.
pública, y por otro a evitar interferencias en sus vidas privadas. Ante estas nuevas expectativas, surgen nuevas posibilida-
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des pero también desconfianzas, riesgos y daños; por lo tanto I. En los Comité de Ética, cumplir con los cupos correspondientes
aparecen nuevas preocupaciones y la necesidad de encuadres II. En los Proyectos/Protocolos de Investigación, requerir
éticos para que las ciencias puedan seguir avanzando (Valero ·· que se incorpore una perspectiva de género en todo el proce-
Matas, 2006). so de investigación
Por eso, las universidades y asociaciones científicas deben ·· que se evalúe si un proyecto de investigación de manera in-
promover lugares de reflexión interdisciplinarios sobre la ética directa está reproduciendo o aprovechando procesos ances-
misma del investigador y sus condiciones de práctica. Se trata trales de discriminación, aunque con ello traduzca de algún
pasar de la ética de la investigación a una ética en la inves- modo la estructura social. Uno debería preguntarse si la in-
tigación, de tender puentes entre los ideales y objetivos de la vestigación contribuye a cuestionar las relaciones desiguales
investigación y las condiciones para la realización de proyectos de género, o bien si se aprovecha de estas desigualdades
de investigación que impidan riesgos y peligros tanto para los para seleccionar su población de estudio.
participantes como para la sociedad (Doucet, 2010). ·· que la investigación pueda contribuir a dar voz a una pobla-
Con la incorporación de los derechos de las personas en la labor ción tradicionalmente marginada como interlocutora, precisa-
de investigación y el aporte teórico de las discusiones del cam- mente por las desigualdades de género.
po del feminismo, la problemática de la diversidad de género ·· que se evite la discriminación de personas por alguna ca-
se instala en las investigaciones sociales no sólo respecto a los racterística del grupo social al que pertenecen, y a la vez se
participantes sino también a las y a los investigadores, así como asegure que participen de manera autónoma, informada, sin
a los integrantes de sus equipos (Cassel, 1980). presión o coacción en el consentimiento de investigación. Se
A diferencia de las ciencias exactas, las ciencias sociales re- consideran necesarios para ello procesos de consentimiento
quiere que los objetos sean indagados desde un abordaje com- y decisiones personales.
plejo, explorando la particularidad de los contextos naturales, ·· que no basta con evitar discriminar a las mujeres, a las les-
sociales, culturales en los que se producen los fenómenos, te- bianas, 1os gays y las personas bisexuales, trans e intersex
niendo como valores centrales el reconocimiento y el respeto (LGTBI) al momento de investigar, sino que es necesario do-
por las diferencias y la diversidad sociales. cumentar acciones específicas para disminuir y reparar des-
En efecto, en el trabajo de campo donde la observación par- igualdades y evitar arbitrariedades de todo tipo.
ticipante tiene un papel central, la interacción humana en su ·· que se reparen las desigualdades, además definir acciones
riqueza, variedad y contradicción fluye en ambas direcciones, para apoyar a las personas tradicionalmente discriminadas.
el poder se comparte entre el investigador y los participantes, a ·· que se otorgue una calificación ética especial a proyectos que
diferencia de lo que normalmente ocurre en el campo médico. explícitamente reconozcan la desigualdad de género con el fin
La peculiaridad de estos trabajos no pueden llevarse a cabo sin de contribuir a una situación más equitativa.
el consentimiento de la comunidad, y esto incluye la aceptación ·· que los organismos financiadores de proyectos e instituciones
de la presencia y/o permanecia de los propios investigadores en evaluadoras del trabajo académico, incorporen en sus crite-
el campo. Por eso, como reconocimiento de esa autoría com- rios de evaluación acciones afirmativas desde una perspec-
partida - entre los que realizan el trabajo de campo y los que tiva de género, sobre todo en aquellas investigación-acción
colaboran con su tiempo y sus conocimientos, se hable de una referidas a desigualdad o discriminación.
etnografía colaborativa (Rappaport, 2008) y se proponga una ·· que la muestra o el campo a investigar sea lo mas equitati-
escritura conjunta de los informes. va posible, que no se exponga a los participantes a posibles
Dejando de lado los paradigmas ligados a la neutralidad del co- riesgos de manera desigual, que se amplíen los beneficios al
nocimiento científico, que no tienen en cuenta los contextos de mayor número de población.
descubrimiento, la perspectiva de género permite descubrir la
diferente distribución de poder entre varones y mujeres y las Una ética para un mundo globalizado
asimetrías sociales y culturales que las personas entablan en Los múltiples cambios que se han venido generando a nivel
su vida cotidiana. mundial, nos obligan a reflexionar el concepto de ciudadanía, y
La perspectiva de género ha transformado la forma en que con ello repensar una ética para un mundo globalizado que res-
tradicionalmente se producían los conocimientos atada a una ponda a los desafíos de estos tiempos, es decir a esa diversidad
concepción binarista, introduciendo la diversidad como principio que coexiste en un mismo espacio público, con sus interrela-
de abordaje de las investigaciones en el campo socio-cultural. ciones conflictivas pero también inclusivas. Se trata de pensar
Más aún, esto premite reconocer y comprender la variabilidad una ética de la diversidad que supere el monoculturalismo y
de respuestas posibles frente a una misma propuesta de inves- sea consecuente con la pluralidad de valores a fin de lograr una
tigación en las sociedades complejas contemporáneas. convivencia social, requisito fundamental en una democracia.
A modo de propuestas en el campo de la ética de la investiga- Los múltiples cambios a nivel mundial, obligan a repensar el
ción, se pueden plantear una serie de temáticas: concepto de ciudadanía en términos de la ética intercultural,
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esa ética imprescindible para un mundo globalizado y a la vez mativas y pautas éticas que incluyan afirmativamente a nuevas
diverso. Se trata de un reconocimiento activo a sectores que poblaciones, sino también plantear una nueva sensibilidad, una
tradicionalmente quedaban fuera de la sociedad civil, como las nueva apertura hacia las mismas.
minorías étnicas y/o de origen migrante, grupos sometidos a Se trata de reconocer ciertos rasgos comunes a nivel de máxi-
una vulneración en áreas laboral, educacional y sanitaria, con mos, como ámbito en el cual todos los ciudadanos puedan
escasa consideración de su dignidad y sus derechos, que sufren desplegar sus legítimas diferencias. Se trata de reconocer la
a menudo políticas y prácticas sociales que provienen de mode- dimensión de humanidad que subyace en todas las diferencias
los de dominación y/o de homogeneización cultural. étnicas, culturales, religiosas, de género... y la posibilidad mis-
Sin embargo, esto no excluye que puedan surgir tensiones cul- ma de compartirla.
turales e ideológicas, y unas tendencias homogeneizadoras o El pluralismo moral ha de estar dispuesto a compartir unos mí-
monopólicas asociadas a un “proyecto etnocéntrico occidental”. nimos morales que favorecen un acuerdo entre sujetos aunque
Por eso, uno se pregunta si en verdad este pluralismo de hecho no se compartan en su totalidad los máximos morales que se
refleja también un pluralismo de principios que pueda ser con- quisiera, respetando los derechos de todos los ciudadanos.
siderado como un avance moral. “Incorporar la perspectiva de género supone reconocer dife-
La ética aplicada como discurso teórico formula normas gene- rencias, negociar libertades, asumir responsabilidades y, sobre
rales susceptibles de beneficiar los consensos lo mas amplio todo, resolver conflictos de manera colectiva. En esta vertiente
posibles, donde se clarifican los conceptos normativos, se expo- Correa y Petchesky consideran tan importante el proceso de
nen sus presupuestos, se explicitan los valores presentes y los aprendizaje social para convivir en la diferencia que proponen el
argumentos que los sostienen. De este modo, se busca definir a respeto a la diversidad como un principio ético básico que hace
los principios suficientemente universales para llegar al acuerdo posible el intercambio social” (Figueroa Perea, 2003)[ii].
de los componentes ideológicos, filosóficos y religiosos de una
sociedad y producir normas revisables, evolutivas, y no ciegas a NOTAS
la diversidad de contextos. [i] Declaración Universal de Derechos Humanos; Declaración Ameri-
Como ejercicio de dirección práctica, la etica aplicada se en- cana de 1os Derechos y Deberes del Hombre; Pacto internacional de
camina la toma de decisiones precisas, buscando resolver los Derechos Civiles y Políticos; Pacto internacional de Derechos Económi-
conflictos para cada caso lo mejor posible y atendiendo a cada cos, Sociales y Culturales; Convención sobre 1os Derechos del Niño;
contexto. Se trata de un trabajo pragmático, que se sustenta en la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discrimi-
antecedentes de decisiones análogas. nación contra la Mujer (CEDAW), Convención lnteramericana para pre-
Pero esta práctica ha de estar asociada también a una sensibili- venir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer (Convención
dad tolerante y a un sentido de apertura que permita la confron- de Belem do Para) y Ley Nacional de Protección integral para prevenir,
tación de puntos de vista pero siempre dirigida a lograr como sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en
conclusión una solución más óptima. Ha de analizar cuándo y que desarrollen sus relaciones interpersonales, No 26.485, y su Decre-
cómo las investigaciones promueven el desarrollo de las perso- to de Reglamentación No 101 112010; Resolución No 280712013 de
nas y la superación de injusticias, pero también cuándo y cómo la Asamblea General de la OEA sobre Derechos Humanos, Orientación
van en contra de la dignidad humana, la justicia social y los Sexual e ldentidad y Expresión de Género; Ley de Identidad de Género
derechos humanos. (Ley No 26.743), OEA Res. No 280712013 sobre Derechos Humanos,
El investigador no sólo aplica una serie de reglas y normas, sino orientación Sexual e Identidad y expresión de Genero, Ley 27499 (Ley
que se desarrolla personal y científicamente en un campo sur- Micaela, de capacitación en género y violencia contra las mujeres par
cado por conflictos morales y políticos, para lo cual requiere aempleados esttales, 2018) .
construir una posición crítica hacia las relaciones de poder y [ii] La letra cursiva es nuestra.
la lucha de intereses en las cuales se ve inmerso, tanto en el
campo de la ciencia, como en la sociedad en general. BIBLIOGRAFÍA
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correcta para situaciones de tortura, castigos dolorosos, circun- Aschio Tacsam, M.: “Los Comité de Ética y la Investigación en Ciencias
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En síntesis. En el ámbito de la investigación científica, hablar de sidad de Costa Rica), PP. 85-95.
una “ética de la diversidad” implica no sólo atender a unas nor-
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RESUMEN cal problems -in a broad and restricted sense-, as well as the
El trabajo tiene como propósito presentar el plan de investi- methodological procedures and concomitant uses of the case
gación de una beca de posgrado (Universidad Nacional de La studies found. On this occasion a state of the art on the subject
Plata) en torno a la utilización de Diseño de estudios de caso will be presented, which will allow to answer about the types
(DECs) en el Psicoanálisis actual. El estudio corresponde a un of psychoanalytic research that are being used at present, in
diseño bibliográfico, de tipo exploratorio-descriptivo, en el que what way are the limitations of the CSD in the construction of
se realizará un análisis de fuentes documentales sobre inves- psychoanalytic knowledge contemplated? What methodological
tigaciones psicoanalíticas actuales que correspondan a DECs. elements do they integrate and how are they made visible in the
En el marco de la beca, nos interesa abordar los problemas presentations? The final purpose includes the clarification, in a
epistemológicos –en sentido amplio y restringido, así como los critical way, regarding the relevance granted to the use of CSD in
procedimientos metodológicos y usos concomitantes de los es- current Psychoanalysis research, as well as to the analysis and
tudios de casos hallados. En esta oportunidad se presentará un explanation of epistemological-methodological components.
estado del arte sobre la temática, el que permita responder so-
bre los tipos de investigación psicoanalítica que se utilizan en Key words
la actualidad, ¿De qué modo son contempladas las limitaciones Design of Case Studies Research in Psychoanalysis Methodolo-
de los DECs en la construcción de conocimiento psicoanalítico? gy - Epistemology
¿Qué elementos metodológicos los integran y cómo son visibi-
lizados en las presentaciones? El objetivo final incluye el escla- Las investigaciones basadas en estudios de caso (EC) confor-
recimiento, de modo crítico, respecto de la relevancia otorgada man diseños de recurrente utilización en las ciencias sociales
al uso de DECs en las investigaciones en Psicoanálisis en la y, específicamente, en el ámbito psicoanalítico. No obstante,
actualidad, así como al análisis y explicitación de componentes el tratamiento que se le ha dado ha sido escaso. Las proble-
epistemo-metodológicos. máticas relevantes en su utilización son variadas, las hay de
naturaleza metodológica así como epistemológicas. Respecto
Palabras clave al primer grupo de problemas, nos encontramos con la mode-
Diseño de Estudios de caso/s Investigación en Psicoanálisis Me- lización apropiada para el EC seleccionado, lo cual incluye la
todología - Epistemología justificación de la propuesta, su pertinencia en el planteamien-
to del problema, la clara enunciación de los objetivos, los cri-
ABSTRACT terios de inclusión/exclusión seguidos para la selección de los
THE CASE STUDY IN PSYCHOANALYTIC RESEARCH. CONTRIBU- casos, la adecuación de las técnicas e instrumentos aplicados
TIONS FOR A CRITICAL EPISTEMOLOGICAL AND METHODOLOGI- y, finalmente, el alcance interpretativo o resultado explicativo
CAL REVIEW OF ITS USE AT PRESENT de la investigación basada en un Diseño de Estudio de Caso/s
The purpose of the work is to present the research plan of a (DECs). Por otro lado, cualquier enfoque metodológico que se
postgraduate scholarship (Universidad Nacional de La Pla- desee utilizar cargará con los componentes onto-epistemológi-
ta) around the use of Case Study Design (CSD) in the current cos que en él subyacen. La explicitación de estos componentes
Psychoanalysis. The study corresponds to a bibliographic de- permitirá comprender las coordenadas epistémicas que guían
sign, of exploratory-descriptive type, in which an analysis of al diseño en cuestión. Asimismo, surgen problemáticas respec-
documentary sources on current psychoanalytic research co- to a lo que suele considerarse una epistemología en sentido
rresponding to CSD will be carried out. Within the framework of restringido, referidas a la validación del conocimiento generado
the fellowship, we are interested in dealing with epistemologi- por estos diseños.
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El presente trabajo tiene como propósito comunicar el plan (2.a.) según su alcance epistémico: exploratorios, descriptivos,
de investigación de una beca de posgrado (UNLP) que se co- interpretativo o explicativos; (2.b.) según su función metodoló-
rresponde con un estudio bibliográfico, de tipo exploratorio- gica: intrínseco, instrumental o colectivo; (2.c.) Según su heu-
descriptivo, en el que se realizará un relevamiento y análisis rística: ateórico, generador de hipótesis, confirmador de teoría,
de fuentes documentales sobre investigaciones psicoanalíticas discutidor de teoría o desviado; extremo, crítico o paradigmático
actuales que correspondan a DECs. En el marco del mismo, nos (Stake, 2013; Yin, 2003; Flyvbjerg, 2004; Marradi, Piovani y Ar-
interesa abordar los problemas epistemológicos –en sentido chenti, 2007; entre otros).
amplio y restringido-, así como los procedimientos metodoló- Teniendo en cuenta la antes mencionada afirmación de Stake y
gicos y usos concomitantes de los EC hallados. De este modo, considerando el punto 2 de la tipología arriba presentada, res-
los interrogantes que nos guiarán serán, ¿De qué modo son pecto a los objetivos cognoscitivos, los DECs pueden perseguir
implementados los DECs en los diversos tipos de investigación fines bien diferenciables. Así, la situación investigativa será
psicoanalítica en la actual? ¿ De qué forma son contempladas guiada por un interés nomotético si lo que se busca son regula-
las limitaciones de los DECs en la construcción de conocimien- ridades y la generalización del fenómeno particular estudiado a
to psicoanalítico?¿Cómo impactan las particularidades de los la población de pertenencia. Por el contrario, cuando se persi-
objetos de indagación psicoanalítica en las posibilidades de guen fines ideográficos el interés recae sobre la especificidad,
implementar DECs?; ¿Qué elementos metodológicos integran los rasgos únicos y exclusivos del fenómeno, sin intención de
los DECs empleados? ¿De qué modo los DECs-utilizados en in- extrapolar el conocimiento adquirido a otras situaciones. El pri-
vestigaciones psicoanalíticas actuales- brindan resultados que mer tipo presupone la idea de un objeto de estudio que confor-
permitan una progresividad del programa psicoanalítico en sus ma una clase; por ello, los casos que se tomen para el análisis
diversas versiones?. poseerán características similares y uniformes al resto de suje-
Asimismo, el presente trabajo se relaciona con el proyecto de tos de la clase de referencia, manteniéndose el interés de gene-
investigación “Diseños de Investigación en Psicología (Parte ralización desde el ejemplar estudiado hacia los miembros de la
II): análisis exploratorio-descriptivo sobre Estudios de Caso/s” clase (Sandia Rondel, 2003). El “estudio de caso instrumental”
(UNLP, 2017-2018) y constituye una continuación del mismo. (ejemplar), es un tipo muy utilizado en las investigaciones no-
motéticas; en él el objetivo es someter a prueba una teoría a
Aspectos metodológicos en los DECs partir del análisis y evidencias que presenta el caso-instrumen-
En presentaciones anteriores llevadas a cabo por parte de nues- to. La investigación ideográfica, por su parte no pretende reali-
tro equipo, se ha resaltado los diversos puntos problemáticos zar generalizaciones a partir del caso, sino que se lo aborda por
que los EC plantean, teniendo en cuenta el tratamiento que han las características específicas que presenta en sí mismo. El tipo
recibido (Sánchez Vazquez; Azcona y Morales, 2015). Por un paradigmático de estos diseños, es el llamado “estudio de caso
lado, no existe acuerdo acerca de la naturaleza de los mismos, intrínseco” (Stake, 2013). Aquí, el caso interesa por sí mismo, y
si constituye una técnica o un diseño de investigación. Para al- para algunos autores, “no existe ningún interés que trascienda
gunos solo se trataría de una técnica de recopilación de datos la preocupación por el caso en si” (Marradi, Archenti y Piovani,
(Yin, 2002; Muñiz, 2012), mientras que para otros constituye un 2007: 241). No obstante, Muñiz (2012) señala que un estudio
diseño en sí mismo. La forma dispar en que han sido aborda- pormenorizado de las particularidades únicas del caso median-
dos señalaría que las estrategias metodológicas para abordarlo te un abordaje ideográfico puede vincularse con la teoría. De
suelen ser muy diversas; esto mismo supone que el EC no es este modo, si un caso intrínseco toma la categoría de ejemplo
“una elección metodológica, sino una elección de qué ha de es- en el contexto de la investigación y de la teoría consecuente,
tudiarse” (Stake, 2013, p. 154). El foco de atención recae sobre el mismo pasaría a conformar un caso instrumental típico. Por
el objeto o caso y no en el o los métodos utilizados. En este tipo esta razón, la explicitación de la función que ocupa el EC en la
de diseño se realiza un tratamiento de muchas propiedades que investigación es metodológicamente relevante.
se encuentran reunidas en una o unas pocas unidades (Archenti,
2007), pudiéndose utilizar diversas técnicas, ya sean estrate- Aspectos epistemológicos en los DECs
gias cuantitativas, cualitativas o trianguladas (Sánchez Vazquez, Hemos organizados los aspectos epistemológicos concernientes
Azcona y Morales, 2015). a la utilización de este tipo de diseño en dos direcciones.
Por otro lado, nos hallamos con una diversidad de clasificacio- ·· Respecto de las opciones onto-epistemológicas, lo que pue-
nes que no obstante, presuponen criterios complementarios; a de considerarse como una epistemología en sentido general.
saber: Toda investigación, sea cualquier sea el diseño del que se tra-
(1) Criterio por el número de casos seleccionados (individuos, te, presupone distintos supuestos en relación al conocimiento
instituciones, situaciones, sucesos; donde: (1.a.) caso único y humano y la realidad que nos rodea. Estas premisas tienden
(1.b.) varios casos. a permanecer implícitas, no esclarecidas, acríticas. Por ello,
(2) Criterio por objetivos cognoscitivos perseguidos en el diseño: el análisis de los fundamentos del conocimiento generado
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resulta dificultoso. Tal es el caso de la posición del sujeto in- a la verificación de las ideas preestablecidas del investigador.
vestigador respecto a lo que él o su grupo de referencia creen Como demuestra Flybjerg (2004), varios han sido los autores,
que es la realidad que investigan y al modo en que se pue- inclusive él mismo, que al realizar un estudio intensivo de un
de obtener un conocimiento válido o confiable de la misma. caso se han visto llevados a cambiar sus hipótesis de partida
Según Martínez Miguelez (1995), las opciones van desde el a raíz del contacto con el “caso”.
constructivismo radical hasta el llamado empirismo ingenuo
–como posturas extremas-, encontrando diversos y variados DECs y Psicoanálisis
matices que guiarán también el proceso de investigación. Las consideraciones metodológicas y epistemológicas arriba
·· Relacionado a la epistemología en sentido estricto, esto es, mencionadas respecto a los DECs, vuelven a reencontrarse en
como justificación y validación del conocimiento científico. En el interior del campo psicoanalítico. Pese a su uso frecuente, no
este sentido, existen diversas problemáticas y malentendidos existe una adecuada sistematización del mismo, particularmen-
(Flybjerg, 2004) en torno a la relación teoría/DECs, la fiabi- te en ámbitos locales. Desde sus orígenes el ECs fue utilizado,
lidad y la validez de los mismos. Flybjerg (2004) menciona principalmente bajo la modalidad clínica-investigativa, como
cinco de los malentendidos o simplificaciones que suelen cir- “Presentación de Casos” y siendo un estudio detallado y pro-
cular en los ámbitos académicos de investigación sobre los fundo de algunos pocos sujetos, generando así “un bagaje de
estudios de caso. Nos centraremos en tres de ellos (Azcona, información ilustrativa de una arquitectura teórica sumamente
2019), cuya presencia es notoria en el campo psicoanalítico: compleja y abarcativa, que trascendió los casos ejemplificado-
a- no es posible realizar generalizaciones a partir de un estu- res” (Roussos, 2007: 262-263). El ‘caso Dora’ (Freud, [1905]
dio de caso; b- el estudio de caso solo presenta utilidad en las 2002), el ‘caso Juanito’ (Freud, ([1909] 2002), entre otros, son
primeras fases de investigación, esto es, en la generación de ejemplares freudianos de renombre en el campo psicoanalíti-
hipótesis, no resultando apropiado para la comprobación de co. En la actualidad coexisten variadas orientaciones respecto
las mismas; c- el estudio de caso presenta un sesgo confir- a los métodos que conviene implementar en la investigación
matorio de las concepciones preestablecidas del investigador. en Psicoanálisis. Las taxonomías posibles que se han intentado
Como puede notarse, estos malentendidos no son privativos establecer respecto a la investigación en Psicoanálisis son va-
de los DECS; podemos reencontrar estas mismas simplifica- riadas; no obstante, es posible distinguir dos acciones bien di-
ciones respecto a los enfoques cualitativos. Como bien señala ferenciables referidas a la investigación en psicoanálisis. Por un
Flybjerg, en relación al primer malentendido, en la historia lado, aquella que privilegia la situación clínica, y, por otro, la que
de la ciencia es posible hallar generalizaciones a partir de sostiene la necesidad de recurrir a otros métodos de recolección
un solo caso. Podemos nombrar, con el autor, el rechazo de de datos y de análisis de los mismos. Para Zukerfeld (2009) se
Galileo a la ley gravitacional de Aristóteles que no se basó trata de una dicotomía entre la “investigación psicoanalítica” y
en una gran muestra de casos así como el rechazo definitivo la “investigación en psicoanálisis”, es decir, entre la utilización
a la concepción aristotélica, medio siglo más tarde, a partir del método freudiano exclusivamente en la situación analítica y
del experimento de la bomba de aire, en el cual una pieza el tratamiento de los problemas metodológicos que nacen con la
de metal cualquiera y una pluma en un tubo al vacío caen a puesta en marcha de la práctica analítica; por ejemplo, la forma
la misma velocidad. En este último, con un solo experimento de validar el conocimiento generado. La dicotomía hace referen-
y con la acertada selección de casos extremos- la pieza de cia a dos actividades disímiles: curar e investigar en psicoaná-
metal y la pluma- se llevó adelante una generalización a to- lisis; actividades que han terminado por confundirse (Azcona y
dos los materiales. No obstante, la generalización universal, Zurita, 2017). De esta manera, según consigna Zukerfeld (2009),
como señala Azcona (2019), no siempre es la buscada, sobre “la investigación psicoanalítica”, utiliza el método de atención
todo en ciencias sociales donde los contextos adquieren una flotante y asociación libre, de modo exclusivo; mientras que en
particular importancia. Según el segundo malentendido, los la “investigación en psicoanálisis”, existen tanto estudios que
EC solo serían útiles en el contexto de descubrimiento, mas se basan en la situación analítica, como aquellos que combinan
no en el de justificación. De este modo, no podríamos poner a diversas estrategias metodológicas (Zurita, 2018).
prueba una hipótesis mediante los estudios de casos, siendo Las conclusiones respecto del uso de ECS en investigaciones
más apropiada para dicho fin la utilización de otras estrate- psicoanalíticas actuales (Sánchez Vazquez, Azcona y Morales,
gias metodológicas. Distintos autores (Flybjerg, 2004; Azcona, 2015; Azcona y Morales, 2016; Sánchez Vazquez, Azcona, Mo-
2019) han evidenciado que esto no es necesariamente así, rales y Barbero; 2016; entre otros) en el marco de proyectos
resaltando que la falsación de hipótesis se produce con la de investigación de docentes universitarios y becarios-“Diseños
sola observación de casos que las contradicen; por lo que sí de Investigación en Psicología (Parte II): análisis exploratorio-
desempeñan un papel en la evaluación critica de las teorías. descriptivo sobre Estudios de Caso/s” (UNLP)- nos ha convoca-
El último de los malentendidos señalados hace hincapié en el do a continuar el trabajo de indagación. En aquella oportunidad
supuesto sesgo subjetivista de estos diseños, que tenderían hemos detectado la existencia de una tendencia a mantener una
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TRABAJO LIBRE
escasa explicitación o desestimación de los aspectos metodo- Flyvbjerg, B. (2004). Cinco malentendidos acerca de la investigación
lógicos; resultando difícil establecer el estatuto metodológico mediante los estudios de caso. Revista Española de Investigaciones
que se otorga al EC utilizado. Por otra parte, cuando estos ele- Sociológicas (REIS), 106(1), 33-62.
mentos son manifiestos, suele prevalecer un uso ejemplificador, Freud, S. ([1905, 1909] 2002). Obras Completas. Buenos Aires: Amorrortu.
con diversas intenciones cognoscitivas: ilustración de la teoría, Martínez Miguélez, M. (1995). Enfoques metodológicos en Ciencias So-
pretensión de corroboración de aspectos conceptuales, proble- ciales. Ponencia presentada en Universidad Simón Bolívar.
matización de aspectos teóricos o técnicos; comprensión del Montero, I. y León, O. (2002). Clasificación y descripción de las meto-
caso por su inclusión en una clase típica, entre otros. dologías de investigación en psicología. Revista Internacional de
De esta manera, creemos necesario indagar acerca de los Psicología Clínica y de la Salud, 2 (3), 503-508.
aspectos metodológicos y epistemológicos de los DECs en la Muñiz, M. (2012). Estudios de caso en la investigación cualitativa. Fa-
investigación psicoanalítica, puesto que su utilización en el cultad de Psicología, División de Estudios de Posgrado, Universidad
ámbito local ha prevalecido por sobre las investigaciones con Autónoma de Nuevo León.
metodología empírico-sistemáticas extraclínica (Azcona, 2019). Nasio, J.D. (2001). Los más famosos casos de psicosis. Buenos Aires:
Paidós.
Conclusión Sandia Rondel, L. (2003). Las perspectivas nomotética e ideográfica en
A partir de este primer acercamiento al material bibliográfico el trato a la realidad estudiada por las ciencias sociales. Orienta-
referido al estudio de casos en ciencias humanas y particular- ción y Consulta, 9, 1.
mente en Psicoanálisis, se ha podido establecer la necesidad de Roussos, A. (2007). El diseño de caso único en investigación en psico-
una mayor indagación que permita responder a los interrogan- logía clínica. Un vínculo entre la investigación y la práctica clínica.
tes suscitados. El EC es frecuente y particularmente utilizado Revista Argentina de Clínica Psicológica, XVI, 3, pp. 261-270.
en Psicoanálisis, puesto que permite un desarrollo heurístico Sánchez Vazquez, M., Azcona, M. y Morales, C. (2015). La investigación
importante al interior de la teoría, posibilitando su actualización. en psicología y el diseño de casos/s en psicoanálisis. Aspectos me-
En atención a sus usos, es relevante, pues, explicitar los pro- todológicos, epistemológicos y éticos. Memorias del 5to Congreso
cedimientos metodológicos utilizados para su tratamiento, así Internacional de Investigación de la Facultad de Psicología (UNLP),
como los supuestos onto-epistemológicos que los sustentan. pp.729-739. ISBN 978-950-34-1264-0.
Entendemos que el Psicoanálisis actual mantiene su ideal freu- Sánchez Vazquez, M., Azcona, M., Morales, C. y Barbero J. (2016). Los
diano respecto a ser una praxis basada en un corpus teórico diseños de estudios de caso en psicoanálisis. Hacia un análisis de
original, que continúa desarrollándose en articulación con su su uso en investigaciones actuales. Memorias del VII Congreso In-
práctica. La línea investigativa iniciada con la beca presentada ternacional de la facultad de Psicología (UBA),Tomo 4, pp 199-201.
permitirá ahondar en el trabajo realizado por parte de nuestro Stake, R.E. (2013). Estudios de casos cualitativos. En N. Denzin & Y.
equipo en investigaciones anteriores, lo cual redunda en un in- Lincoln, Estrategias de investigación cualitativa, Vol. III (pp. 154-
tercambio crítico en pos de esclarecer usos, sentidos y funcio- 197). Barcelona: Gedisa.
nes de los estudios de casos comunicados. Wainer, A. (2012). Estudios de caso único en el campo de la investiga-
ción actual en psicología clínica. Subjetividad y Procesos Cogniti-
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para la investigación clínica. Memorias del IX Congreso Internacio-
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RESÚMENES
RESUMEN
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RESUMEN
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RESUMEN
Palabras clave
Epistemología - Metodología - Lenguaje - Historia - Autobiografía
ABSTRACT
HISTORY OF SCIENCE AND AUTOBIOGRAFIA. A REFLECTION ON
THE WORK OF WITTGENSTEIN
In this work there is an epistemological, methodological reflec-
tion of research in our contemporary society. In contrast to the
neo-positivist advances that postulate reductionist positions
in scientific research, we support the importance of research
methods that are adapted to the object of study and that are not
tyrannized by the models that come from the natural sciences,
remembering the importance of language in investigations re-
lated to the human The reference to the valuable work of Witt-
genstein shows us the relationship between the external history
of science, the internal history of the discipline and autobiogra-
phy, the investigation of supposed objectivity and the neutrality
of science. The epistemological position that sustains the phi-
losophy of culture, highlighting the concept that is proposed.
Esther Díaz, Posciencia, understood as a social device, product
of a network of relationships between discourses and social
practices, emerged from mid-century.
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RESUMEN
PROCEDIMIENTOS LÓGICO-INFERENCIALES EN
LA VALIDACIÓN DE HIPÓTESIS HERMENÉUTICAS:
UNA APROXIMACIÓN AL TRATAMIENTO DE LA
ANALOGÍA EN LOS TRABAJOS DE PIAGET Y GARCÍA
Rodriguez Osztreicher, Pablo
Universidad de Buenos Aires. Facultad de Psicología. Argentina
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RESUMEN
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RESUMEN
RESUMEN sent in the new Plan. This paper makes a comparative reading of
Este trabajo es parte del Proyecto de Investigación PSI 333 the teaching of epistemology present in the disciplinary training
“Formación epistemológica del psicólogo”. La enseñanza uni- at the Faculty of Psychology of Rosario from its foundation until
versitaria de la psicología aparece vinculada a determinaciones 1968 with the 2014 Plan. In order to carry out this objective,
ligadas a acontecimientos político institucionales específicos; data from the first Curriculum and the curricular programs of the
en nuestro caso, la reforma del Plan de Estudio de la carrera subject Epistemology (or similar) in the aforementioned perio-
de Psicología (Universidad Nacional de Rosario) del año 2014. ds have been recovered, investigating the conceptual contents,
Tal reforma amerita ser revisada para proponer modificaciones bibliography and tracing the historical conditions and contexts.
que contribuyan a mejorar su coherencia y sus articulaciones. Among the provisional results is found in the most current pro-
Para realizar dicha revisión nos ocupa el problema de la for- grams an epistemology based on historical and sociological cri-
mación epistemológica del psicólogo, profusamente presente ticism of the practical theoretical foundations of current trends
en el nuevo Plan. Este escrito realiza una lectura comparativa in psychology.
de la enseñanza de la epistemología presente en la formación
disciplinar en la Facultad de Psicología de Rosario desde su fun- Key words
dación hasta el año 1968 con el Plan 2014. Para poder llevar a Epistemology - Training - Plans - Programs
cabo dicho objetivo se han recuperado datos provenientes de
los primeros Planes de estudio y los Programas curriculares de BIBLIOGRAFÍA
la asignatura Epistemología (o similares) en los periodos men- Cappelletti, A. Dir. (2016). “Formación epistemológica del psicólogo”
cionados, indagando los contenidos conceptuales, bibliografía Rosario: Facultad de Psicología, SCyT, UNR.
y rastreando las condiciones y contextos históricos. Entre los Resolución Nº 140/2014 CD “Plan de Estudios de la Carrera de Psi-
resultados provisorios se encuentra en los programas más ac- cología” disponible en http://www.fpsico.unr.edu.ar/wp-content/
tuales una epistemología fundada en la crítica histórica y socio- uploads/2015/11/Resol.-140-14-CD1.pdf última visita 19-10-17.
lógica a los fundamentos teóricos prácticos de las tendencias UNR, Secretaría académica, Centro de Publicaciones electrónicas (S/F)
actuales en psicología. “Creación e identidad de la UNR” Rosario: UNR Journal, publicación
semestral ISSN 1852- 0707. Disponible en http://www.e-univer-
Palabras clave sitas.edu.ar/jour_store/documentos/historia_esp.pdf última visita
Epistemología - Formación - Planes - Programas 17-10-17última visita 17-10-17.
Vilanova, A. y Di Doménico, C. (1999). La Psicología en el cono sur.
ABSTRACT Datos para una historia Mar del Plata: Editorial Martin.
THE TEACHING OF EPISTEMOLOGY IN THE CAREER OF PSYCHO-
LOGY IN THE FOUNDATIONAL MOMENTS AND IN THE PRESENT
(UNR)
This work is part of the PSI Research Project 333 “Epistemo-
logical Training of the Psychologist”. The university teaching of
psychology appears linked to determinations linked to specific
institutional political events; in our case, the 2014 reform of the
Psychology Career Study Plan (National University of Rosario).
Such a reform deserves to be revised to propose modifications
that contribute to improving its coherence and its articulations.
To carry out this review we are concerned with the problem of
the epistemological formation of the psychologist, profusely pre-
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RESUMEN
Palabras clave
Semiótica - Complejidad - Teoría del signo - Epistemología -
Dialéctica
ABSTRACT
ONTOLOGY OF COMPLEXITY IN J. SAMAJA’S DIALECTIC
CONCEPTION OF THE SIGN
The objective of this paper is to present the dialectic model of
the sign developed by Samaja (1999, 2004). This model arose
as a revision of classic semiotic theories (Saussure, Peirce, He-
jmlev), postulating that it is necessary to add to the approaches
that deal with the elements of the surface structure of the sign
(sign/object/interpretant) a deep structure (competence/per-
formance/reproduction) and an epigenetic dimension. The pre-
sumption is that the semiotic process can neither be conceived
just as a substance nor only as a plexus of relationships, but also
as an emergence of historical, developmental and reproductive
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XI Congreso Internacional de Investigación y Práctica Profesional en Psicología
I Encuentro de Musicoterapia
Se terminó de editar en la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires en el mes de noviembre de 2019.