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Qué es la discapacidad?

Entendemos por discapacidad toda aquella situación en que un sujeto ve limitada su participación
en algún tipo de ámbito o acción, debido a la existencia de algún tipo de deficiencia en algún
órgano o capacidad intelectual. Se trata en sí de la existencia de una limitación, no siendo causa
sino consecuencia.

La existencia de una discapacidad implica pues una dificultad u obstáculo para la participación del
sujeto en la sociedad o en algún aspecto o dominio vital en comparación con las posibilidades que
presentan aquellas personas sin la deficiencia en cuestión o incluso el propio sujeto en un
momento anterior de su vida.

Eso sí, la discapacidad no implica que el sujeto que la tiene no pueda llegar a alcanzar y realizar las
mismas actividades siempre y cuando se cuente con una ayuda ajustada a sus necesidades.

Los diferentes tipos de discapacidad

Tal y como hemos indicado anteriormente, no existe solo un tipo de discapacidad sino que
podemos encontrar diferentes clasificaciones en función del tipo de problema en que se
presenten dificultades. Así, podemos establecer diferentes grandes tipos de discapacidad, siendo
los tres primeros los que más se tienen en cuenta.

1. Discapacidad física

Recibe el nombre de discapacidad física o motora a todo aquel tipo de limitación generada por la
presencia de una problemática vinculada a una disminución o eliminación de capacidades motoras
o físicas, como por ejemplo la pérdida física de una extremidad o de su funcionalidad habitual.

Este tipo de discapacidad surge en el contexto de problemas medulares, accidentes de tráfico,


traumatismo craneoencefálico, enfermedad médica generadora de limitación física,
amputaciones, malformaciones congénitas o accidentes cerebrovasculares.

2. Discapacidad sensorial

La discapacidad sensorial hace referencia a la existencia de limitaciones derivadas de la existencia


de deficiencias en alguno de los sentidos que nos permiten percibir el medio sea externo o
interno. Existen alteraciones en todos los sentidos, si bien las más conocidas son la discapacidad
visual y la auditiva.

3. Discapacidad intelectual

La discapacidad intelectual se define como toda aquella limitación del funcionamiento intelectual
que dificulta la participación social o el desarrollo de la autonomía o de ámbitos como el
académico o el laboral, poseyendo un CI inferior a 70 y influyendo en diferentes habilidades
cognitivas y en la participación social. Existen diferentes grados de discapacidad intelectual, los
cuales tienen diferentes implicaciones a nivel del tipo de dificultades que pueden presentar.
4. Discapacidad psíquica

Hablamos de discapacidad psíquica cuando estamos ante una situación en que se presentan
alteraciones de tipo conductual y del comportamiento adaptativo, generalmente derivadas del
padecimiento de algún tipo de trastorno mental.

5. Discapacidad visceral

Este poco conocido tipo de discapacidad aparece en aquellas personas que padecen algún tipo de
deficiencia en alguno de sus órganos, la cual genera limitaciones en la vida y participación en
comunidad del sujeto. Es el caso de las que pueden generar la diabetes o los problemas cardíacos.

6. Discapacidad múltiple

Este tipo de discapacidad es la que se deriva de una combinación de limitaciones derivadas de


algunas de las anteriores deficiencias. Por ejemplo, un sujeto ciego y con discapacidad intelectual,
o de un sujeto parapléjico con sordera.

Fuente (Psicólogo en Barcelona | Redactor especializado en Psicología Clínica

Graduado en Psicología con mención en Psicología Clínica por la Universidad de Barcelona. Máster
en Psicopedagogía con especialización en Orientación en Educación Secundaria. Cursando el
Máster en Psicología General Sanitaria por la UB)

Diseño inclusivo para América Latina


El diseño es un instrumento fundamental para el
desarrollo inclusivo de America Latina.

MARCIO DUPONTSÃO PAULO


América Latina, es un lugar de muchas posibilidades, pero también de muchas
necesidades, según cuál sea el punto de vista. Un lugar donde hay mucho que
hacer, y mucho que diseñar, para resolver necesidades básicas que los gobiernos no
han podido, no han querido o no han sabido resolver a tiempo.

Un gran desafío del diseño en América Latina es su enseñanza, que debe dejar de
ser tradicional y aislada, y convertirse en un mecanismo dinámico y colaborativo,
que acompañe la cada vez más rápida evolución del mundo. El diseño debería
permear en todo lo que sea posible, especialmente en las micro y el las pequeñas
empresas. Pero un desafío mayor todavía para Latinoamérica y para su diseño es la
inclusión de sus habitantes con discapacidad física o mental.

Existe una población de 65 millones de personas con discapacidad en América


Latina y el Caribe. En México constituye alrededor de 5% y en Brasil del 23% de la
población. Esta enorme cantidad de personas necesita urgentemente recursos para
poder vivir una vida más digna, de mejor calidad, con mejores opciones de
movilidad e independencia. Y el diseño inclusivo podría, junto con otras
disciplinas, ayudar a mejorar aspectos de salud, educación, bienestar y,
principalmente, productividad.

Veamos esta cuestión desde dos aspectos fundamentales: la economía creativa y la


evolución y popularización del diseño.

1. Economía Creativa
Dado que la economía del siglo XXI se basa en el aprovechamiento de los recursos
del conocimiento, ya no alcanza solamente con lograr que las personas con
discapacidad tengan independencia económica, puedan comprar y pagar
impuestos. Debemos hacer el máximo aprovechamiento posible de sus
«capacidades diferentes» para lograr una mejor integración, y que así puedan
llevar adelante un papel significativo en el desarrollo social y económico de la
región.

El futuro del diseño está profundamente conectado con la inclusión. No existe un


futuro sin pensar en esta parte de la población que, por ahora, esta desatendida, lo
cual impacta a las familias y al entorno. Quien sufre la desatención no es solamente
la persona con discapacidad, sino también su familia y su comunidad quedan
también impactadas.

Cuando hablo de diseño inclusivo para el progreso del continente, no me refiero


únicamente a sus aspectos físicos, sino también a la cultura, la innovación, el
conocimiento, la accesibilidad. Este sector de la población tiene otras experiencias,
otras capacidades que deben ser aprovechadas plenamente. En el ámbito de la
economía creativa el diseño tiene muchas posibilidades de modificar el futuro.

2. Evolución y popularización del diseño


Hay dos factores que están permitiendo que el diseñador modifique su práctica y
sea más inclusivo: el design thinking y las tecnologías digitales.

El design thinking siempre fue una parte esencial del dominio creativo del
diseñador, pero hoy ya está presente en las escuelas de negocio y en las grandes
empresas, donde el diseñador sigue presente, pero ahora como conductor del
proceso de diseño junto al usuario, para «co-crear» nuevos productos, servicios o
experiencias.

La clave fundamental es la empatía, la capacidad de entender la visión y


necesidades del otro. Aplicando técnicas de design thinking es posible percibir al
usuario con discapacidad de manera más cercana y humana, y a partir de eso,
proyectar con él, y no para él.

Al mismo tiempo las tecnologías digitales aceleran este proceso; en especial la


impresión 3D. La unión de design thinking y con tecnologías digitales permite
cambiar radicalmente la profesión del diseño. En este nuevo contexto colaborativo
y sin fronteras físicas, se hace posible una mayor participación para la creación
de nuevos ambientes más inclusivos e innovadores.

Si logramos avanzar hacia una sociedad más inclusiva, lograremos también una
sociedad más sustentable, no solamente desde el punto de vista medioambiental,
sino también desde lo humano. El diseño puede ayudar en el proceso de producir
un verdadero cambio comportamental, y para eso es necesario que alcance una
presencia más fuerte y mayor consciencia de sus potenciales aportes, para
convertirse en un ejemplo de innovación para el mundo.
Vivimos en un país con aproximadamente 24 millones de personas con discapacidad. Por cada
persona con discapacidad se afirma que hay otras 2 o 3 personas directamente afectadas. A nivel
familiar, tendríamos aproximadamente 48 a 72 millones de personas afectadas por esta situación.
Desafortunadamente, ser "eficiente" hoy no nos libera de la posibilidad de ser discapacitados
mañana, y la mayor causa de discapacidad son las lesiones relacionadas con el trabajo.

Por otro lado, las personas mayores son hoy 14.5 millones de personas, 8.6% de la población total
del país, según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), basado en el Censo 2000, y
aunque Brasil es un país joven, es una población en crecimiento con una longevidad creciente. Sin
embargo, este mercado en Brasil es olvidado, ignorado.

Los proveedores, productos, servicios y publicidad deben dejar de lado los prejuicios y también
considerar a las personas con discapacidad y a los ancianos; Después de todo, estas personas
también tienen poder de consumo, y no es justo priorizar la belleza y la juventud para siempre.
Descubrimos que una gran proporción de productos, servicios y sistemas en nuestra vida diaria
nunca han sido diseñados para personas con discapacidades o personas mayores.

Propongo el siguiente ejercicio, a medida que comience el día y durante una semana, tome un
pequeño cuaderno y escriba todo lo que no funciona bien y cómo podría optimizarse, y se
sorprenderá de cuántos productos, sistemas y servicios fallidos.

En países como Brasil, esta situación es aún peor, vivimos en un entorno urbano material caótico y
aterrador en el que ser anciano o discapacitado es terrible.

El contexto urbano no ayuda; por el contrario, contribuye a los accidentes. Un entorno urbano
inclusivo y bien diseñado permitiría al estado ahorrar mucho dinero en el campo de la salud al
reducir los accidentes urbanos resultantes de un entorno material pobre.

Estación de trabajo diseñada para usuarios de sillas de ruedas (sitio fotográfico Helen Hamlyn)

El futuro del diseño inclusivo

El diseño inclusivo de hoy está más relacionado con las ONG, causas personales o totalmente en el
campo de la medicina, la rehabilitación y la discapacidad. Estas iniciativas son válidas, pero deben
entrar en la esfera industrial - comercial y impregnar nuestra vida cotidiana.

Las empresas deben darse cuenta de que el segmento de diseño inclusivo es un mercado grande y
en crecimiento que debe ser explorado, ya no es un nicho pequeño y sin importancia.

Existen numerosos factores que nos llevan por este camino. Tenemos, por ejemplo, el
envejecimiento de la población mundial y no podemos tener un desarrollo sostenible si dejamos
de lado a segmentos importantes de la sociedad, como los ancianos y los discapacitados.

Finalmente, ¡un buen diseño es para todos!

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