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Definición de la viruela y sarampión

Que es la viruela

La viruela es una infección vírica grave y, en ocasiones, mortal. Se


trata de una enfermedad contagiosa, ya que se propaga de una
persona a otra, y deja cicatrices permanentes. incluso provoca
deformaciones.

La viruela es una enfermedad muy contagiosa, La viruela es causada por un gran virus
que contiene ADN Orthopoxvirus variola de la familia Poxviridae del género Orthopoxvirus.
Las dimensiones de los viriones similares a ladrillos. Virion tiene una estructura compleja.
Afuera, se encuentra el caparazón, que se forma cuando sales de la celda. La membrana
externa de la lipoproteína, que incluye glicoproteínas, se recoge en el citoplasma alrededor
del núcleo. El complejo de nucleoproteína, encerrado en la membrana interna, consiste en
proteínas y una molécula de ADN lineal de doble cadena con extremos cerrados
covalentemente.

El virus de variola tiene cuatro antígenos principales: el antígeno temprano de ES, que se
forma antes de la síntesis del ADN viral; antígeno LS heteroespecífico. Relacionado con
polipéptidos no estructurales; antígeno NP de nucleoproteína específica de grupo (produce
la formación de anticuerpos neutralizantes de virus), que consiste en una serie de
polipéptidos estructurales; hemaglutinina específica de la especie - glicoproteína.
Localizado en la capa de lipoproteína del virión.

Erradicada desde 1980, la viruela es altamente letal y provocó la muerte de 300


millones de personas tan solo en el siglo XX. la viruela se convirtiera en la primera y
única (hasta el momento) enfermedad viral humana combatida y erradicada a escala
mundial.
Existen dos formas principales de viruela

Viruela mayor. Era la más frecuente y más grave. Inicialmente, la persona sufría fiebre
alta, letargo, dolor de cabeza, de garganta y dolor corporal especialmente agudo en la
espalda. También podía haber dolor de abdomen muy intenso, vómitos y delirios. Dos o
tres días después de estos primeros síntomas, aparecían llagas en la boca, la garganta
y la nariz, y manchas rojizas en la piel que evolucionaban hacia un sarpullido o
erupción que, posteriormente, se transformaba en protuberancias y ampollas, que se
llenaban de pus -formaban pústulas Ocho o nueve días después, se secaban y se
convertían en costras, que terminaban desprendiéndose de la piel. Fallecía el 30% de
personas afectadas, generalmente, durante la segunda semana de la enfermedad. En
ocasiones, los supervivientes quedaban con grandes cicatrices, desfigurados por la
pérdida de tejido labial, nasal o cartilaginoso o, incluso, ciegos.

 Viruela menor. Era la forma menos frecuente y también, la menos grave. Los
síntomas son similares a los ya descritos, pero más leves. La erupción era
mucho menos extensa y menos del 1% de las personas afectadas fallecían.

La infección por viruela se produce cuando se respira el aire exhalado o expulsado al


toser por una persona ya contagiada, aunque también se transmite por el contacto con
fluidos u objetos contaminados.
El mecanismo de infección de la viruela es el aerosol. La transmisión del patógeno ocurre
por el aire o el polvo en el aire. Factores de transferencia: aire, polvo, ropa interior y ropa
de cama infectados por virus. Posible infección a través de la conjuntiva, piel dañada; en
mujeres embarazadas: infección transplacentaria del feto. El peligro epidémico también
está representado por cadáveres de personas que murieron de viruela.
Que es el sarampión

El sarampión es una enfermedad vírica muy contagiosa que afecta sobre todo a los
niños y se transmite por gotículas procedentes de la nariz, boca y faringe de las
personas infectadas. sarampión es una infección producida por el virus del sarampión.
El sarampión es la quinta enfermedad que se ha eliminado de las Américas, después
de la viruela (1971), la polio (1994), y la rubéola y el síndrome de la rubéola congénita
(2015). En los cinco casos, la región fue la primera en el mundo en lograr su
eliminación. La mayoría de los países miembros de la OPS/OMS introdujeron la vacuna
triple vírica contra el sarampión, las paperas y la rubéola (SPR) entre 1980 y principios
de la década del 2000.

La enfermedad aguda se caracteriza por fiebre, tos, congestión nasal, conjuntivitis y


una erupción generalizada. Hasta la aparición de la vacuna se consideraba una
enfermedad infantil Los síntomas iniciales, que suelen aparecer entre 8 y 12 días
después de la infección, consisten en fiebre alta, rinorrea, inyección conjuntival y
pequeñas manchas blancas en la cara interna de la mejilla. Varios días después
aparece un exantema que comienza en la cara y cuello, y se va extendiendo
gradualmente al resto del cuerpo.

No hay tratamiento específico para el sarampión, y la mayoría de los pacientes se


recuperan en 2 o 3 semanas. Sin embargo, el sarampión puede causar complicaciones
graves, tales como ceguera, encefalitis, diarrea intensa, infecciones del oído y
neumonía, sobre todo en niños malnutridos y pacientes inmunodeprimidos. El
sarampión es una enfermedad prevenible mediante vacunación La vacunación y la
vigilancia epidemiológica son dos de las principales herramientas para prevenir el
sarampión.

La vacunación es segura, eficaz y económica. El esquema para la vacuna triple viral


(SRP) que protege contra sarampión, rubeola y parotiditis, indica la aplicación dos
dosis: la primera a los 12 meses cumplidos y un refuerzo a los 6 años.

Los adolescentes y adultos que no cuentan con las dos dosis de la vacuna SRP
pueden recibir la vacuna contra sarampión y rubeola (SR).

Por otro lado, la vigilancia epidemiológica es fundamental para identificar posibles


casos de sarampión y tomar acciones.

En el mundo, las muertes por sarampión disminuyeron 84% del año 2000 al 2016,
sobre todo, gracias a la vacunación.

El sarampión, o rubéola, se trasmite con facilidad y puede ser grave e incluso mortal
para los niños pequeños. Aunque las tasas de mortalidad se han reducido en todo el
mundo a medida que se administra la vacuna contra el sarampión a más niños, la
enfermedad aún mata a más de 200 000 personas cada año, en su mayoría niños.

El sarampión se transmite por contacto directo con gotitas infecciosas de saliva de un


enfermo transportadas por el aire. Es muy contagioso. Los enfermos pueden contagiar
desde uno o dos días antes del comienzo de los síntomas hasta cuatro días después
de la aparición de la erupción. Son muy frecuentes los contagios en el colegio, en la
casa y en el hospital o incluso en el ambulatorio.

En 1994, los países establecieron el objetivo conjunto de eliminar la transmisión


endémica del sarampión para el año 2000, a través de la implementación de
estrategias de vigilancia y vacunación recomendadas por la OPS. Para 2002, la
transmisión endémica del sarampión en las Américas había acabado, pero se resolvió
esperar a que se pudiera declarar conjuntamente con la eliminación de la rubéola. Un
brote de sarampión en entre 2013-2015 retrasó este proceso. La rubéola fue declarada
como eliminada en 2015. El último caso de sarampión endémico en las Américas en la
era post-eliminación fue reportado en julio del 2015.

La OMS estima que la vacuna contra el sarampión previno 17.1 millones de muertes en
el mundo entre los años 2000 y 2014, con un descenso del 79% en las defunciones. El
sarampión sigue circulando en otras regiones del mundo, y los países de las Américas
reportan casos importados esporádicos.

Para mantener la eliminación del sarampión, la OPS/OMS y el Comité Internacional de


Expertos para la Eliminación del Sarampión y la Rubéola recomiendan que todos los
países de las Américas fortalezcan la vigilancia activa y mantengan una alta inmunidad
en la población a través de la vacunación.
Diagnostico de la viruela y sarampión

Diagnóstico de la viruela

Diagnóstico de la viruela es raspados virológicos de estudio con pápulas, contenido de


elementos erupciones, hisopos de boca, nasofaringe realizados en embriones de pollo o
cultivos de células sensibles a la identificación obligatoria en el pH. Identificar antígenos del
virus en el material de prueba y detectar anticuerpos específicos en el suero sanguíneo
tomado durante la hospitalización y de 10 a 14 días después.

La viruela se puede diagnosticar basándose en las señales y síntomas clínicos del


paciente. La enfermedad se puede diagnosticar de manera definitiva aislando el virus de la
sangre o de las lesiones, o bien identificando los anticuerpos en la sangre que se han
creado como respuesta al virus. El diagnóstico de la viruela debe llevarse a cabo en
laboratorios especializados con técnicas apropiadas para hacer las pruebas y medidas
para proteger a las personas que trabajan en el laboratorio.

Con un examen visual debería bastar para saber si un enfermo tiene la viruela, si la
enfermedad ha avanzado y ha provocado la aparición de manchas rojas. Un solo caso
confirmado sería una emergencia sanitaria internacional.

Si hubiera un brote de viruela hoy, probablemente la mayoría de los proveedores de


atención médica no reconocerían el virus en sus primeras etapas, lo que haría que el
virus se expanda.

Un único caso de viruela podría suponer una emergencia sanitaria pública. Los Centros
para el Control y la Prevención de Enfermedades emplean laboratorios especiales para
analizar muestras de tejidos en busca de la viruela. Estas pruebas nos confirmarían si
una persona está contagiada.en personas expuestas al virus en laboratorios o a la
presencia de un brote de origen bioterrorista, requiere de pruebas PCR o de reacción
en cadena de la polimerasa donde se generen copias del ADN del virus a partir de
muestras de las erupciones o del fluido purulento de las mismas.

Otro método para diagnosticar consiste en utlizar un microscopio electrónico en el


laboratorio para analizar las muestras del cultivo viral realizado a partir de las muestras
extraídas de las lesiones cutáneas. Al ser una enfermedad incurable, el tratamiento
busca el control de la sintomatología y mantener hidratado al paciente. En caso de
desarrollar infecciones bacterianas secundarias, se recetan antibióticos. Si acontece un
brote de viruela y fuiste vacunado de niño, seguramente requerirás una dosis de
reforzamiento, considerando que con esta segunda dosis, la inmunidad parcial o total
se extiende hasta los 20 años posteriores. En el Centro de Pediatría un equipo de
especialistas altamente capacitados te espera las 24 horas, los 365 días del año,
asegurando el cuidado y los resultados óptimos al brindarte atención basada en guías
de práctica clínica y protocolos internacionales.Contamos con dos unidades de terapia
intensiva pediátrica atendidas por expertos en el manejo del paciente pediátrico en
estado crítico y equipadas con tecnología de vanguardia para ofrecerte las mejores
opciones de tratamiento.Nuestros subespecialistas en urgencias pediátricas están
preparados en todo momento para brindarte cuidado especializado cuando más lo
necesitas.
Diagnostico del sarampion

Se trata de un diagnóstico clínico. Las manchas de Koplik son características y ayudan


al diagnóstico. Además, con un análisis de sangre se pueden detectar anticuerpos
frente al virus del sarampión, lo que si fuera necesario ayudaría a confirmar el
diagnóstico. Los niños muy pequeños, los adolescentes y los adultos, así como los
inmunodeprimidos (enfermos con las defensas bajas), pueden presentar alguna de las
complicaciones descritas, pudiendo necesitar ingreso hospitalario. La mortalidad por
sarampión en países del tercer mundo es elevada.

Por lo general, el proveedor de atención médica puede diagnosticar sarampión a partir


del sarpullido característico de la enfermedad y también por puntos pequeños blanco
azulados con fondo rojo intenso Una vez que tu médico analiza tus síntomas y tu
historial clínico, te realizará una revisión física para observar el tipo de lesiones
cutáneas que presentas en el interior de la boca o en el resto del cuerpo. Sin embargo,
estas erupciones pueden deberse también a otras enfermedades, por lo que es
necesario llevar a cabo un estudio de sangre, un exudado faríngeo o un análisis de
orina, para confirmar el diagnóstico de sarampión.
Al tratarse de un padecimiento viral, no existe cura ni terapia determinada, pero suele
tratarse con analgésicos, antiinflamatorios, suplemento de vitamina A, y antibióticos en
caso de haber desarrollado alguna infección bacteriana adicional.

En el caso de que hayas estado expuesto al virus y aún no desarrollas los síntomas, es
recomendable aplicarse la vacuna, lo cual no garantiza que no adquieras la
enfermedad, pero sí ayuda a que su manifestación sea más leve y de menor duración.

Asimismo, se sugiere en mujeres embarazadas, bebés y adultos inmunodeprimidos, la


aplicación de anticuerpos por medio de la inmunoglobulina sérica para fortalecer el
sistema inmunológico, previniendo la enfermedad o aligerando la intensidad de los
síntomas.

En el Centro de Pediatría brindamos cuidado especializado a los pequeños pacientes


desde el momento de su nacimiento hasta que se convierten en adultos, a través de
nuestros servicios de atención pediátrica, oncología, neurología y cardiología al nivel de
los mejores centros médicos del mundo.
signos y síntomas de la viruela y sarampion

Síntomas del sarampión

Una persona con sarampión puede trasmitir el virus a otras durante aproximadamente
ocho días; ese período comienza cuatro días antes de que aparezca el sarpullido y
finaliza cuando este ha estado presente durante cuatro días.

os signos y síntomas del sarampión aparecen entre 10 y 14 días después de la


exposición al virus. Los signos y los síntomas del sarampión generalmente son los
siguientes:

 Fiebre

 Tos seca

 Goteo de la nariz

 Dolor de garganta

 Ojos inflamados (conjuntivitis)

 Manchas blancas diminutas con centro blanco azulado y fondo rojo dentro
de la boca, en la cara interna de la mejilla, también denominados manchas
de Koplik

 Sarpullido constituido por manchas grandes y planas que generalmente se


funden entre sí

La infección ocurre en etapas en el transcurso de 2 a 3 semanas.


 Infección e incubación. Durante los primeros 10 a 14 días de la infección,
el virus del sarampión se propaga por el cuerpo. Durante este período, no
se manifiestan síntomas de sarampión.

 Signos y síntomas inespecíficos. El sarampión generalmente comienza


con fiebre leve a moderada, a menudo con tos continua, goteo de la nariz,
ojos inflamados (conjuntivitis) y dolor de garganta. Esta enfermedad
relativamente leve dura de 2 a 3 días.

 Enfermedad aguda y sarpullido. El sarpullido consiste en pequeñas


manchas rojas, algunas de las cuales están levemente elevadas. Los
puntos y bultos en grupos estrechos hacen que la piel se vea manchada y
de color rojo. El sarpullido aparece primero en el rostro.

Durante los días siguientes, el sarpullido se esparce por los brazos, el


pecho y la espalda, y luego por los muslos, las pantorrillas y los pies. Al
mismo tiempo, la fiebre aumenta abruptamente y a menudo alcanza de
104 a 105,8 °F (40 a 41 °C).

 Recuperación. El sarpullido del sarampión puede durar hasta siete días. El


sarpullido disminuye progresivamente; primero desaparece del rostro y, por
último, de los muslos y los pies. Si bien otros síntomas de la enfermedad
desaparecen, la tos y el oscurecimiento o la descamación de la piel donde
estaba el sarpullido pueden durar hasta 10 días.

Entre los factores de riesgo para el sarampión, se incluyen los siguientes:

 No estar vacunado. Si no te has dado la vacuna contra el sarampión, es


mucho más probable que lo padezcas.

 Viajar a otros países. Si viajas a países donde el sarampión es más


frecuente, tienes un riesgo mayor de contraer la enfermedad.

 Tener insuficiencia de vitamina A. Si tu alimentación no aporta una


cantidad suficiente de vitamina A, es más probable que tengas síntomas
más graves y complicaciones como consecuencia del sarampión.
Síntomas de la viruela

Los primeros síntomas de la viruela incluyen fiebre alta, fatiga, dolor de cabeza y dolor
de espalda. Después de 2 a 3 días de enfermedad, aparece un salpullido plano y rojo.
Suele comenzar en la cara y en la parte superior de los brazos, y luego se extiende por
todo el cuerpo. A lo largo de las próximas 2 a 3 semanas, las manchas planas y rojas
se vuelven firmes, abultadas y redondeadas con pus en su interior. Luego forman
costras. Las costras se caen de 3 a 4 semanas después de la primera aparición del
salpullido y dejan cicatrices punteadas.

El período de incubación de la viruela es aproximadamente de 12 días. Pero los


síntomas pueden desarrollarse tan pronto como a los 7 días o tan tarde como a los 19
días después de la exposición al virus.
Al principio, usted podría confundir un salpullido significativo de la varicela con un
salpullido de viruela. Pero estas enfermedades están causadas por diferentes virus y
hay muchas diferencias entre el salpullido de la varicela y el de la viruela.

Las fases de la infección por el virus del sarampión son cuatro y en total pueden durar
de tres a cuatro semanas:

Contagio/incubación: posterior al contagio, el virus requiere de 8 a 15 días para


incubarse. En esta fase no hay sintomatología.

Sintomatología general: es la fase incipiente del padecimiento, donde comienzan a


manifestarse síntomas que no son exclusivos del sarampión, por lo que pueden
confundirse con otras afecciones. Su duración es de tres a cuatro días.

Agudización de los síntomas y erupciones cutáneas: en esta etapa la fiebre aumenta


considerablemente y brotan las erupciones características del sarampión, primero en la
cara y después en las extremidades superiores e inferiores.

Fase de contagio: dura de ocho a 10 días, lapso que inicia cuatro o cinco días antes del
brote eruptivo, y concluye en el momento en que dicho brote ha permanecido por
cuatro o cinco días más.

Este padecimiento puede desencadenar una serie de complicaciones serias, tales


como:

Afectaciones en la laringe y los bronquios.

Infecciones bacterianas en el oído.

Encefalitis.

Parto prematuro y mortalidad de la madre.

Graves infecciones por neumonía

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