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INSTITUTO POLITECNICO NACIONAL

ESCUELA SUPERIOR DE ECONOMÍA

EVIDENCIA :
EVIDENCIA 29

NOMBRE:
GRECIA VALERY MURILLO ARELLANO

MATERIA:
MMyS

GRUPO:3EM11

PROFESOR:
JOSE PALOMARES
EVIDENCIA DE Daniela González García

La vuelta a la guerra fría con dos bloques económicos enfrentados desde la

perspectiva metodológica de la crítica de la economía política. El cambio

social se da cuando se modifica la estructura económica, que es la que

genera la superestructura ideológica. Y no al revés, porque los dueños de la

economía nunca modificarán las leyes ni la política, a no ser que se les

obligue. Véase el paripé lampedusiano (cambiar algo para que nada cambie)

que han hecho con los desahucios de viviendas. La gran recesión de 2008

fue un golpe comparable a la de los años 29 del siglo pasado. La población y

los países aprendieron la importancia de la riqueza, miles de empresas

desaparecieron por el exceso de endeudamiento. Una década después,

cuando el mundo se había zambullido nuevamente en el imperialismo y el

precio barato del dinero volvió a poner en el límite tanto el gasto público como

el privado, llegó la pandemia. La falta de materiales tan simples como una

mascarilla o un paracetamol nos alertó mientras que las empresas

farmacéuticas se ocupaban de ser un monopolio y buscas mayor riqueza.

Países como Canadá, Francia, Estados Unidos y España han mostrado su

lado oscuro a través de una xenofobia cada vez más notoria. Así mismo,

desde el año 2013 son cada vez más notorios movimientos de resistencia,

entre ellos el denominado Black Lives Matter, quizá sucesión de un

movimiento anterior denominado Los Indignados, que también dejó ver las
diferencias sociales existentes entre países ricos y pobres. En 2021, el

segundo año que correspondió vivir con la sombra de la COVID-19, se

sumaron todos los movimientos sociales, es decir, los primeros seis meses

de ese año permitieron ver indignación, movimientos antiesclavistas,

marchas por la mejora en los servicios educativos, mítines en busca de

mejores servicios de salud, bloqueos para evitar más impuestos, protestas

para que se aclaren las violaciones a los Derechos Humanos,

confrontaciones obrero-patronales y un sinnúmero de expresiones

conflictivas; las cuales no se habían experimentado en un país como

Colombia y otros de América Latina. Situaciones similares se vivieron en

países como Chile, Perú y Ecuador. La pandemia, además, dejó expuesta la

corrupción, las limitaciones democráticas y las dificultades económicas y

sociales en el continente latinoamericano. A nivel mundial quedó comprobado

que, ante la pandemia, el neoliberalismo principalmente fue insuficiente para

el manejo de una enfermedad que, además de un largo cerco de muertes,

mostró la incapacidad política de gobernantes para salir de sus efectos

económicos
CORRECCIONES A LA EVIDENCIA DE DANIELA GONZÁLEZ GARCÍA

el texto con algunas modificaciones para mejorar la claridad y la fluidez

El resurgimiento de una nueva Guerra Fría, con dos bloques económicos

enfrentados, se analiza desde la perspectiva crítica de la economía política.

El cambio social ocurre cuando se modifica la estructura económica, ya que

esta es la que da lugar a la superestructura ideológica. Esto significa que los

propietarios de la economía rara vez cambiarán las leyes o la política a menos

que se les obligue a hacerlo. Un ejemplo de esto se ve en lo que se ha

denominado "paripé lampedusiano", que consiste en cambiar algo para que,

en realidad, nada cambie, como sucedió con las medidas en torno a los

desahucios de viviendas.

La Gran Recesión de 2008 fue un golpe comparable a la crisis de 1929 del

siglo pasado. La población y los países aprendieron la importancia de la

estabilidad financiera, ya que miles de empresas desaparecieron debido a un

exceso de endeudamiento. Una década después, cuando el mundo se había

vuelto a sumergir en el imperialismo y el crédito barato había vuelto a limitar

tanto el gasto público como el privado, llegó la pandemia. La falta de

suministros básicos, como mascarillas o paracetamol, puso de manifiesto la


vulnerabilidad, mientras que las empresas farmacéuticas buscaban el

beneficio y mantenían un monopolio. En este contexto, países como Canadá,

Francia, Estados Unidos y España exhibieron un aumento notable de la

xenofobia.

Desde 2013, los movimientos de resistencia se han vuelto cada vez más

notorios, incluyendo iniciativas como el movimiento Black Lives Matter, que

puede considerarse una continuación de movimientos anteriores, como Los

Indignados. Estos movimientos también han resaltado las profundas

diferencias sociales que existen entre los países ricos y pobres.

En 2021, el segundo año de convivencia con la sombra de la COVID-19, se

sumaron una serie de movimientos sociales, incluyendo protestas por la

injusticia, marchas en contra de la esclavitud, manifestaciones en busca de

una mejora en la educación y la salud, bloqueos para evitar impuestos

adicionales, así como protestas exigiendo transparencia en los derechos

humanos y confrontaciones entre trabajadores y empleadores. Estas

expresiones de conflicto eran inusuales en países como Colombia y otros en

América Latina. Situaciones similares se vivieron en países como Chile, Perú

y Ecuador.
La pandemia también puso de manifiesto la corrupción, las limitaciones

democráticas y las dificultades económicas y sociales en América Latina. A

nivel mundial, se demostró que el neoliberalismo resultó insuficiente para

hacer frente a una enfermedad que, además de causar un alto número de

muertes, sacó a relucir la falta de capacidad política de los líderes para hacer

frente a sus efectos económicos.

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