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Durante la segunda mitad del siglo XX se han producido importantes acontecimientos históricos en América
Latina. Así, en 1959 tuvo lugar la Revolución cubana, hecho que despertó grandes simpatías en muchos países del
continente, en los que durante los años sesenta se desarrollaron diversos movimientos guerrilleros. La década de
los setenta fue un período de graves conflictos durante el que se sucedieron los golpes de estado que supusieron
la instauración de férreas dictaduras militares en hispanoamérica.
Estas dictaduras acabaron con los regímenes democráticos, que tenían una larga tradición que venía del siglo XIX,
y ejercieron una brutal represión con su corolario de muertos, desaparecidos y exiliados.
La influencia de las ideas de las vanguardias y el cansancio del realismo vigente llevaron a los autores a
experimentar con las técnicas narrativas, rompiendo así con el universo novelístico tradicional. Esta ruptura
también afectó a la noción de realidad, hasta el punto de que surgió el llamado realismo mágico, en el que se
funden de manera natural los elementos fantásticos y los cotidianos.
Los rasgos de la nueva narrativa son los siguientes:
• Ruptura del concepto tradicional de realidad. Los autores se inspiran en el sustrato cultural y
mitológico autóctono, de modo que sus narraciones aúnan dos niveles de realidad: la realidad tangible y cotidiana
y la realidad de lo fantástico y lo mágico, llamando a esta difusión realismo mágico.
• Literatura y metaliteratura. El hecho creativo se convierte en un tema en sí mismo. La novela y el relato
se construyen como un juego de espejos, tanto con respecto a sí mismos como en relación con otros textos, de
modo que exigen una participación activa y crítica por parte de los lectores.
• Rechazo de la linealidad. Se dejan de lado las estructuras temporales convencionales y se emplean
frecuentes saltos temporales (analepsis, prolepsis, elip-sis, tiempos simultáneos...). También el espacio adquiere
un valor simbólico e incluso mítico.
• Polifonía narrativa. Frente al narrador omnisciente realista, se emplean múltiples voces que enriquecen
el discurso.
• Temas universales. Se abandona la mirada estrictamente regionalista y se abordan cuestiones como la
soledad, el amor, la muerte o el paso del tiempo.
Durante los años 60 surgió un grupo de jóvenes narradores (Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, Julio
Cortázar) cuyas novelas fueron acogidas con entusiasmo por lectores de todo el mundo. Este llamado “boom” de
la literatura hispanoamericana no solo fue protagonizado por los escritores emergentes, sino que la obra de estos
suscitó también el interés del gran público por los novelistas de la generación anterior.
Julio Cortázar
Autor de relatos y novelas, la narrativa de Cortázar cuestiona, desde planteamientos estructurales y lingüísticos
innovadores, la autenticidad de la vida y de la literatura. Ejemplo de ello es Rayuela, novela emblemática del
«boom».
En sus relatos, muy influidos por Borges, nos ofrece una visión sorprendente e irónica de la realidad. Su
estructura suele constar de la presentación de un protagonista, la incursión de un antagonista y una resolución
inesperada e inevitable.
Planteada como una antinovela, Rayuela (1963) rompe con la estructura tradicional y ofrece, según indica el autor
en su «Tablero de dirección», dos modos de lectura: en el orden convencional o en el orden propuesto en dicho
tablero. Poseedora de una mínima trama argumental, la obra gira en torno a la vida de Horacio Oliveira y se
estructura en tres partes:
• «Del lado de allá», centrado en las experiencias de Horacio en París, donde queda cautivado por el
personaje de la Maga.
• «Del lado de acá», sobre el regreso de Horacio a Argentina.
• «De otros lados (capítulos prescindibles)», donde se incluyen textos de diverso origen y sentido que no
se insertan de manera ordenada en el relato.
Rayuela aborda temas como la incapacidad de la literatura para ordenar el mundo o la mentira que encierran
tanto el lenguaje como el hecho literario. Entre sus rasgos formales destacan la ironía, las digresiones y las
innovaciones léxicas.