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Presentación
No hemos querido dejar fuera aspectos hasta ahora menos tratados, y no por
ello menos importantes, como la acreditación, docencia, aspectos legales e impacto
económico. Para finalizar hemos dejado una puerta abierta al futuro y a la imaginación,
con la incorporación del concepto de “Unidades de Cirugía Ambulatoria-Corta
Estancia”, lo que permite ampliar el horizonte de procesos utilizando la misma filosofía
de buena práctica y exquisita organización.
Mª José Bassons.
Servicio de Anestesiología.
Hospital Universitario “Germans Trias i Pujol de Badalona”. Barcelona.
Eduardo Larrañaga.
Sección de Cirugía General.
Hospital Universitario de “La Princesa”. Madrid.
Teresa Pintanel.
Servicio de Anestesiología adscrito a la UCMA.
Hospital Universitario “Germans Trias i Pujol de Badalona”. Barcelona.
Margarita Puig.
Anestesiology Research Unit Imim Department of Anestesiology.
Hospital del Mar. Barcelona.
Santiago Revuelta Álvarez.
Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo.
Hospital Comarcal “Serrallana”. Torrelavega.
La publicación de una obra médica tiene como principales bases para el éxito
tanto su oportunidad, es decir la necesidad de su edición, como la idoneidad del
sumario y el prestigio de los autores. En este caso, ambos fundamentos están
presentes: el interés hacia la Cirugía Mayor Ambulatoria (CMA) por parte de todos los
estamentos quirúrgicos y autoridades administrativas es evidente; y la elaboración del
sumario y contenido de los capítulos es totalmente adecuado para responder a todas
las cuestiones planteadas hoy en día, suscitadas por ese interés entre los cirujanos
españoles y los estamentos sanitarios oficiales.
Hace ya más de diez años que la CMA ha recibido en España una atención
específica, desarrollada por verdaderos devotos de ella dentro de la Asociación
Española de Cirujanos. Por supuesto que sus características organizativas eran
sabidas e incluso se practicaba desde mucho antes, ya que se conocían las
experiencias internacionales que estaban ganando adeptos ante la evidencia de sus
buenos resultados. Los primeros capítulos de este libro exponen con claridad cuál ha
sido la evolución histórica de la CMA, y especialmente el camino seguido para su
definitiva implantación entre nosotros. Su necesidad fue comprendida inmediatamente,
y si ha habido dificultades para su general aceptación ha sido, tal vez, por una falta de
voluntad decidida por parte de los organismos oficiales competentes, hasta que hace
unos pocos años han dado el impulso necesario para que la CMA ya sea considerada
como una definida e individualizada forma de atender a los pacientes aptos para este
tipo de cirugía. En el año 1993, el Ministerio de Sanidad y Consumo editaba un Guía
de organización y Fundamento de la CMA, lo que suponía su reconocimiento oficial,
que realmente se había basado en las evidencias publicadas por los cirujanos
españoles desde hace años antes e incluso en conclusiones de congresos
específicamente organizados para contrastar las experiencias ya existentes.
La excelente labor de coordinación del Dr. José Luis Porrero, auténtico pionero
y entusiasta impulsor de la CMA en España, se hace patente en la inclusión de unos
capítulos que han de ser muy útiles para todos los interesados en esta sistemática de
actuación quirúrgica:
Capítulo 1
ANTECEDENTES HISTÓRICOS
La cirugía apareció antes que los hospitales y posteriormente se incorporó a
estas instituciones. A pesar de este hecho, la tendencia a liberar al paciente quirúrgico
de la hospitalización ha venido siendo una idea constante. Esta “tendencia
liberalizadora” a través de la Historia a alcanzado no solo al paciente sino también a
los médicos, como manifiestan los biógrafos de Hipócrates al hablar de sus viajes
“como médico ambulante”, lo que, por otra parte, se correspondía plenamente con las
costumbres de la época1.
Podemos afirmar que la cirugía ambulatoria existe desde que hizo su aparición
la cirugía, pero la Cirugía Mayor Ambulatoria (CMA), como sistema funcional y
organizado, nació a mitad del presente siglo en el Reino Unido por iniciativa del
Sistema Público de Salud, con la intención de disminuir sus largas listas de espera
quirúrgicas y adecuar, de forma más racional, el binomio demanda asistencial –
recursos sanitarios disponibles. Y habían existido en este mismo país experiencias
importantes, como la desarrollada por James H. Nicoll quien en 1909 en el Glasgow
Royal Hospital for Sick Children realizó 8.988 intervenciones quirúrgicas en niños sin
hospitalización2. Otro de los pioneros en practicar cirugía ambulatoria en EEUU fue el
anestesiólogo Ralph Waters (lowa) en 19193.
En nuestro país este tipo de cirugía inició su desarrollo a partir de los años
noventa, siendo la primera publicación la realizada en 1988 por Rivera y Giner13 sobre
pacientes quirúrgicos en régimen ambulatorio en el Hospital “francisco de Borja”
(Gandia – Valencia). A partir de este momento varios grupos de trabajo, entre ellos los
de los Hospitales “San Pau i Santa Tecla” (Tarragona), “Virgen de la Salud” (Toledo),
“Viladecans” (Barcelona), Centro Médico de Denia (Alicante), “El Tomillar” (Sevilla) y
General Universitario (Valencia), iniciaron, estructuraron y expandieron la CMA en
España14-15.
Existen múltiples razones científicas que justifican todas estas iniciativas, pero
a ellas se añadió, de forma necesaria, la filosofía que engloba adaptar la demanda
asistencial a los recursos sanitarios disponibles. Esta imperiosa necesidad cambiará
los parámetros sanitarios actuales, de hecho, ya los está cambiando, pudiendo afirmar
que el personal sanitario debe prepararse para asumir la responsabilidad de su
inexcusable coparticipación en la mejora de la calidad asistencial y la racionalización
del gasto sanitario.
Figura 1
¿Qué mejora la CMA?
Los efectos de la CMA son conocidos por todos: permite una organización de la
asistencia por niveles de cuidados simplificando procesos diagnósticos y terapéuticos,
se incrementa la actividad productiva y se favorece una atención más personalizada y
una mayor satisfacción del paciente.
Figura 2
Particularidades CMA vs INGRESO
• Selección de pacientes.
• Mejor información verbal y escrita.
• Actividades protocolizadas.
• Trabajo en equipo.
• Mayor énfasis en prevención de problemas.
Durante los años 80 el interés por la CMA en nuestro país ara muy escaso o
prácticamente nulo. El concepto adquiere visibilidad ante los pacientes, clínicos y
gestores a comienzo de los 90 gracias a las experiencias de determinados grupos que
constatan la existencia de la CMA y demuestra su viabilidad. Esta promoción de la
CMA se vio favorecida por la aparición de nuevas tecnologías y nuevos agentes
anestésicos que acortan el tiempo de recuperación de los pacientes, favorecen la
deambulación precoz y disminuyen la agresión quirúrgica, lo que facilita el alta a las
Tabla I
Peso de la CMA por proceso (Hospitales con información completa)
Tabla II
Evolución CMA 1993-97
Los médicos y enfermeras en formación serán los más beneficiados por esta
revitalización organizativa, por lo que los programas docentes deberán adecuarse a
esta nueva realidad23.
CONCLUSIONES
1. La decisión sobre la hospitalización o no de un paciente debe seguir basada en
la necesidad clínica y la seguridad.
BIBLIOGAFÍA
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actividad en España. Febrero 1999.
Capítulo 2
Tabla I
Índice de Sustitución en 1996 y 1998 por procesos para INSALUD
Tabla II
Procedimientos de cirugía mayor realizados de forma ambulatoria y con ingreso,
estancias ahorradas y estancias medias en INSALUD en los años 1994 a 1998
* Las estancias ahorradas se calculan basándose en el número de procedimientos realizados por la estancia media de
dicho procedimiento, referida a los pacientes con un solo diagnóstico y a una intervención.
Figura 1
Porcentaje de intervenciones realizadas por CMA respecto del total de intervenciones
quirúrgicas programadas de Cirugía Mayor por Comunidad Autónoma
Figura 2
Índice de sustitución por hospital clasificado por grupo de hospital
para tratamiento de cataratas (con/sin LIO) en 1998
Figura 3
Índice de sustitución por hospital clasificado por grupo de hospital para
herniorrafia unilateral
Figura 4
Índice de sustitución para cirugía de cataratas y herniorrafia unilateral
por Comunidades autónomas
que la tasa de cirugía con ingreso disminuye10,26. Por ello, parece ser que sólo en los
casos en que una población tiene una alta provisión de servicios, la CMA si puede
reemplazar a la cirugía con ingreso.
Figura 5
Evolución del volumen de CMA y cirugía programada con
Ingreso en el INSALUD 1993-1998
de excluir aquellos de menor complejidad que cumplían los requisitos para ser
operados de forma ambulatoria.
Tabla III
Evolución de 1996 a 1998 de la estancia media e índice de sustitución para el tratamiento
quirúrgico de las cataratas y herniorrafia unilateral en INSALUD
Cataratas
Estancia Media 2,7 2,5 1,9
Índice de Sustitución 34,0% 46,3% 55,2%
Herniorrafia Unilateral
Estancia Media 3,7 3,3 2,9
Índice de Sustitución 17,0% 17,2% 21,2%
cirugía con ingreso40,41. La reducción del coste por procesos frente a la cirugía con
ingreso se estima entre un 25 % y un 30%, pues aunque el coste de la intervención es
muy similar, en la CMA se reduce el coste hostelero y de personal. Aunque pudiera
ocurrir que la reducción del coste para el hospital supusiera transferir costes al sector
extrahospitalario (atención primaria y la familia), éstos no parecen ser muy evidentes.
En nuestro país no existe evidencia empírica al respecto y estudios internacionales
realizados en este sentido estiman que estos costes son muy reducidos16.
sustitución en cada proceso susceptible de CMA, como mínimo el valor medio del
índice en hospitales de similar complejidad asistencial. De esta forma, al elaborar la
cuenta de resultados al cierre de ejercicio, al hospital que no alcanzaba el índice de
sustitución pactado, a efectos de financiación se le detraían las UCH de los procesos
ingresados que deberían haber realizado como CMA, que se la financiaban con la
tarifa de CMA. Sin embargo, incluso con estas salvaguardas, desde la perspectiva de
los hospitales la financiación de la CMA seguía sin ser competitiva frente a la cirugía
con ingreso. Por ello en al año 1999 se da paso definitivo hacia la financiación por
proceso, pues se abandona la tarifa de CMA y ésta pasa a ser financiada también a
través de UCH. Ello implica que en el momento actual un hospital recibe la misma
financiación cuando realiza una intervención bajo la modalidad de CMA, que cuando la
lleva a cabo con ingreso. Esta estrategia propicia que sea el propio hospital el que
rentabilice la financiación por proceso, y por lo tanto dé mayor impulso a la CMA
maximizando la eficiencia. Junto a estas medidas, la incorporación de un listado
abierto para procesos adicionales de CMA, hace suponer que el impacto de la CMA en
nuestro sistema sanitario siga desarrollándose en el futuro.
Tabla IV
Financiación de la CMA por tarifas y por UPAS (los mismos procesos con ingreso)
Datos INSALUD 1997
BIBLIOGRAFÍA
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Capítulo 3
INTRODUCCIÓN
Desde finales de la década de los 80 y principios de los 90 los sistemas
sanitarios, tanto el central como los autonómicos, han impulsado la puesta en marcha
de nuevas unidades sobre todo en los servicios quirúrgicos que se organizan mediante
circuitos propios y diferentes al ingreso y a las consultas tradicionales.
Ésta, que pudiera ser la situación ideal para tratar prácticamente el 60% de los
diagnósticos de un servicio de cirugía general, hasta el nivel III de Davis (Tabla II),
queda muy lejos de ser una realidad cotidiana por los motivos que trataremos de
desarrollar a lo largo de este capítulo.
Tabla I
Datos de la actividad del servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo
del Hospital Comarcal Sierrallana, Torrelavega (Cantabria) (nivel II)
Tabla II
Niveles de intensidad para procedimientos quirúrgicos (Davis JE, 1987)
Ventajas:
Inconvenientes:
En el caso que nos ocupa, y a pesar de que la CMA es una realidad práctica en
España desde hace aproximadamente diez años, siguen existiendo centros en los que
esta sistemática de tratamiento no ha podido ser desarrollada. En algunos casos y
como alternativa se han creado protocolos de cirugía de corta estancia dentro de los
servicios quirúrgicos, ya que este procedimiento se puede realizar con los medios y la
infraestructura convencionales y sin inversiones notables.
El enfoque según los diferentes puntos de vista de los implicados en los
procesos asistenciales ha sido:
CMA CE
Este panorama cambia radicalmente a partir de los años 94-95, en los que la
administración crea los contratos programas y más recientemente el incentivo por
objetivos y el pago por proceso. En la actualidad los gestores de hospitales con
programas de CMA –que inicialmente eran un continuo freno para su desarrollo y
ampliación o, en el mejor de los casos, simplemente no los prestaban atención- se han
convertido en los máximos entusiastas para su desarrollo.
En estos momentos las mayores resistencias van a ser por parte de los
profesionales, ya que los usuarios cada vez son más conscientes de que la
prolongación de estancia hospitalaria no es un factor que condiciones los resultados.
2. Hospitales en los que ya funciona una unidad de CMA. En estos casos los
programas de CE son el complemento perfecto para aumentar el rendimiento de los
servicios quirúrgicos, acortando de forma significativa la estancia media de algunas
patologías que requieren hospitalización.
En ningún caso se deben valorar estos dos procedimientos de otra forma que
no sea como complementarios el uno del otro, o como sustitutivo (CE) por no poder
desarrollar un programa de CMA por algunas de las razones que ya se han comentado
anteriormente.
CONCLUSIONES
El objetivo común de los dos programas de atención quirúrgica que hemos
estado comentando en el acortamiento de los periodos de hospitalización, lo que
conlleva una disminución de la estancia media de los servicios quirúrgicos.
BIBLIOGRAFÍA
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Capítulo 4
Cálculo de espacios.
Tipos de unidades.
Ventajas e inconvenientes
J. L. Porrero Carro, A. Sanjuanbenito Dehesa
INTRODUCCIÓN
Durante los últimos años, ha habido un interés creciente por aspectos hasta
ahora desconocidos por los profesionales de la medicina: las estancias, el qasto
sanitario, la adecuación del coste-efectividad de los procedimientos quirúrgicos, todo
ello directamente relacionado con una nueva forma de ver la asistencia sanitaria, en la
cual usuarios, profesionales y sistema sanitario público o privado son beneficiarios.
PLANIFICACIÓN
La creación de una Unidad de Cirugía Ambulatoria con garantías de éxito
implica una planificación correcta. Es por ello necesario definir un programa funcional
que justifique y dimensione cada uno de los recursos para el correcto funcionamiento
de la misma.
Planificar una unidad es como hacer un largo viaje con un buen mapa de
carretera: sabemos por donde vamos, dónde queremos parar y hasta donde podemos
llegar.
CALCULO DE ESPACIOS
Imaginemos que tras el análisis de los factores anteriormente comentados
hemos estimado la posibilidad de realizar un volumen de procedimientos anuales en
régimen ambulatorio alrededor de 4.200. Antes de pasar a analizar cómo realizaremos
el cálculo de las necesidades de espacio es preciso conocer que dentro de las
unidades de CMA existen tres tipos diferentes de espacio que son: a) espacios de
actividad; b) espacios de soporte; c) espacios administrativos (Tabla I). El
dimensionamiento de los espacios de actividad condicionará el de las otras dos áreas,
los espacios de actividad representan la mayor superficie en este tipo de unidades en
comparación con los otros dos.
Tabla I
Clasificación de los espacios de actividad
Espacios de actividad:
Área quirúrgica
Área de diagnóstico
Área de tratamiento específico
Espacios de soporte:
Controles de enfermería
Servicios
Almacenes
Vestuarios
Espacios administrativos:
Recepción
Área administrativa
Archivos
Tabla II
Cálculo de espacios de actividad (volumen actividad: 4.200 procedimientos)
Procedimientos anuales
Nº quirófanos:
Procedimientos anuales x
quirófano
Tabla III
Cálculo de espacios de actividad (volumen actividad: 4.200 procedimientos)
Tabla IV
Plazas necesarias recuperación postanestesia
Tabla V
Plazas en área readaptación al medio
6x3 12 10
TIPOS DE UNIDADES
La siguiente cuestión a responder es: ¿cuál es nuestra opción de programa?
Unidad integrada
Unidad separada.
Unidad satélite.
Unidad free-standing
Integradas.
Separadas.
Ventajas:
Inconvenientes:
Este tipo de unidades suele estar indicada cuando sobra espacio en el área
quirúrgica o ésta se encuentra infrautilizada, cuando el volumen de cirugía ambulatoria
prevista es bajo y en las fases iniciales de arranque de un programa de cirugía
ambulatoria.
Ventajas:
Inconvenientes:
- inversión inicial mayor, ya que hay que construir nuevas áreas o adaptar las
ya existentes
- dificultad para reconvertir la unidad en el caso que esta cirugía fracase
- duplicidad de áreas quirúrgicas, personal y material.
Ventajas:
Inconvenientes:
- los mismos que las unidades separadas además de precisar una mayor
inversión y un mayor coste.
Ventajas:
Inconvenientes:
Una vez que hemos hecho una aproximación a la demanda, sabemos cuáles
son nuestras necesidades de espacio y cuál es la opción de programa que en nuestro
caso precisamos deberemos definir cuáles son las características estructurales de los
diferentes espacios de la unidad en función de la actividad que en ellos vamos a
desarrollar.
Tabla VI
Características estructurales generales
Tabla VII
Admisión-recepción
Tabla VIII
Sala de espera
Tabla IX
Tabla X
Quirófano
Tabla XI
Área de recuperación postanestésica (URPA I)
Tabla XII
Área reaceptación al medio (URPA II)
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Capítulo 5
Criterios de selección de
pacientes y procedimientos
J. R. Gutiérrez Romero, F. Bustos Molina, F. García Moreno
SELECCIÓN DE PACIENTES
Puesto que el paciente es dado de alta de la unidad a las pocas horas del
procedimiento para continuar su proceso de recuperación en su domicilio, es
fundamental considerar el entorno sociofamiliar a la hora de seleccionar un paciente.
No obstante el hecho de carecer de alguno de los elementos que a continuación
detallaremos, no debe impedir que estos pacientes puedan beneficiarse de este tipo
de actividad quirúrgica, y entre todos, pacientes y profesionales, deberemos buscar las
soluciones a sus necesidades específicas.
De modo similar, los pacientes alérgicos al látex, cada día más frecuentes,
pueden ser intervenidos en régimen de Cirugía Mayor ambulatoria, para lo cual
deberemos disponer de todo el material necesario exento de látex, tanto anestésico
como quirúrgico, y realizar la profilaxis correspondiente.
Los pacientes con déficit físicos (sordera, sordomudez, ceguera) y aquellos con
déficit psíquicos (retraso mental no muy profundo), si no presentan otros déficit
congénitos asociados (déficit cardíacos, pulmonares…) pueden, e incluso es
SELECCIÓN DE PROCEDIMIENTOS
I A II B III C IV
CIRUGÍA GENERAL:
CIRUGÍA PLÁSTICAS:
Abdominoplastia-lipectomía.
Blefaroplastia.
Dermoabrasión.
Otoplastia.
Rinoplastia.
Injerto de pelo.
Injerto de piel.
Reconstrucción de la mama.
Cambio de prótesis mamarias.
Extirpación con colgajos de lesiones cutáneas.
Corrección de sindactilia.
CIRUGIA TORÁCICA:
CIRUGÍA VASCULAR:
CIRUGÍA MAXILOFACIAL:
OTORRINOLARONGOLOGÍA:
Adenoidectomía.
Amigdalectomía.
Septoplastia.
Extirpación de pólipos de las cuerdas vocales.
Miringoplastia.
Miringotomía.
Extirpación de pólipos nasales.
Biopsia de laringe.
Biopsia de oído.
OFTALMOLOGÍA:
Dacriocistectomía.
Cirugía sobre el polo anterior del ojo.
Cirugía de la catarata.
Cirugía del estrabismo.
Trasplante de córnea.
ORTOPEDIA Y TRAUMATOLOGÍA:
Biopsia ósea.
Biopsia articular.
Extracción de material de osteosíntesis.
Cirugía de Hallux Valgus.
Artroscopia.
Liberación de túnel carpiano.
Descompresión de Quervain.
Tratamiento de la enfermedad de Dupuytren.
Extirpación de gangliones.
Escisión de exostosis.
UROLOGÍA:
Biopsia de testículo.
Circuncisión.
Orquidopexia.
Orquiectomía.
Hidrocelectomía.
Cirugía de la carúncula uretral.
Colpo supensión para la incontinencia urinaria.
Procedimientos endoscópicos: diagnóstico uretero-cistoscópico, biopsia de
vejiga, dilatación ureteral.
GINECOLOGÍA:
Conización cervical.
Ligadura de trompas.
Laparoscopia diagnóstica.
Histeroscopia.
Dilatación cervical.
Legrado uterino.
Interrupción del embarazo.
ANESTESIOLOGÍA:
MISCELÁNEA:
ANEXO
Criterios anestésico-quirúrgicos de la American Society of Anesthesiologists
(ASA):
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Capítulo 6
Estudios preoperatorios en
Cirugía Mayor Ambulatoria
A. Seiz Martínez, J. L. Porrero Carro
INTRODUCCIÓN
Para el éxito de un programa de Cirugía Mayor Ambulatoria (CMA) resultan
esenciales una correcta selección, valoración y preparación preoperatorio de los
pacientes. Debido a la favorable relación coste-eficacia y la experiencia adquirida, la
tendencia generalizada en CMA consiste en incrementar el porcentaje de
intervenciones con respecto a la cirugía con ingreso, y no excluir, a priori, a pacientes
mayores de 65 años ni con patologías asociadas en situación estable desde el punto
de vista médico.
1. PROCEDIMIENTO ESTÁNDAR
2. PROCEDIMIENTOS NO ESTÁDAR
2.3 Valoración médica del paciente por el cirujano. Sólo los pacientes en los
que la historia clínica y la exploración física resulten sugerentes de patología asociad
son remitidos a la consulta de anestesiología. Para los pacientes ASA I / II (Tabla II) se
solicita un mínimo de exámenes de laboratorio y complementarios previamente
acordados, y se programan para cirugía, realizándose la valoración por el
anestesiólogo inmediatamente antes de la misma.
Tabla I
Preguntas clave par elaborar un cuestionario para valoración previa a anestesia
Modificado de Wilson ME8
Tabla II
Clasificación de riesgo anestésico de la Asociación Americana de Anestesiólogos (ASA)
ASA II: paciente con enfermedad asociada con repercusión sistémica leve.
ASAI III: paciente con enfermedad asociada, con repercusión sistémica grave, actual o
potencial, pero no incapacitante.
ASA IV: paciente con enfermedad asociada, con repercusión sistémica severa no reversible,
que supone un riesgo constante para la vida.
ASA V: paciente moribundo, con esperanza de vida de menos de 24 horas, con o sin cirugía.
CONCLUSIONES
Del mismo modo que para la cirugía con ingreso, en CMA la historia clínica y la
exploración física son el fundamento de la valoración preoperatoria. Una historia
clínica elaborada con rigor y una exploración física correcta pueden evitar exámenes
complementarios y de laboratorio innecesarios en individuos sanos o asintomáticos.
Los exámenes complementarios indicados en pacientes con patología asociada no
deben solicitarse con carácter sistemático o indiscriminado, sino seleccionarse de
acuerdo con su capacidad para identificar anomalías concretas (eficacia) y su
capacidad para influir en la conducta anestésica o quirúrgica (efectividad).
BIBLIOGRAFÍA
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Capítulo 7
Anestesia en
Cirugía Mayor Ambulatoria
Mª S. Carrasco Jiménez, D. Sánchez Rivero
D. Portilla Huerta, C. Rosales Conde, A. Rojas Rivero
INTRODUCCIÓN
En los últimos años la cirugía ambulatoria ha sufrido un avance importante
como consecuencia de los cambios económicos, el déficit presupuestario de la
sanidad y, lo que es más importante, al confort y bienestar del paciente. El progreso de
ésta durante la década de los ochenta en EE UU, ha influido poderosamente en el
desarrollo de esta actividad en otros países. Esto ha determinado que en los últimos
años haya habido un aumento de la disponibilidad de los servicios de anestesia
ambulatoria teniendo en cuenta al ahorro económico, y el hecho de que los pacientes
asocian la cirugía de día con un número menor de complicaciones en relación con los
que permanecen ingresados
Tabla I
Grados de riesgo anestésico
5. grave estado general, con esperanza de vida menor a un día tanto si es operado
como si no.
Tabla II
Criterios de exclusión para CMA
Lactantes en riesgo:
EVALUACIÓN PREOPERATORIA
La valoración correcta debe incluir la historia clínica, exploración, pruebas
complementarias, establecimiento del riesgo anestésico quirúrgico (ASA), informar al
paciente, obtención del consentimiento informado, y prescripción de la premedicación
si es necesario. La necesidad de exploraciones preoperatorios como radiografía de
tórax (Rx), ECG, glucemia, electrolitos, hemograma, es cuestionable en el paciente
sano asintomático sin historia concreta de enfermedad y si su examen físico no indica
la necesidad de mayores exploraciones (Tabla III).
Tabla III
Pruebas complementarias en cirugía programada
en pacientes sin patología asociada
HOMBRES MUJERES
Los fármacos que se van a utilizar para el control de la ansiedad son las
benzodiacepinas generalmente. Los efectos ansiolíticos de las benzodiacepinas son
ampliamente conocidos, muy adecuados en la premedicación en anestesia para la
CMA (Tabla IV).
Tabla IV
Efectos destacables de las benzodiacepinas
MONITORIZACIÓN
La monitorización de este tipo de pacientes en importantísima durante todo el
proceso operatorio, aunque en ningún caso debe sustituir al anestesiólogo.
1. Oxigenación
2. Ventilación
3. Monitorización hemodinámica
4. Monitorización neuromuscular
CONSIDERACIONES ANESTÉSICAS
La incorporación de nuevas tecnologías, fármacos y técnicas anestésicas han
permitido el desarrollo de unidades de CMA. Ahora vamos a pasar a describir estos
fármacos y las técnicas usadas habitualmente.
1. Fármacos hipnóticos
2. Anestésicos inhalatorios
Halogenados:
3. Relajantes musculares
4. Analgésicos
Tabla V
Tomado con autorización de: Carrasco Jiménez MS. Anestesia para la cirugía ambulatoria.
Zeneca Farma, 1990
TÉCNICAS ANESTÉSICAS
Técnicas intravenosa: ATIV y Vigilancia anestésica monitorizada.
Tabla VI
Diazepan 5-10 mg
Midazolam 2,5-7,5 mg (solo) 1-2
1-2 mg (con propofol)
Propofol 25-100 mg 25-75
Tiopental 50-150 mg
Ketamina 20-40 mg 5-15
Alfentanilo 250-750 μg 0,5-1
Fentanilo 25-50 μg
Remifentanilo 12,5-25 μg 0,025-0,15
Ketorolaco 15-30 mg
Flumazenilo 0,5-1,0 mg
ANESTESIA POSTOPERATORIA
El dolor es una de las complicaciones más comunes de la cirugía
ambulatoria70. Entre los efectos secundarios del dolor destaca el aumento del trabajo
miocárdico, la disminución de la distensibilidad pulmonar, aumento de la incidencia de
tromboembolismo, del catabolismo protéico e hiperglucemia.
1. Fármacos analgésicos
2. Bloqueos nerviosos
Tabla VII
AAS 3,6-7,2 g 4
DICLOFENACO 200 mg 6
IBUPROFENO 3200 mg 6-8
KETOROLACO 60 mg (OR) 6
METAMIZOL 500-2000 mg 6-12
NAPROXENO 1500 mg 12
PARACETAMOL 4g 4
PIROXICAM 20 mg 24
TENOXICAM 20 mg 24
Tabla VIII
Tabla IX
PUNTUACIÓN
Respiración
Capaz de respirar y toser 2
Disnea/respiración superficial 1
Apnea 0
Consciencia
Despierto 2
Se despierta al llamarle 1
No responde 0
Vestuario
Seco y limpio 2
Húmedo pero estacionario o marcado 1
Área de humedad creciente 0
Dolor
Sin dolor 2
Dolor leve controlado por medicación oral 1
Dolor severo que requiere medicación parental 0
Deambulación
Capaz de permanece de pie y andar recto 2
Vértigo cuando se levanta 1
Mareo cuando está en decúbito supino 0
Alimentación precoz
Capacidad para beber líquidos 2
Náuseas 1
Náuseas y vómitos 0
Diuresis
Ha orinado 2
No orina pero está confortable 1
No orina y está molesto 0
Aquellos pacientes que han recibido anestesia local o regional (no bloqueos
centrales) solo o con una mínima sedación con fármacos de corta duración, pueden
ser transferidos desde al quirófano a la fase 2 de recuperación. Antes el anestesiólogo
debe comprobar que el paciente respira, está alerta, responde, tiene signos vitales
estables, puede moverse con mínima asistencia, tiene un dolor bien controlado y no
tiene nauseas ni vómitos74.
Tabla X
Escala de Bromage
La fase intermedia es periodo al final del cual el paciente está “preparado para
ir casa”, siempre bajo los cuidados de un adulto responsable. Esta fase, que suele
durar unas horas, debe transcurrir en un área destinada a facilitar la recuperación
progresiva de las funciones fisiológicas y de la coordinación. Para ello, el paciente será
trasladado a un sillón, iniciará la ingesta oral de líquidos y se le administrará por vía
oral la medicación. Después deberá caminar hasta el cuarto de baño e intentar orinar.
Si los pacientes han tolerado bien los líquidos y han orinado, no tienen dolor ni vómitos
excesivos y son capaces de andar por sí solos, pueden ser dados de alta con un
acompañante75.
La fase tardía o fase 3, que puede durar horas o días es el periodo tras el cual
el paciente se recupera completamente y es capaz de hacer su vida normal,
incluyendo la reincorporación al trabajo o conducir.
Los criterios clínicos mínimos para un alta segura has sido descritos por Korttila
y otros73,76. Aldrete incluye cinco variables en su escala para adecuarla a las
condiciones del paciente ambulatorio77. Chung diseñó el Sistema de Puntuación del
Alta Postanestésica (SPAP)74,76, el cual se basa en varios criterios principales: signos
vitales; actividad y estado mental; dolor, náuseas y/o vómitos; hemorragia quirúrgica;
ingestión y diuresis. La máxima puntuación es de 10, aunque a partir de 9, se
considera que el paciente está preparado para recibir el alta (Tabla XI).
Tabla XI
Post-Anesthesia Discharge Scoring System (PADSS)
Signos vitales
2 = mínimo
1 = moderado
0 = grave
Sangrado quirúrgico
2 = mínimo
1 = moderado
0 = grave
Ingesta y diuresis
Además de seguir los mismos criterios de alta que los pacientes que reciben
anestesia general, los que se recuperan de una anestesia regional deben cumplir los
siguientes criterios específicos: a) sensibilidad perianal normal (S4- S5) antes de la
deambulación; b) capacidad de realizar flexión plantar de pie y c) sentir la propicepción
del primer dedo del pie76. No debe existir ningún grado de bloqueo motor cuando el
paciente intente levantarse o andar. La capacidad del paciente para andar hasta el
cuarto de baño y orinar puede ser la mejor prueba de la recuperación de las funciones
motora y simpática, después de una anestesia espinal81.
Tabla XII
Criterios de alta en el paciente pediátrico
Signos vitales y nivel de consciencia normales para la edad del niño y estado preoperatorio
No distrés respiratorio o estridor
Traga, tose y tiene reflejo nauseoso
No ha habido problemas anestésicos intraoperatorios serios
Movimientos normales y deambulación, sobre todo en niños mayores
NVPO ausentes o ligeros
Dolor bien controlado
No hemorragia ni complicaciones quirúrgicas
Las causas más frecuentes de ingreso imprevisto en niños son, por este orden:
complicaciones de la cirugía (hemorragia); náuseas o vómitos persistentes; dolor
intenso no controlado; complicaciones respiratorias (laringoespasmo, estridor);
somnolencia prolongada; hipertermia; aspiración; solicitud de los padres76.
COMPLICACIONES POSTOPERATORIAS
considerarse como complicaciones tanto los problemas serios que amenazan la vida,
como aquellos de menor importancia.
4. Complicaciones postoperatorias
Dentro de las causas de retraso del alta al domicilio, se han identificado como
más frecuentes84, en primer lugar la somnolencia persistente, como causa más común
de prolongación de la recuperación de fase I (más de 45 minutos), seguida por el dolor
incontrolable y las náuseas o vómitos (NVPO). El dolor y las NVPO fueron las causas
más frecuentes de prolongación de la recuperación en la fase II (más de 60 minutos),
seguidas por la retención urinaria. Por tanto, es obvio que para mejorar la calidad y
rapidez de la recuperación se deberá evitar y tratar el dolor y los síntomas de emesis,
así como elegir agentes anestésicos con mínima capacidad de producir somnolencia o
náuseas duraderas.
- Náuseas y vómitos
- Dolor
- Crup
- Otras complicaciones
Hemorragia menor: revisar siempre antes del alta los apósitos y heridas
quirúrgicas.
CONCLUSIONES
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Capítulo 8
Profilaxis tromboembólica y
Cirugía Mayor Ambulatoria
F. Lozano Sánchez, S. Gómez Castro
l. Silva Benito, A. Gómez Alonso
INTRODUCCIÓN
Todas las publicaciones y consensos existentes sobre profilaxis de la
enfermedad tromboembólica venosa (ETEV), consideran que la cirugía mayor y
particularmente ciertos tipos de la misma (p.e. ortopédica u oncológica) son
situaciones de riesgo para sufrir una ETEV en el postoperatorio y por tanto las
consideran una clara indicación de profilaxis antitrombótica.
1. Patogenia
Tabla I
CMA: Selección de pacientes*
1) Cirugía:
Preparación preoperatoria sencilla
Operación de moderada duración (< 90 minutos)
Mínima pérdida hemática
Que no requiere instrumentación/equipamiento sofisticado
Que no precisa cuidados postoperatorios especializados
Sin curas complejas, empleo de drenajes, etc.
Dolor postoperatorio controlable con medicación oral
No precisa medicación postoperatoria IV
Con baja incidencia de complicaciones postoperatorias
3) Tipo de paciente:
Que autorice este tipo de cirugía
Que coopere/entienda las instrucciones médicas
Que asuma las molestias
La edad (cronológica) no es un criterio de selección (salvo prematuros)
4) Entorno social:
No vivir sólo (al menos las primeras 24-48 h)
Disponer de teléfono (poder contactar con la unidad)
Transporte propio (deseable)
Vivir próximo al hospital (< 40 km)
Casa con ascensor (caso de vivir en pisos altos)
Tabla II
CMA: Especialidades médicas implicadas**
2. Predicción
3. Profilaxis antitrombótica
Tabla III
CMA: Selección de procedimientos*
(Cirugía general y vascular)
C) Cirugía de la mama:
1. Biopsia
2. Exéresis de tumores benignos
3. Ginecomastias
E) Toracoscopia/Laparoscopia:
1. Herniorrafia-hernioplastia
2. Colecistectomía simple**
3. Simpatectomía
F) Cirugía vascular:
1. Flebectomías (incluida técnica de Müller)
2. Ligaduras venosas
3. Cirugía convencional de las varices, con/sin strypping safeno
4. Cura CHIVA (varices)
5. Esclerosis varices
6. Fístula arteriovenosa simple, para hemodiálisis
7. Amputación digital
8. Implante de catéteres venosos (tipo Permcath) para diversos fines
9. Resección mal perforante plantar no complicado
10. Drenaje pequeños abscesos
11. Resección pequeño angioma
12. Biopsia vascular
Tabla IV
Estados de hipercoagulabilidad*
A) Genéticos/Hereditarios:
Déficit de Antitrómbina III
Déficit de Proteína C
Déficit de Proteína S
Resistencia a la Proteína C activada (Factor V Leiden)
Mutación del Gen de la Protombina (G20210A)
Hiperhomocistinemia (Mutación MTHFRC677T)
Déficit del coofactor II de la heparina
B) Adquiridos/Secundarios:
Neoplasias
Embarazo
Anticonceptivos orales
Síndrome nefrótico
Mediada por anticuerpos:
Anticuerpos antifosfolípido:
- aCL
- anticoagulante Iúpico
- serología luética falsamente positiva
- anti-GPI
- anti-protombina
Trombopenia inducida por heparina
4. Métodos profilácticos
Para aumentar la velocidad del flujo de las venas profundas, se han empleado
la comprensión pasiva de las piernas utilizando distintos modelos de vendajes y
medias elásticas, la compresión intermitente neumática y la estimulación eléctrica de
los músculos de la pierna.
Tabla VI
Predicción de la E.T.E.V. postoperatoria*
Cáncer de páncreas 4
Trombosis/E.P. previa 4
ICC 4
Shock 4
Carcinoma + metástasis 6
Quemados 6
Paraplejial hemiplejia 6
Tabla VI
Categorías de riesgo y recomendaciones profilácticas*
Cirugía ortopédica
Cirugía mayor en
pacientes 40-60 a.
con otros factores de riesgo
Cirugía mayor en
pacientes < 40 a. y
sin factores de riesgo
Cirugía menor y
con factores de riesgo
Tabla VII
HBPM comercializadas en España y dosis profilácticas
*según peso
5. CMA Y ETEV
1. Incidencia
Por otro lado, siempre existirán dos factores "fijos " de riesgo/desencadenantes
de trombosis: la edad del paciente (menor/mayor de 40 años) y el tipo de anestesia a
emplear (general/regional).
2. Patogenia
3. ¿Profilaxis antitrombótica?
CONCLUSIONES
Inicialmente se exponen diversos aspectos sobre Cirugía Mayor Ambulatoria
(conceptos, pacientes candidatos, procedimientos, protocolos) y Enfermedad
Tromboembólica Venosa (importancia, patogenia, predicción y profilaxis antitrombótica
-métodos-). Después de dimensionar ambos temas, se presentan los puntos de
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Capítulo 9
INTRODUCCIÓN
Es conocido cómo el control del dolor, de la infección y la hemostasia, fueron
los motores de la moderna cirugía1. A pesar de los años transcurridos desde entonces,
la infección postoperatoria continúa siendo un problema de múltiples dimensiones:
clínicas y socioeconómicas2. Por ello, evitar la infección es un principio fundamental de
toda cirugía.
2. Factores de riesgo
3. Grado de contaminación
Tabla I
CMA e infección postquirúrgica
Cirugía electiva
Cirugía limpia (muy frecuente)
Cirugía no intracavitaria (baja contaminación)
Cirugía poco agresiva (anestésico-quirúrgica)
Cirugía de corta duración (< 90 minutos)
Cirugía "técnicamente" no compleja
Pacientes sin/escasos factores de riesgo infeccioso (ASA I/II)
Ambiente de la unidad y de los quirófanos (fácil saneamiento, etc.)
No hospitalización (no problema del ecologismo bacteriano)
Tabla II
Factores de riesgo de infección postoperatoria*
* Cainzos12
En negrita, posibles factores a encontrar en pacientes tributarios de CMA.
En CMA: la obesidad (sobrepeso < 30%). la diabetes mellitus no severa.
Tabla III
Clasificación de la cirugía: Grado de contaminación preoperatoria
Varias son las etapas del control de la infección postquirurgica (Tabla IV). En
este sentido, remitimos al lector a recientes revisiones, por nosotros realizadas, sobre
aspectos generales o particulares de la prevención de la infección postquirúrgica13,14,
los cuales son fácilmente adaptables a las necesidades de la CMA (Tabla V).
Tabla IV
Prevención de la infección postquirúrgica
PROFILAXIX ANTIBIÓTICA
La profilaxis antibiótica (PA) en cirugía supone el uso preventivo de antibióticos
cuando la contaminación bacteriana, aunque se prevea, no está aún presente. Es
decir, persigue evitar el desarrollo de una infección y nunca tratar un proceso
infeccioso iniciado por mínimo que sea. El objetivo fundamental es lograr altos niveles
del antibiótico en sangre y sobre todo en los tejidos relevantes, antes de la aparición
de contaminación bacteriana. Se trata, con ello, de aumentar la resistencia natural del
paciente a la colonización y proliferación bacteriana.
Tabla V
CMA: Técnicas de preparación del paciente
*Dermowicam "Suave"®, compuesto por Tensoactivo anfótero y aniónico biodegradable 20%. Gliceril
cocoato 2% y Excipiente cps 100% (Lab. Wicam SA).
**Betadine Scrub o Champu®, polividona iodada, 7.5 g (Asta Médica).
***Betadine Solución Dermica®, polividona iodada, 10 g (Asta Médica).
Nota: caso de alergia a Betadine® o piel no intacta, emplear clorhexidina (Hibiscrub®). Lab. Zeneca.
Tabla VI
La técnica quirúrgica frente a la infección*
*Lozano y Ferreira13
Tabla VII
Actitudes en quirófano que favorecen la infección*
*Lozano y Ferreira13
Tabla VIII
Profilaxis antibiótica en CMA
1. Indicación:
Cirugía limpia con factores de riesgo/prótesis
Cirugía limpia-contaminada
Cirugía contaminada (no en CMA)
3. Inicio:
Preoperatorio/peroperatorio
Nunca en el postoperatorio
4. Modalidad de empleo:
Parenteral
Altas dosis
Monodosis
Tabla IX
Profilaxis antibiótica en CMA
(0,5%) respecto de la técnica de Bassini (1,2%). Finalmente una serie de 350 hernias
reparadas mediante mallas por un solo cirujano solo presentó un caso de infección
(0,3%)35.
Por otro lado, parecen existir diferencias en los porcentajes de infección según
el material empleado en la reparación. Leber36 presenta unos porcentajes de infección
de las heridas significativamente diferentes; van desde el 0-6% cuando emplea
polipropileno monofilamento (Marlex®), doble filamento (Prolene®) o PTFE (Gore-
Tex®), al 16% con el poliester multifilamento (Mersilene®).
CONCLUSIONES
La selección de candidatos a cirugía mayor ambulatoria (pacientes ASA I/II)
junto a los procedimientos quirúrgicos practicados (fundamentalmente de cirugía
limpia), inducen un bajo riesgo de infección postquirúrgica. Por ello, la prevención de la
infección después de cirugía mayor ambulatoria, se basa más en aspectos
relacionados con la asepsia o la técnica quirúrgica, que con el empleo de antibióticos
con carácter profiláctico. No obstante, existen circunstancias (presencia de factores de
riesgo infeccioso o implantación de material protésico) que justifican la utilización de la
profilaxis antibiótica (habitualmente en forma de monodosis preoperatoria).
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Capítulo 10
Recuperación postanestésica en
Cirugía Mayor Ambulatoria
A. Díez R. Labajo, J. García Trapero
INTRODUCCIÓN
Son muchas las intervenciones quirúrgicas, que previamente han sido
realizadas en régimen de ingreso y ahora se realizan en régimen ambulatorio.
Actualmente en los Estados Unidos más del 60% de las intervenciones programadas
se realizan en éste régimen. Se espera que incremente hasta el 70% para el año
2000, y se estiman patrones de crecimiento similares en Canadá, Europa y Australia.
De hecho en los últimos cuatro años ha habido un incremento en España, en el
sistema nacional de salud (INSALUD), de aproximadamente un 120% de las
intervenciones realizadas en régimen ambulatorio. Por lo tanto, la cirugía ambulatoria
ya se ha convertido en una alternativa a la cirugía tradicional.
Este desarrollo implica una gran responsabilidad para todos los profesionales
sanitarios. Las claves del éxito de un programa de CMA se basan en el control de
cinco puntos básicos dentro de una estructura adecuada. En primer lugar es
fundamental una organización correcta de la unidad, máxime al tratarse de unidades
multidisciplinarias, donde el personal debe estar cualificado, experimentado y
motivado. En segundo lugar, debe existir un riguroso control de los siguientes cinco
pasos: de la selección del paciente, de la realización de una anestesia adecuada y una
cirugía rápida y de calidad, que permitan al paciente recién operado una deambulación
precoz, una rápida tolerancia sin náuseas ni vómitos y una analgesia prolongada,
controlable con medicación vía oral. Finalmente, es importante el riguroso control del
alta y el seguimiento post-operatorio (Figura 1).
Figura 1
Claves del éxito de la Cirugía Mayor Ambulatoria
Figura 2
Recuperación postanestésica
Un gran número de tests han sido utilizados para vigilar la recuperación post-
anestésica del paciente (Trieger test, Maddox wing, digit syrnbol test…), pero la
mayoría de éstos son complejos pesados de realizar; además sólo controlan
parcialmente la recuperación cerebral; no la recuperación global del paciente. Los
pacientes pueden ser capaces de rellenar el cuestionario por escrito y sin embargo
presentar dolor o estar nauseosos. Por todos estos motivos, en la mayoría de los
centros de cirugía ambulatoria, el control de la recuperación post-anestésica se basa
en criterios clínicos.
Tabla I
Criterios de alta postanestésicos
(Criterios de Aldrete modificados)
Estos criterios tienen como fin el determinar que el paciente presenta una
recuperación clínica inmediata adecuada para poder regresar a su domicilio, donde
deben hacer reposo, bajo la supervisión de un adulto responsable.
menos una hora, siempre y cuando cumpla todos los demás criterios (no sangrado, no
vómitos...)10. En el hospital de Toronto, han utilizado los criterios de PADS en más de
50.000 pacientes intervenidos en régimen ambulatorio y consideran seguro un alta a
las 2 horas11.
Tabla II
Criterios de alta postanestésicos
(Criterios de PADS modificados)
La neumonía por aspiración se puede prevenir con anti-H2 una hora antes de la
intervención junto a citrato sódico por vía oral. Son efectivos antiácidos, aunque
también puede ser útil el paracetamol oral. Una vez producida puede estar indicada la
intubación, aspiración del contenido intrabronquial, ventilación mecánica hasta
conseguir una gasometría dentro de los rangos normales con ayuda de
bronco/dilatadores.
Las disritmias suelen presentarse en pacientes con algún trastorno del ritmo
preexistente, como fibrilación auricular y/o con tratamiento con digoxina, y de forma
menos frecuente en pacientes sin antecedentes de disritmias. Son causas
favorecedoras la hipoxia, hipercapnia, hipokaliemia y el dolor. Las alteraciones del
ritmo más frecuentes son la taquicardia sinusal, la bradicardia sinusal y los latidos
prematuros auriculares y ventriculares. Habitualmente, el tratamiento inicial consiste
en eliminar o corregir la causa desencadenante. Si no cede la alteración, habrá que
pasar a la segunda línea de tratamientos.
El fin es reducir las dosis de opiáceos y prevenir el dolor. Por un lado, los
opiáceos son muy eficaces para el control del dolor agudo postoperatorio, sin embargo
menos para aquél asociado al esfuerzo físico, a la tos o a la deambulación. Además,
al reducir sus dosis, disminuimos la incidencia de efectos secundarios mayores
Figura 3
Prevención y tratamiento del dolor
Figura 4
Prevención y tratamiento de las náuseas y vómitos
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Capítulo 11
Analgesia postoperatoria en
Cirugía Mayor Ambulatoria
L. M. Torres Morera, E. Calderón Seoane, R. Fuentes Rodríguez
INTRODUCCIÓN
El control del dolor postoperatorio (DP) es uno de los problemas que aun están
sin resolver en el ámbito quirúrgico1, y se agrava aun más cuando hablamos de cirugía
mayor ambulatoria (CMA), es decir, cuando el paciente carece de la protección que le
brinda el ámbito hospitalario en cuanto al uso de técnicas y fármacos analgésicos2.
Esto contrasta con la creciente demanda para este tipo de cirugía, que actualmente
constituye del 60 al 70% de toda la cirugía realizada en EEUU3. En Europa la
evolución ha sido diferente, debido a la socialización de la medicina y a la estructura
de la mayoría de los hospitales; en Gran Bretaña, por ejemplo, el porcentaje es del
50- 60%4 en nuestro país apenas llegamos al 20% de todas las intervenciones. Este
porcentaje incluye no solo cirugía menor que provoca escaso DP, sino también
intervenciones mayores con un elevado potencial para producirlo. La mayoría de los
pacientes que se someten a una intervención quirúrgica sufren dolor en un grado
variable y de una intensidad decreciente con el paso de las horas, pero que puede ser
muy intenso en las primeras 12 horas y bastante fuerte en las 12 siguientes, es decir,
el periodo en que los pacientes son devueltos a sus domicilios. Por ello, el estudio de
la analgesia para este tipo de cirugías, toma una especial relevancia y se convierte en
uno de los principales retos de la anestesiología moderna. De hecho, los pacientes
solo aceptan ir a sus domicilios si están sin dolor y tienen la seguridad de que serán
bien atendidos en caso de problemas5.
aún poco generalizado, sin que encontremos un motivo clínico que lo justifique;
pensamos que con la creación de Unidades de Apoyo Domiciliario podrían
generalizarse, aportando las soluciones para el control "total" del DP intenso en el
domicilio, lo que posibilitaría un alta más precoz, una disminución de los reingresos,
una disminución de la morbilidad, de los costes de los procedimientos quirúrgicos y
una ampliación del tipo de patologías que podrían intervenirse bajo estos programas.
PREVALENCIA
El DP es la complicación más frecuente en CMA7 (Figura 1). En el estudio de
Gold et al sobre 9.616 pacientes, reingresaron al hospital el 1,04% de los pacientes y
de éstos el 18% fue por dolor9. En un estudio mucho más amplio sobre 36.000
pacientes, reingresaron el 0.5% de los pacientes y de ellos el 17,5% fue por dolor;
además, se comprobó que el 30% de los pacientes se quejaban de dolor moderado a
intenso10. En nuestro entorno se ha publicado un estudio sobre 6.817 pacientes de los
cuales reingresaron por dolor 18, que supuso el 10,11% del total de los ingresos11. El
50% de los pacientes experimentan dolor en la zona de la herida 24 horas después de
la intervención; por ello, su tratamiento constituye un reto, ya que aunque un
tratamiento inadecuado es inhumano y puede retrasar el alta, el uso excesivo de
opioides puede producir vómitos y otras complicaciones mayores que igualmente
retrasarán el alta precoz, concepto mismo de la CMA. Existen pocos estudios que
examinen la prevalencia y los factores predictivos que provocan dolor tras CMA. En
una encuesta sobre 10.008 pacientes3, se encontró que se producía dolor intenso en
el 5,3% de los pacientes durante su estancia en la Unidad de Recuperación y en un
1,7% durante su estancia en la sala de prealta, así como que el 5,3% de los pacientes
tuvieron dolor intenso en algún momento de las 24 horas que siguieron a la
intervención. La mayor incidencia se produjo entre hombres jóvenes y con mayor
índice de masa corporal; la causa parece ser sobre todo farmacocinética, ya que una
disminución del volumen de distribución de los fármacos con la edad aumentaría la
concentración plasmática y sus efectos12. Con respecto al tipo de intervención, parece
indiscutible que la habilidad del cirujano y el tipo de técnica quirúrgica y anestésica
contribuyen decisivamente a configurar la entidad del traumatismo quirúrgico, lo que a
su vez generará el grado de DP; la mayor incidencia de dolor se produjo tras cirugía
ortopédica (16,1%), urológica (13,4%), cirugía general (11,5%) y cirugía plástica
(10%).
Figura 1
Complicaciones en un programa CMA7
FISIOPATOLOGÍA DEL DP
El dolor es la respuesta neuronal ante un estímulo traumático que una vez
sensado en la periferia es procesado en el asta posterior medular, modulado y, si
adquiere el nivel necesario, llega al cerebro donde es finalmente percibido y desde
donde se envían órdenes descendentes, a través de sistemas específicos, que
contribuyen al "autocontrol " del dolor16. El DP es un dolor agudo fundamentalmente
nociceptivo, originado por las lesiones que la cirugía provoca en los tejidos con la
consiguiente liberación de mediadores de la inflamación responsables del dolor y la
hiperalgesia; un prototipo típico de estos mediadores son las prostaglandinas, éstas
son unos importantes mediadores en la producción de dolor; el bloqueo de las mismas
a través de AlNEs o corticoides se ha comprobado útil en el tratamiento del DP17. La
inhibición de la síntesis de prostaglandinas es el mecanismo analgésico común,
aunque no exclusivo de los AINEs. Esta inhibición se hace mediante el bloqueo de la
actividad enzimática de la ciclooxigenasa. Diversos trabajos han demostrado la
existencia de dos enzimas: COX-1 y COX-2. La principal diferencia entre ambas reside
en que la COX-1 es una enzima constitutiva, que se expresa en condiciones
fisiológicas en la mayoría de los tejidos y es responsable de la producción basal de
prostaglandinas las cuales regulan el correcto funcionamiento de la fisiología renal,
digestiva y vascular, mientras la COX-2 solo se induce cuando hay una reacción
inflamatoria; por ello, con el descubrimiento de los nuevos inhibidores de la COX-2
como celecoxib y parecoxib se abren nuevas puertas al tratamiento del dolor con
menores efectos secundarios18.
también que los opioides actúan a nivel periférico, sobre todo en las articulaciones
inflamadas19.
Figura 2
Escala visual analógica
Si es difícil medir el dolor en los adultos, aun lo es más en los niños y aun más
en un ambiente de CMA; pocos trabajos se han dedicado a resolver esta cuestión,
pero los que se han realizado han demostrado que la mayoría de los niños prefieren la
cirugía sin ingreso. Una vez más el DP es el principal problema para estos pacientes28;
en niños mayores de 5 años se puede aplicar la escala VAS, aunque existen algunas
adaptadas para niños como la escala de las caras o termómetros y colores, que no
son de mucha utilidad.
1. MEDIDAS PREVENTIVAS
Desde: el punto de vista clínico, parece ser que administrar analgésicos antes
de la intervención o bloquear los estímulos nocivos, puede mejorar la analgesia
postoperatoria, por lo que el uso de estas técnicas debe ser muy bien acogido cuando
pretendamos conseguir un postoperatorio libre de dolor29.
2. MANEJO INTRAOPERATORIO
3. TRATAMIENTO FARMACOLOGICO
3.1 FÁRMACOS
El fármaco puede ser usado mediante inyección única i.v. lenta (2-3 min.) de
2 g. También puede administrarse por vía oral esta misma cantidad en la nueva
presentación ya disponible, en aquellos pacientes que puedan usar esta vía. También,
pueden usarse infusiones continuadas hasta un máximo de 8g/día.
vómitos y en el caso de algunos medicamentos como la morfina, que sufren una gran
degradación por efecto del primer paso hepático, se necesitan dosis mayores que por
vía parenteral. Como se describe posteriormente, se están haciendo ensayos para el
uso del sistema de PCA por vía oral.
Tabla I
Vías de administración. Dosificación e intervalo de dosis de los principales AlNEs
que pueden usarse en CMA
Desketoprofeno PO 25 6
VR 5O 12
IM 25-50 6
Diclofenaco PO 50 6
VR 100 8
IM / IV 75 6
TÓPICA 2000-4000 6
Ibuprofeno PO 400-600 6
Ketorolaco PO 10 6
IM / IV / SC 30 6
Metamizol PO 500-2000 6
IV / IM 1000-2000 6
VR 500-1000 6
Paracetamol PO 2000 6
VR 1000-2000 6
Piroxican PO 10-20 12
VR 20-40 24
Propacetamol IV 2000 6
Tenoxicam PO 20 24
La vía oral se ha demostrado mejor que la rectal para conseguir analgesia tras
CMA cuando se administran AlNEs43. En un estudio reciente44, el 94% de 31 pacientes
intervenidos de artroscopia y reconstrucción de ligamentos de la rodilla, se consiguió
un adecuado control del DP con la administración de AlNEs por vía oral sin que se
produjeran readmisiones, náuseas, vómitos o retención urinaria; igualmente, la
administración de 20 mg de piroxicam preoperatoriamente redujo el porcentaje de
DP45. La administración de tramadol o codeína oral para el tratamiento del DP en el
Tabla II
Vías de administración. Dosificación e intervalo de dosis de los principales opioides
que pueden usarse en CMA
Codeina PO 10-60 4
Tramadol PO 50-100 6
IM / IV 50-100 6
La PCA surgió como un nuevo método que implicaba la participación activa del
paciente en el tratamiento de su dolor, de este modo los propios pacientes podían
contribuir a regular su necesidad de analgésicos de una manera eficaz, incluso si se
trataba de analgésicos potentes. Aunque se han publicado diversas vías con este
sistema (oral, nasal, espinal, etc.), la más empleada es la IV, con ella el propio
paciente controla directamente la administración del fármaco en pequeñas dosis hasta
conseguir un nivel adecuado de analgesia; para ello, se usan unas bombas de infusión
convenientemente preparadas que permiten la administración de bolos y/o infusiones
continuas y tienen tiempos de bloqueo que pueden ser programados por el médico.
Actualmente existen modelos eléctricos y otros que no precisan energía externa,
también existen modelos desechables, todos son de un reducido tamaño, cómodos de
llevar y permiten por tanto su uso ambulatorio.
2. En estos protocolos deben incluirse medidas para prevenir, evitar y tratar los
efectos secundarios que producen los fármacos y las técnicas analgésicas.
así como los analgésicos que se le hayan prescrito, igualmente, el tratamiento debe
incluir las medidas higiénicas, posturales, dietéticas, de reposo, etc. El paciente debe
disponer de un número de teléfono permanente con el que pueda contactar; esto ha
demostrado ser muy útil y puede evitar problemas y reingresos innecesarios63. Cuando
a pesar del tratamiento el dolor no pueda ser controlado, está indicado el ingreso del
paciente en el hospital para hacer una exploración y un tratamiento más agresivo del
mismo.
Figura 3
Estrategia analgésica en CMA
CONSULTA PREOPERATORIA:
INFORMACIÓN Y
ELECCIÓN DE LA TÉCNICA
ANALGESIA PREVENTIVA
ANESTESIA
RECUPERACIÓN POSTANESTÉSICA
SALA DE PREALTA
DOMICILIO
Las cuatro prioridades para el éxito de la CMA son las 4 "A”59: alerta mental,
andar, analgesia y alimentación. Las náuseas y los vómitos postoperatorios son
provocados tanto por la intervención quirúrgica como por el dolor y por algunos
analgésicos, sobre todo opioides. Esta complicación aunque quizás no sea tan
molesta como el dolor en sí mismo, puede llegar a serlo en algunos tipos de cirugía e
impedir el alta del paciente. El uso de droperidol en dosis bajas (0.625 mg) se ha
demostrado tan eficaz como 4 mg de ondansetron, con igual número de efectos
secundarios pero con un coste bastante inferior. Se sabe que el dolor puede provocar
vómitos y, por tanto, su tratamiento puede ser también un método eficaz para la
desaparición de los mismos.
CONCLUSIONES
La CMA será el futuro de la mayor parte de las intervenciones quirúrgicas, por
lo que el control del DP no puede ser el freno para su desarrollo. Teniendo en cuenta
las necesidades y exigencias de la sociedad actual, tenemos que desarrollar
estrategias, técnicas y guías de práctica clínica así como programas de entrenamiento
tanto para médicos como para enfermeras del hospital, especialistas quirúrgicos de los
programas de CMA, y personal de atención primaria66 que den una respuesta a las
exigencias cada vez mayores de las intervenciones quirúrgicas.
Tabla III
Analgesia de elección en el domicilio según el tipo de cirugía
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Capítulo 12
Control postoperatorio en
Cirugía Mayor Ambulatoria
M. Hidalgo Pascual, C. Castellón Pavón J. L. Eymar Hermoso
INTRODUCCIÓN
La cirugía mayor ambulatoria (CMA) ha experimentado un importante
desarrollo en la última década, con una amplia aceptación por parte de los pacientes y
personal sanitario. Los exigentes parámetros de racionalidad económica dominantes
en la sanidad actual han potenciado grandes avances en las técnicas quirúrgicas y
anestésicas que permiten el alta precoz del paciente con una rápida recuperación sin
repercusión sobre la calidad asistencial y con escasos efectos secundarios1.
Tolerancia alimentaria.
Además, hay que asegurarse de que el paciente acepta el alta y entiende todas
las instrucciones postoperatorias. El regreso a su domicilio deberá realizarlo
acompañado de una persona responsable, pues el paciente no podrá conducir y las
unidades de CMA no disponen de ambulancias para realizar estos traslados.
CONTROL POSTOPERATORIODOMICILIARIO
Todos los pacientes al ser dados de alta, abandonan el hospital con su
correspondiente informe de alta, prescripción de la analgesia oral pautada para 48
horas y otras medicaciones que fueran necesarias y recomendaciones o instrucciones
postoperatorias por escrito, que varían según la técnica realizada. Habitualmente se
recomienda reposo relativo, evitando actividades que requieran esfuerzos físicos
durante las primeras 24 horas.
Tabla I
Seguimiento telefónico en CMA
Cirugía:………………………………………………………………………………………………………
Localización……………………………………………………………………………………………..
Inflamación SI NO
Supuración SI NO
Otros (especificar)…………………………………………………………………………………
5 - Tiene
Dolor de garganta SI NO
Dolor de cabeza SI NO
Fiebre (Tª) SI NO
Mareos SI NO
Tos/expectoración SI NO
Fecha de la llamada:…………../……………./199
BIBLIOGRAFÍA
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Capítulo 13
Uno de los factores más concluyentes para que Enfermería de las UCMAs
tenga una gran sensación de equipo, es debido a que los profesionales de la mayoría
de las unidades existentes en España han iniciado "su caminar" a la par, aunando
esfuerzos para que los resultados fueran altamente positivos.
Infundir tranquilidad.
Explicar el procedimiento.
Estudiar e investigar para dar una más elevada calidad de los servicios.
Ayudarse de las bases de datos tales como Medline, Cinalh, Cuiden y,
cómo no, de Internet.
Finalmente, y sin dejar de lado cada uno de los puntos revisados y teniendo
como base el conocimiento y las destrezas personales, no olvidar que desde el
Tabla I
Estructura de una UCMA tipo
Exploración del
Anestesiólogo A. Postoperatorio
-Petición pruebas inmediato
complementarias
A. Readaptación al
Secretaria medio
-Adjudica día y hora
de intervención
-Entrega carta para CAP
Domicilio del usuario
Atención de enfermería
Tabla II
Recorrido por una UCMA
Atención de enfermería
Tabla III
"Cuidando" en el área de consultas
CONCLUSIONES
Tabla IV
“Cuidando" en el área del preoperatorio
Post-Inmediato
Tabla V
"Cuidando" en el área del quirófano
Comunicación paciente/enfermera
Cuidados lntraoperatorios
Cuidados post-intervención
Tabla VI
“Cuidando" en el área de readaptación al medio: postoperatorio
Objetivos
Proceso de cuidados
Micción
Deambulación
Educación sanitaria (dieta, analgesia y cuidados básicos...)
Criterios de alta:
- Estabilidad Hemodinámica
- Orientación témporo-espacial
- Ausencia de dolor
- Tolerancia oral
- Micción
- Información comprendida
Conclusiones
Tabla VII
Control de postoperatorio: llamadas telefónicas
¿A quién?
Seguimiento de pacientes con observaciones (febriculas, dolor… es preferible pasarse por exceso que
por defecto)
¿Cómo?
Objetivos
CONSIDERACIONES
Tabla VIII
“Cuidando" en las revisiones: área de consultas
Entrega de encuesta al usuario para valorar nuestros cuidados y otros aspectos de la unidad
Consideraciones especiales
Figura 1
Hoja de recomendaciones al usuario
¿Qué es?
Es una zona de infección crónica situada a corta distancia y contiene por lo general pelos.
Se pone de manifiesto por dolor y supuración
El tratamiento una vez controlada la infección es quirúrgico, extirpándose la zona y dejándose
generalmente abierto, para que se cierre poco a poco, creciendo de abajo a arriba.
BIBLIOGRAFÍA
Capítulo 14
Organización de Unidades
de Cirugía Mayor Ambulatoria
J. Mª Cobián Llamas y H. Aymerich Cano
INTRODUCCIÓN
Un modelo de asistencia sanitaria como es la cirugía mayor ambulatoria (CMA)
nos obliga a la difícil tarea de compatibilizar dos aspectos tan en boga y
aparentemente tan opuestos como son la disminución de costes por proceso y una
práctica médica con unos índices razonables de calidad y seguridad.
Una de las principales características que este tipo de unidades debe tener es
que el paciente debe ser el protagonista absoluto, encaminándose toda nuestra oferta
de servicios a proporcionarle mayor comodidad y seguridad, con la mínima disrupción
posible de su quehacer cotidiano, y una adecuada selección de casos para minimizar
las complicaciones, que, por banales que puedan parecer, atentan contra la propia
filosofía del sistema, dando lugar a ingresos no deseados y a prolongación de los
tiempos de estancia4.
Control de calidad.
PLANIFICACIÓN
Para prever las necesidades actuales y futuras y adecuar oferta y demanda en
aras del correcto funcionamiento de una unidad de cirugía ambulatoria es necesario el
estudio a prior; de aspectos tales como los que consideramos a continuación5,6:
1. Estudio de población
2. Recursos estructurales
- Unidad integrada
- Unidad autónoma
- Unidad satélite
- Unidad independiente
Independientemente del tipo de unidad, ésta debe contar con una serie de salas,
con funciones concretas según el circuito de pacientes y que describiremos con
detalle al referirnos al "proceso asistencial".
3. Recursos humanos
4. Valoración presupuestaria
Criterios personales
En todos los casos y tras una información detallada deberá ser el propio paciente
el que acepte su inclusión en un programa de cirugía ambulatoria.
Criterios quirúrgicos
Criterios médicos
Criterios sociofamiliares
Los pacientes deben ser capaces de asumir y comprender todo lo que la cirugía
ambulatoria comporta, sus responsabilidades acerca de los cuidados pre y
postoperatorios. Es imprescindible que esté acompañado por una persona
responsable durante al menos las primeras 24 horas tras la cirugía, que lo
acompañe incluso en la sala de deambulación y en el trayecto a su domicilio. Debe
tener acceso a un teléfono y a un centro de urgencias médicas (menos de 50 km
de distancia o 1 hora desde su domicilio). La imposibilidad para satisfacer
cualquiera de los criterios aquí mencionados deberá suponer la no inclusión del
paciente en un programa de CMA.
PROCESO ASISTENCIAL
Para explicar el proceso asistencial y el circuito de pacientes de una unidad de
CMA iremos tomando como referencia el lugar físico en el cual se realiza cada
Actuación5.
Consulta de preanestesia
Servicio de admisión
Tabla I
Factores predisponentes a complicaciones en anestesia para CMA10
Duración de la anestesia
< 1 hora .................................................................................................. 1/155
1-2 horas ............................................................................................... 1 /84
2-3 horas ................................................................................................. 1/54 (p < 0,05)
> 3 horas ................................................................................................ 1/35 (p < 0,05)
Preparación prequirúrgica
Quirófano
Sala de despertar
Sala de deambulación
Consultas postoperatorias
CONTROL DE CALIDAD
Acreditación
Personal.
INTERVENCIÓN
Instalaciones, equipos y entorno.
Tasa de ingresos.
Tasa de reingresos.
Tasa de reintervenciones.
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Capítulo 15
Desde hace años y en una corriente liderada por la clínica Shouldice, una
institución dedicada en exclusiva al estudio y tratamiento de las hernias de la pared
abdominal, se han venido señalando los beneficios de la deambulación y la vuelta a
las actividades habituales de forma precoz en los pacientes intervenidos de hernias.
De esta manera, ya en los años 40 Shouldice animaba a sus pacientes intervenidos de
hernia a caminar de forma ilimitada en el primer día postoperatorio, a realizar su
actividad habitual a la semana de la intervención, permitiéndose la realización de
esfuerzos como levantar pesos a las tres o cuatro semanas de la misma.
Posteriormente Lichtenstein en 1966 proponía también la deambulación precoz y en
un trabajo posterior sostenía que la actividad precoz disminuía el dolor
SELECCIÓN DE PACIENTES
La selección, junto con la información y seguimiento de los pacientes son las
claves para el éxito de un programa de Cirugía Mayor Ambulatoria. La selección de los
pacientes atiende a tres tipos de aspectos: aspectos médicos, aspectos quirúrgicos y
aspectos sociales.
Aspectos médicos
Constituyen una serie de características de los pacientes que hagan que las
posibilidades de que desarrollen complicaciones peri o postoperatorias sean mínimas.
Entre ellas destacan:
ASA I o II, es decir pacientes sin enfermedades sistémicas o cuando las padecen
sin limitación funcional alguna. Algunos autores no contraindican esta cirugía en
pacientes ASA III estables seleccionados.
Edad superior a los 6 meses, como límite inferior y sin que exista un claro límite
superior, debiendo atenderse más a la "edad biológica " (situación fisiológica) del
paciente que a su edad cronológica.
Aspectos psicosociales
Aspectos quirúrgicos
TÉCNICA ANESTÉSICA
En la elección del procedimiento anestésico, dos son las consideraciones que
deben primar sobre cualquier otra, una es la de ofrecer al paciente la máxima
seguridad, y, la otra, la de proporcionar al cirujano las mejores condiciones de trabajo
posibles.
La cirugía de la hernia bajo anestesia local tiene además otras ventajas, como
son la posibilidad de comprobar la firmeza de la reparación durante el acto quirúrgico,
además de reducir la morbilidad general de la intervención, la posibilidad de
deambulación casi inmediata disminuye la posibilidad de fenómenos tromboembólicos
y no se observan retenciones urinarias postoperatorias, frecuentes por otro lado en
pacientes varones mayores con síntomas de prostatismo que se intervienen bajo otras
modalidades anestésicas. Algunos autores preocupados por si la herniorrafia bajo
anestesia local podía tener un índice de recidiva mayor que la misma técnica con
anestesia general compararon ambos tipos observando que el numero de recidivas
era el mismo con lo que concluyeron que la herniorrafia bajo anestesia local ofrece la
misma calidad de reparación que la misma técnica bajo anestesia general9. También
pusieron de manifiesto que la necesidad de analgésicos en el postoperatorio era
menor en los pacientes intervenidos con anestesia local. Este último punto, que ha
sido puesto de manifiesto por otros autores, parece relacionado con una inhibición de
la formación de moléculas nociceptoras al anteceder la anestesia al trauma quirúrgico.
TÉCNICAS QUIRÚRGICAS
En el momento actual las técnicas quirúrgicas para el tratamiento de las
hernias inguinocrurales no sólo han de lograr unos resultados adecuados en términos
de baja incidencia de recidivas a largo plazo, sino que han de permitir una
reincorporación rápida y minimamente traumática del paciente a su actividad habitual
(laboral incluida). La tendencia actual es la de que el paciente, una vez intervenido,
debe poder realizar una actividad similar a cualquier otra persona de su edad y
situación fisiológica que nunca haya padecido este problema. La cirugía de la hernia
en régimen ambulatorio causa la mínima interferencia en la vida habitual del paciente,
especialmente si se utiliza anestesia local, y la técnica quirúrgica es en buena medida
la responsable de su pronta y completa recuperación.
Con respecto a otros tipos de hernias, cabe decir que la corrección de las
hernias recidivadas, requiere de un tiempo quirúrgico habitualmente más prolongado y
la disección es más difícil, factores que limitan en ocasiones el uso de anestesia local,
lo que no hace que queden excluidas de los programas de cirugía ambulatoria.
Pueden utilizarse distintas técnicas siendo recomendable la utilización de prótesis, sin
olvidar la utilidad del abordaje preperitoneal, abierto o laparoscópico cuando se trate
de casos a priori difíciles. El procedimiento anestésico debe ser individualizado para
cada paciente.
SEGUIMIENTO POSTOPERATORIO
Una vez que el paciente cumple los criterios preestablecidos para ser dado de
alta (ver capítulo 10), recibirá las instrucciones postoperatorias verbalmente y por
escrito, así como el informe médico-quirúrgico correspondiente. El paciente deberá
poder contar con un adulto responsable que le lleve a su domicilio y le acompañe
durante las 24-48 horas.
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Capítulo 16
Por ello, en teoría, toda la patología proctológica puede realizarse bajo criterios
de CMA siempre que se cumplan criterios anestésicos (suelen admitirse pacientes
ASA I y II y, en algunas ocasiones, ASA III), criterios socioculturales ya descritos en
otros capítulos de esta obra y algún criterio técnico quirúrgico específico que será
analizado pormenorizadamente dentro de cada apartado. Sin embargo, se trata de una
cirugía que no ha cumplido con las expectativas en cuanto al índice de sustitución
previsto, ya que en líneas generales la realidad es que se sustituyen del 4-20% de los
procesos, cuando el índice teórico es del 50-90%5-7. Este hecho se debe
probablemente al miedo de los cirujanos a las complicaciones más frecuentes: dolor,
hemorragia y retención urinaria, que acarrea un elevado índice de reingreso8-9. Esta
particularidad de la cirugía proctológica se debe a que el canal anal tiene una rica
inervación sensitiva capaz de producir ante cualquier agresión un dolor muy intenso y
difícil de controlar en el postoperatorio de forma ambulatoria9. La retención urinaria,
especialmente frecuente tras cirugía de las hemorroides, puede llegar a un 32%,
pudiendo deberse a un espasmo del esfínter uretral liso por estimulación simpática de
los receptores alfa del cuello de la vejiga o a una contractura refleja del esfínter uretral
Estriado10.
REQUERIMIENTOS DE ORGANIZACIÓN
En la mayoría de ocasiones se trata de una cirugía técnicamente sencilla y con
pocas complicaciones potencialmente graves, pero también es cierto que en la
mayoría de las series es la cirugía que tiene un índice de reingreso y disconfort del
paciente más elevada por dolor y sangrado (habitualmente cirugía de las
hemorroides). Asimismo se trata de cirugía que suele precisar un estricto y cercano
control de las curas ya que en la mayoría de las ocasiones se trata de heridas que se
dejan abiertas en lugares habitualmente contaminados. Por tanto al realizar este tipo
de cirugía, tan importante como contar con cirujanos expertos en el tratamiento de
esta patología, es contar con un equipo de atención cercano al domicilio del paciente
con experiencia en este tipo de curas. La forma de solventar este problema es doble:
HEMORROIDES INTERNAS
Constituyen una de las indicaciones más frecuentes de cirugía proctológica y,
si cabe la más controvertida para realizar bajo criterios de CMA. Dentro de los distintos
grados hemorroidales no me referiré a las hemorroides grado I y II ya que estas se
HEMORROIDES EXTERNAS
Puede requerir tratamiento quirúrgico su complicación, esto es, la trombosis
hemorroidal. En este caso, estos pacientes suelen requerir un tratamiento urgente por
lo que resulta difícil organizar su cirugía mediante CMA de una forma programada. Por
ello, para resolver este problema mediante trombectomía o resección del nódulo con
sutura o sin ella6,14, se precisa que el personal de urgencia hospitalaria, que será el
que habitualmente atienda estos pacientes, tenga presente la posibilidad de atender
estos pacientes mediante criterios de CMA. En nuestra experiencia, la trombectomía
bajo anestesia local, es posible realizarla en la misma consulta de Especializada
obteniendo unos buenos resultados. En cuanto al control postoperatorio, sólo se
precisa de los baños de asiento y analgesia.
FÍSTULA PERIANAL
Al igual que la selección de pacientes para CMA diagnosticados de
hemorroides es más sencilla, ya que se puede planear con bastante certeza el número
de paquetes hemorroidales que se extirparán, en el caso de la fístula perianal el
problema es más complejo. Del total de fístulas perianales, el 85-93% son
interesfinterianas y transesfinterianas susceptibles de CMA. Su índice de sustitución,
sin embargo, permanece en cifras más bajas de lo esperadas (40-60%) (GRD 267:
"procedimientos de región perianal y enfermedad pilonidal ").
FÍSTULA ANAL
Se trata de la cirugía más fácilmente realizable mediante CMA, dependiendo la
inclusión del paciente en un programa de este tipo sólo por criterios anestésicos y no
técnicos. El índice de sustitución de esta patología en la mayoría de hospitales que
realiza CMA se sitúa entre el 75-100%, aunque hasta 1998 existía un problema de
identificación ya que figuraban en el mismo epígrafe que las fístulas perianales (GRD
158: reparación fístula/fisura anal) con lo resultó difícil la valoración individual de esta
patología.
SINUS PILONIDAL
Al igual que sucede con la fisura anal, el tratamiento quirúrgico del sinus
pilonidal puede realizarse casi en el 100% de los casos mediante CMA. De esta forma
en el Contrato de Gestión de 1998 el índice de sustitución para el GRD 267 (escisión
de sinus pilonidal) fue del 100% en el Hospital "Virgen de la Torre", aunque en el de
1999 aparece de igual forma bajo el epígrafe de GRD 267 pero unido a la fístula
perianal con lo que el índice de sustitución baja al 54%.
En cuanto al tipo de cirugía parece evidente que debe descartarse realizar las
grandes resecciones con reconstrucción con colgajos mediante CMA ya que, además
de ser cirugías agresivas generalmente prolongadas, suelen precisar colocación de
drenajes que harán necesario el control hospitalario19. Además, en la mayoría de estos
trabajos no solamente se utiliza profilaxis antibiótica sino que el tratamiento antibiótico
intravenoso suele prolongarse durante unos días. Salvando este grupo de enfermos, el
grado de resección depende más de la convicción del cirujano sobre cuál es la técnica
con menor índice de recidiva, sin repercusión sobre la posibilidad de ser realizada con
criterios de CMA. Lo mismo sucede con respecto a las posibilidades de
"reconstrucción". Sí es cierto a este respecto que cuanto mayor sea la tensión de
cierre, mayor es el dolor postoperatorio. De esta forma, los cierres primarios suelen
doler más en el postoperatorio que las marsupializaciones17, y a su vez éstas más que
las heridas dejadas abiertas. Esta última consideración tiene importancia cuando se
OTROS
Bajo este epígrafe se refieren una serie de procesos más infrecuentes que los
descritos previamente y que además no figuran entre los procedimientos extraídos.
Condilomas acuminados
Pólipos rectales
Cirugía laparoscópica
ANALGESIA POSOPERATORIA
Si es importante contar con un protocolo adecuado de analgesia postoperatoria
en CMA, este hecho es especialmente importante cuando se trata de CMA en
proctología. La cirugía de las hemorroides cuenta con la tasa de reingreso más alta,
siendo el dolor la causa más frecuente3. Cada paciente tiene una percepción del dolor
diferente y distinta respuesta y requerimientos frente a un mismo analgésico, por lo
que el tratamiento debe individualizarse según intervención quirúrgica, la situación
clínica del paciente, la intensidad y origen del dolor.
Los analgésicos deben ser pautados en intervalos y dosis fijas, sin esperar a
que aparezca el dolor. No obstante, se deberá indicar un analgésico de rescate para
administrar en caso de que el dolor no se controle, o acortar el intervalo pautado. Debe
evitarse la asociación de dos analgésicos del mismo grupo, ya que aumentarán los
efectos secundarios sin aumentar la analgesia. Puede ser útil la combinación de dos
analgésicos de grupos diferentes, por ejemplo un AlNE y un opioide. Nunca debe
asociarse un opioide agonista puro (morfina, fentanilo, meperidina, tramadol) con un
agonista parcial (buprenorfina) o un agonista/antagonista (pentazocina), ya que se
produciría una competencia por el receptor, disminuyendo la analgesia. La infiltración
de la herida quirúrgica al finalizar la intervención cuando sea posible, es un método
económico, simple y eficaz del tratamiento del dolor postoperatorio, con una duración
entre 6-1 2 horas. El analgésico de elección es la bupivacaína al 0,25%. En el Hospital
"Virgen de la Torre", el protocolo de analgesia postoperatoria de CMA es seguido por
cirujanos y anestesiólogos, ya que fue confeccionado con el consenso de ambos
grupos y cuenta con los escalones descritos en la Figura 1 21.
Figura 1
Escalones analgésicos en el postoperatorio de CMA
Hospital "Virgen de la Torre"
Codeína 30,60 mg ó
ANALGESIA
ESCALONES
Metamizol 575 mg +
Tramadol 50-100 vo/6h
Metamizol 0,5-2 g vo16-8 h o 1
Paracetamol 0,5-1 g vo16-8 h
Opioide potente
RECUPERACIÓN
3
(Meperidina o morfina)
UNIDAD DE
ESCALONES
Opioide débil IV + AINE IV 2
Metamizol o Tramadol (alternativo)
1
TÉCNICAS ANESTÉSICAS
Aunque no es misión de este capítulo dilucidar cuál es la técnica anestésica
ideal para la realización de procedimientos mediante CMA, sí creo importante hacer
unas breves consideraciones. Salvando aquellas patologías donde el tipo de anestesia
parece bastante unificado en los diversos grupos de trabajo (sinus pilonidal: anestesia
local; fisura anal: anestesia local y sedación), la discusión se centra sobre la anestesia
en pacientes que van a ser sometidos a cirugía por hemorroides y fístula perianal
principalmente. De los tres tipos de anestesia posible, la anestesia local parece
descartada, ya que no permite realizar una correcta cirugía y es muy dolorosa. La
anestesia general en nuestro grupo es poco utilizada, ya que, como ya ha sido
comentado, la mayoría de intervenciones sobre estas dos patologías se realizan en
pacientes colocados en posición de navaja, siendo los anestesiólogos de nuestro
centro poco proclives a dar la vuelta a los pacientes anestesiados. Bajo nuestro punto
de vista, es la anestesia raquídea habitualmente en silla de montar con aguja fina y
punta de lápiz, usando un anestésico de corta acción (lidocaína), la técnica de
elección, no encontrando la alta tasa de complicaciones descritas para esta técnica
(radiculalgias, cefaleas…)
CONCLUSIONES
La cirugía proctológica representa uno de los dos pilares fundamentales sobre
los que se asienta la cirugía mayor ambulatoria (CMA) en cirugía general. Este tipo de
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Capítulo 17
INTRODUCCIÓN
Desde los primeros trabajos publicados por Cohen y Dillon1, en 1966, quienes
demostraban que pacientes intervenidos quirúrgicamente podían ser dados de alta con
unos requisitos adecuados y seguir su recuperación en domicilio, sin que disminuyera
la fiabilidad y seguridad de las misma, se generó, tras demostrarse la reducción de los
costes económicos, la creación de unidades especiales, que, en base a esta
rentabilidad financiera, permitían la realización de procedimientos quirúrgicos
menores, bajo anestesia local y en régimen ambulatorio.
Estructura arquitectónica
tratamiento lo precisan. Aún así, hasta la creación de las Unidades de Cirugía sin
Ingreso (UCSI), con áreas de recuperación postanestésica, los pacientes tratados y
susceptibles de alta en el día o alta precoz debían de ser ingresados en las salas de
hospitalización. Esto significaba el añadir a los costes normales un incremento de
cargas de trabajo sobreañadido de enfermería, auxiliares clínicos y costes
administrativos que determinaba poco eficiente los procedimientos.
PROCEDIMIENTOS LAPAROSCÓPICOS
Describiremos a continuación, las intervenciones que consideramos pueden ser
realizadas en las UCMA, cuales son los requisitos para la selección de pacientes,
añadiendo los comentarios que nos merecen cada una de ellas.
COLECISTECTOMÍA LAPAROSCÓPICA
Selección de pacientes
Intervención y circuito
Comentarios
Selección de pacientes
La intervención debe realizarse bajo anestesia general; por tanto, los pacientes
deben reunir los criterios generales expuestos para la colecistectomía.
Independientemente del tipo de hernia que puede ser tratada (pueden serlo todas),
pensamos, por criterios puramente económicos, que sólo estaría indicada la TEP, en
aquellos casos en los que utilizamos la vía preperitoneal de Nyhus como vía de
abordaje, es decir, en pacientes con intervenciones previas por vía anterior, en hernias
bilaterales, en pacientes con fallo de la pared posterior, en obesos y algunos casos de
pacientes con cirrosis hepática y descompensación hidrópica en los que la tolerancia a
la anestesia general lo permita.
Comentarios
Conviene decir que el tratamiento de la hernia por vía laparoscópica debe ser
realizada por un cirujano experto y evitar que la curva de aprendizaje de la técnica se
complete en pacientes seleccionados para tratamiento en una UCMA18.
Criterios de selección
Pacientes con RGE, que, por motivos laborales o por su estilo de vida, lo
soliciten como alternativa al tratamiento médico.
La dificultad técnica hace excluir para cirugía de alta precoz a los obesos, los
pacientes con hipertrofia de lóbulo hepático izquierdo, la asociación de reflujo con
hernia hiatal voluminosa y las hernias paraesofágias. Igualmente aquellos que
presenten acortamiento esofágico, estenosis o lesiones esofágicas ulcerativas con o
sin metaplásia intestinal en donde se prevé componente inflamatorio periesofágico.
Comentario
Nuestra experiencia nos demuestra que los mejores candidatos son los
pacientes jóvenes con RGE sintomáticos, sin hernia hiatal, asociada a lesiones
esofágicas mínimas que precisan de tratamiento médico mantenido o los que
demanda la intervención por imposibilidad de mantenerlo.
Realizamos una funduplicatura corta, de 2 cm, que fijamos con el primer punto
a la cara anterior del esófago. No calibramos con dilatadores el esófago, pero
Pensamos que, aunque las indicaciones para la cirugía del RGE no se han
modificado, los pacientes se remiten para tratamiento quirúrgico antes incrementando
del número de intervenciones. Probablemente este incremento sea mayor si se
demuestra que la cirugía la paroscópica presenta costo-beneficio mejor que el
mantenimiento con tratamiento médico, al evitar la cronicidad de las lesiones
inflamatorias esofágicas con aparición de esófago de Barret, estenosis y
acortamiento32.
Esta técnica es aceptada por consenso dentro del protocolo del cáncer gástrico
de la Sociedad Valenciana de Cirugía y es usada en determinados grupos para la
selección de pacientes que pueden beneficiarse de tratamiento quimioterápico
neoadyuvante, en estadios avanzado33,35 Obtiene mayor sensibilidad y especificidad
que las técnicas de imagen, ecografía y TAC, en el estadiaje de la enfermedad,
evitando laparotomías en pacientes no resecables en los que la cirugía paliativa no es
necesaria 33-36.
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Capítulo 18
Conviene resaltar que la CMA se rige por los principios básicos de la cirugía y
le caracteriza la ser realizada dentro de un esquema organizativo peculiar propio.
Parece evidente que la CMA supone un beneficio neto para aquellos pacientes
tratados quirúrgicamente de acuerdo con este sistema, y es destacable el número de
Unidades de CMA existentes en nuestro país y de pacientes intervenidos bajo sus
criterios.
Existe una tendencia progresiva hacia una dedicación "especial" por parte de
algunos médicos, hacia los temas relacionados con la patología mamaria. Ello
conduce a la creación de Unidades de Patología Mamaria en las que se realiza
de un modo coordinado, con criterios homogéneos, el diagnóstico y el
tratamiento, y a la realización de los procedimientos quirúrgicos de una manera
más segura y eficaz por la mayor experiencia adquirida en este campo. En
CMA es esencial una técnica quirúrgica meticulosa, realizada con hemostasia
perfecta y manejo cuidadoso de los tejidos.
Asistimos pues a una época en que el diagnóstico del cáncer de mama tiende a
ser más precoz; las biopsias, ante lesiones mínimas y no palpables más frecuentes, y
los tratamientos quirúrgicos demandados son cada vez menos mutilantes. Parece
perfilarse un horizonte quirúrgico en el que la CMA debe jugar un papel importante.
lesión pueden justificar el empleo de otro tipo de anestesia sin que se modifique por
ello el criterio de CMA. En este apartado podemos considerar:
a) Quistes mamarios
b) Fibroadenomas
prevé que en un futuro próximo casi el 50% de los cánceres de mama diagnosticados
serán ocultos4. Es por ello imprescindible la localización precisa de la lesión
sospechosa antes de su extirpación.
e) Ginecomastia
¿Puede hacerse la cirugía del cáncer de mama en forma de CMA? Sin duda
creemos que sí, pero quizás de mayor interés nos parece la respuesta a las
cuestiones siguientes: ¿debe hacerse en todos los casos?, ¿en qué casos estaría
indicada?, ¿cuál es su aportación real, en cuanto a calidad asistencial de las pacientes
con cáncer de mama, cuando se compara con programas de corta estancia?
Las mujeres tratadas con mastectomía también pueden ser atendidas de modo
ambulatorio, pero ¿debe hacerse? No tenemos la respuesta a este interrogante, que
en cualquier caso desata polémicas, aunque es cierto que en ellas se mezclan
razones e intereses de índole muy diversa (legales, compañías aseguradoras,
psicológicas, sanitarias, etc.)I3,l4.
Tabla I
UNIDAD CMA (CER y C) Junio 1998 - Junio 1999
Fibroadenomas/nódulos 41
Mastitis crónicas/fístulas 10
Papilomas/papilomatosis 4
Ginecomastia (liposucción) 1
Cambio expansor/prótesis 2
Mastopexia 2
Pezón invertido 2
Reducción mamaria 1
Colocación de prótesis 1
Otros 4
Biopsia microcalc/lesión no palpable 15
Tabla II
UNIDAD CMA (CER y C) Junio 1998 - Junio 1999
PATOLOGÍA MALIGNA
SELECCIÓN DE PACIENTES
La adecuada selección de las pacientes comprende la valoración del
procedimiento quirúrgico, de la patología asociada, del entorno socio-familiar y de la
técnica anestésica, y constituye la clave del éxito de los programas de cirugía
ambulatoria.
general suelen estar relacionados con la duración de la cirugía, de tal forma que los
procedimientos más largos se asocian a periodos de recuperación intermedia mayores
y a una mayor incidencia de náuseas y vómitos postoperatorios. Las náuseas y
vómitos postoperatorios son una de las complicaciones más frecuentes después de
una anestesia general y son el principal factor determinante de retrasos en el alta
hospitalaria e ingresos imprevisto16. La terapéutica profiláctica con antieméticos
permite disminuir la severidad e incidencia de esta complicación.
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Capítulo 19
INTRODUCCIÓN
La cirugía mayor ambulatoria y/o la cirugía de corta estancia se han convertido
en una práctica clínica habitual. Iniciada con técnicas más o menos simples como la
cirugía de las hernias o una gran parte de la cirugía anal, se ha ido extendiendo hacia
técnicas más complejas como la colecistectomía o la mastectomía, entre otras. Como
demostró Steckler en 19861, con la adquisición de una mayor experiencia el concepto
de la cirugía ambulatoria ha podido ser incorporado a otras áreas como es la cirugía
endocrina, especialmente la tiroidea; debido a que su situación anatómica permite una
fácil accesibilidad, su localización no relacionada con estructuras vitales, su cirugía no
relacionada en muchas ocasiones con complicaciones severas y su propia fisiología
hacen de esta glándula un órgano inicialmente no vital cuya extirpación no origina
secuelas agudas comprometedoras de la vida2.
Asimismo, desde el punto de vista específico pueden admitirse todos los bocios
nodulares y multinodulares excepto los de gran tamaño endotorácicos y los pacientes
con diagnóstico preoperatorio de cáncer de tiroides. De todos modos en ambos casos
pueden individualizarse las indicaciones.
Tabla I
Criterios a cumplimentar en el momento del alta
Complicaciones postoperatorias
El hecho de que la cirugía tiroidea pueda ser practicada con criterios de corta
estancia, incluso de cirugía ambulatoria en casos seleccionados, se fundamenta en la
experiencia en cirugía endocrina del equipo quirúrgico y en el hecho bien conocido de
Otras complicaciones
Quizás merezca la pena citar tan sólo la tormenta tiroidea16, que, aunque hoy
día es excepcional, aún puede observarse en casos puntuales, generalmente de
pacientes en los que el control del cuadro hipertiroideo ha sido difícil y/o en los que se
puede sospechar un tratamiento incompleto. Por ello, todo paciente hipertiroideo que
vaya a ser intervenido debe tener un control muy reciente de T4 libre y de TSH,
descartándose para la cirugía de corta estancia aquellos pacientes con sospecha de
hipertiroidismo aunque sea subclínico o de hipotiroidismo con TSH claramente
elevada. Aconsejamos para una cirugía segura que el paciente tenga suprimida
totalmente la función tiroidea con antitiroideos manteniendo una T4 libre normal
mediante administración de L-T4 oral en la dosis que sea necesaria. De este modo la
tormenta tiroidea clásica y completa es excepcional, aunque en algunas ocasiones
puede observarse una discreta taquicardia postoperatoria que debe vigilarse
hospitalariamente, especialmente en pacientes añosos o cardiópatas. La preparación
única con bloqueantes beta adrenérgicos puede ser origen de la aparición de una
tormenta tiroidea, motivo por el que no deben operarse con criterio de corta estancia
los pacientes preparados exclusivamente de esta manera.
CIRUGÍA PARATIROIDEA
La cirugía paratiroidea ambulatoria y/o de corta estancia difiere muy poco en
cuanto a sus principios básicos, cuidados postoperatorios y complicaciones
postoperatorias a los enunciados en la cirugía tiroidea. Sin embargo, las
peculiaridades anatomopatológicas de las paratiroides hace que deban considerarse
algunas diferencias.
ANALISIS COSTE-BENEFICIO
El análisis de la relación coste-beneficio queda, como siempre, supeditado a la
seguridad con la que se realice la intervención, aspecto que nunca debe ser olvidado
en los programas de cirugía ambulatoria y de corta estancia. Es por lo que nos
atrevemos a asegurar que la cirugía endocrina de corta estancia no debería ser
practicada de forma generalizada sino sólo por aquellos grupos con demostrada
experiencia en esta cirugía, con unos índices de morbilidad muy bajos que cifraría en
menos del 1,5% de hipoparatiroidismo y menos de 1 % de hemorragia grave.
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Capítulo 20
INTRODUCCIÓN
Como era previsible, la Cirugía Mayor Ambulatoria ha tenido una extraordinaria
aceptación por parte de todos los estamentos de la Sanidad, como lo demuestra el
progresivo aumento de nuevas unidades, en sus diferentes modalidades estructurales,
en los diferentes hospitales y otros centros asistenciales tanto de la red pública como
de la privada. Las listas de espera y las tendencias economistas de la sanidad han
encontrado una salida viable y satisfactoria para todos. Además, la información ha
llegado a toda la población y los pacientes conocen el modelo asistencial, aceptándolo
sin reparos e incluso solicitándolo en numerosas ocasiones. Y es que, como decía
Nicoll1, el primero que publicó sus experiencias en cirugía ambulatoria en 1909, "el
hospital no es bueno para el niño", concepto que hoy en día podríamos ampliar al
joven y al adulto, en virtud de las condiciones de vida y el desarrollo higiénico y cultural
que la sociedad ha experimentado. Porque, además, la cirugía ambulatoria logra una
menor ruptura del paciente con su familia y la vida cotidiana; consigue reducir el estrés
y las alteraciones emocionales ligadas a la intervención a la que va a ser sometido y
disminuye las infecciones nosocomiales. En cuanto al anciano, es, sin lugar a dudas,
un excelente candidato para ser incluido en este sistema, pero en no pocas ocasiones
nos encontramos con la problemática de la atención y cuidados en el postoperatorio
inmediato, debido a la ausencia de familiares con disponibilidad para ocuparse de
ellos, siendo ésta una condición indispensable para ser incluidos en el programa de
hospital de día.
Cada vez son más las especialidades quirúrgicas que van incluyendo procesos
a la Cirugía Mayor Ambulatoria, pero es sin duda la traumatología y la ortopedia la que
mayor número de procedimientos aportan, por su variedad e incidencia y por los
importantes avances tecnológicos tanto diagnósticos (ecografía, TAC, RNM, etc.)
como terapéuticos, con especial mención a las técnicas endoscópicas y semi
invasivas.
A) Rodilla
Bursitis prerrotuliana
B) Hombro
Luxación acromioclavicular
Luxación glenohumeral
C) Codo
Epicondilitis y epitrocleitis
Bursitis olecraniana
D) Muñeca y mano
Fractura de Colles
Capsulotomías
E) Tobillo y pie
Espolón calcáneo
Fractura 5º metatarsiano
Neuroma de Morton
F) Columna vertebral
Tabla I
Métodos anestésicos en CMA
d) Sedación o hipnosis
SELECCIÓN DE PACIENTES
La meticulosa selección de los pacientes para CMA será el primer paso a
considerar, existiendo unos criterios recomendados de forma orientativa (Tabla II): los
antecedentes personales y la patología concomitante con los tratamientos en curso,
valorando la repercusión que la agresión quirúrgico-anestésica va a provocar sobre su
enfermedad; el tipo de intervención, su duración, posibilidad de sangrado intra y
postoperatoriamente, así como la predicción del dolor en las primeras 24 horas; hay
que contar con la disponibilidad de un acompañante para atenderle en sus
necesidades básicas (alimentación, aseo, etc.), dado que la mayoría de los
procedimientos traumatológicos y ortopédicos recaen sobre algún miembro, lo que va
a condicionar una incapacidad funcional temporal; la vivienda con escaleras y la
ausencia de ascensor será un inconveniente, al igual que la distancia desde ésta al
hospital, que no debe superar los 50 km aproximadamente, pues hay que prever la
posibilidad de cualquier evento y la necesidad de tener que acudir al centro en un
tiempo prudencial; un vehículo propio con una persona que lo conduzca o la
disponibilidad por el hospital de una ambulancia las 24 horas deberán asegurarse.
Tabla II
Criterios de selección de pacientes para CMA
3. Domicilio habitual a menos de 50 km. del Hospital y disponer de algún familiar, vecino o
amigo que le acompañe y pueda ayudarle en las siguientes 48 horas a la intervención.
4. Edad de 1 a 70 años.
SISTEMATICA A SEGUIR
Como premisa hay que dejar bien claro el concepto de Cirugía Mayor
Ambulatoria que, en ocasiones, se confunde con el de Cirugía Menor o "pacientes
ambulantes" y que nos puede llevar a la tentación de omitir requisitos de obligado
cumplimiento con la consiguiente repercusión en la seguridad del sistema, que, por
ende, al encontrarse en vías de expansión y sin una legislación definida todavía, va a
estar en permanente observación y gozará de escaso margen de tolerancia entre los
sectores críticos de la población hasta que sea más conocida y divulgada su eficacia
CONCEPTOS BÁSICOS
b) Procedimientos mayores
Normalmente se consideran aceptables para CMA los del nivel II, aunque, en
determinadas situaciones, pueden incluirse los de nivel III. Los avances de la cirugía y
la anestesiología ampliarán sin lugar a dudas en un próximo futuro el espectro de
inclusión de procedimientos5.
Tabla III
Criterios de alta postanestésica
1. Cirugía Artroscópica
a) Rodilla
b) Hombro
Para llevar a cabo estos procesos nosotros utilizamos como técnica anestésica
de primera elección el bloqueo del plexo braquial vía paraescalénica27-29 que nos
resulta seguro y fiable, sin que hasta la fecha hallamos tenido complicaciones graves
en una casuística de 960 casos desde 1993 a julio de 1999. Estamos no obstante de
acuerdo con muchos autores en que otras vías de abordaje supraclaviculares suponen
un riesgo de neumotórax precoz o tardío para cirugía ambulatoria. También hay
publicados cuatro casos de neumotórax que aparecieron a las pocas horas de la
intervención realizada bajo anestesia general30.
c) Tobillo y Muñeca
Los procesos que pueden ser abordados con esta cirugía semi invasiva serán
de carácter diagnóstico para la valoración del estado del cartílago y de los ligamentos.
Con fines terapéuticos pueden realizarse sinovectomías, estabilización con agujas de
lesiones osteocartilaginosas y la reparación del fibrocartílago triangular de la muñeca.
Son patologías que de una u otra manera afectan a las vainas tendinosas
dificultando la función del tendón afecto. Puede ser estenosante por inflamación de la
misma vaina que, si afecta al extensor corto del pulgar y al abductor largo en el primer
compartimento dorsal, se denomina tenosinovitis de De Quervain, mientras que
cuando afecta a los flexores largos se producen los dedos en gatillo.
Todos estos procesos que afectan partes blandas, son técnicamente sencillos
de resolver y es de esperar mínimas complicaciones postoperatorias, incluido el dolor.
El vendaje compresivo y la elevación del miembro operado, junto con los analgésicos
tipo AINE, serán suficientes para superar el periodo postoperatorio.
4. Entesopatías .m-
Epicondilitis y epitrocleítis
Más frecuente la primera, son dos procesos que suelen acabar en cirugía
abierta convencional a pesar de haberse intentado múltiples alternativas como el
reposo, los antiinflamatorios, las infiltraciones con anestésicos locales y corticoides y
los métodos físicos. Las ondas de choque con ultrasonidos son la última novedad que
augura unos resultados excelentes.
5. Otras patologías
La primera es cada vez más rara debido a los cambios de hábitos y costumbres
que la sociedad va experimentando. La segunda suele ser secundaria a traumatismos
de repetición. La resección de la bursa por disección resuelve el problema, pudiéndose
realizar bajo técnicas locorregionales. El vendaje compresivo y el control del dolor, que
suele ser de carácter suave a moderado, son lo único a tener en cuenta en el
postoperatorio inmediato.
Hallux valgus
Neuroma de Morton
Nódulo que se forma en la rama más externa del nervio plantar interno, en el
tercer espacio interóseo y da lugar a una metatarsalgia por compresión. La ablación
quirúrgica es definitiva y no precisa de cuidados postoperatorios específicos.
Espolón calcáneo
6. Columna vertebral
Son técnicas semiinvasivas que se utilizan para el tratamiento del dolor lumbar
y cervical agudo y crónico. Las tres se realizan bajo anestesia local con sedación
suave que facilite el estado de confort al paciente pero que nos mantenga en contacto
permanente con él para conocer sus sensaciones durante la intervención, lo que será
de extraordinario valor para evitar una lesión iatrogénica.
consigue un efecto sinérgico de ambos, lo que permite reducir las dosis y la incidencia
de los efectos secundarios40.
Diversos estudios sugieren que los nervios aferentes somáticos que proceden
de tales tejidos juegan un papel más relevante en la percepción del dolor que los
aferentes originados en el tejido visceral60-62.
Como colofón al tratamiento del dolor, hay que insistir una vez más en que
antes de prescribir ningún analgésico se debe explorar al paciente comprobando que
no existe un motivo mecánico que justifique la sensación dolorosa, como un vendaje
excesivamente apretado, una escayola o férula que apoye y comprima a una
estructura nerviosa o vascular, una cavidad articular a tensión, etc. Es decir, hay que
cumplir el axioma fundamental de diagnosticar antes de tratar la causa del dolor. Todo
ello se comprobará una vez transcurrido un tiempo prudencial cuando los efectos
anestésicos hayan revertido y siempre previo a la autorización del alta de la unidad de
hospital de día.
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Capítulo 21
ANTECEDENTES HISTÓRICOS
La primera cirugía que se conoce en nuestra especialidad está descrita en el
manuscrito Sanskrit del siglo V a. C. y fue realizada por el cirujano hindú Susruta; en
estas épocas también hay constancia histórica de que se realiza cirugía oftálmica en
Egipto, lndia y Tíbet.
Figura 1
La clínica “CEMTRO” de Madrid
En España comienza este tipo de cirugía en esta década con las cataratas y se
empiezan a comparar los resultados con la cirugía hospitalaria en lo referente a
reducción de costes, tasa de complicaciones, tiempo de estancia, adaptación al medio,
grado de satisfacción del paciente, etc.
INTRODUCCIÓN
Las nuevas e innovadoras técnicas quirúrgicas en oftalmología, así como la
anestesia moderna, han permitido la posibilidad de que ciertos actos quirúrgicos sean
realizados de forma ambulatoria sin necesidad de ingreso hospitalario, pudiendo así el
paciente volver a la comodidad de su propio hogar después de la intervención para
terminar su recuperación.
opinión es una cirugía que necesita alta complejidad tecnológica por lo que no se la
puede considerar como cirugía menor y entraría a formar parte del concepto
generalizado de CMA.
Tabla I
Procedimientos quirúrgicos oftálmicos
FACTORES DE EXCLUSIÓN
Hay una serie de factores que nos obligan a desaconsejar la cirugía mayor
ambulatoria en los procesos oftalmológicos: factor físico, factor social, factor médico,
factor oftalmológico7.
FACTOR FÍSICO
Tabla II
Porcentaje de procedimientos quirúrgicos oftálmicos subsidiarios de CMA
Figura 2 Figura 3
Figura 4 Figura 5
FACTOR SOCIAL
FACTOR MÉDICO
Hay ciertos condicionantes médicos que van a impedir la CMA; para nosotros
son los siguientes: intervenciones urgentes, ASA superior a dos si se va a realizar
anestesia general y superior a tres si se realiza sin anestesia general8.
FACTOR OFTALMOLÓGICO
Y por último, el oftalmólogo tiene que saber de sus habilidades personales para
poder realizar este tipo de cirugía.
TIPOS DE ANESTESIAS
Los tipos de anestesia que se realizan en la cirugía ambulatoria oftalmológica
son los siguientes9:
Tabla III
Tiempo de alta
GENERAL 4 HORAS
LOCAL 1 HORA
TÓPICA 1/2 HORAS
LOCAL CON SEDACIÓN 3 1/2 HORAS
TOPICA CON SEDACIÓN 3 1/2 HORAS
TRONCULAR 2 HORAS
TIEMPO MEDIO 2 HORAS
45 MINUTOS
DIAGNÓSTICO
UNIDAD DE PREOPERATORIO
Esta unidad tiene varias funciones que realizar con el paciente durante la visita
preoperatoria:
Figura 6
Circuito de la CMA oftálmica
DIAGNÓSTICO PACIENTE
UNIDAD POSTOPERATORIA
DOMICILIO
Tabla IV Tabla V
UNIDAD DE ADMISIÓN
La unidad de admisión tiene dos funciones principales, que son: la afiliación del
enfermo y la recogida de documentación médica y económica, la segunda es
acompañarle hasta la unidad de adaptación").
UNIDAD DE ADAPTACIÓN
La función de esta unidad es, por una parte, permitir el primer contacto con el
anestesiólogo para revisión de todas las pruebas del preoperatorio y, en caso de que
falte alguna, se pide y se hace en el mismo momento; otra función es que el personal
de la misma acompañe al paciente y a un familiar a los vestuarios y se cambie con la
ropa apropiada para el bloque quirúrgico, dejando su ropa de calle en las taquillas
individuales y guardado la llave el familiar. Esta unidad es la misma para que una vez
que se da el alta por parte del oftalmólogo del hospital de día vuelva a cambiarse con
la ropa de calle y le den las instrucciones que tiene que seguir en su domicilio así
como los teléfonos de contacto de la unidad de postoperatorio para cualquier
incidencia o complicación que ocurra fuera del hospital.
UNIDAD QUIRÚRGICA
La unidad quirúrgica está dentro del bloque quirúrgico general del hospital y es
un quirófano convencional de oftalmología en donde se encuentra toda la tecnología
para realizar las técnicas oftalmológicas así como las anestésicas. Esta unidad tiene
dos funciones: la monitorización cardiorrespiratoria que se hace en todos los pacientes
independientemente de la técnica quirúrgica y anestésica que se realice; y la
realización del acto quirúrgico programado.
UNIDAD DE RECUPERACIÓN
HOSPITAL DE DÍA
Esta unidad cuenta con una unidad de control con el personal de enfermería
adecuado desde donde se pueden observar todos los boxees; éstos son habitaciones
aisladas acristaladas, para poder ser vistas desde el control, y con mobiliario para que
un familiar acompañe al paciente11.
UNIDAD POSOPERATORIA
Esta unidad es una unidad de enfermería que tiene unas funciones esenciales
para el éxito de la cirugía ambulatoria y nos atrevemos a decir que sin esta unidad es
muy difícil dar calidad a la cirugía oftalmológica ambulatoria. Las funciones de esta
unidad son las siguientes12:
3. Llamar al oftalmólogo de guardia para plantearle las consultas que reciben del
domicilio del paciente cuando lo consideren necesario.
6. Recibir al paciente el día siguiente y, una vez revisado, indicarle las revisiones
que tiene que realizar, que son las mismas que para una cirugía convencional.
Este tipo de cirugía se hace con otro circuito distinto al descrito anteriormente,
como se refleja en la Figura 7.
Figura 7
CMA refractiva
PACIENTE
CONSULTA
ALTA
CONSULTA
UNIDAD DE ADMISIÓN
UNIDAD TÉCNICA
La unidad técnica consta de toda la tecnología necesaria para realizar este tipo
de intervenciones, que no es momento de describir, así como de la posibilidad de
realizar reanimación cardiovascular.
UNIDAD DE ADAPTACIÓN
UNIDAD POSTOPERATORIA
RESULTADOS
Los resultados que reflejamos en este apartado son los que hemos obtenido
desde que comenzamos a practicar este tipo de cirugía en el último año de la década
anterior.
TIPOS DE INTERVENCIONES
Figura 7
Tipos de cirugía
100
90
80
70
60
50
40 Ambulatoria
30 Convencional
20
10
a
as
s
os
es
iv
o
at
al
m
ad
ct
im
ar
is
ra
rp
ab
at
gr
ef
Pá
C
tr
R
la
Es
as
Ví
COMPLICACIONES
Como ya hemos dicho anteriormente las complicaciones en régimen
ambulatorio no se diferencian de las de régimen hospitalario y podemos vislumbrar
que en alguna de ellas pueden disminuir como es en el caso de las infecciones.
GRADO DE ACEPTACIÓN
Figura 8
Evolución en el tiempo
100
90
80
70
60
50 Ambulatoria
Convencional
40
30
20
10
0
89-92 92-95 95-98 99
COSTE
1- Barreras físicas
Ambos sectores pueden tener problemas para adaptar CMA en sus hospitales,
pero en el sector público se encuentran por la saturación del mismo más dificultades
para establecer espacios físicos autónomos donde se pueda realizar este tipo de
cirugía, y, por otra parte, esta saturación hace que las listas de espera para procesos
de cirugía oftalmológica aumenten teniendo que hacer contrataciones externas.
Nosotros creemos que en oftalmología son más difíciles de superar las barreras físicas
en el sector público que en el privado. Por otra parte existen unas barreras
arquitectónicas que son muy difíciles de superar en la red antigua de los hospitales
tanto públicos como privados.
Figura 9
Grupo de aceptación
100
90
80
70
60
FAMILIAR
50
PACIENTE
40 MÉDICO
30
20
10
0
ALTA MEDIA BAJA
Tabla VII
Tabla VI
Complicaciones
COSTE
CUADROS HIPOTENSIVOS 0,04%
CONVENCIONAL 100% AMBULATORIA 75%
CUADROS HIPERTENSIVOS 0,10%
INFECCIÓN 0,09%
FACTORES
VÓMITOS 1,2%
DOLOR 2,4% INVERSIÓN
PERSONAL
REINTERVENCIÓN 0,13%
APROVECHAMIENTO
HOSPITALIZACIÓN 0,03%
HOSPITALIZACIÓN
3- Barreras sociales
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Capítulo 22
GENERALIDADES
Un alto porcentaje de las cirugías que requieren los pacientes de
otorrinolaringología se puede realizar de forma ambulatoria. Con los circuitos,
selección y personal adecuados, un 75% de los procedimientos de esta especialidad
pueden ser susceptibles de Cirugía Mayor Ambulatoria (CMA), aproximándose al
100% en algunas intervenciones. Un procedimiento es potencialmente ambulatorio si
cumple los criterios de inclusión/exclusión y de tiempo quirúrgico máximo establecido,
y si además no precisa pernocta. Cuando además necesita cuidados y controles
específicos postoperatorios lo denominamos CMA. Por ello, algunas intervenciones
pueden ser cirugía mayor o menor, dependiendo de estas condiciones, de las
características del paciente (ej: la edad) y de la propia patología. Son
contraindicaciones en la CMA infantil la edad menor a 48 semanas postconceptuales,
los antecedentes de hipertermia maligna y el retraso en el crecimiento.
Exéresis y/o biopsia de masas. En esta zona, en las áreas expuestas al sol
son frecuentes los epiteliomas: baseliomas y espinocelulares y, algo menos
frecuentes, los melanomas, mucoepidermoides, cilindromas, etc. La indicación
quirúrgica es la exéresis y/o la confirmación diagnóstica. La técnica es la exéresis
con incisiones amplias y no tensionales (en Y, en estrella, exagonales…), respetando
al máximo el cartílago (Figura 1). Según el tamaño y localización,puede ser precisa
una reconstrucción. La complicación es la recidiva por exéresis incompleta.
Figura
CIRUGÍA DE TÍMPANO Y OÍDO MEDIO Incisiones para lesiones de pabellón
Está indicado en la otitis serosa y/o mucosa que no cede con tratamiento médico, y si
la pérdida auditiva es superior al 30%. La técnica quirúrgica habitual incluye la o
extirpación de tejido linfoide adenoideo y de los rodetes tubáricos. La paracentesis se
realiza con una lanceta linealmente de arriba a abajo en el cuadrante anteroinferior
timpánico (donde nace la trompa). Por la incisión se aspiran las secreciones de oído
medio, y cierra espontáneamente a los 5-7 días. Los tubos de drenaje (en forma de
diábolo), se colocan introduciéndolos lateralmente por la incisión, y dando un giro de
45º para insertarlo (Figura 2). Los tubos denominados "permanentes" poseen una
pestaña que queda fijada en la membrana timpánica. La tendencia es a la colocación
de tubos de ventilación en los niños de menos de 4-5 años (ya que la particular
constitución anatómica favorece el acumulo líquido aun en ausencia de masa
adenoidea) y en los mayores de esta edad que al realizar la punción presenten
secreción. Las complicaciones son básicamente yatrogénicas: a) atelectasias de la
membrana timpánica (4-1 5%), b) persistencia del DTT más de 2 años (1 - 2%), c)
persistencia de perforación timpánica al caer el tubo (1-4%), d) bolsas de retracción
timpánica, e) expulsión prematura del tubo, f) intolerancia al material del tubo, g)
estimulación del tubo a desarrollar un granuloma a cuerpo extraño (0,5%), y h) caída
del tubo hacia oído medio.
Figura 2
Material y técnica quirúrgica del drenaje transtimpánico
Figura 3
Miringoplastia vía endoaural (esquemas 1 a 5) Miringoplastia posterior (esquemas 6 a 8)
Figura 4
Estapedectomía
CIRUGÍA NASAL
Septoplastia. Es la técnica quirúrgica para eliminar las desviaciones del
septum nasal. La indicación quirúrgica es por: a) columnella ensanchada, b) exceso de
cartílago, c) desviación y/o subluxación del tabique, y d) espolón septal. La rinoplastia
conjunta puede ser contraindicación para CMA por exceso en el tiempo quirúrgico y
compleja recuperación postoperatoria. Las técnicas quirúrgicas son múltiples: Killian,
Metzembaum, Fomon, Freer, Converse, Cottle. Destacan todavía por más usadas la
septoplastia funcional de Cottle y la resección submocosa de Killiam.
Figura 5
Material nasal y de endoscopia. Incisión de septoplastia y de plastia nasal
Las cirugías complejas y/o excesivamente dolorosas son criterio de exclusión para
CMA.
CIRUGÍA DE FARINGE-LARINGE
Biopsia exéresis de masas en boca y lengua. La indicación quirúrgica es la
exéresis y/o diagnóstico. Entre las lesiones más frecuentes destacamos: quiste
dermoide, quiste de inclusión, mucocele, granulomas (piógeno, gigantocelular...),
fibromas, papilomas, hiperplasia pseudopapilar inflamatoria, lesiones leucoplásicas,
varicosidades, ránulas, osteomas, y biopsias de supuestas neoplasias. La técnica es la
exéresis simple y/o la muestra biópsica. Las complicaciones son: a) sangrado, b)
dolor, y c) recidiva o exéresis incompleta.
Figura 6
Material y técnica quirúrgica de la amigdalectomía
Figura 7
Material y técnica quirúrgica de la adenoidectomía
Figura 8
Microcirugía y endoscopia laríngea
CIRUGÍA DE CUELLO
El paciente se coloca con la cabeza girada y en hiperextensión, mostrando la
zona a intervenir. Incluimos la exéresis del quiste branquial y tirogloso y la
submaxilectomía porque se describen en algunos tratados como técnicas para CMA.
Aunque ello es posible, el tiempo quirúrgico, la vecindad de estructuras vasculares y
nerviosas de importancia (a veces implicadas), y la posibilidad de drenajes, nos hacen
aconsejarla sólo en casos específicos y en manos muy expertas.
Quiste branquial. Resto congénito del segundo arco branquial que se localiza
habitualmente por delante del borde anterior del esternocleidomastoideo. La
indicación quirúrgica es por: a) infecciones reiteradas, b) estética y c)
carcinogénesis. La técnica consiste en: a) incisión en un pliegue cutáneo, 5-6 cm por
debajo de de la rama horizontal de la mandíbula, b) disección de la aponeurosis
superficial y del músculo cutáneo del cuello, c) al llegar al esternocleidomastoideo la
disección varía según la localización del quiste (Figura 9). Puede ser necesario disecar
el espina1 y liberar adherencias al músculo. Superiormente podemos encontrar el
hipogloso y la vena lingual, y en profundidad el asa del hipogloso y la vaina carotídea.
Si hay conducto, está en la profundidad del vientre posterior del digástrico y del
estilohioideo y puede llegar hasta la fosa amigdalina. Las complicaciones son: a)
exéresis incompleta, b) hemorragia, c) lesión de alguna estructura noble.
Figura 9
Exéresis de quiste branquial
Figura 10
Exéresis de quiste tirogloso
Figura 11
Submaxilectomía
LÁSER
El láser Co2 se usa en tejidos de alto contenido en agua, ya que es absorbido
por ésta y vaporiza los tejidos cercanos. El Nd: YAG se absorbe preferentemente por
los tejidos pigmentados y crea lesiones térmicas profundas. El KTP es un Nd: YAG
reflejado en un espejo KTP, y el argón tiene una potencia intermedia entre los
anteriores. Los dos últimos se usan en lesiones vasculares o cutáneas. En
otorrinolaringología es de elección el Láser Co2 ya que a 2 mm de profundidad sólo se
detecta una elevación térmica de 0,5 ºC, (con argón se eleva 22,5 ºC y con KTP-532,
52 ºC). Los inconvenientes del láser son: a) no se pueden usar anestésicos volátiles,
b) todo el material (incluido el quirúrgico) es específico, por lo tanto es caro, d) precisa
protección del personal. Las intervenciones más usadas son:
En las fosas y senos (CO2 y Nd: YAG) no es muy utilizado por la escasa
presencia de agua y la acumulación de gases, así como el sangrado que dificulta la
visión. Se usa para: resección de cornetes, coagulación y extirpación de lesiones
vasculares y dacriocistorrinostomía.
CONCLUSIONES
Un alto porcentaje de las cirugías que requieren los pacientes de
otorrinolaringología se puede realizar de forma ambulatoria. Con los circuitos,
selección y personal adecuados, un 75% de los procedimientos de esta especialidad
pueden ser susceptibles de Cirugía Mayor Ambulatoria (CMA), entendiendo como tal
al procedimiento que cumple los criterios de inclusión/exclusión y de tiempo quirúrgico
máximo establecido, no precisa pernocta y requiere cuidados y controles específicos
postoperatorios.
BIBLIOGRAFÍA
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Capítulo 23
INTRODUCCIÓN
La hospitalización tradicional en los procesos quirúrgicos está evolucionando
hacia la alternativa de la Cirugía Mayor Ambulatoria (CMA). Estos programas exigen
una adaptación del hospital para un mejor aprovechamiento de los recursos y una
mejor asistencia a los pacientes.
La cirugía mayor ambulatoria parece tener sus orígenes en 1909 cuando Nicoll
informó de la realización de procedimientos quirúrgicos en niños en régimen
ambulatorio en el Glasgow Roya1 Hospital for Sick Children1.
ORGANIZACIÓN Y FUNCIONAMIENTO
Selección de pacientes
Tabla l.
CMA en el Hospital Infantil "Gregorio Marañón". 1995-1998
0
1995 1996 1997 1998
La unidad de CMA
Tabla II
Patología que se puede tratar en la Unidad de CMA Pediátrica4
Procedimientos quirúrgicos
Técnica anestésica
Premedicación: Los agentes más utilizados son las benzodiacepinas por vía
oral. Se emplea habitualmente midazolam (dosis: 0,5 mg/kg oral), que es bien
tolerado, eficaz y con menos efectos secundario 9.
Tabla III
Criterios de inclusión/exclusión en nuestro programa de CMA Pediátrica4,7
A: Paciente
C: Condiciones socio-familiares
A: Paciente
C: Condiciones socio-familiares
1. Medios económicos insuficientes sin posibilidad de contacto con la Unidad de CMA unidad
Pediátrica o de desplazarse con urgencia hasta el centro de referencia
2. Dificultosa comunicación y asimilación de las instrucciones para administrar unos cuidados
básicos
1. Distancia del domicilio del paciente a la unidad de CMA superior a una hora que impide la
asistencia básica inmediata
Tabla IV
Documentos que se entregan a los padres o tutores del paciente en CMA4
Tabla V
Consentimiento informado4
3. Los padres o tutores conocen las complicaciones leves, moderadas y graves que se
pueden derivar del acto quirúrgico y anestésico, con los riesgos generales y particulares de
su hijo/a, que se especifican concretamente.
4. Los padres o tutores han entendido que la inclusión de su hijo en el programa representa
que los cuidados postoperatorios del niño se realizarán fundamentalmente en el domicilio,
lo que representa una apuesta de confianza del equipo quirúrgico hacia los padres o
tutores y una mayor responsabilidad de éstos en el resultado final, con el único fin de
beneficiar al niño con la menor distorsión de su entorno.
5. Los padres o tutores asumen que tienen los medios y la voluntad para colaborar en el
programa de CMA pediátrica.
Tabla VI
Tipos de bloqueos en anestesia regional pediátrica.
Fase postquirúrgica
Alta de la unidad
Encuesta de calidad
DISCLUSIÓN
Las bases de la creación de un programa de CMA pediátrica se establecen
sobre la intención de disminuir el impacto del ingreso hospitalario sobre el niño y su
entorno. Si el niño debe soportar la enfermedad, al menos que sea de la forma menos
traumática para él y para sus familiares. Este modelo asistencial persigue mejorar la
calidad, la seguridad y la eficacia del acto médico, con la reducción de costes para el
sistema sanitario y para el paciente. Existen otras ventajas que no se deben olvidar y
que se refieren a la posibilidad de una mejor ocupación de camas hospitalarias,
dedicándolas a patologías más complejas, eficiencia en el gasto sanitario, mejor
adecuación de los costes, mayor control de la infección nosocomial, dedicación más
intensa al paciente ingresado de larga estancia, etc. Sin embargo, la idea principal de
todo servicio pediátrico no cambia: "buscar el mayor bienestar del niño enfermo”2.
Instrucciones postoperatorias
Criterios de alta
1. Tiempo en observación y vigilancia
más exhaustiva en su domicilio
1. Ausencia de complicaciones
inmediatas 2. Tiempo de reposo requerido
5. Mínima ansiedad por los padres ante 8. Tipo de dieta que realizará en su
domicilio
el acto quirúrgico
9. Teléfonos de contacto con la unidad y
forma de acceder a una atención
6. Asunción por los padres de sus urgente
quehaceres a partir del alta 10. Cita para la revisión y control
hospitalaria postoperatorio
Tabla IX
Encuesta de calidad
Para el éxito del programa de CMA la información, como en todo acto médico,
es uno de los pilares más importantes ya que disminuye la ansiedad de los padres y
mejora su colaboración. El consentimiento informado es un documento obligado, pero
que no debe estar orientado hacia la desviación o confusión de responsabilidades que
se puedan derivar del acto médico; igualmente, para mejorar la eficacia, disminuir las
complicaciones y los ingresos no programados es fundamental elaborar unos criterios
previos de inclusión y exclusión4,7,12.
CONCLUSIONES
La hospitalización de día o corta estancia tiene su fundamento en la evidencia
de que la enfermedad no debe alterar el entorno del niño y debe limitarse sólo al acto
quirúrgico. Alrededor de esta idea debe girar todo proyecto a la hora de organizar una
Unidad de Cirugía Mayor Ambulatoria Pediátrica.
BIBLIOGRAFÍA
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Capítulo 24
Figura 1
Safenectomía según Babcock
Figura 2
Venotomía según Müller
Un paso adelante fue realizado por Franceschi6, quien en 1988 ideó la CHIVA
(Cura Hemodinámica de la Insuficiencia Venosa Ambulatoria) en donde no se realiza
la extirpación de la safena insuficiente. Previamente es imprescindible un preciso y
detallado marcaje con eco-doppler de los puntos de fuga por donde se producen la o
las insuficiencias (cayado, colaterales…) y todas sus comunicaciones. En las zonas
marcadas se practican incisiones bajo anestesia local que, mediante técnica similar a
la de Müller, se liga y seccionan estas zonas venosas insuficientes. Es decir, se trata
el origen de la insuficiencia causante de las varices. Esta técnica útil en casos
determinados precisa de un experto técnico en eco-doppler que consume importante
tiempo-coste-beneficio. Si el cayado está insuficiente, se liga y secciona
convencionalmente también bajo anestesia local. Esto nos permite tratar la causa de
las varices de manera ambulante.
Figura 3
Esquema organizativo de atención al paciente
ATENCIÓN
PRIMARIA
SERVICIO
ADMISIÓN
INFORMACIÓN
PACIENTES
CONSULTA ALTO
RENDIMIENTO
Esto exige algo que resulta muy importante y fundamental para realizar el
proyecto, cual es completar y perfeccionar la información preoperatoria, tanto verbal
como por escrito, para la perfecta compresión del proceso por parte de los pacientes.
Para ello, les entrego además del obligatorio consentimiento informado un pequeño
folleto informativo que mejora mucho la aceptación y confianza en nosotros por parte
de los pacientes. Éste es el momento de ultimar detalles personales del paciente, si
dispone de vehículo propio o no, si vive en un domicilio con o sin ascensor… y de
recordar al paciente que la primera noche, por lo menos, debería estar acompañado
por alguien responsable y de confianza, etc.12,18.
Tabla I
Tratamiento quirúrgico ambulante Tabla II
de la insuficiencia de la safena Safenectomías realizadas
Con una edad media de 47 años (18-77) se intervinieron 533 mujeres y 343
hombres; los factores patológicos asociados fueron: obesidad, 25;-tabaquismo, 275;
hipertensión arterial, 17; diabetes insulino dependiente, 13; hepatitis, 7; HIV+, 5;
intervenciones de varices previas, 29; otras intervenciones previas, 59; 1 caso de
déficit de factor XII; y 45 antecedentes de flebitis; 6 con cardiopatía y 5 EPOC (Tabla
III)
Figura 4
Variación inguinal e inframaleolar según Creton
ANESTESIA
EDAD MEDIA 47 Años (18-77) Intradural 745
Locorregional 73
General 7
FACTORES ASOCIADOS
Obesidad 25 ESTANCIA POSTOPERATORIA
< de 6 horas 409
Tabaquismo 275 De 6-1 2 horas 265
Hipertensión arterial 17 De 12-24 horas 251
> de 24 horas 0
Diabetes ID 13
Hepatitis 7 COMPLICACIONES
6 infecciones en herida inguinal
HIV+ 5 3 infecciones microincisiones
Déficit Factor XII 1 4 molestias maleolares de más de 1 mes
2 trombosis venosa profunda subagudas
Flebitis previa 45
2 trombosis probables tardías
Cardiopatía 6 2 hematomas inguinales moderados
1 hemorragia inguinal superficial postor.
EPOC 5
8 cefaleas postpunción
Intervenciones de varices previas 29 3 recidivas antes de los 6 meses
5 recidivas posterior a 6 meses
Otras intervenciones previas 59
0 reingresos
puede llevar a cabo con toda perfección y la mejor calidad asistencial y médica que se
precise.
CONCLUSIONES
La intervención para extirpación de las varices supone la cirugía más realizada
dentro de la patología vascular, y la que más dentro de la patología venosa.
Hasta hace una década esta intervención tenía una media de 3 a 7 días de
ingreso hospitalario. Con el auge de la cirugía mayor ambulatoria este tipo de
intervención ha supuesto una de las que más frecuentemente pueden realizarse con
carácter ambulatorio.
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Capítulo 25
INTRODUCCIÓN
La complejidad de los procedimientos quirúrgicos realizados en régimen de
cirugía ambulatoria ha ido creciendo a medida que la comunidad médica y los
pacientes se han percatado de la seguridad y comodidad de esta modalidad
quirúrgica. Quizá el procedimiento más complejo realizado sea una corta serie de
neumonectomías por cáncer de pulmón con linfadenectomía asociada realizadas por
cirugía vídeo-asistida y toracotomía mínima1. En cirugía vascular, los únicos
procedimientos quirúrgicos ambulatorios han sido la safenectomía2,3 y los accesos
vasculares para hemodiálisis4-6. Algunos de estos procedimientos son verdaderamente
complejos7,8 pueden servir para demostrar que, intervenciones de cirugía vascular en
la que no se abran cavidades viscerales y carezcan de complicaciones postoperatorias
inmediatas significantes, pueden ser realizadas de un modo ambulatorio. Describimos
a continuación las técnicas realizadas para la realización de más de 5.000
intervenciones quirúrgicas realizadas en régimen de cirugía ambulatoria para
construcción y mantenimiento de accesos vasculares para diálisis.
DEFINICIONES
Se entiende como acceso vascular todo aquel procedimiento diseñado para
proporcionar un fácil acceso al lecho vascular del paciente que sea capaz de
proporcionar mediante succión por bombeo un flujo sanguíneo de más de 300 ml/m.
Existen tres tipos de acceso vascular: fístula arteriovenosa con anastomosis, prótesis
de PTFE y catéteres de doble luz.
Por último, catéteres de doble luz con manguito de dacrón subcutáneo, que se
colocan de forma percutánea o abierta a través de las venas yugulares internas
generalmente de modo que su punta se sitúe en la aurícula derecha. Las indicaciones
de cada uno de estos accesos han sido descritas Las complicaciones que necesitan
cirugía de rescate del acceso son la trombosis del mismo, la disfunción por estenosis
venosa debida a hiperplasia parietal, la infección periprotésica, la hemorragia en zonas
de punción etc. También han sido descritas con detalle y remitimos al lector a las más
recientes fuentes18,19. Toda la cirugía de rescate con exclusión de la infección
periprotésica puede ser realizada en régimen ambulatorio.
Una cuidadosa exploración física con palpación de los pulsos periféricos de las
extremidades y de las venas superficiales después de la colocación de un torniquete
es suficiente para decidir qué tipo de acceso se puede construir. En pacientes con
catéteres venosos previos, marcapaso, cirugía cardiaca o trauma torácico es
necesario practicar antes una flebografía para excluir estenosis u oclusiones venosas
centrales. Se debe preferir una fístula autóloga y lo más distal posible. Este tipo de
paciente suele tener diuresis residual y la administración de volumen intravenoso no
debe ser un problema, pero debe exigirse un meticuloso estudio de coagulación y un
examen de laboratorio lo más cercano posible a la cirugía, ya que las variaciones de la
potasemia y la uremia pueden ser muy rápidas en estos pacientes. Si el nivel de
potasio es patológico debe exigirse una diálisis por catéter venoso temporal antes de
la cirugía. Todos los procedimientos han sido realizados en nuestra práctica con
anestesia local por lo que se permite la toma de líquidos (incluidos los de su desayuno
habitual) en la mañana de la cirugía y la toma de la medicación habitual. Es importante
que el paciente no deje de tomar hipotensores si está en tratamiento por hipertensión,
lo que evita que el estrés perioperatorio desencadene crisis hipertensivas. Si el
paciente es diabético (un 20% de los pacientes en diálisis lo son en Europa) se
aconseja la administración de insulina a su hora habitual. Esta aptitud está en acuerdo
con los actuales criterios de evitar en todo lo posible la alteración del hábito de los
pacientes sometidos a cirugía ambulatoria20. Un ambiente distendido, música
ambiental, desmitificación de la misteriosa liturgia quirúrgica, etc., ayudan a que el
paciente afronte la cirugía de un modo menos traumático desde el punto de vista
psicológico. Por ejemplo la explicación de que la mampara de separación del campo
quirúrgico, que nunca debe ser colocada de modo que agobie al paciente, no es para
evitar la contemplación de la intervención por parte del paciente sino para aislar la
herida operatoria de una posible contaminación oronasal del paciente. El
procedimiento quirúrgico a emplear es explicado detenidamente al paciente así como
las diversas sensaciones que va a percibir (en caso de anestesia locorregional) y la
posibilidad de avisar al cirujano de cualquier molestia inesperada, no sólo relativa a la
anestesia sino a molestias posicionales, náuseas, mareos, etc. Se permite también la
entrada al quirófano caminando, y se oferta al paciente la explicación de todos los
diversos artilugios presentes en el quirófano: monitores, pulsioxímetros, bisturí
eléctrico, etc. Sólo se administran antibióticos en caso de uso de prótesis.
que vaya a ser realizada. Los pacientes con inmunosupresión por Azatioprina pueden
tener severos grados de citopenia por lo que un examen hematológico y de
coagulación cercano a la cirugía es aconsejable.
PREMEDICACIÓN Y MONITORIZACIÓN
Los pacientes con insuficiencia renal o en hemodiálisis son extremadamente
sensibles a las drogas psicotropas, por lo que ha sido nuestro proceder prescindir de
todo tipo de premedicación. La dedicación de un tiempo adecuado a la explicación del
procedimiento al paciente y el desarrollo de un clima acogedor y distendido en el área
quirúrgica ha suplantado en nuestra práctica a la premedicación farmacológica. No
obstante, todos los pacientes son operados bajo monitorización intensiva: monitor de
ECG; pulsioxímetro; monitorización no invasiva de la presión arteria1 cada 15 minutos.
Se coloca una línea venosa con un fino catéter (22F) en todos los casos, y, si es
posible, en el dorso de la mano, para no interferir con futuros accesos vasculares. En
todo momento se dispone de una jeringa con atropina (0,75 mg) que se administra si
el paciente presenta bradicardias por debajo de 50 l/m.
Agente anestésico
Las ventajas de este anestésico son: larga duración que permite intervenciones
prolongadas (una prótesis húmero-axilar o húmero-yugular puede necesitar 2 horas de
cirugía); y la posibilidad de uso de grandes volúmenes de anestésico para grandes
superficies, lo que es imprescindible para la anestesia de largos túneles subcutáneos
en la colocación de prótesis.
Método de infiltración
PROFILAXIS ANTIBIÓTICA
Solamente la hemos empleado en caso de prótesis, tanto para colocación de
una nueva como para la reparación de cualquier complicación en que se seccione
alguna de ellas. Toda la cirugía de acceso vascular autólogo puede realizarse sin
profilaxis antibiótica con una tasa de infección por debajo del 1%5,6.
USO DE HEPARINA
La posibilidad de alta frecuencia de hemorragia postoperatoria contraindica su
uso en los procedimientos de cirugía ambulatoria. La tasa de hemorragia
postoperatoria significativa descrita en cirugía ambulatoria ha sido muy baja22. Los
pacientes en hemodiálisis tienen un estado de hipocoagulación en relación con
diversos factores plasmáticos que alteran la adhesividad de las plaquetas. Nuestro
abordaje a este problema en cuanto a los accesos vasculares ha sido el siguiente: El
paciente es dializado el día antes de la cirugía, si se encuentra en diálisis, por un
catéter temporal. El paciente suprime todo tipo de antiagregación plaquetaria al menos
un día antes de la cirugía, En las fístulas arteriovenosas primarias, tanto autólogas
como protésicas, hemos prescindido de toda clase de heparinización perioperatoria.
Las arterias humeral y radial pueden ser clampadas sin heparinización debido a su
abundante flujo colateral, y para evitar la coagulación de la prótesis durante su
colocación, tunelizamos la misma nada más ser retirada de su envase y realizamos la
anastomosis venosa. Una vez terminada colocamos un clamp en la prótesis en la
proximidad de esta anastomosis y permitimos el flujo a través de la vena soltando los
clamps venosos. De este modo se puede examinar la anastomosis con un bajo flujo
venoso, corregir si fuera necesario posibles defectos y permitir que los pequeños
orificios de la aguja en la prótesis vayan coagulando. Se realiza entonces la
anastomosis arterio-protésica. Antes de anudarla se suelta el clamp colocado en la
prótesis cerca de la vena y se permite el relleno retrógado de la prótesis para extraer
el aire intraprótesico. Se anuda entonces la sutura arterio-protésica y se sueltan los
clamps arteriales. De este modo la sangre permanece sólo unos pocos segundos en la
prótesis y se evita la coagulación intraprotésica.
ASPECTOS TÉCNICOS
Se ha utilizado siempre técnica microquirúrgica y lentes de aumento (gafalupa
2,5 x 3,5). En los niños de menos de 20 kilos se usó microscopio y sutura de 10/0-
12/0.
En los adultos se utilizó para las fístulas autólogas o las anastomosis arterio-
protésicas sutura de polipropileno de 7/0 o sutura de Gore-Tex CV8-TT9. En las
anastomosis veno-protésicas se utilizó sutura de polipropileno 6/0 o sutura de Gore-
Tex CV7-TT13. Creemos que las suturas de pequeño calibre, así como el uso de
suturas de Gorettex ha disminuido el sangrado postanastomótico de las prótesis.
Fístulas radiocefálicas
muy pequeña un catéter de Fogarty del nº 3) para dilatar la arteria proximal que
normalmente se encuentra con algún espasmo. Posteriormente se retiran todos los
clamps, y se liga el extremo distal de la vena. Siguiendo esta técnica hemos podido
mantener la tasa de fallo precoz por debajo del 5% en adultos y del 10% en niños10,23.
Prótesis arteriovenosas
CUIDADOS POSTOPERATORIOS
Los pacientes han sido enviados a su domicilio, o a sus unidades de diálisis si
habían sido intervenidos por una trombosis, inmediatamente después de la operación.
Han sido enviados en taxi o por medios propios incluso a lugares a más de 200 km de
nuestro centro (pacientes de unidades de diálisis de hospitales de otras provincias).
Un domicilio situado a largas distancias de la unidad de cirugía ambulatoria no ha sido
considerado una contraindicación para este tipo de cirugía25. En todos los casos de
reparación del acceso vascular la diálisis es permitida inmediatamente después de la
cirugía. Los pacientes son revisados el día después de la operación por sus unidades
nefrológicas. Se ha utilizado analgesia postoperatoria con paracetamol (el analgésico
menos nefrotóxico). Se ha explicado al paciente la posibilidad de edema en la
extremidad (que debe resolverse en pocos días), hematoma en los trayectos de la
tunelización de la prótesis, y frialdad temporal en la mano de la fístula. La presencia de
dolor severo en la mano e impotencia funcional es signo de neuropatía isquémica por
robo y causa de consulta urgente, y así se explica al paciente. Todas estas
explicaciones básicas son proporcionadas al paciente en un documento escrito. Es
muy útil la posibilidad de consulta quirúrgica las 24 horas del día como se sigue en
nuestro hospital, donde existe una alerta para problemas de acceso vascular (el
hospital "Gregorio Marañón" dializa una población de más de 300 pacientes que
generan una media de 3,5 urgencias semanales). La presencia de signos inflamatorios
en la herida es también causa de consulta quirúrgica.
CONCLUSIONES
La mayoría de los procedimientos usados para construcción y mantenimiento
de accesos vasculares para hemodiálisis pueden ser realizados en forma ambulatoria.
Los factores que facilitan la cirugía ambulatoria en esta cirugía son en nuestra opinión:
1) el uso de anestesia local; 2) la práctica de no interferir con los hábitos dietéticos y la
medicación del paciente; 3) la posibilidad de evitar heparinización o usar la mínima
dosis (la utilizada para el paciente en el comienzo de la diálisis) y después revertir la
heparinización con protamina.
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Capítulo 26
INTRODUCCIÓN
La Cirugía Mayor Ambulatoria (CMA) se define como la resolución de procesos
quirúrgicos sin ingreso hospitalario, con cualquier tipo de anestesia, que precisan
cuidados postoperatorios mínimos o medios y de corta duración, y con alta poco
tiempo después de la intervención.
VENTAJADSE LA CMA
Entre las ventajas de la CMA (Tabla II), podemos señalar la mínima alteración
del modo de vida de la paciente, tanto desde el punto de vista psicológico,
disminuyendo su ansiedad, como desde el familiar y laboral, al cortar el tiempo de
recuperación y de hospitalización1,2. Por otra parte, el riesgo de infección es
significativamente menor2. A esto habría que sumar la posible disminución de costes
Tabla I Tabla II
Tipo de CMA practicada1 Ventajas e inconvenientes de la CMA
INCONVENIENTES DE LA CMA
Existen también inconvenientes. (Tabla II). En principio la sensación de menor
seguridad de la CMA con respecto a la cirugía convencional, puede retraer tanto a
pacientes como a los profesionales sanitarios2.
Tabla III
Indicaciones de la Cirugía Ambulatoria en Ginecología
Biopsias.
Exéresis pólipos.
Extracción DIU.
Adheriolisis.
2.- INTERMEDIA
3.- MAYOR
Miomectomías.
Polipectomías.
Resección/ablación endometrial.
Resección septos uterinos.
Adhersiolisis.
Cirugía vulvo-vaginal
Legrados: La indicación puede ser por patología endometrial, aborto incompleto, mola
o interrupción voluntaria del embarazo. Las técnicas empleadas son la legra
fenestrada o aspiración del contenido uterino. El tipo de anestesia oscila entre el
bloqueo paracervical y la anestesia general.
Cirugía endoscópica
HISTEROSCOPIA
− Los histeroscopios suelen ser rígidos o flexibles siendo los rígidos los más
utilizados5.
- Biopsias dirigidas.
- Exéresis de pólipos pequeños.
- Extracción D.I.U.
- Exéresis de adherencias simples.
- Miomectomías.
- Extracción de pólipos grandes.
- Resección/ablación endometrial.
- Resección de septos uterinos.
- Adheriálisis de adherencias extensas.
LAPAROSCOPIA
Las primeras biopsias ováricas realizadas por Palmer hace 30 años marcan el
comienzo de la cirugía laparoscópica13. Desde entonces, todo ha sido rápido. Avances
tecnológicos cada vez mayores han permitido extender las indicaciones casi a toda la
patología ginecológica abordada clásicamente por vía abdominal. Y cuando, en 1989
Reich, realiza por primera vez una histerectomía laparoscópica, todo se desborda, los
límites de esta técnica se difuminan y se anuncia que en el futuro la laparotomía será
algo residual, reservada para casos muy seleccionados13.
- Gestación ectópica
- Endometriosis
- Miomas
- Histerectomía
Es obvio que el ginecólogo que realice estas técnicas debe tener experiencia
suficiente, tanto en laparoscopia como en cirugía vaginal18.
- Oncología
-Otras indicaciones:
permite reducir aún más dicho riesgo, administrándola vía intravenosa, durante la
inducción anestésica y en una sola dosis, con lo que se reducen costes y se consigue
una mayor comodidad en su adminitración20.
CONSIDERACIONES
No cabe duda que el futuro, sobre todo en cirugía endoscópica, hará que
pensemos que lo que hoy vivimos es solo el embrión de lo que vendrá. La visión
estereoscópica que resolverá los problemas de la videocirugía en dos dimensiones, la
visualización de estructuras ocultas por ultrasonido o RMA añadidos a la endoscopia,
la utilización de la robótica o de la realidad virtual con multitud de aplicaciones para el
entrenamiento y aprendizaje.
Pero el futuro también tiene sombras. Hay que recapacitar sobre si la CMA,
utilizando técnicas endoscópicas, sofisticadas y muy caras, disminuye o no el gasto en
un país como el nuestro en que el Sistema Sanitario no se caracteriza precisamente
por su flexibilidad. No existen en España los "Post Surgical Recovery Centers"
americanos, estadío intermedio, y mucho más barato, entre el hospital y el domicilio de
la paciente.
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Capítulo 27
INTRODUCCIÓN
En los últimos años la Cirugía Mayor Ambulatoria (CMA) avanza de forma
imparable. Aunque ya desde principios de siglo se vienen practicando algunos
procedimientos de forma ambulatoria, no será hasta mediados cuando se proponen
métodos eficaces de cirugía ambulatoria y hasta la década de los 70 cuando Latí
establece los principios sobre los que basamos esta práctica hoy en
día1.
Tabla I
Vasectomía
Circuncisión
Citoscopia
Reparación hidrocele
Uretrotomía endoscópica
Varicocelectomía
Implantación prótesis pene
Embolización varicocele
Vasovasostomía
Orquiectomía
Orquidopexia
Meatoplastia
Nefrostomía percutánea
Biopsia testicular
Punción quistes renales
Biopsias prostática y renal
Incontinencia femenina
Cistostomía suprapública
Colposuspensión endoscópica
Reparación hipospadias
Nefrostolitotomía
RTU prostática (láser, casos seleccionados)
RTU vesical (casos seleccionados)
Colocación stents uretrales
Colocación stents ureterales
Ureteroscopia
Epididimectomía
Varicocelectomía laparoscópica
Biopsia ganglionar laparoscópica
Prótesis testiculares
Incisión endoscópica prostática
LEOC
Cirugía oncológica pene
CIRUGÍA GENITAL
INERVACIÓN GENITAL
En la cara posterior del cordón reposa el nervio genitofemoral que deriva del 1º
y 2º nervios lumbares. La rama genital inerva el músculo cremáster y parte del escroto.
La rama femoral alcanza la fascia de Scarpa y alguna zona cutánea de la cara anterior
del muslo.
El nervio pudendo deriva del plexo sacro y se ramifica por debajo del pubis
para dar los nervios dorsales del pene que recogen toda la sensibilidad peneana. Las
ramas escrotales posteriores de la división perineal del pudendo junto con ramas del
femorocutáneo posterior inervan la cara posterior del escroto.
CIRUGÍA INGUINAL
BLOQUEO DE LA REGIÓN INGUINAL
VARICOCELE
Una vez identificadas todas las ramas venosas posibles se ligan con seda 0000
y se seccionan. En la técnica original de Marmar las venas de menor calibre se
inyectaban con una sustancia esclerosante, paso que obviarnos en esta intervención.
A continuación se procede al cierre de forma habitual.
Figura 1
Anestesia del cordón sobre el pubis
ARQUITECTOMÍA INGUINAL
Este mismo proceso puede finalizar, en los casos que esté indicado, con la
colocación de una prótesis testicular. En este caso la realización del "alojamiento"
escrotal de la prótesis que habitualmente hacemos con los dedos puede resultar algo
doloroso, por lo que es fundamental realizarla de forma lenta y generalmente con la
ayuda de una mayor sedación por parte del anestesiólogo con midazolam, propofol,
fentanilo o remifentanilo.
CIRUGÍA ESCROTAL
BLOQUEO DE LA PARED ESCROTAL Y SU CONTENIDO
Figura 2
Anestesia del cordón en raíz de escroto
HIDROCELE
Figura 3
Bloqueo peneano
CAVERNOSOPLASTIA
Figura 4
Anestesia del nervio pudendo en el canal de Alcock
de anestésico en él, tomando como referencia la cara interna del pubis y el tubérculo
púbico.
Figura 5
Anestesia intracavernosa
suelo del conducto inguinal para evitar la lesión de los vasos epigástricos. Una vez
perforado accedemos al espacio prevesical donde creamos con el dedo hueco
suficiente para la colocación del reservorio. Este podrá introducirse ahora en dicho
espacio empleando el introductor que proporciona la casa comercial o ayudándonos
del dedo y la parte roma trasera de unas pinzas de disección. Una vez en su sitio se
rellena con suero isotónico comprobando que el espacio creado es suficiente y no
queda comprimido.
PENECTOMÍA PARCIAL
quirúrgica es la única alternativa eficaz. Existen multitud de técnicas descritas por vía
abdominal o por vía vaginal que en general persiguen la recolocación de la vejiga en la
cavidad abdominopélvica de forma que la transmisión de presiones durante el
esfuerzo sea homogénea en la vejiga y contribuya por tanto al incremento de la
presión en el cuello, impidiendo las fugas de orina. No se trata, en definitiva, de crear
mecanismos oclusivos -aunque en casos de disfunción esfinteriana pueda ser
necesario- sino de que la vejiga vuelva a una situación lo más anatómica posible.
Bajo este tipo de anestesia se han descrito diversas técnicas realizadas por vía
vaginal con un mínimo abordaje suprapúbico. Aunque existen variaciones entre todas
ellas en cuanto al material de sostén empleado y el lugar de anclaje elegido, el
territorio que debe ser anestesiado es el mismo: la pared vaginal anterior, el tejido
periuretral y el espacio de Retzius, además de la piel y tejido celular subcutáneo que
vaya a ser incidido. Para ello se emplea bupivacaína-adrenalina 0,25-0,5%,
introduciendo mediante una aguja de punción lumbar 22G 40 ml del fármaco en la piel
y tejido celular subcutáneo justo por encima del pubis y penetrando sobre su cara
posterior hasta el espacio de Retzius donde infiltraremos tanto en la línea media como
a ambos lados de la uretra y el cuello. Desde la vagina otros 40 ml son inyectados en
la cara anterior de la vagina y el tejido que separa esta de la uretra y cuello y en
ambos espacios laterales penetrando hasta la fascia endopélvica. Suele añadirse por
parte del anestesista pequeñas dosis de midazolam o fentanilo para un mayor confort
de la paciente.
Desde la incisión abdominal se introduce una aguja especial que será guiada
por el dedo del cirujano introducido en el espacio laterovesical creado desde la vagina.
Debe introducirse muy próxima al borde posterior del pubis y teniendo como referencia
el globo de la sonda ligeramente traccionada lo que nos marcará la posición del cuello
vesical. Una vez exteriorizada en vagina pasamos uno de los cabos de la sutura y
retirando la aguja se extrae por la herida abdominal. Esta es nuevamente introducida
para salir en vagina 1 cm lateral a la anterior, extrayendo el otro cabo de igual forma.
El mismo proceso se repite contralateralmente.
Basada en las nuevas teorías sobre el origen de la IUE que implica la lesión de
los elementos de sostén del cuello vesical, se describe recientemente esta
prometedora técnica cuyo principio básico es la colocación de un cabestrillo de
material sintético autorretenible y sin tensión alrededor de la uretra que no pretende la
elevación del cuello o de la vejiga sino evitar su descenso durante los esfuerzos de
manera similar a como lo harían fisiológicamente los elementos de sostén20,24,25.
Puede realizarse bajo anestesia local y prescindir del sondaje posterior lo que facilita
su realización de forma ambulatoria.
La paciente puede ser dada de alta unas horas más tarde tras comprobar que
orina espontáneamente: debe evitar el coito durante 6 semanas y ejercicios
importantes de 7 a 14 días.
Siendo una técnica de reciente aparición todavía están por establecer las
posibles complicaciones y los resultados a largo plazo pero en las dos series más
numerosas no han aparecido complicaciones intraoperatorias y las postoperatorias
han sido escasas: problemas de rechazo del cabestrillo (4%), incontinencia por
urgencia (24%) que se resolvió en la mitad de ellas, infección urinaria o hematoma de
la herida. La curación alcanzó tasas del 78-100% aunque faltan datos a largo
plazo20,25.
COLPOSUSPENSIÓN LAPAROSCÓPICA
esta situación se realiza una incisión de 1-2 cm hasta alcanzar el espacio de Retzius
creando digitalmente sitio suficiente para introducir un dispositivo de balón que
distenderemos con suero o aire, el cual amplía con disección roma el espacio pre y
laterovesical. Los trócares de trabajo se colocan a cada lado a mitad de camino entre
la cámara y las crestas iliacas. Una vez hecho el neumopreperitoneo se diseca la
pared vaginal hasta la fascia endopélvica, ayudados por una torunda intravaginal que
nos marcará el fondo de saco, y el ligamento de Cooper como haríamos en una
colposuspensión tradicional. A continuación la suspensión de la pared vaginal al
ligamento de Cooper puede practicarse de diversas formas, siendo lo más frecuente
mediante suturas irreabsorbibles o mediante malla sintética fijada mediante
endograpas. Se completa la intervención con la cistoscopia que comprobará la
integridad vesical y la adecuada elevación del cuello vesical y el cierre. Algunos
autores proceden al alta antes de las 24 horas aunque lo más frecuente es que este se
prolongue de 2 a 4 días26,27.
CIRUGÍA ENDOSCÓPICA
URETROMÍA ENDOSCÓPICA
Para el tratamiento con Iáser de Nd:YAG debe intentarse que la incidencia del
haz sea perpendicular, de otro modo la energía aplicada es mucho más variable. Esto
es difícil en algunas localizaciones de la vejiga donde puede ser de ayuda el empleo
de una uña de Albarrán modificada. El Nd:YAG es absorbido por la melanina y la
hemoglobina por lo que la efectividad en tumores muy vascularizados o sangrantes es
menor.
Los pacientes pueden ser tratados con la técnica de anestesia local descrita
anteriormente y en algunos casos únicamente con sedoanalgesia. Dado que la
fotocoagulación previene el sangrado no es preciso dejar sonda vesical y el paciente
puede ser dado de alta tras comprobar que recupera la micción espontánea.
RESECCIÓN PROSTÁTICA
Figura 6
URETEROSCOPIA (URS)
bajo anestesia local y sedación. En cuanto a la tolerancia, un 7,5-17% tuvieron que ser
reconvertidos en anestesia general por el dolor o la duración del procedimiento37-39.
PROFILAXIX ANTIBIÓTICA
Según estudios validados específicos en profilaxis antibiótica en Cirugía Mayor
Ambulatoria, sería recomendable el uso de antibioterapia monodosis de forma previa
al procedimiento, siendo la antibioterapia de elección el uso de cefalosporinas
(cefonicid), quinolonas o amoxicilina clavulánico40,41.
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Capítulo 28
INTRODUCCIÓN
En la última década se ha producido un rápido desarrollo de la cirugía mayor
ambulatoria (CMA) en Cirugía Plástica y Reparadora, tanto en el ámbito sanitario
público como privado. Las causas que han producido tal fenómeno han sido
fundamentalmente las innovaciones técnicas, tanto anestésicas como quirúrgicas, la
necesidad de optimizar los recursos disponibles, el incremento de la oferta asistencial
y la mejora de la calidad de vida y de la educación sanitaria de los pacientes1.
Los procesos realizados con más frecuencia en cirugía plástica mayor ambulatoria
de cabeza y cuello son:
b) Cirugía de la mano
c) Cirugía mamaria
Los procesos realizados con más frecuencia en cirugía plástica mayor ambulatoria
de la región mamaria y torácica son:
Ginecosmastia.
Los pacientes con patología susceptible de ser valorada o tratada por Cirugía
Plástica son remitidos desde atención primaria especializada, desde otros centros
hospitalarios nacionales sin Servicio de Cirugía Plástica y desde otros Servicios de
nuestro hospital. En función de los criterios ya comentados y de la patología se decide
si el paciente es susceptible de ser tratado mediante hospitalización de día, mediante
hospitalización convencional, mediante cirugía menor ambulatoria o mediante cirugía
mayor ambulatoria. En este último caso, se informa al paciente de la posibilidad de
tratamiento mediante esta modalidad y se remite a consulta de anestesiología de la
unidad de CMA para completar la valoración preoperatoria. El paciente recibe las
instrucciones preoperatorias pertinentes, así como aquella información relacionada
con el tipo de intervención quirúrgica y anestesia prevista, complicaciones y morbilidad
asociadas al procedimiento, periodo de recuperación previsto y régimen de
seguimiento. Asimismo, se obtiene el consentimiento informado. Una vez se ha
completado la valoración quirúrgica y preanestésica, el paciente pasa a una lista de
espera para procedimientos de CMA y, por último, es citado para el día de la
intervención.
b) Periodo operatorio
c) Periodo postoperatorio
Tabla I
Procedimientos realizados en la Unidad de Cirugía Mayor Ambulatoria
por el Servicio de Cirugía Plástica del Hospital "Ramón y Cajal"
durante los primeros 18 meses (69 sesiones quirúrgicas)
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Capítulo 29
INTRODUCCIÓN
Cada día es mayor el número de procedimientos quirúrgicos que se realizan en
el ámbito ambulatorio. En Estados Unidos, el 70% del total de las intervenciones se
llevan a cabo de esta forma. Son diversas las causas que han contribuido a este
desarrollo. Desde el punto de vista médico, las nuevas técnicas quirúrgicas
mínimamente invasivas y los anestésicos de última generación han contribuido al éxito
de los programas de cirugía mayor ambulatoria (CMA).
En lo social, durante los últimos años se ha originado entre los pacientes una
mayor demanda de esta modalidad de prestación de servicios, los cuales posibilitan el
regreso al "confort" del hogar para pasar un postoperatorio que tradicionalmente había
supuesto dos y tres días de ingreso hospitalario. Desde el punto de vista económico, el
incremento de las intervenciones ambulatorias ha supuesto un considerable ahorro de
estancias y un mejor aprovechamiento de los recursos hospitalarios. Se ha conseguido
el cierre de camas en algunos casos, y se ha facilitado el ingreso de patologías más
complejas, acortándose los tiempos de espera.
RECOGIDA DE INFORMACIÓN
Es importante recoger abundante información, tanto externa como interna del
hospital, con el fin de tener los datos suficientes sobre los que poder elaborar los
estudios previos de viabilidad del proyecto. Se debe conocer el área sanitaria, sus
características demográficas, y las listas de espera quirúrgica. Es, también, necesario
hacer un análisis interno del propio hospital en cuanto a sus estructuras
arquitectónicas, el personal, la motivación y los rechazos por parte del mismo. Hay que
determinar la trascendencia del cambio que vamos a realizar, de tal forma que se
conozcan los apoyos con los que se cuenta y los que obstáculos que se puedan
encontrar.
realizarse en régimen ambulatorio, pero que es mejor incluir en una segunda fase, de
acuerdo con la capacidad asistencia1 y experiencia de la unidad.
PERFIL PROFESIONAL
Para comenzar la actividad de la unidad es necesario romper con las
habituales resistencias que se generan dentro del hospital ante una nueva forma de
hacer las cosas, y que supone el cambio de hábitos adquiridos. Se implicará, en
primer lugar, a aquellas especialidades que puedan aportar mayor número de
procesos, como la oftalmología, la otorrinolaringología, la cirugía ortopédica, y la
cirugía plástica. En general, los especialistas jóvenes son más partidarios de participar
en el comienzo de los programas de CMA, pero es necesario que estén
experimentados y motivados por las técnicas utilizadas en cirugía ambulatoria.
Las responsabilidades de cada una de las partes del proceso han de estar
perfectamente delimitadas, separando las funciones asistenciales, las de gestión y las
de administración. En el manual de normas estarán descritos los actos del proceso
asistencial, los protocolos necesarios y las líneas de responsabilidad de cada parte del
proceso (Tabla I).
Tabla I
Normas de la CMA
DISEÑO FUNCIONAL
Tipos de unidades
Se han establecido cuatro tipos de unidades de CMA: las que están integrada
en el hospital; las que funcionan separadamente, pero dentro del hospital; las que
funcionan fuera del hospital pero son afiliada; y las estructural y organizativamente
independientes (Free Standing Units). Las más habituales en nuestro medio son las
dos primeras, ambas integradas en la estructura física del hospital, pero
diferenciándose en que la primera comparte los quirófanos y recuperación de cirugía
convencional, y la segunda es totalmente independiente con un área propia de
quirófanos y cuidados postoperatorios.
Flujo de pacientes
Una vez comprobado que el paciente cumple los requisitos para entrar en el
programa de CMA, tiene que firmar un consentimiento específico en el que acepta
estas condiciones de intervención y reconoce haber entendido las órdenes de
preparación y vuelta a casa. El paciente pasa a una lista de espera propia de la unidad
hasta la fecha de su operación. Una llamada de la enfermera encargada, 24-48 horas
antes, le recordará las instrucciones sobre ayuno, medicación y preparación si precisa,
así como la hora a la que debe llegar a la unidad y la hora probable de la intervención.
La CMA no es apta para todos los pacientes ni para todos los procedimientos
quirúrgicos. La selección cuidadosa de pacientes y procedimientos necesita basarse
en criterios médicos, quirúrgicos y sociales. Diferentes sistemas de valoración se han
puesto en práctica en los programas de CMA: consulta preanestésica por
anestesiología, consulta por enfermería supervisada por anestesiología, consulta
mediante autotest, consulta por ordenador, consulta el día de la intervención,
evaluación telefónica. Debe adaptarse la que resulte más adecuada al tipo de unidad y
pacientes que se intervengan, siendo siempre aconsejable el tener una entrevista con
el paciente por personal de la unidad para poder resolverle las dudas sobre el
procedimiento y la preparación necesaria. Una óptima preparación hace que sea más
segura y mejor aceptada por los pacientes, a la vez que se evitan cancelaciones.
Los factores sociales resultan de vital importancia para conseguir el éxito del
procedimiento ambulatorio. Todos los pacientes han de ser capaces de comprender
las sencillas órdenes del tratamiento postoperatorio y acompañarse de un adulto
responsable en su domicilio. Éste, a su vez, debe tener las mínimas condiciones de
higiene y confort para garantizar un postoperatorio adecuado, además de disponer de
medios de comunicación para telefonear o asistir a urgencias si fuese necesario.
Futuro
Los indicadores de uso más habitual proceden del estudio de los cuestionarios
de satisfacción del paciente, del libro de registro de incidencias, del seguimiento
telefónico, del análisis de la documentación médica, de las cancelaciones, retrasos en
el alta, del impacto en el hospital y en los pacientes del programa de CMA, del
funcionamiento como equipo, de la calidad de la evaluación preoperatoria, del
seguimiento de las normas de control de infecciones, etc. Para facilitar este análisis,
es importante disponer de un programa informático que recoja estos datos de forma
que puedan ser procesados periódicamente, y sin gran dificultad.
Los programas de calidad deben formar parte del plan funcional para la
creación de un programa de CMA, ya que son necesarios para reducir las
complicaciones y ofertar seguridad y confort al paciente operado.
BIBLIOGRAFÍA
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Capítulo 30
Acreditación de Unidades
de Cirugía Mayor Ambulatoria
M. Giner Nogueras
INTRODUCCIÓN
Tras algunas experiencias aisladas en hospitales, la cirugía mayor ambulatoria
(CMA) se popularizó en EE UU a partir del diseño y puesta en funcionamiento del
Surgicenter de Phoenix1,2. Esta unidad freestanding puso de manifiesto las ventajas de
la CMA desde todas los puntos de vista (económico, calidad asistencial, satisfacción
de los pacientes, etc.) y fue ampliamente imitada3. Una evolución similar se ha seguido
en el resto del mundo aunque con mucha demora, tal es el caso de Gran Bretaña,
Australia y nuestro propio país, precediendo las experiencias aislada4,5 la creación de
unidades ad hoc6.
Figura 1
Equipo que inauguró el Surgicenter de Phoenix en 1969 (Cortesía del Dr. Wallace A Reed)
Figura 2
Guía elaborada en 1973 por American Society of Anesthesiologists (ASA)
(Cortesía del Dr. Wallace A Reed)
Figura 3
Situación de la acreditación de la CMA en EE UU en 1979.
Organizaciones y sus vínculos (Cortesía del Dr. Wallace A Reed)
Estándares
Figura 4
Relación de estándares sobre el control de la infección tal como aparece en la ultima edición
del Comprehensive Accreditation Manual for Ambulatory Care (reproducido con autorización de
la Joint Commission on Accreditation of Healthcare Organizations, 1 Renaissance Boulevard,
Oakbrook Terrace, IL 60181, EE UU)
Figura 5
Propósito y detalles de algunos estándares sobre la atención de pacientes tal como aparece en
la ultima edición del Comprehensive Accreditation Manual for Ambulatory Care (reproducido
con autorización de la Joint Commission on Accreditation of Healthcare Organizations, 1
Renaissance Boulevard, Oakbrook Terrace, IL 60181, EE UU)
Figura 5 (cont.)
Tabla I
Servicios de acreditación de la Joint Comisión
Hospitales/hospitals
Atención domiciliaria/home care
Centros de crónicos y de larga estancia/long term care
Servicios de atención a trastornos del comportamiento/behavioral
Servicios de atención ambulatoria/ambulatory health care
Laboratorios/laboratories
Redes sanitarias/health care networks
Procedimiento de acreditación
Las organizaciones que desean ser acreditadas deben prepararse para mostrar
el trabajo real que llevan a cabo. La JC aconseja a las organizaciones de atención
ambulatoria que pretenden obtener la acreditación, que sigan sucesivamente los
Decisión
Figura 6
"Formulario de Decisión de Acreditación" donde, tras aplicar las "Reglas de Agregación" se
puntúan los distintos sub-apartados de cada una de las 11 funciones (cinco centradas en el
paciente y seis centradas en la organización) en que se agrupan los estándares. Obsérvese la
equivalencia de cada una de las cinco posibles puntuaciones alcanzables (reproducido con
autorización de la Joint Commission on Accreditation of Healthcare Organizations, 1
Renaissance Boulevard, Oakbrook Terrace, IL 601 81, EE.UU.)
Tabla II
Morbi-mortalidad observada en una encuesta de centros Office Based DF CMA en
cirugía plástica y estética acreditados por la AAAASF* (n = 400.675)
* Morello DC. Colon GA, Fredricks S, lverson RE, Singer R: Patient safety in accredited office surgical
facilities. Plast Recontr Surg 1997, 99: 1496-1500.
**Causas de muerte: IAM (2), hipoxia cerebral, parada cardio-respiratoria, neumotórax a tensión, AVC y
desconocida; procedimientos: mamoplastia (2), abdominoplastia, rinoplastia, túnel carpiano y lifting.
AAAASF= American Association for Accreditation of Ambulatory Surgical Facilities
El ACHS desde 1987 tiene claramente definidos una serie de estándares19 para
la acreditación de instalaciones de procedimientos ambulatorios, agrupados en los
ocho bloques siguientes: Dirección y gerencia de la institución; servicios médico-
quirúrgicos; personal; instalaciones, equipos y entorno; políticas y procedimientos
archivo de historias y sistemas de información; servicios centrales.; programa de
control y garantía de calidad; el proceso de acreditación australiano aparece detallado
en otra publicación reciente en lengua española18.
CONCLUISIONES
El interés por la acreditación de hospitales y otras organizaciones sanitarias va
en aumento en la mayoría de países. Los motivos que explican este interés creciente
son diversos: deseo de superación de los profesionales de la sanidad, deseo de
mejorar la salud de la población, tendencia a la privatización de la sanidad en
numerosos países incluido el nuestro, preocupación por el valor de las prestaciones
recibidas frente al gasto generado en vista del coste creciente de la sanidad,
abundancia de información sobre temas sanitarios vía Internet y otras fuentes, interés
de las compañías multinacionales en ofrecer cobertura sanitaria a sus empleados en
distintos puntos del mundo30.
ya en aquel mismo congreso se empezó a cuestionar hasta que punto la ISO 9000 era
capaz de integrar las diversas normas de calidad de los diferentes países. Las normas
ISO fueron establecidas según la doctrina de la "Política de Calidad Total"33 (Total
Qualify Management; TQM), basada en el compromiso con la satisfacción del cliente y
en la participación de todo el personal en la toma de decisiones. El ISO 9000 se centra
en la conformidad con una serie de especificaciones, pero no indica si se trata de
producir neumáticos, salchichas, servicios bancarios o sanidad. Ello no significa que el
ISO 9000 sea irrelevante en la acreditación de instituciones sanitarias. El ISO 9000
puede ser particularmente útil para gestionar la calidad en laboratorios, servicios de
radiología, servicios de alimentación, etc. Sin embargo es más difícil de adaptar a la
atención directa de pacientes29.
Por otra parte, desde el punto de vista estructural, no debemos ignorar que
unas instalaciones aptas para cirugía con hospitalización serán habitualmente
suficientes para CMA. Los problemas pueden plantearse al practicar según que
procedimientos sin la posibilidad de hospitalización, siendo el postoperatorio
domiciliario el factor diferencial entre la CMA y la cirugía convencional con
hospitalización. En este sentido, debido a lo novedoso de esta modalidad terapéutica,
es fácil encontrarse con indefiniciones. Y es precisamente en este terreno donde más
urge definir unos mínimos estructurales y de funcionamiento, igual que están definidos
para los hospitales. Estos mínimos deberían necesariamente incluir algunos aspectos
clave del proceso postoperatorio domiciliario.
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Capítulo 31
Manual de acreditación de
Unidades/centros de
Cirugía Mayor Ambulatoria
Mª Pilar Rivas Lacarte
INTRODUCCIÓN
La acreditación (sanitaria) es un proceso por el cual un centro se somete de
forma voluntaria a un procedimiento externo de evaluación del cumplimiento de unos
criterios o estándares previamente establecidos. Los estándares son pues la base de
una acreditación sanitaria. Un estándar es un criterio que resume todo el conocimiento
actual sobre elementos sanitarios concretos, (por ejemplo: estándares relativos a la
dirección y organización, a la atención al paciente, a la información, al control de la
infección etc.) y por ello evolucionan con los nuevos conocimientos y con los cambios
en las prestaciones sanitarias.
− Órganos de Gobierno.
− Dirección.
− Cuadro médico.
− Enfermería.
Toda unidad tiene una responsabilidad ética con sus pacientes y la comunidad
a la que atiende. Dentro del concepto ético de la asistencia debe contemplarse la
existencia de una declaración de la misión de la unidad/centro y un plan estratégico
incluyendo los aspectos económicos. Debe existir un código ético de actuaciones
respecto a: ingresos, altas, reingresos, traslados, facturación, marketing y otros
problemas específicos que se consideren de interés. El código de la unidad también
trata la relación de la unidad y su personal con otros profesionales sanitarios,
instituciones de formación y aseguradoras
Estándar E.2. La unidad tiene una política clara para preservar los derechos
generales y particulares de los pacientes/consumidores.
Estándar E.4. La unidad tiene una política clara para preservar los derechos de
los pacientes que participan en investigación y ensayos clínicos.
La forma en que una UCSl realiza sus procesos afecta a los resultados sobre la
mejora del estado de salud, la percepción de los pacientes y familiares acerca de la
calidad de la asistencia prestada en las unidades, el coste de los recursos destinados
al proceso y a la satisfacción de los profesionales que en ellos intervienen.
Objetivo: Que los datos recogidos sean los apropiados para la gestión de la
unidad/centro, la asistencia a los pacientes/consumidores, los servicios, la
investigación y la docencia. Los datos se recogen en el momento y forma precisos,
según las normativas legales vigentes, son veraces y su recuperación es rápida y
sencilla
Estándar I.6. La unidad facilita los sistemas, recursos y servicios que cubren las
necesidades de conocimiento de la información precisa para atender al enfermo,
la formación, la investigación y la gestión.
Estándar I.7. La unidad recoge y analiza datos agregados, para dar asistencia al
paciente y para sus operaciones. Los datos comparativos de actuación y la
información, se definen, recogen, analizan, transmiten e informan, y se utilizan
de acuerdo a directrices nacionales de equivalencia y conexión de datos.
El objetivo es ofrecer a los líderes el marco para que puedan establecer las
necesidades de la comunidad.
Estándar L.5. Los líderes son los responsables de integrar, evaluar y actuar
sobre la información obtenida sobre la asistencia al paciente para obtener la
mejora de las actuaciones.
Estándar L.7. Los líderes elaboran programas para dar formación continuada e
impulsar objetivos educativos relacionados con el desarrollo del personal.
Estándar L.10. Los líderes de la unidad elaboran los planes y gestionan los
procesos de medida, evaluación y mejora de las actuaciones de gobierno, de
gestión, clínicas y de soporte.
Estándar GR.5. Los líderes de la unidad gestionan los requisitos del personal.
Se deben tener en cuenta las solicitudes en las que puedan existir conflictos
respecto a raza, sexo y aspectos socioculturales o religiosos. Cualquier decisión debe
garantizar la correcta asistencia al paciente.
Estándar OG.3. Los órganos de gobierno tienen reglamentos que establecen sus
responsabilidades y régimen de funcionamiento.
Objetivo: Aportar y gestionar los recursos, garantizar los controles internos y las
relaciones externas para que la gestión sea la precisa para las necesidades de la
unidad y de la población a la que atiende.
Estándar CM.1. La labor asistencial del cuadro médico se realiza dentro de una
organización en la que estos participan activamente (de forma individual y
colectiva).
Objetivo: Que el cuadro médico posea una organización y unos líderes con
responsabilidades, que aseguren la calidad de la asistencia prestada por los
profesionales y que sean los interlocutores ante los órganos de gobierno.
Estándar CM.5. La elección de los componentes del cuadro médico se regula por
un sistema específico (sistema de credenciales).
Objetivo: Aportar y gestionar los recursos, garantizar los controles internos y las
relaciones externas para que la gestión sea la precisa para las necesidades de
enfermería de la unidad.
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Capítulo 32
Docencia y
Cirugía Mayor Ambulatoria
P. Carda Abellá
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Capítulo 33
Impacto económico
de las Unidades
de Cirugía Mayor Ambulatoria
E. Sierra Gil
INTRODUCCIÓN
Las unidades cirugía mayor ambulatoria (UCMA) o de cirugía sin ingreso
(UCSI) han demostrado en el sector sanitario público su eficiencia y calidad desde
19901. Sin embargo, aunque la primera ha sido una consecuencia natural y que cabría
esperar de su buen funcionamiento, para muchos de los introductores en nuestro país
los objetivos primordiales que más movieron a su implantación y desarrollo fueron los
beneficios clínicos presumibles, especialmente en cuanto a que la mejor calidad de
todo el proceso asistencial fuera un hecho real y percibido por los pacientes.
A ese respecto pronto se vio que el estilo dinámico y eficiente de la cirugía sin
ingreso impregnaba y arrastraba a los equipos, circuitos y organizaciones, de forma
que todas las estancias medias caían desde principio de los noventa a cifras
impensables en la década anterior para cirugía incluso de mayor envergadura. No se
puede olvidar la marcada influencia en la mejoría de los resultados y en la supresión y
acortamiento de los ingresos que han representado los progresos farmacológicos y
conceptuales en la analgesia y la anestesia, con un control casi total del dolor
postoperatorio y rápidas recuperaciones postanestésicas.
Unas veces por las molestias y discapacidades que determinan, y otras por
complicaciones agudas como atascamiento, estrangulación, ulceración-fistulización,
los pacientes que las padecen reclaman su tratamiento y solución definitiva, lo que
hasta recientemente no se lograba con frecuencia en una sola operación.
Así durante el año 1996 se intervinieron 3.637 hernias inguinales simples en los
centros de la Generalitat de Catakyla del Grupo I.C.S. (Institut Catala de la Salut): las
Ciudades Sanitarias del Valle de Hebrón y Bellvitge (Barcelona), y los Hospitales
Arnau de Vilanova (Lérida), Joseph Trueta (Gerona), Juan XXlll (Tarragona),
Hermanos Trías y Pujol (Badalona), Virgen de la Cinta (Tortosa), San Lorenzo
(Viladecans), y Quirúrgico Adriano (Barcelona).
Pero estas cifras de inversión sanitaria directa para tratar con y sin ingreso las
hernias en el ICS en 1996 se debieron multiplicar por lo menos por cuatro al agregar
los recursos consumidos globalmente al incorporar los datos de la red de hospitales
públicos a estas estimaciones, y así comprender lo que a la sanidad pública catalana
en su conjunto le representó en aquel año como inversión directa el tratamiento de las
hernias inguinales en todos los hospitales proveedores de servicios de salud
relacionados con el SCS (Servei Catala de la Salut).
hernia de 225.000 pesetas se aproxima más al de las ambulatorias del ICS que a las
ingresadas. Una evidencia es que, teniendo en cuenta además que el volumen
elevado de la actividad con 18.000 hernias es más de cinco veces superior, al
financiador público le resulta actualmente más económico hacer operar sus herniados
en los hospitales concertados por el Servei Catala de la Salut que en los propios del
ICS, ya que la mayoría de estos últimos por su mayor cualificación tecnológica tienen
unos gastos fijos más elevados.
Por todo lo dicho se deduce que para ajustar a lo mínimo posible los grandes
recursos destinados al tratamiento de algo tan común como las hernias, con una
demanda con tendencia al aumento, deben dirigirse todos los esfuerzos a:
Desde hace más de treinta y cinco años en el mundo anglosajón y desde hace
más de 9 años en el nuestro se ha demostrado suficientemente que las hernias de la
pared abdominal pueden tratarse de manera eficaz y eficiente sin hospitalización o con
estancias de menos de 48 horas si se trata de formas simples, y de las complicaciones
y aumento de la mortalidad que acontecen en las complejas y complicadas cuando se
dilata su tratamiento, con la consiguiente y grave repercusión sanitaria y económica
que determina el no poder resolverlas en plazos prudenciales.
Desde que en 1990 el Hospital Comarcal de Viladecans del grupo ICS inició la
práctica de la cirugía ambulatoria en la Unidad de Cirugía sin Ingreso (UCSI),
aumentando así el número de pacientes de cirugía mayor resueltos entre 1990 y 1996
en un 65%, se quiso demostrar entre otras cosas con una contabilidad analítica el
impacto económico beneficioso de esta modalidad quirúrgica. Ha estado siempre muy
claro que el paciente operado de una hernia en régimen ambulatorio dejaba de
consumir para la solución de su problema una media para ese periodo de 4,5
estancias (3,6 en 1996), mientras que el costo del día de la intervención no difería del
que se producía si se le opera con ingreso, incluyendo la imputación ligada al control y
atención domiciliario en los pacientes ambulatorios.
Por último, y aunque esto no es sólo patrimonio de la cirugía sin ingreso sino
de cualquier modalidad quirúrgica, en lo referente a la solución "a la primera" de la
hernia con el desideratum de hacer innecesarios nuevos ingresos e intervenciones,
resultó decisiva la contribución de Lichstenstein en 1989 con la amplia difusión de su
hernioplastia con malla sin tensión y colocación de la prótesis por la vía inguinal, y de
Shouldice con su técnica "canadiense" que también ofrece magníficos resultados y
curaciones garantizadas casi en el 100%, como entre nosotros viene demostrando de
modo fehaciente Porrero Carro.
Se trata de una unidad integrada que comparte los circuitos de quirófano con el
resto de actividad del centro pero que dispone de forma separada, de la organización
arquitectónica y estructural para la visita preanestésica y seis habitáculos con sillón
para la preparación y recuperación. La documentación clínica completa así como el
plan funcional y los controles telefónicos son diferentes y específicos para esta
modalidad. El teléfono de contacto para las 24 horas es el directo de urgencias.
Para estancias evitadas de uno o dos días la economía para los financiadotes
se puede estimar globalmente en esos más de mil operados, teniendo en cuenta que
sí se les factura un módulo proporcional al precio las estancias según las horas de
ocupación de la UCSI, entre los siete y quince millones de pesetas respectivamente y
esta cifra será cada vez más importante en tanto en cuanto se ambulatoricen más
pacientes y se haga en procesos más complejos con estancias medias habituales más
altas.
Los resultados pueden considerarse como muy buenos y evidencian que este
tipo de unidades pueden contribuir también en los centros privados a la mejora de la
calidad y la eficiencia, con una muy buena aceptación y satisfacción por parte de
pacientes y familiares, prestadores de servicios y financiadores.
CONCLUSIONES
Podríamos sintetizar conceptualmente la cuestión del impacto económico que
determina la CMA en lo siguiente que creemos justificar en los párrafos anteriores:
d. Se deben aplicar las técnicas y tecnologías más eficaces por cirujanos bien
formados para lograr la máxima sustitución ambulatoria y la curación a la
primera de la afección quirúrgica que motiva el acto.
BIBLIOGRAFÍA
2. Sierra E. Cirugía ambulatoria. ¿Una solución? Med Clin (Barc) 1992; 98: 579-
581.
Capítulo 34
Aspectos legales
F. Vicente Fuentes
ASPECTOS LEGALES
El incremento de las reclamaciones judiciales contra profesionales de la
Medicina es un fenómeno que se constata con profusión desde hace algo más de una
década y que, a nuestro juicio, se inscribe dentro del marco de la progresiva
judicialización de la vida cotidiana, de manera que desde aquella vieja teoría, suscrita,
entre otros, por Marañón, que propugnaba la impunidad de los médicos ("El enfermo
debe aceptar un margen de inconvenientes y de peligros derivados de los errores de la
Medicina y del médico mismo como un hecho fatal, como acepta la enfermedad
misma. El juez que ha de atender su reclamación cometerá la más atroz injusticia si
condena de plano al médico que ignora los diagnósticos y los tratamientos
elementales y no a los profesores que le dieron el título, capacitándole para ejercer;
con tan exiguo caudal de conocimientos, la Medicina "), se ha pasado a una situación
en la que, nuestros facultativos estiman como de exagerada frecuencia de
reclamaciones judiciales y que, sin embargo, arroja cifras y proporciones en nuestro
país sensiblemente más bajas que en países de nuestro más inmediato entorno
(Alemania, Gran Bretaña o Francia).
Por una parte, puede sostenerse que la obligación del médico especialista en
cirugía estética no es diferente de la del resto de especialistas, dado que nos
encontraríamos ante una actividad quirúrgica que configura la obligación de diligencia
y medios.
Por otra parte, se sostiene que, dado que la cirugía estética tiene como fin
reparar los defectos de la naturaleza, nos encontraríamos ante una verdadera
obligación de resultado, fruto del contrato de obra realizado en el que su objeto sería la
corrección o desaparición de dicho defecto, real o aparente.
Sin embargo, la cirugía estética, por las características que la definen, es una
de esas actividades donde al profesional de la medicina le viene siendo
progresivamente atribuida la asunción de una obligación, si no de resultado, sí
predeterminada a la obtención de éste, de tal manera que, en el contexto de la
Cirugía Mayor Ambulatoria
410
Aspectos legales
Los elementos de seguridad y los altos niveles de exigencia del método hacen
que la cualificación del cirujano y del anestesista sea de expertos en los diversos
procedimientos quirúrgicos y técnicas anestésicas.
No obstante hay que resaltar que, cualquier menor complicación que suceda en
el postoperatorio, impide el alta del paciente a su domicilio y por tanto supone el
fracaso de la cirugía ambulatoria.
Las diferencias entre uno y otro esquema son fundamentales, por cuanto
condicionan dos modos distintos de enfrentarse a la enfermedad y a su curación, y dos
actitudes también distintas cuando aparece el fracaso, o lo que es lo mismo, el
resultado no favorable en el tratamiento médico-quirúrgico. Pero esto nos lleva a
preguntarnos, ¿qué se entiende por resultado favorable? La respuesta no puede ser
otra que aquél que se produce siempre que el daño que se inflige como medio para
restablecer la salud sea menor que el daño que se intenta reparar.
BIBLIOGRAFÍA
Capítulo 35
Dificultades en la implantación de
la Cirugía Mayor Ambulatoria
M. Lomas Espadas, J. L. Porrero Carro
El desarrollo que en los últimos años han tenido las técnicas quirúrgicas, los
avances tecnológicos, la aparición de anestésicos de rápida metabolización y una
mejora sustancial en el control del dolor postoperatorio, junto al creciente gasto en
salud y al interés de los profesionales sanitarios por mejorar los ratios asistenciales,
han dado lugar a una importante disminución del periodo de hospitalización a
expensas de la reducción de las estancias pre y postoperatorias.
Entre las ventajas que oferta la CMA merece la pena resaltar: reducción del
coste por proceso, menor alteración del modo de vida del paciente quirúrgico,
disminución de la ansiedad que genera la hospitalización convencional, menor tasa de
infecciones nosocomiales y una más rápida recuperación postoperatoria que va a
condicionar mayor precocidad en la reincorporación a la actividad laboral habitual1.
1. Usuario y familia
inadecuadas; baste como ejemplo la situación del Área 11 de Madrid, con una
tasa de paro del 17%, una pirámide poblacional en la que los mayores de 65
años representan algo más del 20%, un porcentaje de viviendas sin teléfono
superior al 15% y un nivel educativo en el que solamente un 7% tienen
estudios universitarios.
2. Profesionales sanitarios
3. Instituciones financiadoras.
En nuestro criterio es necesaria una rápida reflexión sobre todos estos puntos
con el fin de desarrollar un sistema organizativo eficaz y un marco legal que facilite la
creación de Unidades de Cirugía Mayor Ambulatoria; el retraso en la implantación de
la CMA está facilitando la ineficiencia de los actuales recursos de la red sanitaria
pública y privada, utilizando áreas de hospitalización para procedimientos que podrían
ser realizados en régimen ambulatorio.
BIBLIOGRAFÍA
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Capítulo 36
Tendencias de futuro en
Cirugía Mayor Ambulatoria
A. Martín Duce
PASADO Y PRESENTE
Son múltiples las causas que han dado origen al desarrollo de la Cirugía Mayor
Ambulatoria, unas de carácter médico, como el desarrollo del instrumental
endoscópico o la aparición de nuevos fármacos anestésicos, y otras de tipo
económico-administrativo (grandes listas de espera o reducción del coste por proceso,
entre otras). Por último, las de tipo social, deseo de un alta precoz hospitalaria por
parte del paciente en orden a minimizar el estrés psicológico que el medio hospitalario
ocasiona y de evitar en lo posible, el cambio en la vida diaria que, lógicamente, toda
intervención quirúrgica conlleva.
La CMA es sin duda el gran logro quirúrgico de finales del siglo XX. Es en la
década de los años 90 cuando tiene lugar la "explosión" tecnológica y farmacológica.
Ello ha ocasionado una auténtica revolución de los procedimientos endoscópicos,
dando un gran auge a la cirugía mínimamente invasiva.
PRESENTE Y FUTURO
La CMA, como moderna innovación metodológica en el tratamiento quirúrgico
de la enfermedad que es, se encuentra sujeta a una constante evolución y
perfeccionamiento.
Teniendo siempre presentes los principales objetivos para los que fue
desarrollada, satisfacción del paciente y ahorro económico, la CMA se enfrenta en la
actualidad a nuevos retos al intentar, en un esfuerzo por crecer, abarcar nuevas
patologías progresivamente más complejas, o incluir pacientes hasta fechas recientes
excluidos de los diferentes protocolos médicos.
El poder hacer frente a estos nuevos retos sin menoscabo de la seguridad del
paciente y por tanto de los resultados finales, ha obligado a la creación paulatina de
diferentes servicios sanitarios de cuidados postoperatorios.
1. Centros de recuperación
3. Enfermería domiciliaria
4. Salas de observación
Ante este tipo de pacientes, surgen las salas de observación. En ellas, y con
carácter de no hospitalización, los pacientes permanecen un tiempo no superior a 24
horas10.
5. Moteles médicos
Cada vez con más frecuencia son los propios hospitales los que, con este fin,
contratan y reservan, habitualmente de forma permanente, un cierto número de
habitaciones.
6. Hoteles hospital
CONCLUSIONES
Pese a ser una nueva forma de tratamiento que engloba la totalidad de las
especialidades quirúrgicas, la Cirugía Mayor Ambulatoria se presenta en el siglo XXI
como la forma más importante de gestión de los recursos sanitarios de e las existentes
en la sanidad.
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18 procedimientos 33,6%
comunes de CMA /1996/7) realizados sin ingreso
La prevención y tratamiento del dolor son vitales para completar con éxito
cualquier programa quirúrgico en CMA. El dolor no controlado se asocia a una mayor
incidencia de náuseas, vómitos, ansiedad, retraso en el alta del paciente e ingresos no
planificados. Todo ello repercute en una recuperación más lenta de la actividad
cotidiana de los pacientes y representa un "fracaso de la CMA".
PROCEDIMIENTO
El objetivo del tratamiento es eliminar el dolor, o bien conseguir un nivel de
analgesia que permita la actividad habitual del paciente. En todos los casos, es
importante evitar la aparición de dolor de una intensidad superior a 3 en las escalas de
valoración del dolor (EVA, EV).
1. VISITA PREOPERATORIA
2. INTRAOPERATORIO
En ausencia de dolor o dolor leve (EVA < 3), se iniciará la pauta analgésica
prevista para el domicilio, y se utilizará la vía oral o rectal.
El dolor intenso (EVA 7-10) se debe tratar con opioides mayores en bolos
repetidos, tales como el fentanilo (1 µg/kg, i.v.), morfina (0.05 mg/kg, i.v.), metadona
(0.05 mg/kg i.v.), etc. Se administran a dosis bajas repetidas hasta obtener analgesia
completa. La administración de opioides (mayores y menores) induce náuseas y
vómitos que pueden retrasar el alta hospitalaria.
4. POSTOPERATORIO DOMICILIARIO
La analgesia se prescribirá utilizando una pauta horaria fija que debe seguirse
independientemente de la presencia o no de dolor, respetando el descanso nocturno.
Se informará a los pacientes de los posibles efectos secundarios de la medicación
analgésica y de la actuación que se ha de seguir en caso de que sea insuficiente o
aparezcan los citados efectos secundarios. La duración del tratamiento se establecerá
según el tipo de cirugía, y oscilará entre dos y siete días.
SEGUIMIENTO
El seguimiento domiciliario de los pacientes ambulatorios se realiza a las 24
horas del postoperatorio mediante un cuestionario telefónico o una visita domiciliaria,
ambos realizados habitualmente por el equipo de enfermería. El cuestionario debe
incluir la evaluación de la eficacia del tratamiento analgésico utilizando una escala
verbal para establecer la intensidad del dolor (EV), además de comprobar el
cumplimiento preciso del tratamiento y las dosis de medicación de rescate requeridas.
Esta información se utiliza para introducir cambios en el protocolo pautado, en caso de
analgesia insuficiente. En aquellos pacientes que debido al tipo de intervención
podrían padecer dolor intenso y prolongado, es aconsejable realizar un seguimiento
telefónico a las 48 y a las 72 horas, para establecer la eficacia del tratamiento.
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Presentaciones adultos
Acetilsalicilato de Lisina lnyesprin Oral Forte Sobres 1800 mg (= l g AAS) 1 sobre/6-8 h Oral 7 g/día
DOLOR LEVE
Infiltración de la herida (si procede) más una de las siguientes pautas:
- Metamizol 500 mg-1g c/6 horas
- Paracetamol 500 mg-1 g c/6 horas
- lbuprofeno 400 mg c/6 horas
DOLOR MODERADO
Protocolo 1
Protocolo 3
DOLOR INTENSO
Infiltración de la herida (si procede) más una de las siguientes pautas:
Cirugía Mayor Ambulatoria
438
- Paracetamol (500-600m g)-codeína (30 mg) c/6 horas + tramadol 50-100 mg c/6 horas
(alternos)
- Tramadol 50-100 mg c/6 horas + ibuprofeno 400-600 mg c/6 horas (alternos)
- Dexketoprofeno 25 mg c/8 horas + tramadol 50-100 mg c/8 horas (alternos)
- Tramadol 50-100 mg c/6 horas + metamizol 2 g c/6 horas (alternos)
- Ketorolaco 10 mg c/8 horas + Tramadol 50-100 mg c/8 horas (alternos)
Presentaciones pediátricas
A.A.S. Aspirina infantil Comprimidos 125 mg 10-15 mg/kg/4-6 h Oral 100 mg/kg/día
Adiro Comprimidos 200 mg Oral
EV: endovenoso
Tabla I
Distribución de unidades de CMA por comunidades autónomas de la red del INSALUD
Castilla
Aragón Castilla Extrema- La Total
Asturias Baleares Cantabria La Ceuta Madrid Melilla Murcia
León dura Rioja INSALUD
Mancha
0 2 2 1 5 2 0 2 7 0 3 0 24
Tabla II
Distribución de unidades de CMA por grupo de hospitales
Grupo 4 3 2 1 5 (*)
Número de hospitales 14 10 29 25 10 88
Nº % Nº % Nº % Nº % Nº % Nº
Unidad CMA 4 29 5 50 8 28 5 20 2 20 24
Tabla III
Distribución (1993-1997) del número de procedimientos de CMA en hospitales de Madrid
(INSALUD)
Tabla IV
Evolución de la CMA en el período 1996-1998