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1. CONSIDERACIONES PREVIAS
El bien jurídico protegido en todos los delitos contra la vida es la vida humana misma.
En los delitos contra la vida humana independiente se tutela la vida desde el
nacimiento hasta la muerte.
a) Desde el punto de vista del Derecho penal vigente en España, la vida humana
independiente y, con ella, su destrucción como “homicidio” en el sentido en
que se emplea este término en la rúbrica del Capítulo I del Título I, comienza
desde el momento del nacimiento, entendiendo por tal la total expulsión del
claustro materno, como recoge ahora expresamente el art. 30 CC.
2. HOMICIDIO
La palabra homicidio, se emplea en el Código Penal en un sentido amplio equivalente a
la muerte de una persona por otra, comprendiendo todas sus modalidades y variantes.
Sirve para designar el Título I en el que se recogen los delitos contra la vida humana
independiente. El homicidio se encuentra regulado en los arts. 138 y 142 del CP.
A) TIPO OBJETIVO
El objeto material sobre el que recae directamente la acción, es decir es el hombre
vivo, que, a su vez, coincide con el sujeto pasivo en el delito de homicidio.
Sujetos activo y pasivo, pueden serlo cualquier persona, sin más limitaciones que las
que provienen del concurso de leyes. Si el sujeto pasivo es el Rey o la Reina, o personas
ligadas a ellos, se aplica el art. 485 del CP; si se trata del jefe de un Estado extranjero o
persona protegida, se aplica el art. 605 del CP; y si es consecuencia de un delito de
terrorismo, el art. 573 bis.
Modalidades de conducta:
- Acción: consiste en matar a otra persona, diversas modalidades y medios,
menos los del art. 139, en la que se aplicará el derecho de asesinato.
B) LA IMPRUDENCIA
La imprudencia, en el homicidio, constituye el límite mínimo para la imputación
subjetiva del resultado delictivo. Para que se de esta forma de imputación del delito es
precisa la realización de una acción sin la diligencia debida, produciéndose una
infracción del deber de cuidado tanto objetivo como subjetivo.
La previsibilidad, objetiva y subjetiva, de la muerte, constituye, también un elemento
conceptual del homicidio imprudente.
Junto a estos dos elementos, falta de diligencia debida y previsibilidad, previamente es
necesaria la producción del resultado muerte en conexión causal y de imputación
objetiva con la acción realizada. Bastará la presencia de estos elementos para imputar
el homicidio imprudente en el art. 142 CP.
Existen dos clases de imprudencia en el CP: imprudencia grave o menos, las cuales
califican el homicidio como delito menos grave o leve, respectivamente.
1. IMPRUDENCIA GRAVE
De acuerdo con el art. 142.1 del CP, el homicidio imprudente se castiga con la pena de
prisión de 1 a 4 años si se causa la muerte por imprudencia grave.
Habrá que apreciar imprudencia grave cuando se entienda que se ha infringido el
deber de cuidado vulnerando las más elementales reglas de diligencia exigidas en una
actividad.
Por disposición expresa de la ley tras la reforma introducida en el art. 142.1 por la LO
2/2019, de 1 de marzo, en el delito de homicidio “se reputará en todo caso como
imprudencia grave la conducción en la que concurriera de alguna de las circunstancias
previstas en el art. 379 CP determinara la producción del hecho”.
En el art. 142.1 también se dispone que siempre que el homicidio por imprudencia
grave se hubiera cometido utilizando un vehículo a motor o un ciclomotor, se
impondrá además la pena de privación del derecho a conducir vehículos a motor y
ciclomotores de 1 a 6 años.
Este artículo, también dispone que, si el homicidio se hubiera cometido por
imprudencia profesional, se impondrá además la pena de inhabilitación especial para
el ejercicio de la profesión, oficio o cargo por un periodo de 3 a 6 años.
Si se dan todos los requisitos habrá tantos delitos de homicidio como resultados de
muerte se hayan producido, aunque se deriven de una sola acción imprudente.
El nuevo art. 142 bis, introducido por la LO 2/2019, de 1 de marzo, permite imponer la
pena superior en un grado a la del homicidio por imprudencia grave si el hecho
resistiere notaria gravedad en atención a la singular entidad y relevancia del riesgo
creado y del deber normativo de cuidado infringido, y hubiere provocado la muerte de
dos o más personas o la muerte de una y lesiones del art. 152.1 2º o 3º. Se puede
llegar incluso a imponer la pena superior en dos grados si el número de fallecidos fuere
muy elevado.
Si la imprudencia no es grave, o si hay un único fallecido y los demás sufren lesiones
distintas de las mencionadas, no será de aplicación el art. 142 bis y la pena se calculará
como en cualquier otro caso de concurso ideal de delitos.
2. IMPRUDENCIA MENOS GRAVE
La pena es menor si la imprudencia es menos grave. Tras la entrada en vigor de la LO
2/2019, de 1 de marzo, y de la LO 11/2022, de 13 de septiembre, el art. 142.2,
establece que, si el homicidio se hubiera cometido utilizando un vehículo a motor o un
ciclomotor, se reputará en todo caso como imprudencia menos grave.
El homicidio por imprudencia menos grave sigue un régimen penal, parecido al
producido por imprudencia grave, pero se diferencia de este en que sólo será
perseguible mediante denuncia de la persona agraviada o de su representante legal
salvo en los casos en que se produzca utilizando un vehículo a motor o ciclomotor.
La pena de multa es de 3 a 18 meses, conteniendo el art. 142.2 las mismas previsiones
para el caso de que se hubiese cometido el homicidio utilizando vehículo a motor o
ciclomotor o utilizando un arma de fuego, aunque, a diferencia de lo previsto en el art.
142.1, la segunda es aquí de imposición facultativa.
3. HOMICIDIO PRETERINTENCIONAL
Se trata de aquella conducta dirigida a la producción dolosa de lesiones (sin intención
de matar), pero de la que resulta la muerte del agredido.
El problema radica en que el dolo del sujeto no abarca el resultado realmente
producido, esto es, la muerte, sino exclusivamente se refiere a las lesiones.
El Código Penal no aporta solución, con lo que debe ser resuelto conforme a los
principios generales de imputación objetiva y subjetiva: se trata de un
comportamiento doloso que da lugar a un resultado diferente producido por
imprudencia.
La solución teórica correcta: homicidio imprudente en concurso ideal con lesiones
dolosas (consumadas o tentativa):
- Plantea numerosas dificultades de delimitación del tipo concreto de lesiones
que habría que aplicar dado que suelen quedar absorbidas por el resultado de
muerte.
- Se puede aplicar si se puede delimitarse perfectamente el resultado de lesiones
(por ejemplo: mutilación) de la muerte.
Si no se puede delimitar, la solución más adecuada sería el homicidio imprudente.
TIPOS CUALIFICADOS DEL HOMICIDIO
Tras la reforma introducida por la LO 1/2015, de 30 de marzo, el apartado 2 del art.
138 contiene 4 tipos cualificados en el homicidio, para los que se prevé la pena
superior en grado:
Los tres primeros se establecen por remisión del apartado 1 del artículo 140 y el
cuarto, específico del homicidio, se refiere a los casos en que los hechos sean además
constitutivos de un delito de atentado del art. 550 CP:
a) El homicidio se cualifica cuando la víctima sea menor de 16 años de edad, o
se trate de una persona especialmente vulnerable por razón de su edad,
enfermedad o discapacidad. (Art. 138.2.a, en relación al art. 140.1 1ª).
b) Cuando el hecho fuera subsiguiente a un delito contra la libertad sexual que
el autor hubiera cometido sobre la víctima. (Art. 138.2.a, en relación al art.
140.1 2ª).
c) La tercera cualificación es aplicable cuando el delito se hubiera cometido
por quien perteneciese a un grupo u organización criminal. (Art. 138.2.a, en
relación con el art. 140.1 3ª).
d) Se cualifica el homicidio cuando los hechos sean además constitutivos de un
delito de atentado del art. 550. (Art. 138.2.b).
CAUSAS DE JUSTIFICACIÓN
1. LEGÍTIMA DEFENSA: circunstancia que exime de culpabilidad en ciertos delitos,
por considerar que la defensa es necesaria para impedir o repeler una agresión
injusta. Es preciso que concurran todos los requisitos: agresión ilegítima, falta
de provocación suficiente y necesidad racional del medio empleado. Si
concurren, no existe problema alguno en apreciarla excluyendo la antijuricidad
del hecho.