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TEMA: LA PARÁBOLA DEL TRIGO Y LA CIZAÑA

«... El reino de los cielos es semejante a un hombre que sembró buena


semilla en su campo; pero mientras dormían los hombres, vino su
enemigo y sembró cizaña entre el trigo, y se fue» (Mateo 13:24, 25).

INTRODUCCIÓN: Esta parábola en su totalidad es presentada en


Mateo 13:24-
30 y explicada en Mateo 13:36-43. Según esta parábola la comunidad de los
verdaderos creyentes estará siempre infiltrada por falsos creyentes.

I. El Salvador –«El que siembra la buena semilla es el Hijo del


Hombre» (v. 37).
1.Jesús vino a sembrar la semilla de la salvación en los corazones humanos.
En el Calvario se presentó como esa semilla, en el sepulcro se sepultó
como esa semilla y en la resurrección floreció como esa semilla.
2.Jesús vino a sembrar dones en los hombres: «Pero a cada uno de
nosotros
fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo. Por lo cual
dice: subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad y dio dones a los
hombres» (Efesios 4:7, 8).
3.Jesús en este mundo sembró esperanza y seguridad eternas. Desde que
Jesús
vino al mundo, ya éste no tiene excusa para continuar siendo el mismo.

II. El mundo –«El campo es el mundo» (v. 38).


1.En Juan 3:16 leemos: «Porque de tal manera amó Dios al mundo que ha
dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda,
mas tenga vida eterna.»
2.En 1ª Timoteo 2:4 leemos: «El cual quiere que todos los hombres sean
salvos y vengan al conocimiento de la verdad.»
3.El Señor Jesucristo busca sembrar en todo lugar del campo. James Smith
dijo: «Gran parte del campo está desierto aún. ¡Ojalá el mundo de nuestro
ser interior esté poseído por él!» (Comentario homilético de la Biblia, vol.

III. La buena semilla –«la buena semilla son los hijos del reino» (v.
38). 1.Notemos que ésta es una siembra humana. Jesucristo nos siembra a
nosotros
los creyentes en diferentes lugares de este mundo. Nos siembra en los
trabajos, las escuelas, los hospitales, los edificios, los aeropuertos.
Dondequiera que vayamos veremos la buena semilla sembrada. ¡Aleluya!
2.Jesús de Nazaret compró esta semilla humana a precio de su sangre.
Somos
su semilla y no una semilla mediocre, sino buena. Él nos siembra donde
hay necesidad.
3.Nosotros somos su creación (Génesis 1:12). En nuestras vidas tenemos
que
reflejar el carácter divino del Creador. Somos semillas con una naturaleza
divina.

IV. La cizaña –«Y la cizaña son los hijos del malo» (v. 38).
1.El diablo también hace su siembra. Estas personas-cizaña son todo lo
contrario en naturaleza a las personas-trigo. En lo interior son diferentes,
pero en lo exterior se parecen.
2.La cizaña aparece sembrada entre el trigo. El diablo infiltra su familia para
crear conflictos con la familia de Dios. Hay que tener cuidado con los
creyentes apariencia que no tienen vidas espirituales auténticas.

V. El enemigo –«El enemigo que la sembró es el diablo» (v. 39).


1.En el versículo 25 leemos: «Pero mientras dormían los hombres vino su
enemigo, y sembró cizaña entre el trigo, y se fue.»
2.El trabajo del diablo es sembrar cizaña entre los hijos de Dios. Cuando los
ve dormidos es entonces que se decide a trabajar.
3.Algunas cizañas que el diablo siembra en el campo de muchas
congregaciones son:
La cizaña del chisme. ¿Por qué habrá tanto chisme en las congregaciones?
¿Por qué el chisme es tan difícil de ser erradicado de la comunidad de los
santos? Porque mientras el diablo siga libre, la infección del chisme
continuará haciendo estragos.
La cizaña de la envidia. Muchos creyentes dejan que el diablo les siembre
todos los días mientras están dormidos espiritualmente la cizaña de la
envidia. Por ser vagos y perezosos, su hermano sigue creciendo y llega a
ocupar puestos de renombre. Esto los encoleriza a ellos y en su envidia se
transforman en Saúles para su hermano.

VI. La siega y los segadores –«La siega es el fin del siglo; y los
segadores son los
ángeles» (v. 39).
1.Aunque la cizaña ha crecido con el trigo, en el tiempo final ambos serán
separados. El trigo será guardado y la cizaña será quemada (vv. 40-43).
2.El mal no prevalecerá hasta el final. El Hijo del Hombre sabe quién es trigo
y quién es cizaña. Los creyentes falsos, hipócritas, que juegan a la iglesia,
un día serán separados de la verdadera iglesia que es santa, sin mancha y
transparente. En el traslado de la iglesia el trigo se separará de la cizaña
(1ª Tesalonicenses 4:15-18). En la revelación el Señor Jesucristo también
separará el trigo de la cizaña (Mateo 25:31-45). En el juicio del gran trono
blanco vemos al trigo separado de la cizaña (Apocalipsis 20:11-15).

CONCLUSIÓN: Será inevitable que el diablo siembre la cizaña cerca


del trigo.
Pero mantengámonos despiertos para que no la siembre en nuestros
corazones y
ministerios.
DIOS LEA BENDIGA ESPERANDO LE SEA DE BENDICIONE.
AT: PASTOR, MARLON ANTONIO DIAZ AGUILAR.

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