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TOUCHARD-LAFOSSE

presentarse. El príncipe partió por la posta camino de Polonia,


pero como existe un partido, aunque débil, que se opone a su
nombramiento y en cuyo poder podía caer, se engañó a esos
polacos haciéndoles creer que una escuadra que se hizo a la
mar en Brest llevaba a bordo al pretendiente y le proporciona
ría defensores en caso de necesidad. Esta noticia, verdadera
baladronada política, produjo el triste efecto de elevar a trein
ta mil los soldados que se encuentran en Polonia para sostener
la elección del duque de Sajonia, hijo del rey difunto.
Cuando todos esperaban ver llegar al suegro del rey de
Francia a la cabeza de un ejército formidable lo cual no hu
biese sido más que un acto de reciprocidad frente a las me
didas adoptadas por Rusia- Su Majestad entró de incógnito
en su reino, acompañado de un solo hombre de confianza. Al
llegar a Varsovia en el momento en que los rusos vigilaban su
posible desembarco en las costas del Báltico, fue elegido por
segunda vez rey de Polonia por la casi totalidad de los sufra
gios. Los miembros de la Dieta que le negaron sus votos se
retiraron a cierta distancia del lugar de la asamblea. Todos
aconsejaban al monarca que marchase contra ellos sin pérdida
de tiempo y les obligara, con las armas en la mano, a reconocer
el soberano que la Dieta acababa de elegir legalmente.
- No respondió el príncipe, siempre indulgente- no
quiero teñir con la sangre de mis vasallos la corona que me
entregan.

Estos sentimientos heroicos pueden merecer la admiración


de los hombres, pero rara vez conducen a la conquista del po
der. Pocos días después de la elección, los disidentes, sosteni
dos por un fuerte destacamento ruso, penetraron en Varsovia
y la Dieta se dispersó ante ellos. Estanislao, forzado a huir
precipitadamente, abandonó su palacio al amparo de las tinie
blas de la noche y corrió a encerrarse en Dantzig con un puña
do de partidarios.
Entretanto el general de las tropas moscovitas, de acuer
do con el emperador Carlos VI, convocó una nueva asamblea
en Praga, donde el elector de Sajonia fue elegido rey de Polo
nia con el nombre de Augusto III. Mientras esta elección ilegal

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