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CENTRO DE INVESTIGACIÓN EN
ESTUDIOS DE GÉNERO Y EQUIDAD
Universidad Autónoma del Estado de México
Facultad de Ciencias Políticas y Sociales
Centro de Investigación en
Ciencias Sociales y Humanidades
Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
Graciela Vélez Bautista ... [et.al.]; coordinado por Graciela Vélez Bautista y Norma
Baca Tavira.
1a ed. - Buenos Aires : Mnemosyne, 2011.
306 p. ; 16x23 cm. - (Investigación y tesis; 13)
ISBN 978-987-26116-8-2
Introducción 11
Norma Baca
PRIMERA PARTE
Política e institucionalidad. Prácticas y discursos
en organizaciones públicas 17
SEGUNDA PARTE
Diversidad e identidades de las relaciones de género 95
TERCERA PARTE
Cuidados, cuerpo y sexualidad 219
7
8
El propósito fundamental de la obra Relaciones de género en transformación.
Estudios en diversos ámbitos sociales, es reconocer y difundir la investigación
con perspectiva de género en la Universidad Autónoma del Estado de México
(UAEMéx), considerando en dicho reconocimiento la participación de dos
Universidades externas: la Universidad Jaume I de Castellón, España y el Instituto
de Investigaciones Gino Germani de la Universidad de Buenos Aires, Argentina;
instituciones con las que se ha constituido una red académica que involucra
distintas actividades entre ellas la publicación de resultados de investigación.
El Centro de Investigación en Estudios de Género y Equidad, a través del
Cuerpo Académico Género y Desigualdades agradece a la Secretaría de
Educación Pública1 el apoyo para la publicación de esta obra, pero sobre todo,
el interés por incorporar la perspectiva de género en las instituciones de
educación superior.
Los capítulos que conforman la obra que se presenta son el resultado del
Primer Coloquio de Investigación. La perspectiva de género en la UAEMéx,
cuyo propósito central ha sido reunir a estudiosos y estudiosas de distintas
problemáticas en todas las áreas del conocimiento de la Universidad
Autónoma del Estado de México que consideren la perspectiva de género
como eje de análisis de sus investigaciones. Tal acción, sin duda enriquece el
desarrollo de los proyectos en vigencia y estimula propuestas de investigación
con perspectiva de género, en diferentes Cuerpos Académicos y en proyectos
de tesis de grado y postgrado. Asimismo responde a una demanda social
que requiere información sobre la igualdad de oportunidades para mujeres
y hombres en los distintos ámbitos de desarrollo. Al mismo tiempo, propicia
el debate y la reflexión colectiva de la comunidad académica sobre una
temática que requiere del análisis profundo para generar conocimientos que
impacten el desarrollo social con equidad de género.
1
Proyecto de investigación SEP número 2009-2007-00-4105-P6: La construcción de la igualdad de
género en la UAEM: diagnóstico y acciones.
9
La obra está organizada en tres grandes temas que comprenden los distintos
capítulos con el fin de explicar las consabidas desigualdades entre los géneros, así
como para comprender sus causas y en muchos casos la propuesta modificatoria
que permitiría avanzar en la búsqueda de cambios desde la estructura del
sistema social hasta las actitudes, el lenguaje y las relaciones de poder entre los
géneros, para posibilitar el desarrollo equitativo de mujeres y hombres tanto en
sociedades latinoamericanas como iberoamericanas.
El Centro de Investigación en Estudios de Género y Equidad de la UAEMéx, ha
compilado esta obra, como acción afirmativa dentro de la política educativa con
perspectiva de género no sólo para beneficio de la comunidad científica, sino
en aras de difundir tanto a nivel nacional como internacional la emergencia de
encontrar nuevos caminos que faciliten el tránsito de sociedades desigualitarias
a sociedades más democráticas que propicien las condiciones para mejorar la
vida de las mujeres no como beneficio exclusivo para ellas, sino como avance en
la senda del desarrollo humano.
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INTRODUCCIÓN
Norma Baca
11
12
El género, como categoría social, es una de las contribuciones teóricas más
significativas del feminismo contemporáneo. Como se sabe, lo femenino y lo
masculino se conforman a partir de una relación mutua, cultural e histórica.
Pero, la construcción de género no es simplemente algo que le sucede a mujeres
y hombres sino que el género es una construcción que hombres y mujeres
reproducimos dentro de las poderosas imposiciones del sistema sexo/género
vigente: el patriarcado.
Varones y mujeres coexisten en un mundo de relaciones donde lo masculino
y lo femenino están referidos recíprocamente. Pero ello no quiere decir que
las relaciones de género se presenten en lo institucional, en lo material y en lo
simbólico, de forma integrada y armoniosa, todo lo contrario, las relaciones de
género están marcadas por realidades específicas de asimetrías y desigualdades.
En ese sentido, el género, como categoría analítica ha favorecido las explicaciones
respecto de las desigualdades sociales entre varones y mujeres. La publicación del
presente libro, significa para nosotras abonar al fortalecimiento de los “estudios
de género” como el segmento de la producción de conocimientos que se han
ocupado de ese ámbito de la experiencia humana. El libro Relaciones de género
en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales incluye tres secciones
temáticas que en cierto modo asumen no sólo el panorama de cambios en las
relaciones de género sino también identifican determinadas características en el
contexto social que están apuntando a un proceso de nuevas formas en dichas
relaciones de género.
La primera parte: Política e institucionalidad. Prácticas y discursos en
organizaciones públicas, la integran cuatro capítulos. Gloria J. Guadarrama
Sánchez, explora la forma en que se ha institucionalizado la perspectiva de
género en las políticas públicas de los municipios del estado de México. En
su interesante trabajo, la investigadora de El Colegio Mexiquense, identifica
las capacidades y limitaciones de la organización administrativa municipal
mexiquense. En el mismo sentido, el capítulo “Elementos para analizar la agenda
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legislativa desde una perspectiva de género”, María del Rosario Varela y Gloria
Guadarrama indagan sobre la representación política de las mujeres, para ello
analizan la construcción de la agenda de género a partir de la presencia de las
mujeres en el poder legislativo en el estado de Coahuila. El capítulo de Graciela
Vélez Bautista y de Norma Baca, analiza la relación democracia, género y ciencia
en el espacio educativo a partir de registros administrativos de la Universidad
Autónoma del Estado de México (UAEMéx). Este ejercicio permite identificar los
espacios feminizados y/o masculinizados en dicha institución y mostrar cómo
la trayectoria de investigación presenta desigualdades de género. El trabajo
de Ramiro Medrano González parte de cuestionarse sobre la importancia que
las trayectorias políticas de las mujeres pudieran tener en la definición de
candidaturas a cargos de elección popular y sobre cómo afecta la competencia
electoral en la construcción de candidaturas de mujeres, sobre la base de tales
cuestionamientos, el profesor-investigador de la Facultad de Ciencias Políticas
y Sociales de la UAEMéx, explora cómo el Partido Revolucionario Institucional
(PRI) en el estado de México, durante el proceso electoral el año 2009, modificó
los criterios de selección de candidatos, especialmente en municipios con alta
competitividad electoral.
La segunda parte: Diversidad e identidades de las relaciones de género,
está integrada por seis capítulos. El trabajo de Mercedes Alcañiz, expone,
desde un punto de vista histórico, el proceso de formación del corpus
teórico de los estudios feministas y de género, asimismo la autora sintetiza
el proceso de acción de los movimientos feministas y recupera los principales
elementos político-jurídicos que contribuyeron a la inclusión de la equidad de
género en la agenda internacional de desarrollo. El sexto capítulo aborda el
tema de la movilidad espacial de la población y el proceso de cambios que
los sujetos y sus familias enfrentan, el texto que aquí nos presenta Susana
Masseroni se titula “Migraciones internacionales. Identidades y relaciones
de género. Exsoviéticos en la Argentina actual” y aborda la vinculación que
guarda la permanente construcción de la identidad con la construcción social
del orden de género, en nuevos contextos. La identidad de género es el tema
central del trabajo de Martha Rosas Vilchis, en este caso, la investigadora
de la Facultad de Arquitectura y Diseño de la UAEMéx, estudia a un grupo
étnico y nos presenta un análisis de los aspectos que hoy en día prevalecen
en la concepción de la arquitectura moderna de una población otomí y del
papel central que las mujeres de este pueblo tienen en la preservación de los
elementos identitarios del mismo. El texto que presentamos Norma Baca y
Graciela Vélez Bautista indaga en la reproducción y permanencia de patrones
14
particulares de dominación de lo masculino sobre lo femenino o en su caso,
en las transformaciones de las desiguales relaciones de género predominantes
en nuestras sociedades; en esta ocasión abordamos el tema a partir de las
percepciones que jóvenes universitarios tienen sobre las relaciones de género.
En la misma línea de investigación sobre las representaciones culturales y la
forma en que los individuos se apropian de ellas está el trabajo “Bajo condena:
mujer, culpa y autonomía” en el que Velvet Romero García plantea que la
culpa se inserta en la subjetividad de las mujeres debido al incumplimiento y/o
trasgresión de las normas sociales que se establecen especialmente para ellas.
La sección cierra con el capítulo “Construcción de identidad colectiva de género
en mujeres zapatistas” donde José María Aranda Sánchez, profesor-investigador
del Instituto de Estudios sobre la Universidad de la UAEMéx, da seguimiento
a la difícil trayectoria que mujeres que se han unido al Ejercito Zapatista de
Liberación Nacional (EZLN) han debido desarrollar en la construcción de una
identidad de género, el trabajo muestra que estas “mujeres indígenas han
logrado una representación definida y equitativa con respecto a los hombres y
en relación con el conjunto de las bases zapatistas”.
La tercera parte Cuidados, cuerpo y sexualidad, incluye el trabajo de Martha
Patricia Zarza Delgado, profesora de la Facultad de Arquitectura y Diseño de
la Universidad Autónoma del Estado de México, quien analiza cómo el cuerpo
y la sexualidad son medios simbólicos de especial relevancia para los jóvenes
universitarios en su necesidad de reafirmar o reforzar su identidad de género. Los
estudiantes que forman parte de este estudio pertenecen al nivel de pregrado
tanto de una universidad pública como de una privada. El siguiente capítulo “El
trabajo y la construcción de lo femenino: una visión desde lo travesti” de Gabriela
Quevedo Peralta, describe la experiencia de vida de travestis en la ciudad de
Villahermosa Tabasco y el impacto que la transgresión de los roles y estereotipos
de género provoca en la situación laboral de los sujetos que adoptan una imagen
y conductas tradicionalmente relacionadas con lo femenino en nuestra cultura. El
trabajo “Autocuidado de la diabetes mellitus tipo 2: una perspectiva de género”
de Patricia Cruz Bello e Ivonne Vizcarra, da a conocer factores no clínicos que
pueden considerarse diferenciales de género para desarrollar la diabetes. El
último capítulo lo elabora Ivonne Vizcarra Bordi, profesora-Investigadora del
Instituto en Ciencias Agropecuarias y Rurales de la Universidad Autónoma del
Estado de México, el cual tiene como objetivo explorar cómo las historias de vida
con perspectiva de género, “pueden ser un instrumento útil en el transitar de la
multi e interdisciplina para estudiar la construcción social de la realidad basada
en la vida cotidiana de hombres y mujeres […]”.
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Así cerramos este libro, habiendo querido mostrar, a través de los 14 trabajos
aquí incluídos, diversas problemáticas de distintos grupos sociales y en diferentes
contextos geográficos en las que la perspectiva de género es una herramienta de
análisis que nos permite identificar las diferencias entre hombres y mujeres para
establecer acciones tendientes a promover situaciones de equidad.
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La institucionalización de las políticas con perspectiva de género.../Guadarrama
PRIMERA PARTE
Política e institucionalidad. Prácticas y discursos
en organizaciones públicas
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Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
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La institucionalización de las políticas con perspectiva de género.../Guadarrama
Introducción
1
El desarrollo de la investigación sobre temas asociados al género y sobre sus características
puede ser analizado con una multiplicidad de criterios; los rubros que aquí son mencionados
están orientados a distinguir la posición que las mujeres ocupan como agentes o beneficiarias
de la intervención del Estado en distintos periodos. La primera etapa en la que las condiciones
desiguales de las mujeres adquieren visibilidad en la esfera social y política que tiene lugar en
la década de los ochenta. La segunda etapa corresponde a la gradual inclusión de las mujeres
en las concepciones contemporáneas del desarrollo socioeconómico de los países, que inicia
en la década de los noventa y se concreta en la formulación de indicadores que consideran la
condición de la mujer como componente importante del desarrollo; los indicadores integran,
tanto la satisfacción de las necesidades básicas, como la igualdad de oportunidades y la formación
de capacidades como aspectos sustantivos del desarrollo. Es el caso de los Índices de Desarrollo
Humano establecidos por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), adoptados por más de
cien países desde 1990 (ONU, 1998: 179).
* Profesora-Investigadora de El Colegio Mexiquense, A. C.
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Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
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La institucionalización de las políticas con perspectiva de género.../Guadarrama
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Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
centradas en los problemas de las mujeres, hacia una visión centrada en los
problemas del género, en la que se privilegia examinar la situación y condición
de las mujeres en el panorama social en relación con las otras estructuras de la
sociedad que las condicionan y determinan.
6
Inchaústegui y Ugalde (2006: 204) refieren que el concepto proviene de la Cuarta Conferencia
Internacional Sobre la Mujer realizada en Beijing en 1995; los términos son retomados en
diversos documentos y estudios sobre la mujer y el género; se puede afirmar que la definición es
compartida por los organismos y foros nacionales e internacionales que discuten y conceptúan las
intervenciones necesarias para atender los problemas de las mujeres.
De la conferencia derivó una plataforma de acción prescriptiva para los países que es seguida en
su cumplimiento por la Organización de las Naciones Unidas.
7
El consenso y compromiso de los países se expresó en los siguientes términos: “[...] Reconocemos
también que el crecimiento económico sostenido de base amplia en el contexto del desarrollo
sostenible es necesario para apoyar el desarrollo social y la justicia social. El éxito de la
plataforma de acción también requerirá una movilización adecuada de recursos a nivel nacional e
internacional y recursos nuevos y adicionales para países en desarrollo procedentes de todos los
mecanismos de financiación disponibles, incluidas las fuentes multilaterales, bilaterales y privadas
para el adelanto de la mujer; recursos financieros para fortalecer la capacidad de las instituciones
nacionales, regionales, subregionales e internacionales; el compromiso de lograr la igualdad de
derechos, igualdad de responsabilidades, así como la igualdad de participación de las mujeres
y los hombres en todos los órganos y procesos de determinación de políticas a nivel nacional,
regional e internacional; el establecimiento o fortalecimiento de mecanismos en todos los niveles
para rendir cuentas a las mujeres del mundo” (Declaración de la IV Conferencia Mundial sobre la
Mujer”, extracto).
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La institucionalización de las políticas con perspectiva de género.../Guadarrama
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La institucionalización de las políticas con perspectiva de género.../Guadarrama
1998). En una interpretación amplia, la noción path dependence captura la relevancia de las etapas
precedentes en los resultados posibles de una secuencia de eventos que ocurren con posterioridad
(Pierson, 2000). En el mismo sentido, los estudios realizados por Theda Skocpol (1999) sugieren
que cuando una institución está formándose o cuando una política da inicio, este hecho tendrá
consecuencias duraderas y determinantes sobre las políticas futuras (Skocpol, 1995).
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La muestra incluyó municipios con indicadores de rezago social muy bajo, bajo, medio, alto y
muy alto. Los municipios son: Coacalco de Berriozabal, Tlalnepantla de Baz, Atizapán de Zaragoza,
Naucalpan de Juárez, Toluca, Tultitlán, Ixtapaluca, Tecámac, Ecatepec de Morelos, Acolman,
Amecameca, Calimaya, Tenancingo, Otumba, Chiconcuac, Jocotitlán, Acambay, Sultepec y San
Felipe del Progreso.
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Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
presupuestos planteados por Cabin (1999), que nos advierten que para que
las organizaciones funcionen, las entidades deben ser relativamente durables,
presentar una cierta división de tareas y tener reglas de funcionamiento;
asimismo no se concibe la existencia de una organización sin el soporte de una
estructura de un cierto número de activos y un sistema de gestión y dirección.
Desde esos ángulos resulta claro que los organismos municipales de la mujer son
deficitarios. El déficit contribuye a que las acciones tengan un amplio margen de
discrecionalidad y sean ámbitos en los que se hace lo que es posible, o que las
acciones respondan a voluntades individuales e incluso ajenas a los marcos y
objetivos trazados por las políticas.
En el proceso de institucionalización se pueden notar, primero, los cambios
de rumbo en la política estatal en la materia; puesto que se constituyen como
institutos a seguir el modelo estatal del Instituto de la Mujer; después, al
cambiar ese organismo y ser sectorizado en desarrollo social, los organismos
municipales siguen el mismo camino y son sectorizados como institutos,
consejos u oficinas, en las direcciones de desarrollo social municipal. Es decir,
que la heterogeneidad en las figuras y también la relevancia de los organismos,
responde a los giros de la política y de la administración estatal en la materia,
que no han permitido que se ubiquen de manera definida en la estructura de los
gobiernos. En muchos casos los cambios han sido destructivos de los avances
alcanzados en la institucionalización de la perspectiva. En segundo lugar, se
advierte que esa diversidad no es intrascendente, puesto que en las formas
subyacen ventajas o desventajas para la autonomía y la suficiencia presupuestal
de los organismos. De ese modo, en el caso de los institutos, concebidos como
organismos descentralizados o desconcentrados, se encuentra una distorsión
entre el esquema original y las formas de su inserción actual en las estructuras
municipales.
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Cuadro 1. Resumen de indicadores
Tipos de organismos municipales de la mujer e indicadores de desarrollo municipal
IM IRS IDH IDG
Municipio Figura Dependencia
2005 2005 2005 2005
Consejo de la Dirección de -2.09787 -1.73468
Coacalco 0.9045 0.9006
Mujer Desarrollo Social (Muy bajo) (Muy bajo)
Dirección
Atizapán de Administración -1.79075 -1.50901
Municipal de la 0.8858 0.8814
Zaragoza Municipal (Muy bajo) (Muy bajo)
Mujer
Departamento
Dirección General -1.78496 -1.50019
Tlalnepantla de Apoyo a la 0.8854 0.8816
de Desarrollo Social (Muy bajo) (Muy bajo)
Mujer
Instituto de las
-1.68821 -1.37183
Naucalpan Mujeres N. D. 0.8754 0.8715
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(Muy bajo) (Muy bajo)
Naucalpenses
Dirección de la
Dirección de 0.24845 0.38519
Acambay Mujer 0.7066 0.6946
Desarrollo Social (Alto) (Medio)
Acambayense
Instituto
San Felipe del Administración 0.60343 0.99549
Sanfelipense de 0.6633 0.6422
Progreso Municipal (Alto) (Medio)
la Mujer
Consejo
Administración 0.78680 0.90155
Sultepec Municipal de la 0.6528 0.6311
Municipal (Alto) (Alto)
Mujer
La institucionalización de las políticas con perspectiva de género.../Guadarrama
Fuente: muestra de municipio con base en datos del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo-México (PNUD);
Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) y Consejo Nacional de Población (CONAPO).
(IM) Índice de Marginación; (ISR) Índice de Rezago Social; (IDH) Índice de Desarrollo Humano; (IDG) Índice de Desarrollo
Relativo al Género.
Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
90%
80%
70%
60%
50%
40%
30%
20%
10%
0%
San Felipe del…
Atizapán de…
Tecámac
Acambay
Amecameca
Tenancingo
Otumba
Acolman
Toluca
Calimaya
Ecatepec
Sultepec
Chiconcuac
Coacalco
Jocotitlán
Tultitlán
Naucalpan
Tlalnepantla
Ixtapaluca
Mujeres Hombres
17
En el municipio de Acambay se coordinan los programas de la mujer y los asuntos indígenas, en
Amecameca la dependencia tiene a su cargo los programas sociales, en otros municipios atienden
los programas de cultura, turismo, etcetera.
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La institucionalización de las políticas con perspectiva de género.../Guadarrama
Por lo que toca a la relación entre las formas constitutivas y la brecha de género
en la administración pública municipal, definida como “la proporción de mujeres
y hombres entre los miembros del Ayuntamiento (presidente municipal, síndicos
y regidores)”, los datos encontrados hasta el momento revelan que su mayor o
menor amplitud es independiente de las capacidades económicas y políticas de
los municipios, ya que municipios poderosos económica y políticamente, o con
mayores índices de desarrollo humano pueden presentar brechas muy amplias
de género.
Finalmente, la aproximación a una posible relación entre la forma de operar
y constituir los organismos municipales, con la filiación política de los gobiernos,
bajo el supuesto de identidad y subordinación con el partido gobernante en los
ámbitos federal y estatal, mostraría que una escasa asociación, hace perceptible
la poca importancia que se otorga a estas políticas, no obstante la relevancia
electoral de la población femenina.
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Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
Entre los aspectos que marcan la institucionalización del género, uno de los más
significativos se encuentra en el peso que tienen las reglas formales e informales
para la orientación y la instrumentación de las políticas con perspectiva de
género. En ese rubro, la intervención de los gobiernos de las entidades federativas
como responsables de la protección de los derechos de las mujeres, así como la
obligación y competencia para el establecimiento de políticas con perspectiva de
género, se sustentan en la Ley para la igualdad entre mujeres y hombres.
La legislación señala que para ese efecto corresponde a las y los titulares de
los gobiernos estatales y del Distrito Federal:
… crear y fortalecer los mecanismos institucionales de promoción y procuración
de la igualdad entre mujeres y hombres, mediante las instancias administrativas
que, se ocupen del adelanto de las mujeres en los estados y el Distrito Federal
(Fracción II, Artículo 15).
En el caso de los gobiernos municipales la ley establece que corresponde a
los municipios
implementar la política municipal en materia de igualdad entre mujeres y
hombres, en concordancia con las políticas nacional y locales correspondientes;
coadyuvar con el gobierno federal y con el gobierno de la entidad federativa
correspondiente, en la consolidación de los programas en materia de igualdad entre
mujeres y hombres; proponer al poder ejecutivo de la entidad correspondiente,
sus necesidades presupuestarias para la ejecución de los programas de igualdad;
diseñar, formular y aplicar campañas de concientización, así como programas
de desarrollo de acuerdo a la región, en las materias que esta Ley le confiere, y
fomentar la participación social, política y ciudadana dirigida a lograr la igualdad
entre mujeres y hombres, tanto en las áreas urbanas como en las rurales (Artículo 16).
Con relación a este punto, el examen realizado muestra que no obstante
que para la conformación de sus dependencias, los municipios mexiquenses
siguieron las normas nacionales e internacionales difundidas en el año 2000,
suscribiendo los convenios respectivos, las prácticas siguieron los caminos
tradicionales que no permitían modificar las formas de atender los problemas
de la población femenina. A modo de ejemplo, observamos que en 2006, 110
ayuntamientos suscribieron con el organismo estatal convenios para desarrollar
programas; acontecimiento que marca un punto de convergencia distinto a los
establecidos anteriormente, porque involucró compromisos de acción pública
que fortalecieran la perspectiva en los ámbitos municipales; con ello se pensaba
que era factible que en el mediano plazo se afirmara el carácter prescriptivo de
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La suscripción de los convenios por los gobiernos municipales se informó el 7 de marzo de 2008,
en la ceremonia conmemorativa del “Día internacional de la mujer” promovida por el gobierno
del estado de México. Los datos se reportan en “Seguimiento de Convenios vigentes celebrados
por el Consejo Estatal de la Mujer y Bienestar Social”, Relación de integración de los Consejos
Municipales, Subdirección Operativa, del Valle de Toluca, 2007.
19
Durante la década de los noventa diversos países implementaron las llamadas cartas de servicios,
cartas ciudadanas o cartas compromiso como prácticas dirigidas a que la administración pública
brinde respuestas oportunas a las demandas ciudadanas en asuntos específicos. En México la
carta de servicios se adopta en 2003 bajo la denominación de Carta Compromiso al Ciudadano
(CCC), cuyos objetivos son: definir, medir y comunicar los estándares de servicio de cada trámite,
dotar a la ciudadanía de un instrumento de transparencia y fortalecer la confianza y la credibilidad
en la administración pública.
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5%
Oficinas 12%
5%
0%
0%
Consejos
18%
24%
Institutos 18%
18%
Fuente: elaboración propia con datos del Instituto Electoral del Estado de México (IEEM), http://
www.ieem.org.mx, 29 de septiembre de 2009.
En la distancia entre las normas y las prácticas se observa que los municipios
pequeños carecen de programa, infraestructura y personal destinado
específicamente a instrumentar las políticas; el organismo no tiene una inserción
definida y clara en la estructura; quienes coordinan los programas tienen otros
encargos más importantes: son regidoras, directoras del DIF o cubren otras
funciones administrativas, en algunos de los municipios no se nombró en el
periodo 2007-2009, ninguna persona responsable del área.21 Eso significa que los
organismos y programas de las mujeres tengan, en muchos casos, una existencia
virtual, o que sus normas y programas sean realmente diferentes a lo que
20
Este acuerdo fue suscrito por el presidente de México Felipe Calderón Hinojosa el 8 de marzo de
2007 y tiene como propósito impulsar el cumplimiento de la legislación respectiva.
21
Es el caso, por ejemplo, de los municipios de Lerma, Ocoyoacac, Mexicaltzingo y Tenango del
Valle de la Delegación Regional de Toluca
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Documentos
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Elementos para analizar la agenda legislativa desde una.../Varela y Guadarrama
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Elementos para analizar la agenda legislativa desde una.../Varela y Guadarrama
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Conviene aclarar que los autores consideran como temas de equidad y género sólo los que fueron
turnados a la Comisión de Equidad y Género, lo que puede en un momento dado no expresar la
totalidad de las propuestas de género realizadas, ya que se deja fuera las que son turnadas a otras
comisiones (como la de la Comisión de la familia que sigue subsistiendo en algunos congresos
locales como en el de Durango).
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Elementos para analizar la agenda legislativa desde una.../Varela y Guadarrama
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También solicitaba que se exhortara a los ayuntamientos para que adoptaran esta medida,
además de considerar que el Congreso emitiera un pronunciamiento de repudio a los asesinatos
de mujeres en Cd. Juárez, Chihuahua y exigir a las autoridades federales, estatales y municipales,
su inmediata intervención para el derecho de la mujer a la vida. Asimismo, recomendaba a los
institutos estatal y municipales de la mujer llevar a cabo una campaña estatal de divulgación y
orientación para la defensa de los derechos de la mujer
6
Se refiere a la introducción de la cuota de género en el proceso de reforma electoral de 2002
en el estado de Coahuila. La Legislatura LVI –en curso en ese momento- había sido electa bajo el
principio de la cuota de género y de hecho había alcanzado el mayor número de mujeres (siete) en
el Congreso de Coahuila, incremento que sin embargo no se sostuvo en la LVII Legislatura donde
el número de mujeres se redujo a tres.
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8
Los artículos reservados en lo particular fueron el 233 ter. del Código civil; los artículos 266, 345
bis, 343 bis, 343 quater y 350 del Código penal; los artículo 265 y 265 bis, del código penal, este
último referido a la violación dentro del matrimonio. Ver Barbieri (2003:213).
9
Para una mejor comprensión del proceso legislativo de esta cuestión ver la investigación de
Barbieri (2003), de donde son retomados los datos.
50
Elementos para analizar la agenda legislativa desde una.../Varela y Guadarrama
51
Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
Con motivo del nuevo modelo económico neoliberal que nos aqueja del ‘82 (en
adelante), poco a poco algunas capas sociales, las que tienen mejor resuelta
su situación económica, algunos sectores, los que tienen mejores condiciones
para decidir y para influir a través de los medios en la sociedad, como los
empresarios, los comerciantes, los profesionistas, a partir de ahí esos sectores
han estado incidiendo en las legislaturas de los estados, en el Congreso de la
Unión, en el ente social en su conjunto, para que se priorice la sanción, para que
se priorice el cuidar a la víctima, para que se priorice la reparación del daño y no
la reforma del individuo en la sociedad (…). Si el modelo económico neoliberal
nos lleva al dominio de una capa de los que tienen todo sobre los demás, nos
tiene que llevar de la mano a cambiar nuestras leyes, a cambiar sobre todo las
leyes penales, y ahora todos adolecemos de penalitis, todos queremos meter
a la cárcel a todos, si alguien pinta una pared hay que meterlo a la cárcel, los
grafitis tiene que ir a la cárcel. ¿Por qué? porque lo dicen los concanacos y las
concaminas y las canacintras11 y bueno, hay que elevar la pena de todos los
delitos. Si hay un atentado de pudor, llevarlo de cuatro a ocho años; si hay un
equiparamiento a la violación, de ocho a 16; si hay violación, de 16 a 24; si
hay homicidio simple, de 24 a 32, si hay un homicidio calificado, de 32 a 40;
si hay secuestro, de 40 a 50; y si hay esto otro, la pena de muerte, ahí es a
donde quiere llegar (…) el modelo neoliberal…por eso, creo que debemos de
estar muy atentos a todas las iniciativas, estamos de acuerdo en que se castigue
esta clase de ilícitos, pero queremos destacar que ya están castigados y están
castigados severamente, si hay que castigar estos ilícitos más aún, hagámoslo,
pero siempre viendo en su conjunto la legislación penal y viendo en su conjunto
a la sociedad mexicana[…] (Sesión del 4 de junio de 2002, Diario de Debates LV
Legislatura).
Posterior a la intervención del diputado Jiménez12 fue notable la defensa que
hicieron las diputadas mujeres a la propuesta:
Intervención de la diputada Élida Bautista, del Partido Acción Nacional (PAN)
(quien fungía en ese momento como presidenta de la mesa directiva)
[…] la iniciativa de reforma al Código penal presentada por la diputada Violeta
Dávila Salinas nos parece llega en un momento oportuno en el que se contempla la
ampliación de las penas en aquellos delitos en contra de la libertad o la seguridad
sexual, principalmente tratándose de menores o incapaces[…].
Intervención de la diputada Hilaria Corpus, del PVEM:
…en primer lugar quiero decir que a mi fracción (PVEM) nos parece de lo más
importante la propuesta de reforma que se propone para el Código penal (…)
11
Alude a organizaciones empresariales como la Cámara Nacional de la Transformación, la Cámara
Nacional de Comercio, entre otras.
12
La oposición del diputado Jiménez a las propuestas de género de las diputadas fue sistemática
durante toda la legislatura, atendiendo más bien a criterios de identidad de género subyacentes a
su posición como partido de opositor (en este caso al PRI).
52
Elementos para analizar la agenda legislativa desde una.../Varela y Guadarrama
toda vez que desde la tribuna hemos estado impulsando iniciativas que eliminen
en nuestro marco legal toda forma de discriminación hacia las mujeres y hacia
los menores….
Intervención de la diputada Roxana Cuevas del PRI (Presidenta de la Comisión
de Equidad y Género):
…la violencia sexual (…) que mas daña la integridad física, psíquica y la libertad
sexual constituye una violación a los derechos humanos fundamentales, el
fenómeno de victimización de las menores y de los menores ha tenido una
exteriorización silente e inadvertida, a veces se oculta ante actitudes amenazantes
de los victimarios, que generalmente tienen con ellos línea de parentesco, de ahí
la importancia no solo de elevar la sanción que se propone en estas reformas,
sino lograr cambios de fondo en el Código penal y en el de Procedimientos
correspondientes…
Resalta que ningún diputado hombre del PRI hubiera intervenido a favor de la
iniciativa aún cuando ésta se había hecho a nombre de ese grupo parlamentario
(lo que pudo haber obedecido más a una estrategia de las mujeres para dar solidez
a la propuesta). En la tabla 3 se puede advertir el sentido de las intervenciones
de los representantes en relación a la identidad de partido y de género.
Tabla 3. Intervenciones a favor y en contra de la iniciativa para
reformar el código Penal de Coahuila en materia de estupro y violación
Identidades de género y partido
Ponente En contra A favor
Roxana Cuevas PRI
Violeta Dávila PRI Roberto Jiménez PRD Hilaria Corpus PVEM
Élida Bautista PAN
Resultado: fue turnada a las Comisiones Unidas de Gobernación y Puntos
Constitucionales y Justicia (presididas por hombres). No fue dictaminada.
53
Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
Otro recurso de las diputadas son las “voces autorizadas” representadas por
el presidente de la república, el Ejecutivo estatal, el presidente de la junta de
gobierno del congreso o alguna otra personalidad con jerarquía y presencia
política suficiente. Estas voces fungen como portavoces de las iniciativas de las
diputadas y como dispositivos de desarticulación del “veto masculino”.13 En el
13
Barbieri (2003) refiere cómo en la LVII Legislatura federal las diputadas recurrieron a la figura
presidencial para que introdujera la iniciativa que penalizaba la violación conyugal. En nuestra
investigación en el Congreso de Coahuila advertí situaciones en las que las diputadas ceden la
54
Elementos para analizar la agenda legislativa desde una.../Varela y Guadarrama
lectura de sus propuestas a los diputados hombres, preferentemente los coordinadores de los
grupos parlamentarios, o bien, solicitan la opinión de instancias facultadas en el tema.
55
Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
56
Elementos para analizar la agenda legislativa desde una.../Varela y Guadarrama
14
De hecho, salvo la intervención referida, la diputada Samperio no tuvo participación en la agenda
de género, no planteó ninguna iniciativa al respecto y tampoco hizo algún pronunciamiento
(incluso, no estaba incorporada a la Comisión de Equidad y Género).
15
Desde su posición de partido, en esta parte, la diputada Samperio parece rechazar más un estilo
en la representación sustantiva de género que la misma representación de género. La intervención
de la diputada Granillo Vázquez también se encamina a cuestionar el estilo o formas de representar
las problemática de género.
57
Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
(también del PRD) y mía, que no hay problema, que discutamos como mujeres
lo que tenemos que definir y si hay necesidad de elevar una serie de puntos a
la agenda binacional que tengan perspectiva de género, lo hagamos(…) (Sesión
del 9 de noviembre de 2004, Diario de Debates LVI Legislatura, del Congreso del
estado de Coahuila).
Como se puede advertir, las identidades organizacionales desde las que
las diputadas realizaron sus intervenciones fueron desde su posición como
representantes políticas, como militantes de un partido político, su pertenencia
a ciertas comisiones y desde su identidad de género, espacios todos ellos
autorizados que les permiten hablar desde su papel de representantes y de
manera paralela desde su condición de mujeres.
No obstante sobresale la autorización que la identidad de género les brinda
a las diputadas para intervenir en las cuestiones relativas a esta problemática
—aún cuando no estén incorporadas a la Comisión de Equidad y Género. Así,
en la intervención de la diputada Karla Samperio se advierte el propósito de
revertir una situación en la que estaba viéndose rebasada no tanto desde su
posición como miembro de un partido político —pues finalmente su partido,
el PAN, estaba representado en la Comisión de Equidad y Género a través de la
diputada María Eugenia Cázares, integrada a esta Comisión—, sino como única
integrante mujer de la Comisión de Asuntos Fronterizos , y como única partícipe
mujer en la delegación de legisladores a la Conferencia legislativa fronteriza.
Por ello reclamó estar incluida entre las personas que habrían de entregar la
resolución del Congreso:
(…) creo que los hombres miembros de la Comisión de Asuntos Fronterizos,
incluso su servidora, puede llevar estas propuestas que se discutan al interior
del Congreso en las comisiones unidas de equidad y género y asuntos fronterizos
(…), no entiendo por qué solamente las mujeres pueden ser portavoces de las
mujeres, eso es en lo que estoy en contra (Sesión del 9 de noviembre de 2004,
Diario de debates LVI Legislatura, del Congreso del estado de Coahuila).
Lo anterior lleva a preguntar ¿En qué circunstancias la identidad de género
se torna importante para cohesionar los intereses de las y los representantes
políticos? ¿En qué circunstancias tienen más peso las identidades organizacionales
u otro tipo de adhesión identitaria? Estas preguntas hacen necesario ubicar
en una lógica situacional las interacciones en las que se produce la agenda de
género, lo que conlleva ubicar las distintas posiciones que ocupan las mujeres y
los hombres en la estructura de los congresos, pues son esas posiciones desde
las que se realiza la actividad de la representación política y desde donde se
despliega determinada influencia en el proceso legislativo.
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Elementos para analizar la agenda legislativa desde una.../Varela y Guadarrama
Conclusiones
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Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
Bibliografía
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Documentos oficiales
Páginas electrónicas
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La política educativa con perspectiva de género en las IES: caso UAEMéx/Vélez y Baca
Introducción
2
Ampliar información en Vélez (2008).
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Gráfica 1
Personal académico de la Facultad de Ingeniería, por sexo ,2008
30%
70%
%H %M
Gráfica 2
Personal Académico de la Facultad de Enfermería, por sexo, 2008
11%
89%
%H %M
66
La política educativa con perspectiva de género en las IES: caso UAEMéx/Vélez y Baca
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Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
100%
90%
80% 32% 35% 36%
70%
60%
50%
40%
30% 68% 65% 64%
20%
10%
0%
2008 2009 2010
%H %M
68
La política educativa con perspectiva de género en las IES: caso UAEMéx/Vélez y Baca
Tal vez esta sea una de las causas fundamentales de la menor dedicación
de las mujeres a la investigación, en tanto que de ellas también se espera
dedicación de tiempo completo a su familia aún cuando no tengan hijos/as, ya
que los trabajos de cuidado son socialmente asignados a las mujeres.
Las gráficas 3 y 4 muestran el avance de investigadores/as, en los tres niveles
del SNI de 2008 a 2010, si comparamos el avance de las mujeres y de los hombres
en los tres niveles es posible notar cómo en el caso de los primeros el avance
es más rápido, por ejemplo en 2010 en el nivel I la frecuencia de los hombres
se mantiene en un ascenso continuo y rápido, en tanto el de las mujeres se da,
pero más lento.
Gráfica 4. Profesorado de la UAEM miembros del SNI por año, nivel y sexo
120
100
80
Frecuencia
60
40
20
0
2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010
Año
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Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
Gráfica 5
Participación en el SNI 2008-2010, por sexo, UAEM
100%
90% 18% 20% 19%
31% 34% 36% 36% 38% 37%
80%
70%
60%
50%
40% 82% 80% 81%
69% 66% 64% 64% 62% 63%
30%
20%
10%
0%
C I II C I II C I II
70
La política educativa con perspectiva de género en las IES: caso UAEMéx/Vélez y Baca
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Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
72
La política educativa con perspectiva de género en las IES: caso UAEMéx/Vélez y Baca
Los Estados Partes adoptarán todas las medidas apropiadas para eliminar la
discriminación contra la mujer, a fin de asegurarle la igualdad de derechos con el
hombre en la esfera de la educación y en particular para asegurar, en condiciones
de igualdad entre hombres y mujeres (….)
La eliminación de todo concepto estereotipado de los papeles masculino y
femenino en todos los niveles y en todas las formas de enseñanza, mediante el
estímulo de la educación mixta y de otros tipos de educación que contribuyan
a lograr este objetivo y, en particular, mediante la modificación de los libros y
programas escolares y la adaptación de los métodos en enseñanza. Las mismas
oportunidades para la obtención de becas y otras subvenciones para cursar
estudios.
Las mismas oportunidades de acceso a los programas de educación
complementaria, incluidos los programas de alfabetización funcional y de adultos,
con miras en particular a reducir lo antes posible la diferencia de conocimientos
existentes entre el hombre y la mujer.
La reducción de la tasa de abandono femenino de los estudios y la organización
de programas para aquellas jóvenes y mujeres que hayan dejado los estudios.
Dentro de la normativa nacional se publicó la Ley para la Igualdad entre
Mujeres y Hombres (Diario oficial de la Federación, 2006) que hace referencia a
la igualdad de oportunidades y se dirige en un amplio sentido a la educación.
En febrero de 2007, se publicó la Ley General de Acceso de las Mujeres a una
Vida Libre de Violencia que respecto al ámbito educativo refiere:
Definir en las políticas educativas los principios de igualdad, equidad y no
discriminación entre mujeres y hombres, el respeto pleno a los derechos humanos
Federación (PEF) de 2008 para dar cumplimiento a la Ley General de Acceso de
las Mujeres a una Vida Libre de Violencia (LGAMVLV).
Este programa está relacionado con la eliminación de las brechas de género
en la educación. En su segundo informe trimestral alude al contenido del Reporte
Global de Género 2007 (The Global Gender Gap Report 2007) del Foro Económico
Mundial (FEM) en el cual se exponen las brechas globales de género en 2007.
Según este reporte, México se encuentra en el puesto 93, de 128 países
evaluados; el país obtuvo una calificación de 0.644 puntos, en una escala
en donde uno es la igualdad absoluta entre mujeres y hombres y cero es la
desigualdad total. De acuerdo al reporte citado, México observó un deterioro
frente a la calificación del reporte 2006, al caer diez posiciones entre un año y
otro.
El eje central del Programa de Investigación con Enfoque de Género lo
constituye la atención a la problemática de la violencia hacia las mujeres, entre
73
Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
74
La política educativa con perspectiva de género en las IES: caso UAEMéx/Vélez y Baca
4
http://www.exonline.com.mx/diario/noticia/dinero/economia/sueldo_por_genero,_aun_con_
brecha/156624 consultada el 29 de septiembre de 2008.
75
Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
Reflexión final
El estudio nos permite afirmar que una de las bases de la democracia en las
universidades es la democracia académica que otorga las mismas oportunidades
de desarrollo a las mujeres y a los hombres. De tal manera que siguiendo el principio
de igualdad es necesario promover la desfeminización y desmasculinización de
actividades, roles y papeles sexistas. Sin duda, uno de los símbolos identitarios
de mayor peso es el lenguaje que desvaloriza lo femenino cuando lo subsume en
términos masculinos, dando por sentado que así debe ser.
Por ello, aun cuando parezca poco importante, una de las tareas pendientes
es implementar un lenguaje no sexista en todas las instituciones públicas,
especialmente las educativas.
Este cambio de lenguaje que simboliza la igualdad debe aplicarse a títulos
profesionales, Leyes, Reglamentos, documentos oficiales y sobre todo
recomendar a quienes imparten docencia tener el cuidado de nombrar a los
géneros con equidad.
Puesto que como lo señala Arditi (2000), el lenguaje está marcando relaciones
de poder, específicamente entre lo masculino y femenino. Por otro lado, el
uso cotidiano y sexista marca la desigualdad entre los educandos, así como en
cualquier persona que lo escuche.
Los datos anteriores sugieren que si bien, ha habido considerables avances
para las mujeres en la ciencia, todavía es muy complejo alcanzar los niveles de
reconocimiento deseables para hablar de equidad. Algunos obstáculos que lo
impiden, se manifiestan si lo analizamos desde el ángulo del género a través del
que se puede ver la intervención de varios factores como el ciclo vital, la etapa
reproductiva en la que las mujeres se ocupan de criar y educar hijos, en tanto los
hombres pueden concentrarse en la investigación o la profesión.
Otro aspecto es considerar que detrás de una investigación destacada,
hay muchos años de disciplina y dedicación, esto es más difícil para las
mujeres que para los hombres, en función de las actividades domésticas y de
maternidad consideradas propias de ellas. Sin duda la subrepresentación de
las investigadoras en los niveles más altos del SNI está relacionada con esta
condición.
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La política educativa con perspectiva de género en las IES: caso UAEMéx/Vélez y Baca
Bibliografía
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Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
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Las candidatas del PRI en el estado de México: entre la trayectoria política.../Medrano
Introducción
79
Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
Algunos estudios (Panebianco, 1992; Katz y Mair, 1995) han enfocado sus
esfuerzos para examinar la organización interna como variable independiente,
es decir, conjeturar que las formas organizativas del partido pueden condicionar
fuertemente el proceso de selección de los candidatos, de tal manera que variables
como la trayectoria de los políticos o bien el procesos de democratización interna
se explican en parte por la vida interna del partido.
Ante estas posibilidades que se pueden traducir en líneas de investigación
sobre los partidos políticos y su proceso decisorio, en este trabajo exploramos
cómo ocurrió el proceso de selección de los candidatos a presidentes municipales
en el estado de México en la elección de julio de 2009. En particular seleccionamos
como unidad de observación a las candidatas mujeres dentro del PRI.
Debido que en general, las investigaciones inician con preguntas que se
ubican dentro del marco comunicativo de las comunidades académicas, nos
cuestionamos lo siguiente: ¿Importan las trayectorias políticas de las mujeres en
el proceso de selección de candidatos en el PRI del estado de México? ¿Cómo
afecta la competencia electoral en la definición de tales candidaturas? ¿Qué
explica el resultado? Estos cuestionamientos a su vez, expresan el interés del
investigador para dar sentido a sus esfuerzos exploratorios. Para responder a
tales preguntas diseñamos una base de datos que contiene información de los
candidatos del PRI en los 125 municipios que componen dicha entidad federativa
independientemente de si fueron ganadores o no en la contienda electoral; en
este caso nos interesó observar directamente los candidatos titulares y no los
suplentes. En términos prescriptivos, el Código electoral del estado de México
sugiere postular candidatos observando el porcentaje máximo (60 por ciento)
para un solo género. En la base de datos incluimos variables como edad, género,
escolaridad, partido en el gobierno 2006-2009, nivel de competencia electoral,
experiencia legislativa, cargos previos en los gobiernos municipal, estatal y
federal; todo ello en los últimos 15 años como consecuencia de la disponibilidad
de información.
De esta base de datos, seleccionamos las candidaturas de las 13 mujeres
candidatas a alcaldesas en un contexto donde el PRI presentó 125 planillas, es
decir, 10.4 por ciento de dichas candidaturas fueron para mujeres. De ellas, 10
ganaron la elección lo que representó 77 por ciento de éxito electoral, perdiendo
una elección en cada caso frente al Partido Acción Nacional (PAN), el Partido
de la Revolución Democrática (PRD) y el Partido del Trabajo (PT). En el caso de
los candidatos hombres priístas, de un total de 112 candidaturas, ganaron 87,
también 77 por ciento de éxito, perdiendo la elección en 25 casos, de los cuales
12 fueron frente al PAN, ocho contra el PRD, tres y dos frente al PT y Convergencia
respectivamente.
80
Las candidatas del PRI en el estado de México: entre la trayectoria política.../Medrano
El tema de las candidaturas a cargos de elección popular ha sido uno de los temas
recurrentes en la ciencia política contemporánea. Camp (1996) recuerda que el
reclutamiento político alcanzó sólidas bases teóricas hasta la década de 1980, lo
que permitió contar con consistentes categorías para explicar los procesos que
distinguen a las élites de organizaciones políticas de masas o bien de otro tipo.
El acceso a los cargos políticos y de la autoridad son dos categorías básicas del
reclutamiento de las élites y son esenciales porque pueden proveer igualdad de
oportunidades para la adquisición de poder o bien pueden limitar severamente
esa posibilidad en varias formas. La igualdad política no consiste en tener igual
poder, sino en tener igual acceso a posiciones de poder. Sin embargo, como lo
sostiene Camp (1996) es necesario examinar las características que adoptan las
intraélites. Esta idea pone en entredicho el supuesto de que sólo las estructuras
institucionales influyen en los procesos de selección de los candidatos que
compiten por la representación política.
Una parte del reclutamiento de las élites pasa por la revisión acerca de la
definición de candidaturas. Sin embargo, cuando hacemos la revisión nos
preguntamos ¿A quién debemos referirnos primordialmente? ¿A los líderes
partidistas, a sus órganos de gobierno, a las reglas electorales, a las bases
sociales de quienes aspiran a tales candidaturas? En esta última dimensión,
efectivamente los partidos son aquellos que tienen en la mayoría de las
democracias latinoamericanas el monopolio de la postulación de candidatos a
cargos de elección popular.
Ese proceso de reclutamiento es importante pues no sólo es el vehículo
por el cual los individuos ingresan al proceso político, sino que les permite
cumplir sus metas o bien dejarlos fuera en el contexto de los objetivos de sus
respectivas organizaciones. Para ello, en cierto tipo de partidos predominan las
81
Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
reglas formales pero en otros las informales. La respuesta no puede estar sólo
en identificar si aplica uno u otro caso, sino cómo cambian esos procesos y qué
significado tiene para los dirigentes partidistas, las militancias, los votantes y en
general para la democracia.
Desde la perspectiva temporal, como lo recuerda Camp (1996) al igual que
en la exploración de la socialización política, podemos estudiar el proceso
de reclutamiento en varias etapas. La distinción más importante es entre las
variables que facilitan el ingreso a una carrera política (reclutamiento inicial) y
las que favorecen el éxito en esa carrera (reclutamiento intermedio y final). En
esa lógica nos concentramos en la segunda, ya que todos aquellos que fueron
registrados ante el órgano electoral en calidad de candidatos, en general ya
habían desempeñado cargos en los ámbitos de gobierno, en el poder legislativo
o bien en su partido. Así, el reclutamiento de los candidatos a alcaldes puede ser
ubicado como reclutamiento intermedio.
En términos de características, también podemos identificar (Camp, 1996)
cuatro componentes esenciales para la formulación del reclutamiento político:
1) Los procesos que preseleccionan y canalizan (estructuras de preselección),
2) características que acentúan el potencial de un individuo para llegar a ser
político (variables de oportunidad), 3) individuos, instituciones y procesos
que determinan quienes son seleccionados (porteros del reclutamiento) y,
4) condiciones que afectan el ascenso de un individuo en el sistema político
(variables de promoción).
A partir de esa referencia, este trabajo de los candidatos a presidentes
municipales, particularmente en el caso de las candidatas priístas, se ubica
sobre todo en el cuarto componente, ya que son las variables de promoción las
que nos interesa explorar para saber cómo influyen. En particular suponemos
que son las variables “trayectoria política” y “competencia electoral” lo que nos
permite tener un nivel de comprensión aceptable y sostenible en esos procesos
políticos que viven los partidos políticos.
Una idea que predominó durante mucho tiempo en el caso del PRI fue que
los militantes que tenían aspiraciones de ser candidatos a cualquier cargo de
elección popular, sólo debían vincularse con un grupo en el poder para cumplir
sus propósitos; se necesitaba una actitud pragmática de esos políticos, dando
lealtad a la dirigencia del momento a fin de ascender en la escala política. Esa
idea parece que se ha modificado paulatinamente, pero no para ubicarse en el
polo opuesto, sino para incorporar nuevas variables que explican el éxito de esos
fines individuales en contextos organizacionales partidistas internos y externos.
82
Las candidatas del PRI en el estado de México: entre la trayectoria política.../Medrano
Katz y Mair (1995) han presentado una propuesta respecto del desarrollo de las
organizaciones partidistas en las democracias del siglo XX. A partir de la variable
“poder” han identificado tres caras de la organización partidista: a) el partido
como organización de afiliados, b) el partido como organización central y, c) el
partido en las instituciones públicas. En el primer caso se refiere a la capacidad
que tienen los militantes para incidir en las decisiones del partido ya sea con
relación a temas de la agenda interna o externa. En este tipo de organización,
las decisiones de los órganos de gobierno del partido tienen como referente sus
militantes ya que el origen del partido está relacionado directamente con el tipo
de bases sociales que le apoyan.
En el caso del partido como organización central, se refiere a la supremacía
que tienen los dirigentes formales del partido en el proceso decisorio. En este
caso, los líderes y los dirigentes formales tienden a ser los mismos aunque
históricamente no siempre ha sido así. Esta forma organizativa está representada
por los responsables o titulares de los órganos de gobierno partidista como las
juntas directivas, los consejos o asambleas, los comités nacionales o estatales.
Por su parte, en la tercera forma organizativa, el partido en las instituciones
públicas, se refiere a la capacidad o influencia de los gobernantes que orientan
o condicionan decisiones en el ámbito partidista. En este caso, nos referimos a
los gobernantes en los ámbitos nacional, estatal o municipal, así como los líderes
parlamentarios.
Cada una de esas tres formas organizativas coincide con uno de los modelos
de partidos experimentados históricamente. En general, la literatura reconoce
tres modelos de organización partidista: partido de élites, partido de masas y
partidos catch all (Michels, 2003; Duverger, 1998; Kirchheimer, 1966; Katz y Mair,
1995). Cada uno de ellos tiene vigencia y supremacía en momentos históricos
específicos.
Katz y Mair (1995) concluyen que existe un ascenso progresivo del partido de
las instituciones públicas y la hipotética “cartelización” de los partidos. Como sus
líderes son cada vez más autónomos de sus seguidores o militantes es inevitable
que sean reconocidos como muy lejanos de los intereses de la militancia.
Al privilegiar el partido en las instituciones, los partidos se han arriesgado a
ser vistos beneficiándose a sí mismos y, directa o indirectamente, empleando los
recursos del Estado para fortalecer sus propias posiciones en términos de subsidios,
recursos humanos, patronazgos, cargos en la administración pública, etcétera.
En muchos casos, el partido de los afiliados se ha debilitado, los partidos han
conseguido asegurarse su propia supervivencia como organizaciones invadiendo
83
Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
84
Las candidatas del PRI en el estado de México: entre la trayectoria política.../Medrano
2
En la sugerencia del Código electoral en el sentido de no más del 60 por ciento de candidaturas
para un sólo género, no hay distinción entre modalidades, es decir, si se refiere a propietarias y/o
suplentes, lo cual deliberadamente otorga a las dirigencias de los partidos un amplio margen de
decisión discrecional y negociación donde el tema de la “paridad de género” en las candidaturas
propietarias es una de las primeras víctimas.
85
Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
se pierde aún más ante los procedimientos específicos que adoptan los partidos
para configurar la representación política.
Hemos dicho que fueron 13 candidatas propietarias priístas a presidentas
municipales, las cuales representaron 10 por ciento de los 125 municipios, a
diferencia de las candidaturas suplentes donde fueron 30, representando 24 por
ciento. Esto nos remite al patrón que se repite, en general, las mujeres priístas
tienden a ocupar un mayor número de candidaturas suplentes pero no así en las
propietarias.3 Una idea central en este trabajo es que la trayectoria política de las
mujeres tiene un rol importante en ese proceso de construcción de candidaturas
porque los municipios donde se presentan tienden a guardar ciertas semejanzas
como el nivel de competencia electoral. Pero hay que precisar: no todas las
aspirantes que expresan públicamente sus deseos de competir llegan a obtener
la candidatura aunque tengan una trayectoria consistente y probada con los
objetivos de su partido. Pero en el caso de las 13 candidatas, se observa que
son políticas con experiencia, son profesionales y por lo tanto están lejos de la
improvisación.
Al hacer la revisión estadística encontramos que el promedio de edad de la
mujer priísta al ser nominada candidata fue 44 años; de las 13 candidatas la de
menor edad fue de 26 años y la de mayor edad de 68 años. Estos son datos,
aunque no distintos de los registrados en las candidaturas de hombres, si son un
referente para el actual estudio ya que para el candidato-hombre el promedio
de edad también fue de 44 años, pero el rango osciló entre 28 y 65 años. En
este caso la mujer candidata inicia con anterioridad sus aspiraciones políticas
pero también tarda más en obtener la nominación, es decir, en el caso de las
políticas priístas hay evidencia de que su trayectoria, desde el punto de vista de
la edad, contiene un rango más amplio que en los hombres. En el primer caso
dicho rango es de 42 años y en el hombre de 37 años.
Respecto de la escolaridad encontramos lo siguiente: en general, la mujer
priísta que obtiene la candidatura a presidenta municipal cuenta con mayores
niveles de estudios formales que los hombres. De las 13 candidaturas de
mujeres, 12 de ellas, esto es, 92 por ciento contaban con niveles de estudio
de licenciatura, el resto con estudios de nivel técnico de educación media
superior. En los hombres, en 75 casos, esto es, 67 por ciento registraron nivel
de licenciatura, el resto se distribuyó en educación secundaria, técnico medio
superior, bachillerato y posgrado. Las candidatas priístas no sólo construyen con
3
En la tradición de la sociología política, por ejemplo Robert Michels (1999) expresa su preocupación
en las formas en las cuales las instituciones colectivas subsumen y subordinan al individuo, es decir,
las formas en cómo los partidos y los sistemas de partidos están organizados y tienden a limitar la
construcción de alternativas. Nosotros lo aplicamos para el caso las mujeres en los partidos.
86
Las candidatas del PRI en el estado de México: entre la trayectoria política.../Medrano
87
Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
6
Esta variable es diferente de la que tratamos al principio de este apartado (tipo de empleo)
ya que aquí no nos interesa saber el trabajo que desempeñan al momento de ser postulados
como candidatos, sino la experiencia profesional estrictamente en el ámbito de gobierno durante
los últimos quince años. Este referente temporal, está determinado por la disponibilidad de
información pública sobre las trayectorias políticas de los candidatos.
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Las candidatas del PRI en el estado de México: entre la trayectoria política.../Medrano
estatal es de 31 por ciento y otro porcentaje similar con experiencia en los dos
ámbitos referidos. En total 85 por ciento de las candidatas en algún momento
de su vida profesional se han desempeñado en los gobiernos locales. Ninguna
registra algún cargo en el gobierno federal en los últimos 15 años. Esto demuestra
la consistencia en la construcción de trayectorias políticas de las candidatas a
nivel de lo local.
En el caso de los candidatos hombres la historia es un poco diferente.
Para empezar, 23 por ciento no cuenta con experiencia directa en cargos
gubernamentales. Pero de los que si tienen esa trayectoria, 38 por ciento ha
desempeñado funciones en el ámbito municipal, 14 por ciento en algún gobierno
estatal, 12 por ciento en ambos gobiernos, estatal y municipal; mientras que
nueve por ciento ha desempeñado funciones en los tres ámbitos de gobierno.
¿Cuántos de los candidatos a alcaldes ya habían sido legisladores? ¿En cuál
nivel, estatal o federal? En el caso de las candidatas, 62 por ciento no han sido
diputadas local o federal; pero del resto (38 por ciento) que sí cuentan con esa
trayectoria, 22 por ciento lo ha sido sólo en el Congreso local, ocho por ciento ha
sido diputadas locales y federal y otro porcentaje semejante lo ha sido sólo en
la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. En el caso de los candidatos
priístas, 86 por ciento no ha sido legislador; de ellos el nueve por ciento ha sido
representante en la Cámara de Diputados del estado de México, dos por ciento
diputado federal y el tres por ciento ha sido legislador en ambos casos, en el
local y federal.
Aunque los números no nos permiten hacer aseveraciones contundentes,
observamos que para ser candidata a la presidencia municipal, la mujer cuenta
con cierta trayectoria legislativa por lo menos en un tramo mayor que el
hombre; en el primer caso tres de cada 10 mujeres candidatas a alcaldesas ya
cuentan con esa experiencia; en los hombres, uno de cada 10. Esto refuerza la
idea de que detrás de la candidatura de la mujer hay un fuerte respaldo desde
el punto de vista de su trayectoria política. Este es un hecho que no se distingue
con claridad en el caso de aquellos que ya fueron presidentes municipales. En
este caso, sólo ocho por ciento de las 13 candidatas a presidentas municipales
priístas ya lo fueron, el resto, 92 por ciento no cuenta con esa experiencia en
su trayectoria política; en los candidatos priístas la historia no es totalmente
diferente, 13 por ciento ya fue alcalde por lo menos una vez, en tanto 87 por
ciento no lo ha sido.
Hasta aquí nos hemos referido a la trayectoria política de los candidatos y las
candidatas. Ahora nos referiremos al contexto electoral en que se presentaron
dichas candidaturas.
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Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
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Las candidatas del PRI en el estado de México: entre la trayectoria política.../Medrano
Conclusiones
91
Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
partido a nivel municipal tendría mayor apoyo para el éxito electoral. Estos dos
supuestos se ven confirmados para el caso de 10 de 13 candidatas a presidentas
municipales que compitieron en julio de 2009 en el estado de México.
Con la evidencia empírica podemos cuestionar el supuesto de que “reforma
institucional” y “cambio político” están relacionados o tienden a significar lo
mismo; por el contrario, las reformas a las reglas electorales pueden retrazar
el cambio de condiciones de diversas maneras (Brunnson y Olsen, 1997). Lo
podemos observar al referir que no obstante la disposición normativa en
el Código electoral en el sentido de no postular más de 60 por ciento de las
candidaturas para un género, lo cierto es que ha sido una reforma que no ha
promovido cambio en las relaciones de igualdad y equidad para la definición de
candidaturas y por lo tanto para el acceso al poder.
Las reformas a las reglas formales buscan difundir y reforzar la idea de que en
los militantes puede ocurrir el cambio en la definición de las candidaturas. Si las
reformas son débiles y no existe una base de apoyo que dé sustento al poder de
los reformadores, puede obstruirse el proceso de cambio activando la resistencia
a aquellos que se oponen. Es más fácil combinar la reforma y el cambio en áreas
no controvertidas ya que la problemática no polariza; incluso está presente el
riesgo de que los intentos de reformas sencillamente contribuyan a preservar
su situación.
Si los partidos políticos han implementado una serie de reformas en materia de
selección de candidatos, es plausible sostener que los cambios en esos procesos
políticos se explican no sólo por las reformas institucionales, particularmente
de las reglas internas, sino por las trayectorias políticas que han construido las
mujeres priístas en la etapa de competencia electoral.
Pero también las organizaciones partidistas y sus dirigentes interesados en
promover cambios en la configuración de las candidaturas evitan evaluar los
efectos de una reforma legal específica. Los motivos parecen claros: hacerlo
supone cuestionar la idea de concentración, distribución y reproducción del
poder en los partidos políticos.
Incluso la evidencia nos permite cuestionar el supuesto generalizado en el
sentido de que el éxito de una reforma es un acto conciente de los dirigentes
apoyados en un cálculo racional y de control social, es decir, suponer que los
cambios en las organizaciones partidistas sólo son el resultado de las reformas
y de la toma deliberada de decisiones. Es impensable que una reforma en el
proceso de selección de candidatos sea sostenible sin una base de apoyo amplia
que involucra a los aspirantes de tales candidaturas.
Aunque tengamos expresiones de partidos institucionalizados, podemos
decir que en el caso del PRI como partido fuertemente institucionalizado —a
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Las candidatas del PRI en el estado de México: entre la trayectoria política.../Medrano
Bibliografía
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Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
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Todo cambia, también las mujeres: discurso y práctica del feminismo/s/Alcañiz
SEGUNDA PARTE
Diversidad e identidades de las relaciones de género
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Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
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Todo cambia, también las mujeres: discurso y práctica del feminismo/s/Alcañiz
Mercedes Alcañiz*
Introducción
Decía el filósofo griego Heráclito que Todo cambia1, y nosotras añadimos que
también las mujeres. Este cambio se ha producido fundamentalmente a partir
de la segunda mitad del siglo XX pero se venía gestando desde el siglo XVIII, en
el contexto de la Ilustración y de la Revolución Francesa. En este proceso de
cambio han intervenido diversos acontecimientos que han conducido a que la
situación de las mujeres se haya modificado.
El texto que sigue a continuación no relata los cambios acaecidos “en” las
mujeres, sino que lo pretendido es exponer, desde un punto de vista histórico,
los discursos elaborados por las mujeres, los cuales, acorde con el principio de
reflexividad social2, han tenido posteriormente un efecto en el cambio de las
mujeres; así como las prácticas o las acciones realizadas por los agentes sociales
participantes en la producción de dicho cambio, como son los movimientos
sociales y las élites políticas como creadoras de normativas.
Por ello, lo estructuramos según dos ejes considerados centrales en el
proceso histórico de consecución de la equidad entre mujeres y hombres, de
cambio de la situación en última instancia: en primer lugar, haremos referencia
al discurso, a las aportaciones teóricas que se han realizado desde que se inició
el planteamiento sobre las relaciones desiguales entre mujeres y hombres hasta
la actualidad, hecho que nos mostrará los diferentes puntos de vista planteados
así como el proceso de formación del corpus teórico de los estudios feministas
y de género; en segundo lugar, tendremos en cuenta las actuaciones realizadas
por el movimiento social feminista como acción en el proceso de lucha para
1
La cita textual fue proporcionada por Platón: “Dice en alguna parte Heráclito que todo fluye y
nada permanece y asemejándose a la corriente de un río, dice que no podrás entrar dos veces en
el mismo río” (Alcañiz, 2009).
2
Anthony Giddens (Giddens, 1994) habla de reflexividad como la característica de la modernidad
por la cual “la mayoría de los aspectos de la actividad social y de las relaciones materiales
con la naturaleza están sometidos a revisión continua a la luz de nuevas informaciones o
conocimientos”.
* Profesora-Investigadora de la Universidad Jaume I de Castellón, España.
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Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
La reivindicación de la igualdad
Si hay una idea que, siguiendo a Sztompka (1995), se puede considerar una
fuerza histórica en los cambios sociales, es sin duda alguna la idea de igualdad.
Esta idea surgió con la Revolución Francesa y se constituyó en principio básico
de la nueva constitución revolucionaria, expresada en la Declaración de
Derechos del Hombre y del Ciudadano (1789) con la afirmación de “Todos los
hombres son iguales…..”; la idea de igualdad, esta vez universalizada, ha seguido
estando presente en la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948
y en sucesivas normativas que han ido eliminando las desigualdades entre los
individuos y los colectivos.
Esta idea, de gran impacto social, produjo cambios importantes en la sociedad
con respecto de los cuales las mujeres no podían permanecer al margen. En
los inicios de la elaboración teórica feminista y de las reivindicaciones sociales
feministas, lo que se demandaba por parte de las mujeres era la igualdad con
respecto de los hombres -una igualdad civil y política- en referencia a tener los
mismos derechos que los hombres (Alcañiz, 2003), incluido el derecho de votar
en las elecciones políticas. En definitiva, las primeras reivindicaciones de las
mujeres se dirigían a conseguir una “igualdad legal”.
Más tarde, ya conseguida la igualdad civil y política, las mujeres, en la década
de 1960 se dieron cuenta de que no bastaba la igualdad legal sino que había
que ir más allá, hasta conseguir una igualdad real, un cambio en el sistema de
géneros y en las relaciones entre los hombres y las mujeres.
De la igualdad legal…….
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Todo cambia, también las mujeres: discurso y práctica del feminismo/s/Alcañiz
la idea clásica de esta doctrina en referencia a que los individuos deberían ser
libres para desarrollar sus propios talentos y perseguir sus propios intereses.
Las feministas liberales aceptan la organización de la sociedad, si bien tratan de
conseguir los derechos y oportunidades para las mujeres. Apoyan la igualdad de
derechos y se oponen a los prejuicios y a la discriminación que obstaculizan las
aspiraciones de las mujeres.
En este contexto, las aportaciones teóricas feministas representadas
fundamentalmente por Mary Wollstencraft3 (1759-1797) y su conocida obra
“Vindicación de los derechos de la mujer” así como John Stuart Mill4, filósofo y
político inglés que solicitó por primera vez en el Parlamento inglés el derecho al
voto de las mujeres.
En la obra de Wollstonecraft se reivindica de forma explícita la igualdad entre
hombres y mujeres basada en la razón compartida por ambos sexos, criticando
abiertamente a Jean Jacques Rousseau por su misoginia en la educación de
Sofía (frente a la de Emilio) ya que es precisamente esta educación diferente
que reciben las niñas la que considera perjudicial para su futura participación en
la sociedad. No es, pues, el sexo lo que determina la inferioridad de las mujeres
sino la educación recibida por unos y otras. Esta autora cuestiona por primera
vez el orden establecido al plantear la desigualdad evidente entre hombres y
mujeres, de ahí su importancia en la contextualización del feminismo.
En el caso de Stuart Mill, aunque en su libro “Ensayos sobre la igualdad sexual”
(1869) hace referencia también al aspecto educativo como motivo esencial de
cambio de las mujeres5, incide por otra parte en la reivindicación del derecho al
voto como forma de participación plena de las mujeres en la sociedad siendo el
primer parlamentario inglés en plantearlo abiertamente.
El siglo XIX vio surgir, en el contexto de la naciente industrialización que
se estaba produciendo en el continente europeo, al movimiento obrero y a
los partidos políticos socialista y comunista, ambos con clara influencia de las
teorías marxistas y con repercusión evidente en la formación del denominado
feminismo socialista.
Las feministas socialistas6 consideran que las reformas defendidas por las
feministas liberales son exiguos, que no es suficiente con exigir la igualdad y
3
Realmente esta autora vivió en el siglo XVIII pero su influencia se dejó sentir en el siglo XIX.
4
Su mujer Harriet Taylor Mill colaboró con él de forma activa en la redacción de sus escritos pero
dada la invisibilidad de las mujeres en la época, el conocido fue él.
5
Refleja la influencia utilitarista de su padre al reclamar que la emancipación de las mujeres
supondría un incremento de la capacidad o competencia instrumental de la sociedad. El
apartamiento de las mujeres de la sociedad suponía, en definitiva, un desperdicio de talentos.
6
Las influencias fueron sobre todo de los saint-simonianos, los fourieristas y owenistas.
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Todo cambia, también las mujeres: discurso y práctica del feminismo/s/Alcañiz
El reconocimiento de la diferencia
Hacia los años setenta del pasado siglo, a la par que se publican los primeros
textos ubicados como posmodernos, denominados así porque cuestionaban
los principios iniciales de la modernidad, se produce una ruptura en el seno
del feminismo, el cual hasta ese momento había considerado el objetivo de la
7
Gayle Rubin fue la primera en introducir el término de género, como construcción cultural, para
diferenciarlo de sexo, como hecho biológico.
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o el desprecio de los derechos de la mujer son las únicas causas de los males
públicos y de la corrupción de los gobiernos, han resuelto exponer en una
declaración solemne, los derechos naturales, inalienables y sagrados de la mujer
[...] En consecuencia, el sexo superior tanto en belleza como en coraje, en los
sufrimientos maternos, reconoce y declara, en presencia y bajo los auspicios del
Ser Supremo, los Derechos siguientes de la Mujer y de la Ciudadana.
Al concluir la Segunda Guerra Mundial, muchos países concedieron finalmente
el voto a las mujeres si bien el acontecimiento más importante, y que cierra
esta primera etapa que se inició reivindicando la igualdad, fue la aprobación
por las recién creadas Naciones Unidas, de la Declaración Universal de Derechos
Humanos en 194813.
En este texto se consagra de forma explícita la igualdad en sentido amplio de
inclusión a todos los seres humanos, así como en lo que respecta a los sexos.
Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y,
dotados como están de dignidad y conciencia, deben comportarse fraternalmente
los unos con los otros (Art 1).
Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta
Declaración, sin distinción alguna de raza, color, idioma, religión, opinión política
[...] (Art 2.1).
Esta Declaración modificó toda la legislación de los países que la ratificaron
al tener que aplicar este principio de igualdad en todo el ordenamiento jurídico
vigente, desde el Código Civil al laboral y penal.
La igualdad se incluyó como objetivo en la agenda política internacional,
creándose para este fin la Comisión para la Situación Social de la Mujer en 1946
que acometió dos tareas trascendentales para el cambio hacia la igualdad: la
organización de la primera Conferencia Mundial sobre las Mujeres y la redacción
de la Convención para la eliminación de todas las formas de discriminación hacia
las mujeres (1979).
Esta Convención constituye el documento nuclear en la promulgación de
la igualdad entre hombres y mujeres en el ámbito internacional, incluye en su
preámbulo.
Recordando que la discriminación contra las mujeres viola los principios de
la igualdad de derechos y del respeto de la dignidad humana, que dificulta la
participación de la mujer en las mismas condiciones que el hombre, en la vida
política, social, económica y cultural de su país [...]
En el Artículo 5, se incluye por primera vez la responsabilidad de los Estados
para combatir esta discriminación mediante la modificación de los patrones
socio-culturales de conducta de hombres y mujeres.
13
Curiosamente, un siglo después de la Declaración de Sentimientos de Séneca Falls.
111
Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
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Conclusiones
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Bibliografia
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Migraciones internacionales, identidades y relaciones de género.../Masseroni
Susana Masseroni**
Introducción
Las migraciones constituyen para los sujetos y las familias procesos de cambios
muy significativos, entre otros aquellos relacionados con la reconfiguración de las
identidades y las relaciones de género. Los cambios ocurren independientemente
de los motivos por los cuales se haya dejado el país de origen, aunque éstos, las
formas adquiridas por el traslado y las características de la sociedad receptora
afectan la integración al nuevo medio social, y todo esto tendrá, a su vez,
consecuencias sobre el proceso de reconstrucción identitaria. Como es de esperar
la posibilidad o imposibilidad de inclusión social vía el acceso al mercado laboral
cumple un papel esencial para sentirse integrado logrando cierto sentimiento de
conformidad con la nueva vida.
Los intercambios generados en nuevos espacios de relación, implican
negociaciones de significados y de valores que emergen tanto en el ámbito
público como privado, acompañando la reconfiguración de la identidad. Y si bien
primero este proceso de incorporación de ideas, valores y patrones culturales
de la sociedad receptora se va dando individualmente, todo el grupo se verá
afectado.
Las diferencias sexuales son significativas socialmente y van afectando las
concepciones y modos de interacción entre hombres y mujeres (Masseroni y
Trillo, 2008). Tan importante es ese significado adquirido que ayuda a diferenciar
conjuntos de funciones y roles para cada sexo, otorgando ciertas características
a las relaciones entre ellos, a la vez que condicionan el orden de género que se
respeta en cada sociedad. Así, las identidades como el género son construcciones
sociales dinámicas que se forman y reproducen en el ámbito simbólico de la
cultura. La perspectiva teórica de género en los estudios sobre migraciones ha
permitido incorporar nuevas dimensiones en la investigación, entre otras la
* Este artículo es producto del análisis de entrevistas realizadas a migrantes en el desarrollo de los
Proyectos UBACYT S 616; S031 y S085, que he dirigido desde 2001 a la fecha. Los nombres que se
mencionan no corresponden a los verdaderos de los entrevistados.
** Investigadora del Instituto de Investigaciones Gino Germani de la Facultad de Ciencias Sociales
de la Universidad de Buenos Aires.
117
Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
1
Estos vínculos comprenden: a) vínculo espacial: abarca la relación entre distintas partes del
self, incluyendo el self corporal, y permite el contraste “self” y el “no-self”. Además refiere a una
imagen corporal como fenómeno social; b) vínculo temporal: implica las relaciones entre distintas
partes del “self” en el tiempo, estableciendo una continuidad entre ellas y generando así, la base
del sentimiento de mismidad; c) vínculo social: refiere a la connotación social de la identidad y
está determinado por aspectos del self y de los objetos mediante mecanismos de identificación y
aprendizaje (Grinberg & Grinberg, 1980).
2
Si bien va a depender de cada individuo, se requiere un proceso largo para estabilizar la identidad
nuevamente.
118
Migraciones internacionales, identidades y relaciones de género.../Masseroni
3
Proyectos: UBACYT S 616; S 031 y S 085, con la dirección de Susana Masseroni.
4
El corpus de material que se analiza está compuesto por 77 entrevistas realizadas en los tres
proyectos, pero sólo se citan algunos casos como modelo de la dimensión considerada.
5
Capital Federal y/o Conurbano, Salta, Bariloche, General Roca, Cipolletti y Neuquén.
119
Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
120
Migraciones internacionales, identidades y relaciones de género.../Masseroni
las bases de replanteos de los códigos que se manejan. Por esto el análisis de
las experiencias de integración social de los migrantes lleva a considerar las
consecuencias que ha tenido el traslado, para las familias en general y para
los distintos miembros en particular. Por ejemplo el efecto sobre los vínculos
conyugales, sobre el reparto de poder en las relaciones dentro de las familias6,
el reparto de roles7 y las maneras de evaluar y enfrentar las condiciones que la
nueva sociedad les ofrece, las obligaciones y educación de los hijos, las nuevas
miradas sobre sí mismos y las relaciones de pareja, etcétera.
Explorar las características de las relaciones de género en grupos migratorios
ayuda a entender las decisiones que se tomaron y se toman en las familias, entre
ellas la de emigrar, cuándo y cómo se migra, a qué lugar, quiénes lo hacen, por
supuesto pensando también en los motivos y determinantes de la migración y el
efecto sobre las experiencias vividas por los individuos.8
Enmarcados en las relaciones familiares, los relatos expresan experiencias
vinculadas con la educación, el trabajo y las tareas del hogar permitiendo
contrastar diferencias culturales entre los grupos en torno a la organización
familiar, y explorar las disposiciones de género procedentes de su cultura de
origen, observando qué cosas están naturalizadas e inamovibles y cuáles otras
han comenzado a cuestionarse y cambiarse a partir de las nuevas experiencias.
La selección de sucesos recordados y las evaluaciones derivan de “cierta
perspectiva epistemológica que los migrantes traen consigo” (Bron, 2000:
10) más los elementos que van incorporando en destino. Relacionadas con el
orden de género las redes migratorias con otros connacionales ó a través de
los lazos de solidaridad de las familias, muestran que la decisión de emigrar es
producto de negociaciones en las familias. Producto de relaciones asimétricas y
no siempre armónicas. Si bien hay algunos reparos en considerar a los hogares
y las familias como “unidades de cooperación” en todos los contextos culturales
(Zontini, 2005).
Hay tensiones de orden psicológico ya que la identidad de los migrantes,
en un principio, se ve debilitada porque los cambios son muchos, y ponen en
6
Orlandina de Oliveira ha señalado que en el seno de las unidades domésticas y de las familias,
las relaciones entre géneros y generaciones que las conforman, conllevan aspectos materiales,
afectivos y simbólicos los que resultan profundamente afectados por los cambios que ocasiona el
traslado. Las migraciones pueden generar conflictos y solidaridades que involucradas en distintos
grados de cohesión de los lazos familiares dan lugar a una mayor o menor continuidad a estos
grupos.
7
Hay cierto acuerdo en que la familia es una “fábrica de género” porque asigna trabajo como las
tareas del hogar y el cuidado de los hijos, reproduciendo las diferencias de género.
8
Hondageneu-Sotelo (1994) sostiene que las relaciones patriarcales de género en las comunidades
y las familias son las que producen ciertos modelos migratorios y de asentamiento de acuerdo a
las oportunidades y los condicionamientos estructurales.
121
Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
122
Migraciones internacionales, identidades y relaciones de género.../Masseroni
especiales a la igualdad de los sexos en todos los ámbitos de la vida. Pero los
resultados del proyecto, más que la liberación de la mujer de las cargas de la
familia, parecería haber buscado su utilización en la industria y simultáneamente
en la labor reproductiva. Las mujeres tenían igualdad legal, pero ésta se veía
afectada por la carga doméstica que nunca dejaron de sobrellevar.
Ya entre 1920 y 1930, diversas necesidades económicas y políticas hicieron
que el Estado soviético diera un vuelco en la política oficial hacia la conformación
familiar. En esos años se buscó la manera de aumentar la natalidad11, mostrando
los estrechos vínculos entre las políticas poblacionales y las necesidades del
gobierno (Hoffman, 2000). Se volvió a la consideración del modelo tradicional
de familia y a la noción esencial del “rol natural” de las mujeres como madres.
En la práctica los roles femeninos y masculinos en las familias permanecieron, lo
mismo que en el mundo público.
La familia se convirtió en un medio para aumentar la natalidad y fue también
necesaria para transmitir valores, como la aceptación de las normas impuestas
por el Estado. Hacia mediados del siglo XX ya no se temía que se inculcaran
valores conflictivos para la política del período, y se la considera un elemento
socializador en un modelo de sociedad no participativo. Como sostienen varios
investigadores (Fijes, 2009; Silverman, y Yanowitch, 2001), la sociedad “soviética”
estaba compuesta por una población conformista y apoyada en el concepto de
“movilización total” en la búsqueda del horizonte socialista. En este clima de
ideas, cada uno tenía un espacio y obligaciones, la vida soviética era sinónimo de
trabajo y disciplina. Hoy se recuerda que esta forma de organización generaba
sentimientos de orgullo por lo que se había alcanzado socialmente. Katy (rusa)
recuerda su niñez positivamente:
… digamos que de chica, yo me despertaba feliz, mirando en la ventana, el
Kremlin, que estaba a dos kilómetros, diciendo que yo vivo en capital federal del
país más poderoso de todo el mundo.
Lali reconstruye su experiencia adolescente con cierta añoranza, valorando
que “Era lindo crecer estando segura… sabiendo que puedo proyectar y se van
a cumplir mis sueños. Yo estaba orgullosa de vivir en el país que vivía.” En las
vivencias recordadas y narradas emergen sentimientos que pueden considerarse
expresiones de su cultura, y que le generan emociones que están en la base de
las evaluaciones sobre los sucesos recordados.
Los testimonios nos permiten ir reconstruyendo la vida cotidiana, como espacio
donde se produjeron y reprodujeron las “certezas básicas” que conformaban el
sentido compartido de orden social. El ambiente general en el que se construía
11
El gobierno soviético incluso dificultó el proceso de divorcio y prohibió el aborto, que se había
legalizado en 1920; volviéndose a un muy tradicional modelo de familia y una esencial noción del
“rol natural” de las mujeres como madres.
123
Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
la identidad soviética incluía una misión importante que cumplir como conjunto,
es decir, el contexto social otorgaba las representaciones simbólicas que
colaboraban con el sentimiento de ser soviético. El proyecto general, como los
individuales se truncaron con la caída del régimen, provocando una crisis de
sentido personal y estados de enorme confusión,12 como revive Katy (rusa):
… mi generación todavía llegó a ser creyente del comunismo, de jovencitas.
Entonces la época cuando empezó Perestroika, ’85, ´86... yo tenía como diez
años... y a partir de esa época es como que te fueron sacando los ideales que
te metieron con tornillos en la cabeza (…). Y después empezaron a tirar en los
diarios, mierda a todos los políticos. Después me pude enterar por todas las cosas
que pasaban de verdad... antes, tus padres no podían hablar abiertamente,...
de Stalin y que se yo... Y nos empezamos a enterar que todos los muñequitos
que te dieron eran malos... y aun siendo tan nena en esa época... fue como un
“vaciamiento”... digamos, empecé a fumar, empecé a juntarme con los chicos por
la calle, digamos, fue como un... una adolescencia sin ideales...”
El cambio político, económico y social significó un primer quiebre identitario
profundo, cuyos efectos son más severos para las generaciones mayores, ya que
debieron luchar internamente con estructuras previas establecidas.
En el nivel micro, en el que se ha planteado la investigación, los migrantes
desarrollan sus vidas cotidianas, resolviendo problemas y reproduciendo, con
sus prácticas, el sistema social en que participan, creando los significados que
aplican en las interpretaciones de su mundo y su vida (Blumer, 1982). Los
recuerdos sobre la vida cotidiana durante el socialismo son homogéneos y
coherentes, principalmente la centralidad del trabajo, las sanciones13 impuestas
a quienes no lo hicieran y la responsabilidad. Como señala Sela, rusa 71 años:
“Por eso necesita siempre trabajar a donde mandaban, y si no trabajar…”. En
un país que puso el acento en la industrialización, este planteamiento incluía a
las mujeres, que participaban en el mundo del trabajo tanto como los varones,
salvo en las zonas rurales donde estaban dedicadas exclusivamente a las tareas
domésticas. Como dice Víctor sonriendo: “La mayoría de las cosas de la casa las
hacían las mujeres… nosotros los varones laburando14 en el campo, nada más.”
Aunque esta generalizada “salida” de las mujeres al mercado laboral no alteró la
tradicional división del trabajo en los hogares urbanos. Y aún hoy parece darse
una adscripción a los roles tradicionales de género en las tareas domésticas como
12
Giddens (1979) diría que la crisis provocó un quiebre de la seguridad ontológica desapareciendo
las certezas básicas que hacían posible una vida previsible.
13
Se menciona a la pena de reclusión para aquel o aquella que no trabajara.
14
Víctor, como otros migrantes han incorporado el idioma español y el “lunfardo” dialecto originado
en Buenos Aires, cuando las grandes oleadas migratorias de fines del siglo XIX y principios del XX,
cuando se mezclaban varias lenguas, derivado del italiano “laborare” significa trabajar.
124
Migraciones internacionales, identidades y relaciones de género.../Masseroni
125
Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
reproducción fue vista como una cuestión social y de interés del Estado que
intervino para regularla, a la vez que se proveyó ayuda a las madres, costumbre
que se mantuvo hasta el inicio del derrumbe18 y que era económica y/o logística
en el caso de madres inexpertas. Lali (40 años) recuerda cuando ella tuvo su
primer hijo, en Ucrania
Habíamos distintos sectores, o sea, a cada sector le correspondía una enfermera
y entonces venía a instruir. Todos los días, o sea: a ver cómo está el colchoncito,
la almohada, no tiene que tener esto, o sea… la luz. Y venía, lo revisaba todos los
días, dejaba las notas... Y me instruía cuando tenía preguntas, todo... Sí, un mes.
Y después una vez por mes… Sí venía a revisar.
Pero como el Estado no pudo sustituir a 100 por ciento de las madres
trabajadoras en todas las ex repúblicas soviéticas, en el nivel de guarderías y
jardines, muchos niños quedaban fuera de los servicios colectivos19, trasladándose
el cuidado de los niños pequeños a las abuelas.
Esta circunstancia no significa que los roles femeninos no se hayan
modernizado bastante, ya que si bien los roles masculinos no se han modificado
sustancialmente, ellas se han posicionado cada vez más decisivamente en la
sociedades y al interior de las familias. La paradoja es que ni rechazaron el orden
de género tradicional ni lo aceptaron a ciegas. En este lento proceso la migración
aparentemente aporta dinamismo (Masseroni, 2007).
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Migraciones internacionales, identidades y relaciones de género.../Masseroni
comprar la comida... no hay mucha... en ese época no había mucha comida... casas
lindas... todos tenían cristales, cosas lindas que compraban, pero comida... era
un problema la comida... entonces...pero conseguían […] muchas tareas, mucho
esfuerzo para hacer cosas aparte tenía que trabajar...” dice Marga (ucraniana, 47
años).
Coincidiendo con los autores ya citados que sostienen que las jornadas de
trabajo de las mujeres eran muy extendidas y agotadoras. Aunque el Estado
trató de organizar toda la vida social y las mujeres contaron durante el período
con varias cuestiones cotidianas relacionadas con su rol materno solucionadas.20
Luego cuando la economía comienza a quebrarse, las mujeres fueron
descubriendo que “…las leyes especiales que protegían su capacidad de cumplir
con su papel familiar (…) en realidad debilitaron su capacidad de competir en
el nuevo mercado laboral.”21 Los cambios pensados por Gorbachov vuelven
a apoyarse en el cuestionamiento al rol femenino en la sociedad.22 Si bien es
probable que Gorbachov intentara justificar la necesidad que se avecinaba de
reducir el empleo, dadas las exigencias del plan de reformas, lo hace proponiendo
el debate acerca de las responsabilidades femeninas con la familia, planteándolo
como si fueran sólo de ellas y para hacer posible que las mujeres vuelvan a sus
roles y misiones específicamente femeninas convirtiéndolas nuevamente en la
variable de ajuste de la economía y el orden social, retomando la propaganda
oficial las desigualdades de género.
La nueva situación y la apertura de las fronteras, ofrece la posibilidad de
emigrar y una cantidad significativa de individuos se trasladan a países de Europa
Occidental a trabajar. El trabajo en otro país se ha convertido en un modo de vida
para familias enteras en los países del Este europeo. En muchos casos los traslados
han sido de familias completas, pero en otros han salido las mujeres solas, aún
a lugares tan distantes como Argentina. La responsabilidad del sostén familiar es
20
Por ejemplo vacaciones especiales por maternidad; jardines, escuelas y deportes para los hijos.
21
Entre 1990 y 1991 se dictaron varios decretos que favorecen a los padres que trabajaban.
Aparentemente esta rotación de la influencia estatal respondía también a las necesidades políticas
del momento.
22
Gorbachov (1987:117) “Durante nuestra difícil y heroica historia no atendimos los derechos y
necesidades específicos de las mujeres originados por su papel como madres y amas de casa ni
su indispensable función educativa de los hijos. Al comprometerse con la investigación científica,
realizar trabajos en la construcción, en la industria y en el sector de servicios y participar en
actividades creadoras, la mujer ya no tiene tiempo para realizar sus labores cotidianas en el hogar
—el trabajo doméstico, la crianza de los hijos y la creación de una buena atmósfera familiar. Hemos
descubierto que muchos de nuestros problemas —en el comportamiento de los niños y jóvenes,
en nuestra moral, cultura e incluso en la industria— son causados, en parte, por el debilitamiento
de los lazos familiares y por una actitud relajada hacia las responsabilidades familiares. Este ha
sido el resultado paradójico de nuestro deseo sincero y políticamente justificado de hacer a la
mujer igual al hombre en todo.”
127
Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
tomado como un sacrificio que hacen por y para los hijos, poniendo así en “la
maternidad la llave del orden social” (Morokvasic, (2007: 41) y lo asumen como
su obligación como madres. Coexistiendo con criterio general de sostén asignado
a los hombres que a diferencia de las mujeres como dice Silvina (43 años, K.)
[...] Un hombre en la familia tiene que estar delante de todos, no digo que
tiene que mantener a toda la familia, pero tiene que estar primero, proteger a
su familia. (…) La mujer, la madre, la esposa tiene que hacer hogar, para tener
siempre la comida y tener ordenado.
Gina (44 años) criada en una típica y tradicional familia georgiana con un
padre muy severo, vino a Argentina sola con su nueva pareja y:
[...] Con una esperanza tremenda y por otro lado después de despedida un vacío
(…) que en avión no podía ni comer, ni hablar con gente sentada al lado mío,
tenía un choque, un vacío y así empecé aprender a vivir sin ellos. Y único que me
tranquilizaba es que soy mamá y papá para ellos y tenía que cambiar algo en sus
vidas y era un sacrificio, yo sabía que tenía que sacrificarme, yo pensaba que voy
a llorar, voy a sufrir, voy a extrañar pero por algo.23
Como emergentes de situaciones que hacen eclosión con la decisión migratoria
de las mujeres son frecuentes los divorcios 24, algunos previos al traslado y otros
pasado un tiempo en el país. Las separaciones antes de emigrar coinciden con el
sacrificio que están dispuestas a hacer por los hijos, como Marga25 que emigró
porque apenas...
[…] sobrevivíamos, por eso, no alcanzaba ni para comida, ni para pagar luz y gas…
por eso yo como tres meses aguantando eso y…(…) yo vine sola con mi hijo y
después mi marido dijo no para mi alcanza, la plata me alcanza y para a veces
comprarme oporto y comer fideos, y yo no pretendo más… y yo me quedo con
mi mamá…(…) lo que pasó también que su madre se quedó viuda y entonces
empezaron los problemas… pero no era decisivo… decisivo era que yo vi que
tengo una criatura y entonces quería empezar a buscar un país donde se pudiera
salir…
Las estrategias de vida actuales de muchos ex soviéticos remiten a las
dinámicas familiares con las que están ligadas. Cuando Morokvasic (2007),
analiza la incorporación de mujeres migrantes en algunos países europeos:
observa que el orden de género tradicional se sigue manteniendo, tanto en el
país de origen como en el de destino, poniendo en general sobre las espaldas
femeninas el bienestar de la familia. Esto pasa aún en casos donde es el padre
23
Hoy sus cuatro hijos y su madre están en Argentina con ella e instalados definitivamente.
24
Hay que tener en cuenta que en la gran mayoría de los países que pertenecía a la ex URSS el
divorcio era un trámite de procedimiento sencillo, sobre todo si es de acuerdo mutuo.
25
El deterioro de los salarios fue tal que su ex esposo médico pediatra ganaba 60 dólares al mes.
128
Migraciones internacionales, identidades y relaciones de género.../Masseroni
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Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
Dados los motivos de expulsión de sus países y los que oficiaron como atracción
desde Argentina, este conjunto es un ejemplo de la necesidad de considerar
los contextos generales para comprender las experiencias narradas y las
evaluaciones que van haciendo,27 teniendo en cuenta la relación entre identidad
y origen cultural.
La base de la experiencia emocional de la identidad está en la capacidad del
individuo de sentirse el mismo en el tiempo y aún viviendo grandes cambios. Este
grupo experimentó dos cambios importantes, primero de organización social
y segundo el traslado. Sabemos que no todos los individuos tienen el mismo
nivel de tolerancia al cambio, y en muchos casos migrar es iniciar un proceso
traumático para la identidad, porque para incorporarse a una cultura diferente
es preciso entablar comunicaciones con otros que manejan otros códigos, en
otro idioma, y en el marco de relaciones también diferentes. Dependiendo en
gran medida, de la situación general en el país de recepción y de las modalidades
más o menos receptivas de la población nativa hacia los migrantes.
La ruptura de la relación con el grupo de origen más cercano suele provocar
sensación de extrañamiento, por la de pérdida de pertenencia a la que se suma
un sentimiento de inseguridad en medio de una cultura, un idioma y objetos
extraños. En este marco de posibilidades, los migrantes, tienen que luchar
internamente por su autopreservación y se aferran “…a elementos de su ambiente
nativo” (Grimberg y Grimberg, 1996: 127) como la música, objetos familiares
y recuerdos, por eso las relaciones con otros connacionales en asociaciones e
iglesias, en las cuales comparten cierto carácter esencial con los otros (Grimberg
y Grimberg, 1996: 128) de la misma cultura, cumplen un papel importante.
Para Bron, (2000) los migrantes del mismo origen comparten cierta perspectiva
epistemológica con la que orientan sus miradas, encaran la nueva vida.
27
Hay que recordar que este proceso de traslado responde a la implementación de un Programa
de Migración Selectiva por el Estado argentino, entre 1993 y 2002.
130
Migraciones internacionales, identidades y relaciones de género.../Masseroni
Si bien, al arribo de este nuevo flujo desde Europa del Este, en Buenos Aires
ya existían varias asociaciones que reunían a migrantes arribados a principios de
siglo XX, no se relacionaron con ellos en forma fluida. Los años de experiencia
socialista han grabado ideas, criterios, valores y costumbres diferentes. Este rol
de ámbito compartido sí lo han cumplido las iglesias, y muchos retomaron los
ritos religiosos que en origen no era bien vistos. El análisis de las experiencias
migratorias de personas provenientes de Europa del Este, remite a la forma de
vida soviética y al cambio que significó la crisis del socialismo real junto a la
reorganización del sistema social, que se tradujo en una pérdida del sentido
personal, provocando en los sujetos fuertes cuestionamientos internos.
[…] la situación en mi país se cambió y no para mejor, para peor para nosotros.
Por ejemplo, no pudimos aceptar muchas cosas que cambiaron, códigos morales,
situación económica, de moral y susto del futuro. Empezamos a buscar dónde
podemos salir para tener futuro bueno.
Irina, ucraniana. Al cambiar la forma de organización “Saltó todo lo que tenía
de negativo, que no se creían tanto porque todo se daba fácil, ¿me entendés?”
Por eso es necesario considerar la sumatoria de conflictos, primero la crisis de
sentido personal a la cual se agregan las consecuencias del traslado. El cambio
cultural y social obliga a realizar un reajuste en todos los aspectos: formas de
vida, valores, sentimientos. Todo esto afecta las relaciones sociales en general y
en la familia particularmente, ya sea que hayan migrado juntos o separados.
La situación Argentina, cuando arribaron era muy desfavorable
económicamente y si bien tenían expectativas de un recibimiento oficial
organizado que los encausara laboralmente, usando sus calificaciones, esto
no sucedió, por eso en los comienzos la cercanía con otros connacionales fue
un gran apoyo, Silvina recuerda contenta que “Con mis paisanos vinimos a un
barrio, Barrio La Boca, a un hotel que estaban todos, todos paisanos de Ucrania,
de Rusia, de Kazajstán…” Los migrantes necesitan sentirse perteneciendo a
lugares, objetos, y costumbres, que son familiares, para no sentirse excluidos y a
la deriva, hasta lograr armar una nueva trama social satisfactoria. Mientras tanto
buscan cierta continuidad con su pasado y para esto son útiles algunos objetos
afectivamente significativos, aunque por lo general hubo una pérdida masiva de
ellos, como señala Sela: “sólo ropa porque 20 kilos para una persona más, no.”
Uno de los mecanismos de identificación es el lenguaje, por eso el idioma es
tan fundamental, como recuerda Silvina “cuando llegamos hablamos muy poco,
no entendía nada…” y pueden producirse sentimientos de extrañamiento de la
propia persona, como le pasó a Lali “que sentía que estaba colgada en el aire…
que salí de un lado y nunca llegué a ningún otro ¿me entendés?” La situación
131
Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
28
Este es un dato importante porque el período en que implementó en programa migratorio,
Argentina tenía las tasas de desocupación más altas que se recuerdan. Con el agregado de la
inexistencia de acuerdos previos que homologaran los títulos universitarios.
132
Migraciones internacionales, identidades y relaciones de género.../Masseroni
[…] nos separamos, nos separamos mal… (…) hace tres años… tenía lástima porque
llevábamos juntos y también cariño… (…) yo pensaba que es una depresión que…
porque no se insertó él en la sociedad, pero cada vez se ponía más pesado, más
pesado… pues tomaba, que es muchos hombres que terminaron así tomando…
y después ya, empezó a lastimar a la familia, entonces ya está (…) Ya no… No se
podía (…) Igual ya está, eso es problema de muchos hombres. Más fuerte son las
mujeres (…) que trataron de salir de esa situación sin huellas…pero hombres no
(…) que trataban ah… crecer digamos, en su profesión, buscar un trabajo cada
vez mejor. De cómo, no se encerraban que vos… Yo por ejemplo venía de allá,
una economista y tenía que tener una depresión porque tengo que trabajar en
cualquier trabajo ¡NO!. Aceptaba la realidad como es y trataba de salir adelante…
y ellos no. [Las mujeres] Son más fuertes, más… eh… como… más piensan… Yo no
digo que todos hombres se pusieron en depresión, pero mayoría sí. Algunos se
fueron, dejaron familias acá, muchos empezaron a beber y…. también las familias no
aguantaron, algunas se aguanta hasta ahora porque lamentablemente las mujeres
allá están como… sometidas (…) Aguantan más, no se animan a quedarse solas.
Y tras la idea de fortaleza femenina parecería estar la percepción de la mujer
como más realista, capaz de enfrentar adversidades para sacar a sus hijos y familia
adelante, asumiendo ellas toda la responsabilidad, mientras las dificultades de
los hombres para integrarse han provocado serias crisis familiares y situaciones
de violencia doméstica, desaliento en las mujeres, siendo motivo frecuente de
separaciones.
Se admiten patrones de conducta poco aceptables en los varones, como el
popularizado consumo de alcohol, calificado como una conducta típica masculina
a pesar de la propaganda oficial en Rusia, que como dice Sela, mostraba:
Esa típica familia también de años de propaganda soviética, lo que pasa es que
era así: la mayoría (…) los hombres se emborrachan…era una costumbre, una
costumbre no escrita (…) porque hombre era borracho, entonces aprenden a
chupar…parece que no se respeta la familia.
Esta modalidad parece haberse acentuado con la migración, aunque, lo que
se modifica en las mujeres no es sólo una manera de actuar en la vida cotidiana,
sino la percepción por parte de ellas sobre esas conductas y sus efectos sobre el
grupo familiar todo. Vale, rusa de 57 años, llegó a Argentina con su compañero,
acá se separó porque si bien él siempre había bebido mucho alcohol, cuando...
[...] vine acá, sí. Bueno... eh... gracias a Dios que... ah... que yo no fui casada con
él. Gracias a Dios. Bueno... yyyy... él después... tomar, vino... más, más. Después
grita. Bueno yo... esperanza de que eso terminó... el más, más, más... después
cuando golpea y golpea... ahí ya no... ya está.
Muchos estudios incluirían estos procesos dentro de uno mayor que
genéricamente definen como una revalorización de sí mismas que se da entre
133
Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
134
Migraciones internacionales, identidades y relaciones de género.../Masseroni
135
Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
[…] organizadora, tiene que ser ayuda para el marido, estar a cargo de sus hijos,
no solamente... más que nada mantener la familia siempre…unida. Yo veo que mi
señora para mi hija es excelente, mi mamá para mí fue también. No sé, una madre
tiene que ser madre (...) yo tengo que trabajar, ella es la mujer de la casa, pero
nosotros trabajamos juntos, nosotros las cosas de las casa las hacemos juntos, si
hay que cocinar, cocino, lavar los platos.
Pero en la práctica sólo él trabaja fuera mientras su esposa se dedica de lleno
a las tareas del hogar. En el mismo sentido Silvana coloca a los hombres en un
lugar ajeno a las obligaciones domésticas:
Un hombre en la familia tiene que estar delante de todos, no digo que tiene que
mantener a toda la familia, no, pero tiene que estar primero, proteger a su familia.
(…) La mujer, la madre, la esposa, tiene que hacer hogar para tener siempre, que
se yo, la comida en casa, tener todo ordenado. (…) No sé, me hicieron así, mis
abuelos y mi madre.
Entre los atributos asignados al padre está la masculinidad, y los migrantes
varones lo entienden como una ventaja de sus connacionales respecto a los
argentinos. Para Sergio, ucraniano, de edad mediana
[…] la figura del padre, del hombre en general ser bien masculino, muestra fuerza,
sí. Ser el que pone firmeza y orden en el hogar, siempre fue así, acordarme de mi
padre así, bien masculino. Mucha diferencia con acá. El hombre como decirte…
más femenino. La mujer más liberal. En mi país ser más reservada para los
hijos, para que no les falte nada, acompañar al hombre, ayudarlo. (…)Sociedad
se diferente que allá, (acá) el hombre es diferente, para ser un buen hombre,
requisito ser como moda establece, sí, qué se yo, la moda muestra el cuidado la
imagen, como mujer también, allá no importaba eso, el rol del hombre era ser el
protector y autoridad del hogar, no ser tan parecido a mujer, usar ropa distinta,
pantalón ajustado para hombre ser imagen femenina, no de hombre…
Las primeras generaciones de migrantes siguen asignando a hombres y mujeres
ciertos rasgos distintivos que no podrán cambiar fácilmente. Aunque cuestionan
las relaciones que mantenían en su propia familia de origen. “Es un asco, cada
uno vive su vida eh. Los padres trabajan (…) las costumbres individualistas (…)
claro no había una comunicación estrecha.” Hay una permanente dualidad
de sentimientos, pero ingresar a otra cultura suele provocar replanteos de
experiencias anteriores. A Kati:
Acá me asombró cómo tratan a los hijos, como los miman, como les dicen cosas,
y todo el tiempo les dan a entender que los quieren, que los perdonan, y que
pueden hacer cualquier cosa, y que igual los aman...y hay cantidad de atención
y....yo no me acuerdo que un día mi papá me dio un beso....digamos, no es
para llorar....pero realmente me hice muchas preguntas en relación a mí y a mis
padres.
136
Migraciones internacionales, identidades y relaciones de género.../Masseroni
Reflexiones finales
Las personas o familias que migran portan una cultura, códigos y proyectos
iniciados en el país de origen que en general no pudieron terminar, por eso y por
el gran cambio, al desarraigo hay que sumar tensiones y problemas de orden
psicológico, relacionados con la configuración de la identidad. Si bien no siempre
la migración desestabiliza la identidad, a veces es una forma de afianzarla como
resultado del contacto de los migrantes con nuevas experiencias significativas,
como parece estar sucediendo con muchas mujeres, las que suelen experimentar
una revalorización de sí mismas.
En el caso analizado, después de un tiempo en Argentina aparecen replanteos
sobre el tipo de relaciones conyugales, la sumisión femenina y la tolerancia
a grados de violencia familiar, que en origen eran comunes y culturalmente
soportados y las relaciones con los hijos. La violencia está relacionada con la
costumbre de beber de la mayoría de los varones. Entendemos que la experiencia
migratoria ha posibilitado la confrontación con experiencias diferentes tanto
en las relaciones fuera como dentro de las familias y que se puede aspirar a
un mayor confort psicológico, según palabras de un migrante. Se valora que en
la nueva sociedad los hombres no se emborrachan y las mujeres son menos
137
Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
sumisas como en sus países de origen donde “la familia rusa o ucraniana por
ejemplo, el tipo es un total alcohólico. Es un buen hombre, que se yo, es así...
que... que le gusta dominar, que no, vos no sabes nada, tenés que hacer esto,
tenés que hacer lo otro.”
Bibliografía
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Migraciones internacionales, identidades y relaciones de género.../Masseroni
139
Contribución de la mujer otomí en la conservación de su habitación y patrimonio cultural/Rosas
Introducción
141
Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
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Contribución de la mujer otomí en la conservación de su habitación y patrimonio cultural/Rosas
principios del siglo XII. Los municipios en los que se concentra la población otomí
se caracterizan por ser expulsores de población (González, 2005: 87).
La movilidad física de los grupos otomíes es latente en la actualidad, como
lo deja ver un estudio realizado por El Colegio Mexiquense en el que se puede
advertir que municipios del Valle de México como Ecatepec, Naucalpan,
Netzahualcóyotl, Tlalnepantla, Chimalhuacán, Atizapán de Zaragoza, Tultitlan
y Nicolás Romero, cuentan con más de 1000 hablantes de otomí, estos datos
motivan las preguntas siguientes: ¿Prevalecen las tradiciones y las costumbres
de las familias otomíes una vez instalados en el contexto urbano? y ¿Existen
modificaciones en el patrimonio cultural de los otomíes en la actualidad?
Definitivamente estas interrogantes promueven el interés por indagar sobre
la tradición étnica en las comunidades de origen, por lo tanto este estudio
busca, en primera instancia, reconocer las costumbres de la comunidad otomí
de Santa Ana Jilotzingo así como identificar a los actores principales y su papel y
participación dentro de la tradición.
143
Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
144
Contribución de la mujer otomí en la conservación de su habitación y patrimonio cultural/Rosas
transmitidos por una generación a otra, para los pueblos indígenas constituyen la
esencia de una sociedad con ritos funerarios, fiestas, arquitectura, ceremonias,
vestimenta, música, alimentos, creencias y relaciones familiares muy específicas,
en el que la mujer se convierte en promotora de las mismas.
La comunicación de estas comunidades se ampara en una lengua autóctona,
única de ese grupo social. Datos extraídos de los censos de población y vivienda
del INEGI revelan un descenso notable en el porcentaje de población hablante
de lengua indígena, pasando de 16.1 por ciento en 1895, a solo 7.6 por ciento en
el año 2005 (cuadro 1).
145
Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
del chincuete cuyo costo oscila entre los trescientos y setecientos pesos, esta
prenda, es una tela de lana obscura que cubre la parte inferior del cuerpo, para
sujetarla se usa una faja, denominada ceñidor, la cual es bordada por la propia
mujer. Complementa esta vestidura una blusa blanca o de color en tela satín
adornada con encaje, así como un rebozo. Los hombres se han caracterizado por
el uso de pantalón de poliéster, camisa de algodón y sombrero. Hoy en día los
adolescentes y niños emplean ropa convencional e incluso se puede apreciar la
influencia de modas o estereotipos urbanos.
La mujer otomí en general sabe sobre el aprovechamiento de plantas
medicinales, ese conocimiento lo han adquirido a través de sus antepasados,
su consumo es de carácter doméstico, sin embargo también se utilizan como
producto que les genera ganancia comercial, algunas de ellas son: el pericón,
endivias, zábila, árnica, hierba del golpe, capitaneja, santa maría, ruda, ajenjo,
hinojo, yerbabuena, epazote de perro, gordolobo, manzanilla, borraja, hierba
del cáncer, hierba de reuma, torojil, istafiate, trébol de aire, tabaquillo, jeramiel,
salvia, marrubio y sasal. Debemos hacer hincapié en que la cultura otomí ha
sabido sacar provecho de los productos que otorga la naturaleza al incorporarlos
no solo para su consumo y sanación, sino como elementos que recicla y
transforma para crear productos ornamentales y de uso común.
Otra aportación de este grupo es el temazcal, existen algunas referencias en
las culturas étnicas que describen esta forma del baño de vapor, como espacio
construido y empleado por algunos grupos indígenas de nuestro territorio
nacional. Debemos enfatizar el hecho de que su práctica y uso cotidiano aún
prevalece en nuestros días. Este bien patrimonial fue utilizado por la sociedad
otomí y nahua como medio curativo, higiénico y de carácter medicinal para
mujeres en etapa posparto y para algunos hombres que sufrían de malestares
asociados a enfriamientos.
El uso del temazcal en Santa Ana Jilotzingo, perdió vigencia hacia entrada la
segunda mitad del siglo veinte, de herencia ancestral su práctica se generó como
estimulante y alivio para las mujeres que daban a luz. Se dejaba un periodo de
tres a cuatro días después del parto para que la mujer se sometiera a esta terapia.
El ejercicio consistía en introducir a la mujer en un espacio de escasa área, ésta
se tenía que colocar en cuclillas o recostada sobre el piso, previamente cubierto
con un petate y algunas variedades de hierbas como jara, romero y eucalipto.
Previamente en el centro, o a un costado del temazcal se armaba un fogón de
leña en el que se apoyaba una parrilla sobre la que se depositaban tepalcates y
tejas principalmente, se daba tiempo a que estos artefactos ardieran al rojo vivo
para posteriormente incorporarles una infusión de plantas medicinales lo que
provocaba una intensa capa de vapor dentro del temazcal.
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Contribución de la mujer otomí en la conservación de su habitación y patrimonio cultural/Rosas
Mujer y vivienda
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Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
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Contribución de la mujer otomí en la conservación de su habitación y patrimonio cultural/Rosas
Conclusiones
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Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
a partir de los bienes de consumo que puede poseer, el desarraigo del lugar de
origen y el olvido de su idioma materno. Como medio que permita garantizar la
conservación del idioma otomí en el poblado de Santa Ana Jilotzingo, se sugiere
su incorporación, en los programas de educación básica y media básica. Además,
es necesario que los profesores participantes conozcan el idioma, así como las
tradiciones y costumbres del grupo, con el afán de llevar a cabo actividades que
promuevan la identidad.
Vivimos una época en la que se ha promulgado el derecho a la protección del
patrimonio cultural indígena, Jilotzingo lo representa, bien vale la pena poner
atención a su legado atávico, hallando los elementos que den continuidad y que
puedan ser rescatados hoy en día.
Queda de manifiesto que la forma de vida es pensada en virtud de las
actividades propias de una cultura híbrida, mezcla de tradición y posmodernidad
a la vez, donde es posible la presencia simultánea del fogón y el horno de micro-
ondas.
Bibliografía
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Contribución de la mujer otomí en la conservación de su habitación y patrimonio cultural/Rosas
Isidro Morales, Gloria, Otomíes / Hña Hñu del Estado de México, 5 de junio de
2003. http://cdi.gob.mx/ini/monografias/otomiesmex.html
Molinar Palma, Patricia, Martha Herrera Bautista, (2005), Mujer otomí. La
jornada interminable de una vida alfombradamente áspera, México: Universidad
Autónoma de Sinaloa.
Saladino García, Alberto, (2006), “Globalización del indianismo latinoamericano”,
en Cuadernos Americanos 118, vol. 4, México: UNAM.
151
Percepciones sobre las relaciones de género y sobre la violencia.../Baca y Vélez
Introducción
Si bien, en lo general, los jóvenes muestran una opinión más liberal respecto de
los papeles que hombres y mujeres debemos cumplir en la sociedad, y aunque
es posible percibir algunos cambios menores respecto a las pautas tradicionales
de género, en su estructura paradigmática la juventud continúa con las lógicas
patriarcales referentes a la posición social de los géneros. La condición de las
mujeres respecto a los varones aún es desigual en tanto las características del
sistema patriarcal en las que ambos géneros han crecido y socializado —y de
las que se ha querido lograr que las nuevas generaciones tomen distancia para
acceder a relaciones de equidad— no son aún desterradas de nuestras realidades
sociales. En ese contexto, no hay duda que los procesos de identificación de
mujeres y de hombres se encuentran estrechamente relacionados con las
expectativas sociales y los procesos de aprendizaje construidos en torno de los
papeles asignados a cada género.
Las problemáticas asociadas con la juventud se han abordado frecuentemente
en relación con los estudios de la familia y de los procesos de socialización, de
los que destacan los distintos comportamientos y culturas sociales. Aunque el
concepto de juventud o de joven tiene una definición imprecisa, es frecuente
que se le asocie a una etapa intermedia en la vida de las personas (entre la niñez
y la vida adulta). Así, la juventud se suele tratar como una etapa de transición a la
que se otorga cierto grado de entidad propia en relación a momentos anteriores
o posteriores de la trayectoria vital de las personas. Es decir, que el referente de
juventud encierra siempre una dimensión de transitoriedad: la juventud “pasa”
(Carrasquer, 1997: 58-59).
Para poder indagar en las percepciones que jóvenes universitarios puedan
tener sobre las desigualdades de género es conveniente tener en cuenta
el carácter dinámico de las relaciones de género. Asimismo, es importante
* Coordinadora del Centro de Investigación en Estudios de Género y Equidad de la Facultad de
Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma del Estado de México.
** Investigadora del Centro de Investigación en Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad
Autónoma del Estado de México.
153
Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
recordar que el origen de las desigualdades por razón de género tiene que
ver con la división sexual del trabajo y con el patriarcado, siendo la familia el
lugar privilegiado pero no el único donde se genera y se reproducen dichas
desigualdades. Además, se acepta la juventud como un periodo de aprendizaje
en el que se interiorizan y reelaboran los sistemas básicos de desigualdad
social, como un momento particular de confluencia de diversas estructuras de
desigualdad, siendo las de género las que aquí estamos enfatizando, pero no se
desconocen las condicionantes de clase social y de etnia, si fuera el caso.
En ese sentido, existen muchos grupos juveniles especiales, pero al menos
tres pudieran reunir características que los definen y diferencian: la juventud
que habita el espacio rural; los jóvenes adscritos a grupos sociales marginales
que habitan el espacio urbano-metropolitano; los estudiantes universitarios,
quienes son el único sector de la juventud socialmente reconocido a partir de
los años setenta. Aunque desde entonces, sus características esenciales han
variado, y la masificación y segmentación de las universidades han influido en el
cambio de imagen que la sociedad actual tiene de los universitarios.
El otro sector de la juventud con características muy definidas, pero también
muy afectado por penetrantes procesos de exclusión e incluso reclusión (en el
hogar, por ejemplo), son las mujeres jóvenes. Estas mujeres están afectadas por
la exclusión social en términos de su edad, de su género, de su clase y en su
caso de su pertenencia étnica. Así, las mujeres jóvenes parecen invisibles en los
movimientos juveniles y quedan “relegadas” en los de mujeres, sin embargo
cargan ya con tradiciones conservadoras en términos de sus roles en el hogar y en
la sociedad. Aunque desde la década de 1990, las jóvenes mujeres muestran una
clara tendencia a la integración social. Han ganado espacios de reconocimiento
al ir incrementando su participación en la educación y en el mercado laboral en
particular, aunque todavía en posiciones subordinadas y discriminatorias en la
mayoría de los casos (Rodríguez, 2001: 17).
Con este trabajo de indagación sobre las percepciones que jóvenes
universitarios tienen sobre las relaciones de género se espera abonar a
la explicación del papel de la cultura —en sus diversas expresiones— en la
reproducción y permanencia de patrones particulares de dominación de lo
masculino sobre lo femenino o en las transformaciones de las desiguales
relaciones de género predominantes en nuestras sociedades. Pues desde una
perspectiva sociocultural, se sostiene que las relaciones sociales construidas, así
como las percepciones que tenemos de éstas se forman en un amplio contexto
de factores sociales, culturales y políticos en donde la experiencia de la vida
cotidiana desempeña un papel importante. En particular, nos interesa explorar
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Percepciones sobre las relaciones de género y sobre la violencia.../Baca y Vélez
Jóvenes universitarios
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Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
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Percepciones sobre las relaciones de género y sobre la violencia.../Baca y Vélez
Violencia de género
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Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
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Percepciones sobre las relaciones de género y sobre la violencia.../Baca y Vélez
Acercamiento al fenómeno
En los últimos tiempos la sociedad mexicana se ha visto sacudida por una cascada
de noticias que refieren al incremento de las manifestaciones de violencia en
nuestras comunidades. El espacio escolar, al igual que otros espacios sociales,
es escenario de episodios agresivos entre los miembros de su comunidad.
Esta situación debe entenderse a partir de la mayor fragmentación social y de
permanencia de las desigualdades sociales en nuestros contextos.
La investigación social sobre violencia de género en contra de las mujeres
en países como México se ha orientado, básicamente, sobre la línea de la
cuantificación estadística y de la correlación entre variables. El diseño de los
instrumentos utilizados en este tipo de investigaciones ha privilegiado el objetivo
de medir qué tanto las mujeres son violentadas y cuánto representa cada tipo de
violencia perpetrada hacia aquéllas. Además, la gran mayoría de los resultados
de investigación publicados sobre ese corte cuantitativo tiene una orientación
eminentemente epidemiológica, dejando de lado el análisis sociológico3.
En tanto los estudios con diseño metodológico cualitativo, privilegian el
análisis de significados que los sujetos atribuyen a sus experiencias; bajo esta
perspectiva los relatos o testimonios de actrices y actores relacionados en hechos
de violencia devienen en material de gran valor informativo para generar análisis
sociológico sobre la violencia de género en un contexto determinado.
El análisis cualitativo se centra en las particularidades de cada caso, pero
no renuncia a la búsqueda de regularidades (Glaser y Straus, 1967). El análisis
interpretativo nos ha permitido indagar en cómo los y las jóvenes universitarias de
la UAEMéx han sido colocadas en ruta de la lógica de la dominación masculina.
Lo que se presenta a continuación es probablemente el primer acercamiento
a las percepciones y prácticas que la comunidad estudiantil de pregrado de
la Universidad Autónoma del Estado de México tiene sobre las relaciones
de género; en ese sentido, para recabar la información que nos permitiera el
desarrollo del análisis, se utilizaron cuestionarios (sin fines estadísticos) y se
realizaron entrevistas en profundidad con los estudiantes; las dos técnicas de
3
El trabajo publicado de Roberto Castro, Florinda Riquer y María Eugenia Medina (2006) es una
excepción, en tanto desarrollan un interesante análisis de la Encuesta Nacional sobre Dinámica de
las Relaciones en los Hogares, 2003 (ENDIREH, INEGI).
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[…] sobre todo las mujeres nos platicamos de cómo nos sentimos…y en eso, con
las compañeras coincidíamos en que la mamá casi siempre tiende a reprochar,
por ejemplo dicen cosas como: “floja”, “no te apuras”, “no le echas ganas a la
escuela”, o sea, como que la mayoría siempre decía eso, y que “el dinero no
alcanza” y cosas así que aunque tú no quieras hacer mucho caso, si te presionan
y la verdad a veces no sabes qué decir” (mujer).
Al parecer, la sociabilización entre pares resulta necesaria no sólo para sentirse
comprendidos sino para afirmar la propia identidad en contraposición a la de los
demás, que para el caso del que hablamos, éstos pudieran ser los adultos, los
que son de otros tiempos, los padres, pero también el otro género, siguiendo las
palabras de Leticia “sobre todo las mujeres nos platicamos cómo nos sentimos”,
deja ver que percibe que hay diferencias de género en las comunicaciones que
se hacen, aún entre pares.
Las relaciones personales entre generaciones de padres e hijos con cierta
frecuencia resultan conflictivas, desde la percepción de los jóvenes, algunos
padres y madres “son muy cerrados” a las nuevas formas de convivencia entre
hombres y mujeres.
La percepción de falta de tolerancia de los “adultos” responsables del hogar
y de la familia, que en la gran mayoría de los casos esta figura son el padre
y la madre, con menor frecuencia en el hogar recaería por diversas causas,
la responsabilidad sólo en alguno de los padres. Para Mónica, su padre es
intolerante con ella pues
[…] a mí me gusta mucho jugar billar, entonces cuando empecé a jugar, yo bien
feliz, pero llegaba a mi casa y mi papá me decía: ¿por qué te fuiste a meter a ese
lugar? pero me lo decía muy alterado, según él porque en sus tiempos, la mujer
que entraba al villar era una cualquiera, pero yo digo: obviamente los tiempos
cambian (mujer)
Los tiempos cambian pero ciertas ideas prevalecen pues aunque el padre
vive los mismos tiempos que Mónica, la lectura que hace de las situaciones dista
mucho de la de ella.
Desde luego que la intensidad del conflicto —si es que existe— en la relación
padres-hijos es variable para cada caso, para Karla, la relación familiar le resulta
difícil, al respecto declaró “en mi caso familiar hay golpes y muchos reclamos de
mi mamá; ella siempre me está presionando, yo creo que quiere que me vaya”.
Pero la reflexión de Karla va más allá de reconocer que padece violencia
Mi mamá habla con muchas groserías y no quiero que a mi hija le haga lo mismo…
yo quiero que mi hija no me vea tan insegura, tan indecisa… Quiero trabajar
primero, para salirme de mi casa, irme con mi hija y darle a ella oportunidades
para que no sea tan débil, tan sumisa… mi mamá a pesar de todo también sufre,
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creo que a ella la golpeaban mucho, así la educaron, yo creo que así era mi abuela
pero ¡no quiero ser así!
¿Te gustaría casarte?
A veces sí. Pero igual si no me caso pues no pasa nada, pero me gustaría que fuera
así de rito y todo, el vestido y esas cosas, estaría padre… o igual y puedo vivir con
alguien en unión libre…
¿Y tu mamá qué diría?
Yo creo que sí lo aceptaría porque ella se casó con mi papá y después ahora está
en unión libre con su pareja, yo digo que no le importaría tanto que yo viviera
así
¿Qué situación en la que te encontraras no aprobaría tu mamá?
Que volviera a salir embarazada, otra que ande con un casado (mujer).
Además, existe un señalamiento de desaprobación con ciertas conductas de
la abuela que Karla quiere evitar se repliquen en su hija, también reconoce en sí
misma que esta situación de abuso verbal y físico que recibe de su madre la hace
sentir débil y sumisa, sensación que rechaza. Hay también cierto convencimiento
de que habrá tolerancia hacia la forma en que decida vivir en pareja pero es clara
la idea de que su madre desaprueba una relación con un hombre casado.
Los sentimientos expresados por Karla entorno a la situación de violencia
física y psicológica en la que vive con su madre, contrastan con la ilusión de una
posible matrimonio religioso.
Pero, si como se dijo arriba “los tiempos cambian” y tres y de cada cuatro
entrevistados manifestaron que desde su punto de vista sí se había registrado
un cambio significativo en ser mujer u hombre respecto a la generación de sus
padres, entonces ¿cómo perciben actualmente los jóvenes las relaciones entre
hombres y mujeres?
De las menciones hechas, casi 62 por ciento uso términos que pudieran
considerarse como positivos para identificar a las actuales relaciones entre
hombres y mujeres y una tercera parte utilizó referentes que pudiéramos
identificar como negativos. En tal sentido pareciera que en lo general los
jóvenes perciben que las relaciones entre los sexos han mejorado con el
tiempo, atribuyéndoles referentes como equidad, libertad, enriquecedoras, no
discriminatorias. Ello tiene que ver con la imagen que las jóvenes tienen de las
generaciones anteriores, principalmente de las mujeres
[…] creo que antes, la mujer se callaba mucho ante cualquier tipo de abuso, se
callaba y ni siquiera lo comentaba con sus amigas y también se les hacía normal
llegar a una casa y ver una relación donde hubiera violencia, me acuerdo de mi
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Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
abuelita, la mamá de mi mamá, ella platicaba mucho que al vivir con su esposo,
él podía ordenarle lo que quisiera, y mientras tanto él salirse a la calle, ella
siempre estaba en la casa, todos los días de la semana pues cuidaba a sus hijos
todo el tiempo. La mujer debía ser abnegada, ese era el prototipo de mujer. Pero
la mentalidad ya cambió y ahora escuchamos “no te calles, esto es abuso”, no
sé, algo empezó a cambiar, y empezó a cambiar la forma de pensar de la gente
(mujer).
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El planteamiento que esta joven hace resulta por demás interesante, pone en
la mesa la vigencia de la posición de género para el caso de las mujeres, al mismo
tiempo que se reconocen los cambios que socialmente se han registrado y que
han contribuido a redefinir las características que identifican a cada género; pero
sobre todo, este planteamiento estable la comparación entre los hombres y las
mujeres en su capacidad o disposición de adaptación al cambio social, desde su
punto de vista, los varones que “se han quedado con sus ideas” anquilosadas
respecto a lo que define a las mujeres, se están reprimiendo así mismos. En ese
sentido, una estudiante comentó:
[…] a lo mejor no todos pero si me ha tocado varias veces ver a hombres que se
intimidan mucho al ver una mujer más segura que ellos, más capaz de realizar
algo, que tiene mejor trabajo, que reclama sus derechos como persona o que
gana más dinero que él, ¡y hombres de diferentes edades eehhh!...con esas
mujeres muchos hombres suelen intimidarse, incluso pueden empezar a portarse
más posesivo […] (mujer).
Los condicionamientos sociales establecidos a partir de costumbres, han
ubicado posiciones sociales diferenciales para cada uno de los géneros, en
ese contexto, cuando el movimiento feminista comienza a cuestionar el orden
patriarcal, surgen de manera inmediata incomodidades o turbulencias que todo
cambio lleva consigo, las manifestaciones de esas resistencias son variadas, pero
dentro de la diversidad de manifestaciones de rechazo también se sobrepasan
límites y se entra al terreno de la violencia de género.
Pero hagamos un retorno necesario para entender en parte, por qué
atribuimos posiciones y papeles sociales diferentes a unos y otras, a la pregunta
básica de ¿por qué somos diferentes? Se obtuvieron las siguientes respuestas:
una tercera parte de los estudiantes de licenciatura consideran que las diferencias
entre mujeres y hombres son básicamente de tipo biológico, mientras que 16 por
ciento lo atribuye a cuestiones sociales, seis por ciento encuentra explicación
en el sistema sexo-género; 1.4 por ciento dijo que es cultural y 0.5 por ciento
mencionó que por educación, estas razones socioculturales en conjunto
significan aproximadamente una cuarta parte de los entrevistados, entonces lo
que tenemos grosso modo, es que prevalecen explicaciones de tipo biologicistas
a las explicaciones sociales. No obstante que supuestamente es una discusión
que, para el feminismo, se considera agotada desde por lo menos hace cuatro
décadas.
Sin embargo, cuando tocamos el tema de qué es lo que resultaba más negativo
en la relación entre hombres y mujeres en una generación anterior, claramente
se expresa la desigualdad de género en donde el machismo encabeza la
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Fuente: elaboración propia con base en trabajo de campo para Objetivo 4 Proyecto
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Fuente: elaboración propia con base en trabajo de campo para Objetivo 4 Proyecto FE 09/2010.
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que fueron abusadas, denunció, 79 por ciento lo dejó sin denuncia. La violencia
es una situación que se tiende a ocultar o a tolerar, por lo que las cifras de
violencia hacia las mujeres suelen estar subestimadas significativamente.
Por miedo las mujeres no denuncian a sus agresores, pero ¿miedo a qué?
Las otras menciones pueden contribuir a orientarnos respecto a lo que tendrían
miedo: a perder al hombre, a no ser apoyada por familiares y por las autoridades
para castigar suficientemente al agresor o a perder su condición económica o
quedar exhibidas ante los demás como mujer maltratada. Quizá el miedo es
a recibir más violencia, no obstante que estas mujeres saben que están en el
centro de un contexto de violencia y van a seguir abusando de ellas.
Asimismo, no saben sus derechos, mencionaron algunas personas, pero
para resolver el problema ¿es suficiente saber nuestros derechos para actuar?
La mayoría de las menciones, a esta pregunta abierta, refieren a la falta de
capacidades de las mujeres violentadas pero ¿qué hay de los agresores? ¿Por
qué lo hacen? ¿Cómo llegaron a ser hombres agresores? ¿Cómo se hicieron
mujeres abusadas?
A la pregunta ¿consideras que en tu familia hay violencia? Sólo 26 por ciento
respondió que sí; 16 por ciento ha presenciado abusos contra su madre donde
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Fuente: elaboración propia con base en trabajo de campo para Objetivo 4 Proyecto
FE 09/2010.
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Fuente: elaboración propia con base en trabajo de campo para Objetivo 4 Proyecto
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en 75 por ciento el agresor era el padre. Ahora, la pregunta ¿en algún momento
de tu vida has recibido golpes? 37.4 por ciento dijo que sí. En la niñez es cuando
la mayoría de las personas con las que nos entrevistamos recibieron golpes y
maltrato, en la adolescencia continúa la violencia física, y aún siendo mayores
de edad muchos estudiantes declararon que recientemente fueron golpeados,
mientras que cuatro por ciento dijeron que desde siempre han sido golpeados.
No hay duda que la mayor violencia se encuentra en casa, los hombres son
los principales golpeadores: el padre, el esposo, los hermanos, pero la madre
también participa activamente sobre todo en la violencia hacia los infantes. Para
las mujeres, la ola de violencia se da desde los padres, los hermanos, luego para
algunas, el novio y más tarde el marido. En el caso de los hombres, después
de los padres, recibe golpes de hermanos y sobre todo en riñas con amigos,
compañeros de escuela o con desconocidos.
La mayoría (60 por ciento) de quienes han sido agredidos físicamente
mencionaron que la razón fue que desobedecieron órdenes, sólo 10 por ciento
reconoció que la persona que lo golpeó lo hizo porque es violenta.
En la entrevista, le pedimos a los estudiantes que de una lista marcaran si
sabían que por lo menos una tía, hermana, amiga, compañera, vecina, abuela,
novia, prima, empleada, profesora había sido maltratada por un hombre, todas
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Bibliografía
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Bajo condena: mujer, culpa y autonomía/Romero
Introducción
183
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Marco metodológico
184
Bajo condena: mujer, culpa y autonomía/Romero
Tipo Tiempo
Participante Delito de delito Sentencia compurgado
Mónica Robo de infante Común 10 años 1 año
Privación ilegal
Elena Federal 50 años 6 años
de la libertad
Privación ilegal 32 años, 6
Aurora Federal 8 años
de la libertad meses
Privación ilegal de la
Ofelia libertad y asociación Federal 25 años 8 años
delictuosa
1 año,
Julia Fraude Común 4 años
4 meses
Violación a la Ley General
Estela Federal 10 años 4 años
de Población
Sofía Delitos contra la Salud Federal 10 años 5 años
Falsificación de
Amanda Común 4 años 11 meses
documentos
Se utilizó como fuente de recolección de datos las historias de vida, éstas son
una manera de recuperar la memoria y narrarla en los términos propios de las/
los actores sociales, ayuda a comprender cómo se organiza lo social desde la
subjetividad, permite explorar la multiplicidad de significados y elaboraciones
que las personas hacen respecto de sus experiencias.
Se utilizó como estrategia de interpretación, el análisis de discurso, éste
incorpora el uso del “contexto” en la descripción de textos escritos y orales, al
incluir este punto, se involucran también aspectos de la sociedad y la cultura,
1
Tanto los nombres de las participantes como los mencionados por ellas, fueron cambiados
intencionalmente para preservar su privacidad.
185
Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
además confluyen variables como el “género, clase, etnia, edad, origen, posición
u otras formas de pertenencia grupal” (Silva, 2002: 1).
Marco teórico
Primera parte: la culpa
Culpa psicológica
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en la forma en que se relacionan con los otros, “yo no me sentía querida, por
eso pienso que cometí muchos errores, porque yo me acercaba a las personas
tratando de buscar un poco de cariño que me faltó con mis padres” (Aurora, 49
años).
La capacidad de autonomía de estas mujeres se ve limitada en ocasiones por
las experiencias tempranas que han tenido, no se atreven a decidir sobre su
propia vida por complejos o miedos; “mi abuelita fue muy dura, me educó con
muchos miedos, con traumas y complejos, siempre me decía: ‘tú eres tonta,
fea, tu nunca vas a poder hacer nada en la vida, tú no tienes capacidad’ (…), me
sentía como una basura, así me hizo sentir ella toda mi vida” (Aurora, 49 años).
El sentimiento de culpa psicológica se puede instaurar desde muy temprana
edad, debido a que las percepciones que se tienen de sí misma son incorrectas,
subjetividad que se crea a partir de la mirada del otro, que se da mediante la
interacción: “al recibir esos insultos y humillaciones, yo pensaba que eran verdad
lo que me decía y me sentía responsable” (Julia, 44 años).
En cuanto a la relación entre padre y madre, en la mitad de los casos, tenían
buena relación, “la relación entre mis papás era muy bonita, tenían mucha
comunicación, mucho amor conmigo, todo, todo marchaba muy bien, mi papá
nunca le pegó a mi mamá” (Ofelia, 50 años). El otro 50 por ciento observaron
violencia entre sus padres que repercutía en todos los miembros de la familia:
“mi papá era exageradamente celoso, de los que destruyen a cualquier familia,
mi mamá le aguantó mucho hasta que mis hermanos crecieron y ya no dejaron
que la golpeara y la echara a la calle” (Elena, 42 años).
Las madres o abuelas, maltratadoras o no, fueron las encargadas de la
crianza, y sobre ellas recayó la responsabilidad de educar y en muchas ocasiones,
de mantener a la familia; “mi abuelita tenía su puestecito de dulces eso nos
mantenía, en las noches vendía cena: tostadas, gorditas, tacos dorados y de ahí
nos manteníamos las tres” (Estela, 44 años).
Aquí hay algo interesante que recalcar; en los casos donde hubo maltrato
dentro de la familia, la madre o la abuela fueron percibidas como “malas
madres”; en cambio, el padre —existente pero ausente— no fue culpado por
haber dejado a la familia, al contrario, en ocasiones fue justificado por el “mal”
comportamiento de la madre, o por cualquier circunstancia de la vida: “mi papá
también nos pegaba, pero a todos, era más parejo; en cambio mi mamá sólo a
mi” (Mónica; 37 años).
Tres mujeres manifestaron que fueron objeto de maltrato que les provocó
una percepción errada de sí mismas, que pudo haber contribuido a una toma
de decisiones inadecuadas, tal y como lo expresa Aurora quien se acercaba
192
Bajo condena: mujer, culpa y autonomía/Romero
a la gente en busca de cariño. Por otro lado, es importante destacar que uno
de los estereotipos fundamentales de las mujeres es ser buena madre, la que
abandona física y/o psicológicamente no es considerada como tal, en cambio, un
padre que hace lo mismo, no es castigado de la misma manera, porque se asume
que dentro de las funciones de un padre, no está la crianza.
Violencia sexual
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Violenta o no, todas las mujeres que participaron en este estudio, tuvieron su
primera relación de pareja muy jóvenes, las edades oscilan entre los 14 y los
20 años. Ya sea mediante robo o con consentimiento de los progenitores, en
general se puede decir que las razones de las relaciones tempranas de estas
mujeres son una manera de escaparse de la situación vivida dentro del hogar,
“yo quería salir de esa situación, pensaba que el matrimonio era otra cosa (…)
Ismael fue como mi tablita de salvación, no lo pensé dos veces cuando me dijo
que me fuera con él” (Elena, 42 años).
“Huir” del hogar buscando o esperando una mejor vida no siempre da ese
resultado, de las ocho mujeres entrevistadas, sólo una ha tenido un matrimonio
percibido como feliz, “duramos seis meses de novios, somos muy felices,
llevamos 35 años de casados, nunca me ha dado un pellizco, ni con el pétalo
de un rosa, nada, a mi nunca me ha faltado qué comer, qué vestir, un padre
muy responsable, muy obligado y yo no tengo nada qué sentir de él (Ofelia, 50
años).
9
Para ampliar este tema se puede consultar el interesante libro de Marcela Lagarde: Los cautiverios
de las mujeres: madresposas, monjas, putas, presas y locas, editado por la UNAM.
194
Bajo condena: mujer, culpa y autonomía/Romero
Los siete casos restantes, han sido uniones violentas, continuando en algunos
de ellos, con la violencia vivida dentro de los núcleos familiares primarios, “me
sentí muy mal, porque decía: ‘¡ay Dios mío, salí de mi casa, huyendo de esa
situación y en lugar de que mi situación cambiara, fue peor’ (…), me casé con mi
marido y con él se vuelve a repetir la historia” (Mónica, 37 años).
La violencia vivida desde su infancia y ahora con sus parejas les dio una
percepción inadecuada de sí mismas;
[...] yo me sentía responsable de los maltratos (…), yo creía que no servía para
nada, porque mi mamá también me decía lo mismo y mi marido me lo venía a
confirmar, si las dos personas opinaban igual, no se podían equivocar (Mónica,
37 años).
La violencia tiene como finalidad limitar la autonomía de las personas, donde
se busca dominar, el maltrato consigue desmoronar al otro, ya que su seguridad,
autoestima y toma de decisiones se ve afectada; además, genera sentimientos
diversos como el enojo y la tristeza, pero sobretodo: culpa.
“Todas las madres son la bruja del cuento y el hada madrina” (Lagarde, 1992: 21),
son las que proveen los cuidados, las que cubren las necesidades de sus hijas(os),
pero, al mismo tiempo, son las que castigan y disciplinan. La madre entonces,
tendría que tener como cualidades el amor incondicional hacia los suyos, la
abnegación y el sufrimiento. No calzar con el estereotipo de buena madre genera
culpa: “me siento responsable de la actitud que tiene Brianda hacia mí, porque
no actué con madurez, mis problemas los hice suyos, y qué error tan grande (…),
algún día le dije: “perdóname te lo juro que estoy arrepentida” (Sofía, 47 años).
“Dios mío, qué puedo hacer para poder ser una buena madre (…) si a mis hijos
les pasaba algo sentía que yo tenía la culpa” (Mónica, 37 años).
Mónica introduce la dimensión religiosa a este sentimiento, la concepción
religiosa —católica—, determina que las mujeres son las que se encargarán
primordialmente de la crianza, dado que posee un “instinto” materno, que las
acerca a sus hijas(os) y las hace más sensibles a sus necesidades.
Aunque en realidad Armando es su hermano, Sofía se hizo cargo de sus
hermanas(os) como si fueran sus hijas(os), después de la muerte de sus
padres: “el que más sufrió conmigo fue Armando, yo le decía: “tú vas a estar
aquí encueradito, como perro, porque tu eres un perro”. Pobrecito porque le
zumbaba, lo humillaba, desquitaba en él mi frustración (…), yo no me puedo
perdonar muchas cosas que le hice” (Sofía, 47 años). Como dice, aún no se ha
podido perdonar por lo que hizo, y acudió al sacerdote para dejar de sentir esos
195
Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
remordimientos: “una vez fui con el padre que viene aquí, y me dijo que si estaba
arrepentida que me perdonara, pero no he podido hacerlo” (Sofía, 47 años).
La confesión entonces, puede ser considerada como una vía para “redimir” las
culpas, y que tengan menor peso sobre la conciencia.
Si la maternidad es un valor sagrado dentro de la sociedad mexicana, el
aborto es lo contrario. No desear ser madre es motivo de culpa, sea cual sea
la razón para estas mujeres —excepto Julia— no es justificable el aborto. En
este tema más que en cualquier otro, se encontraron muchos componentes
religiosos, “me arrepentí, porque ella (su hija)10 no tenía la culpa, ‘perdóname,
porque no sabía lo que hacía’ —le pedí perdón a Dios por tanto renegar” (Elena,
42 años); dado que para la religión católica el aborto es un pecado, el sólo deseo
genera culpa, las mujeres-madres tienen que sacrificarse por el bienestar de sus
hijas(os), aunque las condiciones les sean adversas.
En estos testimonios se puede evidenciar cómo se entrecruza la culpa
psicológica con la religiosa, dado que la mujer según la iglesia católica tiene
dos “vocaciones”, la virginidad y la maternidad (Juan Pablo II, 1988), ambas son
fuente de valoración social y religiosa. El control religioso que se ejerce para
estas mujeres está encaminado a generarle culpa si falta a su vocación que se
insertara por supuesto, dentro de su subjetividad.
Bajo condena
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Reconstruyendo subjetividades
Se difiere con Foucault (2004) en que las identidades dentro de estas instituciones
totales se anulan, por el contrario, la identidad y por ende, la subjetividad sufre
una serie de ajustes y transformaciones que permiten en primer lugar adaptarse
a la situación que se enfrenta y en un segundo momento, ampliar los horizontes
de su propia subjetividad femenina.
La experiencia carcelaria de las mujeres no es vista como inútil o carente de
sentido, muy por el contrario, ha sido vista como una oportunidad de cambio, de
transformación, de crecimiento personal;
[...] la cárcel me ha hecho cambiar para bien, ahora puedo decir no, ya me puedo
defender, lo que antes no podía, he descubierto que tengo personalidad, ya no
me siento fea como antes (…), he cambiado, ya me valoro, ya me puedo ver en
el espejo tranquila, me ha costando mucho trabajo, pero ya voy conociendo a
Aurora, ya sé cuáles son sus capacidades y sé que puedo salir adelante (Aurora
49 años).
Este proceso de cambio ha generado rupturas con la antigua imagen que
tenían de sí mismas; “empecé a sentir como encuentros entre dos Sofías, donde
una se rebelaba a la otra” (Sofía, 47 años).
La re-creación de las subjetividades para beneficio propio depende de cómo se
perciba el encierro, en los casos que aquí se presentan, no consideran el encierro
como una irremediable pérdida de tiempo, también se han dado cuenta que
pueden crecer como seres humanos a pesar de las circunstancias en las que se
encuentran; “aquí nos están preparando para ser mejores personas (…) qué lástima
haber llegado acá y ver el potencial tan grande que tenemos” (Julia, 44 años).
Las subjetividades no se anulan ni se destruyen, sino que se transforman; los
resultados obtenidos en esta investigación resultan sorprendentes en cuanto a la
forma en que precisamente estas subjetividades se re-significan; no se esperaba
que las mujeres lo percibieran como una oportunidad de crecimiento personal,
de re-construcción, para ellas es una oportunidad para conocerse y ser mejores;
197
Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
Conclusiones
Las historias de vida de estas mujeres están matizadas por eventos culpígenos que
se insertan en su subjetividad. El sentimiento psicológico de culpabilidad puede
iniciarse desde temprana edad, su existencia dependerá del tipo de crianza que
los padres utilicen; aunque como bien se aclaró, las experiencias en la infancia
no son totalmente decidoras para el desarrollo futuro de una persona, aunque si
constituyen una base importante sobre la cual se tiene que partir.
La violencia física y/o psicológica sufrida en la infancia, tiene efectos negativos
sobre la autoestima de quien la sufre, envía mensajes erróneos sobre el “yo”,
se crece con miedos, con limitaciones en la autonomía, ya que la capacidad
de tomar decisiones se ve influida por las pocas posibilidades percibidas en sí
mismo y en el entorno; además, la violencia también puede generar culpa que
se inserta como parte de su subjetividad.
Las mujeres que participaron en este estudio iniciaron su vida en pareja a
temprana edad, entre los 14 y los 20 años, “fueron madres sin haber sido hijas”.
La gran mayoría optó por vivir en pareja como una forma de salir de su núcleo
familiar primario percibido como hostil con la esperanza de tener una vida mejor,
lo que no sucedió.
Si se va arrastrando baja autoestima desde la infancia, con los maltratos de
sus parejas se refuerzan la percepción de menor valía, y crea un clima propicio
para que aparezca el sentimiento de culpa, ésta puede emerger por creer que
se está haciendo algo incorrecto, o por dejar de hacer algo, en cualquier caso el
objeto de la culpa no es real, aunque así lo parezca; dado que la violencia tiene
como característica primordial doblegar la voluntad del agredido para dominarlo,
generar culpa se utiliza como una estrategia más para conseguir este propósito.
La culpa puede ser generada por eventos que pretenden desmoronar la
integridad del “yo” como la violencia sexual, ésta se encuentra presente en la
historia de vida de estas mujeres: desde la infancia, con sus propias parejas, por
desconocidos e incluso por las autoridades que debían protegerlas y la culpa
perenne se encuentra presente: sentimiento de culpa por ser violada, por no
reaccionar como la pareja desea, por no cumplir con los cánones del deber ser
en la intimidad.
198
Bajo condena: mujer, culpa y autonomía/Romero
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Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
Bibliografía
200
Bajo condena: mujer, culpa y autonomía/Romero
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Construcción de identidad colectiva de género en mujeres zapatistas/Aranda
Introducción
Ya formalmente desde 1993, y una vez que se votó la guerra entre las comunidades,
las mujeres afirmaron que sí iban a ir a la guerra; pero que necesitan hacer sus
propias leyes. “Hagamos nuestras leyes”. Y se fueron a las comunidades.
203
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Construcción de identidad colectiva de género en mujeres zapatistas/Aranda
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Construcción de identidad colectiva de género en mujeres zapatistas/Aranda
Y resulta que las referencias a formas de organización social distintas a las que
ha impuesto el capital y sus representantes, y donde las mujeres se han apropiado
con decisión, les da la posibilidad a las y los zapatistas de pensar en cómo
intervenir en la producción de la sociedad (Touraine, 1995), y de ahí el rechazo a
las formas actuales de organización social y socialidad. Sin duda es esta una de las
grandes aportaciones que provienen de la cultura ancestral de las comunidades
indígenas y es lo que les otorga la determinación de construir un mundo nuevo
“destruyendo” el mundo del capital (Ceceña, 1998; Soruco, 2009).
Por ello es que, bien mirada, la conversión de su personalidad desde la mujer
sumisa y callada, sometida, hasta la mujer sublevada, insumisa, orgullosa y
consciente de que se ha levantado desde el suelo para enfrentar la opresión
es un proceso psico-social que establece un antes y un después en sus vidas.
Al fijar así el horizonte al que busca llegar, y marcar una vía de acción colectiva
no carente de retos y dificultades; pero sí llena de momentos cruciales donde
se ponen a prueba todas las capacidades y potencialidades de su ser mujer
indígena, les permite proyectar hacia lo social un proceso de transformación
en que las subjetividades rebasan los límites de lo cotidiano y lo sabido para
emprender un viaje simbólico por senderos de lo desconocido, lo complejo e
inédito porque altera sensiblemente el estado de cosas, para arremeter hacia
una práctica de lo no pensado, pero posible.
Asimismo, otro de los procesos que contribuyeron a la construcción de la
identidad de género en las dirigentes y bases zapatistas ha sido la constante
construcción de un poder de desobediencia y creación de orientaciones que han
marcado la presencia rebelde de las mujeres, así como los derroteros de las
luchas que está siguiendo el movimiento del EZLN.
Este proceso impulsado por las mujeres zapatistas implica dos conjuntos de
acciones colectivas de la mayor importancia: de una parte el empoderamiento6 de
la insubordinación, o bien la insubordinación como forma de empoderamiento.
Así, la desobediencia civil7 aparece como un instrumento de intervención
adecuado a la lucha de resistencia indígena-popular, en vista de las evidentes
y drásticas limitaciones en los espacios de participación ciudadana, aplicando
la insubordinación como estrategia para desarrollar cierta capacidad de lucha
con base en la cual lograr a la vez un enfrentamiento real con las “fuerzas del
orden”; pero también simbólico en la medida que se trataba de situar el conflicto
6
Acciones de empoderamiento: formas expresivas, en términos de poderes democráticos,
necesarias para generar o incrementar su autonomía, que difieren del poder político y que giran
en torno a nuevos repertorios de acciones colectivas.
7
Estrategia de acción política para oponerse a la autoridad, buscando legitimidad social, y que
incluye espacios abiertos a formas de confrontación con el poder.
213
Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
político entre las fuerzas del capital, representadas por el orden del Estado y los
millones de personas que padecen los estragos del neoliberalismo y en general
el régimen de dominación imperante. Es decir, que ante la desventaja frente al
poder del Estado y sus autoridades y funcionarios encargados de la legalidad, la
insubordinación civil funciona para condicionar el escenario de confrontación
y posibilitar su difusión pública. De ahí que la desobediencia civil se presente
como un acto o conjunto de acciones interrelacionadas que representan una
“violación” de una norma jurídica o de una prohibición u orden de la autoridad,
con pretensiones de legitimidad ante la sociedad (Aranda, 2008).
Por ello, la propuesta de las zapatistas es que las acciones de rebeldía generan
alternativas y a la vez diversas formas de poderes democráticos, señalando el
hecho de que el poder tiene que crearse, construirse, además de que se comparte.
Entonces, se trata de un proceso por medio del cual los sujetos desposeídos,
dependientes, interiorizados, discriminados, excluidos, marginados y oprimidos,
adquieren, desarrollan, acumulan y ejercen habilidades, formas de expresión,
destrezas y sabidurías de signo positivo necesarias para generar o incrementar
su autonomía y su independencia (Cazes, 1999).
En el curso de tales acciones, donde se practican poderes no opresivos de los
que carecían, se fueron creando sentidos cada vez más claros y definidos para la
lucha, quedando planteado el horizonte de la emancipación indígena y de género
como demanda y práctica fundamental del movimiento social, asumiendo que
precisamente uno de los aspectos constitutivos de la identidad colectiva es la
construcción del sentido que otorgue legitimidad y perspectiva a las acciones
conflictivas en marcha.
Y si bien la identidad puede “cambiarse” y re-asumirse, la autoafirmación
de género y zapatista implica una alteración profunda de las condiciones y
trayecto de vida que se contrapone tercamente a cualquier destino manifiesto
y, sobre todo, va tejiendo nuevos lazos y amplias redes que hacen posible decir
¡Basta!, desde la dificultad y la grandeza de ser mujer, indígena y rebelde en
pleno siglo XXI.
Bibliografía
214
Construcción de identidad colectiva de género en mujeres zapatistas/Aranda
215
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217
Cuerpo y sexualidad: territorio de representación de mensajes de género en jóvenes.../Zarza
TERCERA PARTE
Cuidados, cuerpo y sexualidad
219
Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
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Introducción
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Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
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Cuerpo y sexualidad: territorio de representación de mensajes de género en jóvenes.../Zarza
como la sexualidad son medios simbólicos de especial relevancia para los y las
jóvenes universitarios en su necesidad de reafirmar o reforzar su identidad de
género. Pero además, su importancia como dimensiones de análisis surge de
su naturaleza social que, tal como lo señalan Le Breton (2007) y Lamas (1998),
pone en evidencia rasgos sociales que permiten comprender fenómenos
contemporáneos. Es decir que el cuerpo y la sexualidad son dos dimensiones
de análisis muy sensibles a la cultura, a las transformaciones sociales, a los
discursos y a las modas y por tal razón permiten percibir o identificar los cambios,
modificaciones o permanencias en las concepciones tradicionales de género
entre los y las jóvenes.
A partir de estas referencias generales, se plantea en este trabajo de
investigación reconocer la transmisión y el consumo de mensajes de género entre
la población juvenil universitaria del estado de México y más específicamente de
la ciudad de Toluca. El estudio se enfoca únicamente en aquellos mensajes que
corresponden a dos de las diversas dimensiones que conforman la identidad
de género de los jóvenes y que se refieren a la del cuerpo y la sexualidad.
Estas dimensiones de género se analizan a partir de lo que los propios jóvenes
expresan verbal y corporalmente, pero también a partir de la relación que tienen
con ciertos medios de consumo como las revistas y la música.
Así pues, el objetivo general de este trabajo de investigación se centra
en el estudio de los mensajes de género que envían y reciben los jóvenes
universitarios de la ciudad de Toluca y que se materializan en su comunicación
verbal y corporal. Específicamente los mensajes de género relacionados con el
cuerpo y la sexualidad.
Antecedentes generales
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Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
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Cuerpo y sexualidad: territorio de representación de mensajes de género en jóvenes.../Zarza
2
Sin embargo, existen algunos estudios que demuestran diferencias significativas en las concepciones
de género entre culturas, como el de Mead (1935) en tres sociedades tribales en Nueva Guinea
en donde demostró que existía un patrón de desarrollo de los roles de género opuesto al de las
sociedades occidentales: los hombres eran pasivos, emocionalmente dependientes y socialmente
sensibles, mientras que las mujeres eran dominantes, independientes y asertivas. Los pigmeos Aka
en África son otro ejemplo de concepciones de género no tradicionales ya que son ellos los que
brindan cariño y contacto físico al niño, mientras las madres trabajan fuera y juegan el papel de
disciplinadoras de los mismos.
225
Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
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Cuerpo y sexualidad: territorio de representación de mensajes de género en jóvenes.../Zarza
En este sentido, Muñiz (2002) señala que los gestos, las actitudes, los
comportamientos individuales son experiencias sociales, el fruto de aprendizaje
y de mimetismo voluntarios o inconscientes que si llegan a parecer naturales es
porque forman parte del bien común de una sociedad entera y de una cultura
que permiten su permanencia y reproducción y que evidentemente se derivan
de los modelos de educación y de los esquemas ideológicos que estructuran la
cultura y en los cuales se asientan los códigos y las normas de comportamiento.
Movimientos, gestos, expresiones verbales, tonos de voz, vestimenta y
actitudes en general han sido controlados desde diversos discursos sociales,
conformando fórmulas generales de dominación que adoptan mayor rigidez
cuando se trata de establecer una división genérica acorde con un orden social
para ubicar los papeles de los hombres y las mujeres.
El cuerpo además tiene una relación directa con la sexualidad, pues, según
lo afirman Vendrell (2004) y Rivas (1998), la sexualidad está sostenida en la
materialidad corporal, es decir, en la existencia de una capacidad física que
se manifiesta mediante prácticas, actividades y acciones en las que interviene
el cuerpo, pero también una serie de argumentaciones, discursos, premisas y
significaciones que connotan las acciones de los individuos, califican sus deseos,
orientan sus tendencias y restringen sus elecciones placenteras o amorosas.
Es decir que la sexualidad no se limita a un aspecto instintivo del ser humano,
más bien se le concibe como una “construcción social” que involucra nuestras
creencias, ideologías e imaginación, tanto como el cuerpo físico. La sexualidad
es fundamentalmente un objeto “cultural”, un producto de la cultura.
Bajo este modelo general de sexualidad, nuestros comportamientos,
identidades, creencias, definiciones y convenciones sexuales han sido moldeados
en medio de relaciones de poder en las cuales se ha desvalorado la sexualidad
femenina y se ha definido en función del hombre. Siendo que la sexualidad
está en la base del poder, tener una u otra definición genérica implica para los
seres humanos ocupar un lugar en el mundo y tener un destino más o menos
previsible de integración en la jerarquía social (Vendrell, 2004; Weeks, 1998;
Lagarde, 1990). En este sentido, el modelo de sexualidad general que domina
en las diferentes culturas del mundo es aquél en el que los hombres han sido los
agentes sexuales activos y las mujeres los agentes sexuales pasivos y sensibles
que despiertan a la vida sexual gracias al hombre.
Para los jóvenes, la sexualidad representa uno de los principales ejes
articuladores de su identidad, siendo la condición de género decisiva en su
construcción. Es precisamente en la juventud cuando la sexualidad, tanto en
mujeres como en varones, presenta importantes manifestaciones que se ven
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Método
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Por ejemplo la gestualidad de los varones universitarios se convierte en un medio de dominación
simbólica muy claro que se percibe a través de la manera de ocupar el espacio.
8
Por ejemplo, la transgresión verbal de las jóvenes al emplear “groserías” y hablar en un tono
elevado de voz, parece burlarse de la rigidez de los límites en que se sustenta la cultura de género
tradicional.
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Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
Lamas (1998) afirma que la sexualidad está sujeta a una construcción social
que promueve una elaboración psíquica y cultural sobre los placeres de los
intercambios corporales, construida discursivamente, regulada y reglamentada
mediante prohibiciones y sanciones que le dan —literalmente— forma y
direccionalidad. En este sentido, se considera que los y las jóvenes universitarios
han asimilado o interiorizado en el ámbito de la sexualidad, fielmente y de manera
mucho más homogénea que en la presentación del cuerpo9 y la gestualidad,
muchas de las normas de género tradicionales que frecuentemente ubican a la
mujer en una posición de desventaja con relación al hombre.
Tal parece que las prescripciones culturales dominantes de la feminidad y la
masculinidad se visualizan más claramente entre los y las jóvenes universitarios
en un nivel un tanto inconsciente como lo es la gestualidad, o bien en los ámbitos
más privados o personales como el de la sexualidad, mientras que en el ámbito
de la presentación del cuerpo es en donde más diversidad de identidades de
género se perciben10. Es decir que cuando se aborda el tema de la sexualidad,
esta multiplicidad de posturas juveniles y de género se simplifican en una
identidad masculina o femenina única con relaciones desiguales entre el hombre
y la mujer. Si se pudiera visualizar este fenómeno a través de un esquema, éste
pudiera ser de la siguiente manera:
Esta aparente polaridad en el terreno de la sexualidad se evidencia, por
ejemplo, en la idea que tienen los varones universitarios de este estudio sobre
el hecho de que la hombría se demuestra en la capacidad de dar placer a las
mujeres —ellos dan placer y ellas son el objeto del placer—.
9
Entiéndase vestido, peinado y uso de accesorios.
10
Es decir diversos estilos de masculinidades y feminidades.
234
Esquema
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Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
En este sentido, el discurso juvenil connota una visión de la mujer que la ubica
como objeto sexual sobre el cual se tienen derechos incuestionables. Por ejemplo,
el varón adquiere derechos de exclusividad sobre la mujer no sólo cuando se
formaliza una relación de noviazgo y/o se han tenido relaciones sexuales, sino
incluso cuando se mantienen relaciones “sin compromisos” como pudieran ser
los frees11. En esta dualidad de posturas entre lo femenino y lo masculino, se
identifica una cierta cosificación de la mujer que la ubica en el extremo pasivo
y receptor y a ellos en el extremo activo y dominante. Según Amuchástegui
(1998), esta visión ha servido como base para un sistema generalizado en el
cual las mujeres no tienen derechos sobre sí mismas y sin embargo son objeto
del derecho de otros, especialmente de los hombres quienes, en cierta forma
controlan la sexualidad femenina. De alguna manera pareciera que se trata de
una de las estrategias principales para mantener el orden social dominante
que generalmente ubica al varón en una posición de supremacía con relación
a la mujer. Ellos y ellas en el terreno de la sexualidad evidencian las diferencias
opuestas de género de una manera más generalizable, a pesar de que en
otros aspectos del estudio se mostraba cierta igualdad o equidad de posturas
dependiendo del estilo juvenil. Es decir que bajo la mirada de la sexualidad,
pandrosos, fresas, wannabés y pachi-fashion son igualmente tradicionales.
En este contexto de diferenciación de géneros polarizado, el aspecto
específico del derecho a experimentar el goce sexual12 es el ejemplo más claro
de la permanencia de valores de género tradicionales entre los y las jóvenes
universitarios. A partir de las entrevistas y la observación participante se puede
afirmar que es justamente en el ámbito de la sexualidad en donde los y las jóvenes
tienden a naturalizar ciertas características o conductas propias de varones y
mujeres y ésta puede ser una de las razones por las cuales permanecen casi intactos
ciertos ideales y valores de lo femenino y lo masculino en este terreno. En este
sentido, todavía no se alcanza a percibir entre el grupo de jóvenes entrevistados
un síntoma de que las nuevas generaciones tienen una visión distinta sobre la
dualidad a la que hace referencia Medina (2000) entre las mujeres virtuosas y las
mujeres voluptuosas —en las primeras residen los atributos de la mujer madre,
cariñosa y motivo del amor y la segunda es depositaria del placer—. Reconocer
que en la misma mujer residen los atributos de ambos tipos de mujeres sería un
11
Según lo refieren los propios jóvenes del estudio, los frees son aquellas relaciones en las
que el contacto físico es igual al de un noviazgo pero sin algún tipo de compromiso explícito,
generalmente es con alguien conocido como pudiera ser un amigo o amiga y puede durar semanas
o incluso meses.
12
Ellos, los varones, tienen todo el derecho de experimentar el goce sexual sin ser catalogados de
manera negativa, mientras que aquella mujer que decide complacer su sensualidad corre el riesgo
de ser marginada o identificada como una mujer de reputación sexual dudosa.
236
Cuerpo y sexualidad: territorio de representación de mensajes de género en jóvenes.../Zarza
síntoma de una cultura sexual más equitativa, sin embargo los jóvenes de este
estudio todavía no lo muestran así.
En este contexto de clara polarización entre lo femenino y lo masculino, que
en apariencia muestra que el varón ejerce un poder amplio sobre la mujer, de
alguna manera el mismo hombre se encuentra entrampado al tener que, en
palabras de Ferré (2002), confrontarse a sus semejantes para hacerse hombre y
demostrar su hombría. Es decir que la sexualidad entre los varones universitarios
se convierte en un espacio de confirmación de la masculinidad sumamente
importante que de no hacerlo de acuerdo a los parámetros culturales dominantes,
genera estigmas de exclusión social que pocos jóvenes parecen estar dispuestos
a asumir.
Bajo esta perspectiva, se identifica que es en el aspecto de la sexualidad donde
los y las jóvenes universitarios encuentran de manera más contundente dos
únicos lugares de referencia desde los que pueden conformar simbólicamente
su identidad de género, es decir como varones o mujeres. Desde esta lectura,
según Cabrera (2004), habría dos tipos de personas: hombres y mujeres con
identidades diferenciadas y excluyentes, que originan una clasificación de la que
se derivan juicios de valor por considerar “desviado” todo aquello que no se
adapta a los roles esperados para unas y otros. De tal forma que si la identidad
es tanto un acto de conciencia como de palabra que se construye a través de la
vida y por lo mismo no es sólo una actividad subjetiva, sino también una práctica
social que le permite al individuo encontrar su lugar dentro del entramado social,
se entiende la preocupación de los y las jóvenes universitarios de este estudio
por evidenciar en sus prácticas sexuales el lugar en el que se ubican dentro del
orden genérico establecido y dominante que les garantice, de alguna manera, su
integración y aceptación social.
En términos generales, si bien el ámbito de la sexualidad entre los y las
jóvenes universitarios es un espacio de conservación de las relaciones de
poder entre lo femenino y lo masculino, también existen algunos rasgos de
mutaciones de valores, de diferenciaciones en los códigos de reconocimiento e
identificación con lo femenino y lo masculino que podrían visualizar el eventual
desvanecimiento o deterioro de las imágenes de género tradicionales en el
terreno de la sexualidad, aunque se perciben a mucho más largo plazo que en lo
que pudiera ser la presentación del cuerpo, su estética y gestualidad. Algunos de
los aspectos que nos permiten pensar que así es, son el hecho de que las jóvenes
universitarias no únicamente tengan un mayor conocimiento y consciencia del
uso de anticonceptivos sino que en la realidad los empleen. De igual forma el
hecho de que en algunos casos sean ellas quienes propongan al varón tener
237
Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
13
Por ejemplo, los movimientos corporales, los gestos, las actitudes, la retórica del vestido que en
el caso particular de las mujeres se convierten en elementos atractivos y eróticos en la búsqueda
de la belleza estética y que muestra una diferencia sensible con la retórica de la vestimenta
masculina cuya búsqueda parece ser más bien la funcionalidad.
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Conclusiones
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Bibliografía
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El trabajo y la construcción de lo femenino: una visión desde lo travesti/Peralta
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El primer rasgo distintivo entre los términos que definen la diversidad sexual
radica en la elección de pareja erótico-afectiva, es decir, en lo definido como
preferencia u opción sexual. Así, quienes establecen relaciones erótico-afectivas
con personas de su mismo sexo, son definidos “homosexuales”, mientras aquellas
que prefieren a las del sexo opuesto son denominadas “heterosexuales” y las
que establecen una relación, ya sea con una persona de su mismo sexo o con
una del sexo opuesto, son denominadas “bisexuales”.
Ahora bien, es pertinente dejar claro que existen preferencias vinculadas con
la expresión del cuerpo y del género, como el travestismo, la transexualidad y
el transgenerismo, pero estas no necesariamente coinciden con las relaciones
erótico-afectivas que establecen.
El travestismo se refiere a todas aquellas personas que eligen portar ropa,
accesorios y en general buscan tener una apariencia física similar a la esperada
socialmente para el sexo opuesto al que pertenecen. Incluso suelen adoptar
actitudes relacionadas regularmente con el género femenino, lo que no implica
que tengan una preferencia homosexual, además de que pueden optar o no por
hacerle modificaciones a su cuerpo.
La transexualidad es otro concepto utilizado para clasificar a todas aquellas
personas (hombres y mujeres) que se sienten inconformes con su sexo anatómico,
atrapadas en el cuerpo equivocado. La gama de transexuales va desde quienes
tienen ese sentimiento de inconformidad, pasando por la utilización de hormonas,
hasta llegar, algunas veces, a la operación de reasignación de sexo (que puede
resultar un largo proceso a veces económicamente inaccesible)3.
En cuanto al término transgénero, es relativamente nuevo y se utiliza como
un punto medio entre el travestismo y el transexualismo, pues a pesar de que
pueden existir cambios corporales (hormonización, operaciones) o de estilos de
vida (cotidianeidad como el género femenino), no se llega a la operación de
reasignación sexual. En consecuencia refiere a todas aquellas personas que se
salen o transcienden las normas establecidas para el género por la sociedad.
Dentro de este grupo se pueden encontrar a travestis, transexuales, intersexos,
y todas las personas que por algún motivo no están siguiendo las reglas
tradicionales impuestas por la cultura heterosexual (González, 2003).
Pese a las diferencias entre los conceptos antes mencionados, el punto
en común es que las personas que se asumen dentro de cualquiera de estas
categorías son consideradas “desviadas”, por no adjudicarse los patrones
socialmente esperados de acuerdo a su sexo.
En este sentido, fue conveniente preguntarse: ¿cómo influyen las opciones
laborales de las personas que se autodefinen como travestis, en la decisión de
3
Véase http://www.cipacdh.org/salud/sa17.php (acceso 8/10/2004).
246
El trabajo y la construcción de lo femenino: una visión desde lo travesti/Peralta
247
Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
Propuesta metodológica
Se utilizó una metodología de corte cualitativo, pues resultó útil para acercarse
y conocer la realidad desde el punto de vista de las travestis, a partir de la
interpretación de la experiencia vivida. Es decir, privilegiando la profundidad
sobre la extensión numérica de los fenómenos, la comprensión en lugar de la
descripción y, la ubicación dentro de un contexto en vez de la representatividad
estadística. En suma, se escogió este método porque permite la riqueza,
densidad y profundidad en el tratamiento del tema que construye su capacidad
de representar realidades culturales y subjetivas diversas (Szasz y Amuchástegui,
1996: 22).
Así, considerando el interés por recuperar las experiencias y los significados
de vida para las travestis de la ciudad de Villahermosa, se empleó la técnica de
entrevistas a profundidad. Este tipo de contacto permitió obtener las propias
“voces” de las entrevistadas. Se buscó encontrar lo importante y significativo
para las informantes, su importancia, perspectivas e interpretaciones, el modo
como ven, significan y experimentan su propio mundo (Ruiz, 1999).
5
La coordinación de salud municipal, en su área de control venéreo, tiene como objetivo regular a
las personas que se encuentran trabajando en una situación de “riesgo”, (sexo-servidoras, bailarinas
exóticas, meseras de cantinas y travestis) realizándoles una revisión médica semanalmente, para
posteriormente expedirles su permiso y así puedan seguir trabajando.
248
El trabajo y la construcción de lo femenino: una visión desde lo travesti/Peralta
249
Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
250
El trabajo y la construcción de lo femenino: una visión desde lo travesti/Peralta
Si se traslada al campo de las ciencias sociales, las razones por las cuales
se ha regresado a trabajar sobre el cuerpo puede atribuirse a un cambio en
algunas posiciones teóricas formuladas por la necesidad de retornar a cierta
“materialidad” que el cuerpo brindaría como opción de estudio frente a una
producción sociológica saturada de abstracciones. A estos estudios se han
agregado las luchas feministas y, posteriormente, las de género, que cuestionan
las concepciones en torno a la mujer, centradas en la anatomía como destino
fundamentalmente reproductivo, movimientos relacionados también con los de
otros sujetos sociales, como las travestis.
De igual manera estos movimientos han contribuido a colocar en la mesa
de discusión las diferencias sexuales de los cuerpos y mostrar cómo el género
moldea y desarrolla significados en función de ellas: “El cuerpo es la primera
evidencia incontrovertible de las diferencias entre los individuos” y también
nuestro primer referente de ubicación en la sociedad, situación que las travestis
entrevistadas dejan muy clara al querer mostrar una imagen aceptable ante los
demás (Di Pardo, 2001: 172; Lamas, 1994: 7).
Así, el cuerpo y la imagen corporal constituyen un blanco del saber moderno,
pues se convierten en objetos de poder y de saber, cuando dentro de estos
saberes quiere incluirse un grupo de personas definidas como “diferentes”, por
tener quizá una discapacidad física, sensorial, psíquica o simplemente por no
corresponder a los estándares de expresión de género como las travestis, llegan
a convertirse muy fácilmente en grupos sociales regularmente invisibilizados
(Turner, 1990; Rubio, 2004).
Y es que “pensar” en el cuerpo entraña una serie de dificultades teórico-
metodológicas, implicadas en el hecho de ser y tener un cuerpo, más aún, en el
hecho de ser un cuerpo producido y subjetivado socialmente. En consecuencia,
algunas veces el destino de las/os “diferentes” es la segregación en territorios
distintos y hasta “apartados” regidos por la discriminación tanto social
como laboral: reciben un trato diferenciado y tienen una participación social
desventajosa (Di Pardo, 2001: 173; Rubio, 2004).
El enfrentamiento o el ostracismo aplicado a los diferentes, y en el caso de
esta investigación a las travestis, tiene que ver con un consenso asumido por
las mujeres: “que la belleza, lo sano o lo socialmente esperado, es lo bueno,
lo positivo, lo ideal, lo normal”. En este sentido muchas campañas publicitarias
que pretenden la integración de la diferencia, están teñidas de miedo, recelo,
rechazo y muchas veces burla hacia las personas no concordantes con la
“normalidad”. Dichas campañas pretenden promover la tolerancia ante ese otro
u otra que muestra actitudes, capacidades o culturas diferentes. Así la diferencia
251
Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
Tabasco es uno de los 32 estados libres y soberanos, parte de los Estados Unidos
Mexicanos. Representa 1.3 por ciento de la superficie del país, está ubicado en
una cálida planicie del trópico húmedo, donde se entretejen las aguas marinas
del Golfo de México, gran cantidad de ríos y lagunas. Colinda al norte con el Golfo
de México y Campeche, al este con Campeche y la República de Guatemala, al
sur con Chiapas y al oeste con Veracruz (García Payró, 2000).
Villahermosa, cabecera municipal y capital del estado, cuenta con 1 765.96 km2
de superficie pertenecientes a la llanura costera. La población asciende 520 308
habitantes, de los cuales 252 955 son hombres y 267 353 mujeres (INEGI, 2000).
A partir de 1970 el desarrollo de la industria petrolera nacional generó un
impacto inesperado en la ciudad de Villahermosa que en unos cuantos años
empezó a verse rebasada por su desmesurada población que exigía más y
mejores servicios. Al finalizar esa década se inició la construcción del complejo
urbanístico Tabasco 2000, que marcaría el inicio de un nuevo rostro para la
capital tabasqueña6.
6
http://villahermosa.gob.mx .
252
El trabajo y la construcción de lo femenino: una visión desde lo travesti/Peralta
253
Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
254
El trabajo y la construcción de lo femenino: una visión desde lo travesti/Peralta
…esto para mí es una bendición de Dios que me haya dado este don pues, ya no
lo hice porque me gustara sino fue porque al ver que no tenía yo otra opción, mis
amigos me echaron la mano y pues me incliné a esto, belleza, y ahora pues que
me pongo a pensar, me digo ‘qué bueno que aprendí esto’, o sea porque yo sin
esto no era nada… (Gerardo, 30 años).
Reconocimiento, ser alguien, no tener otras opciones laborales, son frases
que aun cuando no se expresan abiertamente, están presentes en varias de
las entrevistas. Sin embargo, por esta estigmatización en torno al trabajo
sexual, por ningún motivo se puede dejar en duda ante los/as demás, que
laborar como estilista es la ocupación más digna y respetable a la que se tiene
acceso.
En consecuencia, esta misma estigmatización provoca que las travestis
con otras ocupaciones como el trabajo sexual o meseras en cantinas sean
discriminadas y maltratadas por aquellas personas que llegan a solicitarles sus
servicios e incluso por ellas mismas:
[...] los clientes más que nada, no que digamos que me traten muy muy bien, sino
que me tratan regular, porque hay veces me empiezan a decir groserías, palabras
obscenas, y a mí nunca me ha gustado, cuando están más borrachos ya te ven
con mala cara y te dicen cosas que no es conveniente que te digan… (Yenni, 19
años).
255
Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
256
El trabajo y la construcción de lo femenino: una visión desde lo travesti/Peralta
El futuro
¿Qué nos hace falta?, más que nada educación, conocimiento acerca de las
despectividades que uno tiene hacia la gente, nos falta aprender a no juzgar a los
demás, nos falta aprender a tener amor por el semejante, nos falta un chingo de
cosas que desafortunadamente no la vamos a lograr, quién sabe, si la lograremos
en algún futuro o no. Debemos aprender a respetar la vida de los demás, eso nos
falta por aprender, dejar vivir su vida a cada quien como quiera, con quien quiera
y hacer lo que quiera, siempre y cuando no lo haga para degradar a los demás, sin
dañar a nadie, eso necesitamos […] (Luisa, 33 años).
Estos fragmentos siguen dando muestra de que la búsqueda de aceptación
por parte de la sociedad debe de ajustarse a lo que ésta exige para estar
dentro de los límites ya establecidos desde mucho tiempo atrás. Sin embargo
también puede verse la falta de confianza en que estos cambios puedan llegar
a realizarse.
Reflexiones finales
257
Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
258
El trabajo y la construcción de lo femenino: una visión desde lo travesti/Peralta
259
Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
Bibliografía
260
El trabajo y la construcción de lo femenino: una visión desde lo travesti/Peralta
Páginas electrónicas
261
Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
262
Autocuidado de la diabetes mellitus tipo2: una perspectiva de género/Cruz y Vizcarra
Introducción
263
Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
264
Autocuidado de la diabetes mellitus tipo2: una perspectiva de género/Cruz y Vizcarra
et al., 2004: 1; Martínez de Dávila et al., 2006; Acosta, 2001: 66). En este
proceso se incorpora a la familia por sus creencias y conocimientos como un
recurso para el mantenimiento de la salud (Valadez et al., 1993: 464; Arroyo et
al., 2005: 63).
Esta investigación tuvo como objetivo analizar factores de riesgo para
favorecer el autocuidado de personas con DM2 considerando sus características
personales y contextuales en comunidades del estado de México, México. El
propósito es contar con información confiable para mostrar la complejidad que
condiciona la probabilidad de desarrollar DM2.
Sujetos y métodos
Sujetos y muestra
Mediciones
265
Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
Análisis estadístico
Resultados
De un total de 239 personas que participaron en el estudio, 51.5 por ciento eran
de Toluca y de ellas 64.4 por ciento eran de género masculino, la media de edad
de los sujetos de estudio fue de 56.9 años (+12.18). 17.1 por ciento tenían entre
26 a 45 años y 57.1 por ciento entre 46 y 65 años. Respecto al estado civil, 72.3
por ciento tenían pareja; 30.5 por ciento no sabía leer, ni escribir y 50.6 por
ciento sólo tenía estudios de primaria; 55.9 por ciento eran amas de casa y 11.3
por ciento estaban desempleados.
El cuadro 1 describe las características de las personas que participaron en
la investigación. Se destaca que en Tonatico la proporción de mujeres es mayor,
dato que se relaciona al alto índice de migración masculina hacia Estados Unidos
en esa región. En Toluca 86.5 por ciento de los hombres participantes tenían
pareja y en Tonatico 33 por ciento de mujeres no la tenía; no obstante que las
ocupaciones son diversas, en Tonatico 74 por ciento de las mujeres eran amas
de casa y 31 por ciento de los hombres en Toluca estaban desempleados. Así
mismo, la mayor parte de la población que no sabe leer y escribir son las mujeres
266
Autocuidado de la diabetes mellitus tipo2: una perspectiva de género/Cruz y Vizcarra
Comunidad
Toluca 51.5 48.0 64.4 5.84 0.05
Tonatico 48.5 52.0 35.6
a b
Edad (años) X (DE) 56.93 (12.18) 3.39
26 – 45 17.1 17.3 17.2
46 – 65 57.1 58.1 53.4
66 y más 25.8 24.6 29.4
Estado civil 11.69
Con pareja 72.3 67.0 86.5
Sin pareja 27.7 33.0 13.5
Nivel educativo 15.87
No sabe leer, ni escribir 30.5 35.0 16.9
Primaria 50.6 49.7 52.5
Secundaria 10.9 8.5 18.6
Preparatoria 3.3 2.3 6.8
Escuela técnica 2.9 2.3 5.1
Licenciatura 1.3 1.7 -
Ocupación 107.25 0.00
Empleado asalariado 9.7 6.8 19.0
Empleo propio 19.3 10.7 44.8
Desempleado 11.3 6.8 31.0
Ama de casa 55.9 74.0 1.7
Jubilado 2.1 1.1 5.2
Fuente: Base de datos.
a b c d 2
Media. Desviación Estándar. Porcentaje. Prueba de X .
e
Significancia estadística (p<0.05).
267
Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
268
Autocuidado de la diabetes mellitus tipo2: una perspectiva de género/Cruz y Vizcarra
269
Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
Cuadro 4. Conocimientos por género sobre diabetes mellitus en comunidades del estado
de México, México, 2008
Conocimientos Toluca (n =124) Tonatico (n=115)
Femenino Masculino Femenino Masculino
2 c 2b c
(n=86) (n=38) X P (n=93) (n=22) X P
Sí NO Sí NO SI NO SI NO
%a %a %a %a %a %a %a %a
La causa habitual
de la diabetes es
la pérdida de la
77.5 22.5 91.6 8.4 7.01 0.03
eficacia de la
insulina en el
cuerpo.
La diabetes es
causada por una
falla en los
riñones para
29.5 70.5 55.5 44.5 4.73 .02
mantener el
azúcar fuera de la
orina.
El ejercicio regular
incrementa la
necesidad de
24.1 75.9 57.1 42.9 7.44 0.02
insulina u otros
medicamentos
para la diabetes.
Fuente: Base de datos.
a
Porcentaje. bPrueba de X2. c
Significancia estadística (p < 0.0).
El cuadro 7 muestra la percepción de las personas en cuanto al apoyo social
recibido para el cuidado de la diabetes, se encontraron diferencias por zona,
en Tonatico los participantes pueden hablar de sus problemas con la familia (p
< 0.04), identificaron gente con la que comparten eventos sociales (p < 0.02),
manifestaron tener la sensación de ser necesitado por otras personas (p < 0.01)
y de enfrentar los retos que se les presentan en la vida (p < 0.00).
En las creencias culturales (cuadro 7) hubo diferencia por zona, en Toluca los
sujetos de estudio no estuvieron de acuerdo en que la diabetes es normal en los
afroamericanos con sobrepeso (p < 0.02) y coincidieron que el cocinar es parte
de su tradición (p < 0.00).
270
Autocuidado de la diabetes mellitus tipo2: una perspectiva de género/Cruz y Vizcarra
271
Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
Cuadro 6. Calidad de vida de las personas con diabetes mellitus de las comunidades
del estado de México, México, 2008
Comunidad Toluca (n = 124)
Femenino (n = 86) Masculino (n = 38) X2b Pc
Género
Calidad de vida Satisfecho Insatisfecho Satisfecho Insatisfecho
%a %a %a %a
Aprendizaje y
atención escolar,
adquirir
conocimiento
adicional.
Comprender que
tiene sus
conocimientos,
ventajas y
limitaciones
Leer, escuchar 61.4 9.6 28.9 0.0 4.96 0.02
música u
observar
espectáculos
Fuente: Base de datos.
a b 2 c
Porcentaje. Prueba de X . Significancia estadística (p<0.05)
Cuadro 6. Calidad de vida de las personas con diabetes mellitus de las comunidades
del estado de México, México, 2008
Comunidad Tonatico (n = 115)
Femenino (n = 93) Masculino (n = 22) X2b pc
Género
Calidad de vida Satisfecho Insatisfecho Satisfecho Insatisfecho
%a %a %a %a
Aprendizaje y
atención escolar,
adquirir 63.2 14.2 19.3 3.0 31.24 0.00
conocimiento
adicional.
Comprender que
tiene sus
conocimientos, 68.9 10.6 20.3 0.0 15.00 0.05
ventajas y
limitaciones
Leer, escuchar
música u
observar
espectáculos
Fuente: Base de datos.
a b 2 c
Porcentaje. Prueba de X . Significancia estadística (p<0.05)
272
Autocuidado de la diabetes mellitus tipo2: una perspectiva de género/Cruz y Vizcarra
Cuadro 7. Apoyo social percibido y creencias culturales que perciben las personas con diabetes
mellitus de comunidades del estado de México
Toluca (n = 124)
Femenino (n = 86) Masculino (n = 38) X2b Pc
Acuerdo Desacuerdo Acuerdo Desacuerdo
Apoyo social percibido %a %a %a %a
Puedo hablar de mis
problemas con mi familia.
Tengo la oportunidad de
enfrentar los retos que se me
presentan en la vida.
Hay gente con la que comparto
eventos sociales y otras
actividades.
Tengo la sensación de ser
necesitado por otra persona.
Creencias culturales
La diabetes es normal en los
10.3 55.8 12.9 20.7 4.98 0.02
afro– americanos con sobrepeso.
Cocinar es parte de mi tradición. 64.6 8.8 17.6 8.8 6.85 0.00
a b 2 c
Fuente: Base de datos. Porcentaje. Prueba de X . Significancia estadística (p < 0.05).
Cuadro 7. Apoyo social percibido y creencias culturales que perciben las personas
con diabetes mellitus de comunidades del estado de México
Tonatico (n=115)
Femenino (n = 93) Masculino (n = 22) X2b Pc
Acuerdo Desacuerdo Acuerdo Desacuerdo
Apoyo social percibido %a %a %a %a
Puedo hablar de mis
70.0 10.2 15.8 3.7 6.25 0.04
problemas con mi familia.
Tengo la oportunidad de
72.5 6.8 17.6 2.9 9.32 0.00
enfrentar los retos que se
me presentan en la vida.
Hay gente con la que
67.9 12.2 17.9 1.8 7.53 0.02
comparto eventos
sociales y otras
actividades.
Tengo la sensación de ser
73.8 7.2 17.1 1.8 11.8 0.01
necesitado por otra
persona.
Creencias culturales
La diabetes es normal en
los afro– americanos con
sobrepeso.
Cocinar es parte de mi
tradición.
a b 2 c
Fuente: Base de datos. Porcentaje. Prueba de X . Significancia estadística (p < 0.05).
273
Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
Discusión
274
Autocuidado de la diabetes mellitus tipo2: una perspectiva de género/Cruz y Vizcarra
275
Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
276
Autocuidado de la diabetes mellitus tipo2: una perspectiva de género/Cruz y Vizcarra
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Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
278
Autocuidado de la diabetes mellitus tipo2: una perspectiva de género/Cruz y Vizcarra
Conclusiones
Bibliografía
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280
Autocuidado de la diabetes mellitus tipo2: una perspectiva de género/Cruz y Vizcarra
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Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
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Autocuidado de la diabetes mellitus tipo2: una perspectiva de género/Cruz y Vizcarra
283
Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
284
Las historias de vida y la subjetividad como método de investigación rural con.../Vizcarra
Introducción
* Francisco Guízar Vázquez, Cristina Chávez Mejía, Roxana Valdés Ramos y Ranjita Misra son los
corresponsables de los proyectos de investigación.
** Profesora Investigadora del Instituto en Ciencias Agropecuarias y Rurales de la Universidad
Autónoma del Estado de México.
285
Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
Las Historias Vida (HV) de los y las sujetos tienen, sin embargo, significaciones
diferenciadas y no simplemente por la heterogeneidad de sus contenidos, sino
sobre todo por el posicionamiento jerárquico de los(as) individuos en diversos
contextos y niveles de las estructuras sociales, económicas y políticas en las
cuales se inscriben y se mueven (familiares, comunitarias, organizacionales,
institucionales etc.) (Méndez, 1992). En este sentido la perspectiva de género
se vuelve una herramienta útil para entender tanto las diferencias vivenciales
(subjetivas) en los procesos de cambio entre hombres y mujeres, así como
las relaciones de poder que se generan a partir de estos procesos (Gómez,
1993; Massoff, 1994; Szasz y Lerner, 1996). Las HV son el relato personal que
cuenta la historia familiar con hechos cronológicos y a menudo requiere ser
complementada y documentada por los(as) investigadores(as). Las HV son en
sí, el resultado acumulado de las múltiples redes de relaciones en los que, día
a día, los grupos humanos entran, salen y se vinculan por diversas necesidades
(Ferrarotti, 1991). Durante la recuperación de la memoria para reconstruir el
pasado familiar, las personas caen con frecuencia en relatos de vida que marcaron
alguna experiencia significativa en su trayectoria, de aquí que los relatos se
sustentan en la subjetividad individual, por lo que sugieren una reflexión de
lo social que profundice en el mundo de los valores, de las representaciones y
subjetividades. Según Ferrarotti (1991) basta con que el individuo que cuenta y
relata su vida pertenezca a la sociedad que se estudia para sintetizar lo social, lo
estructural y las múltiples mediaciones e interpretaciones que conlleva al análisis
del complejo y heterogéneo mundo de los sectores populares. Esta manera de
comprender la historia de vida nos permite descubrir lo cotidiano, las prácticas
de vida abandonadas o ignoradas por las miradas dominantes de las ciencias,
la historia de y desde los(as) sujetos que viven los procesos de cambio en sus
modos de vida.
El objetivo de este documento es explorar cómo las HV con perspectiva de
género, puede ser un instrumento útil en el transitar de la multi e interdisciplina
para estudiar la construcción social de la realidad basada en la vida cotidiana de
hombres y mujeres pertenecientes a familias rurales del estado de México.
286
Las historias de vida y la subjetividad como método de investigación rural con.../Vizcarra
287
Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
288
Las historias de vida y la subjetividad como método de investigación rural con.../Vizcarra
289
Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
que se imprime en el análisis, rescata así mismo las prácticas sociales y asume
que los sujetos que las realizan se relacionen entre sí, con otros sujetos y con
objetos que los rodean en función del significado que tienen para ellos (Berger
y Lukman, 1968).
Considerando estas limitantes del análisis cualitativo, las HV dejarán de ser
un método para convertirse en una perspectiva de análisis útil para interpretar
desde las experiencias de los(as) sujetos los procesos sociales diferenciales
que han dado lugar a las desigualdades sociales y de género en el medio rural.
Asimismo esta nueva forma de interpelar la realidad abre sin duda un espacio de
reflexión de las realidades complejas.
Conflictos matlazincas
290
Las historias de vida y la subjetividad como método de investigación rural con.../Vizcarra
El pueblo matlatztinca ha sido una de las etnias de México que más han
padecido de la fragmentación y pérdida histórica de tradiciones y rasgos distintivos
culturales, como el lenguaje1. Ahora tan solo se concentran en el poblado de San
francisco Oxtotilpan, en el municipio mexiquense de Temascaltepec, un grupo
aproximado de 1,500 matlatzincas, y aunque la población está en continuo
movimiento migratorio, la población que habla es lengua no ha variado mucho
en los últimos años.
1
Según Korsbaek y González (1999) son originarias del estado de México cinco étnias: la Otomí, con
99,864 hablantes de lengua indígena mayores de cinco años; la Mazahua con 11,294; la Náhuatl
con 26,927; la Tlahuica con 642; y la Matlatzinca con tan solo 1,205 originarios.
291
Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
292
Las historias de vida y la subjetividad como método de investigación rural con.../Vizcarra
293
Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
[…] me fui colocar a mis hermanos y le digo: nos corrió, dice, lárguense y no te
quiero ver a ti, y ora mi hijo, el último, pues le digo, pues, vámonos pues, ya que
294
Las historias de vida y la subjetividad como método de investigación rural con.../Vizcarra
pues tú papá ya nos corrió, pues mejor vámonos, vamos a ver a mi hermano a
colocarnos ahí en su casa y hay después vinieron mis hijos vinieron a decir: hay
papá, pero cómo eres, yo le digo ultimadamente, pues ya me corrió pues ora
si pues ya para que voy, mejor me voy a seguir de mi hermano a ver donde me
va colocar como ya nos repartimos me iba decir dónde me iba a tocar de los
terrenos del difunto, mi mamá y ahí lo busqué con lo que sea con lo que sea y
con maderas y la madera para hacer una casita aunque sea una para uno aunque
sea y comenta la hija que la casa donde están el terreno del al lado lo pasó a
empeñar el difunto de su abuelo, de la hija, y mis tíos la sacaron. Ora donde sepa
puede trabajar y por decir ya a los quince días de trabajar ya le dicen que ya su
papá lo empeñó o anda empeñando el terreno y el único que rescataron es el de
aquí donde está la casa y ese terrenito es el único que rescataron… (Ernestina
Hernández, 106 años, con traducción de de su nieta Eugenia de 60 años).
Estos dos testimonios extraídos de las HV, muestran de manera representativa
las creencias basadas en las diferencias sexuales que regulan el acceso, uso y
manejo a los recursos para subsistir. Los conflictos entre los géneros surgen en la
misma división sexual del trabajo la cual se trasmite de generación en generación
a pesar de que las mujeres jóvenes tienen mayores oportunidades a desarrollarse
en otros ámbitos no doméstico o públicos (maestras, comerciantes, regidoras,
etc.).
En las HV se logra observar que el sistema de creencias (culturales, simbólicas,
materiales, religiosas) sobre el hombre como productor-proveedor y la mujer
como responsable de la crianza y el cuidado del hogar, constituyen la base del
derecho consuetudinario que regula y restringe a las mujeres en el acceso a
los recursos estratégicos para la subsistencia: Tierra, Agua y Bosque. Con la
ayuda de las HV, se logra reconstruir la memoria colectiva no sólo sobre las
transformaciones de los modos de vida, sino también de las relaciones entre
los género, entre los hogares y entre la comunidad, los recursos y el Estado,
abriendo de esta manera una arena social para el estudio de los conflictos.
Paisajes mazahuas
295
Relaciones de género en transformación. Estudios en diversos ámbitos sociales
[…] Mi vida aquí es muy tranquila, nomás me preocupo de tener bien mi casa y
que no le falta nada a mis hijos y a mi viejo y mi padre que ya es viudo, aunque
vive en su casa yo le echo la mano y le doy su vueltecita… Mi esposo trabaja
en Toluca con un primo en la Tlapalería y viene solo los domingos. Yo aquí me
encargo de los pollos, y de dos parcelitas de mi esposo, y la de mi papá también le
ayudo, pues mis hermanos están en los Estados Unidos y ya ni vienen desde que
se llevaron a sus familias... Y pues aquí como la vida es tranquila, me da tiempo
de ver mis flores que vendo en día de muertos y en la fiesta del pueblo… no pus si
me alcanza el tiempo cuando mi esposo no está, lo bueno es que yo nomás veo lo
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de los jornales y vigilo que las cosas se hagan como que bien, o sea como deben
de ser […] (Florinda Flores, 45 años)
No obstante, las HV de cuatro campesinos y cuatro campesinas recopiladas
en el 2008, permitieron integrar al análisis otros elementos etno-culturales
mazahuas y de género, los cuales tienen un relación más estrecha en la dinámica
del paisaje y la conservación de la biodiversidad: siendo uno de esos elementos
el cumplimiento de cargos religiosos.
En efecto, el sistema de cargos estudiado es la mayordomía para la celebración
del Santo Patrón, en la cual participan las cuatro comunidades que conforman el
ejido de San Pablo Tlalchichilpa. El análisis de la relación entre la biodiversidad y
el cumplimiento de cargos religiosos se basa en el desempeño de obligaciones y
deberes de los mayordomos. Con base a la proposición que en el ritual religioso
la cultura material juega un papel determinante en la propia significación del
ritual, su transmisión a los participantes del ritual y como requisito para el ritual
sea llevado a cabo debidamente, se identifica la cultura material que tenga
relación con la biodiversidad local (oriunda e introducida). De esta manera
se identifica que es lo que los mayordomos usan en el cumplimiento de sus
obligaciones, por ejemplo la preparación de la comida ritual. La comida ritual
implica la conservación de maíces criollos y animales domésticos. Otro elemento
en los rituales religiosos son las plantas que pueden ser silvestres y cultivadas,
estas últimas son locales e introducidas.
Se observa un cambio en cuanto a la cultura material para los rituales.
Específicamente se observa un cambio en las ofrendas y adornos de imágenes
religiosas. Actualmente, la colecta de plantas con flores como ofrenda o como
adorno se presenta en raras ocasiones. Se prefieren plantas compradas en el
mercado local, las cuales son plantas comerciales como el gladiolo. Debido a
la aceptación del gladiolo como ofrenda se observa que en algunos solares la
gente ha introducido esta planta. Sin embargo, dado en ciertos casos, plantas
como ofrenda y como ornato, algunos mayordomos prefieren colectar plantas
silvestres en el ejido; ante esto, es necesario analizar en qué casos para ellos
es mejor el uso de plantas silvestres y en qué casos las plantas introducidas
son consideradas como las más apropiadas para los rituales. El estudio de la
relación entre los rituales y la cultura material necesaria para ellos, nos condujo
al análisis hasta qué punto y cómo la cultura y la biodiversidad se sostienen una
a otra, documentando la relación entre diversidad cultural y biológica.
Estos extractos narrativos de las HV son una muestra de los datos biográficos
que constituyen la percepción según el género y la generación de los cambios
del uso del suelo. Una de las problemáticas de las transformaciones del paisaje
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rural es el abandono de tierras por falta de interés de continuar con las prácticas
agrícolas campesinas de las nuevas generaciones. Principalmente son los
hombres quienes salen en busca de mejores oportunidades para modificar los
modos de vida en beneficio de sus nuevas familias. La migración temporal, cíclica,
o permanente nacional e internacional, cada vez más se convierte en la opción
predilecta masculina. Sin embargo, muchas mujeres que se quedan al igual que
los ejidatarios y propietario más viejos, al cuidado de la tierra, prefieren continuar
con la promoción de la agricultura campesina como una forma de resguardo
que ofrece seguridad a los hogares, lo que a su vez sostiene a las mujeres en la
continuidad del desempeño de sus roles tradicionales y domésticos.
En tanto que los rituales y festejos religiosos arraigados al pueblo, el terreno
de la subjetividad no es adyacente al espacio simbólico, ya que el significado
que le da cada persona a la responsabilidad de cumplir con las festividades del
pueblo, varía según la edad y el género:
[…] fíjese, cuando era niña, con perdón suyo, ni calzones usábamos, así como
nos dormíamos nos levantábamos a veces solo nos quitábamos la falta porque
la usábamos pa’ cobijarnos del frío, hasta que mi mamá se fue a trabajar a
México nos empezó a mandar ropita usada que le daban sus patrones pero la
guardábamos para la fiesta del pueblo, porque ese día todo el pueblo estrenaba
algo… Si no teníamos nada entonces, nos íbamos con las señoras a echar la tortilla
desde antes del sol, y ya nos daban una ropita usada aunque sea pero teníamos
que estrenar… no pues ahora si es diferente, ya las muchachas son bien, y con
el dinero que les mandan sus esposo, esos que se fueron a trabajar al otro lado,
pues ya ni parecen de aquí [...] (Eudalia, 82 años).
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Diabetes de migrantes
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Desde que me dijeron que tenía la Diabetes, no entendí lo malo que era, pues
no sé ni por qué me lo dio. Unos dicen que porque me fui a los Estados Unidos y
regresé regordo, y otros que porque me porté mal con la vida y es que antes me
gustaba el trago mucho. Mi vieja es la que me cuida bien, y ella viene a las platicas
aquí a la clínica de salud de Tonatico para que aprenda cómo sentirme bien…Ellas
es la segunda, pues yo soy viudo y pues como que así las cosas no van tan bien
¡verdad! (Fernando Fernández, 67 años)
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Perfil epidemiológico establecido para toda la población sin importar la condición migrante o no
migrante, véase Rodríguez et al. 2004.
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Consideraciones finales
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Las Historias de Vida nos acercaron junto con los y las sujetos que la contaron,
a significar las experiencias pasadas con vista a dar sentido al presente y en el
mejor de los casos proyectarnos al futuro.
Bibliografía
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