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ARTÍCULO 19.- Entiéndese por acto administrativo toda declaración unilateral efectuada
en ejercicio de la función administrativa, que produce efectos jurídicos individuales en forma
directa. El silencio es tan solo una conducta inexpresiva administrativa que no produce por sí
efecto jurídico alguno. Sólo cuando el orden normativo expresamente lo disponga,
transcurrido cierto plazo, el silencio valdrá como acto administrativo denegatorio de la
petición.
ARTÍCULO 20.- El acto administrativo, deberá satisfacer todos los requisitos que se
establecen en esta Ley y producirse con arreglo a las normas que regulan el procedimiento
administrativo.
El acto administrativo es un acto jurídico (art. 259 CCCN).- Hay una relación de género (el
acto jurídico) a especie (el acto administrativo).
Con el hecho administrativo: Las leyes de procedimiento administrativo definen al hecho
administrativo como toda actividad material traducida en operaciones técnicas o actuaciones
físicas, ejecutadas en ejercicio de la función administrativa, productora de efectos jurídicos
directos o indirectos. En efecto, los hechos administrativos constituyen comportamientos
materiales y operaciones que implican el ejercicio de una actividad física por parte de los
órganos administrativos, mientras que los actos administrativos son producto de una labor
intelectiva que se traduce siempre en una declaración.
El hecho administrativo puede ser ejecución de un acto administrativo, pero también puede
haber hecho sin acto o acto no susceptible de ejecución, así:
En ocasiones resulta dificultoso distinguir entre acto y hecho administrativo, ya que el hecho
puede ser también en alguna medida expresión de voluntad administrativa. Así, la decisión
de un agente de policía de detener a una persona, se exterioriza tanto si el agente le
comunica a la persona que está detenido, como si directamente toma a la persona del brazo
y la lleva a la comisaría.
Este régimen jurídico diferenciado lleva a sostener a otros autores, que el reglamento no es
acto administrativo y que resulta más conveniente limitar la noción de acto administrativo a
los actos de alcance individual, reservando para los actos de alcance general la
denominación de reglamentos administrativos.
Transcurrido quince (15) días sin que haya pronunciamiento expreso de la administración el
administrado podrá:
ARTÍCULO 46.- La desobediencia a la orden de pronto despacho emitida por el Juez en que
incurrieren los funcionarios y empleados de la administración, será puesta en conocimiento
de la autoridad superior correspondiente a los mismos, a los efectos de la sanción
disciplinaria que proceda, todo sin perjuicio de que el juez interviniente comunique el
incumplimiento a la justicia penal y el administrado se considere en la situación prevista en
el inciso b) del Artículo 44 del presente Título.
Elementos del acto administrativo
Concepto y clases: La determinación de los elementos del acto administrativo cobra especial
importancia respecto de su validez. Se puede definir a los elementos del acto administrativo
como aquellos presupuestos que deben concurrir ontológicamente para tipificar un acto
realizado en ejercicio de la función administrativa, como acto administrativo.
- Plazo.
- La condición:
Cláusula por la cual se subordina el nacimiento o extinción de los efectos del acto
administrativo a la verificación de un hecho futuro e incierto. La condición no debe ser ni
imposible ni ilícita. Puede ser:
a) Suspensiva: cuando el nacimiento del acto depende de que la condición se produzca. Los
efectos surgen a partir de que se cumple la condición. Algunos autores consideran que la
condición suspensiva no puede aplicarse porque en el Derecho Administrativo el acto tiene
que emitirse de acuerdo a una situación actual y no futura.
b) Resolutoria: cuando la extinción del acto depende de que la condición se produzca. Los
efectos (que surgieron con el inicio del acto) se dejan de cumplir cuando se cumple la
condición.
- El modo:
Es una carga u obligación que se impone al particular, en favor de quien se concede el acto,
que la Administración puede discrecionalmente incluir o no en su beneficio. Cabe destacar
que aun en el supuesto de que la carga no se hubiera cumplido, el acto principal no deja por
ello de producir sus efectos.
1) Competencia;
2) Causa;
3) Objeto;
4) Procedimiento;
5) Motivación;
6) Finalidad;
7) Forma.
ARTÍCULO 21.- Son requisitos esenciales del acto administrativo los siguientes:
ARTÍCULO 4.- La competencia de los órganos administrativos será la que resulte en forma
expresa o razonablemente implícita, según los casos de la Constitución Provincial, de las
leyes y de los reglamentos dictados en su consecuencia. Es irrenunciable e improrrogable,
debiendo ser ejercida directa y exclusivamente por el órgano que la tiene atribuida como
propia salvo casos contemplados expresamente en leyes especiales.
ARTÍCULO 6.- La incompetencia podrá ser declarada en cualquier estado o grado del
procedimiento, de oficio o a pedido de parte.
La competencia es para los órganos lo que la capacidad es para las personas físicas. Sin
embargo, siendo la capacidad la regla en materia civil, no lo es en materia administrativa. En
efecto, los órganos administrativos sólo tienen competencia para lo que la ley se las ha
otorgado; por lo cual, en materia administrativa, la regla general es la incompetencia y la
excepción la competencia.
Sin embargo, algunos autores sostienen que, por aplicación del “principio de especialidad”, y
dentro de sus límites, la competencia es la regla, y fuera de ello, la competencia es
excepción.
Caracteres
3) Sustitución: No hay reemplazo de un órgano por otro, sino que se sustituyen personas
físicas dentro de él.
ARTÍCULO 8.- En los conflictos de competencia deberán observarse las siguientes reglas:
ARTÍCULO 9.- El plazo para remitir el expediente a quien deba resolver un conflicto de
competencia es de tres (3) días y debe ser resuelto en definitiva dentro de los diez (10) días
de recibido.
OBJETO.- Es el contenido del acto y según Cassagne es lo que el acto certifica, decide y
opina a través de la declaración pertinente. Es la resolución que toma la administración para
un caso concreto, el contenido del acto, lo que decide en el acto basándose en su causa y
motivo.
El objeto es el contenido, el acto, aquello sobre lo cual el acto decide, certifica u opina. El
objeto comprende: el contenido natural, que necesariamente forma parte del acto y sirve
para individualizarlo, y el contenido implícito, que está determinado expresamente por el
derecho objetivo, sin necesidad que se establezca en forma expresa en el acto. También
puede comprender un contenido eventual o accidental en forma de condición, término y
modo, y que hace al cuándo y al cómo de la producción de sus efectos jurídicos.
Causa: La causa son los antecedentes o razones de hecho y de derecho que justifican la
emisión del acto administrativo. Si el acto administrativo es el ejercicio de una potestad, sólo
puede dictarse en función del presupuesto de hecho tipificado por la norma.
Sin embargo, puede ocurrir que exista una situación más compleja o ambigua que requiera
de la utilización de otros conceptos de valor o experiencia. En este orden de ideas, la causa
no se relaciona con el propósito o intención de quien emitió el acto (finalidad), ni con la razón
por la cual la autoridad se decide a dictar el acto (motivación).
Por ello, se dice que la voluntad del acto administrativo está compuesta por la voluntad
subjetiva del funcionario y la voluntad objetiva del legislador. Los vicios de la voluntad
pueden aparecer tanto en la declaración (formal), en el proceso de producción (objetivo),
como la voluntad intelectual (subjetivo).
Requisitos
1) En el origen de la voluntad
a) Cumplimiento de trámites sustanciales: El acto debe provenir de un
funcionario de iure, es decir, de un agente regularmente designado y en
funciones al tiempo de dictarlo, y no de un funcionario de hecho o de un
usurpador. El funcionario de hecho es el que ocupa el cargo o ejerce la
competencia como consecuencia de una investidura irregular desde el origen
o que era regular y sobreviene irregular. El usurpador, en cambio, ocupa el
cargo sin ninguna investidura, aun irregular o caduca. En el funcionario de
hecho hay una apariencia de legitimidad que no tiene el usurpador.
2) En la preparación de la voluntad o previos a la emisión
a) Cumplimiento de trámites sustanciales: el orden normativo establece, expresa
o implícitamente, una serie de trámites, formalidades y procedimientos que
deben cumplirse antes de emitir la voluntad administrativa.
3) En la emisión de la voluntad
a) Autorización: Cuando el orden normativo exige la autorización de otro órgano
para el dictado de un acto, aquélla debe ser previa y no puede otorgarse
después de haber sido emitido el acto. Es un modo de control preventivo que
precede a la emanación del acto, por el cual se consiente que el acto
propuesto sea emitido.
b) Aprobación: Es otra forma de control preventivo que precede a la ejecución.
Los actos sujetos por el orden normativo a aprobación de otro órgano, no
podrán ejecutarse mientras ésta no haya sido otorgada.
c) Acto simple emanado del órgano colegiado: El órgano colegiado es aquel que
se integra con más de una persona y su voluntad emana de ese solo órgano,
aunque portado por varios individuos. Además de los requisitos comunes
exigidos para a emisión de la voluntad, estos actos requieren de otros
específicos previstos por las normas, relativos a: sesión (en cuanto reunión
formal), quórum (número legal para que el órgano pueda considerarse
reunido), deliberación (oportunidad de los miembros para hablar) y mayorías
preestablecidas normativamente para la adopción de decisiones.
d) Acto complejo: Es el que se forma por el concurso de voluntades de distintos
órganos, a diferencia de los actos simples que emanan de un solo órgano,
sea éste individual o colegiado. Las voluntades se funden en un mismo fin, a
diferencia de lo que ocurre en la aprobación, donde la ley exige la
intervención consecutiva de dos voluntades que tienen distintas orientaciones
y finalidades.
4) en la voluntad psíquica de los agentes
a) Finalidad: La finalidad es el bien jurídico perseguido por el dictado del acto; es
el ¿para qué?; el resultado previsto legalmente como el correspondiente al
tipo del acto dictado. Los agentes públicos deben actuar cumpliendo el fin de
la norma que otorga las atribuciones pertinentes, sin poder perseguir
encubiertamente con la emisión del acto otros fines, públicos o privados,
distintos de los que justifican su emisión, su causa y objeto. Por ello, todo
acto administrativo particular tiene una finalidad propia, correlativa a su objeto
o contenido. Cuando el agente actúa con una finalidad distinta de la
perseguida por la ley incurre en desviación de poder. El agente no está
autorizado para usar del poder de la ley sino con la finalidad prevista por ella.
b) Razonabilidad: La arbitrariedad, antítesis de la razonabilidad, puede
predicarse tanto del objeto del acto (cuando él es absurdo, desproporcionado
o contradictorio), como de la voluntad psíquica del agente. En este último
caso, se configura cuando el agente prescinde de la sujeción a la ley o a la
prueba, o razona falsamente, con lo cual el acto se funda en su sola voluntad,
capricho o veleidad personal. Si el funcionario, al emitir el acto, no se atiene a
los hechos acreditados, se funda en pruebas inexistentes, prescinde de toda
fundamentación normativa, etc., actúa arbitrariamente.
c) Ausencia de error, dolo, violencia y simulación: La voluntad administrativa
debe ser lícita y conscientemente emitida, sin que medie error, dolo, violencia
física o moral o simulación. El error se configura cuando el agente dicta un
acto distinto que el que tenía voluntad de dictar y debe ser esencial, es decir,
la voluntad de la administración debe resultar excluida. En cuanto al dolo y a
la violencia se aplican por analogía los principios del derecho privado. El dolo
puede ser funcionario o mediar connivencia dolosa entre éste y el
administrado, como resultado de un soborno o cohecho La violencia se puede
ejercer sobre el administrado o sobre el funcionario. Y finalmente, la
simulación aparece generalmente en la práctica para desvirtuar y obviar
alguna norma legal.
Forma:
La notificación debe ser realizada por cualquier medio de certeza de la fecha de recepción
del instrumento en que se recibió la notificación, a saber:
a) Cédula;
b) Acceso directo del interesado al expediente, dejando constancia de ello;
c) Préstamo del expediente;
d) Recepción de copias;
e) Presentación espontánea del interesado de la que resulta estar en conocimiento
fehaciente del acto respectivo;
f) Telegrama con aviso de entrega o carta-documento;
g) Edictos;
h) Oficio impuesto como certificado expreso con aviso de recepción;
i) Medios que indique la autoridad postal, a través de sus permisionarios;
CARACTERES DEL ACTO ADMINISTRATIVO: Los caracteres son las notas o cualidades
del acto administrativo que surgen del derecho positivo. Los caracteres más importantes del
acto administrativo son: la presunción de legitimidad y la ejecutoriedad.
La ley I n 89, artículo 33, expresamente realiza una recepción de dicho carácter al disponer
que todo acto administrativo regular se presume legítimo mientras no se declare la nulidad
por autoridad competente y agrega en el artículo siguiente que todo acto que sea regular
debe ser cumplido y se puede exigir desde que se hubiera realizado correctamente la
notificación del mismo.
Ejecutividad
Presupuestos: Para que un acto administrativo sea ejecutorio deben cumplirse ciertas
condiciones o presupuestos:
Clases de suspensión
2) Judicial: En este caso, es el órgano judicial quien, frente a la solicitud de revisión de una
decisión impugnada, decide la suspensión de su ejecución cuando se configuran los
supuestos que exige la aplicación de una medida de no innovar.
Estabilidad o irrevocabilidad
En una primera aproximación podemos decir que la estabilidad implica que el sujeto que
ejerce función administrativa no puede ni debe, bajo ciertas circunstancias, extinguir por sí
mismo ciertos actos por él emitidos; lo que no impide que el acto pueda ser impugnado y
eventualmente anulado en sede judicial. Las distintas normas de procedimiento
administrativo provinciales, manifiestan esencialmente, si bien con diferencias de redacción,
que el acto administrativo regular que crea, reconoce o declara un derecho subjetivo no
puede ser revocado en sede administrativa una vez que ha sido notificado al interesado,
salvo situaciones de excepción que ellas mismas especifican.
ARTÍCULO 28.- El acto administrativo regular, del que hubieren nacido derechos subjetivos
a favor de los administrados, no puede ser revocado, modificado o sustituido en sede
administrativa una vez notificado. Sin embargo, podrá ser revocado, modificado o sustituido
de oficio en sede administrativa si el derecho se hubiere otorgado expresa y válidamente a
título precario. También podrá ser revocado, modificado o sustituido por razones de
oportunidad, mérito o conveniencia indemnizando los prejuicios que causare a los
administrados.
Los efectos del saneamiento se retrotraerá a la fecha de emisión del acto objeto de
ratificación o confirmación
Confirmación: en este caso el mismo órgano que dictó el acto con algún vicio, se encarga
de subsanarlo. Tanto la ratificación como la confirmación tienen efectos retroactivos y deben
ser respetadas las formas originales del acto viciado.
Este modo de modificación consiste en el dictado de un nuevo acto administrativo por medio
del cual se declara la voluntad de aprovechar los elementos válidos que contenía el acto
viciado, integrándose en otro acto distinto y extinguiendo los elementos y cláusulas
afectadas de invalidez. Tiene efectos irretroactivos.
Extinción provocada
1) Por hechos: Estos hechos pueden haberse previsto al tiempo de la emisión del acto
administrativo; como ocurre con la extinción por cumplimiento del plazo extintivo (hecho
futuro y cierto) o de una condición resolutoria (hecho futuro e incierto); o pueden ser
imprevistos (imposibilidad de hecho sobreviniente), es decir, no queridos al momento de
emisión del acto.
Tanto la extinción natural como la provocada por hechos presentan el mismo régimen
jurídico:
Sólo se puede renunciar a aquellos actos otorgados en beneficio o interés privado del
administrado creándose derechos. Los actos que crean obligaciones no son renunciables;
salvo que el objeto principal del acto sea el otorgamiento de un derecho, en cuyo caso
aunque impusiera también una obligación sería viable una renuncia total; o que el acto
otorgue derechos e impone obligaciones en igual medida, hipótesis en que se renunciarán
sólo los derechos.
Prácticamente, la renuncia tiene aplicación en todos aquellos actos que para dictarse
requieren el consentimiento del interesado, quien puede retirar ese consentimiento luego de
haberlo otorgado. La renuncia extingue por sí sola el acto o derecho una vez notificada
expresamente, sin necesidad de aceptación por parte de la autoridad administrativa, y sus
efectos se producen para el futuro. Sin embargo, en ciertos supuestos se requiere que la
renuncia sea aceptada o consentida por la autoridad administrativa.
No se debe confundir entre la “imposibilidad por hecho sobreviniente”, que provoca una
imposibilidad en la producción de los efectos, con la “ilegitimidad por hecho sobreviniente”,
donde el acto si bien deja de ser válido sigue produciendo sus efectos, razón por la cual
requiere su revocación. En cuanto a los efectos que la revocación produce, se debe estar a
lo expuesto respecto de los efectos de la declaración de nulidad o anulabilidad del acto.
a) Debe haber una norma legal expresa que califique de utilidad o interés
público el derecho que el acto crea, reconoce o declara;
b) El administrado tiene derecho a una indemnización.
Este es el único medio de extinción visto hasta el momento que da derecho a indemnización.
El derecho que surge del acto administrativo integra el patrimonio y goza, por tanto, de la
garantía de la inviolabilidad de la propiedad, que consagra el art. 17 CN. Esta garantía da
fundamento al derecho del administrado de ser resarcido. Por otro lado, es posible encontrar
ciertos derechos que expresamente se les otorga a título precario y que en principio son
revocables en cualquier momento sin indemnización. Esto no significa que la revocación
pueda ser intempestiva o arbitraria, sino que debe ser fundada y otorgar al administrado un
plazo prudencial para el cumplimiento del acto de revocación.
Ahora bien, si la revocación por oportunidad se funda en una valoración de actos precarios
distinta de las circunstancias que dieron origen al acto, o en circunstancias existentes al
momento de dictarse el acto desconocidas por la Administración por su culpa, sin
ocultamiento del interesado; o hay una valoración distinta del interés público afectado,
corresponde indemnizar al particular perjudicado, exclusivamente por el daño emergente.