David Gómez Mira

SEÑORÍO

El señorío puede entenderse como el dominio o potestad de un señor, o más concretamente al

territorio que está bajo su posesión y en el cual trabajan sus vasallos, los cuales tienen con él una
relación de dependencia. Los monarcas eran quienes decidían donar vasallos y tierras a los clérigos
o los nobles que habían prestado importantes servicios a la Corona. Era un sistema hereditario que
se basaba en las relaciones de dependencia que se forjaban entre sus participantes. Este sistema, en
cierta manera, acabó por elimiar muchas de las desigualdades sociales del mundo antiguo, pues
tanto esclavos, colonos como propietarios libres adquirieron la categoría de hombres al estar todos
sujetos a la servidumbre.

Podemos distinguir entre dos tipos de señorío. Por una parte tenemos el solariego, en el que el señor
es propietario de la tierra y puede ejercer jurisdicción. Este daba protección a los campesinos y les
cedía una parte de su territorio (mansos) a cambio de que estos le pagaran una fracción de su
cosecha y de trabajar en la llamada reserva señorial (parte del señorío cultivada directamente por el
señor).
También encontramos el señorío jurisdiccional. En este, el señorno es propietario de la tierra, al
menos en su totalidad. Se le atribuye el ejercicio de facultades jurídico-públicas, especialmente en
materia de ejercicio de la Administración de Justicia, nombramiento de oficios concejiles y de cobro
de impuestos

El origen se encuentra en el Bajo Imperio (siglo III dC) cuando se produce un debilitamiento de la
autoridad pública. A partir de este momento, comenzaron a haber grandes villas explotadas en un
principio por esclavos en las que posteriormente comenzaron a trabajar campesinos libre en busca
de protección frente a los invasores germanos. En época de Carlomagno era frecuente entregar a los
propietarios la jurisdicción (inmunidades) sobre los territorios que controlaban. Aunque actuaban en
nombre de la autoridad pública, el hecho de que se traspasara el poder de forma hereditaria, hizo
que progresivamente se fuera destruyendo y privatizando.

Hacia el año 1000 se produjo la desaparición de la autoridad pública, fragmentándose en una

multitud de células de poder, los señorios. El símbolo del establecimiento de un señorío es la
construcción de un castillo (señorío banal).

Durante la Edad Moderna los señoríos acabaron por perder peso, sobre todo los señoríos
jurisdiccionales, pues los nobles acabarán por estar más pendientes por las rentas que estos les
otorgaban que por ejercer poder sobre ellos.

Tras varias intentonas a lo largo del primer tercio del siglo XIX, el régimen señorial fue finalmente
abolido en 1837 durante un gobierno liberal de la Regencia de María Cristina de Borbón.

BIBLIOGRAFÍA

Histórico Digital. (2018, 30 diciembre). Señoríos - Histórico Digital. Histórico Digital - La web de
la historia. https://historicodigital.com/senorios.html

Burgos, F. (2021, 19 abril). Señores feudales: quiénes eran y funciones. okdiario.com.

https://okdiario.com/curiosidades/quienes-eran-senores-feudales-3540877
Diccionario de la Real Academia Española: https://dle.rae.es/