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En toda sociedad se busca la regulación de esta a través de normas, las cuales bajo estándares de
calidad son cada vez más rigurosas, lo que hace que la implementación de un sistema de calidad
sea esencial para cumplir con las obligaciones legales y evitar posibles sanciones.
En pocas palabras, un sistema de calidad bien establecido no solo garantiza la calidad de los
productos y servicios, sino que también fomenta la confianza del cliente, construye una sólida
reputación y establece las bases para un crecimiento empresarial constante/sostenible. En este
contexto, la necesidad de implementar un sistema de calidad en las empresas se presenta como
una respuesta estratégica y vital para prosperar en el mercado actual y asegurar un futuro
empresarial exitoso.
Satisfacción del Cliente: Un sistema de calidad ayuda a garantizar que los productos o servicios
cumplen con los estándares y expectativas del cliente. Clientes satisfechos son más propensos a ser
leales y recomendar la empresa a otros, lo que puede aumentar las ventas y la reputación de la
empresa.
Mejora Continua: Los sistemas de calidad fomentan una cultura de mejora continua. Las empresas
pueden recopilar datos y retroalimentación de los clientes para identificar áreas de mejora y hacer
ajustes en sus procesos y productos.
Confianza del Inversionista: Las empresas con sistemas de calidad sólidos pueden ser vistas como
inversiones más seguras por los inversores. La transparencia y la consistencia en la calidad pueden
aumentar la confianza de los accionistas y otros inversores.
Desarrollo de la Marca: Una reputación de calidad puede convertirse en parte integral de la marca
de una empresa. Las marcas asociadas con la calidad son más propensas a ser respetadas y
reconocidas en el mercado.
Eficiencia Operativa: Los sistemas de calidad pueden ayudar a las empresas a mejorar la eficiencia
en sus operaciones. Al estandarizar procesos y procedimientos, las empresas pueden eliminar
redundancias y mejorar la productividad.
En resumen, un sistema de calidad no solo garantiza la satisfacción del cliente, sino que también
puede conducir a una mayor eficiencia operativa, mejora en la competitividad y, en última
instancia, a un crecimiento sostenible de la empresa
https://www.redalyc.org/pdf/2250/225029797010.pdf