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Enseñanza de la Matemática 1. Unidad 2.

GUÍA PARA LA LECTURA DEL REGISTRO DE CLASE


Antes de dedicarnos directamente a una lectura, la contextualizamos, así como haríamos en el aula de
primaria o del profesorado. Porque anticipando colaboramos en la creación de significado. Como el registro
de clase es un formato peculiar, comentamos de qué se trata.

¿Qué es un registro de clase?


Los registros de clase son escritos que nos abren una ventana a la escuela real. Son una
invitación a mirar parte de la multiplicidad que sucede en un aula.
La enseñanza es un oficio artesanal que se justifica en situación, no por parámetros designados
desde escritorios remotos. Por eso no se trata de calificar el trabajo escolar desde lejos, fuera del
contexto, a fin de sentenciar bondades y maldades de una tarea. Aunque las valoraciones nos
acometerán (juzgar –lo sabemos– es inevitable), es preferible analizar antes que pontificar. Vale
compartir opiniones y vale criticar, pero no para tachar ni anular, sino para extraer ideas y seguir
pensando.
Hay registros de clase que intentan ser lo más “objetivos” posibles. Como si se pudiera escribir
una película total sobre los acontecimientos del salón, confluyendo en el papel todos los puntos de
vista. Ese intento, para nosotros, es en vano. Y además, poco útil. Un lugar donde sujetos se
encuentran e interactúan con sensaciones y pensamientos poco tiene de objetivo. Si la subjetividad
es un elemento central de las relaciones pedagógicas ¿para qué evitarla?
Los registros de clase son relatos elaborados desde una mirada en particular: la de quien lo
escribe. El que acá presentamos fue elaborado por el docente del grado. Es la voz y la mirada de
quien participó activamente junto con ese grupo de trabajo. Son sus impresiones vertidas con total
franqueza, aunque lejos de pretenderse la única verdad sobre lo ocurrido. No importa eso. Nos
interesan la visión y las decisiones de quien está enseñando ahí. Sus posturas firmes y sus
incertidumbres también.
Este texto fue escrito como herramienta pedagógica, antes que como propaganda de virtudes.
Registrar la experiencia es un modo de reflexionar sobre la práctica para hacerla más fecunda, más
fundamentada. Y más compartible también, porque la nuestra es tarea que no puede ser solitaria, si
pretende escaparle a la desilusión.

Los audiovisuales
Para poner en imágenes algo de lo que se ofrece en el registro de clase van primero unos breves
audiovisuales que intentan mostrar de qué se trata este posicionamiento pedagógico y cómo se vive
dentro del aula.
Verán como casi treinta niños y niñas de 4º grado de la Escuela Nº 15 DE 13 del barrio de Villa
Lugano, CABA, resuelven y discuten entre todos hasta ponerse de acuerdo, como una verdadera
comunidad matemática del aula. Primero sobre una serie de desafíos lógicos (el juego del Bien,
regular, mal ¿se acuerdan?) y luego en torno a unas consignas de cálculo mental.
Porque resolver en matemática no es solo anotar una respuesta. Es además salir a convencer al
resto de los compañeros de que la propia respuesta es la correcta o, en todo caso, dejarse convencer
sin pena de que nos habíamos equivocado.

Ver “Resolver es convencer” (click acá)


Ver “La comunidad matemática del aula” (click acá)
La lectura
Ahora sí, proponemos leer el registro. El que les ofrecemos retoma algunas clases donde se
trabaja sobre campo aditivo en otro 4º grado de la Escuela Nº 15 DE 13.
Mientras van leyendo, recomendamos anotar todos los comentarios y las preguntas que les
surjan. Pueden subrayar, discutirle al texto o hacer notas marginales (si lo leen del celular o de la
compu, escriban aparte). Interesa particularmente que destaquen alguna de estas tres dimensiones:
lo que les llama la atención, lo que les genera dudas o aquello con lo que no están de acuerdo.

La tarea (post lectura)


Una vez leído todo el texto, les pedimos que escriban un breve comentario personal. Este
comentario (o comentarios) se podría expresar con las siguientes fórmulas:
• “A mí lo que me llamó la atención fue…” / “Yo no creía que… era así, yo pensaba que…”
• “Lo que yo no entiendo es donde dice…” / “Quisiera discutir a qué se refiere cuando pone…”
• “Esto de acá… me parece que no es así” / “Me molesta esta frase… / “Esto me enoja
porque…”
Pero no es un formato obligatorio. Pueden comentar sobre lo que les parezca y del modo en que
les venga mejor, procurando la mayor claridad posible.
No hay que entregarlo, pero deben traerlo para el próximo encuentro, que haremos una actividad
a partir de ellos.

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