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Espacios de construcción
PRÓLOGO………………………………………………………… 7.-
INTRODUCCIÓN………………………………………………… 9.-
Capítulo 1:
De ciudadanos, rutinas y rituales……………………………….. 13.-
Capítulo 2:
Juego y Alfabetización…………………………………..……… 19.-
Capítulo 3:
Proyectar, indagar… disponerse a jugar?.............................. 27.-
Capítulo 4:
Actos escolares: participación y enseñanza………..………… 41.-
Capítulo 5:
Rutinas y planificación………………………………….……….. 53.-
Como por objeto del destino, o por azar de los cruces de la vida, nuestras
historias siempre se han visto encontradas.
Iniciamos nuestra historia profesional en distintos niveles educativos, pero
el nivel inicial fue el elegido.
Milstein,H.Mendez, D. “El espacio y el tiempo escolar”. La institución encarnada. Miño y Dávila. Editores. 1999
Sobre este punto, habría que preguntarse si esta posición expresa que
hay que dejar al niño que vaya realizando solo los aprendizajes que
"espontáneamente" surjan de su actividad libre. Esto tal vez es posible cuando
las condiciones y posibilidades del medio son suficientes y adecuadas y
efectivamente pueden generar nuevos aprendizajes. Sin embargo, ¿qué pasa en
aquellos medios con recursos escasos donde no es posible esa generación
"espontánea"?
Así, las actividades de “rutinas”, los actos escolares y las recreaciones, entre
otras, deberán ser tratadas institucionalmente, revisadas, otorgándoles un
verdadero sentido pedagógico donde se amplíen repertorios culturales, se
resignifiquen experiencias que los niños traen al jardín y se reconozcan sus
diferencias legítimas.
Las maneras en que los maestros y alumnos ocupan el espacio escolar, los
modos de disposición y organización de los tiempos, así como las
interpretaciones que se realizan sobre sus formas de utilización y empleo,
denotan significados otorgados a esas prácticas, y relación establecida con la
enseñanza y el aprendizaje.
Esta publicación tiene como propósito presentar a los lectores una serie
de reflexiones e interrogantes construidos a lo largo de nuestra trayectoria por
distintas funciones y ámbitos educativos del Nivel Inicial: trayectorias que se
fueron enlazando por largos periodos, lo que nos permitió un intercambio fluido,
intenso e interesante.
Con este propósito hemos decidido presentar en cada capítulo una
discusión o propuesta que avanza en la consideración de aspectos que a nuestro
entender, constituyen puntos centrales o relevantes al pensar las prácticas de
enseñanza en las Instituciones de Educación Inicial.
El capítulo 5 nos exige pensar las acciones previas que deben llevar los
actores institucionales, cuando toman decisiones sobre las prácticas cotidianas,
sobre un grupo de niños, en un ámbito social y cultural específico.
“Las reglas de conducta que establecen cómo se espera que las personas
se comporten se llaman normas. En general, nuestras acciones están guiadas
por normas. Algunas normas están vinculadas con la conducta de todos los días.
Estas normas fueron elaboradas por la sociedad a lo largo del tiempo, se
transmiten de padres a hijos, generalmente en forma oral, facilitan la convivencia
entre los miembros de esa sociedad y reflejan usos y costumbres. Son
representativas de un grupo de pertenencia y reflejan a la sociedad que las crea.
Las personas las aprehenden al actuar conforme a ellos y les parecen
“naturales”, reflejan la cultura de la sociedad. Si alguien no las respeta, recibe la
desaprobación de los demás. “
AMUCHÁSTEGUI, Martha (1999) "Escolaridad y rituales", en De la Familia a la Escuela. Buenos Aires, Santillana.
“Patricio era un niño de 5 años que por sus experiencias sociales mas
amplias, en el marco de una familia de muchos integrantes, con niños de
distintas edades, con participación en distintos ambientes y espacios, su
inclusión en un marco institucional le resultaba, en principio, muy difícil.
A Patricio le llamaba la atención los objetos de juego, los espacios
disponibles, los actores institucionales en sus diferentes funciones, lo que
hacia que le resultara interesante lo que ocurría fuera de la sala: los baños,
la cocina, la computadora de secretaria, los libros de la biblioteca, etc.
A pesar que todos los actores institucionales conocían la situación de
Patricio, e intervenían tratando de insertarlo en su grupo de sala, él
reincidía en sus recorridas institucionales, las que muchas veces
ocasionaban situaciones de conflicto. Como equipo directivo no lo
veíamos incluido e insistíamos en buscar formas colectivas de acogida e
intervención.
Un día, estando como equipo directivo reunido en espacio de secretaria, en
una de sus recorridas diarias, ingresa Patricio. Todos lo invitamos a volver
a su sala, preguntando por las actividades que se realizaban, sin poder
retirarlo de la computadora.
Ahí, una de nosotras se acercó al niño y le dijo, extendiendo la mano como
señal de saludo a alguien importante
- “Buenas tardes, Sr. Patricio! Como le va? “
- El niño asombrado extendió su mano, la saludó y la miró a los
ojos.
- Hoy el Sr. Patricio no va a la sala? Lo acompaño, Señor? - Y el
niño accedió.
Al otro día, Patricio nuevamente volvió a sus recorridas habituales hasta
que fue visto por el directivo anterior, quien se acercó y le dijo: ¿Patricio,
vas a ir a la sala hoy?
Ante su asombro, el niño nuevamente la miró a los ojos, le extendió la mano
y le dijo:
Flavia Terigi. Sujetos de la educación. - 1a ed. - Buenos Aires : Ministerio de Educación de la Nación,
2010.
Y qué es alfabetizar?
Creemos entender que este aspecto del problema que enfrenta la Educación
Inicial podría situarse en la urgente necesidad de definir un "territorio", una
frontera, una diferencia entre lo propio y lo ajeno.
Con esto entendemos que si, por ejemplo, el docente considera el juego como
descarga, como sólo búsqueda del placer, reduce el abanico de oportunidades
que les puede brindar a los niños. Si el docente acepta el juego por el juego
mismo, impide la posibilidad de apropiarse de contenidos escolares (Harff y
otros,1995)
Ahora bien, ¿es posible aunar en una propuesta el interés de los jugadores
con la intencionalidad del docente de trabajar contenidos curriculares?
Se trata de enfrentar esta problemática con otros ojos –como dice Serulnicoff
(1999), “con los ojos de la indagación y de la pregunta, tanto lo habitual, lo
cotidiano, como también aquellos contextos menos conocidos”
Porque la educación sólo prepara para la vida futura si ella misma es una
micro sociedad cooperativa en la que al niño se le implica en intereses sociales,
en experiencias de cooperación, en el mantenimiento y perfeccionamiento del
orden social en miniatura que constituye el entorno social escolar.
Como plantea Delia Lerner (1996) “...hay que encontrar otra manera de
gestionar el tiempo, hay que generar nuevos modos de controlar el aprendizaje,
hay que transformar el espacio didáctico, hay que conciliar los objetivos
institucionales con los objetivos personales de los alumnos...”
Y agregamos, hay que animarse a pensar las instituciones de otra manera,
que impliquen desafío y compromiso...
Juego y didáctica
Parece haber una confusión entre lo que el juego es como actividad del
niño y el juego como estrategia, como modos de intervención docente, - en las
que seguramente por las características del niño- el juego se puede desplegar
o no, pero de la misma forma que el lenguaje u otras formas de expresión.
El docente puede dar "permiso para jugar" o "disponer el espacio, crear el campo
de juego" o colaborar con sus propuestas para que al niño le resulte interesante
participar. Sin embargo, insistimos, lo que define la interacción docente-alumno
es la intencionalidad pedagógica, la que otorga el sentido dentro del contexto
específico escolar, que se sostiene con reglas de funcionamiento propias.
El origen del juego guarda relación genética con la formación, orientada por los
adultos, de las acciones con los objetos en la primera infancia. Se denomina
acciones con los objetos a las acciones, a los modos sociales de utilizarlos que
se han ido formando a lo largo de la historia y adscripto a objetos determinados,
siendo los adultos los autores de dichas acciones.
"En los objetos no se indican directamente los modos de empleo, que no
pueden descubrirse por sí solos al niño por la simple manipulación, sin ayuda ni
dirección de los adultos, sin un modelo de acción. El desarrollo de las acciones
con los objetos es el proceso de su aprendizaje bajo la dirección inmediata de
los adultos. Al profundizar en este desarrollo, se tienen en cuenta todas las
acciones con objetos, o sea, tanto la asimilación de las habituales, como las
lúdicas (Elkonin:153)
Todo juego con reglas contiene una situación imaginaria y todo juego con la
situación imaginaria es a la vez juego con reglas. Las reglas del juego son las
que el niño se impone a sí mismo, las de autolimitación y autodeterminación.
El docente promoverá que los alumnos hagan suyas las preguntas, los
problemas, los interrogantes...que no podrán resolverse solamente con los
saberes que los niños ya poseen y a la vez apelarán a los saberes que disponen
y los que se construyen durante las interacciones, de modo que les resulte
significativo
Juegos y aprendizaje:
La propuesta permitió a los niños puedan conocerse a sí mismos, a los demás y al
mundo que los rodea, afirmó su iniciativa, y su independencia.
Promovió el uso de materiales, tiempos y espacios diversos, favoreciendo la
creatividad, la expresión y la combinación creativa de los mismos brindando
oportunidades de juego individual, grupal y en pequeños grupos el intercambio de
ideas y la negociación para llegar a acuerdos que enriquezcan el juego.
Se asumieron diferentes roles, el sostenimiento de los mismos y su variación;
trabajando sobre las escenas a dramatizar, los materiales, el espacio con
respecto a la temática inicial; Se abordó el conocimiento del mundo social, a partir
de asumir diferentes roles lúdicos; Se construyeron diferentes estructuras en el
espacio, explorando las diversas posibilidades de los materiales; organización del
espacio de juego; anticipación de lo que se va realizar, coordinando acciones con
el grupo de pares en la utilización de los materiales para la creación de variados
escenarios lúdicos.
INSTITUCIONALMENTE:
Se han generado acuerdos relacionados a condiciones y clima institucional,
promoviendo confianza en el equipo sobre procesos áulicos en los que se ponen
en marcha las situaciones de enseñanza y de aprendizaje.
Acuerdos también en cuanto a las previsiones didácticas y sobre las distintas
situaciones de enseñanza, articuladas intrainstitucionalmente, imprimiendo
coherencia en la propuesta institucional general.
Se han establecido consensos diversos acerca de las formas de organización
para el uso de espacios, tiempos, acciones compartidas entre docentes, el lugar
de que cada uno ocupa dentro de sus roles y funciones dentro de esa cultura
institucional.
La corresponsabilidad, los espacios de comunicación e información habilitados,
posibilitaron una propuesta en crecimiento en términos de construcción conjunta.
El trabajo de supervisión del director como asesor, guía, responsable de la
contextualización curricular y de la formación en un orden creciente de su equipo
de trabajo.
CIUDADANÍA:
A partir de esta propuesta se posibilitó a los alumnos iniciarse en la práctica
democrática, aprendiendo a elegir y a tomar decisiones.
El acercamiento a contextos sociales conocidos: instituciones y servicios de la
comunidad, y de las diferentes formas que adquiere el trabajo de las personas en
los ambientes próximos.
Acercamiento a espacios de aprendizaje que permitan observar en el presente
formas construidas en el pasado y los cambios producidos en el ambiente social
y natural.
La posibilidad de otorgar a los niños “la palabra” en las elecciones, en el trabajo
grupal, en el juego, en la elaboración de la evaluación del mismo, etc.
3.4. A modo de cierre
Y también nos preguntamos, ¿cómo generar una experiencia con sentido para
la formación histórica de los alumnos del jardín? ¿Cómo pueden las efemérides
contribuir a afianzar esos vínculos que nos ligan a una patria?
2
DGCyE. Subsecretaria de Educación. Orientaciones didácticas para el Nivel Inicial. 4º parte. 2008.
- tener claro la perspectiva o la mirada particular que se hará de ese objeto,
recorte o situación, y
- que el mismo sea potencialmente didáctico.
¿Qué había detrás de la gente y del perro que aparecen en la foto? ¿Cómo
era ese aparato en la parte inferior? Esa es la incógnita que subsiste a través de
un siglo. Por eso la convocatoria a la imaginación de los chicos que formula el
Instituto Eduardo Olivero....” 4
4
Fragmento de la nota enviada al Jardín por el Instituto Eduardo Olivero, firmada por su secretario.
Este hecho ocasional, abrió una excelente puerta de trabajo, que se podía
ajustar al eje institucional planteado y era en sí mismo potencialmente didáctico.
Comenzaron los trabajos para presentar a ese señor tan particular que según
los
diarios de la época, fue “El hombre que quiso volar en una
bicicleta” Las indagaciones iniciales en los grupos:
- Qué cosas conocen que sirven para volar?
- Alas, helicópteros, aviones, mariposas, pájaros, aves, abejas, avionetas,
gaviotas, barriletes, cometas, plumas, Daylan Kiffki, naves espaciales, las
chispas del fuego, el humo, estrellas fugaces...
Otras salas, desde el trabajo con los sentidos y los lenguajes, abrieron el tema
de los inventos y descubrimientos. Y especialmente los inventos argentinos.
Un papá aporta una interesante investigación realizada sobre los famosos
paraguas del 25 de mayo: había o no paraguas en Buenos Aires? Una
investigación que puede ser recreada para la fiesta patria.
Docente: Y aparte de alas, qué más tienen los pájaros para no caerse?
Se acuerdan cuando les conté, si alguien le tiraba una piedra en sus
alas..?
Luciano: sí, como mi papá, que vio una lechuza y le pegó!
Los chicos: Y se murió???
Luciano: No sé, mi papá no la quiso mirar porque le iba a picar. Y después se
enteró que trae mala suerte!
Docente: Y los hombres que fabricaban máquinas voladoras, tenían que fabricar
alas para no caerse...
Nene: Sí, como a los pájaros que se rompe el ala y se cae!
Como señala la historiadora Lilia Ana Bertoni las escuelas no eran aún
el ámbito fuertemente asociado a la simbología patria, sólo quedaba en manos
de algunos directores o maestros que tomaban la iniciativa para recordar los “los
grandes días de la patria”.
3
DGCyE. Documento de Trabajo. 2007. Dar vuelta el calendario escolar para repensar la enseñanza en el
Nivel
Inicial
4
Ros, Nora, 2008. UNCPBA
En su punto III pauta cuáles se considerarán Celebraciones Recreativas
y nombra las siguientes: Día del Niño (recreativa-emotiva), Cumpleaños del
Jardín, Día de la Recreación, Día de la Tradición, Fiesta de fin de curso, Navidad-
Reyes.
Además explicita quién se hará cargo de llevarlas a cabo diciendo que las
mismas serán “Fiestas dadas por los adultos para los niños: las maestras del
Jardín y padres de alumnos, la escuela primaria cercana y grupos artísticos de
la comunidad (teatro, circo, títeres, ballet).” Agrega además, “...Las
representaciones circenses, y teatrales (sea cualquier género) ofrecen
maravillosas oportunidades, especialmente a las docentes de participar desde
la elaboración de libretos, guiones, hasta la representación misma...”
Con respecto a la fiesta de fin de curso aclara que, si bien estará a cargo
de adultos, deberá contar con un espacio para que los niños demuestren las
adquisiciones logradas durante el año: “... Paralelamente al espectáculo o gran
recreación ofrecido a lo niños, es necesario que se desarrollen momentos
especiales o una gran fiesta por turno, cuyos destinatarios serán los padres y
familiares; pueden ser varias sesiones por, sección durante las ultimas semanas
de clase, como demostraciones parciales de las distintas adquisiciones de los
niños.”
5
Hablo de la Recreación como rutina porque, como se ha visto, forma parte de los Actos escolares.
4.3. La organización de la “fiesta”
Se hace necesario en este punto, profundizar el sentido de las “fiestas” o
actos escolares. Podría definirse el término “fiesta”, como una práctica colectiva,
que genera cierto tipo de trascendencia, gozo y alegría, consistente en un
conjunto de actos, mediante los cuales se celebra algo, que se desarrollan en un
espacio y tiempo específico. En este sentido, y en tanto que práctica colectiva,
la fiesta requiere de un sujeto celebrante, que no es otro que el conjunto de
personas que se identifican con los actos como expresión de su sentido de
pertenencia a la comunidad.
En el caso del ámbito escolar, los actos estarían centrados en los últimos
dos calendarios: los que corresponden a hitos históricos, y los del calendario
contemporáneo, entre los que ubicamos día del medio ambiente, día de la tierra,
día de la familia, actos de cierre del ciclo lectivo, entre otras.
Coincidimos con la afirmación de Raúl Díaz (en Vain op.cit), que "ante la
postura escéptica que sostiene la inutilidad de los actos escolares que
representan "vestigios de una época pasada" cabe preguntarse si no sería más
útil recuperarlos, cambiando en parte su contenido, reformulando la didáctica de
la historia y aprovechando la riqueza y la heterogeneidad de lo que ocurre o
puede llegar a ocurrir durante su preparación y ejecución. Para ello nada mejor
que dar lugar durante la ceremonia "ritual" a las tensiones entre lo real y lo
posible. Por ejemplo, volver sugerente un relato congelado y recrear el sentido
procesual de los acontecimientos" (Díaz en Vain op.cit)
Es esta una época que se orienta a recuperar las voces plurales que comiencen
a escribir aquellos sucesos que se fueron acotando en los márgenes por tratarse
de historias de niñas, niños, jóvenes, mujeres y hombres condenados a
permanecer en ellos.
“La propuesta nos lleva a mirar el pasado desde las preguntas que nos hacemos
hoy, “bucear en el pasado desde el presente” teniendo en cuenta que cada hecho
histórico no es un mero acontecimiento, sino que forma parte de un proceso que
nos habla hoy y se proyecta a un presente y un futuro”6
6
Perla Zelmanovich, en DGCyE. DE Inicial. Documentos de reflexión sobre actos escolares. 2000
AUGUSTOWSKY, Gabriela (2001) "Qué dicen las paredes" en El Monitor de la
Educación. Ministerio de Educación, República Argentina. Año 2 N° 4.
VEIGA-NETO, Alfredo (2000) "Espacios que producen" en: Gvirtz, Silvina. Textos
para repensar el día a día escolar. Buenos Aires, Santillana.
.
Capítulo 5
Rutinas y planificación
Hay una aclaración importante, que tal vez todos sepamos, pero que vale la
pena mencionar, y es que, una cosa es la forma, el formato que le asignemos a
nuestra planificación y otra es el acto de prever una situación.
En este tomar decisiones que valen la pena, ponemos en juego una serie de
hipótesis que hemos construido en el interjuego de nuestras teorías implícitas
sobre el proceso de enseñanza y de aprendizaje y los condicionantes que
enmarcan nuestro trabajo.
En el momento de planificar - dice este autor -, el docente puede utilizar los tres
tipos de conocimientos, dándole mayor prioridad a aquel que considera mas
significativo.
Pero por otro lado, creemos que deberíamos pensar que es tan importante lo
que sucede en el aula, como lo que NO sucede, lo que los chicos traen como lo
que NO traen, es decir reconstruir la estructura profunda de la experiencia
escolar.
Creemos, finalmente, que planificar es una tarea que permite armar redes
complejas, si se transforma en una práctica reflexiva
En general pueden tener un carácter lúdico, suelen formar parte de una rutina
periódica, y tienen distinta duración. No exigen la elaboración de un producto,
pueden ser propuestas por el alumno o surgir de un asunto imprevisto que llame
la atención del grupo En un mismo grupo pueden ocurrir distintas actividades
permanentes al mismo tiempo, depende del grupo y las posibilidades del docente
para organizar esa diversidad.
- Estar atento a intereses de los niños que puedan ser parte de actividades
permanentes.
- Otorgar en su desarrollo mayor libertad para la expresión oral
- Considerar tiempos y formas de organizar el grupo, etc.
- Pensar formas de evaluarlas.
- Y fundamentalmente, pensarlas desde una continuidad áulica e
institucional
Incluimos, como lo hemos hecho en cada capítulo, un ejemplo que puede situar
el planteo teórico en el espacio de las prácticas. Este ejemplo es un trabajo
llevado a cabo en una sala de 5 años.
Ahora bien, qué otra finalidad pueden tener esos registros para el aprendizaje
de contenidos relevantes para los niños?
A partir de ese relato el docente invita a los niños a investigar que es ese objeto
que da vueltas con el viento y está en el techo de la casa del abuelo.
A partir de imágenes, visitas, comentarios, aportes de la familia, se investiga
sobre las rosas de viento, gallos de la veleta, etc.
Cabe señalar que la inclusión de este objeto en la vida cotidiana del jardín
enriqueció no solo la propuesta de registro del calendario a nivel de la sala de 5
años, sino que se transformó en un insumo para el enriquecimiento institucional.
Nos interesa hacer una diferenciación entre lo que significa una secuencia de
actividades y una secuencia didáctica.
Para ello se deben considerar los saberes previos de los niños, las formas de
presentación de los desafíos o problemas, la selección de actividades con
sentido para los niños, la determinación de formas de abordaje variadas que
incluya situaciones de resolución individual, o que promuevan la interacción
grupal, según los propósitos que guían la acción.
Por lo tanto, parafraseando a Carlos Cullen, los desafíos del trabajo docente
hay que ponerlo bajo el signo de la responsabilidad como tema absolutamente
clave, entre la violencia y la paz, entre el dominio y la hospitalidad. O lo someto
o le abro la puerta.
Y coincidimos con este autor, que es la enseñanza lo que permite que
aparezca el sujeto en el ámbito de lo público.
Institución y rutinas.
2)
“Llegamos al jardín B, en el pasillo de entrada descubrimos una rayuela pintada
en el suelo, y en una pared lateral un mural pintado por niños y adultos. Nos
recibe la portera, lo primero que vemos es una enorme cartelera con imágenes
de artistas plásticos, de distintos paisajes: urbanos y rurales, distintos momentos
del día, enfocando distintos objetos con fondos de hojas secas, hojas al viento
con fondo de otros árboles verdes, con un texto que dice: “Llegó el otoño”.
Las distintas puertas se identifican con producciones infantiles, algunos de ellos
indican la actividad que se está realizando “estamos leyendo un cuadro”
“estamos contando un cuento”.
De las lámparas cuelgan objetos diversos, elaborados por los niños.
Un grupo de niños, con su maestra, caminan o saltan conversando
animadamente, hacia los sanitarios.
Pensarse como equipo y no “como cabeza de” cobra sentido: ser referente
de... representar a..., considerando que éstas son construcciones
inherentes al trabajo del director (es la posibilidad de fisurar las
representaciones de “autoridad formal, impuesta”) y se torna significativo
participar, democratizar.
Por otro lado, sabemos que no hay en las instituciones de educación inicial
indicios suficientes de producciones sistemáticas del proceso de trabajo que se
da en la institución. Los procesos de reflexión instalados, se organizan alrededor
de sucesos o acontecimientos y por lo tanto segmentados, parciales,
fragmentados, individuales.
Pretendemos enfocar el uso del edificio escolar como uno de los indicadores
a sistematizar cuando se trabaja a nivel institucional.
Si entendemos la escuela como un todo educativo, las aulas, los patios, los
pasillos, la biblioteca, las paredes hacen visible la intención de enseñar.
Todas estas formas son construidas pero a la vez producen modos de trabajo,
espacios de negociación, de intercambio y participación
“Puertas de la cultura, encargadas de poner a los niños en contacto con
numerosas y variadas formas de representación, lenguajes, modos de pensar,
de decir, de hacer y en estrecha relación con el mejoramiento y la
democratización de la calidad de la enseñanza. Múltiples posibilidades para ser
inventada, dialogo con el afuera” (G. Augustowsky.2006)
Finalmente,
“Lo que ocurrió en el pasado determina el modo en que vivimos hoy, así como lo
que hagamos ahora influirá en el futuro. Las personas podemos cambiar la
realidad que nos rodea, lo que nos lleva a futuros diferentes en función de
nuestras decisiones. Darse cuenta de que el futuro no está predeterminado y de
la relevancia de las propias acciones tiene una gran importancia educativa. Los
alumnos pueden aprender a descubrir los medios de provocar el cambio y a
utilizarlos conscientemente para crear un futuro mejor.”
Como plantea Ruth Harf (2009), Cuestionar es preguntarnos los por qué
y para qué de nuestros haceres.
Esta actitud de cuestionamiento es lo que los docentes necesitamos iniciar o
continuar hoy en día.
En los rituales está la posibilidad de fundar ese sujeto, pero las formas
rituales que heredamos no son las únicas posibles.
“En los bordes de la modernidad, hay que buscar otra manera de interpelar al
sujeto pedagógico para movilizar en él la pasión por un “nosotros democrático”.
(Cecilia Olorón. 1998)