Adaptación de la Relajación Progresiva de Jacobson
Hola. Bienvenido, bienvenida a este espacio de relajación proporcionado por Menta
Mental. “Este ejercicio se realiza mejor con los ojos cerrados, yo les diré en qué momento lo hagan. Les voy a dar instrucciones para que contraigan y relajen los músculos de diferentes partes de su cuerpo, a la vez que escuchan los sonidos de su alrededor y se concentran en su respiración. Todo esto con el mayor cuidado. Si hay alguien que tiene alguna lesión, le pido que omita la contracción en esa parte de su cuerpo, y que realice las instrucciones con una intensidad leve o moderada.” “Bien, vamos a cerrar los ojos y concentrarnos en la respiración. Respira a tu ritmo y a tu manera. Siente cómo el aire limpio recorre todo tu cuerpo y cómo sale, llevándose cualquier malestar que tengas… Escucha el ruido del viento, cómo hace contacto con las hojas de los árboles y cómo éstas se mecen… Ahora, te voy a pedir que aprietes los puños, mantente así unos segundos y relájalos. Observa esta sensación de paz y tranquilidad en esta área de la mano. Te voy a pedir que relajes los músculos de tus brazos por un momento… y ahora relájalos… haz lo mismo con tus hombros, vamos a contraerlos… y los relajamos. Pon atención a cómo se sienten tus manos, brazos y hombros… Si aún sientes tensión en estas áreas, realiza nuevamente el ejercicio… Bien. Ahora te voy a pedir que fijes tu atención en los músculos de la frente, relájalos hasta sentir que la tensión desaparece. Levanta las cejas y en instantes frunce el ceño. Repite esto dos veces más y relaja la frente. Aprieta los ojos y la nariz, mantente un momento así y relájalos, siente la tensión en esta área al apretarlos y cómo se relajan al soltarlos. Continúa respirando. Tensa la mandíbula y después relájala. Nota la agradable sensación. Relaja aún más los músculos de la cara. Piensa sólo en la relajación. Pon atención a los músculos de la mandíbula al pecho, ténsalos por unos segundos y después relájalos. Ahora, coloca tu cabeza de manera que la oreja derecha toque tu hombro, siente la tensión y relaja. Haz lo mismo del otro lado con tu oreja izquierda. Pon tu cabeza hacia atrás, de modo que trates de poner tu nuca en tu espalda, tensa por un momento esta área y relájala. Piensa en lo bien que se siente el relajar tu cuello y trata de destensarlo lo más que puedas. Presta atención a los músculos del pecho, respira lo más que puedas y detén el aire por unos segundos, ahora exhala y siente la diferencia en esta parte de tu cuerpo, toma aire nuevamente y detenlo por un momento, ahora suelta… Después, trata de que se junten los hombros por la parte de la espalda, mantenlos así un tiempo y suéltalos. Repite este ejercicio. Para este momento te puedes percatar de que los efectos de esta actividad están dando resultados positivos, ya que empiezas a sentirte en un estado de relajación. Sigue escuchando a tu alrededor. Aprieta los glúteos por unos instantes y suéltalos. Repite esto dos veces más. Tensa ahora las piernas, mantente así por unos segundos y relájalas. Pon atención a las pantorrillas y apriétalas, suéltalas y repite esta parte del ejercicio. Pon tus pies hacia adelante, de manera que trates de estirarlos lo más que puedas y que queden las puntas de los pies lo más alejadas de tu cuerpo, mantente así por un momento y relájalas. Nuevamente, estira tus pies como el paso anterior, mantente así unos segundos y relájalos. Ahora, deja los talones tocando el suelo mientras que levantas las puntas de tus pies, mantente así un momento y relájalos, repite esta parte del ejercicio. Concéntrate en tu respiración y en lo bien que se siente tu cuerpo ahora que ha alcanzado un mayor nivel de relajación piensa solamente en este ejercicio…” (Voz más pausada): “haz tu respiración más lenta y profunda…, de manera que observas cada una de las sensaciones de tu cuerpo…, te sientes muy ligero… vamos a quedarnos así por un momento… (Silencio)… “Escucha el sonido de la naturaleza, cómo ésta es parte de ti, así como tú eres parte de ella. Piensa en cómo puedes contribuir a encontrar entre el balance entre tu interior y tu entorno… Te voy a pedir que tomes tres respiraciones profundas… comienza a volver al aquí y el ahora, y cuando hayas terminado esto… puedes abrir los ojos.”
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