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Anthony nació en 1820 en Massachusetts en una familia activista abolicionista. Inicialmente se interesó más por el abolicionismo que por el sufragio femenino, pero luego se involucró en el movimiento por los derechos de la mujer al enterarse que los profesores ganaban cuatro veces más que ella. En 1866, fundó la Asociación Estadounidense por la Igualdad de Derechos junto a Elizabeth Cady Stanton para conseguir igualdad de derechos para todos. En 1872 fue arrestada y juzgada por votar ilegalmente como mujer, convirt
Anthony nació en 1820 en Massachusetts en una familia activista abolicionista. Inicialmente se interesó más por el abolicionismo que por el sufragio femenino, pero luego se involucró en el movimiento por los derechos de la mujer al enterarse que los profesores ganaban cuatro veces más que ella. En 1866, fundó la Asociación Estadounidense por la Igualdad de Derechos junto a Elizabeth Cady Stanton para conseguir igualdad de derechos para todos. En 1872 fue arrestada y juzgada por votar ilegalmente como mujer, convirt
Anthony nació en 1820 en Massachusetts en una familia activista abolicionista. Inicialmente se interesó más por el abolicionismo que por el sufragio femenino, pero luego se involucró en el movimiento por los derechos de la mujer al enterarse que los profesores ganaban cuatro veces más que ella. En 1866, fundó la Asociación Estadounidense por la Igualdad de Derechos junto a Elizabeth Cady Stanton para conseguir igualdad de derechos para todos. En 1872 fue arrestada y juzgada por votar ilegalmente como mujer, convirt
Nació el 15 de febrero de 1820 en Masachussetts en una familia de
cuáqueros activistas. Al principio, a Anthony le interesaba más el
abolicionismo que el sufragio. Fue un tema diferente el que la atrajo al incipiente movimiento por los derechos de la mujer (la igualdad salarial), cuando se enteró de que los profesores ganaban al mes el cuádruple que ella. Con el paso del tiempo, Anthony empezó a participar en temas sociales como la abstinencia y la abolición de la esclavitud. Se manifestó a favor de una vestimenta más cómoda y menos restrictiva para las mujeres junto a la activista feminista Amelia Bloomer. En 1851, Bloomer le presentó a la sufragista Elizabeth Cady Stanton, con quien entabló una amistad que duraría toda la vida y colaboró en muchas cuestiones relacionadas con la reforma. Empezó a defender temas como el derecho a la propiedad y el derecho al divorcio para las mujeres. En 1866, Stanton y ella fundaron la Asociación Estadounidense por la Igualdad de Derechos, un grupo dedicado a conseguir la igualdad de derechos para todos los ciudadanos estadounidenses. Tras la aprobación de la Decimocuarta Enmienda, que otorgó el derecho a voto a los hombres que habían sido esclavos, se produjo una división entre quienes pensaban que los hombres negros debían obtener el sufragio antes que las mujeres blancas y quienes querían priorizar el sufragio femenino. Tras la división, Anthony se dedicó a los derechos de las mujeres a tiempo completo, publicó un periódico feminista llamado Revolution y fundó la Asociación Nacional por el Sufragio de la Mujer. Viajaba por el país durante gran parte del año, dando charlas apasionadas sobre el sufragio femenino y presionando a los gobiernos estatales para que concedieran el voto a las mujeres. Se convirtió en la cara del movimiento sufragista reconocida (y ridiculizada) a nivel nacional. En 1872, Anthony se hizo más más visible cuando la detuvieron y la juzgaron por votar en las elecciones presidenciales. La acusó un gran jurado compuesto solo por hombres, la juzgó un juez que ordenó al jurado que la declarara culpable y le impusieron una multa de 100 dólares que se negó a pagar. El juicio fue el momento más público y polémico de Anthony, pero no dejó de manifestarse por los derechos de las mujeres. En sus últimos años, coescribió una historia sobre el sufragio femenino, participó en la negociación de la fusión de los grupos sufragistas del país y siguió recorriendo el país e incluso otros lugares del mundo defendiendo el derecho a voto. «Si pudiera vivir otro siglo para ver los frutos de todo el trabajo en favor de las mujeres», dijo en 1902. Cuatro años después, Anthony falleció. Habría que esperar hasta 1920 para que las mujeres votaran legalmente por primera vez en las elecciones federales de Estados Unidos. Más de un siglo después de su muerte, las mujeres llevan pegatinas de «Voté» a la tumba de Anthony en Rochester cuando hay elecciones, un tributo pequeño pero apropiado para la líder cuya persistencia allanó el camino de los derechos políticos de las mujeres.
La filósofa y feminista Flora Tristán nació en París el 7 de abril en
1803. Su situación de pobreza la llevó a contraer un matrimonio forzado. En 1826 decidió separarse de su marido, pero esto provoco el inicio de una larga batalla legal por la custodia de sus hijos, la cual duraría doce años. Estas vivencias provocaron en Flora un pensamiento y una actitud revolucionaria que nunca abandonó, convirtiéndola en una de las precursoras del movimiento feminista en Perú y Francia. En 1833 decidió viajar a Perú con el objetivo de recuperar parte de la herencia que le correspondía por su padre, pero sólo consiguió una pensión anual. Posteriormente se dedicó a escribir para expresar su pensamiento revolucionario. En 1835 publicó su primer artículo “La situación de las mujeres extranjeras pobres en Francia”, tomando como punto de partida su propia experiencia y denunciando cómo las ciudades ofrecían envilecimiento a las mujeres que, solas, huían de destinos y matrimonios desgraciados. Así, propuso asociaciones para socorrerlas y pinceló uno de los objetivos medulares de su obra: las mujeres serán las encargadas de llevar “la paz y el amor” a la sociedad. Años después escribió Peregrinaciones de una paria (1838) en lengua francesa —Pérégrinations d'une paria (1833-1834)—, libro que se convertirá en un bestseller con el paso del tiempo. Es una obra testimonial en la que la autora mezcla sus vicisitudes históricas con una novela de aventuras. En ella explica la contradicción en la situación de las mujeres sometidas como están en un mundo patriarcal. También señala a las limeñas como mujeres más libres que las europeas. Siendo una persona comprometida con la causa obrera, fue una activa militante del Partido Socialista en Francia. En Londres, logró acceder a la Cámara de los Lores disfrazada de hombre, lo que le permitió conocer en carne propia la paupérrima situación de pobreza en las fábricas y barrios obreros, donde los trabajadores malvivían inmersos en una sociedad que les daba la espalda. Tras estas experiencias decidió dedicar sus esfuerzos a la divulgación del sentir de la clase obrera, resultado de lo cual fue su obra Unión obrera (1840). En este libro propone la creación y estructura de una asociación de trabajadores para hacer frente a las miserias del proletariado. Flora Tristán no sólo se limitó a luchar por los derechos de la mujer o por los derechos de los obreros, temas que eran considerados causas radicales en su época. Asimismo, se opuso a la esclavitud, al oscurantismo religioso y a la pena de muerte. El 14 de noviembre de 1844 falleció, víctima de tifus.