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09 octubre 2023 Cooperación volunta ria 09 octubre 2023 Cooperación voluntaria No.

Para los que no lo conozcan, aquí vamos a recordar el decálogo de Derechos del lector, creado por
el escritor francés Daniel
Pennac y que se utilizó en Francia para una campaña de
¿A dónde irán los gatitos cuando mueren?

E
animación a la lectura en 2009. 2.- El derecho a saltarse páginas. El dere- l guacamayo de la justicia callejera que, desde el Páramo para acá, algo anda mal; y
cho a saltarse páginas nos brinda la libertad anda que no lo calienta ni el sol, por el conejo, ya va a soltar su veneno a propósito
un lado, le preocupa todos los tera cuando llega Xapodrilo Cucarachas que trae
de leer, con una cierta rapidez, textos exten-
bites de información que le dieron cara de tristeza y una cajita de cartón que intriga
sos cuyo contenido no es de nuestro interés baje al ejército mexicano, pues de seguro, tam- al conejo que todas quieren, al puro mirón.
en su totalidad y, aunque se tratara de una bién tendrá su carpetita ahí marcada o incluida
novela, nos permite seguir el hilo de la acción con la de “La Comadre” con Que once mi conejo, aquí
y obviar largas descripciones o disquisiciones que el antiguo sub- Marcos vengo bien aguitadon pues
era identificado. Desde la en esta cajita traigo el cadáver
del autor, que irrumpen –inoportunamente-
sexta de la selva Lacandona de mi gatita Maya y quiero
en medio de la trama. en que anduvo involucrado, que me hagas el paro, con
3.-El derecho a no terminar un libro. El ya queriendo hacer un cam- una oración para despedirla,
derecho a no terminar un libro se constituye bio social y lo tacharon de ¿se hace carnal?
un romántico radical.
en un alivio cuando -lectores compulsivos-
Al escuchar la petición de
1.- El derecho a no leer. nos resulta difícil aceptar que ese libro no nos Pero los documentos salían Xapodrilo el roedor de la lo-
El derecho a no leer nos permite perío- atrapa lo suficiente como para terminarlo, y a cuenta gotas y al parecer ma se sintió como líder sindi-
hasta sentimos algo de “culpa” por no llegar estos van siendo publicados cal caído a senador de more-
dos de dieta, durante los cuales no tene-
al final. Según Pennac, existiría una especie de poco a poco, para influir en na, regañado por la Lurias
mos ningún libro en nuestras manos, ya las futuras elecciones y otros
Paraíso de gatos según IA
Telliz, pero hizo de sus tripas
sea porque existen otras obligaciones, química que no funciona entre la obra y noso-
asuntillos, en el país de nunca jamás ganso en- un ataúd y luego de ver como funcionaria del
otros entretenimientos u otros intereses tros lectores; en algunos casos, volvemos a fermo y cansado. Pero como todo super héroe DIFícil Sayulis se peló después de apachurrar a
que ocupan nuestro tiempo, sin dejar ella después de transcurrido un tiempo o, tal que se digne de serlo, se da su entre en las redes un compilla del partido de la perrada, se pone
por ello de seguir siendo lectores. vez, quede para siempre en el olvido en un como debe ser, para no dejar de hacer lo que las pilas y apoyado de poderoso amuleto que
estante de nuestra biblioteca. tiene que ser, para darse color de la acción de la contiene siete piedras sanadoras: cuarzo, coral,
oposición de dos regidores, en el municipio labradorita, lapislázuli, jaspe, turmalina y ágata,
342 100 0017 avisos paloquiales
más hipocrit.. trasparente y reconocido por los mas cuatro flores y tres pizcas de tierra de
derechos humanos patitos, y siguen gritando
Idea original de: José Luis Santana. Con el gusto de promover la lectura en voz alta . Sayula, Jal.
pág. 4
“Recuerda: leamos una página, dos o tres, pero siempre en voz Alta” “Recuerda: leamos una página, dos o tres, pero siempre en voz Alta”
S
ombra de huizache, envuelto en rros ni las noches, ni de todos los amigos 4.- El derecho a releer. El derecho a releer desa- vo o de cumplir con la hora de alguna actividad
paño rojo de campesino de Tepec, que te conocieron conmigo. Si tan solo rrolla un buen hábito -especialmente si se lo ejer- planeada previamente.
para entrar a ese camino del infra- aquí sigo. cita desde la escuela- ya que no siempre podemos
8.- El derecho a “picotear”. El derecho a pico-
mundo felino y poder encontrar comprender un escrito a partir de una primera
palabras suficientes para darle un consuelo Al escuchar la oración Xapodrilo se cubre tear está estrechamente relacionado con la falta de
lectura. Con respecto a las obras literarias, más de
al compilla cucarachas. Y en menos que un la cara con sus manos, para atajar las lágri- tiempo para leer en forma completa un libro, pero
una vez descubrimos nuevos mensajes después de
juez de Tijuana condena a Mujer policía a mas, luego toma su cajita de cartón y se va nos permite abrirlo en cualquier página y descu-
la relectura de una novela o de un cuento, hecho
45 años de prisión por haber matado a su a terminar su duelo, pues una vida es, sea brir allí el comienzo de una posterior lectura o
que se acentúa con la poesía, cuya relectura no
pareja en defensa propia, llega con una ora- de un ser humano o una mascota. simplemente la posibilidad de trasladarnos por
ción muy al estilo del líder social callejero: sólo nos permite descifrar un significado sino que,
unos minutos, a otro mundo o lugar. Muchas ve-
Salud para todos, los editores y escritores muchas veces, nos deleita al volver a recorrer sus
ces volvemos a una lectura ya hecha en busca de
Mira mi compa Xapodrilo, cuando pides cartoneros que se la rifaron junto con Elva versos con la vista.
un dato determinado o de una frase recordada a
ayuda para hacer una oración por la gatita y Axel y tuvieron que soportar algunas 5.- El derecho a leer cualquier cosa. El dere- medias.
maya aquí te la comparto mi hermano: aventuras de Conejomán en la casa Arreo- cho a leer cualquier cosa hace que, más de una
la. vez, empecemos por la lectura de “malas novelas” 9.- El derecho a leer en voz alta. El derecho a
Dónde pongo tu cuerpo ya sin aliento aca- 10 octubre 2022 -especialmente durante la adolescencia- para acce- leer en voz alta -un ejercicio que se ha perdido
bado, ya sin las calles donde nos encontra- der después, a las “buenas lecturas”. Al decir de últimamente en las escuelas, pero que los alumnos
mos, o en los libros, o esas noches que jun- Pennac, “una de las grandes alegrías del pedagogo de cualquier edad aprecian y solicitan a menudo-
tos navegamos, y como le hare con los ros- es -cuando está autorizada cualquier lectura- ver a permite dar vida al texto y compartirlo con el gru-
tros en que te he buscado. Dónde pongo lo un alumno cerrar solo la puerta de la fábrica best-
hallado y tu cuerpo sin vida en la tierra, seller para subir a respirar donde el amigo Bal- po. Pennac sostiene con certeza que “quien lee de
zac.” viva voz… si lee de verdad… si su lectura es un
con tu nombre ¿tendrás lugar en la Biblia?
6.- El derecho a leer lo que me gusta. El dere- acto de simpatía con el auditorio tanto como con
en el día que al fin te has marchado, qué le
digo a la muerte que muchas veces ha ca- cho al bovarismo no es más que ese primer con- el texto y su autor, si logra que se oiga la necesi-
minado a mi lado, que al cabo se ha vuelto tacto con la obra literaria; la emoción, el senti- dad de escribir y despierta nuestra más oscura
mi cruel hermana, qué le digo a la gloria miento, la confusión de la imaginación con la necesidad de comprender, entonces los libros se
vacía de estar solo sin tu maullido hacién- realidad, la penetración en un mundo diferente abren de par en par, y la muchedumbre de aque-
dome que no estoy triste, haciéndome el del real. Nuestras primeras emociones como lec- llos que se creían excluidos de la lectura se preci-
loco. tores, nuestros recuerdos de lecturas adolescentes pitan en ella tras él.”
Qué le digo al perro que acabó con tu sus- y esa siempre válida postura de lector ingenuo,
10.- El derecho a guardar silencio. Finalmente,
piro, como haré en esas noches pérdidas de nos harán disfrutar siempre de la lectura. en el derecho a callarnos, aparece una vez más, el
estar sin amigos, Qué le digo Maya, a la 7.- El derecho a leer en cualquier parte. El acto de leer como un momento de intimidad del
luna que creí compañera, de todas las no- que nadie debe dar explicaciones a nadie…” nues-
derecho a leer en cualquier parte es aprobado y tras razones para leer son tan extrañas como
ches y noches venideras, qué hago ahora
compartido tanto por ávidos lectores como por nuestras razones para vivir. Y a nadie se le ha
conmigo cuando vea las palomas que van a
dormir a los parques y ya no hablan conti- quienes se acercan muy de vez en cuando a la lec- otorgado poder para reclamarnos cuentas sobre
go. tura. No importa dónde, lo importante es “leer”, esta intimidad.”
Conejomán bajo el reloj de Sayulis
hasta tal punto que, más de una vez, la concentra-
Qué hago ahora sin ti, Ahora que eres par- Caricatura de Ceci Cuevas Estos 10 derechos se resumen en un solo de-
ción y abstracción del mundo real al que nos lleva
te de la tierra y la luna, y ya no de los pe- ber : no burlarse jamás de aquellos que no
la lectura, hace que olvidemos bajar de un colecti- leen si quieres que ellos un día lean.
pág. 2 “Recuerda: leamos una página, dos o tres, pero siempre en voz Alta”

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