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Seminario Electivo II Bioantropología

Ficha de lectura
Por Andrés Ospino, Evelyn Correa y Aldair Jiménez
Profesor: Germán Cortes

Bibliografía del texto:

Smith, M. E. (2015). How can archaeologists make better arguments? The SAA
Archaeological Record, 15 (4), 18-23.
https://www.academia.edu/16505896/_How_can_Archaeologists_Make_Better_Arguments_2015_

Resumen

Cómo los arqueólogos pueden elaborar mejores argumentos para sus


investigaciones es el tema principal de este texto. La fragilidad de algunos argumentos
presentados por algunos arqueólogos preocupa al autor, en la medida de que considera
que este tipo de acciones llevan a la poca fiabilidad de la investigación arqueológica.
Empieza detallando las principales discusiones que se dan dentro de las ciencias
sociales y así mismo dentro de la arqueología, el autor nos presenta diferentes tipos de
argumentaciones interdisciplinarias que tienen el fin dar una mirada crítica a como se
están presentando los argumentos y si estos son fiables para dar una credibilidad a la
investigación. Dentro del texto se menciona algo importante y es ser capaz de saber
cuándo se está equivocado, esto se hace mediante pruebas formales de hipótesis. Para
llevar esto acabo se debe hacer una correcta formulación de argumentos que te ayuden a
idear tu hipótesis y en el texto se menciona que los investigadores tienden a dar más
credibilidad a las afirmaciones que están respaldadas por razones basadas en pruebas,
siendo esta una tendencia marcada por la misma fiabilidad de esta, demostrando ser
confiable. Por último, el autor dentro de sus principales recomendaciones, expone evitar
caer en argumentaciones de tipo ad hoc y errores conceptuales de citas vacías,
argumentando que estas últimas llenan de huecos investigativos que restan fiabilidad a
la investigación.
Palabras clave

Argumentación arqueológica, Ciencias Sociales, Investigación empírica,


Hipótesis, Datos comparativos.

Ideas principales

Las ideas principales de Smith parten de la premisa que las argumentaciones y


las explicaciones de la arqueología muestra una clara falta de rigor, en comparación con
otras disciplinas, como, por ejemplo, en las ciencias sociales. Teniendo en cuenta este
contexto el autor identificó algunos problemas y sugiere soluciones que tienen eficacia
dentro de las ciencias sociales; por otro lado, expone que las afirmaciones dadas por la
arqueología pueden ser imputadas, debido a que es una ciencia que responde a los
conocimientos y la evidencia, en ese sentido, los argumentos “deben juzgarse sobre la
base del poder explicativo, la generalidad, la simplicidad y la replicabilidad” (Smith,
2015).

Conceptos Centrales

Dentro de los conceptos centrales expuestos en el texto encontramos:

El argumento post-hoc: Es una forma problemática de explicación.

Argumento post-hoc acomodaticio: Se refería a una interpretación que se


aplica a los datos y hallazgos una vez que las actividades de investigación han
finalizado
.
La analogía: Se trata entonces como una hipótesis que se pone a prueba, no en
el sentido de una prueba definitiva o crucial, sino en forma de evaluación de
alternativas.
Las referencias vacías: Son referencias que no contienen ninguna prueba
original del fenómeno investigado, sino que se limitan a remitir a otros estudios para
fundamentar su afirmación.

Inferencia fuerte: Es el término utilizado para un proceso de comprobación de


hipótesis.

Un experimento natural, o cuasi-experimento: Es un estudio observacional


que, sin embargo, tiene las propiedades de un diseño de experimental, es decir, los casos
se dividen entre un "grupo de tratamiento" y un "grupo de control", y aunque su
pertenencia al grupo no se asigna al azar, es efectivamente aleatoria con respecto al
resultado de interés.
Las teorías de rango medio: Se encuentran entre las hipótesis de trabajo
menores pero necesarias que evolucionan en abundancia durante la investigación diaria
y los esfuerzos sistemáticos para desarrollar una teoría unificada teoría unificada que
explique todas las uniformidades observadas comportamiento social, la organización y
el cambio social.

Marco teórico

En el marco teórico el autor no se adapta a una sola teoría, por el contrario,


muestra y explica distintas; en la estructura de los argumentos se expresa que muchos de
los argumentos formales que usaron los arqueólogos pertenecientes al movimiento la
Nueva Arqueología, tenían una visión errónea de la explicación el “modelo de la ley de
cobertura”. Este modelo ya había manifestado no ser suficiente para lo social.

Los argumentos post-hoc presentan problemas a la hora de explicar, Lewis


Binford fue uno de los académicos que discutió sobre este tema, el problema es que los
argumentos post-hoc no se puede demostrar que son erróneos, debido a que no se puede
refutar sin otras investigaciones. Posteriormente, Booth, et al. (2008) presenta un
modelo para la construcción de argumentos rigurosos, el cual requiere modificaciones
para cumplir con los requisitos de la arqueología; en esta disciplina hay dos tipos de
justificación, la teórica y los datos comparativos. Otra forma de argumentación son las
analogías ad hoc, sin embargo, se trata de un argumento débil y, por último, se plantea
los métodos de inferencia fuerte y los experimentos naturales, los cuales son
competentes para la arqueología.

Métodos
Marcos productivos:
Existen dos marcos explicativos usados exitosamente en varias disciplinas
científicas incluyendo la arqueología: La inferencia fuerte y los experimentos naturales.
La primera mencionada, se utiliza como modelo de comparación de hipótesis
originado por Francis Bacon, consta de cuatro pasos cuyo enfoque se le denomina:
Método de las múltiples hipótesis de trabajo. Defendido por Chamberlain y Platt como
una manera de evitar la tendencia de un investigador a apegarse demasiado a un modelo
o hipótesis preferido, haciendo que se confirme una hipótesis en lugar de
desconfirmarla. Eso sí, si los datos se han limitado a confirmar la teoría preferida, el
conocimiento al respecto no ha avanzado mucho. Sus ventajas que tiene es su énfasis en
pruebas y la capacidad de saber cuándo se está equivocado, pudiendo evaluar varias
hipótesis, aunque haya ausencia de pruebas cruciales, siendo muy probable que la
última hipótesis que quede sea la correcta.
También, el método de “inferencia a la mejor explicación” es un enfoque
bastante relacionado y muy útil en la disciplina arqueológica.
La segunda mencionada, también conocida como “cuasi-experimento”, es “un
estudio observacional que tiene propiedades de un diseño de investigación
experimental”. Esto hace alusión a los casos dónde se dividen entre un “grupo de
tratamiento” y un “grupo de control” y, a pesar de que su pertenencia al grupo no se
asigna al azar, es aleatoria con respecto al resultado de interés. Una ventaja de estos
métodos experimentales, incluidos los experimentos naturales es que permiten hacer
inferencias mucho más sólidas sobre la casualidad, esta examina los efectos de fuertes
fuerzas externas o perturbaciones en un grupo de contextos sociales similares o
relacionados.

Teoría y explicación
Teoría de alto nivel y teoría de rango medio
Como modelo estándar en las ciencias sociales, la teoría de gran nivel o gran
teoría es considerada abstracta y filosófica, ahora bien, la teoría de la práctica, teoría
postestructural o teoría de materialidad, son visiones amplias y comprensivas en el
mundo, pero muy difíciles de aplicar directamente para poder explicar casos
individuales sin conceptos que puedan unirlas. Estos conceptos lo aportan la teoría de
rango medio. Aceptado y articulo ampliamente por Robert Merton, luego Lewis Binford
para conceptos arqueológicos diferentes.
Actualmente, en las ciencias sociales, las consideraciones sobre la explicación y
casualidad que muy vinculadas con la teoría de rango medio-alto, sin embardo, la
preferida por los científicos sociales es la teoría de los niveles, por ser la tendencia
filosófica que trata de interpretar la sociedad en términos abstractos. La teoría de alto
nivel no puede ponerse a prueba de manera directa, aparte de que ofrece pocos detalles
para poder explicar hechos empíricos concretamente. Por esas razones, si se aceptan
ideas de inferencia fuerte junto con la necesidad de poner a prueba las proposiciones
arqueológicas, la teoría de alto nivel es poco útil para crear argumentos que vayan a
funcionar. Es por eso por lo que se necesitan teorías de rango medio para que se puedan
operacionar y puestas a prueba y ser rechazadas cuando sea el caso.
Los académicos que utilizan la teoría de alto nivel, muy rara vez tiene la idea de
rechazar o desconfirmar esos modelos, no hay nada malo en la teoría del alto nivel,
específicamente para los interesados en teorías filosóficas sobre la condición humana. Si
uno va a construir argumentos arqueológicos de manera rigurosa, con posibilidades de
estar errados, entonces la teoría de alto nivel es útil en principal medida, para
proporcionar un contexto para la teoría de rango medio que hace el trabajo explicativo.

Mecanismos casuales
Luego de que desapareciera el modelo de ley de cobertura para la explicación en
ciencias sociales, ha aparecido otro enfoque, los mecanismos casuales. Mario Bunge,
argumenta que explicar un hecho es exponer el mecanismo o mecanismos que hacer
funcionar el sistema. El análisis de este enfoque está relacionado con la teoría de rango
medio, tanto teórico como práctico. En otras ciencias es muy usado, pero en arqueología
no, sin embargo, si se quiere presentar argumentos convincentes sobre las condiciones
sociales y cambios del pasado, toca analizar como historiadores sociales analizan y
explican la continuidad y cambio social por medio de los mecanismos causales.

Conclusión
A pesar de que una buena argumentación es clave en ciencias sociales, hay que
reconocer cuando está equivocado. Esto puede hacerse por medio de pruebas formales
de varias hipótesis o por medios más informales, que evalúan diversas alternativas a
manera de discusión, aun así, una cantidad de arqueólogos no dan su visto bueno a este
énfasis en varias pruebas, a pesar de esto, es difícil ver cómo se pueden obtener
resultados bien detallados e ir construyendo un sólido cuerpo de conocimientos sin eso.
El autor, defiende en cierta manera, a los arqueólogos que mantienen una consideración
explicita sobre la estructura de sus argumentos planteados a la par que se evita escollos,
por ejemplo, analogías ad hoc y citas vacías. Los métodos de inferencia fuerte y natural,
cuyos experimentos son prometedores para la arqueología, específicamente cuando se
usan con la teoría de rango medio, según los científicos sociales.

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