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Guía Parental Breve

Mejorando las habilidades


sociales de tu hijo
Algunas habilidades sociales básicas

La empatía, respetar el espacio personal propio y de los


demás, iniciar interacciones sociales y respetar los turnos, son habilidades sociales básicas que los
niños tienen que conocer.

Enseñar empatía: explora junto con tu hijo diferentes escenarios preguntándole cómo se sentirán
otras personas cuando sucedan ciertas cosas. Por ejemplo, si estás leyendo un cuento con él,
pregúntale cómo crees que se sentirá cada uno de los personajes del cuento. No solo os centréis
en el protagonista. Esta misma actividad podéis hacerla con situaciones reales que ocurran o con
alguna escena de sus dibujos animados preferidos.

Explicar el espacio personal: dile a tu hijo que es importante que todos tengáis un espacio
personal para sentiros cómodos. Puedes usar diferentes dibujos y hacerle preguntas. ¿Está bien
tocar así? ¿A quién está bien tocar así? ¿A quién no?

Práctica con él diferentes formas de iniciar interacciones sociales: enséñale la manera adecuada
de comenzar una conversación, llamar la atención de alguien o unirse a un grupo de niños que ya
están jugando juntos. Podéis discutir e intercambiar ideas a la hora de la comida o en el coche de
camino al colegio o a alguna actividad. Cada miembro de la familia puede sugerir distintas formas
de iniciar interacciones sociales.

Respetar los turnos: siéntate con tu hijo y juega con él para explicarle lo que significa esperar su
turno. Será básico que empiece a respetar los turnos desde los primeros momentos en los que
juega en casa contigo.

Refuerzo de habilidades sociales más específicas


Las actividades y los juegos son de gran ayuda a la hora de desarrollar habilidades sociales
específicas. A continuación, te propongo algunas actividades para realizar con tu hijo y ayudarle a
desarrollar las habilidades sociales específicas:

Para las destrezas no verbales: ayuda a tu hijo a reconocer las expresiones faciales y el lenguaje
corporal viendo programas de televisión adecuados para niños con el sonido apagado y
observando lo que los personajes están haciendo y lo que ciertos movimientos podrían significar.
Podéis jugar a predecir lo que creéis que los personajes dicen. También podéis utilizar revistas y
hacer collages con diferentes expresiones faciales, y hablar sobre lo que las personas en esas fotos
podrían estar diciendo.

Para el tono: para ayudar a tu hijo a diferenciar una amplia variedad de tonos, puedes usar una
grabadora y registrar diferentes emociones en tu voz y preguntarle a tu hijo de qué emoción se
trata. Puedes también explicarle como cambia el significado de lo que decimos, cuando
cambiamos el tono de nuestra voz.

Para la capacidad de atención: Si tu hijo tiene problemas para mantenerse en una conversación,
elige un tema y di tres frases: dos relacionadas con ese tema y una al azar. Luego, pídele a tu hijo
que elija la frase que no guarda relación con el tema del que estáis hablando. Por ejemplo, habla
sobre cuánto tiempo ha jugado hoy en la calle y sobre lo que hizo en el parque y luego di algo
sobre el clima. Pídele a tu hijo que elija la frase que no guarda relación.

No etiquetes a tu hijo como tímido

Una buena razón para no etiquetar a tu hijo como tímido es que podría convertirse
en una profecía auto cumplida.

“Me dijeron que era tímido cuando era niño, cuando en realidad creo que era
simplemente un niño tranquilo e introvertido. Tener esa etiqueta de ser un niño
tímido, sin embargo, me hizo sentir tenso y ansioso durante las situaciones
sociales. Lo que me ocurría no era timidez, sin embargo, con el tiempo y a fuerza de escuchar que
era un niño tímido, me convertí realmente en un niño con ansiedad en las situaciones sociales.”

Si tu hijo es tímido o se siente inseguro en situaciones sociales, trata de no etiquetarlo como tal e
intenta no forzarle a salir de su timidez. Si tu hijo se siente ansioso en situaciones sociales, la mejor
respuesta que podemos darle es la empatía y un enfoque centrado en la resolución de problemas.
Por lo tanto, cuando veas a tu hijo ansioso en una situación social, reconoce sus sentimientos y
hazle saber que puede superar su dificultad y que estás a su lado para ayudarle. Por ejemplo, «A
veces necesitamos un tiempo para estar a gusto con un grupo de personas. ¿Te acuerdas como en
la fiesta de Josu al principio agarrabas mi mano muy fuerte, pero al final, te divertías mucho con
los otros niños?”

Además de reconocer sus sentimientos, será importante que le enseñes estrategias efectivas para
lidiar con la timidez. La regla general es aceptar el nerviosismo como parte de la vida que afecta a
la mayoría de las personas. Puedes indicarle, además, que se concentre en los demás en lugar de
en sí mismo. Por ejemplo, podéis hacer una lluvia de ideas sobre cómo podría manejar una
situación que le pone nervioso.

Conviértete en un buen modelo

El primer lugar en el que aprendemos habilidades sociales, es por supuesto, en nuestro hogar.

Lo que hacemos como padres es más importante que lo que decimos.

Ser un modelo para nuestro hijo en cuanto a las habilidades sociales se refiere, incluye mostrar
confianza cuando nos relacionamos con los demás, ser amigables con los extraños, ofrecer ayuda a
los demás, etc.

Lo apasionante de ser padre o madre es que te obliga a salir de tu caparazón y requiere que te
conviertas en mejor persona a través del análisis de tus propios comportamientos y actitudes. Por
lo tanto, para ayudar a tu hijo a desarrollar habilidades sociales, analiza tus propias habilidades
sociales y mejorarlas todo lo que puedas para se r el mejor modelo para tu hijo.

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