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Los sistemas biofloc y los sistemas IPRS; tienen grandes ventajas frente a los sistemas tradicionales,

pudiendo ser una opción de cultivos más rentables y sustentables para los acuicultores.
Implementando estos nuevos sistemas de producción se lograría tener métodos de cultivo con
mayor recursividad frente a la piscicultura tradicional y así darle más eficiencia, modernización y
creatividad al campo, permitiéndole a los acuicultores cultivar peces en diferentes hábitats, ya que
se tiene mucho más control

En el contexto actual, las nuevas tecnologías de la comunicación y la agricultura están teniendo un


impacto significativo en la forma en que los agricultores y ganaderos gestionan sus operaciones. A
pesar de los beneficios que estas tecnologías ofrecen, los pequeños agricultores enfrentan
barreras para su adopción.

Algunas de las principales barreras incluyen la falta de información sobre nuevas tecnologías, la
ausencia de seguros y mercados de capital, costos operativos elevados, inseguridad en la tenencia
de la tierra y la falta de infraestructura de transporte. Estas barreras requieren esfuerzos
sostenidos, incluyendo inversiones en investigación y desarrollo, para superarlas y permitir que los
agricultores aprovechen plenamente las ventajas de estas tecnologías.

Por otro lado, en la ganadería, las nuevas tecnologías, como drones, software ganadero,
bovcontrol, sondas de monitoreo y vehículos ROV, están transformando la forma en que los
ganaderos gestionan sus operaciones. Estas tecnologías permiten a los ganaderos realizar diversas
tareas de manera más eficiente sin necesidad de estar físicamente en sus predios. Esto incluye la
delegación de funciones y la realización de compras de ganado desde ubicaciones remotas, lo que
reduce los costos logísticos y aumenta la eficiencia en la producción y distribución de alimentos.

En resumen, las nuevas tecnologías están revolucionando la agricultura y la ganadería al mejorar la


eficiencia y la productividad, pero es necesario abordar las barreras que enfrentan los pequeños
agricultores para que puedan beneficiarse plenamente de estas innovaciones. Por otro lado, en la
ganadería, estas tecnologías permiten una gestión más eficiente de las operaciones y una mayor
comodidad para los ganaderos.

TECNOLOGÍAS DISRUPTIVAS

Las tecnologías disruptivas están desencadenando una revolución en los sectores agrícola y de
acuicultura. En la agricultura, la introducción de robots para la recolección de frutos y el cuidado
de las cosechas, junto con el uso de drones para localizar ganado perdido, ha tenido un impacto
significativo. Esto se traduce en una reducción sustancial de costos y una mayor eficiencia en los
procesos de producción agrícola (Grupo Bancolombia, 2018).
Por otro lado, en el sector agropecuario, las investigaciones en redes de sensores inalámbricos
(WSN), operando a través de tecnologías como ZigBee, están ganando relevancia. Estas redes no
solo se aplican en la automatización del hogar, sino también en la optimización de procesos de
producción e incluso en aplicaciones militares, seguridad y vigilancia. Lo más reciente es su
aplicación en el sector agropecuario, lo que, al conectarse a través de Internet, se alinea con la idea
del "Internet de las Cosas" (Milena, 2013).

En la industria de la acuicultura, tecnologías disruptivas como la edición genética, la inteligencia


artificial, sistemas de recirculación de agua, la sustitución de harina y aceite de pescado por
proteínas y aceites alternativos.

INVESTIGACION Y DESARROLLO

La inversión en I&D se refiere al gasto dirigido a la búsqueda de nuevos conocimientos y al


desarrollo de tecnologías y procesos innovadores. Según el economista Robert Solow, la inversión
en I&D es un componente esencial de la inversión total en una economía y es el principal impulsor
del crecimiento a largo plazo. A través de la investigación y el desarrollo, las empresas pueden
mejorar su eficiencia, crear nuevos productos y servicios, y mantener su competitividad en un
mundo en constante cambio.

En el contexto de una finca, la falta de inversión en I&D agrícola puede ser un obstáculo para la
mejora de la eficiencia, la diversificación de productos y la adaptación a los desafíos cambiantes. Es
fundamental que se promueva una mayor inversión en I&D agrícola para garantizar un crecimiento
sostenible y una mayor competitividad en el sector. Esta inversión no solo beneficia a las fincas
individuales, sino que también contribuye al desarrollo agrícola a nivel nacional y global.

La investigación y desarrollo en una finca ganadera, piscícola y avícola ofrece ventajas significativas
debido a su capacidad para adaptar prácticas y tecnologías a las condiciones y necesidades locales.
Esto implica que se pueden diseñar enfoques personalizados que optimizan la producción y el
bienestar animal, teniendo en cuenta las particularidades de la región, el clima, los recursos
disponibles y las preferencias del mercado.

En el caso de la ganadería, por ejemplo, se pueden desarrollar estrategias nutricionales y de


manejo que se ajusten a las características del pasto y las condiciones climáticas específicas de la
finca, lo que conduce a una mejor calidad de carne o leche y una gestión más eficiente de los
recursos.

En la piscicultura y avicultura, la investigación y desarrollo permiten la optimización de las prácticas


de alimentación, el control de enfermedades y la gestión de sistemas de cría que se adaptan a las
condiciones del agua y el entorno, lo que resulta en una producción más sostenible y rentable.

Además, este enfoque localizado contribuye a la diversificación de las fuentes de ingresos de la


comunidad agrícola y, en última instancia, mejora la resiliencia económica. En resumen, la
investigación y desarrollo en fincas agropecuarias permiten un enfoque más eficiente, sostenible y
rentable de la producción, beneficiando tanto a los agricultores como a las comunidades locales.

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