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Esta es una nueva historia sobre un Rey y un Imperio, pero no uno cualquiera, se

sabe que este Reino es sucesor de Kindgom Of Chaos, donde varias razas
convivieron en total destrucción, locura y caos eterno. Aquellas tierras tormentosas
era regido por un Rey honesto y estricto junto con su conyugue, nos enseñaron
actuar con alcurnia, modales, clase, posiciones incluso la forma de hablar, sin
embargo, esta nueva versión nació desde los deseos más ambiciosos de la hija y
heredera al trono de los Bellerose, su nombre es Shina Bellerose, una mujer con
mucha energía y creatividad sobre todo enamoradiza del Caos; esta hermosa
dama cuando heredero la corona de Reina del Caos y Reina Negra, siendo la
primer mujer en tomar este puesto en la historia, decidió arrancarse el cordón
umbilical y buscar mejores destinos, es decir, empezar desde 0 su propio Reino
sin ser la sombra de su Padre y su Madre que en paz descanse.

De entre sus viajes de desilusionaba más y más, era una Reina sin un Imperio,
completamente sola y sin un lugar fijo donde pueda vivir, cumplir sus objetivos
ambiciosos, sin decir que tenía una tarea muy importante en sus hombros,
encontrarse con sus aliados los Reyes que mantienen la paz en el globo, cada uno
tenía un color y una raza que los simboliza, Azul – Vampiros, Rojo – Ángeles y
Dorado – Elfos y ella representa Negro – Dragones Celestiales. Hubo un momento
donde la fémina estaría a punto de rendirse, no obstante, en su último viaje se
topó con unas extensas tierras, vírgenes, sin explorar y con varias zonas, estas
tenían diferentes climas, incluso relieves, cosa que la Reina le fascino y quedo
totalmente maravillada, tenía presente que sería un proyecto difícil de concluir
pero nada era imposible para esta honorable jovencita, sin más y sin perder el
tiempo en tonterías, con el paso de los años comenzó alzar un Reino donde varias
Razas pudieran convivir con sus amados Dragones, aunque parecía que sólo era
un Imperio común, la mera verdad es que ella crearía un Paraíso para todos que
vivieran y lucharán a su lado. Los rumores no tardaron en esparcirse por todo el
mundo ¿Un Nuevo Imperio? ¿Quién lo regia? Entre otras incógnitas que con el
paso del tiempo fueron respondidas, aunque para la gente fueron siglos y siglos
de trabajo, para aquella Reina fue tan efímero el tiempo aunque todo estuviera
listo para recibir a cualquier ser dentro de sus alas, la ambición de nuestra
protagonista nuevamente se vio afectada cuando se encontró con un simple
cascaron vacío, sin nadie que le diera vida a las calles empedradas el Imperio,
pero por su mente pasaron una de las frases que más le decía su padre cuando
era una simple chiquilla.

“La paciencia es Don de Sabios Shina, las cosas buenas tardan en llegar, nunca
desistas de tus sueños y de tus metas aunque parezcan que no cumplan.”
Sin dudar de la sabiduría de su padre, Lady Shina esperaría la llegada de alguien,
aunque sea una persona y hacerla sentir como en casa, de todas formas, la
compañía de unos pocos le eran gratas a la hermosa mujer, pasaron días y
noches enteras y la Reina seguía esperando entre esos muros, pero en una noche
de invierno esta simplemente salió del Imperio para dar una vuelta por sus tierras,
iría hacia el Norte donde está la zona más helada del Reino, con un rostro lleno de
tristeza, sentía los copos de Nieve tocar sus hombros descubiertos, los cabellos
negros de la dama, igualmente se adornarían de un lindo color blanco en algunas
partes, a las horas de estar caminando y dejando un rastro por sus pisadas, llego
a un camino que daba directo a un bosque con nueve en sus rañas, todo se veía
blanco ¿Cómo saberlo si estaba oscuro? La Reina había llevado consigo una
lámpara la cual apenas iluminaba su camino pero también gracias a su vista
desarrollada pudo ver más allá de la misma oscuridad, dando un suspiro pesado,
Shina sin más sólo comenzó a cantar “Kulning.” Unos cantos ancestrales que su
madre le había enseñado antes de morir, más que un angelical canto, se trataba
más que un llamado, a alguien que estuviera por ahí y la escuchase para hacerle
compañía. La voz de esa mujer era hipnotizante para la criatura que llegase a
escucharla, algunos animales de ese bosque oscuro comenzaron acercarse a la
azabache, ella al verlos con una mirada cálida y una energía serena continuo
cantando para esos lindos animalitos; aunque estaba titiritando del frío que hacía,
no le tomaba mucha importancia, por fin tenía una grata compañía, en un
momento dado alzo la mirada observando como varias Auroras Boreales se
hacían presentes, Shina interpreto esto como una respuesta de la misma
naturaleza a sus canticos ancestrales, su voz no paraba y parecía que cada vez
más se hacía más fuerte como también la desesperación de tan sólo escuchar un
susurro, de sentir una caricia, algo que le devolviera la esperanza a ella y a su
Imperio. Aunque sea un Dragón Negro Celestial, también su cuerpo necesitaba
dormir, al paso de las horas, su voz se fue apaciguando, la fuerza de sus piernas
se estaban yendo, así que no le quedo más elección que sentarse sobre la gélida
nieve, a los pocos minutos, sus ojos dieron de si y termino completamente
dormida sobre el suelo helado, los animales que le hacían compañía se
acurrucaron alrededor de la Reina para darle calor durante su estadía.

Por obviedad tuvo un sueño incomodo pero justamente cuando despertó, sus
orbes dorados, lo primero que vieron fueron a los animales acurrucados alrededor
suyo, esto le dio una gran ternura pero tenía que volver al palacio aunque no tenía
a alguien que la estuviese esperando. Se sentó sobre la nieve y se sacudió la que
tenía sobre sus cabellos y cuerpo en general, se levantó, miro a su alrededor por
si alguien acudió a su llamado pero no fue así, después bajo la mirada, agradeció
a los animalitos que le dieron calor y sin decir más, se retiró de ese bosque, iría
cuesta abajo para poder llegar al corazón de su Reino pero durante el trayecto
también estaría llamando a alguien que la escuchase, pero no tenía respuesta, 5
horas después llego a su castillo y volvió a su solitaria realidad, camino por las
calles solitarias y empedradas del Reino con la mirada abajo pero en medio de su
caminata un joven de aproximadamente 25 años se le acerco a la hermosa Reina
e hizo una reverencia, después le pidió disculpas por haber llegado tarde, Shina
extrañada simplemente le dio la bienvenida a su pequeño Imperio y también le
agradeció por haber llevado hasta acá, no obstante, el muchacho sólo negó con la
cabeza mientras le pedía a la monarca cantar nuevamente aquel hermoso
llamado. Ella sin perder nada hizo la petición del joven postrado frente de ella,
sabía que no iba funcionar pero a los segundos, varias bestias aladas comenzaron
a surcar los cielos del Imperio, ella impresionada por lo que veían sus ojos, sólo
escucho la explicación del contrario, todos los Dragones habían escuchado el
llamado de la Nueva Reina Negra, el Kulning no sólo se trataba de un simple
cantico ancestral sino que era un llamado para los Dragones, este se podría
escuchar a diferentes frecuencias siendo capaz de extenderse por todo el globo,
desde ese momento Shina no durmió sola en ningún momento pero debía
proteger a los Dragones que estaban ahí, a falta de guardias, la monarca haciendo
uso de la Alquimia, creo Homunculos, los cuales tienen una fracción de su alma y
de sus sentimientos, cada ser creado por ella fue situado en cada zona del Reino
para que pudieran proteger esos lugares a costa de su vida, pasaban los años,
siglos nuevamente, de poco en poco el Reino se iba poblando por la gente que
pasaba la voz y que había una nueva Reina, varias razas de diferentes puntos del
globo, llegaron a sus tierras y fueron cuidadas como si fueran sus hijos, entreno a
los Dragones para que pudieran defender su zona con garras, también a las razas
que habían ahí, estaba al pendiente de los ciudadanos, tantos siglos sola hizo que
ella odiara la soledad por completo.

Ya con su reino poblado, con varios guerreros a su mando y con el santuario que
había planeado para sus Dragones y razas asentadas, llego alguien muy
importante a su vida, nada más ni nada menos que un joven, el cual pensó que
era insignificante, pero sus habilidades en batalla eran esplendidas, de poco en
poco se ganó la confianza de la Monarca y en pocos años, se convirtió en el Jinete
de la Reina, siendo el representante y principal protector, compañía, consejero y
oyente de su persona, cada noche ambos escuchan música clásica o él le toca
una canción con ayuda de un Piano, se volvieron muy unidos ambos, tanto que
casi siempre están juntos como si ese joven fuera su sombra. A los meses, varios
informantes llegaron con noticias sobre el paradero de los demás Reyes, ella al
saber intento buscarlos y convocar nuevamente la vieja alianza entre el Reino
Azul, Rojo, Dorado y Negro, mandaba cartas incluso varios informantes para que
pudieran darle a nuestra protagonista el paradero de cada Rey, los cuales tuvieron
respuesta y estos reyes se encuentran en proceso de negociación para beneficio
de cada uno, mientras tanto la Reina y su Jinete conservan la justicia como la
disciplina a seguir las reglas sobre esas tierras aunque hay un rumor, el cual dice
que la Reina presenta un Embarazo pero todavía no se sabe si ha sido
desmentido o no.

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