Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
PREFACIO
Los mensajes contenidos en este libro acerca de las reuniones de hogar fueron
dados como una serie de mensajes de entrenamiento en abril de 1985, en Taipéi,
Taiwán. Éstos fueron traducidos del chino.
Hechos 8 dice que hubo una gran persecución en Jerusalén poco después de
que los tres mil y cinco mil fueron salvos. Todos ellos se fueron de Jerusalén y
solamente quedaron los apóstoles. Esto nos permite ver que la propagación del
evangelio del Señor y la extensión del testimonio de la iglesia del Señor no
dependían primordialmente de los apóstoles, sino de los que habían sido
esparcidos. Ellos condujeron a las personas a la salvación en todos los lugares
adonde fueron. Les aseguro que durante ese tiempo no hubo reuniones grandes.
Las reuniones grandes no son el fundamento de la iglesia. Las reuniones de casa
en casa, las reuniones en los hogares, son el fundamento de la iglesia. Las
reuniones grandes son algo semejante a patinar sobre hielo. Son las reuniones
de hogar las que realmente pueden retener a las personas. Esta luz es muy clara
en la Biblia.
Vamos a construir un baptisterio en las montañas para que las personas puedan
ser bautizadas en cuanto son salvas. Cada semana podremos traer personas en
grupos a la montaña. De los diez que llevemos a la montaña, tal vez no todos
sean bautizados, pero al menos sí lo sean siete u ocho. Esto es algo que he estado
deseando en mi corazón. Esto ciertamente vale la pena promover. Aquellos de
ustedes que participan al menos un poco en la obra en las universidades saben
que ésta es la manera más eficaz. Especialmente hoy en Taiwán, cuando llega
el fin de semana, a los estudiantes no les gusta quedarse en el recinto
universitario. A ellos definitivamente les gustará viajar. El mejor lugar es subir
a la montaña. De manera que el salón de reuniones grande ciertamente tiene su
utilidad; no obstante, si simplemente hacemos esta clase de obra y no tenemos
un fundamento, entonces estaremos siguiendo el camino de patinar sobre el
hielo, y muchos así se marcharán. Así como vienen patinado, de igual manera
se irán.
Dios siempre obra de manera equilibrada. Como se puede ver, el hombre tiene
dos manos y dos hombros. El lado izquierdo corresponde a las reuniones
grandes, y el lado derecho, a las reuniones de hogar; por lo tanto, las reuniones
grandes y las reuniones de hogar se equilibran. Después que seamos
equilibrados de esta manera, debemos redoblar nuestra oración, nuestra lectura
de la Biblia, nuestra capacidad de ver la luz en la Biblia y nuestra experiencia
de Cristo.
No es fácil edificar las reuniones de hogar. Esto es como una gran montaña
muy elevada que no es nada fácil de escalar. Así pues, una vez que empecemos
por cambiar nuestros conceptos y luego continuemos recobrando a los que no
se han estado reuniendo por un buen tiempo, predicando extensamente el
evangelio, y sustentando, fortaleciendo y enriqueciendo el contenido de las
reuniones, finalmente alcanzaremos la meta más elevada de Dios con respecto
a la iglesia, a saber: expresaremos Cristo. Que el Señor tenga misericordia de
nosotros y que todos oremos por este asunto.