Lucas 5:1-11

Aconteció que estando Jesús junto al lago de Genesaret, el gentío se

agolpaba sobre él para oír la palabra de Dios. 2 Y vio dos barcas que
estaban cerca de la orilla del lago; y los pescadores, habiendo descendido
de ellas, lavaban sus redes. 3 Y entrando en una de aquellas barcas, la
cual era de Simón, le rogó que la apartase de tierra un poco; y sentándose,
enseñaba desde la barca a la multitud. 4 Cuando terminó de hablar, dijo a
Simón: Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar. 5
Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado
trabajando, y nada hemos pescado; mas en tu palabra echaré la red. 6 Y
habiéndolo hecho, encerraron gran cantidad de peces, y su red se rompía.
7 Entonces hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra barca,
para que viniesen a ayudarles; y vinieron, y llenaron ambas barcas, de tal
manera que se hundían. 8 Viendo esto Simón Pedro, cayó de rodillas ante
Jesús, diciendo: Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador. 9
Porque por la pesca que habían hecho, el temor se había apoderado de él,
y de todos los que estaban con él, 10 y asimismo de Jacobo y Juan, hijos
de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Pero Jesús dijo a Simón: No
temas; desde ahora serás pescador de hombres. 11 Y cuando trajeron a
tierra las barcas, dejándolo todo, le siguieron.

Hoy en día es cada vez más común ver como en muchos lugares miles de
personas se reúnen en Iglesias cada Domingo a tener un servicio
Colectivo de Adoración, Alabanzas, y Predicación de la Palabra de Dios.
Nos llama mucho la atención como 2,000 o 3,000+ personas se reúnen
semanalmente y quisiéramos que nuestra iglesia fuera tan grande como
esas. Sin embargo. La triste realidad es que en algunas de estas iglesias,
muchos son atraídas, o por la música, o por el ambiente, lugar, o por lo
que se habla allí, (evangelio de la prosperidad, decláralo y recíbelo,
palabras motivacionales) y no por la Palabra de Dios. Es muy fácil, dentro
de estas iglesias perderse en la multitud, pasar desapercibido, vivir como
un alma libre, si se quiere, sin ejercer sus dones o talentos.
Sin embargo aunque sabemos que la Palabra de Dios es para todos, y que
Dios desea llevar a Su morada a todos los que vienen a El. Dios tiene una
prioridad y es que Su Palabra sea conocida, aceptada y vivida por cada
persona de manera particular. Que cada uno de nosotros pueda tener una
experiencia con el Señor un encuentro personal con Jesucristo. Veremos
en esta mañana como multitudes seguían al Señor sin embargo El les
daba lo que las personas necesitaban para sus Almas, la Palabra de Dios.
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La historia que queremos estudiar tiene lugar en el lago de Genesaret, o
mejor conocido como Mar de Galilea. El Señor se encontraba Predicando y
anunciando El Reino de Dios a todo Israel. Las personas le seguían en
multitudes por diferentes razones, unos para ser sanados de sus
enfermedades, dolencias, otros para ser librados de espíritus malignos y
otros para oír y Escuchar la Palabra de Dios.

1) El Señor tenía una PRIORIDAD - La Palabra de Dios.-v.1

La Multitud se agolpaba para Oír la Palabra de Dios

La Palabra agolpaba denota la idea de que eran muchas las

personas que estaban reunidas allí, y estos (se amontonaban-
apiñaban), mostrando un gran interés y entusiasmo por recibir la
enseñanza del Señor.

Ni, La cantidad, Ni el Lugar, fueron obstáculos para que el Señor

hiciera Su misión de Predicar la Palabra de Dios.
Vemos que el hecho de que ellos sean mucho, no fue un obstáculo
para que el Señor les compartiera el mensaje.

….el que a mi viene no le echo fuera. Juan 6:37

35
Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que
en mí cree, no tendrá sed jamás.
 El Señor escogió el mejor lugar para Predicar, al Aire libre. Bien pudo
haber escogido una Sinagoga, El templo, pero escogió la Orilla de un
Lago, y una barca como su pulpito.

2) El Señor tenía un PROPOSITO. V. 2-3 ( Escogió una de las Barcas)

……v.2 Vio dos barcas – (Escogió Una)…La de Simon Pedro.
Los Pescadores Lavaban Sus redes
¿Por qué los pecadores lavaban sus redes? (Pudieramos preguntarle al
Texto)
La razón, esta mas adelante. Toda la Noche, ellos la habían pasado
Pescando… Y no ha
Entró en una Barca, y lo interesante es que lo hizo parte (A Simon Pedro) .
Le pidió que la apartase de Tierra un Poco. Estoy seguro que ellos estaban
escuchando atentamente las Palabras del Señor.

El Señor Usó Algo que Pedro Tenia a la mano para Cumplir Su

Propósito. (Una Barca) --- v.2
Moises Una Vara
David Una –Onda..
Sanson Una quijada de Asno.
Raab Una Soga (Roja)

Dios usa lo que tenemos a la mano para Glorificarse. V2.

1) La Noche Anterior no habían Pescado Nada. ¿No era Casualidad?

V.5
Lamentaciones 3:37-39
Lamentaciones 3:22-40
 A veces no pensamos que Dios tiene el control de todo lo que sucede
en nuestras vidas.
El Señor nos Llama. V. 4-7

Imaginemos que usted tiene un hijo de seis años al que ama entrañablemente. Un día
trágico, usted encuentra que su hijo ha sido cruelmente asesinado. Después de una larga
búsqueda los investigadores encuentran al criminal. Usted tiene una de varias opciones.
Si usara los medios a su alcance para matar al asesino por el crimen cometido, eso sería
venganza. Si se conformara con quedarse al margen y dejar que las autoridades legales
se hagan cargo y realicen lo que corresponde: un juicio, una sentencia de culpabilidad,
una pena de muerte... eso es justicia. Pero si usted intercediera por la absolución del
asesino, lo perdonara completa- mente, lo invitara a su casa y lo adoptara como hijo, eso
es gracia.

¿Se da cuenta de por qué la gracia es tan difícil de comprender y de aceptar? Son muy
pocas las personas (si hubiera alguna) que harían algo así y se sentirían felices de las
hacerlo. Sin embargo, Dios lo hace todos los días. Toma al culpable, al pecador que cree
y confiesa: «Estoy perdido, no valgo nada, soy culpable de lo que se me acusa, y no
merezco ser perdonado», y le otorga el gratuito don de la vida eterna. Lo hizo en mérito a
la muerte de Cristo en la cruz, que satisfizo la demanda por el pecado, que era la pena de
muerte. Y Dios ve al pecador culpable (que acude por fe) como si fuera tan justo como Su
propio Hijo. De hecho, nos invita a Su hogar y nos adopta para siempre en Su familia. En
lugar de vengarse o de ejecutar justicia, Dios extiende Su gracia.