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de la Nueva Constitución
Por Alexis López Tapia
Artículo 1
Visto lo anterior, el Artículo primero del Proyecto de Nueva Constitución, establece que son
“Las personas” -con independencia de su sexo, “genero”, u origen étnico-, las que “nacen libres
e iguales en dignidad y derechos”.
Artículo 2
Si el sujeto primero de derecho es “Las personas” -sin definción de sexo, “género” u origen
étnico-, el que la ley favorezca el “acceso equlibrado de hombres y mujeres”, establece una
distinción arbitraria que se impone sobre el hecho de que las personas son “libres e iguales en
dignididad y derechos”, toda vez que “favorecer el acceso equilibrado” resulta una
imposición, precisamente, sobre la igualdad de la persona con independencia de su sexo.
Artículo 16:
Que no haya “persona ni grupo privilegiado”, se establece así, nuevamente, con indiferencia
sobre su sexo, “género” u origen étnico.
1
Ello se refuerza en el inciso N°
Lo que confirma que legalmente no hay distinción en el ejercicio de los derechos de una
persona, por sexo, “género” u origen étnico, porque toda Persona tiene igual protección de la
Ley.
Artículo 5
Artículo 51
Toda vez, como hemos señalado, que la calidad de Persona y su igualdad ante la Ley, es con
independencia del origen étnico de la misma, y no se condice con “promover la participación”
de grupos o pueblos en virtud de dicho origen.
Artículo 127
Porque tal como se ha indicado, si las personas nacen libres e iguales en dignidad y derechos,
no se puede señalar la existencia de “derechos de los pueblos indígenas” que sean diferentes
a la de la totalidad de los chilenos, y asímismo, tampoco se pueden establecer “mecanismos
para respetar y promover” esos derechos, toda vez que la Persona lo es con independencia de
su origen étnico, y por lo tanto, promover esos supuestos derechos, atenta contra la igualdad
ante la Ley de toda persona, como lo establece el Artículo 1 del proyecto de Nueva
Constitución.
2
La contradicción fundamental antes mencionada, se agudiza e incrementa de acuerdo a lo
establecido en el
Artículo 2
1) Si la soberanía reside en “el pueblo” (singular), hay una evidente contradicción con el
reconocimiento de “pueblos (plural) indígenas”. Ello implica que -por definción- no
habría una única soberanía -como pretende establecerse-, sino varias, una por cada
uno de los “pueblos indígenas” que se promulgan en la Nueva Constitución.
3) Más allá del problema evidente al intentar emular la sentencia latina “E pluribus
unum” (“De muchos uno”), presente en el Gran Sello de los Estados Unidos, la base de
esta contradicción se encuentra en el traspaso que se hace de la soberanía, desde la
nación (en la Constitución vigente) al pueblo (en la propuesta de Nueva Constitución).
3
Por lo antes señalado, el concepto de que “la soberanía reside en el pueblo de Chile” para
efectos del proyecto de Nueva Constitución, al considerar posteriormente la existencia de
“pueblos indígenas” con “derechos colectivos e individuales”, es la reiteración artificiosa de la
rechazada tesis de la “Plurinacionalidad” que proponía el texto de la Convención
Constitucional de 2022, que vuelve así a ser repuesta de manera engañosa y encubierta:
Artículo 1
Artículo 2
Como podemos apreciar, la necesidad de remarcar -en el nuevo proyecto-, la idea de “nación única
e indivisible”, aparece como un intento de eliminar la tesis anterior de la “plurinacionalidad”, pero,
para efectos prácticos, traslada esa tesis a la existencia de varios “pueblos indígenas”, a los que
asigna “derechos colectivos e individuales” diferentes al de los del resto de los chilenos.
En los hechos, cada uno de esos “pueblos indígenas”, podrá -a partir de lo antes mencionado-,
exigir su propia soberanía, precisamente porque tendrían “derechos colectivos e individuales”
diferentes al del resto de los chilenos.
Por esto, la afirmación de que “La soberanía reside en el pueblo de Chile, Nación única e
indivisible”, es un burdo intento de engañar a los ciudadanos para hacerles creer que es
substancialmente diferente a la propuesta rechazada ampliamente en el plebiscito del 4 de
septiembre de 2022, siendo que, en los hechos, termina siendo lo mismo al reconocer la
existencia de “pueblos indígenas”.
Al respecto, cabe mencionar que la actual Constitución es enormemente más precisa, concisa,
consistente, coherente y orgánica:
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