Está en la página 1de 4

2.

- indique cuales fueron los autores que trabajaban sobre el pensamiento nacional
desarrolle al menos uno de ellos.
Los autores de pensamiento nacional eran Jauretche, Alberdi en su última parte, Arturo
Sampay, Ortega PEÑA
Alberdi.
En su etapa anti liberal: en estos escritos que se encuentran en sus “Escritos Postumos”
que son críticos al liberalismo, apoya y defiende la intervención del estado en las
cuestiones económicas, critica la corrupción de estos, muchos de los historiadores
coinciden en que las ideas de Alberdi sentaron un precedente para la época y que ataca a
los liberales porteños, y en esta etapa también reivindica la política de España, hacia la
región.
Le pedía a los liberales que profesen la honestidad y no al servicio de una oligarquía
mercantilista, también decía que la política de Inglaterra de tener una liberación de
comercio exterior era un error.

Arturo Sampay
La concepción del Estado de Sampay, está basado en un Estado que propenda a la
justicia social, incluso hasta diría que sería un estado Keynesiano es decir, un Estado
que sea un actor principal, al adoptar políticas que tiendan a mejorar la calidad de vida
de las clases más vulneradas por las políticas liberales, aliente al consumo interno,
aumente el gasto público destinándolo a mejorar las condiciones de vida de todo el
pueblo (salud, educación, servicios públicos) y expropiando empresas a capitalistas
extranjeros, cambiando las importaciones por la industria nacional y apuntando el
horizonte, hacia una función social de la propiedad.
Introdujo el tema de la justicia social para darle un rol importante a la clase obrera,
estaba en contra de las ideas liberales de la constitución de 1853 de Alberdi, de la
propiedad privada, uno de sus primeros libros fue una crítica a la constitución de su
provincia de origen.
Si bien Perón tenía la misma concepción de Estado que Sampay, hay que aclarar que fue
“peronizado” por Mercante, quien provenía de familia de ferroviarios, e introdujo la
importancia de sostener a la clase trabajadora en mejores condiciones para que la
economía del país prospere. Sampay, era claramente, integrante de las filas de
Mercante, y cuando hubo distanciamiento entre Perón y Mercante, también lo hubo con
Sampay, aún en el exilio, sin embargo, en las cartas de Perón a Sampay, se notaba un
reconocimiento al pensamiento de Sampay, como esencia de la Constitución peronista.
La CN liberal que estaba vigente hasta el '49, tenía la misma política económica de
sumisión y endeudamiento que beneficiaba a los terratenientes y a la oligarquía y que
propiciaba el modelo agroexportador y que nació con el primer empréstito que
Rivadavia pidió a la Baring Brothers.

En la Interpretación de los Art 38 y Art 40 de la Constitución de 1949 la discusión que


se plantea entre Perón y Sampay es que según Rappaport sostiene que la Constitución
de 1949, no fue más que plasmar de manera legal “El Pacto social ampliando el
mercado interno atraves de darle una idea de mayor nivel a la clase trabajadora y
colocando los productos internos que estos producían
La función de la propiedad, el capital y la actividad económica” en el artículo 38: vemos
cómo se desarrolla el tema la propiedad privada la función social que esta cumple las
responsabilidades y obligaciones que le compete al estado en la distribución y uso de la
misma.

Si bien el Art 38 plantea una distribución de la propiedad privada, no se cuestiona la


real expropiación de los grandes latifundios, para una función social.

El Art 40, trata sobre la Organización de la riqueza y su explotación, la intervención y


monopolización del Estado, para la importación y exportación. Así como también la
nacionalización de los recursos naturales, los minerales, el agua, los yacimientos de
petróleo, el carbón, etc.

Habla incluso de la expropiación de las empresas que prestan servicios públicos.

En el texto sobre Arturo Sampay, se analiza:

“No es posible creer que este trascendental artículo pudo aprobarse sin la presión de
los grupos económicos extranjeros que era beneficiarios de concesiones. Las
empresas concesionarias de servicios públicos presionaron fuertemente sobre el
propio Presiente Perón a fin de que fuera modificado, lo mismo hicieron los
diplomáticos extranjeros, lo que fue corroborado un cuarto de siglo después por
documentos desclasificados por el Departamento de Estado de Estados Unidos y
difundidos por la agencia francesa France Presse. La vehemencia en el
sostenimiento de ese artículo y lo que ello implicaba fue, acaso, el momento más
tenso de la relación entre Sampay y Perón”.

La Constitución de Juan Bautista Alberdi, se planteaba un modelo de país liberal, que se


abría al mundo con esta carta magna, entre otros puntos de sostiene “poner en manos
ajenas el usufructo de nuestras riquezas y hasta el control internacional de nuestros ríos
interiores”.

A diferencia de Sampay, que describe un modelo de tipo de país industrial, con


independencia económica, que había generado la industrialización por sustitución de
importaciones. En palabras del mismo jurista, un nuevo instrumento constitucional, para
regir el destino nacional con un sentido de grandeza fundado en la Justicia Social
apareada a un sostenido desarrollo socio-económico y a un espíritu comunitario de
amplia resonancia en el concierto de los pueblos hermanos”.

Alberdi creía en la libertad como motor per se, Sampay en la justicia social.

Se dice que la constitución del 49 es una constitución desaparecida al igual que el jurista
Arturo SAMPAY, es como hacer comprender a otros que existe otro modelo social de
coyuntura del poder, es mejor hablar de otra cosa. Cuando el vuelve al país luego de
terminar sus estudios se acerca al yrigoyenismo pero nunca participó activamente dentro
de este espacio, durante el año 1945 se incorpora al peronismo de la mano de Domingo
Mercante. Para los liberales considera a SAMPAY como un escriba del peronismo.

En la reforma del 49 (ley 13.233) la oposición cuestionaba la cantidad de votos


necesarios para aprobar la necesidad de reformar la constitución que ellos decían que
era los 2/3 del total de los diputados cosa que no sucedió en las reformas de 1860 y
1866 (al sancionar en 1860 la Ley 234 de la Confederación y la Ley 171 de 1866).

Sampay se convierte da asesor de Juan Domingo Perón y de Domingo Mercante y en el


año 1949 Domingo Mercante está a cargo de la constituyente y Sampay es electo
constituyente por Bs. As.

Sampay elabora el proyecto de la parte dogmática en donde la estructura en cuatro


capítulos: Capítulo 1: Forma de Gobierno y Declaraciones Políticas. Capítulo II:
Derechos, Deberes y Garantías de la Libertad Personal; Capitulo III: Derechos del
Trabajador, de la Familia, de la Ancianidad, de la Educación y de la Cultura; Capítulo
IV: La propiedad y la Actividad Económica; del proyecto a la Disposición final de la
Constitución de 1949, las similitudes son más que las diferencias después del debate en
la convención Constituyente.

En defensa del interés nacional modificó, en el seno de la comisión, el tibio criterio


ofrecido por el proyecto del partido peronista, incorporándole dos incisos finales (en los
que plasmó su posición) que decían: “Los servicios públicos pertenecen
originariamente al Estado, y bajo ningún concepto podrán ser enajenados o
concedidos para explotación. Los que se hallaren en poder de particulares serán
transferidos al Estado, mediante compra o expropiación con indemnización previa,
cuando una ley nacional lo determine”. “El precio de la expropiación de empresas
concesionarias de servicios públicos será el del costo de origen de los bienes
afectados a la expropiación, menos las sumas que se hubieren amortizado durante
el lapso cumplido desde el otorgamiento de la concesión, y los excedentes sobre una
ganancia razonable, que serán considerados también como reintegración del
capital invertido”. Para esto, consultó previamente con dos amigos personales, Juan
Sábato y Jorge del Río, que aprobaron sus criterios y la redacción, además de dos
amigos personales, y pensadores nacionales: Raúl Scalabrini Ortiz y José Luis Torres,
de lo que luego se convertiría en el ya conocidísimo artículo 40 de la Constitución de
1949.

Sampay en el año 1952 ocupa el puesto de fiscal del estado, hasta el alejamiento de
Domingo Mercante de la gobernación, se le inicia un juicio político para que deje su
cargo. Luego de esto se exilia en Paraguay, Bolivia y luego en Uruguay donde tras el
golpe del 55 se reúne con varios conocidos del peronismo. En el año 1958 regreso al
país pero seguía siendo un condenado al silencio, fue invitado a varios países de la
región a dar conferencias ya que los mismos estaban reformando sus constituciones en
el año 1963 publica el libro “la Constitución Argentina de 1949”, en el año 1972 es
invitado a participar del congreso episcopal y da una conferencia sobre el tema
“Aspectos de la Socialización y Socialismo Nacional”. En el año 1973 con la vuelta del
peronismo al poder el retoma sus cátedras en la universidad y su labor en el ministerio
del interior y es designado conjuez de la Corte Suprema de Justicia. En el golpe de 1976
es nuevamente despojado de sus cargos y proscripto por considerarlo un escriba del
peronismo, hasta sus libros son retirados de la venta.-

También podría gustarte